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Psicologia
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Síndrome de Tourette
Los primeros síntomas del síndrome de Tourette se observan casi siempre a partir de la niñez,
iniciándose generalmente entre los 7 y 10 años de edad. El síndrome de Tourette afecta a
personas de todos los grupos étnicos, aunque los varones se ven afectados con una frecuencia
entre tres o cuatro veces mayor que las mujeres. Se calcula que 200,000 norteamericanos
padecen de la forma más severa del síndrome de Tourette mientras que una de cada cien
personas presenta síntomas más leves y menos complejos, tales como tics motores o vocales
crónicos o los tics pasajeros de la niñez. Aunque el síndrome de Tourette puede manifestarse
como condición crónica con síntomas que persisten durante toda la vida, la mayoría de las
personas que padecen del mal presentan los síntomas más severos durante los primeros años de
adolescencia y van mejorando al avanzar hacia la fase más tardía de la adolescencia y
posteriormente en la madurez.” 1
Se encarga de programar, verificar y regular la actividad consciente, otro aspecto del proceso
cognitivo humano.
Relacionándolo con el síndrome de tourette, como sabemos que los tics que presentan estos
pacientes son involuntarios esta unidad se encuentra evidentemente afectada debido a que
controlar estos tics es muy complicado para los pacientes, dado el caso que deseen controlarlos
solo se pueden concentrar en eso y deben dejar de hacer cualquier otra actividad (en la mayoría
de los casos).
Cuando los tics motores o verbales ya se han asentado, pueden aparecer autolesiones en los
pacientes o, mejor dicho, actitudes auto agresivas que pueden desembocar en la aparición de un
trastorno obsesivo o compulsivo o TDAH, lo que llevará al paciente a situaciones de riesgo por
un comportamiento excesivamente impulsivo y le creará mayores prejuicios sociales y
personales que los propios tics.
Sabemos que en condiciones normales en nuestro cerebro existe una asimetría del núcleo
caudado, el izquierdo que tiende a ser más largo que el derecho , en los pacientes con el
síndrome de tourette no se evidencia esta asimetría ,en algunos casos se da la perdida de
volumen en el globo pálido izquierdo , estudios han demostrado que las personas que padecen
este síndrome pueden presentar asimetría en los pedúnculos cerebrales así como también
alteraciones en los ganglios basales ,se ha podido probar que esta afección se puede asociar a
anomalías metabólicas en áreas frontotemporales en el tálamo y en los ganglios basales
En pacientes que presentan este síndrome presentan una diferencia en los patrones de simetría
de los ganglios basales.
De igual forma en otro estudio neuropatológico realizado en el año 1957, Balthasar informó
sobre una "anomalía del desarrollo en el cuerpo estriado" consistente en un "incremento de la
densidad neuronal en el núcleo caudado y el putamen", con un aumento de neuronas pequeñas
en comparación con los controles (una persona normal de 42 años, 8 casos de corea de
Huntington y 8 cerebros de niños de hasta 6 años de edad). Este autor encontró que dicho
incremento densitométrico de las neuronas estriatales disminuía con la edad, sin embargo, el
cerebro del caso con SGT (cuya sintomatología se inició a los 3 años) se parecía más a la
densidad neuronal observable en niños de un año de edad.
Análisis de neurotransmisores:
Los principales neurotransmisores que se cree que están implicados en el síndrome de Tourette
son la dopamina, la serotonina y la norepinefrina.
“Aunque la causa del síndrome de Tourette es desconocida, las investigaciones actuales revelan
la existencia de anormalidades en ciertas regiones del cerebro incluyendo los ganglios basales,
lóbulos frontales y corteza cerebral
Muchas personas con el síndrome experimentan problemas adicionales de neuro-
comportamiento, incluyendo la falta de atención, hiperactividad e impulsividad (déficit de
atención con hiperactividad) y dificultades relacionadas con la lectura, escritura y aritmética,
además de síntomas obsesivo-compulsivos tales como pensamientos introvertidos,
preocupaciones y comportamientos repetitivos. Por ejemplo, la preocupación por la suciedad y
los gérmenes puede asociarse con el lavado repetido de las manos, y la preocupación por la
posibilidad de que ocurran cosas negativas puede asociarse con comportamientos ritualistas
como contar, repetir, ordenar y acomodar.
Las personas que padecen del síndrome también tienen problemas de depresión, trastornos de
ansiedad y otras dificultades para llevar adelante sus vidas, las que pueden estar o no
relacionadas directamente con el trastorno si se considera la gran cantidad de posibles
complicaciones, las personas afectadas pueden vivir mejor si reciben tratamientos médicos que
incluyan una amplia gama de modalidades terapéuticas, el no hacerlo podría sumir al enfermo a
una vida de encierro e aislamiento social”
Bibliografía
El tic o el síndrome de Tourette aumentan con la ansiedad de la persona. La crónica del Quindío. Julio
12 del 2011. Disponible en: http://www.cronicadelquindio.com/noticia-completa-titulo-
los_tic_o_sindrome_de_tourette_aumentan_con_la_ansiedad_de_la_persona-seccion-general-
nota-32874.htm
Tolouse, E. & Pieron, H. (1094). Test de Toulouse Pièron. Madrid: Editorial TEA. Disponible
en:http://bibliotecadigital.usb.edu.co/bitstream/10819/283/1/Endofenotipos_Neurocognitivos_
Candidatos_Becerra_2011.pdf
Néstor Pérez Lache. CAPÍTULO 3: Las tres unidades funcionales básicas en la determinación
de la conciencia.