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Anexo: Estructura

del sistema sanitario

Alberto Rando Caño


María Pilar Cubo Romano
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Módulo 1: Organización sanitaria.

1. Introducción:

Desde tiempo inmemorial, las personas cubrieron el tratamiento de sus

enfermedades con recursos propios, acudiendo a las distintas alternativas que

podían encontrar y se podían permitir. Los acontecimientos históricos fueron

modificando profundamente la distribución de la sociedad, sus costumbres, su

cultura y entre ellos, el concepto de salud. De esta forman surgen las profesiones

sanitarias y aparecen diversos dispositivos asistenciales. A todo esto se le añade

que los poderes públicos tomaron conciencia de la necesidad de establecer

determinadas garantías a favor de la población, principalmente las que se

referían al desarrollo de las medidas higiénicas, la medicina preventiva y el

saneamiento ambiental.

No podemos negar que, en la actualidad, hay varios retos a los que un

país que se considere avanzado y moderno tiene que dar una respuesta de una

forma adecuada. Uno de esto retos es asegurar la salud de sus habitantes. Este

reto no es nada fácil, puesto que no sólo debe contar con un sistema sanitario, y

si no lo tiene construirlo, y dotarlo con músculo suficiente para que pueda dar

respuesta a las demandas sanitarias de la población a la que atiende. Al mismo

tiempo, se tiene que disponer de las leyes que posibiliten la cobertura sanitaria

de la población, así como las partidas presupuestarias que posibiliten desarrollar

dichas leyes, y por último disponer todas las infraestructuras y recursos

materiales para posibilitar los mismos. De esta forma se tienen que plantear,

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diseñar y desarrollar las distintas estructuras organizativas, los centros que van

a dispensar la asistencia y por último, los recursos materiales y personales para

llevar a cabo la asistencia. Y si esto parece complejo, también hay que decidir

qué tipo de problemas se van a atender, quien va a tener derecho a la asistencia

y quien, cuando y como se va a encargar de afrontar dichos servicios.

De entrada un proceso que se podía imaginar sencillo, dar asistencia

sanitaria a la población, va a alcanzar un grado de complejidad que no hace nada

fácil el desarrollo del mismo.

La estructura y el modelo de atención sanitaria de cada país puede ser

muy diferente y va a venir influido por los recursos disponibles (posibilidades

económicas de la población, recursos que proporciona el estado,...), la práctica

de la medicina y los cuidados sanitarios (más orientados a la medicina

preventiva, o hacia la curativa), el grado de eficacia y eficiencia que se quiera

obtener, el papel que desempeña el estado (va a depender de la ideología

predominante del poder, que va a dar desde sistemas sanitarios centralizados

con una fuerte presencia del estado, a otros más sistemas más liberales que van

a atribuir un papel importante a la iniciativa privada, a otros donde ambos

sistemas, el público y el privado, se mantengan en un relativo equilibrio), la

influencia de las asociaciones profesionales y otras organizaciones (religiosas,

solidarias, ONG,...), y lo más importante, y a lo que menos valor solemos darle,

el papel de cada ciudadano tenga en el cuidado de se propia salud (basado en

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función del grado de educación sanitaria que se tenga y el nivel de compromiso

que se adquieran).

Todo lo descrito origina visiones ideológicas y políticas diferentes,

respecto a la asistencia sanitaria en los distintos países, dependiendo de la

conformación de las características sociales, políticas, económicas e históricas

de cada uno de ellos. Tales características dieron origen a distintos modelos

(como el Liberal, el Socialista y el Mixto).

No tenemos que confundir el modelo sanitario y el sistema sanitario. Es

importante que recalquemos la diferencia entre modelo y sistema. El modelo es

el ámbito de la política y se refiere al conjunto de criterios o fundamentos

doctrinales e ideológicos en los que se basan los sistemas sanitarios. En él se

determinan aspectos como: población receptora, quién financia el sistema,

prestaciones que se van a dar, actuaciones y competencias de la salud pública-

autoridad sanitaria. Mientras que el sistema hace referencia a la operatividad y

ejecución del modelo, que puede tener diferentes maneras de conceptualizarlo

en función de las características y complejidades que guarda.

La Organización Mundial de la Salud (en adelante OMS) los relaciona con

el concepto de salud en su aspecto más amplio puesto que a ambos los

considera como un conjunto de elementos interrelacionados que contribuyen a

la salud en los hogares, los lugares de trabajo, los lugares públicos y las

comunidades, así como en el medio ambiente físico y psicosocial, y en el sector

de la salud y otros sectores afines. Asimismo, la OMS visualiza los distintos

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actores que lo componen al explicar que “sistema es el conjunto de todas las

actividades, oficiales o no, relacionadas con la prestación de servicios de salud

a una población determinada, que debe tener acceso adecuado a la utilización

de dichos servicios. Integrado por todo el personal de la salud disponible, los

procedimientos de formación de este tipo de personal, las instalaciones

sanitarias, las asociaciones profesionales, los recursos económicos que por

cualquier motivo u origen se pongan al servicio de la salud y el dispositivo oficial

y no oficial existente”.

Y añade que “todo este conjunto debe armonizarse en un sistema

homogéneo que permita utilizar los recursos habilitados para el logro de la

máxima satisfacción de los objetivos prefijados: garantizar el derecho a la salud

no sólo como un derecho universal, sino como un recurso para el desarrollo

social, económico e individual de una persona”.

Si bien todo sistema se encuentra incluido en uno mayor, el supra sistema,

están quienes consideran que los sistemas de salud son una variante de los

sistemas sociales, y como tales aparecen como una de las instituciones y

funciones sociales más constantes y de mayor complejidad en la sociedad. Así,

desde la sociología se ha definido al sistema de salud como “el conjunto de

mecanismos sociales cuya función es la transformación de recursos

generalizados en productos especializados en forma de servicios sanitarios de

la sociedad”.

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Como hemos señalado, dependiendo de las características sociales,

políticas, económicas e históricas, se van a dar distintos modelos:

 Modelo liberal: En modelo la salud es un bien de consumo, que no tiene

por qué estar protegido por los poderes públicos. El estado va a tener una

responsabilidad reducida, puesto que va a atender a los grupos más

desprotegidos y vulnerables, y por supuesto, más pobres. El resto de la

población (con poder adquisitivo medio y alto) se tiene que adherir a

compañías de seguros privados o directamente pagan por la prestación

sanitaria sin intermediarios. Los proveedores de servicios desarrollan sus

dispositivos de acuerdo a los planteamientos de rentabilidad económica.

La alta competitividad existente entre los diferentes proveedores para

captar clientes hace que la tecnología, y la investigación científico-médica

avancen notablemente y atraigan a los mejores profesionales. Se utilizan

procedimientos de gestión, que son copiados por otros sistemas

sanitarios (análisis de costes por proceso), que tienen como finalidad

hacerlos más eficientes. El país de referencia de este sistema es Estados

Unidos. Una variante del Modelo Liberal es el Modelo Singapur, que ha

introducido en los sistemas sanitarios el concepto de capitalización

individual. De esta forma la financiación se genera en una Central

Provisora de Fondos (donde el trabajador financia

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 el 20% del coste y otro 20% lo financian las empresas). De este dinero,

entre el 6-8% va a una cuenta. Cada individuo puede retirar dinero de esa

cuenta para cubrir gastos sanitarios.

 Modelo Socialista o Estadista: Su característica más relevante es que las

prestaciones se dan en condiciones de equidad, gratuidad y universalidad

para todos los segmentos de la población. Es financiado en su totalidad

por presupuestos generales del Estado. El sector privado es inexistente.

De este modelo derivan dos tipos:

o Uno de ellos es el modelo Semashko (utilizado por la URSS y sus

países satélites) que comenzó durante la Segunda Guerra mundial,

pero que está siendo abandonado, como sistema centralizado y

totalmente controlado por el estado. Está financiado con los

presupuestos del estado, pero con baja prioridad, puesto que se

considera “sector no productivo”. Es de acceso libre y obliga a una

inexistencia formal del sector privado.

o Otro de ellos es el modelo Público Unificado (aplicado en Cuba y

Corea del Norte) en el que se garantiza el acceso a la salud,

financiando y suministrando los servicios de salud a través de un

sistema único e integrado verticalmente.

 Modelo Mixto: Es común en muchos países europeos y latinoamericanos.

Se define por la contribución que tiene el sector

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público y privado en la gestión del sistema. Según el país, difiere la

participación de ambos sectores dándole características propias en la

financiación, en los modos de provisión y en la funcionalidad, como así

también en los distintos niveles de asistencia. En Europa se van a dar dos

modelos: El modelo de la Seguridad Social (Bismarck) y el Modelo

Impuesto (Beveridge).

o El Modelo de la Seguridad Social garantiza las prestaciones

mediante cuotas obligatorias, pero sólo a los trabajadores que

pagaban el seguro obligatorio, lo cual le obliga a crear redes

paralelas de beneficencia para los trabajadores que no cotizan. El

Estado es la autoridad sanitaria y se encarga de la salud pública.

Las instituciones reciben unos presupuestos y los profesionales

son retribuidos mediante acto médico. Actualmente todos los

ciudadanos de estos países gozan de una sanidad universal,

gratuita y en condiciones de equidad (Alemania, Francia, Austria).

o El Modelo Impuesto hace que la financiación sea pública a través

de impuestos y mediante presupuestos estatales. La prestación se

da en condiciones de universalidad, equidad, gratuidad y libertad

de acceso de toda la población. La planificación y la salud pública

es responsabilidad del Estado, y los planes de salud, están

descentralizado (Reino Unido, Países nórdicos, España).

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En Latinoamérica surgieron otros modelos parecidos: El modelo

segmentado, el contrato público y el pluralismo estructurado.

 El Modelo Segmentado es el modelo más utilizado en América Latina. En

el coexisten los tres sectores en el sistema. El sector público,

representado por el estado, es el prestador de los servicios, con su red y

asiste a los individuos de los grupos sociales más vulnerables y sin

cobertura social. Este sector se financia con impuestos específicos o de

las financias generales. El sector de la seguridad social se realiza en

entidades no gubernamentales pero con regulación por parte del estado.

La financiación es por cuotas de los trabajadores y solo estos, y su grupo

familiar, están cubiertos. El sector privado presta también servicios que el

usuario financia mediante el sistema de prepago (seguros individuales o

colectivos). Se produce una falta de equidad y discriminación en la

prestación por la interdependencia económica de los tres sectores, la

duplicidad de funciones y la ineficacia.

 El modelo de Contrato Público: La financiación pública se combina con la

privada mediante la contratación de servicios. El presupuesto público

global se reparte en varios proveedores en función de criterios de

productividad y calidad. Este modelo conduce a la fragmentación de la

provisión y complica el control de la calidad y los costos. Es el modelo que

se sigue en Brasil.

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 El Pluralismo Estructurado: Es un modelo intermedio entre los dos

extremos (público y privado), evitando los extremos de monopolio en el

sector público y atomizando el sector privado. Lo que busca es que el

modelo esté organizado por funciones. El estado va a adquirir el papel de

rector y regulador del sistema (Es una nueva modalidad que se

encuentran transitando Colombia, México, Argentina y Brasil)

Para finalizar con esta reflexión, lo que tenemos que pensar es que no

existe ningún modelo único y puro. De esta forma podemos afirmar que el

modelo sanitario ideal no existe y que cualquier modelo que elijamos tiene

defensores y detractores por sus propias características y complejidades.

Nos hemos centrado en los distintos modelos, y ahora pasaremos a ver

las características de los sistemas. La OMS sostiene que la misión de todo

sistema es conseguir incrementar los niveles de salud en todos los aspectos y

situaciones de las personas, a nivel individual y en el conjunto de la sociedad,

por lo que en su funcionamiento se deben establecer los indicadores de medición

de bienestar y de nivel de desarrollo de su sociedad. El estado debe garantizar

la protección, promoción y acceso a los servicios de salud, independientemente

de su clase social, nivel de ingreso, puesto de trabajo, género, etnia o edad.

Vamos a destacar una serie de elementos comunes a todos los sistemas

de salud, independientemente del modelo en el que se basen:

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 Los sistemas de salud son instrumentos operativos diseñados por los

políticos de los diferentes países para cumplir con sus modelos teóricos

sanitarios.

 El rasgo más específico de todos los sistemas de salud es su carácter

profesional. El médico es el eje del sistema y el tomador de decisiones,

con gran autonomía, en nombre del paciente. Estas decisiones

determinaran la calidad y eficiencia del sistema.

 Los sistemas sanitarios permanentemente deben alinear la práctica

médica (con sus incentivos e intereses) con la misión y valores del sistema

sanitario, articulando la gestión administrativa con la gestión clínica

colegiada basada en la autoridad profesional.

 Los determinantes principales de la salud individual y colectiva no

dependen del sector salud (genética, los estilos de vida y el medio

ambiente), frente a su capacidad para generar salud.

 La salud pesa cada vez más en los indicadores macroeconómicos de un

país. Esta cantidad de recursos genera gran cantidad de intereses

entorno a las decisiones sanitarias.

 El empleo sanitario tiene una gran capacidad de presión social y laboral,

con una gestión complicada.

 Los sistemas sanitarios son complejos y tienen un gran número de

componentes y establecen relaciones entre los mismos, y además son


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sistemas abiertos que interactúan con otros sistemas: el político, el fiscal,

educativo y el económico.

 Las partes internas del sistema se relacionan a través de funciones:

financiación, regulación (legislación), provisión y gestión (planificación y

control del sistema).

 La organización de la asistencia médica es fruto de la estructura

sociopolítica y económica de la sociedad en la que actúa.

Podemos afirmar que existe una gran diversidad en relación a la

estructura organizativa de la sanidad, los cuales son el resultado de combinar

los dos elementos básicos de los que se constituyen todos los sistemas

sanitarios:

 Fuentes de financiación (recursos económicos).

 Proveedores (médicos, hospitales, farmacias,...).

Pero no olvidemos que los sistemas de salud y los modos de financiación

también generan defectos que tenemos que tener en cuenta como son la

burocratización, la ausencia de regulación y la falta de equidad.

2. El Sistema Nacional de Salud:

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2.1. Origen:

El Sistema Nacional de Salud (en adelante SNS) de España es el fruto del

trabajo de muchas generaciones de españoles, y tiene su origen en la

Constitución Española, partiendo de sus derechos a la protección de la salud y

a la atención sanitaria de todos los ciudadanos.

Antes de meternos a fondo con el SNS, vamos a ver como se había

organizado la asistencia sanitaria en España, previamente.

En la época medieval existe constancia de que los gremios contrataban a

médicos para atender a sus miembros y familiares, y se retribuían por un sistema

cualitativo (se asignaba a este médico un fondo económico por cada persona del

gremio, durante un periodo determinado). Este se encargaba de la atención

sanitaria con independencia del estado de salud, y a todos por igual (de ahí nace

el término de “igualas”). Este sistema de igualas permitió el desarrollo, a finales

del XIX y principios del XX, de pequeñas mutuas y cajas de enfermedad (basado

en la contribución, mediante cuotas mensuales a cargo de empresarios y

trabajadores). Hasta el siglo XIX, se hace una diferenciación entre la medicina,

la cirugía y la farmacia.

Al mismo tiempo se empiezan a gestar primeros intentos de hacer una ley

sanitaria (Código Sanitario de 1822), que se materializa con la creación de la

Dirección General de Sanidad (1855).

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En 1908, y de la mano del gobierno y ratificado por el rey Alfonso XII, se

constituye el germen inicial del futuro SNS, el Instituto Nacional de Previsión (en

adelante INP). La ley que facilita su entrada en vigor, define que el Estado

organice un INP para difundir e inculcar la previsión popular, especialmente en

forma de pensiones de retiro. Así el INP fue un ente gestor de seguros sociales

de mayor entidad y con vida más larga, puesto que duró hasta 1978.

En 1919, se crea el primer seguro social obligatorio en España, el Retiro

Obrero. En 1929 se implanta el seguro de maternidad. En 1932, el seguro de

accidente de trabajo, se hace obligatorio para todas las actividades. Esta rápida

progresión, se ve truncada por la guerra civil que paraliza el desarrollo de las

leyes que hubieran permitido la conversión del INP en un servicio nacional de

salud.

En 1939, el retiro obrero se va a convertir en el subsidio de vejez y en

1947, cubrirá el riesgo de invalidez y a partir de 1955 el riesgo de muerte.

En 1942, se crea el Seguro Obligatorio de Enfermedad (en adelante SOE),

que a través del INP va a encargarse de la cobertura de riesgos sanitarios

vinculados a una cuota sobre el trabajo. Se va centrar principalmente en la

curación de los trabajadores, sin tener en cuenta ni la medicina preventiva, ni la

sanidad ambiental. Los profesionales sanitarios se regían a nivel retributivo por

el método de las igualas, cobrando por el número de cartillas que tuvieran

adscritas, atendiendo en un primer momento en su propio

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domicilio, para después desarrollar su labor en una red de consultorios públicos.

Adicionalmente, en el medio rural surgen los médicos titulares que tenían una

actividad clínica curativa y preventiva, médicos que fueron incorporados al SOE.

En el ambiente rural fue donde perduró más el sistema de “igualas”, como

complemento a los bajos sueldos oficiales, primero de forma legal, y luego ilegal.

Las enfermeras trabajaban en dos modalidades diferentes; de forma

activa, bien como practicantes, y eran remuneradas mediante el cobro por

cartilla, con el cupo de varios médicos adscritos, con un trabajo en consulta de

dos horas, y avisos a domicilios con horario similar al médico; y como enfermeras

de consultorio, a tiempo completo, pago por salario, y tenían la adscripción a una

“consulta” o despacho, con tres médicos que cambiaban cada dos horas y media;

su misión era ayudar al médico en las labores burocráticas y en algunas técnicas

exploratorias. En los consultorios había la figura de Jefa de Enfermeras que

ejercía una mínima labor de coordinación sobre todo el personal.

Los médicos especialistas también eran remunerados por cartillas (pago

cualitativo), y también trabajaban a tiempo parcial permitiéndose de esta manera

la simultaneidad del trabajo en el sector público y privado, y justificándose de

esta manera los bajos salarios percibidos. Cada médico general tenía un cuadro

de médicos especialistas, quienes ejercían su actividad en instituciones abiertas,

llamados ambulatorios, o instituciones cerradas, clínicas propias o contratadas,

para el ejercicio de la cirugía de día, por medio de los equipos quirúrgicos, que

remitían a los pacientes al hospital si se requería ingreso. El acceso a los

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especialistas era vía visita previa al médico general, es decir, actuaban como

filtro al sistema, y si el médico general lo creía conveniente derivaba

obligatoriamente a algún especialista de su cuadro médico. El cupo del médico

general, es decir, el conjunto de población que se integraba en las cartillas que

se le adscribían, daba lugar a un sistema piramidal, por medio del cual el pediatra

tenía tres cupos (atendía a los menores de 7 años del cupo de tres médicos

generales), el cardiólogo tenía seis cupos, y el endocrinólogo 45 cupos. El

conjunto de los cupos (la población cubierta) se agrupaba por “sectoriales”, para

las que existía una estructura mínima de gestión del personal, basada en las

figuras del “director médico”, la “enfermera jefe” y el “inspector médico”. Nunca

hubo copagos, más allá de los que acompañaban a la medicación. Tampoco

nunca hubo un sistema de cita previa, ni en Atención Primaria ni con los

especialistas, pues se daba por supuesto que los pacientes debían ser atendidos

en el día, según orden de presentación en la consulta o en el ambulatorio, donde

al llegar se pedía “la vez” para un orden de visita. Al mismo tiempo, nuestro SOE,

tiene una diferencia significativa comparada con otros modelos europeos: La

creación de una extensa red de ambulatorios donde se realizaba el mayor

porcentaje de las consultas médicas y la mayoría de las intervenciones

quirúrgicas pequeñas, con la creación de los centros quirúrgicos de cupo y los

hospitales de mayor o menor tamaño, y finalizando con la creación de las

ciudades sanitarias. En estas fechas la Seguridad Social constituye uno de los

factores más decisivos de distribución de la renta, de cohesión social, de

estabilidad política y de progreso económico, acaecidos en España.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


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La Ley de Seguridad Social de 1966, constituyó la puesta en práctica del

Sistema, que pronto sería modificada por la Ley 24/1972, de financiación y

perfeccionamiento, que ordenaría su refundición con la Ley de 1966, dando lugar

al texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social de 1974, vigente

durante veinte años. En 1994, y como consecuencia de múltiples reformas

surgidas durante este tiempo, se aprobó otro texto refundido de los anteriores y

que está todavía vigente en la actualidad.

En 1978 se firma la Constitución Española, y en sus artículos 43 y 49

establecen el derecho de todos los ciudadanos a la protección de la salud, y en

el título VIII nos habla de las competencias de las Comunidades Autónomas.

En 1986 se promulga la Ley General de Sanidad, que universaliza la

asistencia y transforma el sistema de seguridad social en un sistema nacional de

salud. Con las transferencias de la gestión sanitaria a las comunidades

autónomas, se reforma el sistema sanitario y la forma jurídica escogida para las

organizaciones sanitarias públicas ha sido la de organismos autónomos de

carácter administrativo y entes gestores de la Seguridad Social. Desaparece el

INP y se transforma en el INSALUD que hasta el año 2001 gestiona y administra

la red de servicios públicos de 10 comunidades autónomas (las 7

restantes funcionaran con autonomía en materia de sanidad), el Instituto

Nacional de la Seguridad Social (INSS) que es el encargado de gestionar las

prestaciones económicas de jubilación e incapacidad laboral, maternidad,

prestaciones sociales y la gestión de las mutualidades de funcionarios

Anexo: Estructura del sistema sanitario


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(MUFACE, ISFAS, MUGEJO); el Instituto de Mayores y Servicios Sociales

(IMSERSO) que se encarga de las prestaciones sociales, migración, refugiados,

tercera edad y discapacitados físicos y mentales; y el Instituto Nacional de

Empleo (INEM).

En 1994 se aprueba el texto refundido de la Ley General de la Seguridad

Social, que se ocupa de la acción protectora. Dentro de la misma se incluye la

asistencia sanitaria (maternidad, de enfermedad -común o profesional- y de

accidentes – de trabajo o no), la recuperación profesional, las prestaciones

económicas (en incapacidad temporal, maternidad, paternidad, riesgo durante el

embarazo, riesgo durante la lactancia natural, menores con enfermedad grave,

invalidez, jubilación, desempleo, muerte, así como las que se otorguen en

contingencias y situaciones especiales).

En 2003 se dicta la Ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de

Salud. Esta ley se promueve cuando todas las comunidades autónomas han

asumido las competencias en materia de sanidad. Esta ley establece acciones

de coordinación y cooperación de las Administraciones públicas sanitarias como

medio para asegurar a los ciudadanos el derecho a la protección de la salud, con

el objetivo común de garantizar la equidad, la calidad y la

participación social en el Sistema Nacional de Salud. La Ley define un núcleo

común de actuación del Sistema Nacional de Salud y de los servicios de salud

que lo integran. Sin interferir en la diversidad de fórmulas organizativas, de

gestión y de prestación de servicios consustancial con un Estado

Anexo: Estructura del sistema sanitario


18 | P á g i n a

descentralizado, se pretende que la atención al ciudadano por los servicios

públicos sanitarios responda a unas garantías básicas y comunes. Los ámbitos

de colaboración entre las administraciones públicas sanitarias definidas por esta

ley son: las prestaciones, la farmacia, los profesionales sanitarios, la

investigación, el sistema de información y la calidad del sistema sanitario. Al

mismo tiempo, la ley crea o potencia órganos especializados (la Agencia de

Evolución de Tecnologías; la Agencia Española de Medicamentos y Productos

Sanitarios, la Comisión de Recursos Humanos, la Comisión Asesora de

Investigación en Salud, el Instituto de Salud Carlos III, el Instituto de Información

Sanitaria, la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud y el Observatorio

del Sistema Nacional de Salud), que se abre a la participación de las

comunidades autónomas. El órgano básico de cohesión es el Consejo

Interterritorial del SNS de España.

Éste fue el germen de una organización sanitaria que empezó cubriendo a parte

de la población trabajadora, que se transformó en 1978 en el Instituto Nacional

de la Salud (INSALUD), y que ha terminado prestando servicio al conjunto de la

población, incluso a inmigrantes en situación ilegal en el país, como SNS.

Como ya hemos señalado la Constitución Española de 1978, establece

en su artículo 43, el derecho a la protección de la salud y la atención sanitaria de

todos los ciudadanos. Los principios y criterios que permiten el ejercicio de este

derecho se concretan en:

Anexo: Estructura del sistema sanitario


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 Financiación pública, universalidad y gratuidad de los servicios sanitarios

en el momento del uso.

 Derechos y deberes definidos para los ciudadanos y para los poderes

públicos.

 Descentralización política de la sanidad en las comunidades autónomas.

 Prestación de una atención integral de la salud procurando altos niveles

de calidad debidamente evaluados y controlados.

 Integración de las diferentes estructuras y servicios públicos al servicio de

la salud en el Sistema Nacional de Salud.

2.2. Definición y características:

El SNS es el conjunto coordinado de los servicios de salud de la

Administración del Estado y los servicios de salud de las comunidades

autónomas que integra todas las funciones y prestaciones sanitarias que, de

acuerdo con la ley, son responsabilidad de los poderes públicos. El SNS se

vertebra entorno al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de

España (en adelante CISNS). Este constituye el órgano de coordinación,

cooperación y encuentro entre el estado central y las distintas comunidades

autónomas. El presidente del CISNS es el ministro de sanidad y la

vicepresidencia la realiza un consejero de una comunidad autónoma, elegido

entre los consejeros que la integran. El CISNS se organiza para funcionar en

Anexo: Estructura del sistema sanitario


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cuatro niveles: el pleno, la comisión delegada, las comisiones técnicas y grupos

de trabajo.

El Pleno es el órgano de más alto nivel y sus miembros son los máximos

responsables de la sanidad. La comisión delegada, de segundo nivel, la forma el

Secretario General de Sanidad un representante de cada comunidad autónoma

con rango de vice consejero y un representante del ministerio, que además es

secretario. El Vicepresidente se elige de entre los representantes de las

comunidades autónomas. Las comisiones técnicas y los grupos de trabajo que

se crean tienen una dinámica de funcionamiento propio.

El Comité Consultivo es un órgano dependiente del CISNS con el que se

hace efectiva la participación social en el SNS, y en él participan las

organizaciones sindicales y empresariales del SNS. Está formado por 6

representantes de la administración general del estado, seis representantes de

las comunidades autónomas, cuatro representantes de las administraciones

locales, 8 representante de las organizaciones sindicales más significativas a

nivel estatal y 8 representantes de las organizaciones empresariales. Su función

es la de asesorar, informar y formular propuestas sobre materias que resulten de

interés para el funcionamiento del SNS.

Una vez que hemos aclarado cual es el organismo que dirige el SNS, es

muy importante que diferenciemos entre las distintas competencias que tienen

cada una de las corporaciones que dispensan la salud en España: El estado, las

comunidades autónomas y las corporaciones locales.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


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Son competencias del estado en materia de sanidad, las bases y la

coordinación general de la sanidad, la sanidad exterior y las relaciones y

acuerdos sanitarios internacionales y la legislación sobre productos

farmacéuticos.

Las bases y coordinación general se refieren al establecimiento de

normas que fijen las condiciones y requisitos mínimos, persiguiendo una

igualación básica de condiciones en el funcionamiento de los servicios sanitarios

públicos. Incluye la fijación de medios y de sistemas de relación que hagan

posible la información recíproca, la homogeneidad técnica en determinados

aspectos y la acción conjunta de las autoridades sanitarias estatales y

autonómicas en el ejercicio de sus respectivas competencias.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


22 | P á g i n a

Las actividades de sanidad exterior se realizan en materia de vigilancia y

control de los posibles riesgos para la salud derivados de la importación,

exportación o tránsito de mercancías y del tráfico internacional de viajeros.

Mediante las relaciones y acuerdos sanitarios internacionales, España colabora

con otros países y organismos internacionales en los siguientes aspectos:

 Control epidemiológico.

 Lucha contra las enfermedades transmisibles.

 Conservación de un medio ambiente saludable.

 Elaboración, perfeccionamiento y puesta en práctica de normativas

internacionales.

 Investigación biomédica y todas aquellas acciones que se acuerden por

estimarse beneficiosas para las partes en el campo de la salud.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


23 | P á g i n a

En relación con los productos farmacéuticos, las competencias que

corresponden al Estado son las siguientes:

 Legislación sobre productos farmacéuticos.

 Evaluación, autorización y registro de medicamentos de uso humano,

medicamentos de uso veterinario y productos sanitarios.

 Decisión sobre la financiación pública y fijación del precio de los medica-

mentos y productos sanitarios.

 Garantizar el depósito de sustancias estupefacientes de acuerdo con lo

dispuesto en los tratados internacionales.

 Importación de medicación extranjera y urgente no autorizada en

España.

 Mantener un depósito estatal estratégico de medicamentos y productos

sanitarios para emergencias.

 La adquisición y distribución de medicamentos para programas de

cooperación internacional.

Los principios y criterios sustantivos para fomentar el uso racional del

medicamento, se encuentran en la Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y

uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, con la que asegurar la

calidad de la prestación en todo el Sistema Nacional de Salud en un marco

Anexo: Estructura del sistema sanitario


24 | P á g i n a

descentralizado, de tal manera que se cumpla el objetivo central de que todos

los ciudadanos sigan teniendo acceso al medicamento que necesiten, cuando y

donde lo necesiten, en condiciones de efectividad y seguridad.

Esta ley regula los medicamentos de uso humano y productos sanitarios,

su investigación clínica, su evaluación, autorización, registro, fabricación,

elaboración, control de calidad, almacenamiento, distribución, circulación,

trazabilidad, comercialización, información y publicidad, importación y

exportación, prescripción y dispensación, seguimiento de la relación beneficio-

riesgo, así como la ordenación de su uso racional y el procedimiento para la

financiación, en su caso, con fondos públicos. La regulación también se extiende

a las sustancias excipientes y materiales utilizados para su fabricación,

preparación o envasado. Establece también los criterios y exigencias generales

aplicables a los medicamentos veterinarios y en particular a los especiales, como

las fórmulas magistrales y los relativos a los elaborados industrialmente.

La Administración del Estado, sin menoscabo de las competencias de las

comunidades autónomas, y en coordinación con éstas, en su caso, desarrolla

igualmente actuaciones en materia de:

 Control sanitario del medio ambiente y de alimentos, servicios o productos

directa o indirectamente relacionados con el uso y consumo humanos.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


25 | P á g i n a

 Reglamentación, autorización y registro u homologación de los medi-

camentos de uso humano y veterinario y, sobre los primeros, ejerce las

competencias de inspección y control de calidad.

 Determinación, con carácter general, de las condiciones y requisitos téc-

nicos mínimos para la aprobación y homologación de las instalaciones y

equipos de los centros y servicios.

 Fomento de la calidad en el Sistema Nacional de Salud.

 Formación sanitaria especializada en centros y unidades docentes acredi-

tados al efecto.

 Establecimiento del Sistema de Información del Sistema Nacional de

Salud.

Son competencias de las comunidades autónomas, de una estructura

administrativa y de gestión que integra todos los centros y servicios de la

comunidad, diputaciones y ayuntamientos, que conforma su Servicio de Salud.

Una excepción la suponen las ciudades con estatuto de autonomía, Ceuta y

Melilla, que se gestionan a través del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria

(INGESA). Las competencias que tienen asignadas las comunidades autónomas

son la planificación sanitaria, la salud pública y la gestión de sus servicios de

salud. La descentralización de la asistencia sanitaria va a garantizar la equidad

(igualdad efectiva de todos los ciudadanos y libre circulación de los mismos), la

calidad (sólo se incorpora aquello que aporta un

Anexo: Estructura del sistema sanitario


26 | P á g i n a

valor añadido) y la participación (expectativas como usuarios de los servicios de

salud).

Por último, son competencias de las corporaciones locales la salubridad y

la colaboración en la gestión de los servicios públicos.

2.3. Población cubierta por el SNS:

Nos gusta decir que la sanidad en España es universal, es decir, que el

100% de la población residente en España, independientemente de su

nacionalidad, tiene derecho a la salud y a la asistencia sanitaria. Para tener

acceso a los servicios sanitarios públicos debemos tener la tarjeta sanitaria

individual, expedida por cada servicio de salud. Es decir, existe un documento

que identifica a cada ciudadano como usuario en todo el SNS. Así, cualquier

residente en España, sólo tendría que recoger su tarjeta sanitaria individual para

tener derecho a la asistencia.

Pero esto no es del todo cierto puesto que con las reformas del decreto-

ley 16/2012, de 20 de abril, el Sistema Nacional de Salud ya no es universal tal

como lo conocíamos o como nos gusta defender. La diferencia viene marcada

por un cambio en la perspectiva del modelo: Hemos pasado de un modelo

basado en el concepto de ciudadanía, por el que recibían atención sanitaria las

personas residentes en territorio español, a un modelo basado en el concepto de

asegurado y beneficiario. Por lo tanto, para tener asistencia sanitaria

Anexo: Estructura del sistema sanitario


27 | P á g i n a

tenemos que tener o posición de asegurado o de beneficiario, y no solamente

ser ciudadano.

Tienen condición de asegurado:

 Los trabajadores por cuenta ajena o por cuenta propia, afiliados a la

seguridad social.

 Los pensionistas de la Seguridad Social.

 Los perceptores de la prestación y el subsidio de desempleo u otras de

similar naturaleza.

 Los desempleados que hayan agotado la prestación o el subsidio por

desempleo y estén inscritos en la oficina de empleo como demandante.

 Los menores de edad sujetos a tutela administrativa.

 Un receptor de cualquier otra prestación periódica de la Seguridad Social.

 Personas de nacionalidad española, nacionales de otros países de la

Unión Europea o Suiza residentes en España.

 Extranjeros titulares de autorización de residencia (con NIE) en vigor, y

con ingresos que no superen el límite de ingresos de 100.000 € anuales.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


28 | P á g i n a

Tienen condición de beneficiario:

 El cónyuge o pareja de hecho.

 Los ex cónyuges o personas separadas legalmente, a cargo del

asegurado, con derecho a pensión compensatoria.

 Los descendientes y personas asimiladas a cargo del asegurado menores

de 26 años o que tengan una discapacidad en grado igual o superior al 65

% y acogidos de hecho.

Así, tenemos que distinguir casos en función de las características de los

residentes en España:

 Con nacionalidad española: Por el hecho de ser españoles, la gran

mayoría de los ciudadanos tienen acceso a la asistencia sanitaria. Sin

embargo, quedan excluidos los ciudadanos españoles que, sin ser

asegurados o beneficiarios, tengan unos ingresos anuales superiores a

100.000 €. Así mismo, quedan excluidos los desempleados españoles

emigrantes que hayan agotado la prestación y los subsidios por

desempleo y que se ausenten del país más de 90 días en un año.

 Sin nacionalidad española: Si se es ciudadano de un país de la Unión

Europea o Suiza, residente en España, siempre que no tengan ingresos

superiores a 100.000 €, se tendrá derecho a la sanidad pública. También

tendrán derecho los asilados políticos con residencia autorizada en

Anexo: Estructura del sistema sanitario


29 | P á g i n a

territorio español, las víctimas de trata de seres humanos (durante el

periodo de restablecimiento y reflexión), aquellas personas que necesitan

atención sanitaria urgente (enfermedad grave o accidente, atención al

embarazo, el parto y postparto), si eres menor de 18 años, y si tienes una

discapacidad (con discapacidad igual o superior al 33%).

El 26 de julio de 2013 se publicó en el BOE el Real Decreto 576/2013 que

fija los requisitos básicos del convenio especial de prestación de asistencia

sanitaria para incluir a las personas que habían sido excluidas de la condición de

aseguradas o beneficiarias del Sistema Nacional de Salud según el RD Ley

16/2012, principalmente las personas con rentas superiores a 100.000 euros al

año y los inmigrantes no regularizados. Los requisitos para acceder al convenio

especial son:

 Acreditar la residencia efectiva en España durante un periodo continuado

mínimo de un año inmediatamente anterior a la fecha de solicitud del

convenio especial.

 Estar empadronadas en algún municipio perteneciente al ámbito territorial

al que extienda sus competencias la Administración Pública competente

para su suscripción.

 No tener acceso a un sistema de protección sanitaria pública por cualquier

otro título.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


30 | P á g i n a

 Se establecen dos grupos de edad para la suscripción del convenio

especial. Los menores de 65 años deberán pagar cuotas de 60 euros al

mes y los mayores de 65 años, 157 euros al mes. Mediante el pago de

estas cuotas acceden a la cartera común básica del SNS, pero no se

accede a la complementaria ni a la suplementaria (por ejemplo, no se

accedería a los medicamentos aunque sea con copago).

Para saber a qué población tiene que atender el SNS, vamos a hablar de

los datos que nos proporciona el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los

últimos datos publicados nos indican que la población total es de 46.054.763

habitantes, de los cuales, 5.268.762 (entorno al 11%) tienen nacionalidad no

española.

Aparte de la cuantificación de la población, también tenemos que conocer

como está conformada la población española para ver cómo son las

características de la población a la que el SNS tiene que atender. La pirámide de

población nos señala un importante envejecimiento de la población, puesto que

tenemos un grupo de personas, entorno al 16 % de la población, con 65 o más

años. La baja natalidad (9,2 por mil), y la larga esperanza de vida (83,30 años –

86,20 en mujeres y 80,40 en hombres) hacen que cada vez tengamos más

personas mayores. Otro dato a tener en cuenta es que España es el tercer país

con mayor número de extranjeros extracomunitarios.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


31 | P á g i n a

Las características de esta población se pueden describir en base a

determinados parámetros.

 La esperanza de vida: Se trata de una medida hipotética y su cálculo está

basado en el patrón de mortalidad actual que, como es lógico, está sujeto

a cambios con el tiempo. España presenta una esperanza de vida al nacer

de 81,1 años, por encima de la media de 79,0 años de la Unión Europea.

Las mujeres españolas con 84, 3 años presentan una ventaja favorable

con respecto a los hombres de 7,5 años.

 La tasa de mortalidad: En España es de 859 fallecidos por cada 100.000

habitantes.

 Perfil epidemiológico similar a países de nuestro entorno: enfermedades

cardiovasculares, cerebro-vasculares y cáncer como primeras causas de

Anexo: Estructura del sistema sanitario


32 | P á g i n a

muerte. La mortalidad por enfermedades cardiovasculares, primera causa

de muerte en España, representa el 32,2% del total de defunciones.

Dentro del grupo de las enfermedades cardiovasculares, las

enfermedades isquémicas del corazón, son la primera causa de muerte

entre los hombres (con 21.248 defunciones) y las enfermedades

cerebrovasculares la principal entre las mujeres (18.964 defunciones). El

segundo lugar de causas de muerte corresponde a los tumores, siendo

responsables de prácticamente el 26% del total de fallecimientos (99.994

defunciones por tumores malignos). En las mujeres, el cáncer de mama

sigue siendo el más significativo con 5.983 defunciones, mientras que en

los hombres el cáncer de bronquios y pulmón con 17.194 fallecidos es el

primero en importancia seguido del cáncer de colon y recto con 7.835

muertes. El cáncer de próstata es responsable de 5.584 fallecimientos. El

tercer grupo de causas de muerte con más defunciones anuales es el de

las enfermedades del sistema respiratorio registrando 44.029

fallecimientos.

 La autovaloración del estado de salud: El 75,2% de los hombres y el

65,0% de las mujeres valoran su salud como buena o muy buena.

 Las enfermedades no transmisibles y las enfermedades crónicas han

reemplazado a aquellas como principales causas de morbilidad y

mortalidad, además de ser en gran medida, responsables de las

limitaciones de actividad en las personas mayores. Según los datos

Anexo: Estructura del sistema sanitario


33 | P á g i n a

extraídos de la última Encuesta Nacional de Salud, la prevalencia de

personas con diabetes mellitus es mayor en hombres, cifrándose en un

6,2% frente al 5,9% de las mujeres.

 La cobertura vacunar en España es elevada. La incidencia en 2008 de

enfermedades transmisibles prevenibles, como son el sarampión y la

rubéola, con 308 casos y 63 casos respectivamente presentan unas tasas

de 0,7 y 0,1 casos por 100.000 habitantes, tasas sensiblemente inferiores

a las correspondientes a la Unión Europea. En cuanto a parotiditis la

incidencia con tasas que rondan el 8,6 casos notificados por 100.000

habitantes. La difteria ha desaparecido desde 1986, y otras infecciones,

como el tétanos (0.03/100000) y la tos ferina (1,3/100000) se mantiene en

niveles estables.

 Desde el inicio de la epidemia de SIDA en España se han notificado un

total de 77.231 casos. Tras alcanzar su cénit a mediados de la década de

los 90, el número de casos notificados de sida ha experimentado un

progresivo declive, gracias a la generalización de los tratamientos

antirretrovirales de gran actividad.

 El consumo de tabaco constituye una de las principales causas de

mortalidad prematura evitable. En España un 21,5% de las mujeres

Anexo: Estructura del sistema sanitario


34 | P á g i n a

mayores de 16 años se declaran fumadoras diarias frente al 31,5% de los

hombres. El 13,2% de las personas que manifiestan ser ex-fumadores son

mujeres, frente al 28,1% que son hombres.

 El consumo de bebidas alcohólicas constituye un enorme problema de

salud pública en la mayoría de los países desarrollados. La población de

16 y más años que dice haber consumido alcohol en los últimos doce

meses supone el 68,6%. Los hombres que declaran haber consumido

alcohol son un 80,2% frente al 57,5% de las mujeres. Se observa un

incremento generalizado del consumo en los últimos años.

 Las drogodependencias por drogas ilegales son de difícil cuantificación.

En 2005 se notificaron 50.630 admisiones a tratamientos por abuso o

dependencia de sustancias psicoactivas (excluidos alcohol y tabaco). Una

de cada seis admisiones a tratamiento se produjeron en mujeres (15,4%)

y aproximadamente la mitad (50,9%) correspondieron a personas

admitidas por primera vez en la vida.

 El sobrepeso y la obesidad son factor de riesgo para un amplio número

de enfermedades y problemas de salud: hipertensión,

hipercolesterolemia, diabetes de adulto, enfermedades coronarias, ciertos

tipos de cáncer y muchas otras enfermedades crónicas. Entre la población

de 18 y más años, el 15,4% presenta obesidad y un 37,1%

Anexo: Estructura del sistema sanitario


35 | P á g i n a

sobre peso. En población infantil, de 2 a 17 años, la obesidad se sitúa en

el 9,4% y el sobrepeso en el 19,2%.

 La actividad física es un hábito beneficioso para la salud; diversos

estudios epidemiológicos han mostrado de forma consistente la relación

entre actividad física y la reducción del riesgo coronario, algunas otras

también se han asociado a la inactividad física como son, por su

importancia, la diabetes mellitus, la hipertensión arterial o la osteoporosis.

El porcentaje de la población de 16 y más años que no realiza actividad

física ha disminuido notablemente, tanto para hombres como mujeres,

situándose en un 33,3% y un 39,4%, respectivamente. Un 60% de la

población considera que no realiza todo el ejercicio físico deseable.

2.4. Financiación del SNS:

La atención a la salud, y con ello el SNS, se financia a partir de un sistema

de política redistributiva de la renta entre los ciudadanos españoles. Así cada

persona aporta impuestos en función de su capacidad económica y recibe los

servicios sanitarios en función de sus necesidades de salud. La asistencia

sanitaria para enfermedad común y accidente no laboral en España es una

prestación no contributiva financiada a través de los impuestos e incluida en la

financiación general de cada comunidad autónoma. Por tanto, es un error común

pensar que la sanidad es gratuita, puesto que los servicios que

Anexo: Estructura del sistema sanitario


36 | P á g i n a

cubre esta prestación se financian a través de los impuestos, con lo que

podemos afirmar que lejos de que no cueste, nos cuesta a todos.

Con la asunción de competencias de cada Comunidad Autónoma, en

materia de sanidad, la financiación de la asistencia sanitaria derivada entre

comunidades autónomas a un Centro, Servicio o Unidad de Referencia del

Sistema Nacional de Salud, se realiza a través del Fondo de cohesión sanitaria,

previsto en el artículo 4 de la Ley 21/2001, de 27 de diciembre, y regulada su

gestión por el Real Decreto 1207/2006, de 20 de octubre. Así, y vía impuestos,

se dota al SNS de un presupuesto anuales. Sírvanos como ejemplo, los datos

de la dotación presupuestaria para el año 2009, que para el conjunto de las

CCAA era de en torno a 59.000 millones de euros, lo que suponía unos 1350

euros por persona. Los presupuestos iniciales para la sanidad, en ese mismo

año, del resto de los agentes que integran el Sistema Nacional de Salud, en

millones de euros, eran: Administración Central 4.685,7, Seguridad Social

1.824,4 y mutualismo administrativo 2.060,5. La previsión de las entidades

locales, es de 1.068,9 millones de euros.

2.5. Organización sanitaria del SNS:

Siguiendo el modelo marcado por la OMS y UNICEF en Alma-Ata en 1978,

se pone el énfasis en la atención primaria de salud, para poder alcanzar un mejor

nivel de salud y es por ello que el actual SNS se organiza en dos entornos o

niveles asistenciales: Atención Primaria y Atención Especializada,


Anexo: Estructura del sistema sanitario
37 | P á g i n a

de esta forma, el acceso espontáneo de los ciudadanos y la complejidad

tecnológica se encuentran en relación inversa.

La Atención Primaria es la asistencia sanitaria esencial basada en

métodos y tecnologías prácticas, científicamente fundados y socialmente

aceptables, puesta al alcance de todos los individuos y familias de la comunidad

mediante su plena participación y a un costo que se pueda soportar, en todas y

cada una de las etapas del desarrollo del hombre. La atención primaria, como

parte integrante del SNS, es destacada como el núcleo principal. Se basa en la

accesibilidad (como provisión eficiente de servicios sanitarios en relación con las

distintas barreras), la coordinación (como conjunto de acciones y servicios que

desde la atención primaria se prestan), la integralidad (Puesto que resuelve casi

el 90% de los problemas de salud de la población atendida) y la longitudinalita

(entendida como seguimiento de los problemas de salud por los mismos

profesionales sanitarios). Es el nivel básico e inicial de la atención, que va a

garantizar la continuidad de la atención a lo largo de toda la vida del paciente.

Comprende actividades de promoción de la salud, de educación sanitaria, de

prevención de la enfermedad, de asistencia sanitaria, de mantenimiento y

recuperación de la salud, así como la rehabilitación física. Los dispositivos

asistenciales principales son los Centros de Salud, donde trabajan equipos

multidisciplinares, integrados por médicos de familia, pediatras, personal de

enfermería y personal administrativo, pudiendo disponer también de

Anexo: Estructura del sistema sanitario


38 | P á g i n a

trabajadores sociales, matronas y fisioterapeutas en función de las necesidades

de la población. La visualización máxima de la polivalencia de la atención

primaria, junto con la accesibilidad y la equidad en el acceso, lo constituye el

hecho de que llega físicamente hasta el domicilio del ciudadano cuando es

necesario. A pesar de que los factores sociodemográficos influyen

indudablemente en la salud, un sistema sanitario orientado hacia la atención

primaria es una estrategia de gran relevancia, por su capacidad para la

prevención de la progresión de las enfermedades y los efectos de las lesiones.

El ámbito de organización territorial, en la atención primaria, es la Zona Básica

de Salud. Es el territorio de influencia de un centro de salud, que puede abarcar

uno o varios barrios, pueblos o ciudades. La idea básica es que cubra la

asistencia sanitaria de una población que se encuentre a menos de 30 minutos

del centro de salud. La agrupación de varias zonas básicas es una Área de salud.

Las Áreas de Salud, son establecidas en cada comunidad autónoma teniendo

en cuenta factores de diversa índole, pero sobre todo, respondiendo a la idea de

proximidad de los servicios a los usuarios. Si es necesario ser atendido en la

asistencia especializada, tras el proceso asistencial, el paciente y la información

clínica correspondiente retornan nuevamente al médico de Atención Primaria

quien, por disponer del conjunto de los datos de su biografía sanitaria, garantiza

la visión clínica y terapéutica global.

La asistencia especializada es una asistencia sanitaria realizada por

médicos especialistas y se presta tras petición de los facultativos de atención

Anexo: Estructura del sistema sanitario


39 | P á g i n a

primaria. Se realiza en los hospitales, en forma de pacientes ingresados o

internados, en las consultas externas de centros de especialidades y en los

hospitales de día. Se van a realizar actividades diagnósticas, terapéuticas y de

rehabilitación y cuidados, de promoción de la salud, de educación sanitaria y de

prevención de la enfermedad. Garantiza, esta atención, la continuidad de la

atención del paciente, cuando las necesidades superan los recursos de la

atención primaria y suple a esta hasta que pueda recibir la asistencia otra vez

desde la atención primaria. Un hospital puede estar constituido por un único

centro hospitalario o por dos o más que se organizan e integran en un complejo

hospitalario. En estos casos es la unidad de dirección y gestión la que sirve para

su identificación. De esta forma, un complejo hospitalario puede estar constituido

por dos o más hospitales, incluso distantes entre sí y uno o varios centros de

especialidades.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


40 | P á g i n a

Atención primaria Atención especializada

Características Accesibilidad Complejidad técnica

Actividades Promoción de la salud y Cuenta con los medios

de prevención de la diagnósticos y

enfermedad con terapéuticos de mayor

capacidad de resolución complejidad y coste cuya

técnica para abordar de eficiencia aumenta si se

forma completa los concentran

problemas de salud más

frecuentes

Acceso Espontáneo Por indicación de los

facultativos de atención

primaria

Anexo: Estructura del sistema sanitario


41 | P á g i n a

Dispositivo asistencial Centros de salud y Centros de

consultorios locales especialidades y

hospitales

Régimen de atención. En el centro y en el De manera ambulatoria o

domicilio del ciudadano con internamiento

En cuanto a su clasificación, este tema no está tan claro. Si seguimos la

clasificación realizada por el ministerio de sanidad de España, se considera

como hospital general, aquel destinado a la atención de pacientes afectos de

patología variada y que atiende las áreas de medicina, cirugía, obstetricia y

ginecología y pediatría. También se considera general cuando, aun faltando o

estando escasamente desarrollada alguna de estas áreas, no se concentre la

mayor parte de su actividad asistencial en una determinada. Cuando la

asistencia se centre en determinados procesos patológicos, el hospital tiene la

consideración, en función de éstos, de: Psiquiátrico, oncológico, oftalmológico,

etc. En el caso de que el centro dedique su actividad fundamentalmente a

cirugía, obstetricia y/o pediatría, se le considera, respectivamente, como

quirúrgico, maternal y/o infantil. Cuando dedique su atención a enfermos de edad

avanzada o que precisen estancias prolongadas, se le considera geriátrico o de

larga estancia.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


42 | P á g i n a

Aunque lejos de estar clara esta clasificación la situación en España se

resume de la siguiente forma:

 Clasificación oficial de hospitales por niveles del año 1980 (siete niveles

que mezclan duración de la estancia – I Cuidados mínimos de media y

larga estancia, II Hospital de media estancia: monográfico, III Maternal, IV

Quirúrgicos, V Hospital Comarcal, VI Hospital de distrito o provincial, VII

Hospital Regional -).

 El vigente catálogo nacional de hospitales que no incluye ninguna

clasificación por niveles según complejidad.

 El sistema de clasificación en 5 grupos del Insolad (desde pequeño

hospital comarcal a hospital de alta tecnología) que aún sigue vigente en

algunos servicios de salud.

 Clasificación de hospitales - clúster para la norma GRD 2008:

◦ Grupo 1: Pequeños hospitales comarcales, con menos de 150 camas

de media, sin apenas dotación de alta tecnología, pocos médicos y

escasa complejidad atendida

◦ Grupo 2: Hospitales generales básicos, tamaño medio menor de 200

camas, mínima dotación tecnológica, con algo de peso docente y algo

mayor complejidad atendida.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


43 | P á g i n a

◦ Grupo 3: Hospitales de área, de tamaño medio en torno a 500 camas.

Más de 50 médicos MIR y 269 médicos de promedio. Complejidad

media (1,5 servicios complejos y 1,01 case mix).

◦ Grupo 4: Grupo de grandes hospitales, pero más heterogéneos en

dotación, tamaño y actividad. Gran intensidad docente (más de 160

MIR y elevada complejidad (4 servicios complejos de media y case mix

mayor de 1,20).

◦ Grupo 5: Hospitales de gran peso estructural y mucha actividad. Oferta

completa de servicios. Más de 680 médicos y en torno a 300 MIR.

Incluye los grandes complejos.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


44 | P á g i n a

 La consultora impulsora de los galardones TOP20, tiene una clasificación

propia, que divide los hospitales en: Grandes hospitales de referencia,

hospitales con especialidades de referencia, grandes hospitales

generales, hospitales generales medianos y hospitales generales

pequeños.

 En Madrid los indicadores hospitalarios agrupan por complejidad a los

hospitales en tres grupos (tal y como aparece en el Observatorio de

Resultados), pero no hemos localizado la norma o instrucción técnica para

realizar la agrupación.

Por último, entorno al tipo de hospitales, y como detalle curioso, citaremos

la clasificación en la que se habla por primera vez de niveles en los hospitales:

Anexo: Estructura del sistema sanitario


45 | P á g i n a

La definición de los niveles de hospitales adaptados por Barnum y Kutzin en

1993. En ella se mezclan las especialidades que tienen el hospital, los servicios

y el número de camas. Sería un hospital primario, aquel que tiene unas pocas

especialidades, principalmente medicina interna, obstetricia, ginecología,

pediatría y cirugía, laboratorio de determinaciones generales y camas entre 30 y

200 (también denominado hospital de distrito). Sería un hospital secundario,

aquel que tiene entre 5 y 10 especialidades clínicas, con una capacidad de entre

200 y 800 camas (también denominado hospital provincial). Por último, sería un

hospital terciario, aquel que tiene un personal y un equipo técnico altamente

especializados, los servicios clínicos están altamente diferenciados y la con una

capacidad de entre 300 y 1500 camas (también denominado hospital central o

regional).

En sanidad trabajan en torno a 104.000 médicos (7,5 médicos /100.000

hab en AP y 15,5 médicos especialistas/10.000 hab), 143.000 enfermeros

(28.000 en AP -5,4 enfermeros/10.000 hab- y en torno a 116.000 en AE -25,9

enfermeros/10.000 hab-). El total de auxiliares de enfermería del SNS es de en

torno a 90.000 (5.800 en AP). El ratio de Matronas por 100.000 mujeres era de

22,9, el de Especialistas de Salud Mental 0,8 y el de Especialistas del Trabajo

0,4 (en este caso se considera por 100.000 habitantes entre 15 y 65 años). El

número de Auxiliares de Enfermería por 100.000 habitantes era de 192,3. Por

último en los hospitales se encuentran 16.555 médicos (tasa de 3,7 por 10.000

habitantes) en periodo de formación posgraduada de los que, más del 98%

corresponde a hospitales del Sistema Nacional de Salud.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


46 | P á g i n a

El conjunto de servicios que el Sistema Nacional de Salud ofrece a los

ciudadanos incluye actividades preventivas, diagnósticas, terapéuticas,

rehabilitadoras y de promoción y mantenimiento de la salud. La cartera de

servicios básica se establece en la Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y

calidad del Sistema Nacional de Salud y en el Real Decreto 1030/2006, de 15 de

septiembre, por el que se establece la cartera de servicios comunes del Sistema

Nacional de Salud y el procedimiento para su actualización. La cartera de

servicios básicos comunes a todos los usuarios del SNS incluye:

 Salud pública: Incluye las iniciativas organizadas por las administraciones

públicas para preservar, proteger y promover la salud de la población.

Está orientada por un lado al diseño e implantación de políticas de salud

y por otro lado al ciudadano. Se concreta en información y vigilancia

epidemiológica, protección de la salud (diseño e implantación de políticas

de salud y ejercicio de la autoridad sanitaria), promoción de la salud y

prevención de las enfermedades y deficiencias, protección y promoción

de la sanidad ambiental, protección y promoción de la salud laboral y

promoción de la seguridad alimentaria.

 Atención primaria: En este nivel asistencial se concentra la mayor parte

de actividades de promoción de la salud, educación sanitaria, prevención

de la enfermedad, asistencia sanitaria, mantenimiento y recuperación de

la salud, rehabilitación y trabajo social. La asistencia sanitaria se presta

tanto a demanda como de manera programada o urgente, y tanto en la

Anexo: Estructura del sistema sanitario


47 | P á g i n a

consulta del centro de salud o del consultorio rural como en el domicilio

del enfermo; incluye la indicación o prescripción y realización, en su caso,

de procedimientos diagnósticos y terapéuticos. De igual modo se

dispensa atención médica y de enfermería de forma continuada, incluso

en el domicilio si se requiere, para los problemas de salud urgentes. Se

incluyen aquí todas las actividades preventivas, la promoción y educación

para la salud, la atención familiar y la atención comunitaria. Se realizan

actividades de información y vigilancia en la protección de la salud y se

ofrecen servicios de rehabilitación física. Además, se realizan una serie

de actividades específicas, la mayoría dirigidas a grupos de población o

de riesgo concretos:

◦ Atención a la adolescencia: consejos sobre hábitos saludables (uso de

tabaco, alcohol y sustancias adictivas) sobre conducta alimentaria e

imagen corporal, promoción de conductas saludables en relación a la

sexualidad.

◦ Atención a la mujer: orientación familiar, atención al embarazo y

puerperal, diagnóstico precoz de cáncer ginecológico y de mama,

detección y atención en los problemas del climaterio.

◦ Atención a la infancia: detección de los problemas de salud, valoración

del estado nutricional, prevención de la muerte súbita infantil, consejos

generales sobre el desarrollo del niño, educación sanitaria y

Anexo: Estructura del sistema sanitario


48 | P á g i n a

prevención de accidentes infantiles, orientación para la prevención y

detección de los problemas del sueño y los esfínteres.

◦ Atención al adulto: grupos de riesgo y pacientes crónicos, valoración

del estado de salud y factores de riesgo, consejos sobre estilos de vida

saludable, detección de problemas de salud, educación, atención y

asistencia a personas polimedicadas y con pluripatologías.

◦ Atención a las personas mayores: promoción y prevención de la salud,

detección y atención al anciano de riesgo, atención domiciliaria a

personas inmovilizadas.

◦ Atención y detección de la violencia de género y malos tratos,

especialmente en menores, ancianos y personas con discapacidad.

◦ Atención a la salud bucodental: actividades asistenciales, diagnósticas

y terapéuticas, promoción de la salud, educación sanitaria y

preventiva. Tratamiento de procesos agudos y odontológicos,

exploración preventiva en embarazadas, medidas preventivas y

asistenciales para la población infantil.

◦ Atención paliativa a enfermos terminales: atención integral, individual

y continuada que se presta en el domicilio del paciente o en el centro

sanitario.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


49 | P á g i n a

◦ Atención a la salud mental: prevención y promoción para el

mantenimiento de la salud mental, detección y atención a problemas

de salud mental en coordinación con el nivel especializado.

 Atención Especializada: La asistencia especializada en consultas, en

hospital de día médico y quirúrgico, la hospitalización en régimen de

internamiento, el apoyo a la atención primaria en el alta precoz y

hospitalización a domicilio, la atención paliativa a enfermos terminales, la

atención a la salud mental y la rehabilitación en pacientes con déficit

funcional. Incluye también los servicios de: cuidados intensivos, anestesia

y reanimación, hemoterapia, rehabilitación, nutrición y dietética,

seguimiento del embarazo, planificación familiar y reproducción humana

asistida. Asimismo proporciona la indicación, prescripción y realización de

procedimientos diagnósticos y terapéuticos, especialmente los

relacionados con:

 Diagnóstico prenatal en grupos de riesgo.

 Diagnóstico por imagen.

 Radiología intervencionista.

 Hemodinámica.

 Medicina Nuclear.

 Neurofisiología.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


50 | P á g i n a

 Endoscopias.

 Pruebas funcionales y de laboratorio.

 Biopsias y punciones.

 Radioterapia.

 Radiocirugía.

 Litotricia renal.

 Diálisis.

 Técnicas de terapia respiratoria.

 Trasplantes de órganos, tejidos y células de origen humano.

En el SNS se atienden en Atención Primaria más de 406 millones de

consultas, si unimos el trabajo de los médicos, la atención de urgencias y la

actividad de enfermería. La frecuentación general anual por habitante para las

consultas médicas es de 6 (6,1 para el médico de familia y 5,5 para el pediatra),

2,9 para enfermería y 0,7 urgencias fuera del horario ordinario. La cobertura de

vacunación en la población menor de 1 año es superior a 96% para la

poliomielitis, la difteria – tosferina – tétanos (dtp), la hepatitis B y la hepatitis C y

la Haemophilus Influenzae tipo B. Los niños de uno a dos años tienen más de un

97 % de cobertura sobre la triple vírica (sarampión – rubéola – parotiditis). La

Anexo: Estructura del sistema sanitario


51 | P á g i n a

cobertura vacunar de la gripe estacional en mayores de 65 años se ha mantenido

por encima del 60 %.

En Atención Especializada, se producen más de 5,2 millones de altas

hospitalarias, de las cuales entorno al 78 % es financiada por el SNS. Al mismo

tiempo tienen una actividad de en torno a 77 millones de consultas a

especialistas (87% financiado por el SNS), atiende a 26 millones de urgencias

(77% financiada por el SNS) y en torno a 4,5 millones de intervenciones

quirúrgicas (1 millón de cirugía mayor ambulatoria) y se han atendido en torno a

490.000 partos. La causa más frecuente de ingreso en los hospitales de agudos

es el parto, el puerperio y las complicaciones de la gestación (entorno al 25% de

las altas en mujeres). En mujeres, salvando las que ocurren entorno a la

gestación, el 11% son enfermedades del aparato circulatorio (casi 17% en

hombres). Le siguen, en las mujeres, las enfermedades del aparato digestivo y

las del aparato respiratorio (entorno al 9%). Los tumores suman entorno al 8%.

En los hombres, a las enfermedades del aparato circulatorio le siguen las

enfermedades respiratorias (15 %) y las del aparato digestivo (14%). Los

tumores suponen entorno al 10,5 %.

En España, tenemos que destacar los trasplantes. Esta técnica, hoy

habitual en la medicina, sitúa a los países que la realizan en la vanguardia de la

medicina. En España, no sólo estamos a la vanguardia, sino que tenemos una

actividad continuada y estable, sólo limitada por el número de donantes y

órganos generados. En el año 2008 hubo en España 1.577 donantes de órganos.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


52 | P á g i n a

Esta actividad de donación permitió la realización de un total de 3.947 trasplantes

de órganos sólidos: 2.229 trasplantes renales, 1.108 trasplantes hepáticos, 292

trasplantes cardíacos, 194 trasplantes pulmonares, 110 trasplantes de páncreas

y 14 trasplantes intestinales. España con una tasa de donación de 34,2 por millón

de habitantes, afianza su liderazgo mundial y duplica la tasa del 16,8 por millón

de habitantes de la Unión Europea. También destacan cifras como la donación

de vivo con 156 trasplantes renales, que suponen el 7% del total de donantes de

riñón.

El SNS se encarga también de la atención de los pacientes en aquellos

casos en los que se necesita una atención de urgencia. Se realiza en los centros

sanitarios, como fuera de ellos durante las 24 horas del día. La atención de

urgencia se puede prestar por parte de atención primaria, la especializada o los

servicios especialmente dedicados a esta atención urgente.

Al mismo tiempo el SNS se encarga de la prestación farmacéutica

(medicamentos y productos sanitarios) y las actuaciones que comporta el que

los paciente reciban la medicación necesaria para su clínica, en dosis, por el

tiempo y al menor coste posible, promoviendo el uso racional del medicamento.

Los medicamentos tienen que estar autorizados por la Agencia Española de

Medicamentos y Productos Sanitarios, se encarga del Formulario Nacional, y las

vacunas de todo tipo. Esta prestación está cofinanciada por los usuarios, aunque

los medicamentos dispensados en el ámbito hospitalario no tienen copago y las

recetas tienen copago ajustándose a los siguientes criterios:

Anexo: Estructura del sistema sanitario


53 | P á g i n a

 En las prestaciones orto protésicas está regulada por un catálogo

específico.

 En los productos dietéticos, está justificado en aquellos pacientes que

tengan determinados trastornos metabólicos congénitos, y la nutrición

enteral domiciliaria para pacientes en los que no es posibles cubrir sus

necesidades nutricionales con alimentos de uso ordinario.

 El transporte sanitario en aquellos enfermos en los que por causas

exclusivamente clínicas les impida desplazarse en los medios ordinarios

de transporte, en situaciones de urgencia o imposibilidad física del

interesado.

Para finalizar las prestaciones que ofrece el SNS, proporciona una serie de

servicios que acompañan al proceso de atención a la salud:

 Proporcionar información al paciente y sus familiares o allegados de sus

derechos y deberes, especialmente en el consentimiento informado.

 Tramitación de los procedimientos administrativos que garanticen la

continuidad asistencial.

 Dar información al paciente sobre todas las situaciones asistenciales que

se le vayan a practicar.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


54 | P á g i n a

 Se encarga de tramitar los partes de baja, confirmación, alta y demás

informes o documentos clínicos para la valoración de la incapacidad u

otros efectos.

 Informe de alta al finalizar la hospitalización o el informe de consulta

externa.

 Dar una entrega de un ejemplar de la historia clínica a petición del

interesado.

 Dar la documentación para el Registro Civil (en el caso de nacimiento,

defunción,…).

El SNS reclamará a los terceros obligados al pago el importe de las

prestaciones facilitadas a personas, incluidos el transporte sanitario, la atención

de urgencia, la atención especializada, la atención primaria, la prestación

farmacéutica, la prestación orto protésica, las prestaciones con productos

dietéticos y la rehabilitación en los supuestos establecidos.

Las comunidades autónomas, en el ámbito de sus competencias, podrán

aprobar su propia cartera de servicios, siempre que incluya la cartera de servicios

comunes que se deben garantizar a todos los usuarios del SNS. Si añaden

cualquier servicio complementario, estos no estarán incluidos en la financiación

general del Sistema Nacional de Salud. Las mutualidades de funcionarios

tendrán que garantizar contenido de la cartera de servicios comunes del Sistema

Nacional de Salud, y podrán aprobar sus respectivas carteras de servicios.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


55 | P á g i n a

2.6. Gasto sanitario:

En 2014 el gasto público en sanidad alcanzó el 6,40 % del PIB (en el año

2010 era del 8,5 %). Mantuvo la posición en el ranking de países por importe

invertido en sanidad, el 11, pero descendiendo en cuanto a su proporción

respecto al PIB del puesto 32 al 34. Y por último, un dato que es muy significativo,

es que el porcentaje que supone la inversión en sanidad del gasto público

(respecto al presupuesto gubernamental), se encuentra en el puesto 50.

Desde una dimensión funcional del gasto sanitario público, los servicios

hospitalarios y especializados con un 54,0% son los que representan un mayor

porcentaje del mismo, seguidos por la prestación farmacéutica, 19,8% y los

servicios de atención primaria de salud con 15,7%. Los servicios de salud pública

con 1,4% del gasto, muestran un aparentemente pequeño peso relativo

consecuencia de, además de la manera de definir y clasificar esta actividad en

los sistemas contables, por el hecho de que las actividades de salud pública,

prevención y promoción, se desarrollan básicamente a través de la red de

Atención Primaria y no están contabilizadas de manera específica. En cuanto a

la clasificación económico-presupuestaria, sin incluir el gasto en cuidados de

larga duración, la remuneración del personal es la partida con mayor peso en el

gasto sanitario público con el 43,4%. La actividad concertada supone un 11,3%

del mismo.

2.7. Satisfacción con el sistema sanitario: continuidad asistencial:

Anexo: Estructura del sistema sanitario


56 | P á g i n a

La continuidad de los cuidados se constituye como el elemento clave en

la atención de las personas más allá del nivel asistencial en el que puedan ser

atendidas. La idea que no debemos abandonar siempre es que los pacientes

necesitan cuidados siempre, independientemente de cual sea su localización

específica, y que son ellos los que acuden a nuestros servicios, de manera libre.

La organización del sistema sanitario hace que los cuidados que precisan sean

dispensados en una ubicación u otra, pero no depende de lo que le ocurra al

paciente, puesto que esto le está ocurriendo en cualquier sitio sobre su persona.

Depende de la ubicación física, y de los recursos de los que nosotros

disponemos para atender a este paciente, en función de la organización de

nuestro SNS. Es decir, el paciente enferma en su casa o en la calle, y para su

atención es el sistema sanitario quien decide, en qué ámbito asistencial va a ser

atendido. Si nuestro SNS no estuviera organizado en AP y AE, podríamos afirmar

que el paciente recibiría atención en su domicilio basándose en nuestro consejo,

o en instituciones sanitarias (atención extra o intrahospitalaria).

Sin embargo, sigue siendo una constante el equívoco que se produce entre la

respuesta a la demanda de continuidad de cuidados por parte de los usuarios y

la esperada por los profesionales para satisfacer sus responsabilidades

profesionales. Para poder llevar a cabo estrategias de continuidad de cuidados

las organizaciones sanitarias tienden a establecer distintos mecanismos

organizativos entre los que cabe destacar: la formación profesional, la

planificación y toma de decisiones en comisiones interinstitucionales e

interdisciplinarias, los sistemas de información de las historias clínicas, la

Anexo: Estructura del sistema sanitario


57 | P á g i n a

valoración interdisciplinaria, el trabajo interdisciplinario mediante protocolos, la

provisión de servicios, el seguimiento y la retroalimentación profesional. Sin

embargo, las mismas siguen teniendo su vista puesta en la satisfacción

profesional y no en las necesidades reales de los ciudadanos con necesidad de

continuidad de cuidados.

Resulta evidente que la coordinación entre niveles, la interrelación profesional,

la retroalimentación, la interacción socio-sanitaria, la continuidad de cuidados

etc. son algo más que un deseo, una estrategia o una iniciativa novedosa. Deben

constituirse en objetivo prioritario de cualquier sistema sanitario. Pero dicho

objetivo no puede quedar en una quimera o utopía permanente. Se deben

emprender cambios organizacionales, profesionales y políticos que tiendan

puentes para la consecución real de la continuidad de cuidados. Para ello

tenemos detectados varios problemas (posicionamientos rígidos,

enroscamientos corporativistas, la burocracia retardante, cuando no

paralizante,…) que tenemos que superar para conseguir ajustar nuestros

servicios a las necesidades y demandas de los ciudadanos y no a nuestros

propios intereses. De la misma forma y teniendo en cuenta que la enfermedad

es una percepción subjetiva, y con influencia sociales y culturales, y que se

manifiesta en forma de conducta individual, la demanda de los cuidados no

coincide con lo sentido. Así se producirán desacuerdos entre lo solicitado y lo

ofertado.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


58 | P á g i n a

Debemos destacar, en la continuidad asistencial, la coordinación entendida

como la disposición de forma ordenada a un objetivo común. Según algunos

autores, la coordinación es “el acto de gestionar las interdependencias entre

actividades, desde una perspectiva bidireccional (usuario/profesional)”. La

consecución de los objetivos de continuidad dependerá del grado de

coordinación que se con siga entre los niveles políticos, financieros,

organizativos y clínicos. Por otra parte para otros autores, la integración es “una

búsqueda para conectar el sistema de servicios sanitarios con otros sistemas de

servicios humanos, cuidados de larga duración, educación, vivienda, para

mejorar los resultados (clínicos, efectividad y satisfacción)”. Los “otros servicios

humanos” son los “no sanitarios” y precisamente esta distinción entre lo sanitario

y “lo otro” ha estado en el centro del debate sobre el desarrollo de políticas y su

aplicación. Así distinguiríamos tres niveles de integración: la colaboración

(derivación de pacientes entre instituciones y profesionales), la coordinación

(acuerdos entre instituciones y existencia de profesionales de enlace) y la

integración (presupuesto conjunto), cuya pertinencia depende de las

características de los servicios requeridos o de las de los usuarios que los

requieren.

Los servicios sanitarios de esta forma, con intención curativa de diagnóstico y

tratamiento a corto plazo, se enfrenta a la demanda de cuidados continuados por

parte de los usuarios. La explicación es fácil, puesto que la integración de los

servicios ha sido un asunto de profesionales y gestores sanitarios sin

participación de los usuarios, que han dejado en manos de estos profesionales

Anexo: Estructura del sistema sanitario


59 | P á g i n a

la toma de decisiones en cuanto a aspectos que tengan que ver con su salud.

Así estaríamos hablando de un “despotismo sanitario”, reflejado en el hecho de

que se trata de un sistema que hace todo por el paciente sin tener en cuenta al

paciente. La participación ciudadana para la democratización de los servicios de

salud debe ser libre, informada y con capacidad de elección.

A pesar de lo dicho y de que viene amparado por ordenamientos legislativos en

todos aquellos países que tienen regulado un sistema público de salud, sigue

siendo una asignatura pendiente a la que nadie ha sabido dar respuesta

adecuada para poder superarla. Esto se traduce en desarrollos legales en los

que se hace mucho hincapié en la participación ciudadana, pero que queda en

espíritu de ley que no se llega a concretar, quedando en manos exclusivamente

de profesionales y gestores. Para poder llevar a cabo estrategias de continuidad

de cuidados las organizaciones sanitarias tienden a establecer distintos

mecanismos organizativos, entre los que cabe destacar: la formación

profesional, la planificación y la toma de decisiones en comisiones

interinstitucionales e interdisciplinarias, sistemas de información de las historias

clínicas, valoración interdisciplinaria, trabajo interdisciplinario mediante

protocolos, provisión de servicios, seguimiento y retroalimentación profesional.

Dichas estrategias, en principio, parecen razonables e incluso acertadas para

lograr el objetivo de la continuidad de cuidados si ponemos la vista en las

necesidades que manifiestan los usuarios.

3. Los centros socio sanitarios: El tercer nivel asistencial.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


60 | P á g i n a

3.1 Definición

Partimos de una realidad: La población española envejece de manera rápida.

Como sabemos, se entiende por nivel asistencial a cada una de las diferentes

modalidades de atención sanitaria que se ofrece a la población, garantizando

una atención integral y multidisciplinar. El SNS está formado por los Servicios

de Salud de la Administración del Estado y los servicios de Salud de las

Comunidades Autónomas y basándonos en el desarrollo de la Ley General de

Sanidad, reconoce dos niveles de asistencia, la atención primaria y la atención

especializada. Dentro de esta definición no cabe la posibilidad de hablar de un

tercer nivel asistencial.

Pero no debemos alejarnos de la realidad de la sociedad en la que vivimos

y por encima de las clasificaciones teóricas, debemos basarnos en esta y en la

evolución de las acciones emprendidas para poder abarcar y englobar en estos

marcos teóricos otras realidades. Si observamos el envejecimiento y aumento

de la discapacidad de los pacientes, dentro de la atención especializada, se

hacía necesario el desarrollo de una asistencia sanitaria profesional, que se

volcara sobre la dependencia funcional y el cuidado de enfermedades crónicas

que empleara todos los recursos necesarios para la atención, de una forma

integral. Al mismo tiempo, esta asistencia, aun participando de los recursos de

la atención especializada, no debe de contar de manera permanente con todos

los dispositivos que esta presenta. Lógicamente, el gasto sanitario en estos

pacientes, si se atienden con todos los recursos que tiene la atención

Anexo: Estructura del sistema sanitario


61 | P á g i n a

especializada, se dispara, y hace que la atención de los mismos, desde el punto

de vista de la gestión, se haga de manera ineficiente. En línea con la eficiencia

del sistema económico, se hace necesaria la creación de unos nuevos

dispositivos de atención sanitaria, aunque ya se contaban con algunos pero no

diseñados de manera específica, que puedan dar esta asistencia especializada

de manera eficiente. Es por ello que a estos dispositivos especializados dentro

de la atención especializada y dirigidos a la atención sanitaria continuada de

pacientes con dependencia funcional y/o con necesidades de cuidado de

enfermedades crónicas, los centro socio sanitarios, es a lo que vamos a

denominar tercer nivel asistencial.

Una buena definición para este tercer nivel asistencial, es que este nivel

se va a encargar de la atención socio sanitaria, desempeñando el conjunto de

cuidados destinados a aquellos enfermos, generalmente crónicos, que por sus

especiales características pueden beneficiarse de la actuación simultánea y

sinérgica de los servicios sanitarios y sociales para aumentar su autonomía,

paliar sus limitaciones o sufrimientos y facilitar su reinserción social.

En el ámbito sanitario, y como el desarrollo efectivo de la atención

especializada recae en las comunidades autónomas, la atención socio sanitaria

se llevará a cabo en los niveles de atención que cada comunidad autónoma

determine y en cualquier caso comprenderá:

 Los cuidados sanitarios de larga duración.

 La atención sanitaria a la convalecencia.


Anexo: Estructura del sistema sanitario
62 | P á g i n a

 La rehabilitación en pacientes con déficit funcional recuperable.

 La continuidad del servicio será garantizada por los servicios sanitarios y

sociales a través de la adecuada coordinación entre las Administraciones

públicas correspondientes.

3.2 Envejecimiento y discapacidad

La edad media de los españoles se sitúa en torno a los 43 años. De seguir

este ritmo (alentado por la crisis económica y demográfica) la edad media de los

españoles se situará ya por encima de los 45 años a mediados de la próxima

década. Esta situación todavía se acrecienta más en algunas provincias

españolas, con una población envejecida por encima de la media (Ourense,

Lugo, Zamora, Teruel, Asturias, Ávila, León o Soria).

Hay datos que nos tienen que hacer reflexionar sobre las perspectivas

que se nos presentan: En el año 2050 un 44% de la población española tendrá

más de 60 años y con una mediana de edad de 55 años. Entorno al 18% será

mayor de 65 años y de ellos el 30% será mayor de 80 años. Estas personas

envejecidas, aunque han aumentado en su autonomía, siguen presentando unas

tasas de discapacidad alta (el 32% de los mayores de 65 años y el 48 % de los

mayores de 80 años).

Anexo: Estructura del sistema sanitario


63 | P á g i n a

Por último, y como dato a tener también en cuenta, e estima que alrededor

de 2023, las enfermedades crónicas constituirán la primera causa de

discapacidad en el mundo.

3.3 Tipos de recursos:

En España, es en Cataluña donde se desarrolla la atención socio sanitaria

a la que nos referimos arriba, planificándose y ordenando esta modalidad

asistencial a partir de 1986. Como hemos citado, la asistencia socio sanitaria

está incluida dentro de la atención especializada. A pesar de estar incluida,

presenta una serie de características específicas que le confieren suficiente

entidad y que hacen que debamos plantearnos las características tanto de su

estructura y composición, como del tipo de cuidados que vamos a dispensar.

3.4 Estratificación por necesidades socio-sanitarias:

En primer lugar nos vamos a centrar en la cuantificación de la población

atendida en la actualidad. En España, existe en torno a 300.000 personas

Anexo: Estructura del sistema sanitario


64 | P á g i n a

atendidas en centros residenciales, donde el 90 % presenta algún grado de

discapacidad. Pero eso son sólo los datos de nuestra realidad. El incremento en

la esperanza de vida y la baja tasa de natalidad en la población española, están

originando un crecimiento acelerado en el porcentaje de personas mayores. Las

personas están alcanzando edades que eran impensables anteriormente y al

mismo tiempo han hecho que aumente de manera espectacular el número de

personas que se van haciendo cada vez más dependientes. Esta tendencia se

está registrando en España desde el último “baby boom” español, a finales de la

década de los 70. A modo de reiteración a lo ya expuesto, y según las

proyecciones realizadas por el INE en el año 2050 las personas mayores de 65

años estarán por encima del 30% de la población (con casi 13 millones) y los

octogenarios llegarán a ser más de 4 millones.

Otro aspecto que debemos considerar, es que el grupo de población de

edad media comprendida entre los 15 y los 64 años está disminuyendo. Esto

implica la posibilidad de que en el futuro nuestra población pueda contar con una

proporción más reducida de personas profesionalmente activas. Este efecto de

decrecimiento poblacional es uno de los principales retos que tendremos que

afrontar en un futuro a medio-largo plazo, y que nos obliga a fijar toda la atención

que reciben estas personas mayores en términos de eficiencia, y de aportación

de recursos al sistema, puesto que si no estamos abocados al más completo de

los fracasos.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


65 | P á g i n a

Y en cuanto a la tipología de estos ancianos también tenemos que tener

en cuenta que casi un 88% de los pacientes presentan dependencia (68%

grandes dependientes y severos y el 20% con dependencia moderada).

De esta forma podríamos estratificar la necesidad de cuidados

ajustándonos a la siguiente pirámide:

De esta forma estaríamos hablando de distintos niveles asistenciales

(Propuesta de un modelo de categorización según necesidades socio sanitaria):

 Población mayor en general (N 0): Personas con más o menos

dependencia, pero que no necesitan prestación sanitaria continuada.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


66 | P á g i n a

 Anciano frágil (N 1): Mayores en situación de riesgo sanitario que

requieren un entorno que les atienda, para prevenir complicaciones en su

estado de salud, sin que exista ruptura de la continuidad asistencial.

 Ancianos con necesidad de cuidados continuados por patología crónica

(N 2): Pacientes que requieren nivel de cuidados continuados

relacionados con su patología crónica, que les genera dependencia.

 Ancianos con necesidad de cuidados continuados con patología crónica

en rehabilitación / recuperación (N 3): Pacientes con procesos crónicos

invalidantes, terminales o en procesos de rehabilitación/recuperación

agudos que precisan cuidados sanitarios continuados intensos.

 Ancianos con necesidad de recursos diagnósticos o terapéuticos que

ofrece el hospital de agudos (N 4): Independientemente de su grado de

dependencia, presentan alta necesidad de cuidados o intervención

sanitaria, ya sea por una enfermedad aguda o por reagudización de

enfermedad crónica.

3.5 Situación actual:

Existe una gran disparidad en la tipología de los centros, definidos por

cada comunidad autónoma, que prestan servicio a personas con dependencia

avanzada y enfermedades crónicas. Si hacemos una revisión normativa, lo que

se observa es que no existe un modelo común que nos permita establecer el tipo
Anexo: Estructura del sistema sanitario
67 | P á g i n a

de centro que preste asistencia integral a los pacientes con necesidades socio

sanitarias. Y por supuesto, a esta no existencia de normativa entorno a los

centros se unen las distintas normativas con respecto a las estructuras y

recursos materiales. Lo mismo ocurre en cuanto a las ratios de personal y la

formación y titulación de los profesionales que trabajan en ellas.

Otro aspecto que tiene una gran variabilidad entre los distintos centros, es

el coste. En un estudio del Ministerio de Sanidad del año 2013, el coste medio

de una plaza residencial estaba entorno a los 70 € /día, variando desde unos 63

€ para los de baja dependencia a unos 72 € que costaba cada día para una alta

dependencia (entre 1890 €/mes y 2160 €/mes). Al mismo tiempo en este informe

se señala que las tarifas medias de las plazas concertadas por las comunidades

autónomas a los centros privados andaba entorno a los 54 €/día. Y en cuanto al

reparto de la financiación entorno a la mitad son plazas con financiación privada

y de la otra mitad, la gran mayoría (entorno al 40%) son plazas concertadas.

Otra reflexión que debemos añadir es, que a esta situación se le une, que

se está redefiniendo el modelo socio sanitario desde sus raíces, puesto que se

han producido cambios que han afectado a todas las estructuras, desde las

formas de gestión, las formas de gobierno, las experiencias mixtas (público-

privadas)… Y al mismo tiempo, estas plazas socio sanitarias se han impregnado

del mismo espíritu que ha emprendido el resto de los centros de atención

sanitaria, un camino hacia la calidad. Pero los centros que dispensan servicios

sociales todavía tienen que realizar un camino que promete ser largo: cambios

Anexo: Estructura del sistema sanitario


68 | P á g i n a

en la gestión, crecimientos de las tecnologías de información, las acreditaciones,

los requisitos de calidad de los clientes, etc.

En cuanto a la disposición de los recursos actuales, nos encontramos con

la siguiente realidad en la asistencia especializada en España. El SNS gestiona

el 80% de las camas de agudos, el 36% de las camas psiquiátricas, pero sólo el

30 % de las camas de larga estancia. Con lo cual, y especialmente en las facetas

de larga estancia y en las camas geriátricas y geronto-psiquiátricas el peso de la

disponibilidad de recursos recae sobre la iniciativa privada. Esto nos debe obligar

a realizar una reflexión más profunda. Si el sistema no es capaz de crecer al

ritmo de las necesidades que la población exige, debemos ser capaces de

construir un nuevo modelo de atención y de atención integral de calidad, y

adoptar las medidas para garantizar los servicios y el nivel de calidad a una

población creciente que demanda dichos servicios.

Actualmente la situación que tenemos es la que exponemos a

continuación. Tenemos principalmente dos tipos de centros que se encargan de

dar asistencia a estos pacientes, las residencias de mayores y los hospitales de

agudos. De esta forma, lo que nos encontramos es que tenemos centros que no

están preparados para atender a determinados pacientes, concretamente los

que tienen un nivel de cuidados elevados con patología crónica y que necesitan

cuidados continuados o estos mismos pacientes, que se encuentran en proceso

de recuperación o rehabilitación de un proceso agudo. Así, normalmente, estos

cuidados a este tipo de pacientes se van a dispensar en el hospital, con lo cual

Anexo: Estructura del sistema sanitario


69 | P á g i n a

el coste del cuidado de estos pacientes, se hipertrofia. El cambio que

proponemos y que es necesario, requiere importantes cambios estructurales y

organizativos, y una importante inversión. A corto plazo esta inversión podría

representar un esfuerzo, pero a largo plazo sería una inversión muy eficiente.

Debemos, por tanto, centrarnos en crear centros de grandes capacidades (más

de 30 plazas) que tengan capacidad para dar una atención integral, con

profesionales sanitarios entrenados, a pacientes que requieren cuidados

continuados, creando realmente un espacio socio-sanitario nuevo. Una vez que

tengamos creados estos centros, también tenemos que ser selectivos a la hora

de ir ocupándolos. Así, tendríamos que desarrollar escalas de clasificación de

enfermos crónicos, que nos permitan manejarlos. Estos grupos tienen que

cumplir las siguientes características:

 Se deben agrupar en función de dependencia similar (isodependencia) o

en función de los recursos que puedan necesitar (isorrecursos).

 Cumplan una serie de criterios para la derivación y/u orientación hacia

servicios socio sanitarios.

 Verifiquen criterios de evaluación de la calidad, gestión, planificación y

seguimiento asistencial.

 Tengan una valoración de la progresión de la enfermedad o la graduación

de determinadas deficiencias.

 Presenten control de acceso a servicios sociales.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


70 | P á g i n a

Una vez que tengamos desarrollada esta escala que nos permita derivar a los

pacientes, debemos intentar que los servicios que prestemos estén centrados en

la calidad, de tal forma que hagamos centros eficientes, con contención del

gasto, que se centren en un mejor servicio a la persona, con un incremento del

rendimiento y motivación de los profesionales. Al mismo tiempo, se deben

establecer estándares para la eficacia y la eficiencia. Esto nos obliga a una

mejora de la estructura de la organización, estableciendo criterios de actuación

y prestigiando la imagen de los centros y los servicios. Debemos regirnos por la

definición de calidad en la atención sanitaria: “El grado en que los servicios

prestados a los pacientes y a la población aumentan la probabilidad de obtener

resultados en salud deseables y consistentes con los conocimientos actuales de

los profesionales” (Institute of Medicine of USA). Y por último, sin entrar a

desarrollar todos los puntos que tendríamos que tener en cuenta para llegar a

hacer un sistema de calidad, sí debemos tener en cuenta las siguientes

características a la hora de desarrollar un sistema de atención socio-sanitaria

nuevo:

 Debemos adoptar un enfoque sistemático.

 Se deben involucrar a todas las partes (personal sanitario, gestores,

administrativos, trabajadores sociales, cuidadores, familias y pacientes).

 La calidad debe ser una prioridad estratégica del servicio.

 Siempre se deben incluir características técnicas y de proceso.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


71 | P á g i n a

Este sistema de trabajo, basado en la calidad, en el fondo lo que va es a

proporcionar beneficios para todas las partes implicadas. Así podemos señalar,

en primer lugar, los beneficios para el sistema socio sanitario son:

 Facilitar un cambio de cultura en la organización, involucrando a los

profesionales en la calidad, el control interno y la autoevaluación.

 Se dispondrá información objetiva sobre los centros y servicios socio

sanitario.

 Se aumenta la credibilidad del Sistema de atención a las personas.

 Permite la comparación entre centros y servicios profesionales, para

impulsar la mejor continua.

 Promueve una adecuada competencia entre el sector y los propios

profesionales.

En segundo lugar, los beneficios para el sector, los centros y los

profesionales:

 Implicar a los profesionales en la mejora continua de la calidad asistencial.

 Asegurar la confianza en la organización.

 Permitir el contraste de experiencias entre profesionales de distintos

Centros.

Anexo: Estructura del sistema sanitario


72 | P á g i n a

 Aumentar la Reputación Corporativa y el Prestigio Profesional para las

empresas públicas o privadas del sector, y de quienes trabajen en Centros

que obtengan un elevado nivel de acreditación.

 Propiciar la creación de nuevos centros y la circulación de los

profesionales.

Y por último, también presenta beneficios para los usuarios:

 Garantizar los derechos de las personas usuarias de los servicios socio

sanitarios.

 Ofrecer una garantía real de calidad de los servicios prestados.

 Proporcionar información objetiva y comparativa sobre profesionales y

centros socio sanitarios.

 Facilitar la libre elección de Centro/Servicio.

Para finalizar, y después de esta reflexión que hemos realizado, y

especialmente en estos momentos de crisis, donde lo que está en juego es la

continuidad del sistema sanitario, debemos emprender cambios para poder

llevar este planteamiento a cabo. Las líneas generales de este cambio deben

partir desde disposiciones centrales del estado, que unifiquen los criterios, y que

al mismo tiempo obliguen a las comunidades autónomas con su cumplimiento.

No debemos olvidar que existe una gran disparidad en la tipología de centros

definidos por cada comunidad, evidenciando la falta de un modelo común que

Anexo: Estructura del sistema sanitario


73 | P á g i n a

permita prestar atención integral a los pacientes con necesidades socio-

sanitarias. Al mismo tiempo, desde esta autoridad central, tenemos que

ponernos de acuerdo con las ratios de personal, puesto que no están definidos

los criterios comunes, y por último deberíamos arreglar el gran problema que

supone el que exista una gran variabilidad entre las normativas en lo que

respecta a estructura y recursos materiales.

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11. Gómez, G. and Cervera, M. (2004). Mejora de la calidad asistencial en la

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Anexo: Estructura del sistema sanitario


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18. Martínez Vidal, L. and Cantero González, M. (2013). Informe de Cuidados

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Anexo: Estructura del sistema sanitario

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