Vous êtes sur la page 1sur 2

Cómo vivir sin miedo para disfrutar de la vida

El miedo forma parte indispensable de nuestra vida. No en vano, se trata de una reacción
ligada a nuestro instinto de supervivencia: por ejemplo, tiene sentido que el agua o las alturas
asusten a algunas personas porque tanto en una como en otras podemos sufrir un accidente.
Pero cuando el miedo nos paraliza, nos lleva a la inacción, como cuando evitamos viajar por
miedo a volar o rechazamos la oportunidad de dar un discurso importante por miedo a hablar
en público, entonces sí, sentir miedo puede ser un problema.

En su discurso de toma de posesión, el presidente de Estados Unidos Franklin D. Roosevelt


dijo que “a lo único que debemos temer es al miedo”. Porque el efecto paralizador del miedo
nos impide encontrar soluciones a los problemas, seguir adelante y, a la larga, disfrutar de la
vida como nos gustaría. ¿Pero cómo lo evitamos? ¿Cómo podemos vivir sin miedo?

Admite tus miedos


La primera medida que debemos adoptar si queremos desprendernos de nuestros miedo es
admitir a qué tememos. Prueba a decir en voz alta “me da miedo…” y verás al instante cómo
te sientes más aliviado. Pero no sólo eso: reconocer nuestras fobias nos ayuda a descubrir
cuál es su origen y, por tanto, a hallar maneras de superarlas.

Además, existe la posibilidad de que cuando nombres en voz alta tus miedos caigas en la
cuenta de que ni son tan importantes ni asustan tanto como creías en tu interior, y ese será
otro gran paso para dejarlos atrás.

Por otra parte, hablar de tus temores sin tapujos, compartirlos con los demás, te hará sentirte
mucho mejor.

Todo es relativo
¿Tienes miedo a que tu jefe no acepte tus propuestas? ¿A que tu pareja rechace tu nuevo
aspecto? ¿A quedarte en blanco frente a un auditorio abarrotado? ¿Y? ¿Qué es lo peor que te
puede pasar? ¿Que te despidan, que te abandone o que se rían de ti? En el primer caso, tendrás
la oportunidad de buscar otro empleo que sí satisfaga tus expectativas; en el segundo, saldrás
de una relación que quizá no era la más sana; y en el tercero, pasarás un mal trago, pero
acabarás olvidándolo.

Como ves, todo tiene solución, o dicho de otro modo, todo depende del punto de vista con
que lo mires y de la actitud que adoptes.

En este sentido, es buena idea visualizar las situaciones que te dan miedo, imaginar cuál es
el resultado y buscar una solución. De este modo restarás importancia a tus temores, y esto
supondrá otro pequeño paso hacia una vida libre de miedo.
El futuro aún no ha llegado
Tenemos una media de 50.000 pensamientos negativos al día. La mayoría pertenecen a
situaciones que ya ocurrieron o a las que todavía están por suceder. En estas últimas el miedo
es el detonante: aquello que nos asusta se cuela en nuestra mente con bastante frecuencia.
Pero la realidad es que la posibilidad de que aquello que tanto tememos finalmente ocurra es
muy, muy pequeña.

Entonces, ¿por qué desperdiciar nuestros pensamientos en ello?

Cultiva la autoestima
El mejor recurso contra el miedo es la seguridad en uno mismo, y esto se consigue si
cultivamos nuestra autoestima, si apreciamos nuestras cualidades y nos queremos un poquito.
Un ejemplo: el miedo al fracaso llega cuando nos centramos en nuestras debilidades en lugar
de en las virtudes. Y la única manera de superarlo es convencernos de que somos capaces.

Existen prácticas sencillas para aprender a valorarnos y, de paso, liberar nuestra mente de
miedos y fobias. El mindfulness, como buena técnica de relajación, es una de ellas; también
hacer yoga o cualquier otro tipo de ejercicio (¿te ves más como runner?) ayuda a fomentar
los pensamientos positivos y a desterrar los que sólo nos perjudican; y por supuesto una
alimentación sana resulta esencial para vivir sin miedo.

Vous aimerez peut-être aussi