Vous êtes sur la page 1sur 15

CAPITULO 5: FERNANDO SERGIO MARCELO MARCOS BELAÚNDE TERRY

5.1 Vida

 Nació en Lima el 7 de octubre de 1912.


 Fue un arquitecto, estadista, político.
 Además, Presidente del Perú en dos mandatos no consecutivos: de 1963 a 1968 y
de 1980 a 1985.
 Falleció Lima el 4 de junio de 2002.
5.2 Su primera elección

Tras su frustrada carrera parlamentaria, retorno con ahínco a las actividades académicas, en los 8
años siguientes Belaúnde elevó su voz en diversas ocasiones para denunciar la dictadura de
Odría y su artimaña electoral de 1950 para legitimarse en el poder.
En 1956 lanzo su postuló a la elección presidencial de 17 de junio de ese año con la agrupación
Frente de Juventudes Democráticas, una organización de estudiantes universitarios, fundadas el 6
de agosto de 1955.Empezó su gira proselitista viajando por todo el Perú, “villorio por villorio”,
como él decía. En dos meses realizó más de un centenar de giras y mítines, muchos pueblos
veían por primera vez ese tipo de manifestaciones políticas y casi todos, también por primera
vez, a un candidato a la presidencia de la República.

“Nuestro recorrido por el Perú fue edificante. Todavía recuerdo las multitudes en nuestras

ciudades serranas, ataviadas con el poncho campesino...Los pueblos alegres y festivos,

impresionados por unos jóvenes que viajaban sin protección y con escasos soles... “ .

Fuente: Revista “Etecé”, Nº 99

Belaúnde se hallaba en Cajamarca y el 30 de mayo fue avisado que su candidatura había sido
rechazada por el Jurado Nacional de Elecciones, su pretexto de que no estaban las “20 mil firmas
exigidas”. De inmediato retornó a Lima y el 2 de junio encabezó una manifestación en la calle
Tarapacá, sede del Frente Nacional de Juventudes. La gran manifestación política enrumbó por el
jirón de La Unión. La intención era llegar hasta el Palacio de Gobierno. Dice según el relato del
periodista Humberto Castillo Anselmo:
“A la altura de la Plaza la Merced le sale al encuentro la entonces llamada tropa de asalto, con
sus caballos, sus bombas lacrimógenas y el recién estrenado ´rochabús´. Belaúnde y sus
seguidores siguen adelante a los gritos de ¡A Palacio! ¡A Palacio! Se produce el choque.
Llueven las bombas lacrimógenas. Se extiende la tensión. Muchas personas caen al suelo.
Hay heridos y contusos. Belaúnde trepa a una de las ventanas de la Plaza La Merced y lanza una
arenga. El clima es de violencia. Belaúnde da al Jurado Nacional de Elecciones un plazo de
media hora para que inscriba su candidatura presidencial. ´Si no lo hace- dice, decidido-
atacaremos Palacio con nuestros puños...´.
Belaunde logra su cometido, un patrullero con una bandera blanca en alto ingresa a la plaza para
anunciar que la candidatura había sido inscrita, el primer gesto de Belaúnde tras su primer gran
triunfo fue:
“Triunfamos en la vía y, una semana de spués, el 8 de junio de 1956, se realizó la

gran manifestación de gratitud en la plaza de San Martín. Victoriosos en la calle, el gobierno

se las arregló para manejar la burocracia electoral, especialmente en las regiones apartadas...

¡No llegamos al gobierno, pero sí al corazón del Perú!”.

El 1 de junio de 1956, en su primer envite presidencial Belaúnde obtuvo el 36,7% de los votos
contra el 45% de Prado Ugarteche, un resultado tanto más meritorio cuanto que el ex presidente
recibió el apoyo del proscrito partido de Haya de la Torre, quien aceptó olvidar pasados
antagonismos a cambio del retorno a la legalidad tan pronto como Prado regresara al poder.
Belaúnde denunció haber sido víctima de un fraude y se aprestó a capitanear la oposición
parlamentaria al nuevo Gobierno, en el que iba a servir (1958) su tío Víctor Andrés, jurista y
diplomático eminente, como ministro de Relaciones Exteriores.

5.3 Primer gobierno (1363-1968)

 Durante estos años se vivió una época de notable bonanza económica.


 Se reflejó en la realización de una serie de obras de infraestructura (carreteras,
centrales hidroeléctricas, aeropuertos, etc.).
 De vivienda, además de una importante inversión en salud y educación, a los que
se destinaron la proporción más alta con respecto a los gastos públicos en la
historia del país.
5.3.1 Aspecto 1social

Su política social, tratando de combatir la desigualdad con la reforma agraria en 1964, buscando
solucionar los problemas de redistribución y la capacidad técnica requerida.
Se dio un crecimiento demográfico urbano por el movimiento migratorio de las urbes, que generaba el
sector terciario con lo que aparecía el sector informal, además se generó escasez de tierras en un
sector agrario debilitado que aumentaba aún más el crecimiento urbano.

5.3.2 Desarrollo económico

Entre 1963 y 1967, el Perú vivió una etapa de dinamismo económico y social sin precedentes. En
ese periodo, el Producto Bruto Interno tuvo un aumento relativo del 19%.
En el campo de la producción, la política del gobierno estuvo orientada a mejorar la situación del
agro y a acelerar la expansión de la industria, para lo cual, además, se impulsó un agresivo plan
de integración vial destinado a ampliar el mercado interno.
En el sector financiero, se aplicaron políticas para hacer asequible el crédito a las grandes mayorías.
De igual modo, se movilizaron recursos hacia bancos, mutuales y cooperativas para solucionar la
grave escases de viviendas.

5.3.3 Obras

 Se restituyeron las elecciones municipales


 Fernando Belaúnde Terry promulgó una Ley de Reforma Agraria, cuya característica
fundamental era promover la actividad agraria. Esa Reforma Agraria no legisló acerca
de la tenencia de la tierra,
 principalmente de los latifundios costeños y serranos, donde los campesinos eran
maltratados por la oligarquía como en tiempos de la Colonia.
 Por ley Nº 15.260 del 14 de diciembre de 1964 se normó y fomentó el
cooperativismo en el Perú.
 Se crearon las Corporaciones Departamentales de Desarrollo.
 Se elaboró un Plan Vial Nacional para la construcción de un sistema de vías de
comunicación.
 Se empezó a construir la famosa Carretera Marginal de la Selva
 Se amplió la Central Hidroeléctrica del Cañón del Pato.
 El gobierno de Fernando Belaúnde Terry también protegió la educación,
universalizando en las instituciones públicas o estatales la gratuidad de la
enseñanza desde la primaria hasta la universidad.
 Se restablecieron las elecciones municipales, devolviendo a los ciudadanos el uso de
todas sus facultades cívicas.

5.3.4 Crisis económica:

 La magnitud de las obras realizadas durante el primer gobierno de Belaunde se vio


mermada por una
 crisis económica que tuvo su origen en múltiples factores: la baja simultanea de
productos que
 proporcionaban divisas, el desequilibrio en la balanza de pagos, menores ingresos
fiscales, especulación y fuga de divisas, que hicieron inevitable la devaluación de la
moneda, el receso de la economía nacional y sucesivos cambios de gabinetes
ministeriales.

5.3.5 El golpe de estado de 1968

El 3 de octubre de 1968, a pocos meses de terminar su gobierno, Belaúnde fue derrocado por un
grupo de militares de tendencia socialista, liderados por el general Juan Velasco Alvarado
La “página once” fue el pretexto para el golpe; las razones verdaderas fueron evidentemente
otras, pues se sabe que desde mucho antes que estallara dicho escándalo el grupo de oficiales del
Ejército conocidos como los “coroneles nasseristas”

El 3 de octubre de 1968; a pocos meses de terminar su gobierno, Belaúnde fue derrocado por un
grupo de militares de tendencia socialista, liderados por el general Juan Velasco Alvarado

5.4 Segundo gobierno (1980-1985)

 Se pusieron grandes expectativas en el segundo gobierno de Belaúnde.


 Este de inmediato devolvió los medios de comunicación expropiados por los
militares a sus dueños y puso fin a la censura. Se auguró entonces una plena
restauración democrática.
 En 1981, se produjo un conflicto con Ecuador, por la ocupación de la zona
fronteriza en el nororiente peruano, de Paquisha (donde tropas ecuatorianas
habían montado un falso puesto ecuatoriano) cuya escalada se previno gracias a
una rápida acción militar y diplomática. Durante la Guerra de las Malvinas, fue el
principal aliado de Argentina contra el Reino Unido.

5.4.1 Largo destierro

Poco tiempo después de ser desterrado a Argentina, Belaunde se trasladó a Estados Unidos, país en el
que por varios años se dedicó a la docencia universitaria en Harvard y además fue conferencista
en muchas otras universidades norteamericanas.
En diciembre de 1970, mientas visitaba Washington, Fernando Belaunde recibió la triste noticia del
fallecimiento de su madre. De inmediato se trasladó a Lima, donde fue recibido por un nutrido
despliegue policial. La muerte de su madre había deprimido mucho a su padre, por lo que Fernando
Belaunde decidió acompañarlo por un tiempo. Sin embargo, durante la nochebuena de aquel año, fue
detenido, traslado al aeropuerto y obligado a abordar un avión con destino a Estados Unidos.
Dos años más tarde, en mayo de 1972, falleció su padre. Regresó entonces a Lima, pero
permaneció poco tiempo, por las presiones del gobierno militar para obligarlo a retornar al exilio.
Por fin, en el año 1978, en el gobierno de Francisco Morales Bermúdez, Fernando Belaúnde Terry
pudo regresar al Perú y visitar de nuevo todos sus pueblos.

5.4.2 Las elecciones de 1980: la reivindicación histórica.

En julio de 1977, el presidente de la República, general Francisco Morales Bermúdez anunció


un cronograma para la devolución del poder a un gobierno civil electo en 1980 y Belaúnde
decidió retornar al Perú, escéptico aún sobre los propósitos del Gobierno militar, prefirió
boicotear las elecciones del 18 de junio de 1978 a una Asamblea Constituyente, facilitando la
mayoría del APRA y convirtiendo al PPC en la primera fuerza representativa del centro derecha
peruano. Pero, una vez comprobado que los militares deseaban, efectivamente, abandonar el
Gobierno siempre que las autoridades civiles salvaguardaran su inmunidad contra eventuales
acciones penales, el veterano dirigente se sumó a la transición.
El 28 de julio Belaúnde, a la edad de 77 años, tomó posesión de la Presidencia con un mandato
quinquenal en una ceremonia de la que se ausentó el general Morales, lo que vino a simbolizar,
más que una transferencia de poder, la restitución del cargo del que el anciano estadista había
sido despojado 12 años atrás.
5..4.3 La crisis económica y el Fenómeno de El Niño de 1983

En su segunda administración, Belaúnde asumió con cautela la gestión de la pesada herencia del
régimen militar, que había dejado sumido al país en un formidable marasmo económico, sino en
la ruina, hizo frente a dos fenómenos conocidos en el país, temidos por sus consecuencias
negativas.
El primero fue la crisis económica, agudizada por un descontrol administrativo y cuyas
expresiones fueron la inflación, la recesión y el endeudamiento externo, para hacer frente a una
deuda exterior de 10.000 millones de dólares, un déficit presupuestario equivalente al 9% del
PIB y una inflación del 70% anual, se decantó por una política de subidas salariales moderadas y
alzas en los precios de los alimentos básicos y los combustibles hasta cuatro veces superiores.

“Habíamos dejado –d ice el arquitecto Belaúnde-en 1968, una deuda pequeña, que no

llegaba a 800 millones de dólares. Cuando regresamos, la encontramos magnificada, y, sólo

para el servicio de nuestro primer año, nos correspondía pagar 1 756 000 dólares; llegando al

fin del quinquenio, obligaciones de 8 202 000 dólares; ¡es decir, diez veces el monto de nuestra

deuda externa en 1968!”.

El segundo fue el Fenómeno de El Niño de 1983, que causó grandes daños en la zona de la costa
norte, principalmente en Tumbes, Piura, Lambayeque y Áncash, debido a las lluvias torrenciales
e inundaciones, destruyéndose poblados, campos de cultivo, puentes y carreteras. Una situación
climatológica contraria se presentó en la zona sureste del Perú, donde hubo una feroz sequía en
la meseta del Collao, matando miles de vacunos, ovinos y auquénidos y convirtiendo en
improductivas las tierras de cultivo. Las pérdidas se valorizaron en 900 millones de dólares, lo
que motivó, por añadidura, que el Producto Nacional Bruto (PNB) descendiera a una cifra
negativa: menos del 13 por ciento ( -13% en 1983).

5.4.4 Fin de Gobierno

En junio de 1983 Belaúnde declaró el estado de emergencia, por el agravamiento de la crisis


económica, la escalada terrorista de Sendero Luminoso, la multiplicación de los asesinatos políticos y,
finalmente, las calamidades naturales, lo que llevaba implícito la suspensión de garantías
constitucionales, y también solicitó al Congreso el restablecimiento de la pena de muerte para los
reos por delitos de terrorismo.
Todo esto produjo más inquietud por cómo las fuerzas de seguridad del Estado estaban desarrollando
las operaciones contrainsurgentes y contraterroristas, multiplicándose las denuncias de
conculcaciones masivas de los Derechos Humanos de población ci vil cogida entre dos fuegos.
En abril de 1984 se produjo una crisis de Gobierno con la dimisión del primer ministro Fernando
Schwalb López y la retirada del PPC de la coalición como protesta por la reluctancia de Belaúnde a,
tal como demandaba el FMI para refinanciar la deuda exterior peruana, extremar la austeridad
presupuestaria, ya que ello habría imposibilitado la ejecución de determinadas obras de desarrollo
vial, hidroenergético y urbanístico que el presidente consideraba imprescindibles para apaciguar las
tensiones sociales.
Entretanto, la violencia, subversiva y antisubversiva, alcanzaba niveles alarmantes.
No obstante tanta crispación, Belaúnde conservó unas formas flemáticas y mayestáticas que
reflejaban ecuanimidad y reflexión pausada, una medición de las palabras y los ademanes que le
hicieron acreedor del epíteto de Señor del gesto y algún comentario mordaz sobre si no lo habría
hecho mejor como "presidente de Suiza". Como en su primer período presidencial, evitó las salidas
anticonstitucionales y aseguró el funcionamiento del proceso democrático con la celebración
puntual de elecciones municipales, ausentes durante la dictadura militar. Ya en la primera
convocatoria, el 23 de noviembre de 1980, AP cayó al 35% de los sufragios, y en la segunda, el
13 de noviembre de 1983, el partido del presidente sufrió una derrota total, perdiendo las alcaldías de
todas las capitales departamentales, incluido el baluarte de Arequipa.
A comienzos de 1985 Sendero Luminoso seguía golpeando casi a capricho y la situación social y
económica era deplorable, con el dólar cotizando a 12.000 soles, la inflación en torno al 230%, la
deuda población activa. El Estado era insolvente ante sus deudores y el Gobierno incurrió de hecho en
la suspensión de pagos, si bien no llegó a declarar la moratoria de la deuda.
En tales circunstancias, no constituyó ninguna sorpresa el hundimiento de AP en las elecciones
generales del 14 de abril de 1985; en las presidenciales, el candidato oficialista, Javier Alva
Orlandini, viejo colaborador de Belaúnde, no pasó del 7% de los votos y fue vapuleado por el
joven aspirante aprista Alan García Pérez, por Alfonso Barrantes Lingán, de Izquierda Unida (IU), y
por Bedoya Reyes, mientras que en la Cámara de Diputados la representación acciopopulista se
recortó hasta los diez legisladores. Belaúnde transmitió la banda presidencial a García el 28 de
julio y fue automáticamente investido senador vitalicio en calidad de ex presidente
constitucional.

5.4.5 Obras

 Se devolvió a sus propietarios los diarios y estaciones de televisión y


radiodifusión expropiadas por la dictadura militar.
 Se promulgó una nueva Ley de Reforma Educativa
 Se restauró el origen democrático de las autoridades municipales
 Se reconstituyó Cooperación Popular
 Se crearon las Corporaciones de Desarrollo Departamentales (CORDES)
 Se fundó la Ciudad Constitución, en plena selva central, en el departamento de
Pasco
 Se inició la construcción de la Central Hidroeléctrica de Carhuaquero en
Lambayeque.

CAPÌTULO 6: JUAN VELASCO ALVARADO

6.1 Aspecto político

6.1.1 Modelo del gobierno

En 1968, se estableció el gobierno institucional de las Fuerzas Armadas, presidido por el militar
Juan Velasco Alvarado en representación de las instituciones militares. Este gobierno fue de corte
autoritario y verticalista, se condujo bajo la figura de la revolución, el corporativismo y la
democracia social; además, el nacionalismo y la antioligarquía. Como señala Cotler: “El
corporativismo funciona como un esquema de organización política donde se segmenta a las
clases sociales para integrarlas en organizaciones policlasistas de carácter “funcional”, impuestas
y controladas autoritariamente por el Estado, que les inculca una ideología de conciliación de
clases”.
De esta manera, se pretendió dejar de lado antiguos modelos de gobierno con partidos
tradicionales (considerados obstruccionistas) y organizaciones oligárquicas, ya que se
encontraban muy desprestigiadas, por lo que los militares señalaban que los civiles propiciaban
la ingobernabilidad; por lo que se buscó la revolución mediante el gobierno militar, para cambiar
estructuras que impedían reformas en favor de las clases bajas; además de dar fin al orden
oligárquico.
Es por ello, que se quiso hacer un cambio de la percepción social y las clases, ya que como
señala Peter Klarén, “En retrospectiva, el GRFA (Gobierno revolucionario de las FF.AA)
percibía que la desunión y el subdesarrollo constituían los principales problemas del país, siendo
sus causas la “dependencia externa” del capital extranjero y la “dominación interna” por parte de
una oligarquía poderosa”. Por ello, para el gobierno militar, el subdesarrollo no se debía a falta
de capacidad, sino a falta de oportunidades hacia una población históricamente relegada por la
oligarquía.
Bajo esta premisa, el gobierno militar, reivindicó a la patria a partir de la población
históricamente marginada. Para ello, se realzaron los valores nacionales mediante un discurso
nacionalista, con elementos como el quechua, el indigenismo, el campo y el Inca Túpac Amaru.
En este periodo, el Gobierno central tuvo un total manejo de decisiones a escala global, al punto
de gobernar sin un parlamento y únicamente bajo designio. De esta manera, se buscó fomentar la
participación de la ciudadanía abandonada, mediante propuestas como la Reforma Agraria de
1969, mediante la cual se expropiaron tierras y latifundios, lo que tuvo una severa connotación
política, ya que fue un golpe importante contra el sistema oligárquico; otras reformas fueron la
industrial, educativa y de prensa.
Cabe resaltar, que el gobierno militar ejerció la autodenominada revolución desde arriba, y tuvo
una posición crítica frente al comunismo y capitalismo, por lo que quisieron evitar grupos
guerrilleros marxistas y promovieron la Doctrina de Seguridad Nacional. A pesar de ello, se
practicó un capitalismo de Estado para la ejecución de las reformas, siendo el Estado el eje en los
distintos rubros.
En cuanto al carácter antioligárquico, se señaló que los gamonales eran una limitación para el
país, por lo que se incorporó a los campesinos para un trato más equitativo, para dar fin al
antiguo orden. Adicionalmente, se tuvo una mayor autonomía en cuanto al aspecto internacional.
Esto tuvo como resultado la expansión del órgano estatal, que se evidencia mediante la
intervención estatal en la vida económica y social, la creación de nuevos ministerios, entidades
públicas, empresas estatales y el ejercicio de la institucionalidad sin autonomía. Todo esto se
realizó, para cumplir una serie de objetivos: Remover causas estructurales de conflictos sociales,
redefinir el esquema de redistribución de riquezas, modernizar la economía y conectar al país.

6.2 Periodización del Gobierno de Velasco

6.2.1 1968-1970

Durante el inicio del gobierno de Velasco el objetivo era la distancia con la atracción
hegemónica que sería el signo distintivo del gobierno respecto a los anteriores. Aquí es posible
identificar dos tendencias: la primera es la criollización que hace referencia a tomar
las posiciones oligárquicas y defenderlas. Es una postura o un acriollarse cuando los caudillos
que tomaban el poder solían romper el estatus que, para luego acomodarse a los grupos de poder
y resultar defendiendo intereses particulares. La segunda postura es la radicalización que hace
referencia a los militares que radicalizaban sus posturas, alejándose del consenso. Lo que más
resalta es la posición nacionalista y anti oligárquica. La tendencia que logró mantenerse fue la
tenencia radical con Velasco en la Presidencia, la resistencia frente al poder de la IPC y el
emprendimiento de la reforma agraria.

6.2.2 1970-1974

El gobierno empieza a desarrollar diversas reformas sentando su legitimidad. Surge la tendencia


de la burguesía liberal (industrial y agroexportadora) que pretendía el final de los grupos
oligárquicos y podía optar por trabajar con el gobierno que estaba más cerca de practicar un
capitalismo de Estado. El conjunto de reformas conocido como Plan Inca saldrá en 1974,
mientras tanto el gobierno ejecuta ciertos cambios que son más el resultado de una lucha política
interna. De 1970 a 1972 es el periodo de mayor actividad del gobierno y, también, de conflicto
político. Primero la ejecución de la reforma agraria genera enfrentamientos con la burguesía,
sobre todo por la cooperativización de la costa. Después, la reforma industrial enfrenta las
protestas del sector burgués debido a la nueva Ley de Industrias que impone la Comunidad
Laboral y la separación de la industria básica para el Estado, así como, la reforma educativa y los
conflictos directos con la prensa.
6.2.3 1974-1975

El almirante Vargas Caballero pasa al retiro y con él toda la parte de la cúpula del gobierno que
tenía una tendencia conservadora y representaba a la burguesía liberal. Su salida también
significó la derrota de un proyecto político del reformismo liberal. Sin embargo, esta tendencia
luego regresaría con el fin del gobierno militar. Un signo de que seguía latente fue la reacción de
los oficiales de la Marina que con un fuerte espíritu de cuerpo se enfrentó al Gobierno por la
destitución de su jefe. Lo que demuestra la oposición de la Marina hacia Velasco es también el
inicio de una profunda crisis institucional que tuvo su centro en el manejo autoritario del
presidente y en el manejo de la movilización popular.
El desgaste del gobierno era visto por los empresarios desde fuera del juego político ya que no
tenían representantes, pero esperaban que dado que el espacio político se estrechaba se resolviera
solo. La conducción del proceso de revolución donde solo una cúpula gobernaba y no permitían
las infiltraciones impedía articular una apertura para la participación popular. La crisis
económica empujó al gobierno a medidas pragmáticas como reducir el consumo popular e
incentivar la inversión privada, además del aislamiento internacional con toda la represión
aumentó.

6.3 Aspecto económico.

6.3.1 La economía

El objetivo económico del Gobierno era el “promover a superiores niveles de vida, compatibles
con la dignidad de la persona humana, a los sectores menos favorecidos de la población,
realizando la transformación de las estructuras económicas, sociales y culturales del país.”12 Si
bien el gobierno de Velasco definió una nueva forma de Estado que poseía poder económico
efectivo, este seguía siendo dependiente del sistema capitalista. Ya que las reglas de juego del
capitalismo aún persistían en el sistema, los sectores industriales pudieron incrementar su poder
económico y conservar su capacidad de influencia.13
Para los militares el estancamiento económico se debía a la monopolización y mala distribución
de los recursos económicos que estaban a merced de los oligarcas y los inversionistas
extranjeros. El objetivo que se proponían era lograr un crecimiento que estuviera determinado
por exportaciones con valor agregado y mayor integración de la economía local. Las actividades
de las empresas extranjeras debían ser limitadas y reguladas, luego, la economía nacional podría
obtener ganancias de un modelo de sustitución de importaciones por productos intermedios, a
través del desarrollo de la industria nacional mediante el incentivo a la importación de bienes de
capital y la restricción de las importaciones de manufacturas.
El propósito de la reforma industrial fue lograr desarrollo industrial permanente, la autonomía
económica nacional significó que los industriales peruanos fueran los principales beneficiarios
del crecimiento industrial, así se dieron incentivos generosos a las industrias para alentar la
reinversión e importación de bienes de capital e insumos. La Ley General de Industrias dio a los
empresarios exenciones tributarias y protección en el mercado. Si antes de la nacionalización las
empresas públicas obtenían beneficios y pagaban impuestos, después de la nacionalización
dejaron de hacerlo, algunas ni siquiera integraron sus actividades al plan de desarrollo nacional.
Para 1975, el sector público era grande y estaba en bancarrota.
6.3.2 Reforma Agraria

En su discurso con motivo de la promulgación de la Ley de Reforma Agraria el 24 de


junio de 1969, el general Juan Velasco Alvarado precisó los objetivos de la misma, plasmados en
los considerandos de la ley. En uno de los pasajes enfatizó que la reforma agraria debería «poner
fin a un injusto ordenamiento social que ha mantenido a la pobreza y en la iniquidad a los que
labran una tierra siempre ajena y siempre negada a millones de campesinos» y que debía
cancelar los sistemas de latifundio, reemplazándolos «por un régimen justo de tenencia de la
tierra que haga posible la difusión de la pequeña y mediana propiedad en todo el país».
La reforma agraria se incluía en una propuesta estratégica más amplia: «la reorientación de los
recursos de capital hacia la industria…cuyo futuro depende decisivamente de la creación de un
cada vez mayor mercado interno de alto consumo diversificado», conscientes del «inevitable
destino industrial de nuestra patria».
La reforma agraria es considerada como la culminación de una larga lucha de los campesinos por
la tierra. El ideal que seguía era dar en propiedad a cada familia campesina un área de cultivo
que le sirviese para mantenerse y además producir para el mercado nacional. La aplicación
general de la reforma agraria consistía en estatizar las tierras más productivas; expropiar, repartir
y formar cooperativas con las tierras de importancia secundaria. La necesidad de mantener los
niveles de producción demandaba que tras la expropiación de las
tierras se continuara con las economías de escala, la parcelación
de las haciendas hubiera conducido a la ruina de una industria
agrícola.

La reforma llevada a cabo por


Figure 1 Faena agrícola en
Velasco fue más radical, rápida y
la sierra peruana, muchos de
avanzada que los planes de reforma
los Campesinos de esta región, sufrían
que habían sido previamente de discriminación y de explotación por
planteados por los partidos parte de los hacendados y gamonales.

políticos. Fue esa radicalidad la que


impactó en la capacidad de decisión campesina. En general, no se
tomó en cuenta la heterogeneidad de la situación en el campo, la
falta de una conciencia global campesina y la realidad cultural del campesinado donde las
relaciones de poder se habían naturalizado.

Figure 2 Cartel de la
dirección general de reforma
agraria y asentamiento rural
publicado por el Estado del
Perúdurante el gobierno de Juan

6.4 Aspecto social

6.4.3 La reforma de la educación

La reforma educativa fue dirigida por el general Alfredo Carpio Becerra. La educación fue
considerada como un factor decisivo para la consolidación de las reformas estructurales, para una
verdadera transformación de la sociedad era necesaria una reforma educativa. En tanto la
reforma educativa obedecía a las transformaciones sociales que quería llevar a cabo del régimen,
las metas de la reforma educativa estuvieron ligadas a la política nacional de desarrollo y la
orientación política estatal. Es así que se promulga la Ley General de Educación en 1972.
Desde el gobierno se hizo una crítica a los métodos tradicionales de enseñanza que reproducían
las relaciones de poder al poner énfasis en la superioridad cultural de grupos dominantes. Como
una transformación en la educación debía estar seguida por una transformación en la sociedad,
uno de los pilares de la reforma fue la democratización de la educación, orientado al beneficio de
la población indígena, al buscar mayor igualdad en el acceso a las oportunidades educativas.
Esta reforma creó en el Perú la educación inicial y especial, así como también el bachillerato
público y la enseñanza bilingüe para los quechua-hablantes, promoviendo la construcción de
escuelas en varias zonas del país. Los planteamientos de la reforma educativa fueron premiados
en su oportunidad por la Unesco El debate sobre la situación de la educación en el país se
expandió a la sociedad donde hubo una toma de conciencia sobre la ineficacia de las
instituciones educacionales.
La visión de la educación que se tenía en el gobierno incluía no solo al trabajo realizado en los
centros educativos, sino que se extendía a todo lo que influyera en la formación de individuos.
Así, hubo un énfasis en la necesidad de incorporar a la comunidad al proceso educativo, lo que
se vio reflejado en la creación organismos como los Núcleos Educativos Comunales, cuyo
principal motor era incentivar la movilización y participación popular en la educación. La
integración de la comunidad en los esfuerzos educativos iba más allá de la escuela, se veía la
obra educativa como una responsabilidad colectiva.
Aunque la reforma puso por primera vez a la educación como parte importante del discurso
político, no hubo una correspondencia entre la participación social planteada y la naturaleza de la
reforma educativa en cuanto no lograron consolidarse canales de participación fuertes. Además,
las medidas planteadas por la reforma tuvieron oposición tanto técnica como política. Sin
embargo, el legado dejado por la nuclearización educativa y los programas de educación formal
logró redefinir el papel de la educación en la sociedad.
6.5 Problemas en su gestión y fin de gobierno

Los problemas en el gobierno se dieron progresivamente, si bien se empezó a notar con el


incremento de la represión y autoritarismo, expresado en decisiones como la toma de los medios
o el control excesivo de la participación social, también tuvo que ver con las tensiones entre el
gobierno, las fracciones oligárquicas y la burguesía industrial, así como con el poco apoyo por
parte de su propio interior hacia el estilo de las reformas llevadas a cabo. Contreras y Cueto
mencionan que la Marina, el sector más conservador de las Fuerzas Armadas, representado por el
Almirante Vargas Caballero, hubiera preferido que el rol del gobierno fuera más moderado, ya
que defendían dentro de la cúpula militar, el reformismo liberal, lo cual generó constante tensión
puesto que tenían el apoyo de industriales, empresarios y ciertos diarios. De esta manera, según
Pease, el hermetismo militar se rompe, ocasionando contradicciones y enfrentamientos entre
ministros y consecuentemente una crisis institucional.
Posteriormente, inició la crisis económica, la cual, según Pease, no fue originada por las
reformas, sino por su “insuficiencia”, debido principalmente a la aplicación de una política
económica poco coherente. Si bien sus reformas estaban dirigidas a las propiedades y a su poder
intervencionista, siguió dependiente de la inversión privada y del crédito extranjero. De esta
forma, su deuda externa fue creciendo a medida que utilizaba aquella financiación en proyectos
de largo plazo. Por otra parte, gracias a una ampliación del mercado por la recuperación de los
salarios, la demanda de alimentos y bienes de consumo creció, generando una escasez debido a
la ineficaz respuesta del sector agrícola hacia la reforma. Esto tuvo como consecuencia el inicio
de la dependencia de la importación de alimentos. De la misma manera, la industria también se
había vuelto dependiente de los insumos y maquinaria importados, lo cual ocasionó presión en
las divisas.
La pobreza de los campesinos fue otro efecto no solo de la crisis económica, sino de la reforma
misma, generando para los últimos años de gobierno de Velasco invasiones de tierras para poder
“acelerar” la reforma y obtener finalmente mejores condiciones de vida.

Vous aimerez peut-être aussi