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Arquitectura precolombina

En el periodo prehispánico se destacan la utilización de materiales naturales y/o perecederos,


propios del lugar de ocupación, y las diferentes formas de habitar a lo largo de este periodo,
por ello se opta por dividirlos en 4 niveles; para el establecimiento de los distintos “estadios
culturales” que se pueden reconocer en el territorio colombiano, se adoptó el esquema
propuesto por el antropólogo Gerardo Reichel-Dolmatoff2que distingue, en términos
generales, cuatro niveles básicos, los cuales son:

Nivel Paleoindio

Correspondiente en América al paleolítico, caracterizado por la existencia de grupos nómadas


de cazadores y recolectores, periodo en el cual se da la forma de vivienda más primitiva
encontrada en territorio colombiano, la cual consistió en la utilización de los abrigos rocosos
naturales o cuevas, que servían de vivienda temporal o estacional a los pequeños grupos
tribales que se alojaban en ellas a manera de campamentos de cacería de animales como
venados y roedores, la recolección de frutos y de caracoles y gasterópodos de tierra firme que
completaban la dieta básica. La estructura de ocupación consistía, en una zona del fogón, otra
zona destinada a la fabricación de instrumentos de piedra para la cacería, y otra zona hacia el
exterior del abrigo, posiblemente destinada a otras labores como la preparación de presas de
cacería, arreglo de pieles y madera y también talla de piedra. La basura se tiraba en una zanja
al exterior del abrigo, que se fue rellenando con el tiempo. El yacimiento arqueológico de
Tequendama, es el ejemplo más evidente de este periodo.3

Nivel Formativo

Caracterizado por la transformación de una vida tribal nómada, a grupos sedentarios tribales,
ocasionados por la aparición de la agricultura de raíces, la domesticación de animales y la
realización de las primeras cerámicas, la casa comunal fue posiblemente la primera forma
propiamente arquitectónica de vivienda, correspondiente posiblemente a este periodo,
adaptada al medio circundante, está construida con materiales de la región, generalmente
madera y palma. Su duración puede ser de unos 10 a 15 años. La forma de su planta puede
variar entre circular, ovalada o rectangular y su tamaño depende del grupo y del avance
tecnológico aplicado en su construcción.4

Aldea Kogui actual, lo más cercano a la representación de una casa de la época precolombina.

Nivel de Cacicazgos

Se trata de grupos relativamente numerosos que dominan el territorio equivalente a una hoya
hidrográfica, sus asentamientos pueden variar de casas aisladas a aldeas agrupadas que
guardan relación entre sí y que se reconocen como pertenecientes a una misma cultura,
caracterizados por el manejo de cultivos estacionales, la creación de jerarquías, generando la
aparición de familias que ejercen el control social, económico y religioso, así como la
organización de la población en oficios especializados: alfareros, orfebres, militares,
sacerdotes, tejedores, etc. Este desarrollo social está asociado a las demás expresiones
culturales: una cerámica más rica, en ocasiones estatuaria, prácticas funerarias más complejas
y, evidentemente también, formas arquitectónicas más elaboradas, como son los casos de los
hipogeos de la cultura de Tierradentro y la necrópolis de San Agustin.5

Nivel de Federaciones de Aldeas

Es un estadio superior al de los cacicazgos, con estructuras de clases diferenciadas, inicios de


formación del estado y dominio de un vasto territorio, esto al parece solo fue alcanzado por las
culturas Tayrona y Muisca, paralelamente a las otras culturas que aún se encontraban en el
nivel de cacicazgos, y que fue interrumpida por la conquista española.

La ciudad perdida, de la cultura Tayrona, compuesta por grupos de terrazas inter conectadas
por caminos que se alternan con zonas libres posiblemente utilizadas para los cultivos. Una red
de desagües canaliza el agua que se desliza por las terrazas y los caminos, evitando la erosión.
Se encuentran así mismo en distintos lugares estratégicos, puentes, aljibes, escaleras y
basureros, mostrando una comprensión arquitectónica más avanzada; las terrazas varían en
forma y tamaño, lo que insinúa diferencias de uso y jerarquía; mientras la mayoría de las
terrazas están aisladas y poseen un solo anillo interior, algunas están entrelazadas y contienen
grupos de 2 o 3 basamentos de construcciones. Las terrazas con 4 o más basamentos,
corresponden a anillos grandes y atípicos. los hallazgos dan a conocer que el patrón más
extendido era el de viviendas circulares de madera sobre zócalos de piedra, muy semejantes,
posiblemente, a las viviendas de los Kogui actuales.

Los muiscas, construían sus casas utilizando como principal material la caña y el barro para
hacer las tapias llamadas bahareque, estas unas cónicas y otras rectangulares. Las primeras
consistían en una pared en círculo hecho de palos enterrados como pilares más fuertes sobre
los cuales se sostenía de lado y lado un doble entre tejido de cañas cuyo intersticio era tupido
de barro. El techo era cónico y cubierto de pajas aseguradas sobre varas. Tanto las
construcciones cónicas como las rectangulares tenían puertas y ventanas pequeñas, estas
edificaciones conformaban grandes aldeas, siendo lo más cercano a una ciudad por sus
dimensiones y organización.6

Arquitectura colonial
Construcciones coloniales de Barichara, uno de los centros de la época mejor conservados.

Las edificaciones levantadas por los españoles en tierras americanas seguían los principios
constructivos y tipológicos de la metrópoli, adaptándolos más o menos a las condiciones del
lugar y a su función en un medio natural, social y económico diferente. Las iglesias, con su
lenguaje espacial de naves, capillas, bóvedas, cúpulas y campanarios, continuaban la tradición
establecida desde los principios de la cristiandad, aplicando en la composición de estos
elementos los principios renacentistas y posteriormente barrocos vigentes en España.

En cuanto a la arquitectura doméstica, las casas neogranadinas, construidas como estancias


alrededor de uno o varios patios, reflejaban no solamente la proveniencia andaluza o
extremeña, en su mayor parte, de los conquistadores, sino al mismo tiempo la herencia árabe
y, antes que ésta, romana y griega de las casas de dichas regiones peninsulares. Vale la pena
notar, como lo afirma el arquitecto e historiador Germán Tellez,7 que los componentes de la
arquitectura doméstica urbana del sur de España se encuentran tanto la arquitectura
doméstica urbana como en la rural de la Nueva Granada; en vano –afirma Tellez–, se deben
buscar los antecedentes de esta última en las casas rurales de Andalucía o Extremadura,
puesto que los modelos de explotación agrícola de las haciendas en las cuales dichas casas se
asentaban eran esencialmente diferentes.

Arquitectura de la época colonial española en Cartagena de Indias.

Las características de la arquitectura colonial neogranadina están marcadas por su condición


de colonia con una economía de subsistencia, donde la explotación de oro y plata no jugó el
importante papel que tuvo en Nueva España (México) o Perú, joyas de la corona española.
Esto se hace patente en la comparativa sobriedad de las fachadas de las catedrales de Santa Fe
(Bogotá), Popayán o Cartagena, donde los recursos no daban para la grandiosidad de las
fachadas barrocas de sus pares en Lima, México o Puebla. Digno de mención, entre los
arquitectos de este período, son el alemán Simón Schenherr quien construyó iglesias de estilo
barroco como la de los jesuitas en Cartagena de Indias y la iglesia de La Encarnación en
Popayán.

Igualmente se destaca el mestizaje arquitectónico propio de la época, representado en la


Catedral Basílica Metropolitana Santiago de Tunja, es la iglesia catedralicia de culto católico
más antigua de Colombia y de estilo Gótico Isabelino.

La ciudad colonial
Al igual que en el resto de la América hispánica, los conquistadores llegados al Nuevo Reino de
Granada fundaron gran cantidad de ciudades en un afán de controlar rápidamente el
territorio, de modo que la mayor parte de estas poblaciones ya estaban fundadas para cuando
Carlos II promulgó la Recopilación de las Leyes de los Reinos de Indias en 1680, en las cuales
aparecían detalladamente las medidas y formas que debían seguir los trazados urbanos, así
como todo lo relativo a su gobierno. No obstante, ya en 1542, Carlos I había promulgado,
dentro de las Leyes Nuevas su Instrucción y reglas para poblar. Código para todas las colonias y
Felipe II en 1573 había expedido ordenanzas bajo el título de El orden que se ha de tener en
descubrir y poblar; estas son consideradas el primer código de urbanismo de la Edad
Moderna.8

Catedral de Medellín, diseño del francés Charles Émile Carré.

De esta manera, las ciudades fundadas durante la Conquista y la Colonia en la Nueva Granada
siguen, en mayor o menor medida, las normas expedidas desde la metrópoli arriba
mencionadas, lo que se evidencia especialmente en los Conjuntos Monumentales de Popayán,
Tunja (al estilo castellano manchego), Pamplona y Villa de Leyva. Esto queda evidente en su
trazado común, conformado por manzanas cuadradas organizadas en una cuadrícula cuyo
centro era la plaza mayor, sobre la cual se construyeron el templo católico y demás edificios
del poder religioso y civil. Las viviendas de los conquistadores y demás personas que los
acompañaran se ubicaban sobre la plaza o en las manzanas adyacentes, alejándose de la plaza
según descendieran en rango e importancia.

Arquitectura del Siglo XIX

Capitolio Nacional de Colombia diseño inicial de Thomas Reed, se inició en 1848 e inaugurado
en 1926, contó con la intervención de diversos arquitectos.

La arquitectura colonial, en sus técnicas más atrasadas, se prolongará inicialmente por largas
décadas, hasta inicios del siglo XIX, que estará marcada por el proceso de Independencia de
Colombia, y el establecimiento de una república liberal; posterior a estos echos las continuas
guerras civiles, generaran un balance económico negativo; en estas circunstancias habrá muy
poco dinero para construir, incluso se presenta un retroceso técnico por la desaparición de
maestros, carpinteros y arquitectos españoles.

Para mediados del siglo se habían perdido ya las tradiciones constructivas y artísticas de finales
de la Colonia y es necesario reiniciar este proceso educativo con arquitectos traídos del
exterior. Una de las tareas específicas que se encomendaron en los distintos contratos a
arquitectos era la de entrenar obreros y maestros en el arte de construir.
El aumento demográfico de la república se concentró en los campos, aun así, el sistema de
ocupación territorial en los campos colombianos es dual: por un lado, continuará y se
diversificará el sistema de haciendas y por otro, se formarán pequeñas poblaciones con
habitantes que trabajan en los campos aledaños, fundando poblaciones nuevas.

Precisamente por estas condiciones, las pocas obras arquitectónicas de alguna envergadura
que se acometen estarán marcadas por un altísimo grado de significación, en su mayoría
realizadas por extranjeros. El Capitolio Nacional, se convertirá en la obra arquitectónica más
importante del siglo, por su valor significativo para la nueva república, la Catedral Primada, la
Catedral de Medellín, el panóptico hoy Museo Nacional, fueron otras de las pocas obras que se
consolidaron en esta época.

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