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Insumos para la operación de la finca

Los tractores requieren de mantenimiento, grasa y otros lubricantes, repuestos básicos como bombillos, tornillos, mangueras hidráulicas,
filtros de aceite y combustible, son cosas que se deben mantener en todo momento en una finca para su correcta operación, este
aspecto es más importante en unos cultivos que en otros.
Por ejemplo en un cultivo de palma africana, el uso de la maquinaria tiene un ritmo más o menos estable en todo el año, se pueden
planificar con tiempo las paradas del tractor y hacer el mantenimiento preventivo o correctivo que haga falta, las personas encargadas
del taller pueden en consecuencia planificar las compras y tener los repuestos e insumos que va a requerir el tractor en el momento en
que se planifica su parada de mantenimiento.
En el caso del cultivo del maíz, la situación es más complicada. Sucede que
la mayor superficie del cultivo del maíz se siembra con la temporada de
lluvias y sin riego, eso motiva a que todos los ritmos de trabajo sean
definidos por el estado del tiempo y por el clima del lugar. En las zonas
tropicales que responden a la zona de vida de bosque seco tropical hay un
marcado período de lluvias y un marcado período seco, en consecuencia el
cultivo del maíz debe realizarse en el período de lluvias.
Para que un suelo no se deteriore debe esperarse a que el suelo tenga un
determinado porcentaje de humedad conocido como capacidad de campo
para hacer la preparación de las tierras, de lo contrario ocurre la
pulverización (suelo seco) o apelmazamiento (suelo mojado) que a la larga
hacen que el suelo pierda capacidad de producción.
Después de que el suelo llega a la humedad ideal, la maquinaria debe
empezar a hacer la preparación de suelo con pases de rastra entre otros
implementos, como el período de lluvias puede comenzar con rapidez la
preparación de suelo cuenta con muy pocos días para ser realizada en
consecuencia el tractor debe trabajar día y noche para lograr la meta de preparar la superficie que se va a cultivar antes de que las lluvias
humedezcan el suelo a niveles de saturación donde se hace prácticamente imposible la entrada de máquinas a los lotes del cultivo.
Si los tractores o cualquiera de los implementos se detienen por falta de mantenimiento o por algún problema no considerado, el tractor
debe ser reparado con urgencia y entrar rápidamente en operación porque se trabaja contra reloj. Dejar el tractor no operativo uno o
dos días por hacer una reparación puede significar que no se logren las metas de siembra de ese año.
Lo expuesto en los párrafos anteriores obliga a los cultivadores de maíz a tener repuestos de toda clase dentro de la finca, prestos a
hacer cualquier reparación como si fuera un auto fórmula uno con un problema dentro de una carrera, durante la época seca que dura
aproximadamente seis meses los agricultores dedican el tiempo a poner a punto sus tractores y en la época de lluvias las máquinas
trabajan sin cesar. El inventario en insumos para la operación es un factor crítico de éxito en este tipo de fincas.

Estos aspectos están mejor descritos en el artículo sobre la logística.

Insumos para la producción:


Prácticamente todos los cultivos tienen exigencias de insumos en momentos críticos, volviendo al ejemplo del maíz, se requiere la
presencia en la finca de la semilla y el fertilizante base al momento de la siembra, con la premura que tiene lo descrito en los párrafos
anteriores. Si falla alguna de estos insumos se frustra el proceso de siembra y no se logran los objetivos de todo el año.
El inventario de este tipo de insumos debe ser adquirido con anterioridad a su fecha de utilización, para estar seguros de contar con el
recurso, más aún cuando todos los agricultores de la región están comprando más o menos lo mismo y hacen escasear los insumos
requeridos para esa fase del cultivo. Los planificadores nacionales de los ministerios de Agricultura de los países Latino Americanos
deben ser celosos en garantizar la presencia de todos los insumos requeridos por los agricultores para que se puedan alcanzar las metas
de siembra nacionales, estimulando y concertando con la empresa privada la consecución de los mismos y estén disponibles para los
agricultores exactamente en la fecha requerida, en el entendido que un cultivo no espera y si se aplica un abono tarde con seguridad
repercutirá en una menor producción.
En el caso de los frutales como la naranja se exige la presencia de urea o
cualquier otro fertilizante rico en nitrógeno al momento de inducir la
floración, déficits de nitrógeno en esta fase repercuten en caída de flores y
merma en la producción de ese año. La inducción de la floración en la
naranja se puede hacer en forma escalonada si se dispone de riego, pero si
el cultivo se riega solo con la lluvia, prácticamente toda la finca requerirá el
abono nitrogenado al inicio de la lluvia y la logística se complica en
especial en las fincas grandes. Como la mayor superficie de naranjas se
cultiva sin riego, la demanda de urea en consecuencia se incrementa con el
inicio de la temporada de lluvias en las zonas citrícolas.
Hay insumos cuyo uso se puede calcular al momento de decidir la siembra
de un cultivo, como por ejemplo se puede saber con mucha certeza
cuanto cordel va a requerir un cultivo de tomate o cuanto alambre necesita un cultivo de parchita, si se va a realizar acolchado plástico
los cálculos se realizan con alto grado de certeza en relación al consumo real. Por otro lado hay otros insumos cuyo cálculo se complica
de manera significativa.
Las hortalizas requieren el uso de ciertos fungicidas e insecticidas dependiendo de las plagas y enfermedades que se presentan en el
cultivo. Estas plagas y enfermedades son muy explosivas y el retraso incluso de una semana adquiriendo el producto puede ser la
diferencia entre salvar o perder el cultivo.
Los principios incluidos en las prácticas de manejo integrado de plagas enfermedades (MIPE) y en lo que se conoce como “Buenas
Prácticas Agrícolas”, exigen hacer monitoreo de plagas y enfermedades y hacer aplicaciones de fungicidas e insecticidas sólo cuando se
supera el umbral económico de infestación. En consecuencia el agricultor debe tener un inventario de insumos necesario para afrontar
las plagas y enfermedades que estima se le van a presentar y utilizar estos insumos sólo si hacen falta.
En el caso de no requerir utilizar un agroquímico por no haber llegado la población de la plaga o enfermedad al umbral económico de
infestación y como muchos agroquímicos tienen fechas de vencimiento, se crea la complicación adicional de desechar residuos tóxicos,
tal como son catalogados los agroquímicos una vez llegados a su fecha de vencimiento, dado que muchas hortalizas se siembran sólo
una vez al año en la mayoría de los casos, resulta que para el año siguiente el agroquímico estaría vencido si no se utiliza para el cultivo
al cual fue adquirido.
La gerencia del inventario de agroquímicos se hace compleja tanto para las casas proveedoras de insumos como para los agricultores.
Hay años en el caso del pimentón, cuando es más frecuente la incidencia de mildiu polvoroso, en otros años el problema son los ácaros
y en otros el problema es la mosca blanca. Si el agricultor espera a que se presente el problema para adquirir el insumo corre el riesgo de
no conseguirlo, retrasar la aplicación y perder el cultivo. Si compra el insumo por adelantado corre el riesgo de no tener que utilizarlo y
perder el dinero usado en la adquisición del insumo cuando el producto llega a su fecha de vencimiento.
En el caso de la empresa suplidora de insumos corre el mismo riesgo, si en la zona se siembra mucho pimentón y ese año la incidencia es
de mosca blanca verá vendido todo su inventario de productos para mosca blanca, pero verá comprometido y sin venta un gran
inventario de productos para el mildiú polvoroso, que para el próximo año puede que llegue a su fecha de vencimiento. Esperar a que se
acabe el stock para hacer un nuevo pedido puede representar que sus clientes pierdan su cultivo por falta de un insumo.
El secreto del negocio es ver quién asume el riesgo de perder el inventario de insumos, la empresa productora de insumos puede
destinar ciertos agroquímicos para el uso de otros cultivos y su red de clientes incluye diversas zonas del país. Por otro lado el detallista
de insumos para la agricultura tiene por lo general un alcance local y si no vende un producto lo pierde al llegar a su fecha de
vencimiento, este actor va a preferir reducir su riesgo y comprar lo mínimo que asegure su venta y tratar de reponer inventarios si se
venden todos los productos posibles para controlar una plaga o enfermedad. Si se queda sin productos este actor no pierde dinero sólo
las ventas que no pudo realizar, para el caso del agricultor (su cliente) al cual su proveedor de insumos no posea en inventario un
agroquímico necesitado, representa una pérdida importante que compromete su cultivo.
Muchos agricultores recurren a analizar las plagas que se le presentaron históricamente y en función de ello hacen la compra, a veces
aplican un producto sin necesitarlo simplemente por el hecho de que ya lo habían adquirido para prevenir una pérdida posible y en
prevención que el agroquímico no llegue a su fecha de vencimiento. En muchos casos lamentablemente se llega al extremo de aplicar
productos ya vencidos aún con los riesgos que eso conlleva.

Manejo del inventario de Fertilizantes:


Los fertilizantes son parte de los insumos para la producción, pero por tener características especiales pasamos a analizarlo separado del
resto de los insumos para la producción.
Determinar el consumo de un fertilizante depende de los análisis de suelo, de agua, del cultivo y del nivel de producción esperado, si
usted desea saber cuánto fertilizar el equipo de Agro-tecnología-tropical ha desarrollado un programa gratuito que hace ese cálculo para
usted en relación a la fertilización al suelo, si usted va a utilizar fertirrigación, el al acceso al programa no es gratuito y debe contratar
nuestro software de fertirriego.
Para conocer el software que calcula la fertilización tradicional al suelo debe visitar el siguiente link:
http://www.agro-tecnologia-tropical.com/cuanto_fertilizar.html
Para conocer el software de fertirriego puede visitar el siguiente link:
http://www.agro-tecnologia-tropical.com/software_fertirriego.html
El software de fertirriego tiene varios aspectos en relación al manejo de su inventario de fertilizantes que le ayuda a tomar las mejores
decisiones como lo es el consumo de cada lote, de esa forma usted puede calcular cuánto le cuesta su cultivo y el nivel de rentabilidad al
considerar la producción obtenida y el nivel de los precios.
Día a día le informa cuanto le cuesta la fertilización que usted está realizando. Presenta alertas con 30, 15 y 7 días de anticipación al
momento en que se le va a acabar un fertilizante para que el usuario tenga tiempo de hacer el proceso de compra.

Inventario de Cultivos en Proceso


Contablemente el valor de los cultivos va aumentando en la medida que se le incorporan insumos y trabajo, en el entendido que un
terreno vacío no se le asigna valor como cultivo, sólo tiene el valor de la tierra, más el valor de las mejoras como vialidad, electricidad,
riego, nivelación, etc., pero todo esto no representa valor del cultivo sino valor de la tierra.
Cuando usted rastrea el suelo, el valor del cultivo es el valor de los pases de rastra, más el costo del operario que realizó la labor. Al
momento de sembrar al valor de la preparación de la tierra se le adiciona el costo de la semilla, el costo del fertilizante y el costo de la
mano de obra necesaria para realizar la siembra.
Progresivamente el valor del inventario sube con cada labor que se le realice al cultivo, hasta el momento de la cosecha cuando se han
realizado la mayor parte de los gastos del cultivo.
Este inventario puede ser reflejado en total, por planta, por metro cuadrado o por hectárea.
Cuando usted cosecha el cultivo pasa a tener el inventario de productos terminados.

Inventario de productos terminados:


Una vez realizada la cosecha se pasa a tener un inventario de productos
terminados, en el caso del maíz ese inventario dura el tiempo en que los
granos de maíz están en el poder del agricultor y pasa a ser una venta una vez
se transfiere la propiedad del maíz del agricultor al cliente.
Este evento puede tener una corta duración en el caso de que el cliente sea el
que pague por la cosechadora y sea el dueño de los camiones para llevarse
los granos, pero puede ser muy larga si es el propio agricultor el que tiene los
silos donde se almacenan los granos y los guarda para venderlos a mejor
precio a la industria cuando escasea el grano.
La ganancia o la pérdida ocurren cuando el valor del inventario de los
productos terminados es menor o mayor que el valor de venta de la cosecha.
Hay cultivos como la cebolla o la papa donde el agricultor puede decidir
retrasar la venta para esperar por mejores precios, en este caso debe contar
con las instalaciones para manejar ese gran volumen que representan los
productos terminados.

En otros casos las hortalizas se cosechan diariamente, pero la venta ocurre cada tres días, entonces el almacén de productos terminados
debe tener capacidad para almacenar ese volumen de producción.
Es común en el cultivo de las cítricas dejar las naranjas en la planta hasta que las condiciones del mercado hagan favorable la cosecha, en
este caso no se trata de productos terminados, ya que los frutos en la planta forman parte de los cultivos en proceso y todavía hay que
incurrir en gastos para mantener esos frutos en la planta como lo es la aplicación de agua de riego, control de malezas, entre otras cosas
que hacen subir el valor de los inventarios.

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