Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Es la capacidad que tienen las personas para reconocer, entender y manejar sus
propias emociones, así como las de las personas a su alrededor. De esta manera
se facilitan las relaciones interpersonales, así como la obtención de metas, el
manejo del estrés y la resolución de problemas. En pocas palabras, tener inteligencia
emocional es estar sintonizado con nuestras propias emociones y el impacto que
estas tienen en nosotros y quienes nos rodean, así como el impacto que las
emociones de los demás tienen en nosotros y las reacciones (empatía) que
demostramos a amigos, familiares y/o colegas cuando estos manifiestan
descontento, felicidad, rabia, aburrimiento, tristeza, etc.
Al reconocer las emociones y los sentimientos propios es más fácil que sepan qué
tienen que hacer o cómo tienen que comportarse. Así es que, expresan sus
emociones y sus pensamientos de una manera más honesta consigo mismos y
con los demás. Son los dueños de su expresión emocional.
5- No buscan la perfección
Saben que nadie es perfecto y que la perfección es una ilusión que lleva a
tener expectativas distorsionadas respecto de la realidad. No persiguen hacerlo
todo bien a la primera. Saben que todo forma parte del proceso de aprendizaje y
que el error es humano.
“Dime con quien andas y te diré quién eres” es algo que tienen claro las personas
con alta inteligencia emocional, por eso se relacionan con gente soñadora,
personas optimistas y con energía positiva. Se alejan de personas tóxicas . Al
tener buenas vibraciones y rodearse de gente positiva, ven el mundo desde una
perspectiva más sana y que favorece la creatividad.
No centran su atención en aquello que les falta sino que valoran lo bien que están
con lo que ya tienen. Las personas con alta inteligencia emocional tienden a
evaluar positivamente su vida, sus relaciones, su trabajo y su estatus económico
aunque no sea el que ellos querían. No sienten frustración por lo que aún no
tienen, se enfocan en lo que ya poseen. Valoran las experiencias que les da la
vida y que les hacen ser como son.
Saben cuáles son sus virtudes y sus puntos fuertes, pero también cuáles son sus
debilidades . Esto viene de un proceso de autoconocimiento profundo
(un conócete a ti mismo en toda regla). Las personas con alta inteligencia
emocional tratan de mejorarse a sí mismos continuamente, manifiestan valores
altos en resiliencia (la capacidad de reponerse tras una caída).
Saben que cambiar forma parte de la vida y que negar el cambio es negar la vida
misma. Abrazan la incertidumbre y aceptan que hay cosas que no pueden
controlar. Agradecen las oportunidades que les brinda la vida para cambiar y
reinventarse, siempre en un proceso de mejora constante. Cambiar pensamientos,
formas de actuar, creencias… todo forma parte del desarrollo personal.
Las personas con alta inteligencia emocional son proactivas, es decir, se mueven
antes de que la situación lo exija. Proponen planes, estrategias, se plantean
objetivos, etc. Tienen una mentalidad y una actitud de éxito y actúan en pos de
sus objetivos marcados.