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II.- Principio de observar siempre el Interés superior del niño, por cuanto constituye
una garantía de que los estados partes velarán por el respeto de los derechos
consagrados en la Convención, en todas las esferas de gobierno, obligación que
recae también en los particulares, ya que frente a una situación de conflicto entre
este interés y el de una persona adulta, se debe favorecer la protección de los
derechos del niño y adolescente, por cuanto este se encuentra en proceso de
formación.
III.- Principio del derecho a la vida, supervivencia y desarrollo, por cuanto estos son
derechos fundamentales que afectan fuertemente todos los demás derechos; los
cuales tienen un efecto sinérgico que contribuye al efectivo cumplimiento de los
otros derechos consagrados en la Convención, es decir violarlos o no reconocerlos
puede comprometer seriamente el cumplimiento de la misma.
IV.- El principio de participación y ser escuchado, tiende a buscar que los padres
escuchen las opiniones de los hijos y que los involucren en la toma de decisiones,
la Convención reconoce que el nivel de participación en las decisiones debe de ser
apropiado a su grado de madurez. La Convención recoge en su artículo 12º, el
derecho del menor de edad a ser escuchado en todos los asuntos que le afecten, y
en especial en los procesos judiciales. Refleja así una concepción según la cual
este es sujeto activo de derechos, por lo que puede participar en nombre propio en
las decisiones que afectan a su vida, expresando sus propias opiniones. En
definitiva, bajo este nuevo enfoque que propone la Convención, los niños y
adolescentes al ser considerados como sujetos de derechos, constituyen en los
principales destinatarios de esta con relación a la familia de la cual forma parte, y
respecto de la sociedad civil que los rodea.
2.3.2 El rol de la familia
Por tanto, la familia constituye la base para que tanto niños como adolescentes,
puedan desarrollar sus capacidades y competencias, quedando en los padres para
que estos puedan desenvolverse libremente frente a la sociedad, siendo en dicho
cometido, la labor del estado, el de garante para el cumplimiento de los principios-
derechos consagrados en la Convención.
Uno de los aportes más relevantes de esta nueva concepción propuesta por la
Convención se haya en consagrar, el Desarrollo integral del niño como finalidad
primordial del ejercicio de deberes y responsabilidades de los padres, teniendo
como criterio fundamental el interés superior del niño, por medio del cual se debe
asegurar en todas las situaciones en los que hallan inmersos, la protección efectiva
de todos sus derechos en pro de su bienestar, obligación que recae en primer lugar
en sus progenitores y en calidad de garante al estado.
En ese sentido, el artículo 18.1 establece que los Estados partes deben garantizar
el reconocimiento del principio de que ambos padres tienen obligaciones comunes
en la crianza, formación y desarrollo de los hijos, promoviendo el interés superior
del niño como criterio fundamental. Se reafirma de esa forma el respeto de las
funciones parentales frente a los hijos, y el rol que asume la familia para lograr el
desarrollo integral de los niños y adolescentes.
La disposición que consagra el artículo antes señalado, se integra con la del artículo
27, en cuanto prescribe la obligación de los padres y del estado, de proporcionar al
niño las condiciones de vida adecuadas para su desarrollo físico, mental, espiritual,
moral y social. De tal forma que la idea del desarrollo integral del niño en todas sus
potencialidades, viene nuevamente siendo remarcada como finalidad del ejercicio
de la responsabilidad parental. Ahora bien, ambos artículos referidos deben estar
en función del artículo 5, puesto que a través de este dispositivo se reconoce el
deber de los padres de asegurar que sus hijos puedan ejercer progresivamente sus
derechos, puesto que al tener el estatus de sujetos de derechos, se entiende que
su capacidad jurídica tiene una autonomía limitada, ya que la mayoría de sus actos
estarán supervisados y/o controlados por sus padres, por lo que la labor de estos
últimos resulta de vital importancia durante su proceso de formación, ya que ellos
radica la función de dirigir y orientar para el ejercicio de sus derechos.
Es así que a partir del entendimiento del desarrollo integral del niño, niña y
adolescente como finalidad del ejercicio de las funciones parentales, se construye
la noción de Responsabilidad Parental y sus respectivas implicancias, la cual
expresa el espíritu de la Convención y que por lo tanto se convierte en la directriz
para el cambio de enfoque en las legislaciones internas.
Ahora bien el ejercicio de esta responsabilidad es biparental, ello sucede así antes
y después de la ruptura del vínculo matrimonial o de unión de hecho, por ello en lo
que concierne a lo que tradicionalmente se conocía como tenencia y custodia,
régimen de visitas y alimentos, como contenidos propios de esta responsabilidad,
corresponde ser reformulados en función del Interés superior del niño, por lo que
cada estado no debe desamparar los derechos de los niños y adolescentes frente
a estas situaciones.
2.4.1 BRASIL
Art. 225. Si los padres viven separados podrán determinar de común acuerdo
que el cuidado personal de los hijos corresponde al padre, a la madre o a ambos
en forma compartida. El acuerdo se otorgará por escritura pública o acta
extendida ante cualquier oficial del Registro Civil y deberá ser suscrito al margen
de la inscripción de nacimiento del hijo dentro de los treinta días subsiguientes
a su otorgamiento.
2.4.4 LEGISLACIÓN DE COLOMBIA
personal de los hijos se pierden por resolución emanada del Juez competente
Art. 92.
9. El juez, antes de adoptar alguna de las decisiones a las que se refieren los
apartados anteriores, de oficio o a instancia de parte, podrá recabar
directamente de especialistas debidamente cualificados, relativo a la idoneidad
del modo de ejercicio de la patria potestad, y del régimen de custodia de los
menores”.
En Italia, producto de la Ley de modificación del Código Civil (Ley 54) en materia
de separación, en el artículo 155 se establece de manera prioritaria la aplicación
de la custodia compartida desde el 26 de enero de 2006, y como no podía ser
de otra manera, esta medida fue concebida en semejanza con la satisfacción del
interés del menor. El texto es el siguiente:
Tal decisión valora la posibilidad de que los hijos menores queden bajo la
custodia de ambos padres o establece a cuál de estos se atribuye la
custodia de los hijos, determinará el tiempo y la modalidad de su presencia
con cada uno de sus padres, fija otras medidas y el modo en que cada uno
debe contribuir al mantenimiento, a la custodia, a la instrucción, a la
educación de los hijos.
Salvo acuerdos libremente suscritos por las partes, cada uno de los padres
provee el mantenimiento de los hijos en la medida proporcional a sus propios
ingresos; el juez establece, cuando sea necesaria una cuota periódica a fin de
hacer efectivo el principio de proporcionalidad, considerando:
2. El tenor de vida gozado por el hijo cuando convivía con ambos progenitores.
Art 155. Ter (Disposiciones concernientes a la guarda de los hijos). Los padres
tienen el derecho de peticionar en cualquier momento, la revisión de las
disposiciones concernientes a la guarda de los hijos, la atribución del ejercicio
de la patria potestad sobre ellos, y las eventuales disposiciones relativas a la
medida y a la modalidad de alimentos. Art 155, quater (Asignación de la casa
familiar y prescripciones relativas a la residencia). El uso de la casa familiar es
atribuido teniendo prioritariamente en cuenta el interés superior de los hijos. Para
la asignación, el juez tiene en cuenta la regulación de las relaciones económicas
entre los padres considerando el eventual título de propiedad. El derecho al uso
de la casa familiar se extingue en el caso en el que el asignatario no habite o
deje de habitar en forma permanente la casa familiar o conviva more uxorio o
contraiga un nuevo matrimonio. El decreto de asignación y el de revocación se
inscriben y son oponibles a los terceros en el sentido del art. 2643.
Art. 155 quinto (Disposiciones a favor de los hijos mayores). El juez según las
circunstancias puede disponer a favor de los hijos mayores no independientes
económicamente el pago de una cuota periódica. Esta cuota, salvo una
determinación diversa del juez se le entrega directamente al hijo mayor.
A los hijos mayores portadores de una discapacidad grave en el sentido del art.
3 párrafo tercero de la ley del 5/2/1992, nº 104, se aplican integralmente las
disposiciones previstas a favor de los hijos menores.
Art.155. sexto (poderes del juez y audición del menor) Antes de emitir, aun
cautelarmente los proveídos en el art. 155. A instancian de parte o de oficio, el
juez puede ordenar la producción de la prueba. Entre otras, el juez dispone
escuchar al hijo menor que haya alcanzado los 12 años y si aún no ha alcanzado
esa edad si fuese capaz de discernimiento. Cualquiera sea la oportunidad,
escuchas las partes y obtenido su consenso, el juez puede reenviar el
expediente a los fines de los cónyuges valiéndose de expertos, intenten una
mediación para alcanzar el acuerdo, con particular referencia a los intereses
morales y materiales de los hijos.
2.4.7 LEGISLACIÓN DE FRANCIA
Art. 373-2
Art. 373-2-1
Art. 373-2-3
Art. 373-2-6
El juez del tribunal de grande instance que entienda en los asuntos de familia
tramitara los casos que se le sometan en virtud del presente capitulo, velando
especialmente por la protección de los intereses de los hijos menores. El juez
podrá adoptar medidas que permitan garantizar la continuidad y la efectividad
del mantenimiento de los vínculos del niño con cada uno de sus padres. En
particular, podrá ordenar que se inscriba en el pasaporte de los padres la
prohibición para el niño el salir del territorio francés, sin la autorización de sus
dos padres.
Art. 373-2-7
Los padres podrán recurrir al juge aux affaires familiales para que ratifique el
convenio en el que organizan las modalidades del ejercicio de la patria potestad
y se fija la contribución a la manutención y a la educación del niño. El juez
ratificara el convenio, salvo si constate que no preserva suficientemente el
interés del niño o que el consentimiento de los padres no se ha dado libremente.
Art. 373-2-8
Art. 373-2-9
Art. 373-2-10
Podrá ordenarles que se dirijan a un mediador familiar para que se les informe
sobre el objeto y el desarrollo de esta medida.
Art. 373-2-11
Art. 373-2-12
Art. 373-2-13
La Republica Checa cuenta con un Código sobre la Familia aprobado por la ley
Nº 94/1963 modificado y ampliado por la Ley 132/1982, por la Ley 234/1992, por
decisión del Tribunal Constitucional Nº 72/1995 y por la Le Nº 91/1998, en lo
concerniente al ejercicio de la responsabilidad parental, el texto versa de la
siguiente manera:
Art. 26.4 Al decidir sobre la guarda y custodia de los progenitores el Juez tendrá
en cuenta en primer lugar el interés del menor, su personalidad, en especial sus
intereses, talento, aptitudes y capacidades educativas, observando a su vez las
necesidades vitales de los progenitores.
Art. 31.1
c) En la administración de bienes.
Se deja ver en ese sentido, que el ordenamiento checo pone como piedra
angular el Interés superior del niño en lo concerniente al ejercicio de la
responsabilidad parental posterior a la crisis familiar, de tal forma que sus
normas se erigen sobre la protección de la infancia y la adolescencia en
desarrollo, siendo que las normas relativas a la separación de cónyuges no
influyen en lo concerniente al cuidado de los hijos, ya que frente a esas
situaciones prevalecerá el legítimo interés del menor, cuya norma en comentario
ha delimitado el marco legal para su construcción.
Nada dice el Código de Familia acerca de cómo debe llevarse a cabo este
sistema de custodia por lo que es posible que la alternancia se realice por
meses, trimestres, semestres, cursos anuales, etc…, pero a través de la
información facilitada por el Ministerio de Justica checo, el sistema de custodia
alterna en la Republica Checa se viene configurando por periodos de quince días
en que los y las menores cambian de domicilio y a pesar de que es un sistema
ya instaurado, desde el año 1998, en la práctica no es un sistema habitual.