Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
l. -.,* 'Í';:
r*" ;. i
';,,1 ,¡'*1
:i';: ii
);1. t.1
Dr. fosé Narro Robles
Rector La indisciplina del saber:
la multidisciplina en debate
Dr. Sergio Alcocer Martínez de castro
Secretario General
,€iiii-:a
ffi#ffi
wd
Universidad Nacional Autónoma de México
México 2010
La indisciplína del saber: la multidisciplina en debate I
coord. Mauricio Pilatows§, Alejandra Velázquez, Luis
Felipe Estrada. México : UNAM, Secretaría de
-
Desarrollo Institucional : Programa Transdisciplinario
en Investigación y Desarrollo para Facultades y Contenido
Escuelas,2010.
142 p.;22 cm.
ISBN: 978-607-02- 1533 -9
Este libro fue publicado con el apoyo de: Para una genealogía de la disciplina. Algunas estrategias de
Secretaria de Desarrollo Institucional de la u¡¡er,I, subjetivación del poder-saber
Programa Transdisciplinario en Investigación y Desarrollo Marco Antonio Jiménez García ,,......,,.................. 67
para Facultades y Escuelas; Unidad de Apoyo a la Investigación en
Facultades y Escuelas, a través de su Macroproyecto 4: Diversidad,
Razones y frustraciones de la educación humanista.
cultura nacional y democracia en los tiempos de la globalización:
La interdisciplina y sus paradojas
Las humanidades y las ciencias sociales frente a los desafíos del siglr xx t
Antolín Sánchez Cuervo ..............................81
Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier nredio,
sin autorización escrita del titular de los derechos patrimorriales. Sección m. La interdisciplina en debate
Sobre el concepto de interdisciplinariedad. Las disciplinas y sus
ISBN: 978-607-02- I 533-9 (uxa.rra) (sorr-pu »-04- I )
relaciones en la reciente filosofía de la ciencia
Impreso en México I Printed ín Mexico Fernando Salmerón .............93
8. coNreutoo
11
rowsKy - ALEIANDRA vttÁzqvxz- LUrs FELTIE psrn.ao¡ . 13
12. rNrnooucclóN
terminológico en el siglo xx, y a partir de ello plantea su vínculo rro, y lrnalmente, nos indica que tal vezla indisciplina sea una res-
con la construcción del concepto de multidisciplina, cuyas funcio- ¡rtrcsta posible en la búsqueda del saber humanizado.
nes básicas son Ia representación y la transferencia de conocimien- La genealogía del saber disciplinario nos conduce a lo que po-
to especializado, y que, de acuerdo con el análisis propuesto, ha tlría defrnirse como una reflexión que debe considerar la interac-
sufrido lo que define como un proceso de banalización, Ia cual t ir'rn entre los aspectos teóricos del conocimiento y los elementos
opera en su concepción y uso. priicticos que los acompañan. De este modo, la tercera sección "La
La genealogía del saber disciplinario nos conduce al problema irrterdisciplina en debate" consiste en una aproximación crítica
de la organización del conocimiento, el cual, a su vez, está vincu- l)i¡ra comprender que la "indisciplina del saber", más allá de ser
lado con los compromisos teóricos y procesos de poder que se trna expresión sugerente, debe considerarse una fuente de enorme
asumen históricamente. La segunda sección de este libro: "Genea- lit¡ueza para sustentar la metodología de la investigación.
logías del saber disciplinario" revisa desde una visión histórica las EI texto de Fernando Salmerón, original de 1962 y del cual se
trayectorias y vicisitudes de la organización del saber. Esta revi- rctoma la versión española publicada en Ensayos de filosofía mo-
sión se concentra principalmente en las propuestas clave que die- larna y contemporánea por la Universidad Nacional Autónoma de
ron lugar a clasificaciones y cuadros de jerarquización de las dis- México en 2000, proporciona una plataforma muy fértil para
ciplinas. orientar la discusión del tema de la interdisciplina en este libro.
Alejandra Yelázquez caracteriza tres estructuras del saber que lixplora las fuentes de la teoría de la investigación concebida como
pueden funcionar como modelos-metáfora: arbóreo, cartográfico y r.rn proceso permanente y no escindido de la realidad escudriñada.
reticular. Sostiene que, lo anterior, arroja luzparalocalizar tenden- l)ara ello, recoge los trabajos clásicos, fundamentalmente de la
cias actuales de la organización del saber e identificar compromisos cpistemología naturalizada de ]ohn Dewey.
conceptuales que pueden pasar inadvertidos, pero que son impor- León OIivé plantea algunos desafíos inherentes a las sociedades
tantes para entender Ia manera en que hoy día está organizado el del conocimiento, y los retos que deberá enfrentar la investigación
conocimiento ¡ de esta forma, comprender las innovaciones actua- en instituciones públicas de investigación y educación superior.
les en esta materia. Ilefiere primero al concepto de "sociedad del conocimiento', que se
Marco Antonio liménez opta por sugerir una lectura de'disci- ha convertido en una noción clave para orientar el diseño de polí-
plina" en términos de una genealogía. Por esto mismo, nos aclara ticas públicas en educación, en economía, así como en ciencia, tec-
que no busca analizar el origen del término, sino encontrar las nología e innovación.
"escenas en las que ha jugado papeles diferentes", como diría Mauricio Pilatowsky analiza' disciplina" epistemológicamente,
Foucault, y se propone exponerlas a partir de la noción de 'dispo- tomando como base investigaciones filológicas antiguas y recientes
sitivo de poder". para, desde allí, tras un rastreo genealógico, establecer cómo fun-
Antolín Sánchez Cuervo explora algunos rasgos de la cultura ciona el término. Posteriormente, con la expresión "indisciplina
científico-educativa actual, como la especialización y la comparti- del saber'l vislumbra los medios para su disociación de la razón
mentación, que subordina el saber a la hegemonía de la razón ins- instrumental, condición básica para que la investigación atienda
trumental por un lado, y por otro, conduce a un reduccionismo en situaciones concretas de realidades específicas. En efecto, si el ob-
la planificación del saber. Luego nos muestra que existe la posibili- jeto de estudio continúa en el universo teórico, la instrumentación
dad de ver la cultura posmoderna de Io fragmentario como más disciplinadora no podrá superarse.
crítica, aunque paradójicamente ésta ceda al empuje de la tazón Estamos convencidos de que este volumen contribuirá con una
instrumental, de allí se deriva el supuesto fracaso del saber moder- aportación fructífera a la reflexión contemporánea del tema que
16. ¡NrronucclóN
Mauricio Pilntowslcy
Alejandra Velázquez
Luis Felipe Estrada
Estudio introductorio
ir¡,, Revisión terminológica de los conceptos
interdisciplina y transdisciplina
19
20 . n¡vrsróN rsni',tINol-ócIcA. rrE Los coNCEPTos t uaRíe cenleno cencÍe . 21
preposiciones iatinas (inter y trans) o del adjetivo latino (multi). La hembra que pare muchas crías.
información es la siguiente: c) trans (preposición), significa más allá de, del otro lado de, o
a) inter (preposición), que significa entre, en medio de (entre una bien, a través de, o por encima de. En español, puede adoptar las for-
cosa y otra). Esto, en general, implica que se trata de una relación tnas trans (ej. "transpirenaicol Io situado en regiones al otro lado de
entre dos elementos o más; por lo tanto, "interdisciplina" debe enten- los Pirineos, o más allá de los Pirine os ), tras ("trasladar'l llevar de un
derse propiamente como "entre disciplinas", considerando que se lugar a otro) o tra (tráfico).
habla de relaciones entre una disciplina y otra u otras, y no de rela- En Ia palabra "transdisciplina" o en "trasdisciplindl puesto que Ia
ciones internas de una sola disciplina, pues en todo caso, esto corres- preposición desde su origen tiene varios significados, habría que veri-
pondería al uso de la preposición intra, que significa dentro de, en el ficar cuál fue Ia intención al crear el nombre para denominar este con-
interior de. Para aclarar la diferencia entre estas dos preposiciones que cepto, pues en potencia, etimológicamente, puede significar "más allá
forman compuestos en el español, y con frecuencia se confunden por- de las disciplinas'l 'h través de las disciplinas" (o a lo largo de éstas), o
que son muy cercanas en su sentido original, conviene mencionar bien, "por encima de las disciplinas'i
ejemplos análogos de uso cotidiano:
ción con otras materias, de las que toma prestadas un conjunto lnterdisciplinariedad, sust. + +
específico de conceptos. Int erdi s ciplin ar y, adj. +
Multidisciplina, sust.
Fundamentos de la disciPlina
Multidisciplinar, adj. +
desde alguna perspectiva, por otras disciplinas que ayuden a su com- Bibliografía
prensión. Las formas documentadas en obras lexicogníficas de estos
términos son: Cabré Castelví, María Teresa, La terminología: representación y comunicación,
Institut Universitari de Lingüística Aplicada, Barcelona, Universitat Pom-
Interdisciplinar, adj. Interdisciplinario, adj. peu Fabra, 1999.
Interdisciplinaridad, sust. Interdisciplinariedad, aust. Cardero García, Ana María, Terminología y procaamienfo, México, uNe¡rt/
ENEP Acatl¿in,2003.
Multidisciplinar, adj. Multidisciplinariamente, adv.
Multidisciplinario, adj. Pluridisciplinariedad, sust.
Transüsciplinario, adj. Diccionarios
Todas estas formas provienen del latín, pasan al francés medieval DP.AE, Diccionario de la lengua apañola, Real Academia Española, Madrid,
y de ahí al inglés. Esta modalidad, desde la que se pueden observar Espasa-Calpe, 2001.
diversas üsciplinas y se organizan las universidades, tuvo gran divul- MM, Moliner Mana, Diccionario de uso ilel upañol, España, Gredos, 1975.
gación a partir de 1968 en Francia por una ley que sustentaba un cam- ROBERT, Petit Le Robert. Dictionnaire de la Langue Francaise I, Canada,
bio en la educación y la organización universitaria. Tkrnto en España Montréal, 1993.
como en Francia estos conceptos siempre se encuentran relacionados SECO, Seco, Manuel, et al., Diccionario del español actual, Madrid, Aguilar,
con algún tema de investigación o de enseñanza. Encontré algún co- t999.
mentario francés acerca de que esta perspectiva "atarantaba" a los WEBSTER, Ez cyclopedia Británica, CD, Merrian-Webster Inc., 2000.
alumnos.
En Estados Unidos, los documentos en los que aparecen los térmi-
nos interdisciplinaryy multidisciplinary se refieren a temas religiosos.
v
Propongo los términos:
Interdisciplinariedad, sust.
Multidisciplinariedad, sust.
Transdisciplinariedad, sust.
dó Ia Escuela de Viena, caracterizadapor una concepción de Ia disci- nólogos, una unidad terminológica consiste en una palabra a la cual se le
plina centrada en el concepto y por una orientación aplicada hacia Ia asigna un concepto como su significado [. . . ]a
normalización internacional de los términos científrco-técnicos.
lista visión implicaba la preexistencia de los conceptos al interior de
Por tanto, la rcr surge en un momento que Salmerón define como
aquel en que: "[...] dominaba a la filosofía de Ia ciencia una orienta-
lrrs distintas disciplinas, sibien se reconocía que el concepto era una
"unidad del pensamientol también se asume que existe una delimita-
ción que había realizado un cambio en la consideración de un asunto
recurrente de la tradición filosófica: el tema de la clasificación de las ción clara del concepto, el cual es designado por el especialista a partir
de diversos recursos lingüísticos o simbólicos, sin que el proceso de
ciencias y de la jerarquía de las disciplinas".r Efectivamente, Eugen
designación afecte la significación del término. Asimismo,la especifi-
Wüster era consciente de esa jerarquización cuando afirmaba:
cidad de un concepto está determinada por una serie de característi-
cas clasificadoras que permiten la esquematización: "Las características
Cuando los jóvenes lingüistas dedican su atención a la teoría de la termi-
restrictivas que definen un concepto respecto a los conceptos conti-
nología, es decir, a las reglas y las estructuras de los lenguajes de especia-
guos (en una serie horizontal) y lo sitúan en relación con sus genéricos
lidad, suele repetirse la misma situación: estos principiantes se dan
(en una serie vertical), sirven para crear sistemas de conceptos, es de-
cuenta de que hay aspectos que no coinciden con los que aprendieron
cir, para clasificar conceptos".s
sobre la lengua general. Entonces, algunos deciden que su conocimiento
Por tanto, entre los conceptos se establecen relaciones lógicas y on-
es superior y le dan la espalda a Ia teoría general de la terminología; otros,
tológicas. Las relaciones lógicas son relaciones directas que se basan
en cambio, deciden profundizar en el tema y ampliar sus horizontes.2
en el grado y en el tipo de semejanza entre los conceptos. En este tipo
de relaciones se consideran la subordinación (cuando el concepto de
Por otra parte, la TGT también se sustentaba en otro principio que
permeaba el pensamiento de la época y que Salmerón establece de la
un término está incluido en uno más genérico), la coordinación (la
relación existente entre dos o más términos cuyos conceptos están in-
siguiente manera: "La independencia de cierta idea de la ciencia, que
cluidos en un mismo genérico);6 así como diversas combinaciones de
se descubre parcialmente en el tratamiento de las disciplinas como
estas relaciones. En cambio, las relaciones ontológicas son relaciones
sistemas o estructuras de conceptos, y en la descripción de los rasgos
indirectas que se dan entre los individuos representados por los con-
para caracterizar la organización de los conocimientos [...]"3
ceptos, por razones de proximidad en espacio o tiempo (contigüidad),
Esto se evidencia, en el campo terminológico, cuando Wüster es-
y por sus conexiones causales.
tablece al concepto como la unidad fundamental de la terminología:
Ambos tipos de relaciones establecen sistemas o esquemas con-
En primer lugar, todo trabajo terminológico utiliza como punto de parti- ceptuales que, de acuerdo con la TGT, permiten la determinación
da los conceptos con el objetivo de establecer delimitaciones claras entre conceptual del término:
ellos. La terminología considera que el ámbito de los conceptos y el de las
denominaciones (=1ot términos) son independientes. Por esta razón, los Se pueden formar sistemas de conceptos combinando series de concep-
terminólogos hablan de conceptos, mientras que los lingüistas hablan de tos verticales u horizontales. Los sistemas de conceptos también se lla-
contenidos de palabras, refiriéndose a la lengua general. Para los termi- man clasificaciones de conceptos.
Resulta útil ilustrar los sistemas de conceptos mediante esquemas clad de las lenguas particulares: "El trabajo terminológico en conjunto
de conceptos (o esquemas conceptuales). Conviene distinguir vnavez no puede limitarse a determinar el estado actual de una lengua, sino
más los sistemas de conceptos lógicos y los sistemas de conceptos onto- que también debe procurar unificar y estabilizar el uso lingüístico,
lógicos [...]7 muchas veces contradictorio le
La terminología surge entonces como un sistema de representa-
Debido a que el concepto se distingue del resto de una misma ca- ción del conocimiento, se limita a describir las relaciones conceptuales
tegoría a partir de una característica específica, Ia significación del existentes en una disciplina.
concepto necesariamente nos remite a los conceptos con los que se
relaciona lógica y ontológicamente, por lo que estas relaciones for-
man parte de su definición.8 Esta visión consolidada de la estructura La terminología como organización del conocimiento
conceptual de una disciplina demuestra cómo permean los postulados
indicados por Salmerón a los que nos hemos ref'erido. Paralelamente, en el Comité de Terminología Técnica de la Academia
Si Ia terminología representa una estructura conceptual dada, de Ciencias de Ia URSS, se desarrollaban otros enfoques terminológi-
entonces los términos son primordialmente denominativos. Por esa cos que comenzaban a cuestionar la mera función denominativa de
razón, Wüster asume que Ia mayor parte de los términos son nom- los términos: "No es posible limitar el papel del término únicamente a
bres propios y sustantivos (debido a que se designan objetos indivi- su función de'denominación1 La terminología debe ser no un simple
duales a partir de un nombre o de un sintagma nominal que conjunto de palabras, sino un sistema de palabras o sintagmas, que es-
establece las características específicas del término), y en menor me- tán vinculados entre sí de una forma determinaddil0
dida, adjetivos. Las otras clases de palabras prácticamente se exclu- Si bien es cierto que se sigue reconociendo Ia supremacía del con-
yen del ámbito terminológico. cepto en la construcción terminológica, Lotte establece tres requisitos
Además, el desarrollo de la rcr se inserta también en la idea de que que deben cumplirse para lograr una completa sistematicidad de la
Ia precisión conceptual permite una univocidad al lenguaje científico terminología:
que lo aleja de las ambigüedades e imprecisiones de que adolecen las
lenguas naturales. En ello radica la particularidad de los vocabularios 1. Las clasificaciones que analizan los conceptos deben sentar las
especializados, que son representación de una estructura conceptual bases para la elaboración de un sistema de términos.
fija y estable que describe el conocimiento, a diferencia de las palabras 2. Distinguir los rasgos necesarios y suficientes que distinguen a
de la lengua natural cuyo significado es resultado de procesos históri- los conceptos y que deben ser reflejados en los términos.
cos, sociales y culturales. 3. Seleccionar las denominaciones que reflejen de la forma más pre-
Esa es Ia razónpor la que Ia teoría de Wüster es fundamentalmente cisa posible Ia relación que existe entre un concepto dado y otros
prescriptiva, ya que en función de las normas establecidas se logrará conceptos relacionados, sin perder de vista su especificidad.
la estabilidad, univocidad e internacionalidad de los lenguajes científi-
cos, es decir, verdaderos vocabularios universales ajenos a la historici- No obstante, se asume la dificultad de tal empresa: "Sin embargo, en
la práctica del trabajo terminológico, a menudo hay que aceptar tal
7
E. Wüster, op. cit., p. 52. desviación [a de las denominaciones y los conceptos], debido a que
8
La definición por comprensión parte de un genérico conocido y señala los caracteres res-
trictivos que especilican el concepto por definir y lo diferencian de los demás conceptos de la mis-
ma serie horizontal; en tanto que la definición por extensión consiste en la enumeración de todos e E. Wüster, op. cit., p. 147 .
los conceptos específicos que se encuentran al mismo nivel dentro del sistema de conceptos. r0
D. S. Lotte, Textos de terminólogos de la Escuela rusa, p.96.
34 . uNe epnoxru,qcróN ren^lr¡olócrcr :ELTPE ESTRADA c¡nn.eóN . 35
cuando se ordena una terminología es necesario tener en cuenta el l,a terminología como comunicación
grado de utilización del término ya existente".rl
Esta referencia es reveladoÍa,ya que aquí se configura una nueva l'irtrimonio de una época, Ias ideas expuestas dominaron el queha-
percepción de la terminología, la cual deja de verse como un espejo ccr terminológico por 70 años prácticamente. Así, la terminología se
del sistema conceptual, para concebirse más como un instrumento consideró un campo de estudio ajeno a la lingüística, ya que en esta
de organización conceptual. En el momento en que Lotte admite la tlisciplina consideraba que las terminologías no eran más que "no-
se
necesidad de'brdenar" la terminología, podemos inferir que ésta no menclaturas artificiales" que los científicos empleaban para represen-
necesariamente representa el orden conceptual de Ia disciplina, y que tar y organizar el conocimiento, por 1o que no permitían el estudio del
las desviaciones entre los términos y los conceptos tienen repercusio- sistema lingüístico como tal.
nes epistemológicas indeseables. Pero más importante todavía para el No será hasta la década de los años noventa cuando María Teresa
desarrollo de la terminología, es el reconocimiento de que la precisión Cabré desarrollará la Teoría Comunicativa de la Terminología (TCT).
y univocidad de los lenguajes científicos es un ideal al que a menudo En ella se planteaba Ia terminología como un estudio interdisciplina-
debe renunciarse. rio que requería del concurso de la lingüística, las ciencias cognitivas,
Otro elemento de interés de las propuestas terminológicas sovié- la epistemología y la lexicología, entre otras.
ticas es la distinción que se hace del término como unidad indepen- Como su nombre Io indica, la rcr retomaba muchos de los postu-
diente (cuya significación se establece en el diccionario) y del término lados de Ia Teoría General de la Terminología, pero añadía, como ele-
como materialización real en el habla viva, en la oración: mentos sustanciales de la terminología dos funciones: Ia comunicativa
y la de transferencia.
Los términos son palabras y sintagmas y por eso, frecuentemente sufren
Esto es, para la TCT no puede dejarse de lado que los términos
cambios de sentido, según los diferentes contextos en que se usan. Sin
aparecen en un contexto que se denomina discurso especializado o
embargo, dicho cambio «contextual» del término es uno de los defectos
científico, y que este discurso se emplea para establecer procesos de
más esenciales de la terminología y no se debe admitir en modo alguno.
comunicación entre especialistas, o para transferir los conocimientos
El sentido del término está condicionado por el concepto que el término
de especialistas a legos. Esta transferencia es importante porque es una
dado debe expresar; su significación (de la misma forma que su forma y
característica inherente a las comunidades científicas:
construcción sintáctica) no puede depender de la oración concreta en la
que el término se utiliza, sino que debe definirse únicamente por todo el
Otro rasgo de las comunidades científicas en la concepción de Kuhn,
sistema de conceptos y en correspondencia con toda la terminología de
[...] formadas por quienes pasaron por una iniciación pro-
es que están
la disciplina o rama del conocimiento de que se trata.12
fesional y por una educación compartida "Los miembros de una comu-
El contexto entonces se vuelve un elemento importante para estable- nidad científica se ven a sí mismos y son vistos por otros como los
hombres que tiene la responsabilidad singular de perseguir un conjun-
cer el contenido semántico del término. Y es precisamente por él que
ocurren algunos cambios en la delimitación conceptual. Con esta ase- to de metas compartidas, incluyendo la formación de sus sucesores.
Dentro de tales grupos la comunicación es relativamente completa y los
veración, el concepto puede correr el riesgo, al igual que el significado
juicios profesionales relativamente unánimes".l3
de las palabras, de sufrir modificaciones por los procesos comunicati-
vos en que se ve inmerso.
tt ldem- rr León Olivé, La ciencia y la tecnología en la sociedad del conocimiento. Ética, política
t2
lbid. p.98. y epistemología, p. 123.
36 . uNa epnoxrueclóN renrrrNor-ócrc¡. i FELTPE EsTRADA ca«naó¡¡ . 37
Por tal motivo, Ios términos son unidades de discurso, lo que los mantienen en textos con una temática restringida. Es decir, Io que de-
integra en lenguajes especializados. termina a los lenguajes de especialidad no es su intención o finalidad
comunicativa, sino el contenido o tema comunicativo. por su parte,
María Teresa Cabré define a los lenguajes especializados como:
Lengua y lenguajes de especialidad
[...] el conjunto de subcódigos coincidentes con el sub-
-parcialmente
La lengua no es un sistema homogéneo ni estático que se rija a partir código de la lengua común- caracterizados en virtud de unas peculia-
de reglas inamovibles y restrictivas, por el contrario, es un sistema ridades 'especiales', esto es, propias y específicas de cada uno de ellos,
dinámico que puede transformarse y que agrupa dentro de sí a un como pueden ser la temática, el tipo de interlocutores, la situación co-
conjunto de subsistemas y de diversas modalidades llamadas dialec- municativa, la intención del hablante, el medio en que se produce un
tales y funcionales, y que tienen que ver con su relación con la cultu- intercambio comunicativo, el tipo de intercambio, etcétera.16
ra, la sociedad y Ia función comunicativa que ejerce la lengua en su
realidad histórica. Como afirma Eugenio Coseriu, debe observarse la Esta definición que proporciona Cabré abre el espectro de valoración
lengua como conjunto, no de "cosas" hechas, sino de procedimien- de los lenguajes de especialidad a diferentes dimensiones de compren-
sión y determinación, a saber:
tos, de "modos de hacer", ¡
por ende, como sistema abierto de posi-
La determinación de un lenguaje de especialidad a partir de:
bilidades.
No obstante la diversidad dialectal y sociolectal de la lengua, exis- .
La temática que aborda.
te un conjunto de normas y unidades que comparten y emplean to- . Las características de los interlocutores.
dos los usuarios de una lengua y que los identifica como hablantes de . Las características de la situación comunicativa.
ésta. A este conjunto de normas compartidas por todos los hablantes . La función comunicativa.
se le denomina lengua común o general. En este sentido, Ia lengua . El canal por el que se transmiten los datos.lT
general es un conjunto dentro del sistema de una lengua histórica
que convive con otros sublenguajes conocidos como lenguajes espe- Como afirma Cabré, esta posición teórica "se fundamenta en el prin-
cializados. Éstos pueden definirse como: "un subconjunto del léxico cipio de que resulta realmente difícil definir los lenguajes de especiali-
general de la lengua cuyo estudio aborda la lexicología, si entende- dad en términos estrictamente lingüísticos, como subrayan la mayoría
mos esta última como: cualquier estudio que sobre el léxico pueda de los especialistas en el tema'i18
establecerse, tanto si se refiere al plano de la expresión como al plano Sin embargo, el que efectivamente sea difícil definir los lenguajes
del contenido".r4 Todos los lenguajes especializados son sublengua- especializados en términos estrictamente lingüísticos, no obsta para
jes de la lengua histórica, pero no todos los sublenguajes de la lengua que pueda desarrollarse un estudio lingüístico de ellos, toda vez que,
histórica son lenguajes especializados. Para explicar esta diferencia, como ya se mencionó, forman parte estructural de la lengua. Si esque-
Hoffmannls afirma que el sublenguaje es un sistema parcial que se matizamos lo anterior el resultado sería el siguiente:
actualiza en los textos de ámbitos comunicativos especializados, en
tanto que los lenguajes especializados (o lenguajes de especialidad)
son una selección de elementos lingüísticos y de las relaciones que
r6 M.T. Cabré, La terminología. Teoría, metodología, aplicaciones, p. l2g.
t7 lbid., p.
ra A. M. Cardero, Terminología y procesamiento, p. 41. 137
tB
15
L. Hoffmann, Llenguatges dbspecialitat, p. 7 l. tbid.,p.134.
38 . uN¡ rpnoxrr¡¡.cróu rennrNorócrc.q FELTPE ESTRADA c¡.nneóN . 39
Figura. La situación de los lenguajes de especialidadre de los términos y los conceptos que ellos representan están mediados
por aspectos extralingüísticos (históricos, políticos, ideológicos). Sin
embargo, aparejado a este proceso se desarrolla otro con resultados
opuestos: la banalización.
(L) Léxico global de mp
de una lengua ultraespecializados
(C) Lengua común Zona central de tsp
(t.sn) Conjunto de zonas Zona de trancisión De la especialización a la banalización
de lenguajes entre lengua común
especializados y LSP Hace poco menos de 50 años, Stephen Ullmann, uno de los precur-
sores de la semántica moderna, afirmó en su famoso texto Semántica.
lntroducción a la ciencia del significado, lo siguiente:
un término de alguna especialidad, por su importancia, por el interés tlc especialidad. La especificidad y jerarquía de ese concepto sólo es
que genera o por la paulatina extensión de los ámbitos en que se em- cxplicable en función de la relación que guarda con los que Io en-
plea, comienza a utilizarse en la vida cotidiana, por hablantes ajenos rnarcan dentro de un área temática: "No es posible analizar y valorar
a la especialidad, desvinculado de la estructura conceptual que le dio cl término en forma aislada: a pesar de que éste pueda satisfacer las
origen. A este proceso se le denomina banalización Es decir, cuando: cxigencias de concisión, precisión, etc., el término aislado no siempre
"[...] trasladamos los temas especializados, en el sentido más orto- será aceptable, dado que estas cualidades individuales del término de-
doxo del término, a la vida cotidiana".2a ben valorarse a Ia luz de la precisión de todo el sistema de términos y
A menudo banalizamos terminologías: cuando platicamos asuntos sus rasgos sistematizadores".2T
de nuestra especialidad a amigos que no pertenecen a nuestra disci- La insustancialidad del término que provoca la banalización se
plina, cuando el médico nos explica nuestro padecimiento, cuando debe a que en el proceso de vulgarización se le aísla del marco con-
escribimos un artículo de divulgación de la ciencia, o cuando en los ceptual que le da origen y paulatinamente adquiere cierta "autonomía"
noticiarios se alude a aspectos de la economía, de la política, del depor- del sistema, con 1o que su extensión se acorta y se fija, alejándolo en
te, de la medicina, estamos llevando a cabo procesos de banalización. menor o mayor medida de 1o que en su momento representaba dentro
La banalización es importante porque forma parte de la divulga- de la disciplina que le dio origen. Por lo tanto, más que un concepto,
ción de la ciencia, e impide la ruptura de los procesos comunicativos el término va adquiriendo w significado, el cual se ajusta a las condi-
entre los ámbitos generales y los especializados. En sentido estricto, la ciones sociales, culturales y políticas del sistema lingüístico en el que
banalización no tendría que afectar el sistema conceptual de la espe- se inserta y se sujeta a los usos generales que los hablantes hacen de é1.
cialidad, sólo permitir Ia comprensión de un concepto a un lego. pero Eso, en nuestra opinión, es lo que queremos sostener que ha ocurrido
en la práctica, la banalización puede adquirir todas las dimensiones con el término multidisciplina.
del concepto banal y volverse: trivial, común, insustancial.
En este sentido, la banalización haría común una denominación
o un término, podría trivializar su uso, o peor aún, podría volverlo De adjetivo a sustantivo: la banalización de la multidisciplina
insustancial.
Quienes hablan dela sustanciazs d,e un término, asumen que ésta A finales de la década de los sesenta del siglo xx, comenzó a surgir
la constituye el concepto, es aquello a lo que el signo se refiere y, como una propuesta internacional impulsada por la UNESCO que buscaba
señala María Teresa cabré: "los conceptos se diferencian entre elros soluciones comunes a los problemas contemporáneos desde el punto
porque poseen características diferentes [...] La presencia (o ausen_ de vista cientifico y tecnológico. Esta visión política pretendía contra-
cia) de una característica en lugar de otra en un conjunto de caracte- rrestar la especialización que se había afianzado desde finales del siglo
rísticas interrelacionadas da cuenta de la diferencia entre conceptos de xlx con el desarrollo de las disciplinas. En un principio esta iniciativa
un mismo sistema conceptual".26 impulsó la búsqueda de formas de trabajo no disciplinares que lenta-
Como se ha mencionado ampliamente, existe un valor relacional mente fueron adquiriendo denominaciones que intentaban determi-
de los conceptos dentro del sistema conceptual de la disciplina o área nar Ia forma en que las disciplinas se relacionaban.
Bajo un nombre común, el de interdisciplina, aparecieron desig-
24
2s
M.T. Cabré, op. cit., p. 136. naciones como plur idi s ciplina, multidi sciplina, tr ansdis ciplina. Er an
Aqui aludimos a Ia terminología lingiiistica de la glosemáticir de Hjelmslev que in-
dica que el signo lingüistico está constitui do por forma (el significa.te) v sustancia múltiples formas de referirse a lo "no disciplinario'. Todas estas deno-
iel síg-
nificado).
26
M.T. Cabré, op. cit., pp. 196-197. 27 D.S. Lotte, op. cit., p.96.
42 . uNt ¡pnox¡necróN r¡nurNor_ócrce
FELTPE EsTRADA cnnneóN . 43
Este matiz en el concepto interdisciplinario que ya establecí¿r Como señalamos al principio de este texto, el valor de un término
Salmerón (el de la unidad de la ciencia), es posible que explique el estir dado por el valor de los términos que lo rodean. En este caso,
fenómeno elíptico que se produjo. Progresivamente la construcción rlc los valores de "intradisciplina'i "pluridisciplina'l "interdisciplina'
sustantivo + adjetivo se fue simplificando hasta llegar a un punto en y "transdisciplina'] pero al utilizarse como metatérminos, no forman
que se omitió el sustantivo y comenzó hablarse de "multidisciplinai
Parte de la terminología de un campo de especialidad específico, ya
"pluridisciplina'l "interdisciplina" o "transdisciplinal como si la orga-
t¡ue deben aplicarse a cualquier campo de conocimiento; esto ha oca-
nización "no disciplinar" fuese independiente del objeto que la convo- sionado que sea la epistemología la que se ocupe de la definición de
ca o al que se aplica. cstos conceptos.33
El tránsito de adjetivo a sustantivo implicó ya un proceso de ba- En este sentido, Rolando García retoma una clasificación piagetiana
nalización, ya que el concepto perdió su vínculo con el objeto de It' un sistema de las ciencias: 'Aceptando una agrupación de las cien-
estudio y designó una forma de organización disciplinar indepen- ciirs en cuatro conjuntos (ciencias lógico-matemáticas; ciencias físicas;
diente no sólo del objeto sino también del sujeto. En el momento ciencias biológicas y ciencias psico-sociológicas), Piaget comienza por
en que pudo hablarse de la multidisciplina a secas, se asumió que cstablecer que el término 'tiencia" cubre cuatro grandes dominios o
esto implicaba una forma específica de interrelación de las discipli- niveles, en cada uno de los cuales las disciplinas se relacionan entre sí
nas (sin que fuera relevante cuál), y que esa relación por sí misma tlc manera diferente".3a
era trascendente, que no estaba en función de las necesidades de la Esta propuesta es interesante porque reconoce que cada conjunto
investigación o del trabajo. La multidisciplina dejó de ser un hecho tcndría particularidades teóricas y epistemológicas que trastocan su
contingente para convertirse en una constante. Sin embargo, como interrelación. Pero más importante es que se establezca que, inclusive
hemos visto, si bien es cierto que se presupone esta integración inter-
clentro de cada conjunto del sistema, existen diferentes niveles de rela-
disciplinar, no existe un acuerdo sobre las bases en las que se pueda ción, esto es, las relaciones entre las disciplinas se pueden desarrollar
desarrollar esta unificación de las ciencias. Por tanto, Ios términos cn diferentes dominios, que Piaget clasifica en cuatro: dominio mate-
interdisciplina, multidisciplina, pluridisciplina, transdisciplina, care- rial (objetos de estudio), dominio conceptual (teorías o conocimientos
cen de un esquema conceptual que los delirnite y especifique; inclu- sistematizados referentes al dominio material), dominio epistemológi-
sive, en algunos casos no existen esas características delimitadoras co interno (crítica del aparato conceptual y de las teorías del dominio
claras y contundentes de que hablaba Wüster para distinguir dos conceptual de cada disciplina), y el dominio epistemológico derivado
conceptos. (análisis de las relaciones entre el sujeto y el objeto del conocimiento).
En este sentido, todos estos términos designaron ya no una moda- Si esta propuesta fuese aceptada, implicaría que los conceptos de
lidad de enseñanza, de investigación, de estudio o de trabajo, sino que relación disciplinar deberían organizarse en función de cada una de las
se refirieron a una forma de "construir el conocimiento, trascendiendo
irreas y de los diferentes niveles disciplinares para reflejarlos de una ma-
el trabajo unidisciplinar'l por lo que adquirían un valor metametodo-
nera más precisa. No obstante, aun en el seno de esta disciplina se han
lógico que podía aplicarse a cualquier conocimiento, objeto, hecho o
¡rroporcionado interpretaciones distintas, y aun opuestas, como las de
circunstancia. En este terreno la multidisciplina, como los otros tér- lldgar Morin y Rolando García. La discusión se centra en la forma en
minos de desarrollo no disciplinar, debía definirse por sí misma, sin
el referente del objeto y del sujeto, por lo que iba a ser difícil delimitar 33
Un ejemplo muy claro es tratar de distinguir los conceptos de multidisciplina y plu-
los propósitos y los alcances planteados por esta organización. Así, se ritlisciplina. En muchos contextos se emplean corro sinónimos. Lo mismo ocurre cuando
definieron a partir de la "interrelación i la "yuxtaposición I la "vincula- lrirtamos de determinar el antónimo de unidisciplina ¿es pluridisciplina? ¿multidisciplina?
;irrterdisciplina? En los textos encontramos estos términos con distintos valores.
ción' de las disciplinas. 3a
R. García, op. cit., p. 31.
46 . uxe ¡pnoxrnecrów r¡n¡r¡r¡orócrce FELTPE EsTRADA c¡nnaóN . 4l
cómo se gesta la relación no disciplinar. Mientras que para Morin es Si en poco menos de un siglo los semantistas no hemos abando-
más bien un proceso azaroso y caótico, propiciado por un "desvaneci- rrado el término significado, inagotable fuente de ambigüedad, es muy
miento" de las fronteras disciplinares; para García se constituye en la probable que no dejemos de emplear los términos acuñados para
resignificación derivada de un trabajo minucioso y concertado, orien- referirnos al trabajo "no unidisciplinar'l No obstante, será necesario
tado por los propósitos del investigador. irgregarle los modificadores necesarios para restituirles los elementos
Si en el campo de la epistemología no se ha logrado un consenso, pragmáticos que los delimitan y les otorgan su especificidad en el sis-
fuera de ella la situación no es mejor. Normalmente se usa sin ningu- tema conceptual en el que se insertan. Restituir el sintagma nominal
na distinción real, o de manera ingenua los términos multidisciplina, que les dio origen, es restituir también la responsabilidad del sujeto en
interdisciplina o transdisciplina.Yemos que se emplean de una manera el proceso de construcción del conocimiento.
muy general, prueba de la pérdida de rasgos semánticos del concepto
o banalización del término.
Bibliografía
Sección II
Genealogías del saber disciplinario
La organización del conocimiento
en los modelos arbóreo, cartográfico y reticular
5l
52 . t¡ onc,cr,¡lzecróN DEL coNocrMrENTo ALEIANDRA vrlÁzeusz zenecoze . 53
mi postura, recurro a ciertos modelos clave de la organización clcl nlilntenerse Ia estructura actual, claramente dividida en términos de
saber, a través de la reconstrucción que ofrezco de los mismos, mc rlisciplinas, fomentando si acaso la interdisciplina [...]?, ¿deben las ins-
diante las metáforas arbórea, cartográfica y reticular. A mi ver, estrr tituciones públicas de investigación y educación superior dejar esas
revisión aportará elementos útiles para alejarse de interpretaciones tirreas para grupos privados [...]?"3 Si bien hoy día no tenemos las res-
lineales y simplistas como las que expresan las opiniones menciona
l)uestas a estas preguntas, sí queda claro -coincido con Olivé-, que
das al inicio. la filosofía no puede quedarse al margen de estos debates. La aparen-
En efecto, el mero fenómeno de la aparición y creciente expectati tc paradoja a que esto daría lugar: pensar la transdisciplina desde la
va que generan las investigaciones transdisciplinarias, constituye un tlisciplina, se disipa al parar mientes en Ia especificidad de la filosofía,
tema relevante de análisis para diversas áreas académicas como actividad que, como es sabido, ha estructurado y articulado,
-metodo-
logía y epistemología, entre otros-; pero, además, nos lleva a reflexio- rlurante su historia, a la diversidad de los saberes.a
nar sobre las formas de estudio y de investigación en nuestras Así, en este escrito me propongo aportar algunos elementos para
universidades. En esta dirección, olivé se cuestiona si los institutos de dar respuesta, desde la filosofia y su historia, a las preguntas ante-
investigación y las universidades e instituciones de nivel superior, so- riores. Me parece, de entrada, que la estructura organizativa de las
bre todo las de carácter público, debieran preguntarse "[...] instituciones universitarias debiera seguir impulsando sus formas
¿cuál es la
forma de organización institucional más adecuada para responder a habituales de investigación, sin dejar, p6¡ ello, de abrirse a los nuevos
los problemas que presentan las sociedades contemporáneas?, retos que se le presentan; la dinámica de las instituciones académicas
¿Debe
muestra que aquellos han cumplido, Beneralmente, el papel de cata-
la multí o p/ari disciplina aparece en el prinrer peldano, pues aquí la colaboración disci-
lizadores en su avance.
plinaria no transforma las estructuras y conceptos de las disciplinas que intervienen (por Dicha apertura implica tener una conciencia crítica de los aside-
ejemplo, se I.rabla de Ia col¿rboración multi o pluridisciplinaria de dif'erentes prof'esionalei en ros conceptuales que dan lugar a las diversas formas de organizar el
l:r atención de problemas de salud: en el cuidado del pacier.rte con cáncer intervienen oncó-
logos, nutriólogos, psicólogos, cirujar.ros plásticos, etc.). En cambio, en un segundo peldaño,
saber. En efecto, la adquisición de un nuevo mobiliario, a menudo, no
se lrabla t1e interdisciplinr¿ cuando, cono resultado de [a interacción, hay cliversoi niveles sólo exige reacomodar el antiguo, sino a veces, remodelar por entero Ia
de modificació¡r reciproc:r entre las disciplinas, ya sea en sus métodos o en sus conceptos,
casa. Por ello, considero que, para asimilar la novedad en su dimensión
por lo que esta relación no es l¿r de unar mera agregaci(rn colabor¿rtiva. La transdisciplina, en
este enfoque, se concibe, según se ha mencionado ya, como el nivel superior de i¡rteracciór.r; adecuada y derivar de tal asimilación las consecuencias apropiadas, es
Ias disciplinas no sólo se modifican de manera recíproca, sino que dan lugar a un nuevo indispensable revisar, con el detalle que nos aporta la historia de las
catr.tpo clisciplinario o rnctatlisciplinario. (lomo se arprecia, esta l.nanera de concebir la trans-
ideas, algunos episodios clave del desarrollo de nuestra concepción
disciplina no se distingue de Ia interdisciplina sino er.r su cor.nplejidad. En este sentido, A.
Peñuelir, establece una detallada tipología de Ia colaborarción e intercambio disciplir.rarios; organizativa del saber. Asumo que ésta es solidaria o correlativa, en
de la transdisciplina, a6rma: "siendo Ia transdisciplina el concepto de mayor jerirquía, el cualquiera de sus modalidades, a la propia noción del conocimiento
más alto en Ia escal¿ de valores, podemos tonrarlo [. . . ] conro un ,retaconcepto'i Alejandro
en que se encuadra. De modo tal, que la organización o clasificación
Periuela velásquez, "La transdisciplinariedad. Más allá de los conceptos, la dialéctica'l en
Revistct Aildamios, pp. 43-77. de nuestros saberes se enmarca, siempre, en una determinada concep-
En est¿r presentación, me serviré del primer uso que se anota, por considerarlo más ción del conocimiento.
apropiado er.r vista del objetivo clue nos hemos propuesto en este escrito. para profundizar
en este segundo empleo, ver: l. Piaget, "La epistenología de las relaciones interdisciplina-
En esta presentación sólo aspiro a apuntar, bajo la forma de mo-
ri¿rs'l en L. Apostel, G. Berge¡ A. Briggs y G. Michaud, lnterdisciplirurietiad. problemas de delos-metáfora, tres expresiones de organización del saber, ubicables
la enseñanztr y de la investigación en las universidades, México, ANUrr.rs, 1979. J. Torres san-
tomé, ()lobalización e itúerdisciplinariedad: el currículo integrodo, Madrid, Ediciones Mora- r León Olivé, op. cit, pp.335-336.
ta, 1994; Guy Palmade, Interdisciplinariedad e ideologías, Madrid, Narcea, 1979; Alejandro r Recojo la idea del (de Ia) dictaminador (a) de este texto, quien señala esta situaci(in
Peñuela velásquez, "La transdisciplinariedad. Más allá de los conceptos, la dialéctical en
cotrro una paradoja, e incluso como un contrasentido, en que incurriría el con.jur.rto cle es-
Revista Andamios, año 1, núm. 2, Bogotá, 2005. critos reunidos en este volumen.
54 . L¡, once¡.¡lz¡cróN DEL coNocrMrEN'r'o ALEIANDRA vet|zqvxz zan¡coz¡ . 55
históricamente. No obstante, esperaría obtener de esta descripción, problemas que atañen en el aquí y ahora a la sociedad, se identifican
modelos útiles para reconocer en ellos tendencias actuales y, así, iden- como los derroteros de la actual sociedad red. Lapropuesta de Dewey,
tificar compromisos conceptuales que no siempre se explicitan, pues desde su concepto d.e sítuación, nos da las bases para orientarnos en
pasan inadvertidos, a veces, hasta para sus propios promotores. esta perspectiva de estudio.
Me propongo, pues, reflexionar a propósito de la organización y
reorganización de los conocimientos, de acuerdo con las imágenes
prototípicas y cuadros clasificatorios del saber que han albergado, en El árbol del saber
su historia, a las disciplinas que ahora conocemos, bajo los modelos
arbóreo, cartográfico y reticular. La antigua metáfora del conocimiento, que lo visualiza como el tronco
Para ello, investigo el vínculo que hay entre la concepción de de- y las ramas que brotan de una misma raí2, recibió de Descartes la que,
terminados principios (ya sean éstos metafísicos o bien, sólo de carác- talvez, fuera su última versión, pues como veremos enseguida, la iáea
ter metodológico) y las diversas organizaciones del saber a que dichas del saber unitario, con enlaces orgánicos entre sus partel fundada en
concepciones han dado lugar. Me serviré, primero, del caso que he unos cuantos principios metafísicos, muy pronto habría de ceder el
documentado como una interesante ilustración del cambio de rumbo paso a la imagen cartográfica del conocimiento. En efecto, de acuerdo
que se opera de la concepción del saber bajo la imagen arbórea, ha- con Descartes, "[...] la totalidad de la filosofía se asemeja a un árbol,
cia aquella que la asimila a una inteligibilidad cartográfica. En efecto, cuyas raíces son la metafísica, el tronco es la física y las ramas que
entre el árbol cartesiano del saber y la cartografía del conocimiento brotan de este tronco son todas las otras ciencias que se reducen prin-
que desarrolla DAlembert en la Enciclopedia, median no sólo Ia dis- cipalmente a tres: a saber, la medicina, Ia mecánica y la moral
[... ],,s
tancia histórica que separa la modernidad temprana del siglo xvtt, del De esta imagen heredada de la tradición, rica en simbolismos, me
movimiento ilustrado del siglo xuII, median también, y sobre todo, interesa destacar dos rasgos, muy evidentes en la versión cartesiana de
como antes lo he señalado, diferentes concepciones del conocimiento: la conocida metáfora arbórea, a los cuales denominaré aquí "sentido
¿principios metafísicos inamovibles o meros principios metodológi- orgánico" y "carácter integral'i
cos (removibles y perecederos)? Estas diferencias me propon- En su sentido orgánico, el árbol cartesiano del saber concibe el co-
-según
go mostrarlo en los siguientes apartados- se expresan a través de sus nocimiento como una entidad viva y en incesante regeneración, por
correspondientes criterios organizativos del sabet los cuales, alavez lo que Descartes asume el desarrollo de las ramas como una continua
que son resultado de prácticas disciplinarias específicas, condicionan acumulación de nuevos conocimientos, en progresión sin fin; sin em_
Ios contenidos disciplinarios que han de admitir y derivarse de ellos. bargo, a pesar de ese perpetuo crecimiento, los principios fundantes
Veremos, pues, que
-por ejemplo- la físico-matemática como disci- del sistema, raíces del árbol, permanecen idénticos.
plina experimental sólo pudo tener alojo, y cobrar presencia plena, en La agregación del conocimiento se reduce a la tarea de completar y
el seno de una concepción cartográfica del saber y no en la concepción rellenar sus huecos y resquicios. Los fundamentos, primeros princi-
cartesiana del árbol de la sabiduría. pios del conocimiento, una vez descubiertos y dado su caráctér apo-
Un tercer modelo es el reticular. Heredero del rechazo ilustrado a díctico, son definitivos e incorregibles. Al poseer certeza metafísica
asumir principios metafísicos, la discusión de la posguerra, en el siglo que Descartes- "[...] es la que tenemos cuando pensamos
-señala
xx, trazó decisivamente la perspectiva teórica de la que se deriva la
idea actual del conocimiento: interesado más que en la reunión y acu- s
AT IX, 14 (Principios, carta prefacio), René Descartes, Los principios tla la
mulación de contenidos, en el establecimiento de sus relaciones. Así, filosol'íu,
p. 15. (Se cita aquí Ia edición de las obras completas de Descartes de Ádam-Tann..ry, de
el conocimiento y formación de redes y de redes de redes, insertas en acuerdo con el orden habitual: volumcn, número de página).
56 . r-¡ onc¡Nrz¡cróN DEL coNocrMrENro ALEIANDRA vrr-Ázqur,z z¡n ¡coz¡,. 57
que no es en modo alguno posible que la cosa sea de otra forma a rición en el panorama de la modernidad temprana, debía definir su
como la juzgamosl'6 los primeros principios son, auténticamente, ina- condición híbrida; ¿en qué campo debía ubicarse?, por su naturaleza
movibles. Además del conocimiento matemático, corresponden a este matemática, en el de los conocimientos apodícticos; por su carácter
nivel algunos conocimientos del mundo natural, siempre que puedan experimental, en el de las certezas aproximativas o hipotéticas. Pero,
deducirse de los principios apodícticos (por ejemplo,la dióptrica, que como disciplina integrada, ¿en qué terreno debería colocarse?
es el estudio geométrico de la luz). lhmbién pertenecen a este nivel las En la concepción arbórea, la conformación de un saber que conjun-
leyes del movimiento y las propiedades de la materia ya que: "Esta tara la física, la matemática y la parte experimental, como una discipli-
cerfeza se extiende a todo lo que he demostrado en las matemáticas na unitaria, era imposible, aun cuando, como es bien sabido, la ciencia
[...y] se extiende también al conocimiento que tenemos de que hay cartesiana de la naturaleza tuvo siempre un fuerte componente expe-
cuerpos en el mundo [...] Asimismo se extiende a todo cuanto puede rimental. Empero, la reorganización de los saberes que trajo consigo el
ser demostrado en relación con los cuerpos en virtud de los principios movimiento intelectual de la Enciclop edia, hizo posible la constitución
de la matemática o de otros que sean tan ciertos y evidentes'i7 de una nueva disciplina: la físico-matemática-experimental que surge
En su carácter integral, la descripción arbórea de Descartes asume como una notable innovación en el panorama de la concepción carto-
la empresa del saber como una labor capaz de abarcar todos los niveles gráfr,ca del saber, formando parte del célebre cuadro clasifrcatorio de
posibles del conocimiento humano, derivados de una breve cantidad las ciencias de DAlembert.
de principios. Primero, el nivel subterráneo, profundo e inalterable, De este modo,la antigua imagen del árbol del saber, solidaria de la
donde las raíces o primeros principios de certeza metafísica han de concepción del conocimiento como derivado de principios inamovi-
enclavarse con firmeza; después, el de la superficie de la tierra, de la bles, cedió el paso a una visión que, además de soslayar la existencia de
que emergen el tronco y las ramas. Se ubica ahí el conocimiento de éstos, daba lugar a un enfoque perspectivista. Al parecer, al derribar el
Ia mayor parte de los fenómenos del mundo natural, así como todo árbol del saber, debían caer con él las expectativas de mantener delimi-
aquel conocimiento que posee una certeza de carácter hipotético o taciones y fronteras fijas entre las áreas del conocimiento, lo cual, sin
moral, la cual es la que resulta: "1...) suficiente para regular nuestras embargo, a más de tres siglos y medio de la aparición de los principios
costumbres, o tan grande como la que tenemos acerca de las cosas de las de la Filosofía (1644), no ha sucedido del todo, como puede advertirse
que no tenemos costumbre de dudar en relación con la conducta de Ia por Ia rigidez que mantienen algunas estructuras organizativas del sa-
vida, aun cuando sepamos que puede ser que, absolutamente hablando, ber en nuestras universidades.
sean falsai'\
En esta concepción arbórea del saber, caracterizada por Ia inamo-
vilidad de sus principios, así como por confiar en que el alcance de és- La cartografía del conocimiento
tos cubre la totalidad del conocimiento humano, y por asumir que el
saber se reparte en dos clases de certezas, surgen varias interrogantes, En el "Discurso preliminar" de Ia Enciclopedia (Encyclopedie ou Dic-
una de ellas es, ¿dónde poder alojar el conocimiento que depende de tionnaire raisonné des sciences),considerada la obra más representativa
procedimientos experimentales? En efecto, adscrito al terreno de las del espíritu del siglo xvtll, aparece la imagen cartográfica del conoci-
certezas metafísicas, Ia físico-matemática, disciplina de reciente apa- miento. Casi un siglo después de Ia muerte de Descartes (1650), hacia
1751, fean-Baptiste Le Rond DAlembert (1717-1783), afirmó que el
6
conocimiento humano es: "[...] una especie de mapamundi que debe
¡'r rx, 324 (Principios, parte rv, 206), pp. 412-413.
7
¡t tx,324 (Principios, parte IV, 206), p. 412. mostrar los principales países, su posición y su dependencia rnutua,
8 A't fx, 323 (Principios, parte IV, 205), pp. 412-413. el camino en línea recta que hay de uno a otro, camino muchas veces
58 . le onc¡.Nrz¡crór DEL coNocrMrENro ALEIANDRA vu-Ázquez zenecoze ' 59
ocupado por mil obstáculos que sólo pueden conocer en cada país los En efecto, heredero de la iniciativa de Francis Bacon (1561-1626)
habitantes o los viajeros, y que sólo pueden ser mostrados en mapas a este respecto, para DAlembert el punto de partida para tfazar el
particulares muy detallados'ie mapa del saber no es ya el mundo de los objetos, sino la manera en
En efecto, el "Discurso preliminar" incluye el "mapa general", en qu" op.." el entendimiento humano sobre ellos' Así, no son los obie-
tanto que los mapas particulares son los propios artículos dela Enci- ü, -ir-or los que determinan el criterio para su clasificación, sino,
clopedia. Para recorrer mejor los múltiples caminos que conectan las como acontece án el espacio cartográfico, a la representación de los
disciplinas, es menester hallarse familiarizado con los rasgos de este objetos, antecede Ia determinación de las coordenadas, las cuales son,
dispositivo cartográfico a los que, para fines de esta presentación de- en este caso las facultades cognoscitivas: memoria, razón e imagina-
nomino: "representación proyectiva" y "principios metodológicos". ción. Todos los saberes pueden disponerse en arreglo a estas
"["']
diferentes maneras de operar de nuestro entendimiento sobre los
Representación proyectiva: del mismo modo en que acontece en el
mapa general del globo terrestre, en el que la visión de los territorios objetos":r2 Los temas de la Historia (sagrada, civil y natural), concier-
depende del punto de vista en el que se sitúa el cartógrafo, la forma nen a la memoria; los de Ia filosofía (ciencias del hombre y ciencias de
del mapa del saber depende del punto de vista adoptado para observar la naturaleza), atañen ala raz6n; en tanto que los temas de la poesía
el panorama. Por lo que, nos pide DAlembert, hay que considerar que (narrativa, dramática, parabólica, música, pintura, escultura' arqui-
la configuración del sistema posee posibilidades múltiples, las cuales t..,u." civil y grabadof corresponden a Ia imaginación'r3
dependen de la proyección de la mirada del investigador. principioi metodológicos. En clara reacción antimetafísica,
En Ia técnica de proyección geométrica empleada para trazar pla- oponiéndose a Ia edificaiión de sistemas filosóficos fundados en la
existencia de sustancias, la concepción enciclopedista del saber
nie-
nisferios brillantemente expuesta por el geómetra, Girard
-entonces Los únicos
Desargues (1591-1661)-, el espacio es homogéneo, por Io que no ga la posibilidad de toda clase de principios metafísicos.
hay un centro fijo ni lugares privilegiados; la representación sólo tendrá principios que han de admitirse tienen un carácter meramente me-
un carácter de semejanza, dado por el tipo de proyección empleada. iodológico,ion sólo pautas para el estudio de los fenómenos, basa-
Este rasgo del espacio cartográfico, Ilevado al espacio del conocimien- das estrictamente en una observación cuidadosa de la que parta
toda
to, refuerza Ia idea de DAlembert de que Ia configuración del saber es hipótesis y jamás a Ia inversa. Se ha de partir del estudio de los indi-
móvil, resultado de la perspectiva teórica del estudioso pues, añade, ,iáuos y, iras considerar sus propiedades particulares y palpables' se
muchos sabios tienden "a poner en el centro de todas las ciencias han de establecer, por abstracción, las propiedades generales y comu-
aquella de que ellos se ocupan, más o menos como todos los hombres nes. Esta pauta constituye, como premisa general, el principio que
se colocaban en el centro del mundo, convencidos de que el universo se rige el estudio de los diversos saberes enla Enciclopedia y revela ala
había hecho para ellos".r0 Empero, en el mapa del saber de DAlembert, filosofía británica a su entraña nominalista- como la fuente ins-
-y la
el mundo del conocimiento carece de un centro fijo y es inagotable. piradora del movimiento intelectual que se desarrolló en torno de
'Enciclopediapues, "[...] más indiscutible que
En él no hay Iímites que impidan el descubrimiento de nuevos terri- afirma DAlembert: nada
torios, y sus coordenadas (criterios de clasificación) están dadas por
las facultades cognoscitivas del intelecto.l I Ia "División de las
cador de Bacon, a quien se Ie ha seguido.sólo en esto. DAlembert incluye
Bacon'en la finat del "Discurso Preliminar", con el fin de quc el
cier.rcias del canciller lrarte
Ia suy., al parcce¡
e
fean-Baptiste Le Rond DAlemb erf,Discurso preliminar de la Enciclopedia, op. cit.,p.7l. lector constate las muchas difereniias entre la propuesta del Canciller y
los adversarios de la En cliclopediahabían lanz-irdo
fara librarse de ta acusación de plagio que
ttt lbid., p.72.
ll DAlembert subraya, al respecto, que los criterios clasificatorios son siempre varia- iver el prólogo de Antonio R Huéicar a Ia edición citada del Discurso Prelimínor)'
t2 lbid., p.67.
bles, de acuerdo con las necesidades del objeto de estudio del investigador. Empero, para
t3 lbid., p. 167.
los fines del servicio al que está dirigidala Enciclopedia, se ha optado por el criterio clasifi-
60 . le onceNrzecróN DEl coNocrMrENro ALEIANDRA vzLÁzqur.zzen¡coz¡' 61
la existencia de nuestras sensaciones. ILas cuales] son el principio de t,a red en el conocimiento situado
todos nuestros conocimientos [. . . ] En efecto, en buena filosofía, toda
deducción que parta de los hechos o de verdades bien conocidas, es La imagen reticular, asociada a una concepción más o menos recien-
preferible a un discurso que se base en meras hipótesis, aunque sean te del conocimiento, tiene su origen en algunas de las discusiones de
geniales'lra las primeras décadas del siglo xx, en las que tomaron parte diversos
Este ideal metodológico que se concretaría, sobre todo, en las disci- fi,Iósofos. Para fines de este estudio me concentro en la aportación de
plinas que conciernen a las ciencias naturales, y apuntala el apreciado John Dewey (1859-1952) quien, mediante su noción de situación, ex-
lugar que se abrió para la tradición experimentalista en el inventario puesta en stLógica: Teoría dela investigación (1938), coloca el tema de
del saber, tras los éxitos de la física de Newton, tal como fue interpre- la relación entre las disciplinas para la investigación, en el centro del
tada por los difusores de la filosofía experimental. análisis filosófico.ls El punto de partida de esta orientación filosófica
Así, de manera contrastante con el "árbol del saber'l la'tartografía se encuentra en el marco de otra enciclopedia (la lnternacional Ency-
del conocimiento" pudo dar cabal alojo a la entonces naciente disci- clopedia of Unified Science,1938) concebida como un lugar de concu-
plina conocida como físico-matemática-experimental; Io cuar fue re- rrencia que daría lugar a la creación de un derrotero actualizado. Éste
sultado
-como se ha subrayado- no sólo de la mera acumulación fungiría como un lazo de unión entre las filosofías.
de conocimientos, sino, según 1o hemos visto, de la coyuntura apor- En esta nuevaEnciclopedia,se presentaron dos posiciones clásicas:
tada por una nueva forma de concebir el saber. De este modo, en el el empirismo lógico y el pragmatismo. F Salmerón reseña la historia
"Sistema del Conocimiento'ltítulo que le asigna DAlembert a de este encuentro en el que se dieron cita dos soluciones distintas al
su cua-
dro clasificatorio, el saber de la naturaleza colocó en un sitio destaca- tema de la convergencla disciplinaria -de acuerdo con la denomina-
do a la nueva física experimental, como culminación del saber que ción de Dewey-; por una parte, la tendencia "reduccionista' de R.
podemos obtener de la naturaleza; por encima tanto de la ..histoiia con otros- y, por otra,la "na-
natural" (que sólo describe y presenta el repertorio del mundo), como
Carnap (1891-1970)
-que compartió
turalista" de Dewey, heredera, en parte de Pierce. Como veremos,
de la "físico-matemática" de certezas apodícticas. El nacimiento de Dewey se fijó la meta de "[...] dar una explicación empírica de las
una disciplina no se dio, como lo ilustra este caso de la historia de nues- formas lógicas a partir del análisis del comportamiento de la investi-
tras ideas, sino tras un radical cambio en la manera de concebir el co- gación [...qre pudiera mostrar] la línea de continuidad que enlaza
nocimiento. una teoría de la investigación con una filosofía de la acción [...]"t6 f,l
Si el saber significativo del mundo no es ya el que se obtiene de vínculo entre la investigación y la acción, así entendido, implica reco-
integrar repertorios abarcadores de las entidades que pueblan el mun- nocer que el origen y determinación de las formas lógicas son insepa-
do, sino el de establecer rutas móviles que resultan del enfoque o pers- rables de su marco social. En esta filosofía, la lógica es la lógica de la
pectiva del investigador; el siguiente paso es el de reconocer estas rutas investigación y para comprenderla es indispensable incorporar sus
como redes móviles, no definitivas. De manera correspondiente, ha- componentes sociales; entre ellos, los agentes no especializados pero
brá que asumir una nueva dirección en el conocimiento, la cual se que intervienen en el proceso, así como las políticas del conocimiento.
concentra en el estudio e investigación de las grandes estructuras des- En el naturalismo de Dewe¡ las formas lógicas no son determinacio-
critas por las redes.
ls En esta sección me he apoyado en Ia estupenda exposiciór.r de Fernando Solmerirn,
en "Las tesis del empirisrno tógico y la convergencia de las disciplinas. Un capitulo cle la
historia reciente de l¿s relaciones entre las disciplinas'l en EnsnyLts tle Fíloso.lía Mttdt'rnt y
Contemporánea, oP. cit., pp. 223 244.
t't lbid.,p.32 t6 lbid., pp. 235 y 238.
62 . Lt onceNrzecróN DEL coNocrMrENTo ALEIANDRA vr'tizqur.zzenecoz¡' 63
nes a priori, son el resultado de un conjunto estructurado de hechos. b. Entender el progreso del estudio del objeto, fuera del camino de
Estos rasgos son, me parece, antecedentes directos de la concepción la reducción. En contraste, Carnap y H. Reichenbach (1891-1953)
actual del rasgo reticular de nuestro conocimiento contemporáneo. asumieron dicha vía que conduce a Ia unidad, como el estadio su-
Para poner de relieve algunos detalles que nos permitan aclarar perior en el desarrollo de la ciencia. La unidad de la ciencia bus-
lo anterior, consideraremos un par de aspectos clave de la red como cada por Dewey es entendida como el estudio de la lógica de la
imagen: su carácter de tamiz, de rejilla que "atrapa,,de manera selec_ investigación en su continuidad con la esfera social.
tiva el objeto de su actividad ¡ por otra parte, su capacidad de esta- c. Irreductible al carácter formal de sus orígenes. El conocimiento
blecer relaciones integradoras, merced a los nudillos que conforman sólo puede legitimarse a través de sus métodos -nótese aquí, nue-
la malla. vamente, la continuidad con el programa delaEnciclopediallustra-
En su carácter selectivo, debemos subrayar la decisión de la filo- du- y por sus normas, los cuales (método y normas) se conciben
sofía naturalista de desprenderse de elementos metafísicos como sujetos a la crítica permanente. La propia concepción de Ia
-como
lo hiciera, en su momento, el proyecto enciclopedista ilustrado, "verdad" no es la de ser una propiedad lógica de las proposiciones,
antes
referido- que pudiesen bloquear la tarea de esclarecimiento concep- ni la de consistir en una suerte de correspondencias; la verdad de-
tual que persigue su método. En concordancia con charles s. pierce signa " [. . . ] los procesos de la investigación dirigidos de tal manera
(i839-1914), el método de Dewey consistió en hacer..t...l a un lado que realicen un cambio en la naturaleza".le
confusiones de origen metafísico: era un método para lograr certeza
en el significado de las palabras, a partir de ra consid eráción de los Por todo lo anterior, Ia "red" del naturalismo de Dewey ha tamizado
efectos de nuestra concepción integral del objeto"., En el proceso de los elementos metafísicos, para reconocer en todo conocimiento un
investigación, considerar integralmente el objeto de nuestro estudio carácter esencialmente social.20
es, al menos: En su capacidad de establecer relaciones integradoras, la "red" se
entiende como un dispositivo móvil que integra mientras tamiza. En
a. ubicarlo en un contexto amplio en el cual se incluyen no sólo los este aspecto, la noción central de la epistemología de Dewey es el de
elementos cognoscitivos, sino el conjunto de agentes y aconteci_ situación,ya que éste da cuenta de la concepción práctica y activa que
mientos (sociales, políticos) que lo hacen inteligible: "un universo entraña el conocimiento. No hay conocimiento mientras éste no se
de experiencia es la condición previa de un universo de discurso'l concibe como situado: 'iCuál es la fuerza denotativa de la palabra si-
Por ello, en sentido opuesto a la perspectiva tomada por Carnap, la tuación? Talvez,lo más inmediato sea referir a ella, provisionalmente,
ciencia, en el naturalismo de Dewey, es un cuerpo de conocimien_ mediante una oración negativa. Lo que se designa por la palabra "si-
tos que no pueden prescindir del contexto social que rodea Ia inves- tuación'no es un solo objeto o acontecimiento o coniunto de objetos
tigación, lo cual incluye las consideraciones históricas, psicológicas y acontecimientos. Nunca Poseemos experiencia ni nos formamos
y, como antes se señaló, políticas, de la tarea del investigador.ls juicios acerca de los objetos y acontecimientos aislados, sino sólo en
conexión con un todo contextual".2l
Como se advierte, situación remite a la condición irrenunciable de
t7
lbid., p.229 ([as cursivas son mías). nuestra experiencia: nunca tenemos experiencia de objetos o aconteci-
18
Reconocemos en estas añrmaciones, las voces de otros cor.lociclos historiadores
v filó
sofos de la ciencia, entre quienes destacan Alexandre Koyré ( i9g2- 1964) y Thomas 'Kuhn re
S. Fernando Salmerór.r, op. cit., p.230.
(1922-1996), quien acuñó la noción de'tomunidad científica'para
iniluir a los agentes )0 lbid., p. 229.
no académicos en el proceso de la investigación. sin e,rbargo, corresponrle 2r
a John ñewe¡ ¡ohn Dewe¡ "Principles of Logic'l en Intelligence in the Modern World. lohn Dewcy's
como podemos verlo aquí, la aportación que antecede en estls ideas. Philosophy,p. 891 (traducción mía).
64 . y¡ onc;¡Nrzecrór,r DEL coNocrMrENTo
ALEIANDRA ver-Ázqurz zeucoze . 65
con nuevos ropajes, tiene una cita con el presente, y ha de mostrar cll
esta nueva fase, su sentido hondamente constructivo; tanto el muncl.
mental como el extra mental se determinan mediante procesos per
manentes de interacción, ninguno de estos flancos se encuentra clc'
terminado, la teoría y la práctica se rebelan a ser flancos escindidos: Para una genealogía de la disciplina
"La idea de que en la existencia real toda cosa se halla completamen
Algunas estrategias de subjetivación
te determinada se ha conmovido con el progreso de ra ciencia física
misma. Y aunque esto no hubiese sido así, la determinación completa del poder-saber
no podría aplicarse a existencias tales como un ambiente. porque la
naturaleza es un medio ambiente únicamente si está implicada en una
interacción con un organismo, o yo, o como quiera que se le llame,i27 Marco Antonio Jiménez García*
Bibliografía
Castells, Manuel (ed.), La sociedad red: una visión global, Madrid, Alianza
Editorial, 2006. Disciplinar la lengua
DAlembert, )ean-Baptiste Le Rond, Discurso preliminar de la Enciclopedia,
Buenos Aires, Aguilar, 1953. Cuando se trata de hablar de la disciplina parece pertinente empren-
Dewe¡ John, La reconstrucción de la flosofía, Madrid, Aguilar, 1964. der dicho propósito con cierto orden, por lo que no está de más acudir
Lógica. Teoría de la investigación, México, FCE, 1950. al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, ya que si en
"Principles of Logic'l en Intelligence in the Modern World. algún lugar se intenta disciplinar el lenguaje, si existe un instrumento
John
Dewey's Philosophy, foseph Ratner (ed. e introd.), Nueva york, The Mo_ ordenador, un archivo o carta magna del cual hablamos, escuchamos,
dern Librar¡ 1932. escribimos, Ieemos, pensamos, es precisamente ese poder-saber de-
cEuvres de Descartes (11 vols.), charles Adam y paul rannery (ed.), parís, positado con apariencia de neutralidad y de suma paciencia en los
Léopold Cerf. 1898/1956, Librairie philosophique J. Vrin, 1996. (Referi_ diccionarios; innegables instrumentos de poder pertenecientes sobre
das como AT, según la manera habitual: vol., pág.) todo al ámbito de lo cotidiano, aunque no en pocas ocasiones encarga-
olivé, León, La ciencia y la tecnología en la sociedad del conocimiento. Ética, dos de dirimir la legalidad de doctos discursos. Diccionarios que para
política y epistemología, México, FCE,2OO7.
muchos representan el origen y fundamento de toda lengua, punto de
Peñuela velásquez, Alejandro, "La transdisciplinariedad. Más a[á de los con- partida o llegada legal y por tanto obligatoria de las buenas maneras
ceptos la dialéctical en Reyista Andamios, año l, núm. 2, Bogotá, 2005, de escribir y hablar.
pp. 43-77. Pero si el diccionario es la le¡ la norma, también es un saber; un
René Descartes, Los principios de la filosofía, Guillermo euintás Alonso, (in_ dispositivo implacable que disemina poder en las palabras y, a la vez,
trod., trad. y notas), Madrid, Alianza Universidad, 1995. las recoge y nos las presenta como mitos.
Salmerón, Fernando, Ensayos de filosofía moderna y contemporánea, Antonio El diccionario mitifica cada una de las palabras y a todas ellas las
Zirión Quijano (comp. y próI.), México, uNAM, 2000. encierra bajo un solo título: "La lengua'i Significantes y significados
27 Dewey,
John, Lógica. Teoría dc la investigación, p. 124. . Facultad de Estudios Prot'esionales-Acatlán, UNAM.
i
67
I