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LA HISTORIA

DEL
PENTECOSTALISMO
LATINOAMERICANO

Por Everett Wilson


CONTENIDO

Sección 1
Introducción 1
Campos en Llamas 5
Secretos del Avivamiento en Argentina 8
Los Evangélicos en el Tiempo de Perón 16
Movimiento Carismático en Latinoamérica 17
Los Neo-Pentecostales, Protestantismo en Guatemala 24
Ungidos Para la Cosecha del Tiempo Final 26
El Evangelio con Pan 37
Una Cosecha de Sorpresas 42
Informe de las Asambleas de Dios en Cuba 58
El Próximo Cristianismo: La Llegada del Cristianismo Global 64
¡Nace un Mensaje a la Conciencia! 66
¿Siervo o Dictador? 72

Sección 2
Introducción 93
La Iglesia Metodista Pentecostal de Ayer y Hoy 98
Yo Contemplé Su Gloria 136
México: Rodolfo C. Orozco 143
Puerto Rico: Juan Lugo 146
Memoria de Gunnar Vingren 160
María Atkinson: Pioneros de Pentecostés en México 169
Guatemala: Rev. José María Muñoz 202
Francisco Olazábal: Historia del Gran Caudillo Espiritual 212
El Testimonio de Luigi Francescon: un Pionero Pentecostal Italiano 217
Avanzando en la Crisis 220
Nacimiento de las Asambleas de Dios en el Estado de Tamaulipas 224
La Serpiente y La Paloma 235
Sección 3
Introducción 257
José María Rico: Renovación Social por el Nuevo Nacimiento 261
La Reforma del Machismo 263
Piedad: Un Estudio de Caso de la Praxis Pentecostal 270
El Pentecostalismo: La Religión Popular del Protestantismo Latinoamericano 294
Mujeres Pentecostales Chilenas 302
Cambios Económicos en el Perú 316
El Pentecostalismo: Su Capacidad de Transformación en Jalisco y Yucatán 321
Relación Entre la Deserción Protestante y los Tipos de Iglesia 332
Sección I.EL DESPERTAR PENTECOSTAL—EL DESARROLLO
DEL MOVIMIENTO DE LOS CINCUENTA HASTA EL AÑO 2000

¿Cómo se estalla un avivamiento?


El Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos. Hechos 2:47
Ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento 1 Cor. 3:7
Se ha puesto el nombre “el despertamiento pentecostal” a las décadas entre 1950
hasta el fin del siglo XX. Al final de la Guerra Mundial II, había pocos evangélicos en estas
repúblicas. Después de casi medio siglo sólo había menos de cincuenta mil pentecostales y
los evangélicos no llegaron a contar con más de 200.000 adeptos. ¿Cómo explicar la
explosión de nuevas iglesias y el entusiasmo de miles de personas afanosas de compartir su
felicidad por haber conocido al Señor por primera vez? Sería normal pensar que el
crecimiento del número de creyentes resultó del aumento en la cantidad de misioneros
enviados, principalmente desde Estados Unidos. Cuando fue difícil seguir el ministerio
misionero en China después de que los comunistas apoderaron del gobierno, las agencias
misioneras dirigieron su personal a nuevos campos, incluso a América Latina. Claro que el
número de misioneros incrementó notablemente, pero con el crecimiento de la comunidad
evangélica en los años subsiguientes, el ratio de personal misionero a los creyentes
disminuyó. De aún más importancia, fue claro que habían surgido un gran número de
nuevos grupos, iglesias y movimientos. El dinamismo de estos grupos se reconocieron
observadores solamente gradualmente. Al principio fue asumido que los grupos más
reconocidos, las denominaciones evangélicas más establecidas con muchos años de
experiencia, con fuertes instituciones educativos y un nivel profesional alto. Fue una
presunción que solamente los grupos con muchos recursos podrían efectuar los avances
deseados. La idea que grupos desconocidos, sin fuerte apoyo financiero desde el extranjero
y programas sofisticados para montar grandes campañas al orden de los evangelistas de
renombre.
Los pentecostales hicieron poco monto por las décadas de los sesenta y setenta.
Prejuicios contra personas a los márgenes de la sociedad y aversión a la adoración
exuberante en los cultos pentecostales resultó en la tendencia de pasar por alto el aumento en
las congregaciones y miembros. Pero no fue posible ignorar la pasión, la energía y la
intensidad de estos nuevos grupos. Sin querer admitirlo, los demás grupos tuvieron que
admirar a los “aleluías”. Pero a pesar de la tendencia de menospreciarlos, por los años de
los sesenta y setenta iban creciendo irreprimibles. En Guatemala, donde los pentecostales se
habían establecido entre los indígenas y la clase laboral de la ciudad, los demás evangélicos
prepararon celebrar el cincuentenario de su movimiento en 1982, sin incluir representantes
pentecostales. Pero los números revelaron otra historia. Con intensidad las iglesias de la
iglesia de Dios, Las Asambleas de Dios y el Príncipe de Paz persistían. Cuando según las
estimaciones un millón de guatemaltecos se reunieron en una exhibición masiva de apoyo

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evangélico.
Pero las cosas cambiaron y ya no podían los demás grupos menospreciar los
pentecostales; mientras tanto, las iglesias en todas las repúblicas seguían su extensión.
Dependiendo de las circunstancias, la iglesia en cada país demostró su capacidad de superar
el prejuicio, la indiferencia y el menosprecio. Los trastornos sociales, la migración a las
ciudades, los beneficios de mejor educación, el sentido de anomía, todos estos proveyeron
oportunidades para la extensión de la iglesia. No se puede pasar por alto la teología de
liberación, la cual dio promesa de recrear la sociedad para bien. Pero a pesar de la mucha
expectativa, las esperanza disminuyó poco a poco con la violencia y la decepción. En el
vacío, los pentecostales ofrecieron un mensaje de poder suficiente para superar los
obstáculos que, al parecer, condenó las masas a una vida precaria de inseguridad y miseria.
Las lecturas de esta parte tratan la experiencia de algunos grupos pentecostales y su
parte en el crecimiento del movimiento. Nadie pudo haber predicho cómo la iglesia iba a
extenderse, pero en maneras inesperadas el evangelio se creció hasta recibir el
reconocimiento de todo el mundo. Lo que sigue son algunas de esas historias que
demuestran lo sobrenatural del pentecostalismo.

Richard y Alva Jeffrey. “Campos en Llamas” (Fields Afire), Avivamiento en El


Salvador. Dallas, Texas: Voice of Healing, n. f.
Ricardo Jeffrey fue un evangelista del estado norteamericano de Arizona que exhibía
una pasión para el evangelismo en América Latina. En esta selección su esposa cuenta sus
experiencias en la República de El Salvador en el año 1955 cuando después de haber
fracasado en montar una campaña evangelística en la ciudad de Santa Ana en el año previo
se esforzó en la capital al año siguiente en el año siguiente. La señora de Jeffrey relata como
el Señor abrió paso para la predicación del evangelio a pesar de numerosos obstáculos. Hay
que tener presente que la obra pentecostal tuvo antecedentes desde la primera parte del siglo
XX y que ya existía una iglesia fuerte en el país. De hecho, el libro la Iglesia indígena (The
Indigenous Church) por fue basado en la experiencia del misionero pionero Rafael Williams
que colaboró con hermanos salvadoreños en establecer la iglesia en ese país. Sin embargo,
hasta ese entonces los hermanos habían encontrado mucha resistencia en establecer una
iglesia en la ciudad capital. Así, el relato de la campaña para la iglesia pentecostal tiene
mucha importancia. También, hay que recordar que el equipo incluía entre otros hermanos
el joven misionero Pablo Finkenbinder (hermano Pablo), quien se crió en Puerto Rico hasta
la edad de 16 años y quien empezó su ministerio de radio en Centroamérica.
Edward Millar. “Secretos del Avivamiento en Argentina”. Buenos Aires: Editorial
Peniel, 1999.
En el año 1945, después de laboriosos años sin mucho fruto los hermanos
pentecostales en Argentina hicieron los preparativos para una campaña evangelística,
solicitando la ayuda de un hermano del extranjero que había experimentado éxito en su
ministerio de orar por los enfermos. Cuando el evangelista canceló su visita, los hermanos
aceptaron su recomendación de aceptar un suplente, un casi desconocido Tommy Hicks. En
rumbo a Argentina, Hicks le preguntó a la azafata si por si acaso ella había oído de Juan
Perón—el famoso caudillo en ese entonces. Mientras tanto los hermanos habían hecho todo
posible para conseguir el reconocimiento de las autoridades para las iglesias evangélicas en

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el país sin éxito y las expectativas eran tenebrosas.
Santiago Canclini. “Los Evangélicos en los Tiempos de Perón”. Memorias de un
pastor bautista sobre la libertad de la religión en la Argentina. Buenos Aires:
Editorial Mundo Hispano, 1972.
Santiago Canclini era uno de los pastores argentinos en la vanguardia de la lucha
para conseguir la libertad de practicar su religión evangélica libramente. Este documento
indica la frustración de los hermanos evangélicos frente la oposición del régimen. Como
indica la selección, Canclini y sus colegas solamente se enteraron del impacto de la campaña
de Hicks cuando los artículos se publicaron en los diarios.
Samuel Berberian, “Movimiento Carismático en Latinoamérica” (1960-1980).
Guatemala: Ediciones Sam_Ber, 1983.
Samuel Berberán ha estudiado el movimiento neo-pentecostalismo desde sus
principios. Su tesis es que éste no es igual al pentecostalismo tradicional o “clásico” de los
grupos que ya tenían una historia de más de medio siglo en América Latina. Las diferencias
se encuentran prácticamente en sus doctrinas y prácticas, en sus orígenes dentro de grupos
evangélicos no pentecostales, en su ecumenismo e independencia, en la influencia que el
movimiento ha recibido desde grupos en los Estados Unidos y en sus actitudes hacia el
mundanalidad. A pesar de cambio en la evolución de los dos movimientos, Berberián nos
ayuda ser sensibles a las diferencias que todavía puedan distinguir los dos.
Virginia Garrard- Burnett, “Los Neo-Pentecostales, Protestantismo en Guatemala”.
Austin: University of Texas Press, 1998.
Virginia Garrard-Burnett ha dedicado muchos años a la investigación de los grupos
protestantes en Guatemala y entiende la relación entre estos grupos que tienen una historia
de más de un siglo en el país con los gobiernos y algunos elementos de la clase alta. Su
análisis no ayuda comprender algunos de los sucesos del gobierno bajo José Efaín Ríos
Montt y Serrano Elías y el crecimiento rápico de los grupos neo-pentecostales.
Julio César Ruibal, “Ungidos Para la Cosecha del Tiempo Final”. Miami: Editorial
Vida. 1999.
Julio César Ruibal era un universitario boliviano estudiando en Estados Unidos
cuando conoció a la evangelista Catalina Kuhlman. Regresó a Bolivia durante un tiempo
tenso en su patria. Según los diarios de La Paz, sus cultos inspiraron a miles de bolivianos
que respondieron al mensaje de esperanza que Julio César presentó. Este trozo de su libro
explica algunos episodios de su ministerio. Por fin pasó a Medellín donde, después de
establecer una iglesia en esa ciudad, murió asesinado, aparentemente por elementos del
cartel afectado por su ministerio.
Roberto Barbosa. “El Evangelio con Pan”. Mision Trends Número. 2, Gerald H.
Anderson y Thomas P. Starnsky, compiladores. Grand Rapids: Eerdmans Publishing
Company, 1978.
Manuel de Mello, un pastor pentecostal de São Paulo, explica su visión para crear un

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ministerio que responde a los problemas sociales de pueblo brasileño. Su iglesia, en algún
momento el templo pentecostal más grande que se encontraba en el país, fue la primera de
las mega-iglesias de ese país que al presente cuenta con varias aun más grandes.
Rocky Grams. “Una Cosecha de Sorpresas”, Asombrados en Argentina.
George Wood, “Informe de las Asambleas de Dios en Cuba”, 16-18 de mayo de 2007.
Mayo de 2007.
Este informe se le dio a una comisión de hermanos que visitaron Cuba para extender
su apoyo a los hermanos allí. Aunque había restricciones sobre la ayuda que su agencia
podía rendir en ese momento, la comisión regresó inspirados por la entrega, la persistencia y
la fe de los pastores cubanos. Su relato nos da uno de los mejores ejemplos de cómo la obra
pentecostal ha avanzado bajo circunstancias adversas, demostrando el poder de Dios para
superar cualquier obstáculo que se encuentre.
Philip Jenkins, “El Próximo Cristianismo: La Llegada del Cristianismo Mundial”, The
Next Christendom [sobre la Igreja Universal do Reino de Deus]
Este volumen ha resultado en mucha discusión sobre la extensión del
pentecostalismo y otros movimientos nuevos. Enfatiza que los pentecostales se encuentran
por todos lados y que el movimiento parece ser parte de una onda de espiritualidad entre
todas las religiones del mundo. Junto con otras obras, este libro nos indica que hemos de
comprender precisamente que el pentecostalismo y el por qué de su carácter esencial para no
confundirlo con otros movimientos que superficialmente parezcan similares.
Dardo Bruchez, “¡Nace un Mensaje a la Conciencia!” y El Hermano Pablo. Miami:
Editorias caribe, 1979, pp.49-60
Joseph Anfuso, David Sczepanski, “Efrain Ríos Mont: ¿Siervo o dictador?” Gospel
Outreach, 1984.

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Campos en Llamas
Richard y Alva Jeffrey
Avivamiento en El Salvador

La gran campaña de salvación y sanidad en San Salvador, El Salvador, empezó el


día de 25 de enero de 1956 con el evangelista del estado norteamericano de Arizona. Las
reuniones continuaron por tres meses y cinco días y fue el evento de más bendición que
nunca ha experimentado El Salvador.
Los hermanos del país habían orado por muchos años. Habían sacrificado y
ahorrado para recaudar los fondos para la construcción de un templo. Por fin pudieron
comprar el terreno y empezaron a orar con aun más fervor por noches enteras que el Señor
toque la ciudad de 250,000 habitantes.
Los planes hicimos de rodillas hasta llegó la semana cuando la campaña iba a
iniciarse. Se construyó una plataforma y se colgaron focos sobre el lugar. ¿Cómo saldría?
¿Acudiría la gente? ¿Las autoridades, pondrán fin al esfuerzo como había pasado el año
anterior en una ciudad vecina? Estos pensamientos nos preocupaban mientras hicimos los
preparativos de último momento. El evangelista había llegado y sus documentos estaban en
orden, Habíamos repartido miles de anuncios de la campaña a través de la ciudad y en los
caminos alrededor. Anuncios de una página entera en un diario local también dispersó la
noticia de la campaña evangelística.
Al momento indicado, el servicio empezó. Un misionero fue el maestro de
ceremonias, el evangelista tocaba el acordeón y otro, hermano, Pablo Finkenbinder, tocaba
el saxofón. Se dieron a la gente hojas con la letra de los coritos que íbamos a cantar y la
concurrencia participó con buen gusto. Resonaban las alabanzas al Señor por ese barrio.
Unas 1500 personas asistieron el primer culto y el numero se aumentaba hasta que 3
mil o más llegaron. Cantaron los coritos y parados y atentamente escuchaban la palabra –
muchos por la primera vez. El evangelista recalcó que la salvación y una vida pura es parte
del compromiso con Dios antes de se debe pedirle sanidad física. Muchos indicaron su
deseo dejar su vida mundana para aceptar a Cristo. El evangelista oró por los enfermos y
muchos fueron sanados. No había tiempo para escuchar todos los testimonios. Un hombre
de cuarenta años nacido sordomudo asistió los cultos por dos semanas y luego de repente
oía y empezó a hablar. El evangelista lo llevó a las instalaciones del diario para publicar su
sanidad, y cuando uno señor en las oficinas lo vio exclamó con sorpresa, "¡He conocido a
esta persona treinta años y nunca ha hablado!" Un anciano incapacitado pasaba los días
sentado e inmóvil hasta que fue sanado en un culto. Luego pasaba los días paseando y
regocijando. Muchos dieron testimonio su liberación de alcoholismo. Después de unos años
dos de ellos son diáconos en la iglesia.
Había atentos para prohibir los cultos, y algunas personas registraron cargos contra
el evangelista por ejercer medicina sin autorización. Pero al fin, él fue reivindicado y
resultó que después los evangélicos tienen más libertad que nunca. Ahora, en vez de una
iglesia con 60 en asistencia, se encuentran once iglesias. Unos de los hermanos revisó las
tarjetas que firmaron los que querían aceptar a Cristo y dirigió a las personas en cada barrio
a un pastor. En agosto había un culto de bautismo para 250 convertidos y se estima que
unas setenta y cinco personas recibieron el bautismo del Espíritu Santo. La madre de un

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muchacho paralítico que se sanó lloró tanto que no podía expresar su gozo.
El misionero Sterling Stewart reflejo en la dificultad de conseguir un terreno donde
celebrar la campaña. "Cada esfuerzo fue obstaculizado porque las órdenes que no les
alquilen a personas relacionadas con los evangélicos. Desde el momento que los sacerdotes
se daban cuenta que mucha gente asistían la campaña, empezaron a buscar medios de
impedirla. Fueron a1los gobernantes y pidieron que el evangelista sea expulsada del país.
Durante los cultos, aproximaban con altoparlantes en un esfuerzo de intimidar a la
asistencia. Una noche echaron piedras, una de las cuales hirió el evangelista en la cabeza.
Publicaron artículos en los diarios y aun repartían panfletos en contra de la campaña.
Acudieron al ministro del Interior para que él haga algo para terminarla, pero el dirigente
no estaba de acuerdo. Las policías repetidas veces exigieron nuevas certificados o cambios
en el equipaje de sonido. En marzo, después que la campaña empezó en enero, una mujer
denunció el evangelista antes un juez por ejercer la medicina ilegalmente. Esa noche un
sacerdote anunció sobre su parlante que las autoridades de salud habían cerrada la
campaña.
Pero Dios estaba en control todavía. Un señor que estaba observando lo que ocurrió
acercó a los dirigentes de la campaña y les dijo que era persona conocido al presidente y
que él había dado ordenes al jefe de policías de permitir los cultos y no permitir que nadie
detenga el evangelista. Sin embargo, el grupo pidió la ayuda de un abogado porque habían
recibido tres citaciones del tribunal.
El resultado de la interferencia fue que los nuevos cristianos se sentían más
unánimes y firmes en sus convicciones. También, personas de mucha influencia social
ofrecieron su apoyo, desde oficiales militares a comerciantes y profesionales. El grupo
conoció algunas de las personas más respetadas en el país, incluso el Ministro del Interior y
el presidente electo. Un comentarista de un diario escribió en su columna que "hasta el
presente nunca tuvimos opciones en cuestiones de religión, pero ahora entendemos que
tenemos el derecho de escoger".
Cuando los opositores se frustraron por la inutilidad de sus esfuerzos de terminar los
cultos, llegó un sacerdote para medir el terreno y después de unos días los dirigentes
recibieron la noticia de la venta del terreno y que tenían que abandonar el lugar de
inmediato. Una vecina que simpatía con los evangélicos les decía que el comprador fue el
mismo arzobispo de El Salvador quien pagó una suma exorbitante para el terreno. Cuando
se anunció que tenían que suspender las tandas de cultos diarios, en tropel la gente se
arrodilló y empezaron orar fervientemente que Dios los conceda donde seguir la campana.
El día siguiente ofertas de otros locales llegaron. Fue necesario conseguir un terreno
privado por las prohibiciones de las autoridades de usar estadios o plazas públicas para
cultos religiosos. Pero consiguieron un nuevo local más conveniente con acceso a las rutas
de los transportes públicos. El sitio era superior al otro. La maniobra de quitar el terreno
resultó en algo mejor. A pesar de los obstáculos y problemas los cultos continuaron con dos
cultos al día por tres meses sin interrupción. Al final de la campana una asistencia de cinco
mil se reunió para celebrar un culto de adoración al Cristo resucitado.
Cuando el evangelista fue de regreso a su país un desfile de veintiséis autobuses
lleno de celebrantes lo acompaño a la frontera con Guatemala. Pasando por la ciudad en
rumbo a su destino los pasajeros cantaban los coritos que habían aprendido en la campana.
A la frontera, la concurrencia pasó al lado de Guatemala donde el evangelista se paró en un
lugar elevado para dirigirse a estos nuevos convertidos. Su mensaje fue que podían confiar
que la Palabra de Dios tenía las palabras de vida que iban a necesitar para crecer en gracia

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en el porvenir. Al despedirse, la gente agradeció al evangelista y esposa por haber venido
para darles un mensaje de esperanza.
Ricardo y Elva Jeffrey regresaron a El Salvador repetidas veces, siempre recibidos
con entusiasmo de parte de sus muchos amigos de previas visitas y con un mensaje de
salvación y sanidad para quienquiera. Al reflejar sobre su ministerio de lo que todavía se
llama "la gran campaña", los hermanos Jeffrey se fijan en dos cosas. Primero, que la
palabra de Dios nunca falla de impactar la vidas hambrientas para el pan de vida y el agua
que satisface. Segundo, sus primeras campañas los dejó con la preocupación que solamente
con el apoyo de iglesias estructuradas y funcionando en una forma bíblica podían las
personas crecer en conocimiento de Dios. Desde luego, han querido proveer pastores y
iglesias para sostener los nuevos que responden al evangelio.
También se acuerdan los días del viaje desde su hogar en Arizona a El Salvador en
1956, cuando con muchas ansiedades y mucha oración acercaban al sitio de la campaña.
Después de conducir su vehículo cargado de equipaje a través de México en ese entonces
chocaron con un camión en las montañas de Guatemala. La maquinaria de mucho peso en
la parte trasera de la camioneta se adelantó con un fuerte impacto. Elva dio gracias al Señor
por haber cambiado de la parte trasera hasta la silla delantera poco antes de la colisión. Si
no hubiera cambiado, todo el peso que comprimió la silla detrás la habría apretado con la
posibilidad de haberla hecho mucho daño. De todos modos,, salió con unas contusiones y
un tobillo roto. Fue una prueba dura, pero Dios los sostuvo y después olvidaron los
problemas al regocijar en la fidelidad de Dios para dar respaldo a ministerio de su Palabra
en la campaña en San Salvador.

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Secretos del Avivamiento en Argentina
Edward Millar

Y Sucedió
“Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee. Pero
cuando viene otro más fuerte que él y le vence, le quita todas sus armas en que confiaba, y
reparte el botín.” Lucas 11:21-22
Los servicios de un bien conocido misionero evangelista sanador, habían sido
solicitados a los Estados Unidos por el Comité Argentino de Evangelismo en Masa.
Cuando a quien fuera elegido le resultó imposible venir, Tommy Hicks fue enviado en su
lugar. Luego de que hubo llegado, consultó con los líderes evangelistas sobre un lugar de
reunión con capacidad para veinticinco mil personas sentadas, antes que siquiera
considerara comenzar con las reuniones.
El Comité fue del parecer que un lugar con asientos para dos mil quinientas
personas sería más que suficiente. Sin embargo, Tommy afirmó que no comenzaría, a
menos que un gran estadio se consiguiera. Aquellos líderes evangélicos, que no habían
sido tocados todavía por el avivamiento que estaba teniendo lugar a su alrededor, sintieron
muchos temores y recelos.
No obstante, Tommy Hicks – que fuera enviado por Dios a la Argentina – mientras
volaba hacia aquel país, estaba pensando seriamente en cómo haría para comenzar sus
cultos en Argentina. El no sabía casi nada sobre aquella nación: su cultura, idioma o
costumbres – y no conocía a casi nadie allí. A medida que sopesaba esto, oyó la voz de
Dios hablándole; el Señor le dijo que fuera a visitar al señor Perón. El nombre "Perón" no
significaba nada para él, por lo tanto, llamó a una azafata y le preguntó si por casualidad
ella había oído alguna vez de un hombre que se llamara así en la Argentina. Ella se rió,
mientras contestaba: "Por supuesto que sí; es el presidente de Argentina." Ahora, ",cómo
iba a conseguir un común ciudadano americano una entrevista con el antiamericano
presidente de Argentina?"
"¡Imposible!" Corearon los del Comité Pro-Evangelismo en Masa, luego de que
Tommy Hicks presentara su idea de solicitar una entrevista personal con el presidente
Perón. Tommy – un desconocido evangelista sanador sin cartel de los Estados Unidos –
quería hablar con él sobre la próxima cruzada del avivamiento.
Algo así jamás había sucedido. El presidente era intolerante y no cooperaba con
ninguno de los líderes evangélicos. Nadie había siquiera considerado tener una entrevista
con él o pedir el privilegio de utilizar un gran estadio para realizar la cruzada. ¡La idea era
totalmente ridícula! La autorización gubernamental para realizar un gran encuentro
evangélico era totalmente imposible de conseguir. Además, no había tantos evangélicos
suficientemente rezados en el ministerio de sanidad como para llenar un estadio.
Las conclusiones del comité eran justificables, teniendo en cuenta todas las cosas
desde el punto de vista humano. Hasta este momento, la obra evangélica había sido
limitada. La mayoría de las iglesias eran comparativamente pequeñas, las conversiones
sucedían esporádicamente y las sanidades eran aún escasas. ¿Quién, en aquel momento,
podía siquiera imaginar que Dios se movería en semejante proporción si nunca lo había
hecho anteriormente? Sin embargo, los resultados finales indicaron que hasta la fe de

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Tommy Hicks era demasiado pequeña. Yo no creo que nadie, incluyendo al mismo
Tommy, previó la magnitud de lo que Dios estaba por hacer.
Obtener el uso de prensa y radio era ridículo aún considerarlo. Bajo los decretos del
dictador, todas las actividades religiosas eran estrechamente vigiladas y censuradas. Todos
los programas de reunión debían ser informados a las autoridades policiales con sesenta
días de anticipación. Un permiso especial debía pedirse para cualquier reunión fuera de
programación. Era extremadamente difícil obtener autorización para realizar una reunión y
celosos expedientes eran guardados en los archivos del gobierno. El pedido de Tommy no
era razonablemente factible; más aún, algo así jamás se había hecho anteriormente. Las
condiciones predominantes del momento indicaban que la posibilidad de que hubiera un
cambio milagroso en los decretos gubernamentales, no era remotamente posible.
Tommy insistió que debía visitar al Presidente, pero el Comité abiertamente le dijo
que tal visita era una imposibilidad absoluta. Altos oficiales del gobierno americano habían
sido insultados, y rechazados sus pedidos de entrevistas, entonces: "¿Cómo podría un
americano desconocido, sin cartel, predicador sin importancia, conseguir una audiencia con
el señor Perón?" Pero Tommy Hicks creía en su Dios. Se fue a la habitación de su hotel
para orar. Tommy sabía que Dios lo había enviado a la Argentina y a hablar con el señor
Perón, y sabía que su Dios era más grande que cualquier presidente.
Al día siguiente, Tommy, con un traductor, fue a la Casa Rosada donde las oficinas
del gobierno estaban ubicadas. A medida que se acercaba a la puerta, un guardia armado,
que también hacía las veces de portero, lo detuvo con una metralleta de mano, apuntando a
su pecho y preguntándole bruscamente: "¿Quién es usted?" "¿Qué quiere?" El pastor Hicks
le explicó cuidadosamente lo que quería – realizar una cruzada de salvación y sanidad.
Cuanto más Tommy explicaba, más interesado se mostraba el guardia. Finalmente, éste
pregunto: "¿Quiere decir que Dios puede sanar?" "Sí, puede, y El lo hará." Contestó
Tommy. "Bien," preguntó el guardia: "¿Puede Él Sanarme?" "Sí, Él puede, cuál es su
problema?" "Tengo hepatitis y mi hígado me está matando de dolor en este preciso
momento." "Deme su mano," respondió el evangelista, y allí mismo oró la oración de fe. El
poder de Dios penetró en el cuerpo del guardia, y en un instante su dolor y enfermedad
desaparecieron.
Sintiendo el poder de Dios, el guardia queda completamente sorprendido. Palpo su
propio cuerpo, después dijo totalmente perplejo: "¡vaya!, todo se ha ido; todo el dolor ha
desaparecido." "Por supuesto que se ha ido" respondió Tommy, "Dios lo ha sanado." El
guardia dijo: "Regrese mañana, y yo lo llevaré a ver al presidente."
Al día siguiente, cuando Tommy regresó, el mismo guardia lo saludó de lo más
cordialmente, luego lo escoltó hasta la gran puerta de roble de la oficina privada del
presidente de Argentina, y la abrió delante de él. El presidente saludó a Tommy y a su
intérprete amablemente, les ofreció un asiento y preguntó el motivo de su visita.
Cuidadosamente, el pastor Hicks explicó en detalle el deseo que Dios había puesto en su
corazón - tener una campaña de Salvación y Sanidad para toda la ciudad en un gran
estadio. "Por eso, quiero una completa cobertura de prensa y radio. Quiero derechos y
garantías para congregar gente en los estadios." El presidente escuchó atentamente, y
estaba sorprendido al oír por primera vez del poder de Dios para salvar y sanar. Tommy,
fielmente le predicó el Evangelio aquel día.
En aquel tiempo, el presidente estaba sufriendo de una persistente y desfigurante
enfermedad de la piel, llamada psoriasis – una clase de eczema que hasta ese momento
ningún médico había podido curar. Había empeorado aún más, volviéndose tan notable que

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Perón ya no permitió que le sacaran más fotos. Sin embargo, su enfermedad era de público
conocimiento.
Escuchando la historia de Jesús – el Hijo de Dios que sólo sana por fe y oración – el
presidente Perón, preguntó: "¿Cree usted que Jesucristo sana hoy tal cual lo hizo cuando
estuvo aquí en la tierra?"
El pastor Hicks contestó: "Por supuesto que lo creo. Ahora, deme su mano." Allí
mismo, con manos apretadas sobre el gran escritorio, el reverendo Hicks pronunció la
oración de fe para el presidente Perón. A medida que el poder de Dios fluía en el cuerpo
del presidente, éste se tambaleó hacia atrás a causa del impacto.
A la vista de todos los presentes, la piel del Presidente Perón se volvió tan limpia,
ten suave y tan clara como la de un bebé; se sano instantáneamente. Retrocediendo, en
completo asombro, froto su mano por el rostro, y exclamó totalmente desconcertado:
"caramba, Dios mío, estoy curado!" Y fue sanado; la psoriasis había desaparecido por
completo, el nombre de Jesús había prevalecido una vez más mientras Dios realizaba un
milagro instantáneo de gracia y misericordia.
Abriendo sus brazos en un gesto característico argentino, el presidente Juan Perón
le dio a Tommy un abrazo y le prometió todo lo que él deseaba – libertad de prensa,
libertad de radio y libertad para realizar grandes reuniones – en gratitud por su sanidad, con
el toque de la mano de Dios y con su alma asombrada por la presencia del poder del
poderoso Cristo, el Presidente hizo que lo imposible fuera posible. Tomó asiento de
inmediato, escribió y firmó el decreto que daba libertad de culto a los evangélicos – una
libertad por tanto tiempo denegada. Desde aquel día, hasta la fecha, las puertas trabadas
fueron destrabadas y Dios hizo un camino donde no lo había. En un instante, Dios había
hecho lo que ningún hombre podía hacer.

Llenaré Tus Más Grandes Estadios


El estadio de Atlanta, con una capacidad para veinticinco mil personas sentadas, fue
alquilado. Desde un primer momento, Dios comenzó a mostrar su poder, aunque el gentío
en un principio era pequeño. Las buenas noticias se difundieron rápidamente, a medida que
Dios manifestaba Su amor y compasión con poder de sanidad. Poco después, multitudes
mayores aparecieron para ver y oír a este "obrador de milagros," como lo llamaban. Pronto
los ujieres estaban trabajando turnos regulares de doce horas, y las gradas eran ocupadas
varias horas antes del horario programado para la apertura de los cultos. Con la finalidad
de complacer a la muchedumbre que tenía que quedarse afuera, altoparlantes fueron
instalados alrededor del estadio, pues todas las veredas estaban llenas. Después, la multitud
derribó el cerco alrededor del campo de juego y se abalanzó a través de éste, llenando el
campo también. Derribaron las puertas del estadio y entraron a los empujones.
Una noche, los obreros no pudieron montar la plataforma a raíz de la presión de la
multitud. Cuando llego el pastor Hicks, escoltado por una hilera de policías, se acercó a
una esquina del campo; la multitud se abalanzó hacia el, sin dejar lugar para que los
obreros colocaran la plataforma. A medida que Dios se comenzaba a mover, algunas
personas clamaban, algunas vitoreaban y algunas lloraban, muchos empujaban para tocar
el evangelista o para pararse en su sombra.
Cuando el evangelista predicaba un simple sermón sobre Jesús, el salvador y
sanador (ya que no era un gran orador) las multitudes respondían: “Queremos a este Jesús
como nuestro salvador y sanador.”
En una oportunidad, el pastor Hicks se dio vuelta en la plataforma hacia un

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ministro, preguntando: “¿Ven esta bella escena? Argentina necesita a Cristo. ¿No arden sus
corazones?”
Cuando la oración de fe fue dicha, el evangelista clamó: “Suelten su fe; hagan lo
que no podían hacer antes.”
Hubo movimiento en todas partes: las muletas abandonadas fueron levantadas en el
aire, algunos dejaron abandonadas sus sillas de ruedas, y otros gritaban: “¡Puedo ver!”
Cientos de personas observaban y estaban asombradas, conmovidas, llenas de esperanza y
pensativas.
Cuando una noche se anunció que la campaña se acercaba al cierre, la multitud se
puso de pie, agitaron los pañuelos y clamaron por casi quince minutos: "¡Dejen que siga!"
"¡Dejen que Hicks se quede!" Sonaba corno el rugido del agitado mar. Después de una
rápida deliberación, se decidió continuar la campaña. La multitud continuaba creciendo
aceleradamente. Los propietarios del estadio estaban desesperados y rogaron al evangelista
que se mudara a un lugar más grande. Aunque el frío del temprano invierno ya había
aparecido, la gente pasaba la noche en el estadio para asegurarse un mejor asiento en el
próximo culto.
Finalmente, debido a la sobrecarga de la multitud, se consiguió un estadio más
grande – el gran estadio de Huracán – el más grande del país, con una capacidad para más
de 60.000 personas. Nunca se había llenado antes con ningún evento deportivo o reunión
política. Y ahora, un desconocido predicador del Evangelio, se había atrevido a llenarlo.
Más de dos años antes, Dios había prometido a aquellos estudiantes intercesores
que la ola de bendición que enviaría, llenaría los estadios más grandes, con vastas
multitudes buscando oír el Evangelio. Había prometido que los gobernantes vendrían a oír
el mensaje del Evangelio. Ahora, esto estaba literalmente comenzando a suceder.
Dios se estaba moviendo; Su poderoso plan se estaba cumpliendo. Dios iba a llevar
el Evangelio de Cristo Jesús a Argentina, tan enérgicamente, que el país por siempre sabría
que Su mano no se acorta, ni es tardo Su oído. El Evangelio iba hacer un inmenso,
permanente impacto sobre la nación de veinte millones de habitantes.
Argentina era fuerte, poderosa, rica e influyente, pero a la vez, orgullosa, idólatra,
malvada y pagana. Dios la sacaría de su órbita papal, para que pudiera girar alrededor de
Cristo, y:

 Nunca más se cerrarían sus puertas al Evangelio.


 Nunca más sus oídos se apartarían de sus evangelistas.
 Nunca más odiaría el mensaje de que Jesús salva por fe.
 Nunca más sería una nación sin fruto para el salvador.

Ola tras ola, el poder de Dios se movió sobre aquella vasta multitud. Noche tras
noche, la virtud sanadora de Jesús fluyó sobre los miles que pusieron su fe en Dios.
Importantes sanidades tuvieron lugar; sanidades demasiado numerosas como para ser
contadas. El recuento está solamente grabado con precisión en las cortes del cielo.
El modelo de pensamiento y las rutinas comunes de la nación, comenzaron a
cambiar a medida que el sol de justicia salía en el país, disipando su oscuridad. A través de
la prensa y la radio, las noticias se transmitieron rápidamente a toda la Argentina. Revistas
y periódicos, publicaban artículos con fotografías de los miles que habían sido sanados.
Los diarios publicaban noticias acerca de reuniones y milagros. Los principales

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columnistas escribían testimonios sobre los seres queridos o amigos que habían sido
sanados, en lugar de sus temas habituales. Todos los ejemplares disponibles de la Biblia,
fueron vendidos – 55.000 en total. Cuando los vendedores se quedaron sin ejemplares,
comenzaron a importarlos de los países vecinos. La gente clamaba por los ejemplares, casi
arrebatándoselos a los ujieres de las manos. Urgentes pedidos salían por vía aérea para que
más ejemplares fueran enviados. La gente ofrecía pagar enormes sumas por una Biblia.
El cinismo imperturbable del pueblo se transformó en esperanza. Los orgullosos
argentinos se volvieron tan emocionales como cualquier pentecostal. Todas las noches una
audiencia clamaba y cantaba respondiendo al poder de Dios, mientras el pastor Hicks
ministraba el gozo de la liberación. Una poderosa carrera comenzó – una migración similar
a la de la fiebre del oro en los albores del oeste norteamericano. Pero lo que hallaba la
gente era mejor que el oro; hallaba la fuente de vida. Aguas de sanidad estaban fluyendo; el
poder de Dios estaba moviéndose sobre ellos.
Con ómnibus, subtes, camiones, tranvías, trenes y cualquier otro transporte
disponible, los dolientes necesitados, llegaban. Desde sitios tan lejanos como Bolivia,
Chile, Brasil, Uruguay y los rincones más apartados de la Argentina, convergían en el lugar
donde Dios se estaba encontrando con las necesidades del hombre. Cuando alguien
preguntaba: "¿Dónde se realiza la campaña?" Todo el mundo daba una respuesta en
común: "Donde ve que baja la gente, usted baje también. Sígalos, y lo llevarán hasta el
estadio". Por varias manzanas a la redonda, las multitudes se movían en la misma
dirección, causando un tremendo embotellamiento del tránsito.
Dentro del estadio, cuando alguien intentaba encender un cigarrillo, los demás lo
obligaban a apagarlo. Le gritaban: "Mal educado, escucha la Palabra de Dios predicada."
El presidente del Club Atlético Huracán, afirmó públicamente que él nunca había
visto semejante asamblea de personas en toda su vida; estimé que habría por lo menos
80.000 personas en cada rincón disponible del estadio. El diario inglés "El Heraldo",
publicó que la policía estimaba que 6.000.000 de personas asistieron a esos cincuenta
cultos nocturnos en el estadio de Huracán.
Dondequiera que los hombres se encontraban, había un sólo tema de conversación.
En los hogares y en las calles, la gente hacía comentarios a favor o en contra de la campaña
evangélica del estadio. Himnos y coritos se cantaban en los transportes públicos. En un
ómnibus, un escéptico trató de convencer a un hombre que todo el asunto no era más que
un engaño. Este hombre le discutió que no era así. Un tercero entró en la conversación,
afirmando que todo era cierto porque Dios había sanado a su esposa de parálisis; ella había
dejado su silla de ruedas definitivamente. El escéptico no ofreció más argumentos.
Si se hacían comentarios negativos sobre la campaña en una fábrica u oficina,
alguien se ponía de pie para silenciar al ofensor, con un testimonio sobre el poder de Dios
en algún miembro de su familia. Un hombre llevaba con él un zapato ortopédico para que
todos y cada uno lo vieran; contaba cómo durante la campaña su hija en edad de la escuela
secundaria, había sido sanada y había desechado este zapato, hecho especialmente a
medida. Ella ya estaba corriendo libremente y era normal.
Los cojos caminaban, los paralíticos eran librados de sus prisiones mecánicas. Los
ciegos estaban viendo, los casos de postración eran sanados. Las ambulancias traían a los
pacientes inválidos, para regresar vacías…

…Corría hacia arriba y hacia abajo por la nave, las multitudes comenzaron a
vitorear, llorar y clamar. La fe creció en muchos corazones y milagros empezaron a

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suceder espontáneamente entre las multitudes. Un médico que conocía este caso, observó
el milagro y alabó a Dios, con lágrimas corriendo por su rostro.
Un joven de veinte años, fue traído al estadio en una camilla. Era un inválido
congénito, nunca había caminado. Debido a la vasta multitud y a la imposibilidad de
acercarse a la plataforma, un ujier se ofreció para ayudar a los camilleros a abrirse paso.
A la noche siguiente, una mujer buscó al mismo ujier, diciendo: "¿Ve aquel joven
en las gradas?" El joven los vio mirándole y los saludó con la mano. Era el mismo joven
que había llegado la noche anterior en camilla; había sido sanado completamente.
Un notable editor fue sanado de hemorroides, y de varices deformantes,
reumatismo y pérdida de visión; su sanidad fue publicada en una popular revista deportiva.
Una noche, los policías llevaron a una mujer poseída por el demonio a la
plataforma. El terror cundió en aquellos que oían al evangelista clamar a viva voz: "De-
monio, ¡sal fuera!" Los policías bajaron los birretes de sus gorras en señal de reverencia.
El demonio gritaba y sacudía a la víctima. Luego se escapó precipitadamente. La mujer
levantó sus manos, comenzó a alabar a Dios por su liberación. Semejantes testimonios son
sólo una microscópica parte de los incontables miles de aquellos que descubrieron a un
Dios de amor y misericordia, que podía y quería liberarlos del dolor y la miseria.
Gente de todos los niveles venía a las reuniones – inválidos y ciegos, enfermos y
pobres, ricos y no tan ricos, gente anciana y gente joven, madres y padres. Todos
fusionados en una hermandad de fe.
La esposa del vicepresidente de la Argentina, hacia reuniones diarias de oración y
estudios bíblicos en su hogar. Una de las mujeres más ricas de la Argentina se había
convertido y seguía el Evangelio. El gobernador de Mendoza, su esposa y suegra, fueron
todos sanados y testificaron abiertamente sobre el poder de Dios.
Acompañada por su médico, la hermana del vicepresidente de Bolivia trajo sus
hijos con la esperanza de que ellos también fueran sanados. Uno de sus hijos sufría mucho
y estaba considerado como un caso incurable. Cuando el medico vio al niño sanado
instantáneamente y transformado delante de sus ojos – corriendo y caminando como
cualquier otro niño – corrió literalmente hacia Tommy Hicks, cayó a sus pies, y se abrazo
a sus piernas. Mirándolo, con lágrimas cayendo profusamente, clamó: “¡Cuénteme de su
Dios! ¡Quiero este Jesús! ¡Yo puedo servir a un Dios que hace esto por los niños!”
La muerte huyó de cientos de sus victimas a la reprensión de Aquel que tomó
cautiva la cautividad. Las madres recibían a sus bebes sanos y salvos otra vez. Otros
saltaban de su lecho de aflicción y estaban absolutamente sanos. Los padres volvieron a
trabajar, para traer a sus hogares; el hogar volvió a ser feliz otra vez.
La salvación, real y verdadera, llegó a muchas familias. Los corazones de miles
fueron apartados del pecado. El rico y el pobre, los educados y los no-educados, altos y
bajos, los gobernantes y los mendigos, juntos encontraron a Dios en aquellos días. Por casi
dos meses de gloria en la tierra – desde mediados de abril hasta mediados de junio de 1954
– el cielo se inclinó y besó la tierra. La sangre de Jesús lavo por completo a la gente y los
sano. La gente de la iglesia tradicional, recibió el bautismo del Espíritu Santo.
Pero la fuerza y la resistencia del pastor Tommy Hicks, fue rápidamente
consumida. Apenas comiendo y durmiendo, durante aquellos tremendos cincuenta días, y
llevando una pesada carga espiritual, no pudo seguir más. En aquel momento fue
exhortado a ir a una conferencia que se realizaba en Washington D.C. Los informes del
avivamiento habían trascendido a todo el mundo; hasta los diarios estadounidenses. Por lo
tanto, el Señor le permitió que regresara a los Estados Unidos. Una gran consternación se

13
produjo en la gente cuando Tommy anunció su decisión de cerrar la campaña.
Sólo Dios puede enumerar las vastas multitudes que habían sido sanadas, salvadas
y llenadas con el Espíritu Santo en aquellos días. Un hombre de prensa decidió publicar un
diario evangélico. Un poderoso grupo de empresarios ofreció donar fondos para construir
un estadio para cultos evangelísticos, para que pudieran continuar las reuniones en la
ciudad. Los profesionales deseaban abandonar sus carreras y dedicar sus vidas al
ministerio. Uno y todos querían ver que el Evangelio de Cristo permaneciera con toda
fuerza y vigor en la Argentina.

En el Resplandor Crepuscular
La vasta multitud abandonó la gran metrópolis, Buenos Aires. Todas aquellas
multitudes de personas hambrientas deambulaban como ovejas sin pastor. Todo parecía
haber concluido tan abruptamente. ¿Había terminado el mover de Dios porque era el cierre
de otro capítulo glorioso en su histórica invasión de Argentina? No, porque Dios había
dado gloriosas promesas que aún debían cumplirse. Este no era el último capítulo, porque
otros tenían aún que ser escritos. La aparición de Dios en los asuntos de esta tierra, no había
todavía concluido. Desde entonces, Dios ha manifestado su amor y gracia una y otra vez, en
otros pueblos y ciudades y de muchas formas. Si, quedan aún muchas cosas por cumplirse
que fueran prometidas por Dios en City Bell.
Ministro tras ministro, encendió o reencendió, una y otra vez su antorcha en la
abrasadora llama del gran despertar de 1954. "Pequeños evangelistas", hasta ahora
desconocidos, captaron la visión de lo que Dios podía hacer y se extendieron por el país,
ministrando a su vez a miles más. Un hombre joven, un apartado, con un llamado a ser
predicador, dejó su carrera deportiva profesional para transformarse en un destacado pastor
evangelista.
Su hermano, también vio la gloria del Señor, y la misma llama de Dios encendió su
alma. Cuando él se lanzó al evangelismo, la mano de Dios estuvo sobre su ministerio. Los
jóvenes (con vocación al ministerio) y estudiantes de Escuela Bíblica, viendo lo que Dios
podía hacer, se lanzaron al ministerio de sanidad Mientras que las iglesias ya establecidas
cosechaban nuevos miembros, nuevas iglesias se adquirieron para asegurar el cuidado de
las multitudes. Los hombres y mujeres jóvenes viajaban con las buenas nuevas de Jesús a
los rincones más apartados del sur de Argentina y a la ciudad más austral de la tierra.
Sin duda, el cierre de la campaña de Hicks – con su espectacular crecimiento
repentino y complicaciones posteriores – no era la forma en que el hombre hubiera hecho
las cosas. Pero los caminos de Dios no son los nuestros, ni tampoco sus pensamientos lo
son. Podemos filosofar y cuestionar, pero Dios sigue adelante con el cumplimiento de sus
planes, moviéndose con quienes se atreven a creer en Él y a seguirlo a dondequiera que
vaya. Dios no ha escrito la palabra "acabado" en su obra en este país de la Cruz del Sur.
Dios no eligió soberanamente a la Argentina para manifestar cosas tan tremendas
para nada. Aunque el país se había sumergido en idolatría y paganismo, en inmundicia y
degradación, Dios manifestó uno de los obrares más grandes de la gracia divina jamás
registrado en la historia cristiana. Ahora, al momento de escribir esta edición revisada –
cuatro décadas más tarde – Argentina está todavía cosechando los efectos positivos del
derramar de Su Espíritu.
Una gran luz nació en la conciencia Argentina. De la noche a la mañana la gente
tomó conciencia del Evangelio. Fuertes barreras de prejuicio fueron derribadas. El
Evangelio llegó a ser de interés para el hombre de la calle. Ya no era más una despreciable

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secta de diablos, las cadenas fueron rotas en las mentes y en los corazones de incontables
multitudes. El hombre fuerte (Mateo 12:2829) de Argentina estaba atado. El espíritu
gobernante de aquel país fue derrotado por la fuerza de Dios. La Palabra de Dios se siguió
extendiendo a muchos más a medida que Él se movía para cumplir sus promesas.
Desde el Chaco, en el norte argentino, hasta la Patagonia, (la gran tierra del sur de
Argentina) Dios ha seguido manifestando su gracia. El Varón de Guerra había extendido su
mano derecha y en ella estaba escrito el secreto de Su poder. Su mano derecha había
actuado con bravura y se había vuelto gloriosa en poder. Despedazó a los enemigos y los
destruyó. El Señor desnudo su santo brazo a los ojos de todas las naciones.
El último capítulo no ha sido aún escrito, pues como se lee en el libro de los
Hechos, los obrares del Espíritu de Dios en Su iglesia argentina continúan. Un fuego fue
encendido y continúa ardiendo.

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Los Evangélicos en el Tiempo de Perón
Santiago Canclini

El Caso Hicks
El 17 de marzo la gran mayoría de los evangélicos fue la primera en sorprenderse
con la aparición de una fotografía en algunos diarios de un pastor llamado Tomas Hicks
acompañado de otra persona, que había tenido una entrevista con Perón. Quien era y cómo
había conseguido esa entrevista y con qué objeto, nos era desconocido a los integrantes del
movimiento evangélico.
Llego a ser conocido como lo que algunas visitas llamaron irónicamente "el mago de
Atlanta".
Confalonieri en su libro detalladamente documento, con base en informaciones
periodísticas, lo menciona a través de artículos que lo presentaron como "pastor
evangelista".
Es necesario aclarar la posición del movimiento netamente evangélico frente a este
hecho, ya que evidentemente Hicks contó con un permiso oficial para las grandes reuniones
en la cancha de Atlanta, mientras los evangélicos no podíamos conseguir permiso para
reuniones al aire libre, que estaban suspendidas desde hacía cinco años atrás, permiso que no
se obtuvo hasta el mes de septiembre, ni en Buenos Aires, ni en ninguna parte del país.
De todas formas, alguna influencia debió mediar en estas circunstancias.
Hicks volvió al país a fines de mayo y junio celebrando grandes actos populares
cuyas características eran especialmente la curación de enfermos. Esas reuniones
adquirieron resonancia fuera de lo común, debido especialmente a la propaganda gráfica de
los semanarios más sensacionales de la época, "Esto Es", "Ahora", "Hechos", y otros
similares.
Nos consta que en la subsecretaría de Cultos no Católicos, se fue formando un
expediente voluminoso con informes contrarios a la continuación de esos actos. Eran
informes del Ministerio de Salud Pública y de la Policía.
Los actos continuaron por varias semanas. Era evidente que estaban apoyados de
muy arriba. ¿Propósitos? Sin duda valerse de ello como afrenta a la Iglesia católica.
Seguramente los mismos organizadores no se daban cuenta de ello.
Hicks pertenecía a un movimiento pentecostal que da énfasis especial, en algunos de
sus grupos, al llamado don de sanidad. El grupo que trajo a Hicks fue la "Unión Asambleas
de Dios". Este grupo, como los otros numerosos grupos pentecostales que existían en el país,
especialmente en esa época, no estaban integrados al movimiento evangélico, el cual más
bien lo veía como grupos marginales. Por eso la Federación de Iglesias Evangélicas, a la que
no pertenecían, la Convención Bautista, tantos otros, no tenían nada que ver con esos actos.

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Movimiento Carismático en Latinoamérica
Samuel Berberian

Quisiéramos hacer una comparación entre el pentecostalismo y el nuevo


pentecostalismo. Aclaremos en primer lugar los términos. Nos permitiremos definir como
pentecostales a todos los movimientos que tienen su origen a principios del siglo dentro de
los movimientos de la santidad. Nos referimos como neo-pentecostales a todos los que son
parte de la renovación y de movimientos carismáticos, en la manera que T. Hill los
definiera. Así, obtenemos un término genérico para evitar confusión y se harán
aclaraciones cuando el caso requiere.
Quizá surja la pregunta del por qué de la necesidad de tales comparaciones,
respecto de dos movimientos de tendencias semejantes y de apariencias muy comunes. El
famoso escritor carismático Jamie Buckingham, conocido en los ámbitos neo-
pentecostales, escribe en la revista carismática "Logos Journal":

A pesar de que la renovación carismática de hoy contiene muchas de las


cualidades del pentecostalismo clásico, no debe ser confundido con la
denominación de la línea pentecostal".

Debemos admitir la realidad de que aún cuando en nuestros días tendemos a una
especialización de cada rama de la vida, pecamos haciendo generalizaciones. Muchas
veces tratamos de identificar ciertos elementos por su aparente evidencia y también por el
juicio que nosotros elaboramos por las manifestaciones externas de cierto movimiento.
De ser esto así, es frecuente confundir el pentecostalismo con el
neo-pentecostalismo. Por eso es que el término "carismático" ha llegado a ser un sinónimo
en ciertos círculos evangélicos. Se justificaría entre la gente que des conoce términos
doctrinales y teológicos o bien, que es ajena al desarrollo histórico de la iglesia, con un sin
fin de movimientos carismáticos. Pero el hecho es, que estos dos términos no tienen casi
nada en común, aún cuando practican una experiencia similar.
Con mucha claridad lo explica Bill Carmichael al decir:

"Entre estas dos corrientes existen interpretaciones divergentes en doctrina,


gobierno eclesiástico y enseñanzas bíblicas. Es obvio entender más expresiva la
diferencia cuando tomamos tiempo en notar que en estos dos grupos no hay una
aceptación espontánea. Al contrario, ambos hacen un esfuerzo desmedido para
no ser malinterpretados ni siquiera confundidos aún por el mero hecho del
nombre que los identifica. Esto se explica porque ellos mismos conocen con
exactitud sus diferencias fundamentales y no quieren dar una imagen falsa ni
mucho menos confusa a aquellos que forman parte como también a los que están
afuera. Esto no tiene nada que ver con el concepto que ambas sustentan de la
unidad del cuerpo de Cristo. El hecho es ajeno a lo que refiere en doctrina,
estructura y antecedentes históricos. Muchas veces simplemente se refiere al
movimiento pentecostal con su origen en el principio de este siglo en la ciudad
de Topeka, Kansas y el movimiento neo-pentecostal con su origen en Van Nuys,

17
California, 1960. El hecho no es tan sencillo de asignar la primera mitad del
siglo a los pentecostales y lo que corresponde a la segunda mitad de este siglo
solamente a los neo-pentecostales."

El pentecostalismo ha llevado su desarrollado normal a través de los años y ajeno a


lo de de Van Nuys, California. Esto aparentemente lo hace más confuso, pero si valoramos
la información que dan los pentecostales, nos evitaremos dificultades. Gordon Lindsay,
destacado líder pentecostal, escribe al respecto, diciendo,

La partida de Charles S,. Price y Aimee Semple McPherson, y Smith


Wigglesworth que tuvo lugar casi al mismo tiempo, nos trae al momento del
cierre de una era. En seguida después de esto surge un nuevo grupo de
evangelistas cuyo ministerio resultaría en traer el 'evangelio completo' y su
mensaje a muchas iglesias históricas.

Este elemento del evangelio completo sigue adelante dentro de las corrientes
pentecostales en una manera más moderada que el pentecostalismo tradicional para que
también sea completamente ajeno y nada simpatizante del neo-pentecostalismo.
En resumen, hay lazos fraternales cada vez más cultivados entre pentecostales y
neo-pentecostales con mutuo reconocimiento y respeto. Sabiendo que hay cosas que los
separan, como también otras tantas que los unen y que no anulan su autonomía individual.

Diferencias Históricas
Fechas de Inicio
El movimiento pentecostal da como inicio el año 1900 bajo la influencia de un
pastor metodista wesleyano conocido con el nombre de Charles F. Parham, quien tenía a su
cargo una escuela bíblica en la ciudad de Topeka; Kansas en los Estados Unidos de
Norteamérica.
El evento que le dio inicio a este movimiento fue el resultado del estudio de sus
estudiantes en relación al bautismo en el Espíritu Santo y su evidencia con el hablar en
lenguas en base al libro de Los Hechos. La primera persona que recibió esta experiencia fue
una estudiante durante la víspera del año nuevo en 1900. El tres de enero el reverendo
Parham y otros tuvieron idéntica experiencia, marcando así para la iglesia pentecostal el
comienzo de su existencia institucional.
Por otro lado, el neo-pentecostalismo a nivel internacional presenta como fecha de
su inicio en el año 1950, haciendo referencia a la experiencia episcopal de San Marcos de
Van Nuys, California, donde estaba el reverendo Dennis Bennett.
Este evento tuvo amplia publicidad y reconocimiento en periódicos como Time
(Tiempo) y Newsweek (Noticia de la Semana) en julio y agosto de 1960 respectivamente.
No obstante, la renovación carismática católica fija como fecha y lugar el año 1966
en la Universidad de Duquesne en Pittsburgh, Pennsylvania.

Aceptación Diferente
Otro elemento distintivo y fundamental que hace diferencia entre estos dos grupos
en la manera que ha sido aceptado tanto uno como el otro, dentro de los círculos cristianos
e institucionales.
La historia nos aclara que la situación de los pentecostales fue muy difícil y

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desagradable cuando ellos tuvieron experiencias carismáticas.
Quienes aceptaron el espíritu pentecostal fueron en su mayor parte expulsados de
las iglesias establecidas, valiéndose para ello de las armas del ridículo, la persecución y la
excomunión.
Por el contrario, la situación de los neo-pentecostales ha sido contemplada con una
actitud positiva y favorable a pesar de ciertas fricciones a nivel de organización que han
tenido que enfrentar durante estos años de formación. Se ha visto que cada denominación
principal ha dedicado tiempo y esfuerzo para preparar un estudio que pueda explicar,
justificar y ayudar a quebrar la tensión que prevalece entre los que están a favor y los que
están en contra de este movimiento

Diferencias en Énfasis
Otro elemento interesante de notar, es la orientación que han tomado estos dos
movimientos. Así como el pentecostalismo fue reconocido como un movimiento de
santidad, con su énfasis en avivamiento y reuniones masivas, con el gran énfasis de
arrepentimiento, quebrantamiento y sanidades. Por su parte, el neo-pentecostalismo ha sido
reconocido como un movimiento de manifestaciones carismáticas y de énfasis en el
discipulado y la interrelación de grupos pequeños de oración.
Por otra parte, esto ha desarrollado un fenómeno muy interesante en Latinoamérica.
Se observa en aquellos países donde las iglesias pentecostales son predominantes y
reconocidas por su liderazgo que el neo-pentecostalismo es agresivo y muy fuerte dentro de
las iglesias católicas, mientras que el elemento protestante sigue adelante con sus grandes
campañas masivas.
Esto ha sido evidente en países como el Brasil y Chile y otros similares.
Por otro lado los países en los cuales la iglesia católica ha sido predominante y
registra en su pasado intolerancia para con los protestantes, el fenómeno neo-pentecostal es
mucho más evidente y más desarrollado entre protestantes como en los católicos. Los
ejemplos clásicos los tenemos en países como Argentina, Colombia y Guatemala.

Diferentes Influencias Extranjeras


Algo que no se puede ignorar es la relación en Latinoamérica entre lo autóctono y lo
extranjero. Dice Emilio Castro, El pentecostalismo es probablemente el protestantismo más
autóctono... puesto que no está institucionalmente ligado a iglesias de otras partes del
mundo y, en consecuencia, no depende en lo económico de grupos extranjeros-y en
consecuencia los pentecostales representan el auténtico protestantismo latinoamericano.

Diferencias Socio-económicas
Una última cosa que no se puede ignorar, que en Latinoamérica es observada y
analizada en una manera muy cuidadosa es lo que se refiere a la situación socio-económica.
La historia y los informes nos dicen que las iglesias pentecostales tienen un alcance y un
impacto muy bien logrado entre las clases bajas y la gente humilde en el ámbito
Latinoamérica.
Por otra parte, el neo-pentecostalismo ha logrado alcanzar los círculos de la gente de
la clase media y media alta, aún en algunos casos a la aristocracia de la sociedad,
especialmente en las clásicas reuniones de oración en las casas entre un círculo reducido de
personas.

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Diferencias Doctrinales
No es dudar en lo se refiere a tendencias que estos dos grupos tienen muchos
elementos en para coincidir, aparte de los muchos puntos comunes que los relacionan en lo
que se refiere a las doctrinas fundamentales. Las diferencias básicas radican, esencialmente,
en el énfasis que dan a las experiencias religiosas como también a la proyección de los
elementos que usan dentro y fuera de sus cultos. El propósito que estas explicaciones sean
un ejemplo para no confundir estos dos movimientos en sus apariencias doctrinales.

Bautismo en Agua
La iglesia pentecostal, a excepción de los metodistas pentecostales en Chile,
practica el bautismo de los adultos y por inmersión. Mientras por otro lado, los neo-
pentecostales no tienen una línea definida. Mientras por otro lado, los neo-pentecostales no
tienen línea definida.

Bautismo en el Espíritu Santo


A lo largo de la histórica de la iglesia pentecostal el bautismo en el Espíritu Santo
era un sinónimo de santificación con la indispensable evidencia de hablar en lenguas. De lo
contrario, había muy poca prueba para dar testimonio de que la persona era bautizada con
el Espíritu Santo.
Los neo-pentecostales en todas sus ramificaciones, no aprueba eso. Los católicos
carismáticos rechazan esto abiertamente. Ellos dicen que las lenguas es solamente uno de
los muchos dones espirituales.
Lo anterior nos muestra dos fenómenos interesantes en primer lugar, que para los
pentecostales es simplemente una evidencia del bautismo en el Espíritu Santo que una vez
logado, no necesariamente es practicado o manifestado con frecuencia. Por otra parte, los
neo-pentecostales, si bien puede ser una "evidencia" inicial, las lenguas es un ejercicio de
edificación constante para quien sea lleno del Espíritu Santo. Esta aclaración explica el por
qué muchos católicos reciben tan fácilmente el Espíritu Santo dentro de la estructura
católica.
En segundo lugar, es interesante notar el contexto de la enseñanza carismática
referente al señorío de Cristo, dando al bautismo en el Espíritu Santo una perspectiva
cristológica, mientras que los pentecostales lo hacen dentro del contexto pneumatológico.
Esto explica que los pentecostales por estas experiencias son más pentecostales, mientras
que los neo-pentecostales por la misma experiencia son más dispuestos a reconocer la
superioridad y señorío de Cristo. De este modo el bautismo en el Espíritu Santo puede tener
explicaciones tales como "bautismo de amor", "bautismo de gozo", etc.
Agrupando éste concepto de bautismo en agua con bautismo en el Espíritu Santo, la
iglesia pentecostal normalmente ha sido muy clara en hacer una distinción y superación
entre los dos, no sólo en cuanto a lo que se refiere a tiempo, sino su inter-relación
sacramental. Entre los neo-pentecostales están buscando una relación más íntima entre los
bautismos.

Dones del Espíritu


En vista que muchos escritores asocian el bautismo en el Espíritu Santo con los
dones del Espíritu, será bueno hacer un comentario al respecto en la diferencia que tienen
estos dos movimientos. Pedro Wagner, nos dice que "la investigación ha demostrado que la
sanidad por la fe es una característica universal de los pentecostales en América Latina más

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que otros dones "carismáticos" y luego proporciona la estadística del caso específico de
Chile, en el que apenas la mitad de los pentecostales han hablado en lenguas, cuando un
total de 98 ha experimentado sanidad.
En el caso de los neo-pentecostales la variedad es mucha más amplia pero la
experiencia en lenguas es de la mayoría para no decir de la totalidad.
Otro elemento interesante en el ejercicio de los dones espirituales, es el elemento
emocional. Los pentecostales son conocidos como altamente emocionales mientras que en
el momento de desarrollarse los dones entre los neo-pentecostales es mucho más distinto,
más calmado y de una tendencia más contemplativa que emocional.

Diferencias de posición teológica


Es muy cierto de que no es posible hablar de la iglesia pentecostal de América
Latina por las muchas variantes que presentan. En vista que ha tenido la oportunidad de
institucionalizarse podemos decir que son iglesias con gobierno de tipo congregacional, con
inclinaciones al arminianismo, si bien, hay algunas variantes menores dentro de esto.
Históricamente, la iglesia pentecostal es de teología wesleyana, que enfatiza la
experiencia de una segunda bendición y el énfasis en la sanidad.
En lo que respecta al neo-pentecostalismo, no enfatiza para nada la segunda obra
de santificación ni mucho menos la enseñanza de la santidad. En otras palabras, identifica
la santificación como "crecimiento en la gracia". Como conclusión, el comportamiento y
enseñanza teológica del neo-pentecostalismo tiene fuertes inclinaciones calvinistas y muy
poco de arminianismo.

Diferencias de gobierno eclesiástico


Los pentecostales en Latinoamérica han sido destacados y conocidos como gente
de arduo trabajo en campañas, obra personal, y cualquier otro medio que se presente. El
neo-pentecostalismo, al contrario, ha tomado las cosas con calma, y algunos pentecostales
hablan de la inconveniencia de la mucha actividad, explicándola de tantas reuniones
durante la semana que no había tiempo para la vida de la familia. Actualmente nos
reunimos los domingos de dos a tres horas, más las reuniones caseras durante la semana.
No puedo hacer visitas pastorales, tengo que hacer discípulos, formar vidas, llevar fruto.
Esto es mejor que cuando el pastor lo hacía todo. Los laicos en el neo-pentecostalismo son
el elemento de atracción hacia los grupos organizados, si bien el pentecostalismo ha
probado que el líder es lo que atrae a la gente y no la denominación.
El neo-pentecostalismo logra lo mismo con mucha más cautela. Enseñan que no es
cuestión del "hombre", sino el "oficio" o "ministerio" que desarrolla. Ellos dicen que la
iglesia carismática será caracterizada por líderes espirituales carismáticos, y aquí ellos
enseñan la función de los cinco ministerios en el cuerpo, esto es: apóstoles, profetas,
maestros, pastores y evangelistas. Si esto se logra, la estructura organizacional no será
caracterizada por la personalidad de sus líderes espirituales, sino por el servicio de todos
los miembros.

Diferencias de Enfoque Ecuménico


Si bien hay manifestaciones contradictorias, bien podemos trazar ciertas
conclusiones por lo que distintos líderes testifican al respeto. El pentecostalismo ha sido
conocido por su manera de desdeñar a sus hermanos más tradicionales crean así una
división con las demás líneas confesionales. Es lo que respecta al neo-pentecostalismo el

21
desdeño se limita para con su propia denominación.
En vista de lo dicho anteriormente, los neo-pentecostales admiten y confiesan que
Dios no honra las denominaciones. El hombre puede tratar de edificarlas pero cuando el
aceite del Espíritu fluye, derrumba las barreras denominacionales. Por eso es peligroso
identificar o asociar al pentecostalismo con el neo-pentecostalismo, porque Orlando
Costas nos dice que estos difieren en el punto más esencial en su gama ecuménica porque
el movimiento neo-pentecostal tiene una visión más amplia en lo ecuménico que su
contraparte.
La actitud cerrada pentecostal no es general. Hay muchos de ellos que no solo
intercambian oradores y líderes en sus plataformas sino que abiertamente han abrazado el
movimiento carismático Incluso algunas iglesias de las Asambleas de Dios se han
declarado a sí mismas cambiando el nombre de sus iglesias para reflejar tal actitud.
El neo-pentecostalismo ha logrado manifestar un espíritu ecuménico tan amplio
aunque sea en una manera extraoficial compartiendo su fe y sus experiencias religiosas
con grupos de diferentes confesiones eclesiásticas, ya sean estos grupos grandes o
pequeños. Ellos creen que lo que los une es la mayoría de las verdades que ellos confiesan
y solo en detalles pequeños son las diferencias que los separan, en vista que es el Espíritu
que une. Y todos son bautizados por el mismo Espíritu.
Esto ha llevado a una situación que en muchos países latinoamericanos. El término
"carismático" es sinónimo de ecumenismo, en una manera muy particular en la línea
tradicional pentecostal y el elemento fundamentalista protestante.
Ellos lo explican con la siguiente razón: el hecho que católicos y protestantes
pueden reunirse y orar juntamente esto implica ecumenismo. Muchos protestantes no
pueden olvidar la historia de las tristes experiencias entre la tirantez que existió entre
protestantes y católicos y que no es posible que sólo con el bautismo en el Espíritu Santo
quede todo esto borrado.

Diferencias Litúrgicas
Las reuniones pentecostales desde el principio fueron consideradas como reuniones
con una nota sobresaliente en lo que se refiere a emociones – lágrimas, confesiones y
quebrantamientos – las cuales daban la nota sobresaliente de una reunión exitosa. Eran
reuniones donde la gente buscaba encontrarse con Dios y el momento del encuentro podía
describirse en la manera que lo hace Gordon Lindsey de las reuniones de Azusa Street:

Podía verse una docena de personas puestas en pie al mismo tiempo y temblando
bajo el poder de Dios. Nosotros teníamos testimonios bien frescos de una
experiencia de corazón.

Con esta idea David DuPlessis hace memoria del comienzo del movimiento
pentecostal diciendo que era gente que buscaba la santidad y que eran objetados por las
iglesias históricas respecto al ruido y desorden en sus reuniones de oración.
Esto tan violento en comparación de los servicios tranquilos de la iglesia que
muchos líderes declararon que el avivamiento era un fuego destructivo. Los pentecostales
afirmaban que el bautismo que habían recibido era del Espíritu Santo y fuego. Esto
caracterizó como gente separatista y gente conservadora y de grupos de "santidad".
Por otra parte, el movimiento neo-pentecostal a pesar de sus matices ha mantenido
una dirección muy distinta a la pentecostal. Respecto a los católicos dice George Martin

22
que:

Cada uno que ha experimentado el poder y la presencia del Espíritu en su vida


ha sido de una manera dramática... usualmente esto marca un punto de partida en
la vida de una persona. Si bien las experiencias no son iguales, una evidencia
común es una creciente atracción a un tiempo de oración gozoso y lectura a la
palabra juntamente con un sentimiento de paz y la presencia de Dios lo que trae
es una consciencia del propósito de Dios para la vida de uno.

En lo que se refiere al orden de culto, o al culto mismo, las iglesias pentecostales


han desarrollado la tendencia de un formalismo o una liturgia más o menos estructurada
donde la congregación puede de alguna manera seguir el orden aunque no fuera anunciada.
En las iglesias neo-pentecostales no es así. Según Orlando Costas:

Las iglesias que se adhieren al movimiento están tratando de ensayar formas


culturales... De esta manera se dramatiza el carácter comunitario del culto
cambiando la ubicación del púlpito o a veces quitándolo. No hay una estructura
cultural fija... El sermón sigue la misma línea del pentecostal, con la excepción
didáctica y se caracteriza por un contenido bíblico-teológico más profundo.

Conclusión
Al haber evaluado unas de esta diferencias, ha sido sincero el deseo de dejar en
claro que hablar de pentecostalismo es una cosa y neo-pentecostalismo es otra. Esto nos
indica que los neo-pentecostales en muchas cosas no se asocian con los pentecostales. En
otras cosas ellos van más allá de lo que los pentecostales llegaron a lograr. Para decirlo de
otra manera, los neo-pentecostales llegaron a lograr una reforma a medias en la era del
Espíritu.

23
Los Neo-Pentecostales, Protestantismo en Guatemala
Virginia Garrard-Burnett

Al lado de éstas (iglesias pentecostales clásicas) un movimiento paralelo que


compartía poco con los grupos establecidos – o las iglesias autóctonas rurales o las
denominaciones misioneras – apareció entre las clases más medias y altas. A diferencia del
crecimiento entre los pentecostales pobres, conversiones entre las clases más altas fueron
un fenómeno de las décadas de los 1980 y 1990. Entre estos sectores las iglesias que
tuvieron el mayor éxito eran también pentecostales – pero con una diferencia. A pesar de
tener pastores nacionales y sin afiliación con agencias misioneras, ellos exhibieron afines a
los valores y éticas de conservadores (y frecuentemente adinerados) creyentes en los
Estados Unidos.
Además de adoptar las doctrinas usuales de los pentecostales, estas iglesias
neo-pentecostales en Guatemala enfatizaban la doctrina de la sanidad que los impulsó a
asumir que por fe en Dios tenían autoridad terrenal para la sanidad la cual implica el
apoderamiento de creyentes en asuntos terrenales. Pegado a esta doctrina es la creencia que
la prosperidad material también es algo concedido por fe a los fieles: dinero, salud, y la
seguridad, son todas evidencias tangibles de las bendiciones de Dios. Así, el creyente tiene
el derecho de demandar tales cosas de Dios, porque la prosperidad da testimonio de su
poder y gracia. Los tele-evangelistas guatemaltecos y extranjeros, recalcan este mensaje.
Se le ha puesto el apodo "teología de salud y riqueza" (health and wealth) a esta doctrina.
No es nada sorprendente que las iglesias de este tipo disfrutan una popularidad
enorme entre la clase media y las clases pudientes, grupos que han adoptado emulan el
"consumerismo" de los Estados Unidos. Aunque esta tendencia se ha notado por muchos
años entre las élites, tuvo más impacto durante la época de los 80 cuando fue de
ascendencia durante los años del Presidente Ronald Reagan y la guerra civil in Guatemala.
A los ricos o a los aspirantes a la riqueza, las iglesias neo-pentecostales no sólo afirmaron
los impulsos de acumular dinero, sino los santificaron.
Otra razón por la popularidad de las iglesias neo-pentecostales en los 80s fue los
beneficios económicos. Esto fue obvio en el campo, donde los convertidos hablaban del
ascenso de los pobres urbanos como subir "desde el suelo hasta el cielo", y ahora fue la
experiencia también de las clases altas. Mientras la guerra civil, conflictos políticos, la
pérdida de confianza en la economía continuaban, aun los adinerados se sentían
amenazados. A ellos y a los que esperaban ascender en la sociedad, las iglesias
neo-pentecostales les ofrecían a ambos las medidas y el racional para su superación en una
sociedad donde parecía inaccesible.
Además, el neo-pentecostalismo ofreció las mismas respuestas a las interrogantes
de la vida como los pentecostales tradicionales, pero sin las asociaciones de las clases
bajas. Aunque las clases medias y altas no habían sufrido el genocidio ni la catástrofe de
los indígenas, aun para ellos, los sucesos de las últimas décadas fueron difíciles. Muchos
de los élites guatemaltecos eran católicos solamente en el sentido nominal, y en un tiempo
de crisis no podían confiar sólo en su fe. Para otras personas, con resentimientos contra la
Iglesia Católica por los vínculos entre sus ideas progresistas y la guerrilla, las iglesias

24
neo-pentecostales aparecieron para llenar este vacío.
¿Existe una afinidad entre el protestantismo y el capitalismo, o sea, entre los grupos
neo-pentecostales y el consumerismo? Sin duda muchas iglesias neo-pentecostales de la
línea "salud y riqueza" cultivan estas tendencias. En estas iglesias cuestiones de la
economía personal y estilo de vida son profundamente arraigados en su teología. Por las
condiciones inestables de la actualidad estas iglesias atraen miembros porque les ofrecen
una identidad, aunque es una identidad apropiada del extranjero.
Por los ochenta, aun por las estimaciones conservadoras, los evangélicos contaban
con un tercio de la población entera del país, el porcentaje nacional más elevado entre los
países de habla española. En la capital el crecimiento de los grupos neo-pentecostales
desde 1982 ha sido meteórico. La Fraternidad Cristiana de Guatemala, una iglesia que
ocupó un viejo cine como su templo hasta los ochenta, por el fin del siglo tuvo una
membresía de 11,000. Cristo Centro, un grupo que se separó de línea más pentecostal
tradicional, en los noventa tenía 125 grupos satélites. Elim, la iglesia neo-pentecostal más
grande, cuenta con 7000 asistentes en la pudiente zona 7 de la ciudad, y esa iglesia es
solamente una entre muchas otras iglesias grandes que se encuentran dispersadas por la
ciudad.

25
Ungidos Para la Cosecha del Tiempo Final
Julio César Ruibal

Despertar en Bolivia
Acababa de terminar la predicación del evangelio a 60.000 personas. Era el segundo
día de una cruzada de treinta y dos días en la ciudad de Santa Cruz. La multitud había oído
la palabra de Dios con reverencia y muchos habían sido salvados y sanados.
Los guardias del ejército a cargo de mi protección trajeron una camilla en la que
yacía un hombre que había sido soldado. Su columna estaba despedazada por unos disparos
de ametralladora producidos en un combate entre el ejército y la guerrilla. Dios
milagrosamente tocó a este hombre que ahora estaba erguido frente a mí. Levantó su
camilla y se alejó caminando.
Otros milagros sucedieron en las próximas tres horas. Supe de ellos a través de la
radio, pues al terminar mi participación, me retiré de la reunión, y ahora Dios estaba
terminando la suya. Esto era el cumplimiento de lo que Dios me había dicho en mis
primeros días en la fe, luego de mi experiencia de salvación. Nunca sospeché la grandeza
de su promesa.

Todo empezó alrededor de un año y medio antes, a fines de 1971, cuando yo era un
alumno boliviano cursando estudios básicos de medicina en los Estados Unidos. Nunca
había oído el término "nacer de nuevo", ni tampoco sabía nada acerca de las
manifestaciones del Espíritu Santo. Pero un día me fue predicado y demostrado el
evangelio con poder en un servicio de Kathryn Kuhlman en el auditorio "Shrine" en la
ciudad de Los Ángeles, California.
Desde mi adolescencia, me había interesado lo sobrenatural. Desilusionado con las
tradiciones católicas, me di al yoga, al misticismo y al ocultismo. Las sanidades
sobrenaturales se trataban con frecuencia en el ocultismo, pero rara vez se veía una.
Además, al ser un estudiante de medicina, la sanidad me interesaba mucho. Ahora, en vez
de encontrar un templo místico escondido en algún lado con incienso y gurúes, hallé un
teatro lleno con siete mil personas alabando a Dios y una mujer frágil predicando sobre
Jesús el amigo, el Cristo vivo y resucitado.
Su voz parecía pronunciar con cuidado las palabras cuando comenzaron a ocurrir
las sanidades. Un niño ciego con la cabeza totalmente afeitada se sentó frente a mí. Se le
había operado de un tumor maligno en el cerebro que le había causado la ceguera. Ahí
mismo, frente a mí, recibió la vista. Su madre lloró con tanta fuerza que se desmayó de la
emoción. Ocurrieron otras sanidades más. Incluso yo mismo fui curado de un problema en
la espalda que tenía desde mi adolescencia. Lo más increíble fue que Kathryn señaló,
después de tantas sanidades, que "el suceso más importante de este día todavía no ha
ocurrido. Nadie se mueva, nadie se vaya del auditorio. Si no le ha dado su vida a Jesús, le
falta el milagro más importante. Nuestros cuerpos, sanos o enfermos, van a ser destruidos
por la muerte, pero el alma que se salva por su poder, por medio del nuevo nacimiento, es
eterna".
Ante su convocatoria, pasé al frente. Ella oró por todos los que habían sido sanados.

26
Al ir caminando hacia ella, me miró y me dijo: "Yo lo sabía, yo lo sabía, yo lo sabía."
Inmediatamente fui tocado por el Espíritu Santo, pero "lo más importante" que me ocurrió
es que fui salvo.
Asombrado por lo que había visto en ese lugar, donde se manifestó la gloria de Dios
de manera tan maravillosa, me dispuse a avanzar en esta nueva vida. Los cambios
ocurrieron con rapidez en mi vida. Habiendo probado el ocultismo, ahora sabía que estaba
en contacto con la viva realidad de Jesús, siendo la otra falsa.
El Señor entró a mi vida en un momento crucial. Me rescató de las garras de
Satanás y me separó para cumplir sus propósitos cuando me encontraba en una confusión
terrible con una enfermedad física, sin poder determinar la causa del problema. Estaba
emocionalmente herido y buscaba desesperadamente respuestas para mi vida. Cuando
Cristo vino a mí no perdí nada, y gané todo. A menudo me había preguntado si llegaría a
terminar mis estudios ya que mi vista se estaba deteriorando, al punto de dudar si seguiría
con vida ya que tanto estaba operando en mi contra. El Señor llegó, me libró de la opresión
satánica, me dio un propósito, sanó todas mis enfermedades (jaquecas severas, problemas
de espalda y deterioro de la visión), y me restauró el alma. Verdaderamente no existe otro
camino: Jesús es el único camino.
Habiendo sido bautizado milagrosamente en el Espíritu Santo al día siguiente de mi
conversión, pronto me di cuenta que debía comunicar esta experiencia a mis amigos y
parientes en mi país natal, Bolivia. Escribí cartas, envié grabaciones para explicar mi
conversión y les invité a convertirse en hijos de Dios por medio de la sangre del Cordero.
Mi vida había dado un giro tan radical que, al poco tiempo, mis estudios de medicina se
volvieron secundarios, no porque no los considerara importantes, sino porque entendí que
existía algo de mayor prioridad: las almas de los hombres. Entendí que no sólo somos
llamados a ser salvos, sino que también tenemos la responsabilidad de llevar las buenas
nuevas a los perdidos. Mi vida experimento mayores cambios al recibir promesas
específicas que me iba comunicando el Espíritu Santo con relación a lo que llegaría a ser
mi ministerio en Sudamérica.
Antes de partir, fui a otra reunión de Kathryn Kuhlman en el auditorio "Shrine".
Con tan sólo unos pocos meses de vida en el Señor, me estaba preparando para salir del
país en mi primera gira misionera y quería escuchar a Kathryn Kuhlman una vez más.
Llegué muy tarde al auditorio, así que me ubiqué con un grupo de personas en un lugar
designado fuera del recinto. Algunos estaban en sillas de ruedas, otros tenían bastones,
muletas y otras prótesis y elementos de ayuda. Todos estaban esperando entrar al auditorio.
Pero el lugar estaba lleno y los de afuera esperaban a que los de adentro recibieran su
sanidad y se fueran, para poder entrar.
Mientras yo esperaba parado allí, el Señor me dijo: "Párate en una silla y predica".
Mi cabello era largo y tenía una camisa mexicana arrugada y pantalones vaqueros viejos;
me veía extraño. Luego de luchar con él un poco, respondí a sus instrucciones. Me puse de
pie y dije: "Pueblo, ¿qué es lo que nos hace pensar que Dios está limitado por esa pared? Si
Dios sana adentro, ciertamente puede sanar aquí afuera. Yo puedo orar por quien lo desee."
Me miraron con sorpresa, pero nadie dijo nada. Al bajarme de la silla, un anciano
deformado, que sufría de artritis, gritó desde el fondo: "Joven, ore por mí." Sentí que debía
hacerle venir al lugar donde Dios me había dicho que me parara. Con gran dolor y
esfuerzo, se abrió paso lentamente entre la gente y se acercó hasta donde yo estaba. Cuando
todos los ojos estaban puestos en mí, me asusté. Cerré mis ojos y comencé a orar, y al
extender mis manos hacia el hombre, mi oración fue interrumpida por su grito. Soltó su

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bastón y ni bien dijo "¡Aleluya, he sido sanado!", comenzó a correr de un lado para el otro.
Mientras esto ocurría, todos se desenfrenaron y cerca de cuarenta personas
recibieron sanidades increíbles. Una mujer con cáncer de piel, otra con una prótesis en el
cuello y muchos otros con toda clase de enfermedades se me acercaron para solicitar
oración y fueron sanados. Los ujieres al oír la conmoción vinieron a ver lo que pasaba.
Preocupados por lo que ocurría, fueron a preguntarle a Kathryn Kuhlman si debieran
detenerme y llamar a la policía. Ella les dijo que no intervinieran.
Sin buscarlo, había empezado a desenvolverme en un ministerio que en los años
venideros me llevaría a las naciones del mundo. Las indicaciones de parte de Dios son muy
importantes.
Sin embargo, aún no estaba preparado para salir. Necesitaba ser sanado en la mente
y el corazón antes de partir hacia Sudamérica; también necesitaba adiestramiento. Así que
viajé a varias partes de los Estados Unidos adquiriendo experiencia y capacitación en la
obra. En la última etapa de esta preparación, el Señor me dijo que él se iba a mover con tal
poder en Sudamérica que los estadios no alcanzarían para contener las multitudes.
En aquel momento no sentí la inclinación de asistir a un seminario o escuela
bíblica. El Espíritu Santo sería mi primer maestro para poder tratar profundamente con mi
corazón y mi vida mientras me abocaba a pasar incontables horas en oración, ayuno y el
estudio de las Escrituras. Debía determinar si yo estaba dispuesto a dejar que Dios fuera el
Señor sobre todo lo que tenía.
Comenzó con mi deseo de convertirme en médico, un sueño que había tenido desde
los seis años de edad. Mi sueño era volver a Bolivia como cirujano y viajar por los ríos de
la selva, donde había pasado los años más preciados de mi adolescencia. Ahora Dios me
decía, "entrégame ese sueño". Me mostró que mi gozo no sería producto de una carrera
exitosa (aunque esa carrera fuera muy noble) sino la consecuencia de mi obediencia a él.
El Señor trató conmigo con mucha claridad respecto a mis posesiones y finanzas.
Dicho en palabras simples, el Señor me dijo: "Si todo lo que tienes se vuelve mío, todo lo
mío será tuyo." Yo necesitaba afirmar ese concepto puesto que en los años venideros
llegaría a tener una dependencia total de su provisión, ya que no recibiría sustento ni
patrocinio de ninguna organización o denominación.
Cuando llegó la hora, dejé los Estados Unidos con rumbo a Bolivia, mi tierra natal.

Por mucho tiempo Bolivia era conocida como la tierra de las revoluciones, con más
presidentes que años de independencia. (Una vez, tres presidentes fueron designados en un
período de cuatro horas.) La pobreza, la inestabilidad y la opresión demoníaca eran
características de esa nación.
La iglesia más grande de las Asambleas de Dios en el país contaba con noventa
miembros. La mayor iglesia bautista, luego de décadas de ministerio, tenía setenta
miembros. ¡Ambas localizadas en la ciudad capital! Las iglesias en el resto del país eran
similares. Se creía que Bolivia era un país tan difícil como Japón para entrar con el
evangelio. Era uno de los pocos países en que el diablo era alabado públicamente.
Mi ministerio comenzó con familiares y amigos. Ellos eran los que mejor me
conocían como para entender que algo radical había ocurrido en mi vida. Muchos fueron
salvados y se sumaron a un pequeño núcleo de creyentes. Comenzaron a escribir canciones
cristianas ya que no conocíamos ninguna en español aparte de algunas traducidas del
inglés. Al predicarles a mis familiares y amigos, Dios comenzó a moverse con señales. La
gente recibía el toque milagroso del Señor y era sanada. Ese pequeño núcleo creció a 20,

28
50 y 100 personas.
Comenzamos a reunirnos en hogares y auditorios. Marchamos por las calles,
predicamos en las plazas y el grupo creció aun más. La pandilla más brava del país se salvó
y se unió a nosotros. Las casas y los auditorios ya no podían contenernos así que
comenzamos a reunirnos en parques. Al poco tiempo, nos estábamos reuniendo en coliseos.
Seis mil personas vinieron a oír el evangelio y ver las señales y prodigios que seguían a la
predicación. Aquellos que eran sanados y salvados se lo contaban a sus amigos.
En aquel momento, David Farah, director de los traductores bíblicos Wycliff en
Bolivia, me pidió si podíamos ir a predicar a uno de los miembros del gabinete del
presidente Banzer. El hombre se había caído por un barranco en un accidente
automovilístico que le provocó la rotura de la médula. Tenía parálisis de la cintura para
abajo. Los médicos no veían ninguna posibilidad de recuperación. Luego de expresar mi
temor de que nos tomaran por magos, David me dijo que el funcionario del gabinete sólo
deseaba oración, entonces accedí a ir.
Luego de llevar a este paralítico a conocer al Señor, oramos por su necesidad física.
Mientras oraba, uno de sus familiares gritó «¡Estás moviendo los dedos de los pies!"
Inmediatamente empezó a mover sus piernas. ¡Había recibido sanidad instantánea!
Como resultado, dos semanas más tarde, el presidente envió su limosina para
pedirme una entrevista personal. Durante la entrevista, tuve la audacia de decirle al
presidente que se lo veía cansado y agotado. Tal vez era muy grande la carga de llevar las
responsabilidades de la presidencia a solas. Nos retiramos a un lugar privado para
conversar con su esposa, y los guié en una oración de arrepentimiento. Ambos se postraron
y aceptaron al Señor.
Como resultado de su conversión, el presidente preguntó: "¿Qué puedo hacer por
usted? Yo respondí: "Nada, no necesito nada para mí, pero Bolivia necesita oír el
evangelio. Necesitamos estadios, espacio en la televisión," (en aquel entonces sólo había
un canal de televisión con una audiencia de 1.000.000 de personas) "y un medio de
transporte para viajar de una ciudad a otra".
Así que abrió a Bolivia para la predicación del evangelio. El presidente nos dio
horarios de mayor audiencia en la televisión y en la radio. Hizo que uno de sus asistentes
llamara a cada uno de los intendentes de las ciudades principales a fin de que hicieran
arreglos para invitarnos a predicar en esos lugares. Miles vinieron para oír la palabra de
Dios y ver las sanidades y prodigios. Se cumplió la palabra del Señor; 108 estadios ya no
podían contener a las multitudes.
Nuestra última reunión durante esta temporada de avivamiento en Bolivia fue en La
Paz, la ciudad capital. Veintidós mil personas pasaron toda la noche en el estadio para
anticiparse a la reunión a llevarse a cabo a las 10 horas de la siguiente mañana. Hubo un
influjo de 40.000 personas. Las multitudes empujaban las puertas para entrar, sin poder
creer que el estadio ya estaba lleno. El jefe de la policía estaba aterrado y pidió ayuda ya
que era la primera vez que semejante cantidad de personas se reunía en esa ciudad.
Tuvimos que llevar a cabo dos servicios, uno adentro y otro afuera.
Ya no alcanzaban los estadios para reunir las multitudes que venían a oír la palabra
de Dios y ver su poder manifiesto. Ahora teníamos que buscar espacios abiertos, montañas
o monumentos donde pudieran acceder 60.000, 70.000 u 80.000 personas. Dado que
Bolivia no tenía sistemas de sonido con suficiente potencia para alcanzar tan inmensa
multitud, utilizamos las estaciones de radio para transmitir la señal y los concurrentes
llevaban sus radios portátiles y levantaban el volumen para que los que no tenían radio

29
pudieran escuchar.
Las sanidades se dieron en tales proporciones que docenas de muletas, prótesis
ortopédicas, cañas y bastones se recogían después de cada reunión. Las sanidades se daban
tanto en los oficiales militares como en los campesinos pobres. Todo el país oyó y millones
de personas por todo el mundo leyeron los reportajes de lo que Dios estaba haciendo en
este pequeño país en el medio de Sudamérica.
En ciertos momentos, las multitudes en ansiosa expectativa de un milagro, se
reunían en lugares donde no se había anunciado nuestra presencia. Esto ocurrió en
Portachuelo, un pueblo en las planicies bajas de Bolivia, cerca de Santa Cruz. El
intendente, en su desesperación, se comunicó con nosotros. "Lo estamos esperando. Hay
miles de personas que han venido aquí trayendo consigo a sus parientes y amigos enfermos
o minusválidos. Han viajado mucha distancia para recibir oración. Por favor, ¿podría usted
venir?"
El Espíritu Santo me dio la única solución posible. "Volaremos sobre el pueblo.
Ténganlos listos a todos, oraremos desde el avión. Prepárense para el mover de Dios." (El
presidente había puesto a nuestra disposición un avión de la fuerza aérea con su
tripulación.)
Así que volamos sobre la plaza de la ciudad. Había miles de personas; parecían
hormiguitas. En cuanto vieron el avión, comenzaron a saludar con sus pañuelos y
empezamos a orar por ellos. Al volver el avión a pasar por encima de la gente, sacos y
sombreros volaron por el aire a medida que la gente recibía la sanidad. Pasamos por
encima del pueblo cuantas veces como nos fue posible; me costaba irme puesto que sentía
la compasión y el amor de Jesús por ellos.
Un misionero de la misión "Nuevas Tribus" me dijo cinco años más tarde que la
magnitud de la visitación de Dios en Bolivia durante ese tiempo fue tan grande que hasta
en el medio de la selva, donde sólo vivían indígenas y colonizadores, encontraron reunidos
grupos de personas del interior; cuando el misionero les preguntó por qué estaban allí, le
respondieron: "Estamos esperando que alguien nos hable de Dios". No tenían
conocimiento alguno de las cruzadas; era una obra totalmente sobrenatural del Espíritu
Santo.
La prensa del mundo entero se hizo presente. Reporteros de la televisión de
México, Argentina y los EE. UU., NBC, UP, UPI, Reuter y la prensa británica llegaron
para grabar lo que estaba aconteciendo. En tan sólo dos semanas, la Sociedad Bíblica
vendió 33.000 Biblias, Nuevos Testamentos y tratados con porciones del evangelio.
Agotaron todo su inventario y por causa de la emergencia trajeron vía aérea más
ejemplares de la Biblia de Argentina, Paraguay y Perú. Bolivia se había vuelto un centro
de actividad religiosa de renombre mundial. El poder de Dios era manifestado por medio
de maravillas asombrosas.
Sin embargo, en medio de todo eso, me enfrenté con un nuevo dilema. ¿Qué debo
hacer con estas multitudes hambrientas? ¿A dónde habrán de ir? Las pocas iglesias
existentes no estaban preparadas para semejante derramamiento del Espíritu de Dios. Yo
estaba preocupado, pero el gozo de la cosecha era tan notable que yo sólo podía hacer lo
que mejor sabía y dejarle los resultados al Señor.
La cobertura de los medios masivos fue inmensa. Nos llegaba correo desde toda
Sudamérica y Europa, como también de los Estados Unidos, a medida que aparecían en las
revistas y en los diarios los relatos de los milagros que se estaban dando en La Paz, la
ciudad capital más elevada del mundo. El correo tenía casillas especiales para la

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correspondencia que llegaba. Muchas veces la única dirección que tenían los sobres era:
"Julio Ruibal, Bolivia". Muchas veces no podía leer las cartas pues estaban escritas en
alemán, italiano o francés. Mi última entrevista con NBC fue traducida a ocho idiomas y
enviada a sesenta países distintos.
Años más tarde conocí a un hermano cubano que me dijo cómo su iglesia había
estado orando por mí y se regocijó con lo que Dios estaba haciendo. ¡Los comunistas
habían hablado tanto sobre los "falsos milagros" en Bolivia que la iglesia cubana se dio
cuenta que Dios estaba obrando en Sudamérica y que los comunistas estaban
atemorizados!
¡Cuán asombroso es el poder de Dios! Él reina sobre todas las naciones, es dueño
del ganado en mil colinas, así como de todo lo demás. Los aviones de la fuerza aérea son
suyos, los estadios fueron construidos para que, en última instancia, alguien los utilice
para predicar el evangelio. El uso de las vías aéreas fue descubierto para ponerle alas al
mensaje.
¿Puede Dios hacerlo todo sin esfuerzo humano? ¡Sí! Ciertamente todo lo que existe
es de él, por él y para él. Muy a menudo nos resulta difícil entender o creer esto, y
limitamos al Santo de Israel. Suponemos erróneamente que Dios reina en el cielo, y que
Satanás es el dios de la tierra. Satanás es el dios del sistema mundano, no de la tierra. Del
Señor es la tierra y su plenitud.
Al poco tiempo mucha presión comenzó a crecer en mí y en aquellos que eran
parte de este gran despertar. Abundaban las invitaciones, provenientes de muchos lugares.
Con un equipo de hombres jóvenes viajé por toda Bolivia: La Paz, Oruro, Cochabamba,
Santa Cruz, y otras ciudades. Sesenta, setenta u ochenta mil personas venían a las
reuniones. Pronto, las invitaciones comenzaron a llegar del extranjero: lugares como Perú,
Colombia, Venezuela, Paraguay y Argentina.
El gran poder de Dios fue demostrado a toda la nación y miles se acercaban a él.
Había llegado el momento de iniciar nuestra primera expedición más allá de Bolivia. No
nos imaginábamos lo que nos esperaba, tanto bueno como desconocido.

Casi todos creen que la mayoría de los habitantes del mundo ya han rechazado al
Señor. Eso no es verdad. Lo cierto es que todavía no han decidido a quién seguir. La
mayoría de las personas se encuentran en "el valle de la decisión", tal como describe Joel:
"Muchos pueblos en el valle de la decisión; porque cercano está el día de Jehová en el
valle de la decisión" (Joel 3:14).
El gran poder de Dios debe demostrarse por medio de señales y prodigios.

Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y
abundante gracia era sobre todos ellos.
Hechos 4:33
Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los
muertos como de los que viven.
Romanos 14:9

Su presencia como Señor resucitado debe manifestarse a simple vista ante las
multitudes de todas las naciones.
Si nos limitamos a simplemente proclamar su nombre o a narrar historias de él, le
robamos al mundo la manifestación asombrosa de su poder y gloria. Cuando sólo

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predicamos el evangelio, apenas damos una introducción, como cuando presentamos a
alguna persona importante. Luego de la introducción, esa persona tendrá que mostrar
quién es en verdad. Jesús es el mismo hoy, ayer y para siempre. Si en aquel entonces tuvo
compasión por las multitudes, obrará de igual manera hoy. Si ayer fue el Cristo, hoy
también es el Cristo.
Cuando Juan el Bautista envió a sus discípulos a preguntarle si él era aquel que
esperaban, o si debían seguir esperando a otro, Jesús les dijo:

Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. Los ciegos ven, los cojos andan, los
leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es
anunciado el evangelio.
Mateo 11:4,5
Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y
señales...
Hechos 2:22

Así que luego de presentarlo a Jesús, debiéramos prepararnos para verlo obrar de
esta manera, pues su ministerio es eterno, es el Rey eterno. Cuando milagros y sanidades
ocurren en los corazones, mentes, cuerpos y espíritus de las personas, demostramos con
hechos quién es él. Jesús quiere atraer para sí a las multitudes por medio de su poder
obrando con actos de compasión.
Pablo dijo:

Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui
con excelencia de palabras o de sabiduría... y ni mi palabra ni mi predicación fue con
palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de
poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el
poder de Dios.
1 Corintios 2:1, 4, 5

Al moverse Dios en Bolivia, el país fue transformado. Por primera vez en la


historia había estabilidad con un presidente en poder por siete años. La nación atravesó su
primer auge económico. ¡Cambió su historia! Pero Bolivia no fue transformada por mi
elocuencia ni por mis palabras persuasivas, sino más bien por el Espíritu de Dios. Sesenta
por ciento de la población era campesina. A pesar de que la mayoría no podía entenderme
con claridad, creían, puesto que veían el poder de Dios que habla al corazón y alcanza lo
más profundo del ser humano.
Así fueron abiertas las puertas en Bolivia como nunca antes y siguen abiertas hasta
el día de hoy. Es un centro de avivamiento para las Américas. Verdaderamente era el
cumplimiento de 1 Corintios 1:27-29:

Lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo
escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió
Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia.

Perseguido Pero No Abandonado


Perú era muy diferente de Bolivia. Yo no tenía mucha idea de lo que nos esperaba.

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La invitación para ir allí llegó por medio de peruanos que habían visitado Bolivia con
necesidades físicas y habían regresado sanados. La prensa peruana también había cubierto
lo que Dios estaba haciendo en Bolivia. Se nos había pedido que lleváramos la bendición y
la unción de Dios a esa nación.
Lo que no sabíamos en ese momento era que Perú estaba atravesando uno de los
momentos más difíciles de su historia pues un régimen militar de extrema izquierda
recientemente había tomado el poder. Los asesores cubanos habían saturado el país y Rusia
le había vendido más tanques y armamentos a Perú que a cualquier otra nación
latinoamericana.
La expectativa ante la reunión era muy notable. Los miembros de mi equipo se
habían adelantado y contaban con la ayuda de un gran número de personas de buena
posición aristocrática, que hacía poco habían sido salvadas, para organizar las reuniones. El
Campo de Marte, un gran parque utilizado para los desfiles militares, era el lugar escogido
para llevar a cabo la reunión.
Tan pronto llegamos al aeropuerto de Lima, uno de los miembros de mi equipo se
acercó para advertirme de lo que me esperaba. Por un lado, miles de personas se acercaban
para traer sus desvalidos y enfermos para oración. Por otro lado, una conferencia de prensa
estaba programada en el aeropuerto. La prensa comunista había lanzado un plan de
difamación total para contrarrestar el entusiasmo y la expectativa popular por las reuniones.
En los días siguientes pusieron notas en las portadas de los periódicos que decían:
"Los agentes de Ruibal reclutan personas para dar testimonio falso de sanidad"; "Ruibal
está enfermo... y no puede predicar hoy)"; "Ruibal, el buen hijo del Tío Sam"; "Ruibal,
agente de la CIA". Además, tenían dibujos de mí en las tiras cómicas de los periódicos. En
uno, aparecía un dibujo de una señora que tenía tres piernas, abajo decía: "¡A Ruibal se le
fue la mano!" Escribían largos artículos sobre la falsedad de los milagros o un largo análisis
psicológico sobre la razón por la que yo tenía puesto cierto par de zapatos. Se suponía que
esto debía probar que yo tenía problemas o complejos psicológicos.
Esto ocurría a diario, sin excepción. Finalmente, dejé de leer el periódico, ya que no
quería llenar mi mente con las mentiras, los comentarios y las opiniones del diablo.
Tuvimos seis semanas de batalla intensa. El permiso para tener las reuniones nunca
fue otorgado, pero tampoco fue denegado en forma oficial, una táctica comunista común.
La multitud que esperaba la reunión fue desbandada mediante tanques y cañones de agua.
Cundió el desorden y el desánimo entre los que habían esperado por semanas para este
evento. La policía secreta hasta nos vigilaba en casa. Debido a que los reporteros
comunistas nos seguían a todas partes, tuvimos que escondernos.
Se programaban reuniones privadas en los hogares. Un productor famoso de
televisión nos ofreció su casa grande. Tenía un jardín inmenso atrás y paredes altas
rodeaban la vivienda, como es habitual entre las personas de dinero en Sudamérica.
Llenamos ese lugar con centenares de personas. Luego de la predicación ocurrieron
milagros. El momento más crucial ocurrió cuando hicimos una pausa para orar, pidiendo
que Dios satisficiera las necesidades del pueblo. Algunos jóvenes comunistas sentados en la
pared de atrás dijeron a gritos: "¡Usted es un falso! ¡Falso, falso, falso!" Proféticamente les
apunté con mi dedo, diciendo: "Un día serán juzgados por esas palabras".
Dios mismo respondió, de inmediato una monja sorda fue sanada y exclamó:
"¡Gloria a Dios, puedo oír!" Un hombre rengo arrojó sus muletas y salió corriendo. Más
milagros brotaron en medio del gentío y aquellos que gritaron "falso" tuvieron que escapar
con un brinco hacia atrás por encima de la pared pues las multitudes se airaron contra ellos.

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Ese fue el comienzo de una andanada de milagros.
La última reunión principal en Perú se llevó a cabo en una escuela secundaria en
Monterico donde varias canchas de fútbol se llenaron de personas. Una noticia de prensa
conservadora estimó que la concurrencia fue de 20.000 personas. Me arrestaron y me
llevaron ante las autoridades para explicar por qué teníamos reuniones tan grandes cuando
sólo nos habían dado permiso para tener reuniones privadas. (No consideraban que una
reunión de 20.000 personas fuera privada, aunque se llevara a cabo en propiedad privada.)
Nos llevó años entender completamente lo que ocurría entre bambalinas en Perú. La
juventud comunista, uno de los grupos más militantes en Sudamérica, había amenazado al
gobierno con paros y demostraciones si se nos permitía predicar en público. Ese grupo de
jóvenes constituye hoy el famoso movimiento llamado "Sendero Luminoso". Sin embargo,
no pudieron limitar a Dios que frustró toda la oposición.
Al dejar Perú, algunos de la policía secreta – ahora nuevos creyentes y nuestros
amigos – nos proporcionaron vehículos escoltados para llevarnos al aeropuerto. Oficiales
del gobierno y hombres de negocios ricos habían conocido el toque del poder de Dios. De
esta manera, Dios volvió a mostrar que él gobierna a las naciones y se mueve a pesar de
persecuciones y circunstancias difíciles.

Ir a Ecuador después de la experiencia vivida en Perú habría de ser un gran alivio,


pensé. Varios días antes de llegar, el Señor me había llevado al ayuno. No entendía por qué
me convocaba a ese ayuno, pero el ayuno había sido parte de mí caminar espiritual desde el
comienzo, así que obedecí. Ni bien llegamos, la policía secreta ecuatoriana vino a la casa
donde estábamos parando y nos arrestó a mí y a uno de mis asistentes, para llevarnos
secretamente a su aterrador cuartel. Aquellos eran los años en que la gente desaparecía
secretamente en Sudamérica, y no se podía preguntar nada acerca de ellos. Como se sabía
que grandes multitudes asistían a nuestras reuniones, fui acusado de ser izquierdista.
Nos encontramos en un interrogatorio sobre nuestras actividades religiosas: "¿Por
qué vienen multitudes de personas a escucharlo? ¿Es verdad que usted sana?" Al final vino
un hombre pequeño, deformado y aterrador para vernos. La policía lo utilizaba para
interrumpir demostraciones. Era un retardado mental sordomudo. Se lo usaba en última
instancia en caso de que no dieran resultado los gases lacrimógenos y fracasaran los perros
de policía. Lo enviaban a los tumultos con una vara en la mano que él hacía girar en forma
alocada a fin de dispersar a los manifestantes, a veces fracturando cráneos en el proceso.
Esta vez lo pusieron frente a mí, para que lo sanara. Tal vez esperaban que ocurriera
un pequeño accidente. Gruñía como un animal a muy poca distancia con la vara a su lado.
Era mi decimotercer día de ayuno y ahora conocía la razón. Mi vida corría peligro
inminente.
"¡Sánelo!" demandaron, mientras que internamente oraba al Señor, diciendo:
"Señor, ¿que debo hacer?" El Espíritu suavemente me guió a imponerle las manos en la
cabeza. En el plano natural, podría haber significado la muerte. Lo miré directamente a los
ojos, y acercándome a él, le impuse las manos en la cabeza. Dejó de gruñir porque el poder
de Dios estaba fluyendo por su cuerpo; la expresión de su rostro cambió y el Espíritu me
susurró: "Ha sido sanado".
Los trece días de ayuno me sensibilizaron a la guía del Señor. Así que les dije a los
oficiales que había sido sanado. Ellos me preguntaron cómo lo sabía, les expliqué que el
Señor me lo había dicho. Caminaron hacia él con actitud burlona, gritándole al oído,
"¿Puedes oír?, ¿puedes oír?" El hombre deforme saltó y gritó: "¡Aaaaaay!" Le había asusta-

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do el ruido que oyó. ¡Había sido sanado!
Les avisé, "No crean que va a hablar. Nunca antes ha oído ningún sonido.
Comiencen despacio y prueben su audición". Pedí una caja de fósforos para sacudirla al
lado de sus oídos. Cuando lo hice, sonrió y meneó su cabeza por la alegría de poder oír.
¡Verdaderamente podía oír! Le pusimos un reloj cerca del oído y podía escuchar el tic tac.
Le pedimos a uno de los hombres que golpeara la puerta del lado de afuera. El hombre
deforme miraba apuntando hacia la puerta. La policía fue testigo de este milagro. ¡El Señor
dio un giro a mi suerte!
Una prueba final se llevó a cabo inmediatamente. Con expresión de disgusto, uno
de los oficiales de la policía me tomó del brazo. Tenía una pistola automática en su cinto y
me llevó a un baño oscuro. Es de conocimiento público que miles de personas habían sido
muertas en los cuarteles de la policía de muchas ciudades sudamericanas. Tal vez por eso
las mujeres sollozaban cuando la policía secreta me sacó abruptamente de la casa.
Al llevarme el oficial al baño del cuartel, pensé: Este es el fin. Cuando cerró la
puerta detrás nuestro, se sacó el sombrero y sus ojos se llenaron de lágrimas. Me dijo: "Ore
por mí. ¡Yo creo!"
A mí también se me llenaron los ojos de lágrimas al imponerle las manos al orar por
él. Este era un oficial de alto grado dentro de la policía ecuatoriana. Todavía recuerdo su
uniforme elegante, sus lágrimas y la expresión en su rostro. Volvió a endurecer su
expresión, abrió la puerta y con el tono de voz cambiado, dijo enérgicamente: "¡Fuera!", y
me guiñó el ojo. Esta era una señal del Señor de que se me había perdonado la vida, por su
misericordia y su gracia.
Mientras tanto, el embajador boliviano, habiendo sido informado inesperadamente
de mi arresto y luego de consultar con el presidente de Bolivia, requirió al gobierno
ecuatoriano tenerme bajo su custodia. Me entregaron esa noche, cuando todavía había
tiempo para celebrar una reunión en la embajada boliviana, donde cientos de personas se
congregaron para recibir ministerio y oración. Duró hasta las tres de la mañana y más gente
recibió salvación, y el Señor operó incontables milagros.
El gobierno ecuatoriano pidió que me retirara del país. El embajador boliviano
quería que me quedara, pero cedió ante la presión con la condición de que él y su personal
me acompañaran personalmente hasta la puerta del avión. Obviamente, mi vida aún corría
peligro. Dos días más tarde abandoné el país, a fin de evitar un conflicto internacional.
Cuando estábamos por salir de la embajada, muchos creyentes se habían reunido
enfrente para darnos su apoyo. Protestaron nuestro arresto ante las autoridades ecuatorianas
que habían rodeado el edificio con sus vehículos. Al llegar al aeropuerto, las escoltas de la
embajada, la policía ecuatoriana, los agentes del servicio secreto, los periodistas y los
nuevos creyentes encontraron multitudes aguardándonos. Hubo gran confusión ya que la
policía y el servicio secreto no podían contener a las masas. En el ínterin, el avión dé una
línea comercial partió sin que nosotros estuviéramos a bordo. El cuadro era tan difícil que
el gobierno ordenó que el avión volviera para recogernos. Después de una hora y media de
vuelo, la azafata preguntó amablemente: "De parte de la tripulación, ¿podría decirnos quién
es usted?"
De Ecuador volví a Perú para una visita que resultó ser corta. Ni bien llegué al
aeropuerto, fui arrestado. El encarcelamiento fue acortado debido a la intervención de la
azafata con quien había tomado el tiempo de explicar quién era yo y quién era Jesús. Esa
noche fue a una reunión en Lima donde pidió por mí. Ella no sabía que nadie estaba
enterado de que yo estaba en Perú. Les contó que habíamos ingresado al país juntos, y esto

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permitió a los hermanos entender que yo estaba en las manos de la policía.
Ellos intercedieron por mí ante el gobierno y antes de la medianoche llegó la orden
de liberación desde el palacio presidencial. Pero la policía no quería soltarme hasta tanto no
respetaran cierto "procedimiento". Este "procedimiento" era que yo fuera a sus hogares
para orar por algunos de sus familiares enfermos. Ese día entero de arresto en el aeropuerto
no fue en vano pues muchos oyeron el evangelio y fueron salvos. Uno de los jefes de
policía recibió sanidad de una herida de bala muy dolorosa que lo había torturado por mu-
chos años. En un cambio de situación milagroso mis opresores se convirtieron en amigos y
hermanos. Dios es capaz de librarnos, incluso de las circunstancias más severas si ponemos
nuestra vida en sus manos y confiamos plenamente en su voluntad.

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El Evangelio con Pan
Una entrevista con El Pastor Pentecostal Manoel de Mello
Por Roberto Barbosa

No hay consenso entre creyentes evangélicos sobre la relación correcta entre la


evangelización, liberación y obras sociales en los programas de la misión cristiana. Pero
un pastor pentecostal en Sao Paulo, Brasil, les recuerda a los creyentes que el evangelio
abarca pan-y mucho más--como una 'prioridad Por lo tanto, la iglesia debe preocuparse
por la persona total, con todo que beneficia la humanidad, con la verdad completo. Para
el pastor de Mello, fundador de la iglesia Brasil para Cristo, la totalidad del evangelio
incluye la responsabilidad de denunciar injusticias del gobierno y la necesidad de
rechazar colaboración con ello cuando sigue una política peligrosa. Un proponente del
concilio mundial de iglesias y un admirador de lideres católicos radicales tales como el
arzobispo católico Helder Cámara, pastor de Mello fue detenido por la orden del
presidente de la republica en su iglesia en Sao Paulo el 27 de febrero de 1975. Fue puesto
en libertad dentro de treinta horas sin cargos ni explicaciones. Esta entrevista que vio la
luz en la revista Christian Century, fue escrito por su corresponsal en Brasil, Roberto
Barbosa.
Manoel de Mello, 45 años, nacido el niño decimocuarto de quince hijos, es el
fundador y el líder principal de la Iglesia Evangélica Pentecostal Brasil para Cristo. Una de
las iglesias pentecostales brasileñas más grandes, es la única afiliada con el Concilio
Mundial de Iglesias (WCC por sus siglas en inglés) y su membrecía adulta es más grande
que las de todas las demás denominaciones protestantes, algunas que ya tiene una edad de
más de un siglo (por ejemplo los congregacionalistas, los presbiterianos, los metodistas y
los episcopales). [Nota: La Iglesia Brasil para Cristo se. retiro del WCC más tarde y ya no
es el grupo pentecostal más grande en el Brasil]
Al comienzo del movimiento, los representantes de las denominaciones
tradicionales solían denunciar a Mello, el cual ha sido detenido diecisiete veces por las
autoridades. Aunque ahora su iglesia recibe respeto por su afiliación con la Confederación
Evangélica de Brasil y con el WCC, sus opiniones disidentes y sobre todo sus comentarios
proféticos -algo raro entre los líderes evangélicos brasileños- lo hace destacado en el
escenario religioso de Brasil. Aunque Mello es casi analfabeta, él ha viajado y predicado en
muchos países, incluso los Estados Unidos y la Unión Soviética y ha dictado una
conferencia ante el parlamento sueco.

Pregunta: ¿Por favor, díganos algo sobre su persona y cómo se fundó su iglesia?
Respuesta: Nací en la empobrecida zona árida del noreste de Brasil en el estado de
Pernambuco. Debido a que nuestra familia era tan grande, no asistí mucho la escuela.
Cuando tenía diecisiete años vine a Sao Paulo como miles de otros inmigrantes. Era un
trabajador en la construcción hasta el año 1954 cuando dimití un buen puesto como capataz
para dedicarme de tiempo completo al evangelismo con la Iglesia Cuadrangular
norteamericana. Mi experiencia me convenció que se necesitaba un movimiento con
características netamente brasileñas, Hemos desarrollado nuestras propias formas de
adoración y no recibimos fondos o personal del extranjero.

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Pregunta: ¿Exige Brasil para Cristo que sus adeptos sean miembros inscritos?
Respuesta: Esta clase de pregunta me molesta. Creo que la inscripción de miembros es una
barrera que ha paralizado el crecimiento de la iglesia evangélica en el Brasil. Creemos que
una persona es una cristiana sólo después de que lo marcamos y le damos un número. EL
se nace con un número. Un amigo me comentó que cuando se nace, un hombre ya debe
nueve meses de pensión completa. Todo en nuestra sociedad tiene un número -la sala
donde se da a luz, el edificio, el médico, todo. Y luego le ponemos un número para que
vaya al cielo.
Pregunta: ¿Cuál es la asistencia de su iglesia?
Respuesta: Aquí en Sao Paulo contamos con más de 60,000. Por todo el Brasil son casi
medio millón. Pero no hago distinción entre los hermanos enumerados y los demás. Un
hermano no numerado me acudió ayer. Es un universitario. Viene a la iglesia con su
comprometida. Es un creyente y da siempre un testimonio valiente. Pese a no tener un
número, tengo confianza que está salvo.
Pregunta: ¿Su iglesia bautiza a las personas que solicitan membrecía?
Respuesta: Hay muchas personas que son cristianas sin ser bautizadas. Favorezco el
bautismo pero no como algo imprescindible. Aunque dijo Jesús "Quien cree y se bautice
será salvo" en su propio ministerio habrá personas salvadas sin bautizarse, Lo mejor es
predicar el evangelio y permitir que la persona decida la hora de su bautismo, como él
quiera.
Pregunta: Ud. pretende construir aquí el templo evangélico más grande en el mundo.
¿Cuál es el programa que esta llevando a cabo?
Respuesta: Este edificio es más que un templo. Es un centro religioso evangélico. Si
estamos involucrados en la religión, pero también funcionamos como un centro educativo y
social. Siempre que se acabe este proyecto, es mi intención ponerlo a la disposición a todos
los grupos religiosos incluso la Conferencia nacional de obispos católicos, si quieren
celebrar un congreso eucarístico aquí. Tanto los adventistas como los budistas y una secta
japonesa de nombre Izein ya han celebrado congresos aquí. Esta es mi manera abierta de
operar no sólo por mi orientación ecuménica sino porque sólo el 40 por ciento de los
fondos para el templo vienen de la iglesia Brasil para Cristo. Los católicos suplen el 30 por
ciento y el otro 30 por ciento viene de otros grupos religiosos.
Pregunta: ¿Cuál es el significado del lema que se ve en la fachada: "Nosotros pagamos y
Ud. estudia?
Respuesta: Como sabe todo el mundo, yo nunca pude estudiar normalmente en ninguna
escuela. Estudié sólo en la "universidad de la vida" donde estoy todavía inscrito y donde
voy a quedarme hasta recibir mi diploma. La educación es el fundamento para toda
superación, sobre todo en una situación urbana. No podemos esperar que la educación
ocurra por milagros como en mi caso. La iglesia tiene que ayudar. Porque la mayoría de
nuestros niños son hijos de inmigrantes del noreste corno yo, el Concilio Mundial de
Iglesias me ha ayudado a establecer aquí un programa que asistirá a los jóvenes a integrarse
en la nueva situación urbana. El lema quiere decir que les damos becas o parciales o totales
a los estudiantes que no pueden pagar.
Pregunta: ¿Su intención es de abrir una escuela en cada templo?
Respuesta: Ud. tiene razón. Le voy a contar una experiencia que tuve en la Unión
Soviética. Me metí en una discusión con un jefe de policía y me detuvieron. Fue puesto en
alta como resultado de la intervención de nuestra embajada. Una pregunta que hice al
policía fue, ¿por qué cierran Uds. las iglesias al conquistar a un país? Él repuso, no tiene

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razón. Nuestro partido comunista nunca cierra iglesias, Yo persistía, diciéndole lo que yo
habla escuchado, pero él sólo repetía siempre con más fervor que nunca cerraban las
iglesias. Lo que había oído fue sólo propaganda falsa. Luego el policía me dio esta
explicación. "Uds. tienen iglesias. Si se abre los domingos para cultos religiosos. Luego se
cierran hasta el domingo siguiente. Cuando apoderamos un país, usamos las iglesias como
museos o escuelas u otra forma de educación. Los domingos las devolvemos a los
sacerdotes o pastores para cultos. Y yo estaba de acuerdo. Porque aquí en Brasil existe la
necesidad de miles de aulas mientras hay miles de iglesias vacías durante la semana. Según
nuestras creencias, el templo no es sagrado. El templo es un edificio como cualquier otro.
Son las personas que son sagradas. Para ayudar a la gente queremos que cada iglesia tenga
una escuela también.
Pregunta: ¿Cómo cuadra su concepto del evangelismo?
Respuesta: Primero, más del 90 por ciento de los brasileños son ya convertidos. Es muy
difícil encontrar a un brasileño que no cree en Jesucristo como el Salvador, en Dios y en el
Espíritu Santo. Pablo fue convertido, y si alguien cree que Buda es el salvador y después
dice que no lo es – que el Salvador es Cristo – esta convertido. Pero en Brasil es necesario
enseñarlos. Lo que necesitamos es la educación y "concientización." Es necesario darle a
cada persona la conciencia de su propia responsabilidad como cristiano. Mi predicar tiene
el propósito que cada persona desarrolle una fe genuina.
Pregunta: Un famoso sacerdote ha dicho que el evangelismo genera la fe y el catequismo
educa y hace explícita la conversión. ¿Ese es el significado de sus palabras?
Respuesta: De acuerdo. Ese es. Si alguien viene a mi iglesia y dice, "Pastor, llevé una
pareja al culto. No son creyentes." No, sí son creyentes. ¿La evidencia? Pregunto, ¿creen en
Jesucristo? Dicen que si. Todos son creyentes, pero no todos practican la misma fe. Vale
decir que nosotros los evangélicos hemos espantados a mucha gente del reino de Dios por
muchas expresiones que usamos. "Tal y tal no es salvado", tal y tal no es un creyente". Esto
ahuyenta a mucha gente.
Pregunta: ¿Debe la iglesia preocuparse con acción social, sobre todo, una iglesia
pentecostal?
Respuesta: Jesús decía, "El hombre no vive solamente de pan". Estaba diciendo que el
hombre sí vive por pan y también por la palabra de Dios. Jesús no puso el pan en un nivel
más bajo. Al contrario, el pan siempre tenía una prioridad. Si alguien llama a su puerta y
pide pan y Ud. responde, "Dios lo bendiga. Voy a orar por Ud. que Jesús lo limpie con su
sangre" – todo eso sería inútil. Y Santiago indica que eso no seria aun religión. Me quedo
con Santiago en esta cuestión. La preocupación de pan sin el evangelio será inútil. Y una
preocupación del evangelio sin pan tampoco. Hay muchas iglesias que sólo ofrecen el
evangelio; no se encuentra el pan. En ese momento aparece el problema del comunismo y
capitalismo.
Pregunta: ¿Explíquenos cómo surgen el debate entre el comunismo y el capitalismo?
Respuesta: Comunismo tiene que ver con pan sin el evangelio. Consecuentemente, es
falso. Capitalismo tiene que ver con cosas materiales, pero solamente para unas pocas
personas. Observe que el capitalismo acepta el evangelio, pero sólo para disfrazar sus
intereses. Pero el capitalismo no acepta la distribución de la riqueza para el bien de los que
necesitan el pan. Así, también es falso. Santiago dice que es falso. El evangelio ha de
preocuparse por el pan.
Pregunta: ¿Así, es cómo define Ud. el Reino de Dios?

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Respuesta: ¿Es el Reino de Dios el cielo? ¿Es un lugar maravillosa, lleno de joyas y
piedras preciosas? No, no y no. Está presente aquí y ahora. Cuando la iglesia cuida de la
persona total, está realizando el Reino de Dios. Podemos vivir en el Reino de Dios o en el
reino de Satanás. En el evangelio de Mateo Capitulo 10 Jesús dice que va a dar poder al
predicador. Decía, "En mi nombre vosotros vais a sanar a los enfermos, resucitar a los
muertos, limpiar a los leprosos, echar afuera los demonios." Decía que todo esto es posible
ahora aquí en la tierra.
Pregunta: ¿Es esto la razón del éxito de su movimiento?
Respuesta: En parte, porque esto también es el pan. Cuando digo que el evangelio con pan,
digo el evangelio con salud y sanidad. Esto es parte del pan. La liberación de gente es parte
del pan. Pan no sólo es lo que se compra en la panadería para comer, es lo todo que
beneficia a la humanidad. Por pan quiero decir la educación. Quiero decir la ropa. Por pan
quiero decir escuelas, hospitales. Quiero decir salarios justos. Respeto por las personas.
Cuando digo "evangelio con pan" quiero decir el evangelio con justicia social, con los
derechos del hombre, con la declaración universal de derechos humanos aprobada por las
Naciones Unidas y firmada por el gobierno de Brasil.
Pregunta: ¿Cree Ud. que las denuncias también son parte de proclamar el Reino de Dios?
Respuesta: El evangelio por si mismo denuncia. Es un mensaje de denuncia. Por lo tanto,
los países totalitarios rechazan el evangelio. No se puede proclamar el evangelio a medias,
sólo con la verdad completa. Por eso decía Jesús que se ha de proclamar el evangelio desde
los picos de las montañas. No se puede proclamar el evangelio sin denunciar la injusticia de
los dirigentes poderosos. Los predicadores tienen la responsabilidad de denunciar la
injusticia y los errores que alteran el evangelio.
Pregunta: ¿Qué quiere decir por "errores que alteran el evangelio"?
Respuesta: Me refiero a la promoción humana, el evangelio que toca al hombre en la
sociedad. Si proclamamos el evangelio sin denunciar, sin publicar o proclamar lo que es
pecaminoso -si no tenemos la valentía de dirigirnos a la injusticia consciente o inconsciente
-no estamos enseñando las enseñanzas de Pablo. Pablo denunció porque predicó el
evangelio entero. Cristo confrontó a Herodes y denunció las injusticias resultantes de la
intervención romana en Palestina. Yo puedo suscribir a ciertos pronunciamientos de la
Conferencia de los obispos católicos, porque denuncian ciertas injusticias en nuestra
sociedad.
Pregunta: ¿Cree Ud. que una fe clara se debe relacionar con las realidades?
Respuesta: El creyente evangélico es una persona comprometida al evangelio. Sólo por
medio del evangelio puede uno determinar todas las actitudes en una situación actual. Así,
el cristiano no puede sino comprometerse a Cristo y a la justicia.
Pregunta: ¿Qué quiere decir el término "creyente evangélico"?
Respuesta: Quien cree en Jesús el Salvador y lo acepta como la regla normativa de su vida.
No refiero a mi propia iglesia ni ninguna denominación. En mi opinión no hay creyente
pentecostal, ni creyente metodista, ni creyente católica. No reconozco las etiquetas. Sólo
pueden ser creyentes evangélicos – o sea un cristiano que acepta el evangelio, las Buenas
noticias, no importa su denominación. Yo creo que el papa Juan XXIII fue un gran cristiano
evangélico.
Pregunta: ¿Qué relación tiene su iglesia con otros grupos evangélicos?
Respuesta: Al principio fue muy difícil. Nadie nos entendía y nos repudiaron aun la
Confederación Evangélica del Brasil, de la cual ahora soy el vicepresidente. Nuestro

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propósito era sacudir la complacencia de muchas iglesias tradicionales, no eliminarlas. La
Conferencia de Obispos Católicos, por ejemplo, hoy en día, es la única voz que critica al
gobierno. La CEB lo debe hacer también. Esto no es decir oponer al gobierno, sino no
colaborar con él cuando sigue un camino peligros. Desde el principio nosotros del
movimiento Brasil para Cristo hemos pensado que los protestantes eran demasiado tímidos
e intimidados. Es obvio que un pronunciamiento inocuo de grupo tiende a neutralizar un
documento valiente de algún otro.
Proclamar el evangelio no quiere decir quedarse siempre detrás del altar anunciando
que Cristo salva. Quiere decir la identificación con las masas como hizo Jesús, Quiere decir
vivir con el pueblo, caminando con ellos y diciéndoles que Jesucristo quiere que se hagan
personas humanas con todos los derechos y privilegios de seres humanos.
Pregunta: ¿Cual es la relación de su iglesia con el Concilio Mundial de Iglesias?
Respuesta: ¿Quiero preguntar si sentimos haber afiliado con el Concilio? No. Si la
renovación de nuestra participación valiente dentro de la iglesia en los tiempos de Lutero
no habría sido una reforma. No son temerosos los obispos y curas. Aun el arzobispo Helder
Cámara confiesa que la iglesia católica se ha prostituido con los intereses elites de la
nación. Pero la iglesia ha regresado a considerar su pueblo, las masas empobrecidas a
través de este país enorme.
Tercero, ningún protestante debe pecar contra el Espíritu Santo por dudar que
algunos de estos cambios sean reales. Me reúno regularmente con católicos pentecostales.
El Espíritu Santo tiene suficiente poder de cambiar aun la iglesia católica. Creo que todas
las iglesias deben regocijar en lo que está sucediendo.

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Una Cosecha de Sorpresas
Rocky Grams
Asombrados en Argentina

Una de las olas de avivamiento más increíbles que ha ocurrido en la Argentina es la


que comenzó en los años ochenta. Fue enorme: se extendió desde La Plata y trajo salvación
a miles de personas.
Se destacaron como figuras clave el pastor Alberto Scataglini, en La Plata, y el
evangelista Carlos Annacondia, un hombre de negocios recién convertido y con algunas
ideas creativas. Lo que vino después trajo no sólo una gran cosecha de personas, sino
también de sorpresas.

Alberto Scataglini: Dios Prepara Todo en La Plata


La Plata es la capital de Buenos Aires, la provincia más poblada y rica de la
Argentina. De los casi 39 millones de habitantes del país, 25 viven en ella.
Está al sur de la metrópolis de Buenos Aires, es el centro de muchas actividades
gubernamentales y hogar de la renombrada Catedral de La Plata. También se encuentra allí
la Universidad Nacional de La Plata, con una matriculación de 94.283 estudiantes." Una
ciudad con mucha tradición, orgullosa y muy resistente al evangelio. Las influencias
masónicas y ateas estaban muy arraigadas en ella.
El pastor Alberto Scataglini y su esposa Isabel tomaron el pastorado en La Plata,
cuando sólo asistían cincuenta miembros. El crecimiento vino muy lentamente. En este
tiempo, el evangelísmo raramente se aceptaba, y hasta los métodos que funcionaban de
tanto en tanto en algunas zonas del país no producían ningún resultado en esta ciudad
resistente.
Durante años, la congregación había salido a evangelizar en las plazas de La
Plata, con música, películas y predicación. Pero, sin importar la técnica que utilizaran,
no había fruto. Alberto e Isabel Scataglini pastorearon en La Plata por quince años; fue
entonces cuando, Dios preparó la escena para un tremendo avivamiento que se exten-
dería a través de la nación y afectaría a generaciones de creyentes.
Los jóvenes de la iglesia hablaban con el pastor Scataglini sobre el intenso deseo
que los motivaba a consagrar su vida a los propósitos de Dios. Cierto día, él los reunió y
les preguntó cuántos estaban dispuestos a buscar a Dios de verdad y a pagar el precio
por verlo obrar en su iglesia y en la comunidad. De los cincuenta o sesenta jóvenes
presentes, sólo seis decidieron comprometerse. El pastor Scataglini y estos jóvenes
comenzaron a orar, cada día, en el sótano de la iglesia. Cuando los miembros adultos de
la congregación preguntaron qué estaba sucediendo, el grupo comprometido les dio
respuestas ambiguas, ya que querían proteger su unión.
Oraron durante meses. Al principio, Dios puso carga en sus corazones y una
fuerte convicción de pecado. Lloraban y confesaban sus pecados unos a otros. Dios les
dijo que ese año debía ser dedicado a la consolidación, y el siguiente (1984), a la
conquista. Para fin de ese año, el grupo de jóvenes había crecido a doscientos, y la idea
del pastor Scataglini fue enviarlos para comenzar treinta centros de predicación
alrededor de la ciudad.

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En 1983, me invitaron a predicar a los líderes de la iglesia. Sergio Scataglini, el
hijo del pastor Alberto, estaba trabajando con ellos. Poco antes, se había graduado del
Seminario Teológico Fuller. Durante el día que pasé con ellos escuché con un poco de
escepticismo las metas que tenían para los próximos cinco años. El liderazgo de una
iglesia de quinientas personas estaba hablando de llegar a ser una congregación de cinco
mil, en los siguientes cinco años. «Son fórmulas de "íglecrecímiento?" pensé para mí
mismo. Ninguno de nosotros hubiera imaginado que al año siguiente, la iglesia tendría
no sólo cinco mil personas, sino veinte mil, que estarían visitando a su "iglesia madre",
mes tras mes, y otros miles que asistirían a los trescientos locales de la ciudad de La
Plata.
El pastor Alberto Scataglini recuerda que se encontró profetizando, en medio de
un sermón, y aquello que salió de su boca lo sorprendió hasta a él mismo. Dijo:
"Algunos de ustedes se han sentado en los mismos bancos por años, y no están
interesados en ver a la iglesia crecer. Necesitan cambiar o perderán su asiento. No
solamente perderán su asiento, sino su lugar de ministerio en la iglesia". Algunas
personas se rieron de esta advertencia, pero poco tiempo después, fue exactamente lo
que sucedió. Los nuevos cristianos demostraban mayor madurez y compromiso que
algunos creyentes de veinticinco años de convertidos.

Un Evangelista Desconocido
En esa época se hacía evangelismo en las calles y en las plazas, pero con muy
pocos resultados. Planificaban eventos evangelísticos durante un período de seis meses,
y solamente treinta personas aceptaban a Cristo.
Los representantes de un evangelista desconocido se habían comunicado varias
veces con el pastor Alberto Scataglini pues querían que la iglesia participara en una
campaña unida que estaban planificando en La Plata.
Cuando les pregunté cuántos años hacía que este hombre conocía al Señor, me
respondieron: "cuatro", dijo Alberto. Luego pregunté si había recibido alguna
preparación teológica, y me dijeron que no, así que les dije que no estaba interesado".
Este evangelista desconocido era Carlos Annacondia y él mismo fue a hablar con
el pastor Scataglini. Mientras estaba sentado en el sofá de la sala del hogar del pastor,
Dios le habló a éste y le dijo: "Participa en la campaña y haz todo lo que él diga. Este es
mi siervo". Fue así que el pastor Scataglini aceptó.
"¿Cómo crees que debemos hacerlo?" preguntó Annacondia.
El hermano Scataglini era un líder reconocido entre los pastores, no sólo en la
ciudad de La Plata, sino en la nación. Había tenido posiciones ejecutivas, incluso en la
oficina nacional de superintendente de la Unión de las Asambleas de Dios de la
Argentina, un hombre muy respetado y con mucha experiencia.
"Soy Eliseo y tú eres Elías", dijo Alberto, con humildad. "Dinos, pues tú eres el
evangelista, y haremos lo que tú digas". Estaba asombrado de las palabras que salían de su
propia boca en esta conversación con un evangelista que todavía no tenía experiencia.
"¿Cuándo comenzaremos con las reuniones?"
"En dos semanas", fue la respuesta.
El pastor no podía creer lo que estaba escuchando. Hubiese tomado como mínimo
seis meses para planificar una campaña local. Sólo dos semanas de preparación para un
esfuerzo evangelístico que involucraría a todas las iglesias evangélicas de La Plata parecía
ser algo completamente irrealista. La organización y propaganda no se podían realizar en tan

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poco tiempo. Pero el pastor Scataglini tomó un respiro.
"Está bien", dijo, "¿dónde se hará este evento?"
"En una carpa, en el medio del campo", contestó el nuevo evangelista.
El pastor Scataglini empezó a pensar que la gente nunca iría a una carpa fuera de la
ciudad; no en La Plata. Recordó todas las herramientas evangelísticas que habían usado, y
ninguna de ellas había funcionado. ¿Por qué la gente respondería a un método evangelístico
como éste, en el medio del campo? Pero, finalmente, acordó hacerlo.
La carpa que utilizaron para la campaña preliminar, al norte de La Plata, en City
Bell, estaba hecha andrajos, pero para la consternación del pastor Alberto, la predicación fue
realizada delante de ella, no adentro. La carpa fue utilizada para orar por liberación.
Esa primera noche, cuando el evangelista Annacondia hizo el llamado al altar, ciento
cuarenta y cuatro personas pasaron al frente para aceptar al Señor. ¡Parecía algo imposible!
Esta ciudad es muy reticente. Previamente, habíamos organizado eventos evangelísticos en
conjunto, y sólo una persona se entregó al Señor, un borracho que vino solamente porque no
veía bien, recordaba el pastor Alberto Scataglini.

La Cruzada en La Carpa
El primer sitio que eligieron en La Plata se encontraba al norte de la ciudad, junto al
río, cerca de una zona dominada por brujas y brujos. Las multitudes se multiplicaban, y
mucha gente estaba recibiendo liberación en la carpa de "terapia intensiva". Ese nombre fue
inventado por un estudiante del Instituto Bíblico Río de la Plata (IBRP). El pastor Scataglini
y el evangelista Annacondia recuerdan con gratitud que cien estudiantes del IBRP ayudaron
en esa campaña, cada fin de semana, durante meses.
Al comenzarla, el sonido estaba demasiado alto para muchos de los vecinos, los
cuales no tardaron en llamar a la policía para pedir al comisario que enviara a alguien a
controlar la situación.
Comentaba el hermano Alberto, mientras reía, que los primeros dos policías no
volvieron, así que el comisario envió dos más. Estos no regresaron tampoco. Luego, envió a
otros dos. Cuando vio que no regresaban, el comisario fue a la campaña personalmente para
ver qué estaba sucediendo, y encontró a sus oficiales en la carpa de terapia intensiva,
recibiendo oración. En ese momento, las autoridades policiales decidieron tolerar las quejas
de los vecinos y permitir que las reuniones se siguieran efectuando.
El pastor Alberto cuenta que llegó a un punto en que ni se desvestía para dormir.
Alguien siempre llegaba en el medio de la noche, pidiendo sanidad o trayendo a una persona
endemoniada. Él y su esposa entendieron que sería más fácil permanecer vestido y así, estar
preparado. Tanta gente hacía fila fuera de la iglesia para verlo y lo seguía hasta su hogar que
Alberto subía a su departamento por la salida de emergencia y entraba por una ventana.
"Una noche tocaron el timbre y me pidieron que bajara a la calle para orar por un
hombre", recuerda Scataglini. "Pedí que lo trajeran, pero no podían porque debía estar sujeto
en el asiento trasero del auto, pues estaba loco. Bajé a donde estaba el auto y oré por aquel
hombre que, literalmente, estaba desvariando, atado con cadenas. Después de orar, los
demonios lo dejaron. Esto sucedía a menudo".
Una de las metas que Scataglini había puesto para el liderazgo de su iglesia, antes
que comenzara la cruzada evangelística, era abrir treinta centros de predicación ese mismo
año. Un desafío muy ambicioso y digno. Pero Dios multiplicó los resultados por diez: A fin
de año, ¡la iglesia había abierto trescientos centros de predicación por toda la ciudad!
La campaña en La Plata, en 1984, duró ocho meses en total. Los resultados fueron

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asombrosos: cincuenta mil decisiones por Cristo.

Carlos Annacondia: Los Comienzos del Evangelista


En los años que precedieron a la cruzada de La Plata, 1983-1984, Argentina estaba
entrando en la "era del nerviosismo" con la lucha de la "guerra sucia" contra los guerrilleros
que estaban causando un estado casi anárquico en el país. La economía estaba arruinada,
llegando, por momentos, hasta cinco mil por ciento de devaluación anual. Además, estaba la
derrota frente a Gran Bretaña, en la guerra de las Islas Malvinas. Los dirigentes políticos les
habían comunicado a los argentinos que estaban ganando la guerra. Un pueblo con mucho
orgullo como el de la nación argentina quedó conmocionado y humillado cuando finalmente
supo que había sido vencido.
Durante esta época, Dios estaba rescatando a un empresario agnóstico, con nueve
hijos, propietario de una fábrica de bulones y de una casa de fin de semana.
"El día que nos convertimos", recuerda Carlos, "toda mi familia (incluso mi esposa
María), menos yo, fue bautizada en el Espíritu Santo".
En cierta ocasión, Carlos escuchó que también otra persona había sido llena del
Espíritu, hablaba en lenguas y cantaba en un inglés perfecto el himno "Cuando los santos
marchen ya". Este creyente no hablaba muy bien en español, pero cantaba perfectamente en
inglés.
"En el espíritu, mi esposa cantaba con voz de soprano lírica que era hermosísimo",
recuerda Carlos, así que le dije a Dios: "Bautízame en el Espíritu, o me muero!" Y cuando lo
hizo, comencé a gritar en lenguas por diez horas. Esto cambió mi voz. Nunca más he tenido
la misma voz. Salí y hablaba con la gente en lo que pensé que era español, pero, en realidad,
estaba hablando en lenguas".
Una noche, Carlos escuchó a su pastor predicar sobre Marcos 16:17-18: "y estas
señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas
lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño;
sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán". Y se preguntó y respondió a sí mismo:
"¿Dónde están los enfermos? En los hospitales". Luego añadió: "Voy a orar al hospital". Y
con uno de sus hijos, se dirigió hacia allá.
En ese momento, el país estaba bajo una dictadura militar, y había guardias a la
entrada de los hospitales para evitar que los guerrilleros robaran medicina. Carlos se acercó
a la custodia y le pidió permiso para orar. El guardia le dijo que la entrada se prohibía a
personas sin autorización. Sosteniendo a su hijo de la mano, Carlos caminó hacia un rincón
e hizo una oración simple: "Señor, tú sabes que quiero obedecerte y sanar a los enfermos.
Por favor, hazme invisible para que pueda entrar y orar por ellos". Se acercó nuevamente al
mismo guardia y entró al hospital sin que el guardia parpadeara.
Llegó a un pabellón de aproximadamente cuarenta mujeres. Preguntó a cada una si
podía orar por ella, por sanidad. "Soy de otra religión", le respondían, y rechazaban la
oración. Finalmente, se acercó a la última cama, donde había una joven de quince años
paralizada. Le dijo que el Señor quería sanarla. Mientras le hablaba de Cristo, ella comenzó
a llorar y aceptó a Jesús como su Salvador.
Luego, Carlos escuchó que el Señor le dijo: "Dile que se levante, que está sana".
Carlos pensó que, por lo menos, debía orar por ella. Después de todo, había
preparado una oración especial y quería usarla.
El Señor le reiteró: "Ella está sana. Dile que se levante". Así que le dijo: "¡Bájate de
tu cama, el Señor te ha sanado!" Como ella no respondió inmediatamente, la empujó de la

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cama, y ella comenzó a caminar. Inmediatamente, la joven se encontraba corriendo por el
pasillo entre las otras internadas.
"Detente, no puedes hacer eso!" gritó la enfermera, "¿Quién te dijo que podías
caminar? Estás paralizada. Métete en la cama". Pero la joven siguió caminando por el
pasillo.
De repente, todas las mujeres se bajaron de sus camas y caminaban, clamando:
"Pastor, ore por mi", Algunas de ellas se acercaban cargando consigo las botellas de suero.
Se olvidaron de la religión cuando vieron la señal del poder de Dios.
El evangelista Annacondia dijo sonriendo: "Tenía un mes de convertido y ya me
estaban diciendo pastor". Un momento significativo en el comienzo de una trayectoria de fe
tremenda.
En los primeros meses de su vida en Cristo, Carlos Annacondia comenzó a estudiar
intensamente la Palabra de Dios. Una Biblia que alguien le había regalado había quedado
por años en su mesa de luz, sin abrir. Pero ahora, cada vez que veía esas páginas, estaba
lleno de fe para creer lo que leía.
Cuando tenía dos meses de cristiano, Dios le mostró el mundo en la forma de un
globo terráqueo. Cuenta Carlos que de repente, se transformó en gelatina y comenzó a
palpitar como un corazón. Él podía escuchar los llantos y gemidos de la gente, y dijo:
"¿Qué es esto, Señor? "
"El mundo está llorando, gimiendo y clamando", Dios respondió.
"Señor, envíame", dijo Carlos.
Entonces el Señor le preguntó: "¿Estás dispuesto a pagar el precio?"
"Sí, Señor", respondió Carlos.
Parte del precio ha sido dejar a su familia por varias semanas. Aún hoy, él trabaja
hasta tarde, en horas de la noche, ministrando a las necesidades de las personas. Otra
porción del costo es que ha sufrido muchos ataques, tanto físicos como espirituales.
Muchas veces homicidas han intentado quitarle la vida, pero él siempre descansa en la
protección de Dios. Otras, la gente lo toca en la espalda, toman sus manos y las colocan
sobre sus cabezas o sobre la cabeza de otro, buscando una bendición.

Argentina Será Mía


Otra palabra que el Señor habló al corazón de Carlos, cuando era todavía un
cristiano nuevo, fue: "Pronto, pronto, Argentina será mía". Algo que parecía absurdo en ese
momento.
Cuando Carlos comentó esto con sus amigos cristianos, ellos pensaban que estaba
loco. En ese entonces, a principios de los años ochenta, había muy pocos creyentes en
Argentina. Las reuniones de sanidad de Tommy Hicks habían afectado mayormente a
Buenos Aires, y gran parte del liderazgo y de las iglesias pentecostales podían rastrear su
lanzamiento a esos días. Pero años de abundancia económica habían llevado al país a la
complacencia. Ante la predicación del evangelio, la respuesta típica era: "Eso es
interesante, pero soy de otra religión, y mi familia nunca lo entendería si me tratara de
cambiar". Encontrar a otro creyente, quizás, tomando el subte en el centro de Buenos Aires,
era causa de una celebración de tres semanas.
Las iglesias estaban construidas como para alojar de cien a ciento cincuenta
personas. Cuando se les preguntaba a los pastores por qué estaban edificando iglesias tan
pequeñas, respondían: "Así parecen estar llenas". El ganar la Argentina para Cristo parecía
algo imposible. Guerreros de oración fieles, en Brasil, habían estado intercediendo por su

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país limítrofe por años y estaban por desistir, pensando que nunca habría progreso. Así que
no era de maravillarse que otros cristianos, con más experiencia, tuvieran una actitud
condescendiente para con Carlos Annacondia, un nuevo convertido con ideas alocadas
como que, "la Argentina pronto pertenecería a Dios". Pero Él sabía a quién había elegido: a
un hombre de fe y obediencia simple, cuya pasión, desde el principio, fueron las almas.
En aquellos primeros años de su ministerio evangelístico, el hermano Annacondia
predicaba donde se le presentaba la oportunidad. Una campaña tuvo lugar en un galpón
grande, con techo de chapa. Mientras él estaba predicando, alguien comenzó a tirar piedras
del otro lado de la calle. Como el techo carecía de una capa aislante, los proyectiles hacían
mucho ruido mientras golpeaban y rodaban por él. De repente, con algo de frustración
humana, el evangelista dijo con fuerza: "La persona que está tirando piedras pronto estará
en este altar, arrodillada y aceptando a Jesús". Enseguida el estruendo de piedras fue
interrumpido. El silencio fue una sorpresa para todos. Inmediatamente el hombre que
arrojaba las piedras estaba temblando y arrodillándose al frente de la iglesia, llorando,
mientras aceptaba al Señor.
Luego el hombre les contó a los líderes qué le había sucedido. Cuando se inclinó
para lanzar la siguiente piedra, dos manos lo agarraron desde los hombros y lo enderezaron.
Él miró hacia atrás, y no había nadie. Esas mismas manos lo empujaron hacia el edificio de
la campaña. Con dos empujones más, se encontraba del otro lado de la avenida. Un par de
empujones más, ¡Y estaba arrodillado en el altar, arrepintiéndose por sus pecados! Sin
duda, los ángeles participan en el evangelismo.

La Protección de Dios
Varias de las historias de aquellos primeros días de predicación fueron contadas al
evangelista por vecinos, testigos oculares, y hasta los mismos perpetradores que luego se
encontraban en la carpa de terapia intensiva, arrepintiéndose por sus pecados y siendo
libertados de la posesión demoníaca. Estas experiencias tienen que ver con la protección de
Dios sobre su siervo.
Uno de los eventos evangelísticos se realizó en un peligroso barrio, donde jóvenes
violentos rodeaban el lugar. Como broma, una banda de ellos decidió dar vuelta el auto del
evangelista. Cada vez que trataban de acercarse al vehículo, eran empujados hacia atrás y
caían de espalda. Esa broma nunca se materializó.
Juan Di Crescienzo, coordinador de aquellas campañas iniciales, comentó dos
testimonios impactantes:

Estábamos en un barrio muy peligroso donde había varias pandillas. Una noche
estaba acompañando al evangelista Carlos Annacondia, preparándome para
presentarlo, cuando escuchamos dos tiros. Una de las balas fue dirigida hacia la
nuca de Carlos Annacondia – yo mismo lo vi – pero no llegó a tocarlo porque la
bala cayó al piso de madera y, a través de una hendidura, al pasto; así que
cuando la buscamos, más tarde, no la encontramos.
Otro testimonio tuvo lugar durante la misma campaña, en Bernal Oeste. Cuatro
o cinco de los pandilleros fueron todas las noches. Causaban disturbios cuando
se emborrachaban. Como coordinador, tenía que mantener el orden, así que
compartí tiempo con ellos hasta las horas tempranas de la mañana, escuchando
sus quejas y sus problemas. Cada noche, los colaboradores me daban los alfolíes
detrás de la plataforma donde estaba estacionado mi auto. Una vez que los te-

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níamos, cinco o seis hermanos me acompañaban a una casa de madera (a unos
cincuenta metros), propiedad que nos prestó otro, y allí contábamos toda la
ofrenda. Uno de esos días me sorprendí, pues los colaboradores no aparecieron.
Me dejaron solo. Esperé diez o quince minutos, mientras veía pasar las pandillas,
todas armadas con revólveres, cuchillos, machetes, y algunas escopetas
recortadas. Caminaban a mi lado, pero no me saludaban. Parecían no haberme
visto.
Me cansé de esperar, así que hice esos cincuenta metros hasta la pequeña casa.
Allí encontré a los hermanos esperándome con temor, ya que habían escuchado
que las cinco pandillas habían acordado robar la ofrenda esa noche. Le doy
gracias a Dios por guardarme. Más tarde, en la última noche de la campaña, me
enteré, a través de los jefes de esas tres o cuatro pandillas, de que me iban a
robar la ofrenda. Me dijeron: "Te buscamos pero no te encontramos. Pero hoy
tenemos remordimiento. Míranos, ya no estamos borrachos".
Le dije a Carlos Annacondia lo que había sucedido, y antes de subir a la
plataforma comenzó a orar y a reprender, y esas quince o veinte personas,
aproximadamente, cayeron bajo el poder de Dios. Oramos por ellos, pero no
había forma de que reaccionaran.
Esta fue una experiencia muy dura ya que era el comienzo de aquellas primeras
campañas, y no teníamos la práctica para ministrar liberación. Era algo nuevo,
nunca habíamos visto nada como esto. Los pandilleros parecían gusanos
entrelazados. Cuando terminó la reunión, Carlos oró nuevamente por ellos;
todavía estaban tendidos en el suelo.
Cerré la reunión como coordinador y comencé a desarmar la plataforma.
Subimos los materiales a la camioneta, y aún todos seguían allí en el suelo. Les
hablé, en el nombre del Señor y dije: "Dios, aquí están, en tus manos. Si hay
juicio sobre ellos, por favor perdónalos", Y nos fuimos. Algunos pastores que es-
taban allí declaran que cuando finalmente se levantaron, los pandilleros no
recordaban nada. No sabemos qué les sucedió, pero cuando Dios comienza una
obra en la persona, continúa perfeccionándola."

Allí donde estaba esa pequeña casa de madera, hoy hay una iglesia edificada. Fue en
aquellas reuniones que un joven fue sanado de una hernia. Inexplicablemente, su madre
regresó la noche siguiente para burlarse de Carlos Annacondia y sus consiervos. Mientras
esperaba el autobús para regresar a casa, tuvo una visión de una silla de ruedas y sintió que
Dios le dijo: "Esto es lo que te espera al final de tus días, si no te arrepientes de tus burlas".
¡Ella cayó al suelo paralizada! Alguien la ayudó y la arrastró de vuelta a la reunión.
Mientras los obreros de la campaña la llevaban al hermano Annacondia, ella estaba
llorando e implorando: "Dios, perdóname. Por favor perdóname". Cuando el evangelista
oró por ella, Dios, en su misericordia, le devolvió la salud.
En otra ocasión, algunos jóvenes decidieron hacer que uno fingiera estar paralizado
y luego burlarse del evangelista al orar por él. Lo asombroso fue que la persona que
"fingía" en la silla de ruedas, en realidad, terminó paralizada por unas tres horas, hasta que
oraron por él y confesó todo.

Primeras Campañas y Encuentros


La primera vez que Carlos Annacondia realizó una campaña evangelística con

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varias iglesias fue en 1984, en la ciudad de City Bell, una comunidad cerca de La Plata. En
el IBRP escuchamos las historias de muelas que eran emplomadas milagrosamente y
vacilábamos ante estos testimonios. La decisión de ir personalmente a ver qué estaba
sucediendo fue un paso hacia la participación diaria de nuestros alumnos en la siguiente
campaña, en la ciudad de La Plata.
Esa había sido la misma ciudad en que los alumnos del IBRP habían orado y llorado
por la Argentina, meses anteriores a la campaña de Tommy Hicks, cuando tuvieron una
visitación increíble de Dios. Ahora, nuevamente, City Bell tenía un rol crucial, con respecto
al futuro de la nación.
Cuando comenzó el esfuerzo en La Plata para llevar liberación de demonios a miles
de personas, el negocio de los médium, brujas y brujos estaba siendo afectado. De la misma
manera que la liberación de la joven adivina de Filipos afectaba los bolsillos de sus dueños,
a estos expertos de marketing del mundo espiritual se los estaba dejando sin clientela. Por
lo tanto, una noche decidieron unir sus fuerzas. Utilizando sus pociones compuestas por
cenizas de cuerpos humanos, intentaron sacar al evangelista de la plataforma por la fuerza.
Esa misma noche hubo un viento fuerte, pero el evangelista predicó igual. Como era usual,
Dios trajo sanidad, conversión, y liberación.
Varias brujas que asistieron a la campaña llevaban la vestimenta de algunos de sus
clientes para incluirla entre la ropa sobre la cual se oraba, al final de la reunión. Para
sorpresa suya, los clientes se recuperaron, y las brujas les cobraron por ello. Sin embargo,
mientras el tiempo transcurría, la mayoría de estos comerciantes tuvo que cerrar su negocio,
ya que la gente ahora se encontraba con la verdad de Jesucristo y tomaba conciencia del
engaño de aquellos que servían a la oscuridad. Aun muchas de las brujas se dieron por
vencidas y colocaban un cartel en su ventana: "Cerrado. Vayan a la campaña".
Fue en una reunión de fin de semana, en el parque de Lomas de Zamora, que dos
psicólogos aparecieron con otros terapeutas y maestros. Se acercaron al lugar para estudiar
las formas poco convencionales de terapia y tratar de comprender lo que estaba sucediendo.
Tiempo después, muchos de ellos eran sanados. Uno de los psicólogos rindió su vida a
Cristo ese fin de semana y otro, quince días después. Uno de ellos comenzó a trabajar con
el equipo de Carlos Annacondia. Se trata de Basilio Benítez, el padre de nuestro yerno. Él y
sus colegas comenzaron a testificar a todos sus antiguos pacientes de psicología y ganaron
a muchos de ellos para Cristo. El colega de Basilio, Guillermo Santos, sirvió con él durante
años en una iglesia y ahora está en España, como misionero de la Unión de las Asambleas
de Dios de la Argentina.

PRINCIPIO 1: Permanecer en un Lugar


El Señor guió al evangelista Annacondia, a su equipo de colegas y a los pastores, de
una manera muy definida, durante esas primeras campañas. Uno de los aspectos de la
sabiduría que Dios les dio consiste en la permanencia en un lugar la cantidad de tiempo
necesaria para hacer una diferencia en el entorno espiritual. Los esfuerzos evangelísticos
duraron dos o más meses en una sola localidad.
Declara el evangelista: "Había guerra espiritual, un ataque directo de Satanás y su
séquito demoníaco. El resultado era que se abrían los cielos, y la gente era sanada y
liberada. Muchos venían durante el día hasta el lugar de la campaña para preguntar cómo
podían aceptar a Cristo. Cuando los colectivos pasaban junto al lugar de la campaña, a
veces, la gente que estaba viajando en ellos se manifestaba demoníacamente y caía al suelo.
La unción estaba sobre el lugar. Cuanto más permanecíamos allí, más se abrían los cielos, y

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Dios se movía".
Mucho de esto tiene que ver con la gran cantidad de oración que tiene lugar durante
las reuniones.
Otro testimonio, que se asemeja a porciones del Antiguo Testamento, trata de unos
jóvenes que decidieron jugar al fútbol en un campo abierto que había sido despejado y
pisoteado por miles de personas, durante las reuniones que se realizaron allí. No había
pasado mucho tiempo desde que la campaña se había trasladado a otra zona. Mientras estos
muchachos jugaban a fútbol, en lo que era evidentemente tierra santa, se caían bajo el poder
de Dios.

PRINCIPIO 2: Un Equipo Ministerial Grande


Cuando Carlos Annacondia recién se convirtió, tuvo otra idea, al percibir el hambre
de la gente por ser ministrada. Observaba cómo los predicadores especiales que visitaban
su iglesia, al finalizar su sermón se iban rápidamente, y que la gente trataba de establecer
contacto con ellos: rodeaban el automóvil, aunque fuera simplemente tocando la puerta o la
ventanilla. Entonces pensó para sí: "¿Por qué no puede cada uno orar y participar?" Como
un cristiano joven, Carlos Annacondia determinó que era importante que se ministrara a las
necesidades de cada persona. y así como en alguna oportunidad Dios usaba a Carlos,
también usaría a otros para que la gente recibiera ministración. Cuando Dios comenzó a
usar su vida, Carlos permitió que pastores y líderes trabajaran con su equipo, echando fuera
demonios y orando por la gente.
Al comienzo del evento evangelístico de La Plata, el cual duró ocho meses, las siete
iglesias de la ciudad participaron. La del pastor Alberto Scataglini era la más grande.
Pronto corrieron las noticias de todas las sanidades y liberaciones que estaban ocurriendo, y
así se expandían las olas producidas en el epicentro de la campaña. Con miles que asistían a
las reuniones al aire libre y cientos de personas que aceptaban a Cristo cada noche, había
una gran necesidad de ujieres, consejeros, e intercesores.
El liderazgo del IBRP decidió enviar un micro con estudiantes para ayudar cada
noche, especialmente en la carpa de liberación. A uno de nuestros alumnos se le ocurrió un
nuevo nombre para los ujieres: «Camilleros». Ellos habían aprendido a levantar a una
persona endemoniada que se retorcía en el suelo, gruñendo y crujiendo los dientes, y la
llevaban a la carpa para orar de manera más específica y personal. Dos camilleros
levantaban a una persona del suelo por vez, empujaban sus caderas hacia el centro como
para sostener a la persona y comenzaban a correr. La carpa de "terapia intensiva" era el
lugar donde recibían el mejor cuidado intensivo del universo: el nombre de Jesús y el poder
de su sangre. Cuando las multitudes crecieron de a cien mil a la vez, la decisión de permitir
que otros participaran y ministraran se convirtió en una pieza crucial del rompecabezas que
el Señor estaba armando para bendecir a la nación entera.
Había mucha gente dispuesta a ayudar. Durante esas primeras campañas, cuando
llamaron a voluntarios para armar las carpas, de cuatrocientas a seiscientas personas
aparecieron, cuando, en realidad, sólo necesitaban sesenta personas. Tuvieron que enviar a
más de trescientos voluntarios a sus casas, con la promesa de que podrían ayudar la
próxima vez.

PRINCIPIO 3: La Oración
Había suficiente espacio debajo de la plataforma para que un grupo de quinientas
personas se juntara a orar durante la campaña. La oración era un aspecto crítico de las

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reuniones. Comenzaba a las siete, cuando se iniciaban los primeros coros. Continuaba hasta
las diez, cuando el evangelista llegaba. Y finalizaba a la una y media de la madrugada,
cuando Carlos terminaba de orar por las necesidades. En muchos eventos evangelísticos
unidos, hasta mil personas se anotaban para orar durante el servicio. Había dos turnos de
quinientas personas, y estas se perdían la colorida música y la ministración. Tampoco
podían ver a los endemoniados caerse y ser liberados por el poder de Dios. Su rol era
simplemente apoyar en oración, y lo tomaban muy en serio.
Al principio de la campaña en Mar del Plata, sólo había trescientos obreros
disponibles. Luego de sesenta días, había tres mil, de los cuales dos mil setecientos eran
nuevos convertidos, fruto del mismo evento evangelístico.
Las reuniones de avivamiento de San Isidro tuvieron la participación de
cuatrocientas congregaciones. La mayoría de los pastores que estaban involucrados
cancelaron los servicios en sus propias iglesias por un período de treinta días, la duración
de la campaña, en la cual todos ayudaron.

PRINCIPIO 4: Ministrar Discretamente y en Forma Significativa a Cada Persona


Otro aspecto crítico de ese poderoso mover fue la determinación del evangelista
Annacondia de que nadie que quisiera recibir oración se fuera sin haber sido ministrado. La
mayoría de las noches oraba por la gente hasta las tres de la madrugada. La actitud no era:
"Annacondia debe orar por mí, o no me voy". Él oraba acompañado por muchos de los
pastores que participaban y permanecían junto a él para ministrar hasta última hora. Cuán
similar a la actitud que demostró Jesús: "y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas;
porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor" (Mt. 9:36). La
disposición de cuidar y valorar a cada persona era parte de la dinámica del Espíritu Santo
que aprendimos todos.
Un principio similar que Annacondia seguía a rajatabla era el de proteger la
dignidad de la persona. Esa fue la razón de la existencia de la carpa de terapia intensiva. La
idea era llevar allí a los que habían caído al suelo y que estaban retorciéndose, fuera de la
vista del público, para evitar avergonzarlos. Sólo a pastores y líderes entrenados se permitía
la entrada a la carpa. Esto también evitaba que la gente se distrajera y de esa forma se viera
afectado o interrumpido el obrar del Espíritu Santo.

El Efecto Dominó
Otra dinámica de esos asombrosos esfuerzos evangelísticos fue la constancia a largo
plazo. Con lluvia o sol, las reuniones continuaban, día tras día. Una vez, en la campaña de
Haedo, llovía a cántaros, pero el evangelista predicó igual y miles de personas
permanecieron en el lugar con sus paraguas, recibiendo la palabra positiva del Evangelio.
"La continuidad también hizo posible que la nube de la presencia de Dios
descendiera sobre un lugar", dijo el hermano Carlos. "En un evento de tres días puede haber
mucho fruto, pero cuando las reuniones se han realizado durante cuarenta o sesenta días el
fruto es mayor". El hecho de que el evento sea más largo, produce un efecto dominó. "La
primera ola de milagros afecta a aquellos que están en un radio cercano a la campaña. Les
dicen a todos sus parientes y amigos, y el siguiente círculo es más amplio. Luego, todas
aquellas personas les cuentan a sus amigos y, en sólo pocos días, aparecían cien mil
personas".

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No Hay Líneas Divisorias
Carlos también aprendió mucho respecto a la ubicación de las reuniones. Es una
manera muy práctica y llena de amor de abordar el ministerio, y funciona. "Si uno realiza
una campaña en un estadio, hay una línea divisoria", dice el evangelista. Si la realiza en un
teatro grande, también. Usted sólo tendrá una porción de la familia, ya que no todos
querrán cruzar la línea, por las inhibiciones de años de tradición. Si uno la realiza en un
campo abierto, preferentemente en el contexto de un barrio, acompañado por una atmósfera
festiva, la familia entera vendrá, y no habrán cruzado ninguna línea. Sólo habrán salido a
caminar. Familias enteras aceptan a Cristo de esta manera".
Otro aspecto de la ubicación era que, al realizar un evento evangelístico en un
campo abierto, no había límite para el crecimiento. Similar a las campañas al aire libre de
George Whitefield, quien también crecieron hasta una concurrencia de cien mil personas,
las reuniones de Annacondia fueron diseñadas para afectar a muchos.
Carlos cree que las cruzadas que se realizaban cerca de barrios poblados permitían
que la Palabra corriera más rápido y que afectara a las personas más profundamente. La
familia que acababa de entrar vería al carnicero del barrio en la plataforma dando
testimonio de una sanidad o liberación de alcoholismo. El impacto era poderoso. Esta era
una persona conocida por ellos, lo cual daba credibilidad inmediata al evangelio.

Una Ocasión Festiva con Grandes Resultados


Mientras uno se acercaba al lugar de la campaña, había un sentimiento de emoción
en el aire. Cientos de personas estaban caminando hacia el campo abierto. Los camiones,
ómnibus y autos se trababan en un embotellamiento para acercarse al lugar. Guirnaldas de
luces cruzaban las calles, creando de esa manera una atmósfera festiva. Se encontraban
decenas de puestos de "choripanes" en la zona, junto con música popular o folklórica,
generalmente de ritmo rápido, que incluía palabras testimoniales.
Todos sabíamos cuando el evangelista estaba por subir a la plataforma. La canción
clave era "El hombre de Galilea va pasando". El centro de las canciones era Jesús. El centro
de la predicación de Carlos Annacondia era Jesús. ¡El poder demostrado pertenecía a Jesús!
Se tomaban testimonios de sanidad y liberación justo antes de que predicara el
evangelista. Un mensaje claro, conciso y lleno de amor era proclamado; se basaba,
habitualmente, en un milagro de Cristo en los evangelios, y estaba salpicado con
testimonios de la vida real.
Luego, llegaba el momento que todos esperaban con ansias: el llamado para aceptar
a Cristo, seguido por la oración de sanidad, necesidades y liberación para derrotar el poder
satánico.
Había cientos de obreros en fila, sosteniendo una soga de veintisiete metros delante
de la plataforma, mirando a la multitud durante toda la reunión. Luego, el hermano
Annacondia pronunciaba la invitación y pedía que los colaboradores bajaran la soga y
permitieran que la gente pase al frente, al sector de la plataforma. Noche tras noche, cientos
de personas corrían desesperadas, con sus manos alzadas, rendidas ante Cristo.
"Quiero darle dos regalos de Jesús en esta noche", Carlos declaraba, con tanta
ternura: "El primero es un abrazo de parte de Él porque lo ama, y el segundo es un beso de
su parte para que sepa cuán importante es usted para Él".
Después le pedía a sus colegas que tomaran nota de los nombres y las direcciones de
las personas que pasaron al frente esa noche. De esa forma podían continuar con el
seguimiento de las iglesias que participaban en el evento. Durante este lapso, se entonaban

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más coros, y disfrutábamos de la música de cantantes especiales.
Se debía esperar para que todos los que habían tomado una decisión recibieran
oración y los colaboradores verificaran que las tarjetas estuvieran completas. Después, el
hermano Carlos comenzaba a orar por las necesidades e insistir en que Satanás soltara a
aquellos que había atado. "¡Oíme bien, Satanás!" exclamaba el predicador. Así comenzaba
una combinación de oración a Dios con una confrontación al enemigo, en guerra espiritual.
De repente, decenas de personas en la multitud comenzaban a caer al suelo, retorciéndose y
gruñendo o gimiendo. Muchos de los que caían sólo quedaban recostados en paz. El
hermano Carlos les daba instrucciones a los ujieres y camilleros para que dejaran a esas
personas y sólo llevaran a la carpa de terapia intensiva a los que se retorcían.
Al finalizar ese tiempo de oración, Carlos y los pastores que participaban se
acercaban a unas mesas grandes donde estaban las ropas que los visitantes llevaban. Estas
prendas pertenecían a aquellos que no habían podido llegar a la campaña por enfermedad u
otras razones. Todos oraban sobre ellas con mucha convicción y misericordia, y los
parientes o amigos se los regresaban a sus seres queridos afectados. Existen innumerables
testimonios de sanidades, conversiones y liberaciones a través de estas prendas. Luego el
evangelista y los pastores comenzaban a orar por cada enfermo y necesitado presente, sin
importar el tiempo que esto tomara.
Los resultados de esas primeras campañas inspiran asombro. Se puede observar que
hay un crecimiento fenomenal, a partir de la campaña de La Plata.

AÑO, LUGAR, Y CANTIDAD DE GENTE


QUE ACEPTÓ A CRISTO L
1981 Don Basca (Beccar) 110
1982 Villa Domínico 100
1982 Florencia Varela (Alpargatas) 70
1982 Florencia Varela (Barrio San Eduardo) 279
1983 Quilmes (Kolynos) 700
1983 Don Basca (Beccar) 1.000
1983 Ezneleta 350
1983 Berna! (IAPI) 750
1983 Francisco Solano 700
1983 Quilmes Oeste 800
1983 Wilde 1.500

1983 Bosques 600


1983 Tres Arroyos 100
1984 Berisso 2.000
1984 Ranelazh 1.600
1984 Citv Bell 1.700
1984 La Plata, Ensenada y Tolosa 50.000
1984 Monte Grande 8.500
1984 Lomas de Zamora 1.800
1984 Mar del Plata 83.000
1985 San Justo 60.200

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1985 San Martín 57.000
1985 Moreno 16.000

Todas estas campañas se realizaron en la provincia de Buenos Aires, donde vive la


mitad de la población argentina.
La duración de la campaña de La Plata fue de ocho meses. Como contraste, en sólo
un fin de semana, mil ochocientas personas aceptaron a Cristo en Lomas de Zamora, y, en
cuarenta días, ochenta y tres mil, en Mar del Plata.
En un servicio, conté a cincuenta personas sentadas en un árbol grande, para poder
ver mejor. En otra, observaba la entrada de la carpa de terapia intensiva, mientras los
camilleros traían a los endemoniados: ¡setenta y tres, en diez minutos! Los estudiantes del
IBRP estaban presentes cuando setecientas personas se manifestaban demoníacamente al
mismo tiempo. El hermano Carlos dice que hubo momentos donde más de mil personas lo
hacían, simultáneamente. En este momento, fue esencial tener un equipo grande, compuesto
por cientos de pastores y de líderes que ayudaban a orar por la gente.

Algunas Historias
Uno de los testimonios más cómicos de eventos evangelísticos involucra a un
hombre que le había dicho a su esposa que no iría a las reuniones. Ella podía hacerlo. Él la
iba a acompañar hasta llegar a una distancia de diez cuadras del lugar.
"La gente se está tirando al suelo", decía el hombre, "yo no quiero tener nada que ver
con esto". Él tenía la idea de que todo estaba preparado para impresionar o manipular a la
gente. Sin embargo, a diez cuadras de distancia, podía escuchar el sonido, mientras se
quedaba junto a su auto, con su pequeño perro, que estaba parado sobre el capó del vehículo.
En un momento, mientras Carlos Annacondia estaba orando y dijo, como lo hacía la mayoría
de las noches: "No se preocupen por los que están cayendo. Toca, Señor, toca". Apenas
pronunció esas palabras, el pequeño perro se cayó en el capó del auto, con sus patas
extendidas hacia arriba. El hombre lo miró, incrédulo ante lo que estaba sucediendo y pensó:
"Este perro está más abierto a Dios que yo". Tomó a su mascota y corrió hacia el altar, con
sus manos levantadas para aceptar a Cristo.
Otro incidente risueño sucedió cuando el hermano Carlos realizó reuniones en
Santiago del Estero. Las autoridades del pueblo determinaron que contrarrestarían el
esfuerzo evangélico con una procesión religiosa. Así que tomaron una imagen y marcharon
hacia el lugar de la campaña, levantándola en alto. Mientras caminaban hacia la entrada, los
participantes de la procesión se cayeron al suelo, incluyendo la imagen.
¡Estuve compartiendo este testimonio en clase y me dio mucha alegría enterarme, a
través de una joven, de que muchas de las personas que participaron en esa procesión ahora
son líderes fieles en su iglesia!

Otros Cambios que Trajo el Avivamiento


Durante aquellos días, cada iglesia trató de comprar una carpa y organizar sus
propias campañas evangelísticas. Como los pastores y líderes ya habían sido usados por
Dios con autoridad para sanar o echar fuera demonios, el poder de Dios estaba disponible
por todo el país, en reuniones evangelísticas de barrio.
Institutos bíblicos no residentes comenzaron a proliferar por todo el país. Previo a las
campañas, ocho de ellos tenían una concurrencia total de ciento ochenta estudiantes. Luego,

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en solamente ocho años, el número de alumnos en preparación ministerial había crecido a
cinco mil quinientos. El instituto bíblico, IBRP, creció de ochenta a trescientos cuarenta y
dos estudiantes, en sólo siete años. También, se inició un programa de preparación por
extensión, llamado IETE (Instituto de Educación Teológica). Durante esta época, además,
comenzaron otros dos institutos residentes.
En un margen de tres años, el avivamiento había causado muchas crisis de
crecimiento en los centros pentecostales de preparación. Uno de esos programas, no
denominacional, llamado Seminario Bíblico de la Fe, creció por centenares de estudiantes,
sólo cinco años después de la campaña en La Plata. La preparación ha sido crítica para
conservar el fruto del avivamiento. Un aspecto asombroso de éste fue el mover de Dios en
las cárceles. En 1983, el pastor Juan Zuccarelli comenzó su trabajo en la Unidad 1 de la
cárcel de Olmos, con sólo cuatro internos que conocían al Señor. Al año siguiente, fue
guiado por Dios a entrenarse para ser guardia y, así, poder pastorear a estos hombres detrás
de los barrotes. De esos pequeños comienzos, ahora hay unos ocho mil internos de la
provincia de Buenos Aires que han aceptado al Señor, y a través del ministerio de Juan
Zuccarelli, un total de aproximadamente treinta mil convertidos. En la actualidad hay una
cárcel cristiana entera dedicada a los líderes: la Unidad 25. Esta es la primera del mundo
puramente cristiana. Obviamente, estos hombres han recibido a Cristo, una vez
encarcelados.
Hoy día el IBRP y el Instituto Bíblico Buenos Aires, de la Alianza Cristiana y
Misionera, envían cada semana docentes para preparar líderes cristianos en las iglesias de la
cárcel.

Sergio Scataglini
Un joven estudiante del IBRP estaba predicando en una esquina e hizo un llamado
para aceptar a Cristo. Personas que vivían en algunos departamentos del otro lado del parque
levantaban sus manos como señal de que estaban rindiendo sus vidas al Señor.
Años antes, su madre, Isabel, vio en visión a su hijo y banderas de muchos países
alrededor. Ella se preguntaba qué significaba este sueño y cómo podía interpretarlo. Luego
recibió un mensaje en lenguas y una interpretación durante la reunión: "Esto es mío.
Recíbelo, porque yo cumpliré lo que he prometido".
Sergio, hijo del pastor Alberto Scataglini, fue tocado poderosamente por Dios en la
Argentina y en los Estados Unidos. Su ministerio de fuego ha impactado al mundo. Hoy
tiene un programa de radio que llega a veinte países, y él personalmente visitó y ministró en
treinta y cinco naciones. También sus dos libros han sido traducidos, por lo menos, a doce
idiomas. Junto con su esposa, actualmente realizan reuniones en su iglesia virtual (cultos por
Internet), y personas de quince naciones diferentes se conectan. Están plantando células y
tienen una escuela de líderes en línea.
Un día, mientras estaba despidiéndose de una iglesia, en Indiana, para luego conducir
rápidamente a otra donde debía predicar, se cayó al suelo temblando detrás del púlpito.
Tuvieron que llevarlo a su auto, pero no pudo conducir. Un amigo lo llevó a la casa de su
cuñado, donde él y su esposa se estaban alojando. Sergio tuvo que arrastrarse por la escalera
hasta la habitación. La experiencia duró cuatro días y su vida y ministerio fueron
transformados profundamente. El Señor le habló y le dijo: "No es suficiente ser el 99 por
ciento santo. Debe ser el 100 por ciento". El 1 por ciento de veneno puede arruinar el otro 99
por ciento, en un vaso de agua. Al viajar entre los Estados Unidos y la iglesia de La Plata,
Dios comenzó a mostrarle su fuego más y más.

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Conferencias Breakthrough
Aunque Sergio Scataglini y su esposa Kathy tienen un ministerio extenso y
reconocido, a menudo, se han unido con Carlos Annacondia y con Claudia y Betty Freidzon,
para realizar eventos llamados conferencias Breakthrough. El Espíritu Santo le dio al
misionero Donald Exley la visión para realizar estas reuniones de renovación. Su carga era
por los pastores y misioneros de Latinoamérica, los Estados Unidos y otros países del
mundo, para experimentar el avivamiento que había sucedido en la Argentina. Una vez más,
la dinámica del Espíritu se evidencia: es fuerte la ministración en equipo de los evangelistas
y pastores ungidos, que trabajan juntos en una sinfonía de fuego, poder, y amor.
Las vidas y ministerios de cientos de pastores y misioneros han sido transformados
por estos eventos. Las reuniones y el tiempo de enseñanza se realizan mañana, tarde, y
noche. Durante el momento de ministración en el altar, líderes del Brasil, Gran Bretaña,
México, Chile, Paraguay, y tantos lugares más corren al altar para buscar más de Dios.
Una de las parejas que fue afectada profundamente por estas conferencias es el
embajador de Malasia en la Argentina y su esposa: su excelencia Dennis y Cherry Ignatius,
embajador extraordinario y plenipotenciario. Vivieron por algunos años en Argentina y
ahora residen en Canadá.
Durante el primer Breakthrough al cual asistieron, el Espíritu Santo habló
proféticamente a sus corazones, confirmándoles que Él los usaría para abrir una puerta en
Malasia y en otras naciones de Asia. A partir de esta palabra, se ha realizado un
Breakthrough y un evento evangelístico en ese país tan desafiante. Tuvieron una
concurrencia importante y miles de decisiones tomadas para Cristo. La gente se amontonaba
en el altar con sus manos alzadas y lágrimas corriendo por sus mejillas. Unos dos mil
setecientos pastores y líderes de trece países concurrieron a las conferencias: Breakthrough
Australia, Brunei, China, incluyendo Hong Kong, Indonesia, India, Malasia, Myanmar,
Filipinas, Rusia, Singapur, Taiwán, Tailandia, y los Estados Unidos, representando a más de
cuatrocientas cincuenta iglesias. Catorce pastores vinieron del interior de China, y habían
viajado cinco días por tren, barco, y avión para llegar a Kuala Lumpuro Las conferencias
Breakthrough también se han realizado en Canadá y en los estados de Tejas, Louisiana,
Indiana, y California.
Fue un privilegio para mí traducir a Sergio Scataglini y a Carlos Annacondia en
Minneapolis, en la iglesia Emmanuel Christian Center. Una de las noches, asistieron a la
iglesia más personas que desde que se abrieron sus puertas, unos cuarenta años atrás: Más de
tres mil doscientas. Esa noche, dos brujas eran parte de la audiencia, habían ido para causar
disturbios. Cuando el hermano Annacondia oró, cayeron al suelo y las llevaron al gimnasio,
que también usaron como centro de terapia intensiva. Drogas y cigarrillos fueron arrojados
sobre la plataforma por aquellos que encontraron liberación, en una de las reuniones. Mucha
gente testificó sobre sanidades de miopía, migrañas, problemas en la columna vertebral y
quistes que desaparecieron. Cada noche, la plataforma se llenaba de personas que pasaban
adelante para testificar que habían sentido el toque sanador de Dios. Hasta un hombre se
levantó de su silla de ruedas y corrió de un lado a otro.
Dios está obrando en todas partes, y aquellos comienzos, en esa pequeña carpa en
City Bell y La Plata, fueron el epicentro.

Conclusión
Dios tiene un plan para la Argentina, por esa razón ha reunido a muchas personas

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clave para la tarea. Gracias a Dios, han estado disponibles para Él, sin aferrarse a nada y
siendo generosos con su tiempo personal y con su energía. También han estado dispuestos a
trabajar juntos ya permitir que otros participen. Su deseo es buscar a Dios con todo su
corazón, y nos han enseñado a tantos de nosotros que: "Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni
han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman" (l
Co. 2:9).
Esta ola de avivamiento en los años ochenta preparó un camino para que Dios lo
extendiera aún más. Los pastores que emergieron durante este tiempo crecieron y se
transformaron en líderes fuertes que también serían sorprendidos por el Señor.

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Informe de las Asambleas de Dios en Cuba
Compilado por
George O. Wood, Secretaria General
Del Concilio de las Asambleas de Dios de los Estados Unidos

El concilio sexagésimo primero de las Asambleas de Dios de Cuba se reunió en la


ciudad de Camagüey. El concilio es un evento bienal. Se celebró en el templo pentecostal
más grande del país con una capacidad para 1500 personas. El gobierno rechazó el uso de
ningún otro lugar.
La iglesia de Camagüey se inició como un resultado de una campaña por T. L.
Osborn en el año 1951. En ese entonces él tenía menos de treinta años. La hija del alcalde
recibió su sanidad y en gratitud, él hizo que el municipio le concediera a la iglesia una
tierra bonita donde todavía se encuentra el templo.
Dado que el gobierno no permite que sus ciudadanos se alojen en hoteles, los
miembros de las iglesias locales dieron hospedaje a los 1500 delegados al concilio. Varios
visitantes de las Asambleas de Dios de la América del norte pasaron un tiempo prolongado
con los ejecutivos de las Asambleas cubas al día siguiente del concilio. Estos son los
relatos que nos dieron en esa reunión.
En 1990 la conferencia contaba con 90 iglesias con 12,000 adeptos y ningunas
casas iglesias. Era ilegal que más de cinco personas se reunieran en una casa con cualquier
motivo. Muchas personas fueron detenidas por infringir la ley. Ahora, cada domingo,
aproximadamente 500.000 cubanos escuchan el evangelio en alguna iglesia de las de las
Asambleas de Dios. ¿Cómo aconteció esto? La respuesta en dos partes: la parte divina es
que llegó un avivamiento, y la parte humana son éstas responsabilidades siguientes: la
responsabilidad de cada persona ser un testigo, altos requisitos de preparación ministerial,
un enfoque intenso en plantar nuevas iglesias, un sistema de gobernación que promueve
una identidad coherente, y el vivir como la iglesia del Nuevo Testamento.
El avivamiento empezó con creyentes que estaban apoderados por el Espíritu. Esta
fase del avivamiento continuó por tres años, desde 1985 hasta 1987. La iglesia nunca había
presenciado este fenómeno anteriormente. Concurrencias enteras se cayeron a la vez. Los
incrédulos llegaron para ver el espectáculo, algunos agarrando las paredes para no caer
hasta que ellos también no pudieran pararse. Esta primera fase produjo santidad y un
sentido de temor. Muchas personas fueron salvos, recibieron la promesa del Espíritu,
muchos fueron sanados y los hermanos confesaron sus flaquezas el uno al otro.
La segunda fase ocurrió en los años 1987 a 1992, cuando todas las iglesias
experimentaban avivamiento. Milagros y maravillas acontecieron. Personas con caries
encontraron empastes en los dientes. Los creyentes nunca antes habían presenciado tales
manifestaciones y ningún ministro había venido de afuera para promover estas extrañas
cosas. Fue un suceso espontáneo. Uno de los pastores principales estaba ayunando y le dijo
a su familia que Dios iba a hacer maravillas en Cuba que nunca antes habían conocido. Al
final de su ayuno, un gran avivamiento apoderó su iglesia en la Habana. Muchos milagros
de sanidad se mostraron. Dios le mandó llevar esta llama a las otras iglesias de la ciudad.
Las calles se llenaban de gente. Muchas personas ascendía a los techados para tener una
vista de lo que estaba pasando. Una iglesia tenía un horario de siete cultos diarios para

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acomodar las concurrencias y hasta doce cultos unos días. Algunas personas pasaron la
noche en la calle para tener una plaza en la iglesia el día siguiente.
Durante estos cinco años desde 1987 a 1992 todas las iglesias experimentaban los
mismos sucesos. No había ningún ministro como el dirigente. Personas sin preparación
formal se hicieron pastores porque no había suficientes ministros reconocidos. Los líderes
se decían, ¿por qué Dios nos ha concedido esto? En el año 1959, al principio de la
revolución, el gobierno había anunciado que Dios no existiera. A través de los medios de
comunicación, por las escuelas y la educación y en cada manera posible se opusieron a
Dios, Así Dios usó estos milagros para abrir una brecha en el muro de incredulidad que
había rodeado la gente desde su niñez. No sólo los creyentes recibieron sanidad. Ha veces
las personas protestaban, ¿por qué estás dándole a ese empastes cuando es ateo? Yo soy
creyente fiel, y quiero saber ¿porque no me has sanado?
Dios estaba devastando la incredulidad de los cubanos. Las iglesias llenaron a su
capacidad y más. Por la primera vez, las Asambleas de Dios aparecieron en los primeros
planos de los diarios. Una foto de un hombre con la boca abierta ilustraba un artículo
argumentando que los que los presuntos milagros eran un engaño. El gobierno hizo todo
posible para desacreditar el avivamiento, pero la publicidad generó aun más interés entre el
pueblo.
Los odontólogos acudieron a los cultos y observaban asombrados los empastes que
encontraron. Un agente enviado por las autoridades le hizo la pregunta al pastor, ¿de que se
hace los empastes? "Con material cósmico," repuso. Un hombre sometió a un examen y
permitió que el odontólogo quite el empaste para analizarlo. Pero el dentista rompió tres
taladros antes de retirar el material y eso por un agujero lateral. Cuando examinaron el
empaste en el laboratorio, no podían identificar el origen de la sustancia.
Las multitudes acudían a las iglesias. Héctor Hunter, en ese entonces un pastor,
tuvo una iglesia de doscientos miembros que pronto creció a dos mil. Dado que el
avivamiento se manifestó donde no había iglesias establecidas, la gente pidió que
mandaran pastores.
Fue un fenómeno por todos lados. La gente encontró el poder de Dios. En una
iglesia metodista el Señor usó un joven sin experiencia ministerial. El pastor metodista
llamó al pastor de las Asambleas de Dios que viniera para el culto del día siguiente porque
no sabía como manejar lo que estaba pasando. Había un aguacero. El pastor pensaba que
ninguna persona iba a asistir al culto, pero al acercarse a la iglesia encontró las calles
atestadas y fue difícil entrar en el templo. Predicó con personas a una distancia de menos
de un metro de su rostro. Les confesó que no era evangelista y que tal situación para él era
novedosa. Pero los testimonies de los presentes fueron increíbles.
Al este de la isla, un pastor de una iglesia no evangélica procuró apoyar la línea
política oficial y escribió en el diario que "hoy no es la época para los milagros. Mejor
regresar a las metas de la revolución". Un joven que había aceptado a Cristo se
desapareció. Nadie sabía su paradero. Pero después de seis meses regresó para dar un
informe de sus actividades al este de Cuba. "Me dijeron que todos debiéramos ser
evangelistas o misioneros y así fui al pueblo de mis padres y al predicar tuve muchos
convertidos. Quiero que me acompañe de regreso para bautizarlos y también a mí. Yo soy
su pastor".
Hasta el inicio del avivamiento, los pastores sólo predicaban a personas creyentes.
Pero ahora las iglesias llenan con personas inconversas y los pastores tienen que predicar
en una forma diferente. Las invitaciones al final de un mensaje del púlpito trajeron

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contestaciones in auditas. Uno de los ejecutivos, en ese entonces un pastor, relató que una
noche iba a orar al principio de su sermón y cuando oraba "Padre, en esta noche," toda la
gente presente repitió la frase, "Padre, en esta noche." Cuando siguió "Quiero que bendigas
la Palabra," la gente repitió sus palabras, "Quiero que bendigas la Palabra". No sabia como
continuar. Nunca había experimentado esto. Así, pensó, si la gente va a repetir mi oración,
voy a dirigirla a la salvación y seguía, "Perdona mis pecados. Acepto a Jesús como mi
Salvador". Todas las personas presentes se salvaron sin que el pastor predicara.
En el año 1988 un evangelista llegó a la ciudad de Santiago, la segunda en Cuba en
número de habitantes. Por tres días vino tanta gente que fue imposible que más oyentes se
metieran en el antiguo teatro ahora usado por un templo. Al tercer día las autoridades del
municipio exigieron que nadie se siente en el balcón por temor que se caiga. El evangelista
acabó después del culto de domingo en la tarde. El día siguiente, los miembros acudieron a
la casa del pastor para anunciar que ya la gente había atestado la calles esperando que
empezara el culto aunque la iglesia nunca tuvo actividades los lunes. El templo se
encontraba en una esquina principal del pueblo y el pastor no había anunciado ningún
culto. El llegó y abrió la puerta. Siempre había ejercitado sus dones de ser predicador y
maestro, pero se cambió a evangelista. No había programado ninguna música ni adoración.
El fue al púlpito y empezó a predicar. Personas fueron sanadas, incluso un ciego pudo ver
y un discapacitado pudo caminar. Al día siguiente llegó una multitud aun más grande.
Desde la mañana la gente esperaba para entrar en el templo. El viejo edificio tenía ocho
puertas laterales, pero con cerraduras inservibles por estar enmohecidas. Pero la
concurrencia, para presenciar lo que pasaba adentro empujó contra las puertas hasta que
abrieron. Luego se acordó de una profecía previa que "las masas iban a asaltar las iglesias".
El pastor solía predicar cada día de la semana.
Alguna gente empezó a llevar los pacientes del hospital en sillas o en camillas de
ruedas. Cuando las autoridades se daban cuenta que no podían control a las multitudes,
trajeron barriles de cerveza para distribuir gratis, un conjunto de bailarinas para entretener
a la gente y música secular ruidosa para perturbar el culto. Esa noche el culto iba a
empezarse a las ocho, pero a las cinco y media la gente notificó al pastor que ya una
multitud había atestado las calles y que él debía empezar el servicio más temprano. El
municipio había colocado quince hombres cerca de las puertas principales y cuando se
metió la gente estos estaban a la cabeza. Empezaron a cantar el himno de la revolución y
fueron directamente a la plataforma y empezaron a destrozar los muebles, los ventiladores,
los instrumentos musicales y el sistema de sonido. Luego mandaron a la gente que cantara
de nuevo el himno revolucionario. Algunos orinaron o echaron cerveza en el suelo para
provocar una situación fea. La mayoría de las personas dentro del templo no eran
creyentes, pero pronto atacaron a los buscapleitos y los ahuyentaron de la iglesia. Afuera,
otro grupo más grande se reunió en seguida y empezaron a gritar, "Qué quite la cura, lo
vamos a linchar". Un grupo de creyentes fueron a la casa del pastor y luego a la comisaría,
pero los agentes de policía negaron ayudarlos. Luego los hermanos fueron al municipio.
Por fin, a las 10 de la noche, el alcalde acompañó a los solicitantes, pero él hizo al pastor
que firmara un documento dándole la autoridad de expulsar los buscapleitos de la iglesia.
Luego, cuando salió el alcalde de la casa pastoral, una chusma que había venido de otro
pueblo para desbaratar el culto, se confundió. Pensando que el alcalde era el pastor, lo
atacó y casi lo matan antes de que él pudiera convencer a sus atacantes quien era. Por fin
llegaron los agentes de policía, quienes dispersaron el bando. Hasta el día de hoy la iglesia
exhibe las del daño al interior del templo.

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En otra iglesia, una señora al pasar por delante del templo gritó insultos a los
creyentes. De inmediato su bebé murió colgado aun en sus brazos. Los miembros trajeron
el niño al evangelista y con la oración la criatura resucito. El evangelista todavía sigue
predicando.
Por toda Cuba, el gobierno estimulé a la turba atacar a las iglesias. Muchos pastores
han sido detenidos. El pastor en Camagüey, donde se celebró últimamente el concilio
nacional, fue severamente golpeado. Después, cuando la hija del jefe se enfermó, su esposa
le echó la culpa por haber dirigido el populacho. Luego, su tía aceptó a Cristo y otra tía, su
esposa y sus hijos. Hoy ese hombre es un pastor de una iglesia de las Asambleas de Dios.
Un pastor tuvo que alquilar un camión para deshacerse de todos los ídolos que los
nuevos convertidos habían dejado en el templo. En otra ciudad, sin noticia previa 2000
personas acudieron al pastor pidiendo que él les instruyera acerca de Dios. Un evangelista
perdió el uso de su voz por predicar tanto y reunió un grupo de los jóvenes y los hizo
evangelistas. Uno de ellos ahora es el superintendente del distrito del Oriente. Nos decía
que el evangelista sólo podía susurrar "Reciba," pero resultaron milagros. En algunos
lugares los internados de hospitales psiquiátricos salieron sanos. Hablan muchos testigos
de personas que dejaron sus sillas de ruedas para caminar.
En la Isla de la juventud, cerca de la isla principal de Cuba, había una iglesia
pequeña de las Asambleas de Dios. Fue atestada. El evangelista, el mismo ya mencionado
que tiene noventa años, oró por una niña en una silla de ruedas. Ella se paro y empezó a
caminar. La gloria del Señor llenó el lugar. La gente se paro sobre las bancas para tener
mejor vista de los sucesos. El edificio empezó a moverse, empujado por la multitud. Los
congregantes salieron del templo y otras personas en la calle empezaron a seguir la niña.
Algunos gritaron, es un fraude; "va a caer". Pero ella empujó su silla ahora vacía hasta su
casa, con un desfile de testigos detrás. Esa iglesia ahora tiene 18 iglesias satélites. Y las
historias contados por los pastores de Cuba a sus colegas norteamericanos hasta los
cubanos tuvieron que suspender las conversaciones para regresar a sus casas en otras
ciudades.
Como resultado del avivamiento los gobernantes cubanos comunicaron con los
dirigentes de Las Asambleas de Dios que las concurrencias en los caminos y fuera de los
templos presentaban problemas para la circulación. A menudo, los sistemas de transporte
no tenían muchos pasajeros los domingos, pero había cada vez más demanda para los
autobuses. "Demasiada gente asistía a sus iglesias", dijeron las autoridades a los ejecutivos.
Luego uno de los gobernantes altos, un comunista endurecido, dijo algo sorprendente.
"Una solución seria que los fieles se reúnan en casas para eliminar el problema de tanta
gente atestando las calles y los transportes públicos. Héctor Hunter, ahora el
superintendente nacional respondió, "Por favor que se escriba esta sugerencia para que
documentemos la política". El gobernante concurrió y confirmó el permiso. "La iglesia
tiene permiso del gobierno para usar casas donde no hay templos". Para Hunter, la nueva
política fue como echar gasolina a un incendio. Las casas iglesias eran un mandato de las
autoridades y todas las denominaciones recibieron el beneficio. La iglesia empezó a crecer
en una manera explosiva. El gobierno no les exigió conseguir de antemano permiso antes
de abrir una nueva iglesia, sólo informar a las autoridades después de establecerla.
Después, el gobierno atentó retirar este derecho, diciendo, "no fue nuestra
intención". Pero los ejecutivos respondieron, "Tenemos el documento escrito que autoriza
las casas iglesias". Los gobernantes se quejaron de que estaban causando desorden en el
país, pero la obra pentecostal seguía creciendo hasta el día de hoy.

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Un breve relato, Alfredo Gómez, pastor anciano, de la historia de la iglesia en Cuba
El entregó su vida a Cristo a la edad de catorce años y empezó a predicar aun antes
de su bautismo. En ese entonces había poca organización y pocos presbíteros. Cuando el
presbítero del distrito se enteró que ya el joven tenía ochenta discípulos, empezó los
procedimientos para que recibiera reconocimiento de su ministerio. Debía tener dieciocho
años para recibir credenciales, pero sólo tenía quince. Tenía una Biblia y un libro de
doctrina. Pero cuando el presbítero observó que sus adeptos manifestaron buena
instrucción, le otorgó un certificado de obrero local.
En ese entonces Gómez no recibía ayuda de parte de otros ministros y tenia poca
preparación, pero el presbítero le dio una constitución y el reglamento de la iglesia y un
expositor de las lecciones de la escuela dominical. Le dijo que sólo debía enseñar lo que
aprendiera en ese material. Los expositores llegaron a ser el fundamento para la
preparación ministerial en las iglesias.
Dentro de poco, Gómez estableció otra iglesia. Pidió la ayuda de otros ministros.
Tenía en ese entonces ochenta y dos convertidos no bautizados y él mismo no se había
bautizado. El presbítero vino para bautizarlo y a sus congregantes. Al recibir
reconocimiento su iglesia, Gómez animo sus nuevos creyentes a estudiar por
correspondencia para estar mejor preparados para el ministerio. Luego los envió para
establecer nuevas iglesias por todas partes. Gómez no dejaba de seguir la preparación de él
mismo. En el año 1954 todavía estaba estudiando después de ser pastor por más de quince
años.
La iglesia cubana celebraba al principio institutos locales dirigidos por misioneros
de Puerto Rico, México y Estados Unidos. En 1957 se abrió una escuela bíblica central.
Como 50 o 60 estudiantes asistían a cada sesión. En cuanto había tantas solicitudes, sólo se
permitían a los hermanos asistir a una sesión y las hermanas a la siguiente.
Por el año 1957 la obra manifestó algunas indicaciones de madurez. En ese año el
evangelista norteamericano celebró una campaña en el estadio en Camagüey y la iglesia
donde se reunieron los ministros en el concilio de 1957 se estableció con 500 miembros.
Otros evangelistas establecieron iglesias en otras ciudades.
En 1958 Gómez asistió el instituto bíblico donde el misionero americano era Floyd
Woodworth. Cuando Gómez tenía sólo veinte años en 1959, Fidel Castro apoderó el
gobierno de Cuba. En 1963 empezó una fuerte persecución. Desde la Universidad en
Habana Castro dicto una conferencia diciendo: "a los Gedeones, los testigos de Jehová y
las Asambleas de Dios tenemos que descascar y destruirlos". Dos días después, las
autoridades cerraron el instituto bíblico y desapareció Floyd Woodworth sin que nadie
supiera donde estaba. Un hermano que todavía está con la iglesia se acuerda que soldados
armados de bayonetas expulsaron a los estudiantes del lugar. Un misionero puertorriqueño
fue deportado. Fue eliminado el liderazgo visible, pero cada iglesia local ya había
aprendido auto suficiencia y tenía su propia estructura. Se cerraron todos los templos, pero
los adeptos se reunían en sus casas. Por lo que aparentemente fue un milagro, Floyd
Woodworth fue soltado y regresado a su país.
En 1965 las Asambleas de Dios organizaron una escuela bíblica que fue,
literalmente, subterránea, con clases en secreto en el sótano de un templo. Este sistema de
preparar ministros continúo hasta 1976. Se acostumbraron a ser detenidos o encarcelados
semanalmente. A pesar de no predicar en público, oraban con fervor. Celebraban reuniones
de oración por todas partes – orando en voz baja. Fue un tiempo precioso para la iglesia

62
cuando ganaba fuerza espiritual y se aumentaba la unidad entre los hermanos. Destacados
líderes aparecieron.
En 1978 fundaron una escuela bíblica sin permiso del gobierno. Es una escuela sin
muros. No podían enviar las lecciones por correo; se las entregaban personalmente. Usaban
una maquina de mimeografía para imprimir el material.
Para 1990 había sólo 240 ministros con sus esposas con credenciales. No fue la
práctica de ordenar a las mujeres. No es que han evitado problemas y obstáculos. Los
pastores viven con un salario mensual de $15 – 20 dólares americanos. De esa cantidad han
de pagar el alquiler de la casa iglesia. En la Habana, el alquiler vale cuatro veces más que
las otras ciudades.
Últimamente ha anunciado el gobierno que está dispuesto a permitir a la iglesia un
terreno para construir una escuela bíblica. Este es el motivo de oración de los hermanos por
muchos años – desde hace cincuenta años cuando las tropas expulsaron los estudiantes del
instituto de ese entonces.
Cada domingo más personas se reúnen en los templos de las Asambleas de Dios
que en todos los demás, evangélicos o católicos. Ahora la iglesia se está preparando para
enviar sus misioneros a otros países a pesar de su pobreza. Quieren dispersar el
avivamiento que ha experimentado el movimiento pentecostal cubano.

63
El Próximo Cristianismo: La Llegada del Cristianismo Global
Philip Jenkins

Brasil ofrece un ejemplo especial del éxito Pentecostal. El movimiento se estableció


al principio del siglo XX por misioneros de las Asambleas de Dios. El número de
conversiones surgieron durante las décadas cincuenta y sesenta, cuando los brasileños
mismos fundaron iglesias autóctonas. El grupo con la mayor influencia es "Brasil, para
Cristo", establecida en el año 1955 por Manoel de Mello. Él echó sus raíces espirituales en
las Asambleas de Dios y utilizó métodos estilo norteamericano para extender su
organización, como reuniones en masa y cruzadas prolongadas. Hoy en día el templo
principal tiene una asistencia semanal de mil miembros. Otros grupos del mismo período
son Dios es Amor, fundado en Sao Paulo en 1962, y la Iglesia del Evangelio Cuadrangular.
Una tercera ola de evangelismo produjo masivas conversiones y, como los demás, éstas se
basaron sobre las tradiciones locales. De cincuenta y dos organizaciones en el casco urbano
de Río de Janeiro en los noventa, treinta y siete se fundaron de liderazgo brasileño local.
Fueron impresionantes sus éxitos – según ellos mismos, fueron milagros. Profesor Harvey
Cox refiere a un estudio hecho en los noventa donde en un período de tres años se abrieron
700 iglesias. Mientras tanto, se fundaron 240 templos espiritistas, en la mayoría de
tradición africana Umbanda, y solamente se abrió un sólo templo católico nuevo. Un
informe reciente indica que al promedio se organiza una iglesia pentecostal a la razón de
cuarenta cada semana.
Un ejemplo controversial del nuevo pentecostalismo es la Iglesia Universal del
Reino de Dios (Igreja Universal do Reino de Deus). La Iglesia Universal se fundó por Edir
Macedo de Bezerra en 1877, pero a su ápice en mediados de los noventa, contó con entre 3
y 6 millones de adeptos. Otras fuentes estiman un número mucho más bajo, pero de todos
modos el crecimiento fue impresionante. Después de una vida institucional tan breve, la
IURD ahora controla unas de las emisoras más poderosas en Brasil, tiene su propio partido
político y es dueño de un equipo de fútbol. En la cultura brasileña, posiblemente el equipo
de fútbol sea la inversión más valiosa al respecto de su influencia potencial. La IURD se
encuentra en cuarenta países fuera del Brasil. Mucha de la riqueza de la iglesia viene de la
devoción ferviente de sus miembros que diezman fielmente.
Muchos críticos han atacado a la IURD. Se la califica una secta en Europa y por
desenmascaramientos de los medios de comunicación en los Estados Unidos. Se ha
criticado a la iglesia por ser supersticiosa, con agua bendita y la venta de ungüentos para
efectuar curas. La página "web" de la iglesia anuncia que "Un milagro te espera". A veces
el milagro toma la forma de la libertad de demonios. La iglesia ofrece fuertes oraciones,
tanto para sanidad – sobrecoger demonios, los efectos de pesadillas, mala suerte y todos
problemas espirituales – como promesas de prosperidad y bonanzas financieras. Se les
dice a los creyentes que la oración y las ofrendas tienen el mismo efecto de inversiones
financieras: por más que se dé, más los ingresos materiales que se pueda esperar. Algunas
de las aseveraciones sobrenaturales últimamente han producido reacciones publicitarias
desfavorables en Gran Bretaña en torno de un escándalo al respecto de una chica africana
que murió de extremo abuso físico. Su familia piensa que ella fue hechizada, y la llevó a

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varias iglesias que ofrecían curaciones y exorcismos, incluso la IURD. Según informes, el
exorcismo contribuyó al daño que ella sufrió. Por fin, críticos denunciaron a la iglesia por
ser solamente un esquema para ganancias financieras. El diario New York Post publicó un
desenmascaramiento de la IURD bajo los titulares "Iglesia de fanáticos aprovecha de los
fieles". Hace unos años un video desconcertante retrató Macedo gozando por los ingresos
de su organización, impulsando a los ejecutivos de la iglesia extraer más fondos del
"rebaño". Cuando se exhibió el video, el escándalo produjo un retraso en el crecimiento
astronómico del grupo. Sea lo que sea nuestra opinión de la IURD, su crecimiento
impresionante indica que existe una enorme hambre en el público para realizar satisfacción
espiritual. Aun con el desaparecimiento de un grupo como la IURD, otros movimientos
surgirían para tomar su lugar.

65
¡Nace un Mensaje a la Conciencia!
Dardo Bruchez

CORRIA EL AÑO 1955 y Pablo llevaba ya doce años de trabajo en El Salvador.


Mirando atrás al tiempo transcurrido podía ver muchas cosas buenas. Había predicado
cientos de veces en campos y pueblecitos. Había viajado miles de kilómetros a lomo de
burro o de caballo, visitando ranchos y caseríos escondidos. Había enseñado en el instituto
bíblico y muchos estudiantes andaban ahora por esos mismos campos predicando el
evangelio.
Pero Pablo no estaba satisfecho. Algo le decía que la cosa no andaba bien. Que era
necesario hacer algo más. Que las masas salvadoreñas aún no habían escuchado el mensaje
del Cristo Salvador, las buenas nuevas del evangelio. Un país que se llamaba así en honor de
Cristo, no conocía todavía cómo se podía ser salvo.
Había iglesias diseminadas por todo el territorio, y esas iglesias tenían sus cultos
acostumbrados: escuela dominical, culto de evangelización, estudio bíblico y oración de
entre semana, sociedad de jóvenes, sociedad de señoras, y algunas personas asistían a esas
iglesias.
Había predicadores que entraban en los valles y trepaban las colinas sembradas de
verdes cafetales en busca de la gente. Había bastante literatura circulando en el país, buena
literatura que llevaba el mensaje de Cristo a los lectores.
Pero faltaba algo.
Pablo no sabía qué, pero el instinto le decía que debía haber un medio eficaz para
llevar el evangelio a toda la gente, en todos los rincones del país y en todos los países del
orbe.
Un día estaba leyendo un artículo en una revista misionera. Era un estudio acerca del
crecimiento fantástico de la población del mundo, y del poco alcance que estaba logrando el
evangelio. "El mundo pagano está creciendo tres veces más rápidamente que la iglesia",
decía el artículo, "y si esto sigue, dentro de no muchos años el cristianismo será una minoría
insignificante".
Era algo impresionante. Algo que hizo duro y doloroso impacto en la mente y
corazón de Pablo.
"Dentro de no muchos años el cristianismo será una minoría insignificante".
Valía la pena pensar. ¿Qué se podía hacer para predicar el evangelio masivamente?
"La culpa la tiene el sistema eclesiástico", reflexionó Pablo. "Las iglesias no se están
moviendo con la agilidad y con la rapidez que los tiempos modernos requieren. Todavía
siguen a paso de carreta cuando ya se está volando en aviones a chorro. ¿Cómo quieren
cumplir así la Gran Comisión?"
Entonces habló Dios.
"Pablo", le dijo. "Tú estás culpando a la iglesia por la poca eficacia en la predicación
del evangelio, ¿verdad?"
"Sí, Señor. La iglesia no se mueve como debiera moverse. Es lenta, pesada, y está
trabada con tanta burocracia, planificación y organización."
"¿Y quién te parece que es la iglesia?" volvió a preguntar el Señor.

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"Pues… es la iglesia visible, el grupo de personas que en todo el mundo ha recibido a
Cristo como su Salvador y Señor. "
"Está bien, Pablo", interrumpió el Señor, "pero también, ¡la iglesia eres tú!"
"¿Yo, Señor?" dijo, y sin querer Pablo estaba haciendo una interrogación como la de
los apóstoles en la cena: "¿Seré yo, Señor?"
"Sí, ¡tú! El día que tú te presentes delante de mi trono para dar cuenta de tu
ministerio, no tendrás al lado tuyo ni a tu iglesia, ni a ninguna otra, para echarle la culpa. ¡Tú
responderás por ti mismo, por lo que hiciste o no hiciste!"
Pablo quedó anonadado.
Era cierto. El no debía culpar a ninguna iglesia por no estar alcanzando a las masas
salvadoreñas. A él le correspondía hacerlo, o por lo menos intentarlo, y gastar su alma en el
esfuerzo. Si la presente generación habría de ser alcanzada con el evangelio, si la inmensa
masa de hombres latinoamericanos habría de escuchar la buena noticia de salvación, si el
nombre de Cristo debía darse a conocer en todo el mundo, él, Pablo, tenía que hacer su parte
en el esfuerzo.
Durante largo rato quedó sumido en un mar de pensamientos. Luego se levantó y dio
una vuelta por el patio, tratando de descargar la opresión de su pecho. El día estaba hermoso
afuera. Cielo azul, sol brillante, brisa suave que movía tiernamente las hojas de las palmeras.
¡Lindo era el mundo que había creado Dios! ¡Cuánta belleza y armonía había en la
naturaleza!
Entró de nuevo en la casa y se dispuso a escuchar un poco la radio. Giró al azar el
dial, buscando algún programa de interés. Una lluvia de anuncios comerciales en todas las
estaciones inundó el ambiente. Cigarrillos, jabones, pastas de dientes, licores, viajes de
turismo, loteos, zapatos de mujer, trajes de hombres.
Una avalancha de ofrecimientos para atiborrar los oídos de los oyentes. Dichos con
entusiasmo, con énfasis, con ganas de ser atendidos y obedecidos; dichos con el intenso
deseo de convencer, y provocar una decisión.
Pablo encontró la respuesta como un rayo.
¡La radio! ¡Esa era la solución! La radio llegaba a miles de hogares todos los días, a
todas horas. No sería necesario golpear puertas, no sería necesario entablar una
conversación, no sería necesario rogar, adular, importunar. Si se predicaba el evangelio por
la radio, éste iba a llegar a todo el mundo, en todos los lugares en un momento dado.
Entrar en una empresa radial resultaba difícil, pensaba Pablo. Cobraban demasiado y
muchas veces no querían dar tiempo para programas religiosos. ¿Qué hacer?
Pablo consultó otra vez con el Señor. ¿Qué hago, Señor?
"Tú no debes hacerte cargo de tu salvación, porque yo ya me he encargado de ella",
le dijo el Señor, "pero sí debes hacerte cargo de tu obediencia. Si estás dispuesto a ir a todo
el mundo para predicar el evangelio a toda criatura, yo te ayudaré. Hijo, tú eres la iglesia, y
adonde quiera que vayas, a partir de aquí, es cosa tuya".
No hacía falta más. La inspiración había venido, como tantas otras veces. La
radiodifusión era el medio magnífico para llegar a todo el pueblo salvadoreño con el
mensaje de Cristo. La radio penetraba en todas partes. La gente tenía respeto por "lo que se
decía por la radio" y por algo se habían inventado las pequeñas y baratas radios a
transistores, ¡todo el mundo las tenía! Un programa transmitido desde San Salvador llegaría
instantáneamente a todo el país. Y ese programa podia hacerse tranquilamente en la casa, sin
apuros, sin nervios, sin tener que llevar la carga del púlpito o de la concurrencia. Se grababa
en cinta, se llevaba a la estación, y uno podía venir a la casa a escucharse uno mismo.

67
¡Magnífico! ¡Ese era el medio! ¡La radio era la respuesta!
Por ese tiempo había 150.000 habitantes en San Salvador, de los cuales quizás unos
mil serían evangélicos. Pablo oró de nuevo.
"Señor, ¿es tu voluntad que yo vaya a la radio?"
La respuesta vino repetida dos veces.
"Hijo, yo iré contigo dondequiera que tú vayas. Dondequiera que tú desees que yo
vaya, iré".
Pablo fue a la estación YSU y averiguó el costo de un programa de 15 minutos. Le
dijeron que 133 dólares al mes, si firmaba un contrato por seis meses. Pablo no vaciló un
segundo. Aunque no tenía el dinero, firmó la obligación, por fe.
Enseguida escribió cartas a varios amigos de los Estados Unidos, hablándoles de su
proyecto de entrar a la radio con un programa evangélico, y de la necesidad de fondos que
tenía. Les hizo ver el gran valor que la radio tenía como medio de comunicación masiva, y
de que con ella sería posible llegar a todos los rincones del país y hasta ser bien recibido.
Pero nadie contestó, a lo menos por un tiempo.
Dos semanas más tarde Pablo se encontraba en una conferencia de pastores. Había
llegado a la conferencia el señor Roy Stewart, enviado especial de Gordon Lindsay, editor
por entonces de Voice of Healing. Pablo invitó a Roy Stewart para que fuera su huésped en
el programa, que ya estaba grabando. Stewart quiso saber cómo hacía para financiar su
programa. Pablo le explicó que no tenía un centavo todavía, pero que la obra era de Dios y
que Dios proveería. Afortunadamente, el primer pago no sería sino hasta dos semanas
después.
Roy se quedó pensativo durante unos momentos y luego dijo:, "Voy a escribirle a mi
amigo el pastor H. C. Noah, de Dallas, Texas, a ver si conseguimos algo con él. Es un buen
hombre, ¿lo conoces?"
"Sólo de nombre", respondió Pablo.
A las dos semanas justas el pastor Noah envió un cheque por 140 dólares.
¡Alcanzaba para pagar un mes de programas y sobraba un poco para el gasto de cintas! A
partir de entonces, y durante los 17 años siguientes el pastor Noah no falló un solo mes en
enviar esos 140 dólares.
Durante la primera época de transmisiones, Pablo llamó a su programa "La voz
evangélica de las Asambleas de Dios". Era un título algo largo, y el programa era algo largó
también. Largo y medio pesado. Es que Pablo pensaba que debía satisfacer primero los
gustos de los colegas y los creyentes evangélicos, que naturalmente deseaban oír muchos
himnos, muchas oraciones y mucha lectura de la Biblia.
El programa andaba, y había cierta audiencia, pero indudablemente le hacía falta
algo. Un colega de Honduras oyó el programa y le gustó, y dijo a Pablo que si le enviaba
cintas grabadas él podría ponerlo en una emisora de ese país, con algún pequeño gasto.
Era un progreso. Por lo menos el programa estaría en dos emisoras en dos países.
Pero para grabar más hacía falta, amén de más dinero, un segundo grabador. En esos días
providencialmente llegó a El Salvador, Gordon Lindsay, fundador y director de "Christ for
the Nations" (Cristo para todas las naciones). Gran amigo de Pablo y de la obra del Señor,
Gordon Lindsay prometió hacerse cargo de los gastos que demandara ese segundo programa
en Honduras. Desde entonces esta organización ha sido una de las más constantes y firmes
sostenedoras de la obra evangelística de Pablo.
El programa comenzaba a crecer. Otras emisoras de El Salvador y América Central
comenzaron a aceptar el programa. Hacía falta siempre más dinero. Pero a los primeros

68
donantes se fueron sumando otros, iglesias, organizaciones, individuos, y la obra se
sostenía.
Cuando se alcanzó la cifra de 20 emisoras parecía un gran triunfo. Pocos Programas
evangélicos en idioma español tenían tanto éxito por entonces. Se estaba transmitiendo por
muchas estaciones, pero el programa mismo seguía siendo pesado; demasiado eclesiástico,
demasiado "evangélico". En verdad lo escuchaban sólo los evangélicos. Apenas un dos por
ciento de sus oyentes eran gente de otra confesión.
La intención primordial del programa había sido predicar el evangelio a los
inconversos, a los no evangélicos. A ellos había que llevarles el evangelio, porque no lo
tenían. Si el programa era exclusivamente del gusto de los evangélicos, los inconversos no
lo oirían. Y de hecho, no lo estaban oyendo. Había que cambiar algo. Quizás eliminar
tantos himnos, reducir las lecturas bíblicas, aun cambiarle el nombre.
Pablo comenzó por aquí. A los cuatro meses el programa se llamaba "La iglesia del
aire". Era algo más amplio, más aceptable a todo el público. Y la respuesta fue inmediata.
¡La correspondencia de los no evangélicos llegó a un diez por ciento! Y de ese diez por
ciento de no "salvados", muchos empezaban a salvarse, al recibir un mensaje que estaba
preparado para ellos y destinado a ellos.
Pablo no cabía en sí de gozo. El programa había "pegado". El pueblo lo estaba
escuchando. Las barreras que levantaban el prejuicio, la timidez, el fanatismo, la
indiferencia, comenzaban a resquebrajarse y a caer. Su voz, su extraordinaria voz
radiofónica, era familiar a muchos salvadoreños y centroamericanos. La radio probaba su
valor: es uno de los más grandes medios de comunicación masiva.
Pero un día ocurrió algo. Corría ahora el año 1962, y el programa de 15 minutos
llevaba siete años de vida. "La iglesia del aire" era una realidad. Una mañana cuando Pablo
llegó a la emisora para entregar las cintas grabadas de la siguiente semana, el gerente le dijo
que quería hablar con él por unos minutos.
"Hemos hecho una encuesta", le dijo, "y hemos comprobado que cuando usted está
en el aire a las 6:45 de la mañana, nosotros perdemos una cantidad de audiencia. Creo que
el problema está en que a esa hora tan temprana, nadie está dispuesto a escuchar un largo
monólogo sobre Dios (¡oh, sacrilegio!). Usted debería ocupar un espacio a eso de las cuatro
de la tarde, cuando las mujeres están en sus casas y pueden sentarse tranquilamente a
escucharlo hablar de Dios."
Pablo lo contempló largo rato. Eso era como un balde de agua fría que apagaba su
euforia. Por supuesto, no compartía la opinión del gerente. Pero de todos modos, pensó,
esta gente algo debe saber de radio, cuando están en el negocio. Quizás si se cambiara de
horario, la audiencia mejoraría.
"Tiene usted alguna otra sugerencia que hacerme?"
"Sí, tengo otra, pero quién sabe si le va a gustar. ¿Por qué no hace un
microprograma de tres o cuatro minutos en vez de uno tan largo?"
"¿Un programa de cuatro minutos?" Pablo quedó estupefacto. "¡Tengo tanto que
decir que quince minutos apenas me alcanzan!"
"Hagamos una prueba, don Pablo", dijo el gerente. "Elija usted al azar uno
cualquiera de sus discursos de quince minutos, tráigamelo, y yo se lo voy a reducir a tres
minutos y verá usted que nada esencial habré de dejar fuera."
"¿De veras?"
"De veras. Tan cierto como que estoy hablando con usted."
"Bueno, deme entonces un par de semanas para pensarlo."

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Y Pablo lo pensó durante dos semanas. Consultó con sus amigos, familiares y
colegas. Todos opinaban que no. Todavía quince minutos eran pocos. Había que tener
programas de media hora; la Palabra de Dios necesitaba de mucho tiempo, etcétera, etcétera.
"Si los cristianos dicen que el programa es demasiado corto, entonces es demasiado
largo para la gente que quiero alcanzar", concluyó Pablo.
Y tomó la decisión. Reduciría el programa a cuatro minutos y lo dirigiría
exclusivamente a los inconversos.
Se dirigió a la emisora y habló con el gerente. Aceptaba su proposición con tres
condiciones: Primero, que por el mismo precio le dieran tres momentos en el día para pasar
un programa de cuatro minutos. Segundo, que lo asistieran en la confección del nuevo
formato. Tercero, que le ayudaran a encontrar un nuevo y llamativo nombre para el
programa.
Casi instantáneamente el director de programación dijo: "Llámelo: "Un mensaje a la
conciencia".
¡UN MENSAJE A LA CONCIENCIA!
Era un nombre hermoso, magnífico, que caía de perlas. Un nombre que delineaba y
definía un sentido. Un nombre sonoro, eufónico, llamativo, radiofónico. Un nombre que
debió haberlo provisto Dios, sin duda alguna.
"¡Fabuloso!", gritó Pablo, " ¡así lo llamaré!"
El que acababa de bautizar el programa era Raúl Monsón, director de programas de
YSU, Radio 1050 de San Salvador, El Salvador, América Central. El mismo selecciono de
la discoteca el tema musical y grabó la introducción y la salida del programa. Desde
entonces, y por más de quince años ya, su voz es la que dice:
"¡Un mensaje a la conciencia! ¡Un momento de reflexión en la vida diaria!
¡Escúchelo en la voz del Hermano Pablo!"
Raúl Monsón es uno de los locutores latinoamericanos cuya voz se cuenta entre las
más escuchadas del continente. Cada vez que sale al aire el programa del Hermano Pablo,
puede decirse que veinte mil veces al mes, su voz es escuchada en todos los ámbitos de
América.
El programa es ahora como debía ser. Breve, sencillo, enérgico, llamativo,
interesante a todos los públicos. Un verdadero "Mensaje a la conciencia" que empezaba a
despertar la conciencia de millones.
En 1964 Pablo se trasladó a Costa Mesa, California y formo su organización radial
latinoamericana. Desde allí se enviaban los programas grabados en cinta a muchas emisoras.
Prácticamente el Hermano Pablo, como se le conocía ya en todas partes, era escuchado en
casi todos los países de habla hispana, incluso España.
En 1967 Jonatán Brown, yerno del Hermano Pablo, tuvo una idea. Propuso ofrecer el
programa a 3500 emisoras de América Latina, en forma gratuita, para que ellas lo
transmitiesen como un medio de elevar la moralidad en sus comunidades. Parecía algo
descabellado, pero en fin, Pablo accedió; con probar, no se perdía nada, o muy poco.
La respuesta fue notable. Cien emisoras contestaron afirmativamente. En cuestión de
pocas semanas hubo un aumento dramático en la audiencia, y "Un mensaje a la conciencia"
se consolidó definitivamente. Con el correr del tiempo se ha logrado poner el programa en
más de cuatrocientas emisoras, que es la cifra hasta la fecha. Pero el blanco está siempre más
allá.
Si Dios prometió a Pablo ir con él dondequiera que deseare, ¿no será posible que se
alcance el número de mil emisoras, si hay suficiente fe y dedicación? Sí, es posible, porque

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no hay límites para el poder de Dios.
Mes por mes, en todos esos años pasados, Dios suplió las necesidades de pagos.
Costaba menos, comparativamente hablando, mantener en el aire varias veces al día, en
cuatrocientas emisoras, seis días a la semana, unas veinte mil transmisiones mensuales, "Un
mensaje a la conciencia" que ningún otro programa radial cultural o religioso.
Un grupo muy reducido de personas, con salarios también muy reducidos, producían
un programa que salía al aire veinte mil veces al mes y con una audiencia calculada por lo
bajo en veinte millones de personas. Se calcula que cada transmisión, costaba apenas $1.00
USA. ¡Suma harto irrisoria, si consideramos el beneficio que producía!
En 1959, cuando la televisión llegó a El Salvador, Pablo contrató por fe, por un año
entero, un programa que costaba 300 dólares a la semana. Desde entonces la televisión ha
sido una de las grandes aspiraciones de Pablo.
En 1970 se comenzó a producir "Un mensaje a la conciencia" para la televisión.
Llegaron a hacerse 78 programas filmados en colores, los cuales se pasaron por varios
canales de televisión del continente, en Ecuador, Perú, Chile y Argentina.
Ahora existen en el edificio de la organización en Costa Mesa equipos y técnicos
suficientes para producir el mismo programa en videotape o en película de 16mm, según se
desee. La visión continúa, y la necesidad de emp1ear todos los medios lícitos de
comunicación masiva es la misma de 1955. "Un mensaje a la conciencia" debe llegar a todos
los públicos.
Cuando cada creyente, cada misionero, cada hombre cristiano, siente ser la iglesia y
siente también que él, solo o acompañado de otros, debe cumplir la Gran Comisión, la obra
marcha adelante. No debe detenerse, no puede detenerse. Tiene que seguir porque lo impulsa
aquel hálito divino que sopló en Betania sobre los once reunidos.
Alguien le preguntó al Hermano Pablo: "¿Que hará usted cuando haya alcanzado a
todos los latinoamericanos, y todas las personas que hablan español hayan escuchado el
evangelio de sus labios?"
Y él respondió: "Cuando ese tiempo llegue, espero que Dios me haya enseñado a
hablar en chino".

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¿Siervo o Dictador?
Efraín Ríos Montt
Exilio en Madrid

Frente al lava trastos lleno de cubiertos, platos y vasos por lavar, en su apartamentito
en Madrid, María Teresa se quedó contemplándolos y las lágrimas comenzaron a correr por
sus mejías.
"Aquí estoy", pensaba, "yo, la esposa del hombre que ganó la presidencia de su país,
haciendo lo que más detesto".
Mientras seguía llorando, silenciosamente entró Efraín por la puerta del pequeño
apartamento que ocupaban en el veintitresavo piso de un edificio. Al verla así, le preguntó:
"Mi amor, ¿por qué lloras?"
Ante su pregunta María Teresa se desahogó aún con más fuerza, "¿Y qué querés que haga?
No puedo evitarlo. Aquí estoy yo, la esposa del hombre que ganó la presidencia de
Guatemala lavando platos en España, mientras que la esposa del hombre que te robó las
elecciones está en Guatemala gozando de lo lindo".
Efraín la abrazó y le dijo: "No llores. Me pones triste. ¿Por qué no descansas? Yo
lavaré los trastos".
"¡Ah, no importa!", dijo María Teresa regresando a su lavado de trastos.
Todavía estaba disgustada. Allá en Guatemala también ella lo había presionado para
que peleara. "No dejes que te roben la presidencia", le había dicho.
Pero él había rehusado escucharla. "Todo lo que pasaría es que habría mucha gente
joven muerta. Y obtener la presidencia no vale una sola gota de sangre derramada por un
guatemalteco", le había contestado.
Conforme pasaban los meses en Madrid, María Teresa se amargaba más y más. Hubo
una recepción en la Embajada de Guatemala para el Ministro de la Defensa y la esposa del
Presidente Kjell, que estaban de visita y ella se negó a asistir. También había rehusado las
invitaciones que le hicieran para visitar a la esposa del Embajador. Ocasionalmente, Efraín
le contaba que tal Ministro o personalidad de Guatemala estaba de visita en España, y su
comentario siempre era: "Magnífico, espero que se diviertan".
Debido a que no podía borrar de su mente la traición hecha a su esposo, se
asombraba de la aparente tranquilidad de él. Sabía que el haberle robado la presidencia y
este exilio en Madrid eran golpes muy duros para él; sin embargo, no parecía disgustado.
Efraín aceptó su derrota como un soldado acepta la suya en una batalla. Pero a pesar
de ello, se había sentido profundamente herido, no sólo por el fraude y el exilio, sino
también por la desintegración de su familia, parte del resultado final. Sólo Zury, su hijita
menor, estaba con ellos. Sus dos hijos mayores, Homero y Enrique, ambos asimismo
militares, habían tenido que quedarse en Guatemala: y después del anuncio de la victoria de
Kjell, los dos habían sido puestos bajo vigilancia militar.
También había gran amargura y tristeza en su corazón por la reacción de muchos
guatemaltecos ante su derrota y lo que consideraban como una cobarde huída hacia España.
Por haberse rehusado a pelear, los líderes del Partido Democracia Cristiana se habían
disgustado con él. Los estudiantes a quienes les había pedido conservar la paz, lo acusaron

72
de haberse vendido al gobierno. Circulaban rumores que había recibido entre medio y un
millón de Quetzales, y mucha gente comentaba que el exilio no había sido un puente de
plata, ¡sino de oro!
Estas acusaciones lo herían profundamente. Había tratado de salir con honor y de
demostrar, por medio de su negativa a provocar un alzamiento en armas, que era un hombre
de principios: Pero ahora, para muchos guatemaltecos, él era sólo uno más de esos sucios
politiqueros que tanto había señalado. Nada podría haberle herido más.
En la Embajada su trabajo era poco. Esto le dejaba bastante tiempo para leer y
meditar. Se dedicó a la lectura de libros sobre Economía, Política y Filosofía e incluso tomó
un curso universitario sobre "La Estrategia y la Política Internacional".
Con frecuencia se ponía a pensar en su futuro y se preguntaba si debería volver a
participar en política. Estaba seguro que los líderes de la DC ya no estarían tan molestos
para entonces, pues indudablemente recordarían que durante su campaña la membresía del
Partido se había más que duplicado. Sí, consideraría volver a participar.
Mientras él hacía planes sobre su futuro, allá en Madrid, en Guatemala empezaba a
sucederse una serie de eventos que cambiarían su vida en una dirección jamás imaginada.
El primer signo visible se dio en el hogar de una pareja cristiana en la Ciudad de
Guatemala, una noche del mes de octubre de 1975. Habían recibido la visita de un amigo y,
después de cenar, decidieron orar. En su oración expresaron a Dios su preocupación por
Guatemala. La corrupción creciente en el gobierno, la violencia tanto de la derecha como de
la izquierda, la lucha de las guerrillas y el terrorismo, eran una carga en su corazón. Mientras
más oraban; más profundamente sentían la necesidad de pedir la ayuda divina.
A las dos de la mañana cesaron de orar; porque la esposa empezó a llorar. "¿Qué te
pasa?", le preguntó su esposo.
"Mientras oraba tuve una visión de Guatemala, pero fue algo tan horrible que no
quiero ni siquiera decirlo en voz alta", respondió.
Preocupado, su esposo le pidió que les dijera qué había visto. Entonces les contó su
visión: "Vi que muchos edificios se derrumbaban, que la tierra se abría y que la gente corría
despavorida, dando gritos. ¡Y había muchos muertos!" Continuó describiendo en detalle un
terremoto que, según les dijo, creía que sucedería en Guatemala a principios de 1976.
autelosamente su esposo y el amigo visitante decidieron que deberían relatar esta
visión al Pastor de su Iglesia. El Pastor, creyendo que la visión pudiera ser un aviso de Dios,
llevó la noticia a un retiro de Pastores al que asistió esa misma tarde y, conjuntamente, todos
los Pastores oraron y discutieron si esto podría ser o no lo que la Biblia describe como
"visiones del Señor", que son un aviso o advertencia divina sobre algo que va a suceder para
que la gente pueda prepararse. ¿O sería sólo la imaginación de una fervorosa mujer
Cristiana?
Estuvieron de acuerdo en creer que Dios había hablado a través de ella y empezaron
a informar de la visión a sus congregaciones, para estar preparados. La noticia circuló
rápidamente, tanto entre cristianos como entre no cristianos. Algunos la creían, otros se
reían, y muchos la pusieron en duda. Sin embargo, varias iglesias empezaron a prepararse
físicamente, almacenando alimentos yagua. Pasaron los días, llegaron Navidad y Año
Nuevo, y para mediados de enero, la duda aumentó respecto a la validez de la visión.
Y entonces sucedió. A las 3:04 a.m. de la madrugada del miércoles 4 de febrero de
1976, un terremoto de intensidad 7.5 en la escala Richter, sacudió violentamente a
Guatemala durante 39 segundos, provocando uno de los peores desastres naturales en el
Hemisferio Occidental. La falla del Motagua se rompió y provocó esa y una serie más de

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violentas sacudidas, que dejaron como saldo más de 25,000 personas muertas y 77,000
lisiadas, además de un millón sin hogar. Solamente en la ciudad de Guatemala, fueron
destruidas 58,000 viviendas; y en el resto del país, más de 300 pueblos y ciudades quedaron
completamente arrasados.
Al conocerse la noticia, empezó a llegar ayuda de todas partes del mundo. Las
iglesias que habían oído y creído en la visión estaban preparadas y empezaron a ayudar a las
demás.
Mientras tanto, en Eureka, un pequeño pueblecito costero en el norte de California,
un grupo de hombres y mujeres jóvenes oyeron la noticia del terremoto en Guatemala y
sintieron un peso en su corazón. Eran miembros de una Iglesia y deseaban servir. Habían
abrigado la esperanza de ir como misioneros a algún país de habla hispana e incluso habían
visitado México y Costa Rica para estudiar la posibilidad de instalarse allí. Pero al oír las
noticias de la destrucción de Guatemala, la sintieron un aviso en su corazón.
El Jefe del grupo, Carlos Ramírez, relató más tarde: "Cuando oí las noticias, supe en
mi corazón que era allí donde deberíamos ir, que era a Guatemala a donde Dios quería que
fuéramos".
A las pocas semanas del terremoto, este pequeño grupo de misioneros de la Iglesia
"Gospel Outreach", de Eureka, California, compuesto de quince hombres y mujeres y 6
niños, salieron en una pequeña caravana de camiones, carros y un viejo autobús, rumbo a
Guatemala. Inmediatamente que llegaron se dedicaron a colaborar en el trabajo de
reconstrucción y ayuda.
Al poco tiempo, organizaron una pequeña Iglesia. Ya esta Iglesia llegó un día aquella
acaudalada dama guatemalteca que en el mes de Octubre de 1975, tuvo la visión del
terremoto y creyó en ella. La había contado a su familia ya sus amigos, e incluso había
preparado su propia casa para la emergencia, porque sabía que era inevitable. Muchos de sus
amigos y parientes la juzgaron loca. Otros se reservaron su opinión.
Pero en aquel 4 de febrero, todos los que recordaron sus palabras de advertencia
quedaron profundamente impresionados. Varias personas que ni siquiera eran Cristianas
reflexionaron sobre la visión del terremoto y del estado en que quedó Guatemala. También
se pusieron a meditar sobre la condición espiritual de sus propias vidas y, como resultado,
entregaron sus vidas a Jesús. A una de estas personas le tocó orar junto a un joven visitante
de nombre Luis Chang, que había servido en el Ejército a las órdenes del General Efraín
Ríos Montt. También había sido su Jefe de Seguridad durante la campaña presidencial de
1974.
Mientras tanto, allá en Madrid, la familia Ríos Montt estaba consternada por las
noticias del terremoto. Se tranquilizaron al saber que sus hijos y el resto de su familia
estaban sin novedad. Pero de la visión sobre el terremoto y que su amigo Luis Chang era
ahora Cristiano, Efraín no supo nada. En esos momentos, él estaba pasando por su propia
crisis de fe.
Regularmente acompañaba a su hijita Zury a la Iglesia en Madrid, pero sentía a Dios
muy distante. Trataba desesperadamente de sentir algo cuando oraba; tomaba los
sacramentos con frecuencia, pero internamente sabía que estaba haciéndolo más por
disciplina que por fe verdadera. Estaba lleno de dudas. Aunque todavía creía que el asistir a
la Iglesia era parte de ser una persona de principios, sentía que su fe en Dios la perdía cada
vez más y más. Su decisión por regresar a la política, por una nueva oportunidad, se
mezclaba con una tremenda inseguridad respecto al futuro. Lentamente su decepción se
transformó en amargura, a la que vino a agregarse el rencor de María Teresa, creando todo

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ello una tensión que crecía día a día en su corazón.
A finales de 1977 Efraín recibió noticias de la construcción de la nueva Escuela
Politécnica en las afueras de la ciudad de Guatemala, y la invitación a la inauguración que
sería a medio año. Primero decidió que aprovecharían la invitación para gozar de unas
buenas vacaciones en Guatemala, pero conforme los días pasaban, empezó a empacar no
sólo lo necesario para unas vacaciones sino todo lo que había en el apartamento.
"No regresaremos a Madrid", le anunció a María Teresa: que me metan a la cárcel si
quieren, pero no voy a dejar Guatemala otra vez".
Cuando la ceremonia de inauguración de la Nueva Escuela Politécnica hubo
terminado, Ríos Montt se acercó al Ministro de la Defensa y le informó que no pensaba
regresar a España. "No creo merecer un exilio", le dijo. "Mi única falta es haber ganado las
elecciones. La única forma en que voy a salir de Guatemala otra vez será muerto", y hablaba
en serio. La tensión que se había ido acumulando en su interior desde España, la inseguridad
respecto a su futuro y al de su familia, la gran distancia entre él y otra oportunidad para
llegar a la presidencia de Guatemala, todo ello le hacían la vida imposible.
Lo dieron de alta en el Ejército, pero lo colocaron en la categoría de disponibilidad,
una forma de estado de inactividad, aunque siempre disponible para funciones militares.
Debido a su confrontación con el Ministro de la Defensa, se imaginó que estaría en
esta condición por bastante tiempo. Y le pareció bien, porque en esta situación de militar
inactivo estaría listo para poder participar inmediatamente en cualquier otra campaña. Y fue
así, sólo que esta vez no se imaginaba qué tipo de campaña sería.
Durante sus primeras semanas en Guatemala esperó la visita de los líderes de la
Democracia Cristiana. Sabía que conocían de su regreso y pensó que era mejor esperar que
ellos dieran el primer paso,
Pero nunca lo dieron. Todavía resentidos porque Ríos Montt se había negado a pelear
después de las elecciones de 1974, buscaron a nuevos candidatos en otras partes. Más
resentimiento y amargura se acumuló en el corazón de Ríos Montt. Otras elecciones pasaban
y él no habría participado.
Esas elecciones de 1978 las ganó el General Romeo Lucas García, que también
gozara del apoyo oficial y cuyos cómputos también fueron denunciados como fraudulentos.
Cuando Efraín vio el anuncio de los resultados finales, se quedó callado, pero María Teresa
saltó inmediatamente protestando: "Nada ha cambiado, todo está igual que en 1974".
"No mires la televisión ni leas los periódicos si te vas a amargar de esa manera", le
dijo Efraín. Como era su costumbre, este hombre de principios y disciplina mantenía su
propia decepción y amargura bajo control.
Una vez, cuando estaban en España, le aconsejó a María Teresa "Ora por Kjell".
"¿Orar por Kjell?", le dijo, mirándolo asustada a los ojos. ",Cómo puedo yo orar por
el hombre que te robó la presidencia?"
"Mira", le dijo "lo que ellos hicieron tarde o temprano tendrá mal resultado. Así que
no te angusties".
Aunque había podido controlar sus emociones tanto en España como ahora en
Guatemala, poco a poco las empezó a dejar brotar, especialmente en las páginas de un libro
que se puso a escribir. El tema de su libro era la política y él figuraba como héroe y mártir.
"Algún día van a leer mi libro", le dijo a María Teresa. "Entonces verán que tuve
razón de no querer salir a pelear a las calles, que los cambios no se pueden hacer por la
fuerza".
Un día en que escribía, lo llegó a visitar un viejo amigo. Era Luis Chango,

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veinticinco años más joven que Efraín. Luis había servido bajo sus órdenes cuando Efraín
era Comandante del Fuerte Mariscal Zavala. En 1974, después de haber salido Luis del
Ejército, Ríos Montt le pidió que fuera el Jefe de Seguridad de su Campaña Presidencial. No
se habían visto desde que Efraín saliera para España.
Luis le contó que había entregado su vida a Jesús. "Estoy estudiando la Biblia con un
grupo llamado "Verbo?" Es una Iglesia organizada por unos misioneros de los Estados
Unidos, que vinieron a ayudar para el terremoto". Invitó a Ríos Montt para estudiar la Biblia
juntos.
Desde su niñez, la Biblia había sido uno de los libros predilectos de Ríos Montt. La
idea de estudiarla con un grupo de evangélicos Cristianos de los Estados Unidos le llamó la
atención. "Puede que saque algunas nuevas ideas para mi libro", pensó. "Tal vez discutan
política o aspectos nacionales que podrían ayudarme".
"Acepto la invitación, iré con usted", le dijo a Luis Chango.

Un Nuevo Principio
"En tu confesión falta Jesucristo", le dijo Álvaro Contreras a Efraín, con su rudeza
característica. "Si tu eres cristiano, necesitas reconocer abiertamente a Jesucristo"
"Lo hago", dijo Efraín a la defensiva, pero algo dentro de sí le decía que
verdaderamente no lo hacía. El primer estudio bíblico con el grupo de hombres de Verbo le
había gustado mucho y decidió continuarlos. Conforme se adentraba más, conversando con
ellos, empezó a darse cuenta que había algo diferente entre su propio enfoque religioso y lo
que veía en la vida de estos hombres.
El estudio bíblico a que Luis Chang lo había invitado a asistir a un grupo de
profesionales y hombres de negocios, que se reunían para estudiar la Biblia dos mañanas por
semana en la casa de aquella misma señora de sociedad, que en 1976 había tenido la visión
del terremoto. Al grupo asistía Alfred Kaltschmitt, un alto y rubio joven guatemalteco,
descendiente de alemanes, quien pronto invitó a su amigo Álvaro Contreras, joven ejecutivo
publicitario, que a su vez invitó a Francisco Bianchi, su pariente lejano, en ese entonces
Gerente del Canal 11 de Televisión, uno de los más importantes canales del país. Esta
reacción en cadena continuó hasta llegar un día a Luis Chang quien, a su vez, invitó a su
antiguo jefe Efraín Ríos Montt.
La primera clase no fue todo lo que él esperaba, no hubo nada en ella que pudiera
usar en su libro. Sin embargo, le agradó el estudio de las Escrituras y admiró la confianza
que estos hombres contagiaban, por lo que decidió continuar asistiendo. Gradualmente se
dio cuenta que estas reuniones eran más que simples reuniones sociales de orientación
religiosa. Estos hombres tomaban en serio su fe en Cristo y en descubrir lo que la Biblia
enseñaba para poder aplicarlo en su vida diaria.
Aunque Ríos Montt asistía a todas las reuniones, llegando con su característica
puntualidad militar, raramente hablaba, más bien le gustaba sentarse y escuchar. Carlos
Ramírez y Jim DeGolyer, los Pastores de Verbo que ayudaban a dirigir las reuniones,
estaban intrigados y se preguntaban: "¿Quién es este General? ¿Qué hace aquí?"
Conocían de su reputación de General y político, como casi todos en Guatemala, y se
preguntaban por qué continuaba asistiendo tan fielmente a las reuniones, especialmente
porque no sentían en él mucho compromiso cristiano.
El problema, pronto descubrieron, era que Ríos Montt se sentía satisfecho con su
nivel de cristianismo. El creía en Dios. Toda su vida había aceptado a creer en Dios. Era un
hombre de principios que los practicaba y enseñaba a los demás. Había rehusado qué se

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derramara sangre como el precio para obtener la Presidencia.
En muchas formas, la experiencia religiosa de Ríos Montt era paralela a aquella de
otro famoso militar, un antiguo soldado romano llamado Cornelio. El Nuevo Testamento lo
describe como a "un hombre recto y temeroso de Dios" (Hechos 10). Sin embargo, algo
importante faltaba en su vida. Un día se le apareció un ángel y le dijo que mandara a llamar
al apóstol Pedro. Cuando Pedro llegó, procedió a hablarles a Cornelio y a todos los demás
que estaban en su casa del Evangelio de Jesús, de Su muerte en la cruz, Su resurección y Su
poder para perdonar los pecados de aquellos que creían en El. Conforme Pedro hablaba, el
Espíritu Santo se derramó sobre los que lo oían y Cornelio se convirtió en un devoto
seguidor de Jesús.
Muchos siglos más tarde, el General Efraín Ríos Montt había llegado a una
coyuntura semejante en su propio peregrinaje espiritual. Para Carlos Ramírez, el Pastor de
Verbo, y para los demás que estudiaban juntos la Biblia cada semana, la concepción de Ríos
Montt respecto a lo que significaba ser Cristiano no correspondía totalmente a lo que la
Biblia enseñaba. Mientras más lo conocían, más se daban cuenta que él se consideraba
Cristiano simplemente porque toda su vida había sido un hombre bueno y religioso. No era
la Gracia de Dios a través de Jesucristo lo que le había hecho Cristiano, sino el propio Efraín
Ríos Montt, el General disciplinado, ético, sacrificado, quien se había hecho a sí mismo un
Cristiano. Consecuentemente, entró en conflicto con sus compañeros de estudio bíblico.
En una ocasión, después de estar asistiendo a las clases por varias semanas, el Pastor
Ramírez se le acercó y le dijo: "Tal vez podríamos tomar una jarita de café juntos y
platicar".
"No, no", le dijo Efraín riéndose. "Todavía no. Tal vez más adelante". Sentía que lo
querían presionar para adquirir mayor compromiso; por eso rápidamente declinó la
invitación.
Más adelante, cuando Álvaro Contreras lo confrontó con la necesidad de confesar
abiertamente a Jesús; todavía estuvo a la defensiva, aunque los estudios bíblicos ya
empezaban a hacer su efecto. Estaba profundamente impresionado por lo que veía en estos
hombres y entre la gente de la iglesia, a la que ahora él también había empezado a asistir los
domingos.
Durante toda su vida había luchado por llegar a la cima, pero siempre había
terminado frustrado y, junto con sus frustraciones, sentía gran resentimiento. Sin embargo,
entre estos hombres no veía resentimiento alguno. Aunque muchos eran profesionales y
hombres de negocios de éxito, en ninguno veía esa. profunda ansiedad y los temores que él
había conocido a lo largo de su lucha por ascender.
Un día Efraín se puso a contarle a Álvaro Contreras cómo le habían sido robadas las
elecciones de 1974. Álvaro lo miró fijamente y le dijo: "No estoy de acuerdo contigo; tú no
tienes pruebas positivas de haber ganado. Entonces, ¿cómo puedes asegurar que te las
robaron? Además, si ya has aprendido a poner todas tus cargas en Dios, podrías haber
perdido todas las elecciones del mundo y, a pesar de ello, estar tranquilo y en paz".
Largas semanas de reunirse con estos hombres, de ver su sinceridad al desear
practicar las enseñanzas de las Escrituras, de oírles hablar de perdón y de ver los practicarlo,
fue resquebrajando gradualmente la actitud de justicia propia y rectitud que tan fuertemente
había dominado la vida de Ríos Montt. El nudo de amargura que escondía en su corazón
empezó poco a poco a disolverse conforme iba confiando en la gracia de Dios.
Pronto empezó a reconocer abiertamente a Jesús como su Salvador y Señor, tal como
Álvaro Contreras le había sugerido en su breve confrontación semanas antes. Ahora Efraín

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Ríos Montt, General de un Ejército de hombres, empezaba a comprender qué quería decir
ser un soldado de Cristo y el hijo del Rey de Reyes.
Más tarde confesaría: "Toda mi vida fui un hombre religioso y asistí fielmente a la
Iglesia. Aún cuando fui Comandante de bases militares invitaba tanto a sacerdotes Católicos
como a ministros Evangélicos a que viniesen a oficiar para los hombres a mis órdenes. Toda
mi vida busqué a Dios, pero es imposible encontrar respuesta a nuestras interrogantes más
profundas cuando tenemos el corazón lleno de amargura y queremos, por nuestros propios
medios tratar de llegar a Dios. Cuando conocí a los hermanos Cristianos de Verbo supe lo
que quería decir 'Nacer de Nuevo'. Hasta entonces yo había tratado de llegar a Dios por mi
cuenta. Pero Dios vino a mí y me aceptó tal cual soy".
Lleno de un entusiasmo nuevo, se entregó a las actividades de la Iglesia "Verbo".
Asistía a los estudios Bíblicos y al servicio regular de los domingos por la mañana,
haciéndose acompañar de su esposa María Teresa y de su hija Zury.
Al principio María Teresa no quería mezclarse con este grupo de Cristianos, nacidos
de nuevo. Siempre se había considerado miembro de la Iglesia Católica Romana y no
deseaba cambiar. Es más, insistió en que si tenían que ir al servicio de Verbo los domingos,
primero fuesen a Misa. Efraín accedía.
Desde su regreso de España, María Teresa se había acostumbrado a participar en las
alegres reuniones sociales que se organizaban los sábados por la noche en casa de sus
familiares. Especialmente le gustaba jugar cartas con sus hermanos y cuñadas, algunas veces
durante toda la noche. Como Efraín no estuviera de acuerdo, decidió ir sola. Frecuentemente
la regresaban a dejarla su casa a las siete de la mañana del domingo, apenas a tiempo para
bañarse, cambiarse y salir para la Iglesia.
Naturalmente le era muy difícil mantenerse despierta durante el servicio en "Verbo".
Al observarla, Zury la codeaba murmurándole: "Mamá, te estás durmiendo, despierta".
Algunas semanas después de ver que Efraín asistía solo a las clases de Biblia, se
sintió un poco culpable y decidió acompañarlo. En la primera reunión se puso a discutir con
un Pastor Evangélico, alguien le preguntó: "Y qué de los Testigos de Jehová y de los
Mormones?" Trataba de desviar la conversación. El Pastor, notándolo, le preguntó si podía
orar por ella. Accedió María Teresa y él se dirigió al Señor con estas palabras: "Padre,
bendice a nuestra hermana. Ayúdala a encontrar Tu amor y las respuestas que está
buscando".
Más adelante, alguien del grupo bíblico la invitó a ir a oír a un Evangelista de Puerto
Rico de visita en Guatemala. Decidió ir. Al final de su mensaje, el Evangelista pidió que
"alguien que estaba allí con una fuerte carga en su corazón, por favor, se pusiese de pié".
Instantáneamente María Teresa sintió que le estaba hablando a ella y su primera reacción fue
no hacer caso. Pero, en su adentro, pensaba: "Es a mí a quién está describiendo, a quien está
llamando".
Después de un largo momento de batalla interior, se puso de pie. Y aunque tenía sus
ojos fuertemente cerrados, las lágrimas, empezaron a rodar. "No", se decía a sí misma "no
vaya llorar". Orgullosamente, guardando su compostura, se volvió a sentar. Luego, la
reunión terminó.
Ese sentimiento tan profundo que había sentido María Teresa cuando escuchaba al
Evangelista de Puerto Rico lo olvidó al poco tiempo, aunque algo había quedado en su
corazón. Sin embargo, la amargura y la ira, como malas hierbas, continuaban creciendo
dentro de ella sin que se preocupara por eliminarlas.
Aproximadamente un mes después, asistió con Efraín a otra reunión similar, sólo que

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esta vez el Evangelista era de la Argentina y el lugar el Auditórium de la Cámara de
Comercio, en el centro de la Ciudad. Nuevamente se hizo una invitación para que todos
aquellos que quisiesen aceptar a Jesucristo como su Señor y Salvador pasaran al frente.
Como impulsada por un resorte, María Teresa se puso de pie y empezó a caminar con los
otros, pero antes de llegar al frente lloraba fuertemente. Inmediatamente Zury se unió a su
mamá y las dos lloraron durante un buen rato.
Al recordarlo, tiempo después, María Teresa comentó: "Cuando estaba sentada
oyendo al predicador, me di cuenta que toda mi vida había estado llena de "orgullo y
vanidad. Sentí la necesidad de ser sanada, de liberarme de todas mis cargas de amargura y de
mis heridas, ya no las quería tener. Sentí como si hubiera entrado a un nuevo mundo, a una
nueva vida. Mi actitud había cambiado y ahora era yo la que quería ir a la Iglesia. Desde ese
día empecé a caminar con Dios".
Conforme pasaban las semanas, Carlos Ramírez y los otros miembros de "Verbo"
que conocían a Ríos Montt, continuaban confundidos por este enigmático General. Cuando
había venido por primera vez a "Verbo", rápidamente se había relacionado con todos. Para
Carlos Ramírez eso era como si simplemente se estuviese adaptando a nuevos amigos.
"Después de todo", pensaba, "este hombre es un político y sabe cómo llevarse bien con toda
la gente. Pero ¿cuán real y sincera es su aceptación de Jesús? ¿Cuán fundamentada está?
¿Cuán verdadera es?"
Otra cosa de Ríos Montt que le intrigaba a Carlos era su manera reservada respecto a
su vida privada. "El no se abre a ninguno, su vida personal la guarda celosamente".
La sinceridad de los motivos de Ríos Montt y su nuevo estado de fe Cristiana eran
todavía un misterio para los líderes de Verbo, hasta que un día pidió una entrevista con
Carlos Ramírez. Con la venia de Ríos Montt, invitó también a Álvaro Contreras a la reunión.
El que siempre haya dos personas para escuchar o dar consejería es una práctica común en
Verbo, puesto que la Biblia enseña "en la multitud de consejeros está la sabiduría". Esta
modalidad también daba a los nuevos líderes, en este caso a Álvaro Contreras, la
oportunidad de aprender directamente de otro con más experiencia.
Al principio creyeron que iba a pedir consejo respecto a problemas familiares, pues
les había hablado de uno de sus hijos. Pero pronto la conversación pasó de su hijo a su
propia persona. El tema era uno del que ya habían oído antes: las elecciones de 1974. Sin
embargo, esta vez había algo diferente en el tono de su voz.
Conforme recordaba los sucesos que lo habían llevado hasta el exilio en Madrid, sus
ojos se fueron llenando de lágrimas. Les contó de la angustia que había sentido al haber
llegado tan cerca de ser Presidente de Guatemala y luego sentir que le robaban la
oportunidad. Habló de la humillación que siguió a su negativa de encabezar un golpe y cómo
prácticamente todos se le voltearon y lo llamaron cobarde. Les reveló su dolor al separse de
su familia, al ser forzado a dejar su país y al darse cuenta que su carrera militar se la
acababan, sin ninguna esperanza mas.
Lloró abiertamente, sin vergüenza. Carlos y Álvaro no habían esperado esto. Era
como si algo dentro de Efraín estuviese deshaciéndose en lágrimas, gritándoles "éste es el
dolor en mí".
Profundamente emocionados, con Efraín llorando con su cara entre las manos, se
levantaron y pusieron sus manos en sus hombros, como sus hermanos, y empezaron a orar
en voz baja.
"Padre, te rogamos que sanes a nuestro hermano, que quites de él todas sus
amarguras, que sanes sus heridas. Lava todos estos años de tristes y amargos recuerdos y

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libéralo, para que pueda sentirte a ti, con un corazón limpio".
Se habían preguntado cuán real era su conversión, cuán profundamente estaba
cimentada su fe. Ahora veían que había llegado muy profundamente, perforando la coraza
de amargura que silenciosamente lo había estado envenenando durante toda su vida.
El deseo de estudiar más la Biblia y de servir a su Iglesia creció en Efraín. Cuando
Verbo se cambió de una granjita en las afueras de la ciudad a otra casa en la zona 9, se
ofreció para ayudar en lo que fuese necesario, y lo hizo con tal fidelidad, que incluso aceptó
hacerse cargo de los trabajos más humildes.
Era en estas situaciones cuando María Teresa todavía se irritaba al ver que a su
esposo, todo un General del Ejército y ex-candidato presidencial, no le daban el lugar que
merecía. Pero para Efraín el título de "General" valía poco en el Reino de Dios. En este
Reino él era simplemente un soldado y "un soldado de Jesús tenía que servir".
Los Pastores de la Iglesia, Carlos Ramírez, Jim DeGolyer y James Jankowiak,
tuvieron cuidado de no dejarse influenciar por el hecho de que Ríos Montt era una persona
de prestigio en los círculos militares y políticos de Guatemala. Creían que debía ser
respetado por su calidad de hermano en Cristo y como parte de la familia de Dios, no por el
hecho de haber alcanzado una posición ante los ojos del mundo. También fueron cuidadosos
de no caer en la tentación de usar el nombre y la fama de Ríos Montt para propósitos de la
Iglesia, tales como el de atraer gente. Para ellos, él era simplemente un hermano en Cristo.
Su compromiso con el sería sobre esta base. Para ellos, lo más importante era que Efraín
creciera en la gracia de Dios y en el entendimiento de las enseñanzas de las Escrituras.
Pronto fue obvio que si Efraín todavía necesitaba crecer en algunas áreas del carácter
cristiano, el deseo de servir a los demás no era una de ellas, pues asistía a todas las
reuniones, era puntual y servía en todo lo que podía, aunque fuese simplemente preparando
el café. Su deseo de desarrollar un sentimiento de hermandad cristiana también le hizo
participaren muchas otras reuniones de estudios bíblicos en diferentes casas y asistir a
servicios de otras Iglesias, a los que iba junto con María Teresa.
Había algo respecto a esa ansia de servicio que aún intrigaba a los Pastores de Verbo,
especialmente a Carlos Ramírez. Todo parecía ir demasiado rápido. Aunque Efraín parecía
estar verdaderamente interesado en servir a la Iglesia, Carlos todavía se preguntaba si esto
sería auténtico. "¿Comprenderá verdaderamente lo que significa estar comprometido con los
otros hermanos Cristianos?"
Una de las formas en que Ríos Montt había tratado de servir a la Iglesia Verbo fue
ofrecerles un lote de terreno de 900 mts. cuadrados, para que construyesen allí su propio
edificio, en vez de alquilar una casa ajena. A la tercera propuesta, los Pastores decidieron ir
a conocer el terreno. Después de la visita, informaron a Efraín que apreciaban su oferta pero
que aún no estaban listos para construir su propio edificio.
"El terreno es bonito", le dijo Carlos Ramírez. Hizo una larga pausa y luego agregó: "Pero
nosotros no queremos tu terreno, Efraín. Nosotros te queremos a ti. Dios te ha dado dones y
habilidades especiales que El quiere que tu uses para Sus propósitos. El logra esto uniéndote
a otros. Y de esa unidad y compromiso saldrá el trabajo que glorificará a Dios. Hasta que tu
comprendas el pacto que tu tienes con nosotros como tus hermanos en Cristo, los dones que
Dios te ha dado no podrán desarrollarse ni ser usados completamente".
La palabra "pacto" no era nueva para Ríos Montt. Frecuentemente había oído a los
Pastores de Verbo hablar de ello. Sabía del Nuevo Pacto que todos los creyentes hacen con
Dios al recibir a Jesucristo. También había oído hablar a Carlos Ramírez respecto al pacto o
compromiso especial que existe entre los hermanos y hermanas en Cristo.

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"Cuando nosotros empezamos nuestra vida en Cristo", le explicaron, "entramos en un
nuevo pacto con Dios. Un pacto que es una entrega o compromiso. Nos comprometemos, y
entregamos nuestra vida totalmente a Dios".
"De una manera similar, también entramos en un pacto el uno con el otro, como
hermanos y hermanas en Cristo. Nos comprometemos unos con otros y entramos en una
relación de entrega mutua. Nuestro compromiso o pacto es amarnos los unos a los otros
como Jesús nos enseñó y mostró por medio de Su ejemplo. Nos servimos los unos a los
otros, nos cuidamos los unos a los otros, caminamos juntos en unidad y mantenemos nuestra
unidad y nuestro amor a pesar de nuestras diferencias. Nos comprometemos cada uno a
confiar en el otro, a ser honestos los unos con los otros y a mantenernos abiertos entre si.
También reconocemos que los dones y habilidades que Dios nos da son para el beneficio de
la Iglesia, no para nuestro propio uso personal. Todo esto lo enseñan las Escrituras. Nosotros
simplemente usamos la palabra pacto para ayudar a describir lo que significa para los
Cristianos".
Ríos Montt había oído en Verbo estas enseñanzas respecto al pacto cristiano.
También lo había leído en la Biblia. Y ahora, al igual que anteriormente cuando Álvaro lo
confrontara respecto a la necesidad de confesar abiertamente a Jesucristo como su Señor y
Salvador, le parecía que sus nuevos hermanos lo estaban presionando para que
comprometiera profundamente la entrega de su vida a Dios y para vivir conforme a la
palabra de Dios, dentro de la Iglesia.
A los Pastores de Verbo les preocupaba que en su afán de aprender y servir, Ríos
Montt se hubiese extendido a diferentes grupos bíblicos e Iglesias. Les agradaba este afán,
pero sentían que al igual que todos los demás nuevos Cristianos, debía situarse en un sólo
lugar y crecer en Cristo. Sin embargo, evitaban darle la impresión de qué fuese en Verbo en
donde él debía definirse. No querían que pudiese pensar qué era por su fama que lo
invitaban a Verbo. Si se quedaba en Verbo, sería porque Dios quería que asístase y porque
éste era el lugar en donde se había comprometido. Con todo esto en mente, decidieron hablar
claramente con Efraín para que él tomase su decisión.
Reunidos en la oficina de Carlos una mañana, le hablaron de esta preocupación. Le
explicaron que no le estaban presionando a ser miembro de Verbo sino, más bien que le
hacían ese llamado para que pusiese en práctica el sentido del pacto del que le habían estado
hablando. "Dios quiere que tú te definas y pertenezcas a una sola Iglesia, a una sola familia
cristiana, sea aquí o en cualquier otra", le dijo Carlos Ramírez.
"Verbo es mi Iglesia y mí familia", les contestó Efraín, "aunque debo de confesarles
que en otra de las iglesias que he visitado ya me ofrecieron ordenarme como Anciano".
Debido a que Efraín era tan nuevo como Cristiano, Carlos y Álvaro se sorprendieron.
"Y tú, ¿qué les respondiste?" le preguntaron.
"Les dije que no, que prefería ser una oveja en Verbo, que un Anciano en otra parte".
Conforme la conversación continuaba, Carlos Ramírez y Álvaro Contreras sintieron
que debían presionarlo aún más respecto a su compromiso con la Iglesia. Obviamente había
hecho una decisión savia al rehusar que le hiciesen Anciano tan prematuramente. Pero, se
preguntaban, ¿habría comprendido que de todas maneras era necesario que él aceptase
comprometerse con la que sería su Iglesia, que podría ser Verbo u otra?
"Está bien, está bien, entiendo lo que me quieren decir", les contestó Efraín. "Y lo
que puedo decirles, entonces, es que acepto mi pacto con ustedes y la gente de Verbo.
Carlos y Álvaro quedaron aún más, confundidos. Ahora les parecía la respuesta de
Efraín demasiado rápida y como sin importancia. ¿Estaba verdaderamente pensando lo que

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decía? ¿Comprendía lo que significaba ser un Cristiano comprometido con otros Cristianos
en calidad de hermanos y hermanas en Cristo? Carlos Ramírez aún sé preguntaba si estaría
hablando con Ríos Montt, el hermano comprometido o con Ríos Montt, el político. No
estaba seguro. Tendría que esperar y ver.
Después de esta plática, Ríos Montt se retiró de las demás clases de Biblia y de las
otras Iglesias a las que asistía.
"Bueno", pensó, "Soy hombre de palabra. Y hasta que punto pronto se lo
demostraría!"
Un día, conversando, Carlos dijo algo que dejó ver las dudas que aún tenía al
respecto. Efraín lo miró fijamente y le dijo: "Carlos, yo estoy completamente comprometido
contigo y con los hermanos aquí. Tal vez tu no confías en mí, pero yo ya te dije que
comprendo mi pacto contigo. Así que si tu no confías en mí, creo que eres tu quien debe de
preguntarse si tú estas comprometido conmigo".
Finalmente todo estaba claro para Carlos. Comprendió que era él quien tenía que
renunciar a su falta de confianza en Efraín, ¡Se daba cuenta que él, Carlos Ramírez, había
tratado de hacer el papel del Espíritu Santo! Ríos Montt no sólo había entregado su vida a
Jesucristo sino que tenía un verdadero entendimiento de lo que esto significaba en su vida
diaria. Se sintió feliz. Comprendió que la palabra de Dios estaba echando fuertes raíces en
Efraín. Ahora sabía que un día Dios usaría los dones y habilidades de este General de los
hombres para Sus propósitos.

Un Soldado del Rey


Mientras estaba tras el púlpito esa mañana de 1981, el Pastor Jim DeGolyer pensó
que hacía bastante calor. La Congregación había crecido, llegando a más de setecientas
personas. El local era pequeño, y en tiempo de calor la atmósfera se sentía pesada, haciendo
que los hermanos se distrajeran.
Por el micrófono dijo: "Efraín, ¿quieres indicarle a tu gente que abra las ventanas
para que entre más aire? Gracias". Luego, dirigiéndose a la congregación, les informó:
"Sabían ustedes que nuestro hermano Efraín Ríos Montt está a cargo del mantenimiento de
la Iglesia? Y, verdaderamente, ha demostrado ser muy buen servidor de todos nosotros"
En su silla de atrás en la Iglesia, María Teresa se puso tensa. Sintió que algo hervía
dentro de su corazón. Se sintió humillada. Su esposo, todo un General, un hombre respetado
en toda Guatemala, estaba siendo presentado como "el encargado de mantenimiento de
Verbo". Esto sí que la ponía furiosa.
María Teresa había entregado su vida a Jesús, pero le costaba mucho relacionarse
con Verbo. Conforme la entrega de su esposo aumentaba, empezó a notar verdaderos
cambios en él. Hablaba más y más de Jesús y oraba con mayor entusiasmo. Se le veía cada
vez menos atormentado por lo que había sucedido en 1974. Sin embargo, cosas como la de
esta mañana la confundían bastante e igualmente a toda su familia.
Una mañana, su hijo, Enrique vio a su papá barriendo el piso de la Iglesia. "¿Pero
qué le pasa a mi papá?" se preguntó asustado. "¿El, un General, barriendo pisos? Por cierto,
lo hace en la casa, pero ¿en público?"
Otra cosa que también le sorprendió bastante fue oír como todos saludaban a su papá
tuteándolo con la mayor familiaridad, lo que para él era una falta de respeto. "Hola, Efraín".
Este sí que era un cambio radical de aquel gran respeto que recibía normalmente en
público.
"¿Qué será lo que quiere esta gente?"se preguntaba Enrique.

82
María Teresa tampoco lo entendía. Un día le preguntó: "¿Por qué sirves a los de
Verbo de esa manera?"
"Yo no estoy sirviendo a Verbo, a Carlos o a Jim", le contestó Efraín. "Yo estoy
sirviendo a Dios".
María Teresa ya no pudo aguantar más, así que un día le pidió una entrevista a Carlos
y claramente le dijo: "A mí no me gusta Verbo".
"¿Por qué no?" le preguntó Carlos.
"Porque nosotros no pertenecemos aquí", le dijo María Teresa. "A todas partes a
donde vamos a Efraín se le respeta por lo que él es. Se le trata de manera diferente. Pero
aquí, no. Otra Iglesia, a donde fuimos, le ofreció hacerlo Anciano y aquí ustedes lo ponen de
barrendero. Yo ya estoy cansada de empezar siempre desde abajo. ¿Por qué no podemos
empezar alguna vez desde arriba?"
Toda la furia que María Teresa había estado reprimiendo en su corazón por meses y
meses empezó a aflorar en forma de lágrimas. "Además, Efraín no es para esta clase de
trabajo, está desperdiciando su vida simplemente dando y ayudando a todos aquí". Mientras
más hablaba, más lloraba.
Carlos Ramírez la escuchó pacientemente y luego le explicó que él sí creía que Dios
tenía una misión especial reservada para Efraín y que este tiempo de crecimiento y
entrenamiento en la manera que Dios lo deseara era muy importante.
"Hay un llamado de Dios en la vida de tu esposo. Sólo Dios mismo sabe qué es. Pero
sabemos que será excepcional".
Cada uno de los Pastores de Verbo le había dicho esto mismo a Efraín. Sin tratar de
enorgullecerlo, todo lo contrario, le explicaban que en el momento dispuesto por Dios, él
tendría que cumplir con un propósito único e importante.
Por supuesto que esta enseñanza no era sólo para Efraín. Esta enseñanza era un tema
común en Verbo para todos los feligreses que era predicada desde el púlpito, enseñada en los
estudios bíblicos y aun en las reuniones de orientación personal.
"Dios ha dado a cada uno de ustedes dones y habilidades especiales. Les ha equipado
de manera especial para cumplir con una tarea especial, conforme ustedes vayan
aprendiendo a practicar la palabra del Señor, poniendo su vida a tono con sus enseñanzas,
estos dones se desarrollarán. Conforme aprendan a servir a sus hermanos, caminando juntos
y amándolos como a sus verdaderos hermanos y hermanas en Cristo, estos dones surgirán.
Dios va a usar a cada uno de ustedes para cumplir con Sus propósitos y entonces en lugar de
ser ustedes los alabados y enaltecidos en su orgullo y vanidad personal, es Dios quien será
honrado".
Aunque para Ríos Montt el servir a los demás no era un concepto nuevo él siempre
había creído, por ejemplo, que un buen General era aquel que servía a su Ejército y se
preocupaba de sus hombres; había sido siempre la persona de Efraín Ríos Montt quien
recibiera el crédito por sus servicios. Pero ahora estaba aprendiendo a ser una nueva clase de
servidor.
"Siempre creí que un General era un hombre disciplinado, que sabía cómo actuar
para ser ejemplo de los demás y cómo dirigir a sus hombres con éxito", reflexionaba un día.
"Pero también pensaba que la lealtad era algo que se exigía de abajo para arriba, no de arriba
para abajo. Todo este concepto se desvirtuó cuando pasé de ser General de un Ejército de
hombres a hijo del Rey de Reyes!"
Como recibía su pensión militar y no necesitaba trabajar, podía dedicarse todo el
tiempo a servir en la Iglesia. Se comprometió a servir los domingos en la Escuela Dominical

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de Verbo, de la que llegó a ser Director. Una vez por semana recibían en su casa a un grupo
para estudios bíblicos o "Iglesia en el Hogar". El líder de ese grupo era Francisco Bianchi,
otro Anciano de Verbo, a quien Efraín empezó a ayudar en sus labores pastorales. En más de
una ocasión acudió a llamadas de ayuda personal, muchas veces casi como emergencias.
En una oportunidad, una señora de su grupo lo llamó angustiada para contarle que
acababa de tener un pleito con su esposo y él se había ido de la casa. Efraín dejó de hacer lo
que estaba haciendo y salió en busca del esposo. Cuando lo encontró, lo invitó a que se
hospedara con ellos en su propia casa, mientras hacía las paces con su esposa.
Cuando Verbo dispuso abrir su colegio, se le pidió ayuda, pues como ex-Director de
la Escuela Politécnica se consideraba que tenía suficiente experiencia.
Al principio, sus muchos años de trabajo en el Ejército le crearon algunos problemas,
pues trató de enfocar su puesto de Director académico como si aún fuese el Comandante de
un Cuerpo Militar.
Por ejemplo, un día en que daba instrucción a los niños durante el período
devocional, empezó a subir de tono su voz y llegó un momento en que, notando que no le
prestaban toda la atención como él quería, al repetirles que "estamos hablando del Rey de
Reyes, ¿me entienden?", los miró fijamente y, con su más fuerte y enérgico tono militar, les
gritó. "LES HE DICHO QUE ES DEL REY DE REYES!"
Más tarde le pidieron que mejor hablara más callado, pues los niños se asustaban
mucho. Riéndose les dijo: "Después de todo, recuerden que he sido jefe militar toda mi vida
y algunas cosas me son difíciles de cambiar".
Sin embargo, otros cambios sí estaban sucediendo en la vida de Efraín Ríos Montt,
los cuales eran cada vez más evidentes. El orgullo y el sentimiento de autosuficiencia, que
había cultivado durante toda su vida iban desapareciendo, a través de la gracia de Dios.
Hubo una situación que demostró claramente que esta lección había penetrado muy
profundamente en su corazón.
Una mañana, después de terminar de dirigir a los niños en el devocional, entró a la
oficina que compartía con Dick Funell, uno de los miembros originales de Verbo que había
llegado a Guatemala en 1976. Parpadeaba fuertemente cuando entró y Dick notó brillo de
lágrimas en sus ojos.
"¿Qué te pasa?", le preguntó preocupado. "¿Estás llorando?"
Para entonces Efraín lloraba fuertemente y Dick se levantó a abrazarlo. Después de
un momento, recuperó su compostura y le confesó a Dick: "Llorar es bueno, es una
bendición del Señor. Yo nunca pude llorar antes".
"Pero ¿qué te pasó?" insistió Dick.
"Estaba dirigiendo a los niños y cantábamos una vieja canción que dice 'Tu palabra
es como una lámpara a mis pies, una luz en mi camino…' De pronto, recordé que cuando
tenía 8 ó 9 años mi abuelita me había enseñado esa canción. Recordé cómo la cantábamos
juntos y el gozo que me invadía al cantarle al Señor. Y hoy, al cantarla después de tantos
años, Dios me mostró cómo había desperdiciado mi vida desde entonces. Cómo me había
dedicado sólo a enaltecer a Efraín, el hombre".
Lentamente, dolorosamente, Efraín Ríos Montt estaba aprendiendo que el caminar en
pacto con sus hermanos cristianos significaba un nuevo nivel de honestidad y apertura
personal. Como persona que se había formado a sí mismo, se había mantenido reservado y
aislado. Como General, se había colocado en una posición aparte. Y como político, había
gozado al ser considerado un enigma entre los candidatos políticos. Pero ahora estaba
aprendiendo a ser hermano y amigo de los demás cristianos. Y cuando tenía que afrontar

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problemas serios o tomar decisiones en su vida, acudía a sus amigos en Verbo y pedía
consejo.
"Como Cristianos nos llegamos a dar cuenta que la gracia de Dios produce en
nosotros un sistema unificado de valores verdaderos", admitió más tarde. "Debido a que
cada uno de nosotros tenemos nuestra mente en Jesús y no sólo en nuestra propia persona o
en nuestros propios intereses, estamos en capacidad de poder aconsejarnos con sabiduría y
guiarnos los unos a los otros".
Ríos Montt creía ahora firmemente que había seguridad en buscar el consejo de sus
hermanos cristianos, en permitirles que le ofrecieran su visión interior y sabiduría,
sopesando cuidadosamente sus consejos.
En Octubre de 1981, esta convicción fue puesta a prueba.

Una Puerta Libre y Soberana


En Noviembre de 1977, cuando los partidos políticos ignoraron a Ríos Montt como
posible candidato, él se había sentido profundamente herido, porque una de sus principales
esperanzas a su regreso de España había sido volver a ser candidato a la presidencia de su
país.
Por ello, a mediados de Octubre de 1981, cuando los representantes de una posible
coalición de tres partidos políticos lo visitaron para preguntarle si consideraría ser su
candidato para las elecciones de 1982, se sorprendió un poco. Algo había cambiado en Ríos
Montt profundamente desde la última vez que sus seguidores políticos habían hablado con
él. Hoy, en vez de saltar emocionado ante la posibilidad de ser nuevamente candidato
presidencial, calmadamente les dijo que lo pensaría. Y es que antes de tomar una decisión
tan importante, deseaba consultarlo con sus hermanos cristianos.
"En la multitud de consejos está la sabiduría" dice la Biblia, y Ríos Montt creía
firmemente en ello. Ante una nueva posibilidad que revivía recuerdos del pasado, deseaba
proceder sabiamente y para ello nada mejor que poner en práctica sus creencias.
Junto con los líderes de Verbo decidió hacer un retiro de ayuno y oración durante tres
días para buscar la voluntad de Dios. Los ancianos Carlos Ramírez, Jim DeGolyer, James
Jankowiak, Álvaro Contreras, Francisco Bianchi, Tom Becotte y Dick Funnell lo
acompañaron. Durante meses había estado trabajando con ellos, eran sus hermanos y sus
mejores consejeros. Se fueron a una granjita en las afueras de la ciudad, en donde estuvieron
meditando, orando y hablando respecto a tan delicada decisión.
"Para ser sincero, no puedo decir que me sienta a gusto respecto a ello" , dijo Dick
Funnell una tarde durante la plática.
La verdad es que ninguno se sentía muy entusiasmado respecto a que Ríos Montt
regresara a la política. La política no era algo que atrajese a los líderes de Verbo. Siempre
habían creído que su tarea principal era predicar el Evangelio y enseñar a hombres y mujeres
a ser fieles seguidores de Cristo. Además, habían vivido suficiente tiempo en Guatemala
para conocer la naturaleza violenta de la política en el país.
La política en Guatemala, ha sido siempre un asunto riesgoso. En 1979, por ejemplo,
dos colaboradores cercanos de su campaña de 1974 habían sido asesinados por razones
políticas: el Licenciado Manuel Colom Argueta y el Doctor Alberto Fuentes Mohr.
"Creo que este no es el momento", dijo Francisco Bianchi, conforme continuaba la
plática. En realidad, "es más, cuando estábamos orando, tuve la impresión clara y reveladora
que el Señor va a abrir otra puerta para ti. Pero ésta será una puerta libre y soberana abierta
por El", También James y Jim habían sentido una revelación similar.

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Era obvio pues, que su consejo no estaba a favor de regresar a la política. De todos
modos Carlos Ramírez le hizo saber muy claramente que la decisión sería únicamente de él
y que ellos lo apoyaban en lo que fuese.
Después de continuar orando por algunas horas más, decidieron tomar un descanso y
jugar un partido de voleibol. Cuando Efraín saltó para alcanzar la pelota, perdió el equilibrio
y se dobló la rodilla. Como el dolor era muy fuerte, dos de ellos lo llevaron a un hospital
cercano y, para sorpresa de todos, regresó enyesado.
Al verlo entrar, Dick le dijo, bromeando: "Oye, Efraín, el Señor está tratando de
decirte que no andes otra vez en los caminos de la política".
Más tarde, el consenso general era de que no participara. "Pero necesitas continuar
preguntándole al Señor", dijo Carlos. "Obviamente, nosotros no podemos tomar la decisión
por ti. Y si tú sientes que Dios te está diciendo que participes, nosotros te apoyaremos en tu
decisión".
Tiempo después, Carlos Ramírez expresó lo siguiente: "Aparte de nuestras
conclusiones personales y de lo que sentíamos como resultado del retiro de oración,
creíamos que sería muy difícil para Efraín, aun si fuese electo, poder hacer cambios
verdaderos, pues él sería un hombre prácticamente solo, rodeado de una tremenda maraña de
corrupción".
En 1981 la corrupción en Guatemala había alcanzado proporciones desastrosas. En
muchos casos, los funcionarios de gobierno eran los mayores participantes. La edición de la
revista Forbes, del 10 de Mayo de 1982, publicó el artículo titulado "Guatemala: el Premio
Gordo", conteniendo una evaluación de la corrupción existente, que en parte decía así:

"Los hombres de negocios explicaron que la mordida usual que se pagaba por
hacer negocios con el gobierno había subido del 5 y 10 % al 20 y 30 %. El
Embajador de los Estados Unidos, Frederic Chapín, dijo que en Guatemala "en
cualquier cosa que hubiese dinero de por medio había corrupción". Por ejemplo,
la construcción de un puerto que fue valuado por Ingenieros de Estados Unidos
en ochenta millones de dólares, tuvo un costo de ciento cuarenta millones.
Cuando ciertos bancos extranjeros tuvieron que demandar a un pariente del
Presidente por una deuda de setenta y cinco millones de dólares, el Presidente
ordenó al Tribunal correspondiente que anulara el juicio. La corrupción se
encontraba en todo, especialmente en la construcción de carreteras, hospitales e
hidroeléctricas".

El saqueo del tesoro público no era lo único que afectaba gravemente a la situación
económica del país. La baja del café en los mercados extranjeros representó para Guatemala
una pérdida del 37 % en el período entre 1980 y 1981. El turismo, a causa de la recesión
mundial, pero especialmente por la amenaza mortal de las guerrillas, bajó en un 50 % en ese
mismo período. Y las agencias financieras del exterior, preocupadas por el incierto futuro de
Guatemala, retuvieron cerca de seiscientos millones de dólares en créditos desde 1979.
En 1981 la guerrilla había alcanzado una mayor intensidad, afectando tanto al
turismo como a la economía y fomentando aún más la violencia política, de la derecha como
de la izquierda. Los informes oficiales de Estados Unidos y los periodistas escribían de
Guatemala lo siguiente:

"Mientras Guatemala se prepara para las elecciones de marzo de 1982, una

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nueva revolución está gestándose. Casi todos los días hay ataques guerrilleros en
forma de emboscadas a los convoyes del Ejército, ataques a las estaciones de
policía, toma de pueblos y aldeas para celebrar reuniones políticas y asesinar a
los comisionados militares. Al igual que en 1960, han vuelto a circular las listas
de muerte de las derechas y los grupos misteriosos llamados "escuadrones de la
muerte". (Guatemala: El Peligro que se Avecina – Boletín de Política Extranjera,
Verano de 1981).
"El ciclo más reciente de violencia principió en octubre de 1978, cuando la
oposición izquierdista se aprovechó de una situación de índole económico para
provocar motines callejeros en los que murieron treinta personas. Las derechas
reaccionaron inmediatamente… y desde entonces la violencia política en
Guatemala ha dejado a más de cien personas muertas cada mes. (La Situación en
Guatemala - Boletín del Departamento de Estado de los Estados Unidos,
Octubre de 1981)"

No era de extrañar, pues, que tanto Carlos Ramírez como los demás Pastores de
Verbo se sintiesen intranquilos respecto a la posibilidad de que Efraín se lanzase otra vez a
una campaña política. Es más, en tanto que los periódicos continuaran especulando respecto
al rumor de que Ríos Montt estaba considerando regresar, ellos sentían que él constituía un
blanco excelente para la violencia de la oposición.
Consecuentemente, cuando la coalición de partidos que le habían hablado para que
fuera su candidato no se llegó a formalizar y, por lo tanto; tuvieron que retirar su oferta. Los
líderes de Verbo se sintieron aliviados. Pero inmediatamente otro partido político le propuso
que fuera su candidato para Vicepresidente.
"¿Qué piensan ustedes?" dijo Carlos, como haciendo eco a las palabras de Francisco
Bianchi durante el retiro, cuando le había dicho que una nueva puerta, libre y soberana, se
abriría para él.
"Tiene razón", aceptó Efraín. Luego, para poner un punto final a toda la especulación
en la prensa, hizo una visita al Ministro de la Defensa en su Despacho del Palacio Nacional
y le anunció: "No voy a aceptar ninguna candidatura".
"Me parece muy bien, creo que es lo mejor", le dijo el Ministro.
Convencido de haber discernido la voluntad de Dios y de haber tomado la mejor
decisión, Efraín regresó a sus tareas como Director Académico de la Escuela Verbo. Parecía
que Dios tenía algo más para él en lugar de una campaña política.
El 7 de Marzo de 1982 se celebraron las elecciones presidenciales y, tal como se
esperaba, al candidato escogido por el Presidente Romeo Lucas García se le adjudicaron las
elecciones y se anunció que tomaría posesión el primero de Julio. Se hicieron las denuncias
usuales de fraude con las consecuentes marchas de protesta en las calles, que pronto fueron
acalladas por la fuerza pública, pareciendo todo indicar que Guatemala se preparaba para
entrar en otro período más de corrupción administrativa.
En la mañana del 23 de Marzo, Efraín Ríos Montt estaba ocupado en la Escuela
Verbo, preparándose para la reunión de padres de familia y maestros que se celebraría a
medio día. Cuando arreglaba sus papeles en la oficina, entró su secretaria corriendo y le dijo:
"Efraín, están dando un golpe! Acaba de llamarnos uno de los papás. Quiere venir a recoger
a sus niños inmediatamente".
"Sucedió", pensó Efraín para sus adentros. "Finalmente sucedió".
Los golpes de Estado no eran nada nuevo para Ríos Montt ni para Guatemala. Sin

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embargo, hacía años que no había uno, por eso se imaginó que habrían problemas. La
mayoría de los papás querían recoger a sus hijos inmediatamente. Las calles estarían llenas
de gente y de soldados.
La noticia del golpe corrió como pólvora por todo el colegio. Álvaro Contreras, que
también trabajaba allí, llegó con Efraín y le dijo: "Creo que deberíamos cancelar la reunión,
las cosas podrían ponerse difíciles en las calles". Juntos fueron a la oficina del Pastor Carlos
Ramírez, que estaba en conferencia con uno de sus hijos, estudiante del colegio, y su
maestro. Llamándolo al corredor, Álvaro le dijo: "Carlos, ha habido un golpe".
Voces emocionadas y el ir y venir de muchos se notaba en el colegio. Los papás
llamaban insistentemente avisando que llegarían a recoger a sus hijos. Efraín, Carlos y otros
se reunieron para tomar alguna decisión. "¿Por qué no continuamos con la reunión, al menos
hasta que tengamos noticias más concretas?" preguntó alguien. Y esto fue lo que decidieron.
Mientras llegaba la hora, Ríos Montt y sus otros tres compañeros decidieron subir al
segundo piso para ver desde allí los aviones y los helicópteros que sobrevolaban la ciudad.
"Era sólo un asunto de tiempo", pensó Efraín, musitando sobre lo inevitable del
golpe. Si el cáncer de la violencia y la corrupción que existía en Guatemala no se cortaba de
tajo, eventualmente destruiría a toda la nación. Ahora, cuando veía los signos de la actividad
militar otra vez en acción, se preguntaba si el momento para el cambio habría llegado
finalmente.
Desde abajo, alguien empezó a gritarle: "Efraín, Efraín, te están llamando por la
radio. ¡Los militares te están llamando por la radio!"
Instantáneamente su estómago se paralizó. dio una vuelta y empezó a bajar las gradas
mientras pensaba "¿Qué querrán conmigo?"
Mientras tanto, el golpe prosperaba. La edición de la revista, Newsweek, del 5 de
abril de 1982, en un artículo titulado "Dios ha cambiado las cosas", lo describió así:

"Los relojes despertadores sonaron a las cuatro de la mañana en determinados


cuarteles de la capital y el bien sincronizado golpe empezó a desarrollarse antes
de la salida del sol. Para las nueve de la mañana, unos 2,000 soldados habían
sitiado con tanques y artillería pesada al Palacio Nacional, la Casa Presidencial y
el Congreso de la República. Aviones y helicópteros militares sobrevolaban el
área. Los cañones apuntaban directamente hacia las oficinas del Señor
Presidente, en el segundo piso".

Se le presentó un ultimátum al Presidente Lucas. Debería entregar el gobierno a las


tres de la tarde o se dispararía. Luego, desde un transmisor de la Radio Nacional que habían
hecho instalar en el Parque Central frente al Palacio, los organizadores del golpe empezaron
a llamar a dos personas: a Efraín Ríos Montt y a Leonel Sisniega Otero. Sisniega, que había
sido en las elecciones pasadas uno de los candidatos a la vicepresidencia, colaboró con los
líderes del golpe proporcionándoles apoyo político.
Sin embargo, lo de Ríos Montt fue una decisión de último momento. Cuando el
golpe avanzaba, un General que estaba a favor del mismo, aconsejó a uno de los líderes: "No
entreguen el poder a los políticos, no les den cabida. Destruirán a Guatemala". La
advertencia aparentemente hizo mella. ¿Pero quién, entonces podría tomar las riendas?
¿Quién estaba suficientemente libre de las influencias políticas para hacer que el golpe
realmente funcionara, para lograr que su resultado fuese más que sólo una revuelta política?
La Revista Time, en su artículo "El golpe que se Escapó", del 5 de abril de 1982,

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parecía hacerse la misma pregunta, al escribir lo siguiente:

"No estaba claro… por qué metieron a Ríos Montt en el golpe. De acuerdo a
algunas versiones, se le llamó únicamente para negociar la rendición de Lucas
García. Otros observadores creen que era sólo para que una persona respetable
figurara dentro de la Junta. El había sido Jefe del Estado Mayor del Ejército y
también Director de la Escuela Politécnica, gozando de excelente reputación por
su honestidad entre los oficiales jóvenes, que eran los que habían dado el golpe.
"Elegirlo fue una cosa lógica", dijo un diplomático extranjero en Guatemala, "no
era un militar en activo, por lo tanto, no tendría que oponerse a ningún jefe para
hacer las cosas. Y además, no estaba tratando de llegar al poder". Sólo que los
oficiales jóvenes ignoraban que ahora había nuevos elementos en la forma de
pensar de Ríos Montt".

"Carlos, están llamando a Efraín por la radio", dijo alguien que entró corriendo a su
oficina.
En ese mismo momento entraba Efraín y Carlos le preguntó: "¿Qué quieren
contigo?"
"No sé", le contestó.
"Creo que deberíamos orar", dijo Carlos. Para entonces, un pequeño grupo se había
formado en su oficina. Se tomaron las manos y empezaron a orar.
"Señor, muéstranos qué es lo que debemos hacer", dijo alguien.
"Jesús, protege a nuestro hermano", pidió otro.
Tocaron a la puerta. Entró María Teresa. Había oído la transmisión de radio estando
en una clase de Biblia y, con el corazón saliéndosele del pecho, se dirigió al colegio.
También se unió al grupo en oración.
El grupo oraba en silencio, hasta que alguien dijo a Efraín: "Creo que debemos
esperar un poco más, a ver qué pasa".
Carlos, mientras tanto, pensaba para sí mismo "tal vez fuera mejor que lo
escondiéramos".
En ese momento, una de las secretarias entró a la oficina y anunció: "Han estado
llamando al colegio. Tres veces han llamado por teléfono. Quieren hablar con Efraín".
"Sabían donde encontrarme", pensó Efraín en voz alta con una nota de resignación en
su tono. Dudoso, tomó el teléfono del escritorio del Pastor y marcó el número que le había
dado la secretaria.
"Habla el General Efraín Ríos Montt", dijo. Y se quedó esperando la respuesta.
"Mi General, este es el Mayor Sánchez", le contestó una voz al otro extremo de la
línea. "Necesitamos su ayuda".
"¿Para qué me necesitan?" preguntó, con su mejor tono de militar.
"Queremos saber si podemos contar con su cooperación y consejo", dijo el Mayor.
"¿Es sólo mi consejo lo que quieren?"
"Queremos hablar con usted personalmente".
"¿Por qué?" exigió Efraín nuevamente.
El Mayor explicó entonces que el golpe había sido organizado por varios oficiales
jóvenes y que estaba bien apoyado y afianzado. Querían que fuera a su cuartel, de
operaciones para consultarle algunos asuntos. "¿Vendrá usted?" continuaba preguntándole el
Mayor.

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"Lo llamaré de regreso en diez minutos", le respondió Efraín. Quería tener más
tiempo para pensar y orar. Se volvió al grupo que aún estaba reunido en la oficina del Pastor
y les pidió su consejo. Conforme a lo indicado en el Nuevo Testamento, formaron un círculo
y poniendo sus brazos alrededor de los hombros del otro, empezaron a orar por él.
Después de varios minutos, alguien dijo en voz alta: "Parece que es correcto que
vayas".
"¿Qué sientes?" preguntó Carlos a Efraín,
"Siento temor", le confesó. "Pero también me siento en paz. Creo que debo ir".
Momentos después, junto con otros dos Ancianos de la Iglesia, amigos muy cercanos
de él, subieron a una camioneta Volkswagen roja que estaba estacionada en el patio detrás
del colegio, y se dirigieron hacia el Palacio Nacional.
Con dificultad pudieron pasar por las calles llenas de tránsito, pero al llegar cerca del
área del palacio, los detuvo una barricada militar. "No pueden pasar", declaró un soldado,
haciendo señales para que regresaran. Efraín se identificó y el soldado inmediatamente se
cuadró y les dejó libre el paso.
Finalmente llegaron al Parque Central, que en esos momentos en lugar de estar lleno
de gente paseando estaba convertido en un campo de batalla. Cientos de soldados bien
armados estaban a la espera de órdenes y los cañones y tanquetas apuntaban directamente al
Palacio Nacional.
Saliendo de la camioneta, rápidamente condujeron Ríos Montt a uno de los
almacenes frente al parque, en donde se había improvisado el cuartel general del golpe. Lo
presentaron a los Oficiales Jóvenes organizadores, entre quienes reconoció a varios de sus
alumnos de la Escuela Politécnica.
"¿Qué es lo que desean de mí?" les preguntó.
"Mi General, nos hemos lanzado a esta acción para darle al Ejército una nueva vida",
explicó uno de ellos. "No podíamos permitir que lo que ha estado sucediendo, continuara
por más tiempo".
"Sí, lo entiendo, ¿pero para qué me quieren a mi?"
"Mi General Ríos, queremos que usted sea el Jefe de la Junta".
Efraín enmudeció. ¡Todo estaba sucediendo tan rápido, tan completamente fuera de
su control! Aunque reconocía que con Lucas García, Guatemala iba a la deriva y que el
sucesor seleccionado por él también ofrecía muy poca esperanza de cambio, no eran estos
los pensamientos que cruzaron por su mente en esos momentos, frente a los jóvenes
oficiales. Más bien, su mente se quedó como en blanco. Únicamente supo algo avasallador:
que era Dios mismo quien estaba actuando en los sucesos desarrollándose en ese momento
allí, en el Parque Central.
Apenas unos pocos meses antes había rechazado la nueva oportunidad política que le
ofrecían para la Presidencia, buscando el consejo de sus hermanos cristianos y aceptando lo
que creía ser la Voluntad de Dios para él. Y había decidido entregar su vida totalmente en
las manos de Dios. Ahora, en estos momentos frente a los líderes del golpe, comprendió que
su renuncia a las ambiciones políticas para dirigir a Guatemala había sido verdadera,
auténtica, voluntaria. Se daba cuenta también que sus hermanos cristianos habían orado por
él, para que la voluntad de Dios se manifestase en el llamado que le hacían y que de alguna
manera que percibía, pero no podía explicar Dios estaba obrando en esta situación.
Al cabo de un momento que le pareció eterno, dirigiéndose al joven oficial que
actuaba como Jefe, finalmente dijo: "Sí, acepto su invitación".
A las 4: 10 p.m. de esa tarde se completó la primera etapa del golpe. El General

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Romeo Lucas García se rindió y abandonó la Casa Presidencial por una puerta trasera. El
Palacio Nacional quedaba sin Jefe.
En las horas siguientes entraron en escena otros oficiales superiores y se desató una
lucha por el poder. Se formó una Junta Militar de Gobierno, integrado, por tres personas, el
Coronel Luis Gordillo Martínez, el General Horacio Maldonado Schaad y el General Efraín
Ríos Montt, quienes a la vez desempeñarían los cargos de Ministro de Comunicaciones,
Ministro de Gobernación y Ministro de la Defensa y Jefe de la Junta respectivamente.
A las 9: 30 p.m. aparecieron en una conferencia de prensa para anunciar que el golpe
había finalizado y que se había integrado dicha Junta para presidir el gobierno interino. Esta
fue la primera vez, en que Ríos Montt, en su calidad de Jefe de Estado de Guatemala, habló
públicamente de su compromiso con Dios.
"Estoy confiando en Dios, mi Señor y mi Rey, para que El me guíe", dijo al mundo
que lo observaba. "Porque sólo El da y El quita la autoridad". Los Oficiales que habían
organizado el golpe ignoraban la profunda dimensión de fe que a lo largo de los últimos
cuatro años se había desarrollado en él. Y esto mismo lo describió el diario Washington
Post, en su edición del 16 de Abril:

"Parece ser que los Oficiales Jóvenes que lo llamaron para formar gobierno… no
tenían la menor idea de la transformación espiritual del antiguo aguerrido
comandante y director de su escuela militar".

Durante el fin de semana que siguió al golpe, que había sucedido el martes, la gente
parecía estar contenta con el cambio. Hubo una manifestación de apoyo frente al Palacio
Nacional en donde se congregaron más de diez mil personas. Ríos Montt les habló,
dirigiéndose a la concurrencia desde el balcón principal en el segundo piso y en una
demostración de confianza y humildad, salió de detrás de la barrera protectora a prueba de
balas que en los últimos períodos había sido construida para proteger al Presidente de
cualquier atentado. Luego, para mayor sorpresa de los Oficiales jóvenes y demás militares a
su alrededor, bajó del balcón saliendo al frente del palacio y desde las gradas continuó
hablando al público. Era como si con sus gestos estuviera diciendo. "Esta será una nueva
Guatemala". El público lo vivaba con gran emoción.
"La gente debe ver que el que preside la nación es el que debe ser servidor de su
nación", dijo en su discurso. "No debe dirigir a su nación como si fuera el dueño de la
misma". En este punto la gente lo interrumpió con gritos de alegría y aprobación. Era
evidente que muchos guatemaltecos estaban contentos con su nuevo Jefe de Estado.
En una entrevista a un periodista norteamericano, apenas cinco días después del
golpe, le dijo: "Quiero invitar a los cristianos de los Estados Unidos a que cumplan con lo
que nuestro Señor Jesucristo ha establecido, esto es, a rogarle a Dios para que el nuevo cielo
de paz, amor y misericordia que El ha establecido sobre Guatemala permanezca para
siempre. Estábamos al borde de un gran precipicio y Dios ha puesto su mano sobre nosotros.
Démosle gracias a Dios y pidámosle que su misericordia perdure".
Tenía ante sí muchas situaciones nuevas que eran un reto. El gobierno no estaba
firme. En los meses siguientes hubo mucha presión interna para derrocado, intentos de
contragolpes y amenazas de represalias. Había que tomar decisiones difíciles respecto a
aquellos culpables de la corrupción y el terrorismo en el gobierno anterior. Y también pronto
empezó a ser atacado por su abierto cristianismo. Se le criticó incluso, por su deseo de
terminar con la lucha fraticida de los guerrilleros. Pero estaba decidido a mantenerse en el

91
lugar en donde creía que Dios lo había puesto y servir a su país como un verdadero
Presidente Cristiano.
Varios días después del golpe, cuando tuvieron un rato libre para sentarse a
conversar en la enorme casona que hoy ocupaba como residencia oficial del Ministro de la
Defensa, Efraín y María Teresa hablaron de los acontecimientos extraordinarios que estaban
viviendo y recordaron lo que habían vivido en 1974, y algo muy especial saltó a la luz: se
acordaron que hacía 8 años, exactamente el 23 de marzo de 1974, habían abandonado
Guatemala rumbo a España, tristes, amargados, confundidos, con los ojos llenos de
lágrimas; y hoy, también con lágrimas, pero de emoción, se abrazaron al darse cuenta que
fue también un 23 de marzo, sólo que ocho años después, pero exactamente en la misma
fecha, cuando de manera tan especial fue llamado para ofrecérsele y entregársele la
Presidencia de Guatemala.

92
Sección II. LOS ORÍGENES Y LOS FUNDAMENTOS DEL
MOVIMIENTO PENTECOSTAL EN AMÉRICA LATINA

La Iniciativa de los marginados pioneros


Dios nos ha exhibido a nosotros. . . como a sentenciados a muerte; pues hemos llegado a
ser espectáculo al mundo. I Corintios 4:9
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y
no de nosotros, 8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no
desesperados; 9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos. II
Corintios 4:9
Al final de la Segunda Guerra Mundial en 1945, el movimiento pentecostal, después
de casi medio siglo, contó con iglesias en cada república de Latinoamérica, pero había
recibido poco respeto, sea por la sociedad o por los demás grupos evangélicos. En ese
entonces no se podía predecir que iba a pasar con el movimiento. Aunque había una iglesia
bien establecida en algunos países, notablemente en el Brasil y Chile, suficiente para atraer
la atención de algunos periodistas y algunos gobernantes, en otras repúblicas apenas había
iglesias visibles. Los comentarios de las publicaciones a menudo los menospreciaban a
estos creyentes, calificándolos “aleluyas” y fanáticos, un movimiento de personas
marginadas, de costumbres pietistas, rígidas en cuanto a su oposición al mundianismo.
Sin embargo, al repasar la historia de estos grupos tan excluidos de las corrientes
religiosas reconocidas, la estadística revela que el pentecostalismo se había echado raíces en
la tierra latinoamericana que iban a llevar fruto. Ya el pentecostalismo fue calificado una
religión netamente latinoamericana. De hecho, estos adeptos contaban con cuarenta por
ciento de todos los creyentes pentecostales globales. En cuanto a sus cultos expresivos, su
evangelización ferviente y su entrega sacrificial a sus iglesias, no había par. Aunque las
iglesias todavía crecieron en forma impresionante, el número de personas influenciadas por
el movimiento fue aun más alto, dado que muchos de los nuevos convertidos no podían
aceptar la disciplina personal que el pentecostalismo exigió.
Al comparar los grupos pentecostales y neo-pentecostales en 1950 con los mismos en
el año 2000, algo sorprendente salta a la vista. Aunque del movimiento había estallado en la
región y en todo el mundo, y habían aparecido muchos nuevos grupos neo-pentecostales en
América Latina, los grupos que se habían establecido antes del año 1950 contaban con la
gran mayoría de los adeptos, tal vez hasta 80 por ciento o más eran miembros de iglesias que
se formaron en las primeras décadas del siglo. ¿Cómo explicar la tenacidad y la persistencia
de estos grupos? ¿Cuál es el secreto de su éxito. En los treinta se observó que los
pentecostales chilenos tenían doble el número de miembros que tenían las iglesias

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metodistas y presbiterianas combinadas. ¿Cómo explicar el dinamismo ante la exclusión, el
menosprecio y aun, a veces, ataques agresivas? Las selecciones que siguen indican algo del
carácter pentecostal en este período formativo.

Alice Rasmussen Schick y Dean Helland Talber, “La Iglesia Metodista Pentecostal de
Ayer y Hoy”. Plan Mundial de Asistencia Misionera en Chile. 1987. I:35-108.
Esta narración empieza al principio del avivamiento pentecostal chileno después de
que el pastor, el misionero metodista Willis Hoover, había separado de la iglesia madre con
un grupo más grande que los que quedaron. El relato describe los eventos que arrancó el
movimiento, sucesos que para muchas personas parecían escandalosos, provocando aun
críticas por los periodistas seculares. ¿Se puede discernir entre todos los comentarios
precisamente lo que pasó? y ¿cuáles fueron los elementos más importantes en el despertar
pentecostal? ¿La experiencia del movimiento metodista pentecostal, ha sido o puede ser la
experiencia también de otros movimientos? Posiblemente para algunas personas, el relato
provoque reacciones negativas, pero ¿podemos identificar lo esencial del movimiento?
Carlos A. Escoria. “Yo Contemplé Su Gloria”. Managua: Editorial Unión, 1987.
El testimonio de Carlos Escoria revela algo de la dificultad y la impresionante poder
del evangelio en las vidas de los pioneros pentecostales. Establecer las iglesias
pentecostales en Nicaragua y en las demás repúblicas no fue fácil, pero hoy en día se puede
reconocer que sólo por manifestaciones sobrenaturales pudieran iglesias tan tenues
sobrevivir. Hoy las iglesias pentecostales en Nicaragua cuentan con más de 300.000
miembros y demuestran una dinámica excepcional. A pesar de graves problemas
económicos, dictaduras y guerras civiles, el movimiento ha continuado acrecentando y
cobrando el respeto de los ajenos.
Roberto Domínguez, “México: Rodolfo C. Orozco”, Pioneros de Pentecostés, II: 31-39.
Hialeah, Florida, 1975.
La historia de Rodolfo Orozco es clave para entender la trayectoria de la obra
pentecostal en México porque él representa la importancia del liderazgo nacional en
establecer el movimiento en América Latina. Aunque varios misioneros hicieron
contribuciones al principio y a través de los años hasta el presente, la obra pentecostal
descansaba sobre fundamentos nacionales desde el principio. No se puede pasar por alto la
entrega, la sabiduría, el trabajo persistente de los hermanos, tal como Rodolfo Orozco.
Evidencia de su liderazgo se encuentra en la sucesión de familiares que seguían en sus
pisadas hasta el día de hoy. Para evaluar el pentecostalismo, es necesario reconocer que
estos pioneros habían experimentado algo profundo, algo extraordinario en su experiencia
que los sostenía en los tiempos difíciles al principio del movimiento.
Roberto Domínguez, “Puerto Rico: Juan Lugo”, Pioneros de Pentecostés, I: 81-89.
Miami: Literatura Evangélica, 1971.
Juan Lugo era miembro de la colonia puertorriqueña en las islas de Hawái cuando
conoció el evangelio y dedicó su vida al ministerio. Después, bajo la influencia de otros
hermanos, se fue a California, donde afilió con un grupo pentecostal en el área de la Bahía
de San Francisco. Sintiendo el llamado para compartir su testimonio en los paisanos

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caribeños, encaminó a la costa este de los Estados Unidos en rumbo a Puerto Rico. Sus
esfuerzos llevaron fruto con el establecimiento de las primeras iglesias en la isla, que en los
años subsiguientes experimentó varios avivamientos y, en torno, envió muchos evangelistas
a los otros países de la región, incluso Ya Ye Ávila y Pablo Finkenbinder, y se extendió su
influencia a los Estados Unidos. La experiencia de los pentecostales ha sido notable en sus
esfuerzos para establecer una iglesia propia. Al principio del movimiento, las autoridades
no permitían que los grupos usaran el nombre de las Asambleas de Dios por parecer como
un sindicato laboral. Así, se pusieron el nombre Iglesia de Dios Pentecostal. En el año
1956, después de estar afiliado como asambleístas desde hace los treinta, la iglesia se
independizó. Luego, otro grupo se organizó con el nombre Asambleas de Dios. Al
presente, estos dos grupos cuentan con 200,000 adeptos, el 80 por ciento de todos los
pentecostales puertorriqueños. Otra característica del movimiento es el fenómeno que
se encuentra también en otros países latinoamericanos: los demás grupos evangélicos, sin
declararse pentecostales, adoptan algunas características de ellos. A diferencia de los
primeros años de resistencia y oposición, los pentecostales se han convertido en los
evangélicos ejemplares.
Gunnar Vingren, “Memoria de Gunna Vingren”, (O diario do Pioneiro). Rio de
Janeiro: Casa Publicadora das Assambleias de Deus, 1973. Seguido por Luigi
Francescon “Un testimonio de un misionero italiano que llevó el mensaje pentecostal a
las colonias italianas en la Argentina y en el Brasil” --un tratado publicado por el
mismo Francescon.
Los Pentecostales de Brasil cuentan con más de la mitad de toda la comunidad
pentecostal de América Latina. Hasta los ochenta, la Congregación Cristiana (Congregacão
Cristã) y las Asambleas de Dios (Assembléias de Deus no Brasil) eran los grupos
carismáticos principales en Brasil. Al contrario a la presunción usual, estas iglesias deben
poco a la influencia norteamericana. La Congregación empezó con el ministerio de, Luigi
Francescon, un hermano italiano, entre la colonia italiana de São Paulo con raíces
waldenses. Las Assembléias de Deus no Brasil, a pesar del nombre que parece afines al
movimiento norteamericano, es esencialmente una obra iniciada y organizada por
misioneros suecos. Sus formas de organización y sus cultos reflejan la influencia europea.
De hecho, al principio llevaba el nombre de la Fe Apostólica. Solamente en el año 1918 se
cambió el nombre, y no igual a las Asambleas norteamericanas—plural—sino la
Assambléia—singular. La obra se extendió por todo el país, después de echar raíces en el
norte. El trozo seleccionado explica el principio del ministerio de Gunnar Vingren. Su vida
de fe lo llevó a experiencias difíciles, pero lo preparó para su liderazgo clave en arrancar la
obra en Brasil. Durante sus años activos Vingren animó a los pastores brasileños a tomar la
iniciativa, haciendo el movimiento netamente nacional durante todo su desarrollo.
Peggy Humphry. “Maria Atkinson: Pioneros de Pentecostés en México”. Cleveland,
Tennessee: Pathway Press, 1973.
La historia inspiradora de María Atkinson cuenta como una jóven católica piadosa de
familia respetada, llegó a ser la fundadora del movimiento Iglesia de Dios del Evangelio
Completo en México. Las decepciones y pruebas, en vez de desanimarla, resultaron en una
confianza extraordinaria que produjo mucho fruto durante su ministerio. Como un historial,
su testimonio revela los sentimientos y los afanes personales que eran al principio

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compartidos por muchos creyentes pentecostales de la primera generación.
Roberto Domínguez, “Guatemala: José María Muñoz, El Salvador: Francisco Arbizú y
El Salvador: Rafael Williams”. Pioneros de Pentecostés, II Hialeah, Florida: Literatura
Evangélica, 1975.
Las iglesias fundadas por estos obreros hoy en día cuentan con un porcentaje elevado
de los miembros pentecostales en Centroamérica. Williams llegó a El Salvador a la
invitación de Francisco Arbizú, un creyente que en compañía de otros miembros de una
pequeña congregación quería saber más del movimiento pentecostal como se había
desarrollado en otros países. Años anteriores habían llegado el mensaje pentecostal, pero
con el pasar de los años surgieron cuestiones entre los miembros sobre la falta de doctrinas y
estructuras en la comunidad. Se le comisionó a Arbizú para enterarse de las prácticas sanas
de otros grupos pentecostales en el extranjero. Después de una búsqueda extensa, Arbizú
conoció a Williams, un inmigrante de Gales que era en ese entonces un misionero en
México. Williams aceptó la invitación a colaborar con el núcleo de creyentes ya reunido en
El Salvador.
Williams, en su formación ministerial, fue influenciado por Alicia Luce, una
misionera anglicana que había pasado muchos años en la India antes de conocer el
movimiento pentecostal. Por fin, ella dejó su trabajo educativo y se lanzó a una misión en
Monterrey, México. La carga principal de Luce fue una iglesia netamente nacional dirigida
por el Espíritu Santo. Cuando Williams, quien había asociado con Luce al principio de su
ministerio, llegó a El Salvador, el presentó las ideas de Luce, que a la vez era la filosofía del
misiólogo Roland Allen, el autor de un libro que tuvo mucho impacto en su época. Allen
enseñó que por analizar los métodos de los apóstoles, la iglesia hoy en día puede tener el
mismo éxito. Para él, el Espíritu Santo debe ser la fuerza que dirige y habilita la extensión
de la iglesia. En términos prácticos, obreros preparados a través de su estudio bíblico, su
compromiso al evangelio y su aplicación práctico del ministerio producirá resultados. La
iglesia en El Salvador por fin se consideró una especie de modelo de la iglesia primitiva,
apostólica por implementar esta filosofía. En el año 1945 otro misionero centroamericano
que había colaborado por un tiempo con Williams escribió el libro La iglesia indígena
(Melvin Hodges, 1953) para promulgar estas ideas usando ejemplos derivados de la iglesia
en El Salvador.
La lectura de José María Muñoz continua la historia por trazar el ministerio de un
pastor salvadoreño que se separó para fundar su propio movimiento, El Príncipe de Paz.
Este grupo, con más adeptos en Guatemala que en El Salvador, ha tenido una influencia
extensa, siendo una de las iglesias pentecostales más grandes en Centroamérica.
Roberto Domínguez, “Francisco Olazábal: Historia del Gran Caudillo Espiritual”,
Pioneros de Pentecostés. Miami: Literatura Evangélica, 1971. Pp. 19-25.
Varios autores han calificado el ministerio de Francisco Olazábal, el evangelista de
línea pentecostal de la primera generación, como el hispano más carismático de los obreros
de las primeras décadas del movimiento. Con preparación en un seminario metodista
mexicana, Olazábal aceptó el mensaje pentecostal bajo la influencia de Jorge Montgomery,
un hombre de negocios de California que tenía inversiones en la minería en México.

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Olazábal al principio colaboró con Alice Luce y otros ministros de las Asambleas de Dios,
pero luego se independizó para formar su propia organización, el Concilio de Iglesias
Hispanas, un grupo con oficinas en San Antonio, Tejas, que se extendió rápido en los Estado
Unidos. También estableció una iglesia en Puerto Rico, donde todavía se encuentra su
influencia. Sus campañas evangelísticas en Nueva York, Chicago, Los Ángeles y en
ciudades en Tejas le hizo un fenómeno entre los evangélicos hispanos de los treinta. Sin
duda no había ningún otro predicador o líder entre la comunidad hispana con tanta fuerza y
tanto impacto. Cuando murió en un accidente automovilístico 1937, sus funerales reunieron
hasta 50 mil personas en luto en las cuatro ciudades donde los llevaron sus restos. Siempre
el interrogante sobre su inesperado fin que se oye es ¿Qué habría sido su impacto sobre las
iglesias hispanas si hubiera sobrevivido? Pero solamente se puede especular—y esperar
otros predicadores de su estatura que el Señor levante en el futuro.
Luigi Francescon, “El Testimonio de Luigi Francescon: un Pionero Pentecostal
Italiano”. Un testimonio de un misionero italiano que llevo el mensaje pentecostal a las
colonias en Argentina y en Brasil [un tratado publicado por el mismo francescon].
Alfonso de Los Reyes Valdez, “Avanzando en la Crisis”. Historia de las Asambleas de
Dios en México, Vol. 1.
Alfonso de Los Reyes Valdez, “Nacimiento de las Asambleas de Dios en el Estado de
Tamaulipas”, Historia de las Asambleas de Dios en México, Vol. 2.
Gaxiola, “La Serpiente y La Paloma”.

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La Iglesia Metodista Pentecostal de Ayer y Hoy
Alice Rasmussen Schick y Dean Helland Talber

LOS PRIMEROS PASOS EN CHILE


A Comienzos de 1909
La terminación de la construcción del nuevo templo de Valparaíso trajo un gran
alivio a la congregación, que había estado tanto tiempo esparcida sin poder juntarse en un
solo lugar. La noche del 31 de diciembre de 1908 fue la primera reunión. La gente se
congregó para esperar el comienzo del nuevo año.
Este fue el inicio de una semana de oración. Aproximadamente 100 hermanos venían
todas las noches. Aquí, el mismo fenómeno tuvo lugar como en 1902, cuando, en vez de orar
uno por uno, todos irrumpieron en oración al mismo tiempo, en voz alta, sorprendiendo a la
gente y al pastor. Reconociendo la mano de Dios en esto, las reuniones siguieron durante la
segunda semana del año nuevo.
En esos días, un hermano, que cuidaba una casa durante las noches, dijo al pastor:
"Pastor, yo estaba durmiendo en mi casa hoy y el Señor vino y me dijo: '...Anda donde tu
pastor y dile que llame a algunos de los hermanos más espirituales y que oren todos los días,
porque voy a bautizarles con lenguas de fuego'. Le dije: 'Bueno, Señor, y ¿puedo yo ser uno
de ellos?' 'Sí', me dijo; es por eso que he venido Inmediatamente".
El pastor Hoover aceptó esto como un verdadero mensaje del Señor. Terminando las
dos semanas de oración, cinco personas se reunían todos los días con él, a las cinco de la
tarde, para orar.1 Las cinco personas fueron Carlos Gómez, Guillermo Castillo, Rosa
Escobar de Pino, Ramón Yáñez y Mrs. Hoover.2
La conferencia anual se realizó en Temuco, en febrero de ese año. Allí Carlos
Gómez, el yerno de Mr. Hoover, fue ordenado pastor y trasladado a Temuco. Guillermo
Castillo le reemplazó como ayudante de Mr. Hoover en Valparaíso. Mientras tanto las
oraciones seguían en Valparaíso. La junta oficial determinó arrepentirse totalmente para que
Dios pudiera derramar su Espíritu. Pasaron toda la noche en oración y citaron otra noche de
oración para el próximo sábado. Cuando Mr. Hoover volvió de la conferencia, él confirmó
esta vigilia. Razonaba, "estamos empeñados en buscar el bautismo del Espíritu Santo y no
hemos de perdonar sacrificio; si los medios ordinarios no bastan, usaremos medios
extraordinarios".
Llegaron a esa reunión aproximadamente treinta personas con el propósito de buscar
el bautismo del Espíritu Santo. Después de orar durante toda la noche, sin que nada especial
sucediera, se levantaron para despedirse. Mientras cantaban la última alabanza, el pastor se
quebrantó en un llanto que sacudió todo su cuerpo. Una vez que se hubo calmado el pastor
comenzó a dirigir el himno nuevamente. Otra vez, el himno no pudo terminarse; una risa
incontenible domino al pastor a tal grado que tuvo que sentarse y seguir riéndose varios
minutos. Después de calmarse se despidieron de la vigilia.
Durante las próximas siete semanas, siguieron con vigilias los sábados hasta la

1
Hoover, págs. 13y 14.
2
Entrevista con Maria Pino vda. De Navarrete.

98
Semana Santa, cuando determinaron reunirse todo el día domingo desde las siete y media de
la mañana. Las vigilias habían hecho una obra profunda en todos los participantes. La luz
del Espíritu Santo impulsaba a confesar sus faltas y hacer restituciones. Habían
reconciliaciones entre hermanos, e incluso, algunos viajaron a otros lugares para arreglar
asuntos que molestaban a sus conciencias.
El domingo 11 de febrero fue observado con ayuno por la gran mayoría de la
congregación. Un hermano abandonó el tabaco ese día y su vida experimento un notable
cambio. Una hermana empezó a reírse bajo el poder del Espíritu Santo y tuvo que retirarse a
otra parte de la iglesia para no distraer la reunión. Ella no pudo cesar por una hora entera. Y
en la tarde esto se repitió por una media hora más.
Durante la semana siguiente, Mr. Hoover sintió que Dios le revelaba que él podía ser
impedimento para este movimiento del Espíritu y que él debería confiar totalmente en la
obra del Señor.

"La Clase de Cinco"


La trayectoria del avivamiento en la Iglesia de Valparaíso estuvo descrita por Maria
Pino vda. de Navarrete:

Mr. Hoover y su esposa empezaron a orar a las cinco de la tarde en la oficina


de su hogar con algunas personas de confianza, de la Iglesia. Después, cuando
otros lo supieron también llegaron para orar en la casa del pastor. Encontrándose
estrecha la oficina, tuvieron que cambiar la reunión a la Iglesia. Se llamó "La
clase de cinco". Siguió aumentando el número de personas, tanto, que después,
en todas las Iglesias del circuito, empezaron a reunirse para orar, a las cinco de
la tarde. –Ahí, el Señor empezó a hacer la obra en las personas hasta que
empezaron las primeras manifestaciones del Espíritu Santo".
Primero vino el llanto, pidiendo perdón y confesión de pecados,
reconciliándose unos con otros. Nadie les decía que tenían que hacerlo, pero el
Espíritu de Dios les obligaba a hacerlo. Así fue como comenzó este
limpiamiento primero. Muchos decían, "Yo he robado. El Señor me manda a
devolver lo que robé". Era bastante duro para algunas personas, pero no hallaban
qué hacer, porque la conciencia no les dejaba tranquilos y tenían que hacerlo.
Ellos querían recibir bendición de Dios pero tenían que limpiarse para poder
recibir. Así empezó el principio del derramamiento del Espíritu Santo y los
primeros empezaron a caer al suelo.
Habían muchas señoritas orgullosas que caían al suelo de un golpe. Mrs.
Hoover se encargó de tapar las piernas de las señoritas con frazadas y chales.
Mr. Hoover encargó a las personas más espirituales para ir al lado de los que
habían caldo al suelo, para orar y escuchar lo que decían. A veces tenían que
llamar a Mr. Hoover, o a algún oficial de la iglesia, para ser testigo, porque así
los hermanos lo pedían. Había ocasiones en que los hermanos querían que
hubiese testigos de lo que decían para acompañarlos después a retribuir en lo que
ellos habían defraudado. Así, una de las primeras manifestaciones del Espíritu
Santo fue que caían al suelo. Justamente después de esto, cuando ya quedaba el
vaso limpio, el Espíritu Santo podía venir.

99
Las Lenguas se Manifiestan en Chile
La primera persona que habló en lenguas fue una joven. Estaba sentada en una banca
inclinándose hacia Mrs. Hoover, quien le sostenía de la espalda. Rosa de Pino, Natalia de
Arancibia y otras hermanas y hermanos ancianos de la iglesia le rodearon con admiración.
Esta niña estaba hablando en lenguas y nadie le entendía. Entonces preguntaron a Mr.
Hoover en qué idioma estaría hablando.
"Parece", dijo Mr. Hoover, "ser griego o hebreo". Cuando él dijo eso, yo, como era
novedosa y chica, fui entremetiéndome en medio de los hermanos hasta llegar donde ella
estaba, porque era mi compañera de clase. Después tuve que subirme a una banca para mirar
lo que los demás veían, porque todos miraban hacia la puerta de la iglesia. Ahí venía
entrando a la iglesia una dama alta del brazo de un caballero. Estaba vestida en forma muy
elegante y decía: "¿Quién me está llamando?"
Mr. Hoover sale a recibirles y dice, "No sé, señora, quién le puede llamar".
"Sí, me han llamado, y me han llamado por mi nombre".
Mr. Hoover después relató que esta dama le explicó que aquí en Chile tenía otro
nombre. No era el nombre de ella, pero la niña le habla llamado por su nombre verdadero.
Dijo, "De ahí me están llamando". Y era esa niña que estaba hablando en lenguas.
Hablaba en griego. Ella era una señora que había salido de Grecia con un caballero que no
era su esposo, y allá había dejado a su marido. En Chile usaba otro nombre.
Se allegó a donde la niña que estaba hablando en lenguas porque la llamó. Ella le
contó llorando a Mr. Hoover que la niña le habla enrostrado todas las faltas de su vida, desde
que tenía conocimiento. Además, le dijo que se arrepintiera y que se apartara de ese hombre
que andaba con ella que no era su marido y volviera al lado de su esposo. Y si no, la mano
de Dios estaría sobre ella y le hizo sentir su responsabilidad.
Nunca más se vio a esa dama y suponemos qua volvió a Grecia para vivir con su
esposo. Después de esto, muchos otros empezaron a hablar en lenguas. Primero, cayeron al
suelo confesando sus pecados. Después de hacer restitución, hablaron en lenguas, aunque no
todos. La danza no vendría hasta varios años después.

Sucesos Destacados
En una reunión llegaron varios hombres con alicates en las manos y muchas otras
herramientas. Empezaron a revisar el púlpito y también el altar metiendo las manos debajo
para revisar. Mr. Hoover no dijo nada; les dejó hacer. De paso decimos que ya había salido
en la prensa que Mr. Hoover hacía mover la gente con electricidad, que toda la iglesia estaba
electrificada para hacer mover a la gente. Ellos dijeron que iban a cortar la electricidad.

Ladrones Convertidos
Otra cosa que me impactó fue cuando entraron unos bandidos, ladrones y también
asesinos. Al lado de la iglesia había un gran negocio. Estos decían que era muy fácil de
robar al lado, por la bulla que había en a iglesia de los "locos", porque no se iban a dar
cuenta del ruido que ellos iban a hacer limando los candados. Entonces comenzaron a hacer
su trabajo. En eso, uno le dijo a otro: "Vamos a mirar lo que los locos están haciendo".
Fueron a mirar a los "locos" y ellos al entrar en la iglesia sintieron la convicción de
sus pecados. Eran cuatro. Llorando y gritando pasaron por el pasillo hasta llegar al altar y
ahí arrojaron un manojo de llaves al pie del púlpito pidiendo perdón. Ellos después hablaron
con Mr. Hoover. El dijo que no podía hacer nada, que tendría que ver los frutos. Le dijeron,
entonces, "Entréguenos usted". Mr. Hoover mismo tuvo que llevarlos a la cárcel y los

100
entregó a la justicia, pero él se hizo cargo de ellos.

Visitas de Ángeles
Una de las cosas que más había en el principio del avivamiento fue la música. Pero
eran cantos en lenguas y las melodías eran tan maravillosas. Nunca se había oído cantar con
voces tan lindas. Una por una cantaban las señoritas del coro bajo la influencia del Espíritu
Santo. Muchos himnos fueron escritos por la hermandad durante ese tiempo. A veces,
cuando las personas caían al suelo bajo el poder del Espíritu, extendían las manos y tomaban
la mano de ángeles. El ángel les llevaba a diferentes partes. También muchos de los coros
del avivamiento fueron enseñados por los ángeles.
Una vez un joven estaba hablando de lo que le estaba sucediendo. El ángel que le
guiaba le llevó a las puertas del infierno para que él viera cómo era este lugar. Otra vez un
ángel llevó a un hermano al paraíso. El dijo que nunca había visto flores tan hermosas y
aroma más delicioso. Entonces pidió al ángel que le permitiera cortar una flor y tirarla a la
iglesia. En un momento se llenó la iglesia de un aroma que casi no se podía soportar. Fue un
aroma que si se hubiera derramado, no sé a cuántos frascos de esencias no se habría
igualado. Otros decían que les habían llevado a la parte del paraíso donde estaba el huerto y
hablan comido plátanos de casi un metro de largo, muy deliciosos.

El Avivamiento se Extiende
En un viaje de la superintendencia, Mr. Hoover llevó el avivamiento al norte.
Francisco Arcos escribió la siguiente carta a El Cristiano, con fecha 22 de abril de 1909:

…Con motivo de la llegada de nuestro superintendente doctor Hoover a ésta,


diré algo sin extralimitarme en nada de la realidad de las cosas: ha sido para esta
Iglesia una bendición.
El viernes 16 de abril, en la tarde, llegó a La Serena; en la noche nos predicó
sobre "La venida del Espíritu Santo". Este tema hizo eco en nuestros corazones;
por cierto, el que subscribe habla lo que vio y sintió, por lo cual dejó nuestros
corazones preparados para oírle por segunda vez. El domingo por la mañana nos
dirigió el culto que se celebra de costumbre en esta iglesia; el tema fue: "Dios
quiere darnos la plenitud de su Espíritu". Este tema fue desarrollado de un modo
tan penetrante, que más de algunas lágrimas se vieron rodar por las mejillas de
algunos hermanos. De este modo iba el agua de vida eterna inundando nuestros
corazones de múltiples bendiciones.
En la noche nos predicó: "Mi espíritu será derramado sobre toda carne". Parece
que cada voz más, con estos temas tan profundos en el sentido espiritual, nos
sentamos más cerca de Dios. En esta misma noche administró la Santa Cena del
Señor, participando de este Santo Sacramento con corazón contrito y humillado
35 personas. Debo advertir que este número que participó, para esta iglesia, dada
la situación que se encuentra, es más que regular.
El lunes a las 9:00 AM el doctor Hoover citó a la junta de oficiales para
celebrar la conferencia trimestral; después dieron su informe el pastor
Valenzuela, al hermano Arriola, la presidenta de la Liga, señorita Lily Orven y el
superintendente de la Escuela Dominical, Ramón Venegas.
El doctor Hoover nos invitó a glorificar a Dios, en oración, algunos minutos;

101
éstos fueron cerca de dos horas de fervientes plegarias al trono de la gracia.
Como he dicho antes: De este modo iba el agua de vida eterna inundando
nuestros corazones, hasta que por fin no pudimos permanecer silenciosos ante
este Divino mensaje enviado a nosotros por su siervo. ¡Gloria sea al Dios de
misericordia, por su bondad para con nosotros, revelándose por todos los medios
que están a sus órdenes para hacernos gozar de ricas bendiciones!"

Cartas en "El Cristiano"


Tres canas escritas por la madre de Maria, Rosa Escobar de Pino, a la revista
metodista El Cristiano, durante esa época, cuentan el desarrollo del avivamiento.
La primera, con fecha 17 de abril de 1909, cuenta la manera en que el Espíritu de
Dios se movía en la iglesia, con la manifestación de risa, lágrimas y llanto, visiones,
temblor, etc. La segunda, con fecha 11 de mayo, relata un culto de la Santa Cena dos días
antes, en que el Señor se manifestó poderosamente. Se siguió por la tarde con un
avivamiento entre los niños, donde muchos recibieron un testimonio de salvación. Se recibió
a veintiún miembros nuevos, como probandos, por la noche.
La tercera carta, con fecha 22 de junio, expresa que no causa admiración la presencia
de tantas caras nuevas en la congregación, en cada culto. Mientras, anteriormente, una visita
era algo novedoso, ahora se hacia bastante común. Y, ¿Cuál fue la causa de esto?: Las
reuniones de oración de las cinco y las reuniones de vigilia, donde el Señor cortaba las
cuerdas espirituales que habían impedido el progreso o adelanto espiritual. Cuentas sin pagar
se pagaban. Dos matrimonios, con separaciones de seis y nueve años respectivamente, ahora
se habían reconciliado. Un miembro indiferente, por trece años, de repente fue resucitado
espiritualmente y acabó de ser nombrado exhortador en la iglesia. También, doce personas
más se habían unido a la iglesia.
Una carta muy reveladora de Mr. Hoover fue publicada en El Cristiano el 14 de
junio. Aquí él menciona que los hermanos están recibiendo el bautismo del Espíritu Santo.

No Muchos Días Después de Éstos


En un atrayente articulo de El Cristiano de mayo 24, se nos invita al Aposento Alto.
Acompaño a mi querido hermano, pero con su permiso deseo agregar un pensamiento. Sé
que su permiso lo tengo.
Ese lugar sagrado era un lugar temporáneo: un punto de partida. Allí es donde habían
de esperar "la Promesa del Padre", y entonces salir para ser testigos, no del don recibido de
mí, sino de Cristo y su sangre, y su potencia para salvar a todo hombre, a toda alma perdida.
Deseo instar a mis hermanos a que escuchen, con viva fe y expectación momentánea,
las últimas palabras de Jesús, como actualidad para cada uno, puesto que "la Promesa del
Padre" es para "toda carne", "seréis bautizados con el Espíritu Santo no muchos días después
de éstos". Esta promesa ya es del Padre y del Hijo. ¿La creéis? ¿La aceptáis? ¿La anheláis?
¿La buscaréis?
No la hemos recibido antes, porque hemos creído que se cumplió en el tiempo de los
apóstoles, y no nos quedaba en ese sentido, esperanza. Pero mientras yo no haya recibido el
bautismo del Espíritu Santo, la promesa a toda carne no está cumplida. Digamos al Padre: –
Mira , Padre mío, tu promesa. A mí me falta todavía mi parte en esta preciosa herencia. La
bendita Sangre de Jesús mi Salvador me la ha comprado. Tú me la prometiste. Vengo a
reclamarla. Padre mío, bautízame con el Espíritu Santo y fuego. Me pongo en actitud de
espera y no dejo esta petición mientras tú no me la concedas. Tú has dicho espera. Yo

102
espero. Muéstrame lo que hay en mi corazón, que impida, y sácamelo todo, con la sangre del
Cordero.
En Valparaíso hemos tomado esta posición desde enero. Diariamente se reúne un
pequeño grupo por una hora, clamando directamente y con insistencia en este mismo
sentido. –No nos cansamos. Dirán algunos ¿por qué tantos días? cuando el Señor dijo: "No
muchos días". ¡Ah, hermanos cuán lejos estaban nuestros corazones de estar preparados para
recibir ese divino Huésped por habitante y dueño! Se necesitaba mucha humillación,
confesión, restitución, reconciliación; mucha. Y la bendita obra de la Sangre del Cordero ha
seguido y sigue. Mientras tanto, hemos recibido, y diariamente estamos recibiendo uno y
otro, las bendiciones de ese bautismo. Dios ha comenzado su obra grande. Nosotros estamos
a sus pies para no estorbarle en lo más mínimo mientras El manifiesta su potencia y su
gloria.
Es nuestro ruego continuo que no haya pastor ni congregación ni pueblo, en todo
Chile, que no participe en esta preciosa Promesa. Os invitamos con todo amor y deseo, a que
nos acompañéis a ese Aposento Alto para que toda la familia de la fe recibamos lo
prometido y entonces el poder de Dios será manifestado a los pueblos y muchos millares se
salvarán.
W.C. Hoover

En una carta a El Cristiano con fecha 20 de julio de 1900, escrita por Remigla
Arancibla M., dice:

…la presencia del Señor se manifiesta tan cerca que no podemos resistir, y
todo nuestro ser decae, las fuerzas físicas se pierden y quedamos humillados
hasta que el Señor retira su presencia un poco de nosotros, nuestros corazones se
derraman ante el Señor en súplica o alabanza por su gran misericordia…

Controversia Sobre Lenguas


El hecho de que lenguas extrañas acompañaban el bautismo del Espíritu Santo causó
criticas en contra de Mr. Hoover. Muchos cristianos frente a esta señal se preguntaban si
tenían o no el bautismo del Espíritu Santo. Había dos posiciones: unos empezaban a tener
hambre para buscarlo y otros reaccionaban con resistencia a esta manifestación. Pero la
Iglesia de Valparaíso seguía animando a la gente a buscar el bautismo del Espíritu Santo
aferrándose a Hechos 2, 10 y 19.3

LA REACCION CONTRA EL DESPERTAMIENTO


ELENA Laidlaw, una joven Inglesa de aproximadamente 30 años de edad, se
convirtió en agosto. Elena era huérfana desde la edad de dos años. El pastor metodista
Rolando Powell la crió hasta que cumplió los catorce años.4 Ella era inteligente y su
conocimiento de pasajes bíblicos, que había memorizado durante su niñez, era
extraordinario. Lamentablemente, ella, al abandonar el hogar misionero, comenzó una vida
de inmoralidad.
Elena llegó a la casa del matrimonio Hoover en agosto de 1909 cuando Mr. Hoover

3
Hoover, pág. 30.
4
"Chile Evangélico", 26 de noviembre de 1909. No. 12, pág. 3.

103
se encontraba en el sur de Chile. Mrs. Hoover la llevó a un servicio donde ella fue bautizada
con el Espíritu Santo. Dentro de pocos días, ella empezó una práctica nueva. Además de
hablar poderosamente a muchas personas del arrepentimiento de sus pecados, comenzó a
caminar entre la congregación, sacando de la banca a alguna persona, haciéndola hincarse,
poniendo las manos sobre su cabeza y después profetizándole. El resultado fue espectacular
y varias personas se arrepintieron como consecuencia de esto.5
Otras personas en la iglesia, que habían recibido el poder del Espíritu Santo,
quedaron molestas, creyendo que ella era demasiado nueva para estar tomando control de los
servicios de esa manera. Mr. Hoover encontró esta situación al volver de su viaje al sur y
escuchó los reclamos. Como todas estas cosas eran tan nuevas y extrañas, y Mr. Hoover
temía apagar el avivamiento si él intervenía, él rechazó los consejos de sus oficiales. Cuando
empezó la próxima reunión, Elena se dirigió hacia el pastor. Ante los ojos escandalizados de
la iglesia, Mr. Hoover se hincó y permitió que la hermana Elena profetizara sobre él.
Lamentablemente, a pesar de la manera que Elena fue usada por Dios, no fue fiel a la fe. El
error de haberle dado a una persona nueva tanta autoridad no demoro en suscitar problemas.6
Años después del despertamiento, Hoover reconoció este error, poniendo en el Chile
Pentecostal la oración de Juan Wesley, como slogan, "Señor, danos otro avivamiento como
aquél que nos diste, si fuera posible, sin los errores y las extravagancias que lo
acompañaban; pero en todo caso danos el avivamiento".
Afortunadamente, Tullo Morán, el pastor presbiteriano de Concepción y redactor del
Chile Evangélico en 1909, nos ha dejado una descripción de su visita a Valparaíso cuando
Elena estuvo ahí, en N° 6, pág. 3 del 15 de octubre.

…llegó la joven Elena, y entrando a la sala cayó en éxtasis. Incorporóse luego,


y me llamó para darme palabras del Padre. Empezó dándome capítulos y
versículos de la Palabra. Capítulo 55 de Isaías; 13 de I Corintios, Salmo 139 y
Salmo 137, Capítulo 2 de los Hechos, versículos 11 y 12 de Jeremías 20, y
Jeremías 1:8.
Después dijo: "El está llevando la viveza a las Iglesias, porque su juicio está
cerca y decid a todos vuestros hermanos en Concepción que oren por sí mismos,
porque no hay tiempo para orar por los demás". (Aquí habló algo de lo que se
dice en la profecía de Joel, pero no recuerdo con claridad sus expresiones).
Después de una pausa, y como quien oye algo y duda si lo repitiera dijo: "Tu
iglesia está llena de oscuridad".
Y más adelante: "Que se amen los unos a los otros, como yo os amé".
Me preguntó después: "¿Sabes las seis cosas que aborrece el Señor, y aun siete
que abomina su alma?".
–Sí –respondíle– porque durante el Invierno en Curacautín, habíales enseñado
a mis niñas esa parte del Libro de los Proverbios. Y sin darme tiempo para que
yo comenzara a recitarlas, ella se anticipo, y me dijo: "Los ojos altivos", y me
dejó continuar, diciendo yo: "La lengua mentirosa, las manos derramadoras de
sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies ligeros
(presurosos, me interrumpió, que es como dice en la Biblia) los pies presurosos
para correr al mal, el testigo falso que habla mentiras, y el que enciende rencillas

5
Hoover, pág. 31.
6
Entrevista con Maria Pino vda. De Navarrete.

104
entre los hermanos".
La joven me escuchaba con cara sonriente, aunque permanecía con los ojos
cerrados, y cuando hube terminado, dijo: "Cuando vayas a hacer una de estas
cosas, recordaos que son siete".
Habló algo más, que no recuerdo, terminando con la consoladora invitación y
promesa del Señor en Mateo 11:25: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y
cargados, que os daré descanso". Y alzando el rostro y los brazos al cielo,
exclamó, a gran voz: "¡Oh Señor! que me sacaste de las profundidades del
infierno. ¡Gloria a ti!"
Mientras tanto, habían traído la Biblia del púlpito, y la señora Hoover leyó los
versículos 11 y 12 de Jeremías 20. La joven entonces repitió: "Jehová está
contigo como poderoso gigante; pero sedle fiel". Y en seguida añadió: "En tu
Iglesia no se aman los unos a los otros".
Después, refiriéndose a lo que me pudiera sobrevenir, me dijo: "Recibidlo todo,
y entregadlo al Padre y él os lo dará limpio".
Yo permanecía delante de la joven, escribiendo lo que podía, y algo más me
dijo acerca de la iglesia de Concepción que no pude escribir y he olvidado, cuyo
olvido me ha hecho pensar en las palabras del Señor en Mateo 13:19: "Viene el
malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón". Confío, sin embargo, una
vez que hayamos cumplido las dos cosas primeras, es decir, que hayamos
disipado las tinieblas de nuestra Iglesia y nos amemos unos a otros, el Espíritu
nos recordará lo demás (Juan 14:26) para que seamos perfectos y cabales, sin
faltar en alguna cosa. Sant. 1:4.
A las palabras anteriores siguió una exhortación general, terminando en los
siguientes términos, enérgicamente pronunciados:
"Si no creéis a mis palabras, creed a mis obras, dice el Padre".
La pieza, entretanto, se hacía estrecha para la gente y el pastor había llegado.
Dirigiéndose pues todos al frente de la iglesia para seguir la reunión, antes de
salir, la joven, ya algo distante, volvióse a mí con estas palabras: "¡Pastor Morán,
sedle fiel, y firme! ¡Agarraos de la roca de Cristo!"
En algunos momentos más salía yo de en medio de ellos para tomar el tranvía
eléctrico que me condujera a Viña del Mar.

La condición espiritual de las Iglesias de Santiago, antes del 12 de septiembre de 1909


Para entender mejor los acontecimientos del 12 de septiembre de 1909, tenemos que
tornar en cuenta la condición espiritual de las iglesias de Santiago antes de esa fecha. Esta
condición está descrita en un artículo amplio que apareció en el Chile Evangélico, N° 11 del
19 de noviembre de 1909.

Ecos del Despertamiento en Santiago


Considerándonos como cristianos celosos en la causa de Dios y siendo
inmenso el deseo que encerraba nuestro corazón de esparcir las buenas nuevas
de salvación a todo pecador, creímos y vimos que era nuestro deber buscar una
experiencia más elevada en nuestra vida cristiana; y así, acordamos varios
hermanos quedarnos una hora, más o menos, todas las noches, después de
terminados los cultos, con el fin de orar, pidiendo al Señor que enviara su
Espíritu Santo sobre nuestros corazones y nos fortaleciese de tal manera que

105
pudiéramos, de una vez por todas, dejar de hacer nuestra propia voluntad y dejar,
al mismo tiempo, de atenernos a nuestros propios esfuerzos para extender su
causa.
A esto se juntó, por este tiempo, el reconocimiento en nuestros corazones del
estado de postración y pecado en que se encuentra el mundo, y del deber que
como hijos de Dios teníamos para con nuestros semejantes, porque para esto
hemos sido llamados, no para ser servidos sino para servir. No hemos recibido la
luz del evangelio para tenerla escondida, sino para colocarla en alto, para que así
alumbre a todo el mundo.
He aquí, hermanos, lo que nos impulsó a buscar poder de lo alto, porque, como
todos sabemos hay demonios que no se pueden sacar sino con oración y ayuno.
¡Oh, hermanos, cuántas cosas no debiera yo poner de relieve, a fin de expresar
más profundamente los sentimientos que nos impulsaron a buscar el
perfeccionamiento de nuestra vida espiritual¡ Pero me basta que esto esté en
conocimiento de mi buen Padre celestial, a cuyo infinito Ser he entregado mi
cuerpo y mi alma en sacrificio vivo, agradable a El; y así como os digo al
principio, quiero solamente daros una corta relación, pero ciñéndome a lo más
exacto.
En virtud de que habíamos estado pidiendo bendiciones del Señor y que
derramara su Santo Espíritu sobre todos sus hijos, que limpiara su iglesia, que
purificara los corazones, que hiciera de nosotros nuevas criaturas; en una
palabra, deseábamos que el Señor nos diera algo más de lo que poseemos, pues
tenemos confianza en su bendita palabra, que nos dice que todo lo que le
pidiéramos con fe El nos lo dará. Ahora, decidme, hermanos, ¿necesita esto de la
teología? No, y mil veces no, porque esto es lo más sencillo. ¿Cuál es aquel
padre al cual si su hijo le pide pan, él le daría una piedra, o si le pidiere un pez le
daría una serpiente? Ahora bien, cuánto más nuestro Padre Celestial, a quien
nosotros le estábamos pidiendo cosas que le son agradables a El, no nos iba a dar
lo que le pedíamos. Y así fue que llegó el día en que el Señor nos dio lo que con
tanta exigencia pedíamos. Y ahora, cuando el Señor se manifestó de esta manera
a nosotros, ¿queréis saber lo que sucedió?
Sucedió lo que tenía que suceder: Primero, todos los corazones se reconocieron
inmundos en ese momento y comenzaron a pedir la sangre del Cordero de Dios,
que es la que nos limpia de todo pecado. Una vez que hubo venido el
despertamiento, éste dio origen a la inmediata reconciliación. Desde ese
momento comenzamos a despojarnos del hombre viejo. A tal punto llegó esta
reconciliación, que los que pidieron algo que no les pertenecía a ellos,
inmediatamente trataron de devolverlo. Luego, después, ha venido la
santificación. Testimonio doy yo del cambio radical que ha habido en muchos de
mis hermanos y hermanas que, a causa de lo descuidado de su vida espiritual,
me hacían sufrir en gran manera, como así mismo yo a ellos.
Con este avivamiento, hermanos, hubo un aumento considerable en la iglesia,
de tal manera que el local se hacía ya estrecho para contener a las personas que
asistían; las colecta aumentaban en gran manera también. Nuestro pastor, el Rev.
Dr. Robinson, participaba con gozo de este avivamiento…

La hermana Elena y los pastores de Santiago

106
La mezcla de la hermana Elena, con su forma espectacular de actuar "en el Espíritu",
y las congregaciones de Santiago, hambrientas por el derramamiento del Espíritu Santo,
causó un evento imprevisto para todos. Los pastores metodistas de Santiago ya se habían
formado opiniones desfavorables acerca del avivamiento en la Iglesia Metodista de
Valparaíso y en particular sobre la persona de la hermana Elena.
Además, los pastores de Santiago fueron educados en la teología moderna y miraban
en menos a Hoover, quien se aferraba a las enseñanzas básicas de Juan Wesley. Ya habían
decidido que el avivamiento de Valparaíso había pasado más allá de lo que ellos querían
aceptar. Por lo tanto, decidieron no permitir lo que ellos consideraban "excesos" en sus
Iglesias. Especialmente no iban a dar lugar a la persona de Elena Laidlaw.7

EL 12 DE SEPTIEMBRE DE 1909 CUMPLEAÑOS DEL MOVIMIENTO


PENTECOSTAL EN CHILE
Existen varias versiones acerca de lo que ocurrió el 12 de septiembre de 1909. Se ha
referido a ese día como la fecha en que el Espíritu Santo cayó del cielo sobre Chile. Como se
evidencia de lo anterior, eso no es exactamente correcto. El avivamiento ya ardía en
Valparaíso y en Concepción por varios meses. La reacción en su contra, en el mundo secular
tanto como en el mundo eclesiástico, ya se formaba, como se verá. Lo que sucedió ese día
fue una confrontación inesperada por los pastores de Santiago que ya se habían decidido a
oponerse al despertamiento y a su nueva líder, Elena Laidlaw. Esta confrontación fue el
comienzo de la ruptura en la Iglesia Metodista.
Antes do examinar los eventos de ese día tan importante de una manera minuciosa,
presentamos un resumen escrito muchos años después por Mercedes Gutiérrez Morales, la
estimada esposa de Manuel Umaña Salinas.

El Relato de Mercedes de Umaña


…En el año 1909, la iglesia de Valparaíso era movida por el Avivamiento
Espiritual, donde los hermanos sentían la presencia misma del "Cordero de Dios
que quita el pecado del mundo". Las manifestaciones espirituales eran sentidas
por todos los hermanos que sólo deseaban estar más con su Señor. Las vigilias
eran de continuo, asimismo los ayunos de los hermanos por estar en
consagración delante del que todo lo puede, y que desea que las almas sean
salvas. Por estas razones la iglesia de Valparaíso estaba ardiendo en el Espíritu.
Pero no era para ellos sólo la bendición, sino que la Palabra del Señor dice "a
todo el mundo", y esto lo entendieron los hermanos, quienes enviaron
mensajeros del poder de Dios a varios lugares cercanos.
Entre los mensajeros salidos de Valparaíso iba una mujer, una hermana joven
que había sido bautizada con el fuego del Espíritu Santo. Era la buena hermana
Elena, que antes era una perdida; sin embargo, Dios limpio su vaso para ser
usado en los servicios del Señor y fue ella la que, con carta de recomendación
del pastor de Valparaíso, llegó un día a la Escuela Dominical de la Segunda
Iglesia Metodista Episcopal para dar el Mensaje del Espíritu, que ella traía. Al
presentar su carta, el pastor no le permitió dar el mensaje, pero los hermanos
componentes de esta Iglesia, ubicada en la Población Montiel, salieron fuera del
templo y en el patio pidieron a la hermana Elena que hablase de las maravillas

7
Hoover, págs. 32-33.

107
del Señor. Eran 170 hermanos que se dedicaron a buscar las verdades del
Pentecostés cuando la hermana habló…
("Chile Pentecostal", N° 587, septiembre-diciembre de 1967)
Ese día puede dividirse en tres eventos principales, que consistieron en las tres
reuniones que tuvieron lugar: El servicio de la mañana en la Segunda Iglesia; el servicio de
la tarde en la población Montiel; y el servicio de la noche en la Primera Iglesia.

La Hermana Elena Llega a Santiago


Empezaremos con la llegada de Elena a Santiago el sábado, 11 de septiembre de
1909:

El día 11 de septiembre, a las 2 p.m., llegaba a nuestras manos un telegrama,


despachado en Valparaíso, anunciándonos la llegada, en el (tren) ordinario de
ese mismo día, de una de nuestras hermanas del puerto llamada Elena. Este
telegrama fue recibido por una persona que no conocía a dicha hermana, pues
aquí en Santiago, aparte de los hermanos Rice y Robinson, que habían ido
exclusivamente a conocerla, no había otra persona que la conociera, sino yo, que
había tenido la oportunidad de verla durante mi estadía en ese puerto, ocupado
en esparcir la Palabra de Dios en el carácter de colportor. Así que fuimos esa
tarde a la estación a esperarla, trayéndola directamente a mi casa, en la cual
permaneció hasta su regreso. Habiendo caído esta fecha un día sábado, el cual
habíamos designado para celebrar particularmente un culto de oración, y
habiéndolo preguntado acerca del objeto de su viaje, nos expuso que venia con
el fin de ver a su hermana carnal, que sabía que se encontraba enferma, y quería
aprovechar esta oportunidad para darnos un mensaje que había recibido por
medio de una "revelación". Luego, tuvimos agrado de oír su mensaje, el cual
debemos de confesar que fue de gran provecho para nuestras almas, por venir
conforme a la Palabra de Dios.8

Los Tres Servicios del 12 de septiembre de 1909:


El de la Mañana, en la Segunda Iglesia Metodista
Aquí vamos a dar los dos puntos de vista acerca de lo que sucedió en el servicio de la
mañana. La primera versión apareció en El Heraldo Evangélico N° 1524, del 16 de
septiembre de 1909, pág. 13. Esta revista fue si órgano oficial de la Iglesia Presbiteriana.

La Segunda Iglesia Metodista de Santiago celebraba su culto de la mañana en


la calle Nataniel esquina de Colchagua. Allí se presentó una mujer de
Valparaíso, y al final del culto pidió permiso para hablar a la congregación. El
pastor, señor W.T. Robinson, conociendo el carácter y las pretensiones de esta
mujer, de ser profetisa, y no estando de acuerdo con sus ideas, ni manera da
comportarse en las reuniones públicas, no le concedió el permiso deseado. Ella,
haciendo caso omiso de tal negación, empezó a hablar a gritos, vociferando de
una manera indescriptible y pretendiendo que su proceder era el efecto del
Espíritu Santo en ella. Algunos de los concurrentes, que habían estado en

8
"Chile Evangélico", 19 de noviembre de 1909, No. 11, pág. 2.

108
Valparaíso, la apoyaban haciendo lo mismo que ella.

Veamos el relato del Chile Evangélico y leamos lo que sucedió, desde otro punto de
vista:

…Al día siguiente esperábamos presentar este testimonio a los demás


hermanos que no habían tenido la oportunidad de oírlo esa noche y así nos
dirigimos a la Escuela Dominical, llegando allá cuando ya habían empezado las
clases por separado. Una vez terminadas las clases y reunida la congregación
con el fin de dar los avisos de costumbre y recoger la colecta, nuestra hermana,
aprovechando este tiempo, pidió permiso a nuestro pastor, señor Robinson, para
saludar y dar las nuevas a la congregación, pero el señor Robinson, habiendo
tenido conocimiento que ella era de Valparaíso, se opuso tenazmente, entonando
un himno, a fin de ahogar las súplicas de esta hermana y toda la congregación.
Habiendo sido objeto de tan abierto desprecio, algunos de nosotros nos
dirigimos a nuestro pastor para interrogarle cuál era el motivo que lo había
inducido a proceder con tan jerárquica resolución, recibiendo como respuesta la
orden de abandonar inmediatamente la iglesia, con la respectiva advertencia que
desde ese mismo momento quedábamos destituidos de la congregación.
En vista de este proceder, nos retiramos a nuestros hogares a prepararnos el
alimento diario, y nos dimos prisa para asistir a la predicación de costumbre, a
las 3:30 p.m., en la Población Montiel.

El Servicio de la Tarde, en la Población Montiel


Nuevamente, aquí presentamos los dos puntos de vista acerca de los acontecimientos
en el servicio de la tarde. Y a este servicio se refería Mercedes de Umaña, al principio de
este capitulo.
La reunión comenzó a las 3:30 p.m. El servicio estaba a cargo de una visita, el Rev.
Karl Hansen, invitado por el Rev. Robinson.
Un articulo de El Cristiano, el órgano metodista, N° 38, del 20 de septiembre de
1909, págs. 375-376, escrito por Dolores Núñez de Venegas, relata lo siguiente:

Grande fue nuestra sorpresa al entrar al recinto del culto, al ver alrededor del
púlpito un grupo de hombres y mujeres los cuales gesticulaban unos y gritaban
otros. Allí nos impusimos de que la "profetisa" arriba mencionada trataba de
tomar la dirección del culto, deponiendo así de su sagrado puesto al pastor
Robinson, y que ya había hecho lo mismo dos veces en otros cultos de la misma
iglesia. Decía que había venido para hacer "revelaciones especiales" que el Padre
le había hecho.
Como le fuera negado el permiso, ella dirigiendo e incitando a sus prosélitos,
atropelló al pastor con palabras y hechos.
No obstante los ultrajes, los gritos y agresiones de hecho, el pastor Robinson se
mantuvo con toda calma y amor cristiano, tratando siempre de restablecer el
orden y que el "espectáculo" cesase.
Por un momento aquello pareció terminado, pues la "iluminada", con algunos
de sus adeptos, salieron del recinto para seguir en el patio de la iglesia; pero, no

109
bien hubo el Rev. Hansen dado comienzo a su sermón, que versaba sobre el
Salmo 121:1, 2, volvieron otra vez alrededor del púlpito, acosando a ambos
pastores, muy especialmente al pastor Robinson, al cual, según vimos, habían
elegido para el blanco de sus atropellos.
El Dr. Robinson, viéndose acosado, cantaba y trataba de poner orden, cuando
uno de los furiosos "adeptos" subióse a la plataforma y agarrándole, le hizo rodar
por tierra, hiriéndose la cabeza en dos partes. Manando sangre en abundancia se
levantó el pastor y sin cuidarse la sangre que corría por su cara siguió cantando,
en compañía de algunos hermanos.
En verdad nos sentimos orgullosos de dejar constancia de que no habíamos
presenciado una actitud tan solemne, tan llena de paciencia y amor como la
realizada por el Rev. Robinson.

Siguiendo Nuevamente con el Articulo del Chile Evangélico, N° 11, del 19 de noviembre de
1909:

…nos dirigimos a la Iglesia, llegando allá cuando ya estaban cantando el


primer himno. Como el señor Robinson viera a nuestra hermana Elena, y
mientras la congregación cantaba todavía, se dirigió a ella y le dijo, en inglés:
"Si habla usted alguna cosa, la mando a la cárcel". Aquí la hermana Elena sintió
dos voces de mando: La de nuestro Pastor, que le decía que si hablaba la
mandaba a la cárcel y la del Espíritu de Dios que le decía en su corazón. "Habla
y no calles".
Ahora, juzgad vosotros, queridos hermanos, si os vierais mandados por estas
dos personas, ¿a quién obedeceríais primeramente? Pues bien, queriendo
obedecer a la voz de Dios, pidió permiso para que se le dejase hablar mientras se
recogía la colecta; pero no pudo hacerlo porque fue tan mal atendida como lo
había sido en la mañana. Aquí fue cuando nosotros tratamos de conseguir con
nuestro pastor que se le dejara hablar; pero como nos fue del todo imposible,
tuvimos que salir al sitio que queda detrás de la Iglesia, y una vez allí, ella nos
dio su mensaje. Luego volvimos a entrar a la sala con el fin de ponernos en
oración, para así conseguir que el señor Robinson se tranquilizara un poco, que
su fisonomía, en ese momento, no era la de un reverendo cristiano.
Estando todos entregados a la oración, un hermano, cuyo nombre es Miguel
Carrasco, revestido de una sencillez digna de su propio carácter, quiso conseguir
de nuestro pastor la tranquilidad, y a causa de su poco juicio y sencillez trató de
darle un abrazo, cuyo acto fue tomado tan a mal por nuestro pastor, el cual,
queriendo desasirse de él, lo hizo con tanta violencia que nuestro hermano tuvo
que verse en la necesidad de asegurarse del mismo pastor para no caer; pero la
fuerza con que fue ejecutado este acto no sólo hizo caer al hermano Carrasco,
sino que, pastor y hermano fueron a dar al suelo, cayendo el Rev. Robinson
sobre el hermano Carrasco, y con tan mala suerte que la cabeza del señor
Robinson fue a dar sobre el canto de la puerta que allí existe y que en ese
instante se encontraba entreabierta, causándose con este golpe una leve herida en
el cráneo. Al notarse el esta pequeña herida, su irritación tomó mayores
proporciones, y dio voces pidiendo la compañía de los que querían ser sus
amigos, reuniendo con este llamamiento no menos de 7 personas, dispuestas a

110
granjearse su aprecio, que harto lo deseaban. Al ver nosotros que su irritación
había llegado al punto culminante, nos fuimos a celebrar nuestra reunión a casa
del hermano Carlos del Campo, que dista solamente unos cinco metros de la
iglesia. Reunidos allí nos dirigió la palabra nuestro hermano Victor Pavez, el
cual nos exhortó a la paciencia y amor de Dios, haciéndonos presentes las
palabras de nuestro Señor, que dicen: "Mía es la venganza", y ¡Gloria y gracias a
Dios! que esta exhortación fue un verdadero bálsamo a nuestras almas.
Terminado to que fue el sermón nos retiramos a nuestras casas, llenos de gozo y
confianza en el Señor, para asistir en la noche a la Primera Iglesia de Portales, a
la cual había de asistir la hermana Elena.

El Servicio de la Noche, en la Primera Iglesia Metodista


La reunión de la noche culminó con la intervención de la policía y la encarcelación
de la hermana Elena. La versión de los metodistas aparece en un articulo por Arturo E.
Venegas J. en El Cristiano N° 38 del 20 de septiembre de 1909, pág. 376:

Verdad y Justicia
Esa misma noche la profetisa se encontraba presente en la Iglesia Portales, pero
el Doctor Rice, que quería evitar escándalos, tomó medidas precautorias y trajo a
la policía por si esa mujer intentara perturbar el orden.
El sermón predicado por el Rev. Baumann fue esa noche muy interesante y
apropiado a las circunstancias, pero sin ofender a nadie, Al terminar si culto la
"iluminada" pidió la palabra, contestándolo el señor Baumann que deseaba
primeramente hablar con ella. A esta observación la "Enviada del Señor" no hizo
caso y poniéndose en pie comenzó a arengar a la congregación. Ante esto Mr.
Rice le pidió cortésmente que no continuara. La "humilde sierva" de Dios
tampoco obedeció, viéndose entonces el Dr. Rice obligado a entregarla a la
policía, por los escándalos promovidos a causa de ella esa misma tarde. Sus
adeptos se opusieron a que la tomara la policía formando un gran bullicio. Vino
entonces más tuerza pública y la llevaron a la Comisaría, donde pasó la noche.
Aquí debemos hacer especial mención a la calma desplegada por Mr. Rice y al
mismo tiempo la energía con que procedió, por respeto al buen nombre que debe
distinguir a los cristianos. Los adeptos de la profetiza olvidaron que para adorar
a Dios no es necesario demostraciones ridículas sino, en todo caso promover a
paz y unión entre los hijos de Dios y jamás dividir el rebaño.

Continuamos con el Relato del Chile Evangélico antes Citado:


A las 7:30 PM se daba principio a la reunión, cantando el himno 41. Una vez
hecha la oración, se dio lectura a la Palabra de Dios en el capitulo 18 de San
Lucas, tomándose para la meditación los versículos 10 al 12. Tomó la
predicación el Rev. Ezra Baumann, encontrándose presentes los hermanos W.F.
Rice y Karl Hansen. El Rev. Dr. W.F. Rice había recibido noticias acerca de lo
sucedido en la Población Montiel, como a las 5:30 de la tarde en circunstancias
que se encontraba en Apoquindo, a donde había ido a pasar el domingo.
Pues bien, una vez que hubo terminado el culto, y cuando ya se iba a cantar el
último himno, nuestra hermana, que había llegado a las 8:35, púsose de pie y
pidió permiso para hablar después que se hubiese cantado el himno, recibiendo

111
del señor Baumann respuesta favorable; pero tan pronto, cuando quiso hablar, ve
delante de si a un fornido guardián, el cual había sido invitado por nuestro
superintendente de Distrito, Rev. Dr. W. F. Rice, para que llevara consigo a la
Comisaría a la hermana Elena, que no había sido merecedora de la simpatía de
ninguno de los reverendos.
En virtud de tan poco honorable proceder, hubo una protesta general; pero que
no sirvió para calmar el ánimo del Rev., Dr. Rice, sino que, tomando la dirección
de la 7a. Comisarla, pidió fuerza armada para venir y llevar presa a la hermana
Elena y arrojar a la calle a toda la iglesia.
Una vez en la calle, y viendo desfilar el pelotón de policías llevando consigo a
la hermana Elena, quisimos acompañarla hasta la Comisarla; y así, formando un
grueso a la retaguardia, nos pusimos en marcha, cantando el himno "El fuego y
la nieve". Cuando llegamos al cuartel, la hermana fue introducida al cuerpo de
guardia, y nosotros fuimos obligados a retirarnos, a insinuación de otro
escuadrón que salía de la Comisaría con esa orden. No obstante, nosotros,
deseosos de saber el resultado que tendría esto, nos quedarnos por los
alrededores, hasta ver la llegada del cuerpo eclesiástico, compuesto ya por los
cuatro reverendos, Rice, Robinson, Hansen y Baumann, los cuales no usaron de
la verdad para hacer su acusación, y en consecuencia, quedó la hermana Elena
con citación al juzgado del crimen.
Una vez viste el último resultado, resolvimos ponernos en camino a nuestros
hogares, no sin antes ver salir a nuestros pastores, los cuales fueron tan bien
atendidos por el señor oficial de guardia, que los hizo acompañar a sus casas por
dos miembros del cuerpo de policía, con la respectiva orden de que "al primero
que se atreva a dirigirle la palabra a estos señores, se le rajará la cabeza a palos,
y se le llevará al cuartel". Con esto se dio término a lo sucedido en ese día
memorable del 12 de septiembre de 1909.

El mensaje de la hermana Elena


A estas alturas el lector se estará preguntando ¿cuál fue el mensaje de la hermana
Elena? y ¿por qué los pastores reaccionaron tan decididamente, no solamente ante su
presencia, sino ante los clamores de sus propias congregaciones? Nuevamente vamos a dar
dos diferentes puntos de vista respecto al mensaje de la hermana Elena.

La Versión Contraria a Elena


Es notorio que ella ha enseñado, como varios otros "iluminados" que han visitado a
la capital, que los pastores no deben gobernar en las iglesias, diciendo "El Señor es el
pastor"; que no debe haber orden en los avivamientos; que se debe recibir "revelaciones" de
Dios directamente, independiente de la Biblia, por medio de visiones o visitas al cielo
personalmente y muchas otras cosas absurdas.9

La Versión a Favor de Elena


Teniendo conocimiento acerca de vuestros deseos de saber cuál era el mensaje que
traía la llamada "iluminada" o "profetisa", os diré que yo y todos mis hermanos estamos
dispuestos a darlo nuevamente, por ser dicho mensaje una bellísima exhortación para el

9
"El Cristiano", 20 de septiembre de 1909, No. 38, pág. 375.

112
perfeccionamiento de nuestra vida espiritual, y es:
Primero, hacer un registro de nuestro corazón para ver si alguna de las cosas que son
abominables ante los ojos de Dios, y que están expresadas en el capitulo 6 de Proverbios,
versículos 16 al 19. ¿Es esto inspirado por un espíritu del Diablo? No, y mil veces no.
Segundo, si hemos hallado alguna imperfección en nuestro corazón y llegamos a
reconocernos inmundos ante la presencia de Dios, buscar las preciosas ofertas que nos hace
nuestro Dios en el libro de Isaías, capitulo 55 y una vez que hemos admitido estas ofertas
aprovecharnos del poder que nos ofrece en el capitulo 14 de San Juan.
He aquí el mensaje que nos traía esta maltratada hermana…10

LA CONTROVERSIA SIGUE
"El Mercurio" de Santiago
Los disidentes de la Primera y Segunda Iglesia Metodista Episcopal de Santiago no
se conformaron en dejar las cosas en estas condiciones. Se sintieron atropellados
injustamente por los mismos pastores de sus iglesias. Lo que habían considerado como parte
de la respuesta a sus oraciones – un mensaje de Dios por la hermana Elena de Valparaíso –
había sido recibido con desprecio y repugnancia por los líderes, quienes deberían haber sido
los primeros en buscar avivamiento de Dios para sus iglesias.
Con este pensamiento, después de ver a la hermana Elena encarcelada y a sus
pastores bajo escolta policial para protegerlos de ellos mismos, ellos apelaron a la opinión
pública. El 13 de septiembre de 1909 apareció el siguiente articulo en El Mercurio de
Santiago.

Incidente Entre Metodistas


Anoche un grupo como de cincuenta miembros de la Iglesia Metodista
Episcopal llegó a nuestras oficinas con el objeto de protestar por la conducta de
los pastores de las Iglesias N°s. 1 y 2, de la Avenida Portales esquina de Cueto la
primera, y ubicada en la Población Montiel la segunda.
Los hechos, según nos lo manifestaron, se habrían desarrollado de la manera
siguiente:
Ayer en la tarde se celebraba en la Población Montiel el culto de costumbre.
Una hermana recién llegada de Valparaíso, que trae, según ella, la misión de
hacer algunas revelaciones, deseo hablar, a lo que se opuso tenazmente el pastor,
sin que valiesen los ruegos de los circunstantes que deseaban oír a la
"iluminada". Debemos advertir que entre los metodistas es costumbre que cada
cual exprese sus dudas al pastor o haga oración en voz alta.
La reunión concluyó mal porque el pastor, accionando violentamente a causa
de un traspiés dio con la cabeza en la baranda del púlpito, lo que le produjo una
herida leve.
La hermana Elena, no pudimos saber su apellido, no se desanimó con este
fracaso, y en unión de sus hermanos de religión se vino a la iglesia N° 1, de la
Avenida Portales.
El pastor o rector de este templo, advertido sin duda de lo que había ocurrido
en la Población Montiel, previno a la policía, la que estuvo lista a la primera

10
"Chile Evangélico", 19 de noviembre de 1909, No. 11, pág. 3.

113
señal. El culto se efectuó sin interrupción, pero una vez terminado, la hermana
Elena pidió permiso para hablar, sufriendo su solicitud un rechazo idéntico al de
la tarde.
Los concurrentes, en número de más de doscientos, manifiestan su extrañeza
por la prohibición, y la cosa concluye con la entrada de la policía que hace
desalojar el local y conduce a la 7a. Comisaría a la heroína, sin que se le diera
tiempo para hacer sus revelaciones.
La delegación que anoche nos visitó insistía en que esto era un atropello del
pastor, porque el culto se sostiene con las erogaciones de todos los prosélitos.
Como ciento cincuenta de los concurrentes al templo acompañaron a la
Comisaría a la "iluminada", donde protestaron nuevamente por la conducta del
pastor, y manifestaron que hoy, en masa, acudirían al juzgado de turno.
Quisimos oír de labios de la misma "hermana Elena" el motivo de su
detención; y, gracias a la amabilidad del oficial de guardia, nos pusimos al habla
por teléfono con ella.
Le hablamos. Nos dijo que estaba allí por la gloria de Dios. ¡Sea todo por el
Señor! fueron sus ultimas palabras.
Al día siguiente, otro artículo apareció en el diario explicando cómo la hermana
Elena había sido dejada en libertad.

El Incidente de los Metodistas


En nuestras ediciones de la mañana y de la tarde de ayer nos ocupamos del
incidente promovido en los templos metodistas a causa de la presentación de la
"hermana" Elena.
La "iluminada", como ésta se hace llamar, fue puesta en libertad después de
una noche pasada en la Comisaría.
Respecto a lo que se ha dicho acerca de que en la Iglesia Metodista todo
concurrente puede hablar durante los oficios, se nos dice que eso no es exacto.
En la Iglesia Metodista los servicios se desarrollan en conformidad al ritual
establecido y sólo hablan las personas autorizadas para ello,
En la audiencia en que compareció la "hermana" Elena ante el juez del crimen,
el pastor señor Rice no quiso molestar más a la "hermana" por considerar que
estaba suficientemente castigada y no interpuso demanda, en vista de lo cual el
juez puso en libertad a la "iluminada", conminándola con el castigo que señala el
Código si volvía a interrumpir el ejercicio de ese culto.
La hermana Elena ejercía en Valparaíso la profesión de "iluminada", donde
comunicaba sus revelaciones y pretendía expulsar los demonios de algunos que
se decían poseídos…11
El sábado 18 de septiembre en El Mercurio de Santiago salió publicada la siguiente
carta de uno de los disidentes, con fecha 14 de septiembre de 1909:

Algo Más sobre el Incidente de los Metodistas


"Hablad verdad cada uno con su prójimo", San Pablo. (Efesios 4:25).
En El Mercurio de hoy, edición de la mañana, se dice: "En la Iglesia Metodista
los servicios se desarrollan en conformidad al ritual establecido y sólo hablan las

11
"El Mercurio", 14 de septiembre de 1909.

114
personas autorizadas para ello".
Esto merece rectificación, porque aquí no aparece la verdad tal cual es, según
las leyes canónicas de la Iglesia Metodista Episcopal contenidas en las
"Doctrinas y Disciplina" de dicha iglesia. Según el "Ritual Metodista" hay dos
clases de oficios en el "Culto divino": "El culto clerical", que se efectúa los
domingos, oficiando los pastores (cap. III de la Disciplina) y "El culto laico",
que se denomina "Cultos religiosos-sociales y reuniones de clase" (cap. I,
párrafo 57-62), oficiados por los "guías, exhortadores, predicadores", y a falta de
estos por el "hermano" más "espiritual" de los presentes que elijan de común
acuerdo los "hermanos reunidos".
La "organización de la iglesia en clases" tiene uno de los siguientes objetivos
según la "Disciplina": "Establecer y sostener cultos religiosos-sociales para la
instrucción, estimulo y admonición, que sean un medio provechoso de gracia
para los miembros de nuestra Iglesia".
La liturgia que se observa en los Cultos de Clase es la siguiente: "Para celebrar
las Reuniones de Clase, podrán juntarse dos o más de ellas en una sola reunión,
dirigida conforme al plan que adopten los guías, de acuerdo con el pastor.
Cuídese de que la reunión no degenere en mera rutina por el uso continuado de
un sólo método. Hable cada miembro voluntariamente, o tome la reunión el giro
de una conversación, adoptando el guía las medidas necesarias a fin de que los
ejercicios sean animados, espirituales y de permanente provecho religioso".
Estos cultos de clase se celebran en Santiago los lunes, miércoles y jueves.
Sólo durante el curso de los "cultos clericales" de la iglesia es donde solamente
ofician los pastores, pero esto no obstaculiza para que según la "fraternidad
cristiana", antes o después de los "oficios clericales" pueda algún hermano o
hermana exponer sus necesidades al pastor, para que ruegue a Dios (por él o
ella) o si quiere poder orar en público por sí mismo. La libertad cristiana,
promulgada por la disciplina eclesiástica de acuerdo con las Sagradas Escrituras,
así lo ordena.
Si los reverendos señores pastores de la Iglesia Metodista Episcopal de
Santiago hubiesen cumplido "ad litteram" con su sagrado ministerio dentro del
orden establecido, no se habrían desarrollado los sucesos que El Mercurio tan
exactamente reprodujo en su edición matutina del lunes pasado. Según la ética
cristiana y el amor evangélico, cada ministro metodista, como todo ministro
evangélico de alguna denominación de la Iglesia Universal Evangélica, tiene el
deber de presentar, cuando hay algún hermano o hermana de otra parte, y darle
lugar para que salude a la iglesia o comunique algún "mensaje" que el "Señor" le
ilumine.
Estando la hermana en Jesucristo, señorita Elena, de Valparaíso, el domingo en
la noche, en el local de la Primera Iglesia, debieron los pastores haberla
presentado y darle libertad para saludar o comunicar algún "mensaje divino".
Como no cumplieron su deber, la "hermana Elena", que sintió en su interior el
llamamiento de su Padre Dios para hablar instantes antes de dar la bendición
apostólica (fin de los oficios clericales del metodismo) el reverendo pastor Ezra
Baumann, pidió dicha "hermana Elena" a este pastor la venia para hablar,
después de terminar el "oficio" parroquial; este clérico se negó a la petición de la
"hermana Elena".

115
Entonces cuando el culto había concluido por completo, la "profetisa
iluminada" comenzó a hablar y en esto el Rev. señor W. F. Rice, presbítero
superintendente y doctor en teología, faltando a su deber y a los más elementales
principios de urbanidad, entró violentamente al sagrado recinto con policías y
entre las "protestas" de toda la iglesia laica mandó presa a la 7a. Comisaría a la
"profetisa Elena". Juzguen ahora los metodistas de todo Chile, como todos los
evangélicos del país y todas las personas cultas y sensatas, de lo que ha pasado
en el sagrado recinto de la primera iglesia y ante una "relación exacta o
imparcial" de todo lo sucedido.
La mayoría, más de tres cuartas partes de las congregaciones evangélicas de la
Iglesia Metodista Episcopal de Santiago, reclamará ante las autoridades
eclesiásticas metodistas competentes para llamar al orden a los reverendos
pastores y hacerles que se arrepientan de lo que han hecho, y reconozcan que
han ofendido no al hombre o mujer, sino a Dios, delante del cual han pecado.
Respecto de la "hermana Elena", es una señorita miembro de la iglesia
Metodista de Valparaíso, muy santa y espiritual, que Dios la ha salvado y ha
dado la misión de predicar (proclamar) un despertamiento general en Chile, no
sólo entre metodistas sino entre todos los evangélicos. Sus frutos son palpables,
muchos se han convertido por su obra.
Pastores metodistas: Si no queréis ayudar al "movimiento cristiano", a lo
menos no lo impidáis; acordaos del sabio consejo del doctor Gamaliel, en el
Concilio Judálco de Jerusalén: "Y ahora os digo: Dejaos de estos hombres y
dejadlos, porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá.
Mas, si es Dios, no la podréis deshacer: no seáis tal vez hallados resistiendo a
Dios" (Hechos de los Apóstoles 5:38, 39).
Vosotros, pastores metodistas, debéis dar ejemplo de santidad, humildad y
misericordia, como vuestro Divino Maestro Jesucristo. ¿No sabéis el Santo
Evangelio? Si, lo sabéis de más; y entonces, ¿por qué no lo practicáis?
¡Qué Dios os bendiga y os guarde, reverendos pastores metodistas, para que
cumpláis de obra y en verdad el Sacrosanto Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo! Envío esto solamente para restablecer los hechos en su verdad, tales
cuales son.
Doy a usted las más expresivas gracias anticipadamente, como "cristiano
metodista" y como caballero, por el favor de la publicación de estas líneas.
¡Qué Dios, en su misericordia colme a ustedes y al digno diario El Mercurio de
toda bendición fisico-espirltual! Su Atto. S.
Pedro Pablo Arenada P.

Lo Que No se Publicó
Lo que no se publicó es que en las tres reuniones durante el día, en medio de todos
los eventos bochornosos, veinte hermanos recibieron el bautismo en el Espíritu Santo, con
danza y lenguas.12

Elena Laidlaw Sigue en Santiago


Elena Laidlaw siguió en reuniones todas las noches durante dos semanas con los

12
Entrevista con Humberto Diaz Marchant

116
disidentes. Durante este tiempo, 16 personas más recibieron el bautismo en el Espíritu
Santo, el día 20 de septiembre marcando un derramamiento especial.

"Otra Carta Más"


Ahora, hermanos, mi palabra es dirigida a todos mis hermanos y al mismo
tiempo a las iglesias que han recibido el bautismo del Espíritu Santo con todas
sus manifestaciones gloriosas para abundamiento de la gracia divina. Hemos
visto cómo el Espíritu Santo, derramado en las iglesias, ha obrado grandemente
con manifestaciones bien claras, pues dones gloriosos han sido repartidos en las
iglesias; el don de profecías y de lenguas lo han recibido muchos para testimonio
a los incrédulos. Los corazones rebozan de gozo en el Señor, la paz que el
mundo no puede dar mora también en todos y el amor fraternal y entrañable une
a los hijos de Dios. Así es como el Espíritu Santo está obrando
maravillosamente; es derramado sobre los pecadores y éstos se sienten
conmovidos y acuden a las iglesias ansiando encontrar descanso de una vida
llena de miserias.
Ahora, mis hermanos, ¿será éste el poder mayor con que el Señor puede obrar
en sus criaturas? ¿Será esta forma la única que el Señor puede usar? Veámoslo.
Todos sabemos cómo los ciento veinte discípulos que estaban orando en
Jerusalén fueron bautizados con el Espíritu Santo y fuego y ellos pudieron sentir
y ver todas las manifestaciones espirituales y glorificaban a Dios en diferentes
lenguas, unos cantando himnos, otros testificando el nombre del Señor y otros
estarían orando intensamente y con todo su corazón. Fue una manifestación
espontánea, análoga a la que nosotros sentimos y presenciamos el 20 de
septiembre, estando todos en un paseo en la Población Montiel.
¿Acaso no es su voluntad y su deseo de que la Iglesia sea viva y poderosa en
todos los dones? San Pablo dice "Procurad los dones espirituales". Por lo tanto,
hermanos, pidamos todos a una que El haga esta obra en la Iglesia y que seamos
llenos del poder del Espíritu.
Yo entiendo que el Señor quiere hacerlo así con nosotros; El quiere salvar al
mundo, y lo hará gloriosamente, aunque el infierno entero se oponga.
Ahora solamente pidámoslo con toda fuerza, y veremos si el mundo entero no
se sentirá sobrecogido y tendrá que arrepentirse y pedir a gritos la luz de Dios en
su corazón.
Emilio R. Contreras C.13

Los detalles de esta reunión fueron relatados en la siguiente carta de José Lowert en
el Chile Pentecostal, N° 57 del 1° de noviembre de 1914, págs. 5-6:

Amado en el Señor: después de muchos años en que he servido a mi Salvador,


tengo el gozo de poder decir que mi Señor ha querido usarme como su siervo
hablándome por intermedio de mi amado pastor Victor Pavez, de la Iglesia
Pentecostal.
Explicaré la manera cómo lo ha hecho, para que, si lo encuentra Vd.
conveniente, haga uso de este testimonio.

13
"Chile Evangélico", 24 de febrero de 1910, No. 23, pág. 1.

117
Hace cinco años, el día 20 de septiembre, fue el día de la visita del Señor a
nosotros, derramando el Espíritu Santo o sea el avivamiento de la obra
Evangélica Metodista, por cuya causa se apartó y se formó la iglesia nuestra,
Pentecostal. Ese día lo pasamos en íntima comunión, conmemorando nuestro
aniversario; orando desde la una de la tarde hasta las 12 de la noche sin cortar la
reunión y ocupándonos en glorificar al Señor, recibiendo al mismo tiempo
muchas bendiciones que en su misericordia tenía reservadas para nosotros. En
medio de estas bendiciones muchos hermanos llenos del Espíritu Santo
profetizaron y hablaron en lenguas, confortándonos en gran manera, hasta que, a
las 9:50 más o menos, nuestro pastor que dirigía la reunión fue tomado por el
Espíritu Santo, cerrando los ojos y colocando las manos juntas encima de la
Biblia, y lleno del fuego espiritual dijo en el idioma danés, mezclado con una
lengua, para mi, completamente desconocida, estas palabras:
"Kare mine her fersam lede… hor hver den som hóre kan… hver den som tror
modtager kl. 11 1/4 min veisigneise paa den helige aand…"
Interpretación:
Amados míos aquí presentes, (muchas palabras extrañas) oíd todos los que
podáis oír; (más palabras desconocidas) todos los que creen recibirán a las 11:15
mi bendición (más palabras extrañas); mando Espíritu Santo (otra vez más
palabras extrañas y después), amén.
Debo hacerle presente que soy danés de nacimiento y hablo y leo este idioma
perfectamente y mi pastor, como Vd.. sabe, no as extranjero sino chileno y no
conoce otro idioma que el español.
Una vez que mi pastor dejó de hablar en lenguas, yo dije a mi esposa, que
estaba a mi lado, que él había hablado en mi idioma y luego lleno de gozo de
Espíritu Santo me levanté, caminé hasta la baranda del púlpito y me arrodillé
orando al Señor, donde El me manifestó que comunicara a los hermanos la
interpretación de la profecía que había recibido y así lo hice.
¡Dios hace justicia! Pero yo, dudando de la posibilidad de que pudiera hablar
mi hermano en danés, me fui donde él, hincado hice esta pregunta: ¿Gods naum
jej sporjer kan de tale Dansk? (En el nombre de Dios, pregunto, ¿puede Vd..
hablar danés?)
Y me contestó, con palabras que comprendí, que en realidad no hablaba mi
idioma. Comuniqué enseguida a mis hermanos que a la hora indicada por el
Señor, por medio de mi pastor se nos daría la bendición del Pentecostés. Por esto
esperamos como 100 hermanos más o menos esta bendición; luego nos pusimos
en oración y recibí un gozo grande en mi corazón y sin darme cuenta sentía
muchas voces cantar, tal vez miles y miles.
Después me dijeron mis hermanos que a la hora indicada llegó el avivamiento
y bendición profetizada. Incluso, nuestro hermano Luis Cordero, con reloj en
mano, pudo comprobar que a las 11: 15 en punto se cumplía la profecía notando
la gran manifestación que dio la presencia del Espíritu Santo en cada ser.
Estas cosas las he escrito porque son verdaderas y para honra y gloria de mi
Redentor Jesús. Mis hermanos que firman testifican la verdad de ellas, pues se
encontraban presentes y son testigos de la grande obra que Dios ha realizado en
esta Iglesia. Tengo que añadir que todos los que testifican y declaran lo que han
visto, son chilenos y no hablan danés.

118
Firman los hermanos José Lowert, Anibal Vliches, Pabla Leiva de Mauraira,
Crisólogo Maldonado, Arturo Medina, Luis A. Cordero B. y Victor Pavez T.

El 18 de septiembre, día de fiestas patrias, fue día sábado. El lunes, 20 de septiembre,


por lo tanto, fue decretado día feriado, y los disidentes se habían reunidos en Montiel para
un día de ayuno y oración.

Los Consejos de Mr. Hoover


Entre otras cosas, habían querido mejorar su relación con sus iglesias madres. Las
dos congregaciones separadas habían pedido consejos de Mr. Hoover. El recomendó que
volvieran a sus pastores admitiendo su error al actuar apresuradamente, para así
reincorporarse en sus iglesias. Por lo menos la Segunda Iglesia lo hizo, pero fue rechazada
por su pastor. Frente a esto, él les aconsejó que esperaran la conferencia de enero para
presentar sus casos ante el obispo Bristol.
Esta fue la situación cuando Dios visitó a los disidentes con el derramamiento del
Espíritu Santo, como fue descrito en estos abstractos.

LOS REPORTAJES DE "EL CHILENO"


La confirmación del Espíritu, el 20 de septiembre, no pudo haber llegado en un
momento más oportuno. El mismo viernes de esa semana, en Valparaíso, Santiago,
Coquimbo y La Serena, empezó un ataque periodístico del diario El Chileno en contra del
avivamiento en Valparaíso. Basándose en el caso de un charlatán, que había operado en
Santiago algunos años antes, este diario determino desenmascarar a Mr. Hoover, como un
farsante también. No solamente eso; trató de enviarlo a la cárcel y poner presiones legales
contra las actividades realizadas en su iglesia.
Los escándalos manifestados por el diario difícilmente pueden ser apreciados sin leer
por lo menos algunos de los artículos que sacudieron a todo el país. Por esta razón
presentamos en su totalidad los primeros cuatro artículos.
Aunque el diario no alcanzó a poner en la cárcel a Mr. Hoover, sus artículos
alcanzaron a garantizar su eventual renuncia a la Iglesia Metodista Episcopal. También
tuvieron otros efectos importantes. Por una parte, los artículos llamaron la atención de todo
Chile al despertamiento Pentecostal. Además, aseguraron la permanencia de la división de
los disidentes de Santiago de sus iglesias matrices. Finalmente, pusieron a Mr. Hoover en
contacto directo con las autoridades del país y las masas.

EL NUEVO ESCOBAR, LA OBRA DE UN EMBAUCADOR ODE UN LOCO


Gritos, desmayos y bofetadas.
Escenas trágico-cómicas
Detalles completos, denuncio de la policía,
intervención de la Justicia, ¿Quién fue Escobar?
La mayoría de nuestros lectores se habrá preguntado, al leer el encabezamiento
de esta relación ¿quién fue Escobar?
Hace de esto algunos años. Los diarios de Santiago aparecieron un día
anunciando en gruesos caracteres el descubrimiento de una casa misteriosa
regentada por un hombre de apellido Escobar.
Se decía que un público numeroso iba a recibir el Espíritu de Dios, y que el
dicho Escobar lo hacía descender por medios que él solo poseía: que había un

119
grupo de niñas de cortos anos que se dedicaban al cuidado de hermosas capillas;
que a las altas horas de la noche se entregaban a profundas meditaciones sobre la
muerte; que Escobar se hacía llamar "Bajado de lo alto" y que ejecutaba actos
por demás inconvenientes.
Todo esto descrito con una serie de importantes detalles, levantó a la opinión
pública, y respetables personas se presentaron a la justicia, la cual tomó
enérgicas medidas en contra del "Bajado del cielo", instruyendo sumario y
comprobando una serie de actos escandalosos y dejando establecido que un
farsante, en nombre de una creencia y a la sombra de un credo religioso, había
explotado, en favor de sus vicios, la credulidad del pueblo.
Escobar pasaba en seguida a ocupar un calabozo en la cárcel de Santiago.
Tras las rejas de su prisión fue reconocido: Era un arriero cansado de su oficio;
se dedicó a curandero y después llegó a ser un farsante. Decía que curaba por
medio del espiritismo; los labradores y la gente sencilla de los campos, llenaron
de monedas su bolsa y así pudo abrir la casa de Santiago, donde fue sorprendido.

El nuevo Escobar
La ciudad de Valparaíso había permanecido siempre libre de esta clase de
embaucadores, pero desde hace algún tiempo, uno de los barrios más poblados
ha venido siendo testigo noche a noche de actos por demás sugestivos, que
anuncian la obra de un loco o de un embaucador. Este no se ha contentado con
permanecer en silencio, como lo hacia Escobar, sino que hace anunciar sus
farsas con gritos, llantos y exclamaciones que se oyen a cuatro cuadras a la
redonda, y abre sus puertas para que todo el mundo acuda a contemplar lo que él
llama "milagrosos espectáculos" y el pueblo, que vive de emociones, al escuchar
un lamento desgarrador y ver a hombres y mujeres que caen al suelo y que
parecen llorar amargamente, también llora. Entonces es cuando el jefe con tono
dramático anuncia que el Espíritu de Dios se apodera de "los hermanos"; muchos
creen y sienten generosos impulsos por tan santos hombres. En seguida una serie
de canastitas se presentan para recibir el óbolo (ofrenda) de los "hermanos",
quienes así tan emocionados están dando vueltas sus bolsillos con todo
entusiasmo.
Este nuevo Escobar desde hace seis meses viene trabajando el sistema de
propaganda y de lucro con la ayuda eficaz de algunos hombres, entre los cuales
hay quienes tienen historia un tanto dudosas y de un grupo de mujeres,
encabezado por una que no hace mucho tiempo llevaba vida vergonzosa, según
confesión del mismo sujeto.
Todos estos elementos amaestrados convenientemente, se han lanzado a la
pública expectación para sacar de cada llanto o grito un adepto o unas cuantas
monedas.
Mañana continuaremos la relación de estos hechos.14

El Denuncio
En los primeros días del mes de agosto, nos llegó una carta que nos
comunicaba que en una especie de templo, de la calle del Olivar entre Victoria y

14
"El Chileno", 25 de septiembre de 1909.

120
Maipú, se efectuaban verdaderos escándalos, noche a noche. A raíz de ésta
recibimos un sinnúmero de denuncios, los cuales no fueron sino una repetición
del primero.
En el primer momento, creímos que se trataba sólo de un asunto insignificante
y que los denuncios eran, tal vez, abultamiento de la verdad.
Pasó una semana, y entonces un caballero que nos merece absoluta confianza,
nos comunicó que había asistido a dichas reuniones, y que estaba
verdaderamente escandalizado por todo lo que sucedía en aquel sitio.
Esto nos incitó a iniciar nuestras pesquisas inmediatamente.

La Primera Visita
Eran las 8 de la noche. Con la consiguiente curiosidad nos dirigimos al sitio de
las "grandes maravillas". Desde una cuadra de distancia, ya, llegaron a nuestros
oídos gritos descompasados que más bien anunciaban la proximidad de un
manicomio que la de un templo protestante. La entrada estaba llena de gente y
mucho tuvimos que batallar para llegar a la puerta, y aquí hubo que echar mano
a todos los medios de convencimiento posibles para que no se nos cerrara la
entrada, pues ésta estaba prohibida a los "profanos". Al fin con un pase de los
tranvías eléctricos, que a los ojos del portero pasó tal vez por una orden judicial
o por un documento oficial, lograrnos entrar y junto con nosotros todos los que
estaban agolpados afuera.
El portero nos escudriñó a la pasada con marcado interés, y quizás se dijo para
sus adentros: "Pueda que caigan".

Horroroso Espectáculo
Una mujer con el pelo desgreñado, con la punta de la nariz un tanto rojiza y
con la vista extraviada, desde una especie de escenario, daba formidables gritos
y accionaba nerviosamente con las manos y con los pies y la seguían en coro
grupos numerosos de hombres, mujeres y niños. Todos alzaban las manos en
alto; unos, en vez de golpearse el pecho, dirigían bofetadas al aire lanzando sus
imprecaciones. Otros, se dejaban caer sobre los bancos y se golpeaban la frente
en los respaldos de éstos y algunos caían al suelo en forma trágica. La mayoría
lloraba con desesperación y las galerías que rodean el teatro, desde cuyo sitio
asistían algunos "fervorosos" ayudaban a los de abajo, con risas, cantos y
bofetadas.
Era aquello, algo más que una Babilonia, o un asilo de locos de la peor especie.
En verdad no le encontramos equivalente. Tal vez, porque jamás habíamos
contemplado nada parecido. Nunca la farsa se había pregonado en tonos tan altos
y tan variados.
Pasada la primera impresión de estupor y orientados un tanto de lo que se
estaba desarrollando adentro, fuimos más al interior para mejor contemplar de
cerca la extraña actitud de los "arrepentidos criminales", como ellos se titulaban.
Como es nuestro deseo hacer una relación detenida de todo cuanto pasa en
aquel templo, que impropiamente se titula protestante, vamos a dejar por un
momento los variados incidentes que se desarrollaron en nuestra primera visita
para exponerlos enseguida con todos sus detalles, los que hemos obtenido por
medio de un detenido estudio de ocho días, en el mismo templo.

121
Un Nuevo Convertido
Completo silencio reinaba en el templo maravilloso. Eran las tres de la tarde,
hora en que no se celebraban oficios. A la puerta de la casa del pastor llamaba un
joven, de decente aspecto. Un niño de cortos años, acudió a recibir al recién
llegado.
- ¿Está el patrón? fue la introducción.
- No, replicó el niño, mi papá está en el sur, pero se encuentra en casa su
ayudante.
- Deseo verlo.
- Pase adentro.
Al término de un largo callejón están las habitaciones de los pastores y
pastoras; en una pieza con ventanas al patio, se encontraba el segundo pastor. Al
tocar a la puerta el recién llegado, le abrió una señora de lentes, la que con
exquisita cortesía lo invitó a pasar. Sentado en un escritorio se hallaba un señor
de aspecto un tanto vulgar, de ojos tan negros como el manto de la noche, y con
voz solemne se dirigió al visitante:
- ¿Qué busca? ¿Qué desea?
- Busco al patrón; deseo conocer vuestra religión.
- El patrón está actualmente en el sur pero llega mañana; yo soy su ayudante
y actualmente lo estoy reemplazando. Yo puedo explicarle lo que usted
desee. ¿Vd. ha asistido a nuestras reuniones?
- Sí, señor.
- ¿Y qué es lo que más le ha llamado la atención?
- A mi, todo; todo lo encuentro extraordinario.
- Verdaderamente, cuanto está pasando en nuestro templo es sumamente
extraordinario. Dios se está revelando a los nuestros en forma maravillosa.
El visitante inclinó la cabeza; y si el patrón se hubiera fijado con detención
habría observado en su rostro una decidora sonrisa, pero la oscuridad de la pieza
y el fervor con que pronunció la palabrita "maravillosa" le impidieron notarlo.
En seguida continuo el pastor:
- Nuestra iglesia está bajo el protectorado del gobierno americano; de
Estados Unidos nos llegan algunos recursos para nuestras obras; el todo de
nuestras creencias está contenido en la Biblia. Diciendo esto ofreció al
visitante un elegante torno, agregándole que lo estudiara con detención y
que muy pronto la luz de lo alto lo inundaría.
- En la Biblia, señor – dijo el visitante – ¿viene algo respecto de los ataques,
gritos y llantos qua se efectúan aquí?
- Verdaderamente – respondió el pastor – en este versículo se menciona esto.
Y lo leyó en alta voz. Nueva sonrisa del visitante; el versículo no decía nada de
desmayos, de bofetadas, de gritos ni de llantos.
- ¿Y alcanza a mantenerse usted con lo que viene de Estados Unidos?
- No, abrí aquí un libro de suscripciones; cada cual da lo que puede. Por este
medio obtenemos algo más para nuestra obra. Además, debo decirle que
jamás nos falta nada, todo se lo pedimos a Dios, necesitamos calzoncillos,
calcetines, plata para ir al teatro, o para pasar a tornar una copa, todo viene
de lo alto.

122
- Ah, ¿y cae al suelo lo que piden o al bolsillo?
- No, pero alguien nos lo trae, lo que es lo mismo.
Es en efecto hasta un buen sistema económico esto.
- Mire usted – mostrándome un retrato. Este joven hace algún tiempo está de
pastor en una iglesia. Antes del terremoto ganaba en una casa de comercio
$250, lo que era un buen sueldo; y hoy día como pastor sólo gana $ 180.
- Si cae todo de lo alto tiene con eso hasta para lujo
…En fin. En eso golpean a la puerta; entra la señora de lentes. El pastor
presenta al recién llegado como un nuevo convertido, la señora inclina los
anteojos y ora en silencio y después dice:
- Dios lo está esperando, me lo ha dicho la niña que recibe el espíritu.
- ¿Qué niña y qué espíritu?
- La que Vd.. ha visto en la iglesia y que se coloca junto a la coja. Ah, es
admirable lo que obra.
Enseguida, el pastor se dirige al visitante, diciéndole: "Oremos juntos. Ambos
se hincan y aquí comienza el pastor a dar grandes gritos y voces; de fuera
respondían en la misma forma.
La tanda duró un cuarto de hora. El pastor miró al visitante para ver que efecto
le había producido el fervoroso acto y enseguida le invitó a las reuniones de los
que se inician, en las cuales se estudia el modo de orar y la Biblia. El visitante
agradeció tan amable invitación y prometió volver en la noche de aquel mismo
día.
El nuevo convertido no era otro que un empleado de nuestro diario encargado
de la pesquisa de este asunto. Por eso, con sumo interés, estudió el sitio que
desde ese momento debía pisar hasta poder desenmascarar a los embaucadores y
al despedirse del "patrón" penetró al interior del templo.

El Templo
Es una amplia sala rodeada de galerías. Al fondo se alza una espacie de
escenario, desde donde dirige la representación el "patrón mayor"; ahí también
hay un armonio, cuyas teclas recorre maravillosamente la "patrona mayor" o sea
la compañera da gritos y zalagardas del "patrón mayor".
La gran sala está cubierta de escaños de madera, donde toma asiento la
"hermandad".
A la salida, por la calle Olivar, existen dos piezas de regulares dimensiones,
destinadas a las reuniones privadas (estas piezas son de muchas historias).
Saliendo por uno de los costados que da a la casa del pastor, se ve a primera
vista un enorme subterráneo que abarca toda la superficie de la Iglesia y que
según dicen va a ser destinado a la Escuela Dominical.

En la Reunión de los que se Inician


Oigamos al nuevo convertido, que como lo hemos dicho es un empleado de
nuestro diario:
A las 7:30 de la tarde, volví al teatro de los "milagros morrocotudos", como
diría un escritor festivo.
La gran sala se encontraba a oscuras; tanteando la pared pude introducirme
algunos pasos hacia el interior; pronto tropecé con una persona que venía en

123
dirección contraria. Le pedí disculpas y ya iba a continuar mi camino, cuando el
desconocido comprendiendo que era casi un forastero, se tomó la molestia de
volverse hacia donde yo iba y guiarme en la oscuridad absoluta que reinaba.
Después de algunos encontrones con gentes de ambos sexos logramos salir al
patio.
Mi amable compañero, con una voz áspera, que trataba de dulcificar con
fingidas entonaciones, me sondeó un instante y viendo que estaba aparentemente
conmovido, me introdujo nuevamente a la pieza de los patrones.
Pronto apareció la señora de antes; como viejos amigos nos saludamos. Mi
acompañante miró un tanto extrañado la manifestación de amistad y tal vez tuvo
deseos de preguntar de dónde y cuándo habían aparecido esos lazos. Pero inclino
sus ojos y enseguida, dulcificando en cuanto era posible la voz, que de tanta miel
le resultó un poco relajante, preguntó a la patrona:
- ¿Cómo sigue la hermana? (una enferma, esposa del segundo patrón).
- ¡Oh! Vd.. no ha sabido las maravillas obradas hoy por la hermana Elena,
respondió la patrona.
- No he sabido nada.
- Dios le comunicó a ella y a mi que lo que sufría la enferma era obra del
demonio. Nos fuimos en el acto a la casa y ahí la hermana Elena recibió
poder de Dios.
Por falta de espacio suspendemos hasta mañana nuestro relato.15
* * *
- Poder de Dios; qué cosa tan admirable.
- Sí, ella (la hermana Elena) divisó frente a la cama de la enferma al demonio
y en el acto comenzó a soplarlo y con la falda del vestido la empujaba hacia
afuera, y le decía. "Sal, condenado, tentador".
- Y ¿salió Satanás? – le repuse yo.
- Sí, salió, en efecto, dejando olor a azufre y a cacho quemado en la pieza.
Mi introductor abría tamaños ojos y daba de vez en cuando hondos suspiros.
La señora continuo, con voz entrecortada:
- Libre de Satanás, la enferma se sentó en la cama y tomando las manos de la
hermana Elena, las cubría de besos, diciéndole al mismo tiempo: "A vos os
debo que la paz entre en mi casa; vos sacasteis a patas verdes, que me
estaba acompañando tantos días".
Siguió la patrona mayor disertando largamente sobre este asunto y cuando
hubo terminado, mi introductor pronunció un: "Gracias a Dios" tan melodioso
que no pude contener la risa.
Salimos, en seguida, en dirección de la sala de oración; ahí había un regular
número de personas de ambos sexos.
Al entrar nosotros, se escuchó un sonoro alarido. Este primer alarido fue el
anuncio de una serie de gritos, que fueron tomando cuerpo poco a poco para
convenirse en una verdadera casa de locos.
Unos decían: "Sangre!" Otros: "¡Fuego!" Otros gritaban: "¡Palos y cachetadas
¡Mueran los culpables". En fin, aquello ya era insoportable.
Después de media hora de maldiciones y de otro tanto de llantos y bofetadas,

15
"El Chileno", 26 de septiembre de 1909.

124
terminó la cosa y entonces pude ver que ni el fuego ni la sangre, ni los palos ni
las bofetadas eran inconveniente para que se entregasen al más dulce y tierno
pololeo con una de las "maravillosas" penitentes lloronas.

Un Maravilloso que Pololea


Se apagaban ya los ecos de la gran Babilonia. Un individuo de no más de 25
años, que repetidas veces había mojado sus mejillas en llanto de lo más copioso,
que había estropeado su físico bárbaramente, dirige su mirada hacia la puerta de
salida y ¡oh, milagro! se evapora el compungimiento de su rostro para dar paso a
una franca y alegre sonrisa.
¿Qué había? ¿Qué pasaba?
Una hermosa polluela en plena primavera, con ojos de cielo, labios de coral y
dientes de perlas, se hallaba en poética actitud afirmada en el marco de la puerta.
Después de unos cuantos segundos, el mancebo, olvidando sus anteriores
practicas, avanzó hasta la hermosa beldad y le dijo:
- ¿Qué hay, Marica?
- ¿Cómo te va, Clorindo? ¿Mucho has llorado y te has pegado?
- Ya pasó la pena. Vamos andando.
Siguieron ambos en dulce coloquio. Interesado en auscultar el grado de
sinceridad de las lágrimas y bofetadas de Clorindo, que era uno de los más
valientes y fervorosos, lo seguí de cerca y pude oír su conversación.
- El patrón dice que hay que pegarse fuerte, que hay que gritar ronco y
sonoro. Por eso, Marica, yo hago esas cosas.
- No sea tonto; déjate de patrón y de bofetás, si seguís así te va a poner loco
con tanta lesera. Pasemos a tomar refrescos. Vos tomáis vino y yo kola.
Enseguida los dos se introdujeron a una cantina y era bien sabido que el
penitente Clorindo salía medio "cufifo" de la cantina, y ahí se olvidaba de
su patrón, de las bofetadas y de toda la zalagarda de la que era parte tan
principal.
* * *
Mañana continuará extensamente nuestro relato el que ha sido muy exiguo, por
falta absoluta de espacio.16

De Comerciante a Místico
Un jueves en la noche llegué "al sitio de las maravillas", con especial interés.
Se me había dicho que aquella noche era destinada a llorar por los pecados.
En efecto, a los pocos instantes de entrar comenzaron el llanto y los gritos. A
primera vista me llamó la atención un señor, de aspecto muy singular, y que me
parecía sumamente conocido. Era uno de aquéllos que se ven en todas partes;
que llaman la atención de medio mundo porque jamás dan descanso a la lengua.
Dicho señor lo había visto y oído en los centros comerciales ofreciendo este o
aquel valor.
Decidí aproximarme a él y estudiarlo en el nuevo aspecto.
Permanecía en un rincón, con sus ojos cerrados. Parecía sumido en profundas
meditaciones. De improviso dio un grito que ahogó todos los demás, y que

16
"El Chileno", 27 de septiembre de 1909.

125
pareció dejar suspendido el bullicioso público.
"¡Venciste, señor! ¡Venciste!"
Y al decir esto, abrió los brazos, dio brincos en el suelo, lanzó gemidos al aire,
y, en seguida, inició su confesión, que no fue otra cosa que una serie de
recriminaciones contra todo lo creado. Sacó a colación la baja del cambio, la
depreciación del papel moneda, el conflicto Perú-Boliviano, etc. y por todo esto
lloraba y daba fuertes bofetadas en su pecho y nerviosos sacudones a su
prominente nariz. Después quedó en silencio, cansado tal vez del esfuerzo
hecho, pero aun en su momento de reposo hacía mudas manifestaciones, quizás
de qué. Movía nerviosamente la cabeza, dibujaba sonrisas en sus labios; agitaba
el cuerpo con vehemencia y estiraba las piernas.
Una hora más tarde todo terminaba y el comerciante, vendiendo felicidad, salía
a la calle. Los hermanos lo miraban con "respetuoso embeleso"; él sonreía con la
sonrisa del que se ha fumado a entera satisfacción a un numeroso publico.

La Nueva Pitonisa
Un ferviente hermano me decía una noche, antes de la fiesta: "¿Cómo es
posible no creer cuando nos llega la palabra de Dios por medio de la hermana
Elena, la santa de la casa?"
En efecto, la hermana Elena recibía el espíritu.
Una tarde, a las 5:00, asistí a una reunión, cuando noté un movimiento
extraordinario; unas niñas traían almohadones y frazadas y los colocaban en un
rincón que quedaba semi-oscuro.
¿Qué novedad me tocaría presenciar? No duró mucho rato mi duda. Una mujer
de unos 26 años, de aspecto enfermizo, se alzaba en un escaño y con voz sonora
dijo:
- Dios me manda que os hable, pecadores, a quienes el fuego, ¡el fuego! va a
consumir, a con-su-mir.
Dicho esto, cayó al suelo, o, más bien dicho, en los brazos de un grupo de
hermanas y de hermanos que le rodeaban.
Con gran respeto la trasladaron al rincón en que estaban arregladas las frazadas
y después de taparla cuidadosamente, se arrodillaron a su lado.
Unos cuantos segundos de silencio.
"…Elena… Elena… qué feliz eres (se decía a ella misma). Tan alta que estás,
no te vayas a caer, a ca-er.
¡Patrón¡ ¡Patrón! El espíritu me manda que os hable".
A carrera precipitada llegó el patrón y con una picara sonrisa se postró junto a
la pitonisa. Ella dijo: "El espíritu me manda a deciros que es aún poco lo que se
llora por los pecados, que es necesario que las lágrimas salgan como ríos a la
calle, que también son pocas las bofetadas", y diciendo esto, lanzó una al aire
(que por poco no dio en el ojo de vidrio del patrón), "que es necesario que
hombres y mujeres se saquen el añil. Que se pierda poca "sangre" y "poco
fuego"…
"¡Patrón! tú tienes un lugar muy encumbrado allá arriba… qué trono tan
lindo… tan… lin-do".
Después se puso a entonar algunos cantos con música de canciones populares y
de cuecas dieciochenas.

126
"Hermana Bartolita, acérquese".
Bartolita, niña de 20 años, se acerca y Elena, tomándole de un brazo, la tira a
un lado donde había otro almohadón.
"Dios quiere hablarte".
Bartolita, que tal vez no tenía costumbre de estas cosas, medio se turbó. Miró
asustada al numeroso público que la rodeaba y casi como obligada, reclinó su
cabeza en el almohadón, cerró sus ojos y permaneció en silencio. Elena también
guardaba silencio. El fervoroso público se encontraba en suspenso.
Elena dio un pataleo y dirigiéndose a su colega espiritual le dijo: "¿Qué te
dice?… Responde, cuenta a esos mortales las bellezas do lo alto".
Bartolita, con voz media temblorosa, comenzó a pronunciar palabras
entrecortadas.
Elena acudió en su auxilio, entonando una canción, a manera de una marcha,
cuyo compás lo llevaba con una pierna. Cuando hubo terminado, dio un gran
grito. "¡Venciste! sí, Venciste! ¡Bartolita, peguémosle a 'patas verdes'!
Peguémosle". En el acto, ambas mujeres se agarraron a bofetadas hasta el punto
que una de ellas rogó a su compañera que no le pegara tan fuerte.
Como buenas hijas de Eva, después de un momento de descanso, se tomaron
del pelo y se dieron tan recios zamarrones que el polvo del suelo comenzó a
levantarse.
Bartolita medio ahogada, dijo: "Hasta el polvo le sacamos: ¡Saliste, feo!
¡Saliste, feo!"
Siguió largo rato la escena y después de unas cuantas conversaciones más con
el espíritu, se alzaron las dos pitonisas con toda tranquilidad. La hermana Elena
se había machucado una pierna.
La hermandad en masa se golpeaba el pecho y saludaba con llantos y risas a las
dos heroínas y guías.17
(Continuara)

Reacción de un pastor presbiteriano


De Taital fue enviada una carta de Juan de Dios Leiton con estos primeros cuatro
artículos de El Chileno y su comentario que fue publicado el 7 de octubre en El Heraldo
Evangélico:

Le remito estos cuatro números de El Chileno, edición de Valparaíso, en los


cuales sale algo de la manera cómo predican el Evangelio los hermanos
metodistas de ese puerto, desde algún tiempo atrás. El Chileno es un diario
pechoño, como usted sabe, 'y no tengo, por consiguiente, para qué decirle que
hay mucho de mentira jocosa, pero mentira, en lo que relata. Pero ojala fuera
todo mentira. Por desgracia no es así, pues también hay mucho de verdad en esas
líneas.
A propósito. Le contaré que en días pasados conversábamos de
despertamientos con varios experimentados hermanos y uno de ellos, con
bastante franqueza habló de este modo:
"Todos los evangélicos, no hay duda, ambicionamos ver un despertamiento an

17
"El Chileno", 28 de septiembre de 1909.

127
Chile. ¿Pero qué clase de despertamiento es el que debemos ambicionar? ¿Uno
como el que tienen los hermanos metodistas ahora? Eso no sirve. He ido
ex-profeso a Valparaíso a presenciar algunas de las reuniones de avivamiento
que allí tienen, y la verdad es que no me avivé ni una jota en la obra del Señor,
sino que tuve que salir más que de prisa de allí, escandalizado. El
despertamiento que yo ambiciono ver no es algo que se parezca a eso…"
"Oremos" – continuó el hermano – "porque Dios muestre su error a los
hermanos del pretendido despertamiento actual y porque nos conceda un
despertamiento lógico; si lo conseguimos del Señor, ya veremos como poco a
poco la obra evangélica tomará cuerpo en Chile de una manera real y sólida. Y
es natural, por cuanto la gente oirá en las predicaciones sólo enseñanzas y
testimonios preciosos, que edificarán los caracteres de los ciudadanos para que
adopten una vida santa, sosegada y útil a la familia y a la sociedad. Un
despertamiento de esta clase y que produjera tales frutos, ¿quién podría decir que
no estaba confirmado por el Espíritu Santo? Ciertamente que nadie podría
negarlo".
Mi carta se ha hecho ya muy extensa por lo cual le pido disculpa: pero
permítame aún decirle unas pocas palabras más.
En vista de nuestra manera de apreciar las cosas que suceden entre los
hermanos metodistas, usted comprenderá que nos ha impresionado muy
desagradablemente la actitud que ha principiado a asumir don Tulio, en su
periódico Chile Evangélico, en el cual, precipitadamente, ha comenzado a
aplaudir y a patrocinar el tal despertamiento. ¿Qué le parece? ¿Acaso querrá que
también los pobres presbiterianos empecemos a dividirnos, a odiarnos y a darnos
cabeza con cabeza? Ojala que el querido don Tulio Morán pensara un poquito
más en lo que está haciendo y cambiara luego de rumbos.
Soy su hermano en Cristo,
Juan de O. Leiton18

Aquí el Sr. Leiton hace referencia al pastor presbiteriano, Tulio Moran, de


Concepción, cuyo periódico sería el órgano de los pentecostales. Tendremos más que decir
sobre esta publicación más adelante.

De Nuevo, "El Chileno"


…El quinto artículo salió al día siguiente, bajo el subtítulo de "Abandonada". Relató
la supuesta historia de una mujer a punto de suicidarse. Su vecina la ve y le explica que hay
remedio para su miseria: "Gritar, llorar y decirse convertida en el templo de la calle Olivar.
Si hace todo bien, recibirá mucho dinero puesto que compartirán las ofrendas con ella por su
testimonio de conversión".
Bajo otro subtítulo, "Fluidos eléctricos", cuenta de un maquinista que hablaba con el
espíritu, diciendo, "Tú me envías el fluido, el fluido de vida". Al hacer sonar el timbre el
pastor, se despide del espíritu diciendo "Hasta luego". Después, un anciano le lleva afuera
para remojar la garganta con un poco de vino.
El sexto artículo, publicado el día siguiente, el 30 de septiembre, lleva el título, "La
casa de la calle del Olivar".

18
No. 1526, pág. 5.

128
Primero, describe dos salas pequeñas donde le niegan la entrada al reportero.
Solamente es para los iniciados. Se pueden oír desde adentro gritos y lloros de ¡sangre!
¡fuego! y golpes en el suelo.
"La Cena" es otra sección. Un sábado en la noche, celebraron una cena, pero al tomar
una bebida maravillosa, caían al suelo como ebrios, pensando que era, el Espíritu Santo que
los tomaba. Declara el diario, "Da gusto ver a 50 personas en el suelo, todas alzando los
pies, meneando las manos, hablando con el Espíritu cosas tan lindas".
El séptimo artículo cita el testimonio de un agente de policía que fue a investigar, Sr.
Garrié. La parte entera fue publicada, del cual citamos la parte más pertinente:

En cumplimiento a lo ordenado por Vd.., he investigado el origen de los


desórdenes que ocurren a diario en la Iglesia Evangelista Episcopal, situada en la
calle del Olivar.
En el ritual de costumbre no hay novedad, salvo cánticos y preces propias del
culto; solamente en una o dos ocasiones a la semana existe los que ellos llaman
"Noche de vigilia".
Estas reuniones tienen por objeto, según dicen, producir el acercamiento entre
Dios y el creyente, de modo que tan pronto terminan las ceremonias de
costumbre, el pastor invita a los fieles a un departamento situado a los costados
laterales de la Iglesia, a tomar la sangre del Cordero, ignorando qué brevaje o
sustancia proporcionan ahí a los fieles.
El caso es que tan pronto como salen de ese recinto, los concurrentes son
dominados por una especie de letargo y durante un largo periodo, las personas
más débiles o histéricas sufren de delirio, en el cual creen ver a Dios u otras
visiones, por lo cual dan grandes gritos, desgarrándose el vestido y después de
cometer toda clase de desmanes, quedan aletargadas durante varias horas,
algunos tendidos bajo las bancas o en cualquier posición, con el rostro
completamente descompuesto, los ojos fuera de sus órbitas y otros síntomas que
denotan en ellos una verdadera enajenación mental; así permanecen durante
noches enteras, tanto hombres como mujeres y niños.
Creo, Sr. Jefe, que para producir este efecto, el pastor debe aprovecharse de
alguna bebida perniciosa que produce la paralización absoluta de los sentidos del
paciente.
A este estado de cosas hay que agregar una cantidad de prostitutas y jóvenes
desocupados quo se sitúan frente a la puerta del templo y que con sus burlas y
chanzas hace aun más insostenible la situación de los vecinos.

El Prefecto de Policía Oficialmente Reclamó delante del Juez del Primer Juzgado
del Crimen:

…aquellas conferencias… comienzan en las primeras horas de la noche y


terminan a la madrugada del día siguiente.
Además el hecho de que mujeres jóvenes permanezcan durante la noche en ese
recinto, puede prestarse a avances de toda naturaleza, aún más, cuando esa gente
permanece en una especie de letargo a consecuencia del hipnotismo.
También este Artículo Habló de la Entrevista con el Cónsul Americano.
Recordarán nuestros lectores que al comienzo de nuestra relación dijimos que

129
los "patrones" de la calle del Olivar, nos habían dicho que estaban protegidos por
la bandera americana.
Convencidos de la seriedad del carácter americano, nos permitimos dudar de
tal aseveración. Al efecto, nos trasladamos al consulado americano, donde
fuimos recibidos galantemente por el señor Cónsul.
Al imponerse del objeto de nuestra visita, nos agradeció el que le diéramos una
ocasión para desmentir aquello de que la bandera americana cubriera a los
ciudadanos de la calle Olivar.
Lamentó profundamente cuanto pasaba en dicho sitio, y nos prometió hacer
cuanto fuera posible para dar término a las farsas.
Sépalo, pues, el público, que el consulado americano no protege en forma
alguna, sino que desea el pronto fin de los farsantes de la calle Olivar. No hay tal
protectorado del gobierno americano. Es otra nueva farsa.
El Artículo Sigue con la Reacción de Algunos Pastores Protestantes.
Caballeros de reconocida seriedad, pastores de algunas sectas protestantes de
este puerto, nos manifestaron su extrañeza por todo lo que pasa en la calle del
Olivar y nos expresaron que ninguna clase de protestantes usa esos sistemas de
culto.
Por otra parte hemos sabido que han elevado una solicitud a un obispo
protestante que tiene jurisdicción sobre el patrón del Olivar, pidiéndole ponga
fin a sus abusos. Dicho obispo debe llegar pronto, de Buenos Aires.

El Chileno aprovechó esta oportunidad para confirmar la pureza de sus propios


motivos para este reportaje investigativo.

Los Hechos
Al leer nuestra relación, muchos habrán creído que hemos andando en ella muy
distante de la verdad, que ha sido sólo una página de novela para interesar al
público. Pero no; sólo un pecado ha tenido nuestra relación: Es pálido reflejo de
la verdad, pues, cuando hemos presentado los diversos cuadros de las
horripilantes escenas, por respeto al público le hemos quitado todo el colorido.
Por respeto al público, hemos silenciado muchas cosas...

Luego, el 3 de octubre, se informa que el pastor compareció ante el juez y el caso


está bajo estudio. También, repite aún más claramente su deseo de proteger al público.

…Después de obtenido el misticismo de los concurrentes, se procede a la


colecta, que es tan abundante según sea el grado de fervor que se ha despertado.
El ayudante del Pastor nos lo dio a entender claramente, cuando en nuestra
primera visita nos dijo que todas las necesidades las subsanaban con facilidad
pidiéndole a Dios, el que se encargaba de proporcionarles cuanto les faltaba, por
diferentes medios.
Demás está decir que uno de estos medios es la dicha colecta entre los
asistentes, la cual, como lo hemos dicho, aumenta enormemente con "el llanto y
los ataques", un propósito de lucro, se desprende claramente.

Resultado del Juicio

130
El 4 de octubre comparecieron los pastores Rice y Robinson y el Cónsul
norteamericano Alfred A. Winslow, también metodista. El juez aceptó suspender todo fallo
hasta la llegada del obispo Bristol desde la Argentina, disponiendo, sin embargo, que los
servicios debían terminar a las doce de la noche.

Desde luego se les ha impedido que funcionen hasta más de las 12 de la noche,
pues estos gallitos se permitían amanecerse de claro en claro.19

En su libro, Mr. Hoover indica que sus superiores eclesiásticos lo atropellaron al ir al


juez de Valparaíso sin notificarle. Mr. Hoover trato de esclarecer la situación, mandando
cartas al órgano oficial de la Iglesia Metodista Episcopal. Pero El Cristiano rehusó
publicarlas.20

Reflexiones
Aquí, debemos reflexionar un momento para poner los eventos en perspectiva.
Aunque Mr. Hoover se sintió atropellado, tenemos que recordar que tres semanas antes, las
dos iglesias metodistas de Santiago habían perdido la mayor parte de sus miembros. Esto lo
atribuyeron directamente a las actividades que tenían lugar en la iglesia de Mr. Hoover, en
Valparaíso, y al envío de Elena Laidlaw con una carta de presentación a sus iglesias en
Santiago.
El obispo Bristol estaba en el extranjero y no pudo actuar. El diario El Chileno había
hecho campaña para mandar a Mr. Hoover a la cárcel. Aunque Mr. Hoover tenía toda la
confianza que él podía defenderse sin problemas ante la corte, los pastores de Santiago no
tenían esa confianza.
Además, el diario había implicado directamente al gobierno de los Estados Unidos en
el asunto. El Cónsul norteamericano en Valparaíso, por lo tanto, estuvo muy preocupado en
este aspecto por la campaña de El Chileno, y más encima porque era a la vez un cristiano
metodista.
El juez cooperó plenamente, creyendo que la Iglesia Metodista Episcopal debería
solucionar sus propios problemas y no una corte criminal. Después, todos reconocieron que
los "excesos" que ocurrieron durante agosto y septiembre dejaron de suceder en Valparaíso a
contar de esa fecha. Sin embargo, años después, algunos miembros consideraron que el fin
de las noches de vigilia puso término a las manifestaciones más destacadas del avivamiento
de 1909.

EL "CHILE EVANGELICO"
Uno de los respaldos más importantes del avivamiento fue una publicación que
apareció el 11 de septiembre de 1909 y que continuó saliendo casi semanalmente hasta su
ultima edición, el 2 de noviembre de 1910. Hubo un total de cuarenta y ocho números. Fue
el antecesor del Chile Pentecostal.
Su aparición fue providencial para el nuevo movimiento, ya que en esa misma fecha
El Cristiano cerró sus columnas a Mr. Hoover, publicando solamente críticas al
avivamiento. El nacimiento del nuevo periódico fue consecuencia de la renuncia del pastor
Tulio Rojas, de la Iglesia Presbiteriana.

19
"El Chileno", 6 de octubre de 1909.
20
Hoover, pág. 36.

131
Tulio Rojas (antes Morán, por cambio de su apellido)
Tulio Rojas recibió su licencia como pastor en 1895, en la Iglesia Presbiteriana y fue
enviado a la Iglesia de Concepción. El fue un poderoso predicador y la iglesia floreció bajo
su ministerio, a tal grado que llegó a ser una de las iglesias presbiterianas más grandes de
Chile. Además de predicar, él escribió artículos para varios periódicos.
Debido a su esforzado trabajo, sufrió un periodo de enfermedad mental en 1907.
Durante ese tiempo un misionero norteamericano, James McClean, fue a ayudar a la iglesia.
Cuando el pastor se recuperó, la misión fue renuente a entregar la administración de la
iglesia totalmente al pastor. Así nacieron algunos problemas entre la Iglesia Presbiteriana y
el pastor.
A comienzos de 1909 la iglesia puso al misionero norteamericano William Boomer
como pastor y a Tulio Rojas como su ayudante. Esto causó la renuncia de Tulio Rojas, en
agosto de 1909, y, después, la división de la congregación en enero de 1910.

Avivamiento en Concepción
Una causa de esta ruptura fue un avivamiento espiritual precioso. Esto sucedió sin
que ellos supieran del avivamiento de la Iglesia Metodista de Valparaíso. Fue por este
despertamiento, en Concepción, que nació el "Chile Evangélico". Solamente cuando los
vecinos los compararon con "los locos de Valparaíso", y cuando los acontecimientos del 12
de septiembre salieron en El Mercurio, supieron de los otros despertamientos.21 Mr. Hoover
solamente supo del periódico cuando alguien le dio uno de sus primeros ejemplares.22
La providencia de su aparición está confirmada cuando se toma en cuenta la fecha de
su primer número, el 11 de septiembre de 1909. Ese fue el día antes de la visita de Elena
Laidlaw a las iglesias metodistas en Santiago y sus divisiones. Cuando los disidentes
recibieron el Bautismo del Espíritu Santo, hablando en otras lenguas, salió su segundo
número titulado "El Don de Lenguas en Chile". Durante la campaña del diario El Chileno en
Valparaíso, su tercer y cuarto número respondió con los titulares "Los Sucesos de la
Población Montiel". "¡Estos que alborotan al mundo!" y "Carlos Finney: su conversión.
Visión de luz. Ondas de amor. Risa inexplicable. Bautismo del Espíritu".
Tulio Rojas personalmente visitó a Hoover en Valparaíso y también a los disidentes
de Santiago; luego comenzaron a aparecer artículos y cartas de esos grupos. Gracias a esta
publicación tenernos intactos los artículos y tratados que Hoover había recibido previamente
a 1909.

Enrique Koppmann
Enrique Koppmann era cuñado de Tulio Rojas y un miembro de los disidentes de
Concepción que había salido de la Iglesia Presbiteriana con el pastor Rojas. El también fue
director del Chile Evangélico, haciendo muchas contribuciones personales. Cuando Tulio
Rojas cayó enfermo, después de solamente cuatro meses de publicación del nuevo periódico,
él siguió adelante con la obra de la iglesia y de la publicación, esperando la recuperación del
pastor Rojas.
Cuando cambió su nombre el Chile Evangélico al de Chile Pentecostal, el 24 de
noviembre de 1910, él continuó en la misma línea hasta fines de 1915. Bajo su

21
Entrevista con Maria vda. De Navarrete.
22
"Fuego de Pentecostés", enero de 1928, No. 1, pág. 1.

132
administración, la revista siempre llevaba noticias de la obra a través de Chile y además
noticias del extranjero. Cuando Mr. Hoover asumió su dirección, en 1917, no enfatizó tanto
los sucesos de la obra en Chile.
El optimismo inherente a su nacimiento se encuentra en el editorial que apareció en
su primer número, y que resultó profético:

Un Periódico Nuevo
"El vino nuevo en odres nuevos se ha echar", dijo nuestro Señor. El vino nuevo
era el espíritu de su doctrina, que no podía ser encerrado en los odres viejos del
ritualismo judaico. Cada nuevo avance del espíritu humano ha exigido formas
nuevas y más elásticas. No decimos nada en contra de lo antiguo. Nuestro Señor
nos enseñó a reverenciarlo cuando hizo el elogio de Juan el Bautista. Empero, si
entre los nacidos de mujeres no hay mayor profeta que Juan el Bautista, el más
pequeño en el reino de los cielos es mayor que él.
La aparición de Chile Evangélico obedece a una necesidad que, a nuestro
juicio, se dejaba ya sentir en la iglesia evangélica de nuestro país. Su aceptación
o no por el pueblo cristiano confirmara nuestro juicio o lo desvanecerá.

Defendiendo la Obra del Espíritu


El Chile Evangélico jugó bien su papel como "voz en el desierto". La siguiente es
una carta que demuestra cómo ayudó a contrarrestar las criticas.

QUILLOTA
Diciembre 23 de 1909
Rev. Tulio Rojas, Concepción

Querido hermano:
Recordando siempre su insinuación escribirle, a cada momento he pensado si
debo escribir o traducir algo o no, sobre el actual movimiento de avivamiento, y,
por fin, creo que debo glorificar a Dios para que El se glorifique en mí.
Me he encontrado con dos amigos íntimos al llegar a Valparaíso y ambos han
preguntado mi parecer sobre la obra en la Iglesia Metodista Episcopal de esa
ciudad. He contestado en el acto que creía que era de Dios, a lo que
inmediatamente me han contestado "y del diablo también"; a esto he asentido
agregando que eso mismo probaba que era de Dios, pues, al contrario, el viejo
enemigo de nuestras almas no se hubiera preocupado del asunto, de falsificar o
poner en el corazón de los hombres fingir lo que no poseían. Desde luego doy a
Vd.. mis impresiones y convicciones.
Al asistir por primera vez a una reunión en Valparaíso, donde hacían oración
unida, me ofuscaba el ruido y la bulla y, en particular, la de unos hermanos más
que otros.
Obedeciendo las insinuaciones de un hermano, principié a prestar mi
asentimiento a las peticiones de aquellos que me rodeaban haciéndolas mías
(personales) y confirmándolas con "Amén", "Sí, Señor", "Yo también" y
análogas expresiones. Haciendo así me fue posible hacer desaparecer un
ofuscamiento y positivamente empezar a aprender nuevas lecciones de la Palabra
de Vida y en poco rato llegar a ser un buscador del Bautismo del Espíritu Santo

133
y Fuego, lo cual confío recibir a la brevedad, pues tengo la confianza de que El
está en mí y sigo buscando su Bautismo o Sello. Además tuve desde luego más
libertad en la oración, lo que gozo aún.
Ahora, claro es que si me hubiera dejado vencer por el ofuscamiento habría
salido fuera (como he visto algunas personas hacer) sin darme tiempo a estudiar
el asunto siquiera un poquito.
Sin embargo, habiendo aprendido la primera lección, me encontré cuidadoso de
aún abrir mis ojos, temiendo ser curioso o novedoso en cosas Santas. Por fin me
di cuenta de que al estar allí era un deber de examinar con ojos, oídos y corazón,
con reverente temor, lo que había; es decir, los fenómenos que,
infortunadamente, han despertado demasiado interés y lo cual Satanás usa para
ofuscar y preocupar a los hijos del Reino, y a los de las tinieblas para que se
retraigan o abstengan de seguir adelante, ya por temores, ya porque ensalzan más
a los fenómenos que al Bendito Espíritu Santo de Dios, a quien, junto con el
Padre, y el Hijo sea la Gloria sempiterna.
Debo ser ahora breve y le expondré algunas consideraciones, aunque sé muy
bien que Dios no necesita que el hombre defienda su Honra y Gloria y que algún
día los muertos on El hablarán su propio testimonio como Ananías, y Safira y
Nabad yAbihú:
a) Las almas se salvan. (Hechos 2:47)
b) Confesiones, restituciones, abandono de pecado. (Lucas 19:8, Hechos
19:19)
c) Asistencia no interrumpida, de día y de noche a la casa del Señor para orar.
"Mi casa, casa de oración será llamada". Interés inusitado en las reuniones.
d) Amor. El amor entre las Iglesias y dentro de cada iglesia y entre las
denominaciones ha aumentado y sigue en aumento.
e) La unión entre muchos miembros, personas, familias, etc.
f) El gozo, aun en grandes tribulaciones.
g) Dios es glorificado en gran manera porque la Sangre del Cordero es
ensalzada y ocupa su preeminente lugar; además jamás se había oído como
ahora ensalzar y dar honra y gloria al Bendito Espíritu Santo de Dios.
h) Jamás se han visto tan maravillosas y milagrosas conversiones y obras de
salvación entre los pecadores en este país.
i) Cada movimiento de avivamiento ha sido caracterizado por himnos
especiales y un avance a la obra por salvar almas. Los himnos que hoy se
están publicando en Chile Evangélico son los primeros y todos ellos hablan
de salvar almas.
Si es verdad que Satanás tiene parte en esto, en imitaciones (por posesiones de
demonios) o por hermanos u hombres que fingen exteriormente tener lo que no
poseen, de ninguna manera prueba que todo es obra de Satanás, pues Satanás no
hace conversiones, restituciones, confesiones, gozo, canciones espirituales, etc.
Ni es la unión, el amor, asistencia a la casa de Dios para orar, obra de él.
Tampoco ensalza la Sangre del Cordero (sino que la apoca) ni ensalza la obra del
Bendito Espíritu Santo.
El hecho es bien claro y palpable para aquel que quiere ver; aquel cuyos ojos
no están embargados por Su Majestad satánica. Dios está obrando y los
pecadores se esfuerzan en entrar en el Reino.

134
Y ahora, amados, a quienes Dios ha favorecido en tan gran manera, vosotros
bautizados, tomados por el Espíritu, vosotros huéspedes del trono blanco: Mirad
por vosotros mismos, guardad los secretos de Jehová; mirad que no contéis a
nadie sin la certeza de que el Padre lo desea; guardad el incienso (de oración),
guardad vuestras ropas limpias, guardad el sacrificio intacto sobre el altar,
limpiaos vosotros que lleváis los vasos de Jehová. No olvidéis que tenemos este
tesoro en vaso de barro, que el barro es fácil de rasgarse (quebrar). Nadie os
quite vuestra corona (Apoc. 3:11). Confirmaos y corroboraos en la Palabra de
Dios, a quien sea la gloria eternamente.
Su affmo. H no.
John Lewis

Debido a las extensivas noticias de la prensa, la curiosidad de parte del público


empezó a ser evidente aun en las otras iglesias protestantes del puerto. Una iglesia
presbiteriana informó lo siguiente:

Ya principian a llegar noticias, sobre todo de Valparaíso, que hablan de mayor


asistencia a los locales de nuestra Iglesia, pues mucha gente, movida por la
curiosidad, está asistiendo, esperando ver las barbaridades referidas por la prensa
acerca de la iglesia de la calle del Olivar.23

Respondiendo a esta curiosidad, Mr. Hoover envió a Elena Laidlaw en una gira por
las iglesias del sur de Chile, acompañada por una hermana antigua y conocida, de la iglesia
de Valparaíso, la hermana Natalia de Arancibia.

23
"El Heraldo Evangélico", 7 de octubre de 1909, No. 1526, pág. 4.

135
Yo Contemplé Su Gloria
Carlos A. Escorcia

Capturado por Dios


Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué.
Jeremías 1:5

En aquella mañana de febrero de 1948 cuando el reloj solar de la vieja hacienda


señalaba las nueve de la mañana; aparecieron dos hombres de porte religioso solicitando la
dirección de tierra adentro más allá del cerro Musún.
Uno de ellos miraba de hito en hito a mi madre y con las palabras que su escaso
español le permitían pronunciar, preguntó: ¿ Quisiera usted favorecernos permitiendo que
su hijo nos acompañe para mostrarnos la senda que conduce más allá del cerro? Hemos
oído que allí viven unos creyentes en Cristo y necesitamos visitarlos. Al escuchar tan
insólita petición, mi madre exclamó: ¡Válgame la virgen! ¡ Líbreme de estos hombres! Y
volviéndose hacia mí, dijo: ¡No te das cuenta que éstos son los tales aleluyas que vienen a
estos recovecos a comprar almas! Métete al cuarto a cuidar a tu hermano. ¡Virgen del
Perpetuo Socorro! A esta altura de las cavilaciones de mi madre y olvidándome de mi
hermano que estaba confinado en cama víctima de un hechizo; me ofrecí gustoso a
cooperar con los extranjeros. Más tarde supe que uno de ellos era el misionero recién
llegado a Matagalpa, Nicaragua, Rev. Elmer Carlos Niles.
Tres días después de fatigosa jornada mientras el astro rey se ocultaba con sus
fulgurantes rayos sobre el horizonte y mientras su luz aún predominaba; los dos viajeros
ansiosamente seguían mis pasos deseos de conocer a sus hermanos y su servidor
ensimismado en mi futuro tenebroso; continuaba caminando ignorante de que con ese viaje
se iniciaba la espiritual metamorfosis de mi vida. Meditabundo me pregunté a mí mismo
cómo Dios el Dador de todo lo creado me permitía contemplar Su gloria a través de la
penumbra al inicio de aquella noche. ¿Cuántas veces nosotros seguimos nuestro sendero
con ojos que no ven? Los cerramos ante las maravillosas influencias de ese grandioso
santuario exterior que Dios creó para que sus hijos lo disfruten.
Nos impedimos nosotros mismos la llegada a un lugar más cercano al palpitante
corazón de la naturaleza. Aún no estamos preparados para aprender las lecciones
esparcidas en ese libro ampliamente abierto; lecciones que sólo puede interpretar
correctamente quien las desea entender. Como lo dijo un poeta legendario:

Tu Nombre en el espacio lo escriben los cometas


Con cifras misteriosas que el hombre no leyó;
Porque jamás supieron ni sabios ni poetas
El inmortal arcano que en ellas se encerró.

Son tan intangibles, tan esquivas; pero una vez comprendidas la comunión con la
naturaleza resulta tan dulce.
Con estas meditaciones quedé profundamente dormido dentro del follaje de las

136
potentes ramas de un gigantesco árbol donde previamente instalamos nuestras hamacas por
temor a las fieras. La negra noche nos envolvió con su manto pero nuestro sueño fue
interrumpido por unos extraños visitantes aparentemente habitantes de la selva quienes nos
dieron la impresión de estar perdidos, porque cuando uno de ellos lo llamaba:
«Caballerooo» el otro a larga distancia se le oía contestar: «Pocoyoo». Los repetidos
nombres que dichas aves se reciprocaban se nos convirtieron en una dulce canción de cuna
e inconscientemente nos alimentaron el sueño.
Al romper el alba y con la experiencia de aquella noche, continuamos la marcha en
búsqueda de los mencionados creyentes. Mientras avanzábamos por el fangoso sendero de
la jungla; se me hacía difícil comprender el camino por el cual Dios me conducía. El por
qué, el cuándo y el dónde para mí eran un misterio; pero Dios nunca se pierde. El conoce
su camino. Cuando nosotros estamos confundidos Dios nos muestra el camino desde el
principio hasta el final.
Aún el mar, en todas sus partes, es el camino real por donde transita Dios; y no
podemos seguir su rastro en el mar porque el misterio es parte de la disciplina que Dios nos
ha señalado. La incertidumbre nos prepara para una seguridad más profunda. Por lo tanto,
el mar turbulento en la vida debe ser considerado como nuestro mejor amigo, así lo
entenderemos algún día. Necesitamos ese misterioso mar. Salmo 77: 19.
La presencia de Dios nos previene las tormentas; estamos más a salvo en el peligro
con Dios, que en la quietud sin Él. No debemos poner nuestra esperanza en las arenas
movedizas del tiempo. Nuestra confianza debe estar puesta en la inmovible roca de la
eternidad, y esto fue precisamente lo que experimenté al contemplar Su gloria cuando
arribamos al río Bilampí.

Ciertamente Jehová está en este Lugar yo no lo Sabía


Génesis 28: 16
Antes de cruzar el río consideramos su profundidad y anchura. Como los
misioneros cabalgaban sendas mulas, decidieron que su servidor cruzara primero porque
mi caballo sobrepasaba en estatura a sus mulas. Sin vacilar me lancé al río mientras ellos
con sus ojos me seguían. A medida que avanzaba el río se profundizaba y al llegar a la
margen obligué a mi bestia a saltar para alcanzar el barranco. Al ímpetu del salto el animal
hundió sus patas traseras y se volcó hacia mí arrojándome al fondo del río donde caballo y
jinete quedamos atascados.
Al notar que sólo las burbujas brotaban a la superficie del agua los misioneros se
disponían a rescatarme. ¡De pronto como una explosión el caballo apareció por un lado y
yo inexplicablemente me encontré sobre una roca temblando pero sano y salvo!
Los noventa segundos que según los misioneros transcurrieron mientras la bestia
luchaba para despegarse de la ciénaga teniéndome aprisionado en el fondo, aún están
registrados en mi mente y corazón al experimentar la gloria de la admirable presencia de
Dios que oyó mi clamor y se inclinó a mí sacándome del pozo cenagoso; puso mis pies
sobre la roca, me salvo y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca un cántico nuevo,
alabanzas a mi Dios. Leerán esto muchos, y temerán y confiarán en Jehová. Salmo 40: 1-3.
Después de esta terrible y maravillosa experiencia en que estuve sin respirar por
noventa segundos y bajo el cuerpo del animal en el fondo del río; salí milagrosamente a la
superficie y exclamé:
¡Dios está en este lugar y yo no lo sabía! (más tarde leí en la Biblia que Jacob había
dicho 1o mismo).

137
Sobre aquella roca y en medio del río, tiritando me entregué a Jesús por entero sin
limitaciones. Le confesé todas mis culpas; de repente experimenté como si los ojos de mi
espíritu se abrieron para contemplar a Dios y adorarle por la primera vez en Espíritu y en
verdad. La religión de oídas se convirtió en mí en una dulce y tierna intimidad espiritual
con mi Admirable Salvador al recibir mi salvación contemplando Su gloria a través del
volcán en aquel río.
Si en el cielo hay gozo cuando un pecador se arrepiente en este mundo, también lo
noté en los misioneros quienes al continuar la marcha ya no éramos tres en el camino sino
un cuerpo en Cristo. Sin sentir cansancio seguimos jubilosos por aquel sendero con la
esperanza de encontrar alguna choza donde pernoctar y mientras más meditaba me invadía
la dulce experiencia de haber re-nacido para Dios en su sagrada familia y vivir con Él y pa-
ra Él. Comprender Su propósito original cuando nos hizo a su imagen y ser la corona de la
creación para gobernarla a Su voluntad. Las cosas espiritualmente instructivas penetraban
en mi entendimiento y empezaba a comprender que lo mejor de la vida que se vive es
cuando la vivimos para Dios. Que la vida no es extensión sino satisfacción cuando somos
uno con el Señor. Esta era mi meditación y es mi nueva experiencia bajo su señorío.
Al fin arribamos a una pintoresca aldea oculta bajo una densa vegetación tropical.
A medida que aproximábamos se escuchaban melodías de alabanzas espirituales. Con
confianza entramos a la espaciosa cabaña pero como el calor de mi cuerpo aún no había
secado mi empapada indumentaria, nuestros atónitos creyentes preguntaron que si había
llovido durante el viaje, ¿por qué mis compañeros no se habían mojado? Nos recibieron
con corazones contentos y reposados que hacían juego con sus radiantes rostros. Era obvio
que su contentamiento brotaba desde el mero centro de sus espíritus reflejando una paz
saturada de gozo al punto que sus miradas manifestaban la gracia de Dios en sus vidas.
Nos hospedaron dentro del límite de sus capacidades, y debido a que mi hamaca
aún estaba mojada, me acomodaron en el estrecho espacio de cuatro patas de gallina que
me era mejor que el húmedo piso, y los misioneros tocando el techo de paja con sus
hamacas. El dormir como gallo mientras se secaba todo mi equipaje no alteró mi joven
constitución física y soporté las durezas de los treinta días de la jornada.
Al permanecer los misioneros treinta días con los creyentes humildes de corazón e
ignorados por los demás; se dieron a la tarea de impartirles estudios bíblicos titulados
«Cursos Breves». Mientras se desarrollaban las clases, empecé por primera vez a estudiar
el Nuevo Testamento y descubrí a fondo el Sermón del Monte que en mi niñez había leído
en unos tratados en que mi padre traía envueltos los artículos caseros de las casas comerles
de la ciudad de Matagalpa.
Comprendí que la Palabra escrita por el dedo de Dios se convertía en la vida de mi
vida a medida que la leía y re-leía. Por las noches celebrábamos cultos gloriosos con la
nueva familia espiritual. Nos rendíamos en admiración y alabanzas al Creador, y todo el
ambiente saturaba nuestros corazones despertando mi entendimiento con la admirable y
maravillosa presencia del Señor. El cielo estrellado con su luna llena despedían halos
luminosos a través de la enrejada cabaña donde estábamos reunidos.
Llegó el día de regresar, los misioneros a continuar con sus labores evangelísticas
en Matagalpa y su servidor a su labranza. Al despedirme de ellos y seguir mi camino a
solas, sentía que mi sendero se iluminaba en el fragmento de una visión mientras
cabalgaba. La palabra «yo» no me satisfacía como antes, de modo que decía a mí mismo:
«Cristo y yo» pero mientras más meditaba su gloria aumentaba y la mía menguaba. Las
frases bíblicas que había leído durante el «Curso Breve» se incrementaban: «El que se

138
quiera gloriar, gloríese en el Señor». También había leído de Juan: A Cristo le conviene
crecer, a mí menguar. De Pablo, que decía que él era el más pequeño de todos. Me
consideré como neblina que se aparece y luego se desvanece. A medida que avanzaba a
voluntad de mi caballo, la visión se me hizo más clara y proferí en tono humilde: Cristo …
su presencia fue tan arrobadora que le ofrecí una vez más mi ser entero como Su verdadero
templo espiritual. Como el recipiente de Su Espíritu, mi ser entero era uno con El
preparándome para enfrentarme con fe a las maquinaciones diabólicas que en mi hogar
esperaban.

Estas Señales Seguirán


Marcos 16: 17
¿Cuál debiera ser la actitud del cristiano cuando se encuentra en una situación
difícil y angustiosa; en una prueba severa? Sólo tiene una alternativa. La confianza sencilla
e inamovible en Dios. Una negativa a mirar la circunstancia difícil con disposición a mirar
sobre ella. La única manera de lograrlo es viviendo en intimidad con Dios. El cristiano que
camina con el oído atento a la voz de Dios conserva las fuerzas espirituales en los más
rudos altibajos de la vida. La realidad es que Dios es más poderoso que cualquier tentación
o peligro. La persona que tiene a Dios en su corazón es invencible.
Es cierto que a veces Dios pone a sus hijos en situaciones de profunda dificultad.
Los arrincona en callejones sin salida produciéndoles una situación que la discreción
humana jamás habría admitido. En esos momentos las órdenes de Cristo en Mr. 16:17
resuenan con renovado significado. Este tipo de fe en Dios es a forma más práctica de
enfrentar cualquier problema satánico. Es tomar literalmente la Palabra de Dios y
demandar su cumplimiento.
Tres días después de haberme despedido de los misioneros en nuestro viaje de
regreso por el Musún; arribé al hogar donde mi madre angustiada y desesperada salió a
encontrarme y abalanzándose hacia mí vociferó: ¡Hijito mío! ¡Tu hermano está
agonizando; y tú por acompañar a esos aleluyas no te das cuenta de su miserable
condición! Apéate, date prisa para verlo.
Me acerqué a él ¡Qué horror! Sus ojos brotaban rojos de sus órbitas. Por su
mandíbula muy rígida segregaba un líquido viscoso. La rigidez de su brazo derecho y de su
hercúlea fuerza era tan enorme, que cuatro de sus compadres no podían doblegarlo a pesar
de su agonía y del escaso hálito que apenas se le notaba.
Ante aquel fantasma de la muerte comprendí que sólo era un puente para que Su luz
penetrara sin que yo me hundiera en el profundo abismo de la incredulidad y desesperación
humana. Doscientas personas entre parientes, amigos y conocidos esperaban su inminente
desenlace fatal.
Habiendo agotado mi madre todos sus recursos con la ciencia cuyos resultados eran
infructuosos porque se trataba, decían, de un caso de hechicería. Se dio a la búsqueda de un
curandero entendido en hechicería después de haber consultado a especialistas, sicólogos y
espiritistas. Uno de ellos connotado espiritista llamado Juan Mendiola quien tenía fama de
evocar muertos, diagnosticó que el caso de mi hermano había llegado a su etapa final.
Ante la presencia del curandero que al fin se logró sacar de tierra adentro, más
campesinos se aumentaron al grupo de los doscientos que velaban a mi hermano; para
conocer y admirar los conocimientos medicinales de tan ilustre doctor de la montaña.
Esta era la macabra escena que se desarrollaba cuando su servidor arribó al hogar.
Para toda la comunidad esto era un espectáculo digno de su mayor atención.

139
Aquel extraño curandero permanecía dando vueltas alrededor de mi hermano;
sonando las cuerdas de su mandolín con el fin de que ningún espíritu diabólico se
introdujera en la víctima. Dando vueltas explicaba a la impresionada concurrencia que la
música ahuyenta a los espíritus malignos, y que lo hacía a semejanza del ejemplo que había
recibido del joven David quien fue llevado a la cohorte para tocar el arpa y de este modo
apaciguar la turbada mente del rey Saúl.
Volviéndose hacia mi añadió: He esparcido la correspondiente «agua bendita» en
las cuatro esquinas de la casa. Esto es lo último que se puede hacer cuando en casos como
el presente, el hechizo diabólico de la víctima ha sobrepasado los poderes de la magia
blanca. Es necesario ordenar inmediatamente la hechura de un ataúd cuadrado para dar
cabida al encorvado y rígido cuerpo, porque esa misma forma mantendrá dentro del ataúd.
Considerando la magnitud del caso, en mi entendimiento aún vislumbraba aquel
embrujo fatal como un puente; y recordando la visión de «Cristo y yo» que anteriormente
disfruté, fui impelido a entrar a mi aposento a solas para hablar con Aquel que ahora
gobernaba mi vida.
Al azar abrí mi Testamento de bolsillo y sin hojear mis ojos tropezaron en estos
textos: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en la
mano serpientes y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán
sus manos y sanarán.
Con este súper descubrimiento dije: ¡Señor! Soy uno de los que en Ti ha creído; y
por segunda vez de hinojos me rendí a sus pies, pues no hay amor como el suyo. Ni la
tierra ni los cielos se podrán igualar. Tener a Cristo y ser hallado en El, es vida. El Señor
no trata a sus siervos con rudeza; da a los suyos como un rey da a otro rey. El da dos
cielos; uno de servicio acá en la tierra, y un cielo allá arriba para deleitarnos en Su pre-
sencia para siempre.
Descubrí que la Biblia no contiene letra muerta. Cristo lo dijo: «La Palabra que os
he hablado es Espíritu y Vida». Era segunda vez que me sentía aguijoneado por esa fuerza
viva. Estos textos que el Señor allí mismo me mostró, revolucionaron mi ser, sus
resplandecientes promesas para mí estaban escritas con tinta invisible en mi corazón, pero
ahora se hacían visiblemente vivas esparciendo brillantes rayos por el estrecho sendero de
mi vida.
Impactado espiritualmente salí de mi aposento hacia la multitud que velaban
esperando el desenlace fatal de mi endemoniado hermano. Un silencio sepulcral reinaba
dentro del misterioso y embrujado ambiente de aquella media noche donde ningún
campesino se atrevía a salir fuera de la casa por temor a que algún espíritu envuelto en la
oscuridad se les introdujera.
Al notar mi presencia el curandero cesó de tocar su mandolín. La muchedumbre
continuaba silenciosa. Las últimas esperanzas de mi dolorida madre languidecían. Las
experiencias de David con Goliat en aquella ocasión las ignoraba, no obstante, mi hombría
interna preñada de espiritualidad vociferaba: En mi nombre echarán fuera demonios.
Las inusitadas manifestaciones de mi hermano y los continuos comentarios de los
aldeanos eran que estaba poseído de demonios, pues su fuerza física traspasaba los límites
normales. El silencio de la muchedumbre no era inferior al de aquella noche. El temor de
salir fuera se acrecentaba, hasta el cacareo del consabido canto del gallo a la una de la
mañana embargaba el alma de todos, aun del mismo doctor de la montaña.
Todos permanecían inmóviles y temerosos aún del más mínimo ruido. La víctima
permanecía encorvada y con sus ojos muy penetrantes miraban la viga de la casa con su

140
brazo estirado hacia la misma dirección; siendo inútil todo el continuo esfuerzo de sus
compadres.
Interrumpiendo el silencio. les dije: Como ustedes saben, mi madre ya ha agotado
todos sus recursos en la ciencia, y la ciencia, toda su sabiduría. Lo mismo han hecho los
sicólogos y espiritistas. En cuanto a nuestro doctor de la montaña, insiste que la víctima
está dominada por Satanás. Por tanto, debo invocar el poder de lo Alto, a nuestro buen
Padre Celestial cuya potencia supera a todas las limitaciones humanas.
Decididamente abrí paso entre la multitud para conseguir ventilación. La espantosa
apariencia del hechizado casi me atolondraba; pero al instante presencié a Cristo en acción,
cuando al proferir su Admirable Nombre, el enfermo prorrumpió en gritos arrojando de su
boca el amuleto que supersticiosamente el curandero le atribuía virtud divina para
ahuyentar a los demonios.
De pronto gritó desesperado: Mamá déme la alcarabaca (amuleto). Impulsado por el
Señor impedí a mi madre lo satisfaciera; al mismo tiempo las palabras de Cristo hervían en
mi ser cobrando vida al mismo tiempo que mi hermano incesantemente gritaba: ¡seguí
rezando que me lleva! La presencia satánica me calaba los huesos; el embrujado ambiente
se incrementaba y la muchedumbre enmudecía.
Abrumado con la lucha de la fuerza del mal, mi debilidad emergió fe y reprendí a
Satanás que me acosaba. Mientras continuaba emergiendo fuerzas de mi debilidad y con
mis ojos cerrados; oí un ruido y al abrirlos, ¡miré que mi hermano había vomitado un
cangrejo!
Un grupo de campesinos tomaron tusas y olotes y lo echaron al fogón para ser
quemado; el hedor invadió el ambiente e hizo a todos estremecer. Temblorosamente se
incorporó mi hermano y vacilante me repitió: Seguí rezando porque veo que una sombra
negra me llama y tengo mucho miedo. Deduje que los espíritus se negaban abandonar su
templo.
Me aferré a la Palabra de Dios, y siendo que el Señor obraba poderosamente en mí;
me enfrenté una vez más ante la obvia presencia de espíritus infernales quienes al oír la
autoritativa palabra del Señor huyeron dejando a mi hermano extenuado con espuma en su
boca y mandíbulas tiesas.
Por las demandas de orar por él, olvidé a la multitud que permanecía perpleja
contemplando por primera vez al verdadero Dios ejecutar la liberación del hechizado como
en los tiempos apostólicos. De repente escuché un unísono susurro; abrí mis ojos y me vi
rodeado de toda la muchedumbre en quienes ya el Espíritu Santo estaba convenciendo de
pecado. Por un par de horas permanecimos ensimismados contemplando la extraordinaria
visita celestial. Me sentía tan embargado de alma que no hice intentos como en nuestros
esfuerzos evangelísticos de suplicar a la gente a aceptar su salvación; Jesús mismo
permitió a esa ignorada multitud presenciar su milagro ¡y al instante todos le entregaron el
corazón!
La débil condición física de mi hermano exigía la esmerada atención de su esposa
mientras su servidor lo alimenta con la leche espiritual de la Palabra del único Testamento
de bolsillo que uno de los misioneros me había regalado. El doctor de la montaña que
había aceptado al Señor con su esposa y sus trece hijos al presenciar el poder de Dios
mucho más poderoso que el de la ciencia bruja etc., había arrojado el resto de sus amuletos
y cáscaras amargas y muy feliz y sonriente me solicitó la dirección de mi iglesia. Siendo
que su servidor no se congregaba en ninguna iglesia, le contesté: La dirección de la iglesia
es ésta, y le palpé su corazón. Usted se ha convertido ahora en el templo de Dios cuyo

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milagro acaba de presenciar y experimentar. Manténgase limpio y puro de corazón. En
cada conferencia anual que las Asambleas de Dios celebraban en Sabana Grande se hacía
presente con su numerosa prole.
El resto de las doscientas personas que contemplaron la gloria de Dios regresaron a
sus hogares con las buenas nuevas que alborotó el avispero. Los que oyeron la noticia se
madrugaron a la ciudad de Matagalpa a decirle al señor obispo que un aleluya de la aldea
se había convertido de la noche a la mañana en embaucador. El obispo les contestó:
mañana mismo estaré allí a las once de la mañana para excomulgar a ese intruso.
Me avisaron que me preparara porque al día siguiente el señor obispo quería
conocerme. Subrayé lo más sobresaliente de la doctrina en mi pequeño Testamento y
esperé al obispo en la hora señalada; pero éste no se apareció jamás. Tres días después
regresaron los mismos hombres donde el obispo. Les contestó que ese mismo día había
enviado por el aire la excomunión para mí. Los ingenuos campesinos muy contentos
trajeron la noticia a la comunidad.
Después que mi hermano ganó fuerzas físicas y espirituales se responsabilizó
nuevamente de la finca y su servidor partió a Santa Ana, El Salvador a entrenarse en el
Instituto Bíblico de las Asambleas de Dios. Cuando el obispo oyó la noticia, reunió a todos
los nuevos creyentes en la ermita de la aldea y los atemorizó diciéndoles que tenían que
confesarse todos por haber cometido tan grande «sacrilegio».
Al regresar de mi primer año de estudios me lancé por el litoral atlántico de
Nicaragua en giras evangelísticas y observé que mi enemigo común no me despegaba sus
ojos. Ya comprendía bien que él siempre anda en busca de quien devorar.
Sucedió que mientras yo hacía un recorrido a pie por la jungla, usó a un misquito
encantador de serpientes de los que allí viven y me siguió sin que yo lo notara. Al estirar su
brazo para colocarme la víbora sobre mi espalda; su pie resbaló y cayó en un precipicio
con la serpiente enredada en los bejucales. Al oír el ruido miré atrás y vi al hombre
luchando en el fondo con la culebra a cuestas. Este encantador había dicho a los demás que
me iba a matar sin ensuciarse las manos.
Hoy y siempre Satanás actúa como en el tiempo de Cristo. Pero la Biblia nos dice
que para esto apareció el Hijo de Dios; para deshacer las obras del diablo. Su poder y obras
quedaron destruidas por Cristo en la cruz. Todo hijo de Dios debe conocer las
maquinaciones satánicas; Cristo nos dio el poder y autoridad para vencerlo. Para tener
éxito se nos exhorta a vestirnos de toda la armadura de Dios para resistirle varonilmente.

142
México: Rodolfo C. Orozco
Roberto Domínguez
Pioneros de Pentecostés

Nuestra visita al venerable anciano en su hogar en Monterrey, fue del todo muy
productiva para la información que queremos dejar a las presentes y futuras generaciones,
tanto de la república azteca, como del mundo pentecostal de la hispanidad.
Para el día 15 de abril del año 1915, nos dice el Rdo. Orozco, mientras estaba
emigrado en los Estados Unidos, Dios le salvó. Fue en la gran urbe de Houston, Texas,
donde a la sazón trabajaba corno jornalero. Su mentor espiritual fue un hermano llamado
Nemesio Alanís. Una vez sembrada la semilla en su amigo, Alanís desapareció de aquellos
contornos. Permaneció Orozco fiel al Señor, y era tanto su entusiasmo al conocer las
buenas nuevas de salvación, que un mes más tarde era bautizado con el bautismo del
Espíritu Santo, en ocasión en que se desarrollaba una campaña dirigida por el evangelista
John Joyner.
– Los hermanos americanos me instaron a sembrar la semilla del poderoso
Evangelio entre mis coterráneos, dice el Rdo. Orozco. Aun cuando este joven convertido
carecía de instrucción académica, Dios le inspiraba de tal forma que los mexicanos acudían
a él para escuchar aquellas palabras saturadas de unción espiritual. Así trabajaba
Pentescostés en aquellos años; y Orozco inició su ministerio pastoral comprando una casa
de madera al Rdo. Sawyer por sesenta dólares, organizando la primera iglesia mexicana en
territorio de los Estados Unidos de América.
El gran pionero Enrique C. Ball, que para esa misma época había recibido el
mensaje pentecostal, y del cual ya nos ocupamos en el primer volumen de Pioneros de
Pentecostés, al saber que un grupo de americanos se reunía en Houston, fue a visitarles.
Allí conoció a Orozco, y empezó una franca camaradería entre los dos hombres de Dios.
Ball había recibido nombramiento del Concilio General de las Asambleas de Dios,
organizado cuatro años antes, para organizar la obra mexicana en Texas.
Necesitando el apoyo e instrucción necesaria para un más efectivo pastorado, Ball
le llamó a asociarse con él en San Antonio, recibiendo sus credenciales oficiales como
obrero de las Asambleas de Dios. Aquella fue una escuela de entrenamiento muy efectiva
para Orozco; pudiendo ampliar sus conocimientos bíblicos y ejercitar al mismo tiempo las
dotes naturales con que Dios le había honrado.
Después de un par de años de adiestramiento, Orozco recibió un tremendo golpe.
Su amante compañera, Concepción Castillo de Orozco fue trasladada al Cielo. Le había
acompañado desde el día de sus bodas en el 15 de mayo de 1915. Fue el día 16 de agosto
del 1922. Concepción le había dado un hijo; Juanito.
No pudiendo soportar la soledad y afligido por una enfermedad pulmonar que le
martirizaba, Orozco optó por irse a morir a México. Dice Orozco que nadie diagnosticó
aquella enfermedad, pero que él cree que fue pulmonar. Apenas podía entenderse lo que
hablaba, y para aliviar su aflicción comía chiles picantes. Sólo así podía hablar.
Llegó el día 2 de septiembre de 1922 a Monterrey. Había nacido el día 12 de julio
de 1891 en el pueblo Doctor Arroyo, Nuevo León. Había cumplido 31 años de vida. Era
casi imposible que a esa edad, y cuando Dios le estaba usando en la diseminación de Su

143
Evangelio a los de su raza, que él tuviera que morir. La fe de este varón obró eficazmente.
Se agarró a las promesas divinas y Dios de una manera sorprendente eliminó aquella
enfermedad.
En la estación del tren en Monterrey, un grupo de hijos espirituales le esperaban.
Aquellos hermanos habían conocido a Cristo en Texas, bajo el ministerio de Orozco. Con
gran lucidez mental Orozco recuerda sus nombres: Filiberto Espinoza, Josefa Páez, José
Gómez y su esposa, María Montemayor. Le suplicaron que permaneciera en Monterrey con
ellos. Aunque se sentía morir, no pudo rehusar aquella suplicante demanda. Siete días más
tarde Orozco, glorioso en la historia pentecostal de México, celebró la primera reunión de
Escuela Dominical en la casa de Pedro Lizcano, un recién convertido. Aquel grupo de 10
creyentes fue la semilla pentecostal en México.
No tardó en alarmarse Monterrey. Aquellos que alborotaban al pueblo habían
llegado hasta allí. Hubo oposición y empezó la persecución, de la cual es famoso México.
Las fuerzas del mal se apertrecharon en una estrategia satánica, mientras que las huestes
celestiales daban al aguerrido varón de Dios fuerzas físicas y espirituales para la gran
ofensiva. El Espíritu Santo empezó a derramarse. Las gentes venían enfermas y salían
sanas, glorificando a Dios. Cultos carismáticos en los cuales se hablaban lenguas extrañas
se sucedían. Dios había llegado a México. Como quiera que Orozco había sido nombrado
Director de la obra en Texas del Sur y México el día primero de diciembre de 1921 cuando
estaba en San Antonio, él se sentía en su elemento.
Como antes relatamos, aquella primera reunión que hace eco en los anales de la
historia pentecostal tuvo una asistencia de 17 personas. Es importante también dejar
sentado que la primera ofrenda de pentecostés en México ascendió a la suma de dos pesos
con veinticinco centavos en moneda nacional. Hoy día, las Asambleas de Dios en México
tienen un capital que asciende a millones de pesos; una indicación de que Dios prospera Su
obra si le servimos con fidelidad.
Ese mismo año memorable de 1922, no muchos días después de haber iniciado los
cultos, se hizo necesario buscar un local más amplio. Aquello crecía a paso agigantado.
Alquilaron una casa. No bien empezaron los servicios. El dueño de la propiedad, siendo
católico romano, se dio cuenta de lo que había hecho, y sin más aviso los corrió de allí.
Ese local estaba en la calle M. M. del Llano. Se encontró otro lugar en la Calle Lerdo de
Tejada. Como 50 congregantes alababan a Dios en aquel recinto. Continuaba Dios
bautizando, salvando y sanando. Por 8 meses permanecieron allí. Su único hijo Juan C.
Orozco, recibió allí a Cristo. El luego vino a ser el Superintendente General de las
Asambleas de Dios en México, y hoy reposa en los brazos del Señor. Tuvo un ministerio
muy fructífero, no solamente en México, sino también evangelizó en los Estados Unidos
y la América Hispana.
Dios continuaba con milagros y maravillas. ¡ Cuántas veces los creyentes recibían
el bautismo de fuego sentados en la clase de Escuela Dominical! Aquello era muy común
entonces. Esto trajo por consecuencia alarma en el pueblo inconverso. Algunos argüían
que aquello no podía durar. Decían que debido a que los pentecostales no acudían a los
facultativos, ni tomaban medicina alguna cuando se enfermaban, habían de morir al fin.
Desgraciadamente para los falsos profetas que así hablaban, la grey crecía y nadie se
moría.
Otra vez el local resultó insuficiente y hubo la imperiosa necesidad de buscar otro
y a fines del año l923 se rentó el lugar ubicado en la Calle Villagrán. Allí pudieron contar
con una casa pastoral y el salón que les servía de templo. Sus principales colaboradores

144
fueron su hijo Juan C Orozco, Andrés Sánchez, Ignacio Rodríguez y David Marines. La
iglesia crecía y seguía adelante. Nuevos obreros ayudaban en la exploración numérica.
Edificaron entonces un techado con ventanas grandes al cual se daban el lujo de llamar
"El Tabernáculo".
Ya había pasado tres años viudo. El día 25 de julio de 1925 contrajo matrimonio
con la señorita Beatriz Saldaña, que ha sido ayuda idónea y buena compañera hasta el
presente, habiendo procreado una preciosa familia, quienes son colaboradores también en
la bendita obra del Señor Jesucristo.
El año siguiente, 1926, empezaron dificultades notorias. Se promulgó una ley que
prohibía la celebración de servicios religiosos en casas particulares, y por tal motivo se
pusieron nuevamente en acción y se dieron a la tarea de demoler el "tabernáculo" y con el
material del mismo construir el Templo Cristiano El Salvador, edificio que antecedió al
que tienen al presente. Todavía en esta dirección no era raro que interrumpieran los cultos
con una lluvia de pedradas arrojadas por los enemigos del Evangelio. Aquellos piedras
sonoras al tocar el edificio, trajo un deseo más ardiente de orar. Hasta el día de hoy allí se
ora comenzando a las diez de la mañana diariamente.
Para el año 1937, la situación se hacía cada vez más contraria. Decidieron hacer
unos viajes especiales a la orilla del Cerro de las Mitras, a fin de que con más libertad el
Espíritu se manifestase. Las noches estrelladas fueron testigos mudos de hombres y
mujeres que clamaban, y alumbrados por la luna, se apostaban en la verde grama, y en las
encrucijadas del camino. Allí descendía Dios y se escuchaban las alabanzas de gargantas
resonantes que mezclaban sus "aleluyas" con palabras ininteligibles preñadas de unción
celestial. Aquellos días de persecución fueron innegablemente necesarios. Sólo así podía el
hombre lanzarse en busca del refrigerio del Espíritu Santo. Por ello progresó el Evangelio
en México.
Para el año 1940 Orozco inició el Instituto Alba. De aquí han salido miles de
obreros abnegados a regar…

145
Puerto Rico: Juan Lugo
Roberto Domínguez
Pioneros de Pentecostés

Rumbo a Nueva York


El día 17 de agosto de 1916, un grupo de jóvenes fueron a la estación de Santa Fe.
Alegres y efusivos, aquellos cristianos le habían entregado el pasaje hasta Puerto Rico y
dinero extra para sus gastos. En sólo unos días aquellos jóvenes habían aprendido a amar a
su enviado, además de haber sentido la responsabilidad para la evangelización de Puerto
Rico. Ellos conllevaban dos responsabilidades con el joven Lugo: Primero, su obediencia
al mandato de ir, dado por Dios a Lugo; segundo, el compromiso de su sostén, dado
también por el Señor a los jóvenes cristianos que le enviaban. Lugo era consciente de
ambas responsabilidades.
Para esta época, las oficinas del Concilio General de las Asambleas de Dios
radicaban en la ciudad de San Luis, Estado de Missouri. Allí se detuvo, haciendo escala en
su viaje a Nueva York para saludar al entonces secretario del Concilio, el reverendo J. R.
Flower.
Llegado el tren a Nueva York, se hospedó en la Misión, es decir, en la casa
misionera que dirigía el reverendo Robert Brown en la calle 42. Allí encontró a un
misionero que se dirigía a St. Thomas, Islas Vírgenes. Este hermano de nombre Jameson,
suplicó a Lugo con la dirección de una nativa de St. Thomas que a la sazón vivía en Puerto
Rico, dándole carta de introducción para ella. Esta hermana habíase convertido bajo el
ministerio de Jameson en St. Thomas. La hermana Michaels vivía en la Parada 18 1/2 en la
ciudad de Santurce.
Jameson fue usado por Dios para afianzar más la fe de Lugo e infundir valor al
nuevo misionero. Sus relatos de los triunfos que él había tenido, animaron a Lugo para
desear cuanto antes llegar al lugar de su llamamiento.

Desembarco en San Juan


El vapor Carolina le llevó de Nueva York a San Juan el día 30 de agosto, fecha
histórica de gran importancia en la obra misionera pentecostal de Puerto Rico. Pasada la
primera noche en un hotel de San Juan, al otro día nuestro misionero buscó la dirección de
la hermana Michaels. Aquella mujer de Dios abrió su hogar para que permaneciera el
tiempo necesario. Las palabras estimulantes de la hermana Michaels le fortalecieron. Era
mujer de Dios, alegre, llena de gozo de la salvación y su felicidad cristiana era contagiosa.
Ella le brindó todas las facilidades y le aseguró que su hogar sería el suyo. Esto es, que
podría sentirse en él con entera libertad.
El hermano Lugo decidió visitar al señor Martín Travieso, quien actuaba de
gobernador interino en la ausencia del representante americano. Le explicó su misión de
predicar a Cristo en Puerto Rico y le preguntó si era permitido. Este trató de disuadirlo
diciéndole que ya se estaba predicando el Evangelio en la Isla, pues varias sociedades se
habían establecido allá hacía quince años, y además la Iglesia Católica también era una
iglesia cristiana.
Lugo escuchó atentamente al señor Travieso y le aseguro que el Evangelio que él

146
quería presentar a Puerto Rico era un tanto distinto, en el sentido que era un evangelio
palpitante, lleno de energías espirituales. Travieso, galantemente le indicó que en Puerto
Rico había completa libertad de cultos y que podía usar las esquinas de calles y si quería
las plazas y parques públicos, lo único que tenía que hacer era solicitar el permiso de la
municipalidad, que indudablemente le sería concedido. Animado con estas palabras salió
Lugo de las oficinas gubernativas con gran gozo y confianza de que Dios estaba abriéndole
las puertas.

Primeros Cultos en Puerto Rico


A las siete de la noche, ese mismo día, ya que él no quería perder ni un solo
instante, se colocó bajo un foco de luz en una esquina. Esa esquina histórica es la Parada
18 1/2, cerca de la casa donde se hospedaba. Entonces aquella calle se llamaba de
Figueroa, hoy del doctor Ferrer.
Abrió su culto con una oración. Luego cantó un himno de alabanza. Esperaba que
de inmediato acudieran las gentes. ¡Qué desencanto! Nadie parecía interesarle. Leyó la
palabra y comenzó a predicar. Las ventanas de las casas se abrían para cerrarse al instante.
La gente lo miraba y continuaban su camino. Quizá creían que era otro loco más escapado
del manicomio. Ni aun los niños le hacían caso. Aunque su entusiasmo se enturbió mucho,
no cedió al desconsuelo. Continuó confiando en su Señor y en la promesa fortalecedora de
que su palabra no volveria vacía. Así comenzó solo y terminó también completamente
solo. Si bien el aguijón de la decepción y el desconsuelo querían hacer dura mella en su
espíritu, el amor de Cristo le traía consuelo animándole a continuar la lucha. "El reino de
los cielos se hace fuerte, y solamente los valientes lo arrebatan."
¡Sí, quizás era una prueba de Dios para ver qué clase de misionero era! Los
pusilánimes no sientan plaza en el ejército de Dios. El se daba cuenta de que el trabajo era
difícil y que el establecer una nueva organización religiosa significaba penas, escarnios,
insultos, posiblemente agresiones personales o azotes como los sufrieron los apóstoles.
Para poder esparcir las doctrinas pentecostales en Puerto Rico iba a tener que librar una
muy fuerte batalla, y estos primeros tropiezos habrían de hacer de él un soldado valiente,
probado por vicisitudes, quebrantos y decepciones. Dios nunca ha llamado a nadie a la
derrota. Aquel primer esfuerzo fue el examen de Dios que una vez vencido, abriría el surco
para una evangelización eficaz, Satanás no iba a arrebatarle la victoria que Dios le había
prometido.
Al llegar a la casa, la hermana Michaels le esperaba. Palabras de aliento salieron de
labios de aquella sierva de Dios. Lugo estuvo inquieto esperando la próxima oportunidad
de presentar batalla al enemigo. La segunda noche volvió al mismo lugar dispuesto a
pelear. Dios premió sus esfuerzos. Un buen grupo de personas escucharon reverente y
pacientemente la palabra de Dios.
Continuo así por varias noches. Un grupo de santomeños convertidos se acercaron.
Después de terminado el culto al aire libre, invitáronle a venir a un salón que ellos tenían.
Querían una explicación acerca del bautismo del Espíritu Santo. Dios había abierto otra
puerta. Aunque eran solamente una docena aquellos hermanos, devoraban, por decirlo así,
las enseñanzas que Lugo les daba. Como el misionero conocía el idioma inglés, les
predicaba en su propio idioma la doctrina pentecostal.
En ellos encontró el hermano Lugo aliados para los cultos al aire libre. Aquellos
hermanos santomeños admiraban el ímpetu y decisión y la manera clara con que Lugo
presentaba el Evangelio de Cristo; así como la valentía de aquel joven que se exponía al

147
vituperio y mofa del pueblo en la esquina de la calle. Aunque eran evangélicos, no tenían
el arrojo y la determinación que caracteriza a los penrecostales que se lanzan al aire libre a
exponer el Evangelio. Ese arrojo fue lo que convenció a estos hermanos de que el
Evangelio en poder y demostración del Espíritu Santo era diferente al suyo y mucho más
semejante al que predicaron Esteban, Pedro, Pablo y demás mártires de la causa cristiana.
Pasaron veinticuatro noches en las cuales Lugo enseñaba a los santomeños. Una
vez terminado el culto al aire libre, se iba con ellos al salón. Ya se notaba que ellos
cantaban con mayor entusiasmo, batían las manos y se regocijaban en la alabanza.
Buscaron la promesa y fueron bautizados algunos de ellos, en el Espíritu Santo, hablando
otras Lenguas. Aquello fue para ellos algo totalmente nuevo y especial. Fue una nueva
confirmación de Dios de que Pentecostés habría de cubrir a Puerto Rico, como cubre la
mar las aguas. Los oyentes aumentaban en aquella esquina, famosa ya, y esta primera
cosecha colmó en el joven predicador las ansiedades de todo aquel que busca almas para el
Señor.

A Ponce, el Lugar del Llamado


Aunque Dios había empezado a cosechar almas en Santurce, Lugo recordó que
tenía que pasar a Ponce. Debido a que cada noche era mejor, alargaba la fecha de su partida
por amor a aquellas almas sedientas y hambrientas que había de dejar. Aquellos
santomeños habían cambiado de manera tal que se había convertido el antiguo salón de
culto en un ameno aposento Alto. La gloria de Dios se dejaba sentir allí.
Veinticinco días después de su arribo al país, salía el misionero rumbo a Ponce, la
Perla del Sur, como la llaman los puertorriqueños. Desde el año 1900 en que había dejado
la Isla para ir al Hawai, no había visto su familia. En Yauco tenía una hermana que desde
entonces no había podido visitar ni ver, Tomó el tren para Yauco. Los paisajes de su patria
chica, la manera dócil del pueblo que se congregaba en las estaciones en que el tren hacía
paradas, producían en él emociones de antiguos recuerdos. Apenas conocía su país, ya que
había salido tan joven al extranjero, y apreciaba todo lo nuevo que iba viendo.
En Yauco pasó unos días junto a su familia, No le conocían, ya que había salido
siendo un niño y se presentaba un hombre joven. ¡Cuán grande fue la alegría de su herma-
na, que hacía tantos años no veía! Sus días allí no habían de quedar infructuosos. Ya fuera
en un lugar o en otro, el misionero no perdía tiempo. Organizó enseguida una escuela
bíblica que produjo nuevas conversiones. La hermana Michaels le escribió que el
avivamiento seguía en Santurce y aún los cultos en la esquina de la calle continuaban.
Así, pues, salió rumbo al lugar de su llamado, descansado físicamente, y satisfecho
de haber tenido la oportunidad de testificar a los suyos de las maravillas de Dios.

Los Comienzos en Ponce


El día 3 de noviembre de 1916, llegó al lugar a donde Dios le había enviado. Más
de tres años habían pasado ya desde que, cargado de pecados, vino a los pies de Cristo.
Pero ahora, al contemplar aquel gentío que imbuido en sus tareas diarias pasaba por las
calles de la ciudad, se sentía como si fuera a empezar en aquel momento. Le parecía que
había abierto una puerta y había entrado a una habitación donde un número de personas
sufrían, horriblemente torturados por una enfermedad que no podían ellos mismos curar. Y
desde el umbral de la puerta él les contemplaba y sentía dolor por ellos. Una voz dulce le
decía: "¿Recuerdas cómo tú también sufrías de esa mistan dolencia? ¿Recuerdas qué alivio
sentiste cuando Cristo puso sobre tus llagas el bálsamo salvador de su Sangre? Anda, entra

148
y diles del poder de Jesús. Cuéntales cómo tú fuiste sanado y da por gracia lo que por
gracia recibiste." ¡Oh, infinito amor del Crucificado! ¡Cómo hacía gemir el alma del joven
misionero por aquellos que a su alrededor parecían pasar como envueltos en un torrentoso
río!
Se hospedó en Ponce, en casa de un familiar que había conocido en Yauco. Pero no
podía descansar. A la primera oportunidad se fue a buscar la casa de la hermana Lucena.
Su esposo estaba en California y era uno de los primeros convertidos de la gran campaña
de avivamiento de aquellos días en aquel Estado. Le había suplicado que, buscara a su
esposa en seguida que llegase y así lo hizo. El hermano Lugo recuerda todavía la respuesta
alegre y simpática que le dio un señor a quien preguntó dónde quedaba la calle Mayor
Cantera. "Mire usted, hacia arriba y hacia abajo: toda ésta es la calle Mayor Cantera."
Aunque la hermana se había mudado de la dirección que e1 tenía, al fin, con ayuda de un
hermano de la iglesia bautista, logró localizarla en una casa en el Cerro de la Cantera. Se
gozó mucho hablando con ella de los hermanos en California explicándole cómo Dios les
había bendecido allí. ¡Qué bueno es tener noticias de aquellos seres a quienes amamos!
Mientras ella le preparaba café, le mencionó al hermano Salomón Feliciano y a su
esposa, con quienes, como ya hemos dicho antes, vivía en San Francisco cuando el Señor
le dio su llamamiento al campo misionero. Para su grandísima sorpresa y júbilo, la
hermana Lucena le dijo que el hermano Salomón había llegado de California el día antes.
Asomándose a la ventana le llamó: “Asómese, hermano – dijo – mírelo allí, sentado a la
puerta de su cuñada, en la calle Acueducto.” Fue tanta y tanta la alegría que sintió, que no
pudo contenerse, y sin detenerse a tomar el café salió corriendo a juntarse con Salomón.
He creído justo detenerme en todos estos detalles que el mismo Lugo nos
proporciona, para que el lector pueda ver claramente cómo Dios obra en todas las cosas
cuando andamos según su voluntad. El más pequeño y al parecer más insignificante detalle
merece la atención del Señor si es para provecho de su obra. Cuando El nos llama a su
servicio, apareja todo lo necesario y va delante de nosotros abriendo paso para que
felizmente llevemos a cabo su encomienda. Aquel encuentro con Salomón no fue algo
enteramente casual. Lugo estaba convencido de que fue obra de Dios, pues los eventos que
ha de describir más adelante demostraron claramente que Dios quería que trabajasen juntos
en aquellos principios.
Cuando se despidieron aquella tarde Salomón y él habían convenido tener en esa
misma noche un culto al aire libre, en la esquina de las calles Acueducto o Intendente
Ramírez, y a las siete en punto estaban allí dispuestos a comenzar la batalla. Eran tres: la
hermana Dionisia, el hermano Salomón y Lugo. Se proponían hacer algo que no se hacia
en Puerto Rico: Predicar al aire libre el mensaje de Redención. No tenían la menor idea de
cómo habría de ser acogido su esfuerzo, pero ello no les preocupaba. Sabían que estaban
haciendo la voluntad del Señor y eso bastaba para animarlos a confiar en un triunfo seguro.
Jehová no conoce la derrota y los que El llama, a la victoria los llama.
Abrieron fuego con una oración o inmediatamente con varios himnos. Cuando
terminaron de cantar el himno “Predicaron la Verdad”, tenían una multitud a su alrededor.
Más de cuatrocientas personas se habían acercado llenos de curiosidad a ver qué era lo que
hacían. Muchos de ellos habían oído el Evangelio predicado en distintas iglesias con atraer
a otros y gradualmente, para alegría de los obreros, veían cómo la obra crecía. Siempre
mantenía estrecha correspondencia con los hermanos del templo Bethel de Los Angeles, y
cuando las escribía cómo Dios había bendecido todos sus pasos, aquellos hermanos se
regocijaban y le animaban a continuar con mayor ardor. Sus cartas siempre eran fuente de

149
inspiración y alegría.

Primeros Contactos con las Iglesias Denominacionales


Antes de haber salido para Hawai, donde conoció al Señor, el hermano Salomón
había sido miembro de la Iglesia Metodista de la calle La Villa. Impresionados aquellos
hermanos por la forma en que Dios le había venido usando en su salón, le invitaron a él y a
su compañero a celebrar una campaña de avivamiento en su iglesia. Accedieron gustosos y
contentos de poder anunciar el Evangelio completo en aquel nuevo sitio. El primer sermón
de la campaña lo predicó Salomón. Fue tan poderosa su predicación, que cuando Salomón
terminó, la congregación en masa acudió al altar llena de gozo para orar y glorificar al
Señor. Era esto algo nuevo, pues nunca ellos habían acostumbrado a hacer tal cosa, y como
es natural se hicieron muchos comentarios sobre el particular.
A la noche siguiente le tocaba a Lugo exponer la palabra. Para él era una
experiencia nueva hasta cierto punto. Nunca había predicado en una iglesia
denominacional, y sólo conocía el mensaje pentecostal. Para él lo más natural y lógico era
que les hablara del poder del Espíritu Santo, ya que toda su alma estaba embargada de ese
tema tan glorioso. El resultado fue un poco triste para él. El pastor de la iglesia, hermano
Wilson, ya se había sentido un poco molesto por la reacción de la congregación al mensaje
que predicara Salomón la noche anterior. Al oír ahora su predicación sobre la necesidad
del cristiano de buscar el poder del Espíritu Santo, sintióse completamente intranquilo y les
suplicó que dieran la campaña por terminada allí mismo.
Como ya he explicado, Lugo no conocía otro mensaje que el que predica la iglesia
pentecostal. No fue su intención causar ningún disturbio entre aquellos hermanos cuando
habló sobre el tema del Espíritu Santo. Lo hizo porque sinceramente creía que era lo más
acertado para la congregación, y nunca pensó que al hacerlo incurriría en el desagrado del
pastor. Fue por eso que la acción del hermano Wilson le sorprendió tanto. A la vez sintió
cierta incomodidad pensando que tal vez había cometido una falta de ética que le colocaría
en una posición falsa entre los miembros de aquella iglesia y los demás ministros del
pueblo. Sin embargo, su conciencia estaba tranquila y cuanto más pensaba en el asunto,
más se convencía de que el error no había sido de él, sino de aquellos que empleaban la
cátedra cristiana para esconder el fuego del Espíritu. Con todo su corazón estaba seguro de
que cuantos esfuerzos hicieran los hombres por ocultar esa llama, sería en vano.
La decisión del hermano Wilson no fue acogida con agrado por un gran número de
los hermanos metodistas. Las dos predicaciones de ellos habían despertado cierta hambre
en algunos corazones – hambre que no lograban saciar en su iglesia. Esto trajo por
consecuencia que muchos de los miembros fueran a visitarle y algunos permanecieran con
ellos. Nunca hicieron ni dijeron nada que tendiera a conquistar a dichos hermanos. Si se
quedaron con ellos, fue porque encontraron algo que les era necesario para su completa
adoración a Dios que en su iglesia no podían hallar. Lugo confiesa que aquella primera
experiencia con las iglesias denominacionales no causó una impresión muy agradable en
él. No podía comprender cómo ministros cristianos pudieran tratar de ahogar el poder de
Dios, ni su antipatía por el Evangelio predicado en la misma forma como lo predicaran el
Señor Jesús y sus apóstoles, según se nos cuenta en el Nuevo Testamento. Para el joven
misionero, convertido hacía tan sólo cuatro años, aquello era totalmente inexplicable.

Empieza la Persecución
Mientras tanto, su congregación aumentaba de día en día. El salón era sumamente

150
pequeño para acomodar a todos los que iban. Pero diversas dificultades les impedían de
momento mudarse, y confiando en que Dios había de poner paciencia en la gente para
soportar la incomodidad resultante, continuaban con mayor entusiasmo. Cuando se
acercaba la hora del servicio, podían oír las campanas de distintas iglesias llamando a los
fieles. Sin embargo, muchos de ellos preferían quedarse con ellos en su humilde saloncito,
mejor que concurrir a los magníficos templos donde se les predicaba un Evangelio tibio y
sin el fuego espiritual que aquí podían evidenciar.
No vaya a pensar el lector por un solo momento que el hermano Salomón y el
hermano Lugo se dedicaron a predicar contra los vicios y defectos de otros cristianos.
Predicaban el Evangelio de salvación y nueva vida en Cristo, y en su sencillez condenaban
con su propio ejemplo aquello que no era de Dios. Muchos se sintieron faltos delante del
Señor y vinieron a sus plantas verdaderamente arrepentidos para comenzar una nueva vida
en Cristo. Lugo recuerda que en cierta ocasión se encontraron con un miembro de la iglesia
bautista llamado Pedro Sánchez, de Ponce. El hermano Salomón conocía a este “cristiano”
y se detuvo a saludado. Luego de haber hablado un rato, el hermano Salomón le preguntó:
“Hermano, ¿cuánto tiempo lleva usted de convenido?” Muy ufano el hermano Sánchez le
contestó: "Ya tengo veintiún años de servir al Señor." "Tanto tiempo, hermano, y ¿todavía
el Señor no le ha librado de sus vicios?" Y con un gesto rápido le arrebató el aromático
cigarro que el hermano Sánchez había estado fumando todo el tiempo que hablaba con
ellos.
La sorpresa del hermano Sánchez fue enorme. Lugo se maravilló ante la osadía de
Salomón, pero no pudo dejar de alabar al Señor por ello. Tan impresionado quedó aquel
hermano bautista con esta experiencia, que pocos días más tarde se unía a los visitantes
asiduos a sus servicios, terminando por fin por hacerse miembro de la creciente grey. Dice
el propio Lugo: "Su sinceridad era genuinamente cristina, pues el paso que dio al
desligarse de la iglesia bautista para unirse a la nuestra, lo motivó su convencimiento de
que en sus veinte y tantos años de adoración cristiana no había buscado y encontrado al
Señor Jesús personalmente. Todavía no le había recibido de veras, y ahora comprendía que
era necesario que así lo hiciera si quería ser salvo. El resultado de esta convicción fue su
nuevo nacimiento en Cristo. Su vida cambió radicalmente y el hermano Pedro se dio con
ahínco a buscar más de Dios y a reclamar que se cumpliera en él la promesa del Espíritu
Santo que Cristo ha dado a todos los que en El creen."
La noche en que aquel abnegado hijo de Dios fue lleno del poder de lo Alto en su
saloncito, fueron horas de gozo para todos los presentes. Después de haber orado por algún
tiempo, el hermano Sánchez sintió sobre sí la bendición de Dios. De repente, juntando su
cabeza con sus pies, como si fuera un armadillo, comenzó a rodar por todo el salón como
una bola. Luego se puso de pie y corrió hasta salir por la puerta del salón que daba al patio
para volver a entrar por la otra. Durante seis horas estuvo aquel anciano bajo el poder de
Dios, hablando preciosas lenguas, asombrando con su energía a los que allí estaban. Su
avanzada edad nunca le hubiera permitido moverse y hablar como lo hizo durante un
espacio de tiempo tan largo, sin descanso alguno, a no ser que algún poder sobrenatural lo
moviera. Esa fue la impresión que todos recibieron, y no quedó uno que no viera en ello la
mano de Jehová de los Ejércitos.
Pero aquella gloriosa bendición – como comprendieron más tarde – fue "la torta y
el vaso de agua de Elías" que Dios les enviaba para alistarlos para el largo camino de
persecución por el que muy pronto habrían de comenzar a caminar. Naturalmente, sabían
que la persecución vendría. Si no fuera así, hubieran dudado de su trabajo, pues todo

151
trabajo que es realmente de Dios, tiene que tener persecución. Si Satanás no les hubiera
perseguido, hubieran llegado a pensar que estaban fuera de la voluntad del Señor. Pero,
¿cómo iban a imaginarse que esa persecución vendría primeramente de los mismos
llamados cristianos, evangélicos y ministros de Dios?

Una Proposición "Evangélica"


A menudo hemos visto en diferentes negocios un rótulo que dice: "Un cliente
satisfecho, es nuestro mejor anuncio." ¡Cuán aptamente describe esa frase la razón por la
cual el Evangelio puro de Jesucristo se extiende con tanta rapidez! Ello es lo que ocurrió en
Ponce. Los cambios operados en las vidas de todos aquellos que habían venido a formar la
congregación, la impresión que causaron esas nuevas vidas en sus familiares, amigos,
compañeros de trabajo, etc., las sanidades físicas que Dios había operado para la gloria de
su nombre, la alegría que saturaba todos sus servicios, el amor cristiano demostrado de una
manera más eficaz y más bíblica, todo esto había hecho que las noticias de su trabajo
llegaran a todos los hogares de la ciudad ponceña y aun de pueblos limítrofes. Como
consecuencia, eran muchos los evangélicos que al responder a la llamada de las sonoras
campanas que repicaban en los magníficos templos de las iglesias denominacionales
caminaban rumbo a sus cultos, pero se detenían algún rato ante el humilde saloncito de la
calle Intendente Ramírez a curiosear y platicar con los hermanos pentecostales que desde
muy temprano ya comenzaban a congregarse allí.
Fueron muchos también los que decidieron no continuar rumbo al templo
denominacional y permanecer allí, quedándose no una o dos veces, sino para no volver
más a la otra iglesia. Sin embargo, el Señor es testigo de que en ningún momento hicieron
los obreros ninguna clase de campaña o propaganda para sacar a esos hermanos de sus
iglesias para tenerlos en la de ellos cuando les visitaran. En ningún momento atacaron a
ninguna de las iglesias de la ciudad, pues su labor era predicar el Evangelio completo y al
hacer eso no les sobraba tiempo para emplearlo en otra cosa. Su púlpito sólo fue usado
para la propagación de las buenas nuevas de salvación y el anuncio de la promesa del
Espíritu Santo para todo aquel a quien Cristo salva.
Como es natural, aquel éxodo de evangélicos de las iglesias denominacionales para
la iglesia pentecostal, llenó de preocupación a los ministros locales y pronto cundió la
alarma entre ellos, de tal manera que decidieron reunirse en la iglesia metodista y solicitar
del hermano Salomón, la hermana Dionisia y Lugo que estuvieran con ellos. Veinticuatro
pastores se reunieron en aquella ocasión para hacerles una propuesta. Luego de hablar
algún rato, los ministros pusieron sus ofertas ante ellos:
Les dijeron que no creían que ellos ayudaran gran cosa a la obra evangélica en
Ponce con su trabajo. Por el contrario, que estaban causando confusiones, poniendo el
Evangelio a un nivel muy bajo, y alborotando a los creyentes que carecían de la
preparación y el respaldo necesario para hacer una obra duradera, y por lo tanto, para evitar
todo eso y a la vez para ayudarles personalmente habían llegado a un acuerdo. Sabían que
el hermano Salomón su esposa estaban allí de paso, pues ya él había testificado distintas
veces que tenía un llamamiento de Dios para ir a predicar el Evangelio en Santo Domingo.
Así, pues, con mucho gusto los ministros evangélicos le darían todo el dinero necesario
para que él y su familia pudieran partir rumbo a Quisqueya enseguida. No hay necesidad
de decir que el hermano Salomón declinó con toda cortesía aquella oferta, asegurándoles
de paso, que no era dinero lo que esperaba él para salir, sino la orden de Dios. Irse ahora,
antes de que el Señor le hubiera "dado la luz verde", sería exponerse a un fracaso seguro en

152
su labor en Santo Domingo. Esto no estaba dispuesto él a hacerlo, ni para complacer a un
ángel.
“¿Cual es su sueldo actualmente?”, le preguntaron a Lugo. Les indicó que no tenía
sueldo alguno asignado pues su trabajo era enteramente por fe, y añadió: "Buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas vendrán por
añadidura." Le dijeron que tendría el pastorado de alguna iglesia en la Isla, donde podría
predicar el Evangelio "evangélico" y el respaldo de una organización fuerte que podría
garantizarle un buen sueldo. Aunque le resultó repugnante aquella proposición, pudo
contenerse y solamente les aclaró que su deseo era dar por gracia lo que por gracia había
recibido, y que en ese empeño deseaba darlo TODO, es decir, un Evangelio COMPLETO.
Les recordó que su llamamiento había sido hecho por Dios mismo, y que bahía sido a
Ponce donde El le había enviado, y que por lo tanto allí seguiría hasta recibir órdenes
divinas. Terminaron la reunión sin haber llegado a ningún acuerdo y francamente puede
decir Lugo que salieron de allí con más entusiasmo por su trabajo.

Ante las Autoridades Civiles


Esa noche, al terminar su servicio, quedaron sorprendidos al ver ante la puerta a un
cabo de la policía con dos guardias. Les citó aquel oficial para comparecer ante el Fiscal de
la Corte del Distrito, el señor Torres Grau, a las nueve de la mañana del día siguiente, pero
no les indicó absolutamente nada que les diera una idea de qué se trataba.
Cuando llegaron a las oficinas del fiscal, repartieron entre los empleados algunos
tratados que habían traído, y todos ellos, que ya conocían su labor por referencias, los
aceptaron gustosos, esperando encontrar allí alguna cosa divertida o interesante. Una vez
estuvieron en la presencia del señor Torres Grau, éste les informó que deseaba verlos con
relación a una queja que había recibido de parte de los ministros evangélicos de la ciudad.
Alegaban aquellos señores que ellos estaban estropeando su obra y tratando de perjudicar
sus labores evangélicas. Ellos estaban amparados en sus derechos por la ley, ya que sus
iglesias estaban debidamente inscritas como entidades religiosas, legítimamente
incorporadas bajo las leyes vigentes de Puerto Rico. Era, por lo tanto, el deseo de la
fiscalía que ellos, los pentecostales, explicaran su situación y aclararan, para satisfacción
de todos, esta pequeña crisis.
Aprovecharon la oportunidad que se les presentaba para testificar ante aquel alto
funcionario de cómo Dios les había salvado y lo que había hecho en sus vidas. Le relataron
de su experiencias en Hawai y California, y le mostraron luego sus credenciales del
Concilio General de las Asambleas de Dios, por las cuales eran reconocidos como
misioneros y representantes de aquella organización. Ante esta evidencia el señor Torres
Grau les indicó que entonces estaban ellos autorizados a predicar el Evangelio con la
misma libertad que los otros ministros. Les aseguró que podían contar con los mísmos
privilegios con que contaban las otras iglesias, pero les recordó que después de las diez y
media de la noche no podían hacer ruido, pues eso constituía una violación a las
ordenanzas municipales. Aprovecharon para indicarle al fiscal que precisamente cómo a
esa hora era acostumbraban terminar sus cultos, y entonces comenzaban los hermanos a
orar pata buscar la bendición de Dios. Luego de considerar el asunto un rato, les dijo que
siempre y cuando que cerrasen las puertas y trataran de evitar ruidos innecesarios que
trascendieran a la calle podían continuar su culto hasta la hora que quisiesen.
Ya puede imaginarse el amado lector corno aquella resonante victoria aumentaría
sus bríos. Sintieron sus fuerzas redobladas al pensar que ahora podrían predicar con toda la

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sanción de la ley, aunque no tuvieran la de quienes se llamaban ministros del Evangelio.
Solicitaron permiso para dar cultos en la Cárcel del Distrito, y una vez obtenido,
comenzaron allí una labor que a través de los años ha sido de más y más bendición.
Los domingos eran días de gran actividad. Comenzaban con un servicio a las nueve
en la Cárcel del Distrito. Estos cultos, que al principio no eran acogidos con mucho placer,
fueron poco a poco convirtiéndose en verdaderos tiempos de regocijo. Llegó el momento
en que los presos y los empleados los esperaban con verdadera ansiedad. Al salir de la
cárcel se apostaban en cualquier esquina de la calle y allí predicaban hasta las doce. Lugo
cree que no quedó una esquina en todo el pueblo de Ponce en aquellos días, que no sirviera
en alguna ocasión u otra de altar para el Señor. A las dos de la tarde, tenían su escuela
bíblica, y Lugo da gracias a Dios porque no tenían una sola escuela bíblica en la cual no
vinieran almas al Señor buscando salvación. Por la noche tenían su servicio regular, el cual
siempre se prolongaba hasta altas horas de la madrugada. El domingo era realmente para
ellos el "día del Señor".

Comienza un Pentecostés
Al poner en el papel las memorias de aquellos primeros días de Pentecostés en
Puerto Rico, Lugo siente la bendición del Señor tan copiosa sobre su alma corno lo fue
entonces. Nunca olvidará los servicios de oración del mediodía. Habían organizado esos
servicios con el fin de que los empleados de los comercios que cerraban al mediodía
tuvieran la oportunidad de venir a orar por la promesa del Espíritu Santo. Siempre se
reunía un buen grupo, y fue en uno de ellos que comenzó el primer derramamiento del
Espíritu Santo verdaderamente grande que hubo en Puerto Rico.
En los bajos de la casa de Pepe Escamaroní, donde tenían su pequeño salón, se
derramó por primera vez el poder del Espíritu Santo en Ponce. El hermano Pepe tenía un
carpintero trabajando en la casa, que era recién convertido. Se llamaba Pedro Moreno, y un
día, a la hora del almuerzo, decidió bajar a orar un rato en el servicio de mediodía. A poco
de estar orando descendió sobre él poder de Dios, y es difícil describir lo que aconteció.
Tal y como nos dice la palabra de Dios que ocurrió en Jerusalén cuando los 120 fueron
bautizados con el Espíritu Santo, aquella casa de la calle Intendente Ramírez temblaba
poderosamente. Se sentía corno un viento fuerte que corría por entre los presentes, y los
hermanos creían que las paredes se vendrían al suelo, de tal manera se movían.
El hermano Moreno comenzó a dar vueltas. Con los pies y la cabeza al aire, giraba
continuamente. Fue algo tan extraño, que es difícil comprenderlo a menos de presenciarlo.
Aunque había visto Lugo antes a muchos hermanos bajo el poder de Dios, nunca había
visto alguno que actuara de forma igual. Todos estaban atónitos y maravillados. Era la
primera vez que veían una cosa así y naturalmente, la impresión en ellos era muy grande.
Aquello pareció ser el fósforo que encendió el fuego. Todos los días subsiguientes,
el Señor bautizó algunos más. Cuando salían al aire libre, muchos hermanos recibían
bendiciones de Dios en público y todo servía para atraer más gente a sus servicios. Incluso
la prensa diaria comenzó a dar importancia a los acontecimientos que estaban ocurriendo, y
muchos de los periódicos de la Isla publicaron largos artículos, muchas veces en primera
plana, sobre lo que Dios estaba haciendo en Ponce. Corno es de esperar, muchos de
aquellos artículos ridiculizaban y criticaban acerbamente el creciente movimiento
pentecostal. Sin embargo, algunos indicaban el hecho de que el testimonio de las vidas de
los convertidos era algo muy en favor del nuevo movimiento. Como consecuencia de toda
esta publicidad, las noticias de Pentecostés se esparcieron por toda la Isla, y no fueron

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pocas las personas de pueblos aún lejanos que vinieron a ver qué era lo que realmente
estaba pasando.
Tan grande fue el revuelo, que el fiscal del Distrito decidió investigar
personalmente lo que sucedía en la iglesia pentecostal. Movido más por curiosidad que por
celo oficial, vino una noche dicho funcionario a su saloncito y allí se encontró con un
espectáculo que no solamente causó en él gran asombro, simio que llegó a poner cierto
temor y respeto especial en su corazón. Ya habían terminado la predicación cuando llegó el
fiscal. Como de costumbre, muchos hermanos se habían acercado al altar a orar por la
promesa del Espíritu Santo. En los momentos en que él entró, catorce personas estaban en
el suelo bajo la bendición de Dios. Lugo estaba sentado en un banco cerca de la
plataforma, y el fiscal se dirigió bastante asombrado hacia él y se sentó a su lado. Después
de un ligero saludo observó muy interesado a un hermano de notable corpulencia física que
estaba tendido en el suelo muy cerca de ellos y se gozaba bajo el poder del Señor.
“¿Por qué no lo levanta del piso?”, le dijo el fiscal a Lugo. No pudo menos que
sonreírse al ver la actitud asombrada de aquel funcionario público y escuchar su sugestión,
nacida, sin duda de la curiosidad que le embargaba.
"Yo no haría tal cosa por nada del mundo – le replicó Lugo. ¿Por qué no lo hace
usted, haciendo uso de su autoridad oficial?"
"Francamente – le contestó – yo no me atrevo."
Algún rato más estuvo el buen caballero con ellos, y cuando se despidió, pudo Lugo
comprender claramente que llevaba en su mente un rnaremágnum de ideas distintas,
rayando unas en lo milagroso y sobrenatural y otras en lo incomprensible e inexplicable. El
hombre que no conoce las cosas de Dios se encuentra perplejo ante los grandes misterios
del Supremo Hacedor y la inteligencia humana es insuficiente para dar una explicación
satisfactoria a los problemas que le trae el presenciar actos divinos obrados por influencia
del Espíritu Santo, sobre todo en el aspecto físico.

Nuevas Investigaciones
Pocos días más tarde, tuvieron la oportunidad de ver cómo Dios mismo había
permitido aquella visita del señor fiscal para utilizar la misma en favor de su obra. Una hija
del Comisionado de Sanidad de la ciudad, doctor Zavala, había aceptado al Señor en la
Iglesia Pentecostal. Naturalmente, esto llegó a despertar cierto interés en el comisionado.
Quiso averiguar algo de aquel movimiento al cual su hija se había unido, y sus
investigaciones le causaron gran preocupación. Como siempre ocurre en estos casos, las
personas a quienes se dirigió el doctor, sabiendo que él no conocía la iglesia y que por el
contrario tenía ideas religiosas muy distintas, quisieron ganar su favor hablándole todo lo
peor que supieron de la Iglesia Pentecostal.
Las vulgaridades que les imputaron fueron horribles, pero ya el Señor ha dicho por
su palabra que hablarían toda cosa mala de sus discípulos. Alegaban los informantes del
doctor que la gente que asistía a esos cultos se volvía loca. En ataques de furia inexplicable
se lanzaban contra las paredes y contra el suelo, gritando y vociferando hasta atemorizar al
más valiente. Era cosa común verlos desgarrarse los vestidos y continuar sus contorsiones
completamente desnudos o con sus ropas del todo destrozadas. La forma malévola con que
muchos desvirtuaron los hechos y exageraron las cosas, fue motivo justificado para
alarmar en gran manera al doctor Zavala.
Lleno de temores por la seguridad de su hija, el Comisionado de Sanidad se dirigió
al fiscal pidiéndole que se investigaran los hechos y se tomaran las medidas oficiales

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pertinentes a fin de evitar que continuaran los actos "inmorales de los pentecostales".
Después de oír atentamente los informes que el doctor Zavala alegaba haber recibido, el
fiscal le aseguró que todo aquello era rigurosamente falso y exagerado. Le explicó cómo a
fin de conocer mejor lo que realmente ocurría entre los pentecostales, había visitado
aquella iglesia, y para tranquilidad personal del Comisionado de Sanidad podía informarle
que lo que había presenciado, lejos de ser inmoral o indigno, le había convencido de que
era en realidad obra de Dios. Opinaba el señor fiscal, que las manifestaciones que había
presenciado en el culto pentecostal a que había asistido sin anunciar previamente su visita
para evitar posibles arreglos, eran manifestaciones del poder divino, y por lo tanto él
respetaba aquellos servicios religiosos como actos puros y perfectamente piadosos,
inspirados por el más legitimo amor al Todopoderoso.
La información que el fiscal diera, con todo lujo de detalles al doctor Zavala, de tal
manera convenció a aquel caballero, que volvió a su hogar completamente libre de las
aprehensiones que las infames mentiras de los enemigos habían levantado en su corazón.

¿Hipnotismo o Bendición Divina?


La campaña continuaba. El fuego del Espíritu Santo seguía cayendo con la fuerza
de una lluvia tardía. El pueblo, cada vez más excitado, buscaba de continuo alguna manera
de explicar aquellas manifestaciones del poder divino justificando sus torcidas
interpretaciones. Era enojoso para muchos aceptar que aquello fuera de Dios, y en su
ardiente deseo de demostrar lo contrario no se hubieran detenido ante nada. Inspirados por
este propósito persuadieron a un señor llamado Justo Rivera, muy conocido por su
habilidad como hipnotista, para que les visitara y "les desenmascarara". Este señor Rivera
era una persona muy conocida en las altas esferas sociales y gozaba de gran estima entre
los hombres de ciencia de la Isla.
Una opinión suya contraria sería una gran victoria para sus acusadores.
Se trataba de que el señor Rivera fuera a observar los "fenómenos" que tenían lugar
en el salón pentecostal, a fin de demostrar, si le fuera posible, que todo era a base de
hipnotismo. Por demás está decir que semejantes esfuerzos de las personas que repudiaban
ese Movimiento espiritual sólo servían para aumentar la fe de los creyentes y su confianza
en Cristo, quien en todos los ataques les daba la victoria y les concedía nuevas
bendiciones. Cada nuevo ataque parecía ser un nuevo escalón sobre el cual su trabajo se
levantaba un poco más. Por eso el anuncio de la visita de don Justo Rivera vino a servirles
otra vez de especial regocijo. Veían en ella un nuevo eslabón en la cadena de triunfos que
el Señor estaba otorgando a la recién nacida grey pentecostal borinquena.
Vino, pues, el señor Rivera a estar con ellos. Como todos los servicios, el de la
noche en que él vino, fue de gran bendición. El poder de Dios fue derramado
abundantemente en medio de los hermanos. Rivera lo observaba todo muy atentamente y
notó Lugo, cómo con igual cuidado observaba a los obreros. Miraba cómo la bendición
venía sobre los hermanos y el gozo que se reflejaba en todos los rostros. Oyó los
testimonios de los que, llenos de gratitud, alababan el nombre de Dios por las cosas que
había hecho en ellos. Notó cuidadosamente la forma en que se predicaba, y se fijó en que
en ningún momento tuvieron ellos nada que ver con la bendición espiritual que de un modo
totalmente espontáneo sobrevenía a algún hermano.
Su investigación, minuciosa y completa, le convenció de una cosa: que en asuntos
de Pentecostés, él no sabía absolutamente nada. Salió del servicio completamente turbado
y confesó que estaba seguro de que lo que sucedía en medio de ellos no era debido a

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hipnotismo o fuerza artificial mental. Era algo que él no podía explicar, y dudaba el amigo
Rivera de que hubiera explicación alguna para ello, a no ser que se aceptara la que ellos
daban, de que todo era obra de Dios. ¡Gloria a Dios por todos los siglos! Como Balaam de
antaño, que fue a maldecir al pueblo y no pudo dar el testimonio destructor que de él se
esperaba. Así fue en este caso y la opinión del perito en hipnotismo, señor Rivera, sólo
sirvió para confirmar en el pueblo la creciente convicción de que en realidad era Dios y
nadie más quien obraba. Jehová hace que sus enemigos se vuelvan contra sí mismos. El
trastorna sus caminos y su pensar.

“Venir por Lana y Salir Trasquilado”


Había en aquel entonces un vecino que vivía en una de las casas contiguas al salón
donde se celebraban los cultos, que había llamado la atención de los misioneros con ciertos
actos. Todos los días, muy de mañana, abría sus ventanas de par en par y comenzaba a
sacudir sus manos y sus brazos y hacer ciertas contorsiones extrañas que excitaron su
curiosidad. Inquirieron de algunos de los hermanos acerca de aquel vecino y su extraño
modo de actuar y ellos les indicaron que era presidente de mesa de un centro espiritista, y
sus actos de por las mañanas eran maniobras destinadas a librar su casa de cuanto espíritu
malo se hubiera podido colar en ella durante la noche anterior, cuando celebraban sus
servicios los misioneros. Si bien aquello les hizo sonreír bastante, nunca tuvieron relación
alguna con su vecino, hasta que una noche, en ocasión en que celebraban una de sus
acostumbradas vigilias de oración, observaron que él estaba entre los presentes.
Durante la noche, una niña de aproximadamente trece años de edad, cayó al suelo
bajo el poder del Espíritu Santo y en medio de una poderosa manifestación, se gozaban en
la bendición del Señor. Se le acercó el espiritista en aquel momento y le preguntó a Lugo
que si le permitía interrogarla.
"¡Cómo no! – le dijo Lugo – Hágalo usted."
"Vea usted, señor ministro – le dijo – si al llamarla yo, ella me responde, es señal
evidente de que esa joven está bajo un trance espiritista, y por lo tanto, lo que ustedes
tienen aquí no es otra cosa que manifestaciones psíquicas."
"Tiene usted entera liberad para hacer su experimento – le aseguró Lugo – nosotros
sabemos en quién hemos creído y sabemos que es fiel y poderoso."
La niña seguía tendida en el suelo hablando en otras lenguas. Continuamente
glorificaba a Dios, y al verla sentía Lugo que Dios infiltraba en su alma nueva confianza.
Aquella prueba que aquel emisario del enemigo de la justicia se proponía llevar a cabo, era
un ataque contra su fe y su firmeza en Cristo. El Señor, al permitir esto, tal parecía que
deseaba ponerlo sobre la balanza y ver si él dudaría de El.
El espiritista se dirigió al sitio donde estaba la niña, la miró fijamente y exclamó:
“¡Maria, María. Maria!” llamándola con aparente autoridad. La joven no contestó, pero
manteniendo sus ojos cerrados al cabo de algunos instantes dijo con toda firmeza, y de
manera tal que todos los que estaban allí pudieran oírla claramente: “El Señor te reprenda,
Satanás.”
Sin decir palabra, el espiritista dio media vuelta y salió del salón completamente
avergonzado. Otra vez Dios les había vindicado, y había reforzado su fe. ¡Aleluya!
Lugo da gracias a Dios por ese incidente, pues corno todos los anteriores, y los que
más tarde tendrían que ocurrir, sólo sirvió para afianzarle en la convicción de que Dios
estaba con ellos, mostrando su poder.

157
Otras Señales
Una mañana, mientras se ponían en actitud de reverencia para celebrar su culto de
familia, se les presentó la madre de una muchacha recién convertida llamada María Luisa,
quien vivió mucho tiempo con Lugo después que él se casó. Esta señora no consentía con
que María Luisa siguiera la fe pentecostal, y venía con el objeto de altercar con ellos.
Notaron inmediatamente, porque el Espíritu les dio testimonio, que ella estaba poseída por
demonios. Siendo que estaban preparados por constante oración y comunión espiritual con
el Señor, invitaron a esta señora a orar, y al poco rato ella misma manifestó que estaba
endemoniada. De vez en cuando, a medida que orábamos – explica Lugo – ella decía que
veía salir los demonios, llamándolos por sus nombres. Al fin declaró sentirse libre de toda
influencia diabólica.
Otra noche les vinieron a buscar para orar por la esposa de un médico que había
padecido de asma toda su vida. Pasaba las noches tendida en el lecho, mientras alguien le
pasaba un cepillo desde la nuca a lo largo de la espina dorsal. Era la única manera de poder
respirar. Era tan alarmante la situación de esta pobre mujer, que su caso llegó a ser harto
conocido de todos. La ciencia médica había perdido toda esperanza y Dios era reclamado
ahora para aliviar. Un grupo de hermanos dirigidos por los misioneros fueron allá.
Ungieron a la señora del médico pidiendo clemencia para su mal en el nombre de Jesús y
quedó completamente sana en aquel instante. Aún, en la fecha de hoy, ella vive, libre del
asma, y también de la ley del pecado y de la muerte, ya que se convirtió al Señor.
El primer servicio de bautismos lo celebraron en el barrio Los Meros, a orillas del
Mar Caribe. Después del bautismo, recostados en la arena y bajo las palmas, tuvieron un
precioso estudio bíblico.
Empezaron a celebrar servicios en la playa de Ponce. En los servicios al aire libre
tuvieron persecución todo el tiempo. Cuando las almas empezaron a hacer pública
profesión de fe en Cristo y a expresar el deseo de unirse a la Iglesia, alquilaron una casa de
un solo piso para adorar a Dios. Mientras estaban celebrando los servicios, las piedras
llovían de todas direcciones, y muchas de ellas caían dentro del salón. Estas eran nuevas
señales inequívocas de que la aprobación de Dios era con ellos. (Mateo 5:l0-12 y
Filipenses 1:28-30)

Llegan Nuevas Obreros


Para mayo de 1917 llegó a Puerto Rico, después de haber sostenido duras luchas en
California y Hawai, el hermano Panchito Ortiz, hijo. Grata fue para ellos la llegada de
aquel abnegado siervo de Dios. Su presencia sirvió para fortalecerlos en la ardua tarea.
Panchito era uno de esos obreros decididos que no se desalienta ni retrocede ante los
embates del enemigo. Su fe era admirable y su valor extremo. Inmediatamente empezó a
ayudarlos trasladándose a Ponce. Ahora eran tres. En esos días había habido un
movimiento religioso en la ciudad de Arecibo y se había organizado ya la asociación
evangélica bajo el nombre de Iglesia Portorriqueña. Al saber de su trabajo en Ponce, les
visitó el hermano Secundino Rodríguez. Cuando celebraron su primera convención fueron
invitados los pentecostales asistiendo a ella el hermano Salomón y Panchito en
representación de la Iglesia. Terminada la convención los obreros decidieron entregar la
obra, con mobiliario y demás utensilios, al hermano Panchito. Este se trasladó
inmediatamente a Arecibo para hacerse cargo de la iglesia, la cual estaba radicada en el
barrio Palmarito de Arecibo.
Poco tiempo después arribaron los hermanos Francisco Ortiz, padre, y Lorenzo

158
Lucena. Estos empezaron a predicar y abrir nuevos campos en Pastales de Utuado y
Aibonito de Hatillo. También, algún tiempo más tarde, procedentes de Curaçao, en las
Islas Occidentales, llegó la misionera Lena S. Howe, acompañada de las hermanas Teté y
Helen Félix. Estas hermanas fueron bautizadas por Lugo en Ponce. Todavía, al escribirse
estas líneas, las hermanas Félix…

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Memoria de Gunnar Vingren

El Llamado para Brasil


Un día, en el verano, Dios puso en nuestro corazón que debíamos reunirnos en la
noche de sábado en la casa de una hermana para orar. Él era bautista que había sido
bautizado con el Espíritu Santo. Cuando oramos el Espíritu Santo vino sobre nosotros en
forma poderosa. Muchas personas reunían con nosotros por muchos sábados para orar, y
cada vez el Espíritu del Señor vino poderosamente sobre nosotros.
Durante estas semanas de oración, sentimos el poder del Señor sobre nosotros como
una presión o un fuerte peso, de tal manera que muchas veces ni podíamos quedarnos
sentados a la mesa para comer. Teníamos que caer de la silla y arrodillamos y alabar al
Señor. Estábamos tan llenos del gozo que teníamos que clamar con voz alta dondequiera
que estuviéramos. Fueron días maravillosos, de una inmensa alegría delante de la presencia
del Señor.
Durante estos sábados de oración notamos desde el principio que uno de los
hermanos estaba arrebatado en el Espíritu en una manera especial, un arrebato profético.
Se podía decir de estos hermanos como decía del apóstol Pablo antiguamente, si nos
enloquecemos, es para Dios.
Unos de estos hermanos, de nombre Adolfo Ulldin, recibieron un día por el Espíritu
Santo misterios y maravilla que fueron revelados. Entre otras cosas que el Espíritu Santo
dijo por medio de este hermano que yo debía ir a Pará y que la gente a que iba a testificar
de Jesús era de la clase social humilde. Y yo debía enseñarles los rudimentos de la doctrina
del Señor. También escuchamos del Espíritu Santo el idioma de ese pueblo, el portugués.
Teníamos que comer una comida sencilla, pero el Señor siempre nos dio lo que fuera
necesario. Dijo también que yo iba a casarme con una hermana de nombre Frida
Strandberg, lo que pasó, pues me casé con ella. Esto pasó años antes de conocerla. Dios
decía otras cosas que más tarde tuve oportunidad de verificar que eran verídicas. Dios
había hablado y yo entendía que había recibido la llamada divina para mi campo misionero
futuro.
Lo que me faltaba era saber dónde estaba situada Pará, porque nadie entre nosotros
conocía ese nombre. El día siguiente le decía a un hermano, "Vamos a una biblioteca aquí
en la ciudad para saber si existe algún lugar en la con ese nombre". Al llegar supimos que
en realidad había un estado con ese nombre y que estaba situado en el norte de Brasil.
Comprendimos que Dios había hablado y de esa manera comprendí también mi llamado, y
lo sabía con certeza.

Daniel Berg
A principios de noviembre de 1909, fue en Chicago, cuando yo estaba buscando el
bautismo del Espíritu Santo, que llegué a conocer a Daniel Berg. Después, el año siguiente,
mientras Daniel Berg estaba trabajando en una fundición en Chicago, el Espíritu Santo le
dijo que fuera a South Bend, en el estado de Indiana, donde yo era el pastor de una iglesia,
para que juntos levantáramos una obra para el Señor. Él dejó su trabajo y vino a decirme,
"Hermano, el Señor me a indicado que debemos trabajar juntos", y le respondí que estaba

160
bien. Y Daniel empezó a ayudamos en los cultos, testificando de la bondad del Señor.
Un día sentimos que fue la voluntad de Dios que fuéramos a las casa del hermano
Adolfo Ulldin, el hombre que el Señor usó cuando me llamó a servir en Brasil. Llegamos a
su casa un sábado por la tarde justamente cuando llegó desde su trabajo. Entrando en la
cocina, la presencia de Dios vino sobre el hermano Ulldin, dejándolo arrebatado en el
Espíritu como en otras ocasiones. Y en ese momento Daniel Berg recibió su llamado para
acompañarme a Brasil. Esto pasó en el verano de 1910. Nos enteramos orando un poco
después que debiéramos partir dentro de pocos meses de Nueva York para Pará y que sería
el día 5 de noviembre de 1910. Todavía no sabíamos si un barco iba a salir en esa fecha
para Brasil, pero todo se hizo claro más tarde. Salimos de Nueva York precisamente el día
que el Señor nos había indicado, el 5 de noviembre de 1910.

Confiando en Dios
Debo confesar que no teníamos dinero cuando empezamos nuestro viaje a Brasil.
Nosotros sólo conseguimos fondos después de que ya había empezado el viaje. Un
hermano de nombre B. M. Johnson que era pastor de una iglesia en Chicago nos invitó a
pasar por allí para despedirnos. Así lo hicimos, pero el hermano no levantó una ofrenda o
recolecta para nosotros. Sólo les dijo a los hermanos que quién quisiera ayudar a los
hermanos lo podían hacer individualmente. Después del culto, una vez despedidos de los
hermanos, contamos la ofrenda y nos dimos cuenta que teníamos más de lo que
necesitamos para el viaje – y en sólo una ofrenda.
Ése fue un gran milagro de Dios, porque antes había pedido a Dios que nos diera
una ofrenda "de viuda pobre". Que era dinero que había guardado para el viaje, porque
fuimos encomendados y comisionados en una iglesia en Chicago donde hermano Durham
era el pastor. En ese momento el Señor me tocó el corazón darle, para la revista pentecostal
del hermano, todo lo que tenía, que era noventa dólares. Toda esa noche luché con Dios
sobre el asunto y cuando amaneció prometí por fin darle a Dios ese dinero, lo que hice el
día siguiente. Y ahora el Señor me ha recompensado en una manera maravillosa.
Tanto yo como Daniel habíamos recibido nuestro llamado divino y ahora surge el
asunto de los preparativos y lo que teníamos llevar con nosotros. Pero en vez de recibir
algo, tuvimos que darlo todo. Yo también había sacrificado el privilegio de un curso en el
seminario bautista para ser enviado por ellos a la India. Daniel y yo no teníamos nada. Allí
estábamos sin ningún recurso y sin estar afiliados con ninguna denominación, excepto la
denominación del cielo. Tampoco querríamos escribir en ninguna revista ni pedir ninguna
cosa o de otra manera entrar en contacto con iglesias o personas particulares. Pero no
sentíamos ninguna preocupación de donde iríamos para conseguir el dinero que
necesitábamos.
Un día cuando caminábamos por las calles de South Bend pensando en donde iba a
conseguir todas esas cosas, el Señor me dijo, "Si vas no te faltará nada".
Cuando llegó el día del viaje recibí algunos dólares de una iglesia donde yo había
trabajado, pero esto no nos dio aun suficiente por el pasaje a Nueva York. Pero sentíamos
tan tranquilos como un bebé en los brazos de su mamá. Algunos creyentes nos
acompañaron a la estación. Después de haber orado en la sala, nos subimos al tren. Todo
nuestro equipaje apenas llenó dos maletas, y no fue dificil encontrar espacio para ellas. Así
viajamos.
Llegando a una ciudad donde íbamos a cambiar de tren íbamos a visitar una
determinada misión cuya director nos había invitado para una despedida. Era la iglesia del

161
pastor B. M. Johnson en Chicago. Antes yo había dado al Señor todo que tenía, noventa
dólares. Pero ahora recibí más de cuatro veces lo que había dado al Señor. Es maravilloso
cuando dejamos en el altar del Señor lo que Él exige de nosotros, porque después una
corriente de bendición sobre nuestra vida. Antes, a los doce años, había dado al Señor "la
ofrenda de la viuda pobre" cuando por la primera vez me llamó a la obra.
Al haber agradecido al Señor, continuamos nuestro viaje, felices porque Dios había
suplido nuestras necesidades de esta manera. Después de una parada más, llegamos a
Nueva York. No hicimos muchos viajes en los Estados Unidos sino fuimos directamente a
Brasil. Tampoco fue anunciado nuestro viaje en ninguna revista. Salimos como si fuera un
viaje cualquiera.
Cuando llegamos a Nueva York, nos enteramos que no habría ningún barco que
saldría el 5 de noviembre y no pudimos conseguir lugares en ningún otro barco. Pero
después de haber esperado un poco, la compañía nos comunicó que exactamente el 5 de
noviembre un barco de nombre "Clementina" iba a salir. Ese barco se había retrasado por
algunas reparaciones. De esta manera la palabra que el Señor nos había dado fue cumplida.
Por ser imposible transferir nuestro equipaje ese día, sólo tuvimos con nosotros nuestras
maletas de mano.
Habíamos comprado pasajes de tercera clase porque pensábamos que sería bueno
tener unos dólares al llegar. Con el pasar del tiempo, fue cada vez más dificil comer los
alimentos de a bordo, que era verdaderamente pésimos. Pero estábamos contentos.
Mientras los pasajeros de la primera clase comían su buena comida, a nosotros nos dejaros
allí en la tercera clase orando todo el tiempo. Un día Daniel profetizó el Señor con nosotros
y así lo sentíamos en nuestro corazón.
Durante el tiempo en el barco, oramos por un compañero de viaje, el cual se
entregó al Señor y fue salvo. Después de catorce días de viaje, llegamos a Pará, Brasil, el
día 19 de noviembre de 1910. El barco quedó afuera del puerto y en una pequeña
embarcación estábamos llevados al embarcadero.

Como Extranjeros en Pará


Después de que algunos brasileños subieron al barco y al oír por primera vez el
habla portuguesa, sentimos un cierto temor en nuestro corazón porque no comprendimos
nada. Pero este sentimiento desapareció de prisa, y otra vez estábamos tranquilos y seguros
en las manos del Señor.
Cuando desembarcamos, no había ninguna persona para encontrarnos, pero
acompañamos a las personas que iban a la ciudad y confiamos que el Señor nos iba a guiar.
Pasamos por un restaurante y, dado que teníamos hambre, entramos y comimos una
comida auténtica brasileña.
Después continuamos nuestro camino, todo el tiempo esperábamos que el Señor
nos dirigiera. Llegamos a un parque y nos sentamos en un banco. Oramos a Dios, pidiendo
su ayuda y guianza. Allí conocimos a una familia que había viajado en el mismo barco.
Ellos hablaban inglés y cuando nos preguntaron si habíamos encontrado algún hotel
respondimos que no. Nos invitaron acompañarlos a su hotel y allí conocimos otra persona
que hablaba inglés. Le preguntamos si conocía a alguna persona protestante en la ciudad y
él respondió que sí, pero no sabía donde vivía.
El día siguiente él nos acompañó para conocer a otra persona que hablaba inglés.
Éste tuvo una revista en portugués redactada por un pastor metodista en la ciudad. Pudimos
conseguir la dirección del pastor y sin saber precisamente donde vivía fuimos a buscar su

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casa.
Después de caminar un poco, encontramos un tranvía y subimos. No sabíamos
cuando debíamos bajar del tranvía, pero siempre esperábamos que el Señor nos guiara.
Después de viajar un poco vimos al mismo hombre que nos había señalado el tranvía de
pie en una esquina llamándonos. Él había tomado otro tranvía, llegando antes de nosotros,
y comprendía que éramos extranjeros. Nos guió a la casa del pastor metodista. Éste era
americano, y cuando se enteró que éramos bautistas, nos acompañó al lugar de la iglesia
bautista brasileña. El nombre del pastor metodista era Justus Nelson. El pastor bautista
también hablaba inglés y le preguntamos donde podíamos alojarnos porque pagamos 4
dólares por día en el hotel donde estábamos. Entonces nos invitó alojarnos en su casa por
sólo dos dólares al día.
No podíamos jactarnos mucho de nuestra nueva morada. Era un pasillo bien oscuro
con un piso de cemento y sin ninguna ventana. En ese calor tropical todo fue calentísimo e
insoportable. Los zancudos zumbaban monótonamente y lagartijas corrían arriba y abajo.
A pesar de todo, nos sentíamos alegres y felices.

Enviado por Dios


La novedad que nuevos misioneros habían llegado de los Estados Unidos retumbó
rápido en las cuatro iglesias protestantes de la ciudad. Fuimos llevados de iglesia en iglesia
y todos estaban interesados en ver a los misioneros recién llegados.
Cuando ellos nos pedían que contáramos en inglés, entonamos el himno "Jesucristo
es todo para mi, todo lo que necesito, todo lo que necesito". Entonces el Espíritu cayó
sobre nosotros y luego cantamos el himno en dos partes. Todos quedaron tan maravillados
del himno y lo hallaron tan bonito que muchos años después todavía hablaban de ese
himno. Fue claro que el Espíritu Santo estuvo en el himno. Eran especialmente tres
creyentes que se interesaban por nosotros y a esos testificábamos sobre el bautismo en el
Espíritu Santo. Dos de ellos fueron bautizados más tarde.
Debe notarse que antes de nuestra llegada a Brasil los diáconos de la iglesia bautista
se habían reunido todos los sábados durante mucho tiempo para orar con el fin de que Dios
enviara algunos nuevos siervos a Brasil. Cuando llegamos decían "Ahora han llegado ellos
por quien estábamos orando".
Después de haber estado un mes en Pará, uno de esos hermanos de nombre Adriano
Nobre que era miembro de la iglesia presbiteriana en Pará, nos invitó a acompañarlo a un
viaje a casa de sus padres en un distrito donde se talan árboles, situado a una distancia de
tres días de Belem.
De verdad, llegamos a un mundo romántico, con inmensas selvas con grandes
orquídeas y cipreses por todos lados. Estuvimos viajando todo el tiempo en el río. No había
ningún lugar abierto donde se pudiera caminar. Aun las casas estaban edificadas encima de
pilares de madera a la ribera del río y también vimos animales salvajes en la selva.
Por todos lados vimos monos y cocodrilos. Queríamos bañarnos en el río, pero fue
prohibido por el peligro. La comida que nos dieron era muy sencilla: fariña, arroz, feijão
con sal, carne seca y café sin leche. Siempre la misma comida y siempre preparada en la
misma forma.
Participamos en unos momentos de oración, cantando lo mejor que podíamos en
portugués. El viaje duró un mes y medio, y luego regresamos a Belém. Al llegar nos
enteramos que hubo una revolución, y agradecimos a Dios que de esa manera nos salvó a
pesar de estar en medio de la lucha política.

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Ahora empezamos con todo esfuerzo a estudiar el idioma y durante este tiempo
participamos en los cultos en la iglesia bautista. Por no tener dinero suficiente para asistir a
una escuela, Daniel tuvo que conseguir empleo en una fundición. Él trabajaba de día
mientras yo estudiaba el idioma, y yo le enseñaba en la noche lo que yo había aprendido ese
día.
Los bautistas esperaban que yo fuera su pastor cuando yo hubiera aprendido
portugués. Pero no escondimos las verdades que Dios había vivificado en nuestros
corazones. Testificamos también para los misioneros bautistas, tanto del bautismo con el
Espíritu Santo como de la sanidad divina. Ese misionero bautista era sueco, pero enviado a
Brasil desde los Estados Unidos. Se llamaba Erik Nilsson. Él nunca respondió nada a
nuestras doctrinas excepto en una oportunidad nos dijo que debíamos dejar fuera ese
versículo que menciona que Jesús iba a bautizar con Espíritu Santo porque, decía, "causa
divisiones".
Al principio pensamos que tratamos con un cristiano verdadero, pero más tarde le
agradecimos al Señor que nos había salvado de ese hombre. El enemigo había preparado
una trampa y un plan muy astuto para llevarnos fuera de la voluntad del Señor, y de esa
manera deshacer completamente el plan de Dios para Brasil por medio de nosotros. El
misionero bautista, cuando llegó a Brasil, había buscado el bautismo y el poder del Espíritu
Santo por dos semanas. Pero cuando empezó a sentir el poder de Dios, su mujer tuvo miedo
y prohibió que continuara. Él dejó de buscar al Señor y se hizo un enemigo.

"Maten al Misionero"
Más o menos seis meses después de nuestra llegada los diáconos de la iglesia
bautista me decían "Hermano Vingren, el próxima miércoles Ud. va a dirigir el culto de
oración". Yo asistí y leí unos versículos del Nuevo Testamento sobre el Espíritu Santo y
decía unas palabras. Esto fue en mayo de 1911. Los diáconos tenían sus biblias abiertas
para confirmar si yo estaba leyendo correcto. Parecía que estaban satisfechos con lo que
decía.
Durante esa semana tuvimos cultos de oración cada noche en una casa de una
hermana que tenía una enfermedad incurable en los labios y nos sentíamos tristes porque
ella no podía asistir a los cultos en la iglesia. Lo primero que hice fue preguntarle si creía
que Dios podía sanarla. Ella respondió que sí. Dijimos entonces que a partir de ese
momento ella debería dejar de tomar todos los medicamentos. Oramos por ella y el Señor la
curó completamente. En nuestros cultos de oración que seguían, ella comenzó a pedir y orar
por el bautismo en el Espíritu Santo. Su nombre era Celina Albuquerque. Ella seguía
orando en su casa juntamente con otra hermana. Y a una hora de la madrugada esta
hermana Celina empezó a hablar en nuevas lenguas y siguió hablando dos horas. Por lo
tanto primera incidencia del bautismo del Espíritu Santo en la tierra brasileña.
Al día siguiente la otra hermana, que había presenciado todo, les contó lo que había
visto a los otros miembros de la iglesia bautista. Su nombre era Nazareth. El viernes,
después de terminar el culto en la iglesia, la hermana Nazareth vino juntamente con otras
hermanas a nuestro culto de oración. Allí mismo, el Señor Jesús bautizó a la hermana
Nazareth con el Espíritu Santo y también ella cantó un himno en el Espíritu.
Todos los demás que habían venido de la iglesia bautista creímos que esta era una
obra de Dios, todos menos dos, un evangelista y la esposa de un diácono. El evangelista,
que no sabía que hacer, quedó muy orgulloso y cayó bajo el juicio del diablo. Ya en el

164
domingo siguiente notamos que había sido tomado por un poder extraño y esto se notaba
más cuando hablaba. No fue de admirarse pues era tan joven y tenía tan poca experiencia.
En el miércoles siguiente él convocó a los miembros de la iglesia para un culto
extraordinario y no permitió al pastor la palabra. Él solamente decía, "Todos los que están
de acuerdo con la nueva doctrina pongan de pie". Dieciocho hermanos se levantaron y
fueron de inmediato cortados de la comunidad de la iglesia. El pastor, quien era un
verdadero creyente y muy sereno, oró entonces de su corazón y pidió la palabra. Abrió su
Biblia y encontró el versículo que dice:

"Por lo cual,sSalid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo


inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e
hijas, dice el Señor Todopoderoso".

Estos dieciocho hermanos salieron luego de la iglesia bautista para volver nunca
jamás. Esto pasó el 13 de junio de 1911.
Comenzamos inmediatamente con cultos públicos en varios lugares en las casas de
esos hermanos donde los bautistas habían celebrado cultos. Habíamos estado en Brasil
entonces seis meses. Jesús nos bendijo maravillosamente. Oramos por los enfermos que
fueron sanados y por los pecadores que fueron salvos. Después fuimos al río grande Guamá
y allí bautizamos varios hermanos recién convertidos en las aguas tranquilas del río. El
camino al lugar del bautismo pasaba por una selva y había hierba casi hasta las rodillas una
buena parte del camino. Pero fue glorioso doblamos las rodillas allí en la hierba a la ribera
del río junto con los candidatos. De verdad fue maravilloso.
Después de un viaje que hice, volví a Belém y tuvimos otro bautismo con cuatro
nuevos convertidos. Hicimos otros viajes al interior donde bauticé varios hermanos y
cuando volví tuvimos otros bautismos en Belém. Varios fueron también bautizados con el
Espíritu Santo y una hermana que se llamaba Clotilde, habló en lenguas durante varias
horas cuando recibió su Pentecostés. ¡Gloria a Jesús!
El 14 de abril bauticé tres personas más. En esa oportunidad una multitud grande de
enemigos de la obra se juntó y vimos que todos estaban armados con machetes y sogas para
impedir el bautismo. Ellos nos amenazaron mucho, pero por el gran ayuda y poder de Dios
hicimos el bautismo. Fue por un milagro que mi vida fue salva. Loado sea el nombre del
Señor por eso.
Sobre este acontecimiento escribió A. P. Franklin en su libro Entre creyentes
pentecostales y santos abandonados en la América del Sur.
"Los primeros bautismos en Pará fueron en secreto, generalmente a las 11:00 de la
noche porque no había tanques de bautismo en las iglesias. Pero un día tuvieron la valentía
para anunciar un bautismo público en la playa del mar. Luego vinieron centenares de
personas pensaron que con violencia podían impedir el acto sagrado. El líder en frente
llevaba una cruz. Los creyentes que estaban reunidos comprendían el peligro en ese
momento y tenían miedo que hubiera violencia. Vingren procuró leer la Biblia, pero no
pudo. Procuró de nuevo pero el líder agarró su puñal y preparó abalanzarse contra Vingren.
Hermana Celina se lanzó entre ese católico y hermano Vingren y le salvó la vida.
Luego, otro católico, un hombre viejo gritó, "¡Dejen que tengan sus ceremonias!" Pero el
líder del grupo fue firme en su propósito de impedir el bautismo.
Luego Vingren decía a los enemigos, "Yo hago solamente lo que Jesús quiere".
Detrás de las amenazas de los enemigos los candidatos comenzaron a cambiar la ropa y

165
ponerse las capas de bautismo en unas pequeñas tiendas en la mata y fueron al río. Y, en
cuanto Vingren bautizaba, los enemigos gritaron, "Miserables, comida de tigres,
¡mátenlos!"
"Cuando terminaron el bautismo, los enemigos pensaban que volviéramos a las
tiendas otra vez para cambiar la ropa", relató hermano Vingren. Pero Dios puso en mi
corazón que no cambiáramos la ropa, mas volver a la ciudad mojados como estábamos. Yo
salí del agua, seguido de cerca por los candidatos y pasamos por medio de los enemigos.
Ellos se esquivaron y quedaron contemplándonos con la boca abierta y nos dejaron pasar.
El Señor así nos salvó".
Eso fue muy valiente, le dije al hermano Vingren. ¿Valentía? Yo tengo el
mandamiento de Cristo, tanto para predicar como bautizar. No hay otra cosa que hacer. Yo
no podía desobedecer a Dios, aun si todos los hombres y todo el poder del infierno vinieran
contra mí para impedirme. Tenemos que obedecer primero a Dios, así dice la Biblia", dice
Vingren. Vi como la sangre subió en el rostro y sus ojos brillaban y casi sentí como su
corazón palpitaba.
Sigue la narración Gunnar Vingren: Permanecí en Soure un mes entero y volví a
Belém el 12 de mayo y tuve varios bautismos otra vez. Después del último bautismo en el
interior, que fue hecho en un pequeño arroyo muy dentro de la selva, volví a Belém en tren.
En ese día comencé a sentir un terrible dolor en mis piernas. Y durante varios meses sólo
pude caminar muy despacio y con mucha dificultad.

Fiebres y Perros Salvajes


Me dijeron que tuve beriberi. Una de sus variedades. En el mes de agosto, viajé a
Tajapuri y quedé allí un mes entero y fue cuando me atacó la enfermedad y la fiebre. Luego
volví a Belém. Despues de seis días mis pies y piernas comenzaron a hinchar y después de
dos días el hinchazón había subido hasta el pecho a tal forma que yo tenía dificultad para
respirar. Un día después hice un viaje hasta Mosqueiro, para bañarme en el río. Quedé un
poco mejor pero me dejó con una tos tan fuerte que casi no pude quedarme en la cama en la
noche. Tenía tanta fiebre que temblaba. Esto continuó por tres o cuatro semanas y así pude
tener unos cultos.
Los enemigos de Dios nos persiguieron mucho en estos tiempos. Una noche
apedrearon terriblemente la casa donde estábamos reunidos. Pero el Señor nos guardó de
modo que nadie fue herido. En otra noche habían preparado un plan para tomar mi vida y
quemar la casa. Una hermana vino a decirnos lo que ellos pensaban hacer y como iban a
expulsarme.
Una multitud grande se reunió fuera de la casa. La hermana me recomendó que yo
huyera y lo hice. Salí corriendo por detrás de la casa al patio y luego a la selva, donde me
escondí. Yo me sentía tan debil que tenía que andar en mis pies y manos. Fui así hasta
llegar a otra casa y allí dormí esa noche. Los enemigos habían traído sabuesos salvajes que
pusieron en mis pisadas, pero Dios no permitió que me hallaran. Dios deshizo las
estrategias y no permitió tampoco que hicieran mal hacia los otros creyentes. Yo mismo,
que sólo podía andar muy despacio, recibí ayuda de Dios para escapar de los enemigos.
Al día siguiente regresé por barco para Belém y tuve que quedarme en la cama con
una fiebre tremenda. Me sentía que iba a morir. Estaba hinchado y no pude dormir por tres
días y tres noches y sentía un dolor terrible.
En la cuarta noche, Dios me ayudó y pude dormir un poco. Entonces doblé las
rodillas en toda mi flaqueza y agradecí a Dios que me había ayudado dormir un poco.

166
Los creyentes oraron mucho por mí y el Señor oyó sus oraciones y me curó
completamente sin medicamentos ni médicos. Una noche comencé a orinar una cantidad
tan grande que me dejó asombrado. Esto continuó dos días. Entonces noté que a la medida
que orinaba, el hinchazón desapareció de mi cuerpo. Mis piernas, que estaban tan gruesas
resultaron palitos. Sentía una gran transformación de mi cuerpo, pero a pesar de esto yo
estaba tan flaco que atravesaba el cuarto con dificultad. Paulatinamente recuperaba mis
fuerzas. Fue, por lo tanto, el Señor que me restauraba la salud, según Santiago 5:14. Poco
tiempo más y el Señor me dio la fuerza para nuevamente trabajar y dirigir cultos. Para fines
de noviembre estaba completamente sanado. Bendito sea Dios. Había sufrido desde el mes
de junio hasta el mes de noviembre. Y estaba tan acostumbrado al dolor que fue casi
natural. Mas el Señor me curó. Fue un milagro tanto para mí como para los otros. Jesús es
el mejor médico. Alabado sea su nombre.

Milagros de Cura Divina


La obra de Dios continuó y la palabra fue confirmada cada día con milagros y
maravillas. Un hermano fue curado de una enfermedad grave en la pierna. Una hermana fue
curada de una dolencia incurable de los labios. Otra, que sufrió un dolor de cabeza por diez
años, fue curada. Un hombre paralítico que estaba moribundo y no podía hablar, fue curado
y vino a los cultos. Una señorita que estaba moribunda con fiebre también fue curada. Un
hombre de edad que había sufrido de hernia por nueve años fue sanado. Otro hombre que
había sido enfermo muchos meses con fiebre y tenía su cuerpo hinchado, fue tanto sanado
como bautizado con el Espíritu Santo. Él también recibió el don de profecía. Una hermana
también fue sanada en la misma noche de dos enfermedades.
Era muy glorioso acompañar los nuevos convertidos felices en aguas de bautismo.
Maravilloso era ver como el Espíritu Santo caía sobre estos creyentes y como ellos
hablaban en lenguas, profetizando y cantando en el Espíritu Santo. Con mucho coraje
testificaron después de Jesús y alabar su nombre.
Una mujer que fue desengañada por el médico por estar haciéndose ciega, decía
después de la oración: "Ahora veo los hombres como nubes". Después de otra oración:
“Ahora veo aun las uñas de mis dedos de mis manos.”
Un hombre que vio a su hijo morir, lo tomó en sus brazos de inmediato y empezó a
invocar el nombre del Señor. Inmediatamente Dios obró y el niño volvió a tener vida. Su
esposa, cuando vio lo que aconteció, se entregó al Señor.
Un hermano vino del interior desde una distancia de cien kilómetros y decía: "Yo
sentía que era la voluntad del Señor que viniera, pero no sé porqué". Cuando él llegó, yo
estaba enfermo de fiebre y trémulo. Cuando este hermano se sentó y empezó a contar sobre
la gloriosa obra de Dios en el interior, sentí el poder de Dios en mi cuerpo y comencé a
hablar en lenguas en voz alta. Después sentí todo mi cuerpo volver caliente y yo estaba
curado de la fiebre. El día siguiente aquel hombre fue presente otra vez, después de
habernos alabado a Dios juntos.
Una mujer, que era paralítica de una de las piernas, fue completamente sanada. Mi
pequeño hijo Ivar también fue curado instantáneamente de fiebre, asma y un defecto en la
parte inferior del ojo. El mismo poder de antes existe hoy también, si creemos en la Palabra
del Señor.
Dios también está hablando con su pueblo por su palabra y por el espíritu profético
que Él continuará su obra y que su venida está cerca. Los creyentes tienen visiones,

167
revelaciones, sueños y se manifiestan los dones del Espíritu. Por medio de todo esto el
pueblo de Dios es edificado. Y de esta forma se cumple lo que está escrito en Hechos 2:17.
Cuando el Espíritu de Dios es derramado sobre los corazones, éste se manifiesta con
los dones y los frutos del Espíritu Santo. Entonces se oye júbilo y alegría en las tiendas de
los justos.

168
María Atkinson: PIONEROS DE PENTECOSTES EN MEXICO
Peggy Humphry

Dios ha usado mujeres para llevar el Evangelio en poder y demostración del


Espíritu Santo a las regiones de la Hispanidad. Esta noble pionera, María Atkinson, tiene
un testimonio fehaciente de recia envergadura espiritual. México la recuerda con cariño,
pues dedicó la mayor parte de su vida a rescatar mexicanos del yugo de servidumbre
espiritual.
Lo que transcribimos a continuación son datos verídicos proporcionados al autor
por la Junta de Misiones de la Iglesia de Dios; los cuales aparecen en la obra "No Doubts
Here", escrito por la bien documentada escritora Peggy Humphrey.

Dudas en la Niñez
María Albina Esquer de Rivera fue una mujer piadosa, de rancio linaje católico.
Con su esposo Antonio, disfrutaban de bienes materiales y una familia de seis robustos
vástagos. La hacienda que poseían estaba bien atendida de sirvientes y peones, pues don
Antonio era próspero agricultor, comerciante, y minero en Alamos.
Doña María Albina se levantaba temprano e iba a misa. En sus labios recitaba:
"Salve, María, llena eres de gracia". Y continuaba mientras caminaba por la estrecha calle
empedrada: "El Señor es contigo, y bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el
fruto de tu vientre: Jesús. ¡Salve, María!"
A la entrada de la iglesia, después de saludar a todos los que se había encontrado en
su camino con una sonrisa de intensa simpatía, hacía la señal de la cruz y entraba resuelta y
feliz. Se detenía en la pila de agua bendita y mojando su dedo tocaba su frente, su pecho y
ambos hombros reverentemente, trazando sobre su cuerpo la señal de la cruz, mientras
decía musitando: "En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén". Se
gozaba en la misa, que le llenaba de más piedad y fe. Una vez terminaba la prolongada
ceremonia, regresaba exuberante de gozo a su residencia.
El día 2 de septiembre de 1679, Albina dió luz una preciosa niña a la cual
nombraron María de los Angeles. A consecuencia del parto doña Albina empezó a perder
salud. Ocho días después pasó a la eternidad, dejando siete huérfanos. Los niños de la
familia Rivera habían sido enseñados que al morir, el alma va a un purgatorio. Todo esto
sembró la tristeza y la angustia en aquellos tiernos corazones que no podían comprender
cómo aquella santa mujer, devota y sincera podía recibir castigo cruel cuando fue tan
sincera en sus devociones mientras vivía. Aunque Dios perdona los pecados, la iglesia
enseña que el católico aun debe purgar sus pecados hasta que esté el alma purificada para
entrar al cielo. Para ello los deudos han de pagar honorarios al sacerdote para ofrecer misas
y sacrificios. Así la familia Rivera empezó en diarios rosarios por el alma de la madre
ausente.
Doña Concepción Esquer de Corral, hermana carnal de la difunta, vino desde
Hermosillo a hacerse cargo de aquella numerosa prole. Desde su tierna infancia la pequeña
María dió señales de piedad, y con mente abierta inquiría constantemente acerca de Dios.
Así creció y cuando don Antonio contrajo nupcias con la señorita Trinidad Valenzuela, los

169
huérfanos encontraron otra madre, pues Trinidad era otra devota mujer católica que se
encargó de doctrinar a sus entenados con gran dedicación cristiana.
María seguía dando manifestaciones de gran religiosidad y gran amor por sus
semejantes. Las buenas obras ardían siempre en su joven corazón. Estudió para el
profesorado y al llegar a la edad matrimonial contrajo nupcias con un principal de escuelas
llamado Dionisio Chomina. De aquella unión salieron hijos. Eso fue en el 1903 cuando dió
a luz su primera hija que llamó María. En el 1903 Dionisio aceptó una posición en la
oficina del ferrocarril en Nocozari, Sonora, pero fue transferido poco después a Douglas,
Arizona. Para el 1905 murió Chomina. María y su hijita regresaron a Hermosillo, donde
nació su hijo Dionisio Jesús.
María empezó a trabajar de enfermera. Ayudaba a todos como podía y durante la
revolución de 1915 intercedía con las autoridades para salvar de fusilamiento a muchos.
Ella era enfermera privada del padre de Plutarco Elías Calles.
Dejando su carrera de enfermera abrió un negocio de modista. Debido a su
personalidad y dinamismo el negocio prosperó, dando empleo a tres o cuatro costureras
más. Obtuvo un contrato con el campamento militar en Douglas para hacerle uniformes.
Volvió un nuevo romance amoroso en la vida de María. Esta vez fue un americano
de nombre Marcos Guillermo Atkinson. Después de un corto período María se unía en
matrimonio con este hombre el día 30 de junio de 1920 en la Iglesia Cristiana de la esquina
de la calle Once y Avenida C. en Douglas. El trabajaba en el ferrocarril y además tenía un
garage.
Un día al visitar su médico éste le informó que ella tenía un tumor uterino, de
condición cancerosa. Después de múltiples consultas y exámenes todos convinieron que
María tenía cáncer. Nadie le dió esperanzas. Empezaron las misas en pro de su salud, pero
María estaba confinada en cama y ya no podía resistir el dolor. La Virgen de los Remedios
no contestaba. La pequeña María estaba desconsolada. Saliendo al patio un día habló con
la lavandera María Ibarra. Esta mujer cristiana y fiel sierva de Dios, de inquebrantable fe
pidió hablar con Maria Atkinson. Sin ambajes ni rodeos, María Ibarra le presentó el plan
de salvación. Habló del Gran Sanador. Abrió una Biblia y leyó en Santiago 5:14, 15:
"¿Está algún enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él,
ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el
Señor le levantará; y si estuviere en pecados, les serán perdonados".
La lavandera volvió a leer la promesa de sanidad. "María, comprende usted lo que
el Señor puede hacer por usted por fe, y usted tiene fe en usted misma?" dijo ella. "Nada es
imposible. El puede curar las raíces mismas del cáncer", continuó.
La cara de la enferma reflejó una sonrisa. Esperanza nueva invadió su corazón
angustiado. Aquellas palabras habían penetrado en lo más profundo. El cura nunca hablaba
así. La lavandera prometió regresar en la tarde junto a su hermana. Mientras tanto lágrimas
brotaban a raudales de los ojos de María.
Carmen y María Ibarra regresaron aquella misma tarde. La enferma descargó su
corazón diciendo acerca de su fe católica y cómo había rogado a los santos y a la virgen
María. Carmen le interrumpió diciendo: "¿Por qué perder tiempo con substitutos que nunca
puede salvar ni sanar? Dios ha provisto el único medio de salvación y sanidad a través de
Su Hijo Jesucristo. Ahora Dios quiere su vida rendida por completo a El. Tome esta
promesa por fe y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor le levantará, y si hubiere
cometido pecados, les serán perdonados". Mientras esta humilde sierva de Dios hablaba,
María comprendió completamente acerca del Hijo de Dios, Salvador de la humanidad. Una

170
luz nueva iluminó su rostro cadavérico. Aquellas dos mujeres le ungieron con aceite
derramando delante de Dios sus corazones en súplica por la sanidad y la conversión de
María.
La sanidad se efectuó para asombro de familiares y médicos. En pocas semanas
María empezaba a asistir a la Asamblea de Dios en Douglas. Según la palabra de Dios
penetraba en sus oídos, su fe se fortalecía, y su cuerpo sentía sanidad cada vez más. Maria
pidió a Dios el bautismo del Espíritu Santo, prometiendo ir a México a llevar el mensaje de
salvación, y gloriosamente empezó a hablar en lenguas desconocidas que como ríos de
aguas vivas salían de su boca. La revelación de la Palabra de Dios obraba manifiestamente
en ella y comprendió a cabalidad el plan de salvación de Dios para el hombre. Ningún
hombre puede comprar la salvación, y todos aquellos ritos y ceremonias en los cuales ella
se había envuelto con tanta sinceridad durante toda su vida aparecieron repugnantes ante
aquella vida nueva y saturada del poder redentor de Cristo. La indulgencia como medio de
obtener la vida eterna cayeron derrumbadas ante el empuje avasallador de un perdón por la
gracia. Isaías 55:7 le fortalecía: "Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus
pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el
cual será amplio en perdonar". El purgatorio perdió la tenaza de terror en su vida. Así la
Virgen Maria fue reconocida como una santa mujer, instrumento en las manos de Dios en
su plan de redimir al mundo, pero sin poder alguno para salvar. Aquellas palabras bíblicas:
"Al Señor tu Dios adorarás y a El solo servirás", le sirvieron de sostén en su nueva fe. Se
dió cuenta que sacrificios sin sangre no eran efectivos y que la misa era una farsa que
reclama la re-crucificación de nuestro Señor otra vez y otra vez, de manera sin sangre y
que era una mera continuación de un hecho que la Palabra Santa dice fue completado en el
calvario dos mil años ha.
La promesa misionera empezó a arder en su corazón. Romanos 10:13-15 martillaba
en su mente: "Porque todo el que invocare el nombre del Señor será salvo. ¿Cómo, pues
invocarán a aquél en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquél del cual no han
oído? ¿Y cómo oirán sin haber quién les predique? ¿Y cómo predicara si no fueren
enviados? Como está escrito: "¡Cuán hermosos son los pies de los que escuchan el
evangelio de la paz, de los que anuncian el evangelio de los bienes!" El Evangelio había
revolucionado totalmente su vida y ahora sólo le interesaba seguir y obedecer la voluntad
de Dios. Por ello las palabras de Juan 20:21 fueron su ordenación: "Así como el Padre me
ha enviado, así también yo os envío".
Después de pelear valiente e inteligentemente la persecusión de parte de sus
amistades y de la iglesia católica, María recibió de parte de las Asambleas de Dios
reconocimiento ministerial. Debido a sus nexos familiares María no pudo responder al
llamado misionero y sólo se concretaba a predicar a los mexicanos a lo largo de la frontera,
y orar por enfermos; así como asistir a los pobres en Agua Prieta. La Iglesia Bautista y la
Iglesia Metodista la invitaban a ministrar y como consecuencia muchas de esas
congregaciones fueron llenos del Espíritu Santo.
Sintiendo la necesidad de su propio ministerio, María abrió una iglesia en un garage
en la Calle Catorce en Douglas, Arizona. No tardó Dios en bendecir esta obra. Gente de
todas las denominaciones acudían a escuchar a esta mujer de grandes arrestos
evangelisticos. Una noche el poder de Dios se manifestó tan poderosamente que
permanecieron toda la noche como inconscientes mientras cantaban. Ella misma sintió el
toque del Espíritu y empezó a moverse como en un balancín. Como a las nueve de la
mañana, sorprendida de aquellas manifestaciones, María acudió a cada persona que

171
parecían estar dormidas y al tocarlas despertaban hablando en lenguas. Muchas de ellas
nunca habían recibido el Espíritu Santo.
Los cultos continuaron en avivamiento, y ella siguió testificando en la frontera
mexicana. Aunque se excusaba de salir a México debido a su buena casa, familiares y
además salir sola, Dios tenía Su plan.

Visión Celestial
Un día después del almuerzo se acostó a dormir la siesta. Sintió algo como si
estuviere muriéndose. Llena de pavor mandó por el pastor. A las cinco de la tarde entró en
coma. Creyendo que había muerto, el pastor mandó a llamar al médico para que diera un
certificado de defunción. Poco sabía el que durante este tiempo María estaba teniendo una
visión del cielo, viendo un río que fluía del trono de Dios con ángeles en el otro lado
cantando y llamándola. Oyó la voz majestuosa de Dios que decía: "En realidad tú estás
lista para venir aquí, pero te necesito en el mundo para que lleves el Evangelio a México".
Ella replicó: "Señor tú sabes que te amo y que contenta iré". A la una de la tarde el doctor
entró en la habitación. "Hay vida en ella", dijo maravillado mientras le quitaba el
certificado de defunción que había entregado al pastor y lo marcó "Nulo".
Después de salir de la coma, María quedó ciega por varias horas. Dudas vinieron a
su mente. "Nadie te va a creer si te vas sola a México si tu marido no va", pero ella misma
se contestaba en voz alta: "Eso no es verdad; yo no voy sola; el Padre, el Hijo, el Espíritu
Santo y todos los ángeles van conmigo". Al hablar así su vista fue restaurada.
"¿Pero qué le voy a decir a mi marido?" pensó ella. Entonces se dio cuenta de que
élla había leído en Mateo 18:38: "Y el que no toma su cruz, y sigue en pos de mí, no es
digno de mí". Todavía le duró un miedo que la perturbaba por días, estaba pasando a travez
de un gran conflicto y sabía que no era fácil la salida. En su Biblia leyó, "Y muchas gentes
iban con él; y volviéndose les dijo: "Si alguno viene a mí y no aborrece su Padre, y Madre,
y mujer, e hijos e hermanos, y hermanas, y aun su vida, no puede ser mi discípulo. Y
cualquiera que no trae su cruz, y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo". Lucas
14:25 y 26.
Por tiempo se decidía no ir a México, pero luego recordaba el llamado de Dios y
exclamaba, "Mi Jesús, no puedo dejarte. Tú eres mi todo en todo". Un día, sabiendo que el
tiempo para actuar había llegado, ella le pidió a su esposo que viniera. Mientras esperaba
oró fervientemente para que Dios le diera gracia y valor. Levantando sus ojos miró
directamente al rostro de su amante esposo: "Marcos, lo que te voy a decir te va a causar
dolor. Temo decírtelo, pero tengo que hacerlo. Soy una mujer cristiana, y ahora debo
predicar el evangelio en México. He peleado la batalla por meses, pero Dios me ha llamado
a llevar el Evangelio a mi pueblo. Vendrás conmigo?"
"María", le ripostó: "Te quiero más que a mi vida misma pero no puedo hacerme
Cristiano y no puedo ir a México contigo a predicar. Si tienes que ser Misionera, entonces
tenemos que separarnos. Será como tú lo desees". Con lágrimas en sus ojos, María miró a
su esposo rígido y tenso. "Tengo que ir, contestó ella".
"No es mi amor para ti tan sagrado como cualquier otra cosa en la vida?" preguntóle
Marcos.
"Sí, deseo tu amor, pero debo obedecer a mi Señor primero que todo", replicó ella.
El abandonó la habitación. Temblando, María se tiró en la cama. Su fortaleza le
abandonaba, pero Dios obró un milagro en su corazón. Abriendo la Biblia leyó, "Entonces
Pedro comenzó a decirle, "Lo hemos dejado todo y te hemos seguido. Y Jesús

172
respondiéndole dijo: "En verdad os digo, no hay hombre que haya dejado casa, o hermanos,
o hermanas, o Padre o Madre, o Esposa, o hijos o tierras, por mí y los Evangelios que no
reciba el ciento por uno ahora en este tiempo, casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e
hijos, y tierras, con persecuciones, y en el mundo venidero la vida eterna". Fue como si
Dios mismo hubiera contestado a sus preguntas en persona, como si El hubiera puesto las
palabras en ese libro para que ella las leyera; palabras que se ajustaran a la situación de ella.
"Sí, Cristo, yo sé que Tú me darás otras familias"; oraba ella. "Tú me darás la gracia
necesaria, hazme deseosa de soportar dureza como un buen soldado de Jesucristo". Desde
ese momento María Atkinson nunca contó el costo de ir a México. "No me escogiste
vosotros a mí, mas yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto y
vuestro fruto permanezca". (Juan 15:15). El testimonio de ella vino a ser, "Pero las cosas
que para mí eran ganancias, hélas reputado perdidas por amor de Cristo. Y ciertamente, aun
reputo todas las cosas perdidas por el eminente conocimiento de Cristo Jesús mi Señor, por
amor del cual lo he perdido todo, y téngolo por estiércol, para ganar a Cristo.
Otra seguridad de que ella iría se realizó con el compromiso de su hija con el joven
Manuel Elías, hijo de una familia de líderes que incluía al presidente de la República
Mexicana, dos Gobernadores de Sonora, varios militares de alto rango y unos pocos
Sacerdotes distinguidos. En el 1926, después de las bodas de su hija, María Atkinson salió
del hogar y dedicó tiempo completo a la obra del Señor entre su gente. Aquéllos que
sentían pena por ella, les argüía esta es la vida! Qué valor tenía la vida de antes, la vida del
impío no es nada más que clamor, orgullo, ambición, y contratiempo. ¿Y de qué vale todo
eso? Yo había perdido el deseo de vivir, sin embargo, no había nada atractivo en la idea de
morir. Estaba empeñada en una carrera perdida, con una alma insatisfecha luchando, sin
llegar a ningún sitio". Su salida no le trajo gran pena como muchos esperaban, Dios le hizo
fácil para ella, complaciendo su alma consigo mismo. Y mientras ella andaba con El, el
gozo inundaba su vida. Hubo veces cuando ella se sentía sola y deseaba compañía pero iba
de rodillas y hablaba con su Señor. Mientras miraba al rostro del Señor le decía: "Amado
Jesús, quiero ser crucificada contigo y aunque vivo en la carne no quiero que sea María
Atkinson la que esté viviendo en mí ya más, sino Cristo que vive mi vida por mi.

La Guianza de Dios
Mientras esperaba la dirección del Señor, donde empezar, oyó la voz del Espíritu
Santo que le decía: "Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti
fijaré mis ojos".
María aprendió muy pronto a ser flexible a la dirección del Espíritu. Ella sabía que
México no se iba a conquistar de la noche a la mañana, pero estaba determinada a viajar y
estar en la voluntad de Dios. Comenzó a viajar a travez del estado de Sonora y otras partes
de México evangelizando, y se le partía el corazón al ver a la gente a la vera del camino
arrodillados delante de una estatua. Muchas veces se detenía y les hablaba diciéndoles:
"Ese ídolo no te puede salvar". Una sola pedrada puede hacerlo añicos, porque no te olvidas
de él y le pides a Cristo que te salve. La biblia dice: "Si confesamos nuestros pecados, El es
fiel y justo de perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad" 1 Juan 1:9.
Su ministerio la había llevado a Sonora en el 1930, cuando recibió una llamada
urgente para que regresara a Douglas, una hija adoptiva, Pablita Meraz estaba gravemente
enferma. Llevaron a María en auto a ciudad de Obregón, donde ella planeaba tomar el
primer tren que salía para Douglas. Algunos de sus parientes en ciudad de Obregón, al
saber que ella iba a pasar por allí, quisieron que ella lo visitara y se fueron a verla. Cuando

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María llegó le suplicaron que se quedara una corta visita con ellos, aunque tenía prisa de
llegar al lado de su hija adoptiva, consintió en quedarse. Ellos le dijeron que habían estado
orando para que ella llegara y les contara de su nueva experiencia, cómo era todo eso y
cómo la había encontrado. María les replicó que les tomaría algunas horas para contárselo
todo, y que debía marcharse enseguida. Una de las sobrinas de María le dijo: "Pero no es
Cristiana tu hija?" "Oh sí, replicó la Señora Atkinson, es una muchacha Cristiana y llena
del poder de el Espíritu Santo, la cual la hace más bonita". Entonces replicó la sobrina, "La
muchacha está lista para morir y nosotros no. Por favor quédese con nosotros". Aquellas
palabras convencieron a María y empezó diciéndole: "Dios sana toda clase de
enfermedades y es su voluntad darles a ustedes salvación y santificación para sus almas.
Los milagros no se pueden explicar. Uno tiene que aceptarlo y regocijarse en ellos".
"Entonces si Dios sana, empiece a practicar, porque mi hijo mayor está en esa
habitación, con fiebre y tifoidea y los médicos no dan esperanza. Entonces las palabras
vinieron a la mente de María: "Id sanad a enfermos, limpiad leprosos, levantad lo muertos,
echad fuera demonios. De gracia recibisteis dad de gracia".
"Está bien" consintió María, "iré a orar por él". Entró, lo ungió con aceite, pidió a
Dios que sanara al muchacho como testimonio a aquéllos incrédulos, muy pronto el
muchacho pasó la crisis en su enfermedad.
La sobrina maravillada exclamó, "Mira cómo trabaja". Ore ahora por mis pies, no
me puedo calzar. Entonces María sintió miedo, pensó, y si mi fe no es lo suficientemente
fuerte. Rápidamente vino la respuesta de Dios a su corazón, "No es tu fe lo que lo va a
hacer, sino yo lo voy a hacer", volvió a orar y la hinchazón del pie izquierdo de la mujer se
fue.
Los parientes estaban alborotados. María les dijo: "Yo quiero que ustedes entiendan
que si Dios pudo salvarme de mis pecados, el hizo un gran milagro. Sanar un cuerpo de
enfermedad es cosa fácil para El. Antes de acostarse esa noche la sobrina le suplicó a María
que no tratara de madrugar, que cuando el desayuno estuviera listo ella la despertaría.
A la mañana siguiente como a las diez, la sobrina llamó a la Señora Atkinson, la
cual se levantó y pronto estaba sentada para el desayuno. Después de comer, la sobrina
abrió la puerta de la sala. "Aquí tiene material para obrar, le dijo. La sobrina se había
levantado temprano y se había ido a la calle de Obregón y había reunido a todos los
enfermos inválidos y los había traído a su casa.
Ella empezó así, "y estas señales seguirán a los que creyeran, en mi nombre echarán
fuera demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán serpientes, y si tomaran cosas mortíferas
no les dañarán, sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán". Entonces ella les advirtió
que aquéllos que querían ser sanos que le pidieran a Dios, que pusiera sus manos sobre
ellos, para la sanidad del cuerpo y salvación del alma. Como resultado Dios confirmó su
palabra, sanando a todos los que oraron.
Una semana después de llegar a Douglas, la Sra. Atkinson recibía cartas de Obregón
suplicando que regresara. Pero cuando ella llegó a su casa encontró que su propia hija,
después de haber dado a luz, había desarrollado una fiebre peligrosa. Cuando se cuenta que
poca gente ha sobrevivido esa enfermedad. La joven María le pidió a su madre que se
quedara a su lado. Como a las dos de la madrugada la enferma entró en coma. La Sra.
Atkinson puso su mano sobre la frente de su hija y oro, "Mi Dios no es mi mano, es la tuya
la que pongo en la frente de mi hija. Dale la victoria en tu nombre. Echa fuera esta fiebre.
Dale vida para que cuide a su hijo, a su esposo, y hazlo también por el amor a su madre.

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Instantáneamente la fiebre y los escalofríos la dejaron y se quedó dormida. Por la mañana
cuando el doctor llegó, María la hija, estaba completamente buena.
María permaneció en Arizona, por algún tiempo para conservar su ciudadanía
Americana y empezó unos cultos en Bisbee, en un edificio viejo que estaban demoliendo.
El lunes por la noche abrió la puerta del piso de arriba a la cual se entraba desde un
pasadizo. No sabiendo que habían quitado la escalera, a esta puerta. Después del servicio
anterior ella movió el paso sin mirar y cayó como 25 pies a la calle, Dionisio que pasaba
vió a alguien caer no sabiendo quien era acudió al auxilio. Cuando cayó casi se desmayo
viendo a su propia madre tendida con un brazo partido y varias contusiones.
Al llegar un médico ordenó que la llevara al hospital, a lo cual ella se negó a ir. Sin
más, Dionisio se la llevó de regreso a Douglas. Al tomarle rayos X y ponerle yeso en el
brazo, y bendarle dos costillas rotas, le enviaron para la casa.
Mientras estaba en cama esa noche escuchó a su hijo predicando en la iglesia. Y
escuchando cuidadosamente su tema, "Ezequiel, valle de Huesos", mientras más escuchaba
más ansiosa se puso de estar en el culto. Oró, y luego declaró, estoy sana, me voy a levantar
y me voy a predicar también.
Después de haberse vestido marchó a la iglesia, y subió a la plataforma donde su
esposo estaba predicando y después que Dionisio terminó, pidió permiso para testificar.
Entonces dió un glorioso testimonio de como Dios la había milagrosamente sanado.
A la mañana siguiente, Dionisio trajo el periódico local al cuarto de su madre: –
Madre, no te gustaría leer la historia de tu accidente. Tomando el periódico miró al
encabezamiento: "Predicadora Pentecostal saltó de un edificio para probar el poder sanador
de Dios". "Bueno", dijo ella. "Por lo menos está la mitad correcto".
Otros milagros empezaron a suceder para Nov. 1938, su hijo se casó con una joven
de Mazatlán. Hubo contienda en cuanto a los planes para la ceremonia, pues la Sra.
Atkinson quería una ceremonia en la Iglesia, pero la madre de la novia quería una
ceremonia civil. Y como las dos madres no pudieron ponerse de acuerdo, Dionisio y
Margarita fueron casados por un juez. Sin embargo, los miembros de la iglesia cogieron sus
violines y acordeones y se los llevaron a la corte para la ceremonia.
Poco después, la Sra. Atkinson empezó a buscar la voluntad de Dios de acuerdo al
futuro de su ministerio en México. En agosto de 1931 llegó a Douglas el Rev. J. H. Ingram.
Este encuentro no fue accidental sino que fue ordenado por Dios. Pues al escuchar a este
varón de Dios, explicarle las doctrinas y enseñanzas de la iglesia de Dios, no tuvo duda en
cuanto a la dirección de Dios. Después del culto llegó a un acuerdo, para unirme con la
Iglesia de Dios, y poco después salió para el campo de su llamamiento, Sonora, México.

La Fidelidad de Dios
Cuando regresó a México, un verso de Proverbios le dió nueva esperanza a la Sra.
Atkinson, "Según vayas paso a paso abriré el camino ante tí". Ella estaba decidida, sus
convicciones eran fuertes, su llamado seguro, su energía abundante. Se determinó a pelear
contra el Catolicismo, el Comunismo y el pecado, ayudando a los que tenían necesidad, a
los pobres, enfermos, atribulados, y aquéllos que no podían ayudarse así mismo.
Primero se fue a Hermosillo, donde tenía parientes, pero tuvo que modificar su
estrategia debido a la oposición del gobierno hacia los religiosos. México para los
mexicanos, era el tema de la campaña de Plutarco Elías Calles en el 1924. Esta campaña
había empezado a enforzar los estatutos de religiosos de la constitución de 1917 que tendía
a parar la fuerza de la Iglesia Católico Romana, poniendo limitaciones sobre las actividades

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de los sacerdotes. Calles decretó de que todos los templos de adoración religiosa debía de
cerrarse y todos los curas y monjas ser echados del país.
El mantenía que su intención era librar a México de "el opio del pueblo", que
hablaba mucho acerca de adoradores Católicos que habían sido fusilados. Pero aunque la
causa principal de estas leyes era evitar que los curas Católicos explotaran al pueblo, todas
las organizaciones religiosas fueron forzadas a obedecer los decretos.
Al saber del problema con que se encaraba, María empezó en meditación de oración
por horas. Aun de la dificultad, su fe aumentó. Le entró un deseo intenso de predicar, y el
corazón parecía que se le quería reventar. Entonces Dios la iluminó. La gente son como
niños, ella pensó, uno debe conocerlos, debe conocer su psicología, para sacar el mejor
provecho de ellos, debo tocar sus cuerdas más sensitivas. A los mexicanos les gusta la
instrucción, por lo tanto es por ahí que yo voy a empezar… entonces hablaré de corazón a
corazón con ellos, esta es la manera.
Al día siguiente se anuncio que la Sra. Atkinson iba a dictar una serie de
conferencias, científico-religiosas. La gente llenó el edificio. Al tiempo señalado del
servicio, cuando ella entró y miró sobre la audiencia, sintió que nunca había visto caras tan
sinceras en toda su vida y sin embargo, ella no podía decirles de su experiencia de
salvación y sanidad divina.
"La ley de gravedad declara, que todo cuerpo material en el universo atrae todo otro
cuerpo material con una fuerza que es proporcional al producto de sus masas, inversamente
proporcional al cuadrado de la distancia entre sus centros. Por lo tanto cuando un objeto
sube, debe bajar porque hay una atracción mutua del objeto a la tierra. Debido que esta
fuerza de atracción varía con la distancia entre los dos objetos, según una persona se aleja
de la tierra, la fuerza de la tierra pierde su poder y sobre el y las fuerzas del cielo vienen a
ser mayores y le atraen hacia él. Mientras más usted se aleja del mundo menos atracción él
tendrá. Según usted se mueve hacia el cielo, la tierra pierde la atracción para usted".
Súbitamente debido a la dulzura y gentileza de ella, el sentimiento de amor que ella había
pasado a la audiencia empezó a ser reciprocado.
Saben ustedes que Jesucristo el hijo de Dios murió por vuestros pecados y está
ahora en gloria tratando de alejarlos de este mundo? Quizás nadie, nunca vino por aquí y
les habló a ustedes acerca de El, pero El les amó tanto que murió por ustedes. Ustedes
pueden estar sin esperanza; pero su sangre se hizo accesible para vuestros pecados y los
míos. El precio ha sido pagado. Ustedes quieren ir hacia arriba no hacia abajo. Pero la única
manera es que ustedes tomen una atracción hacia el cielo viniendo a Jesús.
Cuando terminó el servicio, un buen número de personas se quedaron para que les
explicara mejor de la atracción celestial.
A los pocos días se mudó de Hermosillo a ciudad Obregón. Con dificultad pudo
subir al tren, ya que la muchedumbre compuesta de centenares de hambrientos, gente
harapienta, había llenado la estación, siéndole casi imposible subir al tren. Muchos se
subían, vendiendo frutas, golosinas y dulces, mientras otros pedían algunos centavos para
comprar alimentos para sus hijos. Finalmente el tren salió para Obregón.
Aunque las mismas regulaciones acerca de los clérigos tenían que cumplirse en
Obregón como en Hermosillo, la Sra. Atkinson decidió emplear los mismos métodos que
había usado previamente. Por fe, rentó un edificio que había sido usado como salón de
reunión de los comunistas. Aunque tenía poco dinero, ella confió en la promesa. "Buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia y las demás cosas serán añadidas".

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La mañana del día en que los servicios habían de empezar, ella se levantó temprano,
dándose cuenta de la necesidad que sólo Dios podía suplir y en la quietud de su alcoba tuvo
dulce comunión con su Señor. "Mi amante Jesús, hazme el corazón tan sensible de manera
que siempre sienta la tristeza de los demás y entre en sus problemas y desdichas. La gente
quizá no escuchen mis prédicas al principio, pero lo harán si yo les brindo amor y cuidado.
Sé que no hay corazón tan duro que el amor no ablande. Ayúdame, Señor, a amar la gente
con amor celestial".
Al principio, multitudes venían a los cultos. Cuando Maria entraba al auditorio, se
detenía y miraba a las caras de la gente. Se sentía muy honrada al ver que apreciaban sus
conferencias. Fueron los pobres los que con alegría escuchaban las pláticas de Cristo.
Aunque los doctos e intelectuales se maltenían alejados, rameras y publicanos encontraban
entrada al reino de Dios. Y daba gracias en su interior por la gran oportunidad de llevar
mexicanos a Cristo.
Comenzó sus conferencias científicas como lo había hecho en Hermosillo. La
belleza de su personalidad mantenía a la gente en expectación aquella primera noche.
Terminada la conferencia, oró por la gente. La gente salió comentando acerca de la dama
del vestido blando con voz tan angelical.
Al salir del servicio, ella pensaba en los milagros que Dios habría de operar en
Ciudad Obregón. Ella estaba vitalmente consciente que la palabra de la cruz es poder de
Dios para salvación. Sabía que Dios tenía poder para vencer la borrachera, hechicería,
prostitución y toda maldad en México. Podía hacer lo que el hombre no podía hacer; podía
cambiar hombres inmorales en seres inmortales. Era así de sencillo; y sin embargo era
profundo.
A la mañana siguiente, camino del mercado escuchó un gemido. Se detuvo y oyó
lamentos de dolor. Acudió a la puerta de una casa y tocó. Una señora acudió y María
dulcemente inquirió si había alguien enfermo. La señora dijo que su marido estaba muy
enfermo. Pidió permiso para entrar a hablar con el angustiado varón.
Después del saludo de rigor inquirió cuánto tiempo hacía que padecía. Miró la
rodilla hinchada del hombre y fue enterada que era un caso de brujería. "De edad de quince
años vivía yo con una mujer, a la cual dejé cuando ella trató de dominarme. Ella se fue a
San Pedro de Guadalajara y buscó a un brujo para que me hiciera un hechizo. Sufrí por un
año. Luego volvió el mal en Mazatlán. Luego cuando me mudé a Nogales, siguió
atacándome el mal. Era tan cruel el dolor que decidí ir a Guadalajara a matar a la mujer;
pero al llegar no la encontré. Entonces fui a ver otro brujo para que éste pusiera al brujo de
la mujer en una botella. Mis amigos me dijeron que era inútil, ya que el brujo que me había
hecho el mal era muy poderoso para ser vencido por otro brujo. Aborrecido me fui a
Nogales decidido a suicidarme. Sabía que en una tienda en la parte americana habla un
veneno potente que terminaría con mi existencia. Mientras me dirigía allá, me detuve a
mirar un fuego frente al correo. Miré y habla alguien que me llamaba. Cuando me acerqué
al fuego vi un Evangelio de Juan quemándose. Ayudé a apagar el fuego y recogí el libro,
pero las llamas lo habían convertido ya en cenizas. Más tarde me mudé a Obregón. Ahora
el hechizo ha vuelto, y me siento cansado, abatido y débil. El dolor no me deja ni
moverme".
María levantó una oración. Carlos era muy incrédulo. No quiso aceptar a Cristo,
pero María pudo percibir que aquel hombre estaba ya al borde de entregarse a Cristo. Salió
decidida a seguir orando por él. "Cuando esté usted sanado, venga a verme", le dijo. Carlos
Jiménez y su esposa se quedaron pasmados con tan sencilla proposición. Así salió María

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encomendando el hombre a Dios. Ambos comentaron la visita. Parece como si un ángel
haya visitado el hogar", dijo Carlos.
Aquella noche María, ungida del Espíritu Santo, predicó con unción. "Mis queridos
hermanos. A la puerta de vuestros corazones hay dos personas pidiendo entrar. Ambos
quieren gobernar y dirigir sus vidas. Uno es Jesús y el otro es Satanás. Usted y yo somos
los que podemos decidir a cuál servir… El pecado es un dictador cruel del cuerpo humano.
Pero Jesucristo le salvará, le sanará y suplirá toda necesidad en su vida. Pero usted debe
venir a Cristo tal como es, ofreciéndose usted mismo a El". Entonces ella empezó a cantar:
"Tal como soy sin más decir, que a otro yo no puedo ir, y Tú me invitas a venir: bendito
Cristo heme aquí". Terminado el himno oró por ellos. Estrechó sus manos, y por el pasillo
caminó un número de hombres y mujeres contritos y humillados, pidiendo la salvación de
Dios. El servicio se prolongó casi hasta la media noche.
Andrés Moya, que había estado asistiendo a los servicios, se mudó a Novojoa y
empezó a propagar las nuevas de lo que estaba ocurriendo en Obregón, y lo que él había
oído y visto. Uriel Félix Avilés escuchó esto y sin perder tiempo se trasladó a Obregón a
recibir bendiciones. La hermana Atkinson le recibió y se dio cuenta que aquel hombre
amaba a Dios. Tiempo después recibió el bautismo del Espíritu Santo. La hermana
Atkinson lo puso a trabajar enseguida, cosiendo, remendando y cocinando. Era muy
delgado. La gente se lo decía a lo que él replicaba que era flaco por fuera pero gordo por
dentro. No tardó en empezar a trabajar también, predicando la Palabra de Dios. Ella le ama-
rraba un cordón al zapato para cuando él predicaba demás, lo halaba del zapato.
Tres meses después que María oró por Carlos Jiménez, éste vino a verla. Durante
ese tiempo había estado pidiendo a Dios que fuera el Señor en su vida. Dios le había sanado
y salvado. María oró para que Dios le diera el bautismo del Espíritu Santo, el cual
gloriosamente recibió y dió su testimonio de sanidad divina en la iglesia. Al escucharle, un
hombre con muletas se allegó al pobremente improvisado púlpito y dirigiéndose a la
hermana Atkinson le dijo si esto era cierto, él quería que ella orara también por su salud. Al
hacerlo ella, él tiró las muletas y magnificó a Dios.
Otra señora que sufría tuberculosis vino al frente, recibiendo maravillosamente
también sanidad. Entonces María decidió que Carlos Jiménez estaba preparado para ocupar
el cargo de pastor. Aunque ella no había tenido preparación formal como misionera, creía
que una de las metas principales del misionero debía ser la de establecer iglesias indígenas
que pudieran propagarse por si mismas. Al parecer, este era el método del Apóstol Pablo; y
ella deberla poner a los nuevos convertidos a trabajar en la joven iglesia. De esta manera,
empezó usando a Carlos en un ministerio especial. Cuando los enfermos venían a pedir
oración por sus enfermedades, ella le había instruido en la imposición de manos sobre ellos
cuando ella oraba.
Como resultado de los servicios, el propietario de la casa donde se reunían se puso
inquieto. Una noche éste entró a interrumpir el culto, gritándoles, diciéndoles que se fueran,
que desocuparan allí porque él era católico. Todo esto causó mucho pesar a la Sra.
Atkinson, la forma en que fueron echados, y aunque con lágrimas en los ojos, les decía a
los que venían a consolarla: "El conoce el camino por donde voy: Cuando me haya
probado, saldré como el oro".
Tan pronto como se retiró de allí, se fue a su cuarto. Al principio sintió lástima de sí
misma, y mirando a su alrededor en el cuarto que ocupaba, que era de cinco por ocho pies,
se dijo: "¿Por qué es ésto? Ni siquiera tengo cama. Esta puerta de cinchos de metal
entretejidos y cubierta con sábanas es mi único lecho, pero es tan pequeña que quedo con

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los pies colgando. Mis ropas las tengo que colgar a mediación del cuarto para que al llover
no se enloden. Mis utensilios de cocina son latas vacías que también me sirven para lavar la
ropa. Anoche se metió una víbora al cuarto. Tengo solamente veinticinco dólares como
asignación de parte de la Iglesia de Dios. ¿Por qué tenía que sucederme esto cuando me
sacrifico tanto?" Luego recordó que Jesús no tuvo siquiera un lugar dónde reclinar su
cabeza. "Sí, mi familia me envía sostenimiento", pensó. "Aunque es grande la depresión en
el país que sufren todos lo misioneros, yo en verdad tengo cierta ayuda y Dios está
poniendo en práctica su plan. Ya hay almas convertidas y bautismos con el Espíritu Santo.
Debo confiar allí en donde no puedo comprender. He orado para que Dios haga de mí una
consoladora, pero sé que nadie puede consolar a otro a menos que éste ya haya tenido
aflicción. Entre más grande sea la aflicción, más tierno se vuelve el intercesor. Yo quiero
que mi amor y mi comprensión sea el bálsamo para los corazones atribulados en México".
Ella empezó a sacar de su corazón sus temores, frustraciones y agonía, derramándolo todo
en los oídos atentos de su Señor.
Mientras oraba, una dama que había estado asistiendo a los cultos, llegó, tocó la
puerta y entrando le dijo: "Sra. Atkinson, tengo un cuarto a medio construir a la par de mi
casa, que puede usarse como sala de adoración si la siguen construyendo". La misionera
graciosamente aceptó la invitación, y lo notificó a sus feligreses diciéndoles que los
servicios habían sido trasladados a la casa en la Calle Zacatecas.
Como los convertidos eran nuevos, se sintió indecisa en pedirles que trabajaran; así
ella sola terminó la construcción. Se puso a hacer mezcla, acarrear ladrillos, a hacer todo lo
demás. Todo esto era causa de diversión para la gente, verla sostener un ladrillo con una
mano y con la otra la escalera para llegar hasta el techo. En una de éstas se deslizó de la
escalera y cayó al suelo. Atontada todavía del golpe, se desprendió un ladrillo de arriba, le
cayó encima y la dejó inconsciente. La propietaria de la casa corrió a su lado y oró hasta
que Mamá Atkinson volvió en sí. Al darse cuenta de lo sucedido, elevó una oración
diciendo: "Gracias, Jesús mío, por haberme dado convertidos que pueden orar por mi
sanidad".
No hubo necesidad de invitar al primer servicio en la nueva sala; éstos vinieron
porque oyeron de la encantadora dama de blanco. Cuando no estaban construidas todavía
las bancas, la gente tenía que sentarse sobre bloques de adobe cocido.
Dando comienzo con el sistema empleado en las escuelas públicas, les daba
doctrina, música, lectura, oración, costura y otras varias materias.
Después de aprender un canto, agregaba: "Ahora vamos a orar. Carlos, ora tú
primero; luego María, tú continúas". Ella sentía que mientras oraban individualmente,
podía detectar su nivel espiritual y así ayudarles. Después de enseñarles a orar, pasaba a la
lectura de la Palabra de Dios. Después de enseñarles a leer, se ponía a escuchar por horas
enteras, mientras leían de la Biblia capitulo por capitulo. En algunos servicios leían todo un
libro. A menudo, durante las lecturas el mismo Espíritu Santo hacía su manifestación y la
audiencia irrumpía en lágrimas.
Algunos cultos duraban toda la noche y la mayoría de veces duraban hasta la una de
la mañana. Sin embargo, todas las reuniones eran llenas de entusiasmo y llenas también del
Espíritu Santo.
El Señor estaba constantemente levantando obreros. Había una niña de la Iglesia
Bautista, enferma de tuberculosis y condenada a morir. Vino al culto y fue sanada por el
Señor. Como resultado de esta sanidad divina, vinieron muchas almas a los pies de Cristo.
Pronto esta niña comenzó a predicar y a contar esta maravillosa historia a los incrédulos.

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Hubo otros obreros notables que fueron convertidos. Entre ellos estaban Manuel y
Genoveva Burgueño. Genoveva llegó a ser la primera maestra de la Escuela Dominical. Un
hermano de Manuel, de nombre Fidencio, vino desde Nayarit de visita en Agosto 3, de
1932. La noche que él llegó, Manuel dió un banquete en el hotel donde trabajaba. En el
banquete, Manuel presentó a su hermano con la Sra. Atkinson, quien le preguntó:
"Tienes mamá?"
"Sí", contestó Fidencio.
"Sin duda que ella se ha de haber quedado triste por haberse quedado sola tan lejos".
Al oír estas palabras, a Fidencio se le llenaron de agua los ojos y empezó a llorar; Mamá
Atkinson se aprovechó de esto y lo condujo a Cristo en ese mismo banquete en el Hotel
Viajero. Todavía esa noche, la Sra. Atkinson estaba segura que este hombre podía ser un
obrero más en la obra del Señor en México.
La congregación empezó a crecer tanto que muchos no alcanzaban asientos y tenían
que permanecer de pie. Habían madres sosteniendo a sus criaturas en sus brazos y no les
importaba quedarse en pie, durante todo el culto que duraba varias horas. Los congregados
sabían que la Madre Atkinson se ponía en contacto directo con Dios y que había una línea
directa desde su corazón hasta el trono de la gracia. Pocos abandonaban el servicio para irse
temprano; había cierta atracción cuando la Sra. Atkinson presentaba el plan divino de
salvación y en su manera de hablar cual una madre a sus hijos.
Hubo muchos alcohólicos que se convirtieron al Señor durante los servicios.
Leopardo López, fue uno de los que vinieron a la iglesia en estado de ebriedad y vino al
Señor antes de terminar el culto. Los que recibían a Cristo se deleitaban en su conversión
estimándola cual una perla de gran precio. El gozo por haber alcanzado el perdón de sus
pecados se reflejaba en sus rostros, había cantos de alabanza en sus corazones y sus vidas
eran llenas de alegría a pesar de su pobreza.
La Sra. Atkinson notó que los convertidos mexicanos inmediatamente se convertían
en apóstoles para con sus amigos. "¿Qué podía hacer en México una iglesia que lleva este
testimonio?" – se decía a sí misma. "Si esta joven iglesia con héroes que viven al pie de la
Cruz, pudieran tomar la comisión del Señor para cambiar al mundo, podríamos en pocos
años revolver a todo México y ponerlo cabeza abajo". Inmediatamente hizo planes para
doctrinar y alistar obreros para la tarea del evangelismo personal. Los reunió y les dijo:
Vamos a iniciar una campaña de testigos por el Señor. En esta hora de maldad ya no
debemos quedarnos corno una iglesia expectadora. Jesús dijo: "Por tanto, id y haced
discípulos a todas las naciones". Nuestro trabajo primordial es ganar almas para Cristo.
Quién sabe a quién podamos hallar. Andrés halló a Pedro y lo trajo al Señor; luego Pedro
predicó un sermón que hizo que se convirtieran tres mil almas. Debemos empezar ahora
mismo a traer almas a Cristo. El vivió para ganar hombres y murió para ganarlos; su último
mandamiento fue que nosotros los ganáramos. Su primera acción, después de regresar a su
gloria fue enviar al Espíritu Santo para que tuviéramos poder para ganarlos. No podemos
evangelizar a todo México si nos quedamos en casa sentados cómodamente. El quiere que
salgamos a predicar a toda la gente en esta ciudad pecaminosa, haciéndoles saber de Su
amor por ellos. Debemos hacer la obra que El ordenó: "Predicar el Evangelio a los pobres,
consolar a los quebrantados de corazón, predicar libertad a los cautivos". Debemos rociar
de amor a todo Obregón, tal como él derramó Su amor en todo el mundo. Recuerden, el
amor siempre vence. Hagan de su compasión algo que cure la herida, y que su conversación
sea capaz de levantar el ánimo.

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"El es Señor del pobre, del oprimido, del cautivo". Luego ella les enseñó a ganar a
las varias clases de personalidades para Cristo. Después de esto, ofrecía días completos en
ayuno antes de ir por las calles y por los hogares predicando el Evangelio. Siempre llevaba
a un obrero consigo para que observara la forma de dirigirse a las personas. Este sistema
animaba a cada miembro de la iglesia a sentirse útil para el Señor. Aunque algunos eran
insultados, a otros les cerraban las puertas en sus caras, ella cautivaba los corazones de
aquellos con quienes hablaba. Nunca permitía que éstos que rechazaban al Señor vieran su
corazón herido, antes bien oraba por ellos en secreto y muchas veces hasta que rayaba el
alba.
En una de estas visitas conoció a María Almirudis, una creyente de la Iglesia
Metodista, cuyo esposo trabajaba para el Cuerpo de Seguridad (la Policía Nacional). Una
inmensa y hermosa amistad nació entre las dos mujeres, y la Sra. Almirudis empezó a
asistir a los cultos en la Iglesia. En tiempos de tristeza o ansiedad, las dos amigas
encontraban alivio mutuo para sus pesares.
La Sra. Atkinson podía moverse en medio de todo círculo social en forma tan
graciosa, tal como Dios quería que toda mujer hiciera. A menudo se preguntaba a sí misma:
"¿Qué palabras puedo decir aquí que puedan impresionar en las vidas de estas gentes contar
con ellos para mi Maestro?” Los domingos, por ser para ellos libre de sus faenas materiales,
eran invitados a reunirse en la iglesia para aprender de Cristo. María Almirudis, quien
también miraba la necesidad, trabajaba preparando cena para los que asistían. Con la ayuda
de la Madre Atkinson, ponían una mesa grande, servían la comida, llamaban a la gente por
grupos, y así se mantenían, estudiando e instruyéndose en los caminos del Señor.
Un día, Magdalena Meza, una anciana que hacía poco se había convertido al
Evangelio, vino a visitar a María y la encontró postrada en cama, imposibilitada, sin
poderse mover ni hablar, se alarmó cuando la Madre Atkinson, repentinamente perdió el
conocimiento. Salió corriendo a llamar a los hermanos creyentes, los reunió alrededor de un
petate y oraron para que Dios sanara a su madre espiritual. Al volver en sí, la Madre
Atkinson, les dijo a los desesperados fieles: "Siento una gran necesidad. Por favor,
Hermana Meza, tengo hambre. Tengo una caja de madera cubierta con tela metálica. En
ella hay unos higos. Tráigamelos por favor". La Sra. Meza destapó la caja. "No están bue-
nos. Están todos blancos por encima", le dijo.
"Ya van a estar bien", dijo la Madre Atkinson. "El Señor los va a bendecir". Y así
diciendo, arrancó todo lo blanco y se los comió.
En Mayo de 1932, poco después de haberse trasladado a la nueva sala en la Calle
Zacatecas, la Sra. Atkinson se vió forzada a regresar a los Estados Unidos para renovar su
permiso de turista, porque ella era de nacionalidad Americana. "Todo esto es un
contratiempo", pensó. "Significa pérdida de tiempo y de dinero en todas estas vueltas; no
obstante, ello me dará una oportunidad para predicar en otras partes". Llamando a Carlos
Jiménez, le informó que ella lo estaba inscribiendo como pastor de la iglesia, para que los
servicios pudieran continuar legalmente mientras ella estaba fuera del país. Llamando
también a los otros obreros de la Iglesia, los amonestaba a seguir fieles en el Señor.
"Durante el tiempo que esté en Norte América, deben continuar trabajando
fielmente en la obra del Señor. Continúen ganando almas, sacándolas del oscurantismo
hacia la luz, convirtiendo hombres de mal vivir en santos, y de borrachos a maestros de la
Escuela Dominical. Si tan sólo pudieran ver esta ciudad de Obregón tal como Dios la ve,
mucho de las actividades humanas innecesarias perderán validez para ustedes. A la luz de
la eternidad, muy poco de lo que la gente considera de gran importancia tiene algún mérito

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en comparación con esta gran batalla entre la luz y las tinieblas aquí en Obregón. La obra
más importante en el mundo es ganar almas y transformarlos en buenos obreros Cristianos.
Pero ustedes deben consagrarse a la oración. Yo también oraré por ustedes. Recuerden que
cuando las cosas se ponen difíciles, pongan todas sus dificultades en Jesús. El siempre está
presto a inclinar sus hombros para que pongamos en ellos nuestros problemas".
Al llegar a su casa se mantuvo en comunicación con la congregación en Obregón.
Aunque estaba dispuesta a morir trabajando para el Señor, parecía mucho mejor que
descansara para que cobrara nuevas fuerzas para continuar su trabajo en México y alcanzar
una visión más amplia de la obra por hacer.
Recibió muchas cartas alentadoras. David Burgos, un ministro Bautista, había
empezado a asistir a los servicios durante su ausencia. Por los milagros obrados por medio
de la oración en los cultos, había alcanzado a recibir sanidad por diviesos y una infección
de una pierna. Después de su sanidad, recibió el bautismo del Espíritu Santo. Además de
ésto, muchos otros vinieron a los servicios y hallaron allanar sus necesidades.
Como resultado de tan grandes bendiciones, hubo oposición de parte de otras
denominaciones. Los Bautistas y los Adventistas iniciaron una campaña organizada contra
la Iglesia de Dios, quejándose de que sus miembros estaban siendo robados por la joven
iglesia. En una ocasión, Carlos Jiménez le envió un recorte de periódico a la Sra. Atkinson,
un artículo escrito por el Reverendo Carlos Cavasos, pastor de la Iglesia Bautista y editor
de un periódico. El artículo decía: "La Sra. Atkinson, líder de la Iglesia de Dios, traficante
de drogas, se hace pasar por misionera americana. Es una bruja que usa sus lentes para
hacer que la gente haga cosas raras. De la misma manera, es una vieja inmoral, poseída del
demonio, adoptando un espíritu de fornicación".
Sería mentira si se dijera, que la Sra. Atkinson no se sintió intranquila. Se puso a
orar sintiendo su corazón tan pesado, que creyó que la tierra podría hundirse bajo sus pies
por su propio peso y quedar sepultada, pero en ese momento recordó las palabras del
Apóstol Pedro: "Echando todos tus cuidados sobre El, pues El cuida de ti". Dándose cuenta
que no iba a soportar su propia carga, al escalar montaña tan escarpada, se dirigió a Aquel
que dijo: "Venid a mí todos los que estáis agobiados y cansados, que yo os haré descansar".
Sabiendo que sus convertidos eran jóvenes, se lamentaba angustiosamente y se preguntaba
quién se pondrá en medio de ellos para defenderlos de sus enemigos. Escribió cartas
animadoras, volviendo a recordarle a la joven iglesia que "Dios es nuestro pronto auxilio en
las tribulaciones", y a amonestarles a no abandonar al Señor por unas cuantas piedras. Ella
escribía: "Recuerden que el Señor permite las bofetadas de Satanás para que la suficiencia
de Su gracia pueda ser manifestada". Luego los encomendó a Dios, pidiéndole proteger a
sus hijos en la fe y a guardarlos de todo mal y peligro. Muy a menudo, durante los días que
siguieron y antes de regresar, solía cantar así, a manera de oración:
"¿Deberá Jesús El solo llevar la cruz y el mundo ocioso ir?
No, Pues hay una cruz para cada quien y otra para mí."
Antes de regresar a México, asistió a la Vigésima Séptima Asamblea General de la
Iglesia de Dios en Cleveland, Tennesee. Allí supo que la Iglesia de Dios en los Estados
Unidos estaba poseída por una pasión por Cristo, ansiosa de extender Su Evangelio hasta
los confines de la tierra. Había una grande sed de acercamiento y urgencia espiritual en las
reuniones, muchas lágrimas y oración de piedad por los perdidos. Habiéndosele concedido
unos minutos en el programa, dijo en su testimonio: "Doy gracias al Señor porque el
Evangelio ha sido llevado a México… Tuve que sacrificar ciertas cosas mías, pero no me
hacen falta. Déjenme tan sólo continuar llevando este alegre mensaje de la salvación a las

182
almas perdidas en aquel país, es mi petición". La respuesta entusiasta que recibió, fue lo
que la envió de regreso a México llena de emoción, sabiendo que la Iglesia en su país
estaría orando por ella. Muy poco se dió cuenta ella o la gente que asistía a la Asamblea
General que una nueva era estaba amaneciendo y que México no volvería a ser el mismo.

Dudas en Cuanto a la Protección de Dios


El tren empezaba a detenerse; luego se escuchó el acostumbrado ruido ensordecedor
al parar. La Sra. Atkinson miró por la ventanilla. Todo allí era actividad. Una señora obesa,
de baja estatura con un armadillo que lo llevaba para venderlo entre los pasajeros, esperaba
poder abordar el tren. Un lechero montado en su burro caminaba lentamente por el pasillo,
se detenía de vez en cuando para repartir su leche a los clientes que ya lo esperaban. Otro
hombre estaba sentado en un banco, parecía con sueño. No esperaba a nadie o algo;
simplemente llevaba la vida fácil. Dos muchachos paseaban por el parque y trataban de
atraer la atención de dos muchachos que caminaban por el otro lado de la calle en dirección
opuesta. Ellas se secreteaban y reían maliciosamente, y ellos mostraban falso interés. Al fin
se encontraba de regreso a casa en Obregón. "El diablo está enojado", se dijo para sí.
"Ahora que estoy de vuelta lo haré enojar más". ¡Qué bien se siente regresar al frente de la
lucha! En algunos lugares de América las iglesias se encuentran tan desanimadas que
parece que ya no hubieran más pecadores qué ganar para Cristo.
Esa noche en la iglesia ella pudo respirar la frescura del Espíritu Santo. "Qué
hermoso", les dijo a los convertidos, "estar viva este día para así seguir rescatando almas
antes que pasen a la eternidad y se vayan sin Dios y sin esperanza. Para el inconverso es
ridícula la forma cómo nos excitamos al predicar el Evangelio; pero el Apóstol Pablo
también descubrió que su predicación era "tontería para los griegos, y para los judíos era
piedra de tropiezo". El dijo en su primera carta a los Corintios: "Porque la Palabra de la
Cruz es locura para los que se pierden; mas para los que se salvan, es a saber, nosotros, es
potencia de Dios. Porque está escrito: Tornaré en nada la sabiduría del entendido… ¿No ha
hecho Dios locura la sabiduría de este mundo? Pues ya que en la sabiduría de Dios el
mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, plujo a Dios salvar a los creyentes por la
locura de la predicación. Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría;
mas nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos es ciertamente piedra de
tropiezo, y para los gentiles locura… Porque lo insensato de Dios es más sabio que los
hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. Mirad, pues, hermanos vuestra
vocación, que no hay muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos
nobles: mas de lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; y lo debil del
mundo para avergonzar a lo fuerte; lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo
que no es para deshacer lo que es, a fin de que ninguna carne se gloríe en su presencia."
Al predicar ella esa noche con poder, muchos corazones hambrientos sintieron gran
bendición. Parecía que el avivamiento flotaba en el aire, y que toda la sala estaba henchida
de la presencia del Espíritu del Señor. Pero el espíritu del servicio fue interrumpido
momentáneamente cuando un escorpión empezó a subir por el pie de la Sra. Atkinson. Al
ver ésto, la gente se horrorizó y trató de advertirle. Con toda calma les contestó: "No
permitan que un simple escorpión nos eche a perder nuestro hermoso servicio. Dios es más
grande que el escorpión más venenoso. Volvamos pues, recojamos nuestras mentes en el
mensaje de poder". El escorpión continuó subiendo por su pierna. A pesar de que lo sentía
siguió predicando. De repente sintió que se había detenido. Cuando terminó el sermón, la

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gente corrió hacia la plataforma. Luego vieron con sorpresa, que el escorpión había muerto
en la pierna. Hubo mucho gozo porque otro milagro más se había efectuado allí mismo.
El día siguiente era necesario solucionar el problema que había surgido entre la
Iglesia y el ministro Bautista, editor del periódico. Ella había pensado en olvidar el asunto
porque los periódicos la habían pintado como un demonio, tanto que la gente que venía por
curiosidad a los servicios estaban siendo convertidos, pero el alcalde, al saber del problema,
ordenó que ambas iglesias en Obregón cerraran hasta que se arreglara el asunto. La Sra.
Atkinson y el ministro Bautista fueron llamados a la Alcaldía Municipal para ser
interrogados. El Alcalde les preguntó:
"¿Por qué pelean entre ustedes, protestantes?"
"Porque la religión que yo defiendo es la verdadera", contestó el ministro Bautista.
"Esta religión pentecostal es la falsa".
"¡Ah!" exclamó el Alcalde. "Y si usted representa la religión verdadera, ¿por qué
trata con toda fuerza de desacreditar a sus compañeros protestantes?" Después de otras
preguntas más, el Alcalde dijo: "Para que yo pueda hacer una decisión justa, yo mismo
investigare la situación mañana en compañía de mi asistente. Visitaremos los servicios
religiosos de la Iglesia de Dios, para darnos cuenta en forma personal de la realidad de las
cosas".
Al salir de allí, el ministro Bautista se sintió perturbado, pero la Sra. Atkinson sintió
que la victoria estaba por ganarse. A su memoria vino un pasaje en el libro a los Filipenses
que decía: "Aquel que empezó en vosotros la buena obra, la seguirá perfeccionando hasta el
día de Jesucristo". Ella creyó que ésta era la voz de Dios hablándole; lo apropió para sí, y
notó que ello era una roca firme para su pedestal espiritual.
La noche siguiente, a las ocho, el Alcalde seguido por su consejo, entró a la Iglesia
y ocuparon asiento entre la congregación. La sala se vió repleta con los asistentes, y el
poder del Espíritu Santo se dejó sentir durante el servicio. Después que la Sra. Atkinson
predicó un mensaje de salvación, llamó al Alcalde y a su consejo al frente del altar.
Obedecieron tímidamente; se les ordenó arrodillarse lo cual también obedecieron. La
congregación permaneció como electrificada, manteniendo un absoluto silencio, sin apartar
la vista ni un momento en la misionera. Muchos Cristianos oraban en voz suave. Había
dulzura en las palabras de la Sra. Atkinson cuando les dijo: "Confiesen sus pecados al
Señor". Cuando empezaron a expresar su confesión, les tomó las manos para que las
alzaran hacia el cielo. "Ahora", les dijo: "Van a repetir el Padre Nuestro conmigo".
Empezaron a repetir frase por frase de la Oración del Señor, desde el principio al final y
luego preguntó al Alcalde: "Está usted listo para perdonar a sus enemigos?" Al principio no
halló qué contestar, pero al fin movió su cabeza afirmativamente.
El día siguiente, el ministro Bautista y la Sra. Atkinson fueron llamados de nuevo a
la oficina municipal. "No sé qué va a suceder", se dijo la misionera. "Pero si Dios está
conmigo, ¿Quién puede estar contra mí?" – dijo en voz alta al dirigirse hacia la oficina.
Al entrar vió allí al ministro Bautista, quien ya estaba esperándola, con una mirada
muy solemne en su rostro, pero el Alcalde sonreía con franqueza. Luego dijo: "Señor,
anoche, mi consejo municipal y yo asistimos a un servicio de la Iglesia de Dios para
comprobar con nuestros propios ojos si lo que usted ha escrito en los periódicos es la
verdad. Desafortunadamente para usted, ninguna cosa de las que usted ha descrito, pude
observar allí. Al contrario, me sentí impresionado con los hermosos cantos, con los
testimonios de varias personas quienes después de su conversión han dejado de ser
borrachos y con los testimonios de muchas personas que en un tiempo fueron desahuciados

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de los médicos y que han hallado allí la sanidad radical de sus cuerpos. Yo recibí ayuda
como nunca antes había recibido, cuando la Sra. Atkinson me llamó al frente y me pidió
que orara. Debo admitir con vergüenza que he pasado bastante tiempo sin orar, pero ella
fue muy bondadosa de su parte para ayudarme. Yo le pido, querido amigo, que ponga fin a
toda esta campaña de difamación. Haga usted lo mismo que la Iglesia de Dios está
haciendo, y así tendrá usted también muchos miembros nuevos en iglesia". Nuevamente, la
Sra. Atkinson abandonó el lugar con una razón más para confiar su vida en las manos del
Señor, lo mismo que su iglesia y todo lo que le concernía para el tiempo y la eternidad.
Después de todo esto, una noche cuando predicaba, vió cuando una mamá y un papá
colocaban sobre la ventana a su pequeña hija enferma. Sintiendo ella misma el agobio de
sus padres y de la niña, bajó del púlpito y se dirigió a la ventana. Empezó a platicarle a la
niña y luego le pregunto a sus padres: "¿Cómo se llaman ustedes?"
"Somos los esposos Higuera", contestó el padre. "Esta es nuestra hijita, Concepción,
pero le llamamos Conchita".
"Dígame, ¿Por qué han venido a la Iglesia?"
"Conchita tiene polio y está muy grave. Estamos muy preocupados y andamos
buscando auxilio, pero nadie puede dárnoslo. La llevamos a la Iglesia Bautista y la
colocamos en una ventana; pero por temor, la gente no quiso dejarnos entrar y hoy
decidimos traerla a la iglesia de los milagros".
"Ya veo", dijo la Sra. Atkinson. "¿Por qué no pasan adelante?" Mamá Atkinson
sabía que para demostrar amor muchas veces uno puede verse en grandes peligros
personales; pero para esto había sido llamada. Luego, tomando a la Sra. Higuera por la
mano, la condujo al altar y le dijo: "Hija, tú también estás enferma y voy a orar por tí".
"¿Cómo sabe usted que estoy enferma?" preguntó la Sra. Higuera.
"El Señor ha puesto la carga de ustedes sobre mí", contestó la misionera. Cuando la
Sra. Atkinson oraba, tanto la madre como la hija recibieron sanidad divina y se convirtieron
al Señor. Este fue el principio para esta familia que iría a ser grandemente usada para la
salvación de los perdidos en México. "Señor Higuera", dijo la Sra. Atkinson, "Dios tiene un
ministerio especial para su niña. Me gustaría que la dejaran conmigo por algún tiempo para
darle una preparación especial". La solicitud fue aceptada con agrado por los padres de la
criatura.
Al principio, la gente que vivía en el vecindario de la Iglesia empezaron por llamar
a los creyentes "atado de locos". Luego empezó la oposición cuando como es costumbre,
ocurren milagros de sanidad divina en los servicios. Los borrachos salían de las cantinas
aledañas para venir a molestar a los creyentes. Una noche la "rocola" de una cantina
cercana estaba a todo volumen, pero la Sra. Atkinson siguió predicando a pesar del ruido:
"Qué hermoso es saber que nuestro Redentor nunca cesa de interceder al Padre por
nosotros. No tenemos que dirigirnos a una imagen, sino directamente a Jesús. Cuando
oramos, El ora al Padre por nosotros; y aun cuando no estamos orando, El le habla al padre
por nosotros". La audiencia estaba embelezada con la predicación, que nadie vió a la
ventana cuando un hombre con sobretodo largo se paró a mirar hacia adentro. "¡Aleluya!"
gritaba la Sra. Atkinson, cuando en ese momento ese hombre, que era de color moreno,
disparó apuntándole a la garganta con un revólver, pasándole la bala a escasos centímetros
cerca del corazón al haberse ella echado hacia atrás. De no haberse ella movido en ese
preciso instante, habría sido muerta en el acto. Al principio no dejó de darle cierto miedo,
pero recordó luego las palabras del salmista, "El ángel del Señor acampa en derredor de los

185
que le temen y los defiende". Ella sabía que estaba a salvo. "No se alarmen", les dijo.
"Vuelvan sus mentes al servicio". Y siguió predicando.
Cuando se supo de este incidente, el jefe de la policía y tres otros oficiales
empezaron a asistir las noches de culto para proteger a los creyentes si fuese necesario.
Como consecuencia de ello, algunos de los policías también se convirtieron al Evangelio.
Parecía que los peligros la envolvían constantemente y su vida estaba amenazada.
Sabía del peligro, pero también sabía que el Señor había dicho: "Quien os tocare, tocará la
niña de sus ojos", y ella tenía una fiel imagen de que El cortaría a sus enemigos.
"¿No siente miedo?" le preguntaban muchos.
"Sí", contestaba, "pero Dios me ha llamado a Su obra aquí en México, y he orado
para que pueda, como el apostol Pablo decir: "He peleado la buena batalla, he acabado la
carrera, he guardado la fe: En adelante está reservada una corona de justicia, que el Señor,
Justo Juez me dará en aquel día: y no solamente a mí, sino a todos aquellos que también
esperan y aman su venida. Si hubiera muerto hoy, habría tenido valor, porque descansaría
de mis labores y, al igual que el dinero depositado en un banco, continuaré recibiendo los
beneficios por la eternidad".
La situación en la que ahora se encontraba, la llamaba a un nuevo compromiso más
por su vida para Dios. Un miércoles por la noche sintió necesidad de dedicar tiempo a la
oración. Siguiendo el servicio de la iglesia, empezó orando en su cuarto. A medida que
oraba por la iglesia, por los obreros, por los inconversos, y por otras necesidades, perdió la
noción del tiempo. "Oh, Señor, envía obreros con santo denuedo y firmeza", – lloraba. El
primer sonido del cual se dió cuenta fue el de un niño que gritaba: "Papá, ¿Qué ya es hora
para la Escuela Dominical?"
"Escuela Dominical?", se preguntó. Levantándose de la oración y dirigiéndose al
patio, vió a la gente que ya estaba llegando a la iglesia. Había permanecido en oración
desde el miércoles hasta el domingo sin haber sentido pasar el tiempo.
En estos días de confusión y afán, la oración se hizo una necesidad vital. Irían a
resultar cicatrices de esa guerra y conscientemente las esperaba, pero después de varios días
de oración intercesoria ya se sentía con nuevos ánimos porque sabía que la batalla era del
Señor.
Unos cuantos domingos más tarde, un oficial de policía le visitó en la mañana a las
ocho en la iglesia, y entregándole un mensaje le dijo: "Tiene que presentarse al
Departamento de Policía". Ella le dió las gracias y se preparó para el servicio devocional de
la mañana de ese día, con la intención de ir a la estación de Policía esa tarde, pero cuando
llegó a la iglesia a las diez, encontró a otro oficial de policía quien le dijo: "Sra. Atkinson,
usted recibió una nota para que compareciera a la estación de Policía y no atendió al
llamado. Tendrá que acompañarme inmediatamente!"
"Con todo gusto", contestó. "Estaré lista dentro de cinco minutos. Permítame dejar a
alguien que dirija el culto".
Entró a la iglesia, saludó a la congregación y les contó los sucesos de ese día en la
mañana. Sacando un cartoncito de la caja de promesas, las cuales le habían ayudado
siempre en tiempos de tribulación, leyó lo que decía: "He aquí, os doy potestad de hollar
serpientes y escorpiones y sobre todo poder del enemigo y nada os hará daño".
Dirigiéndose a la congregación les dijo: "Esta promesa reclama a aquéllos que son los
causantes de las serpientes y escorpiones de estos problemas". Mostrando tierno amor hacia
su dirigente, la congregación empezó a llorar y a orar. "Vamos a permanecer en oración
hasta que usted regrese", dijo María Almirudis. Con este prometimiento, la Sra. Atkinson se

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dirigió a la estación de Policía con valor, sabiendo que aunque iba por camino oscuro, Jesús
llevaba su carga adelante de ella, imaginando ver las huellas del Rey de gloria a cada paso
en su camino.
Al llegar, saludó a los oficiales con una sonrisa. El jefe de policía y otros oficiales
presentes la recibieron con cortesía y complaciencia. Después de platicar un poco con ellos,
el jefe le preguntó: "Alguna razón especial la trae acá, señora?"
"Sí", les dijo, mostrándoles la nota que el mismo jefe había enviado, y le continuó
diciendo: "Me han enviado a llamar. Hay alguna razón especial?"
El jefe y los demás oficiales se quedaron atónitos cuando supieron que ella era
Maria Atkinson. Desconcertado le preguntó: "Sra. Atkinson, Usted es mexicana, no es así?"
"Sí, ¿por qué?"
"Es algo sorprendente. Hemos recibido una queja escrita de los oficiales en la
frontera, Nogales, y dicen que una Sra. Atkinson es de origen americano, haciéndose pasar
por misionera y que en realidad es una traficante de drogas noche y día".
"Soy mexicana, pero casada con un americano", le contestó.
Luego otro policía entró y reconociéndola le dijo: "¿Qué la ha traído por aquí?"
"Me han traído acá".
El policía miró al jefe y le pidió ver los cargos contra ella. El, sonriendo le dijo:
"Cierto, pero esto es ridículo. No sabía usted que habíamos dejado ir a varios policías
porque muchos de los borrachos en el área donde se encuentra la iglesia se han convertido y
ahora son miembros de la iglesia?" El jefe retiró los cargos y volviéndose hacia la Sra.
Atkinson le dijo: "Hace unas noches pasé por la iglesia y escuché cuando usted predicaba
acerca de la segunda venida del Señor. ¿Quisiera Ud. hablarnos más acerca de ésto?"
"Con todo gusto", le contestó. "¿Tiene Ud. una Biblia?" Cuatro de los oficiales
hallaron Biblias y escucharon con mucho entusiasmo cuando les contaba de las señales del
fin de los tiempos. Encantados por su personalidad, la retuvieron hasta las ocho de esa
noche haciéndole muchas preguntas.
Cuando ella llegó a la iglesia, el servicio de la noche ya había empezado. Al entrar hubo
mucho regocijo porque todos creían que ella habia sido puesta en la cárcel.
El día siguiente se supo, que la queja contra ella había sido firmada por un hombre
de treinta y un años, que vendía medicina patentada, pero que ya no tenía con quién
expenderla, pues muchos de sus pacientes habían sido curados en los servicios de la Iglesia
de Dios. Ese mismo día se enfermó éste, sufriendo en medio de grandes dolores y agonía.
Era tan grave su mal, que si alguien tan sólo lo tocaba se le desprendían las carnes del
cuerpo. Dentro de veinticuatro horas había muerto.
Unas semanas más tarde su vida se vió nuevamente en peligro. Un tenedor de libros
que había estado escuchando los sermones desde afuera de la iglesia fue a su casa y le
contó a su familia acerca de los cultos en la Iglesia de Dios. "Quiero que todos escuchen a
esta señora que viste de blanco. Aunque yo soy preparado en estudio, nunca había oído
hablar con tanta elocuencia y belleza como ella". Cuando la familia fue a la iglesia, no fue a
la encantadora dama de blanco a quien vieron, sino a su propia necesidad de un Salvador
según ella predicó. Toda la familia, excepto el padre, se adelanto y se arrodillo ante el altar
y entregaron sus vidas a Cristo.
Al principio el tenedor de libros se alegro de que su familia hubiera tomado su
sugerencia asistiendo a los servicios, pero el sábado siguiente pensó en llevar a sus dos
hijas mayores, al bar en donde se emborracharían como ya lo hablan hecho muchas veces.
"Papá", le dijo la mayor, "Nosotras ya no iremos más al bar contigo. Por qué no te haces

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cristiano tú también?" Esta pregunta encolerizó al papá, y éste empezó a odiar a su familia,
a la Sra. Atkinson y a la Iglesia de Dios. A medida que su odio iba creciendo, planeó
también un asesinato. Concertándose con un asesino, le pagó a éste la cantidad de
trescientos pesos para asesinar a la Sra. Atkinson, y acordaron el día trágico juntos. "Ella
siempre se va a su casa después del culto", le dijo el tenedor de libros. "Podrías esconderte
debajo de la cama durante el servicio y llegar a ella cuando ya esté dormida esa noche. No
te va a descubrir porque su tijera de lona tiene cobertor de cama que cuelga hasta el suelo".
El asesino a sueldo la anduvo vigilando por varios días, sabiendo que seria un trabajo
pesado para sus manos el quitar la vida de persona tan encantadora.
Llegó la noche en que sería cometido el asesinato. Mientras la Sra. Atkinson
predicaba, el asesino entró a un bar y bebió varias botellas de tequila para tener el valor y
nervios para matarla. Luego se introdujo a su dormitorio y se escondió debajo de una de las
camatijeras. "Qué extraño", se dijo, "se suponía que solamente había una tijera aquí". Al
terminar el culto, oyó que la Sra. Atkinson acompañada de otra dama iban a entrar. La otra
dama, al entrar exclamó: "¡Oh, siento olor a licor! No lo siente Ud.?" El asesino oyó
cuando la Sra. Atkinson contestaba, "Sí, así es. Siempre hay muchos borrachos en el
pasillo. Es olor que viene desde la calle". Pronto le pareció evidente al asesino, que la otra
dama era nuera de la Sra. Atkinson, quien había llegado para una visita corta.
El plan no había salido como él esperaba y tuvo miedo. Quitándose la ropa, salió a
gatas de debajo de la cama. Al principio Margarita creyó que se trataba de un gato, pero le
pareció demasiado grande para ser un animal. Al colocar ella sus pies entre las dos camas,
sintió el estómago del asesino. Rápidamente el hombre salió de un salto de debajo de la
cama y se dirigió a la ventana. Margarita dió un grito, despertó a la Sra. Atkinson y
encendió la luz. Afuera, a la luz de la luna, alcanzaron a ver al asesino entrar corriendo a
otra casa para esconderse, pero al entrar tropezó y cayó sobre una pareja que estaba
durmiendo. El hombre de la casa lo agarró y lo llevó a la Policía en donde quedó encerrado
esa noche.
El día siguiente fue llamada la Sra. Atkinson a la estación de Policía, y cuando llegó
el jefe le dijo que ese hombre había confesado que le habían pagado para asesinarla a ella,
habiéndose esperado tres horas para llevar a cabo su plan. "Qué quiere Ud. que haga con
él?" le preguntó el jefe.
"Déjenlo libre", contestó ella. "Yo oraré por él para que se convierta al Señor".
Una semana mas tarde, el tenedor de libros le dió una fuerte hemorragia y murió.
Dentro de un corto período de tiempo, cinco otros hombres murieron repentinamente, tras
de similares intentos de acabar con su vida y su ministerio. Así fue vencida la mano de
Satanás, y Dios continuó bendiciendo su iglesia.
Cuando la gente le preguntaba: "¿Por qué tiene Ud. que sufrir estas pruebas?" Su
respuesta era sencilla: "No lo sé". Pero con alegría y sin murmurar ella vivía bajo la
dirección del Espíritu Santo, sabiendo que ésta era la norma de la Iglesia de Jesucristo –
una vida al pie de la cruz. La razón por qué los Apóstoles podían vencer era porque estaban
dispuestos al sacrificio; ella también estaba dispuesta a seguir esta norma. Durante este
tiempo ella leía las grandes listas de los sufrimientos del Apóstol Pablo. (2 Cor. 11:24-28).
"Si Pablo pudo sufrir todo esto y tenerlo por alegría, yo también", decía. Una
mañana, mientras se encontraba en meditación, empezó a cantar: "Debo yo ser llevada por
los aires en lechos de flores en paz, mientras otros pelean dura lucha para obtener el
premio, habiendo navegado en mares de sangre?" Pero bien sabía que no sólo debería tener
el valor de "Sufrir trabajos como fiel soldado de Jesucristo", sino que también lo deberían

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tener sus seguidores, especialmente los hombres. Las multitudes continuaban creciendo. Ni
la dificultad ni la persecución debería apartar de la fe a los jóvenes convertidos. Esta vez
ellos la obedecían en todas sus instrucciones por cuanto ella había seguido el ejemplo de
Cristo en su vida, resistiendo todo lo que venía contra ella y triunfando en todo problema
que se cruzara por su camino. Aunque algunos la criticaban por su excesivo tono de
paternalismo, ella se daba cuenta de que había venido a México no para ser servida sino
para servir.
Después de mucho pensarlo, decidió iniciar una escuela Bíblica para que sus
obreros fueran preparados para llevar el Evangelio por todo México. Al principio impartió
cursos tales como Historia de la Iglesia, Organización de Iglesias, Doctrinas Bíblicas, y
Homilética. Ella les daba a sus primeros ministros la confianza que necesitaban para el
desempeño de sus deberes. "No deben considerarse importantes", les decía, "pero lo que
deben emprender si es de vital importancia; Dios no les ha creado para ser nadie, sino para
ser buenos ministros. En estos días Satanás intentará hacerles pensar que no están haciendo
nada, pero recuerden la amonestación del Apóstol Pablo: "Por tanto, hermanos, estad
firmes, inconmovibles, creciendo siempre en la Obra, por cuanto sabéis que vuestro trabajo
en el Señor no es vano".
Durante estas clases se les enseñaba también la manera de como vestir. Ella les
decía: "Si tienes una sola camisa, debes lavarla todas las noches. Al pararse tras del púlpito
sagrado, uno tiene que lucir de lo mejor. La apariencia personal externa da a conocer una
experiencia interna".
Era difícil para ella, aunque lo intentara contrariamente, mantenerse fuera de la vida
privada de sus ministros, debido al ministerio en su púlpito y a su personalidad ingeniosa.
Con el éxito de la escuela para ministros, Doña Atkinson sintió también la
necesidad de una escuela vocacional para enseñar a coser, cocinar, construir, ahorrar y
gastar dinero. Hizo el pedido de varias máquinas de coser y que las trajeran a la iglesia. De
este modo, las señoras confeccionaban camisas, pantalones y vestidos para surtir a los
comerciantes en Obregón. También hacían sábanas y colchas para regalar en Navidad a los
pobres.
Así, debido a la cuidadosa observación de sus seguidores, Doña Atkinson podía
ayudarles en muchas formas. Cuando había algún problema en la Iglesia o con alguien en
particular, se daba cuenta instantáneamente antes que se manifestara. Cuando el problema
era debido a rebelión o decadencia espiritual, a menudo podía ver en su mente a la persona
afectada. Este conocimiento se volvió para ella una enorme carga debido a la. gran
responsabilidad que sentía por la salvación del individuo, haciéndola orar por las
necesidades de éste, una oración que no era sólo de momento, sino que duraba días y
noches. Ella los llamaba y les decía: "Yo soy tu madre; yo te vi nacer, y toda vez que te
encuentras en dificultades yo sufro dolores serios como de parto".
Después de observar atentamente la vida de David Burgos, y queriendo tomar
ventaja de las cualidades de este predicador que era bien conocido en la ciudad, Doña
Atkinson le dió a Carlos Jiménez la responsabilidad de iniciar una iglesia filial en Plano
Oriente, al borde de Ciudad Obregón. Burgos fue nombrado pastor de la Iglesia en
Obregón.
Como la obra había prosperado para el verano de 1932, Doña Atkinson escribió a J.
H. Ingram, quien había sido electo supervisor de México por el Supervisor General de la
Iglesia de Dios, pidiéndole que viniera a hacer la organización de la iglesia como Iglesia
oficial de La Iglesia de Dios. Así Ingram salió para Ciudad Obregón en su primer viaje

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misionero a México. Doña Atkinson fue a Hermosillo a reunirse con él en la casa de
Albina, su hermana, quien ahora estaba felizmente casada con Luis Peláez. Ingram dijo que
nunca antes había tenido una más calurosa acogida como allí, aunque había viajado mucho.
Antes de salir para Obregón, la familia Peláez lo llevó a una excursion a muchos lugares
interesantes en la simpática ciudad española que lucía como del siglo primero, con sus
calles angostas y retorcidas, con sus bazares y mercados típicos de la Antigua España. Uno
de los lugares más interesantes fue la monumental catedral católica, que en esos momentos
se celebraba un culto. Entraron a mirar a cuantos allí había rezando, y quienes como en
ansias de apaciguar la ira de un Dios enojado, iban de una imagen a otra, besándolas y
haciéndose la señal de la cruz, murmurando oraciones. Al sentir Ingram el humo aromático
que salía de los incensarios, dijo: "Siento lo mismo que el poeta cuando escribió:
"Misericordia pido, no sacrificio". No. Quizá es el lenguaje de nuestro Salvador desde la
cruz: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen".
Doña Atkinson dijo de pronto: "Salgamos inmediatamente de aquí. Todo esto me
recuerda de cuando en este mismo templo me comprometí a pintar los rostros de las
imágenes y vestirlas en sus ropas sagradas". Al salir, Ingram se maravilló del gran cambio
que se había operado en la vida de la fundadora de la Iglesia de Dios en México, y le dijo:
"Mi querida hermana, ahora usted trabaja con imágenes vivas, haciendo que sus rostros
resplandezcan, no con pintura barata aplicada por los hombres, sino por la gloria del
Señor".
Dentro de poco salieron para Obregón. Al llegar se dieron cuenta de la gran
oposición del gobierno contra los servicios de la Iglesia. Ingram inició servicios de
avivamiento a puertas cerradas. Durante su visita, Doña Atkinson tuvo que disculparse por
las comidas pobres. La mayoría de las veces la dieta era de calabaza. En una ocasión
tuvieron que compartir unas cuantas sardinas pequeñas, pero Dios, que vela por sus hijos,
una vez cuando estaban sentados a la mesa comiendo "ayote", tocaron a la puerta. Ingram
se levantó a atender y vió que era una niña pequeña que llevaba un plato grande
conteniendo una jugosa y dorada pierna de cordero. "¿Quién envía esto?" preguntó. Y para
su mayor asombro, un católico muy devoto que vivía frente a la iglesia había enviado el
obsequio al misionero americano.
Al final del culto, Ingram organizó oficialmente a la congregación que era de 41
miembros y tres predicadores nativos para ser Iglesia de Dios. Después del culto de
organización, todos se encaminaron hacia el río para tener un servicio bautismal. Ingram se
gozó grandemente al bautizar hombres y mujeres que habían estado testificando en las
esquinas de las calles, teniendo cultos privados y visitando hogares para cantar y orar. "Lo
importante no es cuántos edificios de adobe o bahareque debamos tener, sino ver cuántas
almas Dios ha considerado dignas para que El more a través del Espíritu Santo", Ingram se
decía.
Antes de irse Ingram, se hicieron planes para la construcción de una nueva iglesia.
Se había adquirido dinero por medio de la Asamblea General de la Iglesia de Dios en
México. Así, en Diciembre 18, de 1932, la congregación compró una casa en la Calle
Saragoza, y se empezó a convertir en un lugar de adoración. La dama que les vendió la
casa, en gran apuro de dinero, porque ella y sus hijos iban a reunirse con el esposo de la
señora en la Ciudad de México para Navidad. Así, con un gran sacrificio se la vendió por
$750 Pesos Mexicanos. Otros edificios del valor de $4.000 no eran siquiera tan bonitos
como éste. Para adquirir la escritura de propiedad, los miembros tuvieron que contratar a un
abogado para librar un duro pleito legal que duró toda una semana. A veces parecía que la

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iglesia iba a salir derrotada; pero entonces los creyentes se pusieron en oración mientras
seguía adelante la deliberación. Finalmente fue ganada la lucha y se les dió la escritura
pública sellada por cuatro cortes distintas.
Hubo mucho trabajo que hacer para convertir el edificio en Iglesia; Ingram se
arrolló las mangas y se puso a trabajar con los hermanos. Doña Atkinson no permitió que
otro dirigiera la construcción. Muchas veces, para animarlos a trabajar ella misma tomaba
la pala e iniciaba el trabajo. Pronto todos se encontraban entregados cada quien en su tarea.
Muchas veces también había que enseñar a usar las herramientas y doña Atkinson se ponía
a enseñarles cómo deberían hacerlo, o aun hasta cómo hacer la mezcla. Como resultado de
su cuidadosa supervisión, pronto el edificio fue aprobado de acuerdo a las leyes que rigen
las construcciones religiosas. El gobierno entonces reconoció oficialmente la Iglesia de
Dios.
Llegó el tiempo en que Ingram tuvo que regresar a casa. En el camino iba pensando
en que si acaso algunos de estos hermanos tendrán que enfrentarse al pelotón de
fusilamiento antes que termine esta persecución.
Poco tiempo después de la visita de J. H. Ingram, cuando los trabajos de
construcción continuaban, un ladrillo de adobe cayó sobre la cabeza de la Sra. Atkinson,
produciéndole una enfermedad mortal. Esa noche, mientras sufría una alta temperatura
peligrosa, se encontraba también preocupada sobre ¿quién iría a predicar en ese servicio, o
quién iría a ocupar su puesto? En oración y con mucho llanto, pensaba en que no podría
soportar a estar fuera de su púlpito esa noche. A la hora en que el culto empezó, les dijo a
los hermanos que la llevaran a la iglesia. Cuando empezaron los cantos, saltó sobre sus pies
gritando a voz en cuello: "¡Ya estoy sana!" Ya sin fiebre, empezó a predicar como si nunca
hubiese estado enferma.
En Marzo de 1933, fue la conversión de un hombre que más tarde sería uno de los
más grandes evangelistas de México. Casi siempre, Doña Atkinson se encontraba con
Fernando González en la calle y le invitaba a ir a la Iglesia, pero él siempre se encogía de
hombros diciéndole: "No tengo intención alguna de visitar esa iglesia". Aunque él era
católico y borracho, habían grandes posibilidades en su corazón de servir al Señor. Doña
Atkinson vió que su problema de él era enorme, en cuanto al deseo de ser dueño de sí
mismo para gozar de prestigio y respeto, además de llegar a tener influencia. El 18 de
Marzo decidió celebrar el día de San José en forma bien elaborada. Después de beber toda
la noche y el día siguiente, habiendo gastado todo su dinero se quedó sin un centavo; aun
así, él actuaba en forma extraña, pues cuando estaba tomado se sentía como el dueño de
todo el mundo, toda vez que éste le proporcionara placeres y alegría. Cerca de la hora de
cena él entraba tambaleándose en la casa y le preguntaba a su esposa: "¡Quiero comer!" y
ella pronto le obedecía. Cuando estaba comiendo fue perturbado por los cantos de los
creyentes Bautistas. Su esposa le dijo: "¿Oyes eso?"
"Sí", dijo él gritando. "¡No me gusta oírles cantar! Me dá cólera, tú lo sabes".
González había sido un excelente cantante en el coro de la Iglesia Católica a la edad
de siete años. De repente tuvo una buena idea. "Vamos a enseñarles a cantar a esa gente",
dijo él, y su esposa estuvo de acuerdo. Caminaron todo el parque hasta llegar enfrente de la
Iglesia Bautista y luego dijo: "No. Sé de un grupo de gente que canta peor que éstos.
Vamos a enseñarles a cantar a la Iglesia de Dios". Al llegar a la puerta de la iglesia, vió por
la ventana que adentro habían conocidos de él, y para no dejarse ver de ellos entró
quedamente y se quedó atrás en las bancas del fondo. Doña Atkinson subió al púlpito, leyó
de la Biblia y luego dijo: "Vamos a orar. Inclinen sus rodillas y cierren sus ojos".

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Aunque González andaba todavía tomado, sintió el deseo de obedecer; hincó una
rodilla y cerró sus ojos cuando sintió que alguien había puesto manos sobre él. Un sudor
helado corrió por su cuerpo y comenzó a llorar. "¿Qué me pasa?" se preguntó. "¿Por qué
estoy llorando?" La única vez que él pudo recordar haber llorado era cuando peleaba con
alguien que iba armado de cuchillo, pero alguien se interpuso entre él y su oponente. Buscó
alrededor de sí para ver quién era el que ponía manos sobre él y no vió a nadie. Se volvió a
sentar y puso atención a las palabras de Doña Atkinson predicando de Juan el Bautista que
decía: "¿Quién os ha enseñado a huir?" Cuando terminó el mensaje, González abandonó su
asiento y se dirigió hasta el altar sin importarle quiénes lo miraban. Doña Atkinson salió a
su encuentro y le ayudó a comunicarse con el Señor. De esta manera, el cantante católico
que una vez vino borracho al templo, salió sobrio y convertido al Evangelio.
Un mes más tarde, la Sra. Atkinson le pidió que predicara para un culto de jóvenes,
cosa que agradó a González. Empezó a preparar su mensaje, estudiándolo varios días, pero
cuando estuvo frente al púlpito no halló qué decir. En unas semanas más, él recibió el
bautismo del Espíritu Santo, transformando su vida y todas sus capacidades. Diez días mas
tarde, en un servicio en que reinaba el deseo de recibir dones espirituales, González sintió
un repentino anhelo por predicar. Aunque su corazón estaba muy ansioso de expresar la
Palabra de Dios, el enemigo le dijo: "¿Y qué vas a decir? Ya una vez preparaste un
mensaje, y habiéndolo estudiado, saliste mal". Cuando doña Atkinson invitó a la
congregación a ponerse en pie para leer la Palabra de Dios, González corrió hacia el púlpito
a decirle que él quería predicar esa noche. Mamá Atkinson, que había aprendido a sentir el
llamado de Dios hacia sus obreros, cedió el púlpito, no teniendo idea alguna de lo que él iba
a decir. González tomó la Biblia y leyó: "Examinaos vosotros mismos si estáis en la fe;
poneos vosotros a prueba de ello". El empezó a predicar bajo la unción divina y toda la
congregación se sintió atraída para escuchar el mensaje, el cual concluyó en llamar a todos
los creyentes que estuvieran en gran necesidad espiritual a venir frente al altar.
Rápidamente acudieron muchos. Durante la oración que siguió, recibieron el bautismo del
Espíritu Santo Leopardo López y tres otros creyentes más. Después de ver cómo Dios había
usado a González, éste siguió en oración consagrándose, diciendo: "Soy tuyo, Señor". Muy
poco se dió cuenta él que esta oración hizo de él el primero en evangelizar a todas las
ciudades vecinas de Obregón y ser el gran pionero de la Iglesia de Dios en México.
Debido a los muchos quehaceres en la casa, Doña Atkinson siempre invitaba a
Conchita Higuera para que se estuviera con ella, haciéndola cocinar, coser y hacer
mandados. A veces, ésto aburría a la niña, pero cuando ella miraba las maravillas del Señor
por medio de la oración, empezó por sentir un profundo afecto y respeto por la misionera.
Una mañana fría y lluviosa, estando doña Atkinson enferma, hizo llamar a Conchita.
Sufriendo de fríos y calentura Mamá Atkinson pidió que la cubrieran con otra colcha más, a
lo cual obedeció la niña, sin embargo, parecía que de nada servía todo aquello y los fríos
aumentaron. Tomando a Conchita por la mano, se dirigió al patio y sentándose en una silla
empezó a orar: "Jesús mío, parece que he llegado al fnal de mi jornada. El cielo está gris,
sin sol y el viento frío, pero tú no puedes dejar que yo muera. Tú me has dado a estos
predicadores para que ministren aquí en México, pero tú sabes que ellos no tienen
conocimiento suficiente para manejar la Obra aquí sin mí. Debo enseñarles a orar y
ayudarles a comprender tus caminos. Envíame, te lo ruego: un poco de sol". Alzando sus
ojos, Conchita vió cuando milagrosamente se partieron las nubes y brilló el sol.
"Mamá Atkinson", gritó la niña, "¡Ya alumbró el sol!"
"Conchita, los fríos desaparecieron", contestó la misionera.

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"Lo ha vuelto a hacer", dijo la niña muy asombrada. "Cada vez que Ud. ora suceden
grandes cosas". Conchita más tarde testificaba: "Ningún sermón pudo haberme encausado
en el secreto de la confianza en Dios como lo fue este milagro el cual yo ví con mis propios
ojos".
* * *
Conchita Higuera es ahora esposa de Noel DeSouza, Supervisor del territorio
Central al Oeste de México. Esta pareja ha sido grandemente usada en la construcción de la
Iglesia de Dios en Centro América, Brasil y México.

No Hay Dudas del Poder de Dios Durante la Persecución


Al salir el sol, María se despertó al sonido de una campanilla en la calle. Al mirar
por la ventana vió que la plaza estaba llena de indígenas borrachos, pero el sonido venía de
una procesión que acababa de salir de la iglesia e iban a administrar extremaunción a
alguien que agonizaba al otro lado de la plaza. El cura presidía la procesión y llevaba la
hostia sagrada. Tras él venían los acólitos, vestidos de blanco y capuchas blancas que les
cubrían la cara.
"¿Así que los católicos se mueren en forma dramática?" le preguntó Conchita. Pero
Doña Atkinson no le contestó porque en ese momento ella tenía su corazón destrozado por
el alma que en esos momentos agonizaba.
De repente quedó horrorizada, al ver que dos policías tomaron al sacerdote y lo
metieron al carro-patrulla, dejando a los fieles católicos anonadados. Aunque la Iglesia
Católica había sido una de los peores enemigos de la Iglesia de Dios, no por eso dejó de
sentir gran tristeza Mamá Atkinson, tanto que no pudo aguantar las lágrimas en sus ojos al
ver la persecución de esta gente. Ella sabía que el decreto que se había hecho era para
liberar a los mexicanos de toda explotación religiosa por la Iglesia Católico-Romana, pero
ellos de necesidad lo aplicaron a todas las organizaciones religiosas. A esta escena pronto le
siguieron otras cada vez peor que las anteriores.
Después de las devociones de una noche, ella se sintió compelida a salir al traspatio
de la iglesia. "Conchita, tómame de la mano. Quiero tomar el sol detrás de la iglesia", le
dijo. Como siempre, la niña obedecía en todo a la misionera que había estado enferma y
ahora se encontraba recuperándose de disentería. "¿Es esa la arena y el cemento que sobró
de la construcción?" preguntó la Sra. Atkinson. "Sí", contestó Conchita. Luego, como por
inspiración Doña Atkinson hizo un poco de mezcla con arena, cemento y agua. Formó un
bloque e inscribió las palabras del libro de Mateo 16:18: "…Y sobre esta piedra edificaré
mi Iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella". Regresando a la casa, ella
le confió a Conchita de su presentimiento y temor por los días difíciles y amargos que se
avecinaban.
Ocho días más tarde ella recibió las tristes noticias de que la Iglesia de Dios debía
cerrar sus puertas. Los miembros se reunieron para preguntarle lo que podía hacerse.
"No importa que Rodolfo Calles sea el gobernador de Sonora y también el hijo del
Presidente. El no va a cerrar mi iglesia", gritó Mamá Atkinson.
"Pero Ud. sabe", dijo la Sra. Almirudis, "que él ha prohibido todos los cultos
religiosos en todas las iglesias".
Uriel añadió, "Y él ha restringido el número de sacerdotes en el estado, uno por cada
cincuenta mil habitantes. Ha limitado también los cultos en los hogares a solamente los
miembros de la familia".

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"No importa lo que él haya dicho", contestó Mamá Atkinson. Paseándose por unos
cuantos minutos como para coordinar sus ideas, luego dijo: "Mi yerno es primo-hermano
del Presidente. Pienso mandarle un telegrama al Presidente, diciéndole que no permita que
se me cierre la iglesia, habiendo sido registrada por el gobierno conforme a las leyes
requieren". Después de formular el telegrama, le dijo a Uriel que lo llevara a la oficina del
telégrafo para que lo despacharan. La discusión continuó mientras se iba a dejar el
telegrama.
Cuando Uriel regresó, Doña Atkinson les dijo: "Vengan, vamos a abrir un hoyo aquí
mismo al frente de la entrada. Vamos a enterrar este bloque de cemento que hice hace ocho
días. Escuchen lo que lleva escrito: "Y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; y las puertas
del infierno no prevalecerán contra ella". Al escuchar lo que había inscrito en el bloque, los
creyentes, hasta lloraron de emoción al abrir el hoyo que debería enterrar aquella lápida. A
esto, Fernando González, con lágrimas en los ojos dijo: "Los cielos y la tierra pasarán, dice
el Señor, mas la Palabra de Jehová permanecerá para siempre". Luego continuó Carlos
Jiménez con la lectura de Ezequiel 47:1.
"Vienen días mejores", les prometió doña Atkinson. "El gobierno ha empezado a
confiscar las propiedades de la iglesia. Vamos a hacer que alguien se quede aquí en el
edificio todo el tiempo, para que pueda tenerse como casa de vivienda. Debemos afrontar la
crisis de estos días todos juntos. Ya hemos sobrevivido anteriores batallas; debemos ganar
esta una vez más". Abriendo las Escrituras ella leyó porciones escogidas. El mismo Señor
le guió para ir buscando en la Biblia todo lo que pudiera llenar las necesidades de su
pueblo.
Después de la lectura Bíblica, la congregación prorrumpió en lágrimas. Luego, ella
les habló suavemente de Jesús y de sus sufrimientos. Luego concluyeron cantando: "Jesús,
yo he tomado mi cruz".
En las reuniones que siguieron, siempre estuvo presente el Espíritu Santo. Se colocó
una mesa grande, alrededor de la cual se sentaron todos los creyentes supuestamente para
cenar. No hubo oración en alta voz o cantos, y la predicación se hizo en voz baja. Un
miembro de la Iglesia estaba siempre parado a la puerta, y otros estaban en varios puntos de
observación cerca de la iglesia. Si apareciera algún policía, éstos tenían que dar aviso
inmediatamente a los congregados con una consabida señal.
La joven iglesia que vivía a la sombra de la cruz se volvió como un solo cuerpo,
buscando el Reino de Dios. Muy temprano por las mañanas, ellos se reunían para orar
juntos. Al principio la persecución fue una bendición. Para los que no alcanzaban a llegar a
tiempo tenían que colarse por la entrada de atrás para unirse a los demás creyentes a buscar
al Señor. ¡La "Iglesia Triunfante" seguía adelante! Los enfermos eran sanados, los perdidos
eran rescatados, y construidos los altares familiares. El darse cuenta de lo tarde de la hora,
era un reto para que la gente acelerara la gran tarea de completar la evangelización de la
ciudad.
Pero en las semanas que siguieron, la joven iglesia supo lo que era ser despreciado y
desechado con el Maestro. Por un corto tiempo, hubo cierta seguridad debido a que el
esposo de María Almirudis, Miguel, era un amigo del Mayor y del Jefe de Policía. Una vez
el policía le dijo a Miguel: "Vamos a pasar por la Iglesia de Dios, pero como tu esposa está
allí, vamos a sonar el claxón para que tengan tiempo de escapar; no queremos apresarla a
ella". En una ocasión se hizo así y todos huyeron, pero Mamá Atkinson decidió enfrentarse
a sus enemigos. Cuando Manuel Escamilla se paró a la puerta, ella le sonrió y le dijo: "Pase
adelante, caballero. Tome asiento". Después de todo esto, cuando ya estuvo cómodo en un

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asiento, ella se volvió hacia él y con su graciosa personalidad le dijo: "¿Cómo está usted?
¿Cómo está su familia?" Aunque asombrado y sorprendido por su amabilidad, el Sr.
Escamilla empezó a mostrarse nervioso, sabiendo que sus colegas policías estaban
esperando ansiosamente apresar a los creyentes. El empezó a pasearse alrededor del cuarto.
De momento él interrumpió la conversación afluente. "Está bien, no veo nada de malo, pero
tenga cuidado porque podemos arrestarla". Doña Atkinson contestó: "No estoy exenta de
ello. He venido a México a pelear una guerra. Una lucha por la libertad, libertad que gozan
sólo unos cuantos en el mundo. Ya han habido otros campeones guerreros en la lucha por
esta libertad". Manuel se inquieto en su asiento, se levantó, se paseó por el cuarto y se sentó
de nuevo.
Los otros dos policías que habían ya perdido la paciencia entraron en alboroto. Uno
de ellos gritó: "¡Basta! Usted debe dejar de hacer estas reuniones o la meteremos en la
cárcel". Calmadamente ella le contestó: "A usted debería darle vergüenza decir eso. ¡Usted
que se hace llamar listo! No puede hacer nada más que lo que Dios le permita, porque a El
yo sirvo". Por un momento el policía se quedó mudo de asombro sin mover ni una mano.
Aunque el cuarto se llenó con el terror que esto producía, Doña Atkinson sabía que el malo,
el diablo, iba a salir derrotado por uno más fuerte que él, el Señor. La batalla seguía.
Satanás estaba derrotado por uno más fuerte que él, el Señor. La batalla seguía. Satanás
estaba metiendo una dura lucha por tomar cautivos a todos los miembros de la joven
iglesia, pero Dios no iba a permitirlo, y ella lo sabía. Los hombres salieron inmediatamente
sin decir ni una palabra.
Poco tiempo después J. H. Ingram llegó para otra visita, y aunque era en extremo
peligroso para él en esta oportunidad, por ser de nacionalidad americana, Dona Atkinson
encontró nuevo alivio, pues así podría contarle acerca de los oscuros valles por el cual
estaban pasando.
Durante su visita, Ingram vió personalmente algunos de los peligros. En una ocasión
tuvieron tres visitas de la policía por causa de los servicios bautismales. Bautizaban al
último de los convertidos cuando llegó el primer carro policial. Apresuradamente, los
hermanos cubrieron el bautisterio, reinando por un momento una confusión entre todos los
presentes, corriendo de aquí a allá, y de allá para acá buscando dónde esconderse. Algunos
quitándose en precisión la ropa mojada. Al tercer viaje, vino el jefe de la Policía. Doña
Atkinson creyó que esta vez ella e Ingram serían puestos en la cárcel, pero luego, como una
campanada llegó a su mente las palabras de la Biblia: "Cuando pasares por las aguas, yo
seré contigo; y por los ríos, no te cubrirán: Cuando pasares por el fuego no te quemaras ni
la llama arderá en ti". El Jefe de Policía entró, miró por todos lados, sonrió y se dirigió a
Doña Atkinson muy lentamente y le dijo: "Sra. Atkinson, estoy casi persuadido a ser
Cristiano". Luego, sin añadir más, hizo de señas a los demás policías y salieron del cuarto.
Los cristianos empezaron a regocijarse, sintiendo sus corazones llenos de alabanza
por haber visto la gloria de Dios manifestada allí. Pero Ingram les dijo: "No. No es hora de
cantar victoria todavía; no la hemos ganado. Debemos seguir orando". Después de orar,
dirigió palabras de exhortación para la Iglesia: "Confiemos en la Palabra de Dios: 'He aquí
que estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo'. Satanás ha invadido todos los
rincones de México, no quedando ni una esquina que no haya tocado con su influencia
contaminada, pero Dios peleará por vosotros. Sus caminos van abriéndose a nuestro paso.
Todo esto es para bien nuestro; El debe traernos hasta la destitución, despojarnos de todo
antes de que El pueda usarnos. El ve en vosotros la posibilidad que El vió en sus apóstoles,
pero estas pruebas nos han llegado para que podamos tener un crecimiento espiritual

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completo. Un buen sembrador de árboles frutales, poda sus plantíos en la época adecuada
para que a su debido tiempo floreen y aparezcan los mejores frutos. Dios ve el resultado
final desde su comienzo".
Mientras Ingram hablaba, los creyentes se daban cuenta de que nada podían hacer
sino buscar al Señor. Alzaron sus ojos a Aquel, el único que podía ayudarlos, poniéndose
en sus manos por vida o muerte, para que El pueda ser glorificado.
Nuevamente Ingram salió de regreso encomendando a los hermanos en las manos
del Señor. Pronto se hizo evidente que era un alto costo el que tendrían que pagar aquellos
que se identificaran públicamente por la causa de Cristo. De esta manera, los flacos en la fe
se apagaban. Era por medio de la oración intercesoria, por la exhortación y los consejos que
los cristianos fuertes continuaban dándose valor unos a otros.
Una noche mientras la hermana Atkinson predicaba, Lucas Barrera, jefe del
Departamento de Investigaciones de Policía de Ciudad Obregón, llegó a la puerta y les gritó
a todos que eran unos estúpidos, locos de remate, que no sabían lo que estaban haciendo.
"¿Quién es este hombre?" preguntó la hermana Atkinson. "Es Lucas Barrera", contestó uno
de los miembros. "Es un devoto católico que odia a todos los protestantes".
"Cuénteme más acerca de él".
"Se le conoce en la armada como un cruel experto en el manejo de la espada; por
eso se le dio el cargo de azotar a todos los que desobedecían las órdenes. En 1929 trabajó
en Guadalajara para la Policía Secreta, pero desde el año de 1932 trabaja en Obregón para
la Policía".
"Debemos orar para que se convierta al Señor", respondió Mamá Atkinson.
"Qué gran siervo fuerte para Dios sería este hombre". Sin embargo, para muchos
esto parecía como un cuento de hadas. Sabían que su conversión no sería sino un gran
milagro.
En el Cuartel de Policía, Barrera discutió con otros agentes acerca de la Iglesia de
Dios. "Presiento que esa señora que viste de blanco, quiere interponerse en mi religión", les
dijo. Al paso de los días su odio fue creciendo más y más contra aquellos que predicaban el
Evangelio.
De esta manera él decidió emprender una forma sistemática, para molestar a los
creyentes. Primero, empezó por Fernando González, el pastor, fastidiándolo en toda forma
posible. En donde quiera que González parqueaba su carro, Barrera le extendía una esquela
para imponerle una multa. Siempre andaba buscando una causa para ponerlo en la cárcel, o
de imputarle serios cargos en su contra.
A fin de poder escuchar lo que los creyentes hablaban o planeaban a la salida de la
iglesia, tomó como escondite el taller de latonería, en frente del templo, para así poderlos
acusar con alguna palabra que los comprometiera. Una vez alcanzó a oír que iba a
celebrarse un servicio de bautismos. "¿Servicio de bautismos?" Esta es mi oportunidad", se
dijo.
El día siguiente pidió a otros tres policías que vinieran a ayudarle a impedir ese
servicio el cual era parte del "Opio del pueblo" del cual el gobierno estaba tratando de
liberar a México. En la fecha apuntada, vinieron esa noche a esconderse en ese mismo
taller, hasta cuando supieran que había empezado el culto. Antes que los creyentes fueran
advertidos de la proximidad de alguien más, los policías se les echaron encima, agarrando a
los candidatos al bautismo, sacándolos del bautisterio. Los otros creyentes salieron
esparcidos, con excepción de Mamá Atkinson y de Fernando González. Algo sucedió en
ese momento en la vida de Lucas Barrera. El hermoso rostro de Fernando González no dejó

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de llamar su atención, y Mamá Atkinson de pie estaba orando en voz alta. Barrera,
mirándola orar con los ojos cerrados y su cabeza levantada al cielo, continuaba orando,
orando, orando. Nunca más se vería él pasivo en su actitud hacia la Sra. Atkinson,
Fernando González, la Iglesia de Dios o Cristo. El y los otros policías salieron de allí sin
hacer daño a nadie, pero el rostro de la Sra. Atkinson y las palabras "Oh, la preciosa sangre
del Cordero", continuaban sonando en sus oídos.
Mamá Atkinson y González empezaron a vaciar sus corazones delante de Dios,
buscando Su gracia para que les fortaleciera hasta la muerte si fuera necesario.
Después de este primer encuentro con convicción, Lucas se volvió más amargo.
Indagándose de dónde vivían los miembros de la Iglesia, lo mismo que las veces que se
reunían en sus servicios familiares. Mamá Atkinson advirtió a los Cristianos a que debieran
orar casi en secreto para evitar que la persecución fuera más grande, pero Barrera iba a sus
casas y ponía sus oídos contra las puertas. Si siquiera percibía algún murmullo de canto o
de oración, echaba su cuerpo contra la puerta, entraba y agarraba a los creyentes
metiéndolos en un camión y los llevaba a la cárcel. En el camino iban cantando: "En las
luchas, en las pruebas, la Iglesia sigue caminando".
"Cállense", les gritaba. "Si han de cantar, canten "La Cucaracha" o "La Valentina."
Aunque Barrera era pequeño de estatura y pesaba solamente alrededor de ciento
treinticinco libras, el diablo siempre le daba una gran fuerza. Una vez, cuando llegó a la
casa de Felipe Castro, la cual había señalado en especial, oyó a la familia cuando estaba
orando. Enfurecido por este odiado ruido que salía de esta casa a pesar de todas sus
amenazas y advertencias, vino y derribó la puerta la cual cayó sobre el hijito de Felipe, que
se encontraba orando de rodillas cerca de la entrada. El resultado pudo haber sido trágico,
pues le quedó una profunda cicatriz en la cabeza al pobre muchacho. Más tarde, la esposa y
la hija de Felipe se escaparon de morir por una falla del corazón debido al constante odio y
persecución de Barrera.
Llegó el tiempo en que Mamá Atkinson tuvo que admitir que ya no había lugar
seguro ni sensato, para que los creyentes tuvieron sus reuniones en el edificio de la iglesia.
No obstante toda su precaución era imposible mantener una oración pentecostal en silencio.
Primero se trasladaron a una casa que estaba en un lote grande y sólo al costado oriente de
Obregón, pero Barrera pronto descubrió este lugar de reunión, con deseos desesperados de
matarlos por desobedecer sus órdenes, fabricó él mismo sus propias granadas de mano.
Después de preparar estas terribles armas, se dirigió a este lugar de oración. Se puso a
escuchar por unos minutos y luego, lanzó con fuerza las granadas hacia la casa. Cuando
escuchó las explosiones se carcajeó con una risa satánica, esperando que Doña Atkinson se
encontrara entre los que hubieran muerto. Pero nuevamente ocurrió otro milagro. Las armas
lanzadas hacia el techo hicieron gran explosión pero las que cayeron adentro no estallaron.
Una vez más, los planes de Barrera fallaron, pero él estuvo más determinado por acabar con
la Iglesia de Dios.
Mientras la persecución empeoraba, la congregación decidió irse hasta las
montañas, para hacer periodos de adoración. Doña Atkinson los instruía cuidadosamente:
"No viajen en grupo. Dispérsense y apártense del camino principal. Los que vayan adelante
de ustedes, vayan tirando ramas que sirvan de seña por donde van pasando". Los viajes eran
difíciles para las mujeres, pero el Señor les daba fuerzas en su infinita misericordia,
protegiéndoles de caer en las manos de Barrera y sus hombres. En los arroyos Mamá
Atkinson oraba silenciosamente por su gente, corriéndole las lágrimas por sus mejías hasta
mojar sus hombros. Conchita a menudo observaba que la misionera nunca se secaba las

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lágrimas, hasta que una vez le preguntó: "Mamá Atkinson, ¿y esas lágrimas son de agua
sagrada?"
"Sí, hijita. La Palabra de Dios dice que, 'Los que sembraron con lágrimas, con
regocijo segarán'." La niña comprendió que la Madre Atkinson esperaba ver la conversión
de muchos de los enemigos del Evangelio.
Cuando Barrera no pudo hallar a los Cristianos, tuvo el presentimiento de que éstos
habían salido de la ciudad; empezó a salir a caballo en su búsqueda. Parecía que podía
olfatear a los "Aleluyas" (el apodo para los creyentes) como si fuera un perro de cacería en
busca de su presa. Algunas veces se metía con todo y caballo a los servicios de oración,
maldiciendo y tratando de forzar al caballo a pasar por encima de los cristianos y matarlos.
Muchas veces después de haberlos localizado, regresaba al pueblo para venir de nuevo con
un carro patrulla y otros policías transportándolos a la cárcel una y otra vez. El sufrimiento
era grande y nadie escapaba de su ira. Hombres, mujeres y niños eran golpeados, pero los
Cristianos no parecían ser afectados por ello. Tan pronto estaban en el carro-patrulla,
empezaban a cantar a su Dios con toda felicidad. Aunque Barrera trataba de impedirlo, no
podía; y ni uno solo de aquellos cristianos parecía temer a la muerte.
En el 1935, la Iglesia de Dios tuvo un corto período de paz, cuando Lucas Barrera
fue trasladado a Hermosillo. El Gobernador electo, don Ramón Ramos, lo había nombrado
para servir en una fuerza policíaca de servicio secreto. Como él era católico le fue asignada
la tarea de decomisar armas, rifles y pistolas del pueblo, para evitar los asesinatos que
estaban ocurriendo en la rebelión del movimiento católico contra el gobierno.
Un día, un miembro de la Iglesia de Dios en Guadalajara, vió un periódico con un
retrato de Lucas Barrera en la página frontal. Allí aparecía lo siguiente: "Luis Barrera, un
policía de seguridad fue muerto en una emboscada". Inmediatamente él lo hizo saber a la
Iglesia de Dios en Obregón, pero en lugar de regocijarse ellos sintieron compasión. La
Iglesia se puso a orar: "Oh Dios, no permitas que esto sea cierto; dale una oportunidad y
guarda su vida porque él necesita conocerte antes que muera". Barrera no tenía idea que
para ese tiempo en que los hombres y las mujeres se podían postrar de rodillas delante de
Dios, como estos cristianos lo hicieron Dor sus amigos como por sus enemigos.
Quince días más tarde, Barrera regresó a Obregón acompañado por el gobernador.
Cuando los cristianos lo vieron con dos pistolas, balas y una ametralladora, se pusieron
muy contentos de que Dios hubiera guardado su vida dándole otra oportunidad para ser
salvo.
Sintiendo en su corazón que en su ausencia, que la Iglesia de Dios había ganado
mucha libertad, Barrera se dedicó a una mayor persecución. Pensando en la posibilidad que
alguien pudiera tratar de convertirle al Cristianismo, decidió asesinar a cualquiera que
tratara de hacerlo. Después de esta decisión, pasaron muchos meses antes de que volviera a
ver a la Sra. Atkinson, aunque él constantemente la buscaba en la esperanza que pudiera
encontrar una razón para asesinarla.
Empezó a formular planes para meter a todos los creyentes a la cárcel a un mismo
tiempo. Sabiendo que los cristianos estarían en las montañas ayudando y orando los jueves
y viernes, preparó las camionetas de patrullas de Obregón y Pueblo Yaqui, aparejándolas
con suficiente gasolina. El miércoles en la noche, los guardias se acostaron temprano para
poderse levantar el jueves a perseguir a los "Aleluyas". Serían las cinco de la mañana del
día siguiente, cuando Barrera se levantó. En su imaginación bullía el acto de asesinar. Pero
se le presentaron extraños dolores en el cuerpo. Empezó a vestirse lentamente. Al querer
abotonarse la camisa, se dió cuenta de que tenía los dedos tiesos y le dolían. "¿Qué me

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pasa?" arguyó. Cuando se inclinó para amarrarse los zapatos notó que sus pies y tobillos
estaban malamente hinchados. Casi arrastrándose salió para el cuartel y casi se desmayaba
del dolor. Al llegar, encontró que sus hombres lo estaban esperando. Les preguntó si ya
habían desayunado, a lo que respondieron negativamente. "Entonces váyanse a desayunar y
luego recójanme en el mercado" – les ordenó. Se fue a un restaurante cercano y se sentó a
la mesa con José Alcatra, un camionero.
"¿Qué le trae a Ud. por aquí tan temprano?"
"Ando tras los Aleluyas. Creo que ya es tiempo de que se vayan al desierto". Y
mientras hablaba, sintió súbitamente como si le estuvieran echando agua por todo el cuerpo
y empezó a sentir inmensos dolores.
"¿Qué le pasa?" le preguntó José, viendo la cara de José sudorosa, dijo a la
camarera: "Fíjate en Lucas, algo le está pasando". Tocando la cara de Barrera, dijo la
camarera: "Señor Barrera, ¿dígame qué le pasa? Está ardiendo en fiebre".
"Me duele todo el cuerpo y tengo la cabeza ardiendo", replicó Barrera. "Me siento
morir".
Los amigos le llevaron a su casa de manera que en lugar de ir a perseguir a los
"Aleluyas", se encontró en cama. Por cuatro horas permaneció quejándose y respirando
pesadamente. Era una cosa terrible para sus amigos verle sufrir de esta manera. Vinieron
los médicos y diagnosticaron su condición como un caso grave de tuberculosis. Los rayos
X revelaron que la sangre que era bombeada de su corazón a todas las partes de su cuerpo
se estaba coagulando. A veces parecía que se iba a ahogar en su propia sangre. Tres meses
y quince días más tarde los Rayos X mostraron rotos ambos pulmones. Por seis días con sus
noches, no pudo ni comer ni beber. El médico le dijo al jefe de la policía: "Si tienes cuidado
de Barrera, lo mejor es que lo fusiles. No tiene remedio. Sus pulmones se han reventado y
hay una hemorragia interna a través de los nervios. Es un caso incurable".
El temor se apoderó de Barrera y empezó a cavilar: "¿A dónde voy a ir cuando me
muera? ¡Quiero vivir! ¡Quiero vivir!" se decía a sí mismo. Como a la media noche sintió
una extraña presencia cerca de él. "Arrepiéntete de tu pecado y serás sano". Barrera
permaneció en silencio. No le gustaba el sentimiento caluroso que sentía por dentro, ni
tampoco le gustaba el sentimiento de culpabilidad que le acompañaba. Se puso más
temeroso. Parecía que oía las mismas palabras susurrándole en sus oídos: "Arrepiéntete de
tus pecados y serás sanado". Sus ojos se llenaron de lágrimas y lloró. Finalmente cayó en
un profundo sueño. Todos creyeron que se había muerto. Aun los policías que le guardaban
sabían que estaba vivo únicamente por el movimiento del pulso en su estómago. Los
parientes trajeron un ataúd y lo pusieron al lado de la cama. Sus amigos católicos sugirieron
que fueran a traer al cura para que le diera el sacramento final, diciéndose que se moría de
un momento a otro, pero a la mañana siguiente, como a las nueve, despertó diciendo:
"Démen un papel y un lápiz". Inmediatamente escribió una carta al Ministro de la Iglesia de
Dios que decía: "Señor ministro, tenga la bondad de visitarme. Quiero verle". Mandaron la
carta con un muchacho quien se la entregó a Fernando González.
La Hna. Atkinson reunió a los miembros de la Iglesia. Cuando González leyó la
carta, algunos dijeron: "No. No vayamos. El quiere que nos metamos en su casa para así
podernos agarrar y matarnos a todos". Por el otro lado, otros decían: "Sí, vayamos".
Después de una larga discusión en cuanto a ir o no ir, Hna. Atkinson dijo: "Dios es la
respuesta". Aunque la salvación de Barrera no era nada menos que un milagro en sí, es
posible. Si Dios podía hacer milagros antes, él podía hacerlos ahora. Su poder no ha
cambiado ni tampoco las necesidades de la humanidad". Finalmente acordaron ir a la

199
Iglesia para pedir a Dios que los dirigiera en su decisión, la paz de Dios tomó posesión de
sus corazones calmando todo temor. Sintiendo que Dios había contestado, empezaron a
regocijarse. Al fin tendrían una oportunidad para visitar a Lucas Barrera. Se decidió que
ocho miembros de la Iglesia deberían ir.
Un momento feliz para Barrera, cuando oyó tocar a la puerta. Con la puerta aun
cerrada, el dijo: "Entren, hermanos", no teniendo la más mínima idea porqué él los llamaba
hermanos, entraron y vieron al gran perseguidor de la Iglesia en su lecho de muerte. Habían
huellas de su enfermedad en toda la habitación. El agua en la bacinilla estaba llena con
sangre expectorada. La fe llenó sus corazones y este fue el día para su conversión y
restauración.
"¿Qué es lo que Ud. desea?" le preguntaron.
"Estoy enfermo, pero el Señor me ha de sanar", replicó él.
Al oír esto, los creyentes se quedaron pasmados y levantando sus ojos llenos de
lágrimas al cielo, empezaron a clamar. Mientras lo hacían, Barrera sudaba copiosamente.
En ese momento, los Higuera trataron de sacar a su hija Conchita de la habitación a donde
ella había entrado, curiosa de ver lo que estaba pasando. Aunque sus padres no querían que
ella viera a Barrera vomitando sangre, ella se coló en el cuarto. Fernando González la sacó
y se puso frente a la puerta. Al ver a aquel ministro robusto y grande bloqueándole la
entrada, Conchita pensó: "Aquí está mi oportunidad". Se le metió por entre las piernas.
Barrera no se dió cuenta de la entrada de Conchita y continuó orando hasta que sintió su
conversión y sanidad. Cuando dejó de orar, la vista de la niñita dentro de la habitación, le
hizo darse cuenta de lo grande que Dios había sido enviándole uno de los más tiernos de los
hijos de Dios para que orara por su necesidad.
Mientras ocurría la liberación de Barrera, un drogadicto entró a la casa al otro lado
de la calle y pidió una taza de café. Mientras la señora preparaba la bebida el mendigo
apuñaleó al esposo de la señora. Barrera oyó la conmoción y le preguntó a uno de sus
policías qué estaba pasando. Al saber la noticia salió de la cama y corrió tras el asesino. Al
verse perseguido por Barrera, el asesino se escondió en un baño público. Allí lo arrestó, lo
amarró y lo llevó al cuartel. Los policías tomaron una manguera y lavaron al prisionero
antes de encerrarlo, debido a su condición de suciedad. Dejando al cautivo en la cárcel,
Barrera regresó a su casa, se dió un baño ligero y se acostó quedándose dormido.
Tres días más tarde, Apolonio González fue a visitar a Barrera. Se alegró mucho de
verle bien, contento como un hijo de Dios. Después de una larga visita, el ministro le afeitó
y oraron juntos.
Quince días más tarde, Barrera sintió fortaleza en su cuerpo y fue a la Iglesia a dar
su testimonio. La Sra. Atkinson se alegró tanto que Barrera la vió como un "ángel
volando". Como resultado del testimonio de Barrera, muchos otros vinieron a Cristo. La
Sra. Atkinson decía: "Lucas, era duro para ti dar coces contra el aguijón, pero creo que todo
lo que hacías no eras tú sino Satanás. Era su poder lo que te movía para hacer las muchas
cosas que tú hacías, pero doy gracias a Dios que una vez más, Satanás ha sido vencido". Al
terminar de decir estas palabras, se arrodillé y oró con Lucas por tres horas.
Pocos días después, las autoridades locales enviaron a Barrera al Hospital de
Hermosillo, en donde le hicieron un examen físico completo. Los doctores se maravillaron
al encontrar que ambos pulmones estaban cerrados con sólo una cicatriz para mostrar los
hoyos. "¿A qué clase de médico fuiste?" le preguntaron. "Tú eras un caso perdido. No
tenías cura. Cuéntanos cómo fue". Barrera sabía que el Dr. Arreola y el Dr. Farfán eran dos
de los mejores médicos en México y que esta era una oportunidad para él de testificar de

200
Cristo. "Nosotros te pusimos oxígeno en los pulmones", dijeron. "Los Rayos X mostraban,
de acuerdo a la ciencia médica, que era imposible que tú pudieras sanar debido a los
grandes hoyos en los pulmones".
La contestación de Barrera fue: "Aquél que les da vida natural a Uds. es Aquel que
me dio vida nueva. El me ha dado una oportunidad para vivir, para que yo le pudiera
conocer. Jesús es el que sanó mi cuerpo y me salvó. Aquellos que yo perseguía antes, son
mis hermanos en Cristo ahora". Aunque Barrera temblaba sintiendo que su testimonio era
débil, él hizo una gran impresión en los doctores.
En un servicio especial en Esperanza, Barrera recibió el bautismo del Espíritu
Santo. Después del servicio, él fue con otros cristianos a casa de Carmelita Meza. De
repente oyeron ruido afuera. La casa estaba rodeada por diez policías que buscaban a
Barrera para ponerle preso. Aunque sus amigos sentían miedo, Lucas permaneció en calma
y creyó que debería abandonar la casa por la puerta del frente. Para sorpresa de todos, su
escapada no fue descubierta. Regresando a Obregón esa noche, fue directo a la Hna.
Atkinson, para pedirle consejo. "¿Qué debo hacer?" le preguntó. "Tú sabes lo que tienes
que hacer, hijo mío. Cuando los problemas vienen, lo primero que debes hacer es decírselo
a tu Padre Celestial". Arrodillados juntos oraron. La Hna. Atkinson luego dijo: "Lucas,
Dios me dice que tú debes irte de este lugar". Sin embargo, ni ella ni Lucas tenían la menor
idea de a dónde ir.
Tres días más tarde, Barrera recibía un telegrama de las oficinas de la Compañía del
Ferrocarril del Pacífico en Ciudad de México. Se le preguntaba si quería trabajar como
policía secreto para la Compañía y que contestara. El no contestó el telegrama, pero pocos
días más tarde él recibía una comunicación de la Compañía con un pase anual e
instrucciones de trabajo. Llevó la carta y las instrucciones a la Sra. Atkinson, quien volvió a
ponerse de rodillas en oración. Ella le pidió que se quedara afuera mientras iba a orar sola
en su habitación. El se paseaba nerviosamente, esperando y después de una hora, ella salió
diciéndole que debía salir y dejar ese lugar inmediatamente. "Dios te ha de dar fortaleza en
tus batallas, pero recuerda que el no tendrá fortaleza en sus batallas, excepto la fortaleza
que El mismo imparte. Tus problemas no son nada más que una preparación para un gran
servicio. Se despidieron efusivamente y él salió para Guadalajara a ocupar su nueva
posición. De esta manera él fue librado de sus perseguidores y le fue dada una oportunidad
para dar su testimonio en varios estados en cuanto a lo que el Señor había hecho por él.
* * *
Para el tiempo en que se escribiera esta historia en el 1967, Lucas Barrera era un
policía jurídico en el estado. Trabajó por dieciocho años consecutivos bajo tres
gobernadores diferentes como el más leal guardaespalda que ellos han tenido.

201
GUATEMALA: Rev. José María Muñoz
Roberto Domínguez
Pioneros de Pentecostés

El muy conocido ministro pentecostal, Rev. José María Muñoz, nos concedió una
entrevista en su oficina, de la cual extractamos lo que sigue:
"Guiado por las enseñanzas cristianas de mi padre, mi vida fue guardada del vicio y
del pecado.
Mis padres pertenecían a la Misión Centroamericana. Ya de joven trabajé en una
librería. Poco después recibí al Señor como mi Salvador personal. Escuché el mensaje
pentecostal en una Iglesia de nombre Iglesia Nacional Pentecostés, cuyo pastor era el Rev.
Ramón Ruano Mejía para el año 1940.
Llegaron unos paladines de la obra pentecostal; entre ellos, el hermano Julián
Morales y Arnulfo Hernández. Estos hermanos fueron los que prendieron la mecha del
avivamiento con un maravilloso derramamiento del Espíritu Santo.
Pasaron los años y tuvimos la visita en Guatemala del internacionalmente conocido
evangelista T. L. Osborn. Por un mes más o menos, en un lugar llamado Supresalada aquí
en Guatemala, Dios nos permitió ver multitudes de más de cuarenta mil personas reunirse
cada noche.
El mensaje poderoso del evangelista Osborn, trajo como consecuencia, grandes
milagros y sanidades además de profesiones de fe. La prensa y la radio guatemalteca
cubrieron la campaña, dando una información bastante exacta de lo que estaba sucediendo
allí.
Muchos – médicos y periodistas confirmaron las sanidades.
Para ese tiempo pastoreaba yo la Asamblea Central en Guatemala. Antes de eso
estuve ministrando con una organización denominada "El Jardín de Las Rosas". Había un
instituto bíblico allí, donde trabajé por unos diez años, dando clases de niños y también
como evangelista. Este Instituto pertenecía a la Misión Centroamericana.
La visita del Hno. Osborn, ocasionó la apertura en nosotros de una visión más
amplia de servirle al Señor. Tuve la visión y una carga para la salvación de las almas y
organicé unas treinta y cinco iglesias, tanto aquí en la capital, como en lugares aledaños.
La obra cobró proporciones más grandes aún, en otras misiones tales como las
iglesias Centroamericanas, las Asambleas de Dios, las Presbiterianas y la Iglesia de Dios.
Formamos una organización nueva, a la cual denominamos "Príncipe de Paz". En
su amor y su misericordia, Dios empezó a bendecir este movimiento respaldado
únicamente por los nacionales; sin recibir ayuda o subsidio alguno de organizaciones
foráneas.
Volviendo atrás, para la época en que el evangelista Osborn viniera, estaba al frente
de la Institución Jardín de Las Rosas, la señorita Sinarván, muy conocida en este país. Ella
trabaja con la organización Centroamericana, pero simpatizaba mucho con el movimiento
pentecostal. Siempre nos platicaba que en Guatemala debería haber una iglesia de fuego.
Fue ella quien nos introdujo en el movimiento de las Asambleas de Dios y
enfatizaba en que hubieran vidas llenas del Espíritu Santo; vidas dinámicas, que fueran una
bendición para Guatemala y Centroamérica. Había un pequeño problema y era que aunque

202
ella codiciaba estas bendiciones directas del Espíritu Santo, no podía aceptar el asunto
carismático, esto es, hablar en otras lenguas como señal del bautismo del Espíritu Santo.
Siendo así, los que trabajábamos con ella nos encontrábamos en la frontera de la bendición
espiritual más completa.
Se enseñaba mucho de la plenitud del Espíritu y de la manera cómo podía el
Espíritu, transformarnos en fuentes de bendición, pero cuando se llegaba al asunto de
hablar en lenguas como evidencia pentecostal, llegábamos a un callejón sin salida.
De mi parte, hice la decisión de trasladarme al movimiento pentecostal de Las
Asambleas de Dios, y fue allí donde fui recibido, dándoseme la oportunidad de un
ministerio más amplio y más libre. Durante todo este tiempo, el Señor me permitió
ministrar la palabra y recibir la gloriosa promesa del Espíritu Santo, de acuerdo al patrón
de Hechos 2:4.
Por unos catorce años trabajé con las credenciales de las Asambleas de Dios. Viajé
extensamente, llevando este mensaje en poder y demostración del Espíritu Santo. En
nuestras campañas sentía la unción sobre mí, los enfermos sanaban en el nombre de Jesús.
Hubo momentos en que mi espíritu se elevaba a las alturas, reclamando de Dios más poder.
Cuando organicé, después de segregarme de Las Asambleas de Dios, la
organización que actualmente presido, El Movimiento El Príncipe de Paz, no pensé que
fuera más de tener sólo una iglesia grande, la cual íbamos a pastorear junto con mi esposa,
Alba Concepción Mazariego de Muñoz, con la cual el Señor nos ha bendecido con tres
hijos que sirven fielmente al Señor.
Según la Iglesia prosperaba en la capital de Guatemala, empezamos a recibir
invitaciones de diferentes lugares en el territorio nacional, así como de El Salvador,
Honduras y México.
Me lancé a organizar obra, habiéndome dado Dios una más amplia visión y no nos
concretamos como inicialmente habíamos creído, a la iglesia fundada en la capital.
Compartíamos nuestro tiempo de ministerio en distintos lugares.
Para el año 1967, celebramos una campaña en la cual seiscientas cincuenta almas,
recibieron el bautismo del Espíritu Santo. Este Pentecostés trajo mensajes de Dios, los
cuales habiendo sido interpretados, proclamaban a los creyentes la necesidad de mayor
consagración y rendimiento en la presencia del Señor. Al ver tanta bendición del Señor,
nos reunimos en convención por tres días, al fin de los cuales hubo que continuar por tres
días más.
Los cultos comenzaban a las siete de la mañana y continuaban sin interrupción,
hasta las once de la noche y muchas veces hasta el amanecer. Por consecuencia, la
bendición de Dios se extendió y cinco mil personas recibieron el fuego celestial.
Tuvimos una reunión de obreros y pastores, en la cual por una semana clamamos de
rodillas, esperando el poder Pentecostal. Quinientos hermanos recibieron el bautismo y
hasta la fecha, nueve mil personas han recibido el bautismo. Así es cómo toda la obra se ha
extendido por los territorios nacionales.
Hasta el presente, tenemos en la organización unas trescientas iglesias. Este
incremento en iglesias, se debió a que los obreros bautizados al estilo de los discípulos de
la era apostólica corrieron a los campos, iglesias y aún a los montes espeses de las junglas
del petén, con el mensaje de vida y de poder.
Como quiera que había lugares donde físicamente no podíamos llegar, establecimos
una cadena de 14 programas radiales que cubren todo el territorio nacional, Centroamérica
y México. Dios nos concedió llegar a la emisora "Nuevo Mundo", que tiene una potencia

203
de 15.000 vatios.
Esta emisora perteneció a una agrupación comunista. Ellos nos dijeron: «Predique,
don Chema. Nos gusta ese mensaje de que los ciegos ven, los cojos andan, las hernias
desaparecen, los demonios son echados fuera, pues es un mensaje muy interesante, el cual
no hemos oído en boca de los sacerdotes católicos. Estamos cansados de arengas para
asistir a misa, de ventas de medallas, de apariciones que son difíciles de creer. Cuando
usted nos habla de las cosas del Espíritu Santo, sentimos interés».
A través de esta emisora, hemos tenido el privilegio de alcanzar los pueblos de
Centroamérica y los cincuenta millones que habitan en la hermana República de México, y
trascendiendo aún hasta el Estado de Texas.
Recibimos de sesenta a setenta cartas diarias, especialmente de México, en las
cuales nos relatan de milagros y conversiones y hasta aun gente que recibe el bautismo del
Espíritu Santo, mientras escuchan el mensaje. Se ha logrado aun una revolución dentro de
la iglesia católica. Muchos nos escriben diciendo: «Nosotros somos católicos, pero su
programa es la medicina para nuestros enfermos».
Hemos establecido una escuela bíblica, la cual comenzó cinco años atrás.
Adiestramos de treinta a cuarenta estudiantes diariamente, en un curso básico de cuatro
meses. Enseñamos lo fundamental y necesario, en el plan de salvación de Dios y estos
obreros salen a predicar y organizar nuevas congregaciones.
Doscientos jóvenes están predicando. Como resultado de esto, 47 iglesias se han
fundado en la República de México. En Monterrey, tenemos 10 iglesias con su programa
radial. En Honduras, existen ya 50 iglesias organizadas con programa radial. En El
Salvador, tenemos 90 iglesias trabajando fielmente.
Debido a que el terremoto de Nicaragua, trajo quebrantamiento de espíritu, en el
pueblo nicaragüense se ha despertado sed por la palabra de Dios. Así es que más de
cuatrocientas iglesias están operando con grande entusiasmo en aquella república.
Aun cuando presido esta organización que avanza a pasos agigantados por todos los
lugares, no he dejado de pastorear la iglesia central aquí en Guatemala. Para el año 1955,
contábamos con 400 miembros. A la época presente, tenemos mil hermanos que asisten a
la Escuela Dominical. Durante la semana tenemos un día de ayuno y de oración. Nos
visitan hermanos de otros lugares que vienen con el deseo de ser liberados y sanados.
Reciben el Espíritu Santo de 10 a 15 personas.
Los viernes celebramos una vigilia de toda la noche. Asisten unas doscientas
personas, respaldando Dios su palabra con prodigios y milagros. Entre la gama de las ricas
bendiciones del Señor, hay milagros que sobresalen y que asombran a muchos corazones.

Echando Fuera Demonios


Hay un lugar muy duro en Oriente, llamado Finca El Prado. Mario Galindo, que es
uno de nuestros jóvenes con el ministerio de liberación y sanidad divina, llegó hasta allí.
Encontró a un hombre encorvado por varios años. Tenían que ponerle los alimentos debajo
de la silla en donde estaba sentado. Galindo comprendió que este hombre estaba
atormentado del demonio. Se presentó donde el enfermo y exclamó: «¿Cómo te llamas?»
– El espíritu del demonio dijo: «Me llamo Espíritu de Agobio». Galindo le dijo: «En el
nombre de Jesús de Nazaret, te ordeno que salgas de él». Continuó la conversación entre el
siervo de Dios y el demonio: «Me voy, pero permíteme entrar en esos jóvenes que están
mirando». – No – dijo el evangelista, «porque quieres estorbarles» – Pues, déjame entrar
en ese caballo que está allí en la cerca». – Bien, eso si, te voy a permitir».

204
El encorvado sintió, como algo muy pesado había salido de él. Levantó las manos y
empezó a enderezarse. Galindo le dijo que glorificara al Señor. El hombre quedó
completamente sano. Mientras tanto, el caballo, comenzó a relinchar y tuvieron que
amarrarlo. Rompió las ataduras y volvieron a amarrarlo. Por tercera vez lo amarraron y por
tercera vez se soltó, saliendo en loca carrera.
Al día siguiente, encontraron al caballo muerto, sobre unas piedras. Su dueño le
estaba buscando y vino a inquirir. Le dijeron lo que había sucedido. El hombre,
estupefacto, arguyó: «¿De manera que el evangelista mató mi caballo? Yo no creo en eso.
Pensar que mi caballo me costó doscientos cincuenta quetzales! Era un caballo de raza».
Subió a ver al dueño de la hacienda que era del hombre encorvado y lo encontró sentado a
la mesa, comiendo con su familia. El dueño del caballo exclamó: «Si eso es así, no me
importa que se haya muerto mi caballo. Quiero que se salven los oprimidos. Aquí tengo un
rancho que quiero dar, para que se predique ese evangelio». Actualmente hay un templo
viejo en esa finca, como resultado de lo que acabamos de relatar.

Un milagro Sobresaliente
Había una gran sequía en el Oriente del país. Los pozos, los ríos, se habían secado y
como resultado, el ganado moría por falta de alimentos y de agua. En eso tuvo lugar un
derramamiento del Espíritu Santo en un lugar llamado Oratorio, pueblecito del departa-
mento de Santa Rosa.
El pastor dijo: «Vamos a pedirle al Señor que nos dé agua. El es el dueño de todas
las fuentes». Empezaron a orar y vino un mensaje que interpretado decía:
«Hijitos míos, no os aflijáis. No tenéis por qué estar tristes. Les voy a dar agua.
¿Sabéis dónde está el agua? Frente a la casa del pastor hay agua, no solamente para ustedes
sino para todo el pueblo».
Al día siguiente, todos tomaron sus picos y azadones y palas y se pusieron a cavar.
Como a medio día, los diáconos dijeron: «¿Será que aquí no hay agua? Tal vez se deba a lo
duro del terreno». El pastor dijo, «Dios dijo que enfrente de mi casa; así que, sigamos
cavando. Como a las dos de la tarde, una roca fue removida y saltó la fuente del agua.
Gritos de júbilo y de alegría, salieron de las bocas de los presentes de Oratorio.
Todos acudieron a traer agua. Entre los que vinieron, había un grupo de católicos que se
acercaban un tanto tímidos, diciendo: «¿Podemos nosotros también tomar agua?» El pastor
aprovechó la ocasión y les dijo: «El Señor en una ocasión le dijo a la mujer samaritana: El
que bebe de esta agua volverá a tener sed, mas el que bebiere del agua que yo le daré, no
volverá a tener sed jamás. Amigos, esta agua es el evangelio. Pueden todos llevar agua.
Este milagro sirvió para la conversión de mucha gente y especialmente de las cinco
familias que habían venido. Hoy en día, hay como cien familias convertidas en tres iglesias
en Coatepeque, Oratorio y la Virgen.

Sanidad Divina
De México recibimos una carta firmada por la Srta. María Guadalupe Herrera,
quien testifica haber sido sanada a través de nuestro programa radial. Dice ella: «Teniendo
yo 16 años de edad, se enamoró de mí un joven. Mi madre me dijo, "No vayas a aceptar
muy ligero, porque entre tanta oferta que te hace ese joven hay algo de falsedad".
«Mira, no vayamos muy aprisa, esperemos un poco, puede ser que haya un
contratiempo y esto no me convenga», le dijo María a su novio. Enojado el joven le
ripostó: «Pues si no vas a ser para mí, no serás para otro».

205
Tres meses después, se me presentó una picazón en las piernas y unos dolores, que
acentuaban cada día más. Ya para los seis meses quedé postrada en cama. Los doctores me
examinaron con tratamientos de rayos X y pruebas de laboratorio y no encontraron la causa
de mi enfermedad. Desesperada consulté a brujos y curanderos. No hubo resultado alguno.
Mis padres decidieron llevarme al Distrito Federal de México, al hospital.
Al ser examinada allí, el facultativo, meneando su cabeza, dijo que tenían que
amputarme una pierna. Salí de la clínica con lágrimas en los ojos y exclamé: «Madrecita
mía, lo único que puede detener la infección es la amputación de la pierna, según el
Médico».
Fuimos a Veracruz a ver a una tía. Al verme triste y llorando, le expliqué lo que me
pasaba. Mientras caminábamos hacia la casa, me dijo: «Recuerdo que de Guatemala se oye
un programa religioso llamado: Amanecer con Cristo, a través del cual oran por los
enfermos. El pastor que predica, dice que pongan una mano sobre la radio y la otra en el
lugar afectado. Yo sentí el deseo de buscar inmediatamente esa emisora, pero pensé que
entre tantas emisoras en México, que interrumpen la entrada de las de Guatemala, me iba a
ser imposible. Mi tía quitó mis temores, diciéndome que me quedara con ella para escuchar
el programa al otro día. Cuando el pastor dijo que pusieran la mano en la radio, en lugar de
hacerlo así, yo tomé el radio pequeño y me lo puse en la pierna. A medida que iban orando
por los enfermos, yo iba apretando mi pierna, y desde la punta del pie hasta la espinilla,
empezaron a abrirse unos hoyos, de los cuales salía agua amarilla maloliente y pus
ensangrentado. También empezaron a brotar unos enormes gusanos. Luego me apreté con
una banda para que me saliera toda la podredumbre.
Entonces recordando lo que también había oído, de probar la fe, dije: «Déjenme
sola. Quiero ver si puedo asentar el pie. A medida que lo iba asentando, hacía el esfuerzo
por caminar. Levanté mis manos al cielo y grité: «Mamacita, tía linda, ya puedo caminar;
soy feliz; ya puedo caminar!» Hermano Muñoz, le escribo a los seis meses después de esta
gran sanidad en mí. No quise hacerlo, esperando que no fuese que estaba sugestionada.
Hemos puesto un rótulo en nuestra casa que dice: «Aquí se predica el evangelio y se ora
por los enfermos. Más de 60 mexicanos se han convertido y hemos orado por sus
enfermedades, y han sido sanados. Toda mi familia ha aceptado a Cristo y hemos recibido
también el bautismo del Espíritu Santo. Nuestra casa se ha convertido en un templo para
glorificar al Señor. Que Dios le bendiga y continúe usándolo para gloria y honra de su
santo nombre».

EL SALVADOR: Rev. Francisco Ramírez Arbizú


Roberto Domínguez
Pioneros de Pentecostés

Estamos reunidos con el hermano Francisco Ramírez Arbizú. El nació en la ciudad


de Coatepeque, Departamento de Santa Ana, El Salvador.
¿Cómo se llamaban sus padres?
"Eudoro Arbizú y María Ramírez".
¿Eran ellos evangélicos o católicos romanos?
"Ellos eran católicos romanos".
Y, ¿qué oficio tenía su papá?
"El era militar".

206
¿Qué grado tenía?
"Era Capitán".
Capitán del Ejército de El Salvador. Y su mamá, ¿tenía algún oficio?
"No, ella se dedicaba a su casa".
¿Qué educación tuvo Vd.?
"Yo tuve una educación elemental, es decir, hasta cuarto grado".
¿No estudió Vd.. alguna profesión? O, ¿algún oficio?
"Oficio sí, zapatero".
Magnífico. Vd.., entonces, se crió en la casa junto con sus hermanos.
"No, porque no tuve hermanos".
¿Fue hijo único de la familia?
"Sí".
Hermano, ¿se casó Vd.. o permaneció soltero?
"Me casé a los veintisiete años".
¿Y cuando Vd.. conoció el evangelio, ya estaba casado?
"Sí, ya estaba casado con Elvira Recén, que vive todavía, y con la cual, he tenido
trece hijos, aunque tres de ellos murieron. Tengo ocho hijos vivos y dos hijas".
¿Podría Vd.. contarnos ahora, sin necesidad de mi intervención, cómo conoció al
Señor? Sin prisas, sólo queremos que Vd.. nos cuente detenidamente cómo sucedió.
"Yo nací en el año 1888, y cuando tenía quince años, es decir, en el año 1903,
contraje la fiebre malaria, que es una enfermedad bastante larga. Durante mi
convalecencia, llegó a mis manos un libro de la Historia Cristiana de la Iglesia Católica,
con ilustraciones de escenas bíblicas, el cual me impresionó mucho dándome convicción
de la fe cristiana, es decir, la fe en Cristo. No recuerdo el nombre de ese libro, pienso que
era algo referente a la historia de la Iglesia, pues era un libro muy antiguo, que ya no
existe. Tenía yo un compañero de oficio, evangélico, de la iglesia libre, el cual me hablaba
más concretamente del Señor, y no tenía dificultad conmigo, pues yo, ya sentía la
convicción en mi corazón. Yo me había dirigido al Señor buscándolo, sin tener otras
instrucciones, cuando en el taller de zapatería encontré este hermano, Modesto Martínez, el
cual me habló de Dios, y me invitó a asistir a los cultos, que en aquellos tiempos se
celebraban en las casas, con un grupo de hermanos, pues no había iglesias. No había allí,
una persona que dirigiera aquel grupo, y el primero que llegaba comenzaba a cantar y a
regocijarse en el Señor. El propio hermano Modesto vino al conocimiento de Dios, a través
de libros, y es maravilloso comprobar cómo el Señor se vale de otros medios, aun cuando
no tenemos quién nos dirija.
Fue en aquellos grupos que conocí al Señor, y que pude comprender que aquellas
personas allí reunidas, al orar, recibían el bautismo del Espíritu Santo y hablaban en otras
lenguas, por lo que yo también busqué del Señor y recibí aquel bautismo; esto ocurrió en el
año 1905 aproximadamente. Conocíamos el evangelio, nos gozábamos juntos y orábamos
por los enfermos, pero sin tener aún, alguien que viniera a instruirnos.
Anteriormente, habíamos recibido la visita de un misionero canadiense, llamado
Federico Mebius, el cual pertenecía a la iglesia libre ya que aún no estaban organizadas las
Iglesias Pentecostales en el continente, pero yo no le conocí antes de mi conversión, pues
él estaba dedicado a la obra en unas iglesias que están en el Volcán de Santa Ana. Este
hermano no tenía aún la suficiente capacidad para instruirnos, por lo que nuestro contacto
fue totalmente fraternal".
¿No estaban Uds. organizados en iglesia, o tenían alguno que pudiera dirigirlos

207
como Pastor del grupo?
"No. Allí el primero que llegaba, comenzaba a cantar un himno y todos nos
llenábamos de gran regocijo. Después que vino Mebius y antes de instalarse
definitivamente en Santa Ana, hubo gran derramamiento del Espíritu Santo en San
Salvador, Montserrat. El estableció una pequeña iglesia en Las Lomas, que es un valle, y
se movía alrededor de las zonas de Santa Ana y Sonsonate, pero esto ocurrió antes de
encontrar nuestro grupo y tener comunión con nosotros. Mebius no estaba de acuerdo en
cuanto a que llevábamos el trabajo sin organización, y me indicó hacer un viaje a Estados
Unidos para observar el trabajo pentecostal de las Asambleas de Dios y así poder
orientarnos. Nosotros recibíamos una revista de La Luz Apostólica, pero ésta no nos
enseñaba cómo debía ser el reglamento de la iglesia, respecto a organización, bautismos,
etc.; era sólo una revista ilustrada que vino a las manos de unos hermanos de nuestro
grupo, y ellos escribieron para que nos enviaran sucesivos ejemplares. En el año 1927 fui a
Estados Unidos y me entrevisté con el hermano Ball, en San Antonio. Durante los años
anteriores al 1927, fuimos estrictamente dirigidos por el Espíritu Santo, ya que no teníamos
conocimiento alguno de la vida eclesiástica. Yo le expliqué al hermano Enrique Ball,
nuestro deseo de integrarnos a la obra de la Asamblea de Dios, pero él me informó que no
podía ser. En vista de esta negativa, me dirigí a México y me entrevisté con el Pastor
David Ruesca, que ya murió, el cual pertenecía a las Asambleas de Dios. El me dijo que no
era precisamente Ball, la persona que debía reconocer esa obra, y que esperara la reunión
general de pastores, a la cual asistirían todos los pastores de Merco y Estados Unidos, para
presentar ante ellos mi petición. También prometió ayudarme, hablando previamente con
todos los pastores, para que cuando llegara la fecha de la reunión, ya ellos estuvieran
preparados al respecto. Después de presentar mi petición de pertenecer a la Iglesia, todos
aceptaron unánimemente, en mandar un misionero para que reconociera la obra aquí y la
organizara, aunque a mi regreso, era tanta mi emoción y entusiasmo, que yo mismo
comencé aquella organización. Me encontré con varios inconvenientes, pues algunos no
estaban de acuerdo en estas relaciones con los americanos.
Convoqué a los hermanos a reuniones de confraternidad, y a una conferencia
general para proceder al nombramiento de algunos pastores, en aquella zona de Sonsonate
y Santa Ana, donde ya habíamos levantado Iglesia. Había sido nombrado un misionero
bastante anciano, que ya murió, Jorge Bliddel, americano, y con él recorrimos varias
iglesias exhortando en cada una de ellas, a nombrar un delegado o representante, para una
próxima conferencia. No tuvimos campañas para evangelización, pero llegamos hasta
Guatemala predicando, y en un lugar llamado Atescatempa fue introducido por nosotros,
pentecostés, con un gran derramamiento del Espíritu Santo. El principal de aquel grupo,
que trabajaban como aserradores, se llamaba Teoquito López. Más tarde, llegamos
nosotros y comenzamos cultos y predicación en todo aquel lugar. Ya nuestras iglesias aquí,
habían quedado dirigidas por pastores, pues yo debía continuar mi labor de evangelista
efectuando periódicas visitas a la zona".
¿Tiene Vd.. todavía credenciales con las Asambleas de Dios?
"Sí".
¿Y tiene alguna pensión de las Asambleas de Dios?
"Sí, recibo una pensión para ministros retirados".
Continúo, ¿En ese tiempo, estuvo por aquí Melvin Hodges?
"Sí, estuvo aquí dos años, y después pasó para Nicaragua".
¿Qué hizo Melvin Hodges aquí?

208
"Su obra aquí, fue como supervisor. Residía en Santa Ana, con su esposa Loida, y
sus hijos nacidos en los Estados Unidos".
¿Y Rafael Williams, vino también por aquí?
Sí. Williams vino después de Bliddel y antes de Melvin Hodges, y todos ellos se
establecieron en Santa Ana, que en aquel momento era la sede. Actualmente tenemos una
buena obra allí, contamos con cinco iglesias, aunque el Instituto está en San Salvador".
¿Podría decirnos cuál fue su labor en los años siguientes?
"Durante algunos años fui secretario general, pasando a vice-superintendente en el
1940 aproximadamente, y más tarde a superintendente, hasta el 1962, que por motivos de
enfermedad tuve que retirarme: tenía agotamiento cerebral".
Hasta aquí, ha sido nuestra entrevista con el Rev. Arbizú, quien ha sido el pionero
en El Salvador, y que vive en este lugar con su esposa e hijos. De las personas
mencionadas en esta entrevista, podemos agregar que Modesto Martínez y Mebius, ya
murieron.
Muchas gracias, hermano Arbizú, por su testimonio, que servirá también para que
las generaciones futuras, una vez hayamos pasado a estar con el Señor, puedan saber cómo
empezó a derramarse el poder del Espíritu Santo en este bello país de El Salvador.

EL SALVADOR: Rev. Ralph D. Williams


Roberto Domínguez
Pioneros de Pentecostés

Stanley H. Frodsham, fue uno de los pilares de las Asambleas de Dios que escribió
el libro "Con Señales Siguiendo". Gracias a Dios que él tuvo a bien escribir acerca de la
obra misionera en Hispano América, y del cual extraemos las siguientes notas:
En esta parte de la obra pentecostal en Centroamérica, uno de los pioneros más
destacados fue Ralph D. Williams. Williams llegó a El Salvador y encontró que un
hermano de nombre Francisco Ramírez Arbizú, había estado practicando las doctrinas
pentecostales desde el año 1910, habiendo predicado el Evangelio en poder y demostración
del Espíritu Santo, en forma tal que miles de personas recibieron a Cristo, y por ende el
bautismo en fuego, y hubieron grandes milagros, maravillas a granel como consecuencia.
Por algunos años este avivamiento continuó, pero aparentemente no había un
endoctrinamiento adecuado, y la Palabra de Dios no era esparcida como era debido.
El movimiento, por falta de enseñanza sufría y no prosperaba como era de
esperarse. Pudiera catalogar esto con lo mismo que encontramos en el Capítulo 19 de los
Hechos, cuando Pablo encontró discípulos que necesitaban un poco más de ayuda. Aquella
gente estaba hambrienta de Dios. Sin embargo, esos grupos se mantenían compactos y
"cada día se añadía a la iglesia aquéllos que habían de ser salvos". Para el año 1922, el
hermano Williams citó a una Conferencia y como catorce diferentes grupos acudieron. Por
cinco días consecutivos continúa esa clase de conferencia. Este acercamiento de unos con
otros probó ser de estímulo para el crecimiento de la Obra, y su armonía, como debe ser
consumadamente una cosa, de acuerdo a las enseñanzas bíblicas.
En esa conferencia inicial se planeó para el mejor entendimiento y el
establecimiento de un Instituto Bíblico, y también para estrechar los lazos de
confraternidad y para tener una reunión anual. Después de haber estado de acuerdo sobre
todas estas cosas, los pastores fueron invitados a enviar a los que ya habían recibido su

209
llamamiento al ministerio y hacer lo que pudieran para suplirles con alimento y con dinero.
Como dieciocho o veinte vinieron a la apertura. No había fondos con qué edificar un
edificio adecuado, – dice el hermano Williams.
Los primeros dos o tres días se empezaron a colectar cajas de madera, para hacer
mesas y sillas, y así tuvieron su primer instituto bíblico, el cual se abría cada mañana, por
los primeros tres meses. A las seis y cuarto de la mañana se abría con oración, y las clases
eran desde las ocho hasta mediodía. Por las tardes estudiaban las lecciones para la
siguiente mañana. De noche se celebraban servicios.
Y así sigue narrando el Rdo. Williams: "Mientras tuvimos nuestra primera Escuela
Bíblica, tuvimos un tiempo de amarga persecución. Procurábamos celebrar servicios por
las calles, mas después del primer domingo, el pueblo parecía levantarse en contra nuestra,
en forma tal que en varias ocasiones tuvieron que venir los soldados a protegernos de las
turbas que se organizaban para destruirnos, ya que la multitud estaba furiosa. Pasamos
pruebas casi incomprensibles. Los estudiantes empezaron a enfermarse, y prácticamente
casi todos tuvieron que guardar cama con altísima fiebre. No obstante, las pruebas pasaron
y casi todos aquellos estudiantes hoy día, están predicando el Evangelio de poder y
algunos, naturalmente, deben ya estar retirados, o con el Señor.
Continúa diciendo Williams, que no obstante a la persecución que se desarrolló,
como treinta o cuarenta nuevos convertidos fueron añadidos. Es decir, que en lugar de
disminuir, la obra aumentó y dos años más tarde, pudieron celebrar una conferencia anual
como con trescientas personas presentes.
Hay un caso muy interesante, según narra este distinguido varón de Dios, acerca de
un joven llamado Morroy, un hombre vicioso que llegó con una docena más para atacar el
servicio de oración en la pequeña choza donde estaban reunidos. Por supuesto, todos
estaban en completo estado de embriaguez, incluso el líder Morroy. Antes de llegar a la
choza, empezaron a pelearse entre sí, tirándose machetazos unos contra otros. Una
instancia tal la encontraron en la Biblia, cuando los ejércitos enemigos a Israel, Dios los
confundía, matándose los unos a los otros. A la mañana siguiente, algunos estaban heridos,
mientras que otros estaban en la cárcel y otros se habían ido. Morroy quedó sumamente
impresionado de que Dios, providencialmente había puesto su mano sobre aquel cultito de
oración, librándoles de las huestes satánicas. Más tarde, él mismo asistió varias veces.
Algunos de sus compañeros de bebida se pusieron de acuerdo para agredirle, ya que
Morroy los había abandonado, y estaba asistiendo a los cultitos de oración. Entonces,
cuando trataron de atacar a Morroy en el camino, no le hallaron y llegaron hasta el lugar de
oración. Uno de ellos trató de avanzar, y súbitamente una fuerza extraña le tumbó al suelo.
Se levantó para atacar a Morroy que estaba arrodillado, y de nuevo cayó al suelo. Entonces
se volvió a preguntar a sus compañeros, a ver quién le había empujado. Todos
respondieron que ninguno le había tocado. Llegó por fin donde Morroy: "Morroy, ¿tú me
tumbaste?" Morroy le dijo que no le había tocado. Entonces el hombre comprendió que
sólo Dios pudo haberle tumbado, y así desistió temerosamente, él y sus compañeros, de
interrumpir a Morroy en su nuevo camino. Morroy fue salvo y comenzó a prepararse en la
Palabra. Los antiguos compañeros le abandonaron. El continuó fielmente sirviendo al
Señor. Compró una finquita de café y allí construyó una iglesia. Se matriculó en la Escuela
Bíblica y se hizo un predicador de la Palabra de Dios muy eficaz.
Finalmente vendió todo lo que tenía, y empezó una jira evangelística por las aldeas
donde había iglesias y donde no había iglesia alguna.
Continúa diciendo Williams, que un hombre vino a su Escuela Bíblica y le dijo que

210
no podía continuar estudiando por causa de enfermedad. Vivía en una muy humilde
chocita. Su nombre era Santos. Sufría de parásitos intestinales y anemia perniciosa. Su
condición física era tan deplorable que se veía que no iba a vivir mucho tiempo.
Como a las dos de la mañana, una noche se presentaron unos hermanos donde el
hermano Williams y le dijeron: "Hermano, Santos está muriéndose". Williams salió
precipitadamente junto a ellos y oraron todos por Santos en su lecho de muerte. En aquel
tiempo era cosa común entre los creyentes orar y que el enfermo se levantáse, contrario a
estos tiempos modernos, en que la sanidad por la oración la tienen por milagro. No tardó
muchos días en que Santos caminase, casi resucitando, por decirlo así, de la tumba.
Permaneció por algunos días enjuto de carnes; pero fue una maravilla que según pasaban
los días, empezaba a verse a Santos engordar. Se erigió en un líder. Capitaneó un grupo de
creyentes, ganando almas para Cristo en El Salvador.
Williams efectuó un largo viaje hacia la frontera, resultado del cual un creciente
número de personas recibieron la Palabra de Dios. Año y medio más tarde, Williams
regresó a aquellos contornos y cuál no fue su alegría al ver un buen nutrido número de
creyentes, celosos de Dios que le servían con sencillo corazón.
Le suplicaron a Williams que les enviaran un pastor. Santos fue el hombre enviado
y años más tarde, habían seis iglesias abundantes en la mera frontera de Honduras. Santos,
no contento con estar allí, cruzó la frontera, llevando varios salvadoreños con él para
testificar y predicar a Cristo. Como resultado de estas incursiones, se abrió una iglesia en
Honduras. Como diez pueblos y aldeas se estableció la Obra del Señor. Hoy día, Honduras
tiene cientos de iglesias de distintas denominaciones pentecostales, tales como las
Asambleas de Dios, la Iglesia de Dios, la Iglesia de Dios de la Profecía, la Iglesia
Cuadrangular y otras más.
Volviendo de nuevo a la Escuela Bíblica establecida en El Salvador, dice Williams
que los graduados, no tan solamente han estado predicando en El Salvador, sino también
en las repúblicas vecinas. A principios de 1940, Williams reportaba que existían dos mil
quinientos creyentes pentecostales en la América Central. La obra crecía y sólo en El
Salvador, que fue donde se inició el gran movimiento, hubo doscientos setenta y ocho
bautizados en agua y noventa y siete con el Espíritu Santo, durante ese mismo año de 1940.
Había aproximadamente, entonces cuarenta Asambleas en El Salvador, y muchas más en
Guatemala, Honduras y Nicaragua.

211
Francisco Olazábal: Historia del Gran Caudillo Espiritual
Roberto Domínguez
Pioneros de Pentecostés

Sus Progenitores
Francisco Olazábal nació el día 12 de octubre del año 1886. Cuando apenas tenía
doce años de edad, su madre, Refugio Velázquez, india de pura sangre azteca, fue salva en
la misión metodista en Mazatlán, Estado de Sinaloa, México. Su padre, un descendiente de
los vascos de España, donde hay muchos Olazábal, no siguió a su esposa Refugio en la
nueva religión que ella había abrazado, y la abandonó con el mozalbete.
Para Juan Olazábal, cambiar de religión era un terrible pecado. Hombre de alta
jerarquía civil, ocupaba el cargo de alcalde y juez. Nació el día 24 de junio de 1851 y
murió el 15 de septiembre de 1901 cuando su hijo había cumplido ya los 15 años.
Francisco seguía a su madre por todo el Estado de Sinaloa donde ella lo llevaba. El
llamado de Dios era tan intenso en aquella mujer, que por varios años viajó predicando y
testificando del poder salvador de Cristo. Francisco, ya mayor, se rebeló contra esta clase
de vida y abandonando a su madre; se fue a la ciudad de San Francisco en el Estado de
California.
Las oraciones de Refugio seguían a Francisco. En los impulsos de su juventud, y
con el carácter aventurero que había heredado en la sangre vasca que corría por sus venas,
unida a la valentía que heredaba de su sangre india, buscó en el mar motivación para
calmar sus emociones juveniles.

Su Conversión
Iba a embarcar, cuando un ministro de la Alianza Cristiana y Misionero llamado
George Montgomery le ofreció un tratado. Humildemente lo recibió y lo leyó. Aquellas
palabras quemaban su mente. Volvió a leerlo muchas veces. Tanto le interesó, que acudió a
ver a Montgomery. Tanto George como su esposa Carrie Judd Montgomery lo recibieron
en su hogar y lo instruyeron más perfectamente en el plan de salvación de Dios. Allí
Francisco vio la luz y entregó su corazón a Cristo. Las santas doctrinas fundamentales de la
Alianza Cristiana se arraigaron de una manera profunda en el espíritu bravío del joven
azteca.
Ya no podía seguir el camino ancho. Decidió volver al lado de su madre. Ahora
habría comunión entre ellos. La poderosa sangre de Jesús los había unido. Francisco supo
amar de veras a la autora de sus días. Se hicieron arreglos, y Francisco entró en el Colegio
Wesleyano en San Luis de Potosí, donde después de un curso riguroso de tres años se
graduó de bachiller en artes. No fue fácil la tarea. Francisco tenía que trabajar y estudiar.
Había noches enteras que las pasaba escudriñando las Escrituras y bebiendo las aguas
dulces y frescas del Evangelio de paz. Fue en la ciudad de Culiacán donde pasó su
instrucción primaria y secundaria.

Primeros Pasos
Sus primeros pasos los hizo vendiendo Biblias y literatura evangélica. El colportaje era una
de las misiones más arriesgadas en aquellos días cuando ser cristiano conllevaba una casi

212
segura sentencia de muerte en México. ¡Cuánto más el colportaje, que era lo más atrevido!
Introducir la Biblia en los hogares era cosa que necesitaba coraje y valentía. Francisco era
valiente para esto.
Siguió en su labor espiritual un corto pastorado en Durango, México. Bullía en el
joven pastor un ardor por conocer más y experimentar la obra de Dios. No se sentía
satisfecho pastoreando una pequeña grey y para el año 1911, cuando contaba con unos 25
años de edad, pasó a hacerse cargo del pastorado de la Iglesia Metodista Hispana, en la
ciudad de El Paso, Texas. No mucho tiempo después ingresaba el joven Olazábal en el
Instituto Moody, de Chicago, Illinois.
No habían transcurrido seis meses, cuando el conocido maestro bíblico R. A.
Torrey, que había sucedido al mismo Dwight L. Moody en la dirección del Instituto,
reconoció los méritos del joven estudiante. Le propuso establecer un Instituto para los
hispanos en la ciudad de Los Angeles, California.
Esta escuela existe actualmente. La congregación metodista que Olazábal pastoreó,
vino a ser la congregación más numerosa en la ciudad de Los Angeles, la famosa Iglesia
Metodista Episcopal. Este gran hombre de Dios dio cuidado y promoción a esta grey de
manera muy eficaz.
Había en Olazábal una ambición por las cosas de Dios que le obligaba a continuar
moviéndose. El estacionamiento le molestaba. Así pasó a Cornpton, luego a San Francisco
y después a la capital de California, Sacramento.

Su Ordenación y Matrimonio
En el año 1914 Olazábal fue ordenado al completo ministerio en la Iglesia
Metodista Episcopal por el obispo Leonard. Necesitando una ayuda idónea, contrajo
matrimonio ese mismo año con la señorita Macrina Orozco, de nacionalidad mexicana. Ya
Francisco se había establecido, tanto eclesiástica como socialmente. Nuevos horizontes
aparecían y nuevas dimensiones de grandes valores se perfilaban bajo el pastorado de la
joven pareja.
Dios les bendijo con una prole numerosa: María, Lilian, Frank, Marta, David, Ruth,
Florencia, Samuel y Daniel. Al escribirse esta obra, ya María y Lilian han pasado a la
eternidad. La señora Macrina de Olazábal vive al cuidado amoroso de sus hijas Marta y
Ruth, así como de David, en el área de Los Angeles. Tanto Ruth como Marta han sido
dotadas de sin igual talento musical. Sus preciosas dotes les abren puertas en todas partes y
son muy solicitadas en actividades corales.
Una figura importante en esta familia fue la hermana Pilenta, abuela amable y
cariñosa, que llenaba un papel espiritual de gran solicitud en la familia. Pilenta era la
abuelita cuyo lugar quedó vacío cuando el Señor la llamó a su presencia. Sus nietos
guardan siempre el recuerdo agradable de esta buena mujer de Dios.

Evangelista Metodista
Olazábal vivía orgulloso de su estirpe eclesiástica. Sus contactos con el doctor
Torrey, su adoctrinamiento en la Iglesia Metodista Episcopal y su "alma mater", el famoso
instituto Moody le proporcionaban una profunda seguridad o autoridad exegética. Estaba
seguro del Cristianismo que había aprendido. Pero él era un profundo estudiante de las
Escrituras. Sus continuas investigaciones le permitían encontrar preciosos filones de
enseñanza espiritual en las mayores profundidades de la revelación divina. Las
superficialidades religiosas le producían náuseas. La búsqueda de verdades escondidas le

213
cautivaban.
En pozo profundo hallé aguas que fluían con poder. Y Francisco bebió de aquellas
aguas salutíferas. Esto le hizo cambiar la manera de su presentación del bendito Evangelio.
Ahora lo predicaba con fe y creía lo que predicaba. Por ello la Iglesia que tanto amaba le
redarguyó. Aquel Evangelio, de acuerdo con la Gran Comisión de Marcos 16, era
intolerable para los días presentes. Así trataron de persuadirle a abandonar las nuevas
doctrinas. La Iglesia Metodista le estimaba; le tenía como uno de sus más ilustres
ministros. Pero había llegado el momento en que Francisco Olazábal no cabía entre los
límites denominacionales, pues había dirigido su embarcación a toda vela en el mar del
Evangelio. Sufrió desprecios, ataques, ofensas. Arreciaron vientos de tormentas partidistas
de carácter eclesiástico, pero el buen piloto capitaneó su barco a puertos de seguridad, y la
pesca continuaba aumentando. Su ministerio de milagros en cuanto a sanidades físicas era
cada día mayor. Ya no podía detenerse. Así nació el gran evangelista Francisco Olazábal;
viajando continuamente, presentando el Evangelio con señales milagrosas bajo carpas, en
grandes auditorios públicos, en parques, plazas, etc.

Mentores Espirituales
George y Carrie Montgomery habían sido usados por Dios para traer a Cristo al
hermano Olazábal. Eran sus padres espirituales. Ellos influyeron de manera poderosa en
moldear la vida espiritual de Olazábal. Ellos se encargaron de instigar en él su sincero
carácter cristiano y seguir la vida de santificación y honor.
En aquellos años el Espíritu Santo empezaba a derramarse entre las iglesias
denominacionales que buscaban más a Dios. Los Montgomery recibieron la gloriosa
experiencia. Así pudieron explicar detalladamente a su discípulo, y aquél, siguiendo las
indicaciones de sus mentores, se decidió también a tenerla. Buscó y encontró el bautismo
del Espíritu Santo con la señal inicial de hablar en otras lenguas. Dios empezó allí mismo a
dar una demostración de su complacencia en él. La señora de Olazábal fue sanada
maravillosamente de un mal que padecía en una pierna. Aquello motivó en el una decisión
de presentar el Evangelio "en poder y demostración del Espíritu Santo". Su ministerio dio
un giro repentino. Ya no predicaba simplemente el Evangelio de una fe para el futuro; ni
un Evangelio social y moralizante. Ahora hablaba a la gente acerca de un Cristo de poder.
Ya no presentaba a un Cristo histórico y lejano, sino a un personaje vivo que residía allí
mismo donde él predicaba. Hablaba con Dios y de Dios como quien tiene intimidad y
autoridad. Ese nuevo giro dio resultados maravillosos.
Sus sermones ya no estaban acoplados a las técnicas teológicas. Eran mensajes
inspiradores que no se avenían a la lógica humana. El razonamiento y la lógica fueron
desplazados por la certeza de la fe atrevida que mueve montañas. El se daba cuenta de que
"lo que es imposible al hombre, es posible para Dios". Olazábal comprometía a Dios
delante de los hombres. Le recordaba a Dios sus promesas; y Dios nunca le falló. Ese fue
Francisco Olazábal, un gigante de la fe que movía a las multitudes por donde quiera que
iba.
Al pensar en separarse de la augusta Iglesia Metodista Episcopal, los esposos
Olazábal consideraron la parte material también. Argumentaron que tendrían que vivir por
fe, por esa fe que ellos ahora predicaban. Ya no podrían depender del cheque mensual.
Pero Dios les advirtió: "que los que confían en Jehová no tendrán falta de ningún bien."
"Pon tus delicias en Jehová y El te dará las peticiones de tu corazón. El Justo por la fe
vivirá." "No tan sólo de pan vivirá el hombre…"

214
Cuando meditaban estas cosas a la luz de la Palabra, inmediatamente el Espíritu de
Dios les llenaba de certeza y seguridad absoluta. Por el otro lado estaban sus buenas
amistades en el ministerio, las relaciones sociales, los compromisos que tenían contraídos.
Pero el Dios que les habían bautizado con Espíritu Santo y con fuego, proveería de acuerdo
a sus riquezas en gloria.

Primeras Iglesias
Para el año 1923 empezaron a organizar nuevas iglesias. Ya habían probado a Dios,
sabían que Dios no les abandonaría ahora que estaban más cerca de El. El fruto de sus
pasados años de ministerio había dado testimonio de la fidelidad del Señor en toda empresa
de fe.
Organizaron entonces un grupo en la ciudad de Houston, Texas, que llamaron
Concilio Latinoamericano de Iglesias Cristianas y empezaron a orar por los enfermos. Los
resultados fueron fehacientes. Una niña sordomuda, de 12 años de edad, curó de su total
incapacitación para el habla. Aquello les animó a continuar orando por los enfermos.
Aparentemente, esa fe y ese don de sanidad divina contagió en forma tal, que todos
aquellos que se unieron a él y vinieron a ser ministros en su organización, adoptaron esa
forma de evangelización y han desarrollado ese don de manera admirable. Aquella sanidad
de la niña de la señora Guadalupe Gómez en la ciudad de Houston sirvió sólo de aperitivo
al evangelista. Si Dios podía sanar a un sordomudo, se decía él, también será poderoso para
sanar cualquier enfermedad. ¿Habrá alguna cosa imposible para Dios?
Olazábal retaba al diablo. Nunca temió al demonio de la enfermedad. Los sacaba
fuera en el nombre de Jesús, y éstos salían al influjo poderoso de su palabra.
La mejor publicidad para las campañas de Francisco Olazábal era la gente misma
que pasaba a otros la invitación oral a venir a los cultos. Desde 1923 en adelante a todo lo
largo de la frontera de los Estados Unidos y México, en los Estados del Sur y hacia el
norte, por la costa Pacífico, hasta San Francisco y Sacramento, en California, el nombre de
Olazábal era sinónimo de sanidad divina y salvación en Cristo.
La predicación de un nuevo Evangelio, es decir, de un Evangelio que ponía
inmediatamente en acción al creyente, haciendo que los nuevos conversos se convirtieran
sin pérdida de tiempo en diseminadores del Evangelio y de las doctrinas recibidas, hizo
que un gran fuego se extendiera en aquellos lugares.
Como el reverendo Olazábal había tenido contactos con el doctor Torrey, éste le
había instruido íntimamente. En su libro La obra personal del Espíritu Santo, el doctor
Torrey dice: "…el bautismo del Espíritu Santo constituye el derecho de cuna de todo
creyente. Ese bautismo fue adquirido para nosotros por la muerte expiatoria de Cristo, y
cuando ascendió a la diestra divina en los cielos, el Señor recibió la promesa del Padre y la
derramó inmediatamente sobre la iglesia. Si en la actualidad existe algún creyente que no
tiene el bautismo del Espíritu Santo, es porque no ha reclamado ése su derecho de cuna" (o
sea, de su nuevo nacimiento al ser convertido).
Las campañas cerca de la frontera hicieron eco en México, y por ciudades,
haciendas y ranchos se comentaban las grandes sanidades efectuadas al otro lado del Río
Grande. Hacia el nordeste, llegando más arriba del Estado de Colorado, las buenas nuevas
eran el plato del día entre los vaqueros y pastores de ganado. En Chicago, la gran ciudad
industrial, los chicanos comentaban las campañas evangelísticas, mientras trabajaban en
sus máquinas manufactureras.

215
Cruzadas en la Ciudad de Nueva York
Para el año 1931 vino Olazábal a la ciudad de los rascacielos. Allí hizo gran
amistad con el pastor Homer Tomlinson, de la "Iglesia del Dios de la Profecía", en
Jamaica, Long Island. En el mes de octubre de ese mismo año, Olazábal dirigió una
campaña entre los sudamericanos en esa iglesia. En 16 noches, alrededor de mil almas se
rindieron al Señor. Se alquiló una iglesia desocupada en Brooklyn y continuó la gran
avalancha de pecadores corriendo hacia Jesús.
La señora Meta Wollwerth, de Richmond Hills, N. Y., escribió un tratado acerca de
la sanidad operada en su cuerpo: "Vi uno de los anuncios de los cultos que el pastor
Tomlinson iba a tener en su iglesia oración por los enfermos. Mis piernas estaban abiertas
con varices, lo que me obligaba a estar sentada en una silla, y mi condición era crítica. Mi
corazón también funcionaba anormalmente. Sólo Dios podía sanarme y así, en esa
esperanza, pedí me condujeran a la iglesia del pastor Tomlinson.
"Aquella noche la gloria de Dios cayó sobre mí y quedé sana. Recibí algo más que
sanidad. Recibí un gozo inefable en mi corazón, con una experiencia real de salvación.
Desde mi niñez había aprendido las Escrituras, pero el Señor Jesucristo se hizo tan real con
esta experiencia, que la Biblia tiene ahora un significado nuevo y más elocuente que lo que
yo hubiera podido imaginar.
"Cinco años atrás recibí la maravillosa visión del cuerpo de Cristo: la Iglesia, y me
uní a ella, y ahora sirvo fielmente a Dios.
"Voy andando a nuestra tienda de negocios y trabajo allí dieciséis horas diarias,
además de los quehaceres de mi hogar. Ello prueba mi completa sanidad. Tanto mi esposo
corno mis hijos, ya mayores, sirven al Señor. Ha hecho tanto el Señor con nosotros, que
nunca podremos alabarle lo suficiente. Cuando vine a El traía aflicciones que no podía
compartir con nadie. Estaba desesperada. Mi amado Señor escuchó mis ruegos tomando
mis cargas y problemas."
El pastor Tomlinson fue un hombre que distinguió a Olazábal de manera preferente.
Fue uno de sus mejores amigos y colaboradores. Millares de norteamericanos fueron
sanados bajo el ministerio fructífero del evangelista azteca, pues su inglés era perfecto. La
unión de estos dos siervos de Dios era sincera y leal. Tomlinson fue a manera de un
consejero y cuando Olazábal se encontraba afligido a causa de la detracción de la gente,
acudía a Tomlinson para confesarle sus problemas y recibir aliento y ayuda espiritual de su
buen hermano en Cristo. Su familia espiritual vivía muy cerca de la ya establecida Iglesia
de Dios en Jamaica. Se hicieron arreglos tendentes a la unión de las dos organizaciones
religiosas para trabajar juntos.

216
El Testimonio de Luigi Francescon: un Pionero Pentecostal Italiano
"Me nací en Cavasso Nuoo en la provincia de Urdine en el 29 de marzo de 1866. Al
satisfacer mi obligación militar, salí para América del norte, llegando a la ciudad de
Chicago en marzo de 1890. En diciembre del año siguiente me renací. En marzo una
compañía bajo el liderazgo de hermano Michele Nardo con unas familias valdenses
organizamos una iglesia presbiteriana italiana. Yo fui nombrado decano y después de unos
años me nombraron anciano. Una noche en 1894 mientras leía en la epístola a los
colosenses, capitulo 2, versículo 12, oí una voz declarando que yo no había cumplido con el
mandamiento de ese pasaje. Como miembro de la junta directiva de la iglesia, de vez en
cuando yo había hablado sobre el bautismo bíblico, pero los demás hermanos y el pastor
habían opuesto mi posición". Cuando otro hermano se bautizó, el pastor estando ausente,
Francescon invitó a los miembros de la congregación dispuestos que lo acompañen en un
bautismo. Cuando el pastor regresó Francescon anunció a la iglesia que iba a renunciar su
puesto y salir de la iglesia. Algunos de los hermanos se reunieron con Francescon en los
siguientes meses, pero en el mes de abril de 1907 resultó que conoció a un hermano que
había experimentado el bautismo en el Espíritu Santo en Los Angeles, California. "Me
enteré de una iglesia donde enseñaron que el Espíritu fue la promesa para todos creyentes y
fui de visita. Convencido, regresé el domingo siguiente con los demás hermanos de nuestro
grupo. En el mes de julio mi esposa fue la primera del grupo recibir el bautismo con el don
de hablar sueco. Otra hermana recibió el don de hablar chino. A fines de agosto yo también
recibí la promesa". Muchos de los hermanos italianos, algunos que al principio rechazaron
algo nuevo, recibieron el bautismo y se congregaron con Francescon y su bando. El grupo
sufrió persecuciones y pruebas, pero seguían en la fe y presenciaron muchas sanidades y la
extensión de su fe, alcanzando hasta Nueva York y otras partes entre la comunidad italiana.
En marzo, 1909, el Señor les indicó a Francescon y otro hermano que debían dejar
de trabajar para sus necesidades temporales para dedicarse por tiempo completo al
ministerio. Dado que cada de los dos tenían seis hijos, fue algo muy serio. Cuando un
mensaje en lenguas confirmó este paso en las vidas del los hermanos, aceptaron que fue la
voluntad del Señor. Mientras tanto, había otras profecías. Una, dada por un hermano que
los miembros desconocían, fue interpretada por una hermanita con el mensaje que los
hermanos evangélicos en Italia iban a sufrir persecuciones en el reino del rey Victor
Emanuele III, algo que se realizó al pie de la letra en 1936. Miembros del grupo
establecieron iglesias en los Estados Unidos en St. Louis, estado de Missouri, en
Pennsylvania, en Los Angeles, California, en Italia en Roma y en las ciudades de Sicily.
"Al regresar de Chicago en el mes de julio, 1909, y con la confianza de una revelación
divina, el hermano Lombarda, Lucia Menna y yo partimos para Buenos Aires, donde el
Señor tocó [el corazón de] la familia de Michelangelo Menna de esa provincia. Cuando el
hermano Lombardi y yo regresamos a Buenos Aires, se abrió una puerta en la misma
ciudad y otra en un suburbio".
"Como el Señor nos dirigió el día 8 de marzo de 1910, salimos de Buenos Aires
para viajar a São Paulo, Brasil. En el segundo día de estar allí, el Señor nos guió a conocer
en un parque Della Luce, un hombre ateo, Vincenzo Pievani, que tenía su hogar en San

217
Antonio de la Platina en el estado de Paraná, y hablamos con él acerca de la gracia de Dios.
"Después de dos días Pievani regresó a su propio territorio y nosotros quedamos en
la ciudad de São Paulo hasta el día 18 de abril, cuando por la voluntad de Dios, Lombarda
se partió para Buenos Aires y yo para San Antonio de la Platina. Al llegar, conocí a dos
italianos, uno del mismo nombre Pievani y el otro de nombre Felicio A. Mascaro. Sus
esposas y todos los demás habitantes del región eran brasileños de la iglesia Católica.
Para permanecer en la voluntad de Dios y pasar a la casa del Señor Pievani, yo no
tenía guía, solamente la dirección del ya mencionado Pievani. La única línea del ferrocarril
entrando en el estado de Paraná no alcanzaba el extremo de la otra línea que llegaba a San
Antonio. Ni en ese entonces había un camino que podía tomar con confianza. Pensando ir a
la estación para estudiar los mapas del ferrocarril, el Señor me mostró cual de los trenes que
debía tomar. Ése fue la ruta de Sorocabana, la cual pasaba del estado de São Paulo y llegó
hasta Salto Grande en el norte de Paraná. A las 5:30 de la mañana salí de São Paulo
sufriendo tanto de un dolor la espalda que no pude comer todo el día. A las once de la
noche llegué a Salto Grande. El Señor me indicó que había preparado lo todo para acelerar
mi misión, aunque eso necesitaba que fuera montado a caballo con un guía indígena unos
cuarenta millas, pasando a través de una jungla con jaguares y otros animales salvajes.
Llegamos por la gracia del Señor en San Antonio el día 20 de abril. Llegué sin conocer el
idioma y sin dinero o salud, pero Dios, quien sostiene los todos que confían en Él, me hizo
un milagro: en cuanto llegué en las afueras de San Antonio conocí a la esposa de Vincenzo
Pievani. Ella estaba a la ventana y una voz le dijo, 'He aquí el hombre que les he mandado
(aunque no me esperaban)'. Después de unos días del Señor tocó el corazón de ellos – once
se bautizaron en aguas, y fueron confirmados con la señal del Altísimo. Estos hermanos
eran las primicias en esa nación.
Luego el maligno nos presentó una prueba para negar lo que el Señor había logrado.
Pero en vano, porque él no tiene el poder. Los demás habitantes del lugar, al informarse de
mi llegada y propósito, conspiraron con un grupo para asesinarme y lo podían hacer, si
Dios no hubiera extendido su mano para salvarme, no habría otro remedio. Fue la voluntad
del Señor que yo quedara hasta el día veinte de junio y en esta prueba estaba dispuesto
rendirme a mis enemigos para salvar a los creyentes que también estaban amenazados.
Tanto Dios como los demás hermanos que todavía se encuentran en ese lugar son mis
testigos.
Al partir de San Antonio para São Paulo, apenas llegué en esa ciudad cuando el
Señor abrió la puerta y unos veinte personas aceptaron la fe – algunos presbiterianos, otros
metodistas y algunos católicos romanos. Casi todos sentían la presencia divina: algunos se
sanaron, otros fueron sellados con el don del bendito Espíritu Santo.
"Hacia los fines de septiembre, salí para Panamá, dejando los nuevos creyentes en
las manos de Dios con tal consejo como podía, sabiendo que El podía continuar su obra en
esa nación a través de ellos.
"Hasta el presente, Dios me ha enviado a Brasil nueve veces y en cada oportunidad
he notado progreso entre los nuestros, tanto espiritual como material.
"Aquí presento la evidencia que la obra en Brasil fue establecida por Dios y fue
dirigido por el Espíritu Santo. En la ciudad de São Paulo se encuentran treinta grupos con
más de seis mil almas rindiendo testimonios a la gracia de Dios.
"En el año mil novecientos, nuestros grupos en esa nación contaron con trescientos
cinco; desde mil novecientos treinta y cinco hasta mil novecientos cuarenta, diecisiete mil
setecientos sesenta personas habían obedecido el mandato de nuestro Señor. ¡A El sea la

218
gloria! Fíjese como el Señor inició esta obra. A través del bautismo en aguas, según la
palabra de Cristo, fuimos sacado de lo meramente humano con sus teorías. Por el don del
Espíritu Santo estábamos inspirados y ampliados.
"Estos sucesos podían acontecer solamente por la mano poderosa de Dios, a quien
sea la gloria por Jesucristo.
"Cada vez que regreso a la América del norte, he encontrado algo nuevo entre los
hermanos, cosas diferentes de las que conocimos al principio. Pero gracias a Dios, quien
nos ha dado entendimiento y nos ayuda discernir lo bueno y lo malo. He quedado firme en
su consejo y su verdad.
"Este testimonio es una breve historia de la obra del Señor, un relato para mi familia
y un consuelo para los hermanos en Chicago, algunos de los cuales me sostienen, fiel a la
palabra de Dios, y además, ellos en otras partes y que no están conmigo, no menosprecian
su llamado divino ni temiendo lo que el hombre mortal les hagan ni debilitándose ante
amenazas. En las batallas del Señor muchos se han rendido, pero Dios ha enviado suplentes
en su lugar, y aunque muchos nos han abandonado, sabemos con certeza que tenemos un
amigo fiel que nunca deja a ellos que confían en Él. Él es el Señor eterno y su nombre es la
palabra de Dios, el verdadero y constante, el gran juez que lucha en una guerra justa.
¡Alabanzas al Señor!"
Francescon escribió su testimonio en 1943. El regresó a Brasil en 1947 donde se
quedó un año. "Encontramos la obra bien desarrollada, con muchos más miembros y con
bendiciones materiales. Según el informe oficial de 1951 (exigido por la ley brasileña), el
número de iglesias fue 815. Entre 1942 y 1951, 74,775 almas se entregaron al Señor. Las
46 congregaciones en São Paulo, bajo la supervisión de cinco administradores, han de
someter un informe anual. La obra pastoral está encargada a varios ancianos que bajo el
liderazgo del Espíritu Santo se reúnen cada semana para aprender lo que necesitan impartir
a los adeptos. Para cultos especiales de bautismo y de la santa cena los ancianos suplican al
Señor para conocer su voluntad. Es Dios que obra en nosotros para hacer su voluntad.

219
Avanzando en la Crisis
Alfonso de Los Reyes Valdez
Historia de las Asambleas de Dios en México

Los aguiluchos aún no habían aprendido a volar bien y los sorprendió la tormenta.
Los que atendían los cargos de dirección no tenían la suficiente información eclesiológica,
pues de la conversión, en algunos casos, habían pasado a la dirección.
En un momento, David Genaro Ruesga decide seccionar la organización, tomando la
primera iglesia en el DF. fundada por Anna Sanders, ubicada en la Calzada de Guadalupe
214, y que lleva por nombre: La Fe en Jesucristo, y algunos obreros más con las iglesias que
los siguieron.
La situación no hubiera sido tan complicada si él no hubiera sido el líder nacional
recientemente nombrado, pero en virtud de su investidura, tenía en su poder todos los
documentos de las propiedades de la organización y amenazaba con quedárselos.
El trabajo de más de 15 años de predicación y esfuerzo se venían abajo por un solo
hombre. El momento era sin lugar a dudas, desesperante. Era además la época post-callista y
por otro lado, no había suficientes recursos para los considerables gastos que se presentan en
tales casos.
En esas circunstancias debe tenerse una clara mentalidad, una forma desapasionada
de ver las cosas y una firme convicción de la victoria. Todo esto lo conocieron quienes
vivieron y son parte de la historia que nos ocupa.
Pedro dijo en un momento definitivo: A pescar voy; sin embargo, no puede olvidarse
que quien siempre va al timón, es el Señor quien nos adiestra para la batalla; y nos exhorta:
Esfuérzate y se valiente, no temas ni desmayes.

Perdieron la batalla legal. Parece que el hermano Ruesga tenía a su favor tres cosas:
1. Buenas relaciones con algunos políticos. Que en las comparecencias ante las
autoridades le ayudaron para el acomodo legal. Citamos aquí el caso específico
mencionado en el boletín El Camino a la vida, de la iglesia La Fe en Jesucristo, en su
edición especial de 50 aniversario, página 6, donde se declara que el Ing. Pascual
Ortiz Rubio, quien fue postulado como candidato a la presidencia de la República en
1929 y dirigió al país hasta 1932, era padrino del hermano Ruesga.
2. Vivir en la capital. De esta forma no tenía que usar mucho tiempo viajando, ni gastar
dinero en pasajes foráneos y urbanos, comida y hospedaje.
3. Un argumento nacionalista. Que las Asambleas de Dios en México se gobernara por
mexicanos, sin ninguna intervención extranjera.

En cuanto a nuestra gente afirmamos, como en otras circunstancias afirmaría Juan


Consejo Orozco: Aplastado pero no vencido, o como la profecía de Balaam acerca de Israel:
Caído, pero con los ojos abiertos.
Ante tales cosas, nuestros líderes pioneros tomaron otras alternativas y prosperaron
conscientes o inconscientes de eso. Estas fueron:
Primero. Crecieron en el mismo. Distrito Federal reconociendo el liderazgo surgido
allí; y citamos sólo algunos de ellos: Daniel Gómez, Román Hernández, Juanita Medellín,

220
Esteban Hernández, Rubén Jesús Arévalo, Elisa Jaramillo, Anastacio Huacuja. Pero también
crecieron organizando nuevas iglesias en el Distrito Federal: Getsemaní, Betel, Gólgota,
Sinaí, Betania, Jesús en Samaria.
Segundo. Crecieron formando ministros en otras regiones del país: Coahuila, Nuevo
León, Tamaulipas, Hidalgo, norte de Veracruz, San Luis Potosí.
Tercero. Fundaron centros de enseñanza ministerial. El instituto Bíblico Elim en el
Distrito Federal y el Instituto Bíblico Magdiel en Ciudad Victoria, Tamaulipas.
Cuarto. Instituyeron las sociedades internas de la iglesia, prioritariamente, a nivel
local y luego a nivel nacional, tales como: Concilio Misionero Femenil, Pescadores de
Hombres, Embajadores de Cristo, Sociedad Infantil.
Quinto. Formaron una estructura distrital: Distrito Norte de Tamaulipas, Distrito de
Nuevo León, Distrito de Coahuila, Distrito Sur de Tamaulipas, Distrito Sur.
Sexto. Establecieron un órgano oficial de información. Revista a la que llamaron:
Gavillas Doradas.
Séptimo. Impulsaron la Escuela Dominical, preparando su propio material que
llamaron El Expositor, y presentando lecciones a través de Gavillas Doradas.
Lejos de desaparecer del mapa como lo marcaban los inmediatos acontecimientos del
cisma, la obra se consolidó.
La situación crítica llevó al ministerio hacia una mayor madurez, comprensión del
momento, fidelidad a la organización y pasión creciente por las almas perdidas; elementos
que junto con los siete puntos de trabajo ya mencionados, sirvieron de guía para que las
Asambleas de Dios se lanzaran a la conquista de la patria.

Conquistando la Patria
Durante los treinta años por abarcar, se avanzó en todo el territorio nacional. Nos
dedicamos ahora a llevar un escrutinio por cada estado de las iglesias que surgieron en este
período.
En algunas ciudades donde se levantaron varias obras, nos detenemos a revisar cada
una de ellas, para después pasar a otra ciudad.
Dentro de cada estado, tratamos de llevar un orden cronológico, y en el caso de
varias iglesias en cada ciudad, buscamos darle ese orden aún cuando se pierda en la
secuencia del estado.

El orden de aparición de cada estado es alfabético.

CHIAPAS
Dentro del período que estamos abarcando, solo hubo un intento serio por
evangelizar esta entidad. Fue en 1958 que se envió al hermano Félix Salas para trabajar en
Tuxtla Gutiérrez celebrándose una campaña de evangelismo al aire libre con el evangelista
Miguel Quijano.

CHIHUAHUA
A Chihuahua llegó el hermano Juan C. Orozco a finales de la década de los 20's para
predicar en los pueblos de Juan Mata Ortiz, Casas Grandes y Madera, a donde llegan los
primeros derramamientos del Espíritu Santo.

CIUDAD JUÁREZ

221
La Trinidad: La obra se remonta a 1928 con el hermano Esteban Camarillo, quien
comienza a evangelizar la ciudad, comprando un terreno para edificar un templo. Terreno
que después de algunos problemas fue recuperado por el Rvdo. Javier Armenta. Era una
bodega a la que la gente conocía como la casa de piedra, posteriormente la bodega se
transformó en el templo La Trinidad, dedicado al Señor en 1941; y el Presbítero Andrés
Sánchez la consolidó a través de su labor pastoral iniciada en 1954.
Monte Sinaí: La segunda obra en Ciudad Juárez se inicia en 1948 con el trabajo de
Felipe Ramírez Saucedo, siendo una misión de La Trinidad, que entonces pastoreaba José
Xavier Armenta Nápoles.
Ciudad Delicias: En 1938 se inició la obra en Ciudad Delicias por iniciativa de un
creyente de apellido Castañeda, y Gabriel Bermúdez llegaría a confirmar el trabajo.
La Caseta: Jesús Sariñana llegó con su familia en 1939, siendo su primer convertida
Merced Sariñana. La obra se detuvo un tiempo pero en 1941 reinician con más bríos,
recibiendo la confraternidad y teniendo nuevos convertidos en Martín Medina y familia y
Santiago Govea y familia.
Chihuahua, Chihuahua: En 1943 se llegó a la capital a través de José Rocha,
predicando en casa de un hermano de apellido Gómez y también en casa de Juanita
Rodríguez Hernández. Después pastorearon ese lugar Román Reyes, Samuel Sandoval y
Raymundo Olmeda.
Tejolocachit: Fue Matachic, el lugar al que llegó en 1948 la hermana Alicia Guillén
como maestra y donde comenzó a predicar.
La necesidad hizo que la obra se trasladara a Tejolocachit en 1950, comenzando los
cultos en casa de Carlos García Hinojosa, siendo el primer pastor el Pbro. Samuel Sandoval.
De este pueblo surgiría al ministerio Mario Carrasco, quien para 1958 tiene 10
centros de predicación que atiende por lo menos una vez al mes, entre los que se cuenta la
obra en Ciudad Cuauhtémoc.
El Parral: Es en el año de 1951, que se llega a El Parral por medio de Gerardo
Bermúdez y esposa.

DISTRITO FEDERAL
Getsemaní: Después de perder nuestra primera iglesia en el Distrito Federal, situada
en la Calzada de Guadalupe, Rubén J. Arévalo organizó la iglesia Getsemaní, iniciando en
agosto de 1931 con cultos en casa de los hermanos Anastacio Huacuja y su esposa Elisa de
Huacuja, trasladándose después a Plomeros No. 81, donde ha sido su domicilio permanente,
en la Colonia Emilio Carranza.
Betel: Al darse la separación de David Ruesga, Daniel Gómez también se separa, sin
por ello aliarse con Ruesga, y funda la obra Betel en Tacuba, y la registra como Iglesia Libre
de las Asambleas de Dios. Pero para 1938, se une nuevamente a la Convención, por
intermedio de Anna Sanders y Rubén J. Arévalo.
Betania: Fundada en colaboración con Joaquín Velázquez, y pastoreada por el
insigne líder Teodoro Martínez en 1939, en la colonia 20 de Noviembre. El Pbro. Teodoro
Martínez estuvo en este cargo hasta su muerte el 17 de agosto de 1958, tomando su lugar el
Pbro. Joaquín Velázquez, siendo pastor durante los años 1958-1985.
Jesús en Samaria: Realizó su primer culto el 23 de febrero de 1942, en la casa 4307
de Grabados, colonia La Malinche, con los hermanos Josué Santos García y su esposa
Florencia López de García. Al frente estaba Félix Pineda, y le ayudaba Guillermo Fuentes.
Fueron apoyados por la iglesia Getsemaní, como iglesia madre. Después, por el crecimiento

222
de la obra, la hermana Alicia de Pineda cedió dos lotes que había comprado, para construir
el templo. Fue misión dependiente de Getsemaní hasta 1946 en que se soberanizó.
En sus primeros cuatro, años, sus pastores fueron: Félix Pineda, Guillermo Fuentes,
Nicolás Medina, Juan Paredes e Isaac Silverio Nieto.
A partir del 12 de febrero de 1946 y hasta 1988, el pastor fue el Presbítero Rafael
Ayala Camarena.

DURANGO.
Gómez Palacio: En la calle Goyado No. 509 de la colonia Santa Rosa se dieron los
primeros mensajes de salvación. Era el hogar de la hermana Lucía Flores y los predicadores,
Román Reyes, Raymundo Olmeda y Adalberto Torres, corría el año de 1938. Entre los
primeros convertidos se encuentra Antonio Rivera. Para 1941 esta iglesia the sede del
instituto Alba.
Bermejillo: En 1940 llega a este lugar José Trinidad Correa.
El Palmito: Fue Pedro Medina Tenorio quien llega a este poblado para
predicar el evangelio en 1941.
Guzmán Hernández: Procedentes de El Palmito, e invitados por, Jesús Corral,
llegan a este lugar José Trinidad Correa y otros que le acompañan, realizando los primeros
servicios en casa de Jesús Corral y luego en el hogar de Eleuterio Saucedo. Actividades que
comenzaron en diciembre de 1941.
La Noria: Este lugar es evangelizado por José Trinidad Correa. La verdad \divina
llega con el año nuevo en 1942.
Las primeras reuniones se celebraron en el hogar de Cristino Saucedo. Al poco
tiempo se abrieron los hogares de Eleuterio Saucedo, Esiqulo Chaídez y Apolonio Díaz, se
reunieron por dos años en la casa del hermano Cristino.
Seis meses después, el 24 de junio de 1942, se bautizaron 9 personas: Salomé
Chaídez, Camerina Díaz, Rosa Montenegro de Chaídez, Juanita Chaídez de Saucedo,
Esiquio Chaídez, Eleuterio Saucedo y Cristino Saucedo.
El primer templo que se construyó se utilizó también como casa pastoral. El templo
actual the dedicado el 13 de marzo de 1956, estando presente el Pbro. Rubén J. Arévalo.
El templo se llama La Hermosa, y ha tenido los siguientes pastores: José Trinidad
Correa, Maximiliano Olmeda, Ester Meléndez, María Elisa Rodríguez Orozco,
Hermenegildo Cuellar, Pedro Caminos, Samuel Sandoval, José Angel Bañuelos, Oscar
Ronquillo, Primitivo Ruiz y Refugio Soria.
Carreras: El hermano Correa sufrió persecución y amenazas de muerte, en una
palabra le hacían la vida imposible, pero fue sustentado por la poderosa mano del Señor.
Fue llevado de la Noria a Carreras, en marzo de 1943 para predicar el evangelio. Fue
sacado por las autoridades clericales, pero ya había quedado sembrada la semilla con sus
primeros frutos.
En 1946 es cuando llega la fuerza del ministerio femenil en la vida de las hermanas
Ester Meléndez, María Altamirano, las cuales iniciaron obra en lugares como Celestino
Negrete.

223
Nacimiento de las Asambleas de Dios en el Estado de Tamaulipas
Alfonso de Los Reyes Valdez
Historia de las Asambleas de Dios en México

Rancho la Rosita Villanueva


Se trata de una pequeña comunidad rural ubicada en el municipio de Matamoros,
Tamaulipas; precisamente en el margen derecho del Río Bravo vivía, entre otras familias, la
Escobedo, así como también la Arreola, hacia el final del segundo decenio de este siglo.
Allá por el mes de abril del año de 1918, llegaron a esta comunidad los hermanos
Felipe Douglas Milstead y Miguel Guillén. El primero, negro norteamericano, en tanto que
el segundo de ascendencia mexicana, aunque procedente también de los Estados Unidos de
América.
Vivía el señor José Arreola en un vecindario, y allí se afirmaba que practicaba una
nueva religión, y aunque él no se la comunicaba a nadie, sin embargo se distinguía porque
cuando comía hacía la oración por los alimentos.
Y un día de esos de abril de 1918, casi al obscurecer se corrió la noticia de que la
casa del señor Arreola habían llegado a visitarlo unos desconocidos, quienes eran ministros
de la nueva religión, esa que profesaba don José.
No hubo necesidad de permanecer con dudas, pues pronto la familia del señor José
Arreola se puso a invitar a su casa a todos los habitantes de esa pequeña población.
La invitación llegó a la casa del señor Modesto Escobedo, quien consultó a su
esposa, señora Juanita Martínez, en cuanto a si sería bueno aceptar la invitación del
evangelio, y ella le manifestó que no tenía nada de malo, pues cuando era niña asistió a una
escuela dirigida por evangélicos, en el valle de Texas.
Esa noche se congregaron aproximadamente seis vecinos en la casa de don José
Arreola, a fin de celebrar el primer culto. Lógicamente, en esa primera actividad Modesto
Escobedo y su esposa Juanita Martínez. Todos parecían desconcertados, ya que al tratar de
cantar ellos no sabían los himnos o estribillos, por lo que muy pronto se pasó el orden del
culto para dar lugar a la exposición de la Palabra de Dios.
El predicador basó su mensaje en el texto que se encuentra en la primera carta de
Pablo a los Corintios, capítulo 2, versículo 1 al 5.
Al estar predicando el siervo de Dios, vino el Espíritu Santo en forma poderosa, de
manera que tuvo que hacer una pausa, y fue entonces que empezaron a cantar el himno El
Vino a Mi Corazón.
Afirma el hermano Modesto Escobedo que en ese preciso momento se apoderó de él
una profunda emoción, sintiendo en su corazón que Dios perdonó sus pecados. Lo mismo
afirma la hermana Juanita que le sucedió.
Los trabajos en la Rosita siguieron avanzando. Ya no se menciona más el nombre de
Miguel Guillén, pero que se sigue al frente Felipe Douglas Milstead, a cargo de quien queda
la discipulación de los hermanos, así como la formación definitiva de la iglesia en suelo
mexicano.
Ahora la congregación está formada por José Arreola, a quien considera el primer
convertido, junto con su esposa; asimismo el hermano Modesto Escobedo y esposa;
Romualdo Escobedo y señora. Estos matrimonios continuaron reuniéndose y emprendieron

224
una visitación domiciliaria a todos los vecinos de la comunidad comunicándoles la nueva
experiencia de la salvación de sus almas.
Y todo era evidente, pues los vecinos notaban la felicidad, el gozo y la paz que se
reflejaba en ellos, y así los vecinos, impresionados por el cambio radical en las vidas de los
primeros hermanos empezaron a asistir a los cultos, y el Señor los empezó a salvar siendo en
uno de esos cultos que una hermana tuvo una experiencia del Espíritu Santo, con la
evidencia de hablar en otras lenguas, según Hechos 2:4.
Posteriormente otra hermana tuvo la misma experiencia, y el tercero en ser bautizado
con el Espíritu Santo fue Modesto Escobedo, y entonces el avivamiento tomó una dimensión
mayor, porque otros muchos seguían siendo bautizados con el Espíritu Santo, de tal manera
que la noticia se extendió por toda la region.
Todos decían que había llegado una nueva religión, que eran los aleluyas, y todos
afirmaban que en el lugar en donde se reunían los hermanos, Dios salvaba a la gente y la
bautizaba con el Espíritu Santo, pero que además, también sanaban a los enfermos.
Cuando los vecinos llegaban a los cultos comprobaban que en efecto Dios se
manifestaba verdaderamente haciendo tales obras.

Comienza la Persecución
Debido a tal movimiento y al crecimiento tan acelerado de la obra de Dios, algunos
vecinos inconformes fueron ante las autoridades municipales con cabecera en la heróica
Matamoros, a fin de denunciar la nueva religión que ellos llamaban de los aleluyas, y
aseguraron ante los representantes del municipio que durante las noches hacían demasiado
ruido en sus cultos, de tal manera que no los dejaban dormir.
El juez auxiliar del lugar, ante las denuncias, juntó firmas y acusó a los hermanos, y
sucedió que entre los cristianos desarrollaban el culto, por cierto muy concurrido, y cuando
al filo de la medianoche alababan al Señor, llegaron los representantes de la ley para
aprehender a los que encabezaban el grupo, llevándose en primer lugar al pastor Concepción
Suárez, y en segundo lugar al dueño del rancho, don Pedro Escobedo, padre de Modesto, y
entre otros también a este último; de manera que los hermanos fueron llevados a la cárcel de
Matamoros, Tamaulipas.
El primer sentenciado fue el pastor Concepción Suárez, y por ser extranjero le dieron
dos horas de plazo para que abandonara el país, orden que fue obedecida por el hermano
como buen cristiano. Pero no sólo lo corrieron de México, sino que le dijeron que nunca más
volviera al país con esa doctrina.
Por su parte, la sentencia a los hermanos mexicanos consistió en que dejarían en
forma total de hacer cultos, suspendiendo en forma definitiva los cantos, las oraciones, y por
ende, las reuniones o actos que tuviesen que ver con la nueva religión.
La orden era terminante: – No se debe oir ni oración, ni canto ni nada de esa religión.
No conforme con lo anterior y una vez liberados los hermanos, las autoridades
pusieron espías y vigilantes, a fin de percatarse de que se diera cumplimiento estricto a las
órdenes. Los comisionados rodeaban los domicilios de los hermanos diariamente, y en
forma preferente por las noches.
Por esos días no se oía ni se veía manifestación alguna de la nueva religión, y hasta
los vecinos de buena fe se lamentaban diciendo: – Pobres aleluyas, los callaron, los
apaciguaron. Ya nadie canta ni hace nada, y como no tienen ministro ni nadie que los apoye,
todo quedará en nada.
Aquello estaba convertido en un verdadero silencio sepulcral.

225
El Primer Pastor de Asambleas de Dios en México, un Mulato
Pero retrocediendo un poco, habremos de afirmar que el primer obrero responsable
de la obra en México fue el hermano Felipe Douglas Milstead, quien fue muy eficiente, y el
Señor prosperó maravillosamente la naciente iglesia en suelo mexicano.
Puesto que Douglas Milstead era un negro, se afirma con razón que el primer pastor
de las Asambleas de Dios en la República Mexicana fue un pastor mulato.
Poco después llegó el hermano Concepción Suárez, lo que trajo como resultado un
nuevo avivamiento y produjo un crecimiento considerable.

Modesto Escobedo Liderea a la Congregación y se Inicia en Forma Completa como el


Encargado de la Nueva Obra
Sin embargo, las cosas no se iban a quedar así. Modesto Escobedo, quien a estas
alturas ya había sido nombrado diácono de la iglesia, sintió una verdadera carga ante el
estado desfavorable que guardaban las cosas, carga que lo llevó a dedicarse a un tiempo de
oración y ayuno, en sincera y legítima búsqueda de Dios, con genuinos gemidos y llanto se
dirigió al Señor, pidiéndole que lo iluminara y ayudara para superar el estado de cosas que
hasta ese momento parecían una barrera infranqueable.
Pero la búsqueda de soluciones en oración – como ellos afirman – oración de almas
en agonía, pues las cosas eran difíciles y las respuestas estaban más allá de sus posibilidades,
pero no más allá en cuanto al hecho de que tendrían sin lugar a dudas la respuesta precisa, y
en los gloriosos momentos en que se alcanza el nivel en la debida dimensión espiritual, allá
donde opera Dios. Así lo confesó el hermano Modesto Escobedo.
Como resultado de este encuentro personal, concienzudo y profundo con Dios se
quitan temores y dudas, sintiendo en cambio gozo y una nueva esperanza, haciéndolos
entender que la Palabra de Dios no está presa, lo que provocó que inmediatamente se
pusieran en acción.
Lo primero que hicieron fue ir a visitar a cada uno de los hermanos para
comunicarles que había una casa disponible para reunirse, con las instrucciones de que las
reuniones sólo serán de oración, y que todo se hará por las noches, y que no se permitirá
encender la luz, así como que las oraciones serán en secreto. Primero, para no morir
espiritualmente, y segundo, para encontrar la respuesta de Dios, principalmente ante las
amenazas y falta de libertad para servirle como ellos deseaban y entendían.
Así los hermanos se lanzan a una nueva experiencia, y comienzan las primeras
reuniones secretas de oración, podríamos decir, en el clandestinaje.
En un principio era un grupo aproximado de diez hermanos los que se reunían.
Luego llegaron a reunirse hasta treinta, y la acción era doble, pues mientras que por las
noches oraban en grupo, durante el día leían la Biblia en forma individual.
Todo esto provocó que Dios se comenzara a manifestar con ellos en el
derramamiento de unción y poder, así como diversos dones del Espíritu Santo.
La actividad se prolongó más de dos meses, y el hecho de emplear de dos a tres horas
diarias en oración y lectura de la Palabra de Dios constituyó la fórmula especial que dio al
grupo solidez y crecimiento.
Pasado un considerable tiempo se reanudaron los trabajos en el rancho La Rosita, en
donde se dieron a la tarea de empezar la construcción del templo Bethel, consolidándose la
obra de esta manera, tomando forma definitiva la iglesia.
Por otra parte, los hermanos afirman que eran rechazados por no curarse cuando se

226
enfermaban, pues ellos sólo creían en la oración.
Tampoco entendía la gente eso de que eran bautizados con el Espíritu Santo y
hablaban en otras lenguas, pues había en la región otros evangélicos que no creían así como
ellos, de ahí que las autoridades los tuvieran como miembros de una nueva y rara religión,
otros evangélicos.
Lo anterior originaba la intolerancia de los vecinos, quienes los acusaban de estar
fuera de la razón.
Es necesario dejar en claro que por esa época aún no eran conocidos los hermanos
Henry Clio Ball, como tampoco Rodolfo Orozco.

Santa Rita, Tamaulipas – En mi Casa Yo Mando


Este poblado, con ubicación también en el municipio de Matamoros, al sur y
aproximadamente entonces como a 70 kilómetros de la ciudad, y a más de 30 del rancho La
Rosita, allá en donde permanecían en ayuno y oración los creyentes, resultó el segundo lugar
de penetración de las Asambleas de Dios en suelo mexicano.
Había un hermano en La Rosita, quien se dedicaba al comercio en pequeño, y como
ambulante llevaba sus mercancías de pueblo en pueblo, rancho por rancho. Su nombre era
Florentino Vázquez.
Un buen día llegó a Santa Rita, lugar en donde vivía un señor de nombre Desiderio
Blanco, a quien había llegado la noticia de eso que llamaban la nueva religión, despertando
el interés de que un ministro del evangelio fuera a hacer un culto a su casa.
El hermano Vázquez aseguró a don Desiderio Blanco que comunicaría sus deseos al
hermano Modesto Escobedo, a quien respetaba como el responsable de la iglesia, pero a
quien contactaría con don Desiderio, palabra que cumplió.
Tan pronto llegó al rancho La Rosita buscó al hermano Modesto, quien en una acción
tan cavilante en el principio, ya que las amenazas de las autoridades eran determinantes, y
puesto que ya habían estado en la cárcel, sabían por lo tanto que tales advertencias eran
serias, por lo que dentro de su cavilación decidió consultar a su hermano Romualdo acerca
de esta invitación.
La respuesta de Romualdo fue positiva: – Tú decide; yo estoy puesto para cuando tú
digas.
Una vez tomado el acuerdo los hermanos Escobedo salieron a caballo al filo de la
medianoche, a fin de que los vecinos no creyentes no se hicieran conjeturas acerca de esa
extraña salida del rancho.
En esa época no se ponían todavía en plena acción las autoridades policíacas en sus
labores de vigilancia, pues se dedicaban a buscar a personas que intentaran pasarse
ilegalmente hacia el lado americano, y aunque las cosas, por lo mismo eran hasta cierto
punto peligrosas en el camino, mayormente por esos lóbregos montes, los hermanos
Escobedo realizaron su viaje nocturno.
Iban en ayuno y oración y así llegaron a Santa Rita a la casa de don Desiderio
Blanco, y fue el hermano Modesto quien se presentó con el título de ministro de la religión
pentecostés.
El ranchero inmediatamente lo relacionó con el hermano Florentino Vázquez.
Nuestro pionero le explicó que sólo iba a cumplir la palabra empeñada por el
hermano Vázquez, pero que bajo amenazas de cárcel tenía prohibido predicar y hacer cultos.
Después de un buen rato de estira y afloja, la posición del ranchero era que quería un
culto con todos los vecinos, en tanto que el hermano Escobedo sostenía que si lo hacía lo

227
pondrían en la cárcel, pero la voz de don Desiderio se impuso bajo la premisa de que: – En
mi casa yo mando , y aquí no tiene nada que hacer el ciudadano presidente municipal.
Por fin llegaron al acuerdo de que se invitaría a todos los vecinos para un culto por la
noche, mientras los hermanos Escobedo permanecían en ayuno y oración.
Afirma el hermano Modesto que él no sabía predicar, pues todavía no era un ministro
reconocido, sino apenas un diácono de la iglesia del rancho La Rosita, y que en ese
momento estaba oficialmente en receso, debido a la intolerancia e intransigencia de las
autoridades municipales de Matamoros.
Llegada la hora del culto ya los vecinos estaban allí en la casa de don Desiderio
Blanco, de manera que el lugar se llenó por completo, y así, Modesto, cual Pedro en la casa
de Cornelio, hizo su debut misionero.
Esa noche el joven pionero se dio cuenta de que una cosa era estar bajo la presión de
la intolerancia, y otra muy diferente, bajo la unción del Espíritu Santo.
Terminado el culto, don Desiderio comunicó a los hermanos Escobedo que se
hospedaran en su casa, y que además, quería que el ministro le explicara más acerca del
credo de la religión pentecostés.
Entonces el hermano Escobedo, con la Biblia en la mano, durante toda la noche y
hasta avanzada la mañana le explicó los temas de la salvación y el bautismo en el Espíritu
Santo; en este último explicó la evidencia de sus manifestaciones, y que incluso, en algunos
casos hay reacciones de parte de la gente tales como llorar, temblar o caerse.
Finalmente el hermano Modesto le habló respecto al tema concerniente a la sanidad
divina tópico que inquietó a don Desiderió, pues al oír que Dios es Todopoderoso y que para
El no hay imposibles, su interrogante fue muy enérgico: – ¿Es todo eso que me cuenta
verdad?
Entonces el hermano Escobedo agregó: – Siempre que el enfermo tuviera fe.
Don Desiderio le dijo que si las cosas eran así que orara por su hermana, quien tenía
catorce años de estar enferma, a lo que el hermano Modesto le contestó: – Si tiene fe, ahora
mismo sanará.
No se esperó un minuto más, sino que procedió a poner las manos sobre los
enfermos, quienes fueron sanados inmediatamente por el poder, de Dios, habiendo una
manifestación muy gloriosa del poder y la gracia de Dios.
Dijeron los hermanos que entendieron que se cumplía una vez más; Hechos 2:4.
Tras esto los pioneros Escobedo emprendieron el retorno a su lugar de origen, pero
los nuevos evangelizados sin tener ningún experto en la materia que les hiciera más
explicaciones o le diera alguna dirección, sino sólo el Señor, prosiguieron celebrando
reuniones, principalmente de oración.
Veintiun días después, cuando los hermanos Escobedo fueron nuevamente llamados,
el Señor ya había bautizado con el Espíritu Santo a 22 personas.
Los nuevos creyentes se reunían algunas veces para comer juntos y empezaban a
adorar al Señor y a hablar en otras lenguas, hasta llegar el grado de no entenderse, razón por
la que trajeron a los hermanos de La Rosita, a fin de recibir más instrucciones.
Ahora, a su regreso a Santa Rita, los hermanos fueron objeto de un gran recibimiento
por parte de los hermanos de la nueva iglesia. Estos nuevos creyentes llenos del Espíritu
Santo estaban sólidamente unidos, pues todos los del rancho habían aceptado a Cristo. En
otras palabras, Santa Rita completamente cristiano.
Una característica que presentaban era que casi no atendían a sus trabajos, pues era
tal el avivamiento que pasaban la mayor parte del tiempo en oración y conversando acerca

228
de sus experiencias en su nueva fe.
La conclusión a que llegaron los hermanos Escobedo al ver tal obra fue que el Señor
que se había manifestado en el rancho La Rosita ahora estaba derramando su gracia a Santa
Rita, y con la bendición de que en Santa Rita no había persecución de parte de nadie.
El grupo de Santa Rita comenzó a esparcir el mensaje del evangelio a otras
comunidades vecinas, de manera que el crecimiento no se hizo esperar, y el hermano Felipe
Douglas Milstead, quien había traído el mensaje a La Rosita, ahora se vino de pastor a Santa
Rita, ministerio que consolidó el trabajo, a la vez que le dio más crecimiento.
Sin embargo, fue necesaria la salida del hermano Felipe debido a la muerte de su
esposa, y a raíz de esto el hermano Modesto tenía que atender el trabajo provisionalmente,
viviendo desde La Rosita.
Ante esta situación es que salta a la palestra el hermano Juan Perales, quien es
nombrado como pastor de la iglesia de Santa Rita.
A este hermano Dios lo usó no solo para ganar almas y pastorear la iglesia, pero
también lo usó en muchos milagros, pues hubo personas que sanaron de tuberculosis,
inclusive, algunos que habían sido mordidos por víboras fueron tocados por el Señor.
Era práctica común que todos los hermanos fueran bautizados con el Espíritu Santo,
y si alguno no tenía esta experiencia no era tomado en cuenta como un verdadero hermano.
También surgió entonces en Santa Rita el predicador Pablo Ruiz.

Pablo Ruiz en el Rancho La Venada


La Venada, ubicado a unos 25 kilómetros al sur del puerto de Matamoros, era el
lugar que Dios tenía preparado para el hermano Pablo Ruiz.
Empezó a hacer cultos y Dios comenzó a manifestarse haciendo maravillas y
sanidades, de tal manera que muchas personas se entregaron al Señor y la iglesia creció muy
rápido, y muchos eran bautizados con el Espíritu Santo.
Pues bien, el hermano Escobedo llegó a La Venada para predicar y ver el desarrollo
de la obra, ministrando el bautismo en agua a 33 personas.
Como no tenían templo todavía, realizaban los cultos en los hogares, para lo cual los
hermanos hacían enramadas de varas de jara y tule, así como de las ramas de otros árboles.

Manuel Cantu Rios


Nació el 5 de octubre de 1903, en San Fernando Tamaulipas.
En el mes de octubre de 1922, visitó a su hermana que vivía en el Estado de Texas,
ella le habló del Señor a lo cual el accedió y experimentó su salvación. Inmediato a su
conversión a Cristo sintió el llamamiento de predicar, en su regreso a Matamoros, al visitar a
los hermanos en el rancho La Venada, fue bautizado con el Espíritu Santo con la evidencia
de hablar en otras lenguas.
Al principio de su conversión y hasta 1926 su trabajo de predicar el evangelio se
circunscribió al municipio de Matamoros, y se dirigió a las comunidades de San José, La
Unión, Palo Blanco y La Reforma, a este último lugar fue por invitación del hermano Benito
Gómez, allí vivía el matrimonio compuesto por el hermano Manuel González y la hermana
Marcilia Hernández.
El ministerio del hermano Manuel Cantú Ríos se caracteriza por la conversión de las
personas, por las sanidades, milagros y bautismo con el Espíritu Santo.
En 1927, invitado por el hermano Abraham Torres, va a Cruillas y Burgos, al centro
de Tamaulipas, para hacerse cargo de la congregación de la comunidad del Ebano. Las

229
mismas evidencias de conversiones, milagros, sanidades, bautismo con el Espíritu Santo,
seguían su ministerio en esta región.
El día 1 de julio de 1929, contrajo matrimonio con la señorita Aurelia Garza en el
rancho Ebano municipio de Burgos.
Tomados del original inédito fechado en marzo de 1968, y firmado por el presbítero
Manuel Cantú Ríos.

Nuevo Laredo
La ciudad fundada sobre la ceniza de sus difuntos.
En 1923 Braulio Flores, empieza haciendo cultos por las casas, corno resultado hay
los primeros convertidos y bautizados en agua, constituyéndose así la primera congregación,
sustituye en el pastorado al hermano Braulio, d hermano Abel Sepúlveda.
El hermano Miguel Gaytán ofrece un terreno, para construir el templo, terreno que se
encontraba en la calle Maclovio Herrera, en el barrio que se conocía con el nombre de los
CUATRO VIENTOS.
Construyeron con ánimo un templo de madera, para sorpresa de los hermanos Miguel
Gaytán se retractó del obsequio del terreno y los obligó a quitar de su terreno la
construcción. Más tarde descubrieron que a don Miguel lo apodaban El Payasito. La acción
negativa de Gaytán desanimó al pastor Sepúlveda y renunció al pastorado. A los miembros
de la iglesia no los arredró tal acción y siguieron victoriosos.
Boletín emitido con motivo del Cuadragésimo Aniversario de la Iglesia.

Centro de Tamaulipas, San Carlos


Allá por el año 1923, y en la ciudad texana de Houston, un campesino tamaulipeco
llamado Eulalio González escuchó el mensaje del evangelio, por parte de una hermana del
nombre Altagracia Aranza. Sin embargo, fue la esposa de Eulalio, de nombre María de
Jesús, quien escuchó primero acerca de Cristo, de labios de Melitón Aranza.
El 17 de abril del año 1923 llegó el matrimonio a la escuela dominical en la misión
que pastoreaba el hermano Antonio Rodríguez.
Esa misma mañana el Señor tomó su corazón por el testimonio de un joven, y de esta
forma decide bautizarse, y muy pronto el Señor afirma su vida, haciéndolo responsable de
llevar el mensaje a sus familiares. Dios le habló con la frase:
– Ve a tu casa a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo
y cómo ha tenido misericordia de ti.
Fue de esta forma en que el hermano Eulalio comunicó a su esposa María de Jesús (a
quien llamaremos en lo sucesivo Josefina, debido a que por ese tiempo no usaban el nombre
Jesús en los nombres de las personas los nuevos creyentes), la inquietud de venir a su lugar
de origen, Rancho Viejo, municipio de San Carlos, Tamaulipas.
Le habló de su deseo de comunicar las verdades del evangelio a sus familiares.
Desde luego, también le hizo referencia, en cuanto a los inconvenientes culturales, sociales y
económicos, a lo que ella respondió que sentía la necesidad de conocer a los padres y
familiares de su esposo para testificarles de Cristo.
Por su parte, los hermanos de la iglesia parecían no estar de acuerdo en que hicieran
el viaje, pues aducían que por ser recién convertidos no sabrían cómo proceder ante los
problemas lógicos que iban a encontrar.
Pero el llamamiento que habían recibido del Señor era superior a toda objeción, y de
día y de noche, en la casa y por el camino, a uno y a otro los inquietaba incesantemente,

230
dormidos o despiertos, con visiones y sueños.
Una vez decididos a emprender la tarea del Señor, y después de vender los pocos
muebles y objetos que tenían en su hogar, por fin el domingo 14 de octubre del año 1924 los
hermanos de la iglesia encomendaron a la gracia del Señor a la pareja de misioneros
autóctonos, a quienes acompañaba su hijita de menos de 2 años de edad, de nombre María
de la Luz.
Siendo las 12 de la noche de ese día abordaron el ferrocarril, y hasta ese lugar
acudieron los hermanos de apellido Cruz, Sánchez y Lara a despedirlos.
Tras 24 horas de viaje y luego de hacer los transbordes normales, llegaron a Estación
Carrizos, lógicamente en el Estado de Tamaulipas.
Los transbordes fueron de esta forma: de tren a un caballo y dos burros, y ya de
noche, bajo una intensa lluvia y al filo de la medianoche llegaron a la hacienda de La Gavia,
precisamente a la casa de don Bruno Echartea, y en ese mismo momento, antes de acostarse
el hermano Eulalio y su esposa Josefina dieron el mensaje del evangelio a don Bruno y su
familia.
Al día siguiente, 16 de octubre del mismo año, y mientras don Bruno traía las bestias
para llevarlas hasta Rancho Viejo, los hermanos recién llegados profundizaron en la
evangelización de la familia, y por su parte la hermana Josefina hizo vibrar a la comunidad
entera cantando los himnos 3 y 20 de Gloria, y como entre la familia había un muchacho que
ejecutaba el violín, la hermana Fina lo invitó a tocar, de manera que lo integró en ese mismo
momento a su equipo.
La familia de don Bruno Echartea fue de las primeras convertidas al evangelio,
transformando su casa en el primer lugar de adoración a Dios.
Sin embargo, aún no llegaban a su destino, pero ese mismo día, antes del mediodía,
los hermanos, acompañados de don Bruno llegaron a Rancho Viejo, y afirman que al darse
cuenta sus familiares, salieron a recibirlos con gusto.
De esta forma los hermanos no sólo pudieron discernir que sus familiares no sólo
tenían ganas de verlos, pero el Espíritu Santo había despertado en ellos la sed de oir la
Palabra de Dios.
Los hermanos afirman que mientras llegaban, y en tanto que el hermano Eulalio era
saludado y abrazado por sus familiares y amigos, ellos sentían la misma presencia de Dios.
Allí en ese mismo momento realizaron su primera oración, una oración de acción de
gracias por haberles permitido el Señor llegar, pues hacía más de 12 años que Eulalio se
había ido. Empero, su padre había prometido a la Virgen del Chorrito que si lo hacía volver
iría un kilómetro de rodillas a darle gracias, por lo que el primer tema a tratar entre Eulalio y
su padre fue el de: – Vamos a dar gracias a la Virgen, porque si no vamos ella nos castigará.
Ante esta situación, y lo que parecía ser una trágica advertencia de parte de su padre,
el hermano Eulalio recordó el mensaje que allá en Houston, Texas el Señor le había dado en
su corazón a través de su Palabra: – Vete a tu casa, con los tuyos y cuéntales cuán grandes
cosas ha hecho contigo y cómo ha tenido misericordia de ti.
Por otra parte, el Señor le trajo las palabras que pronunciara el rey Nabucodonosor:
– Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo.
Todos estos pensamientos sucedieron en unos instantes y pasaron por la cabeza del
hermano Eulalio, y tan pronto ocurrió esto y contestó a su padre: – Quien tiene todos los
méritos es el Señor, quien es el Creador de todo.
Entonces su padre le contestó: – Hijo, si tú crees que no debemos ir a ver a la virgen,
no vamos, pues yo creo que dices la verdad, y yo creo que el Señor Jesucristo es el Hijo de

231
Dios.
Eulalio se decidió por fin a darle un claro mensaje, en el cual le explicó a su padre
que Dios está en todo lugar, y que escucha la oración.
Asimismo le explicó que fue Dios quien se lo llevó hacia otras tierras para salvarlo, y
que ahora él y su esposa traen un mensaje, para lo cual le pidieron que por la noche reuniera
a todos sus familiares y amistades para hablarles de la Palabra de Dios.
Sin más ni menos su propio padre fue quien se encargó esa misma tarde de ir casa
por casa avisando a los vecinos que ya había llegado su hijo Eulalio, y que por la noche
llevaría a cabo un culto en su casa, en el cual Eulalio y su esposa explicarían a los asistentes
la Palabra de Dios.
Cuando la noche llegó, toda la gente del rancho acudió al hogar de los padres de
Eulalio para estar presentes en el culto. La hermana Josefina se encargó de la dirección,
abriendo el programa con una oración, continuando con el himno titulado Jesús Vendrá otra
vez, himno que parecía reproducirse en los cerros y cañones de la Sierra Chiquita.
Por su parte, el apóstol de esta región se ubicó tras una piedra de regular tamaño, la
cual estaba a la entrada del solar, y apuntó con Juan 3:16.
Un vasto auditorio lo esperaba ávido. Había muchas personas, pero se citan por
nombre a dos de ellas: Vidal Hernández y José González Becerra, ya que ellos fueron los
responsables de cuidar los alambiques donde se procesaba el famoso Mezcal San Carlos,
pues la comunidad era un centro de producción licorera.
El culto tuvo tal impacto, que al día siguiente los niños del rancho cantaban el himno
de la noche anterior.
Asimismo, las reuniones de culto se siguieron celebrando noche a noche, y para
alumbrarse usaban velas que los mismos campesinos hacían, así como con trapos untados
con grasa de res.
Los habitantes de San Carlos eran de esas personas receptivas al mensaje del
evangelio, días después del primer culto, el hermano Eulalio tuvo la necesidad de salir por
espacio de una semana y la hermana Josefina continúo los cultos, siendo durante estos días
que el Señor empezó a salvar a los pobladores y así los primeros fueron José Becerra, Julián
Becerra, Guadalupe Becerra y José González Becerra.
Aún no llegaban, a los dos meses de trabajo y ya había primicias en Rancho Viejo.
Así que como estos jóvenes tenían algunas manifestaciones del poder de Dios, los padres de
ellos se comenzaron a escandalizar, pensando que Eulalio y Josefina eran brujos y los habían
vuelto locos.
José Becerra fue el primero que tuvo dos manifestaciones del poder de Dios. La
primera consistió en recibir el bautismo del Espíritu Santo, con la evidencia de hablar en
otras lenguas, y la segunda, en que al haberse amputado un dedo del pie con una hacha al
estar haciendo leña mediante la oración le fue restituido milagrosamente el dedo. El pueblo
entero lo supo y se maravilló.
Pocos días después del milagro, el matrimonio formado por Eulalio y Josefina se
dirigió a una pequeña comunidad en donde vivían otros familiares. El objetivo claro era
hablarles del evangelio.
En ese lugar se encontraron con que habían un hombre poseído por los demonios, y
que machete en mano deambulaba por los cerros, sin que hubiera alguien capaz de
controlarlo.
Los hermanos González Avellano oraron por este hombre, y en el nombre del Señor
Jesús, tan sólo invocándolo, los demonios salieron de aquel hombre dejándolo

232
completamente libre.
Esta historia se supo por todas las rancherías de la comarca, y muchas personas
hablaban acerca de la nueva fe que había llegado a la región.
Los cultos, por otro lado, seguían realizándose y el Señor salvó gloriosamente las
almas, en tanto que los hechos milagrosos siguieron sucediendo uno tras otro y día a día.
En una ocasión dejó de llover al grado de que amenazaba una grave sequía, pero
después de que los hermanos estuvieron orando por un tiempo, en una noria seca apareció el
vital liquido pero al mismo tiempo un arroyo seco comenzó a llenarse de agua corriente.

Conversión de la Familia de Jose Gonzalez Becerra


Mientras tanto, la madre de José Becerra le dijo a su esposo que se dirigiera a donde
los hermanos hacían culto, a fin de que se diera cuenta de cómo los hermanos, a su hijo,
pues ella consideraba que todo era un acto de brujería, y esto indignó al padre de José, quien
armándose de un cuchillo que ocultó en una de sus botas se dirigió al lugar de reunión de los
hermanos.
El hacer su arribo y ver que en pleno culto su hijo estaba postrado en el suelo y
hablando en una lengua desconocida intentó atacar a los hermanos con el filoso cuchillo,
pero José se levantó y le dio un mensaje a su progenitor, quien no pudo resistir, y cayendo
de rodillas empezó a confesar sus pecados al Señor. De esta forma el Señor salvó a toda la
familia.

Fundación de la Obra en el Rancho Santa Maria


A diez kilómetros de Rancho Viejo se encuentra el rancho de nombre Santa María, y
hasta allá fueron los misioneros a predicar las nuevas del evangelio. El Señor los bendijo
grandemente.
Dios salvó a tres familias, bautizando con el Espíritu Santo a Anselmo González,
quien junto con su familia habían recibido a Jesucristo como su único Salvador personal.
Anselmo tuvo la evidencia de hablar en otras lenguas.
Pues bien, ya es abril del año 1925 y nuestros misioneros no cuentan con recursos
económicos, por lo que planean regresar a Houston, Texas, a fin de obtener lo indispensable
para retornar a la misión.
Mientras tanto, la obra tan incipiente queda a cargo de los mismos hermanos de
reciente conversión.
Antes de irse a los Estados Unidos de América, los hermanos pasaron por Monterrey
y se dirigieron a la casa de un hermano procedente de la misma iglesia de Houston, Texas.
Dicho hermano al igual que ellos, estaba dedicado a abrir una obra en la Sultána del
Norte se apellidaba Galván, y los convenció de que no volvieran a Texas.
Una vez convencidos por Galván, los hermanos decidieron quedarse unos días,
ayudándole, y fue hasta el mes de mayo que volvieron a Rancho Viejo, donde los hermanos
los recibieron con gran gozo.
El día 14 de junio del mismo año la legendaria cigüeña visitó a la familia González,
trayendo al pequeño a quien pusieron por nombre Isaías González Avellano.
José González ya estaba convertido, pero por cuestiones obvias seguía trabajando en
la fábrica de vino, y un día, mientras depositaba el agave o maguey en el molino, este le
atrapó la mano derecha, fracturándole sus dedos.
Los hermanos vieron esto como un ataque del enemigo, pero el afectado no quiso
curarse clínicamente, y esperó en Dios hasta que él lo sanó.

233
En el mismo mes de junio el inquieto Eulalio González emprende un viaje a
Houston, Texas, pero ahora lo hace en forma directa, por Matamoros, vía Santa Apolonia.
Ahora va acompañado por los recién convertidos José González y Julián Becerra.
Por su parte, la hermana Josefina se queda al frente del grupo de Rancho Viejo, pero
también al cuidado, de los niños.

Una Resucitación en Rancho Viejo ¡Milagro de Dios!


Fue que mientras el hermano Eulalio y las primicias de su ministerio visitaban la
iglesia de Magnolia Park, en Houston, acá, en Rancho Viejo la hermana Josefina agoniza, y
al decir de la familia, muere, y el padre del hermano Eulalio da la orden de que la arreglen
para velarla, pues está muerta.
Es entonces que la hermana Antonia, consanguínea de Eulalio no se resigna a aceptar
la derrota, porque ella se dice para sus adentros, y además lo pregona, que si Dios sana
enfermos y resucita a los muertos, según la Biblia y los milagros que ya habían visto,
entonces algo debe hacer en este momento.
Una vez dicho lo anterior todos se pusieron de rodillas y unánimes pidieron al Señor
que volviera a la vida a la hermana Josefina, y el Señor la resucitó.
La noticia se corrió por todos los pueblos aledaños, y muchas personas llegaron al
conocimiento de Jesucristo, y aceptaron al Señor como su único Salvador personal.
Llegó el día 1 de enero del año 1926, y también nuestro misionero llega por fin a
Rancho Viejo, sus discípulos se han quedado en tierras texanas, y a su llegada recibe el
informe, de labios de su esposa, quien durante su ausencia de seis meses había conducido
con éxito la obra, pese a que los problemas habian hecho acto de presencia sin embargo, el
Señor había sido glorificado con milagros, sanidades, conversiones, derramamiento del
Espíritu Santo, además de la resucitación de la hermana Josefina.
Los trabajos prosiguieron una vez que el hermano Eulalio se hizo cargo de la obra, a
su retorno de Texas.

234
La Serpiente y La Paloma
Gaxiola

VILLA ALDAMA CHIHUAHUA: 1914


La señora Romana de Valenzuela era nativa de Villa Aldama, Chihuahua, pequeño
pueblo que está a unos 30 kilómetros al oriente de la capital del estado. La señora
Valenzuela y su esposo tenían sólo unos meses de casados cuando emigraron a Los Angeles,
California, como muchas otras personas que así huían de los estragos de la Revolución
Mexicana.
En su pueblo natal la señora Valenzuela había sido católica devota, pero en los
Estados Unidos le sucedieron 2 cosas: (1) perdió el interés en el catolicismo y (2) ella y su
marido casi perdieron por completo el contacto con sus familiares en México.
En el año de 1912 Romana tuvo contacto con un grupo de mexicanos que habían
aceptado la fe pentecostal. Hacían sus reuniones en un hogar de Los Angeles y allí se
congregaban los Valenzuela. Romana al poco tiempo recibió el Espíritu Santo y habló en
nuevas lenguas, igual que se describe en Hechos 2, y tanto ella cano su esposo fueron
bautizados. Desde ese día el más ferviente deseo de Romana fue regresar a México y
averiguar si su familia vivía, pues deseaba contarles la experiencia que ahora tenía. Su
esposo le concedió permiso para que visitara Villa Aldama, con la condición de que
regresara pronto.
El año de 1914, en que Romana de Valenzuela regresó a su pueblo natal, fue uno de
los más tristes y turbulentos en la historia moderna de México. La Revolución que terminó
con la larga dictadura de Porfirio Díaz no terminó con la renuncia y exilio de éste en 1911 y
para 1914 las cosas habían empeorado después del ascenso de Huerta al poder y la invasión
de Tampico por los Marines norteamericanos. Así que nadie habría visto el año de 1914
como propicio para el establecimiento de una Iglesia, pero Romana de alguna manera
regresó a su tierra.

Los Primeros Doce Convertidos


Doña Nicolaza de García, que era hermana de la señora de Valenzuela, recordó
muchos años después (Gaxiola López 1964:20) que "la llegada de Romanita hizo que se
estremeciera el hogar". Tan pronto como la familia supo que Romana se había vuelto
protestante, el gozo de verla otra vez se convirtió en ira. Los parientes comenzaron a
sospechar unos de otros y a imaginarse intrigas entre los demás, pero uno de los sobrinos de
Romana, Miguel hijo de Nicolaza, fue el primero que trató de entender las razones para la
conversión de su tía y comenzó a hacer indagaciones de por sí. Después de prolongadas
platicas con su tía, se convenció de que ésta trataba de enseñarles la verdad. Como Miguel,
aunque muy joven, era el miembro más respetado de la familia, pudo convencer a todos de
que Romana tenía derecho a que se le oyera. Esto abrió el camino para un intensivo curso de
enseñanza bíblica para el cual Romana se había preparado, pues antes de salir de Los
Angeles había hecho un profundo estudio de las Escrituras.
El pequeño grupo, compuesto exclusivamente de parientes de Romana, comenzó a
orar con fervor y a pedir el bautismo del Espíritu Santo, y el primero de noviembre de 1914

235
doce de aquellas personas hablaron en nuevas lenguas como en el día de Pentecostés. Hasta
donde nosotros sabemos este es el primer caso en que se conoció la experiencia pentecostal
en México.

El Primer Pastor
La señora Valenzuela tenía ahora doce convertidos pero al mismo tiempo encaraba 2
problemas: (1) Su esposo exigía su regreso inmediato y (2) el pequeño grupo de creyentes
tenía necesidad de un pastor. La señora Valenzuela nunca se consideró predicadora en el
sentido ordinario; era simplemente una mujer con una historia y experiencia que compartir y
deseaba que sus familiares permanecieran en la fe. También era mujer de amplios recursos
espirituales e iniciativa y por ello decidió encontrar un pastor para el grupito que estaba en
su pueblo.
En Chihuahua, capital del estado, había un templo metodista llamado "Betel", hoy
desaparecido, en terrenos del Colegio Palmore. Su pastor, Rubén C. Ortega, es clasificado
por uno que lo conoció como "magnífico predicador y músico notable" que tocaba el
violonchelo. La señora Valenzuela se entrevistó con él con la esperanza de que bautizara a
los doce recién convertidos en Villa Aldama. Sin embargo, Romana no deseaba que estas
personas fueran bautizadas conforme a la disciplina de la Iglesia Metodista, ni tampoco
deseaba que se adhirieran a la misma. Los nuevos creyentes tendrían que ser bautizados por
inmersión y en el nombre de Jesucristo y constituir una iglesia de tipo pentecostal.
Consecuentemente, Romana primero habló con Ortega acerca del bautismo del Espíritu
Santo y aun citó casos históricos en que en algunas iglesias tradicionales se había observado
tal fenómeno. Ortega se interesó en el mensaje de la señora Valenzuela y accedió a ir a Villa
Aldama y ver lo que allí estaba sucediendo. Cuando oyó que aquellas personas hablaban en
nuevas lenguas se convenció de que era el bautismo del Espíritu Santo y se puso a orar con
ellos hasta que él también tuvo la misma experiencia.
El reverendo Rubén C. Ortega decidió echar su suerte con el nuevo grupo y
convertirse en su pastor. Romana era una mujer meticulosa y nada dejaba a la ventura.
Como en El Paso, Texas, que es la ciudad norteamericana más cercana a Chihuahua, había
creyentes de la misma fe, Romana llevó a Ortega allá y se le bautizó en el nombre de
Jesucristo. Luego regresó Ortega a Villa Aldama y bautizó a los primeros doce convertidos y
se constituyó en su pastor. Al mismo tiempo predicaba en Chihuahua. No se han conseguido
fechas exactas pero tenemos razón para creer que esto sucedió a principios de 1915.
También sabemos que Ortega fue ordenado ministro por un predicador de raza negra.
El autor tiene en su poder una carta fechada el 18 de octubre de 1968 y escrita por el
reverendo Apolinar Zambrano y Ramírez, pastor de la iglesia congregacional en Guadalajara
y uno de los más antiguos y prestigiados ministros evangélicos de México. Zambrano
conoció personalmente a Ortega y todavía recuerda la conmoción causada por "el paso del
Sr. Ortega a la iglesia Pentecostés, dada la importancia de su personalidad" y añade:

El Sr. Elías Hernández, miembro distinguido de la iglesia metodista, y yo,


concurrimos varias veces a los cultos de carácter Pentecostés que el Sr. Ortega
dirigía en una casa particular por el barrio del Pacífico.

La señora Valenzuela regresó a Los Angeles después de dejar al grupo bajo el


cuidado de Ortega, quien desafortunadamente no permaneció mucho tiempo con ellos. No
tenemos detalles completos, pero aparentemente Ortega pastoreó la iglesia sólo unos dos

236
años, luego comenzó a introducir prácticas fanáticas y extremistas y al poco tiempo perdió la
mente y murió. Miguel García, el primero entre los doce que habló en nuevas lenguas, quedó
al frente del grupo.

Miguel García, el Nuevo Pastor


Al fallecer Ortega, Miguel García quedó como pastor de la joven iglesia. En ese
tiempo García se ganaba la vida como peluquero. Alto y delgado, amable y ocurrente,
García era persona destinada a servir de líder. Con todo valor se hizo cargo del grupo y
trabajó con ellos hasta el año de 1918. El grupo se denominó Iglesia Evangélica Espiritual
ese nombre retuvo la organización hasta el año de 1928. En Villa Aldama García vio poco
fruto, casi no había convertidos y era lento el crecimiento.
García nunca recibió preparación formal como predicador, pues no había quien le
enseñara, pero decidió tomar el libro de los Hechos de los Apóstoles como su guía y dirigir a
la iglesia conforme a las instrucciones de las epístolas. Esto le ayudó a resistir la ola de
fanatismo que había heredado de Ortega. García falleció en California en 1943 y siempre
insistió en que los servicios se condujeran en forma ordenada. Si alguien hablaba en lenguas
más tiempo del que a él le parecía normal o si alguien hacía en el servicio algo que a García
no le pareciera escritural, no vacilaba en callarlo en el acto y decirle que permitiera predicar
la Palabra.
García decidió salir de Villa Aldama. La Revolución parecía ir de mal en peor. La
lucha entre las distintas facciones era ahora más feroz. El 9 de marzo de 1916 Villa, el mas
pintoresco de los jefes revolucionarios, invadió Columbus, Nuevo México (única vez en la
historia en que los Estados Unidos han sido invadidos por un ejército extranjero) y esto trajo
como consecuencia que el gobierno norteamericano enviara a México la Expedición
Pershing con órdenes de regresar con Villa "Vivo o Muerto" (Lister l966: 240-263). Esto
hacía que la vida se complicara más en el estado de Chihuahua. Torreón, en Coahuila, era
buen lugar para un peluquero. Estaba ya repleto de revolucionarios que tenían dinero para
gastar y necesitaban que se les cortara el pelo. García se estableció en 1918 en Gómez
Palacio, Durango, en la línea divisoria con Coahuila.

DE CHIHUAHUA A DURANGO Y COABIJILA


Tan pronto como llegó a Gómez Palacio, García comenzó a predicar tanto allí como
en Torreón. Doña Pánfila Guerrero fue la primera en bautizarse y luego se convirtió don
Isabel Sánchez, quien donó el lote para el primer templo en Gómez Palacio. Al principio
García era bien recibido en las iglesias metodistas de Lerdo y Torreón, así como en la iglesia
bautista y la presbiteriana de esta última ciudad. Algunas veces se le permitía testificar y
otras se le cedía el púlpito, pero poco después se le negó la palabra. García estaba atrayendo
la atención de algunas personas, especialmente las familias más pobres, y los pastores se
negaban a aceptar algunas de las cosas que enseñaba García. Se oponían especialmente al
hablar en lenguas y la oración por los enfermos. La predicación de García produjo
contención en las otras iglesias y los pastores sintieron que era su deber no recibirlo más en
sus templos, pero la controversia seguía en las calles y en los hogares de muchos
evangélicos en Torreón.
Algunos estaban en favor de García, otros, en contra. Un evangélico rico advirtió que
un paralítico pasaba arrastrándose por en frente de su casa todos los días a la misma hora. El
otro evangélico le preguntó a dónde iba todos los días y el paralítico contestó que iba a los
cultos de García con la esperanza de sanar. El rico le contestó: "Primero pierdo yo el cuello

237
que verte a ti sano" y se burló de él. A los pocos días el paralítico anduvo otra vez y el rico
murió de una infección en el cuello. El caso fue conocido por muchos evangélicos de
Torreón.

La Iglesia de Torreon entre 1918 y 1922


Para fines de 1918 García tenía un pequeño grupo en Torreón que se congregaba en
la Avenida Aldama. Algunos de los miembros habían sido católicos antes y otros
pertenecían a las distintas iglesias evangélicas de Torreón. En la Primera Iglesia Bautista
García conoció a la familia Rivas. Don Rafael Rivas y su esposa Guadalupe habían nacido
en Zacatecas, pero después de casarse se mudaron a vivir en Silao Guanajuato, a fines del
Siglo XIX. Los esposos Rivas nacieron católicos pero en Silao se convirtieron al evangelio y
todos sus hijos fueron bautizados en la Iglesia Metodista. De Silao la familia Rivas se
trasladó a Torreón y por un tiempo se congregaron en la iglesia metodista "San Pablo", pero
cuando García los conoció asistían a la Primera Iglesia Bautista.
María Esther, que entonces era una jovencita, fue el primer miembro de la familia
Rivas bautizado por García. Después se bautizaron Felipe, su hermano Juan, su hermana
Esperanza y finalmente sus padres. Según veremos adelante, esta fue una afortunada adición
a la iglesia. En el mismo año de 1918 García bautizó al señor Eusebio Alcalá y a los
hermanos Aurelio y Juan Rodríguez, junto con sus familias y otros. Para el año de 1922
cuando emigró a los Estados Unidos, según recuerda Juan R. Rodríguez, García pastoreaba
las iglesias de Gómez Palacio y Torreón. La iglesia de Torreón tenía más de sesenta
miembros bautizados y varios diáconos cuando García se fue a los Estados Unidos. También
se convirtieron varias personas de otros lugares y para el mismo año había iglesias, aparte,
en San Pedro de las Colonias, Coahuila, en La Dulce Grande, Zacatecas y, por supuesto, en
Villa Aldama.
García era persona vivaz y entusiasta y hacía que otros compartieran su animo.
Celebraba en Torreón tres servicios a la semana y a veces predicaba hasta media noche. Si
alguien pedía que se le bautizara, no esperaba un momento más, pues le impartían el
sacramento tan pronto corro se llenara la pila bautismal. Había un "gobierno local"
compuesto de García y unos tres o cuatro diáconos. García trabajaba como peluquero para
sostener a su madre, pero cuando se necesitaba, cerraba la peluquería y se iba a predicar.

Principios del Fanatismo


García, como se indicó antes, nunca fue fanático y siempre insistió en que la iglesia
fuera ordenada y que los cultos se condujeran con dignidad, aunque se prolongaran. En esto
le servían de apoyo las personas procedentes de la iglesia metodista y la bautista,
especialmente la familia Rivas. Desde joven había aprendido García a vestir con gusto y
pulcritud y en una foto que se tornó con sus diáconos en Torreón todos ellos aparecen
usando los trajes, corbatas y calzado que entonces estaban de moda. Sin embargo, poco
antes de que García partiera para los Estados Unidos, aparecieron en la iglesia indicaciones
de que se estaba dando entrada al fanatismo. Esto se debía en parte al ir y venir de personas
con ideas diferentes y que en otros lugares habían aprendido doctrinas y practicas
extremistas. En 1922 un hombre llamado Pedro Duran afirmó que él era el Mesías y
demandó que se le adorara como tal. Causó tal escándalo que, según Juan R. Rodríguez,
García pasó unos días en prisión. Otros afirmaban que el Espíritu Santo les ordenaba que
casaran a las personas sin necesidad de ir al Registro Civil y conforme a la misma regla
algunos eran "divorciados".

238
La Iglesia de Torreon entre 1922 y 1925
Cuando García partió para los Estados Unidos en 1922, la iglesia de Torreón quedó
bajo el pastorado de Aurelio Rodríguez, quien antes había servido como diácono. Juan,
hermano de Aurelio, también emigró a los Estados Unidos, y ambas cosas fueron un golpe
para la iglesia, pues Juan había ejercido influencia estabilizadora en la congregación, no
obstante su juventud. Cono dato curioso, y aun cómico, cabe consignar que en una ocasión
unos fanáticos trataron de apoderarse del púlpito para exponer sus ideas. En su afán de
detenerlos, Juan le dio un golpe a uno de ellos en la cara. Aunque toda la iglesia simpatizaba
con la acción del joven diácono, decidieron de todas maneras disciplinarlo y por varias
semanas no se le permitió subir al púlpito. Juan Rodríguez se estableció en Bakersfield,
California y por 43 años condujo un fructífero ministerio pastoral. En 1968 la edad y la
precaria salud de su esposa lo obligaron a renunciar al pastorado. Entregó una congregación
numerosa en un nuevo y moderno edificio, el tercero construido en la misma ciudad bajo su
dirección.
Aurelio Rodríguez no pudo enfrentarse a la situación en la iglesia. Se requería una
mano firme y una disciplina bíblica, un ministerio de tiempo completo que Rodríguez no
podía o no deseaba desempeñar. Era entonces un comerciante en pequeña escala y tenía que
cuidar su tienda, lo cual le dejaba muy poco tiempo para atender la iglesia como se requería.
Las cosas empeoraron en el año de 1924, cuando aparecieron en escena dos extraños.
Uno procedía de Chalchihuite, Zacatecas y el otro de Nombre de Dios, Durango. Se negaron
a revelar su verdadero nombre y se llamaron el uno "Saulo" y el otro "Silas" (Rivas 1967).
Se vestían de largas túnicas, usaban huaraches y tenían muy larga la barba, aparte de que no
se peinaban. Presumían de ser apóstoles de Jesucristo y causaron grandes estragos en la
iglesia local. Una de sus principales doctrinas era que los cristianos no tenían que leer la
Biblia, pues se debía prestar atención exclusiva a la voz del Espíritu. Es fácil imaginarse
todos los errores que empezaron a surgir. Las semillas latentes del extremismo parcialmente
controladas en el tiempo de García brotaron con todo vigor. "Saulo" y "Silas" asumieron la
dirección de todo, aunque Aurelio Rodríguez era el pastor nominal.
Los mugrosos y barbudos profetas de túnicas estrafalarias creían que los cristianos
deberían mostrar su humildad en formas externas muy extremas. Hicieron que la gente
entrara descalza al culto, les prohibieron que se peinaran y usaran brillantinas; afirmaron que
los cristianos debían confiar exclusivamente en el Señor para recibir su sanidad , pues el uso
de las medicinas era prueba irrefutable de falta de fe y consecuentemente, admisión tácita de
que el creyente estaba en pecado; así que se llegó al extremo de prohibir el uso de toda
medicina, incluyendo aspirina y mentolato, y cuando descubrían que alguno de los
miembros había usado medicina, lo reprendían y aun lo excomulgaban de la iglesia. Diez
años después esto era todavía asunto muy debatido y según las actas de la Convención
General de 1934, en ese año todavía no se toleraba el uso de medicinas simples, tales como
analgésicos o mentolato, y aun el talco. Según el acuerdo que entonces se tomó, las personas
que usaran tales cosas debían ser reprendidas y se les debía indicar que estaban en peligro de
que no se les reconociera "como miembros del pueblo del Señor". Hubo algunos casos en
que se excomulgó a personas que usaban medicina pero afortunadamente luego se reconoció
que no se podía culpar a gente de fe supuestamente débil y ya para 1936 la actitud de la
Iglesia respecto a estas cosas había cambiado notablemente.
"Saulo" y "Silas" tuvieron por un tiempo el control absoluto de la iglesia en Torreón.
"Casaban" y "divorciaban" gente a su antojo. Las corbatas, los zapatos (con excepción de los

239
mineros y huaraches) y a veces hasta los calcetines, quedaron prohibidos. Cada servicio era
un completo desorden, todos podían proceder como les placiera siempre que afirmaran ser
guiados por el Espíritu Santo. Los que no seguían tales practicas eran tratados como
cristianos infieles y algunos dejaron de asistir a los cultos.

Las Lenguas y las Formas Extremas de Culto


Es ahora necesario suspender brevemente el relato de lo que sucedió en Torreón en
aquellos años a fin de dar una breve explicación sobre estos fenómenos que en medida
mayor o menor han afectado a todas las iglesias pentecostales.
Es sorprendente el numero de cosas que algunas personas hacen con el pretexto de
que son guiadas por el Espíritu Santo, especialmente en los servicios. Personas que bajo
circunstancias diferentes actúan con perfecta normalidad adoptan un extraño
comportamiento al llegar a la iglesia. Fácilmente podemos condenar o criticar esto, pero
aparentemente el tema merece un profundo estudio, imparcial pero lleno de simpatía y
comprensión pues se remonta hasta los principios de la iglesia cristiana y reaparece más
notablemente entre quienes hablan en lenguas. No debemos olvidar que los que recibieron el
bautismo del Espíritu Santo en el día de Pentecostés actuaron de tal manera que dejaron
"confusos", "atónitos", "maravillados" y "perplejos" a quienes los oían, mientras que otros
los acusaban de estar "llenos de mosto". Pedro tuvo que defender la conducta de los
creyentes y explicó que no estaban borrachos (Hechos 2:5-15), lo cual nos hace comprender
que hubo algo aparentemente censurable en la conducta de los primeros ciento veinte que
recibieron el bautismo del Espíritu Santo.
Pablo tuvo que encarar este problema en Corinto. Dedica todo el capítulo 14 de su
primera carta a la iglesia de esa ciudad para corregir los errores que se cometían en los
servicios. Se enuncian varios principios que desafortunadamente algunas veces han sido
ignorados por ciertos pentecostales:
1. "El que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios" (Vers. 2).
2. "El que habla en lengua extraña a sí mismo se edifica; pero el que
profetiza edifica a la iglesia" (Vers. 4).
3. "El que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla"
(Vers. 13).
4. "Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por
turno, y uno interprete" (Vers. 27).
5. "Los Espíritus de los profetas están sujetos a los profetas" (Vers. 32).
La forma más común de apartarse de estos principios tiene que ver con el uso de las
lenguas en los servicios, especialmente porque hay muy pocos casos en que la gente hable
en lenguas con la esperanza de que éstas se interpreten. En algunas iglesias la gente practica
lo que ellos llaman "danzar en el Espíritu", que generalmente se hace con acompañamiento
de música, algunas personas ruedan por el suelo y de esto vino el mote de "santos
rodadores" que se aplicaba antes a los pentecostales. Kessler (1967:297) informa que en
Chile se afirmaba que la gente que rodaba en el piso estaba "peleando con el diablo", pero
esta explicación nunca se oyó en la Iglesia Apostólica de México, donde la gente tiende más
bien a creer que el Espíritu se posesiona de la persona en forma tal que el individuo no
puede resistir el poder divino. Gran parte depende del temperamento e ideas personales del
pastor mismo. En la iglesia pastoreada por el autor en la ciudad de México 35 personas
hablaron en lenguas por primera vez en una semana de servicios especiales en 1968.
Ninguna de ellas rodó por el piso, todas permanecieron arrodilladas o de pie al recibir la

240
experiencia y sólo dos o tres hablaron en una manera que se puede clasificar como
"ruidosa". Todas estas personas hablaron en un idioma extraño y perfectamente audible.
Willems (1967:l34ff) examina el fenómeno con ojos de sociólogo y presenta una
hipótesis que no debe descartarse a la ligera, pues explica fenómenos como el que apareció
en Torreón en 1924 y sirve para comprender porqué, tarde o temprano, las iglesias
pentecostales evolucionan en su actitud hacia lo que popularmente se presenta como
"manifestaciones del Espíritu". Según Willems, los profetas como "Saulo" y "Silas" no
pueden ser tolerados mucho tiempo, especialmente en iglesias que adoptan las tendencias
jerárquicas y autoritarias inherentes en una estructura episcopal, como es el caso de la
Iglesia Apostólica. Los que profetizan ejercen, según Willems, cierto grado de control
social, lo cual puede hacer cualquier miembro de la congregación. "Se reduce al mínimo la
distancia social entre los miembros comunes y el pastor, entre laicos y clérigos". Los
profetas de este tipo son una amenaza para los pastores, pues se han dado casos en que un
simple miembro, que presume de hablar por inspiración divina, ha dado un "mensaje" que
trae como resultado el despido inmediato del pastor.
Podemos entonces comprender las razones para que una situación como la que
apareció en Torreón no pudiera tolerarse por mucho tiempo. Se explica también el cambio
tan notable en la actitud de las iglesias hacia estas prácticas extremas, como en el caso citado
por Willems (1967:139) de un ministro de la Iglesia Pentecostal de Chile que afirmó: "En
nuestras iglesias la gente no presta atención a los profetas, pues éstos llevan al error y
dividen a las congregaciones". Esto es muy diferente a lo que se vio en la misma Iglesia
cincuenta años antes. Cambios semejantes se han notado en Europa (Nichol 1966:89).
Volviendo a la Iglesia Apostólica de México, podemos definir su posición actual en
la siguiente manera: Los excesos antes mencionados se aplican especialmente a los primeros
años de la Iglesia pero actualmente hay la tendencia de alentar a todos a que oren con tanto
fervor como sea posible, lo cual significa que todos oran en voz alta, pero también se enseña
a la gente a orar en silencio cuando alguien dirige la oración. En casi todos los servicios hay
siempre quienes hablan en otras lenguas, pero como los miembros han aprendido
intuitivamente a suspender su oración colectiva más o menos al mismo tiempo, si alguien
sigue hablando en lenguas después que termina esta oración colectiva, la persona que
preside el culto no lo reanuda y el resto de la gente permanece de pie o sentada en actitud
reverente. Como regularmente no hay interpretación, pues no es cosa a que se le dé énfasis,
la persona que habla en lenguas se calla después de dos o tres minutos, pero si no lo hace, el
que preside, si cree que ya es tiempo de reanudar el servicio, sonará una campanita colocada
en lugar conveniente del púlpito y como atento recordatorio de que es tiempo de callarse.
Hay iglesias pentecostales que se oponen a esta práctica (Kessler 1967:292-297), pero en la
Iglesia Apostólica de México se cree que esto no es contrario a la "libertad del Espíritu",
pues, según Pablo, "los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas".

El Eterno Dilema
Debe comprenderse que la Iglesia llegó a tales conclusiones sólo después de ardua y
dolorosa experiencia. Cuando tienen lugar las manifestaciones sobrenaturales en la iglesia,
aparecen inmediatamente dos tendencias: Una es la de falsificar la realidad que se ha
manifestado y la otra es la de suprimir todo como procedente del diablo o clasificarlo como
insensatez debida al bajo nivel intelectual de la congregación. Consecuentemente, los guías
de la Iglesia estén atrapados en un dilema. No desean que se les acuse de "apagar el
Espíritu" ni tampoco que se les considere a favor de prácticas insensatas. Por tanto creemos

241
que es correcto el permitir que tales manifestaciones tengan lugar para que la gente las
observe de por sí y las juzgue de acuerdo con las enseñanzas de la Biblia, hasta que se llegue
a un consenso y se logre más fácilmente el orden y la disciplina.
Debe también entenderse que una iglesia pentecostal, si es que ha de escoger entre
las manifestaciones negativas y a veces perjudiciales que a veces se notan en algunos
servicios y el culto que es frío y formal y carente de toda emoción, entonces se inclinará por
la primera alternativa, pues un poco de fuego, no importa cuanto humo tenga, puede
aumentarse hasta hacerse las llamas ardientes del Pentecostés. Los errores y defectos de las
iglesias pentecostales deben verse como retrasos temporales en la lucha por reafirmar y dar
lustre a una de las más importantes doctrinas de la Biblia: La doctrina del Espíritu Santo y la
experiencia personal del bautismo de fuego.

Alivio de Tensiones en las Iglesias Pentecostales


La explicación más común que se da del comportamiento de los pentecostales en sus
cultos es que tales personas estén dando alivio a las tensiones o frustraciones que sufren. Se
ha dicho al autor que la gente que no asiste al cine o al fútbol o el box y que lleva una vida
monótona a causa de la pobreza no tiene otro lugar para aliviar sus tensiones y mostrar sus
emociones aparte del servicio pentecostal. Este es asunto que en mi opinión no ha sido
explicado completa y satisfactoriamente y quizá nunca se le dará una explicación meramente
humana, ya que me parece que no son completamente satisfactorias las explicaciones que se
dan para tal comportamiento. Sin embargo, el autor sí cree que se deben aceptar por
completo las conclusiones a que llegó Kessler (1967:297) después de observar los cultos de
la Iglesia Metodista Pentecostal en Chile:

El movimiento pentecostal creció en Chile en una época en que había


principiado la emigraci6n del campo a las ciudades populosas. Se estaban
gestando tremendas frustraciones en las vidas y mentes de los habitantes más
pobres en estas ciudades. El culto pentecostal les proveyó a estas personas
desprivilegiadas con un método inofensivo para aliviar sus tensiones, pero
debido a que todo tenía lugar en un espacio en que la Palabra de Dios se
predicaba usualmente con fieldad, los extraños acontecimientos fueron en
muchos casos el primer paso hacia algo mejor.

Kelsey, un clérigo episcopal y estudiante de la psicología de Jung, que ha hablado en


lenguas y ha hecho un extenso estudio de este fenómeno, también cree (1964:221) que hay
un alivio emocional para la persona que habla en lenguas y explica esta experiencia en una
forma más positiva y con mayor simpatía:

La mayoría de quienes han tenido la experiencia dan testimonio de la


revitalización de la vida religiosa que sigue a las lenguas. Los servicios y
sacramentos de la iglesia adquieren nuevo significado, La Biblia surge a la vida
y la oración se convierte en viva y real... Uno encuentra que es más fácil
expresar emociones y dar lugar a las mismas en forma creadora...

Esta facultad creadora es lo que debieran buscar todos los que hablan en lenguas, y
especialmente los miembros de las iglesias oficialmente pentecostales. Como se puede ver
en el caso de la Iglesia Apostólica de México, esta actitud creadora y este sentido de orden y

242
compostura en los servicios generalmente requiere un periodo de ajuste, el cual incluye la
aparición de profetas que se nombran de por sí, como "Saulo" y "Silas" en Torreón. Ahora la
Iglesia se enfrenta al peligro de perder el entusiasmo y fervor naturales para quienes buscan
y reciben la experiencia de las nuevas lenguas y de caer en el otro extremo del formalismo.

Las Manifestaciones Extremas de "Humildad"


Cuando "Saulo" y "Silas" exigieron a los miembros de la iglesia de Torreón que se
vistieran con las ropas más baratas y se abstuvieran, por ejemplo, de peinarse, estaban
actuando en una forma común en la historia de muchas iglesias. La mayoría de las Iglesias
Pentecostales tienen reglas estrictas sobre asuntos de vestido y diversiones y sus miembros
varían en el grado de obediencia a tales reglas. Muchas personas las obedecen por
convicción, otros lo hacen porque no desean ofender a sus hermanos, pero muchas veces las
personas llegan a los extremos que se vieron en Torreón entre 1924 y 1925. Se escoge como
prueba de comunión algo que quizá sea ridículo o humillante. Se ha disciplinado, castigado
y excomulgado a hombres que usaban corbatas, pisacorbatas, relojes de muñeca y aun
calcetines y a mujeres que se cortaban o teñían el pelo o usaban anillos, cosméticos y joyas;
a otros, por ver televisión o nadar en la playa. En algunos lugares de México se esperaba que
los hombres apostólicos se saludaran con "ósculo santo" cada vez que se encontraban. En
este último caso es fácil imaginarse el ridículo que sufrían quienes vivían en un país donde
la virilidad se exalta al máximo y donde, hasta el año de 1944, una pareja podía ser multada
por besarse en público.
Aunque estas cosas deben estudiarse más minuciosamente, el autor se atreve a
expresar la opinión de que la gente adopta estas prácticas y costumbres en las iglesias,
primero, porque honradamente creen que estén expresando la humildad que se espera de los
cristianos; segundo, porque tienden a conceder excesiva importancia a las cosas externas, y,
tercero, porque tienen una mentalidad de aislamiento y quizá inconscientemente están
tratando de limitar el numero de personas con quienes tener comunión. También desea el
autor aventurar la hipótesis, que no puede probar por el momento, de que estos periodos de
fanatismo y extremismo son comunes al principio de la mayoría de los movimientos
pentecostales autóctonos (los movimientos fundados por misioneros extranjeros reflejan los
mismos prejuicios y limitaciones de la Iglesia que los envía). Las rígidas normas adoptadas
al principio tienden a limitar el acceso de miembros a la iglesia y aumentan el número de
excomuniones, y si tales periodos se prolongaran esto haría que el movimiento muriera o
permaneciera estacionario, exclusivista, introvertido y separatista. Los movimientos que
crecen necesariamente tienen que modificar su posición. En la Iglesia Apostólica se están
advirtiendo actualmente ciertas prácticas y costumbres que contradicen la posición
tradicional. Se necesitará gran valor para estudiarlas a fondo y determinar si las
prohibiciones que rigieron en el pasado tienen vigencia actual.

Cambio de Pastor y Señales de Esperanza en Torreon


Después de esta prolongada pero necesaria desviación, volvemos a la condición de la
iglesia en Torreón en 1925. Entre este año y el anterior, la iglesia había sufrido los más
severos ataques de fanatismo. Esto se debía, en parte, a la actitud asumida por Aurelio
Rodríguez, el pastor, que no podía encarar la situación a causa de su parcial dedicación al
ministerio, y por otra parte, a la tremenda influencia ejercida por "Saulo" y "Silas", pues
prácticamente habían usurpado el pastorado. Afortunadamente, "Saulo" y "Silas" decidieron
irse a Monterrey y Rodríguez, que para entonces estaba decepcionado e incapacitado para

243
realizar un ministerio efectivo, renunció como pastor de la iglesia y se la entregó a Felipe
Rivas. Posteriormente veremos cómo Rivas y un pequeño de fieles seguidores, que habían
crecido en un ambiente cristiano diferente y que suspiraban por un programa más ordenado
hicieron frente a la situación y eventualmente cambiaron las cosas y encaminaron a la Iglesia
por una senda más estable.

"Aarón" se Convierte
Existe en México un movimiento religioso que frecuentemente se confunde con la
Iglesia apostólica, pues se afirma que procede de ésta. A fin de aclarar el verdadero origen
del citado movimiento, conocido con el nombre de Iglesia la Luz del Mundo, será necesario
dedicar un breve espacio a su historia.
Este movimiento se centró en la personalidad de su fundador y se puede clasificar
como movimiento profeta o mesiánico, pues se creía que el fundador estaba dotado de
poderes especiales y era alabado, obedecido, reverenciado y adulado en un grado que excede
a lo que es común para con los ministros del evangelio. Los miembros del movimiento son
popularmente conocidos como "aaronistas", siguiendo el nombre que adoptó su fundador.
El fundador del movimiento aaronista era conocido como "Aarón" y como "El
Siervo", pero su nombre real era Eusebio Joaquín. Era soldado raso acuartelado en San
Pedro de Las Colonias y en Torreón. En este lugar lo conoció el señor Eusebio Alcalá, que
entonces pertenecía a la iglesia apostólica de Torreón y al escribir estas líneas pastoreaba
una iglesia apostólica en Río Bravo, Tamaulipas. Alcalá visitaba el cuartel donde estaba
Joaquín, pues vendía frutas y otras cosas, y allí le daba a éste testimonio del evangelio. Al
conocer a "Saulo" y "Silas" quedó muy impresionado con ellos y aparentemente allí surgió
el deseo de convertirse en profeta y dirigir su propio grupo.
Fueron "Saulo" y "Silas" quienes bautizaron a Eusebio Joaquín en 1925. Le
cambiaron el nombre a "Abraham" y lo instaron a que predicara el evangelio. Cuando
"Saulo" y "Silas" se trasladaron a Monterrey, Joaquín decidió desertarse del ejército y se
trasladé a Tampico. Como allí no tuvo éxito hizo otro viaje a pie, ahora hasta Guadalajara, y
allí llegó el 12 de diciembre de 1926 (Tuck).

"Aarón" se Bautiza Otra Vez


Cuando "Saulo" y "Silas" estuvieron en Torreón los apostólicos estaban perplejos al
notar que cada vez que los dos profetas celebraban un culto bautismal, no pronunciaban en
voz alta la fórmula bautismal, sino que más bien la susurraban y nadie entendía lo que
decían. Posteriormente se descubrió que hacían tal cosa porque usaban la formula trinitaria
del bautismo y no deseaban que se descubrirá esto entre quienes bautizaban sólo en el
nombre de Jesucristo. "Aarón" descubrió que no estaba bautizado en el nombre de
Jesucristo, pero sólo después de haber llegado a Guadalajara, y esto fue un choque para él,
pues se adhería a la doctrina apostólica sobre el bautismo y los primeros convertidos que
tenía "Aarón" ya estaban bautizados en el nombre de Jesucristo.
Para cuando "Aarón" descubrió esto, el movimiento ya había crecido un poco y
"Aarón" ya ocupaba, en opinión de sus seguidores, una posición superior a la de otros
mortales y como era "El Siervo", no había nadie digno de bautizarlo. "Aarón" resolvió el
problema en forma muy ingeniosa. Haciendo una interpretación literal de Hechos 2:38
("bautícese cada uno"), se bautizó a sí mismo, en esta ocasión en el nombre de Jesucristo. Se
acusa a los "aaronistas" de bautizarse solos después de su primer bautismo si es que han
pecado, pero esto es algo que el autor no ha podido verificar.

244
El autor sí conoce personalmente el caso de un hombre de apellido Mendoza que fue
evangelizado por "aaronistas" en California. Al regresar a México en 1963 fue bautizado en
la Cuarta Iglesia Apostólica por el pastor Gilberto Jiménez. Sin embargo, tan pronto como
localizó la iglesia "aaronista", se fue con ellos y se le bautizó otra vez. Después de esto
cometió serio pecado y cuando se arrepintió y regresó a la iglesia "aaronista" se bautizó otra
vez. Afirmaba que ahora pertenecía a una categoría espiritual superior porque había logrado
sobreponerse a sus pecados y se le había bautizado de nuevo.

Crecimiento del Movimiento "Aaronista"


El movimiento "aaronista" ha crecido notablemente y según Jim Tuck (1969) tienen
iglesias en México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Colombia y cuatro
ciudades de los Estados Unidos: Los Angeles, Houston, San Antonio y Hondo, Texas.
"Aarón" era hombre de gran habilidad e hizo varias cosas que realzaron su autoridad y al
mismo tiempo permitieron que creciera el movimiento. Ayudó a sus seguidores a que
elevaran su standard de vida. Muchos de ellos se hicieron comerciantes ambulantes, con
libertad para ir de un lugar a otro vendiendo y comprando mercancías. Esto les da gran
movilidad y de esa manera han establecido nuevas iglesias. El movimiento concede mucha
importancia al alfabetismo, de modo que prácticamente todos sus miembros saben leer y
escribir. Además, "Aarón" pudo ganarse muchas personas de entre las clases más bajas en
Guadalajara y en 1936, después de laborar en una de las colonias más pobres de Guadalajara
"Aarón" compró 10 hectáreas de terreno en las afueras de Guadalajara, donde estableció una
colonia llamada "Hermosa Provincia" y construyó un gran tabernáculo. Todos los negocios
de la colonia pertenecen a miembros de la iglesia. Esto le dio a "Aarón" gran influencia con
el gobierno y permitió que consiguiera servicios como alcantarillado y agua para la colonia y
sus seguidores elevaron su condición material.
En tercer lugar, "Aarón" se rodeó de una mística que hace falta en otros líderes
religiosos. Su iglesia en Guadalajara se convirtió en centro del movimiento, pues el único
lugar donde los miembros de cualquier país pueden tornar la Cena del Señor es precisamente
en el templo de la "Hermosa Provincia", que se celebra cada año en el cumpleaños de
"Aarón", en el mes de agosto. Ir a Guadalajara a tomar la Cena del Señor y conocer a
"Aarón" se convirtió en la mayor aspiración de los "aaronistas". También hizo rico a
"Aarón", pues se esperaba que cada miembro de la Iglesia le llevara un obsequio. La
costumbre es seguida en parte por José María González, que dirige el movimiento El Buen
Pastor, grupo separatista que también está creciendo mucho. En la Iglesia El Buen Pastor la
Cena del Señor se celebra cada año, pero no en agosto, sino el 14 de abril, pues estas
personas creen que en ese día murió Cristo en la cruz.
La iglesia matriz de los "aaronistas" en Guadalajara es el templo evangélico más
grande y suntuoso de México. Tiene un santuario de aproximadamente 3000 metros
cuadrados y se calcula que tan sólo su piso de mármol cuesta 3 millones de pesos. Cuando
"Aarón" murió en 1965 se le sepultó en una tumba frente al templo de Guadalajara. Hay allí
un bello jardín y un museo que frecuentemente se ven llenos de fieles procedentes de
muchas partes.

LA Base del Liderato de "Aarón"


Como se ha dicho antes, "Aarón" era hombre de habilidad excepcional y pudo
movilizar a su gente de modo que viajaran y mejoraran su standard de vida. Indudablemente
que dio a sus seguidores la base para el mejoramiento material, especialmente en

245
Guadalajara, donde los colonos de la "Hermosa Provincia" se han elevado económicamente
y al mismo tiempo han contribuido al crecimiento y bienestar material de la Iglesia. Aparte
de ello, "Aarón" pudo contar con la lealtad absoluta de su gente y era prácticamente adorado
por ellos, pues su palabra era ley. Era la única autoridad y tenía poder para decidir todas las
cuestiones que le presentara su gente.
La gente encontró en "Aarón" un hombre a quien consideraban superior a cualquier
otro mortal, la fuente de sabiduría, su inspiración. Estaban por tanto dispuestos a componerle
himnos que lo alababan y a hacer largas y costosas peregrinaciones para conocerlo
personalmente. La gente que lo seguía venía de las masas y, especialmente en Guadalajara,
procedían de los más bajos estratos sociales que antes acostumbraban arrodillarse cada vez
que un sacerdote católico pasaba en frente de ellos y que habían visto el esplendor y
grandeza de los obispos y arzobispos de la iglesia católica, aparte de que sabían también
hacer peregrinaciones a los santuarios famosos de la región. No había razón para que no
pudieran tratar al "Siervo" con el temor y respeto que antes les habían mostrado a los
prelados católicos.
Jim Tuck (1969), periodista norteamericano que hizo un estudio del movimiento
"aaronista", ha observado lo anterior y dice:

Aunque algunos miembros de la secta quizá resientan la comparación, hay una


definitiva semejanza entre la organización de La Luz del Mundo y el catolicismo
mundial, siendo la "Hermosa Provincia" la "Ciudad Vaticana" del grupo,
Guadalajara la "Roma" y una red de iglesias de La Luz del Mundo en países
extranjeros.

Aarón nunca impidió que se le rindiera el homenaje debido a un semidiós, así que
unos con otros competían por alabar y adular al "Siervo". Cuando "Aarón" visitaba una
iglesia, se le recibía en la puerta del templo por un grupo de "vírgenes", todas vestidas de
blanco (de nuevo la semejanza con el catolicismo). Una de ellas le daba la bienvenida
usando palabras escogidas y rebuscadas y después de besarlo en ambas mejillas lo
escoltaban ella y las otras "vírgenes" hasta la plataforma. Mientras caminaba "Aarón" por el
pasillo se le cubría de confeti y pétalos de rosas y algunos derramaban perfumes en el piso.
Otros gritaban "¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!" y cosas
semejantes. Invariablemente se cantaban varios himnos alabando al gran "Siervo". El
hinnario del movimiento tiene muchos himnos de este tipo. "Aarón" generalmente decía sólo
unas pocas palabras, pues esto sin duda aumentaba la mística que lo rodeaba.
Falta por ver cuál será el resultado ahora que "Aarón" está muerto. Su hermano
Julián le sucedió en el puesto y hay rumores de disensión en la Iglesia. Sin embargo, hay
pocas señales de que el movimiento haya perdido su ímpetu y en la Cena del Señor
celebrada en Guadalajara en agosto de 1968 las multitudes eran tan grandes como de
costumbre y asistieron personas de lugares tan lejanos como Costa Rica.
El estudio de este movimiento y de El Buen Pastor es algo que debe hacerse
cuidadosa y meticulosamente, pues revelará detalles sobre la formación de dos Iglesias que
no son muy bien conocidas pero que tienen interesantes lecciones que revelar. Lo que aquí
se asienta es sólo una pequeña porción de todo lo que se tiene que saber de los "aaronistas".
Como dato final debe agregarse que de acuerdo con José Ortega Aguilar, que fue
Secretario General de la Iglesia Apostólica en México desde 1932 hasta 1958, "Aarón" se
puso en contacto con la Iglesia Apostólica en 1932 con la idea de unir a los dos

246
movimientos, pero para entonces los "aaronistas" les parecían tan diferentes a los
apostólicos (y viceversa) que éstos pensaron que era imposible la unión. Los apostólicos
demandaban que "Aarón dejara su lugar como jefe del movimiento y esto era un precio que
"Aarón" no estaba dispuesto a pagar. Desafortunadamente desde entonces ha habido una
falta completa de contacto los dos movimientos y en algunos lugares se observa cierto
antagonismo. Si un apostólico desea ingresar a la Luz del Mundo tiene que bautizarse otra
vez, pero los apostólicos no rebautizan a los "aaronistas" que se les adhieren.
En los próximos capítulos volveremos con Rivas y su grupo, pero antes deberemos
prestar atención a otros eventos que tenían lugar en otras partes del país.

BAJA CALIFORNIA: 1922


Baja California es una larga faja de tierra que se extiende come lengua desde la
frontera con los Estados Unidos en California hasta el Cabo de San Lucas. Con la excepción
de unos pocos pueblos adormecidos y un racimo de ciudades en la frontera México –
Estados Unidos, es todo desierto. El extremo sur está a sólo 120 kilómetros de tierra firme,
cerca de Mazatlán, y La Paz, capital del territorio sur, está más cerca de la ciudad de México
que de Tijuana. No obstante, hasta hace sólo pocos años todos pensaban que Baja California
era tierra muy distante y sus habitantes se sentían deprimentemente aislados. Los que vivían
en ciudades fronterizas como Mexicali, Tecate y Tijuana se sentían más estrechamente
identificados con Estados Unidos que con México. El que deseara ir del centro del país a
Baja California tenía que cruzar primero por Estados Unidos.
En el año de 1942 Baja California comenzó a acercarse más al resto de México.
Como muchos no tenían la visa que se requería para irse por Nogales, comenzaron a cruzar
el desierto de Sonora. Al bajarse del tren en Santana, que de la noche a la mañana creció y
contó con hoteles y restaurantes nuevos, el pasajero abordaba un autobús destartalado e
incómodo y después de 24 horas en que no se veían más que arenas y cactos, llegaba a
Puerto Peñasco. Allí esperaba la partida del tren para Mexicali, que no tenía carros de
pasajeros, sino carros de carga en que se habían improvisado bancas de madera. Se llevaba
un día entero llegar de Puerto Peñasco a Mexicali y casi otro tanto para llegar desde este
último lugar hasta Tijuana.
Las cosas empezaron a cambiar después. Mexicali quedó unido a México desde antes
de 1940, lo mismo sucedió con Tijuana en 1946. El ferrocarril quedó completado un año
después y poco a poco ya no hubo necesidad de detenerse en Puerto Peñasco. Para 1953 se
había construido una carretera desde Santana hasta Tijuana y autobuses y automóviles
comenzaron a rodar por ella.
Baja California seguía siendo desierto pero su población comenzó a aumentar. La
"colonización" se convirtió en terna del día. El gobierno facilitó a la gente las tierras y
crédito para que cultivaran algodón en el Valle de Mexicali. Llegaron en montones las
gentes de todo México, especialmente de Guanajuato, Michoacán y Jalisco, donde vivían los
católicos más fanáticos y conservadores. Otros se fueron a Tijuana a vender curiosidades,
alimentos, bebidas, diversiones y drogas especialmente para los millares de marineros
estacionados en San Diego y los soldados y marines de las bases militares en el sur de
California. Todos llegaban con esperanzas de emigrar a los Estados Unidos, pero muchos se
quedaron en Baja California. Tijuana era una quieta ciudad de 16.468 habitantes en 1940
pero para 1960 ya tenía 152.374 gentes y para 1966 había llegado al cuarto de millón.
Mexicali aumentó de 18.775 habitantes en 1940 a 174.540 en 1960 y 290.000 en 1966.
La Iglesia Apostólica también creció con Baja California. En 1942 había iglesias sólo

247
en Mexicali, Colonia Zaragoza, Tecate y Tijuana, más otras pequeñas misiones, pero para
1968 Baja California era el distrito apostólico que ocupaba el segundo lugar en México con
56 iglesias, 12 campos de predicación, 305 ministros y un total de 2.115 comulgantes.

La Iglesia en Mexicali y Colonia Zaragoza


Un capitulo posterior se dedicará a contar el desarrollo de la Iglesia Apostólica en los
Estados Unidos y allí se entenderá su relación con la obra de Baja California, pero ahora
sólo diremos que en 1922 se estableció una iglesia apostólica en el hogar del señor Luis
Herrera y su familia en la Calle Cuarta de Calexico, California, al otro lado de Mexicali.
Antonio C. Nava y Ramón Ocampo, los hombres que establecieron la iglesia en
Calexico (Asamblea Apostólica 1966:9) comenzaron a tener contactos y a celebrar cultos en
los hogares de personas que vivían tanto en Mexicali corno en Colonia Zaragoza, que está
como a 17 kilómetros al poniente de Mexicali. Después de un tiempo empezaron a llegar a
la iglesia familias enteras, como los Picón, Quezada, Gutiérrez, Portela, Chacón, Ceniceros y
Galván. Estas familias preferían congregarse en Calexico y por algún tiempo ésta fue la
iglesia apostólica más grande en California.
La razón para que la gente de Mexicali y Colonia Zaragoza prefiriera asistir a los
servicios en Calexico era que no se sentían con libertad de construir templos en el lado
mexicano. Aunque para ese tiempo la lucha de la Revolución Mexicana había disminuido, la
guerra no había acabado realmente y ahora los jefes revolucionarios no sólo estaban
peleando unos con otros (Parkes 1960:379-380), sino que al mismo tiempo el gobierno
estaba en agudo conflicto con la iglesia católica, lo cual resultó finalmente en la Guerra de
los Cristeros (Báez-Carnargo 1935:74-83), que fue el último intento armado de la iglesia
católica por derrocar al gobierno. Era casi imposible en aquel tiempo conseguir permiso del
gobierno federal para construir iglesias y por ello la gente de Mexicali y Colonia Zaragoza
prefirió por un tiempo congregarse en Calexico. Sin embargo, un hombre llamado Jesús
Navarro fue designado por Nava en 1923 para encargarse de los miembros que vivían en
Mexicali y en 1926 Colonia Zaragoza se convirtió en iglesia separada y construyeron su
templo, que con ello resulta ser el más antiguo de los templos apostólicos del país. La gente
de Colonia Zaragoza vivía en el campo, lejos de la ciudad, y nadie se molestaba porque
construyeran su iglesia. De hecho, no fue sino hasta 1943 que se consiguió permiso del
gobierno federal para construir una iglesia en Mexicali, la que fue dedicada el 2 de abril de
1944. En 1968 Mexicali tenía 7 iglesias apostólicas y cuando menos 20 más en un radio de
50 kilómetros alrededor.

La Iglesia en Tijuana
Jesús C. Arballo renunció en 1926 al pastorado de la iglesia apostólica en Otay,
California a fin de abrir un campo en Tijuana, que esté al lado mexicano. Se tenían cultos en
los hogares particulares y posteriormente cruzaron la frontera para predicar en Tijuana
hombres coma Pedro Banderas, Bautista Castro y otros, pero los primeros convertidos eran
muy pocos y muy pobres.

La Iglesia de Baja California Gobernada desde Estados Unidos


Las iglesias en Baja California fueron parte de la Asamblea Apostólica de los
Estados Unidos desde su fundación hasta el año de 1932. Los ministros eran ordenados en
Estados Unidos. En 1933 Felipe Rivas fue reconocido como "Pastor General" de todas las
iglesias apostólicas en México, poro no fue sino hasta 1937 que Rivas hizo su primera visita

248
a Baja California y estableció contacto efectivo con las iglesias de allí. Por primera vez en
1938 un ministro de Baja California asistió a una convención general en Torreón y la
primera convención en Baja California se celebró en Tijuana en 1943.
Las iglesias de Baja California crecieron muy lentamente al principio. No se
construyó ningún templo entre 1926 y 1943, pero después de este último año se
establecieron nuevas congregaciones, cono se explicará más adelante.

SINALOA Y OTROS ESTADOS


El Noroeste de México
El Noroeste de México se compone de la parte occidental del estado de Jalisco, todo
Nayarit, Sinaloa y Sonora. Baja California podía también ser incluida, pero generalmente
uno piensa que es una parte diferente del país. Por muchos años la zona fue conocida como
Territorio de Occidente. Sinaloa y Sonora se convirtieron en estados desde 1830 pero en
realidad eran gobernados por hombres seleccionados por el Presidente de México. Cline
(1962:53-56) ha hecho una diferente división geográfica de México e incluye a Jalisco y
Nayarit entre los estados del Noroeste y a Sinaloa y Sonora entre los del Norte, pero los
mexicanos generalmente llaman Noroeste a los estados mencionados.
Si se dibuja un mapa en que se señalen las órdenes religiosas que se extendieron
después de la Conquista, se verá que la mayoría de ellas estén situadas en el centro de
México y que gradualmente principian a disminuir en número y se vuelven más escasas en
el Noroeste. Así llegamos a comprender un hecho básico en la historia de México: las
órdenes religiosas siguieron el patrón establecido por el gobierno colonial y fundaron
misiones casi exclusivamente en los lugares donde los españoles tenían control absoluto. En
el resto del país, y especialmente en el Noroeste, el gobierno español nunca ganó el control
absoluto y consecuentemente la iglesia católica no estableció muchas misiones. Entre
Guadalajara y Nogales sólo permanecen unas pocas misiones en ruinas como monumento de
los primeros esfuerzos católicos.

Sinaloa: 1925
El estado de Sinaloa está en la costa occidental de México y se distingue de los otros
estados del país en varios aspectos. En primer lugar, la mayoría de sus habitantes, aunque
nominalmente católicos, en realidad nunca tuvieron antes oportunidad de practicar
correctamente su religión, pues no había iglesias ni sacerdotes suficientes, excepto en unas
pocas ciudades. En segundo lugar, aunque es un rico estado agrícola, nunca tuvo muchas
grandes haciendas ni se explotó a la gente tan duro como en otros lugares. Esto hizo que la
gente se bastara más de por sí y tuviera mayor iniciativa.
También se puede añadir que Sinaloa ha tenido una menor proporción de indios que
otros estados. Los mayos poblaron el estado pero ya en 1935 constituían entre el 1 al 20 por
ciento de la población en sólo dos de los 16 municipios del estado (Báez-Camargo y Grubb
1935:100) y en el resto del estado eran tan pocos que su número resultaba negligible.
Uno de los más importantes factores que tienen que ver con la diseminación del
evangelio en Sinaloa es su proximidad a los Estados Unidos. Nogales, Arizona, la ciudad
norteamericana más próxima, está a unos 800 kilómetros de Sinaloa. Hasta 1940 era más
fácil ir a Nogales que a la ciudad de México y aun a Guadalajara. La mayoría de los
productos agrícolas eran, y aun son, vendidos en Estados Unidos y esto significa que ha
habido un continuo ir y venir de gente de Sinaloa a los Estados Unidos. Allí tenían contacto
con una cultura protestante, algunos se convertían al evangelio y otros regresaban más

249
favorablemente inclinados hacia otras religiones.

Las Primeras Iglesias Protestantes en Sinaloa


La Iglesia Apostólica se estableció en Sinaloa en 1925 pero esto no significa que fue
la primera iglesia protestante en el estado. Lo que es ahora la Iglesia Congregacional de
Mazatlán ya existía en 1888 como iglesia metodista. Culiacán, capital del estado tiene una
iglesia bautista desde 1917. Los adventistas del séptima día han estado en Sinaloa cuando
menos 40 años, pero sólo en los últimos 15 años han principiado a crecer. Los metodistas
libres comenzaron a predicar en El Ebano cuando menos en 1933 pero no han crecido. En
los últimos 25 años se han establecido los luteranos, la Iglesia de Dios (Evangelio
Completo) y las Asambleas de Dios. Los "aaronistas" y El Buen Pastor también están
laborando en Sinaloa.

La Iglesia Congregacional
El estado de Sinaloa fue parte del territorio asignado a la Iglesia Cristiana
Congregacional en obediencia al acuerdo de división territorial conocido como Plan de
Cincinatti de 1917. De hecho, el territorio que llamamos Noroeste de México es
exactamente la parte que le tocó a la Iglesia Congregacional, que a su vez tuvo que entregar
su obra de Chihuahua a los metodistas. Desafortunadamente, la Iglesia Congregacional no
ha podido crecer. De acuerdo con el World Christian Handbook, edición 1968, la Iglesia
citada tenía ese año en México 13 lugares de reunión, 478 comulgantes, una comunidad de
1516 personas y 8 ministros ordenados de tiempo completo. Esto significa que la Iglesia
Congregacional ha ido en descenso, tanto en membresía como en iglesias y campos de
predicación. Según la revista Missionary Herald (Vol. XCVII, No. VII, julio 1901), había en
ese año una pujante iglesia congregacional en El Fuerte, Sinaloa y la obra se extendía hasta
Batopilas. El misionero, Mr. Jamieson, envía un informe lleno de optimismo y reporta que
"visité todos los diferentes puntos" de predicación. Nada de esa obra sigue en pie. Según la
revista Missionary Review of the World (Vol. XXV, No. 3, Pág. 218) la Iglesia
Congregacional tenía en 1912: 15 misioneros, 6 ministros nativos ordenados, 23 obreros
más (incluyendo mujeres), 4 iglesias, 53 campos de predicación, 1.540 comulgantes y 5.965
miembros en su comunidad.
Esto significa que en 56 años de trabajo en México (1912-1968) la Iglesia Cristiana
Congregacional perdió 962 miembros en plena comunión y 4.449 miembros de su
comunidad que podían haber sido evangelizados y bautizados. En contraste, la Iglesia
Apostólica, que llegó a Sinaloa como 37 años después, tenía tan sólo en ese estado en 1968:
2.873 comulgantes, 71 pastores y 161 obreros más. Se puede ver que el Plan de Cincinatti,
por lo que respecta a la Iglesia Congregacional, fue un fracaso, porque no hay razón para
creer que los apostólicos dispusieran de mayores recursos. Por el contrario, nunca recibieron
subsidio extranjero ni tuvieron la ayuda de misioneros e instituciones como el Colegio del
Pacífico en Mazatlán.
El Dr. Donald McGavran (1963:45) menciona algunas de las razones que se aducen
para el fracaso del Plan de Cincinatti y luego procede a explicar cómo fue que las iglesias
que encontraron resistencia al evangelio se redujeron a trabajar en iglesias aisladas,
siguiendo el concepto de la "estación misionera", tan popular en África, lo cual es
aparentemente el curso que siguió la Iglesia Congregacional en el Noroeste. El autor no ha
podido discutir este asunto con los congregacionales y algunas de sus cartas no han recibido
respuesta, pero concuerda con el análisis de McGavran y piensa que se aplica a la Iglesia

250
Congregacional. Jalisco, que era parte de su campo, fue hasta hace poco una de las áreas
más resistentes al evangelio. ¿Porqué siguieron allí los congregacionales y abandonaron El
Fuerte, Batopilas y otros lugares en Sinaloa que correctamente describe McGavran como
"favorables al evangelio"? Nadie sabe la respuesta, pero indudablemente que los
congregacionales perdieron la oportunidad de crecer y quizá no puedan en el futuro
inmediato ni siquiera recuperar sus pérdidas.
Posteriormente se explicará cómo fue que otras iglesias en Sinaloa no establecieron
congregaciones, pues aparentemente se contentaron con predicar sin pedir a la gente que se
consagrara personalmente al evangelio. En mi opinión esto fue parte del error de los
congregacionales. Yo asistía con mis padres a la iglesia congregacional de Los Mochis en
1938 y fui presidente de la sociedad infantil. El pastor de la iglesia, don Eutiquio Godoy, era
un predicador incansable y muchos años antes que hubiera Iglesia Apostólica predicaba en
la casa de mi abuelo en Guamúchil y se le conocía y respetaba en toda la región, pero
aunque predicaba con cierta regularidad en varios lugares y la gente lo oía con interés,
aparentemente nunca se le ocurrió que aquellas gentes podían ser bautizadas y organizadas
en iglesias, aunque conforme al sistema congregacional esto es relativamente fácil dada la
autonomía de cada grupo local. Godoy, el predicador alto y enjuto, que más bien parecía
extranjero que mexicano, merece mucho crédito por haber evangelizado a algunas de las
personas que posteriormente se hicieron apostólicas.

El Hombre Humilde que Regresó a su Tierra


Tiburcio Santos era un trabajador del campo que se convirtió en la iglesia apostólica
de Westmorland, California el 29 de enero de 1924. Westmorland tenía entonces una
floreciente iglesia en la que muchos sintieron el llamamiento a predicar. Santos fue uno de
ellos e inmediatamente que se convirtió fue puesto a predicar por Miguel García, que allí se
había establecido después de laborar en México. Santos sintió el deseo de volver a su tierra y
predicar el evangelio y esto les pareció buena idea a García y a Antonio C. Nava, que
entonces era el pastor en Calexico. El 2 de julio de 1925 Santos partió para México y poco
después llegó a Barornena, su pueblo natal, que está al pie de la sierra, como a 50 kilómetros
al norte de Guamúchil, que es la estación de ferrocarril más cercana.
Santos, tenía sólo 45 días en Baromena cuando efectuó sus primeros bautismos. Dos
de sus hermanas, Juliana y Ascensión, los hermanos Juan y Francisco Aguilar y la señora
Virginia Alvarez fueron las primeras cinco personas bautizadas en el nombre de Jesucristo
en Sinaloa, el 20 de agosto de 1925. La misma noche la señora Alvarez tuvo la experiencia
del bautismo del Espíritu Santo y habló en nuevas lenguas. El nuevo grupo de convertidos
inmediatamente fue puesto a trabajar por Santos. Los organizó en equipo de evangelización
y fueron a los diferentes pueblos que rodean a Barornena. Esto significa que tenían que
caminar a pie, pues no había otro medio de transporte. Si acaso iban a caballo, estos
animales tenían primero que ser especialmente adiestrados para andar por escarpadas
veredas. Un lugar llamado Guyarina tenía la gente que más respondió al evangelio y al poco
tiempo Santos ya se había ganado a varias familias, de las cuales sumergió a doce en las
aguas durante su primer servicio bautismal. Algunas de ellas eran parientes de los hermanos
en Baromena.
Mientras tanto, había llegado a Verdura, estación del ferrocarril que ahora se llama
León Fonseca, un hombre que se había convertido en Baja California. Se llamaba Antonio
Arias y tan pronto como se estableció comenzó a testificarles a sus vecinos y ha hacerles
cultos. Arias era un laico y no se consideraba con autoridad para bautizar, pero tan pronto

251
como supo que Santos estaba en Barornena se puso en contacto con él y Santos fue a
Verdura y bautizó algunas personas. Luego Santos nombró diácono a Arias y lo dejó
encargado del grupo en Verdura. Arias falleció en 1932. En Baromena Santos comenzó a
recibir la ayuda de algunos diáconos, como Ramón Saiz, Palemón Bojórquez y Juan Pérez,
que no sólo le ayudaban a predicar en Baromena sino que también dejaban a Santos en
libertad para visitar la iglesia en Verdura y otros lugares donde ahora había gente convertida,
como La Pichiguila, Flor de Canela y Bamoa.
En Los Mochis había, y todavía existe, un ingencio azucarero que en su tiempo fue el
segundo del mundo. Cuando se llegaba la zafra iban a Los Mochis gentes procedentes de
muchas partes del estado. La gente de Barornena, incluyendo a los nuevos cristianos,
también acostumbraban ir a Los Mochis a trabajar en los campos de caña; así que por ese
medio tuvieron oportunidad de ganarse nuevos adeptos.
Al mismo tiempo regresaban a México otras familias apostólicas que venían huyendo
de la depresión económica que en aquellos años afectaba a los Estados Unidos. Reyes
Ruelas, convertido en Indio, California, regresó a Choix, en el norte de Sinaloa, y comenzó a
predicar. En Charay, que está entre Los Mochis y San Blas, se estableció Sebastián Galaviz
con su numerosa familia de músicos y también fundó una iglesia. Otro hombre, Gil
Valencia, regresó a Ocoroni, su pueblo natal, cerca de Estación Naranjo y también fundó
varias obras. A Verdura llegó el que parecía ser más capaz de todos, Macario Martínez, de
atractiva personalidad y lleno de fuego. Cada uno de estos hombres se lanzó al trabajo de
evangelización tan pronto como llegaba a su tierra y para 1932 había una pequeña cadena de
iglesias, cuando menos ocho de ellas, desde Verdura hasta el norte del estado. Lo mismo
estaba sucediendo en otras partes del país. Se puede mencionar a Guadalupe García, que
también regresó de Estados Unidos a Durango y realizó excelente obra allí; Cayetano Torres
y Agustín Cerros, que trabajaron en las iglesias de Torreón y sus alrededores, así como
Lorenzo Varela, que en Guadalajara había sido congregacional y en Estados Unidos se hizo
apostólico. Al regresar a Guadalajara se unió con el señor Merced Huerta, también
convertido en Estados Unidos y juntos fundaron la iglesia apostólica de Guadalajara.
El más pintoresco de todos los que regresaron fue Ignacio Mariscal, popularmente
conocido como "el hermano Nachito". Una hermana apostólica, de apellido García, que
vivía en un campo cerca de Calexico, le dijo una madrugada a su marido que había soñado a
un joven que llegaba a la casa a pedirle agua y que ella le decía: "Joven, le voy a dar un vaso
de agua, pero también le voy a dar un agua que le quitará para siempre la sed" y que a
continuación le hablaba de Cristo. El marido se fue a trabajar y como a las 9 de la mañana
llegó Mariscal a pedirle agua a la señora, quien procedió tal como lo había soñado. Mariscal
se bautizó a los 15 días. Esto fue en 1925.
Mariscal regresó a Sinaloa y se distinguió por el trabajo de evangelización que hizo
en las partes más abruptas de la Sierra Madre Occidental. Desde Culiacán hasta Guadalupe I.
Calvo, Chihuahua estableció una cadena de iglesias. Sólo se podía caminar a pie. Mariscal
sufrió hambres, persecuciones, azotes, cárceles. En un lugar le pusieron una soga al cuello y
ya estaban a punto de colgarlo cuando uno de los mismos enemigos del evangelio consiguió
su libertad. Al momento de escribir estas líneas Mariscal es un anciano casi doblegado por el
peso de los años pero no deja de trabajar por Cristo.

Otras Conversiones
Don Miguel Gaxiola Montoya, abuelo del autor, nació en Santa Rosa, Sinaloa en
1854 y fue conocido como padre muy prolífico, pues se casó 3 veces y engendró 41 hijos.

252
En 1908 se convirtió en la iglesia metodista de Cananea, Sonora su hijo Crecencio, que era
de los mayores, y junto con su esposa regresó inmediatamente a Guamúchil con la esperanza
de convertir a sus padres y hermanos. Celebró cultos en Guamúchil, a los cuales asistían
personas de la parte ahora conocida como Guamúchil Viejo. Don Miguel tenía muchos
familiares en la región, pues los Gaxiola son una familia muy numerosa que ha estado en
Sinaloa desde 1752, y junto con su hijo Crecencio los visitó y les obsequió biblias y
testamentos que Crecencio había traído en gran cantidad.
Crecencio no se quedó mucho tiempo en Guamúchil. Se contentó con saber que su
padre y hermanos amaban la Biblia, pero no insistió en que hicieran profesión de fe ni trató
de formar una iglesia. Luego en 1908 la "Punta de Fierro" (ferrocarril) llegó a Guamúchil y
algunos de los norteamericanos que dirigían el trabajo comenzaron a celebrar cultos en sus
carpas. Cuando supieron que Don Miguel creía en la Biblia lo invitaron a sus servicios y le
facilitaron biblias y otra literatura cristiana que Don Miguel distribuyó no sólo en
Guamúchil sino también en los pueblos aledaños. Uno de los libros que repartían se llamaba
"La Cartilla Sagrada" y la madre del autor, que entonces era una niña, guardó uno de ellos y
ansiosamente lo leyó tan pronto como aprendió a hacerlo en la escuela.
Don Miguel nunca se consideró predicador, pero todos sabían que era protestante,
aunque no pertenecía a ninguna iglesia en particular y por deferencia a su esposa bautizaba a
los hijos en la iglesia católica. Los pocos ministros que ocasionalmente pasaban por
Guamúchil siempre paraban en su casa y hacían servicios. Don Miguel mismo se sintió
inspirado en 1918 a hacer una visita a varios pueblos, como El Salitre, La Unión, Santa Rita,
La Víbora y otros, donde juntaba a la gente y les predicaba. La madre del autor leía la Biblia
en voz alta y don Miguel se las explicaba. También oraba por la gente.
Un adventista del séptimo día, de Nogales, Arizona, de apellido Moone, visitó
Guamúchil en 1922 y organizó una escuela sabática en la casa de los Gaxiola, la cual
funcionó por un tiempo después que Moone regresó a su país. Por un tiempo los Gaxiola
guardaron el sábado y se abstuvieron de café y cerdo. Otro hombre de apellido Navarrete
estuvo con ellos algunos meses en 1914, y en 1926, Moisés Clavel, otro ministro adventista,
les predicó por un tiempo. Lo sorprendente es que nunca se les organizó en iglesia ni se les
invitó a que se bautizaran, porque es seguro que habrían hecho ambas cosas si se les hubiera
pedido, como lo probaron al tener contacto con los apostólicos.
Los padres del autor, Felipe Gaxiola y Marciana Gaxiola de Gaxiola, se fueron a
vivir de Guamúchil a Guasave, 40 kilómetros al noroeste, en 1931. Allí les visitaba
Navarrete, ministro cuya denominación se desconoce, pero que pronto se fue, ya que no
había respuesta de la gente. Guasave es un pueblo muy antiguo y en aquel tiempo había
varias haciendas con muchos indios. Guasave tenía una de las pocas iglesias católicas de la
región y hay la leyenda de que la iglesia fue construida por deseo expreso de la virgen. Unas
personas del norte de Sinaloa habían ido a Guadalajara a comprar una estatua de la virgen.
De regreso venían a caballo y se afirma que al llegar a Guasave con la virgen se detuvieron
una noche y al día siguiente no la pudieron levantar del suelo. Entendieron entonces que la
virgen deseaba "quedarse allí" y se le construyó una iglesia. Guasave se convirtió en centro
de peregrinación y su gente siempre ha sido resistente al evangelio. Fue hasta 1941 que se
fundó una iglesia apostólica en Guasave, después de mucha persecución.
Los padres del autor fueron visitados en Guasave por Segismundo Saiz, evangelista
que se había convertido en la iglesia apostólica de Baromena. También les predicó en la casa
que después tuvieron en una hacienda llamada La Bebelama y como estaban a punto de
mudarse a Verdura, le prometieron a Saiz que asistirían a los servicios en ese pueblo. Los

253
Gaxiola llegaron a Verdura a principios de 1932, empezaron a vivir en una casa que le
compraron en 10 pesos a uno de los hermanos apostólicos, y en agosto de 1932 fueron
bautizados por el pastor Tiburcio Santos. A diferencia de los otros evangélicos, los
apostólicos sí esperaban una respuesta inmediata de quien oía el evangelio, consideraban
que su tarea consistía en plantar iglesias y así cosecharon lo que otros habían sembrado con
gran dedicación pero con poca esperanza.
Tan pronto como se bautizaron, don Felipe y su esposa les escribieron a los
familiares en Guamúchil y El Salitre, que está a una hora de viaje en ferrocarril. Poco
después don Felipe llevó al evangelista Macario Martínez a Guamúchil. Se hicieron cultos
allí y en otros lugares de la región de Angostura, donde antes habían predicado otros
evangélicos, y el día de Navidad de 1932 varios hijos de don Miguel fueron bautizados y a
los pocos meses la mayor parte de la familia Gaxiola había hecho lo mismo. El tamaño de la
familia, sus modestos recursos económicos puestos al servicio de la causa y sus contactos en
la región sirvieron mucho para el extendimiento de la Iglesia.
Dado que es el propósito de este capítulo explicar sólo la forma en que antiguos
emigrantes regresaron de los Estados Unidos a México y establecieron las primeras iglesias,
debemos dejar de hablar de las otras cosas que pasaron en Sinaloa y trasladarnos a otro
estado, también en el Noroeste del país.

NAYARIT: 1932
De California a Nayarit
Francisco Avalos, que a la hora de escribir esto todavía pastorea la iglesia apostólica
en Santiago Ixcuintla, Nayarit, nació en Soyatlán, Jalisco en 1902. Se casó con Esther
Valenzuela y poco después de su boda emigró a los Estados Unidos, llevándose a su
hermano José. Avalos era campesino en México y al llegar a Estados Unidos trabajó por
varios años en los campos agrícolas de California. Tuvo su primer contacto con los
apostólicos en Oceanside, California pero fue bautizado en una zona de Los Angeles que
entonces se conocía como Jimtown y que ahora es parte de West Whittier. Esto sucedió en
1928. De Juntam Avalos se cambió a Fresno y luego a Brawley, donde sintió el deseo de
regresar a México a ver sí se podía ganar a sus parientes.
Avalos regresó a México en diciembre de 1932. Tenía consigo a su esposa, su
hermano José, que nos ha dado casi todos estos datos, y tres hijos: Benito, Esther y Dalila,
que habían nacido en California. No regresó a su pueblo natal sino al estado de Nayarit,
donde vivían sus hermanos. Avalos primero estuvo en Coamiles, pequeño ejido en la parte
norte del estado, cerca de la costa y luego se mudó a Yago, pequeña estación ferrocarrilera
entre Ruiz y Tepic.
Avalos no perdió tiempo y tan pronto como llegó a Nayarit comenzó a testificar de
su nueva fe. Sin embargo, como Nayarit está contiguo a Jalisco y su gente tendía entonces a
ser tan intolerante con los protestantes como los de este estado, Avalos no pudo quedarse
mucho tiempo en Coamiles, pues empezó a sufrir persecución. El sacerdote católico que
visitaba Coamiles aconsejó a la gente que mataran a Avalos, pero no lo lograron aunque lo
amenazaron varias veces. Lo que hicieron fue tratar de secuestrar a su hermana Ángela, que
una noche dormía en su casa. Despertó cuando unos hombres trataban de hacer un agujero
por la barda de adobe. Avalos entendió que tenía que cambiar de residencia y se fue a Yago,
a donde lo visitaban los que en Coamiles se interesaban en el evangelio.

Bautismo de los Primeros Convertidos

254
Cuando se llegó la Semana Santa de 1933, Avalos ya tenía dos personas que
deseaban ser bautizadas. Sin embargo, Avalos no deseaba bautizarlas, pues no era ministro y
en realidad no había celebrado nunca un culto formal pero estas dos personas insistieron
tanto que Avalos oró y pidió a Dios una señal para decidir si los bautizaba. Dijo que si Dios
deseaba que fuera ministro del evangelio tendría que bautizar con el Espíritu Santo a la
primera persona que entrara al agua. El domingo de resurrección de 1933 Avalos y su
pequeño grupo se fueron a un arroyo que está en las afueras de Yago. Allí bautizó a la
señora Ignacia Mendoza y al salir ésta de las aguas comenzó a hablar en otras lenguas.
También bautizó ese día a otra mujer, de nombre Agustina Castro. De allí en adelante
Avalos estuvo seguro de su llamamiento al ministerio y predicó confiadamente.
Las primeras dos mujeres bautizadas por Avalos eran de Coamiles y poco después se
bautizó su hermano Secundino, el señor Guadalupe Pérez, Merced Rodríguez y los
hermanos Sebastián y Juan Pérez. A los pocos meses Avalos tenía una iglesia con cerca de
15 miembros en Yago y un diácono de nombre Agustín Verdín.
El crecimiento de la Iglesia Apostólica en Nayarit tiene muy interesantes lecciones
para nosotros, las cuales mencionaremos en el siguiente capítulo, junto con algunas
comparaciones con la Iglesia Bautista y la Congregacional.
Obedeciendo a nuestra idea original de limitar este capítulo a las cosas que
sucedieron entre 1914 y 1932, ahora procederemos a ver la Iglesia como un todo al final de
este periodo y a contar lo que nos dará una idea más clara de lo que estaba sucediendo.

Crecimiento entre 1914 y 1932


Entre 1914 y 1932 se establecieron 26 iglesias en 12 estados. Cinco de estos estados
(Chihuahua, Baja California, Sinaloa, Jalisco y Nayarit) fueron alcanzados por ex
emigrantes a los Estados Unidos, aunque para fines de 1932 todavía no había una iglesia en
Nayarit y la de Guadalajara apenas estaba comenzando. Las primeras iglesias en Durango y
Coahila fueron fundadas por Miguel García, y de Torreón los nuevos convertidos llevaron el
evangelio a Zacatecas y San Luis Potosí que están más o menos al sur de Coahuila; a
Monterrey, Nuevo León; al estado fronterizo de Tamaulipas y a la parte norte de Veracruz.

Estructura de la Organización
Fácilmente podemos distinguir para 1932 tres diferentes grupos de iglesias en
México, cada uno estructurado en forma diferente:
1. El primer grupo se formaba de las iglesias que tenían a Torreón corno iglesia madre
y consecuentemente llamaban "Pastor General" al ministro de la misma, aunque este
es un título que fue adoptado oficialmente hasta 1932. No hay constancia de que la
Asamblea Apostólica de los Estados Unidos (que adoptó tal nombre en 1929) haya
considerado a esta región de México como campo misionero, porque en realidad los
predicadores de habla hispana en Estados unidos tuvieron una organización propia
sólo a partir de 1930. De modo que de México se mantenía una relación muy vaga
con la Iglesia en California, y los ministros de Chihuahua, Coahuila, Durango y otros
estados hacia el oriente del país se sentían mis identificados con la iglesia de Torreón
y quien ocupara el pastorado de la misma.
2. El segundo grupo se encontraba en Baja California y al principio incluía las iglesias
de Mexicali, Colonia Zaragoza y Tijuana. Fueron supervisados desde los Estados
Unidos por Antonio C. Nava y sus ministros eran ordenados en las convenciones de
California. No se facilitó a estas iglesias ayuda material de ninguna clase y sus

255
templos fueron construidos con recursos propios. La obra quedó bajo la supervisión
real de México a partir de 1937.
3. El tercer grupo se componía de las iglesias en Sinaloa. Tiburcio Santos fue el
primero en llegar al estado pero al poco tiempo arribaron otros ministros que
mantenían ligas sentimentales con la Iglesia en California, pero en realidad la
organización de los Estados Unidos nunca tuvo intervención oficial en las iglesias de
Sinaloa. En 1934 los ministros del estado organizaron de por sí su primera
convención, que se celebró en Flor de Canela y se recuerda especialmente porque
tuvo un costo oficial de 17 pesos. Los ministros de Sinaloa se afiliaron
posteriormente con Rivas y su grupo.

256
Sección III. EL IMPACTO SOCIAL DEL MOVIMIENTO
PENTECOSTAL

¿Los pentecostales están en huelga social?


Recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos
en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, hasta lo último de la tierra. Hechos 1:18
No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret,
levántate y anda. Hechos 3:6
Aunque en la opinión de mucha gente los pentecostales parecen disipar sus energías
en exclamaciones emocionantes, de hecho el movimiento siempre ha tenido un enfoque
específico: soluciones de las necesidades de la humanidad, sean problemas de salud, los
vicios comunes, la confusión personal o la falta de recursos económicos. Aun la práctica
icónica de lenguas, según muchos estudios, no tiene la importancia para la mayoría de los
adeptos que tiene la oración por los enfermos. Profesor R. Andrew Chestnut, de la
Universidad de Houston, en el Estado de Tejas, ha aseverado que la sanidad divina para los
pentecostales es la razón principal por el éxito del movimiento. En su libro Renacido en el
Brasil, Chestnut avanza la teoría que la atracción principal del pentecostalismo es la sanidad
divina. “Los miembros de las iglesias pentecostales, los de las Asambleas de Dios, de la
Iglesia del Evangélico Cuadrangular, y los de la Iglesia Universal del Reino de Dios, no
andan escapando el terror de ejércitos invasores ni tampoco sufren la supuesta anomia. Más
bien, van en busca de alivio inmediato de los síntomas de la pobreza. La enfermedad, con
frecuencia amenazante a la vida, es una de las manifestaciones más comunes de la pobreza
en América Latina. Nutrición inadecuada, viviendas insalubres y el calor tropical resultan
en condiciones favorables para la generación de infecciones y enfermedades
gastrointestinales que apestan la gente pobre por todas partes en el mundo en vías de
desarrollo. A diferencia de otras religiones, los pentecostales, en todas sus formas, les
ofrecen el poderoso remedio de sanidad divina. La mayoría de los creyentes en mis
investigaciones se convirtieron o durante o poco después de sufrir una enfermedad seria.
Entre los adeptos que creen en el presencia y poder de un Dios inmanente, no hay otra
expresión tan convincente como la curación de algún problema física”.
A base de las creencias de los pentecostales se encuentra la promesa de una vida más
abundante. El poder de Dios y la eficiencia de la oración se realizan en la vida del creyente
con la sensación de la presencia de Dios mismo a través de cultos donde se conducen a la
gente a ese poder. Uno puede explicar la generosidad, la fe y la entrega de los miembros
solamente por la confianza que Dios puede suplir sus necesidades. El amor por los hermanos
y un sentido de respeto mutuo existe en las iglesias—o cuando está ausente, esfuma la
iglesia.
Las implicaciones de este cariño son extensas. Los pentecostales contribuyen sumas

257
extraordinarias a sus iglesias, a menudo un diezmo de sus ingresos y muchas horas de
servicio voluntario para mantener el templo, evangelizar en la comunidad, prestar servicios a
personas necesitadas. Y el aporte de programas misioneras también demuestra el corazón de
los pentecostales. Otro campo de servicio social es la educación, con instituciones en cada
país, no sólo de institutos y seminarios para entrenar personal para la iglesia, sino también
escuelas y colegios para educar niños y jóvenes, la mayoría de los cuales no tienen otra
manera de prepararse para la vida. El interrogante que surge es ¿cómo pueden personas
privadas de oportunidades y con escasos recursos lograr tanto en el campo social?

José M. Rico, “José María Rico: Renovación Social por el Nuevo Nacimiento”. C. Peter
Wagner, Teología latinoamericano: ¿Izquierdista o evangélica? Miami: Editorial Vida,
1969.
El ex sacerdote José M. Rico hizo tanto escándalo en la Iglesia católica española
después de su conversión que tuvo que salir del país ante amenazas contra su vida (compare
la introducción biográfica incorrecta del articulo). Su ministerio subsiguiente incluyó
muchos escritos sobre varios temas teológicos, incluso este artículo sobre el papel de la
iglesia pentecostal en el campo de progreso social. Adoptando una postura conservadora,
Rico explica la posición de la mayoría de los pentecostales—pero no de todos. Todavía hay
en el seno del movimiento pentecostal un debate sobre la cuestión de ¿cuál es la política
correcta en cuanto a los problemas de pobreza, la injusticia y la corrupción gubernamental?
Elisabeth Brusco, “La Reforma del Machismo: Ascetismo y la Masculinidad entre los
Evangélicos Colombianos”.
La publicación de la tesis universitaria de Elisabeth Brusco fue una revelación
inesperada: que los pentecostales, un grupo constituido de personas marginadas, tipos
fanáticos con la intención de cambiar la moralidad y las tradiciones católicas tuvieron éxito
en resolver uno de las costumbres más prevalentes en la cultura, el machismo. La lógica de
esta socióloga es fascinante, sobre todo porque entre los eruditos se acepta la explicación de
Brusco a pesar de las muchas críticas que se les ha dirigido a los pentecostales por falta de
programas sociales. Ahora para algunas personas los “aleluyas” parecen estar en la
vanguardia para reformar la sociedad. Después de la publicación de esta obra, otros
estudiosos han escrito mucho más sobre las relaciones entre los sexos en la comunidad
pentecostal.
Douglas Petersen, “PIEDAD: Un Estudio de Caso de la Praxis Pentecostal”, No Con
Ejército ni Con Fuerza. Miami: Editorial Vida, 1996.
Esta selección es una respuesta a las críticas de los autores que califican los
pentecostales en “huelga social” por no promover los programas revolucionarios tal como la
teología de liberación. En cambio, un observador católico es de una opinión contraria. Para
él, aunque los pentecostales no montan muchos programas directos de beneficio social, ellos
sí en la colectividad son un programa social para las clases trabajadores. Petersen deriva
mucho de su material del programa educativo Piedad, del cual él fue el director por varios
años. Aunque el programa empezó en El Salvador, ahora se ha extendido a los demás
repúblicas de Centroamérica y a los países del Caribe y a algunos países andinos. La
filosofía de Piedad es para desarrollar la capacidad de cada estudiante en el sentido

258
completo: académico, social y espiritual. Los historiales de los estudiantes que han tenido
acceso al programa son notables. Familias enteras sin oportunidades para superarse han
egresado de estas escuelas, quebrantando el círculo de pobreza y desesperanza.
Samuel Palma y Hugo Villela, “El Pentecostalismo: La Religión Popular del
Protestantismo Latinoamericano”. Cristianismo y Sociedad, 109: 87-95, 1991.
Estos autores chilenos son entre los líderes de uno de las muchas iglesias metodistas
pentecostales de su país. Explican que dado que la Iglesia Católica siempre ha influenciado
las autoridades, los sectores populares tienen alternativas para aliviar su frustración a través
la reigion. Pueden o no explicar lo atractivo del pentecostalismo como una forma de escapar
del su mundo de la miseria, muchos autores lo han explicado el pentecostalismo así.
Hanneke Slootweg, “Mujeres Pentecostales Chilenas”, un caso en Iquique. Más que
Opio, Lanham, Maryland, 1998.
Este artículo tiene como base una encuesta en la ciudad chilena de Iquique. La
investigación tuvo el propósito de averiguar ¿las mujeres se convierten con la intención de
conseguir una vida mejor o, en cambio, un matrimonio feliz y un hogar contento resultan de
motivaciones netamente religiosas? De hecho, esta investigación confirma las conclusiones
de varios otros autores que sí el pentecostalismo parece tener un impacto positivo en la
sociedad.
Andrés Tapia, “Cambios Económicos en el Perú: ¿Reflejan Cambios en la Religión?”,
Christianity Today, 19 de junio de 1959.
Para algunas personas, cuestiones económicas afectan las actitudes hacia su fe
religiosa. En el Perú, donde el economista neoliberal, Hernando de Soto, asevera que
muchos de los problemas sociales del país han resultado de las políticas que restringían la
iniciativa personal en el campo de la economía. Él demuestra que el pueblo necesitado
puede organizar negocios, puede aprovechar de oportunidades y puede suministrar
productos vendibles a la sociedad en cantidades—siempre que las autoridades no ahogan la
iniciativa con restricciones. De Soto comparó el crecimiento de los grupos evangélicos,
incluso los pentecostales, a lo que pasa en el mercado “informal”, donde personas organizan
servicios de transportes o de agua potable o organizan escuelas sin depender del gobierno.
Actividad económica espontánea, según De Soto, tiene su contraparte en los grupos que
ignoran la iglesia ya establecida para formar sus propias iglesias, sectas y movimientos. Él
retrata los pentecostales y otras iglesias que han aparecido últimamente como una iniciativa
popular religiosa para independizarse de la Iglesia establecida.
Patricia Fortuna y Loret de Mola, “El Pentecostalismo: Su Capacidad de
Transformación en Jalisco y Yucatán”, Nueva Antropología, XIII, Número. 45 (abril de
1994): 40-63.
Este estudio sociológico trata las prácticas y creencias de pentecostales en dos
estados de la república mexicana. Los autores reconocen que el pentecostalismo es una fe
que adapta a todas culturas por apelar más a los sentidos que al cerebro, adoptando estilos
populares de música y expresión. Los autores recalcan que estas iglesias son algo propio de
los congregantes y lo cultos corresponden a sus costumbres. En vez de ser una religión

259
introducida del extranjero, estos grupos han apropiado esta fe religiosa para su propio
beneficio.
Jorge I. Gómez V. , “Relación Entre la Deserción Protestante y los Tipos de Iglesia”.
San José, Costa Rica: Publicaciones IINDEF,1996.

260
José María Rico: Renovación Social por el Nuevo Nacimiento
C. Meter Wagner

La conversión del padre José Maria Rico en Bolivia en el año 1956 fue un
acontecimiento que conmovió severamente al catolicismo boliviano, y estimuló a los
protestantes bolivianos con el reconocimiento regenerador del poder del Espíritu Santo.
Desde entonces, tanto en su ministerio en asociación con la Misión Andina Evangélica y
posteriormente como evangelista internacional con las Asambleas de Dios, José Maria Rico
ha sido una influencia cada vez más creciente por todo Latinoamérica. Predica el nuevo
nacimiento porque lo ha experimentado personalmente en una forma tan profunda.
Representa ahora el sector pentecostal de la iglesia, aunque su preparación teológica
naturalmente no fue dentro de la órbita pentecostal. Nacido en España, es ciudadano
boliviano naturalizado.
José Maria Rico es uno de los pocos evangélicos latinoamericanos que ha intentado
desarrollar una teología sobre la relación de la iglesia con el mundo, y al hacerlo confronta
de lleno la teología radical. Su postura teológica, aunque no es compartida en detalles por
todos los evangélicos, es típica de un gran sector de aquellos que mantienen puntos de vista
sociales más conservadores.
José Maria Rico "encomiaría esfuerzos que dieran como resultado beneficios para la
sociedad", pero siente muchos recelos en lo que respecta a dedicar los recursos y programas
de la iglesia a ese fin. En primer lugar, estas actividades sociales no pueden ser
consideradas eficaces en la salvación del hombre. En segundo lugar, la Biblia dice que
busquemos primeramente el Reino de Dios y nos preocupemos luego de las añadiduras.
Pero critica a los teólogos radicales (refiriéndose a ellos con leve inexactitud como si
enseñaran el "evangelio social") porque:

Gastan todas sus energías, tiempo y dinero en buscar las "añadiduras", pero no
disponen de un momento libre para acercar a los hombres a Dios. Están tan
ocupados social y políticamente, que se pasan la vida tratando de ampliar sus in-
fluencias en dichos sectores, sin darse cuenta que su fe, su piedad y su amor, se
van convirtiendo lentamente en un simple acto de filantropía que ante Dios
carece de todo valor sobrenatural.

El concepto común entre los teólogos seculares, de que "el hombre es sencillamente
una de las muchas células en el grupo social colectivo" no impresiona a Rico. Insiste que el
evangelio "enfoca al individuo como objeto directo de todo el plan divino". Por lo tanto, el
nuevo nacimiento del individuo es la meta primordial de la iglesia. Al analizar las
necesidades sociales llega a la siguiente conclusión:

Lo que necesita la sociedad por lo tanto es la multiplicación de estas nuevas


criaturas en su seno. Cuando éstas asuman el control de la sociedad, la sociedad
experimentará una renovación total y natural.

261
Tomando el ejemplo de Cristo como ilustración, José María Rico dice que es
extraño que Jesucristo "nunca asumiera actitudes favorables a la tesis de los panegiristas
del "evangelio social". El país del Señor Jesucristo estaba bajo la injusta dominación de las
fuerzas romanas cuando él vivió su existencia humana. Los romanos eran opresores, y eran
odiados por el hombre común. El Señor Jesús podía…

262
La Reforma del Machismo: Ascetismo y Masculinidad entre los
Evangélicos de Colombia
Elizabeth Brusco

El templo es un edificio construido de bloques, grande pero sencillo. El exterior no


revela que es una iglesia. Puede ser una bodega bajo las vías del metro al lado de pequeñas
tiendas y gasolineras. En la noche, los sonidos de las canciones y gritos de "gloria" que
escapan del templo atraen a corrientes a personas con Biblia. A cada puerta una mujer
vestida en falda negra, blusa blanca y una cinta amarilla, vestimenta indicativa de un ujier,
saluda a los miembros que entran. Dentro del templo no hay velas o crucifijos, ni altar –
nada para identificar esta sala, grande y retumbante, como una iglesia. Sobre una alta
plataforma al frente hay sillones de respaldares altos como tronos. Los hombres que ocupan
estos sillones se visten en trajes formales. Cada uno en turno lee unos versículos bíblicos,
dirige una oración o hace un aviso. En una mesa hay un teléfono que uno usa para una
conversación prolongada.
El culto casi parece proceder por sí mismo. La oración, después de su inicio,
provoca la participación de toda la asistencia, cada persona expresándose en su propia
manera. Algunas personas mueven de un lado al otro, algunas danzan, otras, inconsciente
de las demás alrededor, hablan en lenguas. Otras se arrodillan y oran con sollozos. La
mayoría de la concurrencia consiste de mujeres. Las hermanas con las cintas amarillas
están ocupadas en orar con grupos, dar una enseñanza y recoger la ofrenda. Hay como
cincuenta de ellas, todas con la misma vestidura. En un tablero de noticias en el vestíbulo
se encuentra una lista de cultos de hogar y estudios bíblicos, cada con el nombre de la
hermana que va a dirigir la reunión. La iglesia es el templo Juan 3:16 en el Bronx, la iglesia
pentecostal más grande de la ciudad de Nueva York.
Esto fue mi introducción a las realidades del pentecostalismo entre latinoamericanos
y esa experiencia determinó el enfoque de mis investigaciones en Colombia durante los
años 1982 y 1983. Mi objeto fue entender como la conversión al pentecostalismo afectó la
vida familiar de los convertidos. Concluí que el reunirse con grupos evangélicos cambió los
papeles de hombres y mujeres a favor de ellas. Estos grupos realcen las vidas de mujeres no
solamente en maneras prácticas y sencillas, sino por su potencial como una antidota al
machismo pujante que es tan extenso en América Latina.
El reconocimiento que los evangélicos benefician a las mujeres y las suministran la
consideración que les fuera negado anteriormente no es algo nuevo. Muchos estudiosos de
la religión han indicado que las mujeres ocupan puestos importantes dentro de estas iglesias
con mayor frecuencia que en otras ramas de la iglesia cristiana. Además, se ha notado que
las mujeres han conseguido puestos de importancia en la iglesia por la "autoridad de
carisma personal" más que por vías institucionalizadas. Por fin, los eruditos indican que
mujeres a menudo son las primeras de convertirse a la fe pentecostal.
Desgraciadamente, tales conclusiones han perdido su impacto porque los
investigadores han pasado rápidamente a otros temas, calificando que lo que pasa dentro
del hogar es de menos importancia que otros factores. Consecuentemente, a pesar de
muchos buenos datos para explicar la influencia de los pentecostales, la experiencia de las

263
mujeres ha sido subordinada a otras consideraciones. La interpretación de conversión en
Guatemala nos da un buen ejemplo de cómo es posible pasar por alto el papel de las
mujeres.
Según Sexton, "La teoría de marginalidad explica el por qué de la atracción de las
mujeres al protestantismo. En la cultura tradicional, las mujeres fueron proporcionadas
lugares sociales con menos visibilidad y reconocimiento. El protestantismo les dio a ellas
nuevas rutas a la satisfacción y a la realización personal". Esta interpretación deja a las
mujeres en una posición de adornos en vez de ser participantes en la vida política y
económica de sus comunidades. Por presentar explicaciones separadas de los géneros en su
envolvimiento en la iglesia, esta teoría lleva a la errónea implicación que protestantes son
en general varones. Ese autor menciona que los evangélicos también trabajan en oficios no
agrícolas, son con más frecuencia debidamente casados y sus esposas tienen más educación
que el promedio de mujeres. Esta percepción contradice sus propios datos que indican que
la mayoría de los miembros de la congregación principal en la comunidad era 63 por ciento
femenina y sólo 37 por ciento masculina".
La teoría de la marginalidad les quita de las mujeres su plazo céntrico en el
movimiento pentecostal. Las mujeres siempre parecen marginadas si sólo se busca sus
papeles en situaciones donde son sistemáticamente excluidas: o sea, la política, estructuras
económicas, las jerarquías de iglesias y de ese estilo. Para entender el papel de las mujeres
en la religión no debemos pensar en las extensas funciones de religión en la sociedad.
Nuestro propósito es mostrar como las mujeres usan cambios religiosos para redefinir las
funciones del hogar y como estos cambios, en torno, tengan implicaciones para cambios en
la cultura en general.
El propósito de este capítulo es contemplar al pentecostalismo desde el punto de
vista femenil. De todos modos, este es la perspectiva de la mayoría de los evangélicos. Este
punto de vista nos ayuda entender cómo estos protestantes puedan lograr cambios sociales
en algunas maneras que hasta el presente se ha pasado por alto.

Consecuencias Prácticas y Estratégicas del Movimiento Pentecostal


Para subrayar el notable éxito de los pentecostales colombianos en alterar los
papeles de género resistentes, vale comparar el enfoque de los pentecostales al respecto de
la opresión de las mujeres con dos otras perspectivas, la de los protestantes
fundamentalistas y la de los revolucionarios. Los dos movimientos enfatizan los
intereses colectivos sobre los del individuo y proponen metas explícitas en una manera
extraordinaria en la vida cotidiana. Ambos enfoques a veces unen valores masculinos y
femeninos en formas novedosas. En los movimientos de liberación nacional en Africa,
mujeres responsables por decisiones militares y políticas se reunieron con hombres en la
lucha para crear una sociedad nueva y justa. Algo parecido fue característico las relaciones
entre los géneros durante la revolución en Cuba. Sin embargo, la prominencia de las
mujeres mengua después de que tomara poder la revolución y se estableciera nuevas
estructuras políticas. Aun cuando las leyes promulgadas parecen igualitarias, los esfuerzos
para lograr igualdad entre los géneros a menudo fracasan en reformar las relaciones entre
hombres y mujeres, sobre todo en la familia y en el hogar. Aunque muchos eruditos
sostienen que las condiciones políticas en la sociedad determinan las formas de la vida
privada del hogar, la vida íntima entre los sexos – el noviazgo, papeles de los dos
matrimoniados, quien cocina y lava platos – parece ser uno de las zonas más conservadoras
de la vida o, por lo menos, un área dificil de regular.

264
Considera los pentecostales colombianos como revolucionarios tal vez pareciera
ridículo. Este movimiento apenas ha promovido los derechos de las mujeres. De veras, no
sería sorprendente si opusieran tal iniciativas, como las oponen sus parecidas en los Estados
Unidos. Al exterior, las iglesias pentecostales parecen poco como se pueda imaginar un
movimiento feminista. En Colombia los evangélicos solamente mejoran la vida de las
mujeres dentro del marco de las tradiciones de las estructuras sociales actuales. Tales
movimientos no son raras entre mujeres en muchas culturas. Según Maxine Molyneus, hay
dos clases de movimientos femeniles. El primero, el resultado de los intereses prácticos de
las mujeres, opone restricciones sobre la libertad de mujeres para cumplir con alguna
obligación tradicional. Un ejemplo sería un esfuerzo de movilizar un embargo de
consumadoras contra determinados productos. El segundo movimiento femenil se dirige a
los intereses estratégicos de las mujeres. Su propósito es reformar el sistema de sexo/género
y pueda resultar en un movimiento extenso con las metas que corresponden al feminismo
en la cultura occidental. Paradójicamente, entre los evangélicos de Colombia, sus
posiciones parecen más al segundo enfoque. Para entender esto, debemos considerar
primero algunas de las ventajas que estos grupos confieren en sus mujeres. Luego
considerar los elementos más estratégicos que puedan cambiar los papeles de los sexos.
Mis investigaciones de los hogares evangélicas dan apoyo a la conclusión por otros
estudiosos del pentecostalismo en América Latina que la conversión de los dos esposos
mejora las condiciones materiales del hogar. En términos sencillos, ya no gasta el hombre
de 20 hasta 40 por ciento del presupuesto familiar en el consumo de alcohol. El código
ascético de los evangélicos también prohibe otras formas de consumo características del
colombiano, inclusive el fumar, jugar y visitar prostitutas. Además, énfasis sobre fidelidad
conyugal prohibe que el hombre sostenga otras mujeres fuera del matrimonio con el
resultado que sus recursos ya no se dividen entre dos o más hogares.
A las mujeres con quienes trabajé en Colombia, fue claro como el pentecostalismo
les servían sus intereses, y con frecuencia hicieron comentarios sobre el tema. Sin embargo,
el mejoramiento de las vidas de las mujeres y niños es solamente un indicador entre otros
de una realización aun más notable. Con la conversión, machismo, las costumbres
culturales de la agresión masculina que definen el papel social de los hombres en mucho de
Colombia, sustituye por las creencias evangélicas sobre las relaciones entre los cónyuges.
La personalidad característica del hombre machista y la del hombre evangélico son
diametralmente opuestas. La ideología de los evangélicos condena la agresividad, la
violencia, el orgullo, el desenfreno, mientras respalda el hombre de paz, la humildad, y el
auto dominio. Estas normas se aplican igualmente a los hombres como a las mujeres. Sobre
todo para los hombres, conversión evangélica implica un cambio del individualismo en la
esfera pública con una orientación e identidad colectiva en la iglesia y en el hogar.
Consecuentemente, un resultado de conversión es que son reformados los marcos de
conducta para los cónyuges: la vida pública del hombre y la vida privada de la mujer. El
poder entre los dos cambia. Eso no es decir que ahora la esposa tiene dominio sobre su
marido. Todavía en el hogar evangélico el hombre pueda ser la cabeza, pero sus
aspiraciones ahora más coinciden con las de su esposa. Esto es la clave para analizar el
pentecostalismo en Colombia. Creo que es un cambio de proporciones revolucionarios.
El hecho de que la mayoría de miembros en una iglesia evangélica son mujeres, al
lado del hecho de que hombres ocupan los puestos superiores en la jerarquía ha llevado
algunos investigadores a concluir que las mujeres todavía se encuentran en posiciones
inferiores. Se nota que raras veces las mujeres ocupan los puestos más altos entre el

265
liderazgo. Sin embargo, es necesario acordarse que las iglesias sostienen organizaciones
paralelas para los hombres y las mujeres, y que mujeres dirigen sus propias organizaciones.
Tampoco se debe pensar que las organizaciones femeniles son de menos importancia que
las de las de los hombres. En algunos casos esas son iguales, son más activas o tienen más
influencia que las de ellos. Más importante aun, cuando los líderes masculinos comparten
los valores y anhelos de las mujeres, a menudo no están operando contra los intereses de
ellas.
Claro está por qué ocuparon las sillones en la Iglesia Juan 3:16 mientras las
hermanas dirigían el culto con buen efecto. Para tener éxito, es importante que nadie
perciba que las mujeres no estén ganando la supremacía sobre los hombres.
Es esto lo que hace tan atractivo el movimiento evangélico a las mujeres y tan
exitoso en ayudándolas superarse: en vez de atentando una revolución en la esfera pública,
para la cual sería necesario tanto tener mayor acceso a los puestos y los salarios de los
hombres como que los jefes y gobernantes respeten con toda sinceridad los intereses de las
mujeres. El protestantismo cambia las normas correspondientes a los hombres y mujeres
dentro del campo privado. Estas iglesias colocan las funciones del hogar y la familia al
epicentro de las vidas de ambos hombres y mujeres. El lograr en la esfera pública al
respecto de empleo educación y al estilo pierde su importancia comparado con el éxito en
este campo privado con nuevos valores. Reconocimiento según este nueva orientación se
gana por valores de la familia y la demostración de su capacidad para suministrar las
necesidades de la familia.
Cambios en patrones de consumo y reconocimiento ilustran este punto. En
Colombia, el estado social del hombre es algo personal e individualista. Es decir, la ropa, su
reloj, son solamente para su uso exclusivo. Como resultado de las dos esferas, hombres y
mujeres, la diferencia entre la casa y la calle, un hombre puede realzar su posición sin
referencia a su hogar. Con su conversión y la disminución de la diferencia entre los sexos
que resulta, la condición del hogar afecta tanto el estado del hombre como la de la mujer.
La posición social se determina en forma cooperativa por el consumo e inversión de la
familia como una unidad.
Asceticismo entre los evangélicos colombianos a menudo no resulta en la
acumulación de capitales, porque la base económica del hogar está tan tenue. Sin embargo,
la reforma de costumbres de consumo puede contribuir al ascenso social de la familia.
Algunas compras pueden generar ingresos. Ganado, una casa o tierra, un camión y, sobre
todo, educación de los niños. Se debe notar que tales inversiones no son simplemente algo
empresarial porque es una decisión por o para los cónyuges y sus hijos. El hogar está
funcionando como un grupo corporativo. Aunque la motivación sea para ganancia, la forma
de la inversión está dentro de las costumbres del consumo de la familia. Es decir, bienes
como casas, terrenos, camiones y ganado son valiosos para el bienestar del hogar y no
tienen valor simplemente como artículos de comprar y vender. Aun cuando el impacto
sobre la economía en general no sea extenso, esta actividad pueda resultar en el ascenso
social de la familia o, al menos, resultar en la mayor seguridad del hogar.
Para muchas familias evangélicas el ascenso social tiene su base en la educación de
sus hijos para carreras profesionales. Con frecuencia matrimonios en Colombia
experimentan una medida de éxito con actividades empresariales y luego les dan a sus hijos
una educación que cuadra su condición social con su nueva posición económica. Pero para
muchas familias evangélicas, la educación de sus hijos es el medio por el cual se esfuerzan
superarse. Muchos evangélicos de familias campesinas se han hecho médicos o agrónomos,

266
carreras que se puede entrar por diligencia en los estudios y que exigen menos favoritismo
y respaldo profesional que sería necesario para lograr éxito en el mundo del negocio. Tales
profesiones también se puede practicar sin el tomar y el socializarse que son las normas
para llevar a cabo negocios. No es nada extraño que más evangélicos se ascienden a través
de las profesiones que por a través de las empresas.

Protestantismo Como una Forma de Acción Colectiva Femenina


Uno de los mayores problemas que enfrentan las reformadores feministas en los
Estados Unidos y otros países es que mientras se redefine los papeles de mujeres para
darles más libertad al respecto de empleo, carreras, educación y participación en la política,
los papeles de hombres no cambian en forma correspondiente. El resultado de expandir los
papeles de mujeres es que ellas tienen que trabajar doble. Pero imagínese si los valores del
hombre y la mujer eran los mismos.
Es difícil para las feministas norteamericanas ver los cambios que resultan de la
conversión en Colombia como una liberación. Pero una lección que a duras penas ha
aprendido la antropología feminista es que la categoría "mujer" no es universal y sus
problemas e intereses no son uniformes en todas culturas. Las feministas del occidente han
recalcado la libertad individual. En su tipología de acción colectiva femenina, Temma
Kaplan exhibe el prejuicio corriente. Ella pone sobre determinados movimientos la etiqueta
los que surgen de la "conciencia femenina", pero luego que no son movimientos
libertadores verdaderos porque valúan cohesión social más que derechos individuales y la
calidad de vida, más que acceso al poder institucional. Prefiero la distinción entre lo
"práctico" y lo "estratégico" ya mencionada porque no está limitada por normas culturales.
Antagonismo hacia la familia a menudo ha sido un objeto controversial entre las
feministas del occidente y de los países en desarrollo. Mujeres en los países
industrializados califican como problemáticos sus papeles tradicionales en la familia
porque resultan en conflictos con sus nuevas metas de carrera, la realización personal, el
reconocimiento público y el poder. En cambio, mujeres de las culturas tradicionales
califican la familia y los oficios del hogar como las principales fuentes de seguridad. Se ha
de analizar las condiciones de las mujeres empíricamente, considerando las diferencias
entre culturas. En estos tiempos en Colombia, cambios en la familia que puedan traerles
ventajas, son de mucho interés a las mujeres.
Muchas organizaciones para beneficiar a las mujeres se han organizado sobre el
deseo de recuperar los derechos que ellas han perdido como resultado del proceso de
modernización y cambios sociales. A pesar de los datos etnográficos que documentan los
antagonismos entre los sexos en muchas sociedades tradicionales, los papeles de mujeres
en esas sociedades a menudo complementan los de los hombres. Las normas culturales y el
compartir valores protegen las necesidades y garantizan la condición de las mujeres.
Un siglo de modernización en Colombia se presenta un excelente ejemplo de la
ruptura de estas garantías tradicionales para mujeres por cambios en los valores de
hombres y mujeres. La transición a una economía monetaria, la creación de un proletariado
y la migración masiva a los centros urbanos han tenido resultados nefastos para la
condición de las mujeres. Un resultado es que mujeres tienen que depender de los ingresos
que puedan extraer de los hombres por persuasión en vez de poder insistir en sus derechos
reconocidos. Mientras tanto, la economía incorpora prejuicios en contra de trabajadoras.
Cuando un hombre abandona a su esposa y sus niños, esto dramatiza la ruptura de los
valores compartidos entre hombres y mujeres y tiene consecuencias económicas

267
devastadoras para las personas que él ha dejado. La tasa elevada de desamparo en
Colombia sería inconcebible en una sociedad donde sus anhelos y metas se realizaran por
un compromiso con su familia. Cuando trabajan las mujeres, una proporción elevada de sus
ingresos se dedica a sostener la familia, mientras una proporción mayor del salario de un
hombre se dedica a consumo personal. Competición severa entre mujeres para los hombres
y una mística exagerada acerca de las relaciones entre los sexos es un síntoma de este
trastorno social. Resulta que el sexo se comercializa, no sólo en la forma de prostitución,
sino las esposas que galardonan a sus maridos por su apoyo económico y castigan a los que
no lo hacen y las mujeres que vivan con una serie de hombres siempre que uno pueda
suministrar sus necesidades materiales.

Conclusión: Algunas Consideraciones Generales


En Colombia, la alternativa de la vida evangélica les ha ayudado a hombres y
mujeres redefinir sus papeles dentro del marco de la familia y el hogar. Posiblemente ha
promovido los intereses de las mujeres (y muchos hombres) en maneras prácticas más que
han realizados movimientos feministas. Sin embargo, el movimiento evangélico no tiene
solamente consecuencias prácticas sino también beneficios estratégicos en esto, que
procura remediar inigualdades fundamentales entre los sexos. Lo importante es que estos
cambios puedan lograr por redefinir los papeles tanto del hombre como de la mujer. Las
feministas en los países industrializados no han logrado tanto.
Esto no es decir que el movimiento evangélico sirve la misma función siempre y en
todas las situaciones. Donde se encontrara menos dependencia femenil y mayor orientación
individualista para ambos sexos, este movimiento no podría elevar la condición de las
mujeres. De veras, probablemente no se arrancaría. Tal vez esta interpretación tiene
aplicación donde la conversión religiosa desafia la conducta de agresividad masculina tal
como machismo. Sin embargo, existen datos sacado de otras investigaciones lejos de
América Latina donde el pentecostalismo ha funcionado en una manera parecida donde
cambios culturales han trastornado las normas del mundo masculino y femenino.
Últimamente en Papua Nueva Guinea, un avivamiento entre un grupo bautista manifestó las
características extáticas del los pentecostales. Entre los líderes prominentes eran mujeres
que bajo la influencia de una toma espiritual indicó la necesidad de toda la tribu que se
convirtiera al cristianismo y dejara la religión tradicional, inclusive los ritos esotéricos del
culto masculino. Hablando por mujeres en un éxtasis, el espíritu exigió relaciones
igualitarias para las mujeres y que obligaciones cónyuges y de la familia nuclear tuvieran
prioridad sobre las demandas del culto masculino. Resultó que la comunidad destruyó
varias casas del culto. Es notable que mientras tanto, la tribu estaba en transición
económico hacia una economía monetaria que resultaban en mayor dependencia de las
mujeres en los salarios de los hombres.
Quisiera hacer un comentario sobre el papel del los evangélicos en la esfera política.
Hay que evitar predicciones fáciles acerca de las consecuencias del fenómeno evangélico
para la política. En Colombia, donde el gobierno hasta últimamente ha mantenido un
concordato con el Vaticano que concedió privilegios especiales con la Iglesia católica, no
se encuentran evangélicos en puestos políticos a los niveles altos. Pero aun si los
evangélicos tengan éxito en la política en el futuro, esto no debe cambiar su impacto en las
relaciones entre los géneros. En particular, la tendencia de los evangélicos de fragmentar
cismáticamente debe impedirlos de trasformarse en un mecanismo para los intereses
exclusivos de los hombres. El movimiento funciona mejor a través de pequeños grupos con

268
vínculos personales y tiende a reproducirse principalmente por formar nuevas
congregaciones cuando la iglesia crezca demasiada grande. Esta tendencia debe asegurar
que siempre habrá oportunidad amplia para la participación clave de las mujeres en estas
iglesias.

269
PIEDAD: Un Estudio de Caso de la Praxis Pentecostal
Douglas Petersen
No con Ejército ni con Fuerza

1. El Punto Focal de la Preocupación Social Pentecostal


Después de haber clasificado a los grupos pentecostales, en general, como
conservadores en lo teológico, pietistas, premilenaristas, centrados en el más allá y
quietistas, los primeros observadores han dado por sentado que los pentecostales también
muestran poco interés social y tienen pocos (o quizá ningún) programas sociales. Sin
embargo, la investigación de los movimientos pentecoslales ha puesto en entredicho estos
supuestos.24 Cada vez más, se percibe ahora al pentecostalismo como una iniciativa
expresada en forma religiosa de parte de personas y grupos con aspiraciones, aunque
socialmente desvalidos. David Martin ha reconstruido imágenes anteriores de los grupos
pentecostales como "Haven of the Masses" de Lalive d' Epinay para considerarlos como
movimientos de los pobres, más que movimientos para los pobres.25 De igual modo,
Sheldon Annis, en su estudio de 1987 titulado God and Production in a Guatemalan City,
describía la versión guatemalteca "de la miseria a la riqueza," "del suelo al cielo," en
reconocimiento del impacto de los valores evangélicos-pentecostales en los indios mayas.26
Varios estudiosos reconocen que estos movimientos, en vez de ser producto de influencia
foránea, son autóctonos y en su gran mayoría espontáneos. En contraste con el aislamiento
social que se les atribuye, los estudios de caso llevados a cabo por Amós y Martin confirman
la tendencia de los pentecostales a ocuparse en forma amplia de las necesidades de sus
comunidades.
Si, en realidad, no se han comprendido bien las intenciones y intereses pentecostales,
¿cuáles han sido las bases teológicas y la inspiración que estimulan la preocupación social
por la propia comunidad eclesial y también por la comunidad local en general? En este
capítulo argüiremos que este aspecto del pentecostalismo latinoamericano ha surgido de una
toma de conciencia, que ha ido paulatinamente creciendo y profundizándose, y ha estado
implícita en la preocupación del movimiento por la persona completa, incluyendo sus
necesidades físicas y materiales. Así pues, se propondrá que, a partir de una preocupación
más bien vaga y caritativa por las personas necesitadas de ser evangelizadas, nace un sentido
del derecho dado por Dios, de satisfacer sus necesidades básicas. Este capítulo estudiará el
efecto social cuando se estimula a los miembros de una comunidad pentecostal a apropiarse
de los pactos de la gracia divina. El análisis tratará de descubrir si las promesas bíblicas se
pueden extender fácilmente más allá de la paz subjetiva y de un sentido de justicia para
llegar a consideraciones de otras preocupaciones, ya explicitadas, como la sanidad y la
intervención divinas en la vida personal del individuo. Si la sanidad física y la garantía de
que serán satisfechas las necesidades físicas se convierten en plataformas en sus sistemas de
creencias, entonces pueden producirse también otras provisiones conforme se va

24
Véase Rowan Ireland, Kingdoms Come (1991); John Burdick, The Making of Social Movements in Latin America, (1992) y
Rethinking Protestantism in Latin America (1993).
25
Martin, Tongues of Fire, 108.
26
Annis, God and Production, 86, 87. Véase en el capítulo 4 un análisis de la frase de Annis "del suelo al cielo".

270
desarrollando la comprensión de que existen factores estructurales propiciadores de las
injusticias. Este análisis tratará de descubrir si la comprensión pentecostal de lo anterior
conduce a reconocer la necesidad de un programa de acción social diseñado en forma
expresa. Si existe una relación entre la intervención divina en la experiencia del pentecostal
y el proceso social, se sigue en forma ineludible la asociación existente entre la reflexión
teológica, las opciones socioeconómicos y su análisis. Los pentecostales – de los que el
Programa Integral de Educación de las Asambleas de Dios (PIEDAD) es representativo,
aunque no necesariamente típico – se han esforzado por realizar una estrategia diseñada para
introducir cambios estructurales a largo plazo, por medio del desarrollo institucional de sus
programas sociales. Los pentecostales poseen una visión destinada a crear instituciones
alternativas que formen parte de la infraestructura de la sociedad, que se conviertan en
agentes permanentes y transformadores en la sociedad. Si influyen en sus comunidades
locales con la oferta de cursos alternativos de acción, los pentecostales están en condiciones
de ofrecer esperanzas y oportunidades, antes inalcanzables, a sectores marginales.
Un mecanismo de fácil acceso para evaluar el interés social pentecostal está
constituido por la atención brindada por el grupo a la situación de los niños, los individuos
sociales más vulnerables y que viven en condiciones de pobreza extrema. Para ellos, los
problemas más inmediatos son de alimentación, vivienda y seguridad; casi igual de urgente
es la necesidad de algunos medios para salir del círculo vicioso de la miseria. En el curso de
su crecimiento han de enfrentarse con una atención sanitaria y una educación inadecuadas,
sin el apoyo moral proveniente del sentido de pertenencia a una comunidad que los apoya.
Sin tal comunidad, incluso las pocas medidas de mejoramiento de las cuales se disponga no
pueden combatir el efecto desmoralizador de sus condiciones sociales. Por otra parte, con el
sentido de comunidad y cuando se dispone de oportunidades en salud y educación, los
efectos de las condiciones materiales pobres se pueden superar, o por lo menos mitigar,
hasta cierto grado. En concreto PIEDAD forma parte de un amplio compromiso cuya meta a
largo plazo es la creación de un sistema alternativo de educación que ayude a los niños a
salir del círculo de pobreza. PIEDAD no sólo desea brindarles ayuda a esos niños víctimas
de la pobreza, sino cambiar las condiciones que perpetúan una vida de pobreza para los
niños. Esto esperan lograrlo con la creación de un nuevo sistema educativo dentro de la
infraestructura de la región, el cual decidirá un futuro alternativo para los niños de los
barrios marginados.
Este capítulo describe los comienzos y la difusión internacional del Programa
Integral de Educación de las Asambleas de Dios, analiza sus documentos internos
filosóficos, teológicos y estratégicos más significativos, y pone de relieve la influencia que
PIEDAD ha ejercido en el contexto latinoamericano en general y en personas concretas en
particular. El capítulo también planteará algunas preguntas importantes. Aunque no se
puede sencillamente desechar, ocultar o desatender el contexto ideológico y estratégico, así
como el compromiso del autor con este proyecto histórico, debe realizarse la tarea de
analizar en forma critica el contenido particular, la calidad y los resultados de PIEDAD. Son
obvias las desventajas de escribir desde una "perspectiva de persona interesada". La
evaluación de PIEDAD de parte del autor, quien es también el director del programa, plantea
problemas obvios de objetividad e interés propio. Alguien que está tan íntimamente
relacionado con un proyecto debe estar siempre consciente del peligro del subjetivismo y,
por consiguiente, debe hacer un esfuerzo consciente de realizar un ejercicio crítico
debidamente elaborado. Al mismo tiempo, el conocimiento profundo del autor respecto del
desarrollo del programa y su familiaridad con el personal, la filosofía y los objetivos de

271
PIEDAD le da acceso e ideas de los cuales no hubieran dispuesto otros investigadores.
Dentro de estos límites reconocidos, la sección siguiente trata de analizar en forma crítica la
evolución.

2. La Situación de los Niños Latinoamericanos


América Latina es una área geográfica que tipifica las dificultades con que se
enfrentan la mayoría de los países en vías de desarrollo. De una población de 440 millones,
casi la mitad viven en la pobreza, y de ella una cantidad desproporcionada son mujeres y
niños.27 Los informes de la UNICEF indican que el 42 por ciento de la población, 181
millones, viven por debajo del nivel de pobreza. De esta población empobrecida, 78
millones son niños y jóvenes de menos de dieciocho años. Como el 42 por ciento se
encuentran en la categoría de la población más pobre, concluye el informe, "en términos
prácticos la mayoría de los pobres son niños".28 Varias décadas de conflictos armados y de
violencia política y social han logrado un efecto devastador en los niños en cuanto a número
de muertos, desaparecidos, huérfanos, heridos y desplazados. La UNICEF calcula que sólo
como consecuencia de los conflictos centroamericanos, 3 millones de personas, la mayoría
de ellas niños, han sufrido consecuencias inaceptables.29
De los 26.5 millones de personas en América Central, el 57 por ciento o 15.1
millones son niños y el 45 por ciento, más de la mitad del cual son niños, viven por debajo
del nivel de pobreza (cuadro 1).30 El sufrimiento concomitante a la pobreza se puede
documentar con facilidad, con el 40 por ciento de la población sin agua potable y el 42 por
ciento sin acceso a servicios de salud. Entre las peores ilustraciones de esta miseria está el
caso de los guatemaltecos, con un asombroso 66 por ciento de la población sin adecuada
atención médica. La desnutrición entre los niños de 5 años o menos la sufren el 30 por ciento
de los niños de Honduras y el Salvador, y el 70 por ciento de los niños de Guatemala.31
Debido a la falta de agua potable y de servicios básicos de salud, los niños contraen
infecciones intestinales que a menudo causan la muerte prematura (cuadro 2).32
Para que los niños puedan romper con el círculo de la pobreza y las privaciones, es
fundamental que puedan recibir una educación apropiada. La tercera parte de todos los niños
en América Central no tienen acceso a la educación pública. De los restantes dos tercios que
comienzan la escuela elemental, sólo el 36 por ciento completan el sexto grado (cuadro 3).33

27
Los Niños de la Américas:Supervivencia, Protección y Desarrollo Integral de la Niñez en el Decenio de 1990 (UNICEF: Santa Fe de
Bogotá, 1992), 7. La definición de pobreza es un tema de mucho debate. En este libro se define la pobreza como el nivel económico en el
que vive una persona cuando no tiene suficientes ingresos para asegurarme una dieta mínima, vivienda adecuada y otros aspectos básicos
esenciales como el acceso a agua potable, atención médica y educación.
28
Ibid., 7.
29
Ibid., 9. En la década de los ochenta, las guerras civiles causaron la pérdida de la vida de 160.000 centroamericanos, la gran mayoría
de los cuales fueron civiles. En El Salvador, donde murieron 75.000 personas, otras 500.000 fueron desplazadas de sus casas, la mayoría
de las cuales eran niños. UNICEF, 16. Una nueva tragedia se ha convertido en una realidad para la mayoría de los niños que viven en
barrios bajos y están acostumbrados a la violencia y la pobreza: la introducción de drogas. Las consecuencias del consumo de drogas,
sobre todo entre niños, aumentan mucho el efecto de circunstancias ya de por sí devastadoras.
30
Más de la mitad de los niños viven en pobreza sobre todo debido a los efectos devastadores de las guerras civiles.
31
Ibid., 31.
32
La UNICEF reporta que la mayoría de los niños mueren por causas evitables (25).
33
Los estudios de la UNICEF revelan que incluso cuando los niños tienen la oportunidad de asistir a la escuela primaria, existen
deficiencias graves en la calidad de la educación impartida sobre todo en los sectores más pobres. En comparación con las otras clases
sociales, tres veces más la cantidad de niños en los sectores pobres de Guatemala y dos veces más en Honduras, por ejemplo, no finalizan
la escuela elemental (37). Todos los países tienen un sistema educativo propio, por lo que resulta difícil evaluar la calidad de la educación
transmitida a los niños. La UNICEF define la escuela elemental como "la formación mínima que se requiere (leer, escribir y matemáticas)
para realizar el trabajo personal cotidiano" (39). En general este proceso educativo toma seis años. Sin embargo, los estudios del UNICEF

272
Por otro lado, las familias más pobres producen las tasas más altas de natalidad y
mortalidad, los niveles más altos de desnutrición y las tasas más altas de fracaso escolar. Son
los pobres, y en especial los niños de los pobres, quienes sufren las consecuencias de la falta
de servicios de salud, del desempleo y subempleo y de la desintegración más grave de la
vida familiar.34
El informe de UNICEF indica que en América Latina "no cabe duda de que la
prioridad política, económica y social más importante es liberar a los pobres que abarcan
una mitad de la población… y esta prioridad, en primer lugar, debe comenzar con quienes
son más vulnerables, los niños."35

Ni el crecimiento económico ni la democracia se pueden consolidar mientras una


mitad de la población, que es pobre, continúe excluida en forma permanente de
las actividades productivas… por falta de formación y de oportunidades para
integrar [a los pobres] en la vida social. No sólo es una injusticia, sino también
un gran desperdicio, sobre todo en el caso de la población pobre, que es en su
gran mayoría joven. No cabe duda de que [la sociedad] está produciendo una
subutilización y un desperdicio de la calidad de los recursos humanos
nacionales.36

La UNICEF concluye en su estudio que "el destino [de los niños] se decidirá en el
futuro próximo. Pueden ser la primera generación de cambio en la transición al mundo
nuevo del siglo veintiuno o pueden convertirse en la última generación perdida del siglo
veinte."37 Entre sociólogos y analistas políticos existe la convicción generalizada, reflejada
en el informe de la UNICEF, de que la condición de los niños, su atención, educación y
formación ética, son fundamentales para cualquier clase de cambio estructural que incluya la
participación democrática y un futuro estable.38 El punto focal de PIEDAD son los niños que
componen hasta el 50% de la población de América Latina, la mitad de los cuales son
pobres, a menudo desnutridos y no disponen de servicios básicos de salud.39 De estos niños
empobrecidos, hasta un tercio no cuentan con acceso a servicios educativos de ninguna
clase.40 PIEDAD se ha diseñado en forma intencional pura brindar una alternativa
institucional.

3. PIEDAD (Programa Integral de Educación de las Asambleas de Dios)


Este capítulo analizará el Programa Integral de Educación de las Asambleas de Dios
(PIEDAD), programa social dirigido de manera primordial a los niños que viven en los
barrios bajos de la América Latina rural y urbana. Se analizará este estudio de caso a fin de

indican que el 40 por ciento de los alumnos repiten el primer grado y un promedio del 30 por ciento repiten otros grados. La edad
promedio del niño que alcanza lo equivalente a sexto grado (escuela elemental) en América Latina es de 14 años. Además, la UNICEF
considera que estos datos están subestimados.
34
Brant L. Meyers, "State of the World’s Children: Critical Challenge to Christian Misión," Internacional Bulletin of Missionary
Research 18 (julio 1994): 98-102.
35
UNICEF, 11.
36
Ibid., 9.
37
Ibid.
38
Ibid.
39
Véase Cuadro 1.
40
Véase Cuadro 3.

273
entender cómo un grupo pentecostal, Las Asambleas de Dios, en el proceso de aplicar sus
creencias teológicas comenzó y desarrolló un programa de acción social, conocido en
América Latina como el Programa Integral de Educación de las Asambleas de Dios
(PIEDAD), y fuera de la región corno Atención al Niño en América Latina (LACC por el
inglés Latin America Child Care).41 PIEDAD se centra en las comunidades de base con el
énfasis intencionado de emprender acciones que en forma directa se ocuparán y reformarán
circunstancias y estructuras sociales básicas generadoras de injusticia. PIEDAD es el
programa institucional evangélico de acción social más grande en América Latina y, según
los directorios educativos disponibles, también es la mayor red unificada de instituciones
educativas evangélicas del mundo.42 En 1993, PIEDAD tenía 198 colegios elementales43, 63
colegios secundarios para un total de 261 proyectos en 18 países (cuadro 4), sin incluir
proyectos especiales.44 En conjunto, estas escuelas dan educación a 67.487 niños.45 Tanto la
mayoría de los proyectos escolares como de los niños que asisten a las escuelas pertenecen a
los países de América Central (cuadro 5).46
A pesar de sus dimensiones, PIEDAD ha recibido poco reconocimiento dentro y
fuera de sus propios círculos denominacionales.47 Dada la revisión de las descripciones
tradicionales de los movimientos pentecostales en América Latina como un "refugio de las
masas" para evadir la realidad – un refugio emocional para grupos marginados y frustrados –
PIEDAD es una expresión manifiesta de acción social que no debiera omitirse en ninguna

41
La sigla PIEDAD significa amor por otra persona o misericordia; la segunda representa la virtud de tener compasión por aquellos a
quienes ni siquiera se conoce. PIEDAD es un programa de acción social diseñado en forma especifica para producir cambios
significativos en la estructura social. Véase en el análisis de capítulo 4 la definición de la distinción entre los términos bienestar social y
acción social y la manera en que se utilizan en este estudio.
42
Información que suministró la Asociación de Escuelas Cristianas Internacional (ASCI, en inglés), Whittler, California, 9 de julio,
1993. ASCI está asociada en forma independiente con PIEDAD. Aunque las instituciones escolares de las Asambleas de Dios no están
afiliadas por legislación ni a nivel internacional, ni a nivel nacional, atodas ellas forman parte de una relación fraterna y en forma
voluntaria se afilian y operan bajo la cobertura más amplia de PIEDAD.
43
La nomenclatura de las escuelas y de los niveles escolares varían de país a país. Este estudio utilizará el término colegio para la
mayoría de las escuelas a no ser que se diga lo contrario. Entendernos como educación elemental (ciclo primario) el que abarca los
primeros siete años de escolaridad (grado preparatorio y los grados 1 a 6); como educación secundaria, dividida en educación media
(segundo ciclo) por lo general grados 7 y 8, y educación de tercer ciclo que comprende los grados 9 al 11 y en algunos países un
duodécimo año.
44
Los proyectos especiales incluyen una universidad acreditada en EL Salvador que ofrece diecinueve disciplinas académicas con una
matrícula de más de 1000 alumnos, así como escuelas vocacionales en varios países, destinadas a enseñar a los adolescentes destrezas
prácticas como carpintería, electricidad y reparación de artefactos domésticos pequeños. También se incluye entre los proyectos
especiales el hogar para niños maltratados en Costa Rica (HOGAR CUNA). En el capitulo anterior se puede encontrar una descripción
del Hogar Cuna. Además, en la mayor parte de los países existen programas escolares de alfabetización de adultos. En 1994 se creó
ENLACE (Entidad Natural Latinoamericana de Cooperación Estratégica), organización hermana de PIEDAD, con el fin expreso de
promover el desarrollo socioeconómico. Además de las oportunidades educativas que brinda PIEDAD en comunidades de bajos ingresos
en América Latina, ENLACE ayuda en el desarrollo de proyectos integrados, participativos y que se sostienen a sí mismos. ENLACE se
centra en lograr desarrollo a largo plazo con la promoción de proyectas que facilitan la organización, la solidaridad y la participación
dentro de las comunidades escogidas. Los proyectos de ENLACE abarcan desde ayuda a corto plazo y de estrategias de desarrollo a
mediano plazo, hasta programas institucionales a largo plazo, ENLACE ha promovido microempresas como una panadería, una fábrica
de zapatos y una finca de árboles frutales en colaboración con organizaciones locales de base. Además, ENLACE ha capacitado a
miembros de la comunidad para introducir tecnología más eficiente de piscicultura con el fin de mejorar la producción de peces: por otra
parte, a petición de la Secretaría Salvadoreña del Ambiente hizo investigaciones respecto del consumo de árboles utilizados para producir
combustible, así como estudios sobre la contaminación derivada de las desechos domésticos e industriales.
45
Existen en diferentes países de América Latina muchos colegios a los que patrocinan iglesias locales de las Asambleas de Dios y
funcionan independientemente de PIEDAD.
46
Como los colegios se iniciaron en El Salvador y luego pasaron primero a los países vecinos de América Central y después al Caribe y
a América del Sur. PIEDAD se ha desarrollado más en América Central. En el cuadro 4 se presentan las fechas en que se estableció
PIEDAD en cada país.
47
En un estudio acerca de lo escrito en relación con el pentecostalismo latinoamericano, el autor ha descubierto sólo una referencia
pasajera y ambigua (con bastantes imprecisiones) a la existencia de PIEDAD. Véase Sara Diamond, Spiritual Welfare, 171.

274
investigación seria acerca del surgimiento de estos movimientos. En un análisis histórico
reciente de PIEDAD, el historiador pentecostal Everett A. Wilson, al pedir que se tome
conciencia de PIEDAD, pregunta, "Si un programa social como PIEDAD está, de hecho,
implícito en el proselitismo y enseñanzas de los pentecostales latinoamericanos, ¿por qué
por tanto tiempo no se ha reconocido esta característica del movimiento? ¿Y cuáles son las
implicaciones de tales programas para estos grupos y su impacto en sus respectivas
sociedades?" El estudio de este autor ofrece un panorama histórico útil de "cómo los
pentecostales latinoamericanos, por su propia iniciativa… han improvisado una alternativa
educativa para satisfacer las necesidades de sus comunidades y las de sus vecinos
socialmente marginados".48

4. PIEDAD en El Salvador49
PIEDAD comenzó en 1963, cuando Juan Bueno (nacido en Estados Unidos y criado
in Chile), pastor del Centro Evangelístico, San Salvador, El Salvador, se encontró cara a cara
con la pobreza desmoralizadora y la desesperanza de los niños en el barrio que rodeaba al
templo.50 Pese a que los recursos de su congregación local eran escasos, sintió la necesidad
urgente de hacer algún intento, aunque modesto, para que los niños salieran de la cárcel de
su pobreza. La primera escuela, llamada Liceo Cristiano, abrió sus puertas el 4 de febrero de
1963, con 152 niños que recibían las clases en tres aulas de la escuela dominical de la
iglesia.51
Si bien las actividades iniciales para iniciar una escuela fueron vacilantes, el proyecto
tuvo un éxito moderado desde el principio.52 La matrícula fue aumentando mucho cada año
y se agregaron nuevos programas, incluyendo una escuela secundaria y una escuela
nocturna, a medida que los niños iban avanzando de grado hasta completar el programa de
escuela elemental. Las políticas de la escuela solían ser pragmáticas; se utilizaba una gama
de enfoques imaginativos y se improvisaba cuando era necesario. Más adelante, se construyó
un edificio exclusivamente para usos educativos, y, al mismo tiempo, se fortaleció el
programa educativo con la contratación de maestros con mejores requisitos formales,
incluyendo, al inicio, unos cuantos no evangélicos.53 Los exámenes aplicados bajo la
supervisión del Ministerio de Educación confirmaban que los alumnos estaban recibiendo
una educación competitiva y que, en la mayoría de los casos, proseguían los estudios en la
Universidad de El Salvador, la Universidad Evangélica, la Universidad Cristiana, la

48
Everett A. Wilson, "Latin American Pentecostalism: Challenging the Stereotype of Pentecostal Passivity," 23.
49
La organización de las escuelas en El Salvador para constituir el Programa Integral de Educación de las Asambleas de Dios en
América Latina no ocurrió sino hasta 1977. El autor, junto con Juan Bueno, fueron los cofundadores.
50
Juan Bueno, estadounidense, es hijo de padres misioneros en Chile. Se educó en escuelas de habla española en Santiago, fue a los
Estados Unidos para su formación teológica a los dieciocho alias (1956), y a los y veintitrés (1961) pasó a radicar a El Salvador.
51
Información obtenida en un documento que le envió al autor Joaquín García, administrador de PIEDAD en El Salvador.
52
Everett Wilson ofrece un resumen histórico de los primeros orígenes de PIEDAD en El Salvador. Véase "Latin American
Pentecostalism: Challenging the Stereotypes of Pentecostal Passivity," 19-24.
53
En forma gradual se fue disponiendo de más maestros calificados evangélicos, en parte, parece ser, porque los no evangélicos se
convertían después de empezar a trabajar en las escuelas. Algunos líderes nacionales destacados de PIEDAD, incluyendo a Joaquín
García, forman parte de este grupo. Joaquín García, director anual de todo el programa PIEDAD en El Salvador, y miembro de la junta
internacional de PIEDAD, se ha constituido en un líder influyente en el desarrollo filosófico y contextual de PIEDAD. Como ejemplo de
sus escritos se puede consultar Documentos de PIEDAD (1984-1994) (San Salvador: PIEDAD). Se encuentran disponibles los
Documentos de PIEDAD en la oficina central de PIEDAD en todos los países de América Latina donde funciona el programa. En la
actualidad prácticamente todos los maestros son evangélicos, pertenecientes a distintas denominaciones evangélicas.

275
Universidad José Simeón Cañas dirigida por los jesuitas y otras escuelas técnicas.54 Durante
estos primeros años, el Liceo,55 al igual que los colegios en algunos de los países de
América Central, dependía por completo de sus propios recursos, excepto por alguno que
otro donativo pequeño para suministros y mobiliario de aulas. Aunque más adelante
consiguieron fondos del exterior para llevar sus programas a otros barrios marginados,
nunca perdieron el control sobre sus propias instituciones.56 El primer edificio del Liceo
Cristiano, construido ex profeso para fines educativos, fue de tres pisos. Es interesante que,
en la inauguración, se atribuyó a la congregación el mérito de haber financiado todo el
proyecto, a pesar del hecho de que sólo unos pocos de los 1.000 miembros de la iglesia en
esa época eran dueños de su casa y casi ninguno tenía automóvil.
Para educar a niños cuyo ambiente de hogar era inseguro y lleno de privaciones, fue
necesario muy pronto iniciar programas compensatorios en consejería, nutrición y medicina
preventiva. Como respuesta a esta necesidad, el Liceo creó organizaciones de padres y
solicitó servicios voluntarios de profesionales en esos campos. La comunidad pentecostal
estaba orgullosa de haber superado obstáculos económicos y sociales difíciles, a fin de
darles a sus hijos la oportunidad de educarse; asimismo, debido a peticiones especiales
contribuyó con generosidad empleando sus propios ingresos y escasos ahorros, a veces con
anillos, relojes y otros donativos en especie.
Durante el proceso de su desarrollo, el Liceo contaba con desventajas de las cuales
carecían las instituciones católicas que funcionaban en el país. A pesar de la norma
constitucional de libertad religiosa, las instituciones evangélicas para fines impositivos,
recibían un trato discriminatorio como empresas comerciales.57 Sólo en forma paulatina, por
medio de peticiones y de legislación, se fueron obteniendo exenciones de varios impuestos.58
Con el tiempo, el Liceo no tuvo que seguir pagando impuestos municipales y corporativos
por propiedades utilizadas en forma exclusiva para servicios religiosos y por las que se
reservaban como "cinturones verdes" de uso público y por áreas recreativas.59 La escuela
continuó pagando impuestos por sus edificios educativos. No se contó con ningún tipo de
ayuda significativa o estímulo de parte del gobierno nacional sino hasta la década de los
ochenta. En esa época, durante la guerra civil de El Salvador, se recibieron ofrecimientos de
ayuda gubernamental, aunque se rechazaron de plano por temor a adquirir compromisos
políticos.60

54
Joaquín García señaló que "más o menos un 75 por ciento de los alumnos graduados en las escuelas de PIEDAD se inscriben en
alguna de las universidades y los demás entran directamente a algún tipo de empleo". (Entrevista grabada, 16 de mayo. 1993).
55
En El Salvador, para las escuelas se usa la palabra liceo en vez de colegio.
56
Los presupuestos anuales de las escuelas de PIEDAD superan los $15 millones de EE.UU. El 77 por ciento, u 11.5 millones, se
obtienen de fuentes locales, incluyendo una mensualidad mínima, donantes institucionales y personales, apoyo de las iglesias y también
fondos del gobierno. En Wilson, "Latin American Pentecostalism: Challenging the Stereotypes of Pentecostal Activity," 22, se puede
encontrar un análisis de la base y proceso de financiamiento de los proyectos PIEDAD.
57
En una serie de países centroamericanos, como El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, únicamente la Iglesia Católica está exenta de
impuestos y arancelos. Los gobiernos tratan a las iglesias evangélicas como si fueran negocios comerciales.
58
En muy pocos países de América Latina las organizaciones evangélicas reciben los mismos beneficios gubernamentales que sus
contrapartes de la Iglesia Católica.
59
En muchos casos, los gobiernos exigen más requisitos de las escudas de PIEDAD que de sus propias escuelas públicas. No obstante,
esta práctica está cambiando rápidamente. Las escuelas en El Salvador, Belice y Chile reciben una cantidad significativa de salarios para
docentes de parte del Departamento de Educación. Los proyectos de PIEDAD en Costa Rica han estado recibiendo subsidios mensuales
para programas de nutrición y también pasa otras ayudas similares.
60
Las relaciones del Liceo con el gobierno nacional han seguido siendo experimentales debido a la preocupación de que se pueda
identificar a la iglesia Con políticas partidista y polémicas. Una cierta ambivalencia en cuanto a afinidades y asuntos politices sigue
impidiendo una acción política cooperativa. Esta política de neutralidad la han interpretado los críticos como apoyo al statu quo. La falta
de participación de los pentecostales en estructuras políticas ha resultado evidente desde el comienzo del movimiento. Véase la nota 9 en

276
Desde el principio, el Liceo fue innovador en sus esfuerzos por servir a la
comunidad. Comenzó programas de preescolar y de bachillerato casi de inmediato, y luego
introdujo en 1978 un programa vocacional en una zona en las afueras de la ciudad, y un
programa nocturno de secundaria en la sede central el mismo año. El liceo aprovechó una
nueva legislación que permitía a las instituciones privadas ofrecer preparación de carreras
(que antes estaba limitada a las instituciones escogidas); así en 1983 obtuvo el estatuto de
universidad, principalmente para desarrollar programas profesionales en educación. Con el
tiempo más del 50 por ciento de los más de 500 maestros de la institución recibieron su
título profesional en la Universidad Cristiana de El Salvador.61 De hecho, el sistema que iba
desarrollándose siguió su política pragmática de atender a las necesidades de su propio
personal siempre que fuera posible, en este caso, con la preparación de sus propios maestros
y administradores.

Expansión Inicial de PIEDAD en El Salvador


El primer recinto satélite del Liceo se construyó en 1973 en El Granjero, un barrio
pobre en el cual vivían refugiados que trataban de huir de la inseguridad de las zonas rurales,
a medida que las tensiones entre los insurgentes y el gobierno iban conviniéndose en
violencia armada. Este anexo comenzó con 300 alumnos, y en 1976 le siguió un segundo
recinto en Candelaria. Aunque Candelaria era un barrio más estable, era conocido por la
prostitución y los bares. Como resultado de una campaña evangelística, se inició una
congregación que abrió una escuela con 103 alumnos. Una tercera escuela se construyó en
Soyapango, suburbio de San Salvador, en 1977.62 Un informe de los bienes del Liceo
elaborado en 1978 mostró una inversión de $185.000 de EE.UU. en terreno y mejoras para
el recinto principal y las tres escuelas anexas. La matrícula total de los cuatro recintos del
Liceo Cristiano que en 1973 era de 1.687 alumnos, había alcanzado cuatro años más tarde la
cantidad de 2.671.
La expansión del Liceo en la década de los setenta a anexos en zonas marginadas
puso más de relieve su misión social. Al reflexionar acerca del curso de la evolución de la
escuela, Joaquín García, director del sistema, manifiesta la idea que solía tener el sistema
escolar pentecostal en relación con sus esfuerzos por lograr un cambio social genuino:

Dios nos ha dado una misión enorme y delicada de transformar, o por lo menos
mejorar nuestra sociedad, al colocar bajo nuestro cuidado a niños y jóvenes que
estudian en nuestras escuelas. Representan el futuro de nuestra nación, y si los
ganamos para Cristo, y también alcanzamos a sus familias, en el futuro
tendremos una sociedad mejor.63

el capítulo 4. Como se reconoce que el cambio estructural de la sociedad puede conseguirse no sólo con la participación política, los
liceos en El Salvador abrieron escuelas en varios baluartes antigubernamentales. Algunos guerrilleros activos y simpatizantes del FMLN
matricularon a sus hijos en estos liceos. En la década de los ochenta, cuando la guerra civil en El Salvador cobró las vidas de 80.000
personas, ambos lados veían los liceos como "territorio neutral"; por lo tanto no se vieron casi nada afectados por la guerra. Entrevista
con Joaquín García, 19 de abril, 1992.
61
En 1994 la Universidad Cristiana de El Salvador contaba con una matricula de 1.000 alumnos. Se ofrecían diecinueve carreras
distintas, incluyendo ciencias sociales, economía, educación y teología. (Entrevista con el rector de la Universidad, Dr. Adrián Fernando
Archila, 28 de febrero, 1994, en San Salvador, El Salvador.)
62
José Alfredo Guerrero, "Origen, Desarrollo y Filosofía de los Liceos Cristianos," SIEELA (San Salvador, El Salvador: Documentos
de PIEDAD, 1984): 1-3.
63
Joaquín García. "Nuestra responsabilidad como servidores de una institución educación cristiana," SIEELA (San José, Costa Rica:
Documentos de PIEDAD, 1985): 11. Citado en "Latin American Pentecostalism: Challenging Stereotypes of Pentecostal Passivity," 22.

277
Para 1992 el Liceo Cristiano en El Salvador, ya integrado en PIEDAD, comprendía
34 escuelas primarias y 30 secundarias que educaban a 23.350 niños. De estos, 18.000
recibían alguna clase de ayuda, incluyendo becas de estudio, uniformes, comidas, y atención
médica y dental.64 La visión de ayudar a los niños de barrios pobres, iniciada con la creación
del sistema escolar del Liceo Cristiano de El Salvador, adquirió una nueva dimensión en
noviembre de 1977 con la creación de PIEDAD, programa internacional conocido como el
Programa Integral de Educación de las Asambleas de Dios.

5. PIEDAD a Nivel Internacional


PIEDAD comenzó con un triple propósito. Primero, existía el deseo de compartir con
otros países la preocupación por los niños marginados y de fomentar la visión existente,
sobre todo en los países vecinos de América Central. Segundo, PIEDAD deseaba brindar
directrices filosóficas y teológicas que ayudaran a mantener el enfoque primordial
integrados del evangelismo y la preocupación social patente.65 El medio elegido para
proporcionar el fundamento intelectual del programa fue el Seminario de Instituciones
Educativas Evangélicas de Latinoamérica (SIEELA). Estas conferencias, de una semana de
duración, se realizaron todos los años desde 1984 hasta 1991, y después cada dos años, en
diferentes países latinoamericanos.66 Tercero, PIEDAD ofrecía un canal, de modo que los
patrocinadores interesados en los Estados Unidos y Canadá, y más adelante Europa,
pudieran brindar ayuda económica a niños que, de no ser por ello, es probable que no
hubieran podido ir a la escuela.67 Para 1982 PIEDAD comenzó a expandirse en forma
organizada hacia otros países centroamericanos.
El funcionamiento de las escuelas de PIEDAD en Nicaragua es en algunos aspectos
típico del que se presenta en otros países, a pesar de las diferencias importantes nacidas tanto
de los graves problemas, como de la ruina económica y de las profundas tensiones
ideológicas desde que asumió el poder el gobierno sandinista. Casi todas estas escuelas se
encuentran en zonas muy afectadas. En la mayoría de los casos las patrocina una
congregación local, cuyo pastor desea ayudar a las familias de la congregación y alcanzar a
la comunidad de los aledaños. La mayoría de los 56 proyectos del país son pequeñas
instalaciones de unas cuantas aulas junto al templo y bajo la responsabilidad de maestros
nacionales que reciben una remuneración mensual (un promedio de $100 de EE.UU.). En
todas las escuelas de PIEDAD, los administradores cumplen con los requisitos del ministerio
de educación de su país en cuanto a las normas y el programa de estudio.68 Dada la

64
De los 18.000 niños que recibían ayuda, 6.660 eran patrocinados por personas de los Estados Unidos y los demás 11.340 recibían
asistencia por medio de recursos nacionales en El Salvador. Aparte de brindar instrucción y programas básicos de salud para los alumnos,
en casos excepcionales PIEDAD proporcionaba otra ayuda, tal como zapatos, lentes correctivos, uniformes y suministros escolares. Todos
los programas nacionales les proveen de alimentación a los niños de hogares necesitados, ya sea desayuno o almuerzo, y también
instrucción en higiene y profilaxis periódicas contra parásitos. Por medio de acuerdos con programas médicos nacionales, con médicos y
dentistas particulares voluntarios y con el empleo de unidades móviles de salud, se hacen exámenes regulares de los alumnos en la mayor
parte de los sistemas. El sistema salvadoreño es el de mayor avance en el programa con la creación de una clínica permanente que les
ofrece servicios médicos y dentales a los alumnos y sus familias. La Nación, el periódico diario más importante de San José, Costa Rica,
informó que PIEDAD había proporcionado a niños costarricenses en 1993, 760.000 comidas y 11.100 uniformes, zapatos y lentes. Amalia
Palacio. "Superación en la Pobreza," La Nación, (7 de septiembre, 1994), lB.
65
Véase la Declaración de Misión del Programa Integral de Educación de América Latina, redactado en Tegucigalpa, Honduras en
febrero de 1992 (Documentos de PIEDAD).
66
Más adelante en este capítulo se encuentra un análisis del papel del SIEELA dentro del programa total de PIEDAD.
67
PIEDAD busca patrocinadores comprometidos a enviar una contribución económica mensual. Las patrocinios proporcionan atención
preventiva dental y de salud, una comida diaria y una educación de calidad. Cuando se crea una escuela, se matricula a los niños, tengan
o no patrocinador.
68
PIEDAD ha elaborado su propia filosofía educativa qua está presente en todos los programas de estudio. Véase la sección Principios

278
espantosa situación de la mayor parte de los barrios donde están las escuelas de PIEDAD,
incluso las más mínimas instalaciones son en general mucho mejores que las que tendrían
sin la ayuda de PIEDAD. Un artículo publicado en el periódico Barricada, demuestra en
forma gráfica las abrumadoras necesidades de los niños. Con base en estudios recientes, el
periódico reporto un calculo de 500.000 los niños nicaragüenses que trabajaban en la calle,
lo cual demostraba la necesidad del activismo de PIEDAD por el bienestar de los niños. La
socióloga Bertha Rosa Guerra, consultora de la UNICEF, comenta que "bajo todos los
conceptos prácticos, los niños [de Nicaragua] no tienen futuro. Tratan de sobrevivir en el
presente por todos los medios posibles."69
Al igual que en otros países de América Latina, la mayor parte de las escuelas están
ubicadas en barrios pobres donde los alumnos y el personal viven sometidos a condiciones
de pobreza desmoralizantes. Las calles con basura son, en muchos casos, caminos sucios de
tierra que en la estación lluviosa se vuelven casi intransitables. En algunos casos el agua no
es potable y con frecuencia se interrumpe el suministro. El ambiente social en algunos
vecindarios ha conducido a hostilidades por parte de las pandillas. Frente a todas estas
limitaciones, el sentido de orgullo y esperanza que produce tener a los hijos en la escuela ha
alentado un fuerte apoyo del programa local de PIEDAD de parte de los padres y de otros
miembros de la comunidad.
El Programa Integral de Educación de las Asambleas de Dios en América Latina se
extendió a Belice (1978), a Costa Rica (1982), Guatemala y Honduras (1983), Panamá
(1984) y Nicaragua (1985).70 Para 1992 el programa funcionaba en las naciones
sudamericanos de Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú, Chile, Argentina, Paraguay y Uruguay,
y en los países caribeños de Haití, Jamaica y República Dominicana. Con el desarrollo de
estos programas nacionales se fue prestando cada vez mayor atención a la elaboración de
normas adecuadas para alcanzar las metas deseadas (cuadro 5).
Lo que pretende el Programa Integral de Educación de las Asambleas de Dios en
América Latina, en cada uno de los países donde opera, es proporcionar capacitación y
financiamiento, y también estimular a las congregaciones locales de las Asambleas de Dios
para que tornen la iniciativa de ofrecerles servicios educativos y sociales a las familias
pobres. Estos programas con frecuencia superan la capacidad de las congregaciones, que
suelen ser pequeñas, pero cuando el liderazgo denominacional nacional y local ha dado
pruebas de tener visión y capacidad administrativa en iniciativas previas, se los toma en
cuenta para recibir ayuda de PIEDAD, ya sea con patrocinios o con financiamiento de
capital. Además, el edificio de la escuela ha de construirse junto al templo local y debe
funcionar como parte integral de los servicios que les presta la iglesia local a su propia
comunidad y a los aledaños. En general, sólo se les da financiamiento a las zonas más
marginadas. Un informe preliminar que describía la situación en un proyecto reciente en el
barrio Los Guido, en San José, Costa Rica, es representativo de las zonas y de las
condiciones sociales elegidas por PIEDAD para crear una escuela.

educativos y filosóficos del Programa Integral de Educación en América Latina más adelante en este mismo capítulo.

69
Citado en "Medio millón de niños: Generación sin futuro," Barricada (Managua, Nicaragua), 28 de noviembre, 1993, 12.
70
Aunque algunas escuelas del Concilio Nacional de las Asambleas de Guatemala se afiliaron a PIEDAD desde 1983, el programa se
remocía a 1967 cuando el misionero Quentin Shortes fundó el Colegio Evangélico Nazaret en la capital departamental de Escuintla, y a
1973, con la fundación del Liceo Cristiano Betesda por el pastor Armando Sazo y su esposa Ernestina. De igual manera, en la República
Dominicana así como en otros países, las escuelas afiliadas con las Asambleas de Dios decidieron operar en cooperación con PIEDAD
como organización coordinadora cuyo fin es brindar capacitación y financiamiento operativo y de capital.

279
[El lugar propuesto] es una comunidad marginada que forma parte del anillo de
miseria periférico a la capital [de San José]. Lo habitan unas 4.500 familias de
bajos ingresos, en las que predomina el desempleo y el subempleo. La cantidad
de familias uniparentales es desproporcionada, casi siempre madres con niños
pequeños y niños con sus abuelos. Se evidencian tasas elevadas de drogadicción,
alcoholismo, prostitución y vagancia.71

Con el surgimiento de muchos programas similares y las solicitudes frecuentes para


más escuelas, los líderes de los programas nacionales más vigorosos, incluyendo a Joaquín
García en El Salvador, Rodolfo Sáenz, Johnnie Esquivel y Gerardo Barrantes en Costa Rica,
Mario Canaca en Honduras y Francia Hernández en República Dominicana, junto con todo
un conjunto de educadores y ejecutivos denominacionales, han tratado de coordinar y
mejorar las actividades individuales que se han emprendido en el nivel nacional, mediante la
creación del Seminario de las Instituciones Educativas Evangélicas de Latinoamérica. La
participación y el compromiso de toda una gama de diferentes líderes nacionales ha
posibilitado que PIEDAD sea muy contextual y popular en su esencia. Este instituto está
conformado por seminarios y consultas constantes cuyo fin es analizar enfoques filosóficos,
teológicos y prácticos con respecto a áreas comunes de interés.

6. Los Seminarios de las Instituciones Educativas Evangélicas de Latinoamérica


(SIEELA)
Los SIEELA han desempeñado un papel fundamental en el desarrollo de nuevos
rumbos para PIEDAD en América Latina. En general, los SIEELA se han centrado en las
directrices filosóficas y estratégicas necesarias para extender la educación por medio de la
formación de personal profesional y la solicitud de recursos mediante la oferta de becas
continuadas. Los diálogos en las conferencias han insistido en el desarrollo integral, y el
reconocimiento de la naturaleza polifacética del niño, incluyendo lo intelectual, lo físico, lo
social, lo emocional, lo cívico, lo artístico y lo profesional, además de lo espiritual. Las
conferencias también han brindado la oportunidad para que los participantes, de manera
formal e informal, lleven a cabo evaluaciones críticas.
De acuerdo con la teología de los grupos, se considera que los énfasis sociales deben
considerarse fundamentales en la modificación de la persona por medio de una
transformación o conversión vividas. Así pues, si bien las normas establecidas para las
personas son en algunos aspectos muy diferentes de las de la sociedad tradicional, el proceso
se enfoca en alcanzar al niño en su contexto socioeconómico. La filosofía de estos
programas, elaborada en todas las conferencias de los SIEELA, indica los cambios
estructurales profundos que los miembros aspiran a logar.72
Los SIEELA se iniciaron en 1984, cuando los líderes de varios sistemas escolares
nacionales se reunieron en San Salvador, EL Salvador, a fin de elaborar algunas directrices
para la obtención de estas metas filosóficas, teológicas y estratégicas. Asistieron 54 personas
en representación de 11 países, de las cuales 45 eran directores nacionales, administradores

71
Memorándum interno que describe el proyecto Los Guido enviado por María Sibaja, secretaria de Johnnie Esquivel, director de las
Escuelas Cristianas de Costa Rica, la asociada nacional de PIEDAD.
72
Mario Carnaca, "La actividad académica y los servicios estudiantiles en los centros educativos cristianos 'Asambleas de Dios' en
Honduras." SIEELA (Tegucigalpa, Honduras: Documentos de PIEDAD, 1985).

280
y maestros, y los otros nueve, misioneros estadounidenses. Los documentos de la primera
conferencia fijaron la pauta para las metas de PIEDAD que se elaboraron luego.73
Las conferencias, las consultas y los encuentros en grupos pequeños de las reuniones
de la SIEELA, desempeñaron un papel significativo en el desarrollo de PIEDAD en todo el
continente, y en ellos se insistió sobre todo en lo deseable del consenso en asuntos
teológicos y estratégicos. Los participantes deseaban enmarcar su labor de evangelización y
preocupación social dentro de la realidad de opresión en el continente.
Una segunda reunión de los SIEELA se llevó a cabo en 1985, de nuevo en El
Salvador. Dos documentos teológicos trataron las bases de la justicia bíblica en el Antiguo y
Nuevo Testamentos. Murray Dempster, pentecostal especialista en ética social, afirmaba que
la base ética social para la justicia de parte de los pentecostales, se encuentra fuertemente
enraizada en la tradición moral del Antiguo Testamento. Es el Antiguo Testamento, argüía
Dempster, el que plantea la justicia social como el deseo de Dios para la sociedad, y más
aun, Dios le pide a su pueblo que la procuren de manera activa. Identifica en concreto el
carácter teocéntrico del pensamiento ético, el concepto de la Imago Dei, la idea del pacto en
la formación de la comunidad, las tradiciones proféticas referentes a la preocupación social y
las enseñanzas del Jubileo, como los principios éticos pertinentes del Antiguo Testamento, a
partir de los cuales se puede promover, alimentar y dirigir la preocupación social dentro del
contexto de cualquier sociedad.74
El documento acerca de la justicia bíblica en el Nuevo Testamento se centró en una
nueva lectura de Lucas 4:18-19, a partir del contexto de la realidad de la pobreza en América
Latina en general y de los niños latinoamericanos en particular. La preocupación por los
marginados está vinculada en forma directa con el ministerio de Jesús. Lucas, al enfatizar
que la misión y el mensaje de Jesús se centraban en su proclamación del Reino de Dios,
declaraba que Jesús comenzó su ministerio público con la declaración expresada en Lucas
4:18-19. Los participantes en la reunión de los SIEELA concordaron en que la preocupación
por los marginados se promulga en el ministerio de Jesús. Una cita de Dietrich Bonhoeffer,
Letters from Prison [Cartas desde la prisión] ponía de relieve la necesidad de que hubiera
justicia entre los hombres.75 Resultaría dudoso si todos los que se consideran pentecostales
emplearan el mismo lenguaje, o siquiera entendieran la intención de Bonhoeffer. Sin
embargo, para muchos individuos importantes del movimiento, en especial en América
Latina, aunque también en América del Norte, el mensaje del Reino impone exigencias
morales en cuanto a la promoción de la preocupación social. Estos valores, a su vez, llevan a
la cuestión de cómo se pueden aplicar. PIEDAD ha aprovechado estos sentimientos en
dimensiones cada vez mayores, lo cual indica que, inspirado en la Biblia, existe un fondo de
preocupación por hacer progresar el Reino.76
La cuarta conferencia de los SIEELA en Honduras trató del tema "Alcanzando
nuestra generación actual". Los expositores en el seminario, cuya asistencia fue de 89

73
Véase Documentos de PIEDAD (San Salvador, El Salvador: 1984).
74
Murray W. Dempster, "Old Testament Foundations for Social Concern", SIEELA (San Salvador, El Salvador. Documentes de
PIEDAD, 1985). Véase en el capítulo 6 un desarrollo de estos principios éticos veterotestamentarios.
75
"Para ser cristiano hoy," afirmaba Bonhoeffer, "debe haber dos ingredientes: oración y justicia entre los hombres. Todo pensamiento
cristiano debe generarse con oración y acción, lo cual debiera conducir a una nueva comprensión del lenguaje bíblico. Habrá un lenguaje
de justicia y verdad que proclama la paz de Dios para los hombres y la llegada del Reino." Dietrich Bonhoeffer, Letters and Papers from
Prison, ed. rev. (Nueva York: SCM Press, 1971).
76
Douglas Peterson, "New Testament Concerns for Social Concerní," SIEEIA (San Salvador, El Salvador: Documentos de PIEDAD.
1985).

281
personas provenientes de nueve países, presentaron trabajos que aludían a las
preocupaciones filosóficas y teológicas, y recalcaban la necesidad apremiante de cambios
estructurales en el campo educativo y también en toda la sociedad. El licenciado Joaquín
García presentó un elocuente documento, titulado La mística de PIEDAD, que poco después
se incorporó a los respectivos anuarios escolares de varios países. García identificó los dos
fundamentos que consideraba indispensables para el programa. Primero, la responsabilidad
de las escuelas de PIEDAD está dirigida a la comunidad, en especial ante los padres y el
niño. Si estas personas adquieren un sentido de dignidad gozarán de más oportunidades para
desarrollar la creatividad, el carácter, los hábitos laborales productivos y el deseo constante
de mejorar. Segundo, no basta con preparar a los niños para el presente, sino que la tarea del
educador es ayudarlos para que todos ellos tengan una conversión espiritual y personal. La
experiencia personal, junto con la recepción social adecuada de poder por parte del niño, es
la tarea de PIEDAD y la esencia del programa.77
Según el pensamiento de García, la creación y la labor permanente de la clase de
escuelas que PIEDAD desea depende de la cuidadosa selección del personal más
competente, seguido de una orientación bien pensada y coherente de los seleccionados.
García afirmaba que PIEDAD tendría éxito en la medida en que todos los maestros,
administradores y directores compartieran el mismo compromiso con la filosofía propuesta
por el liderazgo.
Mario Canaca, profesor de la Universidad de Honduras y director nacional de
PIEDAD en dicho país, presentó luego un documento determinante acerca de aspectos
educativos en América Latina titulado "En busca de la excelencia académica". Para Canaca
las oportunidades para conseguir una educación formal constituyen la base de la esperanza
para poder desenvolverse en forma exitosa en la sociedad. Por esta razón se puede prever un
futuro más humano y participar en la construcción de una sociedad que no oprima a los
sectores marginados. Para poder alcanzar el desarrollo académico en todos los niveles en
general – sobre todo en los grados más elevados – se necesitaban prácticas que desarrollaran
nuevas formas de pensar y nuevos métodos de enseñanza que aprovecharan el gran cúmulo
de conocimientos internacionales. La excelencia académica, argüía, debe incluir no sólo los
aspectos formales del conocimiento, sino también, y en forma apremiante, la inclusión de la
capacidad de hablar con seriedad acerca de la política, la economía, la sociología., la
educación y otras disciplinas mucho más complejas.78
El profesor Canaca enumeraba una serie de consideraciones que suelen servir de
obstáculos en el logro de la suficiencia académica en el contexto iberoamericano. Entre estos
problemas se encuentra, primero, el dilema de oportunidades desiguales que en forma
perjudicial y sistemática impiden a los sectores sociales más pobres – tanto de zonas rurales
como de urbanas – el acceso siquiera a la educación elemental. Segundo, una cantidad
importante de maestros no cuentan con una preparación adecuada para educar en forma
competente a los niños y jóvenes en sus clases. En los programas de formación para
educadores en América Latina ha sido típico otorgarle una prioridad muy elevada a una

77
Joaquín García, "La Mística de PIEDAD," SIEELA (San Pedro de Sula, Honduras: Documentos de PIEDAD, 1987).
78
Los educadores latinoamericanos han solido aceptar las estructuras y condiciones objetivas. Se pueden encontrar descripciones de esta
posición en William K. Cummings, Low-Cost Primary Education: Implementing an Innovation in Six Nations (Ottawa, Ontario:
International Development Research Centre, 1986); Dole A. Anderson, Management Education in Developing Countries: The Brazilian
Experience, Latin American Monograph Series, Michigan State University (Boulder, Colorado: Westview Press, 1957) y Sylvain Lourié,
Education and Development: Strategies and Decisions in Central America (Paris: United Nations Educational, Scientific and Cultural
Organization, 1989).

282
metodología inactiva, que fomenta un aprendizaje memorístico en lugar de insistir en un
proceso creativo qua prepare al niño para responder a sus necesidades contextuales. Tercero,
los programas educativos existentes no conducen de manera adecuada a la formación
integral de la persona ni brindan una orientación apropiada para poder participar con éxito
en la vida secular cotidiana. Cuarto, se utilizan métodos de enseñanza que le impiden al
maestro emplear recursos técnicos nuevos e importantes.79 El quinto punto era lo inadecuado
de las estructuras administrativas educativas existentes para facilitar la investigación
pedagógica necesaria a fin de satisfacer las exigencias de los sistemas educativos actuales,
En respuesta a estos obstáculos, Canaca proponía la adopción de nuevas normas
dentro de la estructura de PIEDAD para posibilitar que las escuelas satisficieran las
aspiraciones del pueblo latinoamericano. Estas nuevas normas debían incluir, de manera
primordial, un método moderno de enseñanza que estimulara el desarrollo intelectual y
creativo y, que al mismo tiempo, proporcionan a los alumnos la suficiencia necesaria para
aprovechar los recursos educativos y tecnológicos modernos. Además, se requería adoptar
dentro de PIEDAD normas que garantizaran al maestro la preparación adecuada, la
estabilidad, así como derechos económicos y administrativos legítimos.
Canaca propuso la creación de una organización que pudiera ofrecer talleres
pedagógicos para administradores, directores y maestros de PIEDAD. Pidió una
preocupación prioritaria por las personas más marginadas dentro de la sociedad, y sugirió
que el desarrollo de estas personas debía incluir una educación enfocada seriamente en la
identidad cultural y fomentadora de los valores cívicos, morales y espirituales. Este proceso
educativo produciría un individuo integral y el desarrollo social del alumno, además, lo
prepararía para formar juicios responsables con libertad. Canaca concluyó su presentación
con el siguiente desafío a las escuelas que funcionan bajo la coordinación de PIEDAD.

Propongo que, además del desarrollo cognitivo, psicomotor y afectivo [del


alumno], cumplamos con nuestra responsabilidad de "Forjar Espíritus Nuevos,"
[lema del Liceo Cristiano] y esto sólo se puede lograr si seguimos las pisadas y
el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo: "Y Jesús crecía en sabiduría y en
estatura, y en gracia para con Dios y los hombres" (Lc.2:52).80

La presentación de Mario Canaca se convirtió en una influencia importante en el


desarrollo pedagógico del personal de PIEDAD. Más adelante se creó una organización para
la capacitación de maestros, ésta ofrece más de cincuenta diferentes seminarios que tratan
aspectos cognitivos y también filosóficos y teológicos.81 Se estableció en PIEDAD una

79
En una carta abierta a los candidatos presidenciales en Costa Rica, los educadores más destacados del país afirmaron que la razón por
la cual la educación latinoamericana era tan mediocre se encontraba en el pensamiento rígido, nacido de la insistencia en el empleo
correcto de la "metodología" en la enseñanza. Según los educadores, la inflexibilidad de la metodología coarta el aprendizaje creativo.
Dicha rigidez, más preocupada por la metodología que por el contenido y la creatividad, había conducido a un "circulo vicioso
pedagógico" inaceptable. Para los educadores costarricenses los procesos pedagógicos se preocupaban más por la metodología que por el
contenido y la creatividad, había conducido a un "círculo vicioso pedagógico" inaceptable. Para los educadores costarricenses los
procesos pedagógicos se preocupaban más por la metodología o por el "cómo" de la enseñanza, que por el "por qué y el qué" de la
misma; por lo tanto, una mejor administración, más legislación y presupuestos más elevados – aunque fueran factores importantes – no
iban a detener el grave deterioro de la instrucción educativa, ni a mejorar los resultados. Los educadores instaban al futuro presidente a
introducir un cambio conceptual fundamental en las universidades, e implantar una pedagogía radicalmente reformada en la formación de
los nuevos maestros. "Pedagogismo y educación mediocre," La Nación, (6 de febrero, 1994), 14A.
80
Lic. Maslo Antonio Carnaca, "En Busca de la Excelencia Académica," SIEELA (San Pedro de Sula, Honduras: Documentos de
PIEDAD, 1987): 25-30.
81
Se realizan seminarios anuales en cada país con unos diez temas en cada uno do ellos.

283
metodología de enseñanza que utilizaba un enfoque educativo más radical, que les brinda a
los maestros la oportunidad de utilizar prácticas creativas y con ello cuestionar las antiguas
metodologías y la ortodoxia estructuralista tradicional. Este enfoque incluía insistir en una
contextualización y flexibilidad mayores en armonía con el origen social y la cosmovisión
de los alumnos.82
Sobre la base de los documentos de conferencias anteriores, los participantes en los
SIEELA de 1992 en Tegucigalpa, Honduras, elaboraron una declaración de misión que
serviría de base para la reflexión y las acciones futuras. El primer párrafo de la declaración
describe la naturaleza y el compromiso de los participantes de PIEDAD:

El punto focal de PIEDAD han sido siempre los pobres, los que no tienen a
nadie que defienda sus causas. Este punto focal siempre han sido las personas, y
el deseo de nuestro programa es mostrar compasión en forma tangible a los más
pequeños de entre estos. La dignidad de la persona y el respeto por la vida,
reflejados por medio de las acciones de PIEDAD, son la encarnación de las
preocupaciones eternas del reino de Cristo… Invertir en los niños de las clases
marginadas hace posible el surgimiento de una generación futura que ya no será
víctima de tragedias, sino recreadora de estructuras sociales que tendrán un
impacto en el futuro de sus respectivas naciones.83

Vale la pena notar que los SIEELA nacieron como consultas operativas entre
maestros y administradores que entendían por un lado los retos y oportunidades de las
escuelas en los barrios bajos y, por el otro, tenían la visión, basada en su fe cristiana, de
mejorar. La evolución de su pensamiento, por medio de una serie de reuniones
internacionales, impidió que cayeran en las formas tradicionales de interpretación
instrucción, o en un dogmatismo tendiente a imponer en las personas convicciones muy
elevadas e intensas acerca de cómo resolver los problemas sociales.
Los aspectos sociológicos, pedagógicos y teóricos planteados en las reuniones de los
SIEELA reflejaron un deseo de fomentar la iniciativa local, sin la cual no era probable
resolverlos problemas concretos de una escuela.84 La solución de los problemas mayores
dependía en gran parte de la descentralización: de encontrar objetivos alcanzables
localmente con pocos recursos y con mucha improvisación, atención e inteligencia. La
supervivencia de las escuelas con elevados niveles de motivación indicaba lo eficaz del
enfoque. Los informes del progreso de los alumnos, aunque incompletos, mostraban el
funcionamiento de la estrategia.85
Las conferencias de los SIEELA proporcionaron los foros en los que PIEDAD podía
ofrecer una perspectiva más concreta para enfocar los problemas sociales. En este marco,
forjado en diálogos francos y metas comunes, la orientación teórica, teológica y filosófica de
PIEDAD hacia la preocupación social fue tornando forma en el contexto histórico concreto

82
La filosofía educativa de PIEDAD se expondrá más adelante en este capítulo.
83
"Declaración de Misión de PIEDAD," SIEELA (Tegucigalpa, Honduras: Documentos de PIEDAD, 1993).
84
Anualmente, cada nación realiza "SIEELA" locales con todo el personal de PIEDAD del país, utilizando los materiales que los líderes
aportan de las reuniones internacionales.
85
La evaluación de los programas de PIEDAD en cada país demuestra enfoques filosóficas similares. Sin embargo, la metodología varia
de acuerdo con el contexto no sólo del país en cuestión, sino también de la comunidad local.

284
de los barrios pobres de América Latina.86 Como tal, se trata de una reflexión necesaria y un
ejercicio valioso de quienes participan en PIEDAD para comprender con claridad que la
labor de PIEDAD no puede ser una simple respuesta accidental, una actividad periférica o
una simple reacción emocional. PIEDAD procura ex profeso cumplir en forma sistemática e
inteligente con un desafío que el evangelio ha planteado en el encuentro con a realidad
social. Los siguientes principios constituyen el fundamento filosófico-educativo elaborado
como consecuencia de la activa participación en el contexto social, que los educadores de
PIEDAD hacen suyos y practican;87 estos principios ofrecen el marco de referencia a partir
del cual se puede evaluar en forma crítica la eficacia de PIEDAD.88

7. La Filosofía de PIEDAD
Las políticas elaboradas por los SIEELA para la administración de las escuelas de
PIEDAD ponen de manifiesto los papeles que el Programa contempla para sí mismo. Ya ha
transcurrido tiempo suficiente para evaluar su eficacia. El resto de este capítulo trata de
formular una metodología para ponderar si en alguna medida las escuelas de tal sistema
ofrecen verdaderamente una educación alternativa, con posibilidades de producir, con el
tiempo, cambios en estas sociedades.
En la evaluación del sistema tal como es en la actualidad surgen tres puntos iniciales.
Primero, todos los maestros, directores, administradores y pastores que trabajan en PIEDAD
son latinoamericanos. Dos mil educadores nacionales laboraban en las escuelas de PIEDAD
en 1992. Es decir, PIEDAD está comprometido con una contextualización de la experiencia
educativa, y la convierte en un movimiento del pueblo.89 Las estructuras de organización y
las filosofías las han establecido profesionales nacionales en los países donde están ubicadas
las escuelas de modo que se asegure su armonía con el medio sociocultural inmediato.
Además, funcionan como entidades autónomas, ya sea bajo la coordinación de una junta
eclesial local, o bajo la coordinación del departamento nacional de educación de las
Asambleas de Dios. La autonomía de los proyectos exige confianza de parte del liderazgo
ejecutivo nacional. Naturalmente algunos proyectos necesitan ayuda y orientación, pero
PIEDAD, como entidad nacional o internacional no puede invalidar la iniciativa local. Una
prueba de esta dependencia de sí mismas, la constituye el hecho de que las finanzas de las
escuelas de PIEDAD están en manos de una administración local. Además, sólo se exigen
las auditorias que se suelen requerir que se presenten en forma periódica a las comisiones
educativas nacionales a fin de demostrar que la administración de la escuela es adecuada.
Puesto que se fomenta que las escuelas de PIEDAD funcionen por iniciativa propia y
sigan sus propias prácticas individuales, no constituyen un sistema homogéneo y resulta

86
Un cuadro de educadores, administradores y pastores también ha sido decisivo en la formación dinámica de las bases filosóficas,
teológicas y estratégicas de PIEDAD. Juan Binan (El Salvador) y Rodolfo Sáenz (Costa Rica) contribuyeron mucho en la formación de
los principios filosóficos y teológicos guiadores de la acción pastoral de PIEDAD. El licenciado Joaquín García (El Salvador), el
licenciado Mario Canaca (Honduras) y la licenciada Francia Hernández (República Dominicana) han contribuido en gran manera en las
áreas de formación educativa. El desarrollo estratégico y administrativo ha recibido una influencia significativa de Johnnie Esquivel
Tenorio, Mayela Flores y Gerardo Barrontes (Costa Rica). Muchas otras personas han contribuido a una plétora de áreas como salud y
atención en salud. Véase Documentos de PIEDAD y declaraciones constitucionales y administrativas nacionales de cada país, publicadas
localmente.
87
El autor reconoce su deuda con los educadores del Programa Integral de Educación de las Asambleas de Dios en América Latina por
los insumos que aportaron para esta sección. De valor especial es el trabajo escrito por Mario Canaca, "Filosofía del programa PIEDAD
frente a la educación pública." SIEELA (Tegucigalpa, Honduras: Documentos de PIEDAD, 1993).
88
En el capítulo 6 se ofrece la elaboración de un marco teológico de referencia que proporciona la base para la política social de los
pentecostales, incluyendo a quienes laboran en PIEDAD.
89
En el capitulo 2 se expuso la naturaleza nacional autónoma de los pentecostales latinoamericanos.

285
difícil, si no imposible, una supervisión administrativa completa. Las debilidades de tal
enfoque se compensan con los beneficios de conservar la participación de las bases
necesaria para que las escuelas influyan en las comunidades donde están ubicadas. Sin el
compromiso con el proyecto de parte de la iglesia local, de la comunidad y de los pastores,
el programa se volvería muy pronto dependiente y se paralizaría. Como John Yoder ha
comentado, la transformación social tiene su máxima eficacia cuando la "estructura social
primaria por medio de la cual opera el evangelio para cambiar las estructuras es la de la
comunidad cristiana".90 Cuando se identifica la escuela con la iglesia y con la comunidad
local, muchas de las metas del programa se pueden alcanzar incluso con los problemas de
diversidad, de personal y con otras restricciones que tienden a limitar la eficacia educativa.
En segundo lugar, las prácticas pedagógicas utilizadas por los nuestros en el
Programa Integral de Educación en América Latina no se rigen por ninguna tradición
educativa concreta, con tal de que la escuela tenga éxito en su tasa de aprobados y
suspensos. Los educadores de PIEDAD tienen la libertad de hacer suyos y de adaptar a su
propia cultura y contexto modelos educativos concretos. En la mayoría de los casos, se les
exige a las escuelas seguir el programa de estudio oficial establecido, que es necesario y
deseable aplicar de manera creativa, en armonía con las realidades sociales presentes en cada
situación.91 En la mayoría de los países PIEDAD se ha comprometido a depender lo más
posible de maestros seleccionados por sus requisitos personales y por su habilidad para
educar a los alumnos, más que estrictamente por los requisitos profesionales. Así pues, las
escuelas de PIEDAD suelen empeñarse en la preparación de los maestros durante todo su
tiempo de servicio. A lo largo de años de experiencia, PIEDAD ha demostrado que es mejor
estimular la originalidad, la creatividad e incluso el arriesgarse en prácticas pedagógicas
entre maestros jóvenes e inexpertos, que reorientar el pensamiento y los enfoques de
maestros ya comprometidos con otras filosofías educativas.
De los objetivos definidos de PIEDAD se deduce que el maestro es el elemento más
importante del sistema, más que la metodología, los recursos y el financiamiento.92 La
actitud y el ejemplo del maestro son decisivos, sobre todo cuando se trabajaron niños en
situaciones desventajosas. Algunas preguntas deben formularse necesaria y
permanentemente. ¿Por qué no se está desempeñando bien el niño? ¿Está enfermo, tiene
hambre o sufre malos tratos físicos o emocionales? ¿Lo afecta su pasado en un hogar roto o
deshecho? El maestro debe estar consciente de una multitud de circunstancias que afectan al
niño y, en una forma pastoral, tomar medidas para ayudar a solucionar los problemas que lo
perturban e inhiben.93 Resulta evidente el compromiso del maestro en cualquier escuela de
PIEDAD. Es de lamentar que, por falta de fondos, a la mayoría de los maestros no se les
pague un salario equiparable al que pudieran ganar en una escuela pública. A pesar de esta

90
John Howard Yoder, The Politics of Jesus (Grand Rapids, Michigan: Wm B Eerdmans Publishing Co. 1972), 157.
91
En el repaso realizado por Rolland C. Paulston de catorce textos recientes que tratan perspectivas educativas diferentes, se encuentra
un excelente resumen de tendencias pasadas, actuales y futuras en la educación latinoamericana y el cambio social. "Ways of Seeing
Education and Social Change in Latin America: A Phenomenographic Perspective", Latin American Research Review 27, (1992):
177-1202.
92
Jere R. Behrman, profesor de economía en la Universidad de Pensilvania, prueba que la cantidad de inversión de capital en educación
en cada uno de los países latinoamericanos – aunque importante para tener una educación de calidad - no so traduce directamente en una
educación de mejor calidad. Afirma que aunque sea conveniente invertir más en las escuelas, otros factores, como la calidad del maestro,
pueden producir beneficios mayores. Véase Jere R. Behrman, "Schooling in Latin America: What Are the Patterns And What Is The
Impact?," Journal of Interamerican Studies 27, (invierno 1985-86): 21-35.
93
En el capitulo 6 se presentarán en una adaptación pentecostal del circulo hermenéutico, elementos descriptivos, analíticos y teológicos
que proporcionan una base eficaz para una acción eficaz.

286
desventaja obvia, la labor de los maestros es ejemplar.
Sólo los maestros capacitados para ello utilizarán el compromiso de PIEDAD en el
sentido de que el lenguaje pedagógico que utiliza el educador no debería ser neutral. El
lenguaje debiera transmitir los conceptos básicos que proporcionan el soporte básico de la
filosofía educativa y teológica de PIEDAD. Paulo Freire, educador católico brasileño, fue el
pionero en el empleo de herramientas conceptuales en la alfabetización para que los pobres
adquieran poder con el fin de entender mejor su realidad social y personal.94 Los educadores
latinoamericanos, como Freire, fomentadores de un enfoque interpretativo radical en la
educación, insisten en la apremiante necesidad de superar las restricciones que las
estructuras sociales tradicionales les imponen a los sectores marginados.95 Un cambio
estructural significativo exige que los dominados experimenten una liberación genuina en
sus circunstancias para así convenirse en agentes de cambio. Freire elaboró una filosofía de
la educación y una metodología práctica con el fin de que sirvieran como fuerza liberadora,
que permitiera a los pobres transformar su sociedad en países todavía en vías de desarrollo.
La Pedagogía del oprimido de Freiré nació de su trabajo con las masas desesperadamente
pobres del nordeste de Brasil. En medio de su labor diaria con las masas tan pobres de
Brasil, se dio cuenta de que el analfabetismo era un factor clave en la determinación del
destino de los pobres. Freire afirmaba, sin embargo, que los pobres requerían algo más que
saber leer y escribir para poder romper de verdad con el statu quo. El concepto clave en la
Pedagogía del oprimido es la concienciación del pobre por medio de la alfabetización. Por
concienciación, Freire quiere decir el empleo de la alfabetización para despertar la
conciencia del pobre a fin de que supere su propio sentido de fatalismo y resignación ante el
statu quo y para estimularlos a tomar en sus manos su propio destino. Para lograrlo, Freire
elaboró un vocabulario básico que significaba algo para las situaciones concretas de la vida
del pobre y podía proporcionarles la capacidad de contribuir a un diálogo acerca de su
situación con el maestro, quien sería tan sólo un facilitador o catalizador. El lenguaje, pues,
se convirtió en la herramienta pedagógica a fin de que el oprimido reflexionara en cuanto a
su propia situación social y económica. Cuando lleguen a entender por qué son pobres,
arguye Freire, estarán en condiciones de comenzar a asumir el control de su propio futuro.
El "deutero-aprendizaje," o la capacidad permanente de aprender a aprender, encuentra sus
raíces intelectuales en la teoría de Paulo Freire.96 Se podría argüir que las ideas
interpretativas radicales de educadores como Freire son en realidad ideas de los que "ven
desde arriba" y en realidad no representan las ideas de los marginados. No sólo utiliza Freire
un control de arriba hacia abajo sino que esta clase de proceso educativo está muy influida
por las inclinaciones políticas del maestro. Con frecuencia es el "intelectual" quien decide
qué debieran pensar los pobres de sí mismos y luego se molesta cuando el pueblo no
responde. Por otra parte es cierto que "lo que los pobres piensan realmente de sí mismos" es
también lo que los sectores dominantes hacen que piensen, ya sea mediante la educación o
por los medios de comunicación masivos.

94
Paulo Freire, The Pedagogy of the Oppressed (Nueva York; Scabury Press, 1970).
95
El enfoque interpretativo radical en educación se puede entender como "un marco de referencia comprometido con una idea de la
sociedad que subraya la eliminación o trascendencia de las limitaciones de las relaciones sociales existentes". Gibson Burell y Morgan
Gareth, Sociological Paradigms and Organizacional Análisis (Portsmouth, Nueva Hampshire: Heinermann, 1979), 32.
96
Las ideas de Freire sobre educación no formal de adultos, aunque se propusieron por primera vez en la década de los sesenta, no han
cambiado en forma significativa en sus libros más recientes. Véanse Paulo Freire y Antonio Faúndez, Learning to Question: A Pedagogy
of Liberation (Nueva York: Continuum, 1989) y Myles Horton y Paulo Freire We Make the Road by Walking: Conversations on
Education and Social Change (Filadelfia, Pensilvania: Temple University Press, 1990).

287
La perspectiva radical de Freire suele concebir la educación como una herramienta
revolucionaria que se puede utilizar para liberar al pobre de su posición dominada y producir
un cambio social revolucionario. De igual manera, para el teólogo de la liberación Gustavo
Gutiérrez, los pobres, una vez que entiendan las razones de su pobreza, deben organizarse
para cambiar las estructuras tan evidentemente injustas.97 José Míguez Bonino refleja el
marco de estos dos teólogos en un acertado resumen de las reflexiones de Gutiérrez:

El dijo (en resumen): He descubierto tres cosas. Descubrí que la pobreza era
algo destructor, algo que hay que combatir y destruir, y no solo algo que sería
objeto de la caridad. En segundo lugar, descubrí que la pobreza no era
accidental. El hecho de que estas personas sean pobres y no ricas no es una
cuestión de casualidad, sino el resultado de una estructura. En tercer lugar,
descubrí que los pobres son una clase social. Cuando descubrí que la pobreza
era algo que hay que combatir, que la pobreza era estructural, que los pobres
eran una clase [y podían organizarse], me resultó muy claro que para servir a los
pobres, uno tiene que pasar a la acción política.98

Los educadores del Programa Integral de Educación en América Latina no estarían


en desacuerdo con la filosofía educativa de Paulo Freire en cuanto al principio de
concienciación como un aspecto de la educación. Ni tampoco rechazarían el análisis social
de Gustavo Gutiérrez. Sin embargo, en contraposición con la teoría de acción pastoral de
Freire y Gutiérrez, quienes defenderían primordialmente una acción política dirigida hacia la
macroperspectiva de las estructuras sociales99 para posibilitar un cambio radical, PIEDAD
preferiría tratar esas disparidades educativas y sociales desde la microperspectiva de una
opción alternativa basada en escuelas cristocéntricas en general, y en afectar la vida personal
del niño marginado en particular. El repudio de métodos políticos radicales se basa menos
en la deferencia, la tradición y la moderación moral, que en la inversión del tiempo y de las
fuerzas de uno que pueda producir beneficios duraderos. La mayor parte de las acciones
políticas emprendidas por las masas de América Latina no han tenido éxito. Esto ha sido así
no sólo porque los protagonistas utilizan a los niños, a los desesperadamente pobres, a los
románticos o a los patológicamente airados, sino también porque el proceso de odiar y
destruir a su vez destruye a la persona supuestamente dedicada a redimir a la sociedad. El
punto focal de PIEDAD está en convertir en realidad el potencial del niño destruido.
Después de haber alimentado al niño con sentimientos positivos, estará en condiciones de
escoger métodos adecuados para tratar la injusticia. El cristianismo considera la
responsabilidad como personal. Y lo mismo hace PIEDAD.
En consecuencia, el lenguaje de las sílabas utilizadas en los primeros grados de las
escuelas de PIEDAD está lleno de descripciones elocuentes de los conceptos de amor,
esperanza y, sobre todo, del poder basado en la premisa básica de que todos han sido creados

97
Gustavo Gutiérrez, A Theology of Liberation, ed. rev., trad. Hermana Caridad Inda y John Eagleson (Maryknoll, Nueva York: Orbis
Books, 1988).
98
José Mígues Bonino, "Declaración de Jose Mígues Bonino." en Theology in the Americas (Detroit II Conference Papers), eds. Sergio
Torres y John Eagleson (Maryknoll, Nueva York: Orbis Books, 1976), 278.
99
Los observadores del pentecostalismo han criticado una y otra vez al movimiento por su falta de "participación política" más allá de
su propio contexto y dentro de la sociedad civil. Sin embargo, la definición de preocupación social que incluye sólo categorías políticas,
estatales y civiles, no puede incorporar otras esferas igualmente importantes de preocupación social, como un sentido de dignidad y valía
personales, el papel de la mujer y la mortalidad personal.

288
a imagen de Dios. Además, PIEDAD ha elaborado un plan de estudios de educación
cristiana para todos los grados, desde el primero hasta el sexto, centrado en seis temas
principales: la vida espiritual, la Biblia y la teología, el papel de la iglesia, el servicio
cristiano y la ética cristiana. Este proceso educativo utiliza la premisa, base del pensamiento
de Freire, de que el lenguaje no debiera ser neutral, sino que debiera tratar de proporcionar
una alternativa positiva, conocida en PIEDAD como la "pedagogía de la esperanza".100
En contraposición con las acciones interpretativas radicales de Freire,101 PIEDAD
procura liberar al niño marginado, centrándose en forma individual en el concepto de que,
como todos son creados a imagen de Dios, poseen una valía y valor únicos e intrínsecos.102
En general, PIEDAD está comprometido con esta clase de capacitación adecuada y creativa
de su personal. Resulta evidente que el éxito, en cuanto a influir en las estructuras sociales
de una forma significativa, tendrá mucho que ver no sólo con la competencia del maestro
sino también con su comprensión minuciosa de la metodología de enseñanza de PIEDAD.
Tercero, PIEDAD insiste en la importancia de los niños mismos. En la selección de
proyectos nuevos, se les da prioridad a los residentes de zonas donde existan más
necesidades.103 Se reconoce que estas necesidades son materiales, además de educativas, y
que con anterioridad debe imbuirse al niño de un sentido de dignidad humana y valía propia.
Los niños suelen ingresar al programa con una baja estima de sí mismos y un sentido de
inferioridad social. Con frecuencia aceptan el estereotipo (hasta el punto de reflejarlo o de
ser sensibles al mismo) de que no pueden tener éxito y están destinados a seguir formando
parte de los sectores marginales.104 Una ilustración de esta falta de visión respecto de la
posibilidad de mejorar, la ofrece la conversación del autor con una alumna de siete años
llamada Wendy, en una escuela de PIEDAD en El Salvador.
- ¿Tienes mamá y papá?
- Sólo papá.
- ¿Dónde está tu mamá?
- No lo sé.
- ¿Con quién vives?
- Vivo con mi papá y con mi hermanito.
- ¿En qué trabaja tu papá?
- Vende lotería y cigarrillos.
- ¿Qué te gustaría ser cuando seas mayor?

100
Cheryl Bridges Johns, en su tesis doctoral, relaciona los componentes del proceso pedagógico de Freire con el contexto del
pentecostalismo. Para ella, el pentecostalismo, movimiento genuino de transformación social, ofrece el contexto óptimo de una catequesis
que proporciona un ambiente único para una verdadera pedagogía del oprimido. Su tesis ha sido publicada, Pentecostal Formation: A
Pedagogy Among the Oppressed (Sheffield: Sheffield Academic Presa, 1993).
101
Parece que los pentecostales se han "sintonizado" con la manera en la cual realimente viven y actúan los pueblos marginados,
mientras que las comunidades de base y la teología de la liberación con frecuencia han fracasado. Surgen, entonces el interrogante y el
desafío en el sentido de que si la transformación de la vida en la experiencia pentecostal significa también o no una "renovación de la
mente" (Ro. 8:1ss), que puede romper con la fascinación de los "esquemas del mundo" – asimilados bajo todas las influencias – y crear
una "mente" conformada a la voluntad buena y perfecta de Dios. La formulación teológica en el capítulo 6 trata de presentar la estructura
para este proceso.
102
El concepto de Imago Dei, de decir que la vida humana ha sido creada a imagen de Dios y por esta razón se puede distinguir de
todos los otros elementos de la creación de Dios, se describirá en el capítulo siguiente como el fundamento teológico de los principios y
acciones éticos.
103
Juan Bueno, "Reflexiones sobre el Origen y Filosofía del Programa Integral de Educación de las Asambleas de Dios, PIEDAD"
SIEELA (San Salvador, El Salvador: Documentos de PIEDAD, 1984).
104
Antes del Vaticano II, la Iglesia Católica reforzaba esta idea y los pueblos marginados con frecuencia la aceptaban en forma fatalista.
Véanse el capítulo 4, nota 59, y en el capítulo siguiente los análisis críticos de Gustavo Gutiérrez y Juan Luis Segundo en cuanto al papel
de la iglesia en la sociedad.

289
- Me gustaría vender lotería, como mi papá.
Wendy no soñaba gran cosa ni atesoraba grandes esperanzas en cuanto a su futuro,
ni tenía idea de que había sido creada a imagen de Dios. Esta niña vivía con su padre y su
hermanito en una choza de una sola pieza en un barrio bajo en San Salvador. Todos los días
atravesaba la ciudad en autobús con su hermanito para ir a la escuela de las Asambleas de
Dios que le había concebido una beca. La nieta de PIEDAD consiste en darle a esta
criatura, y a muchas más como ella, un sentido de dignidad propia, de valía, así como la
oportunidad de soñar.
Para PIEDAD la mejor forma de que un niño comprenda y demuestre su dignidad y
valía es por medio de una relación personal con Dios. Debiera enseñárseles a todos los
niños la prioridad de la experiencia de salvación. Sin duda, la responsabilidad fundamental
de los cristianos es responder a las necesidades de las personas, dondequiera que se
encuentren. La compasión originada de la responsabilidad cristiana no admite otra salida.
Sin embargo, la necesidad fundamental de la humanidad es una relación con Jesucristo, y
PIEDAD se ha fijado como propósito que todos los niños y niñas, hombres o mujeres
relacionados con el programa, puedan alcanzar dicha relación. Al mismo tiempo, los
maestros tienen cuidado de ofrecerles a los alumnos la libertad de tomar sus propias
decisiones sin ninguna presión ni consecuencia.105

8. Evaluación del Impacto Social de PIEDAD


Aunque PIEDAD está comprometida con la premisa de que su estilo de educación
radical producirá cambios individuales y sociales, los educadores participantes en el
programa reconocen que los cambios sociales significativos son un proceso a largo plazo.
Puesto que no se ha aplicado ninguna evaluación completa externa de parte de
personal no relacionado con PIEDAD, los líderes han recurrido a criterios y datos
disponibles para evaluar la eficacia de las escuelas.106 Los programas en El Salvador y
Costa Rica, son los que han funcionado por más tiempo y pueden, por tanto, ofrecer
pruebas de la influencia del programa a largo plazo. Un indicio de su eficacia se encuentra
en la escuela central en San Salvador, donde en 1976 la mayor parte de los alumnos
recibían apoyo de patrocinadores extranjeros. Sin embargo en la actualidad el perfil de esta
escuela es muy diferente. El cuerpo estudiantil de 1994 se financiaba totalmente a sí
mismo, y por medio de donativos mensuales de los alumnos y de sus familias se sostenía
también una escuela de 300 niños en un barrio pobre vecino. La escuela central también les
ofrece becas a centenares de niños y paga los gastos de escolaridad universitaria para
alumnos que se han graduado de secundaria pero no pueden cubrir los costos de los
estudios superiores. Probablemente, tanto la mejora de las condiciones económicas de
centenares de familias en la comunidad de la iglesia local, como el hecho de que se
matriculen niños que pueden pagar una mensualidad, sean factores significativos. Más
importante aun, sin embargo, fue el proceso de concienciación social desarrollado como
parte del proceso educativo.

105
Para asistir a una escuela de PIEDAD y recibir todos los beneficios, no se pide ni se coacciona a los niños a que sean de una
orientación religiosa particular.
106
Para medir la influencia que la formación educativa de PIEDAD ha tenido en las situaciones actuales de los alumnos, sería deseable
realizar un estudio completo de varios miles de niños egresados del programa. Sin embargo, como los proyectos de PIEDAD están
ubicados en los barrios bajos más pobres de América Latina – lo cual significa que 1) la población es transeúnte y 2) en cuanto se
gradúan, la mayoría de los jóvenes encuentran trabajo en otras partes y abandonan el lugar donde viven – resulta casi imposible
encontrarlos, dados los recursos económicos limitados de PIEDAD.

290
Miles de jóvenes de El Salvador se han convertido en agentes de cambio social al
participar y practicar una solidaridad activa en forma concreta. Aunque PIEDAD cuenta
con muchos ejemplos de niños para quienes ha sido significativo el haber dispuesto de
oportunidades educativas, la experiencia de la familia Cabellero de El Salvador raya en lo
dramático. Lucy Cabellero, pobre y enviudada hacía poco, había llegado al Liceo en 1968
para pedir ayuda con el fin de educar a sus siete hijos, entre los 6 y 15 años de edad.
Diecisiete años más larde, la escuela podía señalar al mayor, Tobías, quien ya era ingeniero
eléctrico; a los dos hijos siguientes, ambos profesores de secundaria; a las próximas dos
hijas, secretarias comerciales; a la sexta hija, Raquel, que estaba finalizando la formación
profesional como psicóloga, y al más joven, Pablo, estudiante de contabilidad, todos con
bachilleratos obtenidos en el Liceo Cristiano. Si el lema de la escuela era una aspiración
muy idealista, "Forjando espíritus nuevos," los Cabellero evidencian un ejemplo concreto
de que sí se lo alcanzaba. Se han constatado muchos casos similares, de familias indigentes
que pudieron superar la desmoralización y conseguir las destrezas y la inspiración para
enfrentarse con las exigencias de una vida competitiva. Cecilia Maríz, al estudiar a los
pentecostales en Brasil, concluye con Bryan Roberts y otros estudiosos del movimiento,
que el "pentecostalismo ayuda a las personas a creer que pueden superar sus dificultades.
Debido a eso, parece ser más útil para quienes están en crisis que para quienes se
encuentran 'bien parados'," según Maríz.107 De igual modo, John Burdick resume la
erudición reciente afirmando que "la valorización propia generada con la conversión
pentecostal con frecuencia prepara el terreno para un sentido vigoroso de los derechos
naturales y la ciudadanía".108 Aunque no existe consenso en cuanto a la movilidad social de
los conversos pentecostales, en la mente de los estudiosos actuales no parece haber dudas
de que el pentecostalismo opera en distintas comunidades de América Latina precisamente
como se quiso que operara el programa de PIEDAD, es decir, dando atención primordial a
la estima y la dignidad propias.
El programa de PIEDAD conduce a los niños a una nueva vida al modificar sus
perspectivas y actitudes. Muchos niños en PIEDAD contemplan por primera vez el mundo
desde una perspectiva diferente. Se los estimula a respetar sus propias capacidades y
opiniones, se socializan para sentirse cómodos en una sociedad con una opción más amplia
de carreras y se los prepara con las destrezas para competir en un mercado laboral
competitivo. Dadas estas ventajas en el contexto de un programa moralista, con bases
teológicas y muy motivador, en el cual los maestros y otras personas que desempeñan
papeles modélicos están comprometidos con el servicio social, existen buenas razones para
creer que los alumnos desarrollan preocupaciones sociales similares, lo cual los convierte
en adultos cuya conducta tiende a producir cambios sociales. En última instancia, PIEDAD
concibe la recuperación de niños que viven en una pobreza abrumadora y sin esperanza,
como sólo la primera fase de su transformación. Con el tiempo deben adquirir sentido de
responsabilidad en cuanto a cambiar las condiciones que perpetúan la pobreza y la
impotencia.
Los alumnos en las escuelas de PIEDAD, ubicadas en comunidades marginadas,
además de sentirse afirmados, casi siempre presentan un rendimiento superior a los

107
Cecilia Loreto Maríz, Coping With Poverty: Pentecostals and Christian Base Communities in Brazil (Filadelfia, Pensilvania: Temple
University Press, 1994), 42.
108
John Burdick, "Struggling Against the Devil: Pentecostalism and Social Movements in Urban Brazil," en Rethinking Protestantism
in Latin America, eds. Virginia Garrard Burnett y David Stoll (FiladelfIa, Pensilvania: Temple University Press, 1993), 20.

291
alumnos de escuelas públicas cercanas. En 1993 las escuelas cristianas en Costa Rica
evidenciaron una tasa del 98.5 por ciento de aprobados en sexto grado en los exámenes
oficiales del Ministerio de Educación, en tanto que la tasa de las escuelas públicas vecinas
fue inferior al 50 por ciento.109 PIEDAD también ha tenido éxito en disminuir la tasa de
deserción escolar en comparación con los promedios nacionales. El UNICEF reporta que en
países como Guatemala, sólo uno de cada diez niños finaliza con éxito el sexto grado,
mientras que en países con niveles económicos mejores, como Costa Rica, Venezuela y
Chile, la proporción de niños que concluyen el sexto grado alcanza sólo el 50 por ciento.110
En los últimos seis años PIEDAD ha seguido el progreso educativo de 16.000 niños
matriculados en escuelas de PIEDAD en dieciocho países latinoamericanos: tres de cada
cuatro alumnos finalizan la escuela elemental, un contraste sorprendente respecto de los
promedios oficiales de los gobiernos.111
A pesar de la poca atención que le prestan a PIEDAD personas y organismos
preocupados por el desarrollo social latinoamericano, la labor de los colegios pentecostales
ha sido reconocida en algunos casos.112 La revista Selecciones hizo una consulta inicial
acerca de la posibilidad de preparar un reportaje que describiera el trabajo de PIEDAD. En
1985 y de nuevo en 1986, un grupo de relaciones públicas de Costa Rica, Relacionistas
Internacionales Costarricenses y Extranjeros (CIRCE) otorgaron a las Escuelas Cristianas
de las Asambleas de Dios de Costa Rica, un premio "en reconocimiento por su labor en
apoyo de las relaciones humanas y públicas que promueven la imagen democrática en
Costa Rica". En la primera ocasión, CIRCE le otorgó el galardón al Premio Nóbel de la
Paz, Oscar Arias, y a otros centroamericanos sobre-salientes, relacionados con proyectos
humanitarios. La entrega a PIEDAD la realizó José "Pepe" Figueres, patriarca de la
democracia costarricenses. El premio se otorgó a PIEDAD no sólo debido a su programa
educativo en la comunidad marginada de Los Cuadros, sino también porque PIEDAD, por
medio de la organización de su escuela local, había tenido una influencia decisiva para que
el gobierno llevara agua potable, electricidad y calles transitables, de manera que los
autobuses pudieran brindar transporte público.113 El 7 de septiembre de1994, en un
reportaje de primera página de la sección dominical del periódico más importante de Costa
Rica, La Nación, la periodista no sólo puso de relieve los programas de PIEDAD de
asistencia médica, de alimentos diarios, de uniformes y lentes así como de educación a más
de 4.000 niños de barrios bajos marginados, sino también documentó que la existencia de
las escuelas de PIEDAD, con el paso de los años, introdujo cambios reales y significativos
en toda la comunidad, incluyendo agua potable y mejores viviendas.114
No cabe duda de que cada uno de estos ejemplos se pueden interpretar en forma
subjetiva, pero cuando se toman en conjunto, también describen una orientación concreta y

109
Reporte Anual de las escuelas cristianas de las Asambleas de Dios, marzo de 1994. Los supervisores educativos del Ministerio de
Educación también evalúan en forma regular, a lo largo del año académico, las escuelas de PIEDAD. Estas evaluaciones suelen recibirse
por escrito. Frecuentemente éstos funcionarios mencionan que las escuelas de PIEDAD presentan un rendimiento superior al de las
escuelas públicas en comunidades similares.
110
UNICEF, 39.
111
PIEDAD Annual Reports (San José, Costa Rica).
112
En la actualidad se lleva a cabo un estudio crítico del Programa Integral de Educación en América Latina y de su impacto en la vida
comunitaria, en la tesis doctoral de Ron Bueno en La American University de Washington, D.C.
113
Véase premio PRESENCIA (noviembre de 1989).
114
Amalia Palacio,"Superación en la Pobreza" 1B.

292
un compromiso que PIEDAD ha asumido. Son, desde luego, lo bastante concretos como
para ofrecer un marco que permita un análisis crítico general de las actividades de PIEDAD
en beneficio de los niños de América Latina. Los ejemplos ilustran que las metas
establecidas por el programa son necesarias y también nobles. Evidentemente los trofeos
que PIEDAD trata de conseguir son los cambios en la vida de niños, la cual de otro modo
sería muy limitada, como un fin en sí mismos y también como la base para introducir
modificaciones en la sociedad y la cultura de les pobres de América Latina a los que
PIEDAD tiene acceso.
PIEDAD ha surgido como parte de un intento por romper el círculo de pobreza que
tiene atrapadas a las familias pobres. Al ofrecer una educación alternativa, el programa
proporciona de inmediato ayuda a los niños, dándoles escolaridad, una estructura para vidas
que a menudo son caóticas, mejor alimentación y, sobre todo, preocupación por su
desarrollo completo en lo social, físico, intelectual y moral.
La demostración de que las creencias básicas pentecostales han generado interés
social conduce por necesidad al apoyo teológico permanente de tales programas. Si en las
primeras fases estos grupos crearon escuelas como medio para cambiar vidas para luego
lograr cambios sociales, ¿qué fundamento teológico sostendrá a estos grupos? Si bien los
pentecostales han estado tan dedicados a su trabajo que no han reflexionado acerca de por
qué lo hacen, necesitarán cada vez más demostrar que disponen de una elaboración
teológica adecuada como fundamento de sus programas sociales. El capítulo siguiente se
dedicará a presentar los principios pentecostales.

País Inflación Desempleo Subempleo Índice de Ingreso per Población sin Población sin
Pobreza cápita acceso a acceso a agua
atención en potable
salud
Costa Rica 27% 4,6% Mucho ***24% 1900,00 *20% *8%
1990 1991 1985-90 1989-90

Honduras 26% 15% 30-40% **75% 1050,00 *34% *27%


1991 1989 1989 1990 1991 1985-90 1988-90

Nicaragua 776% 13% 50% +62% 425,000 *17% *46%


1991 1991 1991 1980 1991 1985-90 1988-90

El Salvador **8% +*68% 680,000 *44% *52%


1988-89 1980 1984-85 1985-90 1988-90

Guatemala 40% 6.7% 30-40% +71% 1260,00 *66% *39%


1991 1989 1989 1980 1991 1985-90 1988-90

Todos los datos son de 1992 a menos que se diga lo contrario.


Todos los datos proceden del World Factbook con las siguientes excepciones:
* Datos estadísticos del UNICEF
** Datos estadísticos de la edición de 1992 del Statistical Yearbook for Latin America and the Carribbean
+ Datos estadísticos de Richard Garfield, Glen Williams, Healthcare in Nicaragua: Primary Care in Changing Regimes
(Oxford: Oxford University Press, 1992)

293
El Pentecostalismo: la Religión Popular del Protestantismo
Latinoamericano
Samuel Palma y Hugo Villela

Hace 20 años, y en el marco de otros horizontes históricos – que eran interpretados


a la luz del paradigma "tradicional-moderno" o bajo la preocupación por el desarrollo de
una conciencia histórica entre los cristianos – el pentecostalismo fue a su vez interpretado
como un movimiento religioso alienado y alienante, que operaba como dispositivo de "re-
fugio" de grandes masas de la población, las que entraban en una suerte de "huelga social"
colocándose al margen del movimiento de la sociedad y de la política. Para el observador, o
el cientista social, el pentecostalismo era la respuesta alienada de las masas, a la
desintegración de la hacienda con su matriz de relaciones sociales fuertemente
estratificadas115. La desintegración de la hacienda – entendida como institución social –
seria el trasfondo de la situación de anomia que afectaba a los sectores populares116. La
anomia era pues el caldo de cultivo de expresiones religiosas ausentistas como el
pentecostalismo.
El crecimiento expansivo desarrollado por el pentecostalismo en el transcurso de los

115
Así Christian Lalive D’Epinay, “El Refugio de las Masas”, Edit. Del Pacífico, Santiago, Chile, 1968, Estudio rico en hipótesis y
referencia obligada para entrar en el estudio de los pentecostales en Chile.
116
A este respecto una línea de investigación histórica más reciente y representada por el historiador Gabriel Salazar, realiza importantes
precisiones en el contexto del estudio sobre Subjetividad popular y religión de los sectores populares. Véase: Gabriel Salazar.
“Religiosidad Popular en Chile. Algunos problemas históricos del movimiento pentecostal” (Notas para una investigación), en M.
Canales, S. Palma, J. Sepúlveda, H. Villela: “La Subjetividad Popular, la religión de los sectores populares: El Campo Pentecostal”.
Materiales de investigación. Mimeo, SEPADE – AMERINDA, Santiago, 1987.
Salazar realiza los siguientes comentarios históricos respecto a la situación de crisis del campesinado chileno, la pervivencia
del sistema de hacienda e introduce la necesaria distinción entre la crisis de la oligarquia mercantil y la crisis del sistema de hacienda. En
este contexto ubica la emergencia del movimiento pentecostal:
a) El quiebre o crisis del campesinado chileno se produjo, aproximadamente, hacia comienzo del siglo XIX, es decir, unos
100 años antes del avivamiento pentecostal liderado por el pastor Hoover. Cabe hacer notar que esa crisis involucró una
ruptura del campesinado con el sistema de hacienda dominante (considerar también el rasgo “ladino” de las actitudes
serviles del inquilino remanente), lo que llevó al desencadenamiento de la guerra campesina y peonal de 1818-1930;
hechos todos de profunda preocupación para los hacendados y oligarcas chilenos a todo lo largo del siglo señalado;
b) El sistema de hacienda, en tanto que sistema de relaciones y avaloraciones sociales, no experimentó ninguna crisis antes
de 1910, aunque sí – y sólo de grado – sus relaciones sociales de producción. Como sector exportador, se paralizó hacia
1915-22. Su fuerza política comenzó a erosionarse después de 1950 y, en tanto que sistema empresarial arcaico, entró en
declinación efectiva sólo después de 1966. A decir verdad, ha sido el “sistema” (o subsistema) de más larga duración
relativa en la sociedad chilena, a punto que debió ser atacado en base a ofensivas políticas de bloques mayoritarios y en
un momento crítico especialmente grave. No se debería confundir la decadencia de la oligarquía mercantil criolla
(iniciada hacia 1878) y la consecuente desintegración de su poderío estatal con la crisis del sistema de hacienda,
fenómenos que están desfasados en el tiempo en case 100 años.
Las observaciones precedentes sugieren que la atención de los observadores debe desplazarse desde las crisis del sistema de
dominación (por lo demás, sectoriales y coyunturales) al hecho de que:
a) la mayoría absoluta del pueblo chileno (el gigantesco peonaje) se constituyó, desde comienzos del siglo XIX, al margen
del sistema de hacienda, aunque sí con referencia al mismo. Es decir, dentro de una relación de conflicto sordo o
declarado con ese sistema;
b) esa mayoría popular desarrolló una cultura popular marginal fuertemente auto-referida, que proporcionó al peonaje un
conjunto de usanzas, normas y valores que se diferenció sustantivamente de la cultura patricial, mientras más tendía ésta
a identificarse con la civilización industrial europea. Esta cultura popular “específica” definió también un modo de
distanciamiento respecto de la Iglesia dominante. Esta forma cultural popular sobrevivía con fuerza aún a comienzos del
siglo XX.
En consecuencia, en tanto fenómeno de cultura popular, la emergencia del MP debería asumirse más bien como una situación
inherente a la dinámica histórica interna de esa cultura popular. No como respuesta a una explosión de anomia popular a causa de un
resquebrajamiento del sistema “patricial” de dominación. Eran los patricios los que, hacia 1900, estaban comenzando a sentir el escozor
de la anomia social, y no el bajo pueblo que, hasta donde se conoce, nunca se sintió anómico (considerar la desconcertante asertividad del
“reto” chileno del siglo XIX)”.

294
últimos 20 años, no sólo en Chile, sino en América latina en su conjunto, nos lleva a ver en
el movimiento pentecostal, no ya un movimiento-refugio – que emerge en medio de una
transición entre una situación tradicional (la desintegración de la institución hacendal) y
una situación de modernidad (conversión capitalista en el agro y profundización de la
industrialización en la ciudad) – sino, la constitución de una realidad religiosa macisa y
polimorfa que nos lleva a ver en el pentecostalismo117 la única expresión de religión
popular de la muy diversificada presencia protestante en el continente latinoamericano.
Al asumir la realidad del pentecostalismo como religión popular, nuestro enfoque
privilegiará más una explicación a partir de los sujetos, de la demanda de los sujetos
populares, de los procesos subjetivos que han tenido lugar al interior de los sectores
populares del campo y la ciudad. Y desde la ubicación de loe sujetos, introduciremos "lo
estructural" como factor explicativo. Deseamos invertir aquel acercamiento epistemológico
que analiza la realidad sólo a partir del movimiento de las estructuras.

1. El pentecostalismo en la demanda religiosa de los sectores populares


El surgimiento y el significativo avance del pentencostalismo no se puede explicar
satisfactoriamente sin una referencia, por un lado a la situación crítica en que a partir de la
primera década de este siglo, son ubicados los sectores populares en los inicios de los
procesos de industrialización, en las grandes ciudades, o en las nuevas explotaciones en
enclaves mineros. Siguiendo a Salazar, tal situación crítica tiene que ver con la clausura
que el sistema impone a las vías de ascensión social por las que transitaba el pueblo: si
hasta alrededor de 1840, el bajo pueblo abordaba su movilidad social a través de la
campesinización y/o artesanización, hacia 1850 y hasta comienzos del siglo XX, los
caminos ascensionales que se le ofrecen son: la emigración como peones a tierras lejanas y
la transformación en proletario industrial. En los primeros años del siglo XX, "la
proletarización dejó de ser una vía adecuada de ascensión-integración del bajo pueblo, y se
convirtió en una vía crítica, sujeta a explotación, relativamente colectivizada y
policialmente reprimida... no quedaba más remedio que arrancharse en los suburbios de
Santiago o Valparaíso. Pero estas ciudades ya no eran aldeas ni podían ser tomadas "a
maloca" como las villas sureñas hacia 1820-30. Sólo había un camino: allegarse al
densamente apretado bolsón de conventillos, para esperar, empapados de hedor,
excrementos, alcohol, violencia y prostitución, que la industria acelerara su tranco.
(...) Hacia 1910, la mayoría del pueblo estaba aceptando los patrones de esa
civilización y desprendiéndose de los de la vieja cultura popular-peonal, que justo cuando
se hallaba en un ciclo de miseria material y cultural máxima. El bajo pueblo comenzó a
perder su asertividad tradicional. Sus valores y sus normas tradicionales. Ya no se midió a
sí mismo con arreglo a sí mismo, sino con arreglo creciente a un "sistema que había
ganado un combate crucial a la sociedad popular"118.
Cerrados los caminos de ascensión social – sobre la escuela – se comienza a

3
Cuando hablamos de pentecostalismo nos referimos exclusivamente a aquel que ha sido apropiado de misioneros extranjeros a
comienzos de siglo, luego producido y reproducido desde las propias necesidades religiosas, de los diversos segmentos existentes en el
campo popular. Por tanto, más bien implícita que explícitamente, hacemos referencia a un proceso de sincretismo sin el cual no se
pueden entender las religiones populares.
No nos referimos a los pentecostalismos de las transnacionales religiosas especialmente norteamericanas, ni aquel que arriba
al pueblo por la vía de las llamadas “iglesias electrónicas”.
Suponemos que ambos son un impacto sobre una matriz de pentecostalismo autóctono producido y reproducido al margen del
hecho religioso-transnacional.
118
Cir. G. Salazar, en “Materiales de Investigación…” Sepade-Amerinda. Op. Cit. P. 4.

295
estructurar una situación de "frustración popular" que sólo en parte tiene salida en la
constitución de un movimiento obrero. Esta situación de bloqueo de los ascensos sociales y
de frustración será una condición de vida para muchos segmentos del campo popular a lo
largo del presente siglo hasta nuestros días. No en vano la llamada teoría de la marginalidad
social elaborada hace más de 20 años por las ciencias sociales, tienda a ser recolocada – en
lo esencial – para interpretar el movimiento actual dentro de los sectores populares.
Lo que se trata de describir en esta expresión de "frustración popular", es un
trasfondo de deterioro psicológico social donde la pérdida de asertividad, de la que habla
Salazar, es expresión del sentimiento de impotencia, del deterioro de identidades, de la
pérdida de referencias afectivas. Crisis que tiene que ver con valoraciones sociales y con
una ausencia de un plano de afectos socialmente compartidos. Soporte de la asertividad
perdida.
En este contexto, la salida religiosa se coloca como un camino viable que si bien no
lleva a la ascensión social, sí permite la recuperación de identidades y afectos.
Aquí as donde desearnos hacer una segunda referencia para explicar la actualidad
del pentecostalismo como religión popular. Es al que se refiere al catolicismo.
En medio de la crisis de subjetividad del "bajo pueblo", el catolicismo se muestra
deficitario frente a la demanda por una salida religiosa119.
En efecto, tres elementos nos ayudan a explicar este déficit:

 El primero tiene que ver con la histórica asociación de la iglesia católica con el
poder. Su ubicación en la estructura de dominación desde la colonización española,
y la memoria social que de allí se desarrolla. Memoria siempre actualizada por la
cercanía del clero católico al sector patronal en el agro. Esta situación comienza a
revertirse sólo a partir de la década del 50 y se acelera en los 60.
Es notable que en la mayoría de las historias de vida más antiguas recogidas
en la investigación a que hemos hecho referencia, existe alusiones concretas a
situaciones que tienen que ver con comportamiento del clero católico asociado a
intereses ajenos a los campesinos.
 El carácter erudito del personal religioso católico, curas, monjas, agentes laicos, que
coloca distancias – en el plano de la religiosidad y sus expresiones – respecto al
modo de vivir lo sagrado por parte de sectores campesinos o de poblaciones
urbanas.
 La formalidad de las estructuras de acogida de las iglesias católicas frente al modo
de constituirse en comunidad por parte de las iglesias pentecostales.

En síntesis, el catolicismo más institucional perfilado a través de estas tres notas,


aparece como religión impuesta, y, en cierto sentido, con una propuesta de religiosidad
ajena a los sentires populares por el peso de los contenidos erudito-eclesiásticos120.

119
La más elocuente formulación “desde adentro” de este déficit, la formuló en los años 40, el jesuita chilena Alberto Hurtado, en su
libro ¿Es Chile un país Católico?. Publicado en Santiago por Editorial Splendor, 1941. Es una obra clásica en el desarrollo del
catolicismo un grito de alerta a la conciencia católica de la época. En sus páginas encontramos largos análisis sociológicos sobre los
factores que explicaban el desarrollo y avance de las iglesias protestantes.
120
Distinta es la situación que se da en el catolicismo popular que ha conseguido apropiarse del catolicismo institucional, reelaborando
una religiosidad centrada en la dimensión devocional en el culto a los santos o a los muertos.
También es diversa la expresión del catolicismo en las llamadas “comunidades de base” desarrolladas en los últimos 20 años
en medio de los sectores populares. De algún modo ellas constituyen una realidad de “campo religioso católico” que entra en

296
Esta caracterización del catolicismo en sus aspectos problemáticos respecto a la
relación con lo popular, nos ayuda a explicar un déficit que, por un lado, nos remite a la
historia pasada del pueblo y su demanda religiosa.
En ella el pentecostalismo entra a ofrecer una salida religiosa frente a una situación
clausurada por el sistema económico social, y en la que el catolicismo pierde su carácter de
única oferta religiosa. (Monopolio). Por otro, en la medida que este déficit del catolicismo
se arrastra – de modos diversos – hasta nuestros días, se define una situación de pluralismo
de oferta religiosa frente a una subjetividad popular permanentemente acosada por el
sistema de dominación y sus reformulaciones antiguas y actuales. En este sentido es
importante el paso y el peso de las dictaduras de seguridad nacional en América Latina.
Los elementos que hemos desarrollado: la crisis de la subjetividad; los bloqueos en
la búsqueda de salidas ascensionales, la salida religiosa como apertura de una situación
clausurada, y luego, en el campo religioso los déficit del catolicismo, nos llevan a
comprender que la fuerza expansiva del pentecostalismo de ayer y también de hoy – en la
medida que la depravación y explotación de muchos segmentos populares persiste y se
profundiza – tiene hondas raíces en una subjetividad popular afectada en lo que son los
soportes afectivos de la identidad de los sujetos.
El pentecostalismo ofrece 2 salidas a esta situación:

 Una, es la salida del mundo para construir otro mundo que no es mero refugio.
 La otra, es la salida de un sagrado para producir otro sagrado.

2. Salir de un mundo, construir otro mundo


La experiencia de conversión constituye el nudo central del testimonio pentecostal.
En dicho testimonio ella aparece como un acontecimiento extraordinario en la vida del
creyente, como irrupción de lo sagrado y lo trascendente en la rutina y opacidad de la vida
cotidiana, como ruptura con una forma de vida e inauguración de una forma nueva,
distinta.
En el lenguaje pentecostal, el sentido profundo de la conversión aparece sintetizado
en la metáfora "salir del mundo". Por cierto, salir del mundo no puede significar salir de la
sociedad – ello carece de toda factibilidad – ni tampoco salir de una determinada realidad.
El significado del "mundo" aparece indisolublemente ligado a las experiencias de vida de
los sujetos que se refieren a él; en tal sentido, "mundo" se relaciona con el modo subjetivo
en que un sujeto se ve y se vive a sí mismo en una determinada realidad, un modo de
orientarse en dicha realidad, de referirse a ella. A nivel colectivo – intersubjetivo –
“mundo” expresa también una determinada forma de representación – una imagen de
mundo, una visión de mundo – que media la relación entre un sujeto y su realidad; en este
sentido, "mundo" no es la realidad en tanto tal sino la representación que se tiene de ella y
del modo como un sujeto se posiciona en ella. Por extensión, en el lenguaje pentecostal,
"mundo" será también un "lugar" y un modo de estar en ese lugar.
Salir del mundo, luego, en el testimonio pentecostal, significará tanto un cambio en
la forma de representación de la realidad de vida de los sujetos como del posicionamiento
de éstos en dicha realidad; complementariamente, será también la salida de un "lugar" y del
modo de estar en él.

competencia con el “campo religioso pentecostal”. Lo más sugerente es que los estudios hayan comenzado a hablar de la
“pentecostalización” del catolicismo.

297
La salvación de la que habla el testimonio pentecostal sólo es comprensible a la luz
de su opuesto: la perdición. Del mismo modo, el estar perdido sólo puede ser constituido
desde el "ser salvo", es decir, como una condición reconocible como tal sólo cuando se ha
salido de ella. Sin embargo, para que exista la posibilidad de que el pentecostalismo
interpele a los sujetos no convertidos tiene que haber, en la vida de tales sujetos,
experiencias vitales a las que el llamado pentecostal apele y active. Nuestra hipótesis es que
el pentecostalismo actúa sobre una "visión de mundo" ya existente en el mundo de los
pobres, sobre la que impone significados nuevos, pero cuya estructura no modifica
radicalmente. Salir del mundo, luego, implicará salir de "un" mundo para construir "otro"
mundo. Intentaremos explicar esto a partir de explorar los significados de "mundo" como
un "lugar" existencial.
Nuestra búsqueda se desplaza del pentecostalismo a las condiciones de la vida
cotidiana de los pobres. Encontramos aquí una trama – un circuito – cuyos componentes
esenciales parecen ser el domicilio, la calle y el trabajo121. El domicilio – conformado por
espacios, tiempos y cosas familiares que le son disponibles al sujeto – representa la
posibilidad del regreso al sí mismo, de la separatibilidad protegida de la dispersión de la
calle, el mundo de todos y de nadie, o de la enajenación del trabajo". El trabajo representa
la posibilidad del ser para otros, de realizarse a sí mismo en la producción, "un ser para
otros a fin de ser para sí, en un tiempo externo y mediatizado". La calle representa tanto la
posibilidad de la ruta al trabajo, del desplazamiento hacia algún lugar, un destino, como
también la posibilidad del desvío, de la transgresión, de la perdición; representa también la
posibilidad de los encuentros casuales, del anonimato, de la furtividad. A esta dimensión
espacial se corresponde una dimensión temporal, definitoria de lo cotidiano: la rutina, el
regreso a lo mismo, a lo consabido, "al pasar donde no pasa nada".
Para los pobres, el domicilio es, recurrentemente, el lugar del hacinamiento, de la
falta de privacidad, de la invasión acústica, del hostigamiento policial, de la vivencia de la
carencia de los bienes a compartir, de la sensación de estar de sobra, de la dominación de
hombres y adultos; es, más frecuentemente de lo que se puede imaginar, un lugar del que se
desea escapar, un lugar ingrato. El trabajo se presenta como un lugar de subordinación, de
sometimiento, de explotación; dado que los pobres generalmente carecen de algún tipo de
calificación o especialización laboral, su lugar en las relaciones sociales y técnicas de
producción se reduce a simple fuerza física, a puro músculo. Más aún, escasamente
encuentran ocupación: devienen en sobrantes, en mano de obra temporalmente ocupable y
luego desechable; alternativamente ocupados y desocupados. La calle se presenta entonces
de múltiples formas: lugar de la eterna búsqueda del trabajo, de la ruta a ningún lugar, del
escape al domicilio, de las asociaciones perversas, de la socialización obligada de niños,
adolescentes y jóvenes, de la solidaridad cómplice de los expulsados del trabajo, del
colegio, etc. lugar de la vagancia, de la drogadicción, del alcoholismo, del crimen, de la
violencia; lugar de la perdición (el vago y el callejero sólo tienen un destino posible, en el
sentido común popular: terminar perdidos en las drogas, el alcoholismo o el crimen). El
bar, la cantina, aún las organizaciones sociales y comunitarias, a menudo no constituyen
más que extensiones de la calle. Por cierto que también existen en el mundo de los pobres
formas extendidas de asociación y reciprocidad social marcadas por la solidaridad, afecto y

121
Humberto Giannini, “La Reflexión Cotidiana: Hacia una arqueología de la experiencia”. Editorial Universitaria. Santiago, Chile
1987. Nuestras propias reflexiones siguen de cerca los sugerentes planteamientos del profesor Giannini.
Como es de uso común, cuando le citemos literalmente utilizaremos sus expresiones en comillas (“): las paráfrasis no serán
destacadas especialmente.

298
cooperación; sin embargo, ello existe en frágil convivencia con lo que hemos descrito.
El pentecostalismo se ofrece a sí mismo como posibilidad de romper esta trama,
como una salida: representa, a nuestro entender, primero, una alternativa a la calle y luego,
complementariamente, una alternativa al domicilio. A ambos opone la "comunidad
pentecostal", un "lugar" al cual dirigirse y en el cual estar – un lugar en que se puede ser
simultáneamente para sí y para otros – un lugar de "salvación". El "salir del mundo"
encuentra, luego, una referencia a un nuevo modo de pertenencia a un grupo humano, a una
comunidad de personas en cuya memoria y en cuyos cuerpos han quedado las marcas
de una vida azarosa y que ahora vive la experiencia común de la ruptura con una forma de
vivir su vida cotidiana. Salir del mundo implicará, entonces, construir otro "mundo de
vida"; el mundo de la comunidad pentecostal, de los "hermanos", de los salvados.
Por cierto que estar en este mundo comunitario pentecostal implica ausentarse de
los otros lugares disponibles en la cotidianeidad de los pobres. El nuevo "mundo" deviene
entonces en "refugio"; no, en nuestra opinión, en refugio a la manera en que Lalive
D'Epinay lo entendió y formuló: como lugar de reconstrucción idealizada de un orden en
extinción. Nos parece, más bien, que este "refugio" comunitario constituye el soporte de
una forma de identidad social posible en un mundo de identidades precarias. Constituye
también una posibilidad de "vuelta" al inundo cotidiano de los pobres no solamente a
"evangelizar la calle" sino también a "reconstruir el domicilio". Dicha vuelta no se agota,
sin embargo, ahí: progresivamente, muchas comunidades pentecostales comienzan a
involucrarse como tales en los problemas sociales y económicos de los pobres que les
rodean. Aún el mundo del trabajo comienza a ser objeto de preocupación creciente, no sólo
en el sentido individual del "buen trabajador" sino también en el sentido social de la justicia
y la humanización de las relaciones sociales y de las condiciones de trabajo.
En nuestro propio proceso de investigación122 partimos del supuesto de la "huelga
social" de loe pentecostales, pero al avanzar en nuestra exploración nos pareció que ellos
contestaban este planteamiento. En efecto, encontramos que muchas comunidades
pentecostales han iniciado – como respuesta a los dramáticos efectos de las políticas
económicas y sociales neoliberales ensayadas en los últimos años en Chile – procesos
profundos de acercamiento y de servicio a su propias comunidades circundantes, partiendo
por ofrecer sus locales, sus escasos equipamientos y recursos a los grupos más afectados
por el hambre y la miseria. En estas experiencias de servicio y trabajo social popular ha
sido el propio ser comunitario – el refugio comunitario pentecostal – el que se ha activado
para llegar a ser, en algunos casos, prácticamente indistinguible el límite entre la comuni-
dad pentecostal y la comunidad circundante.
El "salir al mundo" tiene, en el lenguaje pentecostal, una referencia existencial
a un mundo de vida en el cual ésta se presenta como pura precariedad, como imposibilidad
de identidad, como pura rutina. Tal salida, sin embargo, lleva a construir "otro" mundo de
vida – cuya referencia existencial es la comunidad pentecostal. No necesariamente, nos
parece, la comunidad pentecostal constituye un refugio que aísle enteramente a los
creyentes de su realidad existencial; más bien, el pentecostalismo ofrece la posibilidad de
una identidad individual y colectiva susceptible de activarse a partir de su propio ser
comunitario.

122
M. Canales, S. Palma, J. Sepúlveda y H. Villela. “La Sugetividad Popular, la Religiosidad de los factores Populares: El Campo
Pentecostal”. Materiales de Investigación. Mimeo, Sepada – Amerinda, Santiago, 1987.

299
3. Salir de un sagrado para producir otro sagrado
La gran mayoría de los sujetos pentecostales convertidos (no hablamos del
pentecostal “nacido en el Evangelio”, es decir, los pentecostales de segunda o tercera
generación socializados en la comunidad e iglesia pentecostal) tienen un pasado o
referencia católica. El catolicismo ha sido la religión preexistente a la conversión de
muchos pentecostales chilenas.
Más arriba hablábamos de las dificultades y déficit del catolicismo en su relación
con la demanda religiosa popular, en este punto sólo deseamos referirnos al hecho del
cambio del "sagrado católico" por el "sagrado pentecostal". ¿Cuál es el trasfondo que
explica este paso?
Teniendo presente el conjunto de historias de vida recolectadas en nuestra in-
vestigación123 podemos retener 2 elementos para intentar una respuesta:

 la búsqueda de una relación directa con lo sagrado, y


 la capacidad de invención del universo religioso frente a una "religión dada"
a) La búsqueda de una relación directa con lo sagrado en una primera
instancia se nos coloca como la eliminación de las mediaciones entre el
sujeto y lo sagrado. Siendo el catolicismo una religión donde lo sagrado
legítima las mediaciones de diverso tipo: nos referimos al rol mediador
del sacerdocio y a figuras mediadoras como los santos, el
pentecostalismo prescinde de la mediación del sacerdote para establecer
una relación directa hombre – sagrado. Esta relación es nítida en los
relatos de conversiones. El hecho de la conversión pareciera ser la
afirmación del sujeto en un proceso de producción costoso que significa
eliminar ¿o desplazar? la mediación del agente religioso y construir un
sagrado cuyos atributos describen la superación de la precariedad
presente, fundamentalmente un Dios potente, todopoderoso, fuerte.

¿Se elimina la mediación de un agente religioso? o, simplemente se desplaza?


Pensamos que la respuesta es ambigua. Por un lado se elimina. En los relatos sobre el
momento vital de la conversión, la mediación es eliminada y reemplazada por una intensa
relación directa con lo sagrado. Por otro lado, se re-crea.

Al observar los procesos de “rutinización del carisma” de los


convertidos, vemos reaparecer la mediación generalmente en el pastor.
Entonces, ¿en que consiste la negación de las mediaciones por parte del
pentecostalismo? Pareciera que, lo fundamental, no es tanto la negación
de la mediación como la negación del "contenido clasista" de la
mediación católico. Se niega la calidad de mediador – el agente pastoral
católico – por lo general, externo, erudito y perteneciente a sectores no
populares. Se afirma una “mediación clasista”, en el sentido de un
mediador – el pastor – que es un sujeto que pertenece a la misma
condición social de sus adeptos, es un popular.
123
Una selección de dicho material de investigación ha sido editado en el libro “En Tierra Extraña” cuyos autores son los mismos
lideres pentecostales que fueron entrevistados. Cfr. Varios Autores: “En Tierra Extraña. Itinerario del Pueblo Pentecostal Chileno”.
Editorial Amerinda, Santiago, 1988. Libro producido en el marco de la investigación sobre “La Subjetividad Popular…” etc. auspiciado
por Sepade – Amerinda.

300
b) Las readecuaciones en la tanto relación con lo sagrado como as la nueva
dimensión comunitaria que transforma la cotidianeidad misma de los
sujetos, nos llevan a poner énfasis en el carácter de "religión creada" –
desde los sujetos – de su pertenencia a una religión – el catolicismo
pre-existente – cuya naturaleza es justamente el ser una "religión dada"
una suerte de "código preestablecido " que se "pone en práctica" pero
que no se crea.
Tal ves esta característica pentecostal, de poseer una religiosidad
creativa, explica su dificultad para alcanzar un grado importante de
“organicidad” en el tiempo, cuya contrapartida es su tendencia a la
fragmentación y a la producción de cismas.

En estas páginas, hemos querido ofrecer algunos elementos de comprensión del


pentecostalismo, privilegiando las condiciones y problemáticas de los sujetos. Como
dijimos anteriormente, éste es nuestro lugar epistemológico.
Nos hemos movido entre una situación histórica de origen: las condiciones de los
sectores populares a comienzos de siglo; y, la actual expoliación que ha atomizado en
multitud de segmentos al campo popular. Creemos que ambos momentos son – con
salvedades – generalizables de algún modo hacia América Latina. Así también el
pentecostalismo se ha constituido en una realidad generalizada, en medio de las masas
latinoamericanas. Más allá de un fenómeno anómico relativamente aislado, ha alcanzado la
densidad de constituirse en una religión popular que entra en competencia con campos
religiosos asociados a la cultura misma del continente, como es el catolicismo. El
pentecostalismo se ha constituido en un modo entre otros de ser religioso – en una
religiosidad – con gran repercusión en la subjetividad de las masas no nombradas de
nuestros países.

301
MUJERES PENTECOSTALES CHILENAS
Un caso en Iquique
Hanneke Slootweg

Introducción
Este artículo se basa en una investigación llevada a cabo en el período de marzo a
septiembre de 1986, en la localidad de Iquique (norte de Chile). En este estudio se planteó
la siguiente pregunta central: ¿en qué radica la fuerza de atracción de las iglesias
pentecostales con respecto a las mujeres iquiqueñas de los grupos sociales más pobres, que
antes participaban en las actividades religiosas populares, o se consideraban católicas?124
La mayor parte de los feligreses de las iglesias pentecostales son mujeres.
La cuestión del crecimiento de las iglesias pentecostales, fue analizada por medio de
un estudio de las ganancias y pérdidas que implica la condición de ser miembro de una
congregación pentecostal para los creyentes potenciales. ¿Puede ser considerada la
conversión como una estrategia personal que corresponde a una determinada situación
social de las mujeres, y cuánto están contribuyendo a ello los símbolos pentecostales? Esta
pregunta fue operacionalizada acentuando el cambio que la conversión ha causado en la
vida de las mujeres. Fueron considerados durante la investigación, los cambios en la
experiencia religiosa, en las relaciones entre hombres y mujeres, en la salud y en las
circunstancias materiales125.
El artículo se estructura de la siguiente manera: empezamos con una breve
introducción sobre la historia del movimiento pentecostal chileno, y seguimos con una
caracterización del grupo de mujeres entrevistadas. Después intentamos, de la mejor
manera posible, esbozar mediante testimonios un panorama de cómo y en que aspectos
cambió la vida de las mujeres después de su conversión a la Iglesia Pentecostal.

1. El Origen del Movimiento Pentecostal


En el año 1909 nació el movimiento pentecostal chileno, de una división de la
Iglesia Metodista. El nacimiento de este movimiento fue precedido por la siguiente
historia. Durante un período de avivamiento dentro de la Iglesia Metodista en Valparaíso,
se produjeron acontecimientos extraordinarios, de gran emocionalidad, que fueron
interpretados por los exaltados creyentes como posesiones o bautismos del Espíritu Santo.
Estos acontecimientos fueron antecedidos por períodos de largo ayuno, arrepentimiento y
oración. El misionero norteamericano Hoogen, quien desde un principio levantó testimonio
de esos fenómenos, creyó que la experiencia de los miembros de su comunidad religiosa
fue causada por una inspiración verdaderamente cristiana.
Los misioneros norteamericanos que guiaban a la iglesia Metodista chilena,
condenaron a este movimiento pentecostal: oficialmente, los acontecimientos de
Valparaíso fueron interpretados como "alucinaciones", como "ataques de locura" (Willems

124
El catolicismo popular en Iquique se manifiesta con mas claridad en la organización de los bailes religiosos que sus miembros bailan
cada año en honor a la Virgen del Carmen, en el periodo festivo dedicado a Ella.
125
Una investigación comparable en cuanto al tema, de Camelia Butler Flora, nos pareció valiosa como apoyo en la programación de la
nuestra.

302
1967:110). La actitud intransigente de las autoridades eclesiásticas causó finalmente el
exilio de este grupo. En 1910, esta separación fue seguida de la fundación de tres
organizaciones que fueron guiadas por Hoover. Este frente comunal fue denominado
Iglesia Metodista Nacional. El movimiento se desarrollo del nivel local hacia el nacional,
con filiales en la mayoría de las provincias. En1932 el movimiento se dividió en dos
iglesias Separadas: la iglesia Metodista Pentecostal y la Iglesia Evangélica Pentecostal.
La gran expansión del movimiento pentecostal tuvo lugar cerca de los años treinta:
cada una de las iglesias arriba mencionadas produjo una serie de congregaciones
pentecostales autónomas, variando éstas en tamaño y distribución geográfica. Aparte de los
movimientos nacionales, Se establecieron también grupos pentecostales norteamericanos
en Chile (Willems 1967:111). En los tiempos del origen y primer período de desarrollo del
movimiento pentecostal, tuvieron lugar los siguientes procesos sociales. Los fines del siglo
XIX significaron para Chile una fase de transición. La sociedad tradicional latifundista se
desarrolló hacia una democracia industrializada. Esta época conllevó mucha confusión e
inseguridad. En el siglo XX, la economía chilena tuvo un buen comienzo: en el norte
floreció la minería del cobre y del nitrato; en la región de Concepción se estableció una
industria basada en la minería del carbón, y el aumento de la inmigración llevó a la
explotación de la tierra y el desarrollo de la agricultura. Estos hechos provocaron a su vez
el florecimiento del sector exportador,
Sin embargo, este florecimiento económico fue efímero, y además estuvo asociado
a una desigual distribución de los ingresos. En el periodo siguiente, desde el principio de
los años treinta, el desarrollo económico se estancó: la inflación aumentó y hubo una crisis
en la agricultura, que condujo a una inmigración masiva hacia las ciudades. Esta
urbanización no corrió pareja con el incremento de la capacidad de empleo. En las
ciudades tuvo lugar un proceso de diferenciación social; por un lado, el empleo
desproporcionado en el sector público fue dando origen a una clase media, y por el otro, el
aumento desequilibrado de un proletariado urbano que buscaba posibilidades de
supervivencia, fue originando el sector informal. A nivel político se dio una tendencia que
alternaba entre formas de gobierno democráticas de corta duración y dictaduras de larga
duración (Lalive 1969:30-32). Desde los años treinta hasta la actualidad, los marcos de
referencia de este desarrollo no han cambiado mucho: la dependencia de la estructura
exportadora, el crecimiento de la deuda externa, el estancamiento de la economía, la
represión política ininterrumpida y la proletarización de la clase obrera, son sus compo-
nentes estructurales. Por otra parte, la Iglesia Católica se declaró muy abiertamente en
contra del gobierno de Augusto Pinochet, ante lo cual la reacción de este fue quitarle
privilegios. Mientras tanto, las iglesias pentecostales continuaron creciendo (Slootweg
1987a: 19).

2. Una Caracterización de las Mujeres Entrevistadas


Las doce mujeres entrevistadas 126 son miembros de la iglesia Evangélica
Pentecostal en Iquique. Esta Iglesia consta de novecientos miembros, y dos terceras partes
de la congregación son mujeres. La congregación fue fundada en los años cuarenta, y
cuenta tanto con miembros convertidos como con miembros de nacimiento. Ha estado

126
La investigación sobre las iglesias pentecostales consistió, por una parte, de entrevistas, y por otra, del método de observación
participante. En total fueron entrevistadas doce mujeres, y además se llevaron a cabo algunas conversaciones informales. Durante un
periodo de tres meses fui cinco veces por semana a las reuniones de la iglesia, y una vez por semana frecuente la reunión de las mujeres
de Dorcas.

303
creciendo rápidamente, a causa del gran aumento de los miembros convertidos. Ellos
pertenecen principalmente a las clases bajas, mientras que los miembros de nacimiento
forman parte de la clase media baja.
Todas las mujeres entrevistadas son miembros convertidos, educadas de manera
bastante profunda en la fe católica popular y/o participantes asiduas de las fiestas religiosas
populares127. La edad promedio de las mujeres entrevistadas es bastante avanzada: esta
oscilaba entre los treinta y los setenta; la edad promedio es de los cincuenta años. Tanto
para las más jóvenes como para las mayores, se trata de mujeres que han recibido muy
poca educación escolarizada; mas o menos la mitad de ellas han recibido capacitación
técnica. Una mitad son amas de casa, y la otra esta trabajando en ocupaciones del sector
informa, por ejemplo, como empleadas domésticas, planchadoras, costureras, etc. Dos
terceras partes de las mujeres están casadas, y el tercio restante pertenece ahora, por
diferentes casos, a la categoría de “personas solas”. Los esposos de las mujeres casadas
trabajan en ocupaciones del sector servicios, o como obreros especializados (Slootweg
1987 a 24-27).

3. La Experiencia de la Conversión
Algunas mujeres se encontraban en circunstancias difíciles en el periodo anterior a
su conversión: problemas matrimoniales, problemas financieros, enfermedades o soledad,
las llevaron a buscar el contacto con la Iglesia Pentecostal. Ellas estaban al corriente de las
prácticas de las iglesias pentecostales por medio de familiares o amigos convertidos, o por
actividades tales como la predica callejera de estas iglesias. Otras recibieron revelaciones
del Espíritu Santo esporádicamente, sin tener contacto aun con una iglesia pentecostal.
Lo primero que ocurrió cuando "el Espíritu Santo llegó a los corazones de las
mujeres", fue que se dieron cuenta de que eran pecadoras. Sintiendo arrepentimiento, se
echaron a llorar de una manera irrefrenable, un llanto que podía durar muchas horas.
Después se manifestó el Espíritu Santo en ellas, que sintieron sensaciones extraordinarias a
esto siguió el perdón de sus pecados (éste fue revelado a las mujeres de manera simbólica),
y también experimentaron un sentimiento de felicidad muy grande. La hermana Edonina
testifico esto de la siguiente manera:

Un día domingo, estaba en la reunión con otras seis hermanas y sentí la


presencia del Señor. Me sentí elevada, y que una luz alumbro mi corazón. En ese
momento me sentí feliz y pude hablar de las maravillosas cosas del Señor.
Empecé a predicar que el Señor puede sanar, y en el hospital formaron un grupo
de 25 personas que invocaron al Señor, y vi un árbol que estaba en el agua, pero
al principio el árbol se puso verde, y supe que el Señor me había perdonado. Y
me sanó (Slootweg 1987a:32).

Y la hermana Silvia dice de su conversión:

Cuando estaba de misión, y el Señor llegó a mi corazón, sentí como dos sacos de

127
Inversamente al tema de este articulo, en la investigación fue incluida también una comparación entre lo que la Iglesia Pentecostal y
el catolicismo popular, respectivamente, pueden ofrecer a las mujeres de las clases bajas. Allí se investigó tanto si las mujeres convertidas
al pentecostalismo habían buscado antes la ayuda del catolicismo popular o de la Iglesia católica para resolver sus problemas, como el
hecho de si pudieron encontrar soluciones eficaces. También fueron planteadas preguntas comparables acerca del significado de la
religión para su vida, a un “grupo de control” de mujeres católicas.

304
papas me cayeron de los hombros. El Señor me levantó, y vi como el Señor sacó
el corazón de mi cuerpo, y lo cambió y lo pasó de nuevo a mi cuerpo, (Slootweg
.1987a:3.5).

También el testimonio de la hermana Alvina es muy típico en este aspecto:

Cuando salí de la iglesia, fui a casa y me acosté. Vi en el sueño un animal: una


serpiente grande que reptaba por una avenida larga con muchos árboles; la
serpiente miraba a todos los árboles, y se arrastro de uno a otro, después
apareció una mancha de vino. La serpiente miró dentro de la mancha, de arriba a
abajo, de la cabeza hasta los pies (yo era esta mancha); y la serpiente se puso a
llorar, estaba asustada y huyó. Después me desperté y me sentí muy triste,
porque pensé que el diablo me había bautizado. Pero un día conté este sueño al
pastor, y él me dijo que no era un bautismo del diablo, sino que significaba que
el diablo no tenía rincón en mi corazón, y por eso se fue llorando (Slootweg
1987a:33).

Ocurre entonces que la causa de la pena o del sufrimiento fue eliminada inmediatamente
(muchas veces en el caso de enfermedades) o después de un período breve de oraciones
continuas. Algunas de las mujeres se convirtieron recientemente o hace algunos años. Otras
se convirtieron hace diez o veinte años. Las mujeres declararon que han cambiado mucho
después de su conversión: no sufrieron más de depresiones o angustias, porque su alma
había encontrado la paz. Muchas perdieron su interés por las cosas “mundanas”, y se
concentraron totalmente en la salvación de su alma. Este cambio fue expresado a menudo
por las mujeres en el lenguaje religioso -simbólico pentecostal: "después del bautismo del
Espíritu Santo, Dios me cambió: en vez de ser una hija de las tinieblas, ahora soy una hija
de la luz" (Slootweg l987a:41). Esas palabras significan que la mujer en cuestión conoce la
voluntad de Dios y trata de ponerla en práctica. Para las mujeres, la seguridad del perdón
de sus pecados fue uno de los nuevos elementos más importantes de su fe. También la
posibilidad de una comunicación personal con Dios, que antes no tenían, forma un aspecto
nuevo de la experiencia religiosa (Slootweg 1987a:34,4l).

4. Cambios en las Relaciones entre Hombres y Mujeres


La vida de las mujeres casadas cambió de una manera radical después de su
adhesión a la Iglesia Pentecostal: según si el esposo después de un tiempo también se ha
convertido, su relación matrimonial mejora o empeora notablemente. La hermana Silvia
describe el cambio en su relación matrimonial en la siguiente forma:

Antes mi marido era muy tomador, peleador, y cuando volvía borracho, buscaba
pelea y yo lo insultaba. Me insultaba, me pegaba, y yo me vengaba pegándole
cuando él dormía: era un matrimonio de "ojo por ojo, diente por diente". Ahora
todo ha cambiado; nos enojamos de vez en cuando, pero sólo nos miramos
enojados, no peleamos más, no nos insultamos más. Cuando mi esposo sale,
estoy segura a que no va a tomar, sino que va a visitar a sus familiares
(Slootweg. 1987a:35).

También el testimonio de la hermana Elvira es un buen ejemplo:

305
Mi matrimonio no era muy feliz. Mi espeso tomaba y era como un niño que no
conocía de responsabilidades. Me pegaba y se gastaba todo el dinero en trago y
otras mujeres. Hubo muchas peleas. Cada año tuvo un hijo. Quería malar a mi
esposo, a mis hijos y mí misma. Mi patrona que me conocía, veía mi cara
amargada y me decía que la fe faltaba en mi vida. Me aconsejó de hablar con un
cura. El cura me aconsejó de hablar con mi esposo y me dijo cómo podía evitar
las peleas, pero no resulto y el sentimiento de amargura permaneció. En la
vecindad vivía una amiga que pertenecía a la Iglesia Pentecostal, y yo quería ir
c0n ella a las reuniones. Una vez, después de haber ido a la reunión, tuve un
sueño. En el sueño el Señor me había abierto el pecho y el Señor me perdonó.
Esa noche mí esposo volvió borracho a la casa, estaba furioso, sin embargo no le
dije nada cuando él quiso pelear. Mi esposo noto que yo había cambiado mucho
y me dio permiso para ir a las reuniones. Pedí al Señor que cambiara a mi esposo
también. Y ahora el se siente responsable de sus hijos, no gasta toda la plata, el
se preocupa mas por la que falta en el hogar, no hay mas peleas y toma manos.
Antes yo estaba llena de odio, no podía ver a una pareja feliz, estaba muy celosa,
porque no era feliz y quería destruir a ese matrimonio. Ahora hay más cariño en
nuestro hogar (Slootweg 1987a:35).

De estos ejemplos resulta que las mujeres antes de su conversión tenían muchos
problemas: se quejaban de que su esposo gastaba todo el sueldo en tomar y en otras
mujeres, y se comportaban como un niño que no conocía ninguna responsabilidad para su
familia, pues solamente pensaban en sus propias necesidades. Este modelo de
comportamiento masculino y femenino, y los problemas resultantes para las mujeres, son
fenómenos que se dan sobre todo en las clases bajas de Chile, de donde proviene la
mayoría de los fieles de las iglesias pentecostales.
El tipo ideal del hombre y de mujer que (en grados diferentes en las distintas clases
sociales) determina en Latinoamérica el comportamiento masculino y femenino, puede ser
resumido con el concepto del "complejo de masculino-marianismo". Este complejo
contiene tantos elementos ambivalentes como complementarios. En el machismo, por
ejemplo, las mujeres suelen ser consideradas como seres inferiores y pasivos. A ellas les
conviene seguir al hombre en todo, obedecerle y respetarle. Como mujer ella no merece
respeto, y su disposición natural hacia lo malo no puede ser cambiada; por eso la ponen
bajo la tutela de familiares masculinos. Solamente en el papel de virgen o madre se la
respeta y es venerada por su pureza por su capacidad de negarse. Lo usual es poner a los
hombres como seres activos, autoritarios, agresivos y viriles, que pueden dispones de
mayor libertad sexual por que el honor del macho esta asociado con su virilidad. En el
marianismo, esta estimación positiva y negativa, respectivamente, para hombres y mujeres,
es al revés: se acostumbra valorar a las mujeres como seres superiores a los hombres en el
aspecto espiritual y moral Ellas son consideradas como las personas con juicio, las
disciplinadas. Los hombres, por el contrario, son vistos como niños irresponsables 128
(Steenbeek 1985:37,40-43).
La ideología religiosa pentecostal ofrece una solución para esos problemas porque

128
Tanto los hombres como las mujeres apelan, según las circunstancias, a los ideales de los hombres y mujeres propuestos en el
machismo y el marianismo.

306
sus normas y valores en cuanto al matrimonio y las relaciones entre hombres y mujeres,
son parcialmente distintos de los del ambiente socio-cultural de los adherentes potenciales.
La dirección de la iglesia aconseja a las mujeres recién convertidas la estrategia de cambiar
la situación existente, tomando una actitud conciliadora para con el esposo. Además, las
mujeres han testificado que la conversión causó un gran cambio en su personalidad, por el
cual modificaron todo su comportamiento. En la Iglesia Pentecostal, los miembros son
educados en "relaciones matrimoniales correctas", durante clases separadas de los
"departamentos de damas y caballeros". El texto de Efesios 5:21-24129 es muy discutido en
la congregación, e ilustra bien la posición que la mujer tiene que tomar con relación al
hombre. Algunas hermanas formularon sus opiniones acerca del asunto de cómo tendría
que comportase idealmente la mujer pentecostal. Dice la hermana Veralda: "la mujer
siempre tiene que someterse a la autoridad del hombre, porque según el Evangelio el
hombre manda a la mujer, como la mujer manda a los hijos". Y la hermana Ana: "cuando
la mujer cristiana se casa, tiene que agradecer a su esposo en todo, tiene que seguirle en
todo" (Slootweg 1987a:42-43),
No obstante, las clases brindadas en la iglesia no sólo acentúan las reglas para el
comportamiento de las mujeres. También los miembros masculinos de la Iglesia
Pentecostal tienen que cambiar su comportamiento respecto a sus esposas por la influencia
de su conversión: el hombre convertido tiene que respetar a su esposa. Lo más importante
es que el hombre cristiano sea fiel a su esposa. Ninguno tiene que ser celoso, porque los
cristianos deben ser más cariñosos en este aspecto (Slootweg 1987a:45). También algunos
hombres testimoniaron durante las reuniones de la iglesia, sobre el cambio que habla
experimentado su matrimonio. El siguiente testimonio de un hombre, reproduce de una
manera simbólica el mejoramiento de las relaciones matrimoniales:

Antes de mi conversión era muy pobre, gastaba toda la plata en trago, tenía sólo
un traje pero no me importaba eso. Maltraté a mi esposa muchas veces; la
maltraté tanto que tenía que permanecer en la cama mucho tiempo. Un día,
cuando volví a casa que no podía sostenerme de la borrachera, mi esposa quería
matarme, sin embargo el Señor le paró la mano con el cuchillo y le cambió su
corazón. Al principio me resistí, no quería convertirme, no quería escuchar la
voz de Dios, por que pensaba que ya tenía mi religión. Pero me convertí, el
Señor cambio mi corazón. Un día me mostró que no tenía que quedarme en
convivencia solamente. Pero dije al Señor que no podía casarme porque no
amaba a mi esposa. Le pedí al Señor que pusiera en mi corazón amor hacia ella.
Una noche recibí un sueño en que el Señor me mostraba una doncella muy linda,
vestida de ropa elegante, y me enamoraba de ella, aunque únicamente la vi de
atrás. Cuando la llamé, la doncella se volvió y cuando vi su cara era mi esposa.
Desde ese momento el Señor encendió el amor a mi esposa en mi corazón y
nunca la he dejado de amar (Slootweg 1987a; 36).

Los creyentes pentecostales masculinos tienen que ser más responsables como
padres: deben participar más en la educación de los hijos y turnar sus deberes de

129
Efesios 5: versículos 21-24. 21 Someteos unos a otros en el temer de Dios. 22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como
al Señor. 23Por que el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es la cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
24 Así que, como la iglesia esta sujeta a Cristo así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.

307
sostenimiento de la casa en serio. Aunque la mujer conserva la mayor responsabilidad en
las tareas domesticas, los hombres tiene que aprender también a practicarlas, a fin de estar
preparados para gobernar la casa cuando su esposa se va de misión, cumpliendo con sus
deberes religiosos. Las mujeres pueden apelar a las autoridades eclesiásticas cuando los
esposos están volviendo a su antiguo estilo de vida: la dirección de la iglesia tiene a su
disposición los medios para funcionar en estos casos. Cuando la nueva fe es muy
importante pasa ambos, y el esposo se ha convertido en un miembro de la congregación
tan fiel como la esposa, el sentimiento de experimentar la misma fe y compartir la misma
esperanza, lleva a la pareja a un comportamiento más unido (Slootweg 1987a:35).

Cuando comparamos las normas de comportamiento masculino y femenino dentro de la


iglesia Pentecostal, con las normas del ambiente cultural que les rodea, podemos concluir
que hay una paradoja de continuidad y ruptura a tu vez. Por una parte, las normas
pentecostales difieren de las del ambiente circundante, pero por otra, concuerdan for-
zosamente con estas últimas. Por ejemplo, tanto la autoridad masculina como la
subordinación femenina no son cambiantes sino legitimadas, basándose en los principios
religiosos. También se apela a la supuesta capacidad femenina de tolerancia: tanto los
pastores como las mujeres entrevistadas acentuaron la responsabilidad de la mujer para con
el hogar.los pastores, durante una reunión de Dorcas, la organización femenina de la iglesia
pentecostal, aconsejaron a las mujeres a usar la inteligencia y la sagacidad para evitar
problemas: según la opinión de los pastores, la mujer tiene que ser sabia y buscar las
debilidades del esposo para reconciliarse, cuando él se enoja con ella. En este caso, la
mujer tiene que mostrar su cariño y su ternura para evitar una pelea. Cuando el esposo no
esta convertido, la mujer tiene que actuar con sabiduría, eligiendo los momentos oportunos
para cumplir con sus deberes religiosos. Eso significa, cuando no tiene obligaciones
domésticas. De esta manera, su esposo se quedará contento. Es la mujer "torpe e
ineficiente, la que destruye el ambiente del hogar", según los pastores (Slootweg
1987a:43-44).
La conversión del esposo significó para las mujeres entrevistadas un mejoramiento
evidente de su posición en el matrimonio, por la disminución de la influencia del rol del
macho en el esposo: la responsabilidad (también en el aspecto económico) sobre el hogar
es más compartida, existe cierta protección contra la infidelidad y se termina el maltrato
físico a causa de la borrachera.
Pero cuando el esposo no se convierte, la relación matrimonial va empeorando con
el tiempo. Se producen muchos conflictos en la familia, porque la mujer quiere santificar
su modo de vida y la de sus familiares, mientras que el esposo quiere mantener sus
costumbres. De esta manera, los miembros de la pareja se alejan más y más. No hay
entendimiento y persiste una lucha continua, vehemente, a veces muy sutil. Al principio,
estas mujeres tenían dificultades para obtener permiso para ir a las reuniones de la iglesia:
el esposo se ponía celoso y no quería que su esposa se independizara. Tenían que
esconderse de su esposo en el camino a la iglesia, y refugiarse en las mentiras. La hermana
Sofía cuenta la siguiente historia acerca de eso:

Mi esposo no quería que saliera de la casa, no quería que me independizara de


él. Antes era muy humilde y muy tímida para con él; sin embargo por el
Evangelio eso cambió. Iba a la iglesia, pero tenía que disimularlo frente a mi
esposo. Decía que iba a visitar a mis hijos que estudiaban en Iquique, porque

308
vivía en Pozo Almonte en ese tiempo. Cuando mi esposo se enfermo muy grave,
le pedí permiso para ir a la iglesia a pedir curación para él. Pero no quiso porque
tenía miedo que me acostumbrara a ir a la iglesia. Después de un año mi esposo
me dio permiso para ir y fui muy feliz, y quería dar mi nombre al "libro de la
vida".

Por fin, los esposos se resignaron y cedieron, pero estas mujeres siempre tienen que
cuidar la hora de su regreso a casa, para que sus maridos no tengan motivos de estar
indignados. No obstante, no pueden participar tan intensamente en las reuniones como las
otras hermanas130. Las mujeres necesitan capacitarse para evitar problemas con los esposos,
a fin de no poner en peligro su camino en la iglesia. En cuanto al terreno de la
espiritualidad, las mujeres que tienen un esposo no convertido pueden actuar
independientemente de éste, según lo dictado por la dirección de la iglesia. Eso no significa
que no tengan que obedecer al esposo en otros terrenos, porque según el Evangelio siempre
tienen que estar sometidas a éste, aun cuando él no esté convertido. Sin embargo, las
mujeres no siempre obedecen estas instrucciones de la iglesia de manera estricta, como se
puede concluir del siguiente ejemplo:

Rogaba continuamente a Dios que me librara de cualquier forma, no me


importaba si Dios tomaba como medida la muerte de mi esposo, porque servir al
Señor era lo más importante para mí (Slootweg 1987a:37).

Además, las mujeres no pueden separarse, según las doctrinas del evangelio: está
prohibido que el hombre separe lo que Dios ha unido. Solamente en el caso de convivencia
con un esposo ilegítimo, las mujeres pueden separarse basándose en que esta relación no
concuerda con los principios del Evangelio. Para las mujeres en esta situación, las normas
pentecostales en el caso de problemas entre la pareja, pueden funcionar como una
legitimación del deseo de separarse.
Las mujeres que tienen esposos no convertidos pueden discutir sus problemas en las
reuniones de Dorcas, y desahogarse en ellas de las presiones a que esta situación las
conduce: pueden invocar la ayuda de sus hermanas por medio de la oración comunal. La
oración es el único medio que está a disposición de estas mujeres, porque "solamente Dios
tiene el poder de cambiar a los seres humanos". Ni la esposa, ni el pastor, ni los otros
miembros de la iglesia, tienen poder sobre el alma del esposo131 (Slootweg 1987a:36-37).
La iglesia Evangélica Pentecostal en Iquique cuenta en su congregación también
con muchos miembros que son mujeres solas. Por esta razón incluí a este grupo en la
investigación. Estas mujeres eran viudas, separadas o abandonadas. El cambio en común,
el más importante que todas las mujeres indicaron, fue el hecho de que después de su
conversión experimentaron un sentimiento de protección muy profundo. Después de haber
conocido al Señor, nunca más se sintieron solas, por tener ahora un "esposo celestial" que
las cuidaba siempre muy bien, también en el aspecto material. A veces, el "esposo

130
Los servicios de la iglesia Pentecostal no conocen tiempos definidos de salida, porque “la llagada del Espíritu Santo no puede ser
forzada”.
131
Según mi opinión, las mujeres disponen de medios pasivos par cambiar al esposo: tiene que esperar la ayuda divina. Un medio mas
activo podría ser un cambio en su propia actitud. Por otra parte, utilizando una forma de poder muy sutil dentro de las situaciones de
desigualdad: perdonando siempre al esposo y comportándose como la más humilde, existe la posibilidad de que el esposo se sienta
culpable y cambie su conducta.

309
celestial" las cuidaba mejor que lo que el terrestre jamás lo había hecho. La siguiente
afirmación de la hermana Ana testifica esto:

Antes no nos llegaba plata de la pampa, o se había gastado todo no se dónde.


Ahora ni yo, ni ninguna de las hijas trabaja, pero nunca nos ha faltado la
vestimenta o la comida después que conocí al Señor (Slootweg 1987a:38).

Ninguna de esas mujeres trabaja, pero “Dios siempre las ha bendecido". El "ha elegido
medios para revelar su pobreza a otros (miembros de la congregación) que pueden
ayudarlas”. “El Señor” puede reemplazar como “esposo celestial” al “esposo terrenal” de
estas mujeres, según los ejemplos siguientes:

Cuando el penúltimo esposo se fue, estaba depresiva, me sentía sola. 'Tenia la


esperanza que volvería, le esperaba cada noche. Quería quitarme la vida, lo intenté cuatro
veces. Pero el Señor me protegió siempre, porque siempre contaba a la gente mis
intenciones. Por eso cada vez me llevaban al hospital y sobreviví. Una vez, cuando tenía
mucho miedo de sobrevivir con un daño mental, hice otro intento de suicidio. Le pedí al
Señor que El tomara mi vida, porque hasta aquél momento no había hecho nada más que
tonterías con mi vida. El Señor me habló por medio de un hermano pentecostal. El
Evangelio me gustó, sin embargo más quería al hombre por el que me había enterado del
Evangelio. Nos enamoramos y vivíamos juntos. No sabía todavía de las cosas de Dios, y no
sabía que eso no era bueno. Pedí a mi esposo que me llevara a su iglesia. La iglesia me
gustó y pedí al Señor que alumbrar mi corazón. Daba gracias a Dios porque El me había
dado un esposo cristiano para recompensarme por toda la miseria que había tenido con mis
esposos anteriores. No obstante, un día leí en la Biblia, Gálatas, capítulo cinco. Y
comprendí que vivía en adulterio porque no vivía con mi esposo legítimo y que no podía
entrar en el reino de los cielos. Nos separamos. Ahora ya no necesito un esposo carnal,
porque estoy feliz con mi esposo celestial en mi corazón.

Una de las mujeres se casó a una edad muy temprana, pero fue abandonada después
de algunos años de matrimonio, y se quedó sola con dos hijos pequeños. Se sentía
humillada y despreciada por su esposo. Cuando conoció al Señor, se sintió rehabilitada por
el "esposo celestial". Su consuelo se basa en el fragmento de la Biblia de Isaías 54:4-6132.
En una cultura como la chilena, en la que el matrimonio es un ideal normativo para
las mujeres, la fe pentecostal puede prestar tanto legitimación como compensación (en el
terreno económico y emocional) por el estado de mujer separada, abandonada o viuda
(Slootweg 1987a 38-39).

5. El Mejoramiento de las Circunstancias Materiales


Las mujeres contaron que antes de su conversión eran muy pobres, pero después de
ésta, el Señor las había bendecido también en este aspecto: no son muy afortunadas ahora,
sin embargo nunca les ha faltado lo necesario para satisfacer las necesidades más
elementales. Según los siglos pentecostales, eso concuerda con la promesa del Señor que a

132
Isaías 54: versículo 4-6. 4No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidaras
de la vergüenza de tu juventud, y la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria. 5 Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los
ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado. 6 Porque como a mujer abandonada y triste
de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo.

310
sus hijos nunca les faltara el pan ni el agua. Eso no significa que después de su conversión
no hayan conocido tiempos difíciles. A veces, las mujeres han tenido que esperar mucho
tiempo la ''la bendición de Dios”. En la mayoría de los casos, está llegó en la forma de
relevación de sus necesidades a otras hermanas o hermanos de la iglesia. Así cuenta la
hermana Ana:

Fueron muchos los años que fuimos muy pobres, pero no me quejaba, oraba al
Señor. Un día, uno de mis hijos trajo una canasta llena de alimentos que una
hermana de la iglesia nos había dado.

Y la hermana Maria.

Cuando no tenía trabajo, pase por un periodo muy pobre: a veces no tenía el
betún para los zapatos y los limpiaba con agua. Una vez fui a la iglesia y tenia
los zapatos rotos y me quejaba ante el Señor durante la oración. Me caí al suelo,
Dios me hizo caer al suelo para mostrarme que El quería su voluntad. Le dije:
“Señor, no se haga mi voluntad, sino la tuya”. E levante y me sentí muy
contenta. Al otro día vino un joven que me regalo unos zapatos nuevos; él no era
de la iglesia, pero Dios le había revelado que yo tenía necesidad de zapatos
(Slootweg 1987b:20).

La situación material mejoro también para todas las mujeres que tenían un esposo
convertido, porque el dejó de gastar toda la plata en sus propias necesidades. No obstante,
algunas mujeres tenían que trabajar, pues el sueldo de su marido no alcanzaba. A veces su
trabajo entraba en conflicto con sus deberes religiosos. Existía la posibilidad de que estas
mujeres estuvieran decayendo en su fe, debida a que no pueden participaren todas las
reuniones como antes. No es caro por qué algunas mujeres de la congregación son más
bendecidas que otras. Según la pareja pastoral y algunos hermanos, casi no hay
desocupados en la congregación, gracias a la bendición de Dios. Un hermano me contó que
dentro de la iglesia, la gente se informa entre si sobre las posibilidades de obtener mejores
puestos, y así se ayudan en eso.
Las mujeres disponen, en razón de su calidad de miembros de la iglesia Pentecostal,
de relaciones que pueden prestarles la ayuda necesaria. Persisten en la oración, en espera de
una solución divina a sus problemas. Esta solución suele llegar por medio de otras
personas, pero siempre será considerada como una bendición de Dios.
En el artículo introductorio de Droogers, él afirma juntamente que solo una red de
ayuda mutua no caracteriza a una organización religiosa, y que dicha por sí misma no
explica la necesidad extra religiosa. Por mi parte, pienso que la reciprocidad que gobierna
las redes de una organización como la de la iglesia Pentecostal, se presenta como de un tipo
distinto que la de una organización secular. En la visión de la creyente pentecostal, uno no
es dependiente de la buena voluntad del semejante, sino que la hermana o el hermano son
motivados por la providencia de Dios a prestar ayuda gratis, sin la obligación de devolverla.
La Iglesia Pentecostal en Iquique, acentúa en su organización práctica valores como
la solidaridad y el amor al prójimo: en esta Iglesia existe la obligación de que los miembros
con mejor situación económica, contribuyan en una proporción mayor a los fondos
eclesiásticos. Con esos fondos, la gente menos afortunada puede ser ayudada en casos de
emergencia (Slootweg 1987b:25). Una de las hermanas, Juana, testifica esto de la siguiente

311
forma: "las hermanas practican el amor cristiano muy bien. Ellas se preocupan por lo que
me falta a mí, tanto en las cosas materiales como en las cosas espirituales" (Slootweg
1987b:24). La incorporación a la Iglesia Pentecostal, la que si bien pide su contribución
regular a sus miembros, les ayuda económicamente en caso de necesidad, en un país como
Chile, donde el desempleo es muy grande y los sueldos de la gente de las clases bajas
muchas veces no alcanzan para satisfacer las necesidades mínimas, puede funcionar como
una seguridad (Slootweg 1987a:70).

6. La Curación
La mayoría de las mujeres recibieron después de su conversión, la bendición de
Dios en la forma de curación de enfermedades. No sólo recibieron estas bendiciones para
ellas mismas, sino que también fueron sanados sus esposos e hijos, cuando las mujeres
pidieron la ayuda de Dios. Las enfermedades curadas, en la mayoría de los casos, fueron
muy graves, o atravesaron por crisis muy grandes: cáncer, reuma, tuberculosis o
apendicitis, tifus o hernia. La hermana Juana, cuenta la historia de su curación:

Conocí la Iglesia Pentecostal porque tenía un vecino que pertenecía a esa iglesia.
En ese tiempo estuve muy enferma, tenía ya por diez años dos tumores en los
senos. En aquel momento que el vecino me habló de su fe, sentí cómo cayó algo
en mi cabeza, así como antes había sido ciega, y creí que el Señor podía sanar.
Pregunté a mi vecino si quería sanarme. Vinieron hermanos y hermanas de Arica
a la casa de mi vecino; me prometieron que iban a sanarme, pero con la
condición de que después de mi curación fuera a predicar en la calle, porque en
este tiempo había pocos predicadores todavía. Los hermanos danzaban y
danzaban, y en el momento en que fui sanada, sentí corno un fuego que me ardía
en los senos.

Es un dato muy llamativo que las creyentes pentecostales, tanto antes como después
de su conversión, cuando están enfermas, se dirigen a Dios, negando el sistema de salud
oficial. El testimonio de la hermana Sofía, es un ejemplo muy típico de esto:

En el momento de mi conversión estuve mas enferma que nunca, pero solo


quería ir a la iglesia. No sabia que el Señor sanaba, tenía una ulcera ya por seis
años. Mi esposo me dijo que tenia que ir al medico, sin embargo el Señor me
habló de que no tenia que ir, porque en la iglesia el me sanaría (Slootweg 1987
a: 39-40)

Una de las explicaciones posibles de por que las mujeres de este grupo social
esperan mas del poder divino que de las instituciones relacionadas con la salud, puede ser
que en el país el sistema sanitario esta muy poco subsidiado y funciona muy mal. Además,
la gente de bajos ingresos tiene escaso acceso al sistema sanitario oficial, de modo que la
búsqueda inicial de nuevas alternativas de curación en situaciones de crisis, es muy
comprensible. En la investigación de María de Bruyn, “'Se dice que alguna gente tiene
buenos recursos”. ¿Cómo eligen los pacientes los tratamientos para sus enfermedades en
Iquique?'' (1987en ingles es el original). Sus informantes exponen algunas desventajas del

312
sistema sanitario oficial133.
Excepto por los factores sociales y económicos que pueden desempeñar un papel
importante en la opción por una forma de curación religiosa. En las prácticas de las iglesias
pentecostales de l norte de chile se continúan, en cierto sentido, las de la religión aymará
autóctona y las del catolicismo popular. En efecto, los aymará acuden al especialista
religioso en caso de enfermedad, y los creyentes del catolicismo popular piden ayuda a
Dios para sus problemas de salud.
La curación no solo significa para el creyente pentecostal una sanidad del cuerpo. La
enfermedad física simboliza, según la doctrina pentecostal, la impureza y el estado pecador
del espíritu humano. En este aspecto, la siguiente interpretación de la enfermedad dela
hermana Alvina es muy ilustrativa:

Una vez cuando quería ir a la iglesia, vomite muchas veces sangre, y mis hermanos
se preocuparon mucho, no obstante me sentía sana y me burle de mis hermanos, porque
creían que eso fue obra de Dios, que quería cambiarme completamente: mi cuerpo escupió
todo lo malo que tenía dentro de mí. Me desmayé y me llevaron al hospital, pero no quería
ser llevada como un saco de papas, y quería salir del hospital. Los médicos me dijeron que
tenía dos semanas más de vida, pues tenía un tumor en los pulmones. Sin embargo, no les
creí. Los vómitos pararon, de eso hace doce años y estoy todavía muy sana (Slootweg
1987a:40).

Así la curación de las enfermedades simboliza el cambio total de la persona


después del perdón de los pecados. Este acontecimiento, que las creyentes pentecostales
llaman el ''bautismo del Espíritu Santo", conduce al conocimiento de lo malo y lo bueno.
Este cambio de mentalidad lleva, como muestra de lo anterior, a una ruptura radical con la
manera de vivir de antes y hace posible otro estilo de vida.

7. Conclusión
Resumiendo, podemos decir que el nuevo modo de vida debido a la calidad de
miembros de una congregación pentecostal, ofrece una solución a algunos problemas
esenciales con que las mujeres Iquiqueñas de la clase baja tienen que enfrentarse. La
ideología religiosa de la Iglesia pentecostal brinda una solución para los problemas de
pareja, porque sus normas y valores en cuanto al matrimonio y las relaciones entre
hombres y mujeres, difieren parcialmente de las del ambiente social de sus adherentes
potenciales. Así, al reducirse la influencia del machismo en el comportamiento de los
esposos, es posible un mejoramiento relativo de la posición de las mujeres en el
matrimonio. Parece que para muchas mujeres, la relación matrimonial mejoro bastante
después de la conversión del esposo. El abuso del alcohol, y la miseria como consecuencia
de esto, desaparecieron; el esposo ya no salió tanto de la casa, y se ocupo más de la

133
El servicio de salud publica en chile (el SNNS), consta de lo siguiente: por un pago mensual del siete por ciento de los ingresos,
todos los que están trabajando en el sector publico o privado pueden estar asegurados, incluso tienen también derecho de estar sus otros
familiares. Hasta cierto límite de los ingresos, todos los beneficiarios son gratuitos; los grupos de salarios mas elevados pagan un mayor
porcentaje como contribución. En principio este sistema parase ofrecer suficientes beneficios a los asegurados, pero en la realidad hay
bastantes problemas, algunos de carácter burocrático, como por ejemplo la necesidad de prolongarla reiteradamente el carnet de
inscripción. Además, en las clínicas y hospitales públicos faltan los servicios mas esenciales, y la atención de los pacientes del SNNS es
de peor calidad que la de los pacientes privados. El periodo de espera en los consultorios resulta ser muy larga, y aunque las consultas son
gratuitas, el paciente debe pagar los medicamentos. Algunos pacientes no quieren el servicio deficiente del SNNS y ahorran dinero para
tener el servicio privado o para visitar médicos peruanos (de Bruyn 1987:75-76 y 113-1149)

313
familia. Las mujeres tuvieron entonces más confianza en la fidelidad de su esposo. En
algunos casos, éste coopero más que antes en los quehaceres del hogar y la educación de
los hijos.
Todos esos cambios ocurrieron cuando el esposo se comporto según las
disposiciones que la iglesia impone. La Iglesia Pentecostal apoya a las mujeres, en caso de
que los hombres infrinjan las reglas, las mujeres pueden apelar a la dirección de la iglesia.
Esta educa a las mujeres y a los hombres dentro do la idea del matrimonio cristiano, según
la cual la mujer debe estar sometida al esposo, pero este también tiene obligaciones para
con ella.
A las mujeres que no tienen un esposo convertido, la calidad de miembros de la
Iglesia Pentecostal puede ofrecerles una legitimación para una actitud independiente con
respecto al esposo en algunos terrenos. Además, en situaciones difíciles son sostenidas por
sus hermanas y hermanos de la congregación.
Para las mujeres solas, que se encuentran en una situación excepcional dentro de la
cultura chilena, en la que el matrimonio es un ideal importante y normativo para las
mujeres, la convicción religiosa puede legitimar dicha situación. Para las mujeres casadas,
por su parte, la situación económica familiar ha mejorado después de la conversión del
esposo, debido a los cambios en la forma de gastar el dinero. Así mismo, la incorporación
de la familia en la red y relaciones de la iglesia, les ha brindado mayor seguridad para
satisfacer sus necesidades. Esto último puede aplicarse igualmente a las mujeres solas. La
reputación de la Iglesia Pentecostal de que en ella se practica el amor cristiano, así como la
convicción de que Dios recompensará el celo religioso también materialmente, pueden ser
argumentos convincentes para los creyentes potenciales.
La situación objetiva del sistema de salud, que resulta tan deficiente para las
mujeres de las clases bajas, obliga a este grupo a buscar formas alternativas de curación.
La Iglesia Pentecostal ofrece una alternativa. No obstante, brinda mucho más que la misma
curación. La curación y la calidad de miembros están relacionadas con una nueva manera
de vivir, la cual proporciona soluciones estructurales para diversas necesidades concretas.
¿Significa esto que las conversiones de las mujeres pueden ser consideradas como
estrategias personales de éstas para cambiar su posición social? Cuando comparamos "la
demanda" de los creyentes potenciales con "la oferta" de las iglesias pentecostales, se
puede ver claramente que principalmente las mujeres de clase baja pueden tener gran
interés en las soluciones que estas iglesias ofrecen. Las mujeres de este grupo social luchan
con problemas matrimoniales, se encuentran en una situación económica muy difícil, y
tienen que enfrentarse con la indigencia de su familia. Cuando son solas, esta condición,
tanto económica como social, las hace aún más vulnerables. El deber de cuidar de la
familia nuclear, se extiende también a la responsabilidad sobre la salud de otros parientes
(van den Hoogen 1987:263).
No nos ha de extrañar, pues, que casi todas las mujeres entrevistadas hayan tomado
la iniciativa para ponerse en contacto con la iglesia Pentecostal, y después hayan intentado
persuadir a su esposo para que las acompañaran. En muchos casos, el proceso de la
conversión del esposo se inició cuando éste se enfermo crónicamente, y su esposa insistió
en buscar curación en la Iglesia Pentecostal, dando como último resultado que él se resigne
y acceda.
Aunque, como hemos visto, la demanda y la oferta se corresponden, es muy difícil
distinguir lo que se refiere a una estrategia social y personal consciente de las mujeres. ¿Se
han convertido las mujeres para mejorar su situación, y conocían de antemano las

314
consecuencias posibles de la conversión? Los esfuerzos pertinentes para convertir a los
esposos, podrían estar indicando esto. Uno de los problemas que, sin embargo, se asocia
con esta pregunta, es que las mujeres nunca hablan de la conversión como un medio
elegido conscientemente para cambiar su situación personal. De todos modos, en este
articulo hemos visto la capacidad de las iglesias pentecostales para solucionar necesidades
cotidianas y por lo demás, dejemos que los testimonios de las mujeres hablen por si
mismos.

315
Cambios Económicos en el Perú: ¿Reflejan Cambios en la Religión?
Andrés Tapia

Andar por las calles de Lima, la capital del Perú, es experimentar un país en pleno
cambio. Casi todas las dimensiones de la vida han reaccionado a la caída de la Unión
Soviética y otras corrientes de cambio que afectan casi todo la tasa de cambio de dinero, el
empleo, las expectativas de las mujeres, costumbres sociales, la migración a las ciudades,
aun la espiritualidad y las prácticas religiosas del pueblo.
Dentro de este marco, la iglesia evangélica está creciendo a un ritmo fenomenal de
12 por ciento por año. Pero mientras atraen las iglesias evangélicas establecidas mucha
gente, nuevos grupos están revolucionando el paisaje protestante. Iglesias independientes,
pentecostales y carismáticas, ofrecen un desafío fuerte que amenaza el lugar de los grupos
más tradicionales.
“Estamos viviendo una era de redefinición en las iglesias evangélicas”, dice Oscar
Amat, un sociólogo peruano evangélico. “La iglesia evangélica está adaptando a una
sociedad en transición. Hay que enfrentar tanto una revolución económica como cambios
en la Iglesia Católica y los grupos carismáticos y pentecostales.
Los evangélicos en los años noventa tenían que operar en una época cuando surgían
los vendedores de las calles y un presidente, Alberto Fujimori, comprometido de promover
el capitalismo. Primero, el nuevo presidente recibió el apoyo de muchos evangélicos,
suficiente para garantizar que venciera los candidatos de la oposición en 1990. Por primera
vez, los evangélicos habían desempeñado un papel clave en las elecciones. Aunque, según
fuentes fidedignas, muchos evangélicos sentían abandonados por Fujimori, aquél ganó la
reelección sin la ayuda de los evangélicos. De todos modos, la importancia de su
presidencia y su política para los evangélicos fue que él permitió la libre actividad de los
vendedores al por menor. Y la mayoría del crecimiento de los grupos evangélicos se
encuentra entre estos sectores pobres.
La política del gobierno consistía en la creación de estructuras dentro las cuales el
negocio podía desarrollarse sin restricciones. Fujimori, en una manera pragmática y
autocrática, reorganizó el congreso nacional. Él disminuyó la inflación desde 5.000 por
ciento a 10 por ciento. Construyó 30.000 kilómetros de caminos y venció los grupos
terroristas del Sendero Luminoso. Resultó que este ambiente de seguridad hizo del Perú el
país con la economía que por un tiempo crecía más rápida que ninguna otra en el mundo, a
un ritmo del 13 por ciento por año.
Esta política permitía que los comerciantes de la venta al por menor tuvieran
oportunidades de vender sus productos en puestos a lo largo de las calles. Centenares de
personas del interior del país -refugiados del conflicto en la sierra- podían legalmente
vender toda clase de artículos en una forma del capitalismo popular.
Se ha notado el público que ahora con más frecuencia vendedores tratan a los
consumidores con más atención y respeto que de costumbre. En la opinión de algunos
observadores, los peruanos también tienen una actitud similar hacia las iglesias evangélicas
que han multiplicado últimamente. Las iglesias carismáticas y Pentecostales coinciden con

316
los otros cambios sociales: Si la economía se caracteriza por pragmatismo más bien que
ideología, también en la religión hay una nueva libertad de a aprovechar de nuevas formas
y oportunidades más bien que seguir las tradiciones protestantes. Y las iglesias se
caracterizan por experiencia religiosa más que por la teología.
La economía de los vendedores de las calles refleja un concepto sofisticado de las
masas - En una mesa movediza en la acera frente de la librería evangélica “El Inca”, un
matrimonio que lee la Biblia en sus momentos de ocio ofrece pernos y tuercas a los
transeúntes. A la izquierda una mujer que amamanta a su niño vende lámparas y a la
derecha un muchacho de diez años atiende un puesto donde se venden bisagras mientras sus
padres van en busca de un préstamo de un “financiero”. Un vendedor de calzado pone un
tratado evangélico dentro de cada par de zapatos que exhibe. Dos jóvenes en un kiosco
venden Biblias y calcomanías con el lema “Jesús te ama” mientras un joven de los Hari
Krishna va en busca de alguien con quien pueda conversar sobre su fe.
Se ha descrito el Perú de la economía sin restricciones, un lugar donde los pobres
tienen opciones no sólo de artículos de consumo sino también de religiones. Se llama “la
cultura chicha”, y aquí se puede encontrar muchos evangélicos. Es el sector de los
informales, donde el pueblo ha creado sus propias estructuras económicas que operan fuera
del ámbito de las organizaciones de comercio, aparte de los partidos políticos, los
sindicatos y las iglesias que por tantos años se lo ha excluido por las élites blancas.
La mayoría de ellos viven en pueblos jóvenes, pobres barrios en las faldas de los
Andes que circunden Lima como graderías en un estadio. Alrededor de las chozas
estructuradas rápidamente para establecer los derechos de los intrusos hace décadas, ha
emergido un metrópoli de dos millones de habitantes —concebido, desarrollado, y
administrado por ellos mismos casi sin la ayuda de agencias sociales del gobierno. Por
ejemplo, la colonia de “El Salvador” cuenta con docenas de iniciativas de la comunidad,
entre ellas guardarías para los niños, comedores, centros sociales para jóvenes,
organizaciones para entrenamiento de personas sin oficios, mercados al aire libre,
transportes, centros comerciales, e iglesias en casas.
En la opinión de algunos expertos en la economía, tal como el renombrado
economista peruano Hernando de Soto, las iniciativas de estos campesinos —caóticas,
espontáneas y descentralizadas— pueden suministrar la energía y visión para llevar el Perú
a la prosperidad y desarrollo social. Mientras los izquierdistas seguían las doctrinas de
Carlos Marx y los de la derecha seguían las doctrinas de un mercado libre que poco a poco
pueda beneficiar a los sectores populares, los inmigrantes recién llegados se han dirigido a
las tradiciones de la minka, el principio de cooperación comunal que tocaba cada actividad
en las aldeas peruanas tradicionales.
Cuando los inmigrantes encuentran los evangélicos con sus doctrinas del sacerdocio
de todos los creyentes y el poder espiritual de los laicos, encuentran un sistema muy
parecido a la minka. “Una economía “informal” es una alternativa al institucionalismo
rígido que ya no corresponde a la realidad que vive el pueblo actualmente”, dice el teólogo
peruano Samuel Escobar. Según Escobar, el divorcio de las enseñanzas de la Iglesia
Católica de las realidades de la gente común explica la deserción masiva para que se afilien
a las iglesias evangélicas. Pero ahora, según Escobar, las iglesias protestantes que ya
tienen una historia de setenta años han perdido su atracción para personas que en tropel se
han afiliado con grupos pentecostales y carismáticos.
“En la Iglesia Católica las feligreses eran meramente espectadores”, explica
Escobar. “Las iglesias evangélicas les permiten participar en forma activa. Pero por los

317
ochenta, las iglesias protestantes tradicionales habían establecido sus propias costumbres y
se hicieron siempre más institucionalizadas. Y luego llegan los pentecostales y los
carismáticos con sus estilos más modernos y con lenguaje sencillo y una teología menos
complicada”.
Otro teólogo evangélico peruano agrega, “las denominaciones protestantes
establecidas habían importado muchas prácticas de las iglesias norteamericanas, como por
ejemplo sus himnos, que son simplemente los que fueron traducidos del inglés antes bien
que himnos de la cultura peruana. Los pentecostales adaptan sus cultos a los estilos
populares”. Así, como la economía se adapta a estilos “informales”, las iglesias
pentecostales se han acomodado a la cultura del pueblo”.
Domingo por la mañana, en una carpa situada en un terreno polvoriento de un
pueblo joven un culto exuberante y un despliegue con adoración frenética. La capacidad de
los “informales” de asimilar personas de todas clases sociales se manifiesta en los
diferentes estilos de ropa desde trajes y vestidos de estilo europeo a los ponchos y chullos
de los hombres, las faldas multicolores y sombreros tradicionales de las mujeres de la
sierra.
Este culto es solamente uno del gran número que se puede encontrar a través de
todo el Perú. Algunos atraen unas docenas de asistentes y otros cuentan con miles.
Pastores indígenas, muchos con testimonios de llamados divinos, dirigen sus
congregaciones en alabanza estática, con danzas, testimonios de sanidades y adicción. Al
final invitan a las personas presentes a pasar la frente para entregar sus vidas al Señor o
para recibir sanidad.
El tono de fiesta que caracteriza con ritmos afro- caribeños y melodías andinas
refresca a las personas agobiadas por las luchas diarias. Pero aunque sea importante la
música para atraer a los interesados, las demostraciones espectaculares del Espíritu Santo
cuando se cura de las molestias y enfermedades son la razón de su permanencia.
Un pastor de una iglesia dinámica y carismática explica que los no sólo reciben
salvación y renovación sino hallan aun siendo creyentes la libertad de expresar su fe en este
ambiente que no se encuentran en sus propias iglesias. En Los senderos religiosos de los
inmigrantes en la zona urbana de Lima, un libro escrito por un sacerdote sobre las
costumbres religiosas de los habitantes de Lima, una mujer cuenta como Dios salvó la vida
de ella y de su hija. Ella tuvo un puesto en el mercado donde con poco éxito vendió papas
y verduras. Pero en un sueño el Señor le dio la idea que más bien vendiera especias y
verduras chinas. Pronto floreció la empresa y por fin pudo construir una casa para ella, su
hija y su yerno. “Mi papá me enseño la mercadería”, dice. “Somos pobres, pero el Señor
nos ha bendecido. Dios es bueno. Le entregamos el corazón y el resulto que se obtuvo fue
tener todo lo que se necesitaba”.
Esto no es la teología de prosperidad sino el confiar en Dios para las necesidades
cotidianas. Para personas como ella, tener todo lo necesario es tener suficiente comida y
vivienda segura.
Para estas personas, las respuestas que Dios les da son tal como un marido que deja
de tomar, una madre descarriada que regresa a cuidar por su familia y niños que se dedican
a sus estudios. La Iglesia Católica a menudo enseñaba al pueblo que aceptara su situación
sin murmurar como la voluntad de Dios. Pero las iglesias “informales” y los pentecostales
predican un evangelio de poder que afecta todos los aspectos de la vida —desde el alma
hasta la billetera.

318
Las iglesias pentecostales populares ofrecen al instante una identidad y una
comunidad para los inmigrantes que se sienten a solas en un ambiente poco familiar y aun
hostil. Para algunas personas dotadas con liderazgo, encuentran oportunidades para hacerse
pastores a pesar de su falta de preparación formal.
Según un pastor, “Al principio las personas no buscan la salvación, pero sí
responden al mensaje que el Señor les ama y que tiene soluciones concretas para sus
problemas actuales.
Entre las iglesias informales las actividades religiosas son tan variadas y
descentralizadas como en el comercio informal. Pese a los beneficios y ventajas que
ofrecen, algunos pastores de las iglesias evangélicas establecidas están preocupados con la
posibilidad del sincretismo y la falta de responsabilidad entre los líderes. Piensan que la
religión andina está todavía influenciada por costumbres tradicionales. Personas llevan un
crucifijo al lado de un feto de llama en rumbo a ofrecer sacrificios a los dioses del sol y de
la montaña.
Aunque las iglesias pentecostales no aprueban estas prácticas, individuales dentro
de la comunidad cristiana siguen con ritos para deshacerse de espíritus malignos o de
enfermedades. “Somos muy pragmáticos”, dice un pastor peruano, “y hacemos lo que sea
necesario para solucionar los problemas inmediatos”.
Algunos líderes evangélicos también critican el énfasis sobre el emocionalismo y la
experiencia, pensando que va a afectar el discipulado. “Estos nuevos grupos crecen rápidos
pero la tasa de bautismos es baja, mientras entre los grupos evangélicos establecidos, no
crecen tan rápido, pero la proporción de personas que se bautizan es más.
“Entre estas iglesias informales”, agrega Samuel Escobar, “la enseñanza es muy
sencilla y no satisface a muchas personas que desean profundizar su experiencia y
entendimiento espiritual”. A través de sermones y publicaciones algunas iglesias advierten
sus miembros de las flaquezas doctrinales de las informales. Las críticas extienden desde la
teología de prosperidad a la danza y la música que no es muy diferente de la música
popular de la calle. Los peor, según un pastor peruano, “es que dejan de fundamentar su fe
en las escrituras y enfatizan sólo un escapismo que no es fiel al evangelio amplio del Nuevo
Testamento”. En la opinión de un líder evangélico, aun las iglesias afiliadas con las
Asambleas de Dios en el Perú se considera que no se incluyen entre estas iglesias
informales. Ellas también critican el emocionalismo de las iglesias informales en sus
publicaciones.
Sin embargo, las iglesias informales han tenido un impacto positivo en los demás
grupos evangélicos. Ahora las iglesias evangélicas tradicionales disfrutan una adoración y
una alabanza más espontánea. Y si estas iglesias no adaptan su mensaje y sus costumbres
para alcanzar al pueblo donde se encuentren, van a continuar las pérdidas de sus miembros
a las informales. No es claro si estos grupos establecidos tengan la flexibilidad de
defenderse contra el desafío que enfrentan.
Claro que los pentecostales predican un mensaje de poder. El sociólogo David
Stoll explica que la congregación pentecostal ofrece a los sectores marginados una manera
de reformar sus vidas, formar comunidades y establecerse en la comunidad. Sin embargo,
la inestabilidad de las iglesias informales resulta de la falta de lealtad y del descuido del
discipulado. El interrogante ineludible es éste: ¿pueden las iglesias transformar los recién
convertidos en discípulos?
Estas tendencias nos da un panorama de cómo Dios está trabajando hoy en día. Él
no siempre sigue en la manera acostumbrada con las estructuras que hemos organizado.

319
Además, el evangelio ha de ser siempre hostil (para la persona completa). Dios está usando
los grupos fuera de lo tradicional para alcanzar a los sectores sociales excluido,s y está
infundiendo en las iglesias evangélicas más formales una pasión que por los años iban
perdiendo.

320
El Pentecostalismo: Su Capacidad de Transformación en
Jalisco y Yucatán
Patricia Fortuna y Loret de Mola

Introducción
La segunda mitad del siglo XX se ha caracterizado por una efervescencia de
religiosidad a lo largo y ancho del mundo. Este fenómeno ha sido más patente en los países
pobres, antes llamados del Tercer Mundo; sin embargo, también ha estado presente en los
países ex-socialistas e incluso naciones como Japón y Corea han tenido un resurgimiento en
el campo religioso que ha llamado la atención (Martin, 1990; Mullins, 1991). Una de las
formas que ha adoptado este resurgimiento ha sido el Pentecostalismo en todas sus
modalidades. Los pentecostales son los entusiastas que apelan a los sentidos en la
experiencia religiosa. Es la creencia en la manifestación de los dones del Espíritu Santo a
través del hablar en lenguas, visiones, revelaciones, sueños, testimonios, curación por la fe.
La corriente pentecostal del catolicismo se conoce como carismática, o renovación
del Espíritu Santo, y ha cobrado tal fuerza y popularidad que desde los años setenta, después
de su aparición en los Estados Unidos de Norteamérica, el mismo Vaticano la hizo parte de
su propia política, asignando cardenales y arzobispos carismáticos a distintos países para que
todas estas nuevas manifestaciones se hicieran dentro y no fuera de la autoridad
eclesiástica.134
El pentecostalismo protestante es más antiguo que el del catolicismo y comenzó con
un hombre negro en los Estados Unidos de Norteamérica a fines del siglo pasado
(Hollenweger, 1991:1). Una importante causa del resurgimiento religioso que se menciona
al principio se debe al crecimiento de Iglesias pentecostales protestantes. Entre las
denominaciones135 protestantes, son las pentecostales las que han experimentado un
considerable aumento en casi todos los países. En América Latina, los pentecostales
constituían el 70% de los protestantes desde los años sesenta. La explicación de este
fenómeno yace en las características del pentecostalismo que son las siguientes: a) es una
religión oral; b) tiene una teología narrativa y de experiencia; c) permite una amplia
participación en los niveles de reflexión, oración y toma de decisiones, lo que la transforma
en una comunidad de tipo conciliatoria; d) los sueños y visiones son parte de la devoción
personal y pública; e) existe una relación cuerpo/mente de entendimiento y armonía que se
da a partir de las experiencias de correspondencia entre uno y otra. La curación por la fe es
un ejemplo de esto último (Hollenweger, 1986: 6; 1991 1).
El predominio de la tradición oral sobre la escrita y el privilegiar las experiencias de


Ciesas-Occidente. La versión original de este documento fue escrita para informar parte del libro Global Culture: Pentecostal and
Charismatic Churches World Wide, coordinado por la Dra. Karla Poewe del Departamento de Antropología de la Universidad de
Calgary, Alberta, Canadá. La autora ha hecho considerables cambios y ajustes para la versión en español. (Traducción del inglés de Luisa
Gabayet).
134
La corriente del catolicismo denominada Renovación del Espíritu Santo aparece para contrarrestar el crecimiento de los
movimientos pentecostales protestantes. Se caracterizan por practicar rituales muy emotivos durante los cuales el Espíritu Santo se
manifiesta con sus dones entre la colectividad presente, ya sea de forma individual o comunitaria. Para los católicos seglares de esta
corriente, significa una participación plena en los dones del Espíritu Santo (Talavera, 1978: 15).
135
Los términos denominación, Iglesia y congregación son utilizados como sinónimos en este artículo.

321
los sentidos le ha dado al pentecostalismo su universalidad. Es una religión popular con
Biblia, y en las ciudades o en los campos es el punto en donde los pobres entran en contacto
por primera vez con la religión protestante. En donde quiera que emerje, el pentecostalismo
se apropia de las identidades tradicionales y locales y las reformula, o como lo expresa
Martin en su libro Tongues of Fire la religión se hace local – go native – (ibíd). Como lo
demuestran los casos de las Iglesias presentados aquí, el pentecostalismo toma de la
tradición los rasgos funcionales para transformarlos. Por ejemplo, la música tradicional, o
incluso la historia misma de un pueblo, son elementos que se reinterpretan y se incorporan a
la nueva religión.
En este documento, se trata de demostrar la capacidad de transformación que
caracteriza a la Iglesias pentecostales de Yucatán y Jalisco; para esto, se analizan los
contenidos de las prácticas y de la doctrina y la forma de adaptarlas a las realidades locales.
La adaptabilidad y flexibilidad de este tipo de Iglesias es el argumento que explica el
incremento y la aceptación de esta creencia en México y en el resto del orbe. La posición
que privilegia el factor externo – léase imperialismo, agencias de Estados Unidos,
imposición de una cultura foránea – para explicar el incremento del protestantismo (incluido
el pentecostalismo) en América Latina es una análisis pobre que no contempla los múltiples
elementos endógenos que son tomados de la misma cultura, para luego ser transformados
por y para los mismos conversos. Considero que el o los factores exógenos, aunque no se
deben ignorar en ciertas circunstancias, no ejercen tanta influencia como lo pueden hacer los
elementos endógenos.
Para entender la posición y el status de las Iglesias protestantes en México, discutiré
primero el papel de la Iglesia católica y su impacto sobre el protestantismo. Antes de
examinar la situación actual del pentecostalismo en México, haré un breve repaso sobre sus
orígenes en el país. La religión pentecostal en México será examinada en referencia a
ejemplos contrastantes del sureste (Yucatán) y del occidente (Jalisco). Ambas regiones
cuentan con Iglesias que muestran cómo la "globalización simplifica y diversifica las
religiones del mundo" (Poewe, 1989: 364). Los ejemplos de Iglesias presentados en este
trabajo nos muestran esa habilidad de movimiento, cambio y flexibilidad de las
organizaciones pentecostales para adecuarse a las realidades en las que se insertan. Se ha
tomado como muestra cinco micro-iglesias de Yucatán y una mega-iglesia de Jalisco con el
propósito de demostrar que, a pesar de las diferencias en tamaño y grado de organización,
todas ellas comparten las características que definen a los pentecostales.

La Atmósfera Religiosa en México


El catolicismo no es solamente la religión dominante en México, sino que también
permea la mayor parte de los valores culturales y nacionales. La relación entre el Estado
mexicano y la Iglesia católica se caracteriza a la vez por un entendimiento y una rivalidad
mutuos, ya que ambos tratan de controlar la sociedad civil. Esta relación ambivalente hace
que la posición política de los nuevos movimientos religiosos sea incierta, en virtud de que
su status está determinado hasta un cierto grado por el tipo de relación que existe entre la
Iglesia católica y el Gobierno. Por ejemplo, si las autoridades locales consideran que la
primera interfiere demasiado en los asuntos no religiosos (laicos), el Gobierno podría
ponerse del lado de las asociaciones protestantes para contrarrestar la fuerza de los católicos,

322
asumiendo que aquéllos no provocan también conflictos.136 Empero, las Iglesias no católicas
son generalmente vistas como religiones inferiores (Bourdieu, 1971), ya que el Estado
mexicano aún concede prerrogativas a la Iglesia católica. El pluralismo religioso no existe
en México de hecho, sino únicamente en la retórica política (Bastian, 1990; Blancarte,
1991). En consecuencia, tampoco existe una atmósfera política liberal hacia las religiones
como la hay en los Estados Unidos y en Canadá. Sin embargo, no todas las Iglesias no
católicas reciben el mismo tratamiento; todo depende de su fuerza, su habilidad y las
estrategias políticas que utilizan para ganar el reconocimiento y hasta el respeto del
Gobierno. Como regla general, se tiene que hacer énfasis en cuanto a que en México todas
los movimientos religiosos tienen status diferentes y, en consecuencia, no comparten los
mismos derechos y restricciones. A pesar de que está escrito en la nueva ley de Asociaciones
Religiosas y Culto Público, aprobada el 14 de julio de 1992, que: "las asociaciones religiosas
son iguales ante la ley en derechos y obligaciones" (Garma, 1992).
Los católicos suelen estigmatizar a aquéllos que se convierten a otra religión, y los
conversos reaccionan de manera defensiva. Con frecuencia, se aislan de la sociedad y
forman una asociación religiosa cerrada y hermética. Los dos tipos de respuestas afectan la
naturaleza y la forma de las Iglesias no católicas y las consecuencias son más fuertes en
México que en países donde sí existe verdadera tolerancia hacia el pluralismo religioso.

El Origen de los Pentecostales en México


El origen del pentecostalismo en México puede rastrearse desde los años veinte y
treinta de este siglo, cuando empezaron su actividad los misioneros norteamericanos que
pertenecían al movimiento fundamentalista (Bastian, 1983, 1990; Meyer 1989). Otra raíz
importante de las Iglesias pentecostales actuales fue el regreso de los Estados Unidos de los
mexicanos pobres. Estos habían dejado el país durante la Revolución (1910-1920) y, al
retornar a su patria, empezaron a predicar a su manera el nuevo testamento. Este último
camino fue el origen de las Iglesias pentecostales actuales más importantes actualmente. A
partir de los años cincuenta, estas Iglesias crecieron en número, tanto en las ciudades como
en el campo, aunque el crecimiento ha sido más considerable en las primeras.137 En los años
ochenta, las Iglesias pentecostales representaban el 70% de todos los protestantes en
México. El número total de protestantes en 1980 era de más de cuatro millones o el seis por
ciento de la población total (Barret, 1982).
La mayoría de los conversos pentecostales puede ser clasificada como clase
trabajadora, pero también hay personas de clase media y clase media-alta, quienes han
ascendido económica y socialmente a partir de los años setenta y ochenta. Su afiliación al
pentecostalismo parece ser una razón importante que les permite salir de pobres,
generalmente a la segunda generación, según Gaxiola (comunicación personal); los
pentecostales se están convirtiendo en las élites de los protestantes. En las grandes ciudades,
tales como el Distrito Federal, Monterrey y Guadalajara, han surgido Iglesias pentecostales
cuya membresía más importante proviene de la clase media. Una manera de explicar esta

136
A partir del régimen de Salinas de Gortari, las relaciones entre el Estado y la alta jerarquía de la Iglesia católica se han estrechado.
Existen muchos hechos que lo demuestran: la presencia de curas de alto rango y de un delegado apostólico en el primer informe
presidencial en diciembre de 1988, la visita del papa a México en 1990. (Cfr. Bastian 1990b:26, 28; Blancarte, 1991). Más recientemente,
durante el proceso de discusión de las reformas a las leyes Iglesias/Estado, han sido precisamente representates de la Iglesia católica
quienes tuvieron mayor capacidad de diálogo con los legisladores; las organizaciones protestantes estuvieron pobremente representadas
en estas discusiones (ver Garma, 1992).
137
La década de los cincuenta en México fue una década de gran movilidad de habitantes de las áreas rurales hacia las ciudades, en
búsqueda de mejores condiciones de vida.

323
movilidad social ascendente entre los pentecostales es a través de la ética protestante del
trabajo. Sin embargo, el contexto social que rodea a las Iglesias que puede ser favorable al
cambio social es igualmente muy importante (Martin ibíd y Hollenweger, 1990). Las
ciudades, tales como las mencionadas arriba, favorecen el cambio social y económico entre
los conversos.
La siguiente sección ofrece un análisis de pentecostales en una pequeña ciudad rural
con la intención de mostrar tanto la diversidad de las Iglesias corno sus rasgos comunes.

Los Pentecostales entre los Mayas Yucatecos


Buctzotz tenía cinco mil habitantes cuando se llevó a cabo el estudio,138 y había
cinco denominaciones protestantes diferentes139: la presbiteriana, fundada desde 1923; la
Asamblea de Dios, que surge en 1960; la Iglesia apostólica de la Fé en Cristo Jesús (1972);
la Iglesia del Profeta William Marrion Branham (1973); y El Futuro (1975). Los líderes de
todas las Iglesias son de origen maya y son bilingües maya-español. Aunque la presbiteriana
es considerada generalmente como una Iglesia histórica, en este caso en particular sus
rituales son muy similares a los de las Iglesias pentecostales. La estructura social de una
pequeña ciudad hace posible para los miembros de una congregación transformar la religión
de forma tal que una denominación presbiteriana se convierte en una Iglesia más parecida a
una pentecostal que a una histórica. Los creyentes presbiterianos dan testimonios durante los
servicios, relatan sus sueños y tienen visiones como los integrantes de las Iglesias
pentecostales.
La congregacion presbiteriana tiene la membrecía más numerosa (200), está mejor
organizada y es también más formal en su ritual que las otras, pero es relativamente menos
ascética. Está compuesta por clases medias rurales tales como dueños de pequeños ranchos
ganaderos o considerables cantidades de tierras, alguna propiedad urbana y hasta pequeños
capitales. Algunos presbiterianos no tienen tierra, pero en cambio tienen trabajo estable o
son auto-empleados en la agricultura o la ganadería. En otras palabras, los presbiterianos
tienen un status social y económico más alto que los otros creyentes protestantes.140 Los
miembros de las otras denominaciones son pequeños terratenientes, campesinos sin tierra,
jornaleros agrícolas o desempleados.
La Iglesia del profeta W.M.B. (10 miembros) es diferente de las otras cuatro en
muchos aspectos. Su nombre viene de las iniciales de un ministro de Indiana que publica y
distribuye fascículos para propagar la doctrina. El ministro en Buctzotz me reveló que
encontró uno de estos fascículos bajo su hamaca y que esto significaba que tenía que iniciar
una misión. Uno de los rasgos sobresalientes y más bien peculiares del ministro, es culpar a
las mujeres por todos los males ocurridos en el universo desde el edén hasta nuestros días;
valores muy útiles para reforzar la autoridad y superioridad del varón en la sociedad.
La congregación apostólica de Buctzotz (50 conversos) pertenece a un movimiento

138
Los datos que se discuten aquí provienen de un proyecto de investigación llevado a cabo en el estado de Yucatán, durante el
principio de la década de los ochenta. El proyecto estaba centrado en las Iglesias protestantes rurales, sus rituales, doctrina y relaciones
con la sociedad.
139
Aquí, utlizo el término protestante de manera amplia. Se refiere a la fe no católica en primera instancia y también a esos grupos cuya
doctrina está basada en la lectura e interpretación de la Biblia. Empero, la Iglesia del Futuro y la Iglesia del Futuro y la Iglesia del Profeta
William Marrion Branham no son Iglesias protestantes en el sentido estricto de la palabra. El único lazo verdadero con el protestantismo
es que, en estos casos, dos de los ministros (uno de los fundadores de El Futuro y el ministro del Profeta W.M.B.) pertenecieron a la
Iglesia presbiteriana antes de iniciar sus organizaciones religiosas.
140
Además de la diferencia económica y social que existe entre presbiterianos y pentecostales en este pueblo, los primeros tienen más
relaciones con gente de fuera del pueblo y son visitados con regularidad por personas de Estados Unidos y Canadá.

324
religioso que se originó en Chihuahua en 1914 con un grupo de migrantes mexicanos que
regresaron de Los Angeles con la palabra; es la Iglesia autóctona más antigua de tipo
pentecostal en México. Cincuenta años después de su fundación, ya se había extendido a
todo el país y, desde los años setenta, empezaron a realizar trabajo, misionero en Centro, Sur
América y Canadá.141
El Futuro (50 conversos), constituye la Iglesia más marginada social, económica y
geográficamente de las cinco estudiadas aquí, ya que es la única Iglesia de su tipo. Sus dos
líderes y fundadores comparten la autoridad religiosa. Uno de ellos fue anteriormente
miembro de la presbiteriana y el otro perteneció a la apostólica. Su singularidad le da un
status social bajo entre los protestantes y, en realidad, entre todos los habitantes de Buctzotz.
En un sermón, los ministros mencionaron a las deidades mayas del viento y de los montes
sagrados, pero no para condenarlos, sino para identificarlos con el Dios de Israel. La
espontaneidad de estos ministros se deriva (entre otras razones) de su carencia de estudios
religiosos formales y de la ausencia de relaciones con el exterior. Esta espontaneidad facilita
la libertad en la interpretación de la Biblia, lo cual puede ser una amenaza para las
denominaciones más organizadas. El hecho de que esta Iglesia no haya crecido ni se haya
organizado mejor se debe a factores extra-religiosos, tales como la pobreza de sus
miembros. Probablemente, este tipo de Iglesia hubiera tenido más éxito en un barrio popular
de una ciudad mayor.
Todas estas Iglesias tienen servicios altamente emotivos en donde el canto y la
oración predominan. Los servicios duran de dos a tres horas y, generalmente, se llevan a
cabo por las tardes. La viveza y animosidad del ritual depende no sólo de la habilidad del
ministro, sino también del número de conversos presentes. Virtualmente, todos los
miembros participan en la ceremonia, que incluye testimonios, visiones y sueños, al igual
que curaciones. El hablar en lenguas (glossolalia) se lleva a cabo con mayor frecuencia en la
apostólica, donde son las mujeres quienes principalmente experimentan el bautizo del
Espíritu Santo. Los miembros de la Asamblea de Dios también practican la glossolalia, pero
con menos frecuencia. Empero, en todas las Iglesias el discurso religioso juega un papel
importante. Esto no solamente incluye el discurso institucional, el cual es clave para la
doctrina y la práctica, sino también el discurso religioso, que forma parte de la vida diaria de
los miembros fuera del templo y de sus ceremonias. Los creyentes invocan la Biblia
continuamente para expresar el sufrimiento o la dicha. El testimonio siguiente de un
miembro de la Iglesia presbiteriana ejemplifica la importancia de la creencia de una relación
metonímica entre lo sagrado y lo profano.

Viajaba en autobús con mis mercancías (vestidos) que iba a vender y, durante el
viaje, una de mis maletas cayó del autobús. No me di cuenta hasta que llegué al
lugar. Ahí, no era posible recuperar mi mercancía ni recibir el valor en dinero.
Estaba desesperado. Pedí al Señor que me ayudara y mientras estaba en la
estación camionera para regresar apareció un hombre y me regresó mi maleta.
Di las gracias a Dios por este milagro.

Las Iglesias presbiteriana, Asamblea de Dios, apostólica y el Futuro efectúan con

141
Es independiente económicamente y se sostiene mediante la cooperación voluntaria de sus miembros. En el país, para 1990
alcanzaba la suma de 60.000 creyentes (La Jornada, 20 de junio de 1992. Informe de Actividades de la IAFCJ, 1990). La apostólica es un
ejemplo de Iglesia pentecostal indígena altamente organizada; sin embargo, las congregaciones rurales alejadas de los centros de poder y
de decisión gozan de un cierto grado de libertad y espontaneidad en contraste con sus contrapartes urbanas.

325
mucha frecuencia ceremonias religiosas fuera del templo. En la tradicional ceremonia
religiosa maya, llamada janicol, la gente ofrece los primeros frutos de su cosecha de maíz a
los dioses. Hoy en día, esto se lleva a cabo muy rara vez debido al cambio de una economía
de subsistencia a una economía de mercado. Sin embargo, algunos campesinos la practican y
se ha convertido en parte de las ceremonias protestantes; éstas se realizan en el campo,
donde se presenta el maíz a Dios y después todos los invitados disfrutan de comida y bebida
preparadas a base de maíz.

Características Generales de las Iglesias Pentecostales


Para explicar tanto la atracción como la continuidad de estas Iglesias, se han
sistematizado sus prácticas en siete categorías. La importancia que se le da a estas prácticas
solo puede ser comprendida contra el telón de fondo de una sociedad mayoritariamente
católica.142 El conjunto de estas prácticas reflejan la importante función que juega la
experiencia religiosa en los niveles social e individual.
1) La membresía es frecuentemente pequeña (de 20 a 60), al igual que el lugar de
culto; así, los devotos están físicamente cerca unos de otros. Por lo regular, se conocen los
unos a los otros, pues son vecinos, parientes, amigos cercanos o compañeros de trabajo. Esta
cercanía física y social ayuda a crear un sentimiento de pertenencia, donde los miembros
encuentran protección, seguridad, consuelo y simpatía. Forman una comunidad hermética.
2) La distancia social entre el líder y los miembros es insignificante. Incluso cuando
el líder fue formalmente entrenado para ser ministro, comparte con los miembros la cultura y
las mismas circunstancias sociales y económicas. Este factor hace que el creyente se sienta
excepcionalmente cercano al líder y confíe en él. Ver a su líder en una posición similar a la
suya da a los miembros un cierto alivio psicológico y más confianza para participar en el
servicio.
3) La participación concreta se logra principalmente a través del canto, ya sea por
toda la comunidad o por unos cuantos miembros. Algunas veces, ensayan previamente un
himno especial para cantarlo en el servicio. Se les puede pedir a los miembros que lean la
Biblia en voz alta o ellos pueden pedir hacerlo. Se les alienta para que den sus testimonios,
los cuales por lo regular son experiencias muy personales. Igualmente, se les alienta a contar
sus sueños, visiones o revelaciones. Todas estas experiencias personales, y su exposición en
público durante los rituales, dan a los creyentes satisfacción personal y alivio psicológico, al
igual que prestigio social dentro de la comunidad religiosa. Estas actividades los provee con
el gozo que falta en los servicios más impersonales del catolicismo tradicional.
4) El hablar en lengua les otorga a los que lo experimentan una forma aún más
personal de participación, así como un "sentimiento de seguridad al recibir al Espíritu
Santo"; es un consuelo tanto psicológico como físico (Goodman, 1974: 89,124).143 La
glossolalia es también importante socialmente, ya que el individuo que la experimenta
obtiene prestigio ante los ojos de la congregación.
5) Sanar a través de milagros resuelve los problemas de salud, contribuye al
restablecimiento del equilibrio familiar y personal y sustituye a corto plazo la falta de

142
En Yucatán, el catolicismo predominamente en el medio rural – y en las ciudades – es de tipo tradicional popular, es decir, la
corriente de la Teología de la Liberación, en su forma de Comunidades Eclesiales de Base, no ha podido entrar. En el momento de la
investigación, tampoco se había extendido el catolicismo carismático, o Renovación del Espirítu Santo, hasta las poblaciones rurales.
143
Goodman explica que hablar en lenguas "(…) es el único factor más poderosos de cohesiǿn de los grupos. Es este comportamiento
también el que separa a la congregación de la comunidad, de los católicos y otros grupos protestantes. Las burlas de parte de la sociedad,
las acusaciones de locura y de brujería, todo debido al comportamiento de trance, refuerza la solidaridad del grupo" (1974; 89).

326
servicios de salud pública.
6) Las congregaciones de El Futuro, Asamblea de Dios y apostólica hacen una danza
litúrgica y baten palmas mientras cantan. Hollenweger explica que la danza y la oración para
el enfermo proporcionan "un entendimiento de la relación cuerpo-mente, la cual es
informada por las experiencias de correspondencia entre cuerpo y mente" (ibíd: 1).
7) La música es muy importante en todas las iglesias estudiadas, aunque varía de una
144
a otra. Los presbiterianos tienen su órgano eléctrico propio y lo toca el ministro. También
tocan guitarras y un bajo durante los servicios dominicales. Lo interesante acerca de esto es
el uso de música secular tradicional mexicana (música de mariachi).145 Lo mismo puede
decirse de las otras Iglesias, con excepción de la del Profeta WMB, donde tocan discos en
vez de instrumentos. Cuando lo pueden costear, las Iglesias apostólicas y Asamblea de Dios
contratan una banda de música para hacer el servicio más atractivo.
Las congregaciones pequeñas y menos organizadas del Yucatán rural caben muy
bien dentro de la definición de pentecostales pobres, en las que la institución de la Iglesia es
poco importante y la creencia y la práctica de los feligreses ocupa el lugar central de la
religión (Hollenweger, ibíd: 1). Tienen una tradición oral y no son exclusivas, en el sentido
de que aceptan como hermanos a integrantes de otras Iglesias. Muchos de los miembros son
analfabetas, o a duras penas terminaron la educación primaria. El hecho de que estas Iglesias
estén ubicadas dentro de una región relativamente aislada constituye una ventaja, ya que los
provee con una atmósfera más liberal. Las congregaciones pentecostales ubicadas en el
medio rural no pueden estar bajo el control total de su Iglesia madre y así pueden
transformar su teología y liturgia con considerable libertad. En consecuencia, se privilegia su
experiencia religiosa.
La siguiente sección resumirá algunos aspectos de la Iglesia pentecostal indígena
más grande en México y trataré de explicar su crecimiento y su éxito a pesar de estar
ubicada en un medio ambiente en extremo intolerante.

La Luz del Mundo en Guadalajara, Jalisco


El fundador de esta Iglesia fue un campesino de Jalisco llamado Eusebio Joaquín,
quién oyó el evangelio por primera vez de un creyente apostólico en el año de 1926 mientras
estaba en el ejército.146 Meses más tarde, Eusebio tuvo una revelación en la cual Dios le
ordenó cambiar su nombre a Aarón y lo mandó a predicar la palabra y a restaurar la
Primitiva Iglesia Cristiana en México. Aarón comenzó a predicar desde esa época y sus
primeros seguidores los reclutó entre las masas de migrantes que llegaban a Guadalajara
desde la década de los cuarenta (Arroyo Alejaridre., 1985).147 Aarón, el primer profeta y
fundador, murió en 1964 y dejó una comunidad religiosa de varios cientos de creyentes en la
colonia conocida como Hermosa Provincia (HP), ubicada en esta ciudad. La mayoría de los
creyentes fue a vivir a la Hermosa Provincia, donde recibían alimento, tanto para el cuerpo

144
Martin es el único autor que señala el importante papel que tiene la música dentro de las congregaciones pentecostales en América
Latina (ibíd: 175, 176).
145
Asistí a una campaña masiva pentecostal en el campo yucateco en donde se presentó un cantante de mariachi, quien a su vez dirigía
el servicio. La música del mariachi, aunque tiene su origen en Jalisco, representa a todo México. En este caso, los ministros protestantes
usaban un símbolo nacional como el mariachi en lugar de una referencia local, como lo serían los tríos yucatecos, para llegarle a una
audiencia más amplia.
146
Para una información más amplia sobre la historia de Aáron, veáse Fortuna (1992ª).
147
El proceso de migración se aceleró en la década de los cuarenta y se concentraba en las principiales ciudades, tales como México,
Guadalajara y Monterrey (Arroyo Alejandre, 1985:23).

327
como para el alma, ya que la comunidad religiosa proveía casas, trabajos, atención médica,
apoyo a los huérfanos y viudas y suficientes servicios públicos que les permitían quedarse en
la colonia.148 En el centro de la comunidad de la HP, fue erigido un imponente templo donde
efectúan servicios varias veces al día.
A partir de la muerte de Aarón, le sucedió su hijo Samuel. Desde entonces, La Luz
del Mundo (LLDM) ha crecido considerablemente no sólo en México, América Central y
Sudamérica, sino también en los Estados Unidos de Norteamérica. La comunidad religiosa
proclama tener pequeñas misiones en Canadá, España, Italia y hasta en Australia. Samuel
viaja con frecuencia a todos estos países para reforzar y legitimar el movimiento religioso.149
La membresía en todo el mundo es de dos millones de personas y fuera de América Latina
existen alrededor de 30 congregaciones, ubicadas principalmente en los estados del sur de
los Estados Unidos.
Probablemente, es muy pronto para hablar del impacto que LLDM puede tener sobre
los Estados Unidos; sin embargo, la presencia de los aaronitas en aquel país y la expansion
de este credo entre los nacionales nos hacen pensar en una "reconquista" de Norte América.
Esto puede ser visto como parte de la hispanización de ese país. A pesar de que la
membresía estadounidense de LLDM está compuesta por una mayoría hispana, esta Iglesia
está contribuyendo a ejercer influencia hispánica sobre los anglos. Para venir a Guadalajara
a las celebraciones religiosas,150 los que no hablan español encuentran que tienen que
aprender la lengua de los oprimidos. La palabra "oprimido" es utilizada para indicar los
malos tratos y la discriminación que reciben los mexicanos pobres e indocumentados en los
Estados Unidos. A pesar de estos malos tratos, los aaronitas mexicanos que viven en "el
norte" tienen una fuerte identidad nacional que solamente se puede explicar en base a su
afiliación religiosa y no a su nacionalidad.151
Samuel (al igual que su padre) está en la cumbre de la jerarquía religiosa. Por debajo
de Samuel hay ministros; la mayoría de ellos fueron nombrados por él o por sus asesores
cercanos. Así, esta es una organización de tipo autoritario que se parece al Estado mexicano
y a la Iglesia católica. A pesar de que esta última es el peor enemigo de LLDM, ésta ha
adoptado algunos elementos del catolicismo dentro de su organización. Estos elementos
incluyen el corporativismo, un modelo tradicional de autoridad, un papel subordinado para
las mujeres y un esfuerzo para obtener la aprobación del Estado.
El nuevo apóstol Samuel ha emprendido la tarea de modernizar el movimiento
religioso. Lugares como la Hermosa Provincia han sido reproducidos en otras ciudades en
México y en otros países tales como Costa Rica y Guatemala. La Hermosa Provincia es
ahora la sede internacional del movimiento. La educación se ha convertido en un tema

148
Los aaronistas son tan ascéticos como sus primos pentecostales. El ascetismo extremo ha producido una cierta movilidad social
ascendente de la comunidad.
149
En abril de 1991, cuando los barrios pobres de Los Angeles sufrieron disturbios raciales y muchos latinos – entre ellos mexicanos –
fueron afectados por los incendios y perdieron sus viviendas y propiedades, Samuel viajó hasta allí para llevar consuelo espiritual y ayuda
material a la comunidad de creyentes.
150
Las celebraciones anuales se llevan a cabo en Guadalajara en febrero y agosto; a éstas asisten decenas de millares de creyentes de
todos los países a donde ha llegado este credo. Durante estas festividades masivas, muchos de los feligreses reciben el bautizo del
Espirítu Santo (De la Torre y Fortuna, 1990ª).
151
En la fiesta del pasado 14 de agosto (1992), la presencia de población anglo y afro-norteamericana fue más amplia que en
festividades anteriores (información oral de la investigadora Renée de la Torre); esto es un indicador de la expansión indiscriminada que
este credo mexicano está teniendo en los Estados Unidos. Será necesario realizar trabajo de campo en aquel país para poder hacer un
análisis de las implicaciones sociales, políticas y culturales de este nuevo fenómeno religioso.

328
importante entre los creyentes y están aprovechando la nueva tecnología.152 La Iglesia cuen-
ta con editoriales en donde imprimen su propia revista y publicaciones periódicas. La
mayoría de los miembros jóvenes han asistido a la universidad estatal y hay un número
creciente de personas con cierto grado de educación formal en la Iglesia. Abogados,
doctores, contadores, administradores de empresas, están escribiendo una historia del
movimiento. En 1990, un enorme templo reemplazó al antiguo en la HP y es el símbolo
visible más importante del poder y la presencia de la Luz del Mundo. Las dimensiones,
comodidades y servicios modernos de este edificio son evidencias sólidas de la
modernización de la Iglesia y de la respuesta de las masas. El templo puede acomodar a más
de veinte mil almas en sus diferentes niveles. Es el orgullo de los miembros, ya que domina
una zona económicamente deprimida de Guadalajara.
LLDM representa un sincretismo de patriotismo y teología (Hollenweger, ibíd: 10).
La Iglesia ha incorporado algunos símbolos nacionales, tales como Miguel Hidalgo, Benito
Juárez y las festividades dedicadas a ellos. Las dos figuras encarnan una tradición de anti-
catolicismo y anti-imperialismo. En la propaganda de la Iglesia, Juárez y Aarón son
comparados con frecuencia con héroes que combatieron para liberar al país del monopolio
católico (De la Torre y Fortuny, 1991b). México, al igual que muchos otros países latinos,
ha asimilado los valores del catolicismo dentro de su identidad nacional. El mejor ejemplo
de esto es la virgen de Guadalupe.153 En este contexto, los protestantes son considerados
anti-nacionalistas y/o pro-imperialistas. Paradójicamente, LLDM surgió y se desarrolló en la
región de México conocida desde siempre por su fuerte catolicismo integral.154 Para explicar
el éxito de esta Iglesia pentecostal dentro de un medio ambiente tan intolerante, tenemos que
reconocer su habilidad para adaptarse al sistema político, al igual que su habilidad para
transformar sus elementos internos. Esta Iglesia no puede ser acusada de imperialista, en
virtud de que es altamente nacionalista, auto-financiada y auto-gobernada. Más aún, ha
desarrollado fuertes lazos con el partido político en el poder (el Partido Revolucionario
Institucional, PRI). La membresía de LLDM expresa su simpatía por el PRI votando por él y
asistiendo a sus mítines políticos (Fortuny, 1992b: 13-15). Las autoridades locales y la gente
de las fuerzas armadas con frecuencia son invitados a ceremonias abiertas en la Hermosa
Provincia. La comunidad religiosa recibe algunas codiciadas prerrogativas del Gobierno
local.

Conclusiones
Aunque las iglesias de Yucatán y Jalisco varían inmensamente, ambos casos
permiten explicar la indigenización del proceso, "(…) ya que las religiones extranjeras son
transformadas a través del contacto con las religiones y la cultura locales" (Mullins, Op. cit.:
l). El contraste entre dos lugares distantes en México demuestra que es posible para las
Iglesias pentecostales adaptarse a diferentes contextos culturales y sociales casi en cualquier
parte del mundo.

152
En la colonia Hermosa Provincia (Guadalajara), la organización de La Luz del Mundo ha abierto una primaria, una secundaria y una
preparatoria a la que asisten creyentes y no creyentes.
153
Wolf explica la importancia de la virgen mexicana y considera que es uno de los símbolos más poderosos de México: "El símbolo de
Guadalupe (…) mantiene juntos a la familia, la política y la religión; al pasado colonial y al presente independiente; a los indios y a los
mexicanos". Es una representación colective (1979:115).
154
El catolicismo integral no permite la infiltración de ideas masónicas, paganas o liberales racionales (Tapia, 1986 passim, Poulat:
137) El estado de Jalisco ha sido tradicionalmente una fortaleza del catolicismo ortodoxo en México. Según los datos de 1985, el centro-
oeste tenía el menor número de protestantes (menos del uno por ciento), mientras que el promedio para las otras regiones del país era de
3.9 por ciento (Bastian, 1990:71).

329
La descripción de las Iglesias pentecostales de Buctzotz y de sus miembros nos
ilustra la forma en que estos protestantes indígenas han transformado el pentecostalismo de
origen norteamericano. Los mayas yucatecos han sido capaces de tomar el pentecostalismo
en sus propias manos y lo han modificado para adecuarlo a sus necesidades.155 La
experiencia religiosa ha sido normalizada. Los creyentes se han reapropiado de la esfera
religiosa (la cual, en este caso, había pertenecido al catolicismo). Dentro de este nuevo
marco, no sólo son parte de la religión, sino que la están viviendo nuevamente como un
todo. La Iglesia es suya y ya no del clero católico (Droogers, 1991: 4).
La Luz del Mundo ejemplifica a la vez a las Iglesias pentecostales pobres y ricas. Es
una de las muchas alternativas de desarrollo que pueden tomar las Iglesias pentecostales. Su
relación amistosa con el Gobierno mexicano ha permitido a la comunidad religiosa alcanzar
un status social más alto dentro de la sociedad tapatía. Los miembros de la comunidad
reciben beneficios concretos de esta relación simbiótica con el Estado. Al integrar dentro de
su identidad religiosa elementos del nacionalismo mexicano, la inteligencia de la Iglesia ha
producido una teología que se adapta a los valores mexicanos. De la misma manera, los
líderes de las Iglesias yucatecas han incorporado elementos de la cosmología maya a sus
micro-iglesias. Empero, la doctrina sincrética de LLDM es lo suficientemente amplia para
atraer no solo a mexicanos de diferentes clases sociales, sino también a latinoamericanos, e
incluso a norteamericanos de origen anglo-sajón. En otras palabras, la Luz del Mundo
exporta ahora a los Estados Unidos un pentecostalismo mexicanizado. Dicho brevemente,
puede afirmarse que esta Iglesia ha logrado crear un proyecto holístico156 más allá de la
esfera religiosa.
Para analizar estas Iglesias, ha sido necesario dar cuenta de múltiples aspectos de su
doctrina y de su práctica; también se ha incluido la relación que LLDM guarda con el
Estado, que en este caso es muy ilustrativa de la posición de la Iglesia en el medio; sin
embargo, no se ha mencionado el factor imperialismo como parte del análisis, pues no ha
sido importante. A pesar de esto, hay autores que, como Stoll,157 explican el crecimiento del
protestantismo en América Latina, y casi en todo el resto del mundo pobre, como el mero
resultado de "(…) planes estratégicos de los Estados Unidos" (1990: 327). Desde el punto de
vista de este mismo autor, los evangélicos de América Latina, aunque han creado una nueva
forma de expresar esperanza, como la mayoría de ellos carecen de proyectos políticos que
conduzcan a cambios estructurales de las sociedades, sus proyectos, exclusivamente de
índole religiosa, les impiden ejercer un efecto realmente positivo sobre las sociedades en
donde se encuentran (ibíd). Esta posición, que mide todo a través de un politómetro,
encuentra la mejor explicación del incremento de los evangélicos en los países
latinoamericanos en la política exterior de los Estados Unidos. De esta forma, en el complejo
proceso para comprender el evangelismo en América Latina, se privilegia al factor externo
(el imperialismo del norte) y, en consecuencia, todos aquellos elementos endógenos y de
transfiguración de las culturas locales pasan desapercibidos o pierden importancia. Esta
concepción etnocentrista, en este caso encubierta por una postura pseudomarxista, se inclina

155
En este sentido, los mayas de hoy en día están repitiendo lo que sus ancestros del siglo XVI hicieron cuando se les impuso el
catolicismo (ver Farris, 1984).
156
Con esto, quiero decir que la Iglesia de la Luz del Mundo no es exclusivamente una oferta de salvación, sino que su radio de acción
se extiende a otras muchas esferas más allá de la mera religiosa o espiritual.
157
Incluyo la discusión sobre este autor en virtud de que en algunos medios académicos aparece como el líder del tema "evangélicos en
América Latina", especialmente entre los lectores de habla inglesa. Veáse también Fishers of Men or Founders of Empire? por el mismo
Stoll (London: Zed Press and Cambridge, Mass.: Cultural Survival, 1982).

330
a considerar que los evangélicos mexicanos, guatemaltecos, brasileños, colombianos, etc.,
son incapaces de recrear, reconstruir, y reinventar sus símbolos sagrados con intenciones que
solamente les pertenecen a ellos y no precisamente al Gobierno o agencias de los Estados
Unidos. Como si los pueblos más abajo del Río Bravo estuvieran imposibilitados para elegir
y reinventar por ellos mismos una nueva alternativa religiosa.

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331
Relación Entre la Deserción Protestante y los Tipos de Iglesia
Jorge I. Gómez V.

El presente estudio buscó encontrar si el evangelismo (método y mensaje) y las


estrategias de discipulado (incluyendo la disciplina de la iglesia y vida congregacional) están
contribuyendo a la adherencia y retención de los creyentes de la iglesia. Se busca relacionar
esos elementos con las características de las iglesias con mayor y menor deserción y más
movilidad.

Las Iglesias y los Entrevistados


En las 50 iglesias seleccionadas para este estudio, y conforme a los procedimientos
explicados en la metodología para esta investigación, se escogieron 981 miembros
congregacionales y 71 pastores para ser entrevistados.

Perfil de Iglesias con Menor Deserción


Las iglesias con menores porcentajes promedio de deserción tenían una membresía
promedio de 436.6 personas. Sin embargo, si se excluyen las dos congregaciones más
grandes de este grupo, el promedio de membresía hubiese sido de 190.6 personas por
congregación. Lo que indica que este tipo de congregaciones, en su mayoría, eran iglesias de
tamaño mediano o grande (numéricamente). Pero, el hecho de que estas iglesias fueran
escogidas por tener un promedio de deserción menor al de las otras iglesias de su misma
denominación, en ninguna forma implica que fueran iglesias exoneradas de la deserción. En
algunos casos centenares de personas habían desertado de estas iglesias en el lapso que
abarca el estudio (1989-1994). Pero el porcentaje promedio de deserción en estas iglesias era
menor en comparación al de otras iglesias de la misma denominación. Estas también eran
afectadas por el factor de movilidad (personas que se quedan un tiempo y posteriormente se
trasladan a otra iglesia), pero no en la medida qué estaban siendo afectadas las iglesias
clasificadas en este estudio como de mayor movilidad.
Se notó que las iglesias con menor deserción crecen más rápidamente que las
congregaciones con mayor deserción y mayor movilidad. Por ejemplo, una iglesia con
menor deserción en 1989 tenía una membresía de 90 personas y, para 1993, ya sumaban 230
miembros. Otra tenía 500 miembros en 1989, y en 1993, arribaba a 1300. Una tercera iglesia
con menor deserción contaba con 200 miembros en 1989, y para 1993 ya incluía a 650
personas. Un cuarto ejemplo fue una iglesia que se inició en 1989 con cuatro miembros,
pero para 1993 ya había aumentado su membresía a 80 personas. El quinto ejemplo fue una
que, con 150 miembros en 1989, arribaba a 500 miembros en 1993. Un ejemplo final fue la
iglesia que con aproximadamente 3,100 miembros en 1989; para 1994 tenía una membresía
cercana a 4,000 personas.
Se debe tener presente que, de las 20 iglesias con menor deserción, 16 iglesias eran
pentecostales y seis no lo eran. El total de personas entrevistadas en iglesias con menor
deserción fue de 483 miembros y 25 pastores. La tabla 18 muestra las características
socio-demográficas de la membresía entrevistada en estas congregaciones.
La tabla 18 también muestra que las iglesias con menor deserción mantienen (en

332
comparación con iglesias de mayor deserción y movilidad) un porcentaje menor de personas
nacidas en el catolicismo y de miembros con 11 o más anos de pertenecer a la congregación.
Siguiendo con la comparación entre ambos tipos de iglesia, en éstas también había un
porcentaje más alto de personas que asistían a un culto por lo menos una vez por semana,
personas nacidas en el protestantismo, hombres, jóvenes adultos (18-24 años), personas con
educación superior y nuevos convertidos (1-2 años dentro de la iglesia). De modo que estas
iglesias sobresalen por mantener un membresía más alta de aquellas personas consideradas
como de alto riesgo de deserción entre otros grupos.

Tabla 18.—Perfil de miembros: Iglesias con menor tasa de deserción, mayor tasa de movilidad, mayor tasa
de deserción y los resultados integrados (encuesta de 1994 por Iglesias)

Categoría Menor deser (n=483) Mayor mov (n=321) Mayor deser (n=177) Integración (n=981)
Abs.# % Abs.# % Abs.# % Abs.# %
Sexo
Hombre 211 43.7 117 36.4 67 37.8 395 40.3
Mujer 245 50.7 188 58.6 106 59.9 539 54.9
No resp. 27 5.6 16 5.0 4 2.3 47 4.8
Grupos por edad
18-24 años 124 25.7 63 19.6 29 16.4 216 22.0
25-39 años 198 41.0 128 39.9 76 42.9 402 41.0
40-59 años 115 23.8 87 27.1 48 27.1 250 25.5
60 o más 36 7.4 37 11.5 22 12.4 95 9.7
No resp. 10 2.1 6 1.9 2 1.2 18 1.8
Educación
1-6 grado 212 43.9 126 39.2 95 53.7 433 44.1
7-11 grado 126 26.1 112 34.9 48 27.1 286 29.2
Superior 124 25.7 74 23.0 25 14.1 223 22.7
Ninguna 1 0.2 0 0.0 0 0.0 1 0.1
No resp. 20 4.1 9 2.8 9 5.1 38 3.9
Religión de nacimiento
Católico 361 74.7 252 78.5 143 80.8 756 77.1
Protestante 104 21.5 57 17.6 28 15.8 189 19.3
Morm./T.J. 0 0.0 1 0.3 0 0.0 1 0.1
Judío 1 0.2 1 0.3 1 0.6 3 0.3
Otra 13 2.7 8 2.5 4 2.2 25 2.5
No resp. 4 0.8 2 0.6 1 0.6 7 0.7
Período como Protestante
1-2 años 54 11.2 22 6.9 17 9.6 93 9.5
3-5 años 71 14.7 41 12.8 28 15.8 140 14.3
6-9 años 99 20.5 65 20.2 37 20.9 201 20.5
10-14 años 113 23.4 83 25.9 44 24.9 240 24.5
15 o más 141 29.2 104 32.4 51 28.8 296 30.1
No resp. 5 1.0 6 1.9 0 0.0 11 1.1
Iglesias de que ha sido miembro
1 225 46.6 158 49.2 93 52.5 476 48.5
2 165 34.2 112 34.9 57 32.2 334 34.1
3 51 10.6 26 8.1 18 10.2 95 9.7
4 19 3.9 13 4.0 3 1.7 35 3.6
5 o más 14 2.9 9 2.8 4 2.2 27 2.7
No resp. 9 1.9 3 0.9 2 1.2 14 1.4
Veces que asiste a la iglesia por mes
1 4 0.8 0 0.0 2 1.1 6 0.6
2 12 2.5 5 1.6 3 1.7 20 2.0
3 20 4.1 12 3.7 9 5.1 41 4.2
4 48 9.9 47 14.6 26 14.7 121 12.3
5 o más 389 80.5 253 78.8 134 75.7 776 79.1
No resp. 10 2.1 4 1.3 3 1.7 17 1.7
Años que ha sido miembro de su iglesia actual

333
1 69 14.3 32 10.0 20 11.3 121 12.3
2-3 104 21.5 44 13.7 39 22.0 187 19.1
4-7 133 27.5 74 23.1 48 25.4 233 23.7
8-10 79 16.3 69 21.5 25 14.1 173 17.6
11 o más 90 18.6 98 30.5 45 25.4 233 23.7
No resp. 8 1.7 4 1.2 0 0.0 12 1.2

En las iglesias con menor deserción no es mayor la población femenina – es decir si


esta se compara con los porcentajes de la población femenina en los otros dos tipos de
iglesia (mayor deserción y mayor movilidad). Las tablas 3 y 4 muestran que los protestantes,
nacionalmente, son más mujeres que hombres. Esto sugiere que un gran porcentaje de la
retención nacional de la membresía masculina ocurre en las iglesias de menor deserción.
La encuesta de junio de 1994 señaló un menor porcentaje nacional de afiliación
protestante entre los jóvenes adultos (18-24 años) en comparación con las otras tres
categorías por grupos de edad incluidas en ese estudio. Sin embargo, este no es el patrón
entre las iglesias de menor deserción. Estas iglesias parecen ser las más eficientes en reclutar
y retener personas de estas edades. Por esta razón es que en este tipo de iglesias hay un
menor porcentaje de personas con 11 o más años de estar en las congregaciones donde se
hizo la encuesta, pues la membresía es, porcentualmente, de menos edad.
Las iglesias con menor deserción muestran tener un mayor porcentaje de personas
nacidas protestantes y un menor porcentaje de personas nacidas católicas. A pesar de que
cerca de las dos terceras partes de las personas nacidas protestantes llegan a desertar de
dichas iglesias, parece que aquellas congregaciones con menor deserción mantienen un
mayor porcentaje de este tipo de personas y menor porcentaje de personas nacidas católicas.
La encuesta bola de nieve señaló la alta deserción entre las personas recién
convertidas (1-2 años en el protestantismo). Las iglesias con menor deserción también
muestran ser un poco más eficientes en mantener este tipo de membresía.
Por otro lado, la tabla 19 muestra las características sociodemográficas del núcleo
pastoral entrevistado en iglesias con menor deserción. En comparación con iglesias de
mayor deserción y movilidad, aquellas con menor deserción tenían más pastores nacidos
católicos, por lo menos con 10 años en el protestantismo y con cuatro o más años de
entrenamiento en una escuela bíblica o seminario. Estas iglesias solo habían sido
pastoreadas por una persona en los últimos diez años.

Tabla 19.—Perfil de pastores: iglesias con menor tasa de deserción, mayor tasa de movilidad y mayor tasa
de deserción y los resultados integrados de estas tres categorías, por pastores (encuesta de iglesias, 1994)

Categoría Menor deser (n=25) Mayor mov (n=21) Mayor deser (n=25) Integración (n=71)
Abs.# % Abs.# % Abs.# % Abs.# %
Grupos por edad
18-24 años 0 0.0 0 0.0 0 0.0 0 0.0
25-39 años 15 60.0 11 52.4 15 60.0 41 57.7
40-59 años 9 36.0 10 47.6 9 36.0 28 39.4
60 o más 0 0.0 0 0.0 1 4.0 1 1.4
No resp. 1 4.0 0 0.0 0 0.0 1 1.4
Educación
1-6 grado 5 2.0 2 9.5 13 52.0 20 28.2
7-11 grado 7 28.0 6 28.6 6 24.0 19 26.8
Superior 11 44.0 12 57.1 6 24.0 29 40.8
No resp. 2 8.0 1 4.8 0 0.0 3 4.2
Religión de nacimiento
Católico 20 80.0 14 66.7 18 72.0 52 73.2

334
Protestante 4 16.0 7 33.3 5 20.0 16 22.5
Otra 1 4.0 0 0.0 2 8.0 3 4.2
Tiempo como evangélico
1-2 años 1 4.0 0 0.0 0 0.0 1 1.4
3-5 años 0 0.0 2 9.5 1 4.0 3 4.2
6-9 años 2 8.0 1 4.8 3 12.0 6 8.4
10-14 años 10 40.0 2 9.5 5 20.0 17 24.0
15 o más 12 48.0 16 76.2 16 64.0 44 62.0
Número de pastores que ha tenido su iglesia en los últimos 10 años
1 7 28.0 2 9.5 3 12.0 12 16.9
2 5 20.0 9 42.9 5 20.0 19 26.8
3 4 16.0 2 9.5 3 12.0 9 12.7
4 2 8.0 4 19.0 7 28.0 13 18.3
5 o más 6 24.0 4 19.0 7 28.0 17 23.9
No resp. 1 4.0 0 0.0 0 0.0 1 1.4
Número de años en una escuela bíblica o instituto bíblico
0 4 16.0 4 19.0 4 16.0 12 16.9
1 1 4.0 2 9.5 3 12.0 6 8.4
2 5 20.0 4 19.0 6 24.0 15 21.1
3 2 8.0 7 33.3 4 16.0 13 18.3
4> 13 52.0 4 19.0 7 28.0 24 33.8
No resp. 0 0.0 0 0.0 1 4.0 1 1.4
(Nota: Todos los pastores entrevistados fueron hombres)

Perfil de las Iglesias con Mayor Deserción


Los datos colectados indican que las congregaciones con mayor deserción tenían una
membresía promedio de 46.4. Este promedio era mucho más bajo que el de las iglesias con
menor deserción (436.6 personas por congregación, o 190.6 sin incluir las dos iglesias más
grandes). Sin embargo, se notó que la mayoría de las iglesias con mayor deserción habían
sido numéricamente grandes en el pasado, la dificultad era la pérdida de miembros.
Veamos algunos ejemplos. Una iglesia con mayor deserción que tenía 86 miembros
en 1990, para 1995 solo indicaba una membresía de 16. Una segunda, que tenía 70
miembros en 1989, para 1995 daba cuenta de 10. En un tercer caso, la iglesia tuvo 125
personas en 1989 pero mantenía sólo 20 miembros en 1995. Otra iglesia de tamaño
mediano, con 400 en 1989, bajó a 120 en 1995. Se escogió otra iglesia que tuvo 170
miembros en 1989; sin embargo, en 1995 la iglesia la conformaban únicamente 15. Otro
ejemplo de deserción fue una iglesia que, habiendo tenido aproximadamente 800 miembros,
al momento del estudio solo daba cuenta de 90 personas. Según un anciano de esta última
congregación, una mayoría de ellos ya no estaban asistiendo a ninguna otra iglesia. Las
cifras de deserción citadas no incluyen el factor "movilidad", o sea, las personas que nunca
llegaron a ser miembros oficiales pero que fueron parte de la iglesia durante algún período y
luego abandonaron la congregación.
Las iglesias con mayor deserción, en comparación con las de menor deserción, tenían
un promedio muy superior de membresía femenil, menor porcentaje poblacional de jóvenes
adultos (18-24 años), menos personas con educación superior y un menor porcentaje de
personas nacidas en el protestantismo.
Al comparar los datos de la encuesta nacional (20-26 de junio de 1994) con los de la
encuesta de iglesias, se observó que las iglesias con mayor deserción tenían un promedio de
membresía femenil superior a de las proyecciones nacionales y mucho menor en relación al
de los hombres. Esto sugiere que tales iglesias, en comparación con iglesias con menor
deserción, no tienen la misma efectividad en reclutar y retener hombres. Lo mismo sucede
con el grupo de jóvenes adultos (18-24 años). Por otro lado, la tabla 19 muestra que la

335
mayor parte de los pastores de las iglesias con mayor deserción no habían progresado más
allá del sexto grado de primaria.

Perfil de las Iglesias con Mayor Movilidad


En comparación con su misma membresía y denominación, las iglesias con mayor
movilidad experimentan el fenómeno de que más personas asistían a ellas, se quedaban por
un tiempo y entonces se "movilizan" (trasladan) a otra iglesia o abandonan el
protestantismo.
Los datos mostraron que las 10 iglesias con mayor movilidad tenían una membresía
promedio de 290.1 por congregación. Dicho promedio es mayor al de las iglesias con mayor
deserción (46.4), pero menor al promedio en las iglesias con menor deserción (si se
considera el promedio más alto: 436.6 personas). Esto indica que las iglesias con mayor
movilidad también son iglesias de tamaño mediano y grande.
El estudio reveló que algunas de las iglesias con mayor movilidad prácticamente
habían cambiado totalmente su membresía durante el período que incluye este estudio
(1989-1994). Por ejemplo: una de estas iglesias, al momento del estudio consistía de 305
miembros; sin embargo, entre 1989 y 1994, cerca de 650 personas habían asistido a esta
iglesia y para 1994 ya no asistían a esta iglesia. Un segundo ejemplo fue una iglesia que en
1994 tenía 260 miembros pero su pastor estipuló que más de 1,500 personas pasaron por la
iglesia durante el período que abarca este estudio. En otra iglesia, con 645 miembros, su
pastor estimó que aproximadamente 2,000 personas llegaron a visitar su iglesia sin que
nunca formaran parte de la membresía. El ejemplo final es el de una iglesia que, con una
membresía de 516 personas reportó haber tenido cerca de 5,000 visitantes o miembros de
corto plazo, quienes luego se trasladaron a otras iglesias o se retiraron del protestantismo.
El alto índice de movilidad se notó al examinar un informe anual denominacional de
una de las pocas denominaciones que mantienen un control donde se pueda observar la
movilidad de membresía. En esta denominación no-pentecostal se registró un factor de
movilidad (es decir personas que entran y salen de la congregación sin ser miembros) anual
de 71.2% en 1990. Esta misma denominación reportó un factor de deserción denominacional
de 12% de la membresía en 1992, que coincide con la encuesta nacional de 1991.
En las iglesias con mayor movilidad se entrevistaron 321 miembros y 21 pastores.
Los datos presentados en tabla 18 muestran que, al compararlas con las iglesias con menor
deserción, aquellas con mayor tasa de movilidad tienen un menor porcentaje de población
masculina, jóvenes adultos (18-24 años) y de nuevos convertidos (1-2 años). En las iglesias
con mayor movilidad, el promedio de población femenina es muy similar al de las iglesias
con mayor deserción. Pero el promedio de personas con educación superior es muy similar
al de las iglesias con menor deserción. En términos generales la tabla 18 señala que las
iglesias con mayor movilidad son mucho más similares (en el perfil usado para este estudio)
a las iglesias con mayor deserción que a aquellas con menor deserción.

Las Tres Categorías de Iglesias


Esta sección describe las características comparativas que se encontraron en los tres
tipos de iglesias incluidas en este estudio (menor deserción, mayor movilidad y mayor
deserción), con relación a sus practicas en las áreas de evangelismo (mensaje y método) y
discipulado (incluyendo disciplina de la iglesia y las practicas de vida congregacional). Los
resultados se basan en la tabulación de 58 preguntas donde se incluyen respuestas cerradas y
abiertas.

336
La comparación se basa en los porcentajes de cada respuesta por clasificación de
iglesias. Para este estudio, se considera como la practica o creencia predominante aquella
que tenga el porcentaje más alto de respuesta entre las opciones presentadas. En este sentido
la investigación muestra que, cuando se agrupan las iglesias de menor deserción, mayor
deserción y mayor movilidad de todas las denominaciones, las diferencias porcentuales,
comparando cada categoría generalmente no exceden al 15%. Pero, cuando se comparan
estas tres clasificaciones de iglesias dentro de una misma denominación, las diferencias
porcentuales tienden a subir mucho más.

Aspectos Teológicos en el Mensaje de Evangelismo


En términos porcentuales, las iglesias con mayor movilidad se asemejan más en su
mensaje a las iglesias de mayor deserción. La tabulación de datos refleja los siguientes
resultados.
Un mayor porcentaje de miembros en iglesias con menor deserción, en comparación
con las otras dos categorías, declararon la importancia de que, antes de que un interesado
reciba a Jesucristo como su Señor y Salvador, por lo menos debe escuchar un mensaje
cápsula que incluya aspectos como la encarnación, sufrimiento, muerte y resurrección de
Cristo. En estas iglesias existía mayor conciencia de que los que escuchan el evangelio
deben comprender claramente el mensaje antes de aceptarlo.
Más miembros en iglesias con menor deserción comprendían claramente que la
predicación del evangelio debe ser Cristocéntrica, y que no debe únicamente fundamentarse
en experiencias personales. En cambio, un porcentaje más alto de personas de las iglesias
con mayor deserción consideraban que lo más importante en la exposición del evangelio es
presentarle al oyente su experiencia de salvación o testimonio personal.
En las iglesias con menor deserción, los miembros eran más cautelosos en
conceptualizar la salvación. Porcentualmente, menos personas creyeron que el acto de
levantar la mano como señal de aceptar a Jesucristo como Salvador era sinónimo con la
salvación. Es decir que, en estas iglesias, este tipo de acto se valoraba como un posible
indicio de ingreso al reino de Dios, y no como la señal definitiva. Los miembros de
congregaciones con menor deserción le daban mis importancia al comportamiento de la
persona después de su decisión personal para salvación o sea, esperaban que la acción inicial
fuese confirmada y seguida por una demostración de fe seguida por una vida de obediencia y
de fruto en Cristo. Esta cautela parece redundar en una mejor claridad de seguimiento en los
individuos que toman una decisión por Cristo.
Un porcentaje más alto de personas que asisten a iglesias con menor deserción
declararon la posibilidad de que un cristiano, aunque salvo, tenga el potencial de caer en
pecado. Parece que los entrevistados en estas iglesias creían más en una madurez y
santificación progresiva.
Al momento de recibir salvación la expectativa de una transformación inmediata en
el campo de las emociones, los sentimientos o la mente era más obvia en las iglesias con
mayor deserción y con mayor movilidad, especialmente entre los nacidos católicos, una
expectativa de perfeccionismo que puede haber culminado en una profunda frustración entre
los que desertaron de la iglesia.
Sugiero que es bíblico entender la gracia de Dios como el poder que vivifica para
salvación al momento del nuevo nacimiento. Sin embargo, esa regeneración no
necesariamente extrae todo pensamiento adverso a la voluntad de Dios. Hay elementos en la
formación mental o emocional que sólo pueden ser transformados en el proceso de

337
confesión, obediencia y sometimiento continuo a Jesús.
En las iglesias con mayor deserción un mayor porcentaje declaró que, cuando somos
cristianos, no volvemos a ser tentados, caer en la tentación o vivir en la angustia – y además
se espera de los creyentes que vivan gozosos toda la vida. Aspectos como estos dan la
impresión que en este tipo de iglesia la vida cristiana se entiende como una experiencia
mística y fuera de toda realidad bíblica.
Las iglesias con menor deserción comprenden mejor la relación entre gracia y obras
de fe. Más personas en las iglesias con menor deserción declararon que, aunque una persona
sea salva, sus obras (buenas o malas) le serán tomadas en cuenta. Las respuestas de los
entrevistados en estas iglesias sugieren que entienden que, aunque la salvación es por gracia
y como un don de Dios, las obras no pierden su importancia en de la vida del creyente.
En iglesias con menor deserción menos personas consideraban el servicio y deber
cristiano por medio de obras sociales como un sinónimo de la predicación del evangelio,
aunque aceptan que nuestro ejemplo vivo (por medio del servicio social) es muy impactante.
En estas iglesias, menos personas entendían mal el rol de las obras sociales en relación con
la predicación verbal del evangelio.
Parece que en las iglesias con mayor deserción el mensaje del evangelio se visualiza
principalmente en virtud de las necesidades físicas del hombre; y no de las espirituales. En
cambio, en las iglesias con menor deserción, más personas declararon que la salvación, en
primera instancia, tiene connotaciones espirituales. En las iglesias con mayor deserción y
mayor movilidad se manifestó un mayor énfasis en la salvación que resulta en prosperidad o
la sanidad física. Si bien es cierto que la prosperidad financiera y la salud física son
bendiciones divinas, lo que no es cierto es que tales privilegios sean el meollo de nuestra
salvación. En este sentido, las iglesias con menor deserción comprenden mejor el mensaje
de la cruz de Cristo.
Al comparar los tres tipos de iglesias, un porcentaje más alto de personas en las
iglesias con menor deserción aseveraron que hay un castigo eterno (condenación eterna)
para aquellos que nunca aceptaron el mensaje de salvación durante su vida.
En resumen, los miembros de las iglesias con mayor deserción tenían menos claridad
de cómo presentar verbalmente un mensaje Cristocéntrico. En este campo, las iglesias con
mayor movilidad fueron muy semejantes en su tipo de respuestas a las iglesias con mayor
deserción.

Metodología en la Evangelización
En cuanto a la metodología de la evangelización, se buscó descubrir algunas
características en los tres tipos de iglesias incluidas en este estudio. Las características
buscadas eran algunas como el lugar del Espíritu Santo en la evangelización, la frecuencia
en la evangelización, el nivel de unidad con otras iglesias, los métodos evangelísticos con
mejor resultado en cada tipo de iglesia, si los miembros distinguían o no las diferencias entre
el evangelio predicado por los protestantes y el predicado por otras religiones, el significado
de la evangelización y las estrategias evangelísticas más consistentemente usadas por el
entrevistado.
1. Los resultados muestran que los miembros en las iglesias con mayor tasa de
deserción y movilidad tienden a confiar más en un mensaje evangelístico astuto, emotivo e
inteligente como mecanismo para buscar el verdadero arrepentimiento. En las iglesias con
menor deserción, un mayor porcentaje de entrevistados optaba por el método de confrontar a
las personas con el mensaje de salvación; sin embargo, la responsabilidad de convencer al

338
receptor para arrepentimiento se descargaba más en el Espíritu Santo.
Es de suma importancia llegar a los sentimientos e intelecto del oidor. Esto, siempre
y cuando no se deje de lado que la obra de profundo convencimiento le corresponde
directamente al Espíritu Santo. Cuando se trata de convencer a los oyentes, sin reconocer el
lugar del Espíritu Santo, se cae en el error común de presionarles para que actúen un
arrepentimiento, y esto en muchas ocasiones se hace inclusive usando métodos, basados en
la psicología, que apelan a los sentimientos.
2. Las iglesias con menor deserción efectuaban dos o tres eventos evangelísticos por
año, dirigidos directamente a su comunidad. Los miembros y pastores en las iglesias con
mayor deserción y movilidad indicaron que la frecuencia de eventos y actividades
evangelísticas dirigidas a su comunidad era mucho menor, y en algunos casos, nula. En este
aspecto, las iglesias con mayor movilidad una vez más eran muy semejantes a las iglesias
con mayor deserción.
3. La falta de unidad en la estrategia evangelizadora fue más frecuente en los iglesias
con mayor deserción y un poco menos frecuente en las iglesias con mayor movilidad, según
lo confirmaron pastores y miembros de estas iglesias.
4. Se les preguntó a los pastores cual era el método evangelístico que había traído el
mayor número de conversos a su congregación. Ninguno de los pastores en iglesias con
menor deserción respondió que los eventos evangelísticos masivos. En las iglesias con
mayor movilidad, los grupos familiares fueron considerados el método de mayor
efectividad, y en las iglesias con mayor deserción y menor deserción era el evangelismo
personal.
5. En relación con la apologética evangélica, un porcentaje más alto en las iglesias
con menor deserción había sido enseñado a diferenciar entre el evangelio predicado por los
evangélicos y él que predican otras iglesias y sectas. Fueron mayormente los evangélicos
con un trasfondo católico (especialmente en iglesias con mayor deserción) quienes indicaron
nunca haber sido entrenados en dicho campo. Esto ayuda a clarificar por qué una mayoría de
personas que tienen un trasfondo católico y abandonan el protestantismo indican no
encontrar diferencia entre ambas y da fuertes indicios de que el protestantismo nutre
considerablemente la membresía de otras religiones (aparte de la católica).
En las iglesias con menor deserción no se encontró diferencia (porcentual) en el nivel
de capacitación apologética entre los nacidos católicos o los nacidos protestantes. Por esto se
sugiere una vez más que la las iglesias con menor deserción incorporan mejor a personas
con diversos trasfondos religiosos, edad y sexo.
6. En relación a las expectativas sobre manifestaciones divinas en las campañas
evangelísticas, más pastores y miembros en iglesias con mayor deserción tenían la certeza de
que, en una campaña evaligelística donde estuviera el poder de Dios, necesariamente deben
manifestarse los milagros y sanidades corno evidencia de la verdad del evangelio. Este tipo
de expectativa era menor en las iglesias con menor deserción.
7. En las iglesias con mayor deserción se encontró una gran diferencia en la práctica
de la evangelización de acuerdo al trasfondo religioso. Entre los nacidos protestantes se notó
una profunda apatía en relación a la predicación del evangelio. Un 42.6% de los nacidos
evangélicos confesaron casi nunca evangelizan: solo 18.2% de los nacidos en el catolicismo
hizo tal declaración. Esto indica que quienes por nacimiento heredan la fe protestante no
llegan a evangelizar tanto como los que entran por decisión propia.
8. En las iglesias con mayor movilidad, un porcentaje mayor de mujeres no sabía qué
opinar respecto de los elementos básicos de la evangelización incluidos en este estudio. En

339
las iglesias con mayor deserción, a un mayor porcentaje de hombres le costó responder sobre
los aspectos en cuestión. En cambio, en las iglesias con menor deserción, tanto hombres
como mujeres tuvieron un alto nivel de resolución. Esto sugiere que, en los aspectos que
abarcó el estudio, las iglesias con menor deserción tienen una mejor preparación para ambos
sexos.
9. En términos generales, en las iglesias con mayor deserción (y especialmente las
iglesias con mayor movilidad), se encontró que, entre los nuevos creyentes (1-2 años como
protestantes), existía gran diferencia conceptual sobre principios metodológicos de la
evangelización. Este fenómeno se dio con mucho menos frecuencia entre los nuevos
convertidos en iglesias con menor deserción. Los resultados sugirieron que en estas últimas
iglesias existe una enseñanza que ayuda a nivelar a las personas con menor tiempo en el
evangelio con aquellos que tienen mayor experiencia en el evangelio.

Prácticas de Discipulado
Este segmento enfoca en forma especial cómo las debilidades en el cuidado pastoral
(discipulado) pudieron haber afectado directamente a grupos con mayor riesgo de deserción
(es decir, hombres, nuevos convertidos y jóvenes adultos).
En las tres categorías de iglesias se indagó a) si los miembros tenían acceso a un
consejero o mentor a quién podían acudir en momentos que enfrentaban problemas de índole
personal y espiritual; b) si en estas iglesias se enseñaba a los miembros cómo discipular a
otra persona; c) si existía una estructura pastoral dirigida al discipulado; d) aspectos que son
considerados más importantes relacionados con el crecimiento espiritual de nuevos
convertidos; e) sobre las expectativas de los discipuladores respecto de sus discípulos; f) el
nivel de atención pastoral (si tenían programas o estrategias para ayudar a los nuevos
convertidos en su crecimiento espiritual); g) si los programas de la iglesia (de predicación o
enseñanza) satisfacían las necesidades espirituales y emocionales de los miembros, h) si en
estas iglesias las personas se sentían (generalmente) atendidas pastoralmente, dentro de otros
aspectos.
1. Muchos de los ex-protestantes entrevistados manifestaron que durante su período
en el protestantismo no recibieron una asistencia espiritual adecuada y oportuna para su vida
diaria. Muchas de éstas fueron las que reportaron haberse separado del protestantismo como
consecuencia de su propia conducta. Los hallazgos indicaron que en las iglesias con mayor
deserción y movilidad, en comparación con iglesias de menor deserción, cerca de un 50%
más declararon tener poco o ningún acceso a su líder (pastor) en los tiempos que afrentaron
problemas personales o espirituales.
En las iglesias con menor deserción, tres cuartas partes (76.0%) de los nuevos
convertidos (1-2 años en el protestantismo) indicaron tener siempre acceso al consejo
personal en tiempos de turbulencia espiritual, o cuando se encontraban enfrentando otro tipo
de problemas emocionales. En las iglesias con mayor deserción, solo el 29.4% de los
evangélicos entrevistados hizo tal aseveración, y en iglesias con mayor movilidad fue el
54.5%. Entre de los nuevos convertidos existe un alto riesgo y porcentaje de deserción
protestante.
2. En las iglesias con menor deserción, 72.0% de los entrevistados indicaron haber
sido consistentemente enseñados en cómo desarrollarse como menores o discipuladores de
otros. En las iglesias con mayor deserción el porcentaje bajó a 49.0%, y en las con mayor
movilidad era el 60.0% de los entrevistados. Como consecuencia los miembros en iglesias
con menor deserción entendían con más claridad (comparado con los otros dos grupos de

340
iglesias) cómo ayudar a los nuevos convertidos en su vida espiritual.
Los pastores también asumieron la responsabilidad respectiva por tal falta de
capacitación. En las iglesias con mayor deserción, el 60.0% de los pastores entre 25-39 años
que fueron entrevistados confesaron haber dado muy poca o ninguna capacitación en cómo
discipular a otros. En el caso de las iglesias con mayor movilidad, este porcentaje bajó a
45.5% y en las con menor deserción a 26.7%.
3. En comparación con las otras dos categorías, en iglesias con menor deserción un
mayor porcentaje de personas habían sido discipuladas durante los años a que alude esta
investigación (19891994). Se dio el caso contrario en las iglesias con mayor deserción y
mayor movilidad.
4. A los miembros se les preguntó qué creían que era lo mas importante para un
nuevo convertido en su proceso de crecimiento espiritual. En las iglesias con menor
deserción, un porcentaje más alto de personas declararon que era que el nuevo convertido
entienda claramente el mensaje de la cruz de Cristo. En las iglesias con mayor deserción, un
porcentaje más alto de entrevistados indicó que lo más importante es que los discípulos
entiendan que Dios les prosperará materialmente y les dará la victoria en su vida.
5. Una de las quejas de los ex-protestantes fue que se sentían manipulados y usados
por sus líderes. En este sentido, dentro de las iglesias con mayor deserción y las de mayor
movilidad, las expectativas del discipulador hacia su discípulo estaban muy ligadas a una
autoridad impositiva. En estas iglesias (en comparación con iglesias de menor deserción), un
mayor porcentaje de discipuladores esperaban una actitud de dependencia y respeto de sus
discípulos. En las iglesias con menor deserción, los dicipuladores esperaban que sus
discípulos crecieran y maduran en su reflexión de la imagen de Cristo y dependieran menos
de su discipulador.
6. En las iglesias con menor deserción, la atención pastoral y consejería lucia los
hombres y mujeres es muy semejante. En estas iglesias, cerca de un 10% más de hombres
que de mujeres declaró sentirse satisfactoriamente atendido en períodos de necesidad. Por el
contrario, en las iglesias con mayor movilidad y mayor deserción, cerca de un 30% menos
de hombres que de mujeres indicó la falta de tal auxilio pastoral en tiempos de necesidad.
Una vez más, los resultados indican que las iglesias con menor deserción tienen una
atención más balanceada para sus congregaciones.
7. Los programas para grupos homogéneos son más abundantes en iglesias con
menos deserción. El 80.0% de los pastores entrevistados en iglesias con mayor deserción,
61.9% de las iglesias con mayor movilidad y 36.0% de las iglesias con menor deserción,
declaró tener muy pocas o ninguna estrategia para ayudar grupos con necesidades
particulares (la juventud, mujeres solteras, viudas, personas divorciadas, niños…).
8. Los programas para atender a los nuevos convertidos son escasos en las iglesias
protestantes, pero son un poco más frecuentes en las iglesias con menor deserción: en dicho
grupo 44.0% de los pastores manifestó que siempre tenía programas para ayudar a los
nuevos convertidos en su crecimiento espiritual. El porcentaje en las dos otras categorías fue
de 20% cada caso.
9. Se mencionó que algunas personas que desertaron del protestantismo indicaron
estar cansados de escuchar mensajes irrelevantes y repetitivos. En las iglesias con menor
deserción, 17.0% de los miembros entrevistados reportó que los programas (de predicación y
enseñanza) en su congregación raramente o nunca llenaban sus necesidades espirituales o
emocionales. En la categoría de iglesias con mayor movilidad, fue de 27.0%, pero el
porcentaje cansado de las mensajes subió más en iglesias con mayor deserción (35.0%).

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10. Casi la mitad (48.0%) de los pastores en las iglesias con mayor deserción
confesaron no tener un consejero o mentor a quien podían acudir cuando atravesaban
momentos difíciles en su vida espiritual. Esta dificultad fue mucho más clara entre los
pastores de 25-39 años en este tipo de congregaciones. Además, el 40.0% de los pastores en
estas iglesias confesó no tener ninguna persona que les pastoreara en los cinco años previos
a la encuesta. Fue únicamente el 8.0% de los pastores en iglesias con menor deserción que
declaró tal dificultad, y en iglesias con mayor movilidad fue el 28.6%.
11. Las iglesias que menos esfuerzos hacían por buscar a las personas que no habían
vuelto a la congregación fueron las de mayor movilidad. Dos terceras partes (66.7%) de los
pastores de estas iglesias confesó hacer poco o ningún esfuerzo en este sentido. En las
iglesias con mayor deserción, esta confesión fue hecha por el 44.0% de los pastores, y en
iglesias con menor deserción solo por el 20.0%.
12. También se encontró que, en iglesias con mayor movilidad, un porcentaje menor
de entrevistados (36.0%) indicó tener una muy buena relación con su pastor. Este nivel de
relación pastor-miembro fue encontrado superior en iglesias con mayor deserción (57.0%) y
menor deserción (60.0%).

De tal forma, se puede concluir que, en términos generales, el nivel de cuidado


pastoral en las iglesias con menor deserción es superior al de las iglesias con mayor
deserción y mayor movilidad, especialmente entre los grupos clasificados en este estudio
como de mayor riesgo en la deserción protestante. En las iglesias con menor deserción existe
un mayor compromiso por proveer programas específicos para grupos con necesidades
particulares. También se encuentra que más personas han sido capacitadas para ayudar a
otros creyentes en su vida espiritual. En estas iglesias en comparación con los otros dos tipos
de iglesias, tanto mujeres como hombres, se sienten pastoralmente mejor atendidos. Los
nuevos creyentes de iglesias con menor deserción tenían más acceso a programas que les
ayudaran en su crecimiento espiritual. De igual manera, este grupo de personas declaró que
en estas iglesias existe mayor acceso a líderes que les puedan aconsejar en tiempos de
dificultades espirituales. En estas iglesias también hay mayor preocupación por aquellas
personas que no han regresado a la iglesia. No se puede olvidar que aún en iglesias con
menor deserción había un sector que creían doctrinas dudosas. Por tanto en todas las iglesias
se debe mejorar la enseñanza, o mejor dicho se debe controlar mejor lo que creen los
miembros.

Disciplina de la Iglesia
En esta sección intenté, en primer lugar, descubrir si los miembros en las iglesias
sentían la posibilidad de ser corregidos espiritualmente al caer en pecado. Segundo, quería
conocer la frecuencia con que se disciplina a las personas en de las congregaciones.
En relación al primer aspecto, un 51.0% en las congregaciones con menor deserción,
37.0% en las con iglesias con mayor deserción y el 38.0% en las iglesias con mayor
movilidad expresaron que sus líderes eran responsables por llamarles a cuentas o
disciplinarles, si fuera necesario, cuando actuaban contrario a la Palabra de Dios.
En las iglesias con mayor movilidad, un porcentaje más alto de mujeres sentían que
eran disciplinadas con más frecuencia (cuando era necesario) que los hombres. Al contrario
de las iglesias con mayor movilidad, un porcentaje más alto de hombres de las iglesias con
mayor deserción sentía que era más frecuentemente disciplinado (cuando era necesario) que
las mujeres. En las iglesias con menor deserción no había esta diferencia. Los datos

342
suministrados por los pastores durante las entrevistas personales confirman los resultados
tabulados para los miembros congregacionales. Así que estos datos, una vez mas, aluden a la
paridad en el trato pastoral hacia los miembros en iglesias con menor deserción, inclusive en
aspectos de disciplina correctiva.
En relación al segundo aspecto, se descubrió que, en las iglesias con menor deserción
un mayor porcentaje de miembros reportaron que la disciplina correctiva se aplicaba en sus
iglesias en los casos necesarios. En las iglesias con mayor movilidad y mayor deserción, el
porcentaje de personas que hizo tal aseveración fue menor en ambos casos, y muy similar
entre ambas categorías de iglesias.

Practicas de la Vida Congregacional


En esta sección se evaluó el estilo de vida congregacional y el nivel de comunión
entre los miembros. Entre otros aspectos, se investigó, a) el grado de aceptación y amor que
sentían los miembros en sus iglesias, b) la influencia positiva o negativa que conlleva el
estatus social (del entrevistado) en su aceptación congregacional, y c) el nivel de
importancia que le daba el entrevistado a la adoración, alabanza y predicación dentro de la
iglesia local.
Los resultados indicaron que la vasta mayoría se siente aceptada y amada,
independientemente de la categoría de iglesia a la que pertenece. Sin embargo, en la
categoría de iglesias con menor deserción, el porcentaje más alto de miembros entrevistados
que siempre se sentía aceptado estaba entre los nuevos creyentes (1-2 años como
protestantes) y los hombres. También fue evidente que los jóvenes adultos (18-24 años de
edad) se sentían mejor atendidos en las iglesias con menor deserción que los jóvenes adultos
de las otras dos categorías de iglesias incluidas en este estudio. Al respecto se debe recordar
(cf. tabla 18) que en esta categoría había una población mayor de hombres, jóvenes adultos y
nuevos convertidos, y que estos tres grupos fueron clasificados como de alto riesgo de
deserción. Entonces, es interesante notar que estos grupos de personas (porcentualmente)
sentían un ambiente congregacional de más amor y aceptación en este tipo de iglesia que en
los otros dos.
Además, en las iglesias con mayor deserción y mayor movilidad, casi la mitad de los
jóvenes adultos (18-24 años) confesaron que los miembros en sus congregaciones eran tan
independientes que nadie notaba cuando experimentaban serios problemas. Este principio,
en alguna medida, explica el por qué entre los jóvenes adultos existe un alto grado de
deserción.
Por otro lado, por cada tres miembros de las iglesias con mayor deserción que
siempre se sentían afectados por la manera en que eran aceptados y amados por su
congregación como consecuencia de su estatus social, había sólo una persona con tal
sensación en las iglesias con menor deserción. Los datos nuevamente fueron confirmados
por medio de las entrevistas personales y por las entrevistas con los pastores. Es decir que,
cuando se les preguntaba a los pastores si el estatus social de un miembro congregacional
podría afectar a tal miembro en la aceptación que tuviera dentro de su congregación, el
72.0% de los pastores en iglesias con menor deserción indicó que esto nunca era un
problema. En las iglesias de mayor deserción este porcentaje bajó a 56.0%, y en las con
mayor movilidad a 57.0%.
En las congregaciones con mayor deserción, la gran mayoría de los nuevos
convertidos (88.2%) declaró que en su iglesia le motivaba más la alabanza y la adoración
que la predicación. Este porcentaje fue mucho menor en las iglesias con mayor movilidad

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(54.5%) y con menor deserción (49.0%). En estas dos últimas categorías de iglesias había un
mayor balance en reconocer el papel motivacional de la predicación y la alabanza durante
los cultos.
El 75.9% de las personas entre 18-24 anos de las iglesias con mayor deserción eran
generalmente o siempre más motivado por la alabanza de la iglesia que por la predicación.
En las iglesias con mayor movilidad, fue el 41.2%, y en las iglesias con menor deserción el
43.5%. Esto nos lleva a recordar que los sermones repetitivos e irrelevantes son una de las
razones para la deserción (cf. tabla 15). Además, se notó que los jóvenes adultos y los
nuevos convertidos en iglesias con mayor deserción tendían a ser muy emotivos, y por esto
le daban mayor importancia a la alabanza y adoración de sus iglesias. En otros casos, fue
porque la predicación en su iglesia local era simplemente aburrida y repetitiva.
Finalmente, y en términos generales, se notó que en las iglesias con mayor movilidad
se experimentaba un nivel inferior de comunión, amistad y cuidado pastoral. En este tipo de
congregaciones, tanto los miembros como los pastores confesaron la existencia de poco
interés y sensibilidad en sus congregaciones respecto de los problemas y necesidades que
tuvieran otros miembros de la congregación.

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