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LOS DESAFÍOS ACTUALES QUE LA UNIVERSIDAD BOLIVIANA DEBE

ENFRENTAR EN LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA EN EL ÁMBITO


DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR.

Reynaldo Quenta Mamani

Introducción

En América Latina y especialmente en Bolivia, en el campo de la educación


muchas veces nos dedicamos a conmemorar nuestro pasado, ocupando un buen
tiempo de los gobiernos y de la sociedad a una pasión necrológica excesiva, que
paraliza con frecuencia la idea de construir el futuro y la tarea de competir mejor
en la economía del conocimiento en este nuevo milenio, como una forma de luchar
contra la pobreza.

El principal problema de la desigualdad no es solo un asunto económico, sino que


también depende del nivel educativo de los pueblos. La economía no es todo, sino
viene acompañada de una educación de calidad. Si esta es deficitaria, por decir lo
menos, se produce una desigualdad social al condenar a la marginación a buena
parte de la población. La educación es una cuestión estratégica y de supervivencia
en el mundo actual.

Hay retos que nos enfrentan a desafíos actuales, como el modelo de enseñanza
para niños y jóvenes, cuyo desarrollo va acorde a los avances de la tecnología.
Casi todos los que ingresan a la universidad quizás no hayan conocido un mundo
sin internet y la mayoría de los menores de 10 años se divierten al menos con un
juego electrónico. Pero además, su desarrollo convive con otros retos, sean de
tipo social, ecológicos, culturales, etc.

Planteamiento

Falta de incentivos, débil inversión en investigación científica y tecnológica y


retraso en la formación docente explican que el sistema universitario boliviano esté
postergado respecto a los países de Latinoamérica. Esa es la principal explicación
para que los centros de educación superior, públicos y privados, de Bolivia
aparezcan en la cola entre las universidades calificadas por la revista británica
Times Higher Education (THE); pero al mismo tiempo ese es el reto a superar
dentro del sub sistema de educación superior principalmente.

No es la primera vez que nuestras universidades aparecen tan abajo en las listas
desarrolladas por entidades especializadas en la verificación de los estudios
universitarios a escala mundial. La revista evalúa a las universidades basada en
13 indicadores, entre los que destacan investigación y publicaciones académicas,
ambos puntos muy deficientes en el caso boliviano; por lo tanto otro de los retos
es fortalecer y desarrollar estos aspectos.

El dato es fundamental para un país que está buscando alternativas de desarrollo


y cuya economía todavía es muy dependiente de la explotación de materias
primas como es el caso de Bolivia. Existe en nuestro país el potencial humano, lo
que faltan son políticas dentro de nuestras universidades que impulsen el
desarrollo potencia de ese talento humano.

No vamos a ser una nación productiva ni desarrollada si no impulsamos el


pensamiento crítico, la innovación científica y tecnológica. Y no basta con construir
‘ciudades científicas’ que sigan las modas del momento y se transformen en
centros turísticos sin resultados concretos en materia de investigación, que nos
lleven al desarrollo económico, cultural y científico.

Todos los países, desde los capitalistas hasta los comunistas, saben que solo un
sistema universitario sólido y bien consolidado puede apuntalar el desarrollo
económico en un mundo altamente competitivo e interconectado.

Otros países de la región así lo han comprendido. Las universidades de Brasil,


Argentina y Chile figuran hoy entre las mejores gracias a que sus estados
priorizaron la inversión pública en la creación de conocimiento y tecnología.
En el caso boliviano la situación se agrava por las distorsiones que se observan en
el gasto de recursos para la educación. Todavía se invierten más fondos en
personal administrativo que en mejorar los ingresos de los docentes universitarios.

La solución y las responsabilidades tampoco deben recaer únicamente en el


Estado. Las universidades públicas y privadas no pueden esperar que todas las
soluciones provengan del aparato estatal. Ellas deben generar sus propios
recursos a través de su inserción en el aparato productivo del país, buscando
salidas en los mercados del mundo. Internacionalizarse, conectarse con un mundo
cada vez más dinámico y desafiante es fundamental para que las universidades
puedan pegar el salto que todos esperamos.

Desarrollo

Hasta ahora, en su mayoría la enseñanza ha sido dictada en aulas del siglo XIX,
por profesores del siglo XX para estudiantes del siglo XXI. ¿Dónde está el
cambio? Que el modelo educativo y los nuevos planes de estudios preparen a los
estudiantes para el futuro y la era digital. El colegio o la universidad deben dar la
oportunidad al estudiante de afrontar todo tipo de situaciones y resolver
problemas, integrando conocimientos, capacidades, actitudes y valores, poniendo
en práctica las competencias a lo largo de su formación, mediante proyectos
integradores y prácticas profesionales.

En este nuevo rumbo de la pedagogía habrá que desarrollar liderazgo, innovación,


emprendimiento y un firme compromiso con el desarrollo sostenible y conectar a
los estudiantes con la realidad y las necesidades de la sociedad, a nivel local y
global. Entre tanto, la especialización surge como un condicionante fundamental
en una subárea de su carrera de formación profesional, por medio de las
menciones o subespecializaciones, tan requeridas en el mundo laboral.

Para alcanzar estos objetivos, el docente también debe capacitarse para tener
aptitudes que le permitan ser inspirador, innovador, actualizado, y conocer las
tecnologías de la información. El nuevo modelo educativo por competencias que
hoy desarrollamos busca vincular al estudiante a escala internacional, con el fin de
desenvolver habilidades para integrarse fácilmente a otras culturas, conocer otros
idiomas y desenvolver mejor su valor profesional y sus posibilidades de inserción a
nivel internacional. Es lo que llamamos de ‘clase mundial’.

Sin embargo, nada de ello será posible si la educación primaria y secundaria no


modifica el proceso enseñanza-aprendizaje, si no se capacitan a maestros en
informática para desarrollar talentos, se incrementan los presupuestos en
educación, etc.

De ahí que es imperativo situar la educación en el centro de la agenda política e


institucional de Bolivia. Si pretendemos salir del subdesarrollo, no queda otra que
ser competitivos, innovadores y profesionalmente capacitados en este siglo XXI.

A partir de lo mencionado anteriormente, es imperativo trabajar tres aspectos o


problemas fundamentales desde mi punto de vista.

El primero se refiere al carácter de la transmisión de conocimientos en las


universidades, tanto en los programas de licenciatura como en los centros de
posgrado, el cual está fuertemente influido por la repetición y los obstáculos
institucionales que evitan efectuar investigaciones de calidad, con el propósito de
contribuir al desarrollo de la sociedad en general y a los procesos económicos. Si
bien las estructuras curriculares declaran que la educación está afincada en la
transmisión de competencias, lo que prepondera es únicamente la repetición
mecánica de libros texto y teorías convencionales.

El segundo problema, consecuencia del primero, tiene que ver con el cultivo de la
tolerancia y la creatividad en el trabajo de los estudiantes. Es fundamental dejar de
lado la función donde predominan los catedráticos como autoridades únicas dentro
del proceso de enseñanza-aprendizaje. Ambos fenómenos: tolerancia y
creatividad, tienden a desaparecer en la academia boliviana porque, tanto desde
la cátedra y como en la gestión universitaria (del pre y posgrado) se trata de negar
-a veces sutil y otras abiertamente- la aceptación de puntos de vista divergentes o
nuevos, razón por la que se menosprecia cualquier innovación o, simplemente,
ésta es una variable inexistente para la práctica docente y la misma gerencia
institucional de las universidades, donde las burocracias privilegian todo tipo de
normas por encima de la agilidad institucional para una moderna gestión del
conocimiento.

El tercer problema está relacionado con la posibilidad de transferencia tecnológica


o la aplicación de conocimientos que las ciencias puras y sociales pueden realizar
a la sociedad boliviana contemporánea. Dicha transferencia está fuertemente
vinculada con la superación de la pobreza y los dilemas del desarrollo económico,
donde las universidades lamentablemente están perdiendo su papel central al ser
rebasadas por Organizaciones No Gubernamentales (ONG), centros privados de
investigación y diferentes fundaciones internacionales.

Conclusiones

Bolivia requiere cuanto antes una profunda revisión de los patrones dominantes en
el sistema de su educación superior. Específicamente, necesita generar las
condiciones para el desarrollo de factores que faciliten la construcción de un
pensamiento propio y visiones científicas a partir de sus experiencias históricas.
Entre los puntos más problemáticos que afectan a la educación superior en el siglo
XXI, se encuentran tres elementos.

En las universidades, la transmisión de conocimientos aún es víctima de la


repetición acrítica e improvisada que también perturba toda formación profesional.
Este obstáculo pedagógico no es asumido como un problema a superar desde las
políticas institucionales de la universidad, sino que se trata de un dejar hacer y
dejar pasar más bien pragmático. Muchos docentes siguen expresando los
mismos postulados teóricos y repitiendo los mismos contenidos que hace
décadas, cuando ellos mismos eran estudiantes.

La reproducción de teorías de moda permite a muchos docentes dotarse de un


barniz renovador, pero todavía huérfano de un real sentido crítico y un esfuerzo
meditado para ejecutar investigaciones con calidad. El corolario de este proceso
muestra que muchos docentes a tiempo completo no investigan, sino que
"enseñan” a tiempo completo. La mayoría de los profesores antiguos publican muy
poco y son parte de las discusiones internacionales, solamente en la medida en
que recurren a las teorías extranjeras de los centros dominantes del conocimiento.

La ausencia de calidad en la profesión docente y la falta de incentivos para


mejorar cualquier investigación académica en Bolivia dio como resultado un
aislamiento de la universidad (tanto pública como privada) respecto de los grandes
problemas del desarrollo y de la reconstrucción del Estado en toda la región.

Muchos centros e institutos privados de investigación, virtualmente están


monopolizando la producción de conocimientos y su transferencia tecnológica bajo
la forma de políticas públicas; sin embargo, estos esfuerzos están totalmente
desligados de la discusión abierta en foros públicos y de la misma enseñanza
universitaria para la formación de recursos humanos, lo cual repercute en la
formación de élites institucionalizadas en ONG y fundaciones, que no tienen la
más mínima responsabilidad ante la sociedad para rendir cuentas sobre sus
actividades o someter su labor a la crítica académica.

En este contexto, la relación investigación-docencia-desarrollo dentro del proceso


docente de pre y posgrado en Bolivia deberá ser reformada profundamente. No
sólo la estructura institucional de las diferentes facultades de ciencias sociales y
exactas (para recuperar mayor efectividad), sino renovar también un ethos
universitario donde la tolerancia, creatividad, crítica científica y relativismo
cognoscitivo contribuyan a un comportamiento socio-político de comprensión y
respeto del otro y de los otros, orientando todo esfuerzo hacia el rescate de una
educación liberadora, capaz de hacer sentir plenas libertades -políticas y del
conocimiento-, en medio de una vida democrática digna de ser vivida para
fomentar el descubrimiento, la corrección de errores y el destierro de todo
conservadurismo paralizante.
Bibliografía

CIDES-UMSA, LA UNIVERSIDAD PÚBLICA EN BOLIVIA: Frente a los desafíos


de su reforma. CIDES-UMSA, Primera edición: 2017
Ministerio de Educación Bolivia. Desafíos de la Educación Superior en Bolivia.
https://www.minedu.gob.bo/index.php?option=com_html

https://www.paginasiete.bo/ideas/2016/1/3/debilidades-retos-educacion-
universitaria.html

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