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CAPÍTULO V

La catequesis según el contexto socio


– cultural
CATEQUESIS Y CULTURA
CONTEMPORÁNEA

“De la catequesis como de


La catequesis tiene como
la evangelización en
guía necesaria y eminente
general, podemos decir
la “regla de la fe”, ilustrada
que esta llamada a llevar la
por el magisterio y
fuerza del Evangelio al
profundizada por la
corazón de la cultura y de
teología.
las culturas”(CT 53).
TAREAS DE LA CATEQUESIS A
LA INCULTURACIÓN DE LA FE
Conocer en profundidad la cultura de las personas y el grado de penetración en su
vida.

Reconocer la presencia de la dimensión cultural en el mismo Evangelio; afirmando


por una parte que este no es fruto de ningún humus cultural humano.

Anunciar el cambio profundo, la conversión, que el Evangelio, como fuerza


“transformadora y regeneradora,” (CT 53). Opera en las culturas.

Mantener íntegros los contenidos de la fe de la Iglesia; y procurar que la explicación


y la clarificación de las formulas doctrinales de la Tradición sean presentadas en
cuenta las situaciones culturales e históricas de años destinatarios y evitando, en
todo caso mutilar o falsificar los contenidos.
PROCESO METODOLÓGICO

La catequesis, a la vez que debe evitar todo


tipo de manipulación de una cultura, no
puede limitarse a la simple yuxtaposicion del
Evangelio a esta y “como con barniz
superficial”, sino que debe proponer el
Evangelio “de manera vital, en profundidad
y hasta las misma raíces de la cultura y de
las culturas” (EN 20)
NECESIDAD Y CRITERIOS DE
VALORACIÓN

Ha de ser considerada como correcta


aquella catequesis que no sólo logra
la asimilación intelectual del
contenido de la fe, sino que alcanza
al corazón y transforma la conducta.
RESPONSABLES DEL PROCESO DE
INCULTURACIÓN
La inculturación debe implicar a todo el pueblo de
Dios, no sólo a algunos expertos, ya que se sabe
que el pueblo reflexiona sobre el genuino sentido
de la fe que nunca conviene perder de vista. Esta
inculturación debe ser dirigida y estimulada, pero
no forzada, para no suscitar reacciones negativas
en los cristianos: debe ser expresión de la vida
comunitaria, es decir, debe madurar en el seno de
la comunidad y no ser fruto exclusivo de
investigaciones eruditas». (RM 54.)
FORMAS Y VÍAS
PRIVILEGIADAS

La catequesis de jóvenes y la de adultos, por las posibilidades que


tiene de interrelacionar de manera más incisiva la fe y la vida, es
una de las formas más aptas para la inculturación; sin embargo,
no puede desatenderse la inculturación de la fe en la iniciación
cristiana de los niños, precisamente por el notable influjo de orden
cultural que este proceso lleva consigo: la adquisición de nuevas
motivaciones para la vida, la educación de la conciencia, el
aprendizaje del lenguaje bíblico y sacramental, así como el
conocimiento de la dimensión histórica del cristianismo.
NECESIDAD Y CRITERIOS DE
VALORACIÓN

Ha de ser considerada como correcta aquella catequesis


que no solo logra la asimilación intelectual del contenido de
la fe, sino que alcanza al corazón y transforma la conducta.
EL LENGUAJE
Esto conlleva que la catequesis
respete y valore el lenguaje propio
del mensaje, sobre todo el bíblico,
pero también el histórico-
tradicional de la Iglesia (Símbolo,
liturgia), y el así llamado lenguaje
La inculturación de la fe es, en doctrinal (fórmulas dogmáticas); es
ciertos aspectos, obra de preciso, además, que la catequesis
lenguaje. entre en comunicación con formas y
términos propios de la cultura de las
personas a las que se dirige; hace
falta, finalmente, que la catequesis
fomente nuevas expresiones del
Evangelio en la cultura en la que se
implanta.
ÁMBITOS ANTROPOLÓGICOS Y
TENDENCIAS CULTURALES
El Evangelio reclama una catequesis
abierta, generosa y decidida a acercarse
a las personas allá donde viven, en
particular saliendo a su encuentro en
aquellos lugares principales donde tienen
lugar los cambios culturales elementales y
fundamentales como la familia, la escuela,
el ámbito del trabajo y el tiempo libre
ACTUACIÓN ANTE LAS
SITUACIONES CONCRETAS

Se han de tener en cuenta también


aquellas situaciones de tensión y de
En primer lugar, hay que distinguir la conflicto, ocasionadas por factores
inculturación en países en que la como el pluralismo étnico, el pluralismo
presencia cristiana es reciente y donde religioso, las grandes diferencias de
el primer anuncio misionero aún debe desarrollo, las condiciones de vida
consolidarse, y la inculturación en urbana y extraurbana, los modelos de
países de larga tradición cristiana, referencia dominantes en unos países
necesitados de nueva evangelización. profundamente influidos por la
secularización masiva y, en otros, por
una fuerte religiosidad.
TAREAS DE LAS IGLESIAS
LOCALES

Las Iglesias particulares tienen una competencia propia en la


inculturación, y se refiere a todos los ámbitos de la vida
cristiana. La catequesis es un aspecto y sector en esta tarea.
Precisamente por la propia naturaleza de la inculturación, que
tiene lugar en situaciones concretas y específicas, la «legítima
atención a las Iglesias particulares no puede menos de
enriquecer a la Iglesia. Es indispensable y urgente». (EN 63.)
INICIATIVAS BAJO LA GUÍA DE
LOS PASTORES

Llevar a cabo experiencias-piloto


Promover una catequesis amplia y de inculturación de la fe al interior
capilar que ayude a superar el de un programa establecido por la
grave obstáculo de toda Iglesia. Un papel importante en
inculturación que es la ignorancia o particular, asume la práctica del
la desinformación. Así se hace catecumenado de adultos
posible el diálogo y la participación conforme a lo establecido en el
activa de las personas, que señalan Ritual de la Iniciación Cristiana de
mejor vías eficaces para el anuncio. Adultos.
LA CATEQUESIS EN LA
IGLESIA PARTICULAR
• El anuncio del Evangelio y la Eucaristía son los dos pilares sobre los que se edifica y
en
• torno a los cuales se congrega la Iglesia particular. Al igual que la Iglesia universal,
también
• «ella existe para evangelizar».(EN 14.)
• La catequesis es una acción evangelizadora básica de toda Iglesia particular.
Mediante ella, la
• diócesis ofrece a todos sus miembros y a todos los que se acercan con el deseo de
• entregarse a Jesucristo, un proceso formativo que les permita conocer, celebrar,
vivir y
• anunciar el Evangelio dentro de su propio horizonte cultural.
EL MINISTERIO DE LA CATEQUESIS EN
LA IGLESIA PARTICULAR
En el conjunto de ministerios y servicios, con los que la Iglesia
particular realiza su misión evangelizadora, ocupa un lugar
destacado el ministerio de la catequesis.

En la Diócesis la catequesis es un servicio único.

Se trata, por otra parte, un servicio eclesial, indispensable


para el crecimiento de la Iglesia.

El ministerio catequético tiene, en el conjunto de los ministerios y


servicios eclesiales, un carácter propio, que deriva de la especificidad
de la acción catequética dentro del proceso de la evangelización.
La catequesis es una
responsabilidad de toda
la comunidad cristiana.
EL OBISPO, PRIMER RESPONSABLE DE
LA CATEQUESIS EN LA IGLESIA
PARTICULAR

El Concilio Vaticano II pone de relieve la importancia eminente que, en el ministerio episcopal,


tiene el anuncio y la transmisión del Evangelio: «Entre las principales tareas de los obispos
destaca la predicación del Evangelio». (LG 25; cf CD 12a; EN 68c.)

En la realización de esta tarea los obispos son, ante todo, «pregoneros de la fe», (LG 25.)

Los obispos son «los primeros responsables de la catequesis, los catequistas por excelencia».
(CT 63b.)
LOS PRESBÍTEROS, PASTORES Y
EDUCADORES DE LA COMUNIDAD
CRISTIANA
En relación con la
La función catequesis, el
propia del sacramento del
Orden constituye a los
presbítero en la presbíteros en
tarea «educadores en la fe».
(PO 6b.) Tratan, por
catequizadora ello, de que los fieles
brota del de la comunidad se
formen
sacramento adecuadamente y
del Orden que alcancen la madurez
cristiana. (Cf CIC 773.)
ha recibido.
LOS PADRES DE FAMILIA, PRIMEROS
EDUCADORES DE LA FE DE SUS HIJOS

El testimonio de vida cristiana, ofrecido por los padres en el seno de la familia,


llega a los niños envuelto en el cariño y el respeto materno y paterno. Los hijos
perciben y viven gozosamente la cercanía de Dios y de Jesús que los padres
manifiestan, hasta tal punto, que esta primera experiencia cristiana deja
frecuentemente en ellos una huella decisiva que dura toda la vida.

Este despertar religioso infantil en el ambiente familiar tiene, por ello, un carácter
«insustituible». (CT 68.)
LOS RELIGIOSOS EN LA
CATEQUESIS

La Iglesia convoca particularmente a las


personas de vida consagrada a la actividad
catequética y desea «que las comunidades
religiosas dediquen el máximo de sus
capacidades y de sus posibilidades a la obra
específica de la catequesis». (CT 65, CIC 778.

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