EL CIEGO BARTIMEO

Febrero 2 de 1959

SIMEON Y ANA
Febrero 11 de 1959

LA REVELACIÓN QUE ME FUE DADA

Febrero 10 de 1960

CONFERENCIAS POR

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DICTADAS EN PUERTO RICO


Aquí en Phoenix, es hermoso; en Los Angeles
es hermoso; en Miami es hermoso; pero ni siquiera le
pudieran llegar cerca a Puerto Rico. ¡Oh, es hermoso!;
yo nunca he visto algo igual en mi vida, esos grandes
arrecifes, donde las olas se rompen, ¡hermano!, a
media milla [800 m.-Trad.] de lejos, y los flamencos
caminando alrededor en los parques tropicales, y todo.
Yo nunca he visto algo tan semejante al Cielo.
Rev. William Marrion Branham
“La Tempestad que se Aproxima”
29 de Febrero de 1960 - Phoenix, Arizona, USA.
La Revelación Que Me Fue Dada 59
Hombre.” Pero en los últimos días, cuando el Espíritu Santo
venga y haga estas mismas cosas, cualquier palabra en contra
no será perdonado en esta generación ni en ninguna generación.
¿Ven ustedes como Cristo fue rechazado? Por eso hay que una
bomba atómica esperando para destruir al mundo, porque están
rechazando a Cristo, como los judíos**
Y entonces dijo: “Es necesario que yo pase por Samaria,”
¿por qué? Porque en Samaria lo estaban esperando. De la
misma manera que se manifestó a los judíos se manifestó a los
samaritanos, y ellos lo creyeron. Ahora, el profeta dijo: “Vendrá
un día, cuando no será ni día ni noche, pero en el atardecer habrá
luz.” El sol que sale de la parte celeste y cruza el firmamento, ese
mismo sol que se levanta por el Este, se pone el el Oeste. Los
del Este lo vieron, creyeron; algunos lo condenaron, en el Este:
los judíos; y la civilización se movió al Oeste; ahora el Este y el
Oeste están unidos, tenemos todos un día, un día como éste, un
día así, húmedo, poca luz, suficiente para hacer organizaciones**
poner nombres a los libros, y creer en Cristo como Salvador. Así
el profeta dijo: En el atardecer, en el anochecer habrá una luz,
el mismo Espíritu Santo, que vino en Cristo y hizo las mismas
cosas que usted ve que se hacen ahora, hermano, es buscando la
Escritura, buscar la historia, nunca ha sido desde aquel día hasta
hoy. Estamos ya en el anochecer, el tiempo está concluyendo,
y Dios se está revelando como nunca antes a los gentiles, Jesús
es el Mesías, vive, y es el mismo, tiene la misma natiraleza está
haciendo la misma obra...**...No lo deje afuera, sino el que es hoy:
Jesucristo, el mismo ayer, hoy y por todos los siglos.¡¡Amén!!
Hermanos, sería bueno que nos levantáramos y
levantáramos nuestras manos y....****....
“LA REVELACIÓN QUE ME FUE DADA.”
58 Rev. William Marrion Branham

fotografiado. Yo dije: “Yo no lo quiero, por su declaración si

Jesús me ha dado lo suficiente para yo venir y que su retrato salga
conmigo por primera vez en la historia de todo el mundo, ¿quién
yo soy para vender ese retrato y tener algún provecho de él? Pero
en la copia se dice que está registrado, que nadie puede venderlo,
con una declaración, yo con alegría hago esta declaración,” y la
escribió y la firmó, los Estudios Douglas, lovieron. CONTENIDO
Hermanos y hermanas, somos hombres y mujeres,
tenemos que morir pero el Espíritu de Dios está con nosotros.
Es el mismo Dios que se encontró con Moisés en el desierto, EL CIEGO BARTIMEO
y a Cristo en la Tierra, porque la Vida prueba que es el mismo
Espíritu el que está haciendo la misma Obra a través de todos los Febrero 2 de 1959
tiempos; es una promesa de Cristo. ¡Amén! (Dice que no tiene San Juan, Puerto Rico
dónde parar el hermano Branham). Pág. 7
Hay tres clases de personas en el mundo: Cam, Sem y
Jafet, toda la humanidad de este lado del diluvio salieron de SIMEÓN Y ANA
esos tres hermanos. En el país que vivimos cambian nuestro Febrero 11 de 1959
color, unos de color, blancos, negros, amarillos, cualquier
San Juan, Puerto Rico
color, eso no tiene nada que ver, venimos de esas tres que son:
judíos, gentiles y samaritanos. Pedro tenía la llave al Reino, en Pág. 23
el Día de Pentecostés lo abrió para los judíos, Felipe predicó a
los samaritanos, el Espíritu Santo vino a los samaritanos, fue LA REVELACIÓN QUE ME FUE DADA
derramado** el Espíritu Santo cayó allí. En la casa de Cornelio, Febrero 10 de 1960
los gentiles, Pedro, mientras hablaba la Palabra** ¡aleluya!, y San Juan, Puerto Rico
esas tres razas han seguido. ¿Los americanos saben de dónde
Pág. 37
vienen? Están compuestos de mitad de judíos y de mitad gentiles.
Ahora, cuando los samaritanos y los judíos estaban esperando
al Mesías, no los gentiles, estábamos escondidos, paganos, no
teníamos interés en el Mesías. Pero cuando ya se acercaba la
terminación de la dispensación, miren cómo nosotros vinimos
a ser conocidos: “Tú eres Simón, tu padre se llama Jonás,”
entendiendo sus pensamientos, sus secretos. Felipe fue donde
Natanael: “Te vi cuando estabas abajo de la higuera.” “¡Tú eres
el Hijo de Dios!” El judío orgulloso **Jesús dijo: “Yo te perdono
por lo que has dicho, que estás hablando en contra del Hijo del
La Revelación Que Me Fue Dada 57

ser protestante. Entró otras vez al estudio, el día antes escribió un

artículo en el periódico acerca de mi persona, y entonces sacaron
los retratos que estaban en ácido: uno, dos, tres, cuatro, cinco,
seis, ninguno salió, Dios no lo permitió ¡¡Aleluya!! que saliera un
retrato en aquel periódico sobre el rostro de aquel santo y levantó
el séptimo, **¡¡aleluya¡¡ **Ya tenía un ataque al corazón, y cayó.
Dos o tres días más tarde, aquel negativo que salió
retrasado aquel año, fue enviado a Washington, D.C., y lo
regresaron, y George J. Lacy, el jefe de la ASQ, con huellas
digitales y documentos voló allá para sacar una prueba de esos
retratos, para ver si era que había sido pintado y había sido
doblemente intencionalmente, o había sucedido algo. Después de
tres días nos llamaron, habían como 200 personas: escritores de
magazines, diferentes periodistas, y dijo: “¿Quién es Branham?”
–“El mío, mi nombre.”
–“Venga,” me dijo. Su cabeza, estaba su rostro
enrojecidos: “Párese ahí. Señor Mr.Branham, yo he sido uno
de sus críticos, yo decía siempre que usted usaba la sicología,
pero oiga bien reverendo Branham, me bien hermano Branham:
el ojo mecánico de esta cámara no puede tomar la sicología,
o lo sicológica.”¡Aleluya! “La luz dio en el cristal, algún día
este retrato será vendido en las tiendas de Cinco Ideas, pero no
mientras usted viva; porque Dios no lo va a permitir. Después que
usted se vaya al Cielo, la Iglesia regresará en dos días, se basaron
en este ministerio, así ha sido siempre. Yo mismo soy católico,
pero yo me recuerdo la historia de Juana de Arco, cómo ella
también vio visiones, y en mi iglesia la quemaron como bruja,
pero después de su muerte y de algún tiempo, encontramos todos
que ella era una santa; ya era tarde; así ha sucedido a través de
todos los tiempos de las Escritura. Algún día usted ha de morir...”
–“¡Gloria a Dios (le dije) porque estoy preparado!”
– “Perdóneme por ser uno de sus críticos,” y me dio a
mí los negativos no son míos, pertenecen a este estudio, esos
negativos valen miles y miles de dólares.” ¡Aleluya! Es la única
vez y ocasión cuando algo sobrenatural ha sido científicamente
56 Rev. William Marrion Branham

Él es el que sana, yo no vengo aquí entonces a estar en contra,

ustedes vienen de colegios y son inteligentes, no tengo educación;
pero yo tengo a Uno que está confirmando siempre en mi vida
todo lo que digo. Si mi Palabra está en interrogación, también
está en duda la Palabra de Dios, porque yo simplemente estoy
dándoles la Palabra de Dios, soy testigo, y Dios es el que cumple
Su Palabra.
EL
CIEGO
Y para ese momento: “Ahí viene la Luz, el sonido
bajando...” ¡¡Aleluya!! La gente principió a caer, desmayados. No
dejaron que tomaran retratos mientras orábamos. Mr.Best había
alquilado, había traído un fotógrafo para que tomara seis retratos
de Él, y eso fue lo que sucedió y lo que dijo: “Yo voy a ir allí,**
y lo voy a esperar y le voy a sacar la piel, y la voy a poner en la
puerta del estudio para la conmemoración de la sanidad divina de
BARTIMEO
estos días.” Y allí, que ese hombre no estaba bien en su corazón,
y antes del servicio él tomó a Mr. Bosworth, y le enseñó el puño,
y le puso los ojos, y le dijo: “Toma el retrato allá.” Entonces le
puso las manos así al viejito y le dijo: “Saca el retrato ya,” había
sacado 6 retratos de eso, para demostrar que estaba en su debate
en el magazín de él. Mr. Bosworth estuvo muy humilde ante
todo ese atropello** Y cuando el Ángel apareció, el fotógrafo que
Rev. William Marrion Branham
tenía la cámara fotográfica, tomó el retrato y cuando vino la gente Febrero, 02 de 1959
lloraba. Yo dije: “Yo no tengo nada que decir, Él ha hablado ahora
en mi lugar.”
San Juan, Puerto Rico
Yo salí, los policías me llevaron al carro, los fotógrafos
que llevaban los retratos se fueron, uno de ellos era judío, el otro
católico, los dos trabajaban para el Estudio Douglas, en Houston,
Texas, también eran miembros de esta asociación. Fueron al
estudio: “Vamos a sacar inmediatamente los negativos para sacar
los retratos de Mr.Best porque lo quiere para mañana.” El judío,
Mr. Ayers, fue arriba y se acostó, y el otro hombre entró al estudio,
sacó, puso todos los negativos en ácido y vino fumándose un
cigarrillo y principió a pensar. ¿Saben ustedes que aquel que fue
era católico? Tendría razón, quizás lo sea, porque mis padres eran
católicos, y aquel hombre quizás ** pero no puede tener razón y
La Revelación Que Me Fue Dada 55

Me levanté, y mi esposa dijo a mi hermano: “Mira su rostro,

déjalo.” Muchos ujieres pusieron una línea para que yo bajara; la
pobre gente, madres de muchachitos tratando de tocarme, eso me
hería, yo también tengo niños y quizás eso podía ayudarle. Vine
a la plataforma, fui adonde Mr Best, le dí la mano: “¿Cómo está
usted Mr. Best, Mr. Bosworth?? Como hombre lo admiro, pero
como en doctrina yo no creo que usted trae la verdad, así yo me
siento,” dije yo. Entonces le dije: “Me sorprende hermano Best
que usted haya dicho lo que acaba de decir, cuando usted dijo que
viniera el sanador a hacer su milagro, que haga algo que usted
pudiera ver. Hermano Best, ¿no entiende usted que ese mismo
espíritu estaba en los fariseos? “Si tú eres el Hijo de Dios, baja de
la Cruz,” decían. Jesús se puso, había un paño, estaba vendado,
y lo herían con palo, con vara, y decían, después de ponerle el
paño y herirlo con vara: “Si eres profeta, dinos quién fue el que te
hirió.” ¿No ve usted hermano Best que ese espíritu es el diablo?
¿No era el diablo que le dijo a Cristo: “Si tú eres el Hijo de Dios,
haz pan de estas piedras, haz un milagro ahora para yo verlo?”
Dios no obra así, de esa manera, y no pone atención a eso.
Yo estaba tratando de quitarle la única esperanza que tenía,
y dice: “Los bautistas no creen esas cosas. Hay una sola clase de
gente que cree eso (me dice), esos son los santos tronadores.” Y le
dije: “Doctor Best, perdóneme, yo soy bautista y quiero mostrarle
algo, aquí hay 300 ministros bautistas, pastores de la ciudad, le
voy a preguntar a la gente de este pueblo, miembros de estas
iglesias bautistas: ¿pueden con certificados médicos mostrar que
han sido sanados por Jesucristo en estos últimos 8 días que yo he
estado aquí, y esos mismos pueden venir aquí a esta plataforma,
trayendo con sus doctores para probar que han sanado? Pónganse
de pie...” Y 300 ministros bautistas se pusieron de pie en aquella
ocasión.
No es que la gente son que están ciegos, guías ciegos.
“Señor, yo no puedo sanar a nadie, ¿cree que su ministerio es
inspirado?” Dijo: “Sí,” eso es inspirado. “Yo no sano si lo que yo
he dicho está en discusión, acerca del Espíritu Santo entiendo que
54 Rev. William Marrion Branham
....**.....Y si Él era Jehová Shammah, también el Jehová Rafa, y
Jehová Jireh, si el decía que el era Jehová Jireh entonces tenía
que ser Jehová Rafa porque no se podía separar los dos nombres,
o era una cosa o era la otra. Si Él no era Jehová el Sanador, sería
entonces Jehová el Salvador....
No pudo negar uno y aceptar lo otro porque son Nombres
inseparables de Jehová, así sería Jehová el Salvador, entonces era
el Hijo de Dios: Cristo, y si Él es, entonces Jehová es el Salvador,
entonces es el mismo Jehová por todos los siglos.
Al ministro bautista le dio esto mucho coraje, y principió a
saltar allí, y predicó sobre la resurrección, él no creía los milagros
de Cristo, los llevó allá al milenio y predicó una cosa así como:
“Yo soy bautista, yo sé lo que los bautistas creen,” pero estaba en
tal condición, no podía salirse de ella. No tenía nada que decir.
Caminó hasta el ministro y le dio en la boca, con la mano, y
tuvieron que quitárselo porque estaban a punto de pelearse ahí.
Cuando él hizo eso, tuvieron temor que hubiera un motín
y entonces la policía entró, y dijo esto:“¿Dónde está ése, que es
curandero, que hace milagros? ¡Tráiganlo aquí, déjenme verlo
que lo haga!” El hermano Bosworth dijo: “El hermano Branham
no reclama sanar gente.” El hermano Bosworth me había visto
arriba, donde yo estaba. “Yo sé que él está aquí, pero él no viene
aquí a argumentar. Si él viene y quiere venir a despedirnos, muy
bien,” porque Mr. Best había perdido ya su debate, el moderador
le había quitado la exposición, ciento por ciento ya lo había
ganado Mr.Bosworth, la Palabra; no pudo nunca contestar nunca
ni una sola pregunta, ya no tenían ningún interés, ya la cabeza la
tenían llena.
Mi hermano y mi esposa estaban allí, yo me fui a levantar
y mi hermano: “Siéntate,” me dijo. “Yo estoy sentado.” Un
momento, oí algo, como las hojas de aquel árbol haciendo un
sonido: ¡Whhhooooossshh!! como un ruido así, y miré y allí
estaba Él y me dijo: “Ponte de pie...”¡¡Aleluya!! A dondequiera
está Él, a dondequiera y haya un reto, ahí aparece Él, todos los
que estaban como que no podían moverse, es Dios que aparece.
EL CIEGO BARTIMEO
Rev. William Marrion Branham
Febrero, 02 de 1959
San Juan, Puerto Rico
...Lamento que no tenemos suficientes asientos para
toda la gente, pero seremos muy breves, y damos gracias a
ustedes por su cooperación.
Deseo tomar esta oportunidad para decir a este grupo
de ministros que verdaderamente aprecio la cooperación que
ustedes nos han dado. Como yo entiendo, esta es la primera vez
que estas iglesias han cerrado sus iglesias los domingos, por
la noche. Yo verdaderamente doy gracias a ustedes, que Dios
bendiga, sobre todo, el ministerio. Y a todos los que están aquí en
el campo, que no tienen una iglesia para unirse, yo recomiendo
a esos pastores para que sea esta la iglesia suya. Son hombres
que creen el mismo mensaje que yo estoy predicando. Ellos
también están honestamente contendiendo por la fe que una vez
fue dada a los santos. Si yo viviera aquí en Puerto Rico, yo me
uniría a una de sus iglesias, a iglesias que estuviesen más cerca
de mí.
Quiero tomar una oportunidad también para dar gracias
a los Hombres Cristianos de Negocios, por invitarme a mí aquí.
Ahora yo espero que este capítulo aquí en Puerto Rico crezca y
que ustedes puedan hacer estas cosas maravillas para el Reino
de los Cielos. Por eso está el capítulo y por él su lucha, eso es
ayudar a las iglesias uniendo así el Cuerpo de Cristo en Uno. Si
hay algún hombre de negocios aquí que todavía no se ha unido
a este capítulo, yo les recomiendo a ellos porque son una buena
confraternidad, que las gozamos en ella las bendiciones de
Jesucristo. Son verdaderos hombres cristianos, los recomiendo
8 Rev. William Marrion Branham
que ustedes se unan a este capítulo local. No tiene usted que
pertenecer a iglesia, oh, eso es un capítulo interdimensional. Lo
único que ellos quieren es el compañerismo. A todos ustedes
que han sido salvados durante estos servicios, búsquese una
buena iglesia hermano, bautícese, y hágase miembro de esa
iglesia.
Y yo quiero dar gracias por su buena cooperación. Hoy
tuve el privilegio de hablar con alguno de los puertorriqueños
que están allá en la prisión estatal. Quiero decir esto: que el
grupito que yo he encontrado entre ustedes, las prisiones no
pueden cerrarlo; aquí son el mismo pueblo que acá fuera, en
prisión: amorosos, bondadosos, y cuando el Espíritu de Dios
viene a ellos, ahí encerrados tienen tanto gozo como ustedes
aquí libres en este campo.
Nunca podemos poner un santo en ningún sitio mientras
que Dios pueda estar con él, ¿uno de ellos se metió en el vientre
de una ballena? y allí Dios estaba con él. ¿Que fueron echados
en un horno de fuego? y allí estaba Dios con ellos también.
¿Uno fue echado al foso de los leones? y allí estaba Dios con
él. No se puede esconder al cristiano santificado de su Dios. La
hna Zany Olson ha encontrado un sitio en mi corazón para ella,
yo no la conocía muy bien antes, pero ahora he visto su carga,
y ella es **, pero ella dijo: “Hermano Branham, este pueblo
es mi pueblo, los amo, no me maravillo así de una persona tan
maravillosa.” En el pequeño orfanato que tiene yo pude ver
esos niñitos preciosos que tiene. Cuando entré al aeropuerto la
otra noche, me dijeron “papá,” sin papá y sin mamá vinieron
entonces donde mí y me abrazaron a mí, y me besaron. Eso ya
tiene un sitio aquí, yo también tengo hijos, y yo sé lo que es ser
amado y amar a otros. Dios bendiga a las hermana Olson y a
todos ustedes pueblo, hermanos tan queridos.
Yo he predicado a mayores congregaciones que éstas,
pero nunca le había predicado a una gente tan buena. Y es la
voluntad de Dios y el deseo de todos ustedes. Muchas gracias.
La Revelación Que Me Fue Dada 53
Entonces me dijo: “Por favor, déjeme hacerlo.”
–“Ok.”
Yo lo miré, ochenta años, me acordé de Caleb cuando iban
a tomar la ciudad, le dije: “Si usted me promete que usted no va a
argumentar...” “Yo lo prometo,” dijo, eso de los titulares**
Al próximo día vino el debate en el Coliseo de Houston,
30.000 personas estuvieron ahí, oigan, quizás estemos divididos
hoy, pero oigan eso, un día seremos Uno, y Dios se ocupará de
eso, y el Comunismo, aunque nos obligue el Comunismo, las
iglesias están así de separadas; pero cuando venga en el periódico,
entonces tendremos todo en común y creeremos en la sanidad
divina, y los trenes llenos vendrán, los aviones vendrán de todas
partes.¿Por que? Hay un principio, porque lo que todos creemos
estará a firme.
Aquella noche, yo no fui, me quedé en el hotel. De
momento me dijo: “Vé.’ Me puse el sobretodo, cuatro policías
porque había un servicio grande, me rodearon, y yo fui allá
cubierto, con gafas, me fui arriba, al último balcón. Mientras
yo estaba allí todos los ministros, como 500 todos allí, uno de
los debatientes, el doctor Best, dijo: “Vamos a oír lo que Mr.
Bosworth tiene que decirnos primero.” Y Mr. Bosworth dijo: “Yo
tengo 600 datos que se relacionan con la actitud de Cristo hacia
los enfermos, yo voy a encararle esto aquí a Mr.Best. Si él puede
tomar uno solo y desaprobarlo o desautorizarlo con la Palabra de
Dios, yo le dejo a él el debate.” Y él no lo hizo. Entonces dijo:
“Yo voy a pedir a Mr. Best, al predicador bautista, le voy a hacer
una pregunta. Si él me la contesta sí o no, que sólo diga sí o no,
entonces yo le dejo a él también todo el debate.” Entonces dijo:
“Pregúntela.” El modelador vino y le permitió hablar: “Estaban
los siete Nombres que respondían a la redención de Jehová, ¿se
pueden aplicar a Jesucristo? Diga usted sí o no....**.... los siete
Nombres por los cuales se llama Jehová, por los que se conoce
a Jehová como Redentor, ¿podían aplicarse a Jesucristo, sí o no?
Diga sí o no...” Y él no pudo decir. Si decía sí, entonces era Jehová
Jireh el que quería decir: “el Señor nos ha provisto de sacrificio.”
52 Rev. William Marrion Branham
intelectual, un predicador muy intelectual, había estudiado a los
pies de Gamaliel, un gran hombre, un poderoso en las Escrituras,
pero eso no es lo que cuenta; ahora él mira a este Ángel, a esta
Nube de Fuego, a este resplandor, y pregunta: “¿Quién eres,
Señor?” Y Él le dijo: “Yo soy Jesús.” Había ya ido Cristo al Padre,
había venido del Padre, Él había regresado al Padre, yo quiero
preguntarles, si usted sale a un árbol de china a recoger fruta, el
árbol de china tiene que tener china, el de lechosa, lechosa, ¿por
qué? La vida que está en ese árbol es la trae el fruto, como está la
vida en el árbol ¿no es así?
Ahora, veamos, este Ángel del Señor muchas veces, el
retrato del resplandor que el recibió está con el Ángel que está en
Washington y en muchos sitios, está en el hall de Artes Religiosas,
como una de las cosas sobrenaturales que jamás se han retratado.
En Houston, Texas, un compañero ministro bautista, quiso
traer un debate conmigo acerca de la sanidad divina. Yo lo ignoré,
Dios no me enviado ha a comentar sino a orar por Su pueblo. Y
al otro día, él puso un artículo en el periódico y dijo: “Eso me
muestra de lo que está hecho; tiene miedo de ir a la Palabra,” el
doctor Bosworth, que era uno de mis asociados, muchos habrán
oído de él entonces, un hombre de Dios. Él vino y me abrazó y
me dijo: “Hermano Branham, ¿podrá usted soportar eso?” Y le
dije: “Hermano Bosworth, no importa lo que hagamos, Jesús
dijo: ‘Nadie puede venir a Mí hasta que el Padre no sea el que lo
traiga. Y todo lo que mi Padre me ha dado, vendrá a Mí.’ Dice la
Escritura que no creyeron porque sus ojos estaban ciegos y sus
oídos estaban cerrados, aunque Cristo hizo muchos milagros, no
creyeron en Él, yo creo que ustedes entienden... –“Hermano
Branham, estamos obligados con el público, con la opinión, como
hombres de honor y como ministros, a defender esta Palabra.”
–“Quizás usted se sienta obligado, yo mi única obligación
es con Dios, para llevar esta gran comisión que me ha dado.” Me
dijo:
–“¿Usted quiere que yo lo haga, lo defienda?”
–“Solamente usted levantará un argumento más.”
El Ciego Bartimeo 9
No me agarren, cuando yo veo esta bienvenida que ustedes me
dan, yo lo haré. Siento que el Espíritu Santo me ha mandado
otra vez****muchas gracias, esta demostración hace algo en
mi corazón.
Los hermanos me están diciendo que están recibiendo
una ofrenda para mí, hermanos míos, eso no ha sido solicitado,
en mi vida he hablado de ofrendas, pero no sé cómo podré
devolvérselo a ustedes, les prometo la pondré para continuar
propagando la Obra de Cristo hoy. Que Dios les bendiga, y para
ustedes el ciento por uno. Podría quedarme aquí para hablarles a
ustedes toda la noche, pero cuando yo regrese vamos a tener un
sitio más grande donde todos puedan estar sentados y entonces
nos vamos a quedar dos o tres semanas. Muchas gracias. Y
estoy seguro que el Espíritu Santo estará en más libertad para
trabajar en medio de Su pueblo.
Mientras yo estoy esperando mi regreso, díganle a
todos que tengan grupos de oración porque la oración es lo
que cambia todas las cosas, ese es el secreto a todo esto: la
oración, y yo estaré... de eso depende la mayor parte del éxito
en mi ministerio y de mi vida, muchas veces por semanas y
semanas he estado orando. Ahora, vamos a la Biblia... yo no
quisiera ni principiar, tengo una pequeña carga, peso en mi
corazón esta noche, los amo a ustedes, los amo así, lo siento así
en mi corazón. Y ese Espíritu libre y dulce de ustedes, desearía
esta noche poder hablar el idioma de ustedes porque entonces
yo desearía expresarle a ustedes lo que estoy pensando, pero
oraré para que el Espíritu Santo se lo exprese a todos ustedes
en lugar mío. Y esto lo digo de todo corazón. Estoy pensando
ahora que hay alguien aquí que si yo regreso en seis meses,
alguno quizás no esté, alguno quizás echaremos de menos, y
una audiencia de esta capacidad, muchos ancianos, quizás yo
me vaya también antes de ese día, pero si alguno de ustedes se
ha ido, que no hay dudas que se vaya y esta es la última vez, nos
vamos a ver ** como estamos aquí, hasta que estemos todo en
10 Rev. William Marrion Branham
pie en la Presencia de Aquél. y entonces le veamos a Él desde
el invisible pero que está aquí entre nosotros esta noche.
Entonces, quiero decirle a los pastores que esta ha sido
una demostración de fuerza de fe. Cada noche casi yo me he
desmayado aquí, porque el Espíritu Santo se ha estado moviendo
aquí por toda la audiencia, y estoy seguro que después que yo
me vaya la gente va a estar viniendo a estos pastores y van a
estar dando testimonio de su sanidad, porque así es que tiene
que ser, así. Acuérdense de esto. Si esto no fuera así, yo sería
un falso profeta. Pero yo quiero que ustedes sepan que esa va
a ser la verdad. Hay muchos aquí sanados, no puedo hablar
suficiente para mostrar cuántos están sanando en cada noche, en
mi vida pocas veces yo había visto esto en nuestras reuniones,
pero aquí...
Yo quiero también darle las gracias a este intérprete tan
bueno, yo sé que él no lo interpretaría en esta forma como yo
lo estoy haciendo. Yo he tenido muchos intérpretes, pero es
muy, muy bueno, es muy raro que usted encuentre un intérprete
tan lleno del Espíritu Santo, que entre en el Espíritu y pueda
interpretar y pueda expresar como el Espíritu Santo lo usa para
hacerlo; esto manifiesta que el mismo Espíritu Santo que está
trabajando en mí trabaja en él. Dios lo bendiga. Y Dios bendiga
al hermano Candelario y bendiga al hermano ** Todas estas
personas son tan humildes, y que deberán interpretar unos a
otros. Dios habita en la humildad.
Y vamos al texto, vamos a hablar el tema “EL CIEGO...
BARTIMEO EL CIEGO.” Hace algún tiempo leí una historia
acerca de Bartimeo, el ciego, y así fue narrada. Que había estado
él ciego por muchos años, desde que era un joven, y como dice
la Escritura, un pordiosero. Tenía una esposa y una niñita, la
niñita tenía 12 años de edad; nunca él había visto el rostro de
esta niñita. Los pordioseros, en aquellos días, había muchos
de ellos, y los hombres de negocios y los turistas venían a la
mañana, al levantarse o pasar, venían de dar un dinero, lo que
La Revelación Que Me Fue Dada 51
viniera, fuera un profeta de Dios. Los judíos se habían apartado de
toda esa parte espiritual, como nosotros también hemos perdido
el contacto, están esperando que venga alguien importantísimo,
que baje de los Cielos con todo el poder como rey para gobernar,
y por eso fracasan para entender la Venida de Cristo. Natanael
estaba bajo la higuera, 15 millas apartado; Jesús lo vio. Cuando
llamaron a Jesús “Beelzebú” nunca lo dijeron por los labios, la
Biblia dice que entendió sus pensamientos, conociendo lo que
pensaban le dijo también los pensamientos le dijo a la mujer en
el pozo: “Llama a tu esposo; ven acá.” “No tengo,” dijo, y le
dice: “Tienes cinco,” ella no le dijo a Él que....le dijo: “Señor,
nosotros, los samaritanos, sabemos que cuando el Mesías venga,
Él hará todas estas cosas. ¿No serás tú el profeta?” Jesús dijo
entonces:“Yo soy, el que habla contigo.” Vean el mensaje a la
ciudad, fue ella y dijo: “Vengan y vean a un hombre que me ha
dicho todas las cosas que yo he hecho, ¿no será esta la señal del
Mesías, no será el Mesías...?” ¿Entienden?...
...El mundo no me verá; más vosotros me veréis; porque
Yo (un pronombre personal) Yo estaré con vosotros y en ustedes
hasta el fin del mundo.” La Biblia dice que Jesucristo es el mismo
ayer, hoy y por todos los siglos. Un momento más, y oigan bien,
todos sabemos que el Ángel que le apareció a Moisés fue Cristo,
era el Ángel del Pacto, ¿cuánto lo creen así? El Ángel del Pacto,
siguió a Jesús en la Nube de Fuego, y cuando Jesús estaba en la
Tierra se enojaron porque Jesús dijo que había visto a los días de
Abraham y dijo Jesús: “Antes que Abraham fuera, ya Yo era.”
Aquella misma Nube de Fuego que estaba en el desierto, YO
SOY, dijo Jesús: “Vengo de Dios, y Yo vuelvo a Dios,” ¿lo creen?
Después de Su muerte y resurrección la persecución vino
por toda la Iglesia. San Pablo, en el camino a Damasco con la
órdenes que llevaba y autoridad que tenía para arrestar a todo el
pueblo pentecostal, y en el camino una Luz, una Luz apareció y
cayó de su caballo, y él miró y estaba la Luz delante de Él estaba
el resplandor, y le dijo: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” Y
él dijo: “¿Quién eres, Señor?” Y ustedes saben que Pablo era un
50 Rev. William Marrion Branham
contados.“Todos los que Mi Padre me ha dado vendrán a Mí, y
Yo los levantaré en el Día Postrero.” Estoy muy contento que
conocemos a un Dios que aunque yo me ahogue en este sitio, y
aunque mi cuerpo se deshaga, mi Dios conoce todos los elementos
que están aquí, Él habla alguna una vez, y sopla, y aparece aquí
otra vez.
Eso hizo allá, allí estaba Dios. Comió la carne del ternero,
tomó la leche de vaca y comió el pan, los dos predicadores, los
dos Ángeles: Billy Graham y Oral Roberts, predicadores, tenían
un mensaje para el mundo, y miraron hacia Sodoma y fueron allá.
No muchos milagros, predicando el Evangelio, ciega a la gente,
vamos a mirar que fue enviado a la Iglesia, a la elegida, a la Iglesia
que representaba a Abraham y le dijo a Abraham: “Acuérdate que
eras un extraño, Abraham, ¿donde está tu esposa Sara?” ¿Cómo
sabía Él que tenía una esposa? ¿Cómo sabía que se llamaba Sara?
Miren lo que dice la Biblia, la Biblia dice: Ella estaba en la tienda,
detrás, y Yo no pondré mantener un secreto a Abraham, les voy a
visitar conforme al tiempo.” Y Sara se rió cuando le dijo eso, ella
misma: “¿Que yo siendo vieja y mi señor Abraham siendo viejo
también, que vamos a tener contacto, comunión?” Este hombre
estaba en la carne y Sara se rió y él vio cuando Sara se rió, y
preguntó: “¿Por qué se ríe tu esposa Sara, por qué se ríe?”
Jesús dijo: “Como fue en los días de Sodoma, así será
también a la venida el Hijo de Dios.” El Evangelio será predicado
por estos grandes evangelistas, pero la Iglesia espiritual recibirá
el mensajero, el Ángel del Señor, y hará las mismas cosas que
sucedió en aquel entonces, como antes de Sodoma. ¿Por qué?
Porque el mundo va a arder esta vez . Sodoma se quemó, cuando
nos referimos a Noé, saben lo que digo, como estaban entonces
casándose** vigilar cuando Cristo viene.
¿Cómo podría Él revelarse como el Mesías? Él pudo
discernir los pensamientos de los corazones. Hermanos y
hermanas, ¿no es verdad? Cuando Él le dijo a Pedro: “Simón, tu
nombre es Simón y tu padre es Jonás.” Ellos estaban esperando
que la Palabra se cumpliera, de manera que cuando el Mesías
El Ciego Bartimeo 11
precisamente tenían para ese día; y si no había algo para llamar
la atención a los transeúntes, entonces no recibían dinero. Y
se nos dice que Bartimeo el ciego tenía dos palomitas, y esas
dos palomitas se paseaban brincando la una sobre la otra, y esa
actitud llamaba la atención de la gente que pasaba por allí.
Una noche su esposa se enfermó, mandaron a un doctor,
el doctor dijo: “No puedo hacer nada Bartimeo; ella va a
morir.” Y se fue al lado de la casa, tocando con sus manos, y
oró, y dijo: “Jehová, ¿que podré yo hacer sin ella? Te prometo,
si Tú la dejas vivir, mañana yo te daré una ofrenda de mis dos
tortolitas o palomitas.” La mujer se sanó, y entonces él ofreció
las palomitas.
Tiempo pasó después de eso, y su hijita se enfermó, y
se fue a orar por ella, ahora él no tenía nada que ofrecer sino
un cordero. Ahora, ustedes habrán visto a las personas de los
perros, de los guías; pero en aquellos días un cordero era el que
iba guiando al ciego, a los ciegos. Bartimeo tenía ese cordero
que lo llevaba a la puerta de Jericó, donde él pedía limosna.
Su muchachita, su hijita, se sanó, entonces él fue y ofreció el
cordero. Y mientras él entraba al templo, el sacerdote le dijo:
“Bartimeo, ciego, ¿qué pasa?” Dijo él: “Voy a ofrecer mi
corderito, yo le prometí al Señor que lo haría.” El sacerdote
dijo: “Oh Bartimeo, tú no vas, no puedes hacer eso. Yo te doy
dinero y cómprate un cordero para que lo sacrifiques.” Y él
dijo: “No, yo nunca le prometí a Dios un cordero; yo el que le
prometí es éste cordero.”
Y le dijo: “Bartimeo, tú no vas a hacer eso, porque ese
cordero son tus ojos.” Y él dijo: “Verdad es, mi sacerdote.” Pero
si Bartimeo cumplía su promesa a Dios, Dios iba a proveerle a
Bartimeo para sus ojos un cordero.
Quizás era una mañana fría, estuvo soñando toda la
noche que podría volver a ver. Y vino a la puerta tarde, los
hombres ya habían pasado a la ciudad, algunos turistas en
aquellos días. ¿Qué podría él hacer? No recibiría dinero, ¿y
12 Rev. William Marrion Branham
cómo él podría comer? Escuchó, no oyó a nadie pasar. Se
sentó en su sitio, al lado de la puerta, tocó, palpó, hasta que
encontró una piedra que se había caído, cuando Dios había
removido las murallas de Jericó se había desprendido. Siendo
una mañana fría, se sentó para recibir los rayos del sol, y allí
estaba sentado. Comenzó a pensar en todos los sueños que
había tenido la noche anterior, ¡oh qué sueños tan preciosos!
Había soñado que volvería a ver. Bajó su cabeza, comenzó a
pensar de años pasados cuando era un joven, y a todos nosotros
nos gusta pensar cuando éramos jóvenes y en aquellos tiempos
y ver lo que éramos cuando jóvenes. Se puso a pensar cuando
era un jovencito y corría por las colinas, un jovencito de 7 u 8
años de edad, cómo le gustaba recoger las florecitas amarillas
del campo y todas las flores aparecidas de las montañas, de
todos los colores que él veía en aquellas flores, y cómo sus
ojos negros miraban aquellas flores, y cuando miraba el cielo
precioso, las nubes blancas. Pero ahora, estaba todo oscuro, por
muchos, muchos años.
Se acordó entonces la alegría que él recibía cuando su
mamá judía le llamaba a su desayuno o a su comida, y después
él lo comía, lo tomaba en los brazos, salía al balcón, y lo movía
en un sillón, lo mecía, para el descanso del mediodía. Y le
peinaba su pelo negro, le daba en el rostro, y cómo sus ojos
veían el rostro precioso de su querida mamá. ¡Oh, cómo él se
acordaba de todas estas cosas! Él se acordaba también que ella
le contaba a él historias bíblicas, eso es muy bueno para las
mamás: contarles a sus niños esas historias; levanten sus hijos
en los caminos que deben ser, y cuando ellos sean grandes, no
se apartarán de los caminos del Señor, eso lo dice la Biblia.
Ella le decía al niño, le decía: “Jehová es poderoso.”
Había una historia que a él le gustaba especialmente, era de
la historia acerca de los días del profeta Elías, a él le gustaba
pensar sobre aquel poderoso profeta y de la mujer sunamita,
cómo esta mujer era una mujer buena, aunque era sunamita. Ella
La Revelación Que Me Fue Dada 49
una nación incrédula llamada Sodoma, muy pecadora, pero allí
había algunos creyentes, la Iglesia natural y su pueblo. Abraham
representa la Iglesia espiritual, se había separado él mismo de los
incrédulos y de los pretendientes, un cuadro precioso de la Iglesia
hoy, la Iglesia hoy significa “sacado fuera, elegidos, sacados
fuera.” Viene el tiempo para el fin, tres hombres vinieron a
encontrase con Abraham, dos eran Ángeles, pero parecían peores,
vestidos igual, con polvo en sus pies, y Abraham los invitó a que
se sentaran bajo el árbol, les lavó los pies, les trajo pan, entonces
sigan. Abraham estaba esperando algo, y ahora también la Iglesia
tiene que estar esperando los milagros, esperando algo. El veía
que el tiempo estaba acercándose, como Noé mirando, cuando
Enoc fue a **Noé sabía que el tiempo estaba cerca.
Y cuando Abraham se sentó, fue a la tienda, y le dijo a Sara:
“Prepara alimento...” sí, en el fondo. Y fue y tomó un becerrito, y
lo mató, y vino, trajo la carne, el pan y la leche y los puso delante
de los hombres y ellos comieron. ¿Pueden ustedes imaginarse?
¡Uno de ellos era Dios! Quizás ustedes no estén de acuerdo, yo
quiero preguntarles: ¿No lo llamó Abraham “Elohim”? Ése es
el único Nombre para el Dios Todopoderoso. Alguien me dijo
no hace mucho, cuando yo estaba hablando de esto: “Hermano
Branham, ¿usted cree que aquel era Dios?” “Sí, señor,” le dije, la
Biblia lo dice. ¿Cómo podía Dios venir en ese cuerpo? El cuerpo
humano está hecho de 16 elementos de la tierra: el petróleo, de
la luz cósmica, **y así. Dios, El Creador, sopla, llama a Gabriel,
toma una parte y dice: “Métete en este cuerpo.” Y sopla. Y toma
otra parte: “Ven acá, Miguel,” y se llena la mano y sopla, y viene
y se incorpora, es un Creador, Dios puede hacer cualquier cosa.
Mi esposa me dijo el oreo día: “Billy...” yo me había
recortado hace poco y el barbero me puso… me dijo: “Billy, estás
casi calvo,” yo le dije: “Yo no he perdido ni uno,” y me dijo:
“¿Dónde están? Dime tú dónde estaban antes de Dios tenerlos?”
No había nada, petróleo y luz cósmica, y entonces vinieron, ¿y
dónde estaban estos cabellos antes que Dios me los dio? Allí
estaban, esperando por mí. Jesús dijo que los cabellos estaban
48 Rev. William Marrion Branham
“Tome el paño, exprima el agua, y cuando yo principie a orar,
que diga: ‘Padre nuestro que estás en los Cielos,’ pásele el paño
por su rostro; no deje que la mano se aparte del cuerpo, del rostro.
Cuando yo vaya por la mitad de la oración y yo diga: ‘Dános hoy
nuestro pan cotidiano,’ deje que baje el paño hasta por la mitad
del cuerpecito. Cuando yo diga: ‘Amén’, deje que baje hasta los
pies su mano.
Y principiamos. Así yo había visto en la visión, y así
comenzó ella con el paño húmedo bajando, y cuando dije “Amén,”
que ella quitó la mano del cuerpo, dije: “Padre, Dios nuestro,
que me encontraste en aquella cabaña, mandó a Tu Ángel para
declarar esto, yo hablo ahora a esta niña: Que la niña viva.” Y
la niñita se levantó y cayó al piso, la tome por la mano con los
doctores que estaban también, caminamos afuera de la casa, a la
fuente de soga, y ella se tomó allí una leche**.
Tres noches más tarde alquilaron un auditorio de 19.000
personas, se llenó, 7000 personas, y desde entonces siguió el
ministerio, libros se pueden escribir. Yo solamente quiero decir
esto: mis compañeros ministros, ciudadanos del Reino de los
Cielos, colaboradores conmigo en Cristo, yo quiero hablarles a
ustedes como creyentes y pastores del rebaño. Si yo dijera algo
que impresionara en usted, que causara que usted pudiera creer
que esto es algo para levantarme a mí mismo, perdóneme, no, si
lo hice no fue la intención; estamos en el último tiempo, Jesús ha
prometido estas cosas para este tiempo.
Ahora, déjenme señalarle una Escritura a ustedes, yo
he estudiado esta Escritura, y hay muchos sitios que yo podría
referirme. Sabemos que Jesús dijo: “Todas las Escrituras tendrán
su cumplimiento.” Y eso es verdad. Ninguna faltará. “El Cielo y
la Tierra pasarán, pero mi Palabra no pasará.” Y oigan esto bien
en Lucas: “Como fue en los días de Sodoma, así también será a la
Venida de Cristo.”
Ahora veamos bien de cerca el regreso del Señor. Habrán,
hay siempre tres clases de personas en la Tierra: creyentes, que
creen que saben, e incrédulos. Como en los días de Sodoma, había
El Ciego Bartimeo 13
sabía que aquel profeta era un hombre de Dios, y a él le hacía
cosas muy buenas siempre. Un día, venía su esposo e hizo que
él le hiciese un cuarto para que cada vez que él pasara por allí,
se quedara a descansar en aquel cuarto, que lo hizo adyacente
de su casa. Y una vez cuando él y su sirviente vinieron un día y
vieron cómo tan bondadosamente que ella los trataba, él pensó
hacer algo bueno por aquella mujer.
Encontró que ella no tenía hijos, y como madre, la
madre, a medida que peinaba sus cabellos a Bartimeo, y le decía:
“Bartimeo, toda madre, toda madre desea tener un hijito como
tú.” El profeta pensó que ése sería el mejor regalo que podía
dársele a esta buena señora, porque ella le había enseñado del
Señor. Oró por la mujer, y ella tuvo un niño. Cuando ese niño
tuvo 12 años de edad, un día ese niño estaba con su papá en el
campo, y parece que fue azotado por un ataque de sol, y empezó
a gritar: “¡Mi cabeza, mi cabeza!” Y el sirviente lo llevó hasta
su madre, lo tomó en la falda, y continuó más grave y más
grave; y dejó de respirar, murió. Y vean lo que esta madre hizo:
ella no lo puso en la cama del niño ni tampoco lo puso en su
propia cama, sino que ella fue y lo acostó en la cama del cuarto
del profeta. Y ese es un buen sitio para ponerlo. Y ella dijo a su
esposo, todos estaban llorando, y ella le dijo: “**ensilladme
una mula, y caminad en ella, viajad en ella, no se detengan
para nada; porque yo voy hasta la montaña, a una cueva donde
este profeta vive.” Y su esposo le dijo: “Pero no te hará ningún
bien.” Pero ella dijo: “No importa, no hay problema; todo está
bien.” Y allá se fue para buscar al hombre de Dios, al único
que podía pronunciar la bendición, podía decir una profecía, y
podía decir la hora y el momento que aquel niño había nacido,
si Dios puede dar un hijo, Dios también puede decir por qué se
llevó le hijo. ¡Amén!
Entonces, viene directamente a donde está el profeta.
Y el profeta la vio, y él pudo ver de lejos, ver su... Dios no
siempre le dice todas las cosas a Su profeta, Él sólo le dice
14 Rev. William Marrion Branham
las cosas que él debe saber. Dios no le dijo a Elías que el niño
estaba muerto, esto fue lo que le dijo: “Aquí viene la sunamita,
y viene con una carga; y Dios me ha ocultado el secreto.” Y le
dijo a ella: “¿Está todo bien? ¿contigo, con tu esposo, y con tu
hijo?” Y ella enseguida dijo: “¡Todo está perfectamente bien!”
Su hijo era un cadáver, y su esposo estaba frenético,
llorando, su corazón destruido; pero para esta mujer ¡todo está
bien! ¿Por qué? Porque está en la presencia del representante
de Dios, y ella sabe que algo va a suceder. ¡Me gusta esto!
Se arrodilló a sus pies y comenzó a decirle. Le dijo él a su
sirviente: “Toma mi vara, y deja al niño; si alguien te detiene,
no te detengas para nada, hasta que llegues.” Ese es el mensaje,
y este es el mensaje de los ministros de hoy: no se detengan
ante nada social ni ninguna otra cosa, no vayan a hacerlo, ¡el
mensaje es urgente! El pueblo está muerto en sus delitos y
pecados, no tenemos tiempo para estar argumentando con**,
metodistas, bautistas, católicos, eso no tiene que hacerles oír,
lo importante es que llevemos el mensaje adonde tenemos que
llevarlo.
Ahora, por eso fue que San Pablo principió a dar
pañuelos a la gente, unidos, ¿por qué? porque lo que San
Pablo era un fundamentalista. Ahora bien, Elías sabía que
Dios estaba en él, y todo lo que él tocara era bendecido. Él
podía proferir que aquella mujer creyera como él creía, pero
la mujer, la pena de aquella mujer no estaba en la vara, sino
que estaba en el profeta. La vara puede obrar cuando el profeta
no estuviera presente, pero allí para ella lo que quería era el
profeta que estaba presente. Y ella dijo entonces: “Así como
nuestro Dios, tu Dios vive, y tu alma nunca verá muerte, no
te dejaré.” ¡Me gusta también eso! ** en su convicción, firme.
Nosotros tenemos entre nosotros los representantes de Dios
en la Tierra, el Espíritu Santo. Cuando Dios da una promesa
vamos a estar asidos del Espíritu de Dios hasta que todo se
cargue, **, agarre la Palabra de Dios hasta que lo que Él ha
La Revelación Que Me Fue Dada 47
ministros, gracias a Dios, porque hay muchos que pueden ver que
el Espíritu... ¡benditos sus ojos que ven! porque pueden ver y oír
las cosas porque es Dios el que el que está haciendo las cosas.
Dice Él que “ningún hombre puede venir a Mí a menos que Mi
Padre no lo traiga. Mis ovejas oyen Mi Voz; a los extraños no
pueden seguir.”
Más tarde, voy a avanzar, entonces sentí... fui enviado
para orar por los enfermos. Sí, sí señor, voy a darle las otras cosas
más después... Más tarde, a dos días después yo fui llamado a
un enfermo en St. Louis, Missouri, yo no tenía un chaquetón, un
sobretodo para ponérmelo, yo fui a un señor que tenía una niñita
enferma con cáncer... St. Louis es la ciudad de la asociación
médica, y había esta niña estado bajo tratamiento de muchos
médicos, era una hija de un ministro muy famoso. Cómo él
supo de esto, yo todavía no lo sé. Yo fui a orar, la niñita parecía
como un animal, se arañaba y en fin... se mordía su lengua,
todos temblando, y yo fui y entré, y me hinqué allí con muchos
cristianos, oramos, y dijo el Espíritu Santo: “Espera aquí, hasta
que te ordene...” ¡Aleluya!! “Espera aquí, hasta que te ordene.” Y
les pedí que tuvieran reverencia, le dije al ministro, mejor dicho
al reverendo, que fueramos a su iglesia, guiados por su iglesia,
oramos. Volvimos a la casa, pasó todo el día, toda la noche, el
otro día yo estaba esperando, y yo estaba en su carro y mientas
yo miraba por el bonete del automóvil vi una visión que venía,
y yo esperaba que me dijera algo; después de que vino la visión,
me salí del automóvil, fui a la casa, y le dije al ministro: “Señor,
esto ha dicho el Señor: Traiga a su padre.” Y fuimos a la cama, y
le dije a la señora a la esposa del ministro: “Hace dos días estaba
usted en la ciudad, tenía una vasija blanca (un embase) que nunca
tenía agua, estaba ahora en el cantry debajo del lavado.” Me dijo:
“De verdad.” “Vaya y búsquelo, ponga agua, búsquese un paño
blanco, tráigalo aquí. No pregunta por nada, hágalo como le he
dicho.” Le dije a los ministros que se quedaran conmigo allí,
a los pies de la cama, los ministros a la derecha, el padre a la
izquierda, la madre al lado de la niña, ya estaba casi para morir.
46 Rev. William Marrion Branham
y aquí yo estoy, que Dios no vuelva a darme más esas visiones.”
Inmediatamente caminó hacia el frente donde yo estaba, me dijo
que me pusiera de pie, y me puse de pie, y me dijo: “¿No conoces
las Escrituras?”
–“Si los ministros no están de acuerdo con esto, y si fuera
esto de Dios, ¿por qué ellos también no lo tendrían?” Entonces
me dijo:
–“Este es el día para esto, esta es la hora.”
–“¿Y por qué los poderes diabólicos, del espiritualismo lo
notaron?” Entonces me dijo:
–“En los días de nuestro Señor (sabía yo que no era el
Señor porque decía ‘de nuestro Señor,’ Él tenía a mi Señor como
su Señor, Él era un Ángel, un mensajero)... En los días de nuestro
Señor, cuando los ministros y los sacerdotes estaban en el templo
argumentando qué clase de vestimenta llevarían, en el momento
los astrónomos venían de camino para adorar al Señor Jesús. Lo
conocían, y el clérigo, o sea, el sacerdote no lo conocía; dijo que
Él había sido de parte del diablo. Los diablos, que dijeron: “Te
conocemos quién eres, el Santo que has venido, el Ungido de
Dios.” Sin embargo los sacerdotes decían: “Eres del diablo.” El
diablo decía: “Él es el Hijo de Dios,” los ministros decían: “Él
es el diablo.” ¡Aleluya!! Entonces el miedo se me principió a
quitar. Pablo y Silas cuando estaban en un sitio predicando, el
sacerdote dijo: “Estos hombres están alborotando el mundo; no
sirven.” Pero un adivino dijo: “Estos son hombres de Dios, que
nos alumbran el camino de la vida.” ¿Quién estaba entonces en
bien?
Así pasa en una gran cosa... hay una gran cosa en el
mundo de hoy, y esa es la verdad. Y entonces el libro parece
un libro nuevo para mí, y yo puedo verlo hoy, que hay tanta
intelectualidad, denominacionales y otros más, por aquí un
grupo, pasamos de alto en alto por esa gran vida espiritual; los
espiritualistas o posesionados del demonio, ellos que están en
contacto con lo espiritual, muchas veces pueden ver antes que
el intelectual acá puede verlo, porque... no hablo de ustedes
El Ciego Bartimeo 15
prometido lo cumpla.“No te soltaré...” Elías sabía que la única
manera que podía librarse de ella era irse con ella. Se... puso,
se cerró, fue a la casa, y entonces encontró al sirviente que se
alejaba: no había vida en el niño. Y Elías fue a su casa, cerró
la puerta, entró al cuarto del niño muerto, dejó afuera a todos
los incrédulos, entró y se principió a ir por todo el cuarto, a
caminar, hasta que el Espíritu vino a él, y tan pronto se tiró
sobre él, adonde estaba el niño muerto, el niño destornudó siete
veces, y se secó con la camisa...¡Oh, aleluya, amén!
¡Oh cómo a Bartimeo le gustaba esa historia que le
contaba su madre! Y pensó: “Si yo pudiera vivir en aquellos
días de aquel profeta, yo hubiera ido a buscar aquel profeta para
que me haga ver por estos ojos, él ungir los míos.”Entonces
oyó algo que venía, los pasos de una mula, y alguien corriendo
delante de ella. Cogió su sobretodo, se lo puso, y salió afuera y
gritó: “¡Ten misericordia! ¡Denme un dinero, hoy nadie me ha
dado nadie, tengo una muchachita en la casa muerta de hambre,
una esposa muerta de hambre, por favor, dénme dinero!”
De momento se oyó una voz: “Quítate del camino (le
decían al limosnero) no tengo tiempo para ningún limosnero
que esté ciego, hoy; yo soy un siervo del Señor, yo soy de la
asociación ministerial de Jerusalén; quítate de aquí. Entiendo
que hay un profeta fanático de Galilea, y me han dicho que va
a entrar en esta ciudad, y la asociación de ministerios de Jericó
me han llamado porque vamos a tener una reunión hoy, ¡y en
esa reunión vamos a tratar y vamos a impedir que él venga a
hacer sanidades aquí! **Tú, ¡quítate de aquí, que tengo que
marchar por ahí..!” Y ahí siguió el jefe.
El pobre Bartimeo el ciego volvió y se sentó en su
piedra, ya el sol había cambiado y había sombra, volvió a
moverse a buscar el sol. Encontró otra piedra, se sentó en ella,
comenzó pensando en sus sueños, pensó profundamente que ese
profeta Elías y Eliseo pasaron también por este mismo camino,
**caminaban por ahí, y con su vara hirió las aguas y con el
16 Rev. William Marrion Branham
manto hirió las aguas y pasó, y volvió a herir las aguas y pasó
en el regreso, y el Jordán se abrió. Pensando en eso, pasaron
como a 100 yardas de aquí ** y si tan sólo yo hubiera vivido
en ese tiempo, hubiese corrido allí y hubiera dicho: “Profeta
mayor, ora por mí,” y ellos hubiesen orado por mí y estos ojos
llenos de frío, hubieran sido abiertos.
Ahora, a lo último, el sacerdote dijo que los días de
milagros se han terminado, ya no han más sanidades, no hay
más profetas, los días de milagros han pasado ya. Se acordó que
su madre le había dicho a 500 yardas de donde estaba sentado,
en el camino de Josué por el poder de Dios había abierto el
Jordán y entró con su pueblo a la tierra prometida, ¿qué pasó
con ese Dios tan grande de entonces? Se acordó también de la
historia de Josué dándole siete vueltas a las murallas de Jericó.
Una tarde, vio a un hombre de pie, y tenía Su espada y venía
a encontrarse con Josué: el Gran Guerrero. Sacó su espada y
gritó: “¿Estás con los nuestros o los contrarios?” Y el Hombre
aquel le dijo: “No, yo soy el capitán de las Huestes de Jehová,
del Dios de la Gloria.” Josué tiró la espada, se quitó el sombrero,
tiró todos sus yelmos, su escudo, y adoró literalmente. Aquel
mismo Capitán no estaba a 100 yardas de él, porque ahora
venía:** Ese mismo Capitán de las Huestes del Señor de
entonces, está aquí esta noche, el mismo.
Se oyó un ruido, y se oyó gritos, unos decían una cosa
y otros decían otra cosa. Y oyó alguien que dijo: “¡Hosanna
al Rey!” Y otros decían: “¡Echen fuera ese fanático que viene
ahí, quitadlo, sacadlo de nuestra ciudad!” Y aquel pobre ciego
Bartimeo no sabía porque toda esa conmoción. Y entonces
se oyó una voz que dijo: “Tú que levantas a los muertos, tú,
que dices que levantaste al hombre llamado Lázaro, he aquí
que tenemos un cementerio lleno de cadáveres, de muertos;
levántalos a todos ellos.”
Los críticos siempre han estado y están en todos los
tiempos. Pero frente a la multitud, cuando un hombre ** con
La Revelación Que Me Fue Dada 45
había visto antes, pero era Su Voz, era una voz profunda. Me dijo:
“No tengas miedo; he sido enviado de parte de Dios, ¡aleluya!
para decirte a ti que tu nacimiento peculiar y especial y tu vida
nadie la ha entendido; tus compañeros ministros, tu padre y tu
madre no te entienden.” Mis amigas, mis amigos, no entienden
ahora y yo tampoco lo entiendo todavía; no puedo rehuírlo; no
quiero ser diferente, quiero ser igual como los demás. Pero usted
no puede ser nada más que lo que Dios quiere que usted sea; Él
es el alfarero, nosotros el barro. Y yo lo escuché, y esto fue todo
para indicarme: “Eres nacido para orar por los enfermos,” ¿pero
qué sabía yo de qué orar por enfermos, si yo era un pastor bautista
de una localidad?
Volví a mirarle, y era muy bondadoso. Y entonces como
que el miedo comenzó a irse, y dije: “Señor, no tengo educación,
yo no podré realizar las cosas que Tú me has dicho.” Porque había
dicho que yo caminaría por todo el mundo, orando por reyes y
potentados y monarcas, ¿como yo podría hacer esa obra? Cuando
yo tenía apenas una educación elemental, todavía yo no había
recibido el Espíritu Santo, era un pastor local, esto era para mí
todo extraño, yo no sabía nada aún de esto. Volví a mirarlo para
hablarle, le dije: “Señor, no podré realizar nunca eso.”
–“Como Moisés fue enviado para probar al pueblo con
los dones de que había sido enviado de Dios, también tú eres
enviado.” Dije:
–“Yo no podré ir.
–“Moisés tenía una señal en su mano, tu toma tu mano,
ponla en la gente, en las personas, nunca pienses lo que vas a
decir. Si te mantienes en mucha reverencia, humilde (por eso
yo no quiero nada grande ni dinero), vendrá, y sucederá que tú
entonces tendrás el poder de conocer los secretos de las personas.
Si no creen la primera señal, ellos creerán la segunda señal, y
sucederá, si eres sincero, que ira creciendo tu ministerio.”
Para mí fue todo extraño, y dije: “Señor, aquí estoy, porque
cuando yo voy por entre mis hermanos, yo estoy viendo esas
visiones. Y mis hermanos ministros me dicen que es del diablo,
44 Rev. William Marrion Branham
tomar. de atormentar mi vida. y yo soy ministro, el pastor de este
tabernáculo, y ahora yo veo que el diablo me persigue, yo tengo
que de alguna manera deshacerme de él. No predicaré más, y no
voy más al púlpito, hasta que yo me deshaga de esto.”
Fui a una cabaña pequeña en el desierto, allí me mantuve
orando toda la tarde, leyendo esta misma Biblia. Cuando
oscureció... muchas veces voy allí y oro por días enteros... y me
fui de rodillas, no pude leer más porque la cabaña estaba adentro
en la montaña. Cuando yo oré, oré por mucho tiempo, hasta las
2:00 de la madrugada, y me senté en una silla, algo así, yo tenía
mi cabeza hacia abajo, y algo extraño vino a mí, y las lágrimas
corrían por mi... levanté mi manos y dije: “Señor, no dejes que
esto me suceda más, yo te amo, Jesús es mi Salvador, yo lo amo
a Él, no dejes que nada malo me vaya atormentar, se vaya a
posesionar, ¿cómo puedo yo quitar esto? Es Tu poder lo único
que puede ausentarlo, yo no quiero nada que ver con esto, yo
amo a Jesús, y a Él quiero servir.” Y entonces, una Luz vino al
piso, y yo vi la Luz y la Luz comenzó a regarse, ¡aleluya!! y miré
hacia arriba y allí estaba la Luz dando vueltas, como éste tamaño,
como “yellow”, como amarrillo y verde, y reflejaba el piso; y
se iba enanchando. Oí alguien que entró, caminaba, venía de un
lado, por el lado derecho, y era un hombre, caminando; tenía un
vestido blanco, de descanso, oscura su comprensión o su tez, el
pelo largo, alto, con brazos fuertes doblados en ésta forma, y me
caminó hacia donde yo estaba. Y yo tenía mucho miedo, estaba
mordiendo mis dedos y mis manos, yo creí que estaba dormido.
Quizás algunos se ríen de esto, pero yo quisiera que alguno de
ustedes estuviera, se encontrara en ese sitio, usted se sentiría
igual como yo me sentía. Y eso no era visión. Yo sé lo que una
visión es, esto no es una visión.
El hombre estaba allí como yo estoy aquí, y me estaba
mirando, y yo huía, y desesperadamente me mordía mis manos,
mirándolo, y entonces él me miró y me dijo: “No tengas miedo.”
¡Aleluya!!Tan pronto él dijo eso, yo supe que era aquella misma
Voz que me venía hablando desde que yo era chiquito. Nunca lo
El Ciego Bartimeo 17
su rostro puesto sobre Jerusalén, porque para allá hay que
mirar, para morir por los pecados del mundo, de los hombres,
y sobre Él estaba la carga del pecado de todos los hombres; Él
no estaba oyendo aquellos clamores, y le estaban tirando hasta
con fruta podrida seguro, y burlándose de Él: “Déjanos ver que
sanes a alguien,” decían otros. Y Bartimeo el ciego reconoció
la voz de aquel mismo sacerdote que le había estado hablando
antes a él. Entonces él pensó que sabía lo que estaría pasando,
y comenzó a clamar: “¡¿Qué es lo que sucede?!” Y alguien le
dijo: “¡Cállate, quítate del medio! “Y lo empujaron, y el pobre
ciego se cayó, y volvió y dijo: “¡Alguien debe decirme, ¿por
qué es todo este clamor?” Después de un momento, una señora
se acercó a él, y le dice: “Pobre hombre, ¿que es lo que tú
quieres?” “Madame, yo quisiera saber porqué es que hay tanto
alboroto, tanto ruido?” Y ella le dijo: “Oye, mira, ¿no entiendes
que Jesús de Nazaret, el profeta de Galilea, está pasando por
aquí ahora mismo?” “No (dijo él), nunca había oído de él” “Oh,
mira, ¿es usted israelita, no conoce las Escrituras? Yo soy una
seguidora de Jesús de Nazaret.”
Entonces le dijo él: “¿Y todos los que le siguen a Él
son tan bondadosos y cariñosos como usted?” “Sí (le dijo),
yo creo que sí,” le mostró cortesía bondad. Y entonces él dijo:
“¿Y qué acerca de este profeta?” “¿No sabe que Moisés había
profetizado que de entre nuestros hermanos Dios levantaría un
profeta? ¿entiendes tú eso?” Entonces dice él: “¿Ése es Él?¿el
Hijo de David?” “Sí,” le dijo la señora. “¿Y cómo podría yo
saberlo?” Entonces ella dice: “Espérate un momentito...”
Esto me viene aquí en un desayuno, aquí en la ciudad
están dando un desayuno, ¿y se acuerda de aquel colector de
contribuciones que se llamaba Zaqueo?” “Sí,” le dice él. Se
subió en un árbolcito moro, y se cubrió de hojas para esconderse,
y entonces allá escondido dijo: “Si él es profeta, aquí, ni un
profeta me halla aquí.” Y allá arriba en el árbol estaba escondido.
Y Jesús venía por el camino y pasó, y se paró debajo el árbol,
18 Rev. William Marrion Branham
y miró hacia arriba, y Jesús le dice: “¡Zaqueo, baja del árbol!”
“¡Oh, entonces éste es un profeta, ¡yo sabía que era profeta!”
Entonces dice él: “¿Dónde está Él ahora?” Le dice: “Por ahí
viene, por el camino.” Entonces dice él: “¿Cree usted que me
podrá oír?” Entonces ella le dijo: “Sólo ora a Dios.” Y comenzó
a llorar y a gritar: “¡Tú, Hijo de David, ten misericordia de mí!”
Está persona tan insignificante, vestido de harapos, pobre, ciego,
pero que lloraba, oraba:“¡¡¡Oh Hijo de David, ten misericordia
de mí!!!” Jesús no podía oír su clamor porque estaba a 200
yardas de distancia, y también el pueblo hacía mucho ruido y
Él no estaba escuchando porque se estaban burlando de Él. Lo
único que había en Su mente era Jerusalén. Pero el rostro de
aquel pobre, de aquel pordiosero ciego lo detuvo, lo paró, y
lo hizo que se tornara, y preguntó: “¿Qué sucede?” Y le dijo:
“¿Por qué hablas así? ¿qué está sucediendo?”Acá, el pordiosero
insignificante detuvo a Jesús, en el mismo camino hacia
Jerusalén; su fe puede hacer lo mismo esta noche allí donde
usted está.
Y comenzó a mirar y dijo: “Traédmelo aquí, ¿qué le está
pasando?”¡Dios ha provisto un Cordero para los ojos ciegos
de Bartimeo! Este mismo Cordero ha sido provisto esta noche
para todos los que están aquí esta noche, por todas partes, Él
está pasando por aquí porque tu fe hace que lo detengas para
que entre a tu corazón. ¡¡Oh Hijo de David, ten misericordia
de mí! ** Ten misericordia de mí** Él hace aquí lo mismo que
hizo allá, porque Él es el Cordero que ha sido provisto por Dios
para todas tus necesidades ahora mismo...
Vamos todos a inclinar nuestros rostros, todos en todas
partes, y en silencio oren, oremos:
Mis amigos, sabiendo esto, que dentro de unos minutos
vamos a salir de aquí, no nos volveremos a ver, algunos de
ustedes hasta que nos encontremos en los Pies de Jesucristo.
Yo quiero pedirles a ustedes algo de lo más profundo de su
corazón, ustedes, que no conocen a este Cristo Glorioso como
La Revelación Que Me Fue Dada 43
las cosas aquí, Dios la ve clara en los Cielos.” Le dije:
–“Yo no sé nada de eso, señora.”
–“Cuando Dios da un don a alguien, lo declara primero
allá en Gloria.”
Tampoco le dije que no sabía nada de eso. Me dijo:
“Pero usted nació con una señal, ¿y qué diría usted si yo
le dijera ahora mismo cómo y cuándo usted nació? ¿Creería usted
entonces lo que yo le estoy diciendo?” Le dije:
–“Señora, usted no podrá nunca leer mi mente; no lo
creeré.” Me dijo:
–“Naciste en abril 06, en 1909, a las 5:00 de la mañana.”
Algo dijo ella que algo se cruzó, que las estrellas se cruzan.
–“Yo no sé nada de esa condición ni tengo interés.”
–“Quizás usted pasará por alto, pero si usted respeta lo
que ha recibido, usted moverá al mundo.” Le dije:
–“Dígale a este joven marino cuándo él nació.” Me dice:
– “A él no puedo.”
Ya yo estaba llegando al sitio donde iba a ir, estaba mi
condición… mi rostro enrojecido, con miedo, y tembloroso,
estaba loco por salirme de aquella guagua.
Más tarde, cuando vine al ministerio, entonces las
visiones eran más que nunca antes. Mis hermanos bautistas me
dijeron, cuando nos reuníamos en conferencias así y a ellos yo
les explicaba eso, me decían: “Billy, no le oigas a eso, eso es del
diablo, es el diablo que te está queriendo engañar.” Entonces me
daba más miedo a mí, yo tenía temor, yo no quiero tener nada
con el diablo. Una noche o un atardecer venía yo del trabajo, y
mientras entraba por la casa me quitaba el revólver y la correa
para lavarme mis manos para ir al almuerzo, iba yo a Pineville,
para la Conservación porque ese era el trabajo, ya estaba el
almuerzo y mientras subía a la casa aquí de momento apareció.
Le dije a mi esposa:“Vé y llama al oficial, y dígale que yo no
voy a trabajar esta tarde porque no sé si volveré a trabajar.” Le
dije: “Querida, no puedo seguir esta vida ya, me siento esclavo.
Si los ministros están... tienen razón. el diablo me está tratando de
42 Rev. William Marrion Branham
y los hacía que se apartaran de mí; porque no era yo, yo hubiera
participado, era Dios que no quería, el que me había dado el...y
que tenía que cumplirse aquella señal. Un día quise quitarme mi
propia vida, y no disparó el revólver, entonces tiré hacia arriba
y disparó. Fue Dios el que me guardó, cuidando aquel don que
me había dado. Como Moisés, él no pudo esconderse de Dios,
¡aleluya! Dios siempre lo encontraba. A dondequiera que usted
vaya, Dios lo encontrará.
Esta mujer... “¿Qué quiere usted?” Me dijo: “Señor, ¿sabe
usted que nació con una señal?”Inmediatamente eso me dio
miedo.
–“Yo no quiero saber nada de eso ni estoy interesado en
saber nada de eso.”
–“¿No le ha hablado usted a los predicadores?”
–“No tengo ninguna comunión con los predicadores; ni
voy dondequiera que están, donde están ellos. No quiero herir sus
sentimientos, pero tampoco quiero oír nada de lo que usted me
tiene que decir.” Me dijo:
–“Señor, no es usted un caballero”
Volví y me dirigí a ella: “¿Cómo sabe usted eso?”
–“Cuando usted subió a la guagua, lo vi; yo trabajo en la
Casablanca, y voy ahora para Chicago a ver a mi hijo, quien es un
ministro. ¿No sabe usted que cuando Dios realiza algo, va hacer
algo, lo declara primeramente en los Cielos antes de declararse en
la Tierra?” Yo le dije: “Yo no quiero saber... no sé nada de eso.”
Y volví otra vez a darle la espalda. Me sentía muy mal haciendo
eso, porque había mucha gente en aquel bosque, y yo siendo un
oficial, yo creo que eso no era de caballero actuar así. Y volvió y
siguió llamándome, volví otra vez a dirigirme a ella:
–“¿Qué tiene que ver eso conmigo?” le dije.
–“Cuando Jesucristo nació, o antes de nacer, sabios,
hombres entendidos vinieron del Oriente, (y dijo) ¿qué es un
hombre sabio?” Le dije:
–“Yo no tengo... no sé nada de eso.” Y me dijo:
–“Astrónomos, que vigilan los tiempos; y antes de suceder
El Ciego Bartimeo 19
su Salvador personal, que no lo conocen todavía, que Él es el
Cordero de Dios que ha sido provisto para usted. Y así con su
cabeza inclinada, promete usted decir esto: “Hermano Branham,
ore por mí, yo creo que Dios me va a oír** yo voy a levantar
mis manos en esta noche y voy a decir: ¡Hijo de David, ten
misericordia de mí!” Levanta tu mano si lo crees, con tu cabeza
inclinada, con toda esta audiencia, todos los que quieren**
Dios les bendiga, mantenga su mano arriba**ustedes quieren
sus ojos abiertos, sus ojos espirituales, Dios les bendiga, Dios
los bendiga.
Ahora vamos a orar:
¡Oh Señor, así como en Jericó Bartimeo en aquellos días
que pasaron, oh bondadoso Salvador no pases de largo, oye mi
clamor** no pases de mí, Tú eres la fuente de todo mi**Tú
eres más que vida para mí** ¡¡Oh Jesús...**...yo espero que el
Espíritu Santo venga ahora mismo y se mueva en sus corazones
y los llene con poder, poder de fe, y que puedan detenerte a Ti,
mientras estén caminando por esta vida. Recíbelos en Tu Reino,
Señor, está escrito en Tu Palabra y Tu Palabra es la verdad.
Aquel que oye Mi Palabra y cree en Mí y acepta al que me ha
enviado tiene Vida eterna**
**...yo sólo salgo de mi cuarto a la línea de oración,
cuando yo hablo así es bajo una unción diferente, el mismo
Espíritu, pero cuando usted está predicando usted está recibiendo
por el Espíritu Santo. Cuando usted está en este ministerio usted
está hablando, está dando y se le va las fuerzas** que no hará
conmigo que soy un pecador salvado con la gracia de Cristo.
Esa señora, ¿usted cree que yo soy el siervo de Dios?
Si Dios conoce su corazón como lo conoce, y usted se da
cuenta que algo está pasando entre usted y mi persona, hay
una Luz, para mí es el mismo Espíritu Santo que estaba con los
hijos de Israel en el desierto; Él es el mismo que después de
Su resurrección salió a vida y salió a San Pablo en el camino
a Damasco** Es el mismo Jesús que estuvo junto a la mujer
20 Rev. William Marrion Branham
en el pozo de Samaria. Si ése mismo Jesús me dice a mí que
hay en tu corazón y para qué estás aquí** de lo cual yo no sé,
¿promete**? Algo tiene que suceder ahora, estás sufriendo con
una nerviosidad, también tiene diabetes, así dice el Señor, para
que la audiencia sepa levante su mano: Usted cree que el Dios
que conoce a usted**
Silencio, por favor, sólo crea, la unción está aquí
también. ¡¡Aleluya. Aleluya!!
Aquí hay un hombre de pie, tiene un problema en su
espalda, ¿usted cree? Usted está venciendo en Dios....** La
gloria de Dios pasó allí** Usted va a ser sanado, ¡gloria a Dios!
Mueva la mano, ¡¡aleluya!!
Quiero preguntarle a la audiencia que tocaron ellos para
que yo los vea, al que tocaron fue a Cristo por la fe** ¡Amén!
Esta señora, yo no la conozco, pero Dios la conoce, si
es así levante la mano. Y Dios me revelará a mí los secretos del
corazón suyo, porque es lo que usted desea o algo**¿promete
usted creer en este Hijo de Dios? La señora est sufriendo con
una condición nerviosa que le afecta, no puede dormir, ¿es así?
Levante la mano. No descansa, se levanta a la noche, ustedes
están pensando que yo adiviné eso**la mujer tiene a alguien en
su corazón, porque ella está orando, si Dios me revela eso a mí,
¿usted cree además que yo soy profeta de Él?** Podrá el Señor
decirme a mí lo que esta sucediendo? ¿Usted cree?** Él no está
aquí. Él vive en otra isla: República Dominicana...**
Reverencia, por favor todos, silencio,
hermanos, Cristo está aquí.
La señora aquí sentada es católica...***
“EL CIEGO BARTIMEO.”
La Revelación Que Me Fue Dada 41
antes. Aquel periodista que estaba allí fue a la prensa asociada,
y se propagó la noticia de lo que sucedió aquel día por todo el
Canadá; tengo todavía los clichés de aquella fotografía, decía:
“Una luz mística apareció sobre un ministro local, bautista, de la
localidad.”
Cuando esas visiones comenzaron a aparecer, yo me
parece haber visto mil, diez mil, cientos de diez miles, y nunca ha
sido algo raro, siempre bien. Puede usted ir a mi país o escribir
a la ciudad donde vivo, a oficiales y alcaldes y ejecutivos, a los
de asociaciones ministeriales; nunca la visión me ha errado, cada
vez que me ha aparecido, todo a ido perfectamente. Pero yo
tenía miedo de decírselo a la gente. Aquí hay algo, quiero antes
preguntar algo: ¿Cuántos de los que están aquí son personas llenos
del Espíritu Santo? Puedo decirles que ustedes pueden entender
lo que yo estoy diciendo. Lo extraño de todo, una noche cuando
yo iba por los terrenos de un carnaval había una joven que era
adivina; mi madre me había dicho siempre a mí que los adivinos,
los espiritualistas eran del diablo, y ella tenía razón. Esa joven
adivinadora era una joven de 17 ó 18 años. Me dijo: “Ven acá (yo
fui adonde ella). ¿Sabes tú que naciste con una señal?” Eso me
dio miedo. Le dije: “No quiero saber de eso,” y me aparté de ella.
Más tarde, vine a ser un oficial del Estado de Indiana en
la Conservación. Yendo en la guaga un día, había una multitud,
íbamos de pie, y sentí una sensación extraña, siempre he sido
muy sensitivo a lo espiritual, cuando me encuentro con personas
así, especialmente, algo extraño, un sentir extraño. Comencé a
sentirlo, y mire, allí estaba una señora fuerte, mirándome a mí.
Me dijo: “Te quiero hablar.” Le dije: “¿Qué usted desea?” Nunca
me han gustado las mujeres fuertes, no ustedes, las hermanas,
las mujeres. Ella me dijo que yo me conservadora en mi cuerpo
siempre, y había un complejo hacia el sexo opuesto, porque en
aquellos días, ustedes comprenderán, que todos mis asociados
eran todos pecadores, del mundo; hay una gran historia que yo
podría contarle esta mañana allí, me ofrecían whisky y cosas
inmorales, y cómo el Espíritu Santo siempre aparecía ¡¡aleluya!!
40 Rev. William Marrion Branham

cruzando el río, y vi que 16 hombres se cayeron y perdieron su

vida. Cuando aquello de medó, corrí donde mi madre y se lo
dije, y ella me dijo: “Querido, estás soñando,” pero yo no estaba
soñando, y ella escribió aquello. Veintidós años de aquella fecha,
el puente municipal fue puesto según yo lo había visto, y 16
hombres perdieron la vida en la construcción de aquel puente.
Así me han ido sucedido las cosas, siempre.
Más tarde, vine a la conversión. Todo lo que el Espíritu

SIMEÓN
Santo ha hecho, pudiera yo escribir muchos libros; solamente
tengo que traer los puntos principales para que ustedes puedan
entender, así es que ustedes pueden entender. Cuando vino mi
conversión, me uní a la Iglesia Bautista; comencé inmediatamente

Y
a predicar el Evangelio, el Señor me bendijo grandemente.
Celebre mi primer campaña, dos semanas de avivamiento. ¡Amén!
Quinientos vinieron a Cristo. Los llevé al río para bautizarlos, y
mientras habían diez mil vigilando acerca del banco del río, estaba

ANA
muy seco, por muchos días no había llovido. La gente oraba para
que lloviera. Cuando yo bautizaba estos 17 convertidos, oí una
Voz, me dijo: “¡Mira hacia arriba!” Y eso me dio miedo. Era
joven, la joven que más tarde me casé con ella, estaba sobre el
banco del río tomando fotografía. Yo oí la Voz, me dice: “¡Mira
aquí arriba!” y yo tenía miedo de mirar hacia arriba. Todos los Rev. William Marrion Branham
que estaban allá mirando y vigilando estaban pensando a ver
qué yo iba a hacer, oh habían muchos allá arriba en el banco del
Febrero, 11 de 1959
río allá, vigilándome, había fotógrafos de los periódicos, y oí la San Juan, Puerto Rico
Voz otra vez: “¡Mira arriba!” Y entonces yo miré hacia arriba. Y
mientas yo miraba hacia arriba, aquí apareció la Luz, la misma
Luz bajando hacia abajo, y la gente comenzó a desmayarse. Y una
Voz apareció de la Luz que conmovió a todo el sitio: “Como Juan
el Bautista fue enviado como precursor de Jesucristo, el Mensaje
que Te voy a dar a ti también será como precursor de la Segunda
Venida de Cristo.” No que yo sea un precursor, el Mensaje que
Dios me da es el precursor. Yo no soy más que nadie, es Cristo
que está hablando.
Y las visiones comenzaron a aparecérseme, más que nunca
La Revelación Que Me Fue Dada 39

abrieron una pequeña ventana, no había cristales, era quizás de

madera, no podía entrar la luz, pero mi padre la abrió para que
ella me pudiera ver el rostro. Eran como las 5:00 de la mañana,
todavía no había salido el sol. Al abrir aquella ventana, entró
como un rayo de luz y se detuvo en la camita donde yo estaba;
ese es el retrato que tienen de mi persona en Washington y en
muchas partes del mundo, esa fotografía. Eso, pues, sorprendió
a mis padres, porque como no conocían de religión, no podían
discernir qué era eso.
Cuando yo llegué a la edad de 2 años, la primera visión
que yo me acuerdo haber visto, jugaba yo en el patio con mis
hermanos, jugueteábamos, apareció una Voz del bosque que
decía: “Tú vas a vivir en una ciudad cerca de Albany.” Yo me
sorprendí o me asusté, tuve miedo, y corrí a la casa a decírselo
a mi mamá; ella no sabía qué significaba aquello. Tres años más
tarde, nos mudamos a vivir a una ciudad llamada Nueva Albany,
en Indiana, y entonces a la edad de 7 años, cargaba yo agua del
rancho hasta la casa, y era en el otoño. Me senté bajo un árbol
a descansar un poquito con el balde en mi mano, mi padre era
un hombre dado a la bebida. Y oí yo el viento que soplaba, y
estando todo calmado yo vigilaba y buscaba a ver de dónde venía
el sonido del viento. Yo estaba sentado bajo un árbol alto; me
eché hacia atrás a ver de dónde era que venía el viento: por dentro
del árbol como de este tamaño, las hojas de los árboles se movían
como en un remolino, y de ese remolino salió una Voz diciendo:
“Nunca fumes ni des tu cuerpo, tu vida al pecado; porque hay un
trabajo cuando llegues a mayor edad.”
Eso me dio mucho temor. Se me cayó el balde de
agua, corrí a mi casa rápido, me tiré a los brazos de mi madre,
llorando (Aleluya) diciendo: “¡Hay un hombre en aquel árbol!”
Ella también se emocionó mucho. Ella fue al árbol a vigilar si
había una persona dentro del árbol, y yo seguía muy temeroso.
Llamó a un doctor, el doctor dijo: “Bueno, está muy excitado.”
Dos semanas después de eso, yo estaba jugando bolitas con mi
hermano, y algo me sucedió; y mire hacia el río y vi un puente
38 Rev. William Marrion Branham
Señor. Las promesas de Dios tendrán que cumplirse, y yo deseo
y trataré de explicarles a ustedes, los ministros, quienes son los
pastores del rebaño, de tal manera que ustedes puedan ver que
no es algo para hacer creer, sino que es una promesa de Dios
que tiene que cumplirse. Por eso yo creo que para mí es un gran
privilegio estar en esta mañana, tener esta oportunidad, estar aquí
en este sitio para tratar de traerles a ustedes en mi forma sencilla
la revelación que Dios me dio a mí.
Principiaré con esto: Romanos, capítulo 12, allí se lee así:
“Las bendiciones y el llamamiento es sin arrepentimiento.” Son
dados por Dios por Su conocimiento, esa es la única manera que yo
puedo explicar a ustedes este don o estos dones. Ustedes notarán
en las enseñanzas bíblicas, Jesús era el Hijo de Dios, muerto
antes de la fundación del mundo. Dios, por previo conocimiento,
conoció todo lo que sería más tarde, por lo tanto, por ese gran
conocimiento, podía Él predestinar o predecir cosas que habrían
de suceder, desde el Huerto del Edén, Jesús era la simiente de
la mujer, que habría de herir la cabeza de la serpiente. Moisés
nació como profeta, no por sus bondades ni por sus deseos, sino
por la eminente Conciencia de Dios y por Sus conocimientos
anticipados. Le dijo a Abraham que su simiente sería peregrina
en tierra extraña... (¿Hay aquí alguien que no entiende el inglés?
Levante la mano)...
Juan el Bautista fue visto por Isaías 700 y tanto de años
antes de nacer. Juan no tenía ninguna manera de saber esto, su
nacimiento era desconocido, por lo tanto Dios era el que sabía
que habría de venir. Jeremías, el profeta, fue conocido por Dios
antes de nacer aún del vientre de la madre, lo anticipó y lo ordenó
para ser profeta de las naciones, antes de nacer; las bendiciones
de Dios y Sus ministerios son sin arrepentimiento.
Mis padres no eran religiosos. Siendo irlandeses, pues,
nuestra religión fue la católica. Mi padre y mi madre nunca
asistieron a ninguna iglesia, yo nací en las montañas del Estado
de Kentucky, en una cabaña; éramos muy pobres. La mañana
cuando yo nací (según me dice mi madre), cuando nací, pues,
SIMEÓN Y ANA
Rev. William Marrion Branham
Febrero, 11 de 1959
San Juan, Puerto Rico
Es un privilegio grande poder estar aquí con ustedes en
esta noche. Estamos aquí esperando que Dios haga cosas grandes
para con nosotros. Nuestra escena se abre esta noche en Jerusalén,
un año más tarde de lo que fue nuestro tema anoche, un año más
tarde del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo. Las noticias no
eran esparcidas rápidamente en aquellos días como en estos días,
no tenían los medios de televisión y la prensa y esas cosas, la
única manera que era propagada era de labio a labio, o de labio a
oído.
Había un hombre llamado Simeón y era un sacerdote
en el templo, lo que nosotros llamamos un hombre sabio; él era
uno de los siervos ungidos del Señor. Dios en todas las edades
ha tenido Sus siervos, Dios en todas las edades siempre ha
levantado a alguien sobre el cual Él ha puesto Su mano para
bendecirlo. Algunas veces viene a un pequeño número, y algunas
veces a una sola persona, pero siempre Él tiene a alguien, y éste
hombre estaba esperando las consolaciones de Israel. Él estaba
esperando que Dios cumpliera aquello que había prometido, era
un hombre lleno del Espíritu Santo, porque el Espíritu Santo
ya le había revelado a él que él no vería la muerte hasta que
no viera a Cristo el Señor; él tenía todo el derecho a creer esto.
Muchos de sus compañeros sacerdotes creían que era que él se
había vuelto un poquito loco, ¿cómo podrá ser esto? Ellos habían
estado esperando al Mesías desde el principio de los tiempos, y
ahora eran las condiciones peores que nunca antes, ¿cómo podía
venir ahora? Pero vean ustedes, Dios siempre obra en Su propia
manera, por caminos misteriosos hace Sus maravillas. Jesús dijo:
24 Rev. William Marrion Branham
“En la hora en que ustedes no piensan, el Hijo del Hombre ha de
venir.” ¿No creen ustedes que sería un tiempo glorioso que sea
ahora? Vean ustedes, Él nunca hace nada hasta que no reúne a
Su pueblo para manifestarlo. Yo creo que eso mismo es lo que
ÉL está haciendo ahora: llamando a los elegidos, cuando este
mundo está en su prosperidad, con mucha abundancia de comer,
y aeroplanos, y toda clase de hombres de ciencias, entonces ellos
se están preparando para vivir ahora; sólo así podrá suceder, en la
hora que ellos no crean, el Hijo del Hombre ha de venir.
Pero vean ustedes, lo que Él está haciendo: Él está
llamando a Sus escogidos como hizo entonces; Simeón, y
Zacarías, y Elisabet, Juan el Bautista, se estaban preparando
porque de un momento a otro algo iba a suceder. La otra parte del
mundo, aún el mundo religioso, todos creyeron que todas estas
personas estaban dentro de un fanatismo, fanáticos. ¿Pero ellos
sabían realmente lo que estaban hablando y esperando? Simeón
sabía qué era de lo que él estaba hablando porque el Espíritu
Santo se lo había dicho, y tenía derecho a creerlo; si el Espíritu
Santo lo ha dicho, eso está todo resuelto.
Yo creo en lo mismo hoy, todos tenemos las promesas
del Espíritu Santo y en estos últimos días Él va a derramar de
Su Espíritu y Él juntará Su Iglesia, y va a demostrar señales
y milagros, yo creo que ya lo estamos viendo, así como Él lo
ha prometido. Estamos esperando aunque no somos fanáticos,
pero todavía no hay más Espíritu Santo, no hay nada más que
un Espíritu Santo, y ese mismo Espíritu Santo que prometió a
Simeón también nos dará a nosotros la promesa y nosotros la
creemos, no importa lo que el mundo diga, nosotros la creemos.
Y Dios cumple Su promesa, siempre lo ha hecho, Él siempre lo
hará.
Ahora, Jesús, después de ocho días era la costumbre de ser
llevado al templo a Jerusalén para ser circuncidado. De acuerdo a
la Ley la madre tenía que llevar una ofrenda para su purificación.
Vamos a creer que es lunes en la mañana, estamos en el templo,
es un día ocupado, yo veo a través de la línea, como una línea
LA REVELACIÓN QUE ME FUE DADA
Rev. William Marrion Branham
Febrero 10, de 1960
San Juan, Puerto Rico
Les saludo, la paz de Dios con ustedes. Para mí este es un
gran privilegio en esta mañana poder estar aquí ante este grupo
de ministros para explicarles sobre la esperanza de vida que hay
en mí. Muchas veces he venido a la isla, he sido el orador para los
Hombres Cristianos de Negocios Internacionales, he sido traído
como orador; pero siempre he pensado que una campaña debe ser
dirigida bajo los auspicios del ministerio. Porque es mi pensar
y mi intención usar los dones que Dios me ha dado de acuerdo
como la Biblia nos lo ha revelado. Es en esta comunión de todos
los creyentes, trayendo así la fraternidad de los cristianos unidos,
creo, que todas las iglesias cristianas tienen santos de Dios.
No creo que debiéramos de estar divididos,
creo que fue el plan de nuestro Señor Jesucristo que Su
estuviese dividida, tenemos que ser Uno. Jesús dijo: “Por
todos los hombres sabrán que vosotros sois mis discípulos,
cuando vieren el amor o tengáis amor los unos por los otros.”
Hablando de sanidad divina, yo no sé cómo es aquí en la
isla, pero hablando sobre el resto del mundo donde yo he viajado,
la sanidad divina es más necesitada para los cuerpos enfermos
que…el Cuerpo enfermo de Cristo necesita más que el cuerpo de
la Iglesia enfermo, o sea, de nosotros como creyentes. Porque
estamos unidos; divididos caeremos; como se cantaba un himno
cuando yo entraba: “Firmes y adelante...” No podemos estar
divididos, todos somos un Cuerpo, así debiéramos de estar.
El ministerio que el Señor me dio a mi es muy extraño para
estos días. Pasados ya dos mil años de enseñanzas intelectuales
de las Escrituras pero el tiempo se está acercando a la Venida del
Simeón Y Ana 25

de oración en la parte derecha del templo, hay como 19 ó 20

mil judíos en Palestina, y muchos niños nacen cada 24 horas; y
todos los días hay una gran línea de madres haciendo turnos para
circuncidar a sus hijos y para dar la ofrenda de la purificación.
Vamos a hablar de la línea esta mañana. Son las 9:00 de
la mañana y allí están todas las madres en línea, cada madre traía
un niñito y con un trajecito puesto sobre cada niñito, y traen sus
zapatitos. Muchos de ellos llevan corderitos, el cordero era la
ofrenda de un hombre rico; pero para los pobres, la ofrenda de
los pobres eran dos tórtolas o dos pichones. Yo veo que allá en la
línea que hay una niñita, no tiene 18, y está de pie, sola; todas las
demás personas se están apartando de ella** con ella; es delgada,
¿por qué? porque el niño que ella tiene había nacido fuera de los
lazos del matrimonio, y por eso se están apartando de ella, nadie
quería tener nada con ella. Pero María, a ella no le importaba, ella
sabía de dónde era ese niño, ella sabía que aquel niñito era el Hijo
de Dios. Como hoy, la gente dice que somos fanáticos porque
creemos en Dios, en lo sobrenatural, **...
...No importa lo que ellos digan, nosotros vemos la forma
en que ellos actúan. Ellos creen que nosotros somos personas
pobres y sin educación, pero todos nosotros que estamos aquí
sabemos qué es lo que tenemos en nuestros corazones. Todos
los otros niñitos venían con sus trajecitos de domingo, pero este
muchachito venía envuelto en pañales; si yo no entiendo bien,
¿en qué estaba envuelto? Él no tenía ni ropita cuando nació, pero
sin embargo nació ahí el Creador del Cielo y de la Tierra. Nació
en un pesebre, en un establo, era como una cueva en una pared;
no tenía ropa, y le quitaron el lienzo del yugo de un buey, y en
aquel lienzo lo envolvieron, y aquí está Él en **...No será nada
atractivo para los demás, pero para su madre que sabía quién Él
era, era una joya, así es también en esta noche para todos nosotros,
que lo mantienen en la casa, que lo tienen en el pesebre de su
corazón**...
Ahora, si Dios hace una promesa, Dios cumple esa
promesa. Dios prometió a Simeón por el mismo Espíritu Santo
26 Rev. William Marrion Branham

que le prometió a usted y me prometió a mí, que él no habría de

morir hasta que no vea al Cristo. Vamos mirando, allá está en
su salón de estudio, saca la Biblia y lee, de momento el Espíritu
Santo le dice: “Simeón, ponte sobre tus pies,” ¡me gusta eso!
Dios cumple Sus promesas, el Espíritu Santo esta ahora obrando,
es el mismo Espíritu Santo que está trabajando aquí en Puerto
Rico y está obrando ahora. Cuando la profundidad llama a la
otra profundidad, si hay una profundidad llamando, tiene que
haber otra profundidad que responda, algo así. Antes del árbol
ser puesto en la tierra, tiene que haber tierra primero para que el
árbol crezca en la tierra; antes de la cola del pez, tiene que haber
agua para que el pez nade, porque entonces no habrían peces.
Ahora, hace algún tiempo en la América yo estaba leyendo un
LA REVELACIÓN
periódico donde un niñito se estaba comiendo la goma del látex
en la escuela, su mamá estaba muy preocupada; un día salió y QUE ME FUE DADA
lo encontró en el ** se estaba comiendo el pedal de goma de
su bicicleta; entonces lo llevó al doctor y lo llevó a una clínica,
examinaron su cuerpo, el doctor dijo: “Su cuerpo está sufriendo, Rev. William Marrion Branham
aquí hay algo que sufre,” vas a poner sufrimiento, tiene que haber Febrero 10, de 1960
algo allí que responda a este calor, algo así. Antes de la Creación,
tenía que haber habido un Creador que creara la Creación. Por San Juan, Puerto Rico
tanto, si aquí hay hambre en la congregación por salud divina,
Él demostrará que en algún sitio hay una fuente abierta; de lo
contrario no tendríamos esa hambre. Si está usted clamando para
ver el poder de Dios manifestado, tiene que haber un pueblo
donde Dios ir** que pudiera satisfacer ese clamor.
Ahora, si no hubiese escrituras en esta Biblia que
reclamaran salud divina, y tiene que haber salud divina, porque
desde el alma surge el clamor por ella, clamando, las profundidades
llaman a otras profundidades, por eso están ustedes aquí. El
mismo Espíritu Santo que le dio la promesa a Simeón, es el
mismo Espíritu Santo que le dice a usted que hay poder sanador
aquí. Entonces, todas las ciudades que hay alrededor, alrededor de
las montañas, el mismo Espíritu Santo que dirigió a Simeón está
dirigiendo ahora**, porque hay una promesa de Dios. Estamos
34 Rev. William Marrion Branham
pie, usted sufre con la presión**
...Allí está la mujer detrás de ella, orando, y que tiene un
hijo atado que también tiene está enfermo de la mente y *** que
se ponga de pie, ponga las manos sobre el hijo, en el Nombre de
Cristo ** ¡¡Aleluya!! ¡¡Amén!!
...Allí está la señora enfrente mío, está sufriendo con
la espalda, complicaciones, está en muy malas condiciones
físicamente** para que sepa que le estoy hablando, su nombre
es Ortiz, ¿es Ortiz? Si crees que Jesucristo te ha sanado ¡¡
Aleluya!!cree en Dios, está libre**
Si todos pueden creer, la isla se está moviendo**no me
está tocando a mí, está tocando al Sumo Pontífice Jesucristo, el
*** una señora aquí con asma, asmática ** esa es la fe *** usted
lo que necesita es a Jesucristo, como su Salvador, si acepta esta
noche a Jesucristo como su Salvador ** levante su mano ***
¡¡Aleluya!!! Detrás de ella hay un hombre orando,
enfermo de los nervios, su esposa está mirándolo, ** ella es** ¿es
así o no es así? ¡¡Jesucristo lo ha sanado hermano!! Allí hay una
señorita, póngase de pie, yo le soy desconocido, yo no la conozco,
Jesucristo la conoce, si Dios me dice***levante su mano...**...
¿no es así? Usted cree en Él prepárese, usted es bautista...**....
“SIMEÓN Y ANA.”
Simeón Y Ana 27
en los últimos días, el Espíritu será enviado para todo el pueblo,
milagros y maravillas serán hechos, es el mismo Espíritu Santo
que estaba allá, aquí, como lo hizo con Simeón. Ahora, si Cristo
estaba en ese templo, lo único que iba a existir es el ministerio del
Espíritu Santo para sellarlos, para verlo, para aquellos que creen
en la promesa. Así también esta noche, si Cristo está aquí, Cristo
ama a Su pueblo, por lo tanto ustedes son traídos por el Espíritu
para ver las obras maravillosas del Señor.
Vamos a mirar a Simeón, allí está sentado en el templo,
leyendo, el Espíritu Santo dice: “Levántate, camina,” ¡me gusta
eso! ¿Cuántos de ustedes creen que los hijos de Dios son guiados
por el Espíritu de Dios? ¿No cree usted que es necesario esto?**...
Yo una vez me acordé, en un **de Texas, para mi hogar, y hubo
una tempestad, el avión tuvo que bajar** y me quedaba en un
hotel hasta el próximo día, entonces nos dijeron que el próximo
día con mejor tiempo saldríamos. El *** nos iría a buscar en carro
a las 6:00, por la noche yo escribí cartas, a la mañana comencé
a colocar las cartas en el correo. Yo iba por la calle, el Espíritu
Santo vino, dijo: “Cámbiate, sigue hacia atrás, sigue caminando.”
Al otro lado, ¡aleluya! yo miré a mi alrededor: “Sigue andando,
sigue andando,” llegué a la última parte de la ciudad, al lado de
un río** bajé hasta la calle, el Espíritu Santo me dijo: “Sigue
andando.” Yo sé que ustedes creen que siempre somos guiados
por el Espíritu Santo. Miré de nuevo, ya el sol naciente, pero el
Espíritu Santo me dijo: “Sigue andando.” Miré que por la reja
del portón en una pequeña choza, casa, había una mujer grande y
gruesa, y quise pasar por ella, me dice: “Buenos días, ministro.”
Yo la miré y dije: “¿Y cómo usted sabe que yo soy ministro? Me
dijo: “Yo sabía que usted vendría.” Porque Dios siempre cumple
las promesas de la Biblia, y esto me ha sucedido miles de veces
**porque está en mi corazón.
La miré, le dije: “Señora, ¿cómo usted supo que yo era
ministro? Me dijo:
–“Anoche oraba, tengo un niño**con el Señor. ¿Ha
oído usted (me dijo) en la Biblia acerca de la mujer sunamita?
28 Rev. William Marrion Branham
Un muchacho, su hijo, cuando el profeta Elías la bendijo y por
aquella bendición del profeta le nació un hijo.”
–“Me acuerdo de ella,” dije yo.
–“Así es como aquella sunamita, Dios me dio un hijo **
y una enfermedad tiene ahora, una enfermedad social, se está
muriendo, apartado; y el doctor vino hace dos días y me dijo:
“Ya no volverá a vivir jamás, la enfermedad se ha comido los
intestinos, su corazón, él se esta muriendo y yo no lo puedo ver
morir, como se está poniendo, es mi hijo. Yo he orado toda la
noche para que este hijo viva***me fui a acostar al fin y el Señor
me dijo: “A las tres de la madrugada esta mañana, párate en esa
puerta**con un traje gris y un sombrero alto,” y yo he estado aquí
desde antes que saliera el sol y lo vi venir a usted *** ahí viene el
ministro *** le dije: “Señora, mi nombre es Branham, yo oro por
los enfermos, ¿ha oído usted de mí?” Ella dijo: “No, nunca, nunca
he oído de usted.” Yo entré, puse mi mano en la espalda, estaba
mojado, “debe ser rocío,” tenía la camisa de un hombre puesta
sobre su cabeza, las lágrimas corrían por sus mejillas oscuras.
Ella dijo: “¿Quiere entrar?”Cuando abrió la puerta de la casa,
entré a aquella casita de dos cuartos, no había hasta el fondo los
pisos, una camita, pero había un aviso en la puerta, decía “Dios
bendiga nuestro hogar.” Yo he orado por reyes en sus palacios y he
tenido el privilegio de estar en las mejores mansiones del mundo,
pero nunca me he sentido mejor bienvenido en toda mi vida que
cuando entré a aquella chocita en aquella mañana. Cuando miré
postrado en una cama, allí estaba el muchacho pesaba como 180
libras, él alzaba sus manos, estaba gritando, clamando, hablaba
diciendo: ¡Oh Dios! ¡Está oscuro!
–“¿Qué es lo que dice?”
–“¡Esto es tremendo, está perdido, hace dos días que está
diciendo eso continuamente, está en esa condición, en frío y está
en oscuridad, está perdido y cree que está andando en un bote, y
no encuentra por dónde salir, esta pidiendo misericordia! *** Por
eso es que yo he orado a Dios, si yo le pudiera oír decir: ¡Estoy
salvado, ahora me voy para mi hogar celestial! **
Simeón Y Ana 33
en esta noche, que no han estado quizás anoche, que no tienen la
tarjeta pero que ustedes tienen fe que lo pueden tocar en Gloria?
Levanten la mano los que tienen esa fe...
Amén, muy bien. Oigan, si todos pudieran creer, aquí en
este momento, ahora es cuando la Palabra de Dios tiene que ser
la verdad o mentira, seré yo hallado entre ustedes un verdadero
siervo de Dios o un falso profeta de Dios. Ahora es Dios el que
va a testificar en presencia de todos ustedes. Por lo tanto, sea
Él, pues, yo no los conozco. Tengamos reverencia todos, todos
creyendo en el Señor, nadie se mueva, por favor, por la salud de
todos, reverencia. Y oremos:
Yo sé que todos ustedes han entendido en la posición en
la que yo me encuentro, pero yo creo en Dios. Él me ha enviado
a este trabajo y ministerio para que ustedes entonces sepan que la
religión cristiana es la única verdadera religión... Veo una señora,
puede levantar ella la cabeza aquí en la esquina está orando,
con una niña, si usted cree que esa muchachita va a ser sanada
la muchachita tiene tremenda dificultad en el habla, levante la
cabeza... al hablar tiene dificultad... esa misma es...también a
todos ustedes el doctor le ha dicho que tiene que operarla en las
toses y usted la ha traído creyendo, ¡aleluya! que Cristo la va a
sanar, para que usted sepa que yo soy el siervo de Dios.
Esa es la abuela y la mamá, ahí al lado suyo, acá en la fila
al principio, y todos sabrán que yo soy siervo de Dios, la abuela
está sufriendo el estómago, está enfermo del estómago ¿no es así?
¿Cuánto usted cree que se va a sanar con todo el corazón?** Serán
curados, si todos pudieran creer.... aquí está un nene sentado **
está hablando, tiene enfermo el estómago, su esposa está al lado
de él *** si ambos han creído de todo corazón van a ser sanados
levante su mano ***
...Aquí está ** un hombre que tiene enfermo el estómago,
si usted cree va a ser sanado. Jesucristo lo sanará, crea *** ahí va
llegando un hombre, tiene problemas en sus nervios y no puede
dormir ** esta noche se va a dormir, ¡Jesucristo lo ha sanado!!
Hágame un favor, ahora que Dios lo ha sanado....**póngase de
32 Rev. William Marrion Branham
Cuando se encontró a la mujer samaritana, Él nunca le
habló a los gentiles, solamente a los samaritanos y a los judíos.
** nosotros somos quien? Los gentiles. Oigan bien, cuando se
encontró con la mujer samaritana, le dijo: “Busca tu esposo.”
Entonces así supo Él lo que había en el corazón de ella, porque
ella le dijo: “No tengo esposo.” Él dijo: “Cinco has tenido,” le dijo
ella: “Señor, entiendo que tú eres un profeta, nosotros sabíamos
que cuando el Mesías venga, Él nos hablaría de esas cosas ¿pero
tú quién eres?” Jesús le dijo: “Yo soy, el que habla contigo.” Y ella
fue al pueblo y le dijo a los hombres: “Vengan y vean un hombre
que me ha dicho todas las cosas que yo he hecho, ¿no será éste
el Mesías?” Si esa fue la señal del Mesías ayer y Jesucristo es el
mismo ayer, hoy y por todos los siglos, ¿no cree usted que será la
misma señal en esta noche**......
Había una mujer que se empujaba por la multitud, y tocó
la túnica de Cristo, tenía flujo de sangre. Se escondió detrás luego
de tocarlo, esto lo estoy diciendo para los que han venido por
primera vez *** no piensen nada malo de lo que aquí sucede,
porque todo lo que aquí sucede es el cumplimiento de la Palabra
de Dios, para que todos ustedes sepan que Dios guarda Sus
promesas. Oigan bien, la mujer lo tocó, todo el mundo lo estaba
tocando, pero Jesús se detuvo, este toque fue distinto: “¿Quién
me ha tocado?” Todos los negaron, pero Él dijo: “Pero si es que
yo siento que alguien me ha tocado, porque siento que fuerzas me
han faltado, las fuerzas me han querido dejar.” Y miró, y encontró
que allá estaba la mujer que lo había tocado, y le dijo... ella tenia
un flujo de sangre y por la fe había venido para ser curada. Y esa es
una historia que es conocida. La Biblia dice que Jesucristo ahora
mismo es nuestro Sumo Pontífice, y Él es el único Sumo Pontífice,
el único mediador entre Dios y los hombres. Eso es correcto
hermano. Y está arriba a la derecha del Padre, intercediendo por
nosotros, y El es nuestro Sumo Pontífice, y Él puede ser movido
por nuestras enfermedades. La Biblia dice en el libro de Hebreos,
oigan bien, si Él es el Sumo Pontífice Él tiene que actuar de la
misma manera; si lo podemos tocar en esta noche. ¿Cuántos aquí
Simeón Y Ana 29
–“¿Usted quiere que yo ore por su salud?”
–“No estaba interesada en la salud de él, no quería nada de
sabiduría, lo que quería era que se salvara...”
Lo besó en la frente y dijo: “Dios bendiga al hijo de
mamá.” Siendo allí una desgracia, el pecado, pero todavía aquella
madre amaba, salió de ella, no importa la condición del hijo, era
el hijo de una madre amorosa, de amor, y ** que aunque la madre
se olvide ** Jehová no se olvidará de ***¡¡Oh qué amor Dios
tiene para este mundo!! *** mi oración, ella oraba *** yo lloré.
Cuando se levantó tomó su delantal *** dije: “Señor, yo ya estoy
preparado ** el avión mío se fue? Yo he sido guiado por Tu
Espíritu, yo no sé por qué tú me has traído aquí, oh Señor, todavía
Tú eres Dios, yo sigo tus instrucciones a éste era que querías Tu
que viera y para eso *** el muchacho decía: “¡Mamá, ya estoy
viendo y está apareciendo una luz en esta casa!!” Cinco minutos
pasaron, se levantó, y se sentó al lado de la cama con su mamá y
conmigo.**
Dos años más tarde yo iba para el Oeste, esta vez yo **
espero siempre que el tren pare en la estación para comprar algo
y ** entonces me detuve en Menphis ** un sitio donde vendían
comida, y mientras el tren esperaba oí alguien que gritó, era uno
de esos muchachos que están por la estación, y me dijo: “¡Adiós!
¿Cómo está hermano Branham?” Me volteé, ahí viene un joven
con su pecho fuera? Me dijo; “¿Se acuerda de mí?” le dije: “ No..,”
“ Hace dos años usted vino a esta ciudad ¿se acuerda cuando
usted caminó hacia el río donde estaba mi madre, se acuerda de
aquel joven?” “Sí.” “Yo soy** yo solamente estoy sanado ***”
Cuando dejé ese hogar aquella mañana en Menphis, tomé
un carro, le dije al taxi :“Corra, lléveme al avión.” Ya tenía que
estar en el avión, dos horas y media más tarde estaba haciendo
la última llamada del avión que se había *** ¡aleluya!! ** Dios
por la fe de una mujer ignorante que no sabe escribir su propio
nombre, por su fe trajo un avión...** ...sentir guiados por el
Espíritu.
Simeón era guiado por el Espíritu** “Camina, camina
30 Rev. William Marrion Branham
para aquel lado de las mujeres, mira por todas las que estén en
turno.” Se para delante de aquella mujer que estaba sola y que
su niño está envuelto en pañales, piensen...Dios, manifestado en
carne, el Creador de los Cielos y de la Tierra, ahora está en los
brazos de una mujer, no tiene ni ropas propias para envolverlo
sino que ahora en pañales viejos está envuelto. ¿Qué somos
nosotros, qué merecemos nosotros, cuando creemos que somos
tan grandes? Somos nada, lo que tenemos es por la gracia de
Dios. Y Simeón se detuvo, el Espíritu Santo le debe haber dicho:
“ Pásate, te voy a dar una señal.” Miró su rostro, y tomó el niño,
lo levantó en sus brazos, y dijo “Señor, ahora deja que Tu siervo
se vaya en paz, conforme a Tu Palabra, porque mis ojos han visto
Tu salvación esta mañana” Entonces, allá en un esquina estaba
una profetisa ciega ya, su nombre era Ana, apenas podía ver, de
84 años, oraba y ayunaba todo el tiempo, también ella estaba llena
del Espíritu. Entonces el Espíritu Santo le hablo: “Ana, ponte de
pie ** caminando por la orilla, dirigida por el Espíritu, ¡dirigida
por el Espíritu! no sabía dónde iba, pero *** el mismo Espíritu
Santo lo está dirigiendo a usted esta noche. No importa a dónde
se dirija, mientras sea el Espíritu que lo lleva.
Llega a María siente la fe ** el Espíritu Santo estaba en
ella y comienza a profetizar, es el mismo Dios que está aquí esta
noche, está aquí para dirigirse a los hijos de Dios. Cuantos quieren
̈*** Vamos a inclinar nuestras cabezas, antes de orar quiero saber
mientras tu rostro está inclinado, cuántos de ustedes pueden
decir levantando su mano: “ Hermano Branham, acuérdese de mí
cuando usted ore,” levante su mano... miles... miles....
Oh Señor, cuando somos terrenales, nuestra fe está en el
polvo de donde nos levantaste y aun día volveremos al mismo
polvo. Si Jesús se tarda, pero mientras Señor, danos al corazón
la Vida eterna, y algún día, cuando Cristo venga, aunque somos
polvo, cuando el Sol de Justicia sea manifestado *** esto mortal
reciba lo inmortal y seamos resucitados y levantados para su
semiente en Gloria. Bendice a todas las manos, danos Vida eterna,
todo Te lo pedimos en el Nombre de Jesús. Amén.
Simeón Y Ana 31
Estoy contento que estas historias conmovedoras que
vemos en la Biblia no son historias de un Dios histórico, es la
historia de un Dios que vive, que es el mismo hoy que ayer. Ahora
no creo que tengamos espacio aquí para la fila de oración. Si se
dieron tarjetas, yo creo que mañana a la noche lo usaremos, yo
creo que con toda la fe que aquí hay no necesitamos de la tarjeta
de oración, entonces la daríamos a los otros que no la tienen para
que tengan la oportunidad para encontrarse con Dios también.
¿Cuántos creen en esta noche? El pastor les explicó a ustedes
lo que Jesucristo ha prometido. Y si es el mismo Jesucristo de
ayer, es entonces Sus promesas son verdaderas Él va a hacer esta
noche lo mismo que estaba haciendo ayer. ¿Cuántos en realidad
han estado aquí las noches anteriores y han visto cómo Dios ha
estado obrando? Cuantos no habían venido antes, están aquí por
primera vez? Levanten la mano... como la mitad de esta misma
congregación.
Oigan bien, a ustedes, a muchos de ustedes que hace
un momento lo recibieron como Salvador, sin Él no hay nada
maravilloso, ese mismo Dios que ustedes recibieron al levantar
sus manos, vamos a ver si ese Dios cumple Su promesa como lo
ha prometido. Ahora bien, para los nuevos que están aquí. Jesús,
como el Pastor ha dicho cómo Pedro fue traído a Él y sabía quién
era Pedro y le dijo quién era Pedro, le dijo quién era el nombre
de sus padres ¿fue así? Los judíos dijeron** los verdaderos
creyentes: “Ése es el Hijo de Dios.”
Natanael vino, ven le dijo Felipe a Natanael, y cuando
Natanael vino, Jesús le dijo a Natanael quién era Natanael, dónde
estaba, y él dijo: “Rabino ¿eres Tú el hijo de Dios?” Muchos de
la iglesia dijeron: “Es el diablo, es Beelzebú,” eso lo pensaban en
su corazón, ellos no lo decían con palabras pero Jesús entendió
lo que ellos decían, y les dijo: “Yo los voy a perdonar por lo que
están diciendo y pensando, pero vendrá un día cuando el Espíritu
Santo será el que vendrá en mi lugar a hacer esta misma obra, una
palabra que ustedes digan en contra del Espíritu Santo nunca será
perdonada, ni en este siglo ni el siglo venidero.”