Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Cada uno de los discos posee dos diminutos cabezales de lectura/escritura, uno
en cada cara. Estos cabezales se encuentran flotando sobre la superficie del disco sin
llegar a tocarlo, a una distancia de unas 3 o 4 micropulgadas. Estos cabezales generan
señales eléctricas que alteran los campos magnéticos del disco, dando forma a la
información; dependiendo de la dirección hacia donde estén orientadas las partículas,
valdrán 0 o valdrán 1.
Esta interfaz ha sido diseñada para sobrepasar los límites de la interfaz Parallel ATA. La
interfaz Serial ATA será totalmente compatible con todos los sistemas operativos
actuales y poco a poco irá sustituyendo a la interfaz PATA, aunque ambos sistemas
convivirán durante cierto tiempo. Cabe destacar que las placas base actuales soportan
ambos tipos de interfaces.
Gracias a esta interfaz, podremos obtener unas mayores velocidades (inicialmente hasta
150 MB/s, aunque en siguientes versiones esta cifra se dobla y posteriormente llega a
los 600 MB/s), crear discos duros de mayor capacidad y reducir el consumo eléctrico de
las unidades. Además, el cable mediante el cual la unidad se conecta a la placa base es
mucho más pequeño (tan sólo tiene siete conectores), lo que ayuda a mejorar la
ventilación y es menos sensible a las interferencias, por lo que se podrán crear cables
más largos sin ningún problema.
Si nuestra placa base no posee una interfaz SATA y disponemos de alguna unidad que
requiera esta interfaz, es posible adquirir tarjetas PCI con una controladora de este tipo,
pero debido a las características del bus PCI, sólo podremos transferir datos según el
estándar SATA 150 y no podremos aprovechar las futuras generaciones de este
estándar.
1 Cable IDE/ATA de 80 hilos / 40 hilos
2 Cable IDE/ATA de 40 hilos / 40 contactos
3 Cables SCSI con terminador para LVD-SCSI
4 Cable de disquetera
5 Cables Serial-ATA
6 Cable en Y de 4 contactos para alimentación
7 Cable IDE/ATA redondo de 80 hilos / 40 contactos
La interfaz SCSI
Sin embargo, no todo está a favor de las unidades SCSI, ya que las unidades IDE han
avanzado mucho y, aunque no las alcanzan aún en prestaciones, cada vez están más
cerca. Sin embargo, la mayor ventaja que poseen los dispositivos IDE es el precio: para
la misma capacidad, un dispositivo IDE puede costar un 30% o hasta un 50 % menos.
Además, todas las placas base actuales incluyen una controladora IDE por lo que, al
contrario que ocurre con las unidades SCSI, no necesitaremos añadir a nuestro sistema
una controladora SCSI mediante un bus PCI.
A pesar de esta explicación, es posible que muchos usuarios aún se pregunten qué tipo
de unidad deben adquirir. La decisión no es demasiado complicada: si no vamos a tratar
temas como edición de vídeo o de audio con un número elevado de pistas (una unidad
IDE podrá trabajar perfectamente con hasta 24 pistas de audio), es un gasto innecesario
decantarse por la opción SCSI. Sin embargo, si queremos conectar muchas unidades,
tanto externas como externas o trabajamos con muchas pistas de audio y/o edición de
vídeo profesional, merece la pena el gasto adicional que supone adquirir una o varias
unidades SCSI.
También podemos adquirir una solución mixta: adquirir una unidad IDE de gran
capacidad para instalar en ella el sistema operativo, programas, datos, etc. y una unidad
SCSI más pequeña para realizar la edición de vídeo y audio. Con esto, nos aseguramos
poder trabajar con el audio en tiempo real sin ningún tipo de problemas y disponer de
suficiente espacio de almacenamiento para nuestros datos.
Para entender esto con más claridad, a continuación veremos unos ejemplos: