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Celdas Fotovoltaicas

Orgánicas

Autor:
Anapaula Marianella Solis Alberca

Química Orgánica
INTRODUCCION

La búsqueda de fuentes de energía alternativas a los combustibles fósiles ha permitido el

desarrollo y uso de diferentes tecnologías basadas en el uso de la energía solar. Las celdas

fotovoltaicas inorgánicas han mostrado un gran desarrollo, sin embargo, el alto costo de

producción ha imposibilitado su amplio uso. Por otro lado, las celdas fotovoltaicas

basadas en compuestos orgánicos ofrecen grandes ventajas en aspectos económicos,

ambientales y tecnológicos y es por eso que la evolución que ha tenido desde sus

comienzos ha permitido su paso hacia la producción a mediana escala por lo que sus

perspectivas de crecimiento son muy alentadoras.

Los retos principales para las celdas orgánicas son el incremento de la eficiencia de

conversión de energía solar en eléctrica, la reducción en sus costos de fabricación y

alcanzar un mayor tiempo de vida. Las fuentes principales de energía en los siglos

anteriores fueron mayormente no renovables, mientras que las celdas fotovoltaicas

orgánicas son fuentes de energía renovables.

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INDICE

1. Introducción a la Química Orgánica ..................................................................................... 4


2. Influencia de la Química en el Sector Energético ................................................................. 5
3. Viabilidad de la Energía Solar Fotovoltaica.......................................................................... 5
4. Presencia de la Química Orgánica en la Energía Solar ......................................................... 7
4.1. Compuestos orgánicos depositados en películas delgadas ............................................ 8
5. Evolución de la tecnología de Celdas Fotovoltaicas Orgánicas ............................................ 9
5.1. Celdas fotovoltaicas orgánicas de una sola capa ......................................................... 10
5.2. Celdas fotovoltaicas orgánicas bicapa (Concepto de heterojuntura) ........................... 11
5.3. Heterojuntura en volumen o BHJ (Bulk Heterjunction).............................................. 12
6. Vistazo actual de la Celdas Fotovoltaicas Orgánicas. ......................................................... 13
7. Conclusiones ....................................................................................................................... 16
8. Bibliografía ......................................................................................................................... 17

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1. Introducción a la Química Orgánica

La Química Orgánica es la parte de la Química que estudia los compuestos del

carbono. Un compuesto orgánico es aquél que está formado principalmente por

átomos de Carbono (C) e Hidrógeno (H). Estos compuestos pueden también

contener átomos de Nitrógeno (N), Oxígeno (O), Azufre (S), entre otros.

Los compuestos orgánicos según su origen se clasifican en naturales y sintéticos.

Los de origen natural, a su vez, pueden ser:

 Productos orgánicos extraídos de plantas y animales

 Productos orgánicos naturales de yacimientos geológicos.

El número de compuestos orgánicos existentes tanto naturales, como sintéticos es

prácticamente infinito, dado que el átomo de carbono tiene gran capacidad para:

 Formar enlaces de tipo covalente. Estos enlaces pueden ser sencillos,

dobles o triples. Los átomos de carbono se unen por enlaces covalentes

que pueden ser de dos diferentes tipos: Sigma (σ) o pi (π). Los primeros

son enlaces sencillos, es decir, solo intervienen un par de electrones,

mientras que en los enlaces pi pueden existir un enlace doble o uno triple;

ambos enlaces (σ y π) presentan diferentes propiedades tanto estructurales

como electrónicas.

 Enlazarse con elementos muy variados, como hidrógeno, oxígeno,

nitrógeno, azufre, flúor, cloro, bromo, yodo.

 Constituir cadenas de variada longitud, desde un átomo de carbono

hasta miles. Cadenas lineales, ramificadas (Figura 1) o, incluso, cíclicas.

Figura 1: 2,3,5-trimetil-4-propilheptano

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Los productos orgánicos tienen usos muy diversos, desde un perfume, un

explosivo para efectuar voladuras y construir túneles, una fibra para confeccionar

tejidos más resistentes, un plástico que proporcione superficies no adhesivas y/o

pueda utilizarse como componente de lubricantes sólidos o un aislante para las

viviendas para reducir el consumo energético de calefacción y refrigeración.

La importancia de los productos orgánicos se basa en el valor de su utilización y

no en su significado químico.

2. Influencia de la Química en el Sector Energético

La Química en general y la Química Orgánica, influyen notablemente en la

economía de todos los países, desarrollados o no, dado que los compuestos

orgánicos están presentes en las necesidades básicas de los mismos, entre ellos, la

obtención de energía, es decir, enfrenta los retos que tienen que ver ahora con la

producción de energía y productos sin daño ambiental, económico o social, con la

necesidad de mantener a la industria como un elemento generador de riqueza

económica y de procesos químicos integrales con responsabilidad social.

Hoy en día, y en forma definitiva a partir del Siglo XXI, surgen importantes

movimientos sociales y corporativos hacia la sustentabilidad, inducidos por la

percepción de una fuerte alteración climática del planeta, cuya manifestación más

cercana es el calentamiento global y por contar hoy en día con información

abierta, rápida y global.

3. Viabilidad de la Energía Solar Fotovoltaica

El descubrimiento del efecto fotovoltaico (PV) se atribuye comúnmente a Henry

Becquerel, un físico francés, quien generó una fotocorriente al iluminar dos

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electrodos de platino, recubiertos con bromuro o cloruro de plata sumergidos en

una solución acuosa. Smith y Adams hicieron los primeros informes de

fotoconductividad, en 1873 y 1876, respectivamente, trabajando con selenio. Sin

embargo solo hasta el principio de la década de 1950, los laboratorios Bell

comenzaron a aplicar este efecto a través de celdas fotovoltaicas inorgánicas

basadas en Silicio para producir energía eléctrica con una eficiencia del 6 %.

Debido a la crisis energética que sufrió el mundo en la década de los 70, se

generaron las oportunidades para que el uso de la energía solar entrara en el

mercado de energías alternativas al petróleo. Durante los últimos 30 años esta

tecnología ha evolucionado por la base del uso del Silicio en la microelectrónica,

mejorando el diseño y fabricación. Recientemente se han estado desarrollando

otras celdas basadas en películas delgadas de semiconductores con una o con

múltiples junturas; esta evolución ha surgido con el fin de evitar el uso de grandes

cantidades de materiales tóxicos: bajar el costo de la energía generada y aumentar

la eficiencia de conversión hasta el 40,7 %. Con las mejoras realizadas y sus bajos

costos, las celdas fotovoltaicas basadas en compuestos inorgánicos se han

posicionado en el mercado de la energía aumentando su demanda en un 35 % a

40 % al llegar a producir 10.66 GW en 2009.

Paralelamente a la evolución que han tenido las celdas basadas en compuestos

inorgánicos, en la última década, han desarrollado celdas fotovoltaicas basadas en

nuevos materiales fotovoltaicos entre las que se destacan las celdas sensibilizadas

con colorantes o celdas DSSC también conocidas como electroquímicas, las

celdas orgánicas basadas en polímeros conductores, las cuales han logrado

eficiencias hasta de 8,3 %; su rendimiento teórico se ha encontrado que puede ser

similar a los de los semiconductores tradicionales, lo que permite pensar que en

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el futuro su relación eficiencia/costo sea mayor que el de los otros tipos de celdas.

Recientemente se ha estudiado la inclusión de láminas de grafeno como electrodo

y/o capa buffer para mejorar el transporte eléctrico dentro de la celda solar

orgánica. En la figura 2 se muestra la evolución en el tiempo (durante los últimos

30 años) de la eficiencia de conversión de los diferentes tipos de celdas

fotovoltaicas que se han desarrollado con tecnologías de primera, segunda y

tercera generación. También aparecen los centros de investigación que mayor

aporte han hecho para la consecución de estos resultados mostrando el aumento

sostenido en la eficiencia de foto-conversión de luz solar y de la misma manera

una contribución cada vez más grande de tecnologías y más atractivas tanto en el

aspecto económico como ambiental.

Figura 2: Evolución de las eficiencias para diferentes tecnologías en celdas solares

4. Presencia de la Química Orgánica en la Energía Solar

Una alternativa para abaratar costos de fabricación, de producción masiva y de

mínima generación de residuos es el uso de semiconductores orgánicos en

sustitución del tradicional silicio. Desde el descubrimiento de los semiconductores

orgánicos, ha existido un notable esfuerzo para que estos materiales puedan

emular el comportamiento de dispositivos basados en substancias inorgánicas.

Fue solo hasta años recientes que el progreso logrado en la investigación básica y

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aplicada ha permitido considerar los materiales orgánicos para ser usados como

una alternativa viable en esas aplicaciones (las cuales se denominan de forma

genérica “optoelectrónicas”).

Como caso particular, en los últimos 20 años se han dedicado grandes esfuerzos

para desarrollar diodos emisores de luz orgánicos (OLEDs) los cuales tienen

aplicaciones en pantallas señalizadoras (displays) e incluso en iluminación.

La maduración de la tecnología de los OLEDs impulsó a otras tecnologías basadas

en materiales orgánicos.

Dos ejemplos son las celdas fotovoltaicas de películas sólidas de estructura

amorfa, conocidas como celdas OPVs (es decir, Organic Photovoltaics) y las de

estructura semi-líquida e híbrida (orgánica-inorgánica), que contienen un

electrolito líquido y colorantes sensibilizadores. Es de interés mencionar que en

los OLEDs se aplica electricidad y se genera luz, mientras que en las celdas OPVs

y DSSC se absorbe luz y se genera electricidad.

4.1. Compuestos orgánicos depositados en películas delgadas

Una de las ventajas que tienen los compuestos orgánicos es la versatilidad

con la que se pueden realizar modificaciones estructurales que permiten

modular las propiedades deseadas. Lo anterior posibilita, por ejemplo, de

una manera relativamente fácil y rápida la fabricación de películas de

estado sólido con grosores comparables al de un cabello humano (películas

gruesas), o bien, cerca de mil veces más delgadas (películas delgadas). Las

películas se pueden depositar a temperatura ambiente sobre una gran

variedad de sustratos, lo cual es fundamental para la fabricación de los

dispositivos fotónicos y optoelectrónicos plásticos como los OLEDs y las

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celdas OPVs. Una de las técnicas más simples, fáciles y económicas de

fabricar películas conteniendo distintas moléculas y polímeros es la de

centrifugación. Esta consiste en depositar pequeñas cantidades de la

solución líquida sobre un sustrato como vidrio o cuarzo. Esta solución se

hace girar a altas velocidades, por ejemplo 2 000 rpm, evaporándose

rápidamente el disolvente y obteniéndose una película homogénea de gran

transparencia y calidad óptica. En base a la centrifugación, el GPOM ha

desarrollado celdas orgánicas con diversas eficiencias hasta lograr 2,2%.

5. Evolución de la tecnología de Celdas Fotovoltaicas Orgánicas

Una celda solar convencional consta de dos capas de material semiconductor, una

positiva (tipo p) y una negativa (tipo n), que se intercalan para formar una juntura

p/n. Cuando el semiconductor está expuesto a la luz, la energía (hν) de los fotones

incidentes que excedan el umbral de energía (band gap) es absorbida por los

electrones del semiconductor que tienen acceso a la banda de conducción

empezando a conducir la electricidad. Para cada electrón, una carga positiva móvil

o hueco es creada. Los electrones y huecos cerca de la juntura p/n se dirigen en

direcciones opuestas por la acción del campo eléctrico y al separarse las cargas,

estos se dirigen hacia los electrodos respectivos, generando carga eléctrica. Y

aunque tradicionalmente se consideraban que los polímeros eran compuestos

aislantes, a partir de los años 70 el químico japonés Hideki Shirakawa, el físico

estadounidense Alan Heeger y el químico estadounidense, de origen neozelandés,

Alan MacDiarmid realizaron trabajos en los cuales se descubrieron propiedades

conductoras en cierto tipo de polímeros, hallazgo que les valió el premio nobel en

química del año 2000 y que revolucionó la tecnología de los dispositivos

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electrónicos, desde las actuales pantallas AMOLED hasta los trabajos

desarrollados en el campo de energía fotovoltaica, pero ¿Qué es un polímero

semiconductor? Un polímero semiconductor es una macromolécula que presenta

unidades repetitivas denominadas monómeros que, a diferencia de los polímeros

tradicionales, son altamente conjugados, presentando dentro de su estructura

electrones de orbitales π, lo que permite tener cadenas con una alta densidad

electrónica deslocalizada, dándole propiedades electrónicas únicas, comparables

a los semiconductores inorgánicos. A partir de este hallazgo se comienza a

producir a manera de prototipo las primeras celdas fotovoltaicas y así empieza su

evolución.

5.1. Celdas fotovoltaicas orgánicas de una sola capa

El primer modelo de OPV era relativamente simple, pues el primer tipo de

celdas fotovoltaicas orgánicas consistía únicamente de una capa de un

polímero conjugado entre dos electrodos metálicos que tenían como

función la generación de un campo eléctrico. Debido a la baja constante

dieléctrica de los polímeros conjugados, la primera fotoexcitación no

libera electrones ni huecos, sino un excitón que es un par de enlaces entre

electrón y hueco; al entrar en contacto con el cátodo por efecto Schottky,

el excitón se disocia generando portadores de carga libre que se dirigen

hacia sus respectivos electrodos, generando la corriente eléctrica. Estos

excitones solo tienen unas decenas de eV, lo que limita la eficiencia de

conversión de potencia (PCE) a un 0,1 %. En la figura 3 se observa la

composición y el diagrama de bandas de energía de este tipo de celdas.

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Figura 3: (a). Esquema de una celda solar de una sola capa. (b). Brecha de

energía entre el HOMO y LUMO para una celda solar de una sola capa.

5.2. Celdas fotovoltaicas orgánicas bicapa (Concepto de heterojuntura)

Al observar los bajos rendimientos en el anterior tipo de OPV se retomaron

los conceptos y la misma configuración utilizada en las celdas

fotovoltaicas inorgánicas, este nuevo tipo de celdas se basaba en la

heterojuntura entre dos materiales con diferentes afinidades electrónicas y

de potenciales de ionización.

Esto favorece la disociación del excitón en la interface de los dos

materiales en electrones que serán aceptados por el material con mayor

afinidad electrónica (material aceptor), y en huecos que se moverán a

través del material con menor potencial de ionización (material donor),

generando la corriente eléctrica tal como se mencionó en el proceso de

funcionamiento. Sin embargo uno de los inconvenientes que presenta este

tipo de celdas es que el excitón fotogenerado se disocia dentro de una

longitud de difusión dentro de la interface donor/aceptor de

aproximadamente 10nm, al fabricarse estas celdas, formando una capa de

material sobre el otro, la distancia entre estos es mayor a 10 nm, razón por

la cual este tipo de celdas solo alcanzan un rendimiento de 3%.

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5.3. Heterojuntura en volumen o BHJ (Bulk Heterjunction)

Con el mismo fin, de obtener mayores eficiencias, los diferentes estudios

llevaron al desarrollo de un nuevo concepto de celda solar orgánica en la

cual se corregían los inconvenientes de los anteriores tipos de celdas y

toma fuerza el concepto de heterojuntura en volumen, este tipo de celdas

tiene como capa activa una película delgada (100nm aprox.) que está

compuesta por una mezcla homogénea de un donor (Polímero

semiconductor altamente conjugado) y un aceptor de electrones

(Generalmente un derivado de fullereno), así en cualquier punto dentro de

la película se tiene una mezcla donor/aceptor, resolviendo el inconveniente

de las celdas con heterojuntura, puesto que las redes interpenetrantes

aumentan las interfaces entre los dos materiales, disminuyendo la distancia

entre ellos, favoreciendo el proceso de disociación del excitón y

disminuyendo los procesos de recombinación, lo que incrementa la

eficiencia de las celdas fotovoltaicas orgánicas. Sin embargo es preciso

describir de manera más detallada los componentes de esta capa activa.

Figura 4. Celda solar con heterojuntura. (a). Esquema de una celda solar

basado en la heterojuntura. (b). Disposición de las bandas de energía.

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La máxima eficiencia de conversión reportada para una celda solar de este

tipo, de 8,3%. En este tipo de celdas la luz atraviesa el sustrato transparente

(vidrio alcalino o polietileno), y es absorbida en su mayoría por parte de la

capa activa, dando lugar a la generación de la fotocorriente dentro del

dispositivo. Por su parte, el contacto inferior debe tener propiedades

adecuadas para conducir los huecos generados, siendo el primero el que

facilita el trasporte de huecos desde la capa activa hasta el segundo, pues

es un semiconductor inorgánico transparente que actúa como ánodo.

Finalmente una película de aluminio actúa como contacto superior.

6. Vistazo actual de la Celdas Fotovoltaicas Orgánicas.

Las celdas OPVs presentan actualmente una eficiencia de alrededor de 9%,

mientras que las celdas DSSC tienen una eficacia típica de 11%; por su parte, la

eficiencia de dispositivos inorgánicos (cristalinos) es arriba del 20%. Estas dos

estructuras de celdas orgánicas son las más ampliamente estudiadas y, de las dos,

la más prometedora es la basada en películas delgadas amorfas de estado sólido,

celdas OPVs, (las DSSC son ‘celdas húmedas’ y tienen importantes limitaciones

tecnológicas).

La evolución de la eficiencia de conversión lograda desde la década de los 70s en

las celdas OPVs ha sido impactante: en 1975 fue del 0,001 %, en 1986 del 1 %,

en 2006 fue del 5,5 %, en 2009 del 6,1 % y actualmente se han reportado

eficiencias superiores al 9%.

Tanto el incremento de la eficiencia y de la vida útil de las celdas OPVs, como

del almacenamiento de la energía eléctrica obtenida permitirán a mediano plazo

competir con la tecnología inorgánica convencional.

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Actualmente, el tiempo de vida de las celdas fotovoltaicas orgánicas producidas

en los laboratorios es de semanas a meses, aproximándose cada vez más al año

(Compárese esta duración con la de materiales inorgánicos que es de 15-20 años).

Es muy recomendable, ante esto, tener acumuladores eléctricos para el almacenaje

de esta energía eléctrica foto-generada, ya que, aun y cuando se llegara a tener una

alta eficiencia, usualmente no será posible alimentar directamente a algún

dispositivo con la sola conversión solar. Por ejemplo, las pequeñas lamparillas de

decoración en jardines no se encienden directamente con la conversión

fotovoltaica, sino que durante el día esta energía eléctrica está siendo almacenada

en una pequeña batería recargable. Bastaría tener una celda solar orgánica con

baja eficiencia de conversión (Alrededor de un 5 %) y un buen sistema de

almacenaje para que esta conversión fotovoltaica de energía eléctrica pudiera ser

de utilidad para ciertos usos.

Por otro lado, en cuestión del costo para la generación de energía a partir de celdas

OPVs, debemos de tener en cuenta que en Estados Unidos la generación de

energía eléctrica actual por medio de celdas fotovoltaicas inorgánicas se estima

en unos 30 centavos de dólar por kWh, mientras que el precio de la energía

eléctrica producida por medios tradicionales en una zona residencial es de unos 8

centavos de dólar. Obsérvese, de la misma manera, que para la fabricación de las

celdas basadas en silicio normalmente se requiere de cuartos limpios. Esto es, para

producir estas celdas inorgánicas se requiere control en la cantidad de partículas

del aire, temperatura, humedad, flujo de aire, presión interior del aire,

iluminación, etcétera. Estos cuartos limpios pertenecen a una tecnología muy

costosa y, sobre todo, a gran escala que pocas instituciones pueden tener (Como

por ejemplo, las fábricas). Por el contrario, para producir las celdas OPVs no se

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requiere tener un control estricto de los parámetros antes mencionados y éstas

pueden fabricarse en laboratorios con equipos mucho más económicos sin

necesidad de cuartos limpios (Un cuarto limpio en su costo inicial es de decenas

de miles de dólares y su precio de mantenimiento es muy alto). Por todo lo

anterior, es difícil decir cuántas veces más económica será la producción de celdas

OPVs en comparación con el costo de producción de celdas inorgánicas, aunque

es claro que por el simple hecho de no requerir cuartos limpios para la fabricación

de celdas orgánicas, implica un menor costo en la energía obtenida.

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7. Conclusiones

 Los resultados obtenidos con las celdas solares orgánicas son positivos, ya

que actualmente existen empresas produciendo módulos de celdas

orgánicas a baja escala, sin embargo aún se está en la búsqueda de la

optimización de las mezclas de capas activas.

 Las perspectivas muestran que las investigaciones que se realizan

actualmente a nivel mundial, generarán una disminución de costos y un

menor impacto al medio ambiente permitiendo así, un desarrollo cada vez

más viable puesto que se generarían dispositivos que cumplen con los

requisitos de la búsqueda de energías alternativas, eficientes, limpias y

económicas, a partir de un recurso inagotable, la energía solar, por lo que

la permitirán posicionar en un futuro próximo este tipo de tecnologías en

cada hogar.

 Entre las ventajas de las celdas OPVs, se tiene el costo menor en la

producción de energía, ya que no se requiere de laboratorios sofisticados,

de alto costo y de mantenimiento elevado; asimismo, se cuenta con la

ventaja de generar menor cantidad de contaminantes durante su

producción.

 Para un mayor éxito de las celdas OPVs, de conversión, es necesario

incrementar su tiempo de vida y tener una tecnología adecuada para el

almacenamiento de la energía eléctrica producida.

 Recientemente, la compañía Samsung ha reportado eficiencias de

conversión del 10 % para las celdas OPVs, mientras que los laboratorios

de investigación en diversas universidades reportan eficiencias

principalmente en el rango de 3 % - 5 %.

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8. Bibliografía

 W. Chamorro, 2012, “Celdas solares orgánicas, una perspectiva hacia el futuro”.

 O. Barbosa, 2012, “Celdas solares orgánicas como fuente de energía

sustentable”.

 http://www.losavancesdelaquimica.com/wpcontent/uploads/13_quimica_ene

rgia_galvez.pdf Consultado: Julio 2019.

 https://www.eii.uva.es/organica/qoi/tema-01.php Consultado: Julio 2019.

 http://www.redalyc.org/pdf/416/41623360005.pdf Consultado: Julio 2019.

 https://www.ssecoconsulting.com/energiacuteas-renovables.html

Consultado: Julio 2019.

 https://www.interempresas.net/Quimica/Articulos/10737-La-quimica-

contribuye-a-la-eficiencia-y-la-sostenibilidad.html Consultado: Julio 2019.

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