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UNA VIDA SALUDABLE ES POSIBLE

Llevar un estilo de vida saludable -física, mental y emocionalmente- es posible. La


clave pasa por revisar y cambiar tus hábitos en todos los ámbitos, siempre
acompañados de un propósito que dé sentido a tu vida y en el que la nutrición, la
forma en la que tienes de comer y alimentarte, tiene un papel protagonista.

Para afrontar este reto te acompañan el ex jugador de baloncesto y medallista


olímpico, José Luis Llorente; la escritora, conferenciante y empresaria Pilar Jericó,
y Jesús Vega, quien ha ejercido como director de Recursos Humanos de
empresas como Inditex o Banco de Santander.

Los tres han sumado su experiencia y conocimientos para escribir “Vitamina X”


(Alienta Editorial), un libro con el que pretenden “desafiar” a las personas “a ser la
mejor versión de sí mismas”.

EFE salud ha conversado con los tres para conocer cuál es la fórmula mágica que
defienden, en qué basan lo que ellos llaman “propuesta energética”, y en qué nos
empeñamos, día tras día, en hacer mal.

Según Jesús Vega, el error “más común y más intenso en casi todas las personas
es dejarse influir por el entorno”, delegando la energía en lo que sucede fuera:

“Llegamos a la oficina y nos encontramos gente enfadada, desmotivada, y


hay un entorno que de alguna manera contamina negativamente nuestra
forma de ser”.

Lo segundo, apunta, es no ser consciente de esa realidad.

“A veces nos dejamos llevar por esas dinámicas, y no reflexionamos mucho sobre
como parar esa situación para comenzar unos nuevos hábitos, que además son
muy sencillos”.

Pilar Jericó observa: “muchas personas no sabemos lo que queremos. Ya no digo


de aquí a cinco años con un mundo tan incierto, pero al menos tener claro qué es
lo que queremos en el mundo profesional, aunque sólo se tenga la perspectiva de
un mes”.

“Pero que no seamos dueños de las agendas de otros, sino tener nuestra propia
agenda, nuestros objetivos, un propósito sea el que sea, y entre ellos, tener
energía positiva”.
“A lo mejor no sé qué quiero, pero sí que puedo tener una vida más amable.
Tomar conciencia de que podemos hacerlo, pero para eso hay que saber qué
queremos hacer con nuestra vida”.

“Si pienso en mi propia vida, cuando tenía 20 años tenía mucha energía
física, pero me fallaba la energía emocional, era más vulnerable”.

“A todas las edades tenemos desafíos y retos que nos restan o suman a nuestra
energía, y a lo largo de la vida podemos cojear en alguno de los cuatros campos:
cuerpo, mente, corazón y propósito”.

Y en este todo, la alimentación ocupa un puesto capital.

José Luis Llorente llama la atención sobre el sobrepeso porque “supone una
pérdida de energía muy importante”.

“La alimentación es fundamental, es un tema del que se habla mucho pero se le


concede poca dedicación en nuestra vida diaria”, donde siempre encontramos
excepciones que se encadenan: un cumpleaños, una fiesta, las navidades, el viaje
de Semana Santa, el verano…”.

“En general, el ser humano moderno está inmerso en un modo de vida para el que
no está diseñado”, señala Llorente, muy crítico con los estilos y modelos de
alimentación.

“Y hay que saber que el estado de nuestra flora intestinal afecta a las emociones,
tiene un impacto neuronal extraordinario”.

“Y junto a la alimentación, hay que vigilar las horas de sueño. La gente duerme
poco y a deshoras”.

Vida saludable: tienes la energía de lo que comes

Tienes la energía de lo que comes es el título del primer capítulo de este libro que
arranca con la siguiente historia.

“Leo Messi entró en la veintena comiendo chocolate, alfajores y bebidas


gaseosas, con un desorden que ni siquiera su inmensa clase supo derrotar.
Fueron los años de las lesiones musculares y de un astro del deporte encorvado
en la banda vomitando no se sabía muy bien por qué”.

“Ahora ya lo sabemos: los restos de los mejunjes azucarados de una dieta caótica
repleta de calorías vacías. La madurez de Messi es estos días palpable en todos
los ámbitos. Un jugador serio, generoso, al que las lesiones le respetan porque él
es el primero en comenzar a respetarse”.
Los autores del libro explican que el cuerpo es un laboratorio de reacciones
químicas:

“Si juegas con conservantes, colorantes, azúcares y grasas saturadas


sintetizarás sustancias que te harán polvo, literalmente”.

“Pero una buena alimentación contribuye a la mejora de las conexiones


neuronales (así conseguiremos que nuestra cabeza no se quede en el
Paleolítico)”.

Por ello recomiendan ingerir alimento, no productos, para elegir salud; ser
inteligente e independiente, para leer las etiquetas y no dejarse engañar por la
publicidad, porque “los productos que se están imponiendo en todos los hogares
no están fabricados con el objetivo puesto en nuestra salud y bienestar, sino en el
dinero”.

Y sugieren comprar cuantos menos productos envasados, mejor; cuantos menos


productos procesados y refinados, mejor; cuantos más colores lleves en la cesta
de frutas, verduras y ensaladas, mejor; cuantos menos productos que lleven
azúcar o sus parientes, mejor.

Activar el cuerpo, también descansar

Para llevar una vida saludable es además imprescindible activar el cuerpo, porque
así se activa también el cerebro y ¡a cualquier edad!

Explican que el deporte, combinado con los juegos de coordinación y de toma de


decisiones, activa las más recónditas zonas del cerebro y favorece tanto su
crecimiento como su regeneración.

“O sea, que el deporte aeróbico, como a los niños, también sienta


estupendamente a los mayores, a la duración del cerebro y a la longevidad de las
neuronas”.

“Cuanto más joven sea el cuerpo, más joven será la mente, porque
independientemente de la edad, algunas conexiones neuronales sólo se
activan con el ejercicio”.

Pero también animan al descanso. Si no duermes “tu cuerpo envejece más rápido
porque a tu hígado no le da tiempo a hacer tantas cosas a la vez”
“No hacer nada desarrolla tu cerebro. Al igual que relajar el cuerpo contribuye a la
coordinación y ejecución de los movimientos, despejar nuestra mente ayuda a que
afloren las ideas …”.

Otro consejo que formulan tiene que ver con el uso de las pantallas porque
la tecnología, afirman, “es enemiga de la energía”.

“Cuidado con el uso de las pantallas —móviles, ordenadores, tabletas…— antes


de dormir, porque altera el reloj biológico y reduce la producción de melatonina. La
luz de onda corta que emiten estos dispositivos, además, desajusta los ritmos
circadianos del sueño y acorta la fase REM”.

Confianza y propósito

La conclusión es que el deporte, la comida y dormir más y mejor mejora el estado


de ánimo, y si a todo ello se le añade la confianza, pues mejor porque “la
confianza es sinónimo de tranquilidad y, por tanto, de decisiones equilibradas” y
esto nos acerca más a la vida saludable.

“La confianza minimiza los errores, y también es el umbral de la creatividad,


disipa el cansancio y elimina el aburrimiento”.

Como colofón y para alcanzar una vida saludable y con más energía señalan que
la “madre del cordero es el propósito o el para qué”.

“Es importante, defienden, porque somos seres humanos y necesitamos


saber nuestro por qué:”hay que saber hacia dónde vas”.

“Tu propósito es tu sello personal, y te regalará muchos momentos emocionantes,


te ayudarán a superar los contratiempos y tus genes te lo agradecerán: el secreto
de la longevidad está en el propósito”.

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