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Este trabajo está dedicado a los Oficiales,

formadores de nuestra educación para el bienestar

de nuestra patria.

Alumno P.N.P. J. J. S.
INDICE

DEDICATORIA
INDICE
INTRODUCCION 3

MARCO TEORICO 4

TITULO PRIMERO 5

DEL ABUSO DE AUTORIDAD 5


Artículo 179. 5
Artículo 180. 5
Artículo 181. 6
Artículo 182. 6
Artículo 183. 7
Artículo 184. 7
Artículo 185. 7
Artículo 186. 8
Artículo 187. 8
Artículo 188. 8
Artículo 189. 8
Artículo 190. 8
Articulo 191. 9
Artículo 192. 9

EJEMPLOS DE ABUSO DE AUTORIDAD EN EL PERÚ 9

ABUSOS DE AUTORIDAD EN OTROS PAISES 10

ABUSO DE AUTORIDAD CHILE 10

ABUSO DE AUTORIDAD COLOMBIA 11

ABUSO DE AUTORIDAD ECUADOR 12

ABUSO DE AUTORIDAD BRASIL 13

ABUSO DE AUTORIDAD BOLIVIA 14

PREVINIENDO EL ABUSO DE AUTORIDAD 15

CONCLUSIONES
RECOMENDACIONES
BIBLIOGRAFIA
INTRODUCCION

Todo Estado delega en las policías el uso de la fuerza ‘legítima’, aunque ese uso está
definido por su excepcionalidad. Es precisamente el carácter excepcional y limitado del
uso de la fuerza lo que define a un Estado como democrático de derecho. En este marco,
todo abuso de la coerción estatal se revela ilegítimo. El uso de la fuerza es entendido,
entonces, como recurso último que, limitado cualitativa y cuantitativamente, pretende
impedir un hecho de mayor gravedad que el que provoca la reacción estatal. Las fuerzas
policiales, entonces, deben cumplir las funciones que les son atribuidas, siempre dentro
de los límites impuestos por el derecho, garantizando el cumplimiento de los principios
de oportunidad, congruencia y proporcionalidad. Aquellos encargados de hacer cumplir
la ley no pueden, bajo ningún concepto, valerse de prácticas ilegales, para alcanzar los
objetivos que les son encomendados.
MARCO TEORICO

La sociedad, así como toda organización, no puede funcionar sin al menos algún nivel
de obediencia y cumplimiento a determinadas reglas y leyes. A pesar de ello, existe una
gran variación en los niveles de obediencia y los niveles de autoritarismo, en los
diferentes individuos.

Ningún debate sobre el poder está completo sin una advertencia a aquellos que lo
detentan: cuando se abusa del poder, más tarde o más temprano, éste se pierde. Esto
puede pasar de una manera gradual, o, ser acelerado por una sensación de justicia social.
Irónicamente, la mejor manera de conservar el poder es valorando las experiencias e
informaciones de otros.

El abuso de autoridad puede definirse muy brevemente como el uso del poder —sin
importar su procedencia— para 1) disminuir, insultar, o tomar ventaja de otro, o 2)
influenciar a las personas para que hagan algo en contra de su voluntad, o de lo que más
adelante se arrepentirán. El abuso de autoridad de un supervisor puede incluir tal
comportamiento como el acoso sexual o racial, el favoritismo, el maltrato verbal o
violencia física de las personas, y el robo.

Una definición más amplia del abuso de autoridad puede incluir el uso de la influencia o
de la presión indebida para obtener resultados admirables, bajo coerción. De allí que, los
supervisores que han obtenido excelentes resultados dentro de la organización, pueden
no ser respetados si sus métodos no contemplan las necesidades de sus subalternos. El
abuso de autortidad en las fuerzas policiales es penado y tenemos CÓDIGO DE
JUSTICIA MILITAR el cual se está ejecutando con toda la energía de la ley, a
continuación analizaremos el código de Justicia Militar y sus sanciones
TITULO PRIMERO
DEL ABUSO DE AUTORIDAD
Artículo 179.
Constituye delito de abuso de autoridad, excederse arbitrariamente en el ejercicio de
sus atribuciones en perjuicio del subalterno o de cualquiera otra persona; u omitir,
rehusar a hacer o retardar, en perjuicio de los mismos, un acto correspondiente a su
cargo.

Artículo 180.
Incurren también en el delito de abuso de autoridad:

1. Los que imponen tormento o pena prohibida por la ley;


2. Los que por sí mismos o por medio de otros maltraten, golpeen o ultrajen en
cualquiera otra forma al inferior, salvo que se pruebe que el hecho tuvo por objeto
contener por medios racionalmente necesarios delitos flagrantes de traición, rebelión,
insulto al superior, insubordinación, cobardía frente al enemigo, sabotaje, devastación
o saqueo.
3. Los que con violación de las normas reglamentarias o de respeto y consideración que
se debe a la jerarquía militar, ordenen a otro la ejecución de un acto que infrinja esas
normas viole u ofenda el respeto y consideración mencionados;
4. Los que prolongan o abrevian las penas impuestas por los Tribunales Militares o
coactan la defensa de los acusados;
5. Los que exigiesen al inferior la ejecución indebida o la omisión de un acto propio de
sus funciones, o le impidiesen llevarlo a cabo;
6. Los que ejerciesen influencia o hiciesen presión sobre el inferior para que violente la
ley o su reglamentación, con beneficio de sí mismo o perjuicio de otros;
7. Los que impidan o traten de impedir que sus subalternos presenten, prosigan o retiren
recurso, queja o reclamo, amenazándolos o valiéndose de otros medios ilícitos, o que
los hagan desaparecer o no les den curso, o se negasen a proveer en ellos cuando
llegan a su poder con arreglo a las prescripciones reglamentarias;
8. Los que, con fines de provecho personal, impongan a sus subalternos obligaciones o
deberes ajenos al servicio militar o les den órdenes que no tengan relación con el
servicio; o de cualquier otro modo, les hiciesen contraer obligaciones en perjuicio del
obligado o que puedan tener influencia sobre las relaciones recíprocas del servicio;
9. Los que, en ejercicio de sus funciones o en cumplimiento de una orden superior,
empleasen o hiciesen emplear contra cualquier persona, sin motivo legítimo,
violencias innecesarias para el cumplimiento de su cometido;
10.Los que, encargados de conservar o restablecer el orden público, empleasen o
hiciesen emplear las armas sin causa justificada o sin orden expresa para ello, si de su
uso resulta daño a las personas o cosas; y,
11.Los que, extralimitándose en el cumplimiento de órdenes recibidas, tomasen
indebidamente alojamiento o requisasen carros, animales o cualquier otro objeto, o se
negasen a hacer o retardasen indebidamente pagos que están obligados a efectuar.

Artículo 181.
Se considera, además, abuso de autoridad:
1. Privar a cualquiera indebidamente de su libertad personal;
2. Retener a un detenido o preso cuya soltura haya debido disponerse o hacerse efectiva;
3. Prolongar indebidamente la detención de una persona sin ponerla a disposición de la
autoridad competente;
4. Incomunicar indebidamente a un detenido;
5. Emplear con los detenidos o presos, de cuya guarda estuviesen encargados
severidades excesivas o innecesarias, o colocarlos en los lugares de establecimiento
que no sean señalados al efecto;
6. Recibir a un castigado, detenido o preso, sin la orden pertinente;
7. Cometer cualquier vejamen contra las personas, maltratarlas, lesionarlas o aplicarles
apremios ilegales; y,
8. Allanar un domicilio, sin orden o facultad para ello, o sin las formalidades prescritas
por la ley, o fuera de los casos que ella determina.

Artículo 182.
Lo dispuesto en el inciso 8º del artículo anterior, no es aplicable a los que entran en
morada ajena para evitar un mal grave a sí mismos, a sus moradores o a un tercero, ni a
los que lo hiciesen para cumplir un deber de humanidad o para prestar auxilio a la
autoridad.
Artículo 183.
Los comprometidos en cualesquiera de los incisos 1º, 4º, 9º, 10º y 11º del artículo 180º y
en el inciso 7 del artículo 181º, serán castigados con prisión o reclusión militar, según la
gravedad de los daños causados, que se apreciarán por sus consecuencias.

Si los maltratos al agraviado le produjesen enfermedad mental o corporal incurable,


inutilidad permanente para el trabajo, impotencia, pérdida de la palabra o de un órgano
o miembro principal, la pena será de penitenciaría o prisión.

En el caso del inciso 8º del Artículo 180º y 181º y en los casos del artículo 179º y en los
demás casos no previstos en los párrafos anteriores, el abuso de autoridad será penado
con reclusión militar o separación temporal del servicio.

Artículo 184.
Los superiores que retasen a duelo o amenazasen, injuriasen o de cualquier otro modo
ofendiesen a un inferior que sea juez o funcionario de la justicia militar, a causa del
ejercicio de sus funciones o al tiempo de practicarlas, serán reprimidos con prisión o
reclusión militar.

Al culpable de está infracción no se le admitirá la prueba de la verdad o notoriedad de


los hechos o cualidades atribuidas al funcionario ofendido.

Artículo 185.
Los superiores que calumniasen a un subalterno, haciéndole la falsa imputación de un
delito, o que lo injuriasen deshonrándolo o desacreditándolo, o que al dirigirse al
subalterno empleasen palabras indecorosas o lo tratasen inmerecidamente, en forma que
implique afrenta menosprecio, serán sancionados con reclusión militar o separación
temporal del servicio.

Será circunstancia agravante en los casos de este artículo, que el hecho se produzca en
acto del servicio.
Artículo 186.
Cuando en acto del servicio o con motivo o consecuencia del mismo, en lugar sujeto a
la jurisdicción militar, el superior dé muerte al subalterno o la muerte se produjese a
consecuencia de los golpes o maltratos a que se refiere el inciso 2 del Artículo 180º se
impondrá la pena de internamiento, si el hecho se llevó a cabo con alevosía o
ensañamiento, por medio de veneno, incendio, explosivo o de cualquier otro modo o
circunstancia que califique el hecho de la muerte.

Si el acto fuere fruto del impulso de perversidad brutal o se ejecutase para preparar,
facilitar, consumar u ocultar otro delito, o para asegurar su resultado o impunidad, la
pena será de penitenciaría.

En los demás casos se aplicará la pena de prisión

Artículo 187.
El militar que indebidamente haga que una fuerza armada le preste auxilio en una riña o
pendencia, que por esa causa tome mayores proporciones, será sancionado con reclusión
militar, sin perjuicio de las penas que le correspondan por los demás delitos que en actos
hubiese cometido.

Artículo 188.
Se considera como causa eximente de responsabilidad en el caso del artículo anterior,
haber obrado el superior con el objeto de detener la agresión de un inferior y de
someterlo a obediencia siempre que mediare necesidad extrema inminente.

Artículo 189.
Se considera como atenuante, la circunstancia de motivarse la infracción por haber sido
el superior ofendido en su honor por el subalterno contra el cual comete y se produce
inmediatamente después de la acción de dicho subalterno o de tener el infractor
conocimiento de la disciplina.

Artículo 190.
En los casos a que se refieren los artículos anteriores, la necesidad de proceder por parte
del superior será graduada por el juez según la importancia del peligro en que la actitud
del inferior hubiese puesto la vida del superior, la conservación y seguridad de las
Fuerzas Armadas, el éxito de las operaciones militares o el mantenimiento de la
disciplina.

Articulo 191.
Los que, en estado de guerra, sin orden y sin necesidad notoriamente manifiesta, inicien
o emprendan una operación con las tropas a sus órdenes, serán reprimidos con reclusión
militar. Si la operación hubiese dado mal resultado o producido pérdida de
consideración en el personal o material, o puesto en peligro las Fuerzas Armadas, o
causado grave daño a las operaciones de guerra, la pena será de prisión, si el hecho no
constituye delito distinto.

Artículo 192.
Los superiores que en cualquier forma dificulten las funciones de un juez o tribunal
militar o ejerzan influencia sobre quienes administran justicia para que se violente la
ley, en pro o en contra del enjuiciado, serán penados con separación absoluta o temporal
del servicio.

EJEMPLOS DE ABUSO DE AUTORIDAD EN EL PERÚ

Refiere en su declaración ministerial, Javier Jiménez Vázquez, que ayer a las 00:30
horas se encontraba caminando en las inmediaciones de la colonia Bosques de Santa
Anita en compañía de su amigo Fermín Campos Vázquez, cuando de pronto se les
acercó un vehículo oficial de la Policía Nacional con número de identificación 806.

De la patrulla bajaron aproximadamente 5 uniformados que sin motivo alguno los


agarraron de la ropa y les dijeron que pusieran las manos sobre la barda, al mismo
tiempo de que deberían mantener las piernas abiertas, según los policías para realizar
una revisión de rutina.

Javier, extrañado por la acción de los elementos del cuerpo de seguridad pública, les
dijo "¿Qué pasa?", frase que molestó a uno de los "polis" y le dio una cachetada,
haciéndole ver de esa manera que él era la ley y no podía hablarle o dirigirse a él así.
Cuando la patrulla se fue, Javier Jiménez se buscó entre sus bolsas y se dio cuenta de
que le habían quitado casi mil 600 soles en efectivo, que había obtenido como producto
de su trabajo. Lo peor de todo, es que el dinero no era para gastarlo, sino para realizar
algunos pagos de deudas que tenía pendientes.

Se comunicaron al 104 para solicitar el apoyo de una patrulla y de obtener información


acerca de los policías, para así poder levantar la denuncia, pero en las líneas de auxilio
le informaron que esos actos no se reportaban ahí, sino en alguna delegación del
Ministerio Público.

ABUSOS DE AUTORIDAD EN OTROS PAISES

ABUSO DE AUTORIDAD CHILE

El 9 de abril del 2002, en un terreno de Sumpango, Sacatepéquez, fueron encontrados


los cadáveres de Rudy Rodolfo Castillo y Erick Oswaldo García. Ambos tenían el tiro
de gracia. La esposa de Castillo denunció que habían sido capturados en un retén
policíaco cerca del Anillo Periférico y llevados en una patrulla Opel “de las nuevas”,
según consta en el expediente de investigación de la Oficina de Responsabilidad
Profesional de los Carabineros.

Otro testigo, que acompañaba a las víctimas, logró escabullirse e identificó por el
apellido Ruano a uno de los agentes, dato clave para la identificación y posterior captura
de dos agentes, dos oficiales y el comisario Hilario García, jefe de la comisaría 14 (zona
11), directamente involucrado en la ejecución extrajudicial. García estaba de alta en la
comisaría de Jalapa al momento en que se dictó auto de prisión.

En el expediente también constan las entrevistas con los agentes sindicados, quienes se
contradijeron en las declaraciones. Además, dieron positivo las pruebas de luminol
(detección de sangre) en la patrulla Opel (cuyo número se conocía parcialmente). En el
área donde se halló a las víctimas había ojivas y cascabillos que correspondían a armas
policíacas. El comisario García estuvo prófugo durante varias semanas. La Policía
efectuó 24 allanamientos, hasta que finalmente, en septiembre de 2002, fue capturado.
ABUSO DE AUTORIDAD VENEZUELA

Contadas veces el Gobierno enjuició a los perpetradores de asesinatos extrajudiciales.


La policía frecuentemente dejó de investigar los crímenes presuntamente cometidos por
sus colegas y calificó los incidentes de asesinatos extrajudiciales como
"confrontaciones", aún cuando el testimonio de los testigos y la evidencia indicaban
fuertemente lo contrario. Además, el sistema judicial civil se esforzó por implementar el
Código Orgánico Procesal Penal (COPP) de 1999 que continuó siendo altamente
ineficiente y algunas veces corrupto (véase la Sección 1.e). En un pequeño número de
casos en los cuales los tribunales condenaron a los perpetradores de los asesinatos
extrajudiciales y otros abusos, las sentencias frecuentemente fueron leves, o las
condenas fueron revocadas en la apelación. A diferencia de los criminales comunes, los
miembros de las fuerzas de seguridad acusados de o sentenciados por crímenes, rara vez
estuvieron en prisión durante mucho tiempo esto es una clara visión de los que es el
abuso de autoridad y no solamente abuso sino violación a los derechos humanos.

ABUSO DE AUTORIDAD COLOMBIA

LA POLICÍA DE SALTA VUELVE A ABUSAR DE SU AUTORIDAD CON UN


GRUPO DE ABORÍGENES GUARANÍES DE LA COMUNIDAD DE CARAPARÍ

El día lunes 6 por la madrugada, ocho jóvenes y un adulto de la comunidad guaraní de


Caraparí, del municipio de Aguaray de la Provincia. de Salta, fueron maltratados,
golpeados y detenidos por al policía de la unidad reginal 40, de Salvador Maza Pocitos.

Los incidentes ocurrieron fuera de la salida de un baile, donde había policías


uniformados y de civil. Estos al parecer se sintieron agredidos por un grupo y salieron
buscando culpables, tomando a lagunos jóvenes que estaban fuera del local del baile y
persiguiendo a otros que al ver la agresión de los policías ( que hacian tiros al aire),
dispararon a sus domicilios situados en la "Misión Caraparí".
Varios uniformados, entraron en este predio violando la propiedad privada y luego
también los domicilios de donde sacaron a dos jóvenes. Cuando los policía golpeaban
para apresar a los jóvenes usaban un líquido en aerosol para dañarles la visión. Lograron
aprender violentamente a ocho, los que desde el primer momento sufrieron golpes,
constantes insultos y amenaza por parte de los policías. Esposados y en una camioneta
los condujeron a la Comisaría de Pocitos. Durante el trayecto le siguieron pegando y en
la comisaría también. Esa misma madrugada los llevaron a la guardia del hospital de
Pocitos, donde el doctor Lucio Choque, sin revisarlos extendió certificados de todos.
También les hicieron firmar una declaración bajo presión en la que los policías alegaban
haber recibido agresiónes por parte de estos jóvenes, resistencia a la autoridad y
amenazas.

Todos recibieron la misma acusación, cabe destacar que uno de los jóvenes fue llevado
por querer a compañar a su hermano ya que vio el mal trato que estaba recibiendo.

Todos estuvieron incomunicados hasta el día miércoles 8, en que fueron llevados a la


seccional de Tartagal. Allí también recibieron malos tratos cuando órdenes de un policía
les hizo realizar violentos ejercicios. Ese día por la tarde levantaron la incomunicación y
pudiendo recién ser vistos por sus familiares. Desde aquí fueron llevados al juzgado
donde recién les tomaron declaración.

ABUSO DE AUTORIDAD ECUADOR


Elementos de la Policía Nacional que prestaban sus servicios en el retén de la Terminal
Terrestre del Cumandá torturaron al pastor evangélico Juan Carlos Moreira Silva, según
testimonio del agredido.

El hecho ocurrió el pasado17 de enero del presente año en circunstancia cuando Moreira
se dirigía a la terminal a retirar una encomienda. La denuncia fue presentada en la
Asociación Permanente de los Derechos Humanos (APDH) para los trámites legales.

Con lágrimas en sus ojos, la nariz enyesada, acompañado de su esposa embarazada, del
abogado defensor y amigos, Moreira, explicó el Viacrucis que vivió ese fatídico sábado.
Narró que en horas de la mañana de ese día, al bajar las gradas de la segunda planta del
terminal, dos policías metropolitanos y una persona vestida de civil lo detuvieron
acusándolo de haber sido el presunto autor del robo de un celular, les respondió ''de qué
celular me hablan'', inmediatamente lo llevaron al retén policial.

En este sitió se inició el abuso de autoridad, metieron en una habitación a Moreira, los
policías que se encontraban allí comenzaron a agredirle verbalmente con insultos
soeces, luego con golpes en el rostro y cabeza, además golpes en los brazos, pecho,
espalda y costados con un ''tolete'' producto del cual sufrió fracturas según el reporte
médico.

El agraviado aseguró que luego de los golpes fue trasladado al hospital de la Policía,
donde no le recibieron porque no existía orden de la Fiscalía.

Con esta denuncia, Carlos Moreira desmintió la información oficial emitida por la
Comandancia General de la Policía el lunes 19 de enero, en el que inculpaba a policías
metropolitanos de los autores de este repudiable hecho.

Frente a esta situación que consideran como una violación a los derechos
constitucionales de la personas, la APDH exige al Ministro de Gobierno y Policía que
conceda una audiencia para exponer este suceso y no permitir que quede en la
impunidad. (FT)

ABUSO DE AUTORIDAD BRASIL

Los días 20 y 22 de febrero de 2001 los periodistas Nilson Mariano y Altair Nobre, del
diario "Zero Hora" de Porto Alegre, sufrieron presiones e intimidación de parte de
oficiales de la Jefatura de Policíía. Los funcionarios les exigían que revelaran sus
fuentes de información en un caso que involucra al flamante Corregidor General de la
Policíía Civil, comisario Pedro Urdangarin.

El 10 de febrero "Zero Hora" publicó documentación oficial sobre un sumario judicial


abierto para investigar la denuncia de un agricultor de la localidad de San Jerónimo. El
hombre había señalado que un inspector de la policíía local lo había extorsionado y que
el entonces jefe regional, Urdangarin, no había hecho nada al respecto. El 8 de
septiembre de 2000 el oidor de Justicia y de Seguridad, Luiz Goulart Filho, solicitó
mediante el oficio núúmero 974 que la Corregiduría General de la Policía Civil
investigara al comisario por la supuesta comisión del delito de "corrupción pasiva".

Por disposiciones legales el sumario debía mantenerse secreto, pero la documentación


trascendió el preciso día en que Urdangarin asumíía como Corregidor General y se
convertía, paradójicamente, en titular del organismo que desde septiembre lo estaba
investigando.

El 20 de febrero el periodista Mariano fue citado a declarar a la Jefatura de Policía de


Porto Alegre. Sin embargo, los oficiales Marcelo Moreira da Silva y Gabriela Monteiro
no le pidieron aportes a la investigación sobre Urdangarin, sino que le exigieron que
revelara quién le había suministrado la información sobre el sumario secreto. Le
advirtieron además que de no hacerlo podría ser procesado por falso testimonio, un
cargo que puede ser castigado con multas y hasta con prisión.

Como Mariano decidió ejercer su derecho constitucional y su obligación profesional de


no revelar la identidad de su fuente, los policías convocaron a su superior inmediato, el
editor Nobre, quien fue interrogado incluso sobre aspectos personales y también bajo
advertencia de ser procesado en caso de no responder.

ABUSO DE AUTORIDAD BOLIVIA

Tortura y ejecución de Rafael Toledo Nolasco

El 3 de diciembre de 1995, la Policía Judicial Federal, detuvo a Rafael Toledo Nolasco,


al que acusó de posesión de drogas ilícitas y de un arma reservada al uso exclusivo de
las fuerzas armadas. Le golpearon con tanta dureza durante la detención y después en la
Procuraduría General que murió un mes más tarde. Sin embargo, antes de su muerte, fue
puesto a disposición de un agente del Ministerio Público, consignado y trasladado a un
centro de detención. Los agentes del Ministerio Público nunca cuestionaron por qué
estaba en un estado de salud tan delicado y decidieron no formular cargos contra los
agentes.
Después de que la CNDH emitiera la Recomendación No. 106/96, el 6 de noviembre de
1996, en la que se detallaban los problemas encontrados en el caso, la PGR suspendió
durante treinta días al agente de Ministerio Público que no investigó la condición física
de Toledo Nolasco. Despidieron a los agentes del Ministerio Público que decidieron no
formular cargos contra la policía, y les prohibieron que trabajaran en el organismo
durante diez años. Los dos agentes de policía implicados fueron despedidos y
finalmente acusados de tortura y asesinato. Un juez dictó órdenes de detención contra
los agentes, pero éstos escaparon y siguen en libertad.

PREVINIENDO EL ABUSO DE AUTORIDAD

Un punto merecedor de ser reiterado es que el poder no es estático. La autoridad de una


persona está en estado de flujo constante. Uno que abusa su autoridad, eventualmente la
perderá. Infortunadamente, antes de perder el poder, una persona puede causar mucho
daño a los individuos. Los encargados que demuestran que no abusarán de su autoridad
son los que se hacen obedecer sin grandes problemas.

Las acciones en contra del abuso de autoridad pueden ser tomadas desde la perspectiva
de la organización, del supervisor o del individuo. Las políticas puestas en acción para
minimizar las infracciones al abuso de autoridad pueden hacer mucho para resguardar la
moral de una organización.

Medidas:

1) Entrenamiento en conductas o comportamientos para sensibilizar al encargado y a los


subordinados en asuntos de abuso de autoridad.

2) Desarrollar un procedimiento de trámite de quejas (o agravios) para abrir canales de


comunicación sobre abusos de autoridad. En un sistema de trámite de quejas, un
individuo puede llevar su queja a una autoridad o si la autoridad es el perpetrador, a
un nivel superior. Cuando existen sistemas efectivos para el trámite de quejas, las
personas saben: 1) como utilizar el procedimiento, 2) que las quejas se toman
seriamente, y 3) que los cargos se manejan con confidencialidad. Las protestas se
deben encarar de manera expeditiva, haciendo conocer a la persona que presentó la
acusación, el estado de su queja. Los agravios son mediados o arbitrados de una
manera justa e imparcial.

Para mostrar su buena fe, algunas organizaciones apelan a arbitrajes externos y


vinculantes como etapa final en las querellas. Este puede ser un paso crítico para el
éxito de un proceso de trámite de quejas, motivando a los administradores a arbitrar
las querellas de un modo imparcial.

3) Establecer un proceso disciplinario para infracciones claras.

4) Rotación del papel de autoridad donde sea práctico. Aquellas autoridades que saben
que volverán a ser "uno de los compañeros" serán menos susceptibles de abusar de su
autoridad que aquellos que están más permanentemente atrincherados en sus puestos.

5) Montar un comité de ética compuesto por personal administrativo tanto como de


encargados y jefes. Aquí, los actos cuestionables podrán ser revisados, o sometidos a
debate antes de ser implementados.

6) Soslayar la apariencia de actos impropios, evitando que las autoridades tomen


decisiones que posiblemente representen un conflicto de intereses.

Medidas a nivel del supervisor:

1) Entrenar a los subordinados vía palabra y ejemplo sobre la importancia de ser fieles a
sus propios sentimientos. Advertir a los subalternos que no se espera de ellos que
ejecuten órdenes a no ser que éstas cumplan con un alto nivel de ética. Los jefes
pueden pedirle a los subalternos a que éstos expresen sus sentimientos si ven un curso
de acción —aun uno en el cual no están participando— que parece no estar fundado
en principios correctos. Igualmente, si a un jefe se le pide que ejecute una orden
cuestionable, no debería solicitarle al subordinado que la lleve a cabo. En una ocasión
tuve una subordinada que me sugirió no tomar cierta política, porque no cuadraba con
los altos principios que ella sabía que eran importantes para mí. Me salvó de haber
cometido una falta. En contraste, en otra ocasión una subordinada le mintió a alguien
de mi parte, después de un malentendido. En el proceso de enderezar y corregir el
malentendido, ella tuvo que pasar la vergüenza de que se supiera que había mentido,
y yo tuve que pasar la pena de que esta subordinada pensara que yo le había pedido
que mintiera.

2) Los jefes pueden mostrarse sensibles a los sentimientos de los trabajadores y


expresar aprecio a los puntos de vista de los empleados, aunque difieran.

Medidas individuales:

1) Escuche cuidadosamente las peticiones que se le hagan y formule preguntas para


aclarar cualquier duda sobre la misma. La gente honorable y decente puede tener
opiniones diferentes sobre la ética de un comportamiento en particular.

2) Pida tiempo para considerar una solicitud, en vez de sentirse presionado para decidir
en el momento.

3) Desarrolle pericia en aquellos métodos que le permitirán enfrentar situaciones


difíciles. Es bastante difícil decirle "no" a sus pares, supervisores u otros que podrían
ejercer una presión coercitiva. Los individuos pueden aprender a defender aquello
que es justo de una manera diplomática. Por ejemplo, diciendo "no me siento cómodo
haciendo tal o cual cosa", es normalmente preferible a "eso está mal". Déle al
supervisor el beneficio de la duda, él podría no haber considerado las implicancias de
la solicitud.

4) Ofrezca una alternativa diferente, si hay alguna disponible, o pida al supervisor que
piense en un enfoque distinto. Los supervisores estarán menos inclinados a ver a los
individuos como obstinados, rígidos y tercos cuando se puedan explorar alternativas.

5) Manténgase firme en sus convicciones si no hay una alternativa real. Los individuos
no deben seguir un curso de acción cuestionable que luego tendrán que lamentar.
BIBLIOGRAFIA

http://portal-pfc.org/perseguidos/nilson_mariano.html

www.rincondelvago.com/abuso-de-autoridad.html

dca-asesorjuridico.com/abuso.html

www.orbi.net/pancanal/treaty/law/spanish/chap2-3

www.mininter.gob.pe/article/articleview/940/1/1/
CONCLUSIONES

Reconocemos que nuestro país hoy en día adolece de serias heridas morales, que la
postración ética a la que nos sometió el gobierno de Alberto Fujimori todavía nos hace
sentir sus secuelas; que la reserva moral del Perú se ha visto seriamente golpeada por la
corrupción, manifestada en la falta de ética, moral y transparencia.

Pero, también, somos conscientes que todo esfuerzo por reconstruir nuestro país, por
contribuir al “Renacimiento Etico del Perú” no debe ser escatimado; para ello luchamos,
para ello existimos.

Lo que hemos tratado en estas líneas es contribuir a que la ética, la transparencia y la


moral se conviertan en modo de vida de todos los peruanos en general y de los
gobernantes y autoridades en particular.
RECOMENDACIONES

Una autoridad debe escuchar también al pueblo en sus propuestas y alternativas para el
desarrollo de la provincia, somos gente preparada y tenemos ideas progresistas que
merecen ser escuchadas y no postergados por una secretaria ineficiente o una autoridad
que ordena se filtre, segregando a quienes pueden acceder a ellos.

No puede ser autoridad quien se parcializa a la hora de emitir dictamen de justicia,


quien se parcializa políticamente con el sector abusivo y desoye a quienes buscan
seguridad en el trabajo, en la recepción de beneficios humanos y sociales que son
normados.

No puede ser autoridad quien usa y utiliza normas legales para interpretarlas a su gusto
y caprichosamente, sin importarle a quienes perjudique, al imponer medidas que
atropellan a grupos humanos dignos de ser atendidos.

No puede ser autoridad quien usa dineros confiados a su administración para rodearse
de privilegios y ventajas a la hora de obtener presencia en una jornada electoral.

De manera que el ciudadano común y corriente debe estudiar la constitución, debe


conocer sus derechos y hacer uso de ellos, acudir a las instancia suficientes para poner
orden donde existe el abuso de quienes justamente nos mantienen en la desinformación
y así siendo tuertos son reyes en el país de los ciegos.

Salgamos de la ignorancia que nos tiene los ojos vendados, estudiemos, tengamos el
habito de la lectura y actuemos al amparo de la ley, si, al amparo de la ley y hagámosle
saber a quienes usan y abusan del poder para mantenernos dependientes, postergados y
humillados.

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