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1.

ÍNDICE

1. ÍNDICE ...................................................................................................................................... 1
2. INTRODUCCION..................................................................................................................... 2
3. EL SISTEMA PENITENCIARIO PERUANO .................................................................... 3
3.1. Definición ........................................................................................................................... 3
4. ESTABLECIMIENTO DE PROCESADOS........................................................................... 4
4.1. Procesados constituyen el 65% de la población total de internos. ................................ 4
5. ESTABLECIMIENTO DE SENTENCIADOS. ..................................................................... 5
5.1. La dignidad de la persona humana como fundamento de este derecho. ...................... 5
5.2. El derecho a un ambiente adecuado y los fines de la pena privativa de libertad. ....... 6
5.3. ¿Que considerar como un “Establecimientos adecuado”? ............................................ 8
6. ESTABLECIMIENTO DE MUJERES ................................................................................. 12
6.1. Normativa ........................................................................................................................ 12
6.2. Cuidado especial .............................................................................................................. 13
6.3. Programas ........................................................................................................................ 13
7. ESTABLECIMIENTO ESPECIALES.................................................................................. 14
7.1. Los informes publicados por la Defensoría del Pueblo: .............................................. 15
7.2. Legislación nacional e internacional aplicable ............................................................. 15
7.3. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de las Nacionales Unidas .......... 16
7.4. Hechos relevantes y principales actuaciones de la Defensoría del Pueblo ................. 16
8. CONCLUSIONES ................................................................................................................... 23
9. REFERENCIA BIBLIOGRAFICO ...................................................................................... 24

1
2. INTRODUCCION
A lo largo de este tiempo se ha implementado un régimen penitenciario excepcional
que se ha venido ampliando progresivamente y que se aplica indistintamente a procesados y
condenados tal régimen atenta contra la dignidad de las personas , al establecer un trato
cruel e inhumano , como es el confinamiento solitario y la existencia de centro penales en los
que le supervivencia humana resulta sumamente difícil tal sistema penitenciario a una clara
intencionalidad política y no al azar o a la ausencia de recursos económico

Tal es así que nuestro sistema penitenciario fue creado como sustito humanitario de la
capital, la deportación y diversos castigos corporales y es el fruto de la ilustración Europa,
por lo que surgió como una alternativa ante castigos más severos
Durante más de doscientos años este sistema ha sido virtualmente el centro de la política
penal.
En las últimas décadas se controla la atención sobre el modelo de capacitación y
enseñanza, poniéndose énfasis en el desajuste del delincuente, como causa principal de la
criminalidad. Por ello se buscó a través del aprendizaje de un trabajo útil su posterior
reintegración en la convivencia social de una manera digna, reduciéndose así los factores
criminológicos que lo pudiesen llevar a la reincidencia.

Hoy sin olvidar lo que hay en todo esto de positivo, pero tomando el condenado seque
siendo una persona, sujeto de derecho y deberes, se busca estimular su sentido de
responsabilidad

Ello permite que, concienzuda y responsablemente, el sujeto utilizar sus propios


reservas morales, no se halle nuevamente en disposición de delinquir
Así, la presente monografía se encuentra organizada por un capitulo, donde se desarrolla
cada punto importante para resolver nuestras dudas sobre sistema penitenciario

2
3. EL SISTEMA PENITENCIARIO PERUANO
3.1. Definición
El sistema penitenciario es la organización penitenciaria adoptada por un país
determinado destinada a la ejecución de las sanciones penales.
Por otra lado, se entiende por sistema penal, al conjunto de instituciones y sus
actividades , que intervienen en la creación y aplicación de normas penales, concebidas
estas en su sentido más extenso
El sistema penal es entonces, la parte del control social institucionalizado, que contiene
un discurso punitivo
Para su funcionamiento, dispone de distintas agencias, como la institución policial,
poder judicial, y la administración penitenciaria que se encuentra delimitado por medios
normativos como leyes orgánicas, código penal, código procesal, código de ejecución penal,
entre otras.
Por lo consiguiente, en reiterados informes formulados por organizaciones de derechos
humanos tanto nacionales como internacionales han señalado que la prisión ha sido nada
más que el depósito de hombres que lejos de proteger los intereses de la sociedad, no hace
mas que relegar a ciertos miembros de la sociedad, consignándolos a una especie de olvido.

Según altaman “las practicas meramente represivas solo conduce al deterioro físico,
moral y psíquico de los recursos”. Tarde o temprano el delincuente privado de su libertad
tendrá que reintegrarse a la sociedad de la que fue separado, por lo que no es difícil poder
avizorar, (…) , que lejos de ganarse una batalla, se ha perdido toda la
guerra”(altaman,2010,P.45)
El Instituto Nacional Penitenciario es un Organismo Público Ejecutor del Sector
Justicia, rector del Sistema Penitenciario Nacional, con personería Jurídica de derecho
público y con autonomía económica, técnica, financiera y administrativa. Forma pliego
presupuestario y se rige por el Código de Ejecución Penal y su Reglamento

3
4. ESTABLECIMIENTO DE PROCESADOS
Bueno el marco del nuevo Código Procesal Penal, Defensoría del Pueblo promueve
debate sobre la aplicación de la prisión preventiva en el Perú.

4.1. Procesados constituyen el 65% de la población total de internos.


Uno de los principales problemas que ha detectado la Defensoría del Pueblo en
reiterados informes sobre el sistema penitenciario en el país, es el alto porcentaje de internos
en calidad de procesados (un promedio del 65% de la población penitenciaria), que constituye
un factor importante de la actual sobrepoblación existente y a su vez genera un clima de
incertidumbre entre los internos para conocer la situación de sus procesos.

La aplicación desproporcionada de la prisión preventiva constituye, además, un serio


contraste con la orientación establecida en la jurisprudencia de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos y el propio Tribunal Constitucional, que inciden en señalar que debe
hacerse un uso proporcional y adecuado de esta medida coercitiva.

En razón de ello, constituye una interesante propuesta las nuevas instituciones y


mecanismos que contiene el Nuevo Código Procesal Penal, como la instauración de una
audiencia previa a la determinación de toda medida restrictiva de derechos, en donde la
fiscalía y la defensa deben debatir cada uno de los requisitos para que esta medida se
implemente.

Al respecto, un Estudio relacionado con las audiencias de prisión preventiva en el


marco del Nuevo Código Procesal Penal, elaborado por el Centro de Justicia para las
Américas (CEJA), que se ha presentado en eventos públicos que viene organizando la
Defensoría del Pueblo y el Ministerio de Justicia en Lima, Piura, Chiclayo y Cusco,
constituye un significativo avance que contribuye a determinar si efectivamente la reforma
está dando como resultado un uso adecuado de esta medida.
En ese sentido, el Estudio presenta una visión panorámica sobre cómo se solicita y
decide la prisión preventiva en el marco de la reforma procesal, a partir del estudio del
desempeño de los fiscales, jueces y defensores públicos y privados en las audiencias orales.

4
Dentro de los resultados de la investigación se encuentran interesantes novedades, entre
ellas, la determinación del juez de la aplicación o no de la prisión preventiva, basada en la
información proporcionada por las partes en la audiencia. Asimismo, los criterios judiciales
respetan en gran medida las disposiciones normativas, ateniéndose por lo tanto al
cumplimiento de los requisitos señalados en el Nuevo Código Procesal Penal.

Por otro lado, el Estudio revela que la Defensoría Pública viene ejerciendo un rol muy
importante en el control de la aplicación de la prisión preventiva, coadyuvando
indirectamente al mejoramiento del sistema de justicia penal.
En términos generales, los hallazgos dan cuenta de un buen nivel en la calidad de las
fundamentaciones fiscales así como en la contradicción ejercida por la defensa y la decisión
judicial, pero existen espacios o temas donde es necesario incidir con la capacitación de los
operadores.

El objetivo de la aplicación racional y adecuada de la prisión preventiva se viene


cumpliendo, lo que implica una reducción de la población penitenciaria procesada.
Asimismo, el Código busca garantizar los derechos de las víctimas o personas que resultan
agraviadas de un ilícito penal.
Es de esperar que estos resultados iniciales se consoliden y, por ende, que el nuevo
proceso penal pueda cumplir adecuadamente con el respeto de los derechos de todos los
ciudadanos, tanto de los sometidos a un proceso judicial como de las víctimas o agraviados.
(Sánchez, 2010).

5. ESTABLECIMIENTO DE SENTENCIADOS.1
5.1. La dignidad de la persona humana como fundamento de este derecho.
En Resumen veremos que el Artículo 1° de nuestra Constitución consagra que la
defensa de la persona humana y su dignidad, constituye el fin supremo de la sociedad y del

1
El autor es Comisionado del Programa de Asuntos Penales y Penitenciarios de la Defensoría del Pueblo,
Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Egresado de la Maestría en Derecho con mención
en Derecho Constitucional de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Especialista en Argumentación
Jurídica por la Universidad de Alicante. España. Autor de diversas publicaciones.

5
Estado, en virtud de tal disposición, todo acto o acción debe procurar su protección y
desarrollo.

Para Truyol y Serra, la dignidad humana es el valor fundente de los derechos humanos;
““Decir que hay derechos humanos o derechos del hombre en el contexto histórico - espiritual
que es nuestro, equivale a afirmar que existen derechos fundamentales que el hombre posee
por el hecho de ser hombre, por su propia naturaleza y dignidad; derechos que le son
inherentes y que, lejos de nacer de una concesión de la sociedad política, han de ser por ésta
consagrados y garantizados”2

Si bien, esta el concepto anotado se corresponde a la una de las posiciones justificantes3


de los derechos humanos (ética), el concepto de dignidad personal se extiende a los mas
importantes instrumentos internacionales.

La dignidad constituye una categoría que no excluye, por ningún motivo o


circunstancia, a ningún ser humano. Por tanto, la protección jurídica que de ella emana, se
extiende a los detenidos o encarcelados, sin importar las razones hechos que originaron tal
condición.
La privación de libertad, no implica que otros derechos daban sufrir menoscabo, pues
ello solo es posible por orden judicial motivada. Cabe señalar, que la propia condición de
interno puede desbocar en limitaciones aceptables a algunos derechos como el pleno contacto
familiar, votar y ser elegido (en caso se sea sentenciado) y a mantener una vida familiar.
Desde el inicio de esta exposición, podemos señalar que las condiciones en que se
cumple la privación de libertad pueden resultar vulneradoras a la dignidad humana y
constituir una forma de tortura o trato inhumano o degradante.

5.2. El derecho a un ambiente adecuado y los fines de la pena privativa de libertad.


De acuerdo a nuestra Constitución la pena privativa de libertad tiene por fin la
reeducación y la reinserción del penado a la sociedad. En tal virtud estas dejan ser un fin en

2
TRUYOL Y SERRA, Antonio. Los Derechos Humanos. Editorial. Tecnos. Madrid. 1979 p.11
3
Denominación utilizada entre otros, por Peces Barba 1989. Derechos Fundamentales. Editorial Latina
Universitaria. Madrid. 1980. p 101.

6
si mismas, para constituirse en un instrumento o medio de cambio de aquellos ciudadanos
que vulneren el pacto social plasmado en las leyes penales.
Nuestro Tribunal Constitucional estima que, los fines de la pena y el régimen
penitenciario (resocialización, readaptación y rehabilitación) son expresiones del principio
de “dignidad” por lo que se constituyen en un límite para el legislador penal. En el mismo
sentido, considera que por medio del señalado principio se “impide que los seres humanos
puedan ser tratados como cosas o instrumentos, sea cual fuere el fin que se persiga alcanzar
con la imposición de determinadas medidas, pues cada uno, incluso los delincuentes, debe
considerarse como un fin en sí mismo, por cuanto el hombre es una entidad espiritual moral
dotada de autonomía”4.

En la sentencia acotada, el Tribunal hace referencia también a la proyección del


principio de dignidad en el ámbito penitenciario, estableciendo que el mismo “comporta la
obligación estatal de realizar las medidas adecuadas y necesarias para que el infractor de
determinados bienes jurídicos-penales pueda reincorporarse a la vida comunitaria, y que ello
se realice con respeto a su autonomía individual, cualquiera sea la etapa de ejecución de la
pena”. El Colegiado sin embargo es claro en resaltar que la rehabilitación no tiene por fin
imponer al penado “una determinada cosmovisión del mundo ni un conjunto de valores que,
a lo mejor, puede no compartir”5.

Pese a que estimamos acertada la jurisprudencia citada, nuestro Tribunal no ha


evaluado aún la pertinencia de las que condiciones en que se busca cumplir con tales fines,
la realidad de nuestras cárceles contrasta con todo esfuerzo de resocialización posible.

Si un establecimiento penitenciario carece de condiciones mínimas de habitabilidad,


cual es el caso del penal de “Lurigancho” y de otras cárceles, la readaptación o reinserción
social es imposible, por el contrario la persona allí recluida vera mellada su dignidad
personal, segregándose aún más del núcleo de la sociedad que la ha relegado a tal situación.

4
Exp. N° 010-2002-AI/TC. Parágrafo 128.
5
Ídem, Parágrafos 130 y 131.

7
5.3. ¿Que considerar como un “Establecimientos adecuado”?
Según las normas nacionales e internacionales, el encarcelamiento no debe suponer
mayores padecimientos que los propios derivados de privación de libertad por tanto en los
establecimientos penitenciarios se debe:

 Evitar abusos físicos o psíquicos


A fin de proteger la vida e integridad de las personas privadas de libertad los
establecimientos penitenciarios deben prevenir, como primera prioridad, el hacinamiento6
pues es la principal causa de agresiones en el medio carcelario.
Todo penal debe mantener un espacio vital mínimo para cada interno, con suficiente
acceso de aire y luz. Para determinar de cuanto espacio debe disponer un recluso, será
necesario establecer primero el número de horas por día, que este permanecerá efectivamente
en celda, resulta lógico suponer que a mayor tiempo en celda corresponde también un mayor
espacio. Es conveniente, a mérito de preservar la salud de los internos, que las áreas de
reclusión cuenten con dimensiones apropiadas para el desarrollo de ejercicios físicos.

Cabe indicar, que el mantenimiento de altos niveles de población interna, pone en


riesgo también la salud de los allí recluidos pues, se es más susceptible de padecer
enfermedades contagiosas, como la Tuberculosis, Hepatitis o SIDA, son frecuentes también
los problemas de hongos y piojos.
La sobrepoblación origina problemas psicológicos y emocionales de gran magnitud
pues será imposible mantener un espacio propio o privado dentro del penal. Las continuas
disputas por el “territorio” impiden en la práctica el mantenimiento de relaciones sociales
adecuadas.

En virtud del derecho que analizamos, la administración penitenciaria se encuentra


obligada a corregir los eventuales problemas de hacinamiento, debiendo para ello utilizar
todos los recursos económicos y humanos con que cuente, no es posible justificar el
sostenimiento de esta situación en la carencia o déficit de los mismos.

6
Se produce cuando un penal supera el número de internos que, como máximo puede albergar.

8
 Proteger la salud de los reclusos7
Todo establecimiento penitenciario debe procurar que los internos gocen de una buena
salud física y mental; a su vez deberá proveer de una atención médica al nivel promedio del
brindado a la población en general8.
Según el Tribunal Constitucional “el derecho a la salud se proyecta como la
conservación y el restablecimiento de ese estado. Implica, por consiguiente, el deber de que
nadie, ni el Estado ni un particular, lo afecte o menoscabe”. En el mismo sentido anota que
este derecho exige por parte del Estado acciones concretas o “prestacionales”.

En el estricto ámbito penitenciario, este colegiado estima que “los reclusos (...) tienen
un derecho constitucional a la salud al igual que cualquier persona. Pero, en este caso, es el
Estado el que asume la responsabilidad por la salud de los internos; hay, pues, un deber de
no exponerlos a situaciones que pudieran comprometer o afectar su salud. Por esta razón, el
Instituto Nacional Penitenciario, como sector de la administración competente de la dirección
y administración del sistema penitenciario (...) son responsables de todo acto que pudiera
poner en riesgo la salud de los demandantes y debe, en consecuencia, proporcionar una
adecuada y oportuna atención médica. Asimismo, ante esta situación, el Estado debe tomar
las acciones apropiadas para el cese de la situación peligrosa (,..)”9.

En virtud de la jurisprudencia citada se desprenden para la administración penitenciaria


las siguientes obligaciones:
1. Todo establecimiento penitenciario debe contar cuando menos de un tópico,
debidamente equipado, a cargo de un staff médico que preste servicio las 24 horas.
2. En cada penal deben prestarse atenciones médicas periódicas y tratamientos de
urgencia. Es imprescindible que esté dotado de los medicamentos suficientes.
3. Debe procurase el mantenimiento de un entorno saludable (adecuado recojo de
desperdicios, no quema de basura, buen sistema de drenaje, etc.)10.

7
Principio 9° de los Principios Básicos para el Tratamiento de los Reclusos y reglas 22°, 25°,62° de las Reglas
Mínimas.
8
Exp. N° 1422-2002-HC
9
Según el artículo 7° de la Constitución Política del Estad y el artículo 12° del Pacto de Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
10
Reglas 10°, 12° y 13° de las Reglas Mínimas.

9
4. Debe evitarse la construcción de penales en zonas que por su ubicación geográfica
(gran altura, alejados de lugares poblados) y condiciones climáticas (extremas
temperaturas, peligro de inundaciones, derrumbes) pongan en peligro la salud de
los internos.
5. Deben evitarse los traslados, fuera del área habitual de residencia, de internos cuya
condición de salud sea particularmente grave (estragos severos de intervenciones
quirúrgicas, enfermedades crónicas degenerativas y enfermedades terminales) en
tales casos resultara conveniente evaluar la posibilidad de recibir la atención
medica especializada el lugar de traslado y la posibilidad real de los familiares de
acudir al nuevo lugar de detención.

 Permitir el sostenimiento de relaciones familiares11


En la sentencia del caso Challapalca el Tribunal Constitucional ha sostenido que la
localización de un establecimiento penitenciario no debe impedir el sostenimiento de una
fluida relación familiar por constituir esta parte del tratamiento reeducador y resocializador.
En virtud, de esta interpretación la administración penitenciaria debe facilitar el desarrollo
de las visitas familiares, removiendo limitaciones u obstáculos que no sean razonables o
proporcionados como el uso injustificado de locutorios, revisiones personales inadecuadas,
traslados inmotivados, etc.

 Facilitar la consecución de los fines de la pena


En consonancia a lo antes mencionado un establecimiento penitenciario debe ser
concebido, desde su diseño para la rehabilitación, por tanto deben priorizarse las áreas
destinadas al “tratamiento”, (talleres, aulas, bibliotecas, etc.) sobre las reservadas a
“seguridad” (torreones, tierra de nadie, celdas, etc.). Si la infraestructura de establecimiento
penitenciario no se encuentra acorde con el fin resocializador perseguido, se producirá desde
ya, una vulneración grave al derecho que venimos comentando.

11
Reglas 37° y 79° ídem

10
 Contar con el personal idóneo12
|Evaluar las solas condiciones de infraestructura de establecimiento penitenciario, para
estimarlo adecuado o no, desconoce el importante servicio público que desarrollan los
servidores penitenciarios nivel nacional.

Todo establecimiento penitenciario debe contar con el personal suficiente y adecuado


para el desarrollo de su función resocializadora, por tanto el mayor número de personal debe
cumplir funciones destinadas al tratamiento antes que a la seguridad.

La administración penitenciaria se encuentra obligada, en virtud de esta disposición,


de proveer a los penales del personal idóneo para el logro de sus fines. Las particulares
condiciones de trabajo afrontadas por los servidores penitenciarios obligan a elegir
cuidadosamente a sus posibles miembros.

Es pertinente ofrecer al servidor penitenciario un constantemente entrenamiento y


capacitación, debiendo su labor ser reconocida y estimulada. Es también menester asegúrales
un ingreso justo, acorde con la labor desempeñada.
El éxito de un centro penitenciario reposa fundamentalmente en el reconocimiento
pleno de los derechos del interno y del servidor penitenciario, no es posible aspirar a una
situación óptima desatendiendo esta realidad.

 Efectuar una adecuada clasificación y separación entre internos


Según el Código de Ejecución Penal toda persona conducida a un establecimiento
penitenciario debe ser clasificado y separado del resto de la población, respondiendo a
criterios legales allí esbozados.
Valga recordar que solo una adecuada clasificación permite la realización de efectivas
acciones de tratamiento, la propia seguridad de los internos exige agruparlos de forma
ordenada debiendo prestarse especial atención a los jóvenes reclusos pues la convivencia con

12
Reglas 46° y 49° de las Reglas Mínimas para el Tratamiento de reclusos y el Principio 18° de los Principios
Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de hacer Cumplir la
Ley.

11
internos mayores pone en grave riesgo su condición física y mental. La separación de internos
primarios de los que no lo son responde a la necesidad de evitar que los penales se conviertan
en un escuela del delito trastocándose totalmente el fin de la pena. (Torres, 1980).

6. ESTABLECIMIENTO DE MUJERES
El trato a las mujeres en prisión está establecido en las leyes internacionales y
nacionales. El Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) aplica la normativa en todo lo que les
favorece, ya que es una población considerada vulnerable.

En las cárceles del Perú están recluidas 4,887 mujeres que constituyen el 6% de la
población penal. De los 69 penales del país, solo 11 tienen población femenina, y otros 28
cuentan con ambientes separados para la reclusión de mujeres, constituyéndose en centros
penitenciarios mixtos. Para la Dirección General de Tratamiento del Inpe, las mujeres en
contexto de encierro cuentan con un marco legal internacional que determina acciones
conjuntas de los países miembros para mantener un trato igualitario, con oportunidades y
acceso a los servicios en las mismas condiciones que los varones.

Nos referimos a las Reglas de Bangkok, promovidas y aprobadas el 21 de diciembre


del 2010 por la Organización de las Naciones Unidas con el título de “Reglas de las Nacional
Unidas para el tratamiento de las reclusas y medidas no privativas de la libertad para las
mujeres delincuentes”.
Con ellas se visibiliza la problemática de esta población vulnerable y representa un
importante avance para reconocer las distintas necesidades e intereses específicos para las
mujeres privadas de su libertad.

6.1. Normativa
Hay dos situaciones propias en las internas que son de mucho interés y cuidado: el
embarazo y la convivencia con sus menores hijos.
Por ello, en el ámbito nacional, amparado en la Constitución Política del Perú (artículo
2 inciso 2) y la Ley N° 28983 de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, entre
otras normas, el Inpe recoge estas directrices y las aplica al contexto penitenciario.

12
6.2. Cuidado especial
El Código de Ejecución Penal establece que la edad de permanencia de un menor es
hasta los 3 años, lapso que conviven con sus madres al interior de los recintos penitenciarios,
teniendo derecho a su desarrollo integral que está amparado por ley. La Unidad de Estadística
del Inpe refiere que a la fecha hay 180 niños en cárceles para quienes existe un servicio
educativo mediante programas escolarizados y no escolarizados, con el apoyo del Ministerio
de Educación, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, universidades y organizaciones
sociales. También se ha logrado la capacitación de las internas para actuar como madres
cuidadoras de los niños, lo cual permite que las reclusas puedan estudiar o trabajar dejando
a sus hijos al cuidado de sus compañeras mientras van a sus talleres, propiciando asimismo
el acceso a los programas de estimulación temprana, alimentación adecuada y el respeto a
sus derechos fundamentales. Así, el INPE brinda un tratamiento humano a las mujeres
encarceladas y sus menores hijos, considerando siempre el principio del interés superior del
niño. Ese es nuestro compromiso.
Se vale, asimismo, de instrumentos normativos tales como el “Manual de
Procedimientos para el ingreso y egreso de los hijos menores de 3 años de las internas en los
establecimientos penitenciarios” (Inpe, 2010), la Directiva de “Atención integral y
tratamiento penitenciario para mujeres procesadas o sentenciadas en establecimientos
penitenciarios y Medio Libre” (Inpe, 2016) y el Decreto Supremo N° 006-2016-MIMP
“Protocolo Intersectorial entre el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables y el
Instituto Nacional Penitenciario para la atención oportuna de hijas o hijos menores de edad
de las madres internas en establecimientos penitenciarios”.

6.3. Programas
Materializado el aspecto normativo, se ejecutan programas, actividades y acciones
dirigidos a las mujeres.
En los centros penales regularmente se organizan campañas de salud para la atención
gineco obstétrica y prevención de enfermedades infectocontagiosas.
En el área de psicología se desarrollan terapias individuales y grupales que permiten a
las mujeres enfrentar la reclusión. Asimismo, se establecen protocolos de seguridad que
consideran las situaciones propias de su género para evitar suicidios y autolesiones.

13
En el área de servicio social se realizan diversas intervenciones para el fortalecimiento
de las relaciones con sus familiares, promoviendo su encuentro, mediante la realización de
visitas programadas tanto de sus parejas e hijos en el centro de reclusión de la interna.

La administración penitenciaria, del mismo modo, hace esfuerzos para involucrar a


más mujeres al trabajo con su política “Cárceles Productivas”, de la mano con la empresa
privada que les brindan capacitación y trabajo al interior de los penales. Ello les proporciona
ingresos para sostener a sus familias, son la mayoría de ellas responsables de la carga
económica del hogar.

En el ámbito carcelario, la educación es una herramienta del tratamiento penitenciario.


Es satisfactorio comprobar que los grados de analfabetismo se redujeron casi al 2% gracias
a los programas educativos aplicados en las cárceles.

Muchas mujeres completan su instrucción primaria y secundaria, incluso superior, con


el respectivo reconocimiento del Ministerio de Educación. Con todas estas acciones se ha
contribuido y dado valor a su autoestima, que en muchos casos estaba disminuida.
(LLANOS, 2018)

7. ESTABLECIMIENTO ESPECIALES
Gracias a la conformidad con el artículo 162° de la Constitución Política del Estado y
de la Ley Orgánica de la Defensoría del Pueblo, Ley Nº 26520, corresponde a la Defensoría
del Pueblo supervisar el cumplimiento de los deberes de la administración estatal y defender
los derechos constitucionales y fundamentales de las personas. Esta función constitucional
se desarrolla con especial atención en los grupos humanos que se encuentran en situación de
indefensión y particular vulnerabilidad, como las personas privadas de su libertad. Por ello,
en el marco constitucional descrito y en ejercicio de las funciones previstas en los artículos
9° y 16° de su Ley Orgánica, la Defensoría del Pueblo visita regularmente los
establecimientos penitenciarios del país para verificar las condiciones de detención de los
internos. Como resultado de estas visitas, la Defensoría del Pueblo remite a las autoridades

14
correspondientes informes con las recomendaciones que considera pertinentes para
garantizar los derechos de las personas privadas de libertad.

7.1. Los informes publicados por la Defensoría del Pueblo:


 "Arrepentidos Privados de Libertad" (agosto de 1997).
Primer informe sobre la "Situación del Establecimiento Penitenciario de Régimen
Ordinario de Lurigancho" (octubre de 1997).
"Visita a Internos Peruanos del Centro de Detención Preventiva de Arica, Chile"
(agosto de 1998). Primer Informe de "Supervisión de Derechos Humanos de Personas
Privadas de Libertad - 1997" (octubre de 1998), realizado en base a las visitas a 37
establecimientos penitenciarios llevadas a cabo durante 1997.
Segundo informe "Supervisión de Derechos Humanos de Personas Privadas de
Libertad 1998-2000" (junio del 2000), realizado en base a la visita de 42 penales a nivel
nacional, que albergaban al 80.93% de la población penal del país.
Informe sobre las condiciones de detención de personas nativas privadas de libertad -
2002.
Informe sobre condiciones de detención en el Establecimiento Penitenciario de
Máxima Seguridad de Challapalca - 2002, solicitado por la Presidencia del Tribunal
Constitucional a la Defensoría del Pueblo (Oficio N° 511-2002-SG/TC del 7 de agosto de
2002).
Segundo Informe Defensorial sobre condiciones de detención en el Establecimiento
Penitenciario de Régimen Común de Lurigancho - Octubre de 2002.

7.2. Legislación nacional e internacional aplicable


Para efectos del presente informe, la normatividad nacional e internacional aplicable
es la siguiente:
 Constitución Política de 1993;
 Ley Orgánica de la Defensoría del Pueblo (Ley Nº 26520);
 Código de Ejecución Penal (Decreto Legislativo Nº 654);
 Convención Americana sobre Derechos Humanos (OEA);

15
7.3. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de las Nacionales Unidas
Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos adoptadas por el Primer Congreso
de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado
en Ginebra en 1955;
Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los
Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley, aprobado por el Octavo Congreso de las
Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente del 7 de
setiembre de 1990;
Código de Conducta para Funcionarios Encargados de hacer Cumplir la Ley, aprobado
por Resolución ONU 34/169 del 17 de diciembre de 1979;
Declaración sobre la Protección de todas las Personas contra la Tortura y otros Tratos
o Penas Crueles Inhumanos o Degradantes (Resolución 3452 del 9 de diciembre de 1975);
Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles Inhumanos o Degradantes
(Resolución 39/46 del 10 de diciembre de 1984);
Decreto Supremo Nº 003-96-JUS, del 23 de julio de 1996, que aprobó el Reglamento
de Régimen de Vida y Progresividad del Tratamiento para Internos de Difícil Readaptación
procesados y/o sentenciados por Delitos Comunes;
El Decreto Supremo Nº 007-98-JUS del 4 de septiembre de 1998;
El Decreto Supremo Nº 003-2001-JUS del 19 de enero de 2001; y,
El Decreto Supremo Nº 006-2001-JUS del 23 de marzo de 2001.

7.4. Hechos relevantes y principales actuaciones de la Defensoría del Pueblo


a. El Establecimiento Penitenciario de Challapalca, inició su construcción el 8 de agosto
de 1996.
b. El 21 de mayo de 1997, comisionados de la Defensoría del Pueblo realizaron una
primera visita de supervisión al Establecimiento Penitenciario de Challapalca, a fin
de observar los ambientes donde se ubicaría a los internos. Como resultado de esa
visita se recomendó al Presidente del Instituto Nacional Penitenciario:
"no habilitar, implementar, ejecutar el traslado de internos y personal penitenciario al
establecimiento penitenciario de Challapalca, por los costos humanos, sociales,
materiales y económicos que podría generar y porque atentaría contra el proceso de

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readaptación y resocialización del interno que es el objetivo de la pena y del régimen
penitenciario propugnado por el Sector Justicia" 13.
Esta recomendación, se formuló a la administración penitenciaria en razón de que la
habilitación del Establecimiento Penitenciario de Challapalca, por sus particulares
características, constituía una amenaza a los derechos a la vida, integridad física y a
la salud de los internos, así como al derecho a la visita y al derecho de defensa que le
corresponde a toda persona privada de libertad, lo que contradice una política
penitenciaria que busca la readaptación, rehabilitación y reinserción del interno a la
sociedad, así como promover el binomio interno-familia.
c. El 29 de octubre de 1997 se realizó la segunda visita de supervisión, en la que se
constató la presencia de 50 internos que habían sido trasladados procedente de los
penales de La Capilla - Juliaca y Yanamayo - Puno. En esta ocasión, se exhortó a la
administración penitenciaria a no habilitar el tercer pabellón, porque el diseño de
construcción interior, atentaba contra el derecho de ocupar establecimientos
adecuados.
d. Como consecuencia de la puesta en funcionamiento del penal, diversos organismos
no gubernamentales de derechos humanos expresaron su preocupación por dicha
decisión. Así, el 21 de julio de 1997 Amnistía Internacional, denunció "posibles tratos
crueles e inhumanos de 110 internos en espera de ser trasladados al nuevo penal de
Challapalca, que según el Ministerio de Justicia, se encontraba en construcción, el
mismo que se hallaba a 5,000 m. s. n. m."14.

e. El 25 de septiembre de 1997, familiares de internos del penal de Challapalca se


constituyeron en las oficinas de la Defensoría del Pueblo a fin de solicitar nuestra
intervención ante las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario -en adelante
INPE-, para que no se tomaran represalias contra los internos trasladados a dicho
penal, se realizara una visita de supervisión y se intercediera ante el Ministro de

13
Documento DP-DA-97-098 del 30 de mayo de 1997 remitido al Presidente del Instituto Nacional
Penitenciario.
14
Acción urgente de fecha 21 de julio de 1997, de Amnistía Internacional con sede en Palmera, 15-28029
Madrid España. Documento externo AU/224-97.PERU.

17
Justicia para que dichos internos sean trasladados a un establecimiento penal cuyas
condiciones no atenten contra su vida e integridad.
Las peticiones mencionadas señalaban que las condiciones de habitabilidad de dicho
establecimiento penitenciario afectaban la salud de los internos, derecho fundamental
protegido por el artículo 76° del Código de Ejecución Penal, que contempla la
obligación de la administración penitenciaria para la prevención, promoción y
recuperación de la salud. De la misma manera, la ubicación geográfica y las
dificultades de acceso al penal restringía el derecho de visita, previsto y regulado en
el artículo 38° del mismo cuerpo de normas, como elemento resocializador y de apoyo
material para satisfacer las necesidades de los internos.
f. En el Primer Informe Anual de la Defensoría del Pueblo ante el Congreso de la
República (1996 - 1998), se señaló que: "Mención especial merece la construcción
del penal de Challapalca y su habilitación para presos comunes, ocurrida en el período
cubierto por el presente informe. Como se da cuenta en los capítulos precedentes, éste
se caracteriza por su extremo aislamiento y altitud, negando en la práctica el propósito
rehabilitador de la pena y el respeto a los derechos fundamentales del interno, lo que
motivó el consecuente pronunciamiento del Defensor del Pueblo. La situación debe
merecer, igualmente, atención y seguimiento por parte del Congreso"15
"(...) por la lejanía en que se encuentra y la dificultad para acceder al penal se
restringiría en la práctica el derecho de defensa de los detenidos. Asimismo, se vería
restringido el acceso de los familiares para la visita de los internos, dado los costos
de traslado que se originarían por cada visita. Finalmente, dadas las condiciones
climáticas se pondría en riesgo el derecho a la salud de los internos, sin dejar de lado
que las condiciones del lugar pueden constituir una situación gravosa, equivalente a
un incremento de la pena no dispuesto en la sentencia ni previsto en la legislación
correspondiente (…). La Defensoría del Pueblo considera que el penal de Challapalca
debe cerrarse por afectar los derechos de los internos y que la ubicación es lo
suficientemente grave como para mantener en observación y seguimiento permanente
dicho penal"16.

15
3 Ibid. pp. 399.
16
Defensoría del Pueblo: Al servicio de la ciudadanía. Primer Informe del Defensor del Pueblo al Congreso de
la República 1996 - 1998. Perú. pp. 192 - 193.

18
g. En el Informe Defensorial N° 29 sobre "Derechos Humanos y Sistema Penitenciario.
Supervisión de derechos humanos de personas privadas de libertad 1998-2000", la
Defensoría del Pueblo señaló que la existencia y funcionamiento del Penal de
Challapalca, vulnera el principio de humanidad de la pena.
h. En atención a los pedidos de intervención, comisionados del Programa de Asuntos
Penales y Penitenciarios de la Defensoría del Pueblo realizaron, desde su habilitación
y funcionamiento, periódicas visitas de supervisión al Establecimiento Penitenciario
de Challapalca.

Las fechas y número de internos5 verificados durante las vistas de supervisión fueron:
 21 de mayo de 1997 (en construcción)
 29 de octubre de 1997 (50 internos)
 27 de abril de 1998 (97 internos)
 28 de octubre de 1999 (151 internos)
 25 de setiembre del 2001 (79 internos)
 23 de diciembre del 2001 (69 internos)
 25 de mayo del 2002 (105 internos)
 13 de diciembre del 2002 (46 internos)6
i. A propósito de estas supervisiones, la Defensoría del Pueblo formuló diversas
recomendaciones a la Dirección General de Tratamiento y a la Presidencia del INPE
centradas en los siguientes aspectos:
 Infraestructura.- No utilizar el tercer pabellón del penal denominado "el gallinero",
por cuanto su diseño e infraestructura son aún más críticos que los dos anteriores
(revestido internamente de barrotes de acero que acentúan las bajas temperaturas).
Subsanar los problemas de filtración que presenta el penal y modificar el diseño
arquitectónico de las ventanas de los pasadizos para permitir el ingreso de luz natural.
 Salud.- Mejorar el servicio de atención de salud, incrementándose el número de
profesionales, la dotación de medicinas, instrumental quirúrgico e insumos de análisis
químicos, así como la asignación permanente de una ambulancia para traslados en
casos de emergencia.

19
 Alimentación.- Incrementar el presupuesto para mejorar la calidad y cantidad de los
alimentos y la designación de un profesional en nutrición.
 Visita.- Flexibilizar los criterios de revisión y ampliar los días y horas de visita para
los familiares, debido a las dificultades que implica el traslado desde sus lugares de
origen.
 Agua y electricidad.- Realizar procesos de potabilización del agua y ampliación de
horas de suministro de energía eléctrica.
 Tratamiento.- Implementar talleres para actividades laborales y educativas.
 Integridad física.- Realizar el inmediato traslado de internos con problemas de salud
o de avanzada edad a otros penales.
 Régimen Penitenciario.- Implementar políticas de flexibilización del régimen
penitenciario (ampliación del tiempo de permanencia en el patio y facilitación de
materiales de lectura).
 Traslados.- Se respete la permanencia temporal y se disponga el traslado a otros
penales por progresión en el tratamiento.
Asimismo, se recomendó al Ministerio Público visitas periódicas a fin de verificar las
condiciones de detención de los internos e investigar denuncias por supuestos maltratos.

De todas las recomendaciones formuladas, muy pocas fueron atendidas, verificándose


por parte de la administración penitenciaria resistencia absoluta frente a aquella que consistía
en la clausura del Penal de Challapalca, y poca disposición y colaboración para mejorar las
condiciones de detención.
No obstante las recomendaciones orientadas a la flexibilización del régimen
penitenciario, la posición institucional de la Defensoría del Pueblo se ha orientado por un
proceso que culmine con la clausura del E.P. de Challapalca, decisión que no ha sido acogida
por ninguno de los Presidentes del Instituto Nacional Penitenciario y Ministros de Justicia,
incluida la actual gestión.
j. Así, mediante Oficio N° DP-2002-566 de fecha 9 de agosto del 2002, la Defensoría
del Pueblo expresó al Ministro de Justicia su preocupación por la existencia y
funcionamiento del Establecimiento Penitenciario de Máxima Seguridad de
Challapalca, recomendando en consecuencia la necesidad de revisar, a la luz de los

20
presupuestos de un Estado social y democrático de Derecho, la continuidad operativa
del citado penal y la posibilidad de su clausura definitiva en el mediano plazo.
k. Mediante Oficio Nº DP-2002-573 de fecha 15 de agosto de 2002, la Defensoría del
Pueblo remitió, a solicitud del Tribunal Constitucional, un informe documentado
sobre las condiciones del penal de Challapalca, en el cual señalamos que la reclusión
de internos en el citado penal afecta los derechos a ocupar un ambiente adecuado, el
derecho a la integridad personal, el derecho a la dignidad humana, el derecho a la
defensa y el derecho a la visita familiar.
De otro lado, si bien es cierto, que durante el régimen transitorio del Presidente
Valentín Paniagua no se adoptó la decisión de clausurar el penal, se convino en la
necesidad de reducir sensiblemente su población, reservándose el ingreso sólo para
casos de extrema gravedad y por breve periodo (en julio del 2001 el penal llegó a
albergar a 43 internos)
l. Sin embargo, a partir de noviembre de 2001, el penal de Challapalca fue utilizado
nuevamente con mayor énfasis para recluir a internos comprometidos directa o
indirectamente con trasgresiones al régimen disciplinario o alteraciones del orden
interno en los establecimientos penitenciarios del país.
m. Actualmente el penal de Challapalca tiene 40 internos provenientes en su mayoría de
Lima y Trujillo. Los delitos imputados a estos internos son generalmente contra el
patrimonio y terrorismo.
n. El 11 de febrero de 2002 se publicó en el diario oficial El Peruano la sentencia
expedida por el Tribunal Constitucional, que resuelve la demanda de habeas corpus
interpuesta a favor de Juan Islas Trinidad y otros internos del penal de Challapalca,
contra el Ministro de Justicia, Ministro del Interior y Presidente del INPE, a fin de
que se disponga el cese del aislamiento, incomunicación y las condiciones
humillantes, degradantes e inhumanas de reclusión de treinta y cuatro internos
trasladados al Establecimiento Penal de Challapaca, y se ordene el retorno a su lugar
de origen, el Establecimiento Penal "Miguel Castro Castro" de Lima. El Tribunal
Constitucional declaró fundada en parte la demanda, y ordenó que el Instituto
Nacional Penitenciario traslade a los reclusos cuyo precario estado de salud,
clínicamente comprobado por la entidad oficial pertinente, no permita que continúen

21
en el Centro Penitenciario de Challapalca, a cualquier otro establecimiento penal del
Estado. Asimismo, ordena que al resto de la población penitenciaria se le proporcione
adecuada atención médica y que se facilite el transporte de los familiares cuando
menos con periodicidad quincenal. (PERALTA, 2003).

22
8. CONCLUSIONES

1. La constitución política señala:”Articulo139- son principios y derechos de la función


jurisdiccional (…) inc. 22 el principio de que el régimen penitenciario tiene por objeto
la reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad” .al respecto
es responsabilidad de los funcionarios del poder judicial, ministerio público, INPE,
entre otras instituciones, coordinar acciones tendientes a la rehabilitación del interno,
en aras de cumplir con la propuestas legislativa, y, fundamentalmente, que cada de los
miembros de la sociedad, afirmen su confianza en estas situaciones tutelares del
estado, que hasta hoy no ofrecen ningún credibilidad ni confianza en el tratamiento
penitenciario y pos penitenciario.

2. Esta desconfianza generada en la sociedad, también es responsabilidad de los


profesionales multidisciplinarios que trabajan para el INPE, solo desatienden a los
internos, alegados la falta de infraestructura, pero el problema fundamental es que ellos
no quieren reconocer la falta de mística, pre disponibilidad y conciencia para el
cumplimiento de los objetos que los funcionarios y servidores penitenciario deben
llevar en las venas, orientados en la realización y cumplimiento de un adecuado
tratamiento, basándose en el tipoy nivel del delito cometido por el sentenciado y
procesado.

3. El sentenciado y procesado requiere, en primera ratio de motivación e incentivación, y


la dación de esas técnicas corresponden a los profesionales multidisciplinarios, siendo
su exclusiva responsabilidad conducirlo al tratamiento que requieren, y cuando
adquieren su anhelada libertad, se sienten convencidos de los quehaceres éticos que
van a desarrollar y en adelante serán útiles a su familia y la sociedad

23
9. REFERENCIA BIBLIOGRAFICO

LLANOS, C. D. (2018). Tratamiento de mujeres en los establecimientos. Abogado. Tercer miembro


del Consejo Nacional Penitenciario.

PERALTA, W. A. (2003). INFORME SOBRE EL ESTABLECIMIENTO PENITENCIARIO DE RÉGIMEN


CERRADO ESPECIAL DE CHALLAPALCA.

Sánchez, L. F. (2010). Comisionado del Programa de Asuntos Penales y Penitenciarios.

Torres, P. C. (1980). El derecho de los reclusos y sentenciados a ocupar establecimientos. Breve


comentario al Artículo 139° inciso 21.

Herrera, J. (2005).Derecho penitenciario. (2ed). Lima: hecho en el depósito legal.


Quispe, L. (2001). Disciplina penitenciaria. (1ed). Lima: autor.
Rosa, W. (1998) situación actual de la ejecución penal en el Perú.(3ed).lima: asociación
grafica educativa.
Ramos, A. (2010). Derecho De Ejecución Penal Y Ciencia Penitenciaria. (4 Ed.) Lima:
Priented In Perú

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