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ACOPLE
La Adaptación
Sudamericana de la
Tradición Evangelizadora
Adventista
Edgardo D. Iuorno
3
EL GRAN ACOPLE
ÍNDICE
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EL GRAN ACOPLE
Para los de Dentro y los de Fuera ........................................... 45
La necesidad Metodos Mas Fuertes para Interesar a las
Metropolis ............................................................................... 46
Los Primeros en Goya ............................................................. 46
Métodos Europeos Para Gente Europea ................................ 48
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Las Ciudades Llaman.............................................................. 59
Obedientes Entre Incrédulos ................................................. 63
Decisiones en la Última Reunión .......................................... 64
Predicando Abiertamente ....................................................... 65
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EL GRAN ACOPLE
Esfuerzo Público en la Provincia de Santa Fe ...................... 108
La Necesidad de Mayor y Mejor Evangelismo Público ........ 110
El Énfasis De C. Haynes En La Evangelización ................... 113
Los Avances en el Brasil........................................................ 118
Primeros Avances Metropolitanos en la Unión Incaica ...... 126
Ciclo del pastor Haynes en Buenos Aires ............................ 132
Ideas de Haynes Sobre la Obra de Evangelización .............. 133
Esfuerzo de Evangelización en San Francisco, Córdoba ..... 142
Primeros Frutos en Resistencia ............................................ 144
Nuevas Conferencias Públicas en Montevideo .................... 147
Crece el Ritmo Evangelizador en Buenos Aires .................. 149
Chile al Ritmo de Schubert .................................................. 151
Nuevos Esfuerzos Evangélicos .............................................. 153
El Problema de los Bautismos Prematuros .......................... 154
La Manera de Acercarse a los Católicos Romanos .............. 157
Principios que Deben Respetarse al Trabajar por los Católicos
............................................................................................... 159
Esfuerzos Público en Concordia .......................................... 162
Sensacional Ciclo en Rivera ................................................. 163
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Esfuerzos Públicos en Santiago............................................. 166
Se Explora la Predicación por Radio .................................... 167
Esfuerzo Público en Junín .................................................... 171
El Crecimiento de la Iglesia de Buenos Aires ...................... 173
Un Ciclo Bien Promovido en Montevideo .......................... 174
Orar Para Ver el Doble ......................................................... 175
Puertas Abiertas en Salta ...................................................... 176
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El Poder De La Oración En El Esfuerzo Evangelístico En
Santiago, Chile ...................................................................... 204
Chile Abierto al Mensaje ...................................................... 206
Una Asociación Floreciente ................................................. 207
La "Acción Adventista‖ en la Asociación Argentina Central
............................................................................................... 212
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Importante Acuerdo sobre el Evangelismo .......................... 330
Las Distracciones de la Evangelización ................................ 334
El Evangelismo Debe Adaptarse Siempre A Nuevas
Condiciones .......................................................................... 336
Arribo a la División Sudamericana y evangelismo activo en
Asunción, Paraguay ............................................................... 337
Ciclo en Arequipa ................................................................. 338
Ciclo en Montevideo ............................................................ 342
Nuevo Fervor en la Evangelización del Perú ........................ 344
Hombres Ingeniosos y Elocuentes Para La Predicación ...... 345
Predicando entre Revueltas .................................................. 347
La Campaña de Mendoza en 1949 ...................................... 351
El Evangelismo en Marcha ................................................... 353
Escuela De Extensión Exitosa .............................................. 356
Más Evangelismo en Paraguay .............................................. 361
Sinergia en la Evangelización Sudamericana ....................... 363
Predicad el Evangelio! ........................................................... 366
Ciclo en un Tabernáculo Portátil en Porto Alegre .............. 370
Crece la Pasión Evangelizadora en 1950 .............................. 376
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Avances Edilicios .................................................................. 381
Altas Metas en Sudamérica ................................................... 382
Ecos del Esfuerzo Evangélico de Valparaíso ........................ 383
Grandes Planes Locales ........................................................ 386
Gran Ciclo en Valparaíso ..................................................... 386
Ciclo en Rio de Janeiro ........................................................ 389
Ciclo en San Pablo ................................................................ 390
Trabajando con Fervor ......................................................... 391
La Práctica del Bautismo a Mediados del Siglo XX ............. 393
Otro Tabernáculo Portátil, Ahora en Guayaquil ................ 396
Un Informe del Presidente de la División ........................... 398
Ciclo en Guayaquil ............................................................... 401
La Cosecha de 1953 .............................................................. 402
Ciclo en Manaos ................................................................... 406
Campanas Especiales de Evangelismo y Reavivamiento en
1954 ....................................................................................... 408
El Esfuerzo de Cuba.............................................................. 411
Ciento Sesenta Ciclos ........................................................... 415
Ocho Mil Hermanos Más ..................................................... 416
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Esfuerzos Públicos En Pequeña Escala ................................. 417
Vibrante Evangelismo Sudamericano .................................. 423
Un Avance Lento Pero Seguro ............................................. 425
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Hito en Milan y Turin .......................................................... 484
En la Tierra de los Valdenses ............................................... 488
Triple Ciclo en Nueva York ................................................. 490
Constante Adaptación .......................................................... 491
Doble Ciclo en Texas ............................................................ 492
Duro Evangelismo en Irlanda .............................................. 493
BIBLIOGRAFÍA....................................................................... 598
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CAPITULO I: POCOS PARA ABARCAR DEMASIADO
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Católica. Se destacaron en cuanto a eso Perú, Bolivia y Ecuador.
Se escribieron páginas de angustia de parte de evangelistas y
nuevos conversos en épocas pasadas. Pero de manera especial
afectaba a la evangelización el espíritu cerrado de muchos
católicos, que creían que el contacto con protestantes era una
condenación, y que por lo tanto debía ser evitado. La Biblia era
considerada un libro protestante; y por lo tanto un buen
católico debía ignorarla. Al organizar una serie de conferencias,
el evangelista enfrentaba múltiples negativas cuando intentaba
alquilar un salón o un terreno, o publicar algo en periódicos.
Las puertas se cerraban sistemáticamente y todo avance debía
hacerse contra viento y marea.
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comenzó entre suizos y alemanes. En Uruguay, entre valdenses y
suizos, y en Chile, principalmente entre alemanes e ingleses. Los
mismos votos registrados sobre evangelización ponen el énfasis
en el "mejoramiento del predicador a través de la lectura, el
estudio y la oración, la preparación cuidadosa de los temas, los
llamados frecuentes y el uso de atractivos cuadros y diagramas
proféticos, buenos salones y el tipo de visitación personal a
realizarse "(Voto 191, Puiggari, 17 de junio de 1917); la
participación de los administradores en campañas de
evangelización ("esfuerzos públicos"), - "para estar mejor
calificados para cumplir con sus responsabilidades" (Voto 247 -
Lima, 1 de julio de 1920). No se registra ningún voto sobre el
uso de carpas, lo que era más o menos común en aquella época -
o de formación de equipos para abordar las ciudades, de
acuerdo con el poderoso mensaje de Elena de White entre 1900
y 1914. En 1920 dos votos fueron registrados en relación a la
obra en Río de Janeiro y Buenos Aires, aconsejando la
subdivisión de los miembros de la única iglesia de la capital
brasileña, comprando una propiedad para una futura iglesia,
alquilando una que sería la iglesia central y una tercera en
Ramos. En el caso de Buenos Aires dos considerandos preceden
al voto, en los siguientes términos:
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millones de habitantes, está encuadrada dentro de ese
llamado, y que ha sido y aún es imposible para la
Asociación Argentina mantener y financiar campañas
debido a la gran extensión de su campo ya la escasez de
obreros para abarcar el territorio "- se solicitaba que la
Asociación Argentina cediera a la Unión Austral la
ciudad y la provincia de Buenos Aires a fin de crear una
nueva asociación .
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se llenaron. Los carteles proféticos eran desplegados y los
públicos absorbidos veían claramente la esperanza del
advenimiento. Muchos templos fueron construidos mientras era
gestacionado el gran despertar sudamericano. Surge en escena al
hombre que cambiaría el rumbo del evangelismo sudamericano.
Llegó a América del Sur en 1916 y comenzó como maestro en
Entre Ríos ese mismo año. Su nombre: Walter Schubert. Sin
una cualidad natural aparente para la evangelización, realizó los
más diversos trabajos. Durante 30 años quiso ser evangelista,
pero no le fue concedido ese privilegio. Pero siendo
administrador, comenzó a dirigir campañas evangelísticas. Un
incidente fortuito o providencial dio el punto de partida para un
cambio de tácticas que, a grosso modo, resultó en enorme
bendición.
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EL GRAN ACOPLE
siguiente se confesaron, por haber estado en una reunión
protestante. La Sra. Longhi había orado fervientemente por la
conversión de su familia durante meses, pero ahora veía toda la
esperanza perdida. Preocupada por el enfoque dado a las
reuniones, inquietó cierto día al pastor Schubert con una
pregunta: "¿Por qué hacen que los oyentes practiquen nuestra
religión con cánticos, ofrendas y oraciones, antes de conocer la
verdad? Deberían dictar las conferencias en forma de
disertación, como lo hacen los profesores de las universidades.
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y los siguientes subtítulos: "Anatomía de la Felicidad", "Causas
de la Infelicidad", "Felicidad y Salud", "El Arte de Vivir", etc. El
orador no era presentado como un pastor, ni la reunión como
una conferencia adventista.
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evangélica entre los buenos amigos de América del Sur. Antes de
salir de América del Sur, estaba germinando entre las naciones
una especie de" la independencia de la iglesia dominante, que ya
no amenazaba con el pecado mortal, posiblemente este cambio
haya sido producido en parte por un movimiento político y
social que ha contribuido mucho a liberar al público de las
garras de la iglesia‖Allí está en parte la explicación del
formidable aumento en bautismos y del avance de la iglesia,
experimentados entre 1950 y 1975: de 56.548 a 359.688 en 25
años.
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así encendidas en América del Sur. A partir de 1974 el objetivo
mayor de la iglesia fue entrar en áreas nuevas con el mensaje.1
1
Rubén Pereyra, «História da Evangelização na América do Sul», Revista
Adventista, edición brasileña, octubre de 1976.16.
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Nunca olvidaré la amabilidad que el Hno. Guillermo Everist,
manifestó hacia el joven extranjero recién llegado. Por la
tarde, fui a una pequeña escuela sabática que se celebraba en un
salón del Centro, en la calle Victoria, al 1300. Allí vi a la Hna.
Sara de Fontana, a quien había conocido en Suiza, en 1910,
cuando me hallaba estudiando en Gland, donde ella pasó con su
familia una parte del verano en el Sanatorio. Allí en ese salón de
la calle Victoria, oí hablar de la obra del pastor Stahl en el Perú,
pues era el décimotercer sábado y la ofrenda se destinaba al
trabajo entre los indígenas. Eran precisamente los tiempos
heroicos en que ese trabajo se abría paso a pesar de acerba
oposición, y se convertían muchos indígenas. Pero ese sábado de
tarde nosotros éramos apenas veinte, en aquel local donde los
pastores Jorge Casebeer y José Westphal daban conferencias
nocturnas para un público que sumaría apenas cincuenta
personas los domingos de noche. Les ayudaban el Hno. Judson
Habenicht y su esposa, como obreros bíblicos.
Eran verdaderamente los comienzos de la obra en las ciuda-
des, pues las iglesias adventistas estaban entonces casi todas en el
campo, principalmente en Entre Ríos, donde, fuera del centro
constituido en Camarero por el Colegio y el Sanatorio, la
mayoría de los miembros eran de habla alemana, mientras que
en todo lo que forma hoy el territorio de la Asociación Bonae-
rense, dudo mucho de que hubiese 200 miembros. De hecho,
los únicos grupos o iglesias que conocí entonces en dicho
territorio, eran los que .se reunían en los dos locales que
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mencioné, de Florida y del Centro, y además un grupo en
Jacinto Arauz, donde estaban los hermanos Bonjour, otro grupo
en Villa Alba, otro en Guatraché, y una iglesia naciente en Bahía
Blanca, donde estaba el pastor Luis Ernst iniciando la obra.
Recalco que eran los tiempos en que comenzaba la obra en las
ciudades, y a raíz del congreso celebrado en La Plata, en 1916,
cuando se organizó la División Sudamericana, se dio una serie
de conferencias, y el año 1918 el pastor Casebeer hizo un
esfuerzo de cierta envergadura en Coghlan, con buenos
resultados.
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y 1920, no había ni que soñar con capillas. Posiblemente la
única que había era la de Crespo, cuyo cincuentenario se celebró
en 1948. La Casa Editora Sudamericana, que de vez en cuando
yo visitaba y a la cual mandaba ocasionalmente algunas
traducciones con que me adiestraba en lo que había de ser mi
vocación desde que, en 1918, me invitaron a formar parte de su
personal, ocupaba parte de la propiedad de la Unión Austral.
También estaban en Florida las oficinas de la Asociación
Argentina, en la calle Llavallol, hasta que siendo presidente de
ella el pastor R. T. Baer, se compró edificio propio. En ese año
1918 vino de Norteamérica un especialista como gerente de la
Casa Editora, E. W. Everest, y se organizó la imprenta para
trabajar en escala cada vez mayor, hasta llegar a ser un poderoso
instrumento en las manos de Dios para dar el mensaje a las
poblaciones de habla castellana, que pone en circulación
millones de páginas cada año.
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EL GRAN ACOPLE
Belgrano y del Centro pudieron fusionarse y ocupar el
magnífico templo de Palermo a fines de 1932. Más tarde, se
construyó otro en la parte oeste de la Capital, para la iglesia de
Liniers. Luego, otro en Villa Urquiza, en Valentín Alsina y final-
mente en Flores. Mientras tanto, Rosario, Santa Fe y Córdoba
obtuvieron sus lindos templos. Y últimamente se levantó en
Mendoza‖1. La evangelización creciente traería como
consecuencia el crecimiento en miembros, recursos, templos e
instituciones2.
1
Marcelo Fayard, «Reminiscencias de la Obra en Sudamérica», Revista
Adventista, enero de 1950.5
2
Schubert, Walter, «El Evangelismo», Revista Adventista, enero de 1950.6.
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―el don de despertar el interés en lugares nuevos‖1. Más adelante
llegaría a ser el suegro de Walter Schubert. Dios los cría y los
evangelistas se emparentan.
Llegaron con a Iquique para emprender conferencias muy
concurridas en un vasto salón esa ciudad. Pretendían animar a
los hermanos y ganar nuevos creyentes.
1
E.W. Thomann, «Perspectivas en el Centro de Chile», Revista Adventista,
marzo de 1908.3.
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El domingo 26 de octubre dieron una conferencia sobre el
alcoholismo, en el salón de la Sociedad de Artesanos; y
asistieron como cien personas. Repartieron allí un buen
número de tratados. ―Hemos sembrado ya la semilla y
confiamos en el Señor la hará crecer‖, comentaron con fe1. Los
humildes comienzos en la evangelización pública sudamericana
demostraron la necesidad de un abordaje que eludiera la
oposición prematura.
Esperen al pastor
1
Damaso Soto, «Serena, Chile», Revista Adventista, enero de 1914.12.
2
E.W. Thomann, «Notas», Revista Adventista, 21 de abril de 1901.4.
Godofredo Block, «La Obra en Paraná», Revista Adventista, agosto de 1907.7.
3
E.W. Thomann, «Correspondencia», Revista Adventista, setiembre de
1901.8.
4
F.L. Perry, «Puno», Revista Adventista, julio de 1908.4.
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Mientras tanto en Peru se reunian en la casa del pastor Balada1.
Otros comenzaban el evangelismo entre alemanes.2 Se utilizaba
un abordaje llanamente doctrinal más que sociológico
doctrinal3. El trabajo misionero era mayormente personal,
referenciado y con publicaciones.
1
A.R. Ogden, «Notas», Revista Adventista, setiembre de 1902. 8.
2
Town, N.Z., «Otro Testigo de Dios», Revista Adventista, noviembre de
1904.7.
3
Roberto Habenitch, «La Manera de Obrar Para los Catolicos», Revista
Adventista, enero de 1905.2.
4
Frank Westphal, «Chanco», Revista Adventista, febrero de 1905.
5
Frank Westphal, «Sección de la Costa Occidental», Revista Adventista, marzo
de 1905.5.
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comenzaron a guardar el sábado luego de reuniones en carpa1.
Dado que los pocos misioneros pasaban solo algunos días de
lugar en lugar, las series eran más breves y se proponían sembrar
o cosechar.
1
Town, N.Z., «Notas del Plata», Revista Adventista, mayo de 1905.3.
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Púa. El hermano Krieghoff continuó solo con las reuniones
hasta el retorno de Westphal.
Los misioneros se lamentaban de la venta libre de alcohol que
impedía que más personas entendieran el precioso mensaje.1
Aprovechaban sus oportunidades sacando provecho de toda
ocasi
1
Frank Westphal, «Galvarino», Revista Adventista, mayo de 1905.5. Frank
Westphal, «Costa Occidental», Revista Adventista, junio de 1905.5.
2
Pablo Bonjour, «Bendiciones de dar el diezmo», Revista Adventista, febrero
de 1907.4. Pablo Bonjour, «Bendiciones de dar el diezmo», Revista Adventista,
marzo de 1907.2.
3
J. Town, N.Z., «Los Obreros de la Conferencia Unión Sudamericana»,
Revista Adventista, abril de 1906.6. J. W. Westphal, «Estatutos de la
Conferencia Unión Sudamericana», Revista Adventista, mayo de 1906.3.
William Spicer, «Adelante Sudamérica!», Revista Adventista, julio de 1906.3.
4
J. W. Westphal, «La Mision Brasilera do Norte», Revista Adventista,
setie,mbre de 1906.2.
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Como se ha dicho, era imposible un esfuerzo sostenido por
varios días ya que era necesario visitar los grupos de creyentes
esparcidos para bautizar, organizar, capacitar y llevar material de
lectura1. Se requería además mayor fidelidad en los diezmos para
abarcar mayor territorio2. Los pocos predicadores disponibles
colportaban para fomentar el interés, y trabajaban mayormente
de manera personal o grupal3. En las ciudades más grandes era
arduo conseguir interesados4 o hacerlos decidir por la iglesia5.
1
Frank Westphal, «Iquique, Las Pampas, Antofagasta y Copiapo», Revista
Adventista, agosto de 1905.10.
2
N.Z. Town, «La Asamblea General en la Argentina», Revista Adventista,
noviembre de 1905.3. A.N. Allen, «Como determinar la suma de mis
diezmos», Revista Adventista, enero de 1910.4. C.E. Knight, «Argentina»,
Revista Adventista, enero de 1910.14. Frank Westphal, «Chile», Revista
Adventista, febrero de 1910.9.
3
Frank Westphal, «Otro Año Vencido», Revista Adventista, diciembre de
1905.4. F.L. Perry, «La Obra en el Perú», Revista Adventista, febrero de
1906.7.
4
J. Van Ysseldek, «Rosario», Revista Adventista, marzo de 1906.3. Arturo
Fulton, «Rosario de Santa Fe», Revista Adventista, mayo de 1906.10.
5
E.W. Thomann, «Cochabamba», Revista Adventista, enero de 1908.4. E.W.
Thomann, «Oruro», Revista Adventista, febrero de 1908.4.
40
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La Necesidad de Una Evangelización Pública Fuerte
1
Godofredo Block, «Entre Ríos, 1910», Revista Adventista, marzo de 1910.14.
Debora Knight, «Experiencias de la obra en Buenos Aires», Revista Adventista,
junio de 1910.14.
2
E.P. Wilson, «Peru, Lima», Revista Adventista, julio de 1910.10.
3
Enrique Balada, «Predicar en el desierto», Revista Adventista, julio de 1908.8.
Godofredo Block, «Cuan maravillosa es la obra del Señor!», Revista Adventista,
junio de 1909.8.
4
E.W. Thomann, «La Misión Boliviana», Revista Adventista, agosto de 1907.4.
5
Carlos Krieghoff, «Ecos del Sur», Revista Adventista, setiembre de 1905.5.
6
John Mc Carthy, «Noticias del Uruguay», Revista Adventista, enero de
1907.4.
7
E.W. Thomann, «San Fernando y Espejo», Revista Adventista, febrero de
1908.4. En algunos casos fueron ganados pastores y congregaciones de otros
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mejores interesados a un pequeño local1. La proporción de
decisiones, sin embargo, en algunos casos era de una por cada
diez oyentes2. Los diezmos crecían mejor que los bautismos3, y
las localidades medianas o pequeñas crecían más rápido que las
ciudades más grandes4. En ocasiones luego de predicar algunos
meses se añadían solamente tres almas5.
Además los desórdenes impedían reuniones tranquilas. ―Los
cultos son asistidos más por curiosos que solo llegan hasta la
puerta y hacen desorden que por otros, pero también hay
algunas almas que manifiestan interés fuera de los que ya han
aceptado la verdad presente‖6.
1
Santiago Mangold, «Concordia», Revista Adventista, enero de 1906.6.
2
J. W. Westphal, «Alto Paraná: la reunión general», Revista Adventista, enero
de 1909.14.
3
Victor Thomann, «En la carpa de Ramírez», Revista Adventista, enero de
1909.15.Godofredo Block y Nicolas Hansen, «Santa Fe», Revista Adventista,
agosto de 1912.15.
4
Arturo Fulton, «Tandil», Revista Adventista, mayo de 1909.7.
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EL GRAN ACOPLE
Diez días antes del congreso, empezaron los pastores Casebeer y
Block, ayudados por el pastor Thomann, reuniones nocturnas
para el público, las cuales continuaron durante todo el congreso.
Hay un buen número de personas en Santa Fe que han
manifestado el deseo de estudiar la verdad y el pastor Thomann
quedó encargado de atender a los interesados en dicha ciudad.
Esperamos que este congreso haya dejado impresiones duraderas
y que almas sinceras que buscan la verdad testiriquen en este
importante centro por el Señor y su pronta venida. Oremos,
hermanos, por la obra allí.1
1
Carlos Krieghoff, «El vigésimo congreso anual de la Asociación Argentina»,
Revista Adventista, 28 de marzo de 1921.8.
2
Ignacio Kalbermatter, «Villa Rica, Paraguay», Revista Adventista, agosto de
1909.14.
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EL GRAN ACOPLE
todavía hay lugares donde uno tiene que ― tomar su vida en su
mano ‖ para ir. La gente es menos liberal que las leyes, y el
hermano Navarrete en su obra como colportor ha tenido que
huir por su vida. Pero el protestantismo y el tercer mensaje
angelical han venido para quedar. Se puede predicar la verdad y
la gente la puede obedecer sin temer mucho1.
En ocasiones los colportores agrupaban interesados a los que
predicara el pastor que llegara tras ellos2.
1
J. W. Westphal y E.W. Thomann, «Ecuador», Revista Adventista, julio de
1909.11.
2
A.N. Allen, «Noticias del Perú», Revista Adventista, setiembre de 1910.9.
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periódicos para leer e invitándolos a sus reuniones; las otras dos
son el fruto del constante trabajo de otra hermana1.
1
Leonor Carrera, «Concordia», Revista Adventista, julio de 1910.13.
2
Victor Thomann, «Buenos Aires», Revista Adventista, julio de 1910.14.
46
EL GRAN ACOPLE
Pero, aunque escasas, algunas familias poseían algunos
ejemplares.
Los adventistas aparentemente fueron los primeros misioneros
que celebraron conferencias públicas en esta ciudad. Los curas
trabajan con empeño en contra de las reuniones, escribiendo
falsedades en los diarios, y enviando folletos a las casas
prohibiendo á los habitantes relación alguna con la iglesia.
Tenía el clero mucho poder sobre el pueblo y las autoridades.
Algunas mujeres pasaban días enteros en la iglesia.
Los adventistas pronto fueron bien conocidos aunque muchos
los mirasen de reojo. ―Cierta señora, viuda, nos recibió y nos
ofreció su casa para tener allí escuela dominical. Parece que ella
está muy cerca de la verdad á pesar de la oposición, pues era
antes un miembro fiel de la iglesia católica. Dios le ha dado la
vidtoria. Muchos niños y algunas señoritas interesadas han
dejado de asistir, pero esta señora y su familia permanecen fíeles;
ella dice: ―¿Cómo puedo yo echar á los que me han traído la
verdad de Dios?‖1.
1
Godofredo Block, «Goya», Revista Adventista, setiembre de 1910.14.
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Métodos Europeos Para Gente Europea
1
C.E. Knight, «La reunión anual de la Conferencia Argentina», Revista
Adventista, diciembre de 1910.14.
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CAPÍTULO II: PERCEPCIÓN DE LAS LIMITACIONES
PROPIAS
1
Gerald Wheeler, «Noticias del Ecuador», Revista Adventista, marzo de
1911.9.
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EL GRAN ACOPLE
Cambio de Predicador en Medio del Ciclo
50
EL GRAN ACOPLE
trimestrales‖, comentó Thomann. Había mucho que atender y
no se podía cultivar hasta cosechar.
Thomann esperaba que ―el hermano Maas volviera de un día á
otro, y que él pudiera seguir con las reuniones. En cuanto al
resultado de éstas, poco se puede decir todavía, pero creo que
algunos interesados se acercaron aún más; y dos ó más, que
antes no conocían nada de la verdad presente, también han
llegado á amarla‖1. Por la escasez de obreros se cambiaba de
predicador en medio del proceso. No existía aún una
metodología definida ni clara. Esta propuesta solo apelaba de
manera restringida a los buscadores de la verdad, pero no al
hombre secular e indiferente a la Biblia.
1
E.W. Thomann, «Uruguay», Revista Adventista, marzo de 1911.12.
51
EL GRAN ACOPLE
Desde el 29 de diciembre Frank Westphaal y Enrique Balada
tuvieron reuniones cada noche. La asistencia no fué muy
grande, pero un regular número se presentó, unas treinta
personas, y lograron bautizarse seis de ellas. Otros quedaron
estudiando el asunto, y esper -mofl qUe dentro de poco algunos
más seguirán. ―Continuaremos con las reuniones durante el mes
de febrero y entonces tomaremos otro local‖1 Los ciclos
resultaban accidentados por las reuniones administrativas que
exigían la presencia de los pocos obreros, la enfermedad2, la
oposición religiosa y hasta el desorden callejero.
1
Frank Westphal y Enrique Balada, «Chile», Revista Adventista, abril de
1911.12.
2
J. W. Westphal, «La Quinta Reunión Bienal de la Conferencia Unión
Sudamericana Celebrada en Montevideo, del 12-22 de febrero», Revista
Adventista, marzo de 1914.9.
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EL GRAN ACOPLE
concurrencia, pero poco á poco se retiró la mayoría, quedándose
algunas pocas personas deseosas de conocer más de las verdades
bíblicas y como resultado dos familias acomodadas solicitaron
tener reuniones en sus casas. ―Por medio de estas oportunidades
hemos podido alcanzar otras almas más que muestran vivo
interés‖, se alentaba el pastor Block.
Intentando abarcar lo máximo, declaró que ―nuestra obra aquí
se ha extendido desde el centro de San Carlos hasta San Carlos
Sud. Casi todas las noches tenemos reuniones particulares en
diferentes lugares, y volvemos a casa bastante cansados de
caminar de un lugar á otro1. Continuaron predicando en seis
hogares2. Faltaba un método para sostener el interés de manera
masiva y preservar de desgaste innecesario al predicador.
Pastores, Despiértense!
1
J. W. Westphal, «Extracto deI Informe Bienal del Presidente de la
Conferencia Unión Sudamericana Leído en la cuarta reunión bienal de la
conferencia en Santiago», Revista Adventista, mayo de 1912.7.
54
EL GRAN ACOPLE
escribía el noble colportor1. Los colportores encontraban zonas
receptivas y comenzaban la tarea preparando el terreno para que
un pastor cosechara luego.
1
Octavio Navarrete, «Antofagasta, Chile», Revista Adventista, agosto de
1912.12.
55
EL GRAN ACOPLE
perfectamente bien, acompañados con el armonio1. Como se
nota, el colportaje era el método para detectar fácilmente a los
sinceros e invitarlos a las clases bíblicas. Esto era posible gracias
a que se colportaba mayormente con libros de tenor religioso.
1
Luis Ernst, «Bahía Blanca, Rep Argentina», Revista Adventista, octubre de
1912.10.
56
EL GRAN ACOPLE
hecho tal demuestra el grado de interés de las personas que lo
ejecutan‖1.
Las constantes recorridas de los pocos obreros impedían
establecerse y trabajar con continuidad en un solo lugar hasta
abrirlo y consolidarlo. La obra sostenida dependía mayormente
de los buenos miembros de la iglesia.
1
E. Tulin, «La Obra en Buenos Aires», Revista Adventista, octubre de 1912.11.
57
EL GRAN ACOPLE
clamando a Dios por misericordia1. Cuando la tierra tiembla,
algunos corazones se ablandan un tiempo.
Otro obstáculo era la mala salud de los misioneros o sus familias
que interrumpía sus labores. Desde el 1 de febrero hasta el
principio de mayo, N. Hansen tuvo reuniones en la carpa, y con
un auditorio importante. Como Hansen se enfermó, tuvo que
descansar por un mes, dejando solo en el trabajo al hermano
Mangold, quien por falta de tiempo no pudo atender el interés
como convenía, por lo cual el resultado del ciclo no fue el
esperado. Quedaron algunos interesados estudiando, sin
embargo. 2.
1
Santiago Mangold, «Quito, Ecuador», Revista Adventista, diciembre de
1912.11.
2
Nicolas Hansen, «Santa Fe», Revista Adventista, agosto de 1913.14.
58
EL GRAN ACOPLE
sillas y lámparas. Quiera el Señor recompensarle ese favor con
un lugar en su reino. Un señor, que ya era amigo de la causa
adventista, pero que aun no se había decidido por ella, resolvió
esa noche (según se informó el día siguiente) de seguir con el
pueblo de Dios. Thomann realizó dos reuniones más en casa de
un hermano del campo, como a un kilómetro de la ciudad1. Las
series breves solo tenían por objeto generar interés en el estudio
de las profecías.
1
E.W. Thomann, «Concordia, Galarza y Rosario del Tala», Revista Adventista,
setiembre de 1913.10.
59
EL GRAN ACOPLE
―En estos dos versículos se nos presenta claramente la obra en
las ciudades. Nunca en la historia del mundo hubo tiempo
cuando había más necesidad de trabajo evangélico que ahora.
Bien podemos decir en las palabras de las Escrituras que la tierra
está corrompida debajo de sus habitantes. Basta una simple
mirada a las condiciones existentes, el estado de iniquidad y
miseria, pata hacer desfallecer el corazón. Los mismos
gobernantes no saben qué hacer para detener las olas de
iniquidad que sumergen a todo el pueblo. Para el obrero
cristiano, sin embargo, esto no debe ser motivo de desánimo,
porque dice San Pablo: ―Cuando el pecado abundó,
sobreabundó la gracia.‖ Rom. 5: 20. Así, en lugar de
desanimarnos, debemos de regocijarnos por causa de la
sobreabundante gracia que nos es dada para poder cumplir con
la obra entregada en nuestras manos.
No es el objeto de este estudio demostrar la necesidad del
trabajo en las ciudades, sino la manera en que debemos hacerlo.
Unas palabras de los Testimonios a la Iglesia nos muestran que
están atrasados nuestros esfuerzos en este sentido. Un
testimonio fechado el 1 septiembre de 1902, nos dice: ―Ha
llegado el tiempo de hacer esfuerzos decididos para proclamar la
verdad en las ciudades grandes. El mensaje tiene que darse con
tal poder que aquellos que lo oigan serán convencidos. Dios
levantará obreros para hacer esta obra. Que ninguno estorbe a
60
EL GRAN ACOPLE
estos hombres a quienes Dios ha escogido, ni se lo prohíba. Dios
les ha dado su trabajo. Ocuparán esferas de influencia especial y
llevarán la verdad a los lugares donde parece haber menos
esperanza. Algunos que una vez fueron enemigos, vendrán a ser
ayudantes valiosos que contribuirán al adelantamiento de la
obra mediante sus bienes y'su influencia. En las ciudades
grandes, deben establecerse misiones donde a los obreros se les
pueda enseñar a presentar al pueblo el mensaje especial para este
tiempo. ―Hay necesidad de toda la instruccción que estas
misiones puedan dar‖.
He tenido el privilegio de trabajar durante algún tiempo en
relación con algunas misiones establecidas en las ciudades, y
puedo decir que personalmente he recibido ricas bendiciones en
ese trabajo. En otros países existen dificultades que aún no
podemos vencer, pero creo que con bastante tacto y buen juicio
podemos vencerlas. Son dificultades que tenemos que
confrontar al llevar adelante en debida forma la obra misionero-
médica. Pero yo creo que con nuestros enfermeros graduados
que reciben permiso de los Consejos de Higiene para ejercer su
profesión, estas dificultades van a desaparecer en su mayor parte.
Entonces podremos llevar a cabo los planes para la organización
del trabajo. Según la experiencia mía, el siguiente plan ha sido el
más provechoso: Entrábamos en una ciudad con dos o cuatro
enfermeros, según el número de habitantes, procurando siempre
61
EL GRAN ACOPLE
tener uno o más de cada sexo; además de éstos, iba un
predicador de experiencia, no sólo en la obra evangélica, sino
también en el manejo del trabajo sobre bases económicas.
Éste tenía a cargo la obra. Además de los obreros ya
mencionados, había uno o más obreros bíblicos. El trabajo
diario debe ser organizado en debida forma, habiendo por la
mañana una hora fija para oración y estudio bíblico,
juntatamente con los.planes y métodos del trabajo. A horas fijas
de la mañana, más bien adaptadas a las condiciones de la ciudad
donde se esté, debe tenerse un tiempo para el trabajo entre la
gente; y también por la tarde y la noche debe haber cultos en el
local de la misión y, además, en casas particulares. Una cosa
necesaria para que tenga éxito la obra es que todos aquellos que
estén relacionados con ella tengan el espíritu manifestado por el
pueblo en el tiempo de Nehemías, recordado en el cap. 4 y la
última parte del versículo 6, donde dice: ―El pueblo tuvo ánimo
para obrar‖.
Cada obrero debe estar listo para salir como colportor y tener
además la preparación del obrero bíblico. Los enfermeros quizás
harían mejor si llevaran literatura sobre la salud, y los obreros
bíblicos literatura religiosa sobre los puntos particulares de la
verdad; pero en todo caso, cada uno debe velar por el trabajo del
otro. El obrero bíblico debe hallar y buscar trabajo para los
62
EL GRAN ACOPLE
enfermeros, y éstos para los obreros bíblicos, y todos deben
trabajar para despertar el interés de la gente en qüe las visite el
pastor, y llevarlos a los cultos de la misión, tan atractivos como
se pueda. Estoy seguro de que si podemos organizar el trabajo en
las ciudades sobre la base ya mencio¬nada, el éxito estará
asegurado‖1.
La idea de Habenitch recomendaba el modelo de misión urbana
ideado por Stephen Haskell. El continente sudamericano, sin
embargo, habría de sorprender al mundo adventista con un
método más abarcante que el avizorado por Habenitch.
1
Roberto Habenitch, «La Obra en las Ciudades», Revista Adventista, junio de
1914.3.
63
EL GRAN ACOPLE
Según el pastor Perry ―la gente en gran parte es incrédula, y el
campo de labor es duro; pero hay algunos que realmente buscan
la verdad y quieren obedecer los mandamientos de Dios. Todos
apreciamos mucho la presencia del Prof. H. U. Stevens y su
eficaz ayuda en las conferencias que celebramos. Los miembros
de la iglesia cooperaron bien en cuanto pudíeron, repartiendo
avisos y asistiendo a las reuniones. También han sido fíeles en
los diezmos y ofrendas. Las entradas en la tesorería de la iglesia
de Montevideo ascendieron casi a mil pesos (oro). En esto
vemos la bendición de Dios‖1. El abordaje llano pescaba menos
de lo que se podía pescar. No había tantos incrédulos como
parecía.
1
F.L. Perry, «Uruguay», Revista Adventista, marzo de 1915.11.
64
EL GRAN ACOPLE
noche. La obra llegó a ser bastante conocida debido a este
esfuerzo. El pastor J. W. Westphal dedicó unas ocho semanas a
la obra allí, siendo su ayuda y consejos muy apreciados. Varios
hermanos y hermanas de Florida ayudaron en la música,
distribución de invitaciones, y en visitar a los interesados.
En la última noche de la reunión fué dada oportunidad a los
que tuvieron la determinación de guardar los mandamientos y
obedecer el evangelio de manifestarlo, y unas cincuenta personas
se pusieron de pie en contestación a este llamamiento directo.
Después fue dada la misma oportunidad a los que desearan ser
bautizados y unirse con la iglesia, a fin de que lo manifestasen
también, y unos doce respondieron a esta invitación. ―Estamos
estudiando con éstos, y creemos que varios otros tomarán la
misma deoisión pronto‖, relataba Casebeer.1 Nótese que las
decisiones se tomaron al final y de manera muy directa.
Predicando Abiertamente
1
J.G. Casebeer, «La Obra en Buenos Aires», Revista Adventista, marzo de
1915.11.
65
EL GRAN ACOPLE
sembrando. Hemos comenzado una verdadera campaña en
contra de la idolatría y los vicios, dando conocimiento sobre
otros puntos de vital importancia en el mensaje, como la
observancia del sábado, las profecías, etc. Parece que cuanto más
abiertamente damos el mensaje, tanta más atención se nos
presta. Al principio pensamos que tener los cultos en nuestra
casa nos traería alguna dificultad en nuestro trabajo como
enfermeros. Pero ahora hemos resuelto dar el mensaje a toda la
ciudad y alrededores, a cualquier costa. He pedido cien
ejemplares de Salud y Vida, para tomar suscripciones y para
servirme de ayuda para visitar a las familias e invitarlas a los
cultos1. El entusiamo de los obreros los impulsaba a ir más
rápido. Las limitaciones materiales y organizativas no los
desalentaban de hacer los mayores esfuerzos posibles.
1
Pedro Brouchy, «Corrientes», Revista Adventista, setiembre de 1914.13
66
EL GRAN ACOPLE
CAPÍTULO III: LOS MEJORES ESFUERZOS POSIBLES
1
C.E. Knight, «La Décimocuarta Asamblea Anual de la Conferencia
Argentina», Revista Adventista, diciembre de 1914.12.
67
EL GRAN ACOPLE
comentaba el evangelista Casebeer. ―Muchos nos buscan para
recibir luz en cuanto al significado de las cosas que suceden en el
mundo actualmente‖, relataba el misionero.
El pequeño grupo de obreros estaban bastante ocupados todos
los días en la obra. Se sumaron a ayudar el hermano A. R.
Dennis y esposa, la hermana Murphy, de Montevideo, y el
hermano F. Abay, uno de los fieles colportores de la Argentina.
El hermano Dennis dedicó su tiempo al colportaje, y las damas
el suyo a la obra bíblica.
―Estamos por terminar la tercera serie de conferencias aquí
desde mi llegada‖, comentaba Casebeer. Esta serie empezó el 24
do febrero de 1915, y predicó en cuatro conferencias por
semana desde entonces. La asistencia iba de los ochenta a los
cien, asistiendo muchas personas con regularidad desdo el
principio. Las decisiones las tomaban al final, no de manera
progresiva cada reunión.
El primer sábado de abril fue un día de gozo para la naciente
iglesia metropolitana. ―Tuvimos el privilegio de bautizar, en
Florida, a siete queridas almas, y después, de participar de la
Santa Cena en unión con la iglesia de Florida‖. Sería interesante
describir las experiencias de los que fueron bautizados. Uno de
ellos había estudiado la filosofía, ciencias ocultas del Oriente,
etc., y ahora se gozaba en el mensaje adventista. Un hermano le
68
EL GRAN ACOPLE
había hablado varias veces y su tema era siempre la Biblia.
Aunque el otro continuamente procuraba dirigir su atención a
los libros de los filósofos, este hermano volvía siempre a hablar
de la Biblia, lo cual resultó como ―martillo que quiebra la
piedra.‖1
1
J.G. Casebeer, «La Obra en Buenos Aires», Revista Adventista, junio de
1915.10.
2
Nicolas Hansen, «La Obra en Rosario», Revista Adventista, abril de 1915.13.
69
EL GRAN ACOPLE
La Necesidad de Mayor Cantidad de Instructores Bíblicos
1
Nicolas Hansen, «La Obra en Rosario», Revista Adventista, junio de 1915.13.
70
EL GRAN ACOPLE
tal manera que podemos decir que la obra es grande y pocos son
los obreros‖. El terreno era abordado también con la obra
médico-misionera, bastante bien conocida a la mayor parte del
público. Los enfermeros Kalbermatten y Schneider, trabajaron
con buen éxito, uno en la Asistencia Pública y el otro con
personas influyentes de Rosario.1 Unas once personas se
unieron a la iglesia en esta etapa2. Si se considera que asistían
cien en promedio, la cantidad de persons bautizadas equivale a
una décima parte. Los pocos obreros, pese a sus notables
esfuerzos, no podían abarcarlo todo y perdían parte de la posible
cosecha.
1
Lidia Oppegard, «Buenos Aires», Revista Adventista, noviembre de 1915.14.
2
Baer, Roscoe T., «Adelantos en la provincia y ciudad de Buenos Aires»,
Revista Adventista, junio de 1916.12.
72
EL GRAN ACOPLE
clases donde se estudiaban y debatían mejores métodos para
llevar adelante la obra.
A las dos de la tarde, y a veces antes, todos salían a distribuir
avisos de las conferencias públicas, otros a colportarcon El
Atalaya, y aun otros a dar estudios bíblicos a las personas que
empezaban a mostrar interés en la verdad. A las 8.45 de la
noche, todos los días menos los sábados, había una conferencia
pública. El interés que se suscitó entre el público de La Plata
aumentaba cada día, y se esperaba tener buenos frutos de este
esfuerzo especial en la ciudad.1
Varios de los interesados fueron denominaciones protestantes,
los cuales, mostrando gran gozo espiritual por la nueva luz que
les fuera revelada, estaban ansiosos de ser aceptados como
miembros de la Iglesia adventista. Dos de ellos, un anciano
francés, bautista desde hace quince años,' y una señora viuda
que pertenecía a la misma iglesia desde hace veinte anos, ya han
sido recibidos en nuestra iglesia. Dios sigue haciendo maravillas,
y es ver¬daderamente animador ver estas mani¬festaciones del
poder de nuestro Padre. El sábado 13 de enero de 1917 se
1
Edgar Brooks, «La reunión de obreros en La Plata», Revista Adventista,
febrero de 1916.15.
73
EL GRAN ACOPLE
entregaron al Señor por medio del bautismo nueve almas. La
iglesia llegó así a treinta y cinco miembros1.
En el ciclo de La Plata el pastor Casebeer logró plantar una
escuela sabática de treinta y miembros, personas de buenas
aptitudes, capaces de enseñarla a otros. Fue designado Pedro
Cartoccio a cargo de la obra en general en La Plata, junto a la
Hna. Foley en calidad de obrera bíblica.
1
E.N. Baer, Roscoe T., «La Conferencia Argentina», Revista Adventista, abril
de 1916.30.
75
EL GRAN ACOPLE
Por resolución de la Comisión Administrativa de la
Biblioteca Jean Jaures, de Villa Ballester, me dirijo a ud.
con el fin de solicitarle la importante revista que publica
para la mesa de lectura de esta institución de cultura, y
con esto creemos cooperar en la lucha contra el
alcoholismo.
Creemos que este pedido será atendido por Vds.
Por la C. A. de la biblioteca.
Bibliotecario General.
La propaganda pro temperancia, además de ser un beneficio
directo en bien de la gente, abría las puertas para las demás
verdades del triple mensaje de Apocalipsis 10, 11.1 Casebeer fue
uno de los primeros en suavizar el abordaje evangelizador
adventista por medio de temas pro salud que conquistaran la
simpatía antes de tratar asuntos controvertidos de doctrina.
1
E.W. Thomann, «La propaganda con ―El Atalaya‖», Revista Adventista,
setiembre de 1916.13.
76
EL GRAN ACOPLE
Diez Más en Rosario
La obra en Paraná
1
Pedro Baer, Roscoe T., «Una visita a nuestras iglesias», Revista Adventista,
mayo de 1917.13.
2
Godofredo Block, «La obra en Paraná», Revista Adventista, mayo de 1917.14.
77
EL GRAN ACOPLE
Las reuniones en Paraná fueron bien concurridas, siempre
manifestándose nuevo interés. ―Tenemos ya otra vez nuevos
observadores del sábado del Señor, habiendo ahora como diez
personas que esperan el bautismo. Antes de terminar el año,
esperamos tener, con la ayuda de Dios, miembros suficientes
para organizar una iglesia en esta ciudad. Lo que nos alegra
mucho ver en los nuevos creyentes es que muestran buen interés
en pagar sus diezmos y ofrendas‖, relataba G. Block.
El pastor Block luchaba por cimentar una iglesia fiel. ―El otro
día un señor me dijo que hasta ahora él no ha podido guardar el
sábado, porque los patrones no querían hacerle esta concesión.
Sin embargo, me dice que tendrá que renunciar a su empleo a
fin de guardar el sábado y satisfacer así a su conciencia y también
cumplir los mandatos de su Creador.También un cochero ha
empezado a guardar el sábado. Son tres sábados ya que su coche
está parado en el día del Señor. Hay además otra familia que
viene a los cultos el sábado. La señora ya guarda el sábado. Y así
podríamos mencionar también otros casos de sumo interés. Dios
está de veras obrando con su buen Espíritu, pues se están
abriendo nuevas puertas constantemente y están asistiendo
siempre nuevas personas a nuestros cultos‖. Celebraba además
reuniones en la cárcel cada domingo por la mañana. Lo
ayudaban en la obra la Hna. Neumann y su hijo Jorge como
78
EL GRAN ACOPLE
también los hnos. Foley1, con reuniones públicas tres veces por
semana.2 Eran los mejores esfuerzos posibles, los primeros. El
martillo de la Palabra comenzaba a repicar.
1
Godofredo Block, «La obra en Paraná», Revista Adventista, setiembre de
1917.14.
2
Godofredo Block, «La Obra en Paraná», Revista Adventista, 28 de febrero de
1918.10.
79
EL GRAN ACOPLE
CAPÍTULO IV: VISLUMBRES DE UNA GRAN COSECHA
80
EL GRAN ACOPLE
se vio obligada a retirarse sin haber terminado el trabajo; pero
quedaron cinco familias guardando el sábado allí.1
1
German Nohke, «Un esfuerzo público en Colonia Miguelete, Uruguay»,
Revista Adventista, 31 de enero de 1918.9.
81
EL GRAN ACOPLE
para ayudar colportando en la ciudad, estaba estudiando con
algunas personas.1
1
Luis Rojas, «Ecos de Bahía Blanca», Revista Adventista, 23 de mayo de
1918.9.
82
EL GRAN ACOPLE
Con aguda perspicacia, Montgomery observaba que ―durante
generaciones, la obra de la educación ha estado en manos de la
iglesia católica. Ella ha hecho un esfuerzo especial para conseguir
a los hijos de las clases influyentes para sus escuelas, reclutando
de éstas para el sacerdocio y desarrollando en ellas los caudillos
del pensamiento político y la vida social. No ha favorecido la
educación de las masas, pues esta iglesia ha florecido siempre
mejor en medio de la ignorancia‖.
Entre las limitaciones para el avance geo-evangelizador de la
iglesia, el administrador sudamericano pensaba que ―un
obstáculo al adelanto en muchos de los países es el hecho de que
el terreno pertenece a pocos, y éstos no lo venden. O está en
posesión del gobierno, o de las órdenes religiosas, o de dueños
particulares, que tienen grandes campos. Se afirma que el cinco
por ciento de los latinoamericanos posee el noventa y cinco por
ciento del terreno‖.
Pero la mayor necesidad era la de hombres ―que puedan obrar
como directores y llevar responsabilidades administrativas, y que
puedan ayudar a educar y desarrollar el talento nativo en la
América latina. Necesitamos algunos hombres de experiencia
como evangelistas para las ciudades de la América del Sur.
83
EL GRAN ACOPLE
Creemos que ya es tiempo de trabajar activamente las ciudades
sudamericanas‖1. En pocos años esos hombres irían surgiendo.
1
Oliver Montgomery, «La División Sudamericana», Revista Adventista, 20 de
junio de 1918.5.
2
Baer, Roscoe T., «Decimoctavo Congreso Anua!. De La Asociacion
Argentina Informe Presentado Por El Presidente», Revista Adventista, 21 de
noviembre de 1918.4.
84
EL GRAN ACOPLE
diferentes temas bíblicos. Fue ayudado por el pastor Luis Ernst,
líder de la iglesia de Rosario y los miembros de ésta. La
asistencia a las conferencias fué muy buena, alcanzando algunas
veces a más de doscientas personas, y al tiempo de abrirse el
congreso anual, había ya muchas personas interesadas. Casi
sesenta personas se manifestaron interesadas en continuar el
estudio en sus casas.1 Las conferencias pretendían sembrar para
luego cultivar.
Unos meses después, desde el 8 de diciembre hasta el 6 de
enero, G. Block trabajó en compañía de los L. Ernst y P.
Cartoccio en otro esfuerzo público en la ciudad de Rosario.
Repartieron unos 1500 avisos para invitar al público, y tuvieron
buena asistencia en las reuniones, interesándose varias personas
más. Durante todo el tiempo visitaron los hogares a las familias
interesadas.
Rosario estaba surgiendo como un campo bastante abierto para
el evangelio. Había muchos cultos evangélicos, y familias que
preguntaban por la verdad. ―Muchas personas con las cuales he
hablado, me han dicho que la revista El Atalaya lleva el
verdadero mensaje‖, refería Block. Después del 6 de enero,
quedó solo el pastor Ernst para continuar el trabajo, que
1
Carlos Krieghoff, «Un congreso anual muy bendecido Informe del
Secretario», Revista Adventista, 21 de noviembre de 1918.5.
85
EL GRAN ACOPLE
aumentaba diariamente. Hacía mucha falta una obrera bíblica.
Antes de partir de Rosario Block pudo bautizar a ocho personas,
y quedaron otras preparándose.1
1
Godofredo Block, «Un esfuerzo en Rosario, R. A.», Revista Adventista, 13 de
febrero de 1919.9.
2
E.W. Thomann, «Notas», Revista Adventista, 27 de febrero de 1919.16.
86
EL GRAN ACOPLE
de este pueblo un tenaz antagonista. Nuestras primeras
reuniones en casa de los hermanos siguieron en un local
alquilado para este fin, y desde entonces el párroco no dejaba
pasar un domingo sin amonestar a los suyos contra nuestra
denominación. La mayoría del pueblo había llegado a creer que
los adventistas no tenemos Dios, o que, si lo tenemos, no
creemos en Cristo, etc., etc. Por lo tanto, damos gracias a
nuestro Padre que hemos podido realizar una corta serie de
conferencias en el local más grande que hay en este pueblo. La
primera noche asistieron unas 150 personas, además de los
hermanos, pero este número fué disminuyendo debido a la
activa campaña del cura. La gente quedaba a la puerta,
escuchando desde allí, temiendo desobedecer a la prohibición
que les fuera impuesta por el párroco. Sin embargo, por medio
de este esfuerzo público se logró interesar a algunas de las
principales familias, convenciéndose ellas de que el adventismo
es bueno. Casi todos los hermanos asistieron, viniendo de tres y
cuatro leguas, como también varios interesados regulares.
Esperamos que Dios nos concederá repetir análogos esfuerzos en
este pueblo, pues solamente martillando mucho se puede
esperar algo aquí‖.1 Algunas series de conferencias se proponían
solamente romper el hielo para facilitar el testimonio de los
creyentes del lugar o preparar series más definidas en el futuro.
1
Pedro Cartoccio, «Reconquista», Revista Adventista, 15 de enero de 1920.12.
87
EL GRAN ACOPLE
En Florida, Buenos Aires, los temas sobre la temperancia
tuvieron buena recepción y dejaron amistades e interesados por
los cuales seguir trabajando.1
1
Delwin Buckner, «Las conferencias en Florida», Revista Adventista, 17 de
enero de 1921.10.
88
EL GRAN ACOPLE
Después la Asociación de Maestros pidió el teatro para una
función pro tuberculosis y se lo cedió. Este privilegio, que fue
muy agradecido, también le hizo ganar el favor de algunas de las
principales personas.
Sherman relata que
―Antes de empezar el esfuerzo público, hicimos todos los
preparativos a nuestro alcance. Imprimimos volantes,
que repartimos en toda la ciudad, una linda tarjeta con
invitación personal que fue entregada a las familias
principales, reservando palcos para ellos en el teatro.
También hicimos grandes letreros para colocar en
diferentes partes de la ciudad. El día de la primera
conferencia, enviamos un carro con grandes letreros por
toda la dudad, acompañado de un muchacho que tocaba
una campana. Hemos repetido esto varias veces desde
entonces y hallamos que es un método eficaz y
económico para avisar al público‖.
Resultó que la primera noche asistieron unas 300 personas. En
las primeras conferencias hubo casi únicamente hombres, pero
después asistieron muchas familias. Calculó que la asistencia
llegó hasta 400. Muchas personas asistieron con regularidad, y
abrigaban la esperanza de que un buen número acepte la verdad.
89
EL GRAN ACOPLE
Unas 60 personas dieron sus nombres, invitándolos a visitarlas,
y unas 30 quedaron recibiendo estudios bíblicos.
Feliz de ver manifestarse a los sinceros, Sherman dijo que
Da gusto ver a estas almas hambrientas de la verdad.
Citaré dos ejemplos: el otro día nos visitó un hombre en
nuestra casa y nos dijo que había asistido a cada
conferencia y que estaba muy gozoso de oír estas
preciosas verdades. Dijo que había buscado durante artos
la luz, pero que había quedado chasqueado hasta haberse
encontrado con nosotros. Compró la Biblia, dos libros, y
empezó a asistir a la escuela sabática. El otro ejemplo: el
viernes a la noche, mientras orábamos alguien llamó a la
puerta. Era un joven bien instruido que trabaja en un
gran negocio como tenedor de libros, y además da clases
de noche en el liceo. Solo dijo que deseaba estudiar la
Biblia con nosotros y preguntó por el precio de las clases.
Naturalmente le dijimos que estas lecciones eran gratis, y
ahora él estudia todos los días, sacrificando la hora de
siesta, puesto que es la única hora que tiene disponible
durante el día.
Al principio, oyeron que el pastor metodista temía mucho la
propaganda adventista. Tuvieron una larga conversación con él
diciéndole que no era el propósito combatirle, sino compartir
90
EL GRAN ACOPLE
un mensaje para el mundo entero, y que todos los que quisieran
estudiar la Biblia serían recibidos gustosamente. Los metodistas
fueron asistentes regulares a esas conferencias.
Desde el principio utilizaron profusamente los diarios, haciendo
un convenio con los dos diarios principales para media columna
diaria a fin de publicar los sermones. ―Hemos recibido también
una invitación de otro lugar para ir a predicar el evangelio y nos
han ofrecido el teatro para este fin, diciendo que habían visto
nuestra propaganda en los diarios, y que hacían falta tales
reuniones allí‖, relataba el evangelista americano.
La obra personal fue igualmente intensa, porque repartieron
muchos tratados al fin de las conferencias y visitaron todas las
casas de la ciudad, entregándoles un tratado y una cordial
invitación.
Las reuniones se llevaron a cabo hasta el 16 de enero. Después
las reuniones continuaron en el salón de la casa pastoral. El
hermano Pedro Brouchy continuó encargado del desarrollo del
interés. Quedarán hasta mediados de febrero, el hermano José
luorno y esposa, y las hermanas Amalia y Flora Block para
ayudarle.
91
EL GRAN ACOPLE
periódico y compraron el libro, porque saben que son de la
propaganda adventista. ―Esperamos una buena cosecha de esta
amplia siembra de la palabra de Dios‖1.
Por lo que relató Sherman quedó claro que el abordaje
adventista era liso y llano, lo cual producía de todos modos
buena asistencia aunque proporcionalmente pocos estudiantes
regulares de la Biblia.
Al dejar Merceds para una gira por las iglesias junto al pastor
Casebeer, Sherman fue infomado del interés en aumento.
Pedro Brouchy aseguró que había bastante interés despertado y
muchas almas anhelosas de conocer la ver-dad. No obstante
haberse quedado Amalia y Flora Block allí para ayudarle,
estaban tan ocupados que no alcanzaban a atenderlo todo.
―Creo, hermanos, que el Señor nos ha ayudado a alcanzar el
blanco que habíamos puesto, de 50 almas para arriba, como
resultado del esfuerzo allí‖, celebraba Sherman2.
Los resultados no se vieron de inmediato. Los obreros
adventistas iban notando que en ciertos lugares el cultivo
requería más tiempo y esfuerzo. Sherman esperaba―grandes
1
A.R. Sherman, «El Esfuerzo Público En La Ciudad De Mercedes, Uruguay»,
Revista Adventista, 29 de enero de 1920.7,8.
2
A.R. Sherman, «El esfuerzo público en Mercedes», Revista Adventista, 26 de
febrero de 1920.8.
92
EL GRAN ACOPLE
resultados, pero por ciertas circunstancias y dificultades con que
tropezamos, no pudimos ver tales resultados inmediatamente.
Pero hemos aprendido que a menudo Dios tiene maneras de
obrar muy distintas a las nuestras. Si la palabra de Dios está
sembrada debidamente, tendrá que germinar y producir fruto.
Así también en cuanto a aquel esfuerzo público, vemos ahora
que no ha sido en vano, pues ayer sábado tuvimos el bendito
privilegio de bautizar, en la ciudad de Montevideo a un
hermano y su esposa, que antes residían en Mercedes y solían
frecuentar a nuestras reuniones en aquel lugar‖1.
1
A.R. Sherman, «Progreso de la Obra en el Uruguay», Revista Adventista, 18
de noviembre de 1920.11.
93
EL GRAN ACOPLE
que emprendamos una campaña al estilo Jonás, penetrando en
el mismo corazón de nuestras ciudades con un mensaje que
apelará a los educados y pudientes. Muchos de los que
pertenecen a las mejores clases sociales de este país aceptarán la
verdad en que creemos si se les aborda debidamente1.
A tales efectos la junta sudamericana estudió el asunto de la
obra de evan-gelización que durante el verano, decidiendo que
se llevaran a cabo varios esfuerzos en las ciudades grandes. ―El
tiempo ha llegado en que hemos de penetrar en estas ciudades y
darles el mensaje de una manera que atraiga a la gente en su
vida atareada, para que venga a escuchar la voz de los
mensajeros de Dios‖.2 Era necesario distraer al hombre
metropolitano de su trajín y llevarlo a considerar los asuntos
eternos. No sería posible hacerlo con los métodos empleados en
las zonas rurales.
1
Oliver Montgomery, «Segundo congreso de la División Sudamericana,
celebrado en Buenos Aires, del 10 al 20 de Marzo Extracto del informe
presentado por el presidente», Revista Adventista, 25 de marzo de 1920.7.
2
Oliver Baer, Roscoe T., «Progreso de la obra en la Unión Austral», Revista
Adventista, 26 de junio de 1920.9.
94
EL GRAN ACOPLE
―estar bastante bien equipado para llevar a cabo obra de
evangelizaciór al verlo provisto de un ―linterna mágica‖ y
suficientes vistas para abarcar la mayor parte de nuestras
doctrinas. Tiene algunas vistas muy bonitas reterentes a las
profecías y algunos muy buenos carteles. Todas estas cosas son
una gran ayuda cuando se trata de presentar claramente la
verdad a la gente. Nuestro mensaje es sencillo y la mayoría
puede comprenderlo fácilmente, pero al mismo tiempo, es tan
diferente de lo que se enseña en estos tiempos, que nuestros
obreros deben tener cierta cantidad de equipo para presentar
claramente las verdades que hemos do dar a la gente‖,
recomendaba el dirigente1.
1
Baer, Roscoe T., «La obra en campos nuevos», Revista Adventista, 29 de julio
de 1920.11.
95
EL GRAN ACOPLE
Según Pedro Cartoccio ―pasó un año que empecé este martillar
aquí, y, aunque hubo momentos en que parecía inútil alzar y
bajar el martillo, al cabo, una piedra aquí y otra allá se han
resentido de los continuos golpes. Reconquista no conocía el
martillo de Jehová, pues nunca fue predicado aquí el evangelio
puro, y, debido al catolicismo reinante, los golpes de martillo
han resbalado y las piedras se endurecen bajo la influencia de
un falso martillo movido por poder satánico‖, argumentaba.
Pero empezó a ver un cambio en el clima misionero. ―En
noviembre del año pasado, celebré una serie de conferencias en
el más grande salón que hay aquí y el pueblo despertó, hallando
que los adventistas tenemos algo nuevo. Desde un principio, he
luchado con la falta de salón adecuado y, aunque siempre
hemos tenido uno para los hermanos, no ha sido lo ideal para
visitas. Muchas veces pedí a Dios y, gracias a él, tenemos hoy
salón en un punto muy céntrico. Tan pronto como pude
arreglarlo, se hicieron invitaciones y empecé una serie de
conferencias. La gente que ya tiene idea de lo que es, no viene
como en las conferencias del año pasado, pero los que vienen
ahora, dan esperanza, pues siguen asistiendo (Nótese la
importancia de las conferencias preliminares, luego
introducidas por Schubert). Algunas de las mejores señoras
asisten y traen a otras. Un joven nos ayuda con el violín
tocando himnos. El es fruto de las conferencias del año pasado
96
EL GRAN ACOPLE
y eso nos da gozo, pues nos demuestra que la Palabra ha
martillado con efecto. Este joven está guardando el sábado y es
ahora miembro de la Sociedad de Jóvenes. Una hermana y su
esposo, guardadores del sábado desde hace un año, han luchado
con dificultades con su propia madre, la cual se muestra rebelde
a nuestra doctrina. Esta hermana ha orado y orado a Dios, y
ahora no solamente la madre, sino también el padre vienen a
los cultos de noche. La piedra se ablandó después de reñida
oposición‖. Los predicadores comenzaban a percibir las luchas
del sincero que pugna por vivir lo nuevo sin chasquear a sus
parientes. Era necesario más tiempo de predicación para vencer
la oposición religiosa, cultural y familiar.
Alegre por los brotes espirituales, Cartoccio refería que ―una
señora chilena ama mucho nuestra causa. Envía sus niños a
nuestra escuela sabática, asistiendo también ella siempre que
puede. Los sábados por la tarde envía su sirvienta, la cual es hoy
miembro de la Sociedad de Jóvenes, después de recibir los
martillazos de la Palabra. Esta señora ayuda a pagar los gastos de
alquiler del salón y ya pagó su primer diezmo‖.
En Reconquista había varios interesados por la difusión de
tratados sobre la temperancia gracias a los cuales varios hombres
y mujeres abandonaron el uso del tabaco y bebidas alcohólicas.
―El trabajo es lento pero seguro, porque es de Dios. Los
97
EL GRAN ACOPLE
hermanos ya bautizados de este grupo en Reconquista, también
son más sensibles ahora al martillo de Jehová, notándose un
progreso paulatino en todas las ofrendas y diezmos‖1. Era
necesario que el predicador tome el pulso del pueblo a ser
alcanzado. Además, los ciclos evangelizadores alentaban la fe y
la testificación de los anteriores creyentes, respaldándolos antes
sus vecinos.
Fanatismo en Declive
1
Pedro Cartoccio, «Noticias de Reconquista», Revista Adventista, 4 de
noviembre de 1920.11.
2
Pedro Cartoccio, «La Obra en Santa Fe», Revista Adventista, de setiembre de
de 1923.6.
98
EL GRAN ACOPLE
Esfuerzo en Venado Tuerto
1
Godofredo Block, «El Esfuerzo en Alpachiri (Pampa Central) República
Argentina», Revista Adventista, 28 de enero de 1924.5.
102
EL GRAN ACOPLE
El 27 de diciembre de 1924 fué un sábado importante para la
iglesia de Montevideo, porque por la tarde de aquel día se
reunió una numerosa congregación en la capilla, donde cinco
preciosas almas siguieron al Señor en el bautismo1. La iglesia
necesitaba mayor fortaleza para esfuerzos mayores.
1
W. Miramontes, «La Mano de Dios en Montevideo», Revista Adventista, 16
de marzo de 1925.6.
103
EL GRAN ACOPLE
daba estudios bíblicos y algunas noches se encargaba de las
conferencias. Se destacaba el buen desarrollo de los jóvenes del
Colegio Adventista del Plata.
El pastor Ernenputsch hizo su parte favorecienso las reuniones
con su buena música de violín, mientras la Srta. Block y la Sra.
Schnepper por su lado añadían interés a las reuniones con sus
solos vocales.
Para coronar el esfuerzo celebraron el 6 de marzo de 1926 un
bautismo en el cual participaron nueve preciosas almas. La
ceremonia estuvo a cargo del pastor G. Block, y fue presenciada
por una crecida concurrencia, entre la cual se contaban quienes
no se animaban aún a dar ese paso en la carrera cristiana, pero
que se sintieron estimulados a dar sus nombres para una
segunda lista bautismal. El segundo bautismo fue mayor que el
primero.
Entre los que se habían decidido a guardar el sábado se hallaba
un escribano público de Paraná, persona de mucha influencia
que durante muchos años había favorecido la caua de diversas
maneras.
104
EL GRAN ACOPLE
La Srta. Beskow y el Hno. Salvini siguieron dando algunos
estudios bíblicos y celebrando conferencias públicas, para
atender a los más rezagados1.
1
E.H. Wilcox, «Esfuerzo Público en Paraná», Revista Adventista, 29 de marzo
de 1926.5.
105
EL GRAN ACOPLE
lo contrario esos creyentes serán posiblemente perdidos para
Dios, sus iglesias y la nuestra. Lástima que en esta Misión el
tiempo parezca ser demasiado breve, quizá por la extensión del
territorio que cada obrero tiene a su cargo‖. Podía hacerse más
con más obreros para menos territorio.
El pastor Kalbermatter supo de alguna manera que en la ciudad
de San Borja, que queda cerca de Santo Tomé, en el Brasil,
había creyentes, siendo el principal de ellos el gerente de la usina
de allí, así que en el afán de trabajar por las almas y en vista de la
carencia de obreros en esas regiones, traspasaron los límites
materiales, yendo a visitarlos. Los recibió un caballero de sencilla
presencia, ―éramos los primeros obreros de nuestra
denominación que sus ojos veían en los seis años que son
creyentes. Representantes de otras denominaciones habían
trabajado mucho con ellos para hacerles desistir del sábado e
introducirlos en sus iglesias; mas ellos estaban bien seguros de lo
que creían, y nadie podía hacerlos renunciar a su fe‖.
La conversión de este hombre y su conducta fueron notables.
Poco tiempo después de llegar a ese lugar, trabo relaciones con
una familia; pero de pronto cayó en cama. Como su enfermedad
no le impedía leer, mientras se hospedaba en casa de esa familia,
la señora le dio, para que se distrayera, una Biblia. El jamás
había visto una, aunque sentía deseos de leer algo parecido.
106
EL GRAN ACOPLE
Cuando se enteró de su contenido y se dió cuenta que era un
gran pecador, con amargo llanto pidió perdón al Dios de justicia
y misericordia, prometiendo cumplir en adelante con su
voluntad. Halló que el sábado era el verdadero día de reposo, y
se propuso guardarlo, pensando ser el único en el país y quizás
en el mundo que seguía esa práctica. Como no quería ser el
único, proclamó esa luz a sus empleados y vecinos, con el
resultado de que logró que hubiera varios observadores del
sábado allí, algunos de los cuales dejaron sus vicios para ser
bautizados.
El Espíritu de Dios mismo convenció a este hermano de que no
debía fumar, pues razonó así un día: ―¿Fumaría yo delante de mi
Padre? ¿Podría agradarle a él mi actitud? Por lo tanto, es
abominable fumar en la presencia de Dios, delante de quien
siempre estoy.‖ Y así abandonó el vicio. Tampoco comía carnes
inmundas y practicaba la verdad como el mejor de los
adventistas, pues estaba muy versado en ella. Al ser visitado por
colportores adventistas pudo saber que había muchos miles de
su misma fe; por lo cual obtuvo la dirección de la oficina en esa
Asociación, adonde mandaba fielmente sus diezmos, y de donde
107
EL GRAN ACOPLE
recibía literatura1. La Biblia por sí misma conquista a las
personas!
1
E.H. Wilcox, «Esfuerzo público en Felicia», Revista Adventista, 26 de julio de
1926;8, Erneputsch, W.E., «Public Effort in Felicia Province of Santa Fe,
Argentina», South American Bulletin, agosto de 1926.
109
EL GRAN ACOPLE
En aquel pueblo parecía imposible construir una iglesia por el
hecho de que la cosecha del año próximo pasado había sido un
fracaso, pero Dios ha prometido hacernos voluntarios en el día
de su poder y la nueva iglesia indicó que Dios obra
milagrosamente si todos entregamos nuestras vidas en sus
manos. La capilla fue un edificio de 7x14 metros, muy bien
terminado, revocado por dentro y fuera y muy bien pintado, y el
lote todo nivelado y alambrado. Los hermanos del lugar, aunque
solamente eran seis familias, sufragaron casi todos los gastos de
construcción1. Los evangelistas necesitan el respaldo de
hermanos fieles y misioneros.
112
EL GRAN ACOPLE
Nostra, en Santa Fe, notamos cuán pocos eran los que se habían
reunido para la escuela sabática. Vimos en nuestra mente el
salón lleno de personas sinceras de corazón pendientes de la
palabra de quien viniese a presentar con poder el mensaje de
salvación. ¿Y por qué no se llenaría ese salón? Nuestro mensaje
es potente para atraer almas, y el mundo lo necesita‖1. Las
ciudades se presentaban desafiantes, pero los pensadores
adventistas ya estudiaban como abrazarlas mejor con el
evangelio.
1
Marcelo Fayard, «Algunas Reflexiones de Vuelta del Congreso de la Unión
Austral», Revista Adventista, 7 de marzo de 1927.3.
113
EL GRAN ACOPLE
Antes de viajar a Argentina en 1926 le dijo a W. Spicer que
esperaba levantar una gran congregación de habla inglesa en
Buenos Aires, lo cual mejoraría la base financiera en esa Unión.
Lleno de urgencia por evangelizar todos los centros urbanos,
regresó a Estados Unidos después de solo ocho o nueve meces
para asistir al Concilio Otoñal de 1927, y así se dirigió a los
delegados: ―Nuestra obra evangélica [es] desarrollar una
comunidad fuerte, sustancial y vigorosa en esas repúblicas, y
especialmente en las grandes ciudades de las repúblicas que,
últimamente, bajo la dirección de Dios, pueden quitarles a
ustedes, los norteamericanos, la parte principal del peso de esta
obra misionera y llevarla adelante ellos mismos en Sudamérica.
Para mí ese es nuestro principal problema‖.
Al enumerar una ciudad sudamericana tras otra con poblaciones
medidas de a cientos de miles y a veces de a millones, le aseguró
a sus colegas que ―hay dinero en Sudamérica‖, pero los
adventistas en ese continente necesitaban inspiración para
depender de sus propios recursos. Por el momento pidió
evangelistas, dinero y tiempo para crear una comunidad de
miembros económicamente independientes. Otros obreros de
Sudamérica estaban igualmente convencidos de que la
evangelización urbana era la clave del crecimiento de la División.
W. E. Hancock, presidente de la Asociación Bonaerense, habló
de los dos millones de habitantes de la ciudad donde ―el único
evangelista... nunca ha llevado a cabo un esfuerzo en ninguna
escala que se considere un verdadero esfuerzo en las grandes
114
EL GRAN ACOPLE
ciudades de Estados Unidos‖. Realmente la evangelización
sudamericana estaba ―en pañales‖.
Luego de su primera gira por la División en 1927, Haynes
decidió lanzar su tan esperada serie de evangelización en Buenos
Aires en abril del año siguiente. Invirtió unos US$ 10 mil en
reuniones para la comunidad de habla inglesa y organizó la
―Comisión de Conferencias Bíblicas de Haynes en Buenos
Aires‖, con Hancock como presidente. Hacía publicidad con
volantes elaborados. Unos 400 asistieron a la reunión de
apertura en Prince George‘s Hall el 8 de abril. Para mediados de
mayo las audiencias habían disminuido a 90 o menos, y Haynes
trasladó las reuniones a Belgrano. Posteriormente, con una
asistencia de solo 30 o 40, partió para Europa, dejando a
Hancock a cargo de la terminación del esfuerzo. Su abordaje
protestante no había sido efectivo.
A pesar de este resultado desalentador, Haynes era optimista. El
Buenos Aires Herald, un diario inglés, había publicado la mitad
de los sermones y había provocado un debate generalizado en la
comunidad de habla inglesa. Haynes no intentó ningún otro
esfuerzo, pero animó a sus subordinados a dirigir reuniones. ―La
actividad preeminente de un predicador es predicar‖, amonestó,
―a pesar del accidente de que pudiera estar ocupando un puesto
ejecutivo‖. Los presidentes de Asociación y Misión tomaron en
serio sus consejos. Durante los cinco años anteriores a las
reuniones de Haynes, la membresía chilena había crecido a más
115
EL GRAN ACOPLE
de 400 miembros, haciendo de la Asociación Chilena el campo
más grande de la Unión Austral. Hancock, presidente de
Asociación en aquel entonces, atribuyó parcialmente el éxito de
la iglesia a la condiciones políticas moderadas y a la mejoría en
la estabilidad económica. El que aprovechó este clima fue
Walter Schubert, que bautizó a 75 en 1926. Inmediatamente
después de mitad de año, en 1927, completó otra serie con una
clase bautismal de 60, y estaba planificando más reuniones en
Valparaíso. Para fin de año la congregación de Santiago era la
iglesia hispana más grande de la denominación.
Mientras Haynes fue presidente de División, la tasa bautismal
anual de Chile nunca cayó por debajo de los 200. Desde el
comienzo de la presencia adventista en Sudamérica la Unión
Austral había sido el centro de la iglesia. A pesar de la
preocupación de Haynes y Hancock por la capital de Argentina,
como campo evangelizador fructífero la Asociación Bonaerense
todavía estaba en el futuro. El año de la campaña de Haynes
consiguió solo 41 bautismos en ese campo, un testimonio de
que la fortaleza de la Unión todavía estaba en las ricas tierras
agrícolas del norte. Durante 1927-30 los obreros de la
Asociación Argentina del Norte produjeron más conversiones
que ningún otro campo de la Unión Austral a excepción de
Chile. En 1929 los pastores bautizaron solo a 74, pero sus
totales rondaron entre 171 y 191 en los otros tres años.
116
EL GRAN ACOPLE
Durante 1927 J. W. Westphal y C. P. Crager, ambos con cargos
a nivel de División, realizaron esfuerzos separados que duraron
tres y seis meses. E. L. Maxwell estaba admirado por la diferencia
de estilos para evangelizar entre los días de los pioneros en Perú
y lo que encontró en Argentina después de regresar en 1927.
Los pastores que anteriormente estaban acostumbrados a
levantar encuestas ahora ―tenían que darse prisa para ocuparse
del interés existente‖, escribió. En un mes los obreros de la
Unión Austral informaron 150 bautismos, la mayoría de ellos
en las asociaciones Chilena y Argentina del Norte. Solo un
campo de la Unión Austral, la Misión Alto Paraná, bautizó más
de 100 conversos en un solo año durante la presidencia de
Haynes. Los informes de los restantes campos más pequeños
mostraban que los conversos se unían a la iglesia a un ritmo
anual de cero a 96. Al final de 1930, la Asociación Chilena, con
1.771 miembros, y la Asociación Argentina del Norte con 1.514,
eran las que encabezaban la Unión. Las ganancias pequeñas
pero continuas le dieron a la Bonaerense 635 miembros, al Alto
Paraná 578, y a Uruguay 393. Alejadas en la periferia estaban las
misiones de Magallanes, Mendoza y Tucumán, con 22, 62 y 16
miembros, respectivamente. Si bien este último grupo
representaba solo una diminuta parte de los miembros de la
Unión, la tasa de crecimiento había sido alta: 83% en el caso de
la Misión Magallanes.
117
EL GRAN ACOPLE
Los Avances en el Brasil
118
EL GRAN ACOPLE
crecimiento era continuo. Este bautizó a 17 en junio de 1928;
para fin de año la membresía de la Iglesia de San Pablo excedía
los 300, lo cual hizo necesario lanzar un importante programa
para construir un templo.
El nuevo edificio que albergaba a 550 personas no solo permitió
un mayor crecimiento sino que también se convirtió en la sede
de la Asociación. W. L. Burgan, que formaba parte del personal
de relaciones públicas de la Asociación General, dijo que el
edificio propuesto era un ―templo suntuoso‖, pero para los
dirigentes de la Unión Sur Brasileña los US$ 35.500 que
pagaron por el terreno y la pavimentación, al igual que el
mobiliario, era una ganga. A solo diez minutos a pie desde el
centro de la ciudad, no solo albergaba las oficinas de la
Asociación en el subsuelo, sino que también tenía espacio para
una escuela de iglesia1.
El 18 de mayo de 1929 los miembros de San Pablo dedicaron
este nuevo templo, un acontecimiento que llamó poco la
atención fuera de la Unión Sur Brasileña hasta que A. G.
Daniells visitó la ciudad posteriormente aquel año. ―Es la iglesia
más prolija y mejor planificada por dentro y por fuera que he
visto en cualquier campo misionero‖, escribió el expresidente de
la Asociación General, que estaba muy acostumbrado a viajar.
Como respuesta apropiada, la Review publicó una gran foto de
1
Moore, Ennis V., «A New Temple in Sao Paulo», South American Bulletin,
setiembre de de 1929.
119
EL GRAN ACOPLE
tapa con la congregación reunida en las escalinatas. Cuando esta
noticia llegó a los lectores norteamericanos, la iglesia superaba
los 400 miembros.A pesar de su constante insistencia, Haynes
anteriormente había expresado su satisfacción con el progreso
de la evangelización en Brasil. Además de la Asociación Paulista,
la Asociación Río Grande del Sur y la Misión Santa Catarina-
Paraná también establecieron récords de más de 100 bautismos
por año. Aunque el crecimiento de la Unión Sur Brasileña
durante su presidencia fue del 34%, un 8% más bajo que el la
Unión Austral, el crecimiento neto de los 1.689 bautismos
durante el mismo período fue del 70%, o 1.192 miembros, 6%
más que el campo hispano. La evangelización se extendió por la
Unión Sur Brasileña, con la participación de administradores a
nivel de División, Unión y Asociación.
Durante el invierno brasileño de 1929, N. P. Neilsen, presidente
de Unión, R. R. Breitigam, secretario del departamento de
Actividades Laicas de la División, y E. V. Moore, presidente de
la Asociación Paulista, todos realizaron esfuerzos en el interior
de Brasil. Los pastores brasileños Jerônimo Garcia y Emilio
Gutzeit también dirigieron reuniones. Lo que contribuyó al
éxito de la Unión Sur Brasileña fue la fusión de cinco campos
en tres, los cuales eran administrados más fácilmente. Cada uno
excedía los 1.000 miembros e informaba más de 100 bautismos
por año. Además de estos tres campos, la Unión abarcaba otras
tres misiones insertadas en los Estados del interior, los cuales
120
EL GRAN ACOPLE
sumaron solo 99 miembros al total de la Unión de 4.652 al final
de 1930.30
La Unión Este Brasileña presentaba un escenario muy diferente
para la evangelización que en el sur de Brasil. Con menos
obreros, E. H. Wilcox, presidente del campo norteño,
enfrentaba una región geográficamente más grande con más
ciudades costeras. Justo dentro del límite sureste de la Unión
estaba Río de Janeiro, una ciudad que algunos consideraban la
metrópolis más hermosa del continente y otro punto focal del
movimiento evangelizador urbano para Sudamérica. Después de
adorar con las tres congregaciones adventistas en la capital
brasileña en 1927, G. W. Schubert, padre de Walter y
recientemente elegido como secretario de campo de la
Asociación General y ahora de gira por Sudamérica, esperaba
que la ciudad tuviese seis congregaciones en un futuro cercano,
pero al fin de la presidencia de Haynes la cantidad había
aumentado a solo cuatro. Con orgullo Haynes anunció que
durante 1927 cada administrador de la Unión Este Brasileña
llevó a cabo al menos un esfuerzo, pero con cierta justifiación
Wilcox se quejó de que su territorio era el más grande de
Sudamérica, y que en muchos casos los presidentes de las
misiones apenas contaban con un solo asistente para cubrir el
campo. A veces estas misiones eran tan grandes como las
uniones de Estados Unidos. ―El reclamo insistente que nos llega
pidiendo más ayuda en nuestro campo local es conmovedor‖,
dijo.
121
EL GRAN ACOPLE
Los campos más productivos de la Unión eran las misiones Río
de Janeiro y Río-Espíritu Santo. Más gratificante para Haynes
que las tres iglesias de la capital brasileña era el ―enérgico líder,
un evangelista que está haciendo una obra excelente allí‖, una
situación que el presidente de la División veía con una visión de
autosostén. ―La ciudad pronto se va a convertir, creo yo, en una
fortaleza para toda la obra del interior‖, escribió Haynes,
―debido al dinero que recaudará entre sus miembros‖. Una de
las iglesias en realidad estaba en la sede de la Unión en Niteroi,
del otro lado de la bahía de Río, donde la membresía no llegaba
a 50 en 1928. La evangelización constante en esa comunidad y
en el mismo Río le dio a la iglesia 239 bautismos durante 1927-
30. El año más productivo fue 1929, cuando R. J. Wilfart y
Domingos Peixoto dirigieron las reuniones, trayendo a 108
nuevos miembros a la iglesia. Ya con la membresía más grande
de todos los campos de la Unión EsteBrasileña, la Misión
Espíritu Santo absorbió gran parte del territorio de su vecina
Misión Río en 1927. El crecimiento de la membresía en esta
Misión Río-Espíritu Santo recientemente formada fue
decepcionante y a la vez alentadora durante los tres años
siguientes. Después de una pérdida de 110 en 1928, un récord
de 179 bautismos al año siguiente incrementó el total de la
misión a 956. Faltándole solo un pequeño margen para llegar a
ser el primer campo en la Unión Este Brasileña con 1.000
miembros, la Misión volvió a decaer, y no alcanzó el número
redondo hasta 1932. A pesar de estos altibajos, esta Misión
122
EL GRAN ACOPLE
siguió siendo sistemáticamente el campo más grande de la
Unión Este Brasileña.
Desde sus orígenes en el extremo sur del país, el progreso
geográfico de la Iglesia Adventista en Brasil fue en dirección
norte. El crecimiento en las misiones Bahía y Pernambucana
representaban esta tendencia. La reorganización en las misiones
Río Janeiro y Espíritu Santo en la punta sur de la Unión Este
Brasileña en 1927 ayudó a consolidar esos campos y permitió
que los líderes de la iglesia se concentraran en la franja costera
que se extendía hacia el norte alrededor de la saliente. Leo B.
Halliwell, quien habría de convertirse en leyenda a lo largo del
Amazonas durante una carrera misionera que abarcó cuatro
décadas, comenzó su servicio en Bahía en 1921, inmediatamente
después de su llegada a Brasil. Sin ninguna congregación
organizada en la ciudad de Bahía cuando fue nombrado director
de la Misión, inmediatamente comenzó a evangelizar con la
ayuda de Gustavo Storch, el secretario de la Misión. Para fines
de 1927 la Misión decía que tenía 189 miembros, con una
congregación considerable y una escuela de iglesia en la sede de
la ciudad. Tres años después la Misión, que estaba compuesta de
Bahía y Sergipe, alcanzaba los 258 feligreses.
Más hacia el norte estaban los Estados de Pernambuco, Alagoas,
Paraíba y Río Grande del Norte, que componían la Misión
Pernambucana, que era mucho más grande. Aquí los bautismos
habían disminuido antes que llegara Haynes, pero durante sus
123
EL GRAN ACOPLE
años este campo creció de 308 a 400 miembros. Solo once
conversos se unieron a la iglesia en 1925, pero E. P. Mansell,
presidente de la Misión, le dio un giro a la tendencia con 59
bautismos en 1928. Wilcox atribuyó su éxito al ministerio
médico rudimentario que había inspirado una confianza
generalizada en su programa. El año siguiente fue el mejor año
evangelizador de la Misión durante la presidencia de Haynes: 72
bautismos incrementaron la membresía a 395.
La indicación más asombrosa de que la evangelización en la
Unión Este Brasileña estaba desplazándose hacia el norte se dio
durante las reuniones anuales de enero de 1927, cuando la
Junta de la Unión le pidió a John L. Brown, presidente de la
Misión Minera Este, que se trasladara a la boca del río
Amazonas para establecer la Misión Bajo Amazonas. La estadía
de Brown en los trópicos duró poco. Menos de un año después
la salud debilitada lo obligó a tomarse un descanso y la Unión le
pidió a Halliwell que deje Bahía para reemplazarlo como
director de la nueva Misión en el río más largo del mundo.
Brown había bautizado a doce durante 1928, una cifra que
Halliwell igualó en 1929, llevando la membresía de la misión a
36. Era el campo más pequeño de la Unión Este Brasileña, pero
con el tiempo se haría famoso denominacionalmente debido a
las lanchas misioneras de Halliwell que surcaban el Amazonas y
sus tributarios.
124
EL GRAN ACOPLE
Además de avanzar hacia el norte, el adventismo de Brasil
también estaba penetrando hacia el oeste. En representación de
esta tendencia geográfica estaba la Misión Minas Gerais. Esta
nueva entidad comenzó a funcionar en 1928 después de su
formación al unirse las misiones Minas Occidentales y Minas
Orientales. En 1926 Minas Occidentales, como parte de la
Unión Sur Brasileña, reportó un poco menos de 60 miembros.
A fines de 1928 la membresía de estos campos combinados
alcanzó los 219; dos años después el total llegó a los 319. No
obstante, el extraordinario logro no aseguró la longevidad de la
Misión, porque a fines de 1930 se fusionó con su vecina, la
Misión Río de Janeiro, para constituir la Misión Río-Minas
Gerais y así convertirse en el segundo campo más grande de la
Unión Este Brasileña.
Comparado con las tasas de crecimiento de las uniones
Brasileña delSur y Austral, el aumento de la membresía en la
Unión Este Brasileña era significativamente más bajo. Durante
la presidencia de Haynes los obreros de este campo bautizaron a
1.035 conversos, pero registraron un decepcionante crecimiento
neto de 565, o sea del 55%. Un 30% de aumento de 1.888 a
2.453 miembros en cuatro años reflejaba la baja retención de
adhesiones de esta Unión.
125
EL GRAN ACOPLE
Primeros Avances Metropolitanos en la Unión Incaica
129
EL GRAN ACOPLE
―Nuestro mayor problema es el de nuestras ciudades, el
establecimiento de este mensaje en estos grandes centro de
población... Creemos que los miembros de las iglesias
adventistas de todas partes, tanto en territorios misioneros como
en nuestros países de origen, debieran satisfacer sus propias
necesidades y requerimientos sin consumir los fondos
misioneros, y que esos fondos misioneros sean utilizados para
abrir nueva obra y para la ganancia de almas‖. Haynes pidió que
continuasen, y en realidad hasta que aumentasen, los subsidios
de la Asociación General, pero explicó que estos debieran ser
utilizados verdaderamente con fines evangelizadores, no
derrochados en operaciones de rutina. La era Haynes fue un
momento decisivo en la historia del adventismo sudamericano.
Por primera vez desde Montgomery un presidente de División
tomaba la iniciativa de moldear la organización y sus diferentes
partes en una unidad racional e integral. Buscó un equilibrio
entre los grupos étnicos que componían la iglesia sudamericana.
Inspiró a sus subordinados a creer en sí mismos y a aspirar a una
independencia legítima dentro del marco del adventismo
mundial. Fue agresivo e infatigable, un hombre de visión, pero
no un visionario. No siempre conseguía lo que quería, pero
siempre era optimista y nada fácil de disuadir. Aunque no logró
la adaptación metodológica ideal, si instiló el fuego
evangelizador que todo predicador metropolitano lleva consigo.
Su informe ante el Congreso de la Asociación General de 1930
indicaba que creía que su presidencia había tenido solo un éxito
130
EL GRAN ACOPLE
parcial y que sus ideas recién estaban comenzando a asimilarse
en la División. Pero estaba convencido de que no solo los
sudamericanos, sino todo el mundo adventista, tenían mucho
que aprender acerca de los principios para administrar un
programa global entre pueblos con tan diferentes condiciones,
los cuales formaban su composición social y psicológica al igual
que sus capacidades financieras. En cierto sentido, su horizonte
se extendía más allá de Sudamérica para incluir el mundo. Su
actitud convincente azuzaba y a veces enervaba a sus obreros, y
como todos podrán imaginarse, no todas las reacciones a su
liderazgo eran positivas; pero en 1930 quizá pocos podían negar
que la División Sudamericana había cambiado para mejor.
Cuando Haynes partió de Perú en 1930 para asistir al Congreso
de la Asociación General, estaba haciendo su último viaje a
Estados Unidos para representar a Sudamérica. La depresión
mundial ya estaba suscitando dudas acerca de lo que se
avecinaba1.
1
Floyd Greenleaf, Tierra de Esperanza: El Crecimiento de La Iglesia Adventista En
Sudamérica (Buenos Aires, Argentina: Asociación Casa Editora Sudamericana,
2011).300-308.
131
EL GRAN ACOPLE
Ciclo del pastor Haynes en Buenos Aires
1
Marcelo Fayard, «Notas», Revista Adventista, 16 de abril de 1928.16.
132
EL GRAN ACOPLE
Los diarios ingleses dedicaron columbas enteras a discutir y
comentar las conferencias y los temas expuestos en ellas. No me
cabe ninguna duda de que aún recogeremos abundante fruto de
la obra realizada cuanddo tengamos nuestro local propio en la
misma ciudad de Buenos Aires‖, referían gozosos1.
135
EL GRAN ACOPLE
se anunció. Un predicador anunció, por ejemplo, una vez,
durante la guerra, una conferencia sobre ―Si El Kaiser Llegaría A
Gobernar Al Mundo" y luego en su conferencia no mencionó
nunca el Kaiser para nada. Otro puso, durante la ofensiva de
Mackensen, este pomposo título: ―¿Logrará Mackensen partir a
Rusia por la mitad? ¿Qué dice la Biblia:‘ Naturalmente la gente
que vino a oír lo que la Biblia tiene que decir acerca del asunto
se quedó muy chasqueada. No debemos rebajar la Biblia ni
nuestro mensaje. Es, sin embargo, muy eficaz relacionar nuestros
tenias con algo de actualidad, como un terremoto, una guerra,
una huelga, un ciclón o cualquier acontecimiento importante
del momento, cuidando siempre, naturalmente, de evitar los
defectos en que incurrieron los conferencistas mencionados‖.
En cuanto a los sermones Haynes declaraba que ―algunos
predicadores tratan de copiar los sermones y las formas de
presentar el cristianismo como estilan otras denominaciones.
Hay algunos que dedican su tiempo a una exposición literaria o
filosófica de asuntos que no son directamente relacionados con
la Biblia; otros emplean una ilustración tras otra. No debemos
buscar la elocuencia del mundo. Nuestro deber es explicar la
Biblia. ¿Qué es la elocuencia? Es la capacidad de transmitir
nuestros pensamientos a otros. Debemos tratar de hacer
entender la verdad, de aclararla, aunque con humildad. Cuando
se trata de la elocuencia, debemos preguntarnos qué diferencia
136
EL GRAN ACOPLE
hay entre hablar en público y en privado. Cuando estamos
discutiendo un asunto en privado, lo que deseamos es llevar la
convicción al entendimiento de la persona con quien
conversamos y a ella ajustar el tono de nuestra voz, sus
inflexiones y nuestros ademanes. Cuando hablamos en público
nos proponemos igualmente convencer al auditorio. Se trata de
una conversación ampliada. Debemos hablar más fuerte que en
privado, porque deseamos hacernos oir de mayor número de
personas. El único objeto de la conversación en público es de
convencer al auditorio, y la mejor manera de aprender a
convencer a nuestros oyentes consiste en practicar el colportaje.
Nunca debemos hablar para ocupar el tiempo. Cuando hemos
dicho lo que teníamos que decir, y hemos aclarado bien
nuestros argumentos, debemos sentarnos‖.
―El orden en que deben tratarse los temas es asunto muy
importante. Es imposible dar una regla fija en cuanto a cuál
debe ser el primer tema que se anuncie. El asunto depende
mucho del público al cual uno se dirige y también del orador.
Algunos empiezan invariablemente con Daniel 2, dando a este
tema un título tan atrayente como puedan. Es, naturalmente, un
tema que se presta perfectamente como prueba de la inspiración
de la Biblia y también de la existencia de Dios. Otros, sin
embargo, han empezado por ―El Milagro de los Andes,‖ tema
que se refiere a la obra que los misioneros adventistas realizan
137
EL GRAN ACOPLE
entre los indígenas de América, y que, por lo tanto,
especialmente cuando va ilustrado con proyecciones luminosas,
contribuye a darnos a conocer favorablemente al público. Otros
suelen empezar con la Vida de Cristo, el origen del cristianismo,
para pasar luego al significado de las cosas actuales en su
relación a las señales de los tiempos; luego las diferentes
verdades que distinguen a los adventistas‖. El enfoque que
describía Haynes era liso y llano, directamente a la iglesia o la
Biblia.
―No debemos olvidar de dar mayor prominencia a los temas
relacionados con la conversión. De hecho es fácil relacionar la
conversión con casi cada tema de una serie. Nuestro objeto al
efecto es anunciar al mundo que Dios establecerá pronto un
nuevo reino, el quinto imperio universal para el cual está
reclutando súbditos. Y la condición imprescindible de entrada a
dicho reino es la conversión. Y repetimos: una vez convertida la
gente, no tendrá inconveniente en aceptar todas las otras
verdades de la Biblia.1
En cuanto al equipo de trabajo pensaba que era un buen plan
tener un ayudante que se encargue de la música y de la
publicidad. No es necesario que se encargue de todo lo que se
1
Marcelo Fayard y Carlyle Haynes, «Estudios Sobre la Obra de
Evangelización-2», Revista Adventista, 4 de junio de 1928.4.
138
EL GRAN ACOPLE
refiere a la publicidad, pues el encargado del esfuerzo debe
reservarse la parte principal de este trabajo; pero el ayudante
debe atender a los detalles, visitar los diarios, obtener los
precios, buscar las pruebas y escribir algunas crónicas, si es capaz
de hacerlo. También debe visitar las personas interesadas. Debe
ser un obrero que dé estudios bíblicos y esté dispuesto a hacer
cualquier cesa que contribuya al éxito del esfuerzo.
El hecho de que se haya especializado en la música no le impide
ser un ganador de almas. El gran evangelista Sr. Chapman,
estaba asociado en su esfuerzo con el Sr. Alexander, y éste,
después de hacer su parte en el canto y la música, sentado en la
plataforma, estudiaba el auditorio y se fijaba en las personas que
parecían afectadas por la predicación. Y en cuanto le era posible
se dirigía a ellas y hacía obra personal con ellas. Trabajaba
también como evangelista.
Además del encargado de la música y la publicidad, el
evangelista debe tener como ayudantes a una obrera bíblica, tal
vez dos, y si el esfuerzo es muy grande y se han conseguido
muchos nombres, se necesitan aun más. Pero disponiendo de
tres personas, es decir, el evangelista, su ayudante y una obrera
bíblica, se puede celebrar una serie de reuniones, y aun en el
caso de que ésta sea una sola también se puede hacer algo.
139
EL GRAN ACOPLE
Sin embargo, el mismo obrero debe tratar un tema a fondo, es
decir, dar varias conferencias seguidas hasta agotar el tema; por
ejemplo, el que empieza el estudio del santuario, debe continuar
hasta terminarlo. El que empieza a tratar el estado del hombre
debe también hablar de la resurrección, del tormento eterno,
etc. A fin de ayudar a los jóvenes, hay que darles oportunidades
y no ponerlos con fracasados. Una vez establecida la serie de
reuniones, las que deberán ser encadenadas la una con la otra,
no hay que hacer interrupciones, ni aun para dar ocasión al
presidente de la Asociación que estuviese de visita, para
introducir algún tema favorito de él1.
¿Cuántos esfuerzos debe realizar al año mi evangelista? El debe
estar ocupado todo el tiempo y, apenas terminado un esfuerzo,
empezar otro, aunque siempre debe cuidar de hacer una obra
cabal y no dejar las cosas hechas a medias.
¿Cuánto tiempo se requiere para terminar un esfuerzo a razón
de 3 o 4 reuniones por semana y tener un bautismo? Ello
depende de si el obrero es permanente o si tiene que trasladarse
a otro punto. Si se trata de un obrero ocupado en una gran
ciudad, puede empezar otro esfuerzo antes de haber terminado
completamente el anterior. No debe haber fin a sus esfuerzos.
1
Marcelo Fayard y Carlyle Haynes, «Estudios Sobre la Obra de
Evangelización-3», Revista Adventista, 25 de junio de 1928.6.
140
EL GRAN ACOPLE
En la ciudad de Nueva York, se celebra una reunión para el
público cada domingo. Es algo que ha llegado a ser conocido,
que en la capilla adventista se celebra reunión cada domingo.
¿Cuántas reuniones deben celebrarse por semana? Eso depende
del lugar. Hay algunos que han celebrado reuniones cada noche,
inclusive los viernes y sábados por la noche, durante un tiempo
bastante largo, hasta de un año. Pero en otros lugares, la gente se
cansa antes, y es suficiente con tres o cuatro reuniones por
semana. En las localidades pequeñas donde novhay muchas
cosas interesantes, la gente viene noche tras noche a las
reuniones. Pero en las ciudades hay muchas diversiones y
atracciones, de manera que el caso es diferente. En las grandes
capitales del mundo, los esfuerzos de evangelización se están
concentrando más y más en una reunión por semana.
Naturalmente que cuando se celebran conferencias en los
barrios de residencia, se pueden celebrar más reuniones por
semana.
También hay que tener en cuenta que ciertas noches son más
favorables que otras. Hay que averiguar cuáles sean,
interrogando a las personas que están al tanto, como, por
ejemplo, los porteros y encargados de los locales. Cuando se
celebra una sola reunión grande por semana, el predicador debe
tener ciertas reuniones familiares pequeñas. Debe salir y visitar a
141
EL GRAN ACOPLE
la gente y dar tantos estudios bíblicos como su obrera bíblica. Es
obvio que los temas más importantes deben tratarse en las
noches en que se pueda esperar mayor asistencia. Los temas más
importantes son aquellos con los cuales se inicia la presentación
de alguna fase especial de la verdad. Como requieren varias
conferencias, es muy probable que asi las reuniones sucesivas
tengan mayor asistencia que si en ellas se tratasen temas
aislados.1
Carlyle Haynes fue el primer evangelista en preocuparse por
formar y capacitar predicadores. Aunque su enfoque no se
adaptó del todo al contexto sudamericano fue el primero en
agitar la necesidad de estudiar más para predicar mejor y con
mayor eficacia.
1
Marcelo Fayard y Carlyle Haynes, «Estudios Sobre la Obra de
Evangelización-4», Revista Adventista, 9 de julio de 1928.6.
142
EL GRAN ACOPLE
secretario de departamento hallar tiempo para poner a un lado
su trabajo, especialmente en un campo grande con continuas
exigencias de su departamento, en vista de la gran escasez de
obreros evangelistas se juzgó conveniente incluir en el programa
anual por lo menos el tiempo suficiente para celebrar un
esfuerzo evangélico.
Crager dio comienzo entonces al esfuerzo en un saloncito con
capacidad para 140 personas junto a Héctor Peverini, joven
graduado del colegio de Puiggari en el año 1927, y a la joven
obrera bíblica Ida Beskow, también graduada de nuestro colegio,
además de la Sra. Crager que ayudaba con la música. La
concurrenca a las reuniones no era grande, pero constante,
asistiendo varias familias con bastante regularidad. A distancia
de unos 16 kilómetros en el campo había una iglesia compuesta
mayormente de hermanos franceses, quienes prestaron su ayuda
viniendo a las reuniones en dos o tres autos ayudándoles
también los jóvenes en la distribución de las invitaciones. Pero
los hermanos no se contentaron con eso, sino que
contribuyeron con sus donaciones para cubrir la mayor parte de
los gastos originados por el esfuerzo. Al fin de siete semanas en
las cuales celebraron cuatro reuniones semanales dieron por
terminada la serie, no sin antes conseguir otro local en el cual H.
Peverini pudiera continuar atendiendo el interés dos noches por
semana, además de las reuniones de los sábados.
143
EL GRAN ACOPLE
El último sábado del ciclo bautizaron a un hermano que había
estado estudiando desde tiempo y estaba bien preparado.
―Aunque sería demasiado pronto deducir los resultados,
tenemos suficientes razones para creer que unas cinco familias
harán su decisión en favor de la verdad. Cuando nos vimos
obligados a dejar el lugar para poder atender el trabajo regular,
una familia guardaba ya el sábado, otra expresó su
determinación de hacer lo mismo con el tiempo, otro
matrimonio está tratando de arreglar sus negocios a fin de.
poder observar el día del Señor, y entrar en la obra del
eolportaje, mientras que otros están profundamente
convencidos de la verdad‖1. Trabajar siete semanas, bautizar a
uno y contarlo demuestra la honestidad de los obreros
adventistas.
1
C.P. Crager, «Esfuerzo de Evangelización en San Francisco, Córdoba»,
Revista Adventista, 6 de agosto de 1928.10.
144
EL GRAN ACOPLE
dispone de local para las reuniones, no hay creyentes, amigos ni
conocidos.
A mediados, de febrero Enrique Block fue llamado a unirse al
hermano Kunstmann para iniciar la segunda serie de
conferencias públicas, y después de casi cinco meses de trabajar
juntos, Kunstmann fue llamado a Corrientes, quedando Block
como encargado de seguir con las reuniones.
Como primicia de su labor presentó al hermano J. San José, ―el
evangelista de Resistencia''. Dicho hermano fue bautizado por
los bautistas en la Capital Federal en el año 1917, trasladándose
después a Resistencia, Chaco, acompañado de su familia y sin
otros recursos que los que le proporcionaba su oficio de sastre.
145
EL GRAN ACOPLE
la asistencia a las reuniones evangélicas. El clero comenzó a
lanzar calumnias y quejas en el diario "La Opinión,‖ contra ―el
hereje pantalonero‖ amonestando al público a no darle trabajo,
como tampoco a sus hijos‖, procurando, de esta manera hacerle
huir de Resistencia, lo cual consiguieron al poco tiempo. Fue
necesario deshacer el hogar: la madre con algunos hijos fueron a
Buenos Aires, quedando el padre con dos hijos, dispuesto a dar
su vida por el evangelio.
Poco tiempo después, por instigación del clero, se exigió el
salón. Como el hermano San José se opuso, el dueño lo
desalojó por la fuerza, aunque él siguió mientras el predicaba el
evangelio del reino en las esquinas y plazas.
Le ofrecieron además un empleo público con buen sueldo, que
aceptó con algunas sospechas. Al poco tiempo le dieron una
orden que le prohibía dar conferencias contra la religión oficial,
siendo él empleado de gobierno, lo que lo indujo a renunciar.
Entonces fue cuando conoció el mensaje adventista y lo estudió
detenidamente, en especial la ley de Dios, la cuestión del
diezmo, el bautismo, etc. Habiéndolo entendido todo lo aceptó
con gozo, prometiendo ser fiel hasta el regreso de nuestro Señor
Jesucristo.
Su nueva decisión le impulsó a publicar su último tratado,
anunciando la suspensión de las conferencias por las calles, e
146
EL GRAN ACOPLE
invitando a todos sus amigos y simpatizantes a unirse a las filas
del gran Maestro1. Como se ve, en algunas ciudades la
oposición era muy cruda y era necesario un abordaje indirecto
aunque efectivo.
1
Ascione, Andrés, «Conferencias Públicas en Montevideo», Revista Adventista,
10 de marzo de 1930.7.
149
EL GRAN ACOPLE
―Creemos que después de este esfuerzo organizaremos una
iglesia en este lugar‖, se esperanzaba P. Brouchy.
En la iglesia de Florida se llevó a cabo un esfuerzo público con
16 personas en la clase bautismal. Según los hermanos de esta
iglesia, nunca se había producido antes un reavivamiento
misionero así. Al terminar la nueva y amplia capilla pensaban
celebrar en ella un gran bautismo y una nueva serie de
reuniones. En Bahía Blanca, José Iuorno y su ayudante
Armando Bonjour, envíaban noticias animadoras de la marcha
del esfuerzo evangélico en esa ciudad. El salón de la iglesia se
llenaba completamente, y los principales diarios publicaron los
avisos y comentarios de las conferencias, gratuitamente. Un
importante diario publicó íntegramente todo el material
adventista sobre el cambio del calendario. En Junín, donde un
colportor despertó interés, y después de una serie de reuniones
Pedro Brouchy bautizó a 9 personas. Luego de ello los pastores
Ferri, Brown y Sittner celebraron nuevas reuniones públicas e
informaron de un grupo de seis almas listas para el bautismo, y
un buen número de nuevos interesados. También allí surgiría
una nueva iglesia organizada pronto.
El despertar de la obra evangélica en la Asociación Bonaerense
era tan notable que un obrero de Buenos Aires dijo: ―Ahora el
problema que tenemos no es buscar interesados, sino poder
150
EL GRAN ACOPLE
atender a los que tenemos.‖ Junto a Juan Pissano Brouchy
inició una serie de reuniones en la ciudad de Tres Arroyos. De
Tandil llegaron urgentes llamados para atender a un grupo
importante de familias interesadas por los fieles colportores
Lautaret y Zampach. De 25 de Mayo hacía tiempo que los
llamaban también para celebrar reuniones públicas1.
1
Pedro Brouchy, «Noticias del Campo», Revista Adventista, 30 de noviembre
de 1931.14.
151
EL GRAN ACOPLE
de San Felipe, pues el pastor C. D. Christensen bautizó a cuatro
almas en el campo de labor de R. Schlegel.
Antofagasta tuvo su día de gloria el 10 de enero, porque trece
personas fueron bautizadas en esa gran ciudad salitrera. Un
creyente y amigo de la verdad, hizo construir en el patío, detrás
de la capilla, un precioso bautisterio invirtiendo además varios
miles de pesos en las refacciones interiores de la capilla. El
pastor Carlos Mayr hizo un buen trabajo en esa localidad. El día
13 de enero bautizaron a dos personas cerca de la mina de cobre
de Chuquicamata donde funcionaba una escuela sabática de
cuarenta miembros.
El pastor Berchín acababa de organizar uña nueva iglesia en
Talcahuano, de 20 miembros. También empezaba a brillar por
primera vez la luz del mensaje en Cherquenco donde Juan
Pidoux pudo organizar una escuela sabática formada de catorce
observadores del sábado. Asimismo Luis A..Griott en Yanculén
informó veinte observadores del sábado. ―Tuve el privilegio de
organizar allí una escuela sabática de treinta miembros, los
cuales están en una posición financiera acomodada. Estoy muy
152
EL GRAN ACOPLE
contento por este hallazgo, y pronto tendremos un bautismo de
15 almas.‖ Relataba gozoso.1
155
EL GRAN ACOPLE
Otro observó que a su juicio, una razón por la cual no
perseverasen muchos, era el bautismo prematuro. Citó como
ilustración lo siguiente: en una reunión general, muchos
jóvenes, después de gozar tal vez de una sola buena reunión de
reavivamiento el sábado, fueron instados a dar el paso, con
tanto fervor, que a la mañana siguiente se adelantaron para ser
bautizados, sin dar evidencia de un verdadero cambio de
corazón y vida.
Es evidente que gran parte de la pérdida del número de
miembros se debe a esos bautismos apresurados. Se recibía en el
cuerpo de la iglesia a miembros que no habían dado evidencia
de estar bien arraigados en la verdad. Cuando se levantaban
persecución y pruebas, como sus raíces no habían penetrado
profundamente en la tierra, se secaban. Refiriéndose a este
mismo punto, otro observó que a menudo, un evangelista,
deseoso de hacer ostentación, aceptaba prematuramente los
candidatos. Se citó un caso en el cual una persona había sido
bautizada por el evangelista de cierta ciudad sin saber que se
unía a la Iglesia Adventista Del Séptimo Día; tanta había sido la
prisa al bautizarlo. Se sorprendió mucho, más tarde, al saber
que se le consideraba miembro de la Iglesia Adventista. La
156
EL GRAN ACOPLE
solución parecía ser la clase bautismal, con tiempo para el
estudio de la Biblia y la reflexión1.
1
Taylor Bunch, «Bautismos Prematuros», Revista Adventista, 6 de junio de
1932.5.
157
EL GRAN ACOPLE
de Dios, nos clasifica entre los herejes y opone las
infranqueables barreras que conocemos. Al discutir con esas
personas, no olvido jamás de pronunciar la palabra Jesús
acompañada de todos sus títulos: ―Nuestro Salvador el Señor
Jesucristo.‖
Además Passebois recomendaba que ―ningún sermón o
entrevista debería terminar sin que Cristo, su misión, y su poder
no hayan sido puestos de relieve. Jesús debería ser, si no el
tema, por lo menos la conclusión de todas nuestras
predicaciones. He encontrado que una simple imagen de Jesús
en la cruz, hacía un feliz complemento a mis predicaciones.
Llevaba siempre ese cuadro conmigo, y en el momento
psicológico, lo desenrollaba a fin de grabar más profundamente
las instrucciones dadas‖.
Los nombres de María y Pedro tienen para todo buen católico
un significado muy grande: de modo que al mencionarlos a
tiempo oportuno harían una impresión favorable y ganarían la
simpatía. Además era preferible servirse de traducciones
católicas de la Biblia para los estudios bíblicos como la de
Torres Amat.
Si una declaración de la tradición no concuerda con la verdad
bíblica señalarían con amabilidad las divergencias. Los autores
católicos han escrito páginas magníficas sobre la oración, la fe
158
EL GRAN ACOPLE
en el regreso de Cristo; ―citemos esos pasajes; no harán más que
confirmar la verdad, y ganar la confianza y la simpatía‖, se
enseñaba.1 Como se ve la iglesia iba conociendo su lugar en el
mundo religioso sudamericano y explorando maneras de
insertarse mejor en el escenario denominacional.
1
Fernando Stahl, «Principios que Deben Respetarse al Trabajar por los
Católicos», Revista Adventista, 24 de abril de 1933.6.
161
EL GRAN ACOPLE
1
José Viñolo, «Esfuerzos Públicos», Revista Adventista, 5 de diciembre de
1932.13.
162
EL GRAN ACOPLE
Sensacional Ciclo en Rivera
1
Soto, Ner, «La Obra en Rivera», Revista Adventista, 2 de enero de 1933.12.
164
EL GRAN ACOPLE
hemos necesitado imprimir más invitaciones, porque el salón
continúa repleto‖, comentaba Pidoux. Pronto treinta personas
habían hecho su decisión de seguir al Señor; de observar el
sábado, y varios dijeron que mediante la gracia de Dios, ya se
habían librado de los vicios del tabaco y el alcohol.1. Al finalizar
en octubre las conferencias, cuarenta y ocho personas pidieron
el bautismo. Pareció conveniente no continuar con las
conferencias, a fin de dar la debida preparación a los nuevos
interesados, y desde entonces, tener una sola conferencia por
semana; dedicando prácticamente todo el día, desde las ocho de
la mañana hasta tarde en la noche, a dar estudios bíblicos
A principios de diciembre de 1934 Pidoux tenía cuarenta
personas listas para el bautismo. El Dr. Eugenio P. Bergara, uno
de los ancianos de la iglesia de Paysandú, le acompañó en los
primeros días de diciembre, para dar un nuevo ciclo de
conferencias en Rivera. Esta vez, como el tiempo era corto,
dieron conferencias cada noche, alternándose en el pulpito. El
Hno. Bergara expuso los temas de las profecías, especialmente
Daniel 7 y los 2.300 días, en forma tan magistral que resultaron
los temas más interesantes de esa serie de conferencias. No cabe
duda de que el Señor había usado al hermano Bergara para
1
Pedro Brouchy, «Un Esfuerzo Público Fructífero», Revista Adventista, 5 de
noviembre de 1934.11.
165
EL GRAN ACOPLE
llevar a la decisión a varias personas que, debido a su posición
social, estaban un poco indecisas aún y no se decidían a
entregarse completamente al Señor, uniéndose a la iglesia por
medio del bautismo. Al terminar estas conferencias, cincuenta
personas hicieron la decisión de seguir la verdad, y el pastor
Pidoux comenzó en seguida sus clases para prepararlas para
marzo, dándoles un curso de tres meses de estudio intensivo.
Las posibilidades para la obra evangélica en Rivera parecían
ilimitadas.
166
EL GRAN ACOPLE
guardar el sábado. Los diarios colaboraron anunciando
gratuitamente las conferencias. El coro, la orquesta y todos los
oficiales de la iglesia cooperaron ampliamente con él.
Antes de empezar el esfuerzo en Porvenir, el pastor Block dirigió
esfuerzos públicos en los grupos de San José y los Guindos. A
fin de que los habitantes de estas poblaciones recibieran la
invitación a asistir a las conferencias adventistas, se repartieron
volantes en esos barrios. En los barrios más apartados se
levantaban púlpitos adventistas anunciando el regreso del
Salvador.1
1
Eliel Almonte, «Esfuerzos Públicos en Santiago», Revista Adventista, 16 de
octubre de 1933.13.
167
EL GRAN ACOPLE
Como resultado se logró una buena cantidad de interesados y la
amistad de Osvaldo Cavalo, periodista y comentarista
radiotelefónico, del principal diario de la ciudad, ―La Nueva
Provincia.‖ Gracias a él y a otro periodista se obtuvo una amplia
publicidad en los diarios y la cesión de media hora todos los
sábados a las 21.30 horas, para hablar sobre temas espirituales.
Cuando llegó la fecha de inicio el Sr. Enrique Julio, director y
propietario del diario y la estación radiotelefónica, y tendió la
mano a Ascione y delante de todos le dijo: ―Señor pastor, he
venido para oírle personalmente.‖
El ―speaker‖ anunció así: ―Iniciamos la audición a cargo de la
Misión Adventista de Bahía Blanca.‖ Inmediatamente el
hermano Gaspar Cammarata tocó un solo de violín
acompañado al piano por el maestro Favre, organista de la
catedral católica. El ―speaker‖ dijo luego: ―Ahora escucharán un
dúo vocal a cargo de la Sra. Irene de Pissano y del Sr. José
Iuorno, en la transmisión de la Misión Adventista.‖ Después
que los hermanos hubieron cantado, dijo: ―Escucharán ahora al
pastor Andrés Ascione, de la Misión Adventista, en el discurso
sobre el tema: ‗La indecisión de la hora‘ ‖. Una vez fuera de la
sala de trabajos, el Sr. Enrique Julio los felicitó efusivamente
como también el Sr. Cavalo, quien había escuchado la
transmisión por medio de un receptor desde una sala vecina. Al
terminar, el ―speaker‖ había anunciado que todos los sábados a
168
EL GRAN ACOPLE
las 21.30 se transmitirían los programas ofrecidos por la Misión
Adventista.
―Aquella noche, mientras duró nuestra transmisión, todos los
hermanos que poseen receptores invitaron a sus parientes y
amigos a escuchar el mensaje de Dios que llegaba a través de las
ondas del espacio, y muchos que nunca habían querido asistir a
las reuniones, quedaron sentados ante un receptor escuchando
el mensaje. Otros hermanos que no poseen aparatos de radio
visitaron a amigos que los poseen, invitándoles a sintonizar
nuestro programa, y así lo hicieron, reuniéndose en algunos
hogares muchas personas que nunca habían asistido a nuestras
reuniones y otras que ni aun las conocían‖, se entusiasmó
Ascione.1
Se hicieran arreglos para continuar estas conferencias todos los
sábados de noche, concediéndose cuarenta y cinco minutos a
cada una, y todo ello gratuitamente. Después de cierto número
de conferencias los miembros de la iglesia y los colportores
encontraron muchas personas interesadas hasta a una distancia
de muchos kilómetros de la ciudad. Un caballero, enemigo de la
verdad, decía que los adventistas predicaban tablas anticuadas,
pero después de escuchar estos programas por algunas noches
1
Ascione, Andrés, «Nuestra Predicación por Radio», Revista Adventista, 30 de
octubre de 1933.11.
169
EL GRAN ACOPLE
cambió de opinión. Apreció tanto los mensajes que envió a su
hijo a la casa del pastor, con una máquina de escribir, de modo
que las conferencias pudiesen ser escritas a máquina antes de
ser entregadas para su revisión. Grupos compuestos de cinco
hasta cuarenta personas se reunían en muchas casas para
escuchar estas importantes conferencias llenas de la verdad.
Uno de los miembros de la iglesia estaba tomando
subscripciones para El Atalaya, y cuando la señora supo que el
periódico era editado por los adventistas, o sea la congregación
que estaba dando las conferencias por radio, dijo: ―Mi esposo y
yo escuchamos siempre las conferencias que da el Sr. Ascione, y
nos producen gozo. Hemos decidido visitar vuestro templo.
Tráigame una Biblia por favor.‖
Al visitar vecinos para la Recolección la gente expresaba su
aprecio por las conferencias y por la buena obra que realizaban
los adventistas. Por consiguiente, la campaña de la Recolección
Anual tuvo mejores resultados pese a la crisis. Varias familias
compraron aparatos de radio precisamente para gozar del
beneficio de estas series de conferencias; esto es lo que se no
informó. Un señor francés no quería asistir a la iglesia para
escuchar las conferencias, así que compró un radio para
170
EL GRAN ACOPLE
escucharlas en su casa.1 La radio comenzaba a perfilarse como la
gran aliada de las conferencias adventistas.
1
Nicolás Chaij, «Esfuerzo Publico en Junín», Revista Adventista, 18 de
diciembre de 1933.12.
172
EL GRAN ACOPLE
El Crecimiento de la Iglesia de Buenos Aires
1
Brown, J.L., «El Crecimiento de la Iglesia de Buenos Aires», Revista
Adventista, 18 de diciembre de 1933.9
2
Pedro Brouchy, «Obra Evangélica y Pastoral en las Ciudades del Uruguay»,
Revista Adventista, 20 de agosto de 1934.10
174
EL GRAN ACOPLE
Orar Para Ver el Doble
1
Víctor Gambetta, «Noticias de Córdoba», Revista Adventista, 11 de marzo de
1935.13
175
EL GRAN ACOPLE
Puertas Abiertas en Salta
1
Erneputsch, W.E., «Puertas Abiertas en Salta», Revista Adventista, 25 de
marzo de 1935.10.
176
EL GRAN ACOPLE
CAPÍTULO V: WALTER SCHUBERT: INNOVADOR Y
ADAPTADOR
1
Daniel Plenc, ed., Misioneros fundacionales del Adventismo
sudamericano (Libertador San Martín, Entre Ríos, Argentina: Universidad
Adventista del Plata Editorial, 2012).,210-229. Para una semblanza general de
su vida verEdgardo Iuorno, Una Antorcha Que Ardía: La Historia del Pastor
177
EL GRAN ACOPLE
sus brillantes ideas innovadoras y a su fuerza de pionero. Marcó
el inicio de una nueva era en la evangelización en Sudamérica,
Interamérica, y más allá, porque adaptó el mensaje adventista a
la cultura de las naciones católicas de América Latina1.
179
EL GRAN ACOPLE
El hogar de George Schubert fue un lugar donde se
practicó el afecto y el amor entre padres e hijos. Los padres
tuvieron un firme interés en criar a sus hijos en la fe cristiana y
por ello organizaban cultos de familia cada día, donde relataban
historias bíblicas y de misioneros a sus hijos. Estas historias
impresionaron la mente de Walter cuando niño, y creció con la
ambición de ser un misionero en África.
180
EL GRAN ACOPLE
paradero. Pero para calmar su conciencia fue y se encontró con
que realmente había un cheque por 35 pesos para él, enviado
por Ernesto Roscher, un adventista residente en Crespo,
provincia de Entre Ríos. Éste amigo no sólo le envió dinero sino
que le ofreció un buen trabajo.
1
E.W. Baer, Roscoe T., «Reuniones generales en Entre Ríos», Revista
Adventista, diciembre de 1916.14.
181
EL GRAN ACOPLE
desarrollando sus actividades como pastor de iglesia, presidente
de asociaciones, director de departamentos de unión y división,
y culminando su fructífero ministerio como director asociado de
la Asociación Ministerial de la iglesia mundial.
182
EL GRAN ACOPLE
departamento se estaba convirtiendo en uno de los más
importantes del campo.
Walter Schubert dirigió las reuniones para los jóvenes
durante la sesión anual de la Asociación Chilena de 1923. Ese
año recibió un llamado para trabajar en otro lugar, pero el
presidente de la Asociación de Chile, para no perder su ayuda,
le ofreció trabajar como pastor de la iglesia de Valparaíso, Chile.
En realidad, se pensó que no tendría éxito en esa labor pues
Schubert evidenciaba ciertos problemas de habla. Sin embargo,
en lugar de ser un impedimento, esto se transformó en un rasgo
atractivo de su personalidad. Ese fue el momento que Walter
Schubert había estado esperando por tanto tiempo: brindar sus
servicios como pastor y evangelizador. Y sus éxitos en Valparaíso
fueron la muestra de lo que vendría después1.
1
Floyd Greenleaf, The Seventh-Day Adventist Church in Latin America
and the Caribbean (Andrews University Press, 1993).,273.
183
EL GRAN ACOPLE
personas aceptaron el mensaje adventista y fueron recibidos
como miembros de la Iglesia Adventista. En esta tarea fue
auxiliado por dos mujeres que trabajaron como instructoras
bíblicas, probablemente las jóvenes Wheeler y Dünner.
184
EL GRAN ACOPLE
Durante ese años en la ciudad de Santiago solamente fueron
añadidas a la iglesia por el bautismo 75 personas, y cinco más
por profesión de fe. Además, el pastor Schubert dirigió una
numerosa clase bautismal en preparación. La iglesia de Santiago
cuenta con más de 250 miembros, siendo quizás la más grande
congregación de habla castellana de la América del Sur. El
pastor Schubert está celebrando reuniones los domingos por la
noche con una asistencia que oscila alrededor de 500 personas1.
A comienzos de 1932, visitó la localidad de Cherquenco, Chile,
donde había algunos interesados y realizó reuniones de
evangelización sin previo aviso junto con el pastor Pidoux. Las
reuniones fueron bien concurridas y los asistentes solicitaron
que las mismas se prolongaran. C. Haynes, presidente
de la División Sudamericana, decía que "la actividad
preeminente de un predicador es predicar, a pesar de que
eventualmente pudiera estar ocupando un puesto ejecutivo".
Los presidentes de Asociación y Misión tomaron en serio sus
consejos. Durante los cinco años anteriores a las reuniones de
Haynes, la membresía chilena había crecido a más de 400
miembros, haciendo de la Asociación Chilena el campo más
grande de la Unión Austral. El pastor Hancock, presidente de
Asociación en aquel entonces, atribuye parcialmente el éxito de
la iglesia a las condiciones políticas moderadas y a cierta
1
R.R. Breitigam, «The Message in Chile», South American Bulletin, agosto de
1931.
185
EL GRAN ACOPLE
estabilidad económica. Aprovechando este clima Walter
Schubert bautizó a 75 personas en 1926. Inmediatamente
después de mitad de año, en 1927, completó otra serie con una
clase bautismal de 60, y estaba planificando más reuniones en
Valparaíso. Para fin de año la congregación de Santiago era la
iglesia hispana más grande de la deno¬minación. Mientras
Haynes fue presidente de División, la tasa bautismal anual de
Chile nunca cayó por debajo de los 2001.
Como se ve el trabajo de Schubert como administrador no
menguó su actividad como evangelista sino que la potenció.
Aunque se deseaba que asumiera el liderazgo en la Asociación
Bonaerense, finalmente se lo designó presidente de la
Asociación Argentina Central en 1933.
1
Floyd Greenleaf, A Land of Hope: The Growth of the Seventh-Day
Adventist Church in South America (Casa Publicadora Brasileira, 2011).,301.
186
EL GRAN ACOPLE
A partir del 11 de mayo de 1934 comenzó a colaborar
con las reuniones de evangelización en la Iglesia de Córdoba, y
como fruto en octubre se bautizaron varias personas. Schubert
predicó en diecinueve de las conferencias.
Del 16 al 21 de octubre de 1934 se realizó el Congreso
Bienal de la Asociación Argentina Central, en el cual se
eligieron las autoridades correspondientes al siguiente período.
Fue en ocasión de esas reuniones que se solicitó que finalmente
Schubert asumiera la presidencia de la Asociación Bonaerense y
también que fuera responsable del área de evangelización de
dicha Asociación. Del 12 al 16 de diciembre de 1934, participó
del congreso de jóvenes de la Asociación Bonaerense.
187
EL GRAN ACOPLE
Fue una llama que ardía
188
EL GRAN ACOPLE
En la Galería de los Grandes
190
EL GRAN ACOPLE
Episodios Dramáticos
191
EL GRAN ACOPLE
Hubo momentos críticos en la vida de Schubert que
desencadenaron los momentos sobresalientes en su ministerio.
La primera crisis culminó en 1923, cuando algunos coetáneos
pensaron que Schubert carecía de las condiciones personales
para hacer evangelismo público. ¿Cómo podía una persona
tartamuda hacer frente a la demanda evangelizadora? Por esta
razón, hasta el año 1923, Schubert se desempeñó como maestro
de escuela, oficinista y departamental a nivel de Asociación. En
el mismo año la iglesia lo llamó para ser departamental de la
Unión Austral, con sede en Florida, Buenos Aires, Argentina,
pero el presidente de la Asociación, queriendo retener a su
hombre, le ofreció, aunque con resistencia, trabajo pastoral en la
Iglesia de Valparaíso. Schubert aceptó con regocijo ya que
consideraba que el pastorado era la puerta de la oportunidad
para hacer la obra de evangelización con la cual había soñado.
1
R.R. Breitigam, «Report of the Chile Conference», South American Bulletin,
mayo de 1927.8.
193
EL GRAN ACOPLE
Los jóvenes de Valparaíso se organizaron bajo la dirección de W.
Schubert como una clase que estudiaba violín con el objetivo de
formar una orquesta que tocase en las reuniones de la iglesia.
Esta clase, bajo la hábil dirección del profesor Lagos, hizo
notables progresos y pronto tres jóvenes fueron capaces de tocar
el violín en las reuniones, adquiriendo éstas un notable
atractivo. La iglesia les pagaba los gastos de estudio y se
beneficiaba de los talentos que formaba.
194
EL GRAN ACOPLE
Comienza a manifestarse la pasión misionera de Schubert
196
EL GRAN ACOPLE
El fuego misionero estaba ardiendo. ―La Hna. Albina de
Montecino quería ayudar a pagar el alquiler del salón de cultos,
y prometió que todo lo que ella vendiera en este día, lo daría
para este fin, y ella vendió en pocos minutos tantos Atalayas,
que pudo dar $ 5.00 para pagar el alquiler, pues los hermanos
estaban algo atrasados en el pago de éste. Se puede ver que, si
todos los hermanos hicieran lo mismo, podrían costear con la
ganancia un buen salón en el centro de la ciudad, y, al mismo
tiempo, ganar, por la verdad presentada en el periódico, muchas
almas para Cristo. Ya tenemos dos almas ganadas por medio de
la venta de El Atalaya. Vale la pena hacer mucho por la venta de
este buen periódico‖. Schubert notaba el potencial evangelizador
de la revista misionera de la iglesia.
También los hermanos de la iglesia de Quilpué estaban
haciendo buena obra misionera. El anciano de la iglesia, el Hno.
Porfirio Aguilera, estaba muy animado siempre para trabajar
mucho para el Señor. Así que él juntó un día a los hermanos,
que eran 17, para repartir a cada habitante del pueblo un
tratado con el mensaje. Ellos repartieron 463 tratados en ese día,
vendieron Atalayas, prestaron libros y dieron estudios bíblicos,
tratamientos a enfermos.
En todo Chile, las diferentes iglesias informaron en un trimestre
solamente 5000 tratados repartidos, pero en el tercer trimestre,
197
EL GRAN ACOPLE
ollaH informaron más de 5.000 repartidos1. ―Nuestro propósito
es que cada miembro de iglesia gane a lo menos una alma para
Cristo en este año, por medio de los esfuerzos de la Recolección.
Pensad, hermanos, lo que significará esto. Tenemos ahora 680
miembros.‖, refería Schubert2 Los grandes sueños son el primer
paso para las grandes realizaciones.
La de Valparaíso era una iglesia de como 60 miembros y allí los
hermanos estaban haciendo grandes cosas para Dios. En una
Semana Grande se portaron heroicamente. Habían puesto un
blanco de $400, y cuando se presentó el asunto en el primer
sábado de dicha semana, todos prometieron alcanzar este blanco
para el sábado próximo, y cuál no seria la sorpresa al ver que el
sábado siguiente no solamente se había alcanzado el blanco, sino
también que se lo había sobrepasado en $ 40. Dieron gracias a
Dios por lo que se había logrado. Un hermano prometió dar
$40 y salió el día domingo con 200 ejemplares de El Atalaya,
diciendo: ―No volveré hasta que los tenga vendidos todos". No
almorzó, trabajó todo el día y en la noche llegó contento a la
reunión, dando para la Semana Grande toda la ganancia de los
200 periódicos, que era $40. Tal fue el heroísmo misionero de
1
E.W. Schubert, Walter, «Nuevas de la obra en Chile», Revista Adventista, 4
de diciembre de 1919.12.
2
Delwin Buckner y J.D. Haynes, «Notas», Revista Adventista, 10 de abril de
1922.10.
198
EL GRAN ACOPLE
los hermanos chilenos inspirados por el entusiamos de
Schubert.
La iglesia de Santiago, empeñada en ardua labor, también estaba
haciendo su parte como nunca antes. Antes apenas utilizaba de
300 a 500 Atalayas en una iglesia de 140 miembros, pero luego
paso a vender alrededor de 4.000 ejemplares mensuales.
―Estamos muy contentos de tener tres jóvenes y dos señoritas
que dedican todo su tiempo a la venta de este precioso
periódico, y están teniendo buen éxito. Algunos de ellos
también toman un buen número de subscripciones a dicho
periódico como asimismo a El Monitor‖, relataba Schubert. La
revista fue un medio de vida para algunos hermanos dedicados.
Pese a la oposición de la iglesia católica chilena, empeñada en
una fuerte propaganda en contra de los evangélicos, se esparcían
las hojas de otoño sembrando interesados.
El grupo de Quilpué, y aunque pequeño, se había puesto un
blanco de $ 35, pero, gracias a Dios, lo sobrepasaron,
alcanzando la suma de $50.. Los miembros estaban trabajando
con tesón con El Atalaya y con los tratados, haciendo bastante
obra misionera, y como resultado de sus esfuerzos, lograron
199
EL GRAN ACOPLE
tener un matrimonio interesado en la verdad y también a dos
jóvenes.1
En Viña de mar las reuniones adventistas provocaron oposición
de parte de otra iglesia protestante de Viña del Mar, de manera
que el pastor de ella se acercó en cierta ocasión a ver al pastor
Schubert y trató de impedirle que tuviera reuniones allí. Le dijo
que él ya estaba predicando el mensaje y evangelizando a la
gente; que los miembros de su iglesia ya estaban salvos, y que
por lo tanto, no necesitaban de un nuevo mensaje. Entonces
Schubert le respondió:‖—Disculpe, señor, pero le diré que Viña
del Mar no le pertenece a, y creo que tengo tanto derecho como
usted a predicar en este lugar‖. Sin embargo, él trató de todos
modos de persuadirle a que fuera a otras partes donde todavía
no había misioneros. ―Yo le dije que nuestro mensaje era muy
diferente del de ellos‖, argumentó Schubert. ―—Sí, pero Vds,
siempre insisten con su cuestión del sábado‖, repuso él.
Schubert respondió que ―no es el sábado la única diferencia,
sino que nosotros también creemos en la segunda venida de
Cristo. Estamos seguros de que el Señor veñdrá en este tiempo,
y por lo tanto, tenemos un mensaje muy importante que dar, y
nuestro deber es predicarlo a toda nación, tribu, lengua y
1
Schubert, Walter, «Algo en que Pensar», Revista Adventista, 23 de octubre de
1922.9.
200
EL GRAN ACOPLE
pueblo, y esto incluye también a Viña del Mar; el día que usted
predique aquí este mensaje, yo me retiraré de este lugar‖.
Cuando vió el pastor opositor que no le era posible impedirle
que predicara en Viña del Mar, quiso que le hiciera la promesa
de que no visitaría a los miembros de su iglesia. ―Yo le dije que,
de mi parte, no iría a visitar a ningún miembro de su iglesia a
menos que me invitaran, y que si una familia me invitaba, yo no
podía rechazar la invitación‖1.
Al ir de viaje a Alemania, relató sus experiencias misioneras y
volvió con nuevas ideas que probar en su territorio2. Pero
Schubert era ante todo un hombre de oración. Antes de
empezar un esfuerzo público, el pastor Schubert pensó que sería
necesario comenzar en la iglesia un avivamiento espiritual, y con
este fin, propuso a los hermanos celebrar una semana de
oración. ―Hermanos, probad una semana de oración en vues-tias
iglesias y veréis cómo el Señor obrará maravillas por su pueblo
en todas partes, apresurando así la venida de nuestro Redentor
1
Schubert, Walter, «La Obra en Viña del Mar, Chile», Revista Adventista, 26
de mayo de 1924.8.
2
Schubert, Walter, «Una Carta del Hno. Schubert», Revista Adventista, 13 de
octubre de 1924.6.
201
EL GRAN ACOPLE
que tanto anhelamos‖, recomendaba a todos D. Buckner luego
de visitar a Schubert1.
Chile se encontraba en acción.En la zona central habían dos
centros importantes, en Santiago y Valparaíso. En Santiago, el
pastor Haynes y la Sra. Hanckock estaban trabajando en
cooperación con toda la iglesia para ganar muchas almas para
Cristo. En Valparaíso, el pastor Schubert y su esposa trabajaban
con energía con el mismo propósito, extendiendo también sus
esfuerzos a muchos lugares en los alrededores de esa ciudad.
Tanto en Santiago como en Valparaíso había clases numerosas
de candidatos para el bautismo, alrededor de 100 entre las dos.2
Poco después Schubert fue trasladado a Santiago. Con su último
bautismo, Valparaíso quedó con 118 miembros, Viña del Mar
con 19, y Quilpué con 28 miembros respectivamente, por lo que
dieron gracias al Señor.‖3
Las puertas de Chile parecían estar ampliamente abiertas para la
recepción del mensaje del tercer ángel, con muchos interesados
y oportunidades para la obra evangélica. En el año 1926, en la
1
Delwin Buckner, «Gran Despertamiento en la Iglesia de Valparaíso», Revista
Adventista, 22 de junio de 1925.6.
2
W.E. Hanckock, «La Obra en Chile», Revista Adventista, 3 de agosto de
1925.5.
3
Delwin Buckner, «En en Campo Mundial», Revista Adventista, 14 de junio
de 1926.9.
202
EL GRAN ACOPLE
ciudad de Santiago solamente fueron añadidas a la iglesia por el
bautismo 75 personas, y cinco más por profesión de fe. Además,
el pastor Schubert dirigía una numerosa clase bautismal. La
iglesia de Santiago contaba con más de 250 miembros, siendo
quizás la más grande congregación de habla castellana de la
América del Sur. El pastor Schubert además celebraba reuniones
los domingos por la noche con una asistencia que oscilaba
alrededor de 500 personas1.
Durante 1927 y 1928 se celebraron 20 esfuerzos de
evangelización en la Asociación Chilena. Dichos esfuerzos
fueron sido muy fructíferos. En cada uno de ellos hubo almas
que aceptaron la verdad. En Santiago, Schubert, y dos obreras
bíblicas trabajaron con ahinco y lograron que 141 personas
aceptaran la verdad y fueron recibidas como miembros de la
iglesia2.
Después de realizar otro gran esfuerzo público en la ciudad de
Santiago durante los meses de invierno, tuvieron el gozo de
celebrar un bautismo mediante el cual renacieron 41 personaas.
Dos más fueron aceptadas por profesión de fe, haciendo un
1
R.R. Breitigam, «Progresos de la Obra en Chile», Revista Adventista, 16 de
mayo de 1927.9.
2
Oswald, T.L., «Extractos del Informe del Presidente de la Asoc. Chilena»,
Revista Adventista, 25 de junio de 1929.11.
203
EL GRAN ACOPLE
total de 43. Así la iglesia de Santiago contó con 385 miembros,
divididos en la iglesia de Porvenir, con 305 miembros, y la
iglesia de Recoleta 80. Pronto esperaban organizar la tercera
iglesia de Santiago en el barrio Alameda. Las obreras bíblicas
Dünner y Wheeler estaban siempre ocupadas en su buena obra1.
1
Schubert, Walter, «Progresos de la Obra en Chile», Revista Adventista, 9 de
diciembre de 1929.6.
204
EL GRAN ACOPLE
de la reunión después de haber repartido de casa en casa una
pequeña invitación para el tema de la noche. Durante las
últimas semanas, entre 60 y 75 de nuestros hermanos se han
reunido en la iglesia cada sábado por la noche para una reunión
especial en la que orar por el éxito del esfuerzo.
1
Walter Schubert, «Evangelistic Effort in Santiago, Chile», South
American Bulletin, enero de 1927.,4.
205
EL GRAN ACOPLE
importancia de la oración antes, durante y después del ciclo
evangelizador.
206
EL GRAN ACOPLE
celebrada en la iglesia de Santiago del 8 al 16 de marzo de 19271.
Poco después el pastor Schubert sería llamado a la Argentina
para asumir la presidencia interina de la Asociación Central2,
pero retornaría unos meses después.
1
T.L. Oswald, «Progress of the Work in Chile», South American
Bulletin, setiembre de de 1927.,3.
2
E.L. Maxwell, «Austral Union Notes», South American Bulletin, junio
de 1929.,5.
3
E.L. Maxwell, «Report from Chile», South American Bulletin, abril de
1930.,5.
207
EL GRAN ACOPLE
una semana recolectamos 6,500 pesos chilenos [1: 13.00 de oro].
El pastor Schubert, a quien acompañé un día, hio algo nunca
antes logrado en Chile: recolectó 1,500 pesos chilenos en un
día". El mismo ritmo Schubert imprimiría a la recolección en
Buenos Aires1. Su visión de la obra no se agotaba en el
evangelismo, sino que percibía al evangelismo como una punta
de lanza de un todo bien movilizado, lo cual incluía la
edificación de templos2. De continuo se iniciaban ciclos de
evangelización grandes y pequeños, se sumaban interesados a las
iglesias y lógicamente se los bautizaba luego de prepararlos3.
1
Luiz Waldvogel, «Notas e Noticias», Revista Adventista, edición brasileña, julio
de 1937.16.
2
Walter Schubert, «Progress in Chile», South American Bulletin, julio
de 1930.,5.
3
Henry F. Brown, «Austral Union Notes», South American Bulletin,
septiembre de 1930.,6.
208
EL GRAN ACOPLE
más joven1. De este modo Chile siempre inspiraba a sus
visitantes con la consagración, la diligencia y el entusiasmo que
los obreros en su trabajo, intentando extenderse hacia nuevas
ciudades y al mismo tiempo fortalecer el trabajo en los lugares ya
establecidos. Bajo el hábil liderazgo del pastor Walter Schubert,
el presidente y a la vez un evangelista eficiente y activo, el campo
estaba bien organizado para un evangelismo eficaz. Este año
promete ser espléndido para una rica cosecha de almas2.
1
«Chile Camp Meeting», South American Bulletin, mayo de 1931.,8.
2
Breitigam, «The Message in Chile».,3.
3
N.Z. Town, «Chile», South American Bulletin, setiembre de 1931.,6.
209
EL GRAN ACOPLE
La casa anteriormente ocupada por el pastor de la iglesia de
Porvenir se transformó en una institución fisiológica. El
hermano Samuel Fayard dirigió esta institución que trabajó con
diatermios, infrarrojos, ultravioleta, galvánica, baños eléctricos,
pulverizadores de frío y calor. Hubo una afluencia diaria de
entre veinte y treinta pacientes1.
1
Walter Schubert, «Chile», South American Bulletin, noviembre de
1931.,5,6.
210
EL GRAN ACOPLE
tenemos dos grupos; uno con diez miembros, y el otro con siete.
Ahora estoy sosteniendo un esfuerzo público en la iglesia recién
organizada tres noches a la semana, y hay 34 familias
profundamente interesadas en la verdad. Cada noche el salón
está lleno de gente, y confiamos ver al final del año una gran
adición a esta tercera iglesia, que se conoce como Alameda1.
Para 1932 ya se bautizaban unas 170 almas por trimestre."2
Algunos bautismos se unificaban de manera que resultaran
ocasiones alentadoras para todas las iglesias y congregaciones3.
Además siempre se reconocían a los buenos ganadores de
almas4.
1
N.Z. Town, «Notes from. our Evangelists», South American Bulletin,
diciembre de 1931.,4.
2
N.P. Nielsen, «Gleanings of Progress Throughout the Field», South
American Bulletin, enero de 1932.,8
3
Walter Schubert, «Accomplished through the Blessings of God in
Chile», South American Bulletin, abril de 1932.,6.
4
N.P. Nielsen, «Gleanings of Progress Throughout the Field», South
American Bulletin, mayo de 1932.,8.
211
EL GRAN ACOPLE
pocas1. El pastor R. R. Breitigam supervisó la obra en Chile en
su ausencia2.
1
N.Z. Town, «Meetings in Chile», South American Bulletin, julio de
1932.,7.
2
N.P. Nielsen, «Division New Notes», South American Bulletin, agosto
de 1932.,8.
212
EL GRAN ACOPLE
como Maciá y Hernandarias. El Hno. Enrique Weiss, de
Concordia, tuvo personas más preparadas para el bautismo. El
Hno. Juan Riffel, pasó algunos días en Larroque, E. R., por
invitación de un ex hermano adventista, el cual deseaba
pertenecer de nuevo al pueblo de Dios juntamente con su
esposa. También sus hijos deseaban ser bautizados. Además,
hubo un gran número de personas de otras denominaciones
que desearon unirse a la iglesia adventista.
El pastor Hugo Beskow en Santa Fe preparó 11 nuevas personas
que guardaban el sábado. Las Hnas. Berisso, Amalia y Flora de
Beskow dedicaron mucho de su tiempo a dar estudios biblicos.
Las conferencias eran asistidas por una numerosa concurrencia,
haciéndose estrecho el local allí también. En Rosario Víctor
Aeschlimann, Armando Bonjour y la Hna. Gil, estaban buen
trabajo. ― Ya podemos contar con 20 personas seguras para el
bautismo, habiendo transcurrido tan sólo un mes y medio desde
que principiamos el esfuerzo. Todos los domingos el templo se
llena de público, el cual escucha el mensaje con avidez. La
iglesia ha aumentado su número de Atalayas de 300 a 1.000
ejemplares. Además, los miembros de la iglesia se están
213
EL GRAN ACOPLE
despertando y se ve un marcado interés en pro de la salvación
de almas‖, relataba el presidente-evangelista.1
Rosario estaba sintiendo los efectos de la ―Acción Adventista.‖
―Después de llegar a esta ciudad estuve muy preocupado,
pensando y haciendo planes para alcanzar con nuestro mensaje
al medio millón de habitantes. Rosario necesita ser amonestado.
Es una ciudad completamente cosmopolita y goza en la
República de la fama de ser el centro de la ―mafia‖ y el albergue
de todo pecado. Sólo el bálsamo de Galaad tiene poder para
curar a este pueblo de su lepra. Satanás tiene sus legiones
desplegadas en completa actividad, y con sus sofismas conduce a
millares a la perdición‖. Schubert sentía una carga especial por
las grandes ciudades.
Con la bendición de un nuevo templo, inaugurado el 17 de
junio de 1933, la ―Acción Adventista,‖ estaba haciendo llegar su
voz de alarma hasta los suburbios de la ciudad. Durante tres
meses se realizó un enérgico esfuerzo público, con la ayuda del
pastor Walter Schubert. En muchas ocasiones, el templo, con
asientos para 400 personas, no podía contener a la interesada
concurrencia. El pastor Schubert había bombardeado el fuerte
con muy buenos resultados. Nueve almas bautizadas fueron las
1
Schubert, Walter, «La "Acción Adventista‖ en la Asociación Argentina
Central», Revista Adventista, de setiembre de de 1933.14.
214
EL GRAN ACOPLE
primicias del esfuerzo. Hubo cincuenta almas más pidiendo el
bautismo.1
A fines de abril de 1934 fue organizado un grupo de 25
hermanos en la parte sur de la ciudad de Rosario, en la calle San
Martín 2432, con 142 asientos. A fines de abril comenzaron las
conferencias para el público, y el evangelista Enrique Weiss
quedó muy entusiasmado por tener cincuenta personas
interesadas. El sábado pasado tres personas observaron el día
por primera vez.2 Lo que tocaba Schubert lo orientaba a la
evangelización.
1
Conrado Aeschlimann, «Ecos de Rosario», Revista Adventista, 16 de octubre
de 1933.10
2
Schubert, Walter, «La Obra Evangélica en la Asociación Argentina Central»,
Revista Adventista, 9 de julio de 1934.10
215
EL GRAN ACOPLE
CAPÍTULO VI: NACE UNA NUEVA ERA EN BUENOS
AIRES
216
EL GRAN ACOPLE
que se encarguen de nuestro trabajo allí. Están virtualmente
perdidos entre las grandes multitudes que viven en su territorio.
Se debe hacer algo para evangelizar a los millones de habitantes
de esta gran ciudad, y también a los muchos miles que viven en
las otras ciudades. Lo que necesitamos es ayuda especial durante
tres o cuatro años para alquilar salas donde celebrar una serie de
reuniones, salas adecuadamente equipadas, y suficiente dinero
para pagar los salarios de los evangelistas para llevar las buenas
nuevas a cientos y miles de personas‖.
217
EL GRAN ACOPLE
del pastor.1 Las grandes ciudades insinuaban su potencial
evangelizador.
1
Seventh-day Adventist Sabbath School Department, «Missions
Quarterly» (Washington, D.C, cuarto trimestre de de 1935).,14..
218
EL GRAN ACOPLE
ese objeto, con capacidad para unas 400 personas. Este nuevo
núcleo contó con cuarenta miembros trasladados de la iglesia
central para comenzar la obra en esta parte.1 Allí se organizó
una iglesia de unos treinta miembros para dar comienzo a la
campaña evangelizadora, de la cual se hablará posteriormente.
El pastor Enrique Westphal comenzaba otra campaña de
evangelización en el pueblo de la Ensenada, un suburbio de La
Plata, con la ayuda de una obrera bíblica Alda Cairus, y
Donaldo Thomann.2 Los obreros que trabajaron en la
evangelización de la enorme y populosa ciudad pidieron las
oraciones de los hermanos de todas partes para que Buenos
Aires fuera ―iluminada con su gloria.‖3 Cuando se decidieron a
avanzar con fuerza en Buenos Aires Dios les enseñó cómo
hacerlo. La misma sabiduría dará a los obreros que anhelan
ganar más almas superando los desafíos de este tiempo.4
El 28 de septiembre, por la tarde, diecisiete nuevos miembros
fueron añadidos a la creciente iglesia de Buenos Aires mediante
1
Walter Murray, «Noticias de la Unión Austral», Revista Adventista, 20 de
mayo de 1935.16.
2
Marcelo Fayard, «Ya Comienzan», Revista Adventista, 22 de abril de 1935.16
3
Brown, J.L., «Buenos Aires Resplandece Con El Mensaje», Revista Adventista,
20 de mayo de 1935.10.
4
Marcelo Fayard, «Noticias Animadoras de la Asociación Bonaerense»,
Revista Adventista, 17 de junio de 1935.16.
219
EL GRAN ACOPLE
un bautismo. Una señora testificó que había ido de una
congregación a otra buscando la verdad pero sin hallar lo que su
corazón anhelaba. Un día se sintió impresionada a hojear las
páginas de uno de los principales diarios de Buenos Aires, cosa
que raramente hacía. Allí vió el anuncio de la serie de
conferencias que el pastor Schubert estaba realizando en ese
tiempo en la iglesia central. Ella había estando orando y
buscando luz celestial, así que resolvió ir a oír el sermón. Le
agradó tanto que continuó asistiendo a todas las reuniones.1
1
Brown, J.L., «Siembra y Cosecha», Revista Adventista, 28 de octubre de
1935.10.
220
EL GRAN ACOPLE
que pronto se daría comienzo gozó de la completa cooperación
y dirección del pastor Schubert.1
1
Marcelo Fayard, «Llamamientos y Cambios en Buenos Aires», Revista
Adventista, 11 de marzo de 1935.16.
221
EL GRAN ACOPLE
Pastor, le doy un peso para que compre algunos ladrillos para
edificar un templo que sirva a nuestra congregación. Este hecho
movió los corazones de otros presentes. Otra hermana, que
ganaba setenta centavos por día dió cinco pesos. Otros dieron
ofrendas voluntarias similares. En el servicio vespertino, el
pastor Scbubert presentó las necesidades de la iglesia y narró los
ejemplos de sacrificio dados por esas hermanas en la reunión
matutina. Los visitantes, que eran miembros de las iglesias de
Palermo, Florida y otras menores, dieron liberalmente para el
fondo de la iglesia de Liniers.
El 4 de mayo se comenzó una serie de reuniones para el
público. El pastor Scbubert fue quien dirigió esas conferencias.
Este fue un paso importantísimo para la evangelización de la
gran ciudad. ―Necesitamos locales para llevar a cabo
conferencias similares en otras partes de la ciudad. Se
organizarán nuevas congregaciones qnt serán luces en la
obscuridad espiritual de nuestros tiempos‖, anticipaba J.
Brown.1
El 27 de abril de 1935 organizó, junto con el pastor Walter
Murray y el profesor Daniel Hammerly, la nueva Iglesia de
Liniers. A los pocos días, el 4 de mayo, comenzó una serie de
1
Brown, J.L., «La Organización de una Nueva Iglesia», Revista Adventista, 17
de junio de 1935.10.
222
EL GRAN ACOPLE
reuniones de evangelización. La concurrencia fue muy
numerosa. Estas reuniones las dictaba simultáneamente con las
de Palermo. La razón de esto fue la necesidad de probar un
nuevo método de presentar el mensaje adventista, y se escogió
como lugar piloto esta iglesia del oeste de la capital.
Según relata W. E. Murray, una señora adventista
llamada Herminegilda Di Longhi, descendiente de italianos,
tenía muchos familiares a los que deseaba comunicar el mensaje
adventista. Ella los invitó a las reuniones que se realizaron en la
Iglesia de Palermo. Después de asistir a algunas de ellas, y a
causa de que al comienzo de las reuniones se exhortó a los
presentes a aceptar las doctrinas adventistas, estos familiares
dejaron de asistir. La señora Di Longhi habló con el pastor
Schubert y le expresó la situación brevemente, preguntándole
porqué solicitaba a los católicos que practicaran las creencias
adventistas antes de conocer cuáles eran.
Además, le sugirió que condujese las reuniones como si
fueran ponencias académicas, eliminando los cantos
congregacionales, las oraciones y las ofrendas. Si necesitaba
dinero, ella podía darlo para apoyar las reuniones.
223
EL GRAN ACOPLE
sólo habló presentando su propio problema, sino el que existía
en el pensamiento y en el corazón de varios otros.
1
E.R. Walde, «Radio-TV Department», General Conference Session
Bulletin, 16 de agosto de 1962.,7.
224
EL GRAN ACOPLE
Estudiar el establecimiento de nuevas relaciones con familiares,
amigos y empleadores, en forma considerada y comprensiva.
1
Walter Schubert, «A Public Effort Among Catholics», Ministry
Magazine, accedido 14 de abril de 2015,
https://www.ministrymagazine.org/https://www.ministrymagazine.org/archi
ve/1949/11/a-public-effort-among-catholics. Alberto Timm, «Building a
growing church: The South American experience», Ministry Magazine,
accedido 14 de abril de 2015,
https://www.ministrymagazine.org/https://www.ministrymagazine.org/archi
ve/2008/10/building-a-growing-church.html.
225
EL GRAN ACOPLE
Al poner en práctica este cambio, Schubert descartó las
oraciones de apertura, los himnos y las ofrendas hasta establecer
una relación con su auditorio, pero a medida que avanzaba con
sus conferencias introducía a sus oyentes en las profecías y otros
aspectos tradicionales de las reuniones religiosas. Estos cambios
demostraron ser efectivos, pero estaban en agudo contraste con
el método adventista tradicional de validar la Biblia mediante la
interpretación de las profecías de Daniel a fin de mostrar la
intervención de Dios en la historia, un procedimiento que los
ministros habían usado desde el movimiento millerita1.
Su metodología para evangelizar logró dos grandes objetivos,
según lo expresó Salim Japas: (i) Abandonar el enfoque
protestante de los ministros norteamericanos que utilizaban las
profecías de Daniel como temas para llegar a la audiencia. La
técnica que usaron era insuficiente e inapropiada. (2) Idear e
introducir una metodología que concordaba más con la cultura
a la que tenía que dirigir el mensaje. Esto consistió en dar
conferencias basadas bíblicamente sobre cuestiones familiares y
otros asuntos sociales. Su concepto base era construir la
confianza en la validez de los consejos bíblicos para responder a
las inquietudes personales. Es decir, presentar un enfoque social
1
Richard W. Schwarz, Floyd Greenleaf, y General Conference of
Seventh-Day Adventists Department of Education, Portadores de luz: historia de
la Iglesia Adventista del Séptimo Día (ACES, Asociación Casa Editora
Sudamericana, 2002).,541
226
EL GRAN ACOPLE
de abordaje de las Escrituras antes que profètico. Esto último lo
dejaba para el final.
Con el cambio de enfoque las reuniones superaron la
capacidad del salón alquilado. Recibían con aplausos al orador.
Después de unas pocas noches, Schubert consideró oportuno
empezar con la práctica de hacer plegarias y juntar ofrendas
dando explicaciones específicas de su destino. A medida que el
tiempo transcurrió, la audiencia fue guiada a estudiar temas con
lecciones bíblicas vitales.
Después de este exitoso trabajo, la señora Di Longhi y su
esposo donaron un terreno donde construir un lugar de
adoración para los nuevos miembros bautizados. Esto se
concretó en 1938. Schubert escribió sobre el progreso de la
difusión de las creencias adventistas y comentó que se registró
un aumento significativo en el número de interesados que
deseaban recibir estudios bíblicos y también el entusiasmo que
generaron estos nuevos métodos para esparcir el mensaje
adventista.
227
EL GRAN ACOPLE
circulación de la Biblia no era todavía una práctica universal y la
Iglesia Católica no alentaba su estudio. Schubert, en lugar de
criticar otras creencias, enseñó y predicó las verdades de la Biblia
de modo que sus oyentes pudieran sacar sus propias
conclusiones. Las personas se convencían de que las verdades
bíblicas eran el fundamento para el modelo de creencias y
prácticas cristianas. El tiempo era un elemento importante en el
proceso de enseñanza-aprendizaje, y por esa razón, Schubert
extendía sus reuniones de evangelización por tres o cuatro
meses. En ese lapso las personas maduraban y renunciaban a sus
antiguas creencias y prácticas1.
1
Walter Murray, «An Evening With the South American Division»,
General Conference Session Bulletin, 1 de junio de 1954.,11.
228
EL GRAN ACOPLE
aun mayor éxito‖1. Eso es lo que Schubert quiso implementar.
Puede discutirse si alcanzó esos objetivos o no, pero lo que nadie
podrá negar es que tuvo la intención de presentar el evangelio
desde una perspectiva diplomática, positiva y atractiva.
1
Robert Wood, Missionary Crisis and Challenge in Latin America (Saint Louis:
Herder Book Co., 1964).62.
229
EL GRAN ACOPLE
y orar. Entonces, hizo la siguiente acotación: ―¿Por qué insiste en
hacer que los asistentes a sus reuniones oren, canten y den
ofrendas cuando en realidad se los ha invitado para oír un tema
religioso? Usted debiera dar las conferencias como lo hacen los
profesores de la universidad, y si necesita dinero pídalo a ios
hermanos en la iglesia‖.
1
Salim Japas, «Walter Schubert» (term paper Andrews University, 1974).
230
EL GRAN ACOPLE
sentimientos culturales. Hablar de la "Biblia" y no de las
"escrituras sagradas" despierta sospechas. El error fundamental
de la evangelización antes de Schubert fue que se utilizó una
nomenclatura adventista incomprensible para el oyente católico
y, en algunos casos, se utilizó la ofensiva. Luego de Schubert,
María sería referida como ―la virgen María‖, el apóstol Pedro
como ―San Pedro‖ y la Biblia sería presentada como ―la Sagrada
Escritura‖. Salim Japas reflexiona que la tragedia de algunos
evangelistas era y sigue siendo la de usar un vocabulario
denominacional. Si el evangelista tiene que presentarse ante las
personas con potencial de redención, los medios de
comunicación tendrán que utilizarse sin obstrucciones.
231
EL GRAN ACOPLE
presentó a sí mismo como un "evangelista" y en el público
dirigido al exterior usó el concepto de "conferencias".
233
EL GRAN ACOPLE
234
EL GRAN ACOPLE
235
EL GRAN ACOPLE
Escritura? "Prácticamente toda la congregación levantaba la
mano. Luego los invitaba a una reunión especial. La clase bíblica
se reuniría una vez por semana. Los primeros veinte minutos se
usaban para explicar el uso de los capítulos y versículos, etc. y los
últimos cuarenta minutos para desarrollar un estudio bíblico.
Los hombres del equipo y sus esposas se ubicaban en lugares
estratégicos para ayudar a aquellos que eran inexpertos en la
búsqueda de los textos. Los primeros dos estudios discutían el
valor y la importancia de la Biblia; el tercero sobre el poder de la
oración efectiva y desde aquí los estudios se conectaban con el
tema de las conferencias en las reuniones. Todas las doctrinas
bíblicas se ba con la excepción del diezmo, el Espíritu de
profecía y las normas cristianas que se enseñaban en el círculo
más reducido de la clase bautismal.
236
EL GRAN ACOPLE
significa presentar directamente la verdad a una persona
que no la conoce‖.
1
J.D. Cristobal, «Theological Seminary Extension School», Far
Eastern Division Outlook, julio de 1956.,6.
2
Timm, «Building a growing church».
3
Antonio Arteaga, «An evaluation of the protestant public
evangelism im Argentina compared with Paul‘s methods as the appear in the
New Testament» (tesis de doctorado, Fuller Theological Seminary, 1972);
Salim Japas, «A strategy for Seventh day Adventist public evangelism within a
Roman Catholic society context in Hispanic America» (tesis de doctorado,
237
EL GRAN ACOPLE
239
EL GRAN ACOPLE
La Srta. Alda Cayrus con la ayuda de José Carballal tuvieron
reuniones especiales los domingos para los niños, una en la sala
adventista de Ensenada, y otra en la casa de la hermana Folino,
en La Plata. De esta manera se esparcieron semillas de la verdad
en los tiernos corazones de unos cien niños.
Durante el año 1935 se hicieron refacciones en el interior de la
capilla, cuyo trabajo principal fue donado por varios de los
miembros de la iglesia juntamente con el pastor. Como
resultado directo de esa obra de embellecimiento se logró un
metro de columna de publicidad en los diarios juntamente con
cuatro grandes fotografías del interior y exterior del templo
sacadas por estos medios.
Con el fundamento establecido durante el trabajo de 1935 los
hermanos de La Plata esperaban ver el crecimiento de esta iglesia
a mediados del año 1936 cuando se llevara a cabo una intensa
campaña de evangelización a cargo del pastor Schubert, quien
dedicaría tres meses secundado por el pastor Felipe Sittner
durante algunas semanas del trabajo más intenso.1
1
Enrique Westphal, «Noticias de La Plata», Revista Adventista, 1 de junio de
1936.10.
240
EL GRAN ACOPLE
Una Campaña Evangélica Bendecida
1
Marcelo Fayard, «Una Campaña Evangélica Bendecida», Revista Adventista, 1
de junio de 1936.16
241
EL GRAN ACOPLE
El Ritmo de Evangelización de la Asociación Bonaerense
1
Marcelo Fayard, «De la Obra de Evangelización de la Asociación
Bonaerense», Revista Adventista, 31 de agosto de 1936.12.
242
EL GRAN ACOPLE
ciudad de Buenos Aires se organizó una segunda iglesia.
Uniendo la antigua Misión Noroeste a la Misión Alto Paraná
para formar la Misión del Norte se pudo colocar un predicador
residente en la ciudad de Tucumán y otro en Salta. En Rosario
se estaba estableciendo un nuevo centro. En Valparaíso se
construiría el edificio de una nueva iglesia. En uno de los puntos
más ventajosos de Montevideo se logró adquirir un lote de
terreno, y se proyectaba levantar una iglesia allí. En 1937 se
levantaría un edificio de iglesia en la ciudad de Posadas, y otro
en el barrio de Liniers, en la Capital Federal.1
1
Marcelo Fayard, «Ecos del Congreso Cuadrienal de la Unión Austral»,
Revista Adventista, 15 de febrero de 1937.15.
243
EL GRAN ACOPLE
conferencias en la vecina ciudad de San Fernando, en donde se
organizó pronto un grupo de hermanos y creyentes. Humberto
Cairus, que durante los últimos meses se había desempeñado
colaborando con las actividades en la iglesia de Florida, se haría
cargo de las iglesias de La Plata y Lomas de Zamora. En La Plata
reemplazaría al pastor Enrique Westphal, llamado a encargarse
de los departamentos en la Misión del Norte.
El domingo 3 de marzo su campo alcanzó y pasó su blanco de
8.000 pesos en la Recolección Anual, obteniendo la cantidad de
8.136 pesos. Los cuatro mil pesos restantes, que la Asociación se
estaba esforzando por obtener, serían dedicados, según el
permiso concedido, a la edificación del templo de Liniers1.
El 3 de abril de 1937 se efectuó un bautismo en la iglesia de
Palermo, y el domingo 11 se inició un ciclo de conferencias
previsto para todos los domingos durante los meses de invierno
impartido por Marcelo Fayard, director de El Atalaya. La
asistencia a las primeras reuniones fue muy buena, y los
hermanos repartieron muchos volantes antes de la primera
conferencia.
1
Marcelo Fayard, «Ecos de la Asociación Bonaerense», Revista Adventista, 12
de abril de 1937.9.
244
EL GRAN ACOPLE
En esos días se embarcó para su licencia el pastor Schubert junto
a su familia. Momentos antes de soltar amarras el vapor, los
hermanos, reunidos en el muelle, entonaron algunas estrofas del
himno ―Dios os guarde en su divino amor‖1.
246
EL GRAN ACOPLE
7.500 para la adquisición de un terreno muy bien ubicado
donde edificar la capilla. Fué este donativo lo que hizo factible la
pronta realización del deseo de estos buenos hermanos. El rostro
iluminado de dicha hermana reflejaba la satisfacción que sentía
al ver realizado tan pronto el anhelo de un templo en su barrio.
El tesorero de la Asociación Bonaerense, Pablo Beskow,
presentó un informe completo del costo del edificio, que con el
terreno y equipo alcanzó un total de §41.081, y de cómo se
había reunido en muy corto tiempo gran parte de dicha suma.
Explicó que el extinto pastor N. Z. Town, que participara en las
tan difíciles tareas de iniciar la obra en la República Argentina, y
muchos años después tuvo el gozo de presidir la Unión Austral
luego de haber alcanzado gran desarrollo, hizo un donativo de $
1.700 para la edificación de esta capilla. Además, los hermanos
de distintas iglesias y grupos de Buenos Aires y sus alrededores
donaron casi $5.000. Otros $7.676 provinieron del excedente
con que se superó el blanco de la Recolección Anual en 1937 y
1938; y la División Sudamericana donó la magnífica suma de §
17.300. Todos estos generosos sacrificios permitieron que en el
breve espacio de sólo tres años desde la fundación de la iglesia,
fuese posible la edificación del hermoso templo. Otro donativo
muy apreciado fué hecho por el mismo arquitecto constructor,
Kurt Wünsche, quien había contribuido con una linda vidriera
247
EL GRAN ACOPLE
en que se hallaban grabados los diez mandamientos, la cual
formaba el centro de la gran claraboya que iluminaba el salón.
El pastor W. Murray, presidente de la Unión, pronunció el
sermón inicial, en el cual hizo una breve reseña de los orígenes
de la Iglesia Adventista. Antes de terminarse la reunión, se
recibió una ofrenda para reducir la deuda que todavía pesa sobre
el nuevo templo. Dicha ofrenda alcanzó a cerca de S 190, con lo
que se redujo en una décima parte la mencionada deuda.
Cincuenta pesos de esta suma constituían una nueva donación
del Sr. Wünsche.
Terminado el programa, los presentes fueron invitados a
recorrer todo el edificio y sus dependencias. Inmediatamente
detrás de la plataforma, y separada de ella por una hermosa
puerta plegadiza, había un bautisterio parecido al de la iglesia de
Palermo, con paredes revestidas de azulejos verdes. Había a cada
lado del bautisterio una oficina que podría servir para el pastor y
para reuniones de clases de escuela sabática o comisiones. En la
parte anterior del edificio se construyó un piso alto, en el que se
hallaba un lindo salón con capacidad para unas 60 personas, un
departamento para el cuidador del edificio y otras
dependencias.1 La consecuencia del ritmo evangelizador era la
1
Edgar Brooks, «La Dedicacion Del Nuevo Templo De Liniers, Buenos
Aires», Revista Adventista, 13 de junio de 1938.11.
248
EL GRAN ACOPLE
plantación de buenas iglesias con sus respectivos templos
apropiados. Las conferencias del pastor Daniel Hammerly, en
Liniers, continuaban con una asistencia tal que llenaba la
capacidad del nuevo templo.
Predicando al Unísono
250
EL GRAN ACOPLE
durante 19381. El hermano Domingo Bof construyó en su
terreno, en las horas libres, un pequeño aunque hermoso salón
de cultos para el Señor con capacidad para unas 70 personas
sentadas. Lo equipó, de su propio dinero, con hermosas butacas,
un pulpito, una linda instalación de luz y un armonio. El
hermano Arturo E. Thomann, contador de la Unión Austral,
estaba celebrando una serie de conferencias públicas con
óptimos resultados.2 La unidad de propósito misionero
permeaba toda la asociación.
1
Schubert, Walter, «Ecos De La Asociación Bonaerense», Revista Adventista,
22 de agosto de 1938.8.
2
Schubert, Walter, «Nuevo salón de cultos en Buenos Aires», Revista
Adventista, de setiembre de 1938.16.
251
EL GRAN ACOPLE
para ver prosperar la obra. Cierta hermana, oraba un día porque
Dios le ayudara a lograr su blanco de ganar un alma. Quería ver
los resultados y ansiaba conducir un alma a Jesús. En el
momento le pareció que una voz le hablaba claramente: ―Ve a
tus vecinos y ofréceles el mensaje que hay en El Atalaya. Ella
obedeció y fue con El Atalaya de casa en casa. Al principio le
pareció difícil y los resultados no eran muy animadores. Pero
pronto entró en una casa cuya señora fue afable y atenta. Le fue
muy fácil explicar su misión. La señora compró una revista y
empezó a hacerle preguntas en cuanto a la religión enseñada por
los que la publicaban. Esto le indujo a entablar una
conversación seria con la señora y a invitarla a ir a los cultos.
Acepto la invitación, y desde entonces nunca faltó y fue
bautizada. Esta fiel hermana trajo consigo a su ―alma‖ desde
Junín hasta Buenos Aires al Congreso Bienal de 1938.
252
EL GRAN ACOPLE
mandarnos un pastor, que sea un colportor el que venga a
trabajar en esta gran ciudad en los meses prósperos de verano.‖
Olavarría era otra ciudad importante de 35.000 habitantes,
próspera y bien cuidada, pastoreada por Mario Rasi. Además de
atender la obra en Olavarría, M. Rasi tenía otras ciudades que
visitar a varias horas de tren. Había trabajado sin recibir mucha
ayuda financiera de la Asociación para fines evangelizadores,
pero como resultado de su trabajo en los últimos meses de 1937
formó una hermosa congregación de firmes creyentes.
253
EL GRAN ACOPLE
templo es ya demasiado pequeño para dar cabida a nuestros
hermanos en estas ocasiones anuales.
El informe del presidente contuvo algunos hechos interesantes.
―La Asociación Bonaerense tiene ahora seis pastores ordenados,
un predicador autorizado, siete misioneros, un oficinista, dos
aspirantes al ministerio y 18 colportores. Durante los últimos
dos años, fueron bautizadas 188 personas y 44 en los primeros
nueve meses de este año. El Señor nos ha bendecido
financieramente, por lo que estamos muy reconocidos. El
diezmo aumenta: en 1936 hubo $47.622.66; en 1937,
$55.095.18; en 1938 (nueve meses) $41.219.17.
Bajo la competente dirección del pastor Felipe Sittner, secretario
del Departamento de Actividad Misionera, ha habido grandes
adelantos en las actividades misioneras de la iglesia. Digno de
mención es el hecho de que la mayoría de las personas que han
sido bautizadas durante los dos años son el resultado de los
esfuerzos de los miembros de nuestras iglesias y no el resultado
directo del trabajo de nuestros evangelistas o pastores. Los
mejores resultados los han tenido nuestros miembros laicos. Yo
creo que el Departamento de Actividad Misionera debe su éxito
al celo del ejército de miembros laicos en la obra de ganar almas.
Otro hecho importante y digno de mencionarse, es la campana
de la Recolección Anual en el corriente año. Nuestro blanco era
254
EL GRAN ACOPLE
de $8.500.00 y obtuvimos más de $ 12.000.00 en cinco
semanas. Existe además otro detalle de interés: dudo que en
nuestra Asociación haya alguna familia de nuestros miembros
que no reciba La Revista Adventista.
El trabajo de los colportores tambiéñ prospera. El Hno.
Kalbermatter ha trabajado sin descanso durante estos dos
últimos años, y las ventas han sido buenas. Además, durante este
último período de dos años se han organizado quince escuelas
sabáticas nuevas. Las escuelas sabáticas tienen actualmente 1.446
miembros. En 1935, no llegaban a mil. Nuestra necesidad mayor
es que los 1.150 miembros de iglesia que tendremos al final de
este año, obedezcan la voluntad de Dios cooperando en la
salvación de los perdidos. ¡Qué hermosos resultados
alcanzaríamos si durante el año 1939 cada miembro trajera otra
persona a la verdad y al reino de Dios!
Los miembros de la Asociación Bonaerense tienen buen ánimo
en el Señor. Tenemos un grupo fiel de pastores, evangelistas,
colportores y maestros abnegados. Podemos apreciar la fidelidad
y el temor de Dios de los miembros de nuestras iglesias, quienes
se preparan para la venida del Señor. Teniendo este fundamento
de pastores, evangelistas, colportores, maestros y miembros
255
EL GRAN ACOPLE
consagrados, podemos mirar confiadamente al futuro y decir:
‗En Dios haremos proezas‖.1
Bautismo en Mosconi
1
John Brown, «Notas de la Asociación Bonaerense», Revista Adventista, 19 de
diciembre de 1938.8.
256
EL GRAN ACOPLE
de los Astoviza. Los asistentes quedaron muy conmovidos al ver
la sincera devoción de los nuevos fieles.
A la tarde se celebró un culto muy animado. Primero hubo una
predicación en que se pasaron en revista las bases de la fe en la
pronta venida de Jesús, después de lo cual, el pastor Schubert
explicó los principios de la organización de la iglesia. Procedió
luego a organizar un grupo de diez miembros, tres de los cuales
habían sido bautizados con anterioridad. En el curso de este
culto, cinco personas interesadas expresaron su deseo de
bautizarse en una oportunidad futura.
¿Cómo es que surgió este fuerte grupo de creyentes allá en pleno
campo? Desde poco después de aceptar la verdad y aun antes de
bautizarse, el hermano Astoviza pidió una maestra que educase a
hijos. Algunas de las maestras enviadas en respuesta lograron
reunir a muchos niños del vecindario en su escuela de iglesia, e
impartieron estudios bíblicos y reuniones en los hogares de
ellos. Los entusiastas esfuerzos de Josefa Ramos, los Astoviza y el
pastor Humberto Cairus dieron por resultado las hermosas
primicias mencionadas.1 Francisco Astoviza tiempo después
informó que su grupo alquiló un local. El pastor Rasi, de 25 de
Mayo, iba todos los domingos para dar conferencias. Un
1
Edgar Brooks, «Bautismo en Mosconi», Revista Adventista, 2 de enero de
1939.8.
257
EL GRAN ACOPLE
domingo asistió casi todo el pueblo. Como resultado de estas
conferencias tres personas comenzaron a asistir a la escuela
sabática.
258
EL GRAN ACOPLE
Liniers y Villa Urquiza. La Junta Directiva decidió que el pastor
Andrés Ascione, secundado por G. Cammarata y una obrera
bíblica, alquilen un salón en el populoso barrio de Parque
Patricios, y celebren una serie de conferencias con miras a
organizar allí una iglesia. Para ello se tomó una ofrenda especial,
pues se necesitaban alrededor de $ 2.600 para el alquiler del
salón durante un año; unos $ 1.000 para propaganda, y
alrededor de $ 650 para la compra de sillas.
El congreso regional de Junín se realizó del 20 al 22 de octubre.
La asistencia de los hermanos fue perfecta durante todos los
días, desde la mañana hasta la noche. Fue muy apreciado por
todas las visitas el espíritu de hospitalidad de los hermanos de
Junín, quienes albergaron gratuitamente a todos los hermanos
de las ciudades vecinas. Dirigieron la palabra en dicha ocasión
los pastores N. P. Neilsen, Edgar Brooks, y de la Asociación el
tesorero Pablo C. Beskow y el presidente Schubert. En esta
ocasión se estudió la adquisición de una propiedad para el culto
y la escuela. ―El Señor nos bendijo, puesto que conseguimos una
casa por la suma $ 9.000, por la cual otro comprador había
ofrecido $ 13.000. El dueño, un vecino acaudalado, quiso con
esto hacer una contribución de $ 4.000 para la obra de Dios. Ya
está firmado el contrato y esperamos tomar posesión de la
propiedad dentro de breve tiempo. Con algunas refacciones que
se harán, la casa ha de quedar transformada en una iglesia y
259
EL GRAN ACOPLE
escuela. Agradecemos a todos aquellos hermanos que
contribuyeron para hacer posible esta compra‖, celebraba
Schubert. El pastor Wagner, días más tarde, bautizó a dos
personas en esa iglesia; siete más darán el mismo paso el mes
que viene. El Hno. Pablo Di Dionisio está haciendo una buena
obra en Junín. Además de ser el maestro de la escuela, ha
dictado conferencias todos los domingos.
El Hno. Arjona relató una experiencia que tuvo en la Semana
Grande. Se había propuesto vender 20 libros ―Esta Hora
Tremenda.‖ Presentó el libro al dueño de un diario, quien al
saber el objeto del libro y su misión, lo compró gustoso. En
seguida el hermano le pidió algunos nombres de sus amigos, con
una carta de recomendación. Al recibir la lista de nombres, el
Hno. Arjona pensó: ―¡Cuánto tendré que recorrer!‖ En ese
momento vió que había una bicicleta cerca de él; pidió entonces
al dueño que se la prestara para hacer con más presteza el
trabajo. ¡Cuál no fué su sorpresa cuando el dueño le dijo:
―Llévesela, se la regalo‖! El Señor hace milagros y bendice a los
que trabajan por su causa. Los hermanos de Junín
contribuyeron para el esfuerzo en Parque Patricios con la suma
de $ 200 en efectivo y promesas.
En 25 de Mayo el congreso se celebró del 3 al 5 de noviembre.
El Hno. Cévora, anciano de esa iglesia, con cariño había hecho
260
EL GRAN ACOPLE
todos los preparativos para asegurar el éxito de las reuniones.
Asimismo el director del grupo de Mosconi, Hno. Astoviza, llevó
a doce de los catorce miembros de su grupo. El pastor J. Pidoux
fue acompañado de su esposa y el Hno. Lacentre, de Bolívar.
Todos se consagraron de nuevo a Dios, y confesaron sus
pecados, prometiendo vivir una vida mejor. El pastor H.
Peverini dio, por las noches, conferencias públicas. Su palabra
cálida fue muy apreciada por todos. P. Beskow dirigió la escuela
sabática y dió instrucciones para el bienestar espiritual de los
presentes. Los hermanos contribuyeron con alegría con la suma
de $ 145 para Parque Patricios.
Este congreso marcó época en la obra de Bahía Blanca. El pastor
J. Ferri había preparado todos los detalles para que el éxito
estuviese asegurado desde el primer momento. El Hno.
Machetanz, director del grupo de Punta Alta, estuvo presente
con los hermanos de su grupo y un buen número de creyentes.
Fue también un placer ver a Juan D. Bonjour, de Jacinto Arauz,
La Pampa, quien raras veces tenía el privilegio de escuchar la
Palabra de Dios. Un coro de señoritas amenizó las reuniones.
Muchos creyentes concurrieron a las reuniones, y la asistencia
fue excepcional mente buena. El profesor V. Ampuero, en
representación de la Casa Editora, dió conferencias por las
noches. Los hermanos contribuyeron con $ 170 para el esfuerzo
de Parque Patricios. Como despedida, las hermanas Beatriz de
261
EL GRAN ACOPLE
Ferri y Machetanz habían preparado un buen programa que se
llevó a cabo en casa de José Iuorno y familia, la cual gentilmente
fue ofrecida para ese fin.
Del 17 al 19 de noviembre se llevó a cabo el congreso en
Dolores. Se notó que el pastor José Ramos había hecho mucha
propaganda, pues casi todos los miembros de los grupos que
estaban baje su cuidado se hallaban presentes. Había
representantes de Mar del Plata, Castelli y Pueblo Nuevo. Los
hermanos de Dolores hospedaron gratuitamente a todos los
visitantes. La nota sobresaliente fue un precioso bautismo en el
canal de Dolores, donde el pastor Wagner sepultó en Cristo a
siete preciosas almas. La Santa Cena celebrada el domingo de
mañana, resultó ser de gozo espiritual. Muchos de los hermanos
y creyentes participaban por primera vez de ese sagrado rito. El
pastor José Ramos manifestó plena confianza de poder convertir
a los grupos de Dolores y Mar del Plata en iglesias organizadas.
―La obra en toda la línea está llamada a crecer. Se reunieron $
90 a favor del esfuerzo en Parque Patricios, aportados por los
hermanos de estos grupos‖, refería el pastor Schubert1. Todo el
campo apoyaba la evangelización con ofrendas y oraciones.
1
Schubert, Walter, «Congresos regionales en la Asociación Bonaerense»,
Revista Adventista, 1 de enero de 1940.9.
262
EL GRAN ACOPLE
Acuerdos sobre Obra Evangélica
264
EL GRAN ACOPLE
realicen una tentativa suprema de predicar el gran triple mensaje
del evangelio a todo el mundo en esta generación.
El alistamiento de la cooperación de nuestros jóvenes en un
esfuerzo definido para salvar almas, destacando especialmente la
obra sistemática de distribución de nuestras publicaciones, la
obra de dar estudios bíblicos, celebrar reuniones en casas de
campo y campañas evangélicas en salones, todo esto realizado
bajo la dirección de la Sociedad de Jóvenes Misioneros
Voluntarios en consulta con la junta de la iglesia.
La instrucción de los oficiales de la escuela sabática, de los
maestros y otros miembros para organizar escuelas sabáticas
filiales, en todas nuestras iglesias, llevando así la preciosa verdad
que nuestros hermanos estudian sábado tras sábado, y
alcanzando, en consecuencia, a millares de personas. Urgir a los
administradores de nuestros campos misioneros indígenas a
estudiar cuidadosamente la necesidad de hacer posible el
esfuerzo directo en favor de las almas de parte de nuestros
obreros indígenas, especialmente en las regiones nuevas, e
instándoles al mismo tiempo a colocar en primer término la
obra evangélica en su programa para lo futuro‖.1
1
Edgar Olson, H.O., «Acuerdos sobre Obra Evangelica», Revista Adventista, 4
de marzo de 1940.5,15
265
EL GRAN ACOPLE
Bautismo en Olavarría
1
Edgar Brooks, «Notas de Interés», Revista Adventista, 27 de mayo de 1940.16.
268
EL GRAN ACOPLE
número de miembros. En Bahía Blanca el pastor Juan Ferri
inició una serie de conferencias con diez personas interesadas en
la fe adventista. El pastor Andrés Ascione daba conferencias
públicas en Palermo todos los domingos a las 18 horas junto a
Gaspar Cammarata y Matilde G. de Paredes. La asistencia a las
conferencias oscilaba de 300 a 400 personas. En Lomas de
Zamora Adán Mayer preparó un grupo de catecúmenos. En
Pergamino, el pastor W. Schubert y Enrique Lautaret dictaron
conferencias todos los domingos y lunes de noche.
Desdoblándose en Villa Urquiza, el pastor Walter Schubert
junto a Amelia Chiochio y Francisco Scarcella celebraron un
ciclo de conferencias públicas los jueves y sábados de noche. El
pastor Daniel Hammerly daría comienzo a conferencias públicas
en las iglesias de Liniers y Lomas de Zamora, Adán Mayer lo
propio en la iglesia de Lanús Oeste y Juan Riffel en el grupo de
Bella Vista.1
Desde Bahía Blanca el pastor Ferri escribió que ―se mantiene el
interés en mis conferencias. Hasta ahora tenemos cuatro señoras
que han pedido el bautismo, y otras dos las aceptaremos por
profesión de fe.‖ En Liniers el pastor Hammerly informó diez
almas que guardaban el sábado y serían bautizadas durante el
1
Schubert, Walter, «Noticias De La Asociación Bonaerense», Revista
Adventista, 8 de julio de 1940.8.
269
EL GRAN ACOPLE
año. Esperaban alcanzar el blanco de 24 almas fijado para 1940.
En San Fernando F. Scarcella informó cuatro nuevas almas que
guardan el sábado y esperan ser bautizadas dentro de poco y en
Mar del Plata José Ramos escribió que, como resultado de las
conferencias que celebrara de Daniel Hammerly había siete
almas que esperaban el bautismo1.
271
EL GRAN ACOPLE
la iglesia de Junín entra en una nueva fase de su historia. Todas
las señales indicaban que, como sucedía con todas las iglesias
que por fin conseguían local propio, ello daba mayor estabilidad
aumentaba la ganancia de almas1.
273
EL GRAN ACOPLE
y la iglesia de Palermo usó 5.000 folletos anualmente, en su
campaña misionera, y varias personas fueron bautizadas como
resultado de estas páginas de verdad.
En los últimos dos años la Asociación obtuvo $22.358,25. en la
campaña de la Recolección Anual. Todos los años la Asociación
fijaba un blanco, y éste se dividía entre las diversas iglesias y
grupos; los blancos de las iglesias se subdividían en blancos
individuales, y todos los blancos eran alcanzados y sobrepasados
con un buen margen. Las 25 Sociedades de Jóvenes Misioneros
Voluntarios, constituidas por 450 miembros, eran activas en la
labor misionera. En la Sociedad de Junín los miembros
enviaban periódicos y folletos a cada dirección de la guía
telefónica, y empleaban un total de más de mil direcciones. Otra
sociedad, la de Lomas de Zamora, logró distribuir más de 10.000
folletos sistemáticamente, y sus miembros estaban estudiando la
Biblia con muchas personas contactadas por medio de las
páginas repartidas. Estos jóvenes emplearon además las películas
sobre temas doctrinales preparadas por los obreros en las
oficinas, y al mismo tiempo daban estudios bíblicos y visitaban
quince hogares semanalmente para celebrar sus reuniones
familiares. El director de esta sociedad solicitó el permiso del
director de una escuela primaria pública para dar una
conferencia sobre historia, acompañada por proyecciones sobre
Daniel 2. Más de cien alumnos y varios maestros escucharon
274
EL GRAN ACOPLE
atentamente la exposición de este capítulo. En Liniers, la
sociedad distribuyó más de 20.000 folletos durante el trimestre
que terminó en ocasión del congreso.
En las 30 escuelas sabáticas los 1.564 miembros dieron para las
misiones en el extranjero la suma de $27.211,19 durante el
período bienal. Se añadieron ocho nuevas escuelas durante el
mismo tiempo, y se dirigieron quince escuelas sabáticas filiales.
Cinco escuelas adventistas con sus 140 alumnos y once maestros
representaron las actividades educacionales en la Asociación
Bonaerense. Se necesitaban muchas más escuelas primarias en
las cuales los niños de las iglesias pudieran reunirse para
sustraerse a las influencias mundanas.
Durante el período bienal los colportores de la Asociación
colocaron en los hogares de la gente 6.612 libros grandes,
35.962 libros chicos, 4.816 ejemplares de la Biblia, y 74.861
ejemplares de El Atalaya, los cuales sumaron un valor total de
$120.254.75. Más de 12.000.000 de páginas impresas, llenas del
mensaje, fueron sembradas en las ciudades y la zona rural del
territorio. Catorce colportores estaban trabajando en la ciudad
de Buenos Aires y sus suburbios. Varios de estos hermanos
lograron interesar a personas en la Biblia, y anualmente un buen
número de personas eran bautizadas como resultado directo de
la labor misionera de estos fieles obreros. En varios casos el
275
EL GRAN ACOPLE
colportor no solamente había ganado a una persona para la
verdad, sino también para la obra de colportaje1. En 1940
fueron bautizadas en la Asociación Bonaerense 179 personas, y
se alcanzó un total de 1375 miembros en el campo misionero2.
1
J. Berger Johnson, «Un Congreso Bendecido en La Asociación Bonaerense»,
Revista Adventista, 2 de diciembre de 1940.10.
2
Schubert, Walter, «Bautismos en 1940», Revista Adventista, 17 de marzo de
1941.13.
276
EL GRAN ACOPLE
adventista en ese barrio de la Capital Federal, una historia de
abnegación, sacrificio y consagración a la causa.
1
Ferri, Juan, «Un nuevo templo en la Capital Federal», Revista Adventista, 1
de setiembre de 1941. 12.
278
EL GRAN ACOPLE
La obra evangélica en diversos rincones
279
EL GRAN ACOPLE
A su vez el pastor Mario Rasi se hallaba en la localidad de 9 de
Julio atendiendo el gran interés despertado. El pastor W.
Schubert luego de visitarlo testificó que asistían a las reuniones
más de 50 personas, muchas de las cuales estaban
profundamente interesadas en el mensaje, y cuatro familias
estaban ya observando el sábado. Debido al progreso de la obra
en ese lugar, el pastor Rasi esperaba poder alquilar un local para
las reuniones.1
1
Edgar Brooks, «Notas de Interés», Revista Adventista, 1 de setiembre de
1941.16.
280
EL GRAN ACOPLE
cargo la responsabilidad de los servicios que comenzaron
temprano por la mañana y continuaron hasta tarde por la
noche, con excepción de los cortos intervalos para las comidas y
un breve recreo de pocos minutos entre las reuniones. Al
terminar el culto de consagración el sábado por la mañana (por
no dar cabida el salón principal, se realizaron cultos separados
en otras salas para los jóvenes y los niños) se presentó un
llamamiento solicitando una ofrenda que proveyese para el
sostén de un nuevo obrero durante un año, a fin de que fuera
mandado a un lugar que solicitaba ayuda. Se recibió más de la
cantidad necesaria en efectivo y en promesas.
Durante las horas de la tarde se realizó un impresionante
servicio bautismal. El pastor Walter Schubert, el entusiasta e
inspirador presidente de la Asociación, había arreglado que los
18 candidatos contaran cómo habían llegado a conocer la
verdad. Varios de ellos dieron el nombre de algún colportor que
había llegado a su hogar con un libro. Una asamblea de
colportaje acababa de terminar, de manera que los colportores
estuvieron presentes. Cuando uno de ellos era mencionado por
nombre pasaba al frente y saludaba al nuevo creyente. Fué una
escena muy conmovedora. En un caso el libro había sido
vendido 30 años antes y el colportor había fallecido, pero su
esposa, la hermana Oppegard, estaba presente y fue al frente y
regaló a ese nuevo hermano la Biblia de su esposo fallecido.
281
EL GRAN ACOPLE
Otros contaron cómo algún miembro laico les había traído
folletos o periódicos a sus hogares o los había colocado donde
les eran accesibles. Una hermana que vendía manzanas ocultó
algunos folletos entre su mercadería, y esa semilla de verdad
produjo una rica cosecha. Alguien contó de varias personas que
estaban guardando el sábado como, resultado de la página
impresa que había sido esparcida de diversas maneras. En casi
todos los casos la persona que había entregado las publicaciones
estaba presente y pasaba al frente para saludar al nuevo creyente.
Algunos habían aceptado el mensaje como resultado de que
algún hermano o hermana les había llevado un volante de las
conferencias públicas invitándolos a asistir. Algunos interesados
de los ciclos en marcha acompañaron el evento y pasaron al
llamado.Esto reportó mucho gozo a todos los hermanos. Los
predicadores rápidamente tomaron los nombres y direcciones de
todas estas personas.
282
EL GRAN ACOPLE
recibido de su viaje por los Estados Unidos y de la obra en
Norte América.
El servicio final del Congreso fue la conferencia regular del
domingo por la tarde que dictó el pastor Daniel Hammerly.
Algunos de los otros obreros también dirigieron conferencias
públicas similares esa tarde; otros las habían realizado durante la
hora de la cena el sábado de noche.1 Nada detenía el desarrollo
de los ciclos, ni siquiera los congresos!
284
EL GRAN ACOPLE
el muchacho. Él se sintió chasqueado, pero años después de
haberse casado, el libro que nunca había leído, llegó a ser una
parte de su biblioteca, y su esposa comenzó a leerlo con un
interés creciente. El esposo que estaba a cargo de la sección de
embarque del frigorífico Swift, tenía un alto sueldo, de manera
que según el testimonio de su esposa, nunca se habían negado
nada de lo que deseaban y que el dinero pudiera comprar. Pero
por alguna razón, nunca se sintieron felices. Cuando la
exportación a la mayor parte de los países extranjeros tuvo que
ser suspendida a causa de la guerra, ese departamento quedó
clausurado, y el joven quedó sin empleo. Precisamente en ese
tiempo, una de las hermanas que estaba vendiendo la revista El
Atalaya llamó a este hogar, y al notar el interés de estas personas
las invitó a las reuniones. Ellas reconocieron que se trataba del
mismo mensaje contenido en el libro que estaba en su biblioteca
y alegremente aceptaron su invitación y fueron a las reuniones.
Pronto aceptaron la verdad y se alistaron para el bautismo.
Desde el 14 al 16 de noviembre se realizaron reuniones en
Junín, adonde asistieron los pastores Schubert, Johnson,
Ernenputsch y Olson. Cuando se hizo el llamamiento el sábado,
17 personas avanzaron hacia el frente expresando su deseo de
unirse con la iglesia. El joven obrero Adán Mayer, dirigió una
clase bautismal para prepararlos. La siguiente semana, cuando el
pastor Juan Riffel reemplazó al pastor W. A. Ernenputsch,
285
EL GRAN ACOPLE
realizaron reuniones en Pergamino, donde también el pastor N.
W. Dunn de la División y F. G. Drachenberg del Colegio
Adventista se unieron para ayudar. El pastor Enrique Lautaret
estaba haciendo una obra eficaz en esta creciente ciudad. Diez
personas fueron bautizadas el sábado por la tarde, y un gran
número pasaron al frente expresando su deseo de unirse a una
clase bautismal y prepararse para un próximo bautismo.
La última reunión se realizó en la última semana de noviembre,
del 28 al 30 de ese mes, en la ciudad de 9 de Julio, donde
comenzara sus tareas Mario Rasi. A pesar de la lluvia, los
hermanos asistieron desde larga distancia. Cinco personas
fueron bautizadas, y más o menos un número tres veces mayor
de personas expresaron su deseo de unirse a una clase bautismal.
Todos los ramos de esfuerzo denominacional fueron
promovidos acertadamente en todas estas reuniones.
Fue muy animador escuchar acerca de la rica cosecha que los
ministros de la página impresa estaban recogiendo en todos
estos lugares. Cuando en la última reunión al primero de los
bautizados, un joven proveniente del campo, se le preguntó
cómo había aceptado el mensaje, la respuesta fue que un
colportor le vendió un libro por el cual conoció el evangelio.
Una hermana dijo que alguien le vendió una Biblia marcada, y
ella trajo otra señora vecina a la verdad, de manera que fueron
286
EL GRAN ACOPLE
bautizadas juntas. En la mayor parte de estos lugares se celebró
un servicio de Santa Cena, especialmente en beneficio de los
miembros aislados, y de los que provenían de diversos grupos
pequeños.1
288
EL GRAN ACOPLE
El pastor Adán Mayer, de la iglesia de Junín, estaba también en
Bahía Blanca ayudando en el esfuerzo público hasta el Congreso
Bienal. La obra en Bahía Blanca, debido a la magnitud del
esfuerzo público, necesitó del refuerzo de obreros1.
Toda la Asociación Bonaerense era como un enjambre de
actividad evangélica. Casi todos los esfuerzos se coronaron de
éxito, y el pastor Schubert esperaba que 1942 fuera el mejor en
toda la historia de ese campo. Los hermanos estaban
respondiendo a las súplicas para sostener la creciente obra. En
un sábado, cuando el pastor Schubert presentó la necesidad de
dinero a la iglesia de Florida, se juntaron más de $ 1.300.
Se estaba manifestando gran interés en el trabajo por radio por
los alentadores informes publicados sobre el comienzo de una
transmisión radial desde Montevideo, cada domingo de noche, a
las 19:30. Esta transmisión era auspiciada por ―La Voz de la
Profecía,‖ y estaba despertando mucho interés. El pastor
Enrique Westphal ofrecía un curso gratuito de lecciones bíblicas
a todos los que lo pidieran. La primera semana se inscribieron
30 personas.2
1
Edgar Brooks, «Notas de Interés», Revista Adventista, 9 de agosto de 1942.
16.
2
Lugenbeal, E.N., «Evidencias de Progreso en la Union Austral», Revista
Adventista, 24 de agosto de 1942.12.
289
EL GRAN ACOPLE
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EL GRAN ACOPLE
alentadora, y llegó a ser uno de los métodos de trabajo de mayor
éxito en la Asociación Bonaerense.
El sábado del Noveno Congreso un día importante. La iglesia
era demasiado pequeña para el servicio de la mañana, por eso se
alquiló un teatro para albergar a 850 personas sentadas. Todos
se reconsagraron a una vida más íntegra y cristiana. Los niños,
más de 200, se reunieron en la iglesia. Por la tarde se celebró un
hermoso e impresionante servicio bautismal en la iglesia de
Palermo, donde 21 almas se unieron a la iglesia mediante este
rito sagrado. Al final del servicio se hizo un llamado y otras
cuarenta personas indicaron su deseo de tomar su puesto con el
pueblo de Dios.
Todos los oficiales de la Asociación fueron reelegidos
unánimemente. Todos los miembros expresaron su satisfacción
por los servicios prestados por los dirigentes en los varios
departamentos de la obra. Los hermanos estaban
particularmente contentos por tener al pastor Schubert reelecto
para otro período de servicio. El sábado de mañana se tomó una
ofrenda especial para la obra evangélica. Se juntaron más de
$2.700, además de una donación especial de $5000.1
1
Lugenbeal, E.N., «Congresos en la Argentina», Revista Adventista, 30 de
noviembre de 1942.12.
291
EL GRAN ACOPLE
293
EL GRAN ACOPLE
las manos llenas de trabajo, estudiando con no menos de 120
personas. Entre estos interesados había católicos, ateos,
rosacruces, teósofos, espiritistas, mormones y gregorianos.
Algunos eran estudiantes de la universidad, otros médicos, uno
fue abogado, varios farmacéuticos, otro fue un eximio pintor
artístico, juntamente con su familia, y otros comerciantes y
artesanos. Además de los interesados estas conferencias
conquistaron buenos amigos entre las autoridades municipales y
de la universidad. Varios profesores de la misma asistieron y
uno de ellos resultó interesado en el mensaje adventista.
Un conocido médico que nunca faltaba, confesó su asombro
por las cosas oídas, y desde entonces leía la Biblia por lo menos
una hora cada día. Su esposa, profesora de matemáticas,
participaba de los mismos sentimientos. La señora de un
comerciante confesó que en su iglesia jamás había oído la
explicación del santuario, de la cual estaba maravillada. Otra
noche, al salir de la conferencia con su esposo, invitó al pastor a
cenar con ellos. Otro comerciante, secretario y tesorero de una
iglesia de otra denominación, no faltó a ninguna de las
reuniones. A una señorita, alumna de la universidad y asidua
asistente, sus padres le prohibieron asistir, pero aun con riesgo
de graves dificultades familiares, continuó asistiendo lo mismo.
Otro señor residente en un pueblo suburbano, notó el aviso de
una de las conferencias en el diario. Tomó el tren y asistió.
294
EL GRAN ACOPLE
Desde entonces no faltaba. Una noche se acercó y dijo:
―Profesor, deseo ser miembro de su sociedad. Creo que será uno
de nuestros primeros bautizados‖, refería Ascione.
Un día llegó una carta de cierta localidad cercana. La persona
que la firmaba decía que su interés se había despertado por los
avisos que había leído en los diarios, pero que por no poder
concurrir a las conferencias, solicitaba se la informara de lo que
se trataba. Le fueron enviadas publicaciones y recibió estudios
bíblicos. Llegó otra carta pulcramente redactada y escrita a
máquina de alguien que había asistido a las conferencias. ―Me
felicitaba por la hermosura de las mismas y las grandes verdades
que fueron presentadas. Me instaba a ―seguir adelante con valor,
pues esto es lo que el mundo necesita en esta grave hora.‖ Al
final pedía perdón por no firmarla, pues temía comprometerse‖,
refería Ascione. El mensaje adventista recién comenzaba a ser
relevante para muchos encerrados en sus tradiciones.
Un comerciante de lanas creía poder afiliarse mediante el pago
de determinada cuota. Pronto comenzó a recibir estudios con su
esposa e hijos. Fue tan grande su entusiasmo por conocer cada
vez más que por sí mismo descubrió grandes verdades en la
Biblia empezó a guardar el sábado y enviar a su hijo mayor al
colegio de Puiggari. Otro señor era el director de una logia
espiritista. Era un hombre sincero; cuando iba a las conferencias
295
EL GRAN ACOPLE
llevaba consigo al secretario y al vidente de la logia. Estaba
maravillado con el mensaje, especialmente con las profecías. Un
simpático matrimonio joven tenía tanto entusiasmo que
comenzó a hacer planes para llevar el mensaje a ciertos distritos
apartados de la ciudad.
1
Ascione, Andrés, «La Plata Recibe el Mensaje Adventista», Revista Adventista,
14 de diciembre de 1942.12.
296
EL GRAN ACOPLE
lozana. La buena hermana Longhi regaló un lote de terreno para
edificar un local de cultos, y dentro de un tiempo
sorprendentemente corto la nueva iglesia tuvo su edificio
propio. Su desarrollo fue notable. Otro tanto sucedió con otros
gajos arrancados de la iglesia madre en Palermo y plantados en
Lanús Oeste, Parque Patricios, Villa Urquiza, etc.
Como la iglesia de Liniers había crecido tanto que se vio la
conveniencia de organizar un grupo de sus miembros en una
nueva iglesia en el vecino pueblo de Ciudadela. Se alquiló un
cómodo y muy decente local, antes usado como negocio. Ante
un buen número de pastores y otros obreros de la causa, y de
unos ciento cincuenta hermanos se dio inicio al programa de
organización de la iglesia de Ciudadela las 16 horas del sábado
15 de mayo de 1943. El sermón de consagración estuvo a cargo
del presidente de la División Sudamericana, pastor R. R. Figuhr,
quien basó su mensaje en la conversión de Zaqueo. El pastor
Hammerly contó los incidentes que condujeron a su
organización. Luego el Presidente de la Asociación Bonaerense,
pastor W. Schubert, ayudado por el Hno. A. Bellido, Secretario-
Tesorero de la misma, procedieron al acto de organización.
Cincuenta y tres hermanos, antes miembros de la iglesia de
Liniers, se unieron para constituir la de Ciudadela. El Presidente
de la Unión Austral, pastor E. N. Lugenbeal, ofreció la oración
de consagración, y luego se procedió a elegir los oficiales. El
297
EL GRAN ACOPLE
pastor Hámmerly inició enseguida las conferencias públicas en el
único cine de Ciudadela, proponiéndose, junto con los
hermanos de esta iglesia, ganar treinta y cinco almas para fines
de 1943. Colaboran con él el Juan Tabuenca, Matilde G. de
Paredes, y las aspirantes a obreras bíblicas.1
1
Edgar Brooks, «Otra nueva iglesia», Revista Adventista, 14 de junio de
1943.11.
298
EL GRAN ACOPLE
obra mayor. Sin embargo, este razonamiento es peligroso en
extremo. No es suficiente que hayamos hecho algún progreso, ni
aun el que estemos haciendo más que antes. La única pregunta
apropiada que podemos dirigirnos es: ¿Estamos haciendo todo
lo que deberíamos? ¿Hemos llegado al límite de la obra que Dios
planeara para nosotros?‖
Durante la asamblea ministerial de la Unión Austral, celebrada
en Buenos Aires durante el mes de enero de 1943 se dió
fervoroso estudio a los métodos por los cuales se podría hacer
más eficiente y fructífero el programa de evangelización. Se
sintió la presencia del Espíritu de Dios en las reuniones
celebradas cada día. Se posesionó de todos los presentes una
determinación de vivir y de trabajar de tal manera que muchas
más almas pudieran salvarse para el reino. Al final de la
asamblea, los obreros de los distintos campos, después de
reflexión cuidadosa y ferviente oración, adoptaron blancos de
número de almas: Chile, 600; Buenos Aires, 400; Uruguay, 300;
la Argentina Central, 250; la Misión del Norte, 150; Cuyo, 75.
Estos blancos representaban casi dos veces el número mayor de
bautizados en un sólo año en los campos representados. Lo
avanzado de la hora, y la urgencia de apresurar el último
mensaje de misericordia a un mundo moribundo, indujeron, sin
embargo, a los obreros reunidos a aventurarse en un programa
299
EL GRAN ACOPLE
sin precedentes en la historia de nuestra obra en la Unión
Austral.
Con el propósito de dar una idea de la extensión del programa
trazado, se notó que varios evangelistas estaban llevando a cabo
simultáneamente dos o más esfuerzos. En cada Asociación y
Misión de la Unión Austral se estaba desarrollando un
programa de evangelización extenso y bien organizado, apoyado
por la mayor suma de dinero jamás votada para la obra
evangélica. En verdad se emprendieron más esfuerzos de lo que
justificarían los fondos en mano. Pero cada campo contaba con
la lealtad y el sostén financiero de los fieles hermanos laicos para
alcanzar los objetivos. 1
1
Lugenbeal, E.N., «Hoy: El programa de evangelización actualmente
emprendido en la Unión Austral», Revista Adventista, 12 de julio de 1943.2.
300
EL GRAN ACOPLE
trabajo, casi 40 personas quedaron encaminadas para ser
bautizadas durante el mes de enero de 1943.
Cuando el presidente de la Misión, Enrique Westphal, presentó
el novedoso plan de dictar conferencias en carpas durante las
sesiones de su primer Congreso Bienal en el mes de abril, y
solicitó la cooperación financiera de los hermanos para poder
equiparse con el debido material, se lo aceptó con ciertos recelos
y prejuicios, pues se dudaba de su eficacia: se temía la
comparación con un circo. Pero gracias a la fe de los abnegados
obreros, que demostraron su confianza en este método de
trabajo al contribuir ellos solos con casi quinientos pesos
uruguayos y gracias a la lealtad de los miembros de iglesia,
quienes aumentaron a más de tres mil pesos uruguayos el fondo
evangélico, se logró construir una carpa grande de 12 metros de
ancho por 20 de largo, y otra chica de 6 metros de ancho por 12
de largo.
Los argumentos empleados para promover esta novedad fueron
los siguientes
1) La iglesia adventista ha usado con éxito este método en
casi todo el mun¬do, y no hay razón porque no lo podamos usar
aquí con iguales resultados.
301
EL GRAN ACOPLE
2) Los bautistas han usado las carpas con mucho éxito tanto
en el Uruguay como en la Argentina, y si ellos han podido
hacerlo, mucho más podremos hacerlo nosotros, que tenemos el
mensaje para este tiempo.
3) Este es uno de los métodos más económicos de
evangelizar las ciudades y la campaña, pues en lugar de gastar
miles de pesos para alquilar un salón público para un solo
esfuerzo, gastamos el mismo dinero para proveernos de un buen
pabellón, y luego lo podemos usar por lo menos durante cuatro
años, cuidándolo bien, no sólo en un esfuerzo, sino en tres o
cuatro esfuerzos por año: un total de 10 a 16 esfuerzos.
4) Se ha encontrado que la gente ―de bien‖ no tiene en
menos ir a las carpas, pues van a los circos, e irán a cualquier
parte si hallan atracción suficiente. Ricos y pobres, intelectuales
e ignorantes, asistieron regularmente a las conferencias dictadas
por el pastor Bustos.
5) Hay mucho menos prejuicio de parte de la gente de
asistir a un pabellón abierto a todo el mundo, que asistir a
nuestros templos, donde si los ven algunos de sus
correligionarios los tildan de simpatizantes de los adventistas.
6) Los pabellones pueden usarse durante la primavera,
verano y otoño, un período en que la gente busca expansión,
302
EL GRAN ACOPLE
cosa que no halla en los salones cerrados. Los asientos cómodos
debajo de un pabellón hermoso y las cortinas levantadas que
permiten que soplen las suaves brisas de la estación, invitan por
sí mismos al reposo y a escuchar al orador. Las proyecciones
luminosas pueden verse desde lejos, y los interesados se acercan
para contemplarlas mejor y oír su explicación. De la curiosidad
nace el interés.
7) Con los pabellones no estamos eternamente
preocupados en buscar salones donde pueda llegar toda la gente
de una ciudad grande. Con este método buscamos un terreno
báldío en una sección de la ciudad que nos interesa, y allí
plantamos el pabellón, y en 24 horas estamos listos para iniciar
el ciclo de conferencias.
8) Los pabellones son una propaganda en sí mismos, y se
gasta mucho menos en volantes para llenar de oyentes un
pabellón que para llenar un salón.
Los hermanos que vieron nuestro pabellón grande están de
acuerdo en que no tiene más similitud con un circo que lo que
una iglesia tiene con un teatro. Los bancos están bien
barnizados, y harían honor a cualquier iglesia si fuesen usados
para dicho propósito. La plataforma de los predicadores y la del
coro y piano dan un aspecto sobrio y simétrico. El pulpito es
lindo y atrayente. En el fondo de las plataformas se levantan los
303
EL GRAN ACOPLE
tornavoces abovedados que ayudan tanto en el aspecto como en
la mejor proyección de la música y de la voz del orador. Gracias
a las donaciones de los hermanos, se colocaron hermosas plantas
de palmeras a la entrada, y helechos y otras variedades de
adorno. Nunca faltan personas que al concurrir a las
conferencias traen hermosas flores cada noche para embellecer
el recinto. El césped y la arena constituyen un buen piso
alfombrado. En su conjunto, el pabellón fue un lugar agradable
donde ir.
Según los datos de aquel entonces, la carpa de conferencias fue
el pabellón más grande manufacturado en el Uruguay. Durante
todo el tiempo que se tuvo erigido el pabellón en la calle Rivera,
no hubo ni un instante en que el público faltara respeto al lugar.
A pesar de la abundancia de juventud que vivía en ese
vecindario, no se les cortó ni siquiera una soga. Al contrario,
siempre se mostraban ansiosos de ayudar en lo que les fuera
posible.
El pastor E. Westphal, entusiasmado con el plan, también pudo
dirigir un ciclo abreviado de confe¬rencias en el pabellón
durante el mes de diciembre, dirigido especialmente para los
alumnos de la ―Escuela del Eter‖ de Montevideo. El pastor
Bustos, juntamente con Esther Iuorno y Adolfo Lista
304
EL GRAN ACOPLE
comenzaron luego un nuevo ciclo en el pabellón en otra sección
de la ciudad, el primero de enero1.
Como fruto de este desafío, 28 de noviembre de 1942 fué un
día que marcó época para la iglesia de Montevideo, pues esa
tarde se bautizaron 39 preciosas almas en el hermoso bautisterio
del templo, siendo éste el mayor bautismo efectuado hasta la
fecha en la ciudad de Montevideo. Con esos bautizados, y los
otros 9 que tomaron ese mismo paso previamente ese año, la
iglesia experimentó un halagador crecimiento de 48 almas
durante el año 1942. Además se daban estudios estudios
bíblicos a unas 100 personas adicionales, además de otros tantos
alum¬nos de la ―Escuela del Eter‖ de esta ciudad, en su mayoría
aún desconocidos para nosotros.
El presidente de la Misión destacaba que ―el pastor Hugo
Beskow ha dirigido con mucha consagración y abnegación los
destinos de esta iglesia. No pasó mucho tiempo en visitas
particulares a los miembros de la iglesia, sino que los organizó a
todos en el trabajo misionero, evitando así las dificultades que
tan comúnmente surgen en una iglesia grande y manteniéndolos
a todos ocupados en la salvación de almas. Ha sido fuertemente
secundado en este programa por los oficiales de la iglesia.
1
Enrique Westphal, «El Pabellón de Conferencias La Voz de la Profecía»,
Revista Adventista, 25 de enero de 1943.11.
305
EL GRAN ACOPLE
Durante todo el invierno el pastor Beskow dictó varias series de
conferencias, y una semanalmente en el templo; ilustró las
mismas de varias maneras muy interesantes. Además de su
devoción, puso originalidad en la preparación de los temas
presentados. Su apoyo principal en esa campaña evangélica fué
su hermana, la Srta. Ida Beskow, y el joven Santiago Bernhardt,
ambos obreros bíblicos. Además de esa conferencia semanal,
estos tres eficientes misioneros efectuaron reuniones todas las
noches, en diferentes lugares de la ciudad: algunos en rueda de
varias familias, y otras en locales alquilados‖1. La carpa comenzó
a insinuarse como el escenario de muchos y continuos esfuerzos
evangelizadores.
1
Enrique Westphal, «La Iglesia de Montevideo Crece», Revista Adventista, 8
de febrero de 1943.12.
306
EL GRAN ACOPLE
indudablemente el más importante por el número de personas
que asistieron, se realizó en Palermo, del 15 al 17 de octubre,
para las iglesias de Buenos Aires y sus alrededores. A último
momento se tuvieron que modificar los buenos planes trazados
para la reunión de apertura por un corte de luz programado, de
modo que se tuvo que realizar la reunión de apertura en la
iglesia de Florida, aunque en beneficio de los 50 o más
hermanos que concurrieron al templo de Palermo, se celebró
una reunión auxiliar en el subsuelo, bajo la dirección del pastor
Schubert.
El pastor E. N. Lugenbeal, presidente de la Unión Austral,
predicó en Florida el solemne sermón de apertura a un
auditorio que llenó el amplio local. Sabiéndose de antemano
que la asistencia del sábado de mañana excedería la capacidad
del templo de Palermo, se alquiló para las reuniones de los
adultos y jóvenes el Teatro Cine Park distante a sólo una cuadra
del templo, y el amplio local del teatro se llenó. Los niños se
reunieron en el templo, donde tuvieron bastante espacio para
estar cómodos. Se calcula que la asistencia en los dos lugares
alcanzó a un total de mil personas, mientras la ofrenda regular
de la escuela sabática fué de $241,49. El pastor R. R. Figuhr,
presidente de la División Sudamericana, predicó el sermón del
día, y fue emocionante ver la respuesta de los hermanos a su
invitación a una nueva consagración.
307
EL GRAN ACOPLE
A la tarde hubo un servicio bautismal en el templo de Palermo,
que estaba tan lleno que muchísimas personas no pudieron
hallar asiento. Fueron bautizadas 13 hermanas y 6 hermanos
procedentes de distintas iglesias de Buenos Aires. A pesar de la
aglomeración, los hermanos mantuvieron un orden excelente, y
era conmovedor escuchar las expresiones de santo gozo de los
presentes al contemplar el solemne rito. Los relatos de los
bautizados al contar cada uno la historia de su conversión
fueron escuchados con el más profundo interés.
El siguiente fin de semana se realizó un congreso regional en 9
de Julio, donde los esfuerzos del pastor Juan A. Bonjour fueron
coronados con un buen número de conversos. Cuatro fueron
bautizados en esa ocasión, y un buen número quedó para fin del
año. Además de los pastores Schubcrt y Aeschlimann de la
Asociación local, prestaron valiosos servicios el pastor H. O.
Olson, de la División Sudamericana y el pastor M. I. Fayard,
director de El Atalaya.
Otro congreso regional lleno de entusiasmo se celebró del 29 al
31 de octubre en Junín para los hermanos de Junín y los pueblos
vecinos, atendidos por Juan Kalbermatter. Asistieron de Buenos
Aires los pastores H. O. Olson, A. Aeschlimann, E. Brooks y el
activo secretario y tesorero de la Asociación, Alfredo Bellido. Las
reuniones fueron bien concurridas, y Dios bendijo ricamente los
308
EL GRAN ACOPLE
mensajes presentados. Seis almas fueron sepultadas en las aguas
del bautismo, y otras seis manifestaron su deseo de bautizarse en
una ocasión cercana.
El ultimo de esta serie de congresos regionales se efectuó en
Pergamino, en beneficio de la iglesia de ese lugar y de los grupos
atendidos desde allí, inclusive el de San Nicolás. De Buenos
Aires fueron a participar en las reuniones los pastores Schubert,
Lugenbeal, H. Peverini y A. Bellido. Otra vez se gozó de una
ocasión bendecida en que se sentía la presencia del Señor en rica
medida1.
1
Edgar Brooks, «Noticias del congreso bienal la Asociación Bonaerense»,
Revista Adventista, 18 de diciembre de 1944.12.
311
EL GRAN ACOPLE
CAPÍTULO VII: EL HOMBRE CORRECTO EN EL LUGAR
CORRECTO
313
EL GRAN ACOPLE
para satisfacer las necesidades de la población de América
Latina. Se presentó una metodología cuyos puntos destacados
armonizaba con el temperamento y la cultura de esos pueblos.
1
LeRoy Edwin Froom, «The Ministerial Association», General
Conference Session Bulletin, 15 de julio de 1950.,9.
314
EL GRAN ACOPLE
En ocasión del XLV Congreso de la Asociación General de la
Iglesia Adventista realizado ese mismo año, se nombró a Walter
Schubert como director del Departamento Ministerial de la
División Sudamericana, cargo que ocupó hasta junio de 1954.
Schubert comenzó a aplicar su método desde 1935, pero otros lo
incorporaron a partir de 1940. Recién cuando fue a trabajar a la
División, en 1947, y le tocó preparar a otros evangelizadores se
evidenció un cambio notable. En buena medida debido a su
influencia el crecimiento adventista en América del Sur se
incrementó rápidamente1.
1
Gary Land, Historical Dictionary of Seventh-Day Adventists (Scarecrow
Press, 2005).,297. R.A. Wilcox, «Evangelistic Expolsion in South America»,
Ministry Magazine, accedido 14 de abril de 2015,
https://www.ministrymagazine.org/https://www.ministrymagazine.org/archi
ve/1969/06/evangelistic-expolsion-in-south-america. ―El verdadero padre de
la evangelización de América Latina fue Walter Schubert. El reconoció la
necesidad de entender la psicología básica de la sociedad católica. La
metodología que él y sus colegas desarrollaron todavía está en uso hoy en día,
aunque modificado para cumplir con las condiciones actuales. Se pone
énfasis en hacer un impacto total en la ciudad o área en la que una campaña
se llevará a cabo. Ninguna otra religión es atacada de ninguna manera. La
verdad es su mejor defensa y prueba. Los temas iniciales presentados están de
acuerdo con las relaciones del hogar y la familia. Los temas doctrinales se
presentan habitualmente a través de un enfoque de enseñanza, de dos a tres
meses‖. James W. Zackrison, «Church Growth In Inter-America», Ministry
Magazine, accedido 14 de abril de 2015,
https://www.ministrymagazine.org/https://www.ministrymagazine.org/archi
ve/1977/09/church-growth-in-inter-america.
315
EL GRAN ACOPLE
Por ser el primer secretario ministerial de tiempo
completo para la División Sudamericana tuvo oportunidad de
preparar a otros evangelistas en métodos de evangelismo urbano.
El cambio fue impresionante. En 1948 los ministros de
Sudamérica condujeron 158 series de reuniones evangelizadoras
formales. Mientras que usualmente consideraban cincuenta
bautismos como una culminación exitosa de una serie de
reuniones, los bautismos de una sola campaña comenzaron a
alcanzar comúnmente un centenar.
1
Schubert, Walter, «Esfuerzo público en Arequipa», Revista Adventista, 3 de
enero de 1949.
316
EL GRAN ACOPLE
Predicó en Mendoza, Argentina, por dos meses y medio
en 19491. El 18 de marzo de 1950 comenzó una serie de
conferencias en Valparaíso, Chile, y luego en Guayaquil,
Ecuador. Realizó dos ciclos evangélicos en Brasil en 1952, uno
en San Pablo y otro en Río de Janeiro. Al mismo tiempo dirigió
una escuela evangelizadora para unos 25 pastores y empleados
de la iglesia que colaboraron con él.
1
Walter Schubert, «Las conferencias públicas en Mendoza», Revista
Adventista, de setiembre de de 1949.
317
EL GRAN ACOPLE
prácticas de evangelismo para otros ministros quienes más tarde
se independizaban para organizar campañas en busca de
feligreses en centros urbanos. La lista de ciudades grandes donde
predicaron ya sea Schubert o sus colegas incluía casi cada región
metropolitana grande en la División, aunque comunidades
menores de sólo 25.000 personas también llegaron ser el blanco
del nuevo evangelismo.
1
Schwarz, Greenleaf, y Education, Portadores de luz.,541
318
EL GRAN ACOPLE
Los mayores éxitos que comenzaron en 1935 se construyeron
sobre el tesón y aprendizaje de dos generaciones previas. La
iglesia nunca debe derribar lo pasado sino construir en base a
esto. Adaptar sin derribar, tal como hizo Schubert desde Liniers.
Lo pasado se edificó en base a sudor, lágrimas y oraciones. No
debemos subestimar ese legado.
1
H.O. Olson, «News Items», South American Bulletin, cuarto trimestre de
1944.
319
EL GRAN ACOPLE
y vincularse con obreros más experimentados. De este modo el
pastor Schubert iba siendo perfilado para algo más que
predicador: un verdadero multiplicador de evangelistas1.
El plan de vincular a los alumnos de Teología con el campo,
pastores en actividad y la evangelización real en el territorio
resultó efectivo y llegó para quedarse.
1
H.O. Olson, «The Biennial Session Of The Buenos Aires Conference»,
South American Bulletin, primer trimestre de de 1945.6.
320
EL GRAN ACOPLE
habitantes, dirigió, con la ayuda de solamente una obrera
bíblica, dos esfuerzos simultáneos, dando cinco sermones
evangélicos cada semana durante todo el año, exceptuando el
tiempo para la campaña de la Recolección. Además de sus cinco
sermones evangélicos cada semana y los de los sábados, halló
tiempo para hacer bastante obra personal, atendiendo con la
iglesia a 1.000 personas inscriptas en el curso de estudios
ofrecido por La Voz de la Profecía.
321
EL GRAN ACOPLE
que asisten. Hemos hecho propaganda con volantes, diario y
radio. Espero comenzar pronto a transmitir por la emisora local
La Voz Orientadora.
322
EL GRAN ACOPLE
tres veces por semana, y tuvo mucha confianza en el éxito, con
alrededor de diez personas preparándose para el bautismo. El
pastor Bernhardt, además de predicar tres veces por semana en
Rivera y atender los servicios del sábado, sin ayuda alguna, se
trasladaba cada tres semanas a la ciudad de Tacuarembó, donde
permanecía desde el miércoles hasta el sábado realizando tres
reuniones evangélicas y visitando a un grupo grande de personas
interesadas por el director del grupo. En Santiago de Chile, el
pastor Alfredo Aeschlirnann dictó un ciclo de conferencias en
Porvenir, y junto con el hermano Bacigalupí dio otro en
Cisterna y La Legua. También el hermano Mora dictaba
conferencias en la iglesia de Quinta Normal. Como se ve,
muchos pastores distritales hicieron tiempo en su apretada
agenda para la evangelización pública continua.
324
EL GRAN ACOPLE
Iuorno, de la Misión Uruguaya, un aspirante, y las señoritas
Ester Iuorno y otra misionera.1
Los hermanos de las tres iglesias de Montevideo se alegraron con
la noticia, recibida en los primeros días del año en curso, por la
cual se anunciaba que el pastor D. Hammerly Dupuy daría un
ciclo de conferencias de vastos alcances, a fin de dar
oportunidad a la mayor parte de la ciudad de conocer la verdad
presente.
Con la oportuna intervención del hermano Arturo Beskow de la
iglesia central, se obtuvo una recomendación para el SODRE de
una persona muy influyente del gobierno, por medio de la cual,
si bien con un poco de demora, se obtuvo respuesta favorable.
Rápidamente se repartieron 2.000 afiches murales, 30.000
invitaciones y 2.000 cartulinas para las vidrieras. Felizmente la
fuerza de la iglesia adventista, los miembros laicos, prestó su más
amplio apoyo. Comisiones de hermanas visitaron los comercios
de las principales calles, y con facilidad consiguieron que se
colocaran en las vidrieras las hermosas cartulinas que
anunciaban las dos primeras conferencias; los afiches fueron
pegados por personas del oficio, y de las 30.000 invitaciones,
enviaron 10.000 por carta y las 20.000 restantes llegaron a su
destino por medio del trabajo esforzado de los hermanos. Al
pastor Hammerly le tocó visitar los diarios, logrando que los
1
Lugenbeal, E.N., «Avance Evangélico en la Unión Austral», Revista
Adventista, 23 de julio de 1945.11.
325
EL GRAN ACOPLE
nueve diarios importantes de la ciudad publicaran con mayor o
menor extensión, el anuncio de las conferencias.
1
Juan Bonjour, «Obra Evangélica en Montevideo», Revista Adventista, de
setiembre de de 1945.11.
326
EL GRAN ACOPLE
327
EL GRAN ACOPLE
obra fue publicada en Buenos Aires bajo el título ―Introducción
al Estudio de las Religiones.‖ El prólogo de ese libro fué
preparado por un político argentino, el Dr. Nicolás Repetto, a
quien tuve el placer de ver más de una vez entre los concurrentes
a las conferencias. Entre los diversos párrafos del prefacio
aparecen los siguientes que se refieren a las conferencias en un
tono que manifiesta la amargura de los ateos y escépticos más
destacados al comprobar que se ponía en tela de juicio nada
menos que los postulados evolucionistas del materialismo. He
aquí los párrafos aludidos: ―Nuestra afinidad espiritual nos llevó
a considerar, con idéntico interés e igual alarma, la obra de
propaganda creacionista que muy hábilmente realizaba en
Montevideo un entusiasta adventista llegado hacía poco de
Buenos Aires. Sirviéndose de un sistema de propaganda muy
atrayente, este predicador creacionista conseguía llenar
totalmente de público, en el que predominaban los alumnos de
los liceos, los mejores teatros y salas de espectáculos de
Montevideo, al que ofrecía habilísimas conferencias ilustradas
con proyecciones luminosas sobre los orígenes : el universo, la
tierra, la vida, el hombre, etcétera. Pasaba en revista, con no
poca malicia, la sucesión de hipótesis y teorías emitidas por los
hombres de ciencia para explicar dichos orígenes, y las sometía
luego a un desmenuzamiento crítico arbitrario, confuso y
tendencioso, para terminar siempre desestimándolas en
totalidad y presentando la hipótesis creacionista como la única
que podía y debía satisfacer a la mente humana. No dejaron de
328
EL GRAN ACOPLE
producirnos cierta pena estas conferencias, pronunciadas en una
ciudad culta y liberal como Montevideo, y dedicadas
especialmente al alumnado de los liceos, cuyo libre desarrollo
mental se trataba dé perturbar introduciendo el dogma para
explicar lo que está reservado únicamente a la ciencia‖.
329
EL GRAN ACOPLE
certezas, en medio de un mundo plagado de dudas y egoístas
rivalidades1.
1
Daniel Hammerly, «Cuando los Ateos Defienden su Credo», Revista
Adventista, 25 de agosto de 1947.12.
330
EL GRAN ACOPLE
el derramamiento pentecostal del Espíritu de Dios pueda
realizarse. Que en todas nuestras asociaciones, misiones e
iglesias se den inmediatamente los pasos para lograr la
activa participación de los miembros de la iglesia en
todas las formas posibles del esfuerzo de ganar almas.
Que apelemos a los miembros de iglesia que se han
instalado o están por instalarse en centros ya demasiado
poblados de adventistas para que atiendan el consejo del
espíritu de profecía y se instalen en barrios necesitados
donde no hay o son pocos los creyentes, y ayuden a
organizar nuevas iglesias dondequiera que sea posible.
Que las asociaciones y misiones estudien especialmente
la organización y utilización de sus fuerzas
evangelizadoras teniendo en vista la distribución de los
pastores en forma tal que los obreros más capacitados
para hacer un trabajo agresivo de evangelización puedan
dedicar la mayor parte de su tiempo a ese ramo de
trabajo en particular mientras que otros menos dotados
en ese aspecto sean llamados a otras actividades donde se
pueda sacar la mayor ventaja de su capacidad.
Que sean cuidadosamente escogidos nuevos reclutas
evangélicos asegurándose de que sólo sean empleados
aquellos individuos que ofrecen la evidencia de que han
331
EL GRAN ACOPLE
sido llamados por Dios para la obra del ministerio y
tienen éxito en ganar hombres y mujeres para Cristo.
Que al hacer los planes en colaboración con los obreros
para la futura obra evangélica, los directores de la
asociación traten de animar a los jóvenes pastores y les
ayuden así en lo que sea posible para que tengan más
éxito como ganadores de almas.
Que a fin de inspirar en los jóvenes que asisten a
nuestros colegios el deseo de dedicar sus vidas a la obra
evangélica se hagan, donde sea posible, aquellos arreglos
para que los evangelistas experimentados visiten nuestros
colegios y presenten lo que Dios reclama de los jóvenes
en favor del ministerio, relatándoles la historia de lo que
Dios ha llevado a cabo mediante sus esfuerzos personales
para la evangelización.
Que los aspirantes al ministerio dediquen su tiempo al
evangelismo y no a la obra entre las iglesias como
pastores 'de las mismas o directores de distrito.
Que durante el primer año de trabajo aprendan, en
primer lugar, el arte de ganar almas personal y
directamente, sin la ayuda de otros obreros bíblicos o
colaboradores.
332
EL GRAN ACOPLE
Que en ocasión de las sesiones de las asociaciones o
misiones y en los exámenes anuales, los comités tengan
mayor cuidado al considerar la actuación de cada obrero
en el trabajo de ganar almas, cuando se trata de renovar
las licencias o credenciales para un período adicional de
servicio.
Que al elegir directores para las asociaciones o misiones,
se tenga especial cuidado en nombrar comités que
aseguren en lo posible la elección de hombres
respaldados por una experiencia pastoral y
evangelizadora suficiente para tener la necesaria
comprensión de la obra de evangelización y un interés en
la misma quo les induzca a dirigir a sus colaboradores así
como a las iglesias en un esfuerzo poderoso y agresivo
para ganar almas.
Que cada unión tome las disposiciones necesarias para
que se celebre una reunión de los presidentes de su
campo con el objeto de trazar un programa definido de
evangelización proporcionado a la urgencia y a la
necesidad de nuestros días la palabra con poder y
333
EL GRAN ACOPLE
muchas conversiones como resultado, y la entrega de loa
bienes a la obra para el progreso de la misma‖.1
Con este gran respaldo administrativo, el evangelismo público
siguió creciendo. Toda la iglesia debe encolumnarse detrás del
evangelista local o regional.
1
Edgar Brooks, «Importante Acuerdo Sobre Evangelismo», Revista Adventista,
11 de marzo de 1946.4.
334
EL GRAN ACOPLE
nuestra misión solamente por medio de una obra evangelística
siempre en aumento‖.
1
John Lewis Shuler, «El Mundo de la Posguerra y el Evangelismo», Revista
Adventista, 8 de abril de 1946.2.
335
EL GRAN ACOPLE
de continuo, comienza a menguar absorbido por otras tareas
eclesiásticas.
Ciclo en Arequipa
1
Seventh-day Adventist Sabbath School Department, «Missions
Quarterly» (Washington, D.C, segundo trimestre de de 1951).,16.
338
EL GRAN ACOPLE
a la promoción de la evangelización.1 Un tiempo luego de
designado emprendió un esfuerzo público en Arequipa junto a
Francisco Scarcella, el evangelista de la Unión Incaica, uno de
sus pastores en Buenos Aires, Segundo Andrade, el pastor de la
zona, y los hermanos José Linares, Daniel Flores, Antenor
Salazar, Sergio Bendrell, Lilian Bendrell y la esposa del pastor
Andrade. Emprendió esa tarea luego de estudiar un tiempo en
los Estados Unidos2.
Schubert declaraba en 1949 que "constantemente recibo cartas
de diferentes evangelistas y presidentes, contándome la alegría y
las grandes bendiciones que están recibiendo a través de los
resultados de su nueva visión en el evangelismo. Varios
trabajadores me han escrito que nunca en su vida han tenido
tantos bautismos como este año."3
La ciudad de Arequipa, la "Roma" de Perú, como la llamaban los
propios católicos, tenía entoces una población de entre sesenta y
setenta mil habitantes y la mayoría de este número estaba
compuesto por católicos firmes. Había allí 58 iglesias y escuelas
católicas grandes, y la membresía adventista era de solo treinta
feligreses. Como no fue posible alquilar una sala adecuada para
1
Reuben Fighur, «Changes In Division Personnel», South American Bulletin,
tercer trimestre de 1946.6.
2
Froom, Le Roy Edwin, «News and Notices», Ministry, enero de 1947.2.
3
Schubert, Walter, «With Your Association Secretaries Headquarters Staff
And Overseas Divisions», Ministry, marzo de 1949.19.
339
EL GRAN ACOPLE
el esfuerzo y, con pequeñas refacciones en el interior del templo
adventista se logró aumentar la capacidad de los asientos hasta
casi 300. Pero la asistencia fue mucho mejor de la esperada.
Durante las dos primeras semanas hubo un promedio de
aproximadamente 450 personas presentes cada noche, lo que
significó que ni siquiera había espacio para estar de pie en la sala
principal ni en la planta baja, donde se había instalado un
altavoz. Cada silla estaba ocupada.
Las primeras dos semanas los misioneros trabajaron con gran
libertad. Sin embargo, a partir de la tercera semana, un
sacerdote jesuita, acompañado por jóvenes de la Acción
Católica, apareció en la entrada de la iglesia, diciéndole a la
gente que no entrara al edificio; que no era correcto que los
católicos escucharan un discurso protestante; que las personas
de adentro eran de Lutero y del diablo. Al mismo tiempo que
hablaban, distribuían literatura difamatoria contra los
adventistas. A pesar de ello, las personas continuaron asistiendo
a las reuniones mientras el sacerdote con sus jóvenes seguían
frente a la iglesia o en la esquina, entregando literatura y
procurando persuadir a la gente para que no ingresara a la
iglesia. Después de esta propaganda intensiva en la entrada de la
iglesia y la propaganda continua por la distribución de
diecinueve folletos diferentes contra el adventismo,, así como la
propaganda de radio, la asistencia se redujo a un promedio de
340
EL GRAN ACOPLE
aproximadamente 350 cada noche, pero aun así la iglesia estaba
llena, con gente siempre de pie.
Fue un espectáculo maravilloso ver cómo las personas seguían
llegando a pesar de la persecución y la oposición. Cuando se
presentó el tema del reposo en sábado, 230 personas firmaron la
tarjeta de decisión para guardarlo. El blanco de cien almas
parecía cristalizarse. El 28 de agosto de 1948 bautizaron los
primeros frutos del esfuerzo: 25 almas preciosas. Uno de los
bautizados era un anciano ex adventista. Cuando recibió el
volante de la reunión de apertura, cuyo tema era "La bomba
atómica y el fin del mundo", decidió estar presente. Llegó la
noche siguiente y la siguiente, y continuó asistiendo junto a toda
su familia. Mientras asistía a las reuniones, la esperanza de
advenimiento comenzó a arder de nuevo en su corazón y, a
partir de la tercera semana, dejó de fumar. Esta fue una
verdadera batalla para él. Se llenó de alegría cuando nuevamente
se convirtió en un hijo de Dios, y su felicidad se hizo mayor
porque sus hijos y sus nietos tomaron junto a el la decisión de
ser bautizados. El 2 de octubre, veinte personas más se
bautizaron, lo que elevó la membresía a 75.1 Walter Schubert
comenzaba a demostrar en los terrenos más resistentes la
1
Walter Schubert, «Public Effort at Arequipa, Peril», South American Bulletin,
diciembre de 1948.2.
341
EL GRAN ACOPLE
efectividad de su enfoque evangelizador adaptado al público
católico.
Ciclo en Montevideo
342
EL GRAN ACOPLE
conmovidos. Entre este grupo se encontraban varias personas de
alto nivel social.
343
EL GRAN ACOPLE
reprendiera los poderes de la oscuridad. Las peticiones fueron
respondidas1.
1
Walter Schubert, «Public Effort in Montevideo», South American
Bulletin, febrero de 1948.,2.
344
EL GRAN ACOPLE
evangelización resuena por todo el Perú, y confiamos en que éste
sea el mejor año de la historia denominacional en este país, en
lo que a evangelismo se refiere‖, se entusiasmaba el
administrador incaico.1
1
Lugenbeal, E.N., «La Evangelización en el Perú», Revista Adventista, de
setiembre de 1948.12.
345
EL GRAN ACOPLE
1
Reuben Fighur, «La División Sudamericana», Revista Adventista, 1 de marzo
de 1948.7.
346
EL GRAN ACOPLE
Evangelio por todo el mundo. No nos dijo: ―Construid
sanatorios,‖ ―publicad libros,‖ ni ―equipad escuelas,‖ sino: ―Ve, y
anuncia el reino de Dios. La predicación del Evangelio debe ser
el tema que más preocupe a nuestras juntas y que más se
destaque en nuestros planes y en nuestro presupuesto. No
desmerezco en forma alguna la obra de los demás
departamentos, pues todos son necesarios; y me gusta trabajar
por todos ellos; pero debemos reconocer que la obra se
terminará sólo mediante la evangelizaron en gran escala. Oro
porque todas las juntas de nuestras uniones y asociaciones
consideren su preocupación principal la predicación del
Evangelio en toda ciudad, pueblo y aldea de su territorio‖. Ese
año fue señalado notablemente por la evangelización en toda la
División. Se llevaron a cabo 158 esfuerzos públicos. Algunos de
ellos eran pequeños, otros grandes1.
1
O.A. Blake, «El Concilio de la División Sudamericana», Revista Adventista, 2
de mayo de 1948.6.
347
EL GRAN ACOPLE
Al mes siguiente, el evangelista de la Unión, pastor Daniel
Hammerly, inició un ciclo de conferencias. Las primeras dos
conferencias fueron dictadas en el Teatro Municipal, cedido
gratuitamente y patrocinadas por la presidencia de la República.
A la primera asistieron ochocientas personas y ese mismo día
estalló la revolución que derrocó al general Morínigo. Mientras
el pastor Hammerly estaba hablando, se combatía en distintos
sectores de la ciudad. Al finalizar la reunión los asistentes
dudaban entre quedar en el teatro o dirigirse a sus hogares. El
tema ―América y la Bomba Atómica‖ interesó grandemente al
público, el cual quedó muy impresionado. Las ocho conferencias
siguientes fueron pronunciadas en el salón de la Sociedad
España, cuya capacidad resultaba insuficiente para acomodar a
las ochocientas personas que asistían a cada reunión. Muchos
quedaban fuera del salón y se subían a sillas y mesas para poder
ver al orador. La décima conferencia se dictó en el Teatro
Municipal con una asistencia de mil quinientas personas,
notándose jla presencia de militares y miembros del clero: ésta
versaba sobre ―Gandhi y Cristo.‖ Se recogieron 1.218
direcciones de personas que solicitaban publicaciones
adventistas.
348
EL GRAN ACOPLE
revolución; el sucesor de Morínigo, Dr. Frutos, había sido
reemplazado por Natalicio González. En un ambiente de
incertidumbre se desarrollaba el esfuerzo. Las reuniones había
que celebrarlas de día, antes de la puesta del sol para que la
gente pudiera volver a sus hogares antes de que se hiciera muy
obscuro. Al oscurecer no se veía a nadie por las calles y de tanto
en tanto se oían disparos de armas de fuego en distintos lugares.
349
EL GRAN ACOPLE
fue dominada; entonces se vió a centenares de mujeres ante la
verja de hierro de la Jefatura de Policía, que clamaban por
informes acerca de sus familiares. El mismo espectáculo se
presenció delante de los hospitales colmados de heridos. El
número de víctimas fue muy elevado.
350
EL GRAN ACOPLE
tuvieron temor.1 No hay tiempo donde no se puede predicar el
mensaje de manera abierta y valiente.
1
A. Ascione, Andrés, «La Obra en Asunción», Revista Adventista, 2 de mayo
de 1948.8.
2
O.A. Blake, «New Notes», South American Bulletin, marzo de 1949.8.
351
EL GRAN ACOPLE
Las hermanas A. de Schubert y M. Bacigaluppi eran fieles
obreras bíblicos. Las reuniones se hicieron más atractivas debido
al coro de la iglesia bajo la entusiasta dirección de Flora Beskow.
El hermano R. Valderrama, se ocupó muy económicamente de
los folletos y los gráficos utilizados para invitar a las personas a
las reuniones. El hermano Itin se encargó de los registros
musicales y Erwin Beskow operó el proyector.
Como se mencionó ya, el pastor Schubert estuvo a cargo de las
reuniones celebradas en el nuevo edificio de la iglesia durante
dos meses y medio. Empezaron el 24 de abril con tres
conferencias a la semana: el jueves, el sábado y el domingo a las
21:15. El martes por la noche realizaban un estudio bíblico. La
asistencia promedio fue de unos 300.
Después de tres sermones sobre el tema del sábado, 183
personas firmaron la promesa de guardar el día del Señor. Se les
invitó a comenzar con el próximo sábado viniendo para los
servicios de la mañana. Allí W. Schubert recuerda que
―¡Cuál fue nuestra sorpresa al ver a 55 nuevas personas
en la iglesia la mañana del sábado siguiente! El siguiente
sábado este número había aumentado a 65. Cuando
hablamos sobre el bautismo y su significado y explicamos
los fundamentos de las doctrinas adventistas, 104
personas firmaron un pergamino especialmente
352
EL GRAN ACOPLE
preparado que estaba sobre la mesa delante del púlpito,
lo que significaba su deseo de participar en esta
ceremonia‖.
Fue una escena muy impresionante. Los hermanos de Mendoza
habían estado orando tres veces al día, por 100 almas. Con la
ayuda del Señor se ganaron muchas victorias durante el esfuerzo.
Los rebeldes regresaron a la iglesia, los hermanos que habían
perdido su experiencia de "primer amor" fueron restablecidos en
el mensaje, y hombres y mujeres del mundo prometieron
abandonar los vicios, los placeres mundanos y cualquier cosa
que pudiera mantenerlos alejados de Dios1
El Evangelismo en Marcha
1
Walter Schubert, «Public Effort in Mendoza», South American Bulletin, agosto
de 1949.2.
353
EL GRAN ACOPLE
Juan Riffel y Humberto Cairus y gracias a la cooperación
abnegada de los hermanos, esperamos que en algunos años se
duplique el número de fieles‖
354
EL GRAN ACOPLE
entonces diez mil habitantes. Más de trescientas personas
asistieron a las reuniones y las perspectivas fueron halagüeñas.
355
EL GRAN ACOPLE
personas allí. El pastor Benjamín Riffel, director de varios
departamentos de la Unión Incaica, a pesar de la campaña de la
Recolección Anual y de sus deberes como director de colportaje,
dirigió un esfuerzo público en la ciudad de Moyobamba, Perú,
con la ayuda del pastor Alomía. Asistieron más de cuatrocientas
personas cada vez. Cuando se presentó el tema del sábado, 113
personas firmaron la promesa de observarlo, 65 de las cuales
asistieron al culto el próximo sábado de mañana. Los hermanos
confían en que a lo menos cincuenta de estos nuevos creyentes
podrán ser añadidos a la iglesia. En todas partes se estaba
produciendo un despertar de la obra evangélica, porque los
hermanos y sus dirigentes tuvieron la convicción de que el Señor
vendría pronto, debido a que las señales de su regreso se multi-
plicaban por doquier.‖1
1
Schubert, Walter, «El Evangelismo en Marcha», Revista Adventista, febrero
de 1950.10
356
EL GRAN ACOPLE
presidente de la Unión, Alfredo Aeschlimann, y ocho
presidentes locales de diversos campos de la división. Las clases
se llevaron a cabo en dos secciones, el grupo más grande fue el
que hablaba español, integrado por misioneros de Argentina,
Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Bolivia y Uruguay; y el grupo
más pequeño, la sección portuguesa de las diversas asociaciones
que conformaban Brasil. La mayoría, aunque no todos, eran ya
ciudadanos de segunda generación de los países sudamericanos.
Esto denotaba un recambio en el liderazgo misionero.
357
EL GRAN ACOPLE
progresivo desarrollo de la interpretación profética a través de
los siglos. El énfasis espiritual y la exaltación de Cristo en todas
las enseñanzas y predicaciones fueron notablemente enfatizados
en el aula, los servicios sabáticos, y los devocionales. Muchos de
estos hombres que asistieron a las clases nunca podrían haber
viajado a los Estados Unidos para tomar clases de tanto nivel.1
1
Froom, Le Roy Edwin, «Successful Extension School in South America»,
Ministry, mayo de 1950.22
2
Roy Allan Anderson, «Two Special Features», Ministry, mayo de 1950.26.
358
EL GRAN ACOPLE
Adventista de Wàshington‖ que se dictara en Sudamérica. ―Los
que asistimos al mismo, consideramos que fue un verdadero
privilegio y una gran bendición el poder recibir las lecciones que
impartieron los tres profesores que fueron enviados. No sólo
porque gozamos de su erudición y amplios conocimientos en las
materias que enseñaron, sino también porque lograron inspirar
en nosotros un profundo anhelo de mayor consagración a la
obra del Señor, ampliando la visión de nuestras oportunidades
al promoverla‖, declaró J. Bonjour.
359
EL GRAN ACOPLE
dia con sus destacados intérpretes. Después encontraron que los
reformadores habían sido asiduos estudiantes de las profecías y
lo mismo sus continuadores. Finalmente llegaron a los
precursores del movimiento adventista y a sus mismos
propulsores. Todos notaron que al adventismo fue un
movimiento de recuperación de verdades que otros ya habían
anunciado, y una continuación y consumación antes que
innovadores de la interpretación de los símbolos proféticos.
1
Juan Bonjour, «Impresiones Sobre el Curso de Extensión del Seminario»,
Revista Adventista, 3 de abril de 1950.5.
360
EL GRAN ACOPLE
Más Evangelismo en Paraguay
361
EL GRAN ACOPLE
362
EL GRAN ACOPLE
publicaciones. Además de esto tuvieron lluvia y más lluvia, lo
cual en la ciudad que solo tenía seis cuadras pavimentadas y dos
alumbradas convertía la travesía al salón en una aventura en los
lodazales oscuros.
1
Bert Elkins, «El Evangelismo en Paraguay», Revista Adventista, 3 de abril de
1950.8.
363
EL GRAN ACOPLE
continente se avanzó con denuedo. Hubo una reducción de los
esfuerzos más pequeños y un aumento de los más grandes, en los
cuales tres o cuatro pastores se asociaron en un solo ciclo para
formar una sinergia positiva. Aunque se cubriera menos
territorio, con este método se bautizaron más personas y se
desarrollarán iglesias más fuertes.
El evangelista de la Unión Austral, Daniel Hammerly, realizó un
extenso esfuerzo público en la ciudad de Asunción, Paraguay, y
que la membresía de Asunción fue aumentando. El evangelista
de la Unión Incaica, Francisco Scarcella, asistido por
colaboradores muy fieles, sostuvo dos grandes series en la ciudad
de Lima e Iquitos, Perú. Solo en Lima se bautizaron 102
personas. El pastor Hugo Beskow, con sus colaboradores,
emprendió un esfuerzo en Mendoza, Argentina, con resultados
muy gratificantes. Incluso el presidente de la Misión de la Costa
Norte, a pesar de sus responsabilidades administrativas, realizó
un esfuerzo público en la ciudad de Terezina, en el norte de
Brasil, la ciudad más calurosa de todo Brasil y muy católica en su
entorno. Cuando el pastor Storch comenzó a trabajar en esta
ciudad, no había adventistas entre los 80.000 habitantes, pero
como resultado de este esfuerzo, a pesar de la gran persecución
que tuvo que sufrir junto a sus colaboradores, más de cincuenta
personas se bautizaron y la Escuela Sabática logró una
membresía de más de 100. El pastor Geraldo Oliveira y sus
364
EL GRAN ACOPLE
colaboradores ingresaron a la ciudad de Piracicaba, Estado de
Sao Paulo, donde no había adventistas, y formarorn una Escuela
Sabática organizada con 67 miembros como resultado de su
trabajo. El pastor Aracely Mello se sumó a la ola realizando el
primer esfuerzo en un tabernáculo portátil en América del Sur,
en la ciudad de Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil, con
gran éxito1.
Como resultado de las campañas de evangelización y la
cooperación de los fieles laicos en toda la División, durante el
período de 4 años de 1942 a 1945 se bautizaron 12.558, y
durante el cuadrienio posterior se bautizaron 17.024, o un
aumento saludable de 4.466 almas2. Debido al entusiasmo
desarrollado a través del Curso de Extensión del Seminario
Teológico se decidió establecer una meta para 1950 de 7.500
bautismos; y a partir de 1951 no bautizaron menos de 10.000 al
año. También se adoptó un lema para 1950: "Evangelizar América
Del Sur Con Poder".3 Fue muy alentador ver cómo el número de
1
Roy Allan Anderson, «Introducing Association Secretaries of Overseas
Divisions», Ministry, enero de 1951.8.
2
Schubert, Walter, «Ministerial Association», South American Bulletin, febrero
de 1950.2.
3
O.A. Blake, «A Miniature General Conference», South American Bulletin,
abril de 1950.2.
365
EL GRAN ACOPLE
almas ganadas cada año iba aumentando constantemente1.
Habían comenzado a pensar, hablar y planificar para obtener
mejores resultados2.
Predicad el Evangelio!
1
Schubert, Walter, «South American Division», Ministry, abril de 1951.32.
2
Reuben Fighur, «President Report», South American Bulletin, abril de 1950.2.
366
EL GRAN ACOPLE
El pastor Eduardo Torreblanca, evangelista de Chile, bajo la
dirección divina y con la fiel cooperación del pastor O. R. Scully
y los abnegados miembros de la iglesia de Porvenir, Santiago de
Chile, dicto una serie de conferencias públicas. Como resultado
de este esfuerzo, se bautizaron cincuenta almas.
367
EL GRAN ACOPLE
permitió su tiempo, el secretario- tesorero de la Misión,. Dale M.
Ingersoll. Cuando se presentó el tema del sábado, algo más de
500 personas firmaron una tarjeta de compromiso. Los
hermanos, juntamente con los obreros, oraban tres veces al día
por el blanco de cien nuevos conversos, pero el Señor, mediante
su Espíritu Santo, ha impresionado de tal manera los corazones
de los asistentes a las conferencias y las clases bíblicas, que se
calcula que no menos de 250 almas fueron bautizadas como
resultado de este esfuerzo público. Los abnegados miembros de
la iglesia de Guayaquil contribuyeron con 10.000 sucres a este
esfuerzo. Es interesante hacer notar que varias personas cultas e
influyentes de la ciudad abrazaron el último mensaje de gracia.
El sábado 28 de octubre de 1950 fueron bautizadas las primeras
cuarenta almas y se anunció que muchas otras se estaban
preparando para un futuro bautismo.
368
EL GRAN ACOPLE
presidente de un campo tan grande haya encontrado tiempo
para ocuparse en la más noble tarea que existe: la de salvar a los
perdidos.
1
Schubert, Walter, «Predicad el Evangelio», Revista Adventista, febrero de
1951.10 Schubert, Walter, «Pregai o Evangelho», Revista Adventista, edición
brasileña, febrero de 1951.
369
EL GRAN ACOPLE
Ciclo en un Tabernáculo Portátil en Porto Alegre
1
Charles Everson, «The Kansas City Tabernacle», Review and Herald, 21 de
abril de 1921; Charles Everson, «Close Of The Tabernacle Campaign In
370
EL GRAN ACOPLE
donde el pastor Ricardo Wilfarth celebró una serie de reuniones
para el público. El costo de ese tabernáculo en el Brasil no fue
excesivo, porque estaba armado completamente de madera y el
techo era de tejas francesas. En la República Argentina, un
tabernáculo del mismo estilo, construido de acero y techo de
hierro galvanizado, podría comprarse por el mismo precio.1
El enérgico presidente del campo misionero de Rio Grande do
Sul, el pastor Renato Oberg, organizó un gran esfuerzo en Porto
Alegre, para amonestar una población de alrededor de 400000
habitantes. El evangelista a cargo del esfuerzo fue Aracely Mello,
asistido por el fiel pastor Roberto Azevedo de la iglesia de Porto
1
R. Belz, «Report of the South Brazil Union», South American
Bulletin, febrero de 1951.,6.
372
EL GRAN ACOPLE
Las conferencias se dieron en un orden preestablecido. Primero
la congregación aceptó la Biblia como su guía de vida y como la
Palabra de Dios. A continuación, se presentaron las preciosas
doctrinas de la segunda venida de Cristo. Cuando se dio la
última conferencia de esta serie, toda la congregación aceptó las
doctrinas, prometiendo prepararse para este maravilloso evento
y reconocerse como adventistas. La tercera serie de conferencias
fue sobre el tema del Pan de Salvación, y fue una inspiración
para todos ver que la audiencia aceptara a Cristo como un
Salvador del pecado y el Sustentador en la vida espiritual. En
este punto del ciclo comenzó la clase bíblica del martes por la
tarde, la cual continuó hasta el final, con una asistencia de 90 a
150. La regla general fue dedicar los primeros quince minutos
de esta hora de estudio bíblico a familiarizar a todos con el
manejo de la Biblia, memorizando primero los 27 libros del
Nuevo Testamento. Todos fueron invitados a traer su Biblia a la
clase, pero muchos no poseían un ejemplar, por lo que se
vendieron más de cien Biblias durante el tiempo del esfuerzo.
Además, se vendieron libros pequeños, lo que ayudó a las
personas a leer la verdad por sí mismos. Los miembros de la
clase bíblica mostraron un profundo interés en un plan que se
llevó a cabo al dar una breve sinopsis de cuatro libros de la
Biblia cada noche de clase antes del estudio general. Por este
medio, la clase se familiarizó con el contenido principal de todos
373
EL GRAN ACOPLE
los libros, así como los nombres de los autores y el año
aproximado en que se escribió cada libro. El resto de la hora se
dedicó a un estudio bíblico, y cada participante recibió una
copia de la lección para que lo repasara en su casa. El equipo
siempre estuvo presente para ayudar a los que no estaban
familiarizados con la Biblia a encontrar los textos y las
referencias antes de que el maestro los leyera, de modo que cada
uno pudiera leer cada texto con sus propios ojos. Se dio permiso
para interrumpir en cualquier momento con un pregunta, si
estaba en armonía con el tema en cuestión. La clase aprovechó
este privilegio al ingresar al estudio de la Biblia, con el resultado
de que se creó más confianza y se ayudó a muchos a resolver sus
propias dudas y problemas.
El equipo consideró la posibilidad de realizar dos esfuerzos
menores simultáneamente con el grande. Esto se pensó con
prudencia y se alquiló un cine por 100 cruzeiros por noche en
una pequeña ciudad, de aproximadamente 5.000 habitantes, a
28 kilómetros de Porto Alegre. El pastor S. Gianini quedó a
cargo de las reuniones y la asistencia de 250 a 300 personas por
noche demostró lo acertado de la idea. El segundo esfuerzo más
pequeño fue en Niteroi, y se aseguró una sala con una capacidad
de 125 asientos. El pastor Roberto R. Azevedo quedó dirigiendo
este esfuerzo. Este pequeño salón estaba siempre lleno y muchas
veces desbordado. Antes de la finalización del esfuerzo principal,
374
EL GRAN ACOPLE
como resultado del trabajo fiel realizado en una serie anterior de
reuniones con el pastor Aracely Mello, y como resultado del
trabajo del pastor Roberto Azevedo en su iglesia, junto con el
esfuerzo unido de todos, se realizaron dos bautismos, uno con
44 candidatos y otro con 30.
Después del primer bautismo, se hizo un llamado al altar
invitando a adelantarse allí a quienes quisieran seguir al Señor
Jesús y ser bautizados. Sesenta y dos personas respondieron.
Lágrimas brotaban de sus ojos mientras caminaban en un
cuerpo hacia el frente del tabernáculo. Mientras que el resto de
la audiencia vio a los que respondieron al llamado, sus
corazones también fueron conmovidos por el Espíritu Santo al
contemplar es aimagen de la abundante gracia de Dios. La
celebración de estos tres esfuerzos no solo significó un gran
avivamiento en la iglesia en sí, sino que también muchos
miembros infieles de la iglesia han prometieron dejar que Cristo
gobierne sus vidas. Los esposos no convertidos de varias de
nuestras hermanas aceptaron la verdad; algunos niños y muchos
jóvenes decidieron seguir al Señor y renunciar a los placeres
mundanos. Unos pocos que habían apostatado hace años
volvieron de nuevo a la iglesia, y sobre todo, muchas almas
nuevas (ateos, agnósticos, católicos, protestantes) aceptaron el
mensaje del Tercer Ángel con gran alegría en sus almas.
375
EL GRAN ACOPLE
El pastor Mello, por el resto del año, dio conferencias cada
domingo por la noche contando con el mayor interés. También
continuó con una clase de Biblia todos los martes por la noche.
Valía la pena mantener esfuerzos evangelísticos continuos en las
grandes ciudades. Para fines de 1950, el equipo de obreros de
Porto Alegre esperaba bautizar al menos a otros 80 nuevos
conversos."1 Las iglesias de Porto Alegre quedaron tan
abarrotadas que fue necesario construir otras nuevas para poder
acomodar a la gente. En un lugar hubo tres servicios cada
sábado: uno para los niños, otro para los jóvenes y un tercero
para los adultos.2
1
Walter Schubert, «The Tabernacle Effort at Porto Alegre, Brazil», South
American Bulletin, junio de 1950.3.
2
Belz, «Report of the South Brazil Union».6.
376
EL GRAN ACOPLE
se llevó a cabo un avivamiento para los 97 miembros de la
iglesia. Los pecados fueron confesados y los miembros cedieron
al control del Espíritu Santo. Schubert trabajó junto al
evangelista S. E. Andrade y sus colaboradores. El esfuerzo se
abrió en la tarde del 17 de agosto y continuó hasta el 28 de
octubre. La asistencia fue extraordinariamente buena en cada
reunión. Se visitaron semanalmente más de 500 hogares de
personas interesadas y todo el personal estuvo siempre listo, día
y noche, para trabajar en este esfuerzo por ganar almas. El
presidente de la misión, A. M. Tillman, a pesar de sus muchas
responsabilidades, encontró tiempo todas las tardes y noches en
las que no había reuniones públicas para visitar a personas
interesadas, darles estudios bíblicos o literatura, y distribuir
folletos. El hermano Dale M. Ingersoll, el tesorero de la misión,
hizo lo mismo en la medida en que su tiempo lo permitía. La
noche cuando se presentó la verdad del sábado, cerca de 500
personas firmaron la tarjeta de compromiso, que estaba
redactada de la siguiente manera:
"Al darme cuenta de que el séptimo día de la semana o
sábado es el día del Señor, resuelvo con la ayuda de Dios
mantenerlo como su día santo y obedecer todos sus
mandamientos".
377
EL GRAN ACOPLE
A la mañana siguiente había 350 personas presentes, incluidos
los miembros de la iglesia. Esta asistencia no solo se mantuvo
sino que fue aumentado. Además quedó sobrepasado el espacio
en el departamento de niños para todos los pequeños que se
acercaron con sus familias a las reuniones. Los trabajadores
relacionados con este esfuerzo fueron: el evangelista S. E.
Andrade, J. B. Pierce, pastor de la iglesia de Guayaquil; A. M.
Tillman, Jorge Rendon, J. Espinoza, los hermanos Eduardo y
Daniel Flores y D. M. Ingersoll; los instructores Romelia de
Rivadeneira, Luz Maria Freile y Cristina Coello, secretaria del
ciclo. La hermana Teresa Tillman hizo arreglos para tener
música especial en cada reunión. Tres veces al día, los miembros
de la iglesia se unieron con los obreros para orar por la meta de
100 nuevos conversos, pero el Señor, a través de su Espíritu,
obró tanto en los corazones de las personas que se esperaba que
250 fueran bautizados como resultado de este esfuerzo. Una
primera cosecha fue de 112 almas1. El eslogan de ―duplicar la
membresía‖ se iba convirtiendo en realidad2.
En un viaje por Brasil posterior a su presencia en Guayaquil
Schubert presenció la realización de una importante serie de
1
Adlai Esteb, «Itinerating the South America», South American Bulletin, mayo
de 1951.2.
2
Roy Allan Anderson, «Doubling Our Membership», Ministry, abril de
1951.52.
378
EL GRAN ACOPLE
reuniones públicas en Sao Paulo, Brasil. El evangelista Geraldo
de Oliveira fue el líder de este esfuerzo, asistido por seis
trabajadores. Su sala tuvo una capacidad para 400 personas y,
aunque estaba ubicada en una nueva sección de la ciudad,
siempre estaba llena de gente. El objetivo establecido por los
líderes fue de 80 almas. En poco tiempo se esperaba que en esta
nueva sección de la ciudad se estableciera una iglesia. El Dr.
Arno Schwantes, líder de las actividades misioneras en Sao
Paulo, junto con los fieles miembros de la iglesia, hicieron
mucho por el éxito de este esfuerzo.
En Montevideo, Uruguay, el pastor Humberto Cairus realizó 2
series de reuniones públicas, con la asistencia de un grupo de
miembros laicos que dedicaron su tiempo a reenviar el mensaje,
y como resultado, se bautizaron 40 almas preciosas. El pastor
Enrique Block, con tres colaboradores, realizó un esfuerzo en la
ciudad de Tandil, en la Provincia de Buenos Aires. A pesar de
las dificultades encontradas debido a la oposición, esperaban
bautizar 20 almas y con la ayuda del Señor durante el mes de
marzo de 1951, se organizaría la primera Iglesia Adventista Del
Séptimo Día en Tandil. En Buenos Aires y los suburbios
circundantes el trabajo también estaba progresando. El pastor
Samuel Weber esperaba agregar 30 almas a la iglesia de Palermo,
como resultado del trabajo evangelizador. El joven pastor Juan
379
EL GRAN ACOPLE
Tabuenca de la iglesia de Liniers esperaba agregar otros 30 a los
miembros1. El evangelismo ardía como reguero de pólvora.
Por la bendición de Dios y los fervientes esfuerzos de fieles
predicadores el total de bautismos en 1950 alcanzó a 4,849. La
membresía de División al 31 de diciembre de 1950 alcanzó los
56545. El aumento neto en membresía para el año fue de 3,563.
Para 1916, los miembros bautizados en la iglesia adventista del
séptimo día habían alcanzado un total de 4,903. En 1946, solo
treinta años después, la membresía total de la división había
alcanzado 43,076. Durante el período de treinta años, el
incremento neto anual promedio fue de 1,271. En el año 1916,
el aumento neto fue de 478. Era maravilloso darse cuenta de
que el movimiento adventista se hubiera arraigado en los países
de América del Sur y fuera en camino de convertirse en parte de
la vida nacional de estos países. Dos uniones pasaron la marca
del 1.000 bautismos. La Unión Incaica pasó los 1.000 en1949.
En 1950 los bautismos incaicos fueron 1.508. La Unión del Sur
de Brasil traspasó la marca de 1.000 bautismos en 1948. En
1950, los bautismos en el Sur de Brasil fueron de 1.372. El
trabajo de la escuela sabática en Sudamérica se estaba también
fortaleciendo con cada año que pasaba. El estudio de la Biblia
1
Schubert, Walter, «Preach the Gospel», South American Bulletin, enero de
1951.1.
380
EL GRAN ACOPLE
en las lecciones de la escuela sabática y el estudio de los
proyectos misioneros extranjeros presentados cada sábado
estaban impresionando a miles y aumentando la vida espiritual.
Avances Edilicios
381
EL GRAN ACOPLE
bado del segundo trimestre de 1951, destinado a esa
institución.1
1
Alfredo Aeschlimann, «La Unión Austral sigue adelante», Revista Adventista,
abril de 1951.7.
2
Walter Murray, «Forward to Victory in South America», South American
Bulletin, junio de 1951.1.
382
EL GRAN ACOPLE
que la Unión Incaica se fijara un blanco de 1.850 bautismos
para ese año, pero se aumentó este blanco a 2.550. Se
establecieron planes para celebrar servicios bautismales cada
trimestre en las iglesias. El pastor Francisco Scarcella, evangelista
de la Unión Incaica, emprendió un esfuerzo en Quito, la capital
del Ecuador y luego planificó otro en la ciudad de Trujillo, Perú,
donde se había terminado de construir un edificio de iglesia.1
1
Walter Murray, «Hacia la Victoria en Sudamérica», Revista Adventista, agosto
de 1951.7.
383
EL GRAN ACOPLE
Austral para tomar parte en la escuela práctica de evangelismo.
El pastor Schubert nos informó que el blanco de este esfuerzo
fue de cien bautismos.1
1
Victor Aeschlimann, «Ecos del Esfuerzo Evangélico Valparaíso», Revista
Adventista, setiembre de de 1951.8.
385
EL GRAN ACOPLE
Grandes Planes Locales
386
EL GRAN ACOPLE
Schubert empezaba en la ciudad de Valparaíso, Chile, con una
asistencia de 750 personas en la primera reunión. Estas
reuniones se celebraron en nuestro templo, el cual tenía
capacidad para sólo 500 personas sentadas. La segunda noche la
asistencia fué de 600; la tercera de 800 y la cuarta la misma
cantidad.
387
EL GRAN ACOPLE
Esta cantidad de concurrentes se mantenía a mes y medio de
iniciado el ciclo. Además los misioneros contaban con más de
mil direcciones de personas que habían manifestado interés en
los temas que se presentaron. De entre ellas, cuarenta guardaban
el sábado, 160 se manifestaban muy promisorias, además de
veintenas que asistían con mucho interés y recibían nuestras
publicaciones en sus domicilios.
388
EL GRAN ACOPLE
La asistencia a la escuela sabática, después de invitar a los
interesados a que participaran de los cultos del día de reposo, se
mantuvo en torno a los 400 concurrentes, en circunstancias que
antes del esfuerzo a lo sumo se reunían 150 personas. También
la asistencia a las reuniones de los domingos de noche, a pesar
del tiempo frío y lluvioso, era numerosa, dado que llenaba
completamente el templo1.
1
Olson, L.H., «Conference Sessions in Chile», South American Bulletin, abril
de 1952.3. Murray, «Forward to Victory in South America».1.
389
EL GRAN ACOPLE
importantes del Distrito Federal asistieron a las reuniones desde
el principio. El equió fijó una meta 200 almas para la campaña
de Río. En relación con las reuniones, como de costumbre
Schubert dirigió una escuela de evangelismo, en la cual enseñó
cómo celebrar reuniones públicas, anunciar y preparar
sermones1. Durnte la mañana estudiaban, de tarde visitaban y de
noche ayudaban en las reuniones de Río2.
1
Idilio Tschurtschenthaler, «As Bienais da Associa- ção Paraná-Sta. Catarina»,
Revista Adventista, edición brasileña, mayo de 1952.9.
2
R.A. Wilcox, «Evangelistic Meetings in Rio de Janeiro», South
American Bulletin, octubre de 1951.5,6.
3
L.H. Olson, «News Items», South American Bulletin, junio de
1952.,8.
390
EL GRAN ACOPLE
del Sur de Brasil‖, esperaba el presidente Nigri1. Muchos obreros
de la zona quedaron agradecidos por sus enseñanzas en ese
estado brasileño2.
1
Moises Nigri, «The Report of the South Brazil Union to the
Division Council», South American Bulletin, febrero de 1953.,6.
2
Altino Martins, «The Prosperous Activities of the Sao Paulo
Conference», South American Bulletin, octubre de 1953.,5.
391
EL GRAN ACOPLE
los cursos de la Escuela Radiopostal, y los obreros dieron 85
estudios bíblicos por semana a 198 personas. En el primer
bautismo seis almas sellaron su pacto con Dios. En el servicio
bautismal, 136 personas firmaron sendas tarjetas, manifestando
de ese modo su deseo de bautizarse cuanto antes.
Se hicieron planes para avanzar en 1952 mucho más que en
1951 con el evangelismo. Los dirigentes de los campos
misioneros se fijaron con entusiasmo un blanco que alcanzó
8.400 bautismos. Se contempló la posibilidad de financiar los
esfuerzos de mayor envergadura en la División.
En la reunión anual de la Junta Directiva de la División
Sudamericana, celebrada en Progreso, Uruguay, el 26 de
noviembre de 1951, se celebró haber duplicado el número de
miembros en el curso de la década. Durante los doce meses
anteriores, 5.676 preciosas personas fueron bautizadas e
ingresaron en las filas de la Iglesia Adventista, llegando a 56.545
seguidores del Señor.1
Este notable progreso no hubiera sido posible a no mediar el fiel
servicio de pastores y evangelistas, de los obreros de las diversas
instituciones, y de los consagrados hermanos laicos, testificando
1
Walter Murray, «El Evangelismo en Nuestra División», Revista Adventista,
enero de 1952.3.
392
EL GRAN ACOPLE
constantemente en favor de la verdad y contribuyendo en una
forma liberalísima con sus medios para que la tesorería
dispusiera de los fondos necesarios.
Al presentar su informe anual a la Junta de la División, el pastor
W. E. Murray, hizo un ferviente llamado a los dirigentes de la
iglesia para que evangelizaran Sudamérica. ―Existen grandes
regiones en las cuales no hemos entrado, donde jamás se ha
escuchado la voz del predicador adventista.‖ Como respuesta ‗ al
conmovedor llamado de su presidente, la Junta de la División
votó unánimemente dar atención preferente al evangelismo
durante 1952, y cada dirigente se propuso ponerse a trabajar con
denuedo, a fin de ganar setecientas almas por mes.1
394
EL GRAN ACOPLE
también el bautismo debe ser administrado en el momento
oportuno. Somos todos testigos de que en algunos casos, cuando
se obligó al interesado a esperar algunas semanas o meses, se fue
apartando cada vez más de su decisión de ser bautizado. En la
mayoría de esos casos, dicha persona termina en el mundo,
habiéndose enfriado su experiencia cristiana a causa de la
demora. El ministro precavido efectuará los bautismos a su
debido tiempo, porque reconoce la importancia del rito en
relación con el proceso de la conversión.
No debiéramos realizar el bautismo demasiado al principio del
proceso espiritual del candidato, ni tampoco demasiado tarde.
La persona que aspira al bautismo debe disponer de tiempo para
madurar su creencia y para poner su vida en orden antes de
aceptar el rito. Debiera haber practicado las doctrinas y
obedecido la verdad antes de ser bautizada. Pero cuando ha
cumplido con todo, y su espíritu está preparado y da muestras
de que el Espíritu de Dios está trabajando en su vida, entonces
haremos muy bien en realizar el bautismo tan pronto como sea
posible.
395
EL GRAN ACOPLE
personas no cristianas o no adventistas. En muchos casos hemos
visto que las impresiona mucho y desean bautizarse a su vez
dentro de cierto tiempo conveniente. Los que ayudan a los
evangelistas con sus oraciones recibirán también su galardón.
Comencemos a orar desde ahora en favor de los sábados de
bautismos especiales‖, exhortaba el pastor Murray1.
1
Walter Murray, «Un Plan para Estimular y Espiritualizar a la Iglesia», Revista
Adventista, abril de 1952.2.
396
EL GRAN ACOPLE
tabernáculo para proporcionar buenos bancos y construyeron
una gran plataforma para el evangelista, con amplio espacio para
un coro con túnica. Luego, cuando todo estaba listo para
imprimir los folletos, nadie sabía cómo denominar al lugar de
reunión; porque no era una iglesia, ni una sala o una carpa de
campaña, sino un techo de hierro corrugado levantado sobre
postes de bambú, por lo que se decidió llamarlo "Local de
Conferencias".
La plataforma crujía bajo el peso de las plantas y macetas; los
postes y las paredes de bambú estaban bien pintados, y el lugar
estaba bien iluminado y equipado con un buen sistema de
megafonía. En la noche de la inauguración, cuando el pastor
Walter Schubert presentó un mensaje dinámico y oportuno, el
lugar estaba lleno de más de 500 personas, incluidas unas 100
que estaban en la parte de atrás. El excelente equipo de
evangelización estaba formado por unos siete misioneros,
además de sus esposas y otros voluntarios que ayudaron de
muchas maneras. Desde el principio hasta el final, hubo un
100% de cooperación y coordinación entre el equipo de
evangelización, el departamento de música bajo la dirección de
la Sra. Tillman y los miembros de la iglesia. Al cierre. Durante
los meses de enero y febrero de 1953 se bautizaron 40 personas
como resultado directo e indirecto de este esfuerzo. Además,
hubo un grupo prometedor de personas preparándose para
397
EL GRAN ACOPLE
bautismos posteriores. Las ricas experiencias de ganar a estas
personas a la "fe entregada a los santos" fueron variadas y
notables. Entre los nuevos conversos se halló un joven abogado.
Él, junto con su padre y su madre, comprendió la verdad con
tanta rapidez y fervor, que de hecho perteneció a la clase de
personas mencionadas como "al borde del reino, esperando ser
invitadas a entrar". Este mismo joven fue invitado a servir como
uno de los instructores en las reuniones de evangelización que se
llevaron a cabo posteriormente en la ciudad de Quito. Como
resultado directo de la reunión celebrada en el tabernáculo de
bambú y debido al inusual interés despertado en esa sección de
la ciudad, se trazaron planes para organizar una nueva iglesia. Al
llegar a 150 miembros bautizados se formaría el núcleo de una
nueva luz en la importante ciudad portuaria de Guayaquil.1
1
A.N. Tillman, «Evangelism in Guayaquil, Ecuador», South American Bulletin,
junio de 1953.4.
398
EL GRAN ACOPLE
muchas nuevas ciudades y lugares remotos para dar el mensaje.
Se bautizaron 6.331 personas, es decir, 600 más que en el año
anterior. Se notó un siempre creciente número de pastores
capacitados para ir a esos centros ciudadanos y atraer con su
palabra a grandes congregaciones, como también lograr que en
sus esfuerzos se bauticen muchas almas.
399
EL GRAN ACOPLE
se hicieron esfuerzos para preparar y guiar a los miembros laicos
a fin de que hicieran obra misionera en forma eficiente. En la
Unión Brasileña del Este se fijó un día pro evangelismo y se
hicieron planes para iniciar simultáneamente cien esfuerzos
evangélicos dirigidos por predicadores voluntarios. Cuando
llegaron los informes se comprobó que habían comenzado más
de cien esfuerzos.
1
Walter Murray, «Un Informe del Presidente de la División», Revista
Adventista, 4 de enero de 1954.6.
400
EL GRAN ACOPLE
Ciclo en Guayaquil
401
EL GRAN ACOPLE
El lugar atractivo y confortable. Plantas de macetas y flores; los
postes y las paredes de bambú estaban bien pintadas, y el lugar
estaba bien iluminado y equipado con un buen sistema de
megafonía. En la noche de la inauguración, cuando el pastor
Walter Schubert presentó un mensaje dinámico y oportuno, el
lugar se llenó con más de 500 personas, incluidas
aproximadamente 100 personas quienes estaban parados1.
La Cosecha de 1953
403
EL GRAN ACOPLE
En 1953 lo leyó. Comenzó a guardar el sábado. Más tarde, como
resultado de la lectura del libro, se sintió impulsado a bautizarse.
Montó su caballo y cabalgó unos 300 kilómetros hasta el lugar
más cercano en que pensó que podría haber adventistas, a fin de
ser bautizado.1
1
Fernando Chaij, «El evangelismo público», Revista Adventista, 1 de julio de
1954.8.
404
EL GRAN ACOPLE
Storch, proyectaba celebrar un esfuerzo público en un punto
importante de su campo.1
1
Schubert, Walter, «El Evangelismo en Marcha en la División
Sudamericana», Revista Adventista, 3 de agosto de 1953.6.
405
EL GRAN ACOPLE
levantó un edificio de dos pisos; el primero lo alquiló para que
le dé entradas, y el segundo lo cedió como salón de reuniones,
un local con capacidad para doscientas personas. Allí celebrará
sus cultos una nueva congregación en esa próspera ciudad.
Ciclo en Manaos
1
Walter Murray, «Frente a 1955», Revista Adventista, enero de 1955.2.
406
EL GRAN ACOPLE
proseguiría a Manaos para comenzar una campaña evangelística
el 16 de mayo hasta mediados de septiembre, asistido por unos
ocho o diez ministros e instructores. Junto con su esfuerzo,
como de costumbre, condujo una escuela de formación
evangelística. El plan incluyó un pequeño esfuerzo simultáneo
en una ciudad más pequeña a dos horas de distancia de la
ciudad de Manaos, en un nuevo salón con capacidad para 800
personas. La ciudad de Manaos, con sus 100.000 habitantes, era
un punto estratégico desde el cual se esperaba expandir la obra
hacia otras ciudades importantes en el norte de Brasil.1
Todos los evangelistas de la Unión y tres de la Unión del Este de
Brasil se asociaron a estas reuniones, que también sirvieron
como una escuela para casi veinte evangelistas2 de todos los
países de la División3. Hasta febrero de 1954, 131 se habían
bautizado como resultado de este esfuerzo, y esperaban alcanzar
la meta de 200 almas para finales del año. Muchos de estos
nuevos conversos eran de la mejor sociedad de Manaos, entre
1
Walter Murray, «Evangelism in South America», South American Bulletin,
junio de 1953.1.
2
Walter Murray, «The Work in South America», Australasian Record,
enero de 1954.,11.
3
O.A. Blake, «A New Adventure on the Amazon River», South
American Bulletin, octubre de 1953.,1. {Citation}
407
EL GRAN ACOPLE
ellos un juez y su familia, un dentista y un maestro de escuela.1
Nos escribió acerca de su esfuerzo en la ciudad de Manaos,
Brasil, celebrado en 1953: ―Tenemos una asistencia de 700
(después de presentar el tema del sábado). En la primera clase
bíblica había una asistencia de 180 personas. Ya hay 42 que
guardan el sábado. 722 hogares están siendo visitados.‖ El
último informe de Manaos anunció que se bautizaron 173
personas. Muchos de estos nuevos hermanos pertenecieron a la
mejor sociedad de Manaus, entre ellos el juez y su familia, un
dentista y un maestro de escuela2.
1
Leo Halliwell, «North Brazil Union Report», South American Bulletin, febrero
de 1954.4.
2
Halliwell.4,5.
408
EL GRAN ACOPLE
celebrar reuniones de ocho a quince días de duración en todas
las iglesias en todo el mundo.
4. La iglesia triunfante.
409
EL GRAN ACOPLE
6. El sábado y su significado.
7. El nuevo nacimiento.
9. La esperanza de la resurrección.
1
Walter Murray, «Campañas Especiales de Evangelismo y Reavivamiento»,
Revista Adventista, 4 de enero de 1954.2.
410
EL GRAN ACOPLE
El Esfuerzo de Cuba
1
Andres Riffel, «Noticias del Esfuerzo de Cuba», Revista Adventista, 1 de junio
de 1954.7.
411
EL GRAN ACOPLE
El ciclo de conferencias terminó oficialmente en La Habana el
domingo 4 de abril de 1953, y en Marianao el lunes por la
noche, al ser presentada la gran verdad del sábado. Por varios
meses continuaron durante dos noches por semana, tanto en La
Habana como en Marianao, y con el culto divino los sábados,
para confirmar a los nuevos creyentes. Al hacerse el llamado
final centenares se consagraron a Dios y prometieron no
solamente aceptar la doctrina del sábado, sino también
comenzar a guardarlo. En La Habana, 331 personas nuevas, no
bautizadas, firmaron el voto de observancia del sábado, y en
Marianao lo hicieron 219, sumando un total de 550. Asimismo
en esas noches se distribuyó una bonita tarjeta impresa, que era
una cordial invitación a todos para asistir el sábado 10 de abril
al culto divino en la iglesia de La Víbora, La Habana, y en
Marianao, respectivamente. La iglesia de la Víbora fue
reacondicionada para recibir a estos nuevos creyentes; los de
Marianao se reunirán al principio en el mismo salón de
conferencias.
412
EL GRAN ACOPLE
personas, en su mayoría cultas: profesionales, hombres de
negocios y familias enteras que unidas se unieron a Dios.1
1
Andres Riffel, «Gran Cosecha de Almas en La Habana», Revista Adventista, 1
de diciembre de 1954.8.
413
EL GRAN ACOPLE
la universidad. Me dijo: "Saben, señor Schubert, nunca pude
encontrar paz mental en mi religión [la religión dominante en
América Latina], así que pensé que podría encontrarla entre los
masones, pero no pude encontrar ninguna paz". allí. Luego lo
busqué con los espiritistas, esperando poder hablar con mi
madre. Pero no pude encontrar paz allí ". Luego dijo: "Saben,
señor Schubert, cuando estuve aquí la otra noche en su reunión,
tuve tanta paz en mi corazón, me sentí tan consolada y tan feliz
que sentí que Dios estaba aquí. Me diste una paz que los
científicos no pudieron darme". Ese hombre vino todas las
noches, y más tarde trajo a su esposa, que era miembro de la
iglesia dominante. Para hacer la historia corta, este hombre fue
bautizado hace tres semanas. Pero a su esposa le costaba más
aceptar la verdad, porque sentía que no podía renunciar a
algunas cosas. Ella dijo: "¿No podría ser un adventista y
mantenerlos?" Le dije que ella no podía hacer eso porque esas
cosas estaban prohibidas por la Biblia. Ella y sus dos hijas
solicitaron el bautismo hace dos semanas‖.
414
EL GRAN ACOPLE
intereses surgidos, fue designado el pastor Reinaldo del Sol,
quien actuó en el esfuerzo como jefe de evangelismo. Las
reuniones a su cargo continuaron por varios meses más, a
celebrarse dos veces por semana. Para colaborar con él quedó un
grupo de obreros que aceptaron permanecer en La Habana: los
pastores René Chávez, Miguel León y Roberto Cois; y los ins-
tructores bíblicos Santiago Rojas, Doraida Guardado y Angelita
Echeverría.‖1 Volveremos a destacar otros aspectos de este ciclo
emblemático más adelante.
1
Raúl Villanueva, «Las Conferencias Rinden sus Primeros Frutos», Revista
Adventista, 1 de octubre de 1954.4.
415
EL GRAN ACOPLE
vendieron además cincuenta libros adventistas de colportaje.
Unas 250 personas solicitaron estudios bíblicos y visitas. Había
49 candidatos anotados para el bautismo. Se esperaba que
treinta o cuarenta se decidieran por la verdad para fines del año.
Durante los primeros seis meses de ese año fueron bautizadas
2.072 almas. En el mismo periodo de 1953 lo fueron 1.531, lo
que hace una diferencia de 541 bautismos más para 1954.
1
Walter Murray, «Un Informe del Presidente», Revista Adventista, junio de
1955.11.
416
EL GRAN ACOPLE
mayor de bautismos de toda la historia de la División: 8.1021.
En 1950 el número de bautizados había sido de 4.849. Los
dirigentes y obreros locales continuamente estaban entrando en
nuevos sitios con el mensaje. Asimismo la edificación de
templos aumentaba todos los años. En muchas de las grandes
ciudades ya se erigían varios edificios. Estos triunfos alentaron a
la División a avizorar un blanco de 12.000 almas en 1956. ―La
grandiosa obra de Dios progresa en Sudamérica. Las institu-
ciones y los obreros han sido abundantemente bendecidos desde
los mismos comienzos. Las providencias de Dios se han
manifestado en todas partes facilitando la penetración del
mensaje. En muchísimas oportunidades han transformado lo
que aparentemente era una derrota en victoria resonante. Dios
ha confirmado repetidamente su promesa de estar con
nosotros‖, declaraba el presidente Murray.2
1
Walter Murray, «La Ganancia de Almas en Sudamérica», Revista Adventista,
setiembre de 1956. 2
2
Walter Murray, «Mensaje del Presidente de la División Sudamericana»,
Revista Adventista, junio de 1956.6.
417
EL GRAN ACOPLE
mismo del poder de Dios puede arrebatar a las almas del pecado
y llevarlas a la obediencia de la verdad. Además, un alma que se
gana para Cristo puede marcar un punto decisivo en la vida del
pastor. Ninguno debiera excusarse en sus muchos compromisos,
Cada pastor que tiene a cargo una iglesia grande o un distrito
puede realizar un esfuerzo público en armonía con los recursos
disponibles y con la ayuda de los miembros, para cumplir con el
mandato de anexar nuevos territorios y organizar nuevas iglesias
418
EL GRAN ACOPLE
Por otro lado, tampoco se debe alquilar una sala grande si se
desea que todos los que asisten a las reuniones reciban amplia
atención al recibir estudios bíblicos. Si no se puede asegurar una
sala apropiada, también se puede alquilar una casa cuya
construcción sea tal que al sacar dos o tres particiones se logre
tener un buen salón para reuniones.
419
EL GRAN ACOPLE
instructor de seis a nueve meses. Si el campo local no puede
cooperar por falta de fondos, y si el pastor no puede obtener la
ayuda de un instructor, siempre le queda el recurso de elegir de
entre los miembros de la iglesia a sus colaboradores. Se deben
buscar personas responsables, de personalidades agradables y
perseverantes. Los tales podrán ayudar al pastor hasta el final del
esfuerzo. Ninguna iglesia carece de estos miembros dispuestos a
ayudar a un pastor decidido a salir en busca de la oveja perdida.
1
Schubert, Walter, «Public Efforts on a Small Scale», Ministry Magazine,
setiembre de de 1954.28.
420
EL GRAN ACOPLE
y están a la mano y bien clasificados. Si el orador presenta
hábilmente los libros desde el púlpito, muchos los comprarán y
leerán para afianzarse más firmemente en el mensaje. Pero no es
prudente ofrecer publicaciones en venta hasta que el sermón
sobre la Biblia haya sido impartido.
421
EL GRAN ACOPLE
central de cada uno. Si el pastor quita las dificultades, la gente
estudiará la palabra de Dios con más deleite.
La duración del esfuerzo como tal puede variar entre dos y tres
meses, durante los cuales dos o tres reuniones deben celebrarse
semanalmente. Después de la presentación de la verdad del
sábado las reuniones pueden reducirse a una por semana aparte
de la clase bíblica, y continuar así hasta el cierre del año.
Cada pastor puede hacer algo en el campo del evangelismo, en
proporción a su fe en Dios , la confianza que tenga en sí mismo
y, por encima de todo, en el poder del Espíritu Santo. Cuando
el ministro de Dios quiere hacer algo por la salvación de las
almas por medio de "la locura de la predicación", siempre lo
hará. Cuando haya un mayor número de pequeñas campañas se
dará vida a muchas iglesias dormidas, más almas serán salvadas,
el mensaje triunfará más rápidamente, y eso significará que
podremos ir antes a nuestro hogar eterno, alentaba Schubert1.
1
Schubert, Walter, «Public Efforts on a Small Scale», Ministry Magazine,
octubre de 1954.29.
2
O.A. Blake, «South American Division Council», South American
Bulletin, febrero de 1949.,1.
422
EL GRAN ACOPLE
estabilidad de la obra. Fue especialmente alentador ver cómo los
campos estaban despertando a la necesidad de un evangelismo
más vigoroso gracias al estímulo del pastor Schubert1.
1
Fighur, «President Report».,2.
423
EL GRAN ACOPLE
alquilaron el teatro e iniciaron las conferencias, con una
asistencia de cerca de 800 personas en cada reunión1.
1
Schubert, Walter, «Progressos do Evangelho», Revista Adventista, edición
brasileña, enero de 1950.12.
2
Walter Murray, «An Evening with the South American Division»,
Australasian Record, julio de 1954.,12.
424
EL GRAN ACOPLE
Progreso en América del Sur Típicos de los logros pasados y
presentes son los reportados desde América del Sur por el
Secretario M. S. Nigri. En los primeros años el crecimiento de la
membresía en América del Sur fue lento. Después de 55 años de
trabajo y sacrificio, el total llegó a 50,000 en 1949. Durante esas
primeras décadas, la Iglesia avanzó tímidamente ante los dientes
de la intolerancia y el fanatismo religioso. Las iglesias se
desarrollaron principalmente en las zonas rurales. Hasta años
más recientes, la geografía adventista incluía en su mayoría
pueblos pequeños. Luego vino un giro a la evangelización de las
grandes ciudades. Walter Schubert encabezó el inicio de la
evangelización de la ciudad. En diez años (1949-59) la
membresía adventista alcanzó los 100.000. Ahora la iglesia
sudamericana ha alcanzado la marca de 200,000. La meta
bautismal de 26,000 en 1967 fue superada y la meta para 1968
es de 34,000. "Unidos para evangelizar a América del Sur", la
división está avanzando hacia una membresía de 300,000 para
19701.
1
W.R. Beach, «Confidence in a Completed World Mission», British
Advent Messenger, octubre de 1968. ,15.
425
EL GRAN ACOPLE
que Sudamérica sea más abierta al mensaje del Evangelio que
algunas otras regiones del planeta, Timm defiende que "la
experiencia positiva disfrutada en estos días fue construida con
el paso del tiempo, a través de mucho esfuerzo y continuos
experimentos metodológicos". En cien años de organización de
la División Sudamericana, el evangelismo pasó por varias fases y
cambios de paradigmas. Una de las más revolucionarias ocurrió
después de la década de 1940. Como explica el pastor Timm,
hasta esa época "el evangelismo público en América del Sur
siguió un enfoque apologético protestante, lo que no fue bien
recibido por la población predominantemente católica romana".
Walter Schubert, llamado "Sr. "Evangelismo", fue uno de los
responsables de sustituir el tradicional método reproducido por
los norteamericanos en suelo sudamericano por un enfoque
menos confrontacionista, al iniciar las series evangelísticas con
temas más "ligeros", como salud y relaciones, antes de entrar en
las principales doctrinas y profecías bíblicas. En ese sentido la
cultura local ayudó a moldear el evangelismo adventista en el
continente.1
1
Marcio Tonetti, «Continente Da Esperanca», Revista Adventista, edición
brasileña, febrero de 2016.16.
426
EL GRAN ACOPLE
América del Sur alcanzó100.000 almas, llegando a 200.000 en
1967, ya partir de entonces la causa del Señor progresó en forma
sorprendente. Los siguientes factores son los más importantes:
427
EL GRAN ACOPLE
acuerdo con las necesidades de un continente en un
proceso acelerado de transformación.1
1
Enoch De Oliveira, «Va i em Direção ao Su», Revista Adventista, edición
brasileña, enero de 1973.12.
428
EL GRAN ACOPLE
CAPÍTULO VIII: FORMANDO EVANGELISTAS
Ganó a un Grande
1
Japas, «A strategy for Seventh day Adventist public evangelism within a
Roman Catholic society context in Hispanic America».55,161.
2
Alejandro Bullón, La Locura de la Predicación (Ñaña, Lima: Ediciones
Universidad Peruana Unión, 2015).61.
3
C.L. Bauer, «Austral Union Notes», South American Bulletin, 1 de noviembre
de 1928.3.
430
EL GRAN ACOPLE
reuniones públicas los domingos por la noche, con una
asistencia de más de 200 personas. También tiene reuniones
públicas en la ciudad de Lomas de Zamora con una asistencia
que más que llena su sala, y una gran parte de la asistencia debe
permanecer de pie durante los servicios. Creemos que al final de
este esfuerzo podremos organizar una iglesia en este lugar.1
1
Pedro Brouchy, «Notes from the Field», Review and Herald, enero de 1932.6.
431
EL GRAN ACOPLE
hablaba fuertemente de la Inquisición. Adquirió una colección
de diapositivas que mostraban las torturas que se aplicaban a los
obstinados y rebeldes. En cada fraile veía un enemigo, en cada
monje una pobre víctima, y en cada católico, un fanático.
Prefería tratar con escépticos, agnósticos y ateos, más que con
aquellos que profesaban la religión católica. Puesto que esta
actitud provocaba la lógica oposición entre los católicos,
evidentemente era un abordaje equivocado, e infructuoso. Con
este método erróneo era imposible ganar a los católicos a la
verdad.
Hammerly recordó que su madre había sido ganada para el
mensaje en Francia desde las filas del catolicismo. Observó que
muchos fieles católicos poseían un espíritu cristiano sólido,
como lo demostraban sus piadosas vidas dedicadas a la devoción
y la caridad. Percibió que había muchos que vivían sinceramente
dentro de la luz que tenían, y que voluntariamente se sometían a
la penitencia pesada y dolorosa con resignación. Puesto que lo
que observó indicaba que estas personas vivían vidas dedicadas a
Cristo, pensó: ¿Por qué no traerles el mensaje de tal manera que
no pueden dejar de pensar y sentir que en el adventismo están
en presencia de un cristianismo genuino? ¿Por qué no trabajar
de tal manera que un católico sea llevado a creer que está
avanzando de una etapa del cristianismo histórico a la
cristiandad genuina y apostólica?
432
EL GRAN ACOPLE
Cuando consideró a los católicos en general como
profundamente sinceros, sintió un cambio interno de corazón
que lo llevó a cambiar su actitud exterior. Comenzó a sentir un
amor genuino por ellos. Se interesó por sus creencias y escritos,
y no pudo ya encontrar satisfacción al hablar de la Inquisición.
Cambió sus argumentos y los temas de sus conferencias, incluso
también el tono de su voz. Y dejó de usar un gran número de
mis diapositivas.
¿Cuál fue el resultado de este cambio de actitud? Tenía una
mayor asistencia a sus reuniones, y una mayor audiencia
permaneció a lo largo de las charlas. Numerosos sacerdotes
acudieron a las reuniones, que ayudaron con su propia presencia
a dar confianza a los miembros católicos. Las invitaciones
llegaban incluso de sacerdotes y monjes para dar conferencias en
sus propios conventos y escuelas. Finalmente, hubo un sacerdote
que recibió una serie de estudios bíblicos durante un período de
varios meses, y pronto reconoció la importancia del mensaje que
escuchó. Un maestro en una escuela de monjas aceptó la verdad,
y pasó a ser instructor bíblico. Muchas familias católicas fuertes
se convirtieron, de los que solían tomar la comunión e ir a la
misa regularmente. Varios sacerdotes, a quienes más tarde se les
prohibió asistir a las reuniones, le siguieron escribiendo y pedían
todas las publicaciones que les pudiera dar.
433
EL GRAN ACOPLE
Hammerly se preguntaba si al adoptar los métodos del apóstol
Pablo vale la pena el esfuerzo de adaptarse a la mente católica en
la misma forma en que el apóstol se acercó a los gentiles, griegos,
romanos y judíos. Ciertamente lo creía. Tal trabajo era más
bendecido y fructífero. ―Durante la eternidad será posible seguir
disfrutando del fruto de nuestro prudente trabajo en favor de las
almas que adoran a Dios como lo hizo el centurión romano
Cornelio. Sus oraciones, estoy seguro, fueron reconocidas por el
Cielo. Para que Cornelio pudiera ser iluminado, Dios tuvo que
quitar los prejuicios de Pedro‖, reflexionaba.
Al cambiar su mentalidad respecto del abordaje al público
católico, le causaba profunda tristeza ver que muchos
predicadores adventistas seguían trabajando como el mismo dos
décadas antes. El mismo, al seguír el ejemplo de otros
predicadores más experimentados, vio que, aunque con buenas
intenciones, eran víctimas de la misma oposición que
provocaron, por haber descuidado los principios claramente
expresados por el espíritu de la profecía.
―Considero un privilegio trabajar entre los católicos. He
adoptado como norma de conducta entre ellos algunos
principios que nos fueron dados a través del espíritu de profecía
en el libro Obreros Evangélicos. Seguidamente los enumeraba
de la siguente manera
434
EL GRAN ACOPLE
1. "Aquellos que han sido educados en la verdad por
precepto y por ejemplo, deben hacer gran concesión a
otros que no han tenido conocimiento de las Escrituras
excepto a través de las interpretaciones dadas por los
ministros y miembros de la iglesia y que han recibido
tradiciones y fábulas como si fuera la verdad bíblica: se
sorprenden por la presentación de la verdad, es como
una nueva revelación para ellos, y no pueden soportar
que toda la verdad, en su carácter más llamativo, se les
presente al principio
2. "Todo es nuevo y extraño, y completamente diferente
de lo que han oído de sus ministros; y están inclinados a
creer lo que los ministros les han dicho, que los
adventistas del séptimo día son infieles y no creen en la
Biblia. Que la verdad sea presentada como está en Jesús,
línea por línea, precepto sobre precepto, aquí un poco y
un poco allí.
3. "No dejen que los que escriben para nuestros
periódicos sean ásperos y hagan alusiones que
ciertamente harán daño, y que obstruirán el camino y
nos impedirán hacer la obra que debemos hacer para
llegar a todas las clases, los católicos Es nuestro trabajo
hablar la verdad en el amor y no mezclar con la verdad
435
EL GRAN ACOPLE
los elementos no santificados del corazón natural, y
hablar cosas que saborean el mismo espíritu que poseen
nuestros enemigos.
4. "Una y otra vez el mensaje me ha sido dado, que no
debemos decir una palabra, no publicar una frase, a
menos que sea imprescindible y esencial para vindicar la
verdad,
5. "El Señor quiere que sus obreros representen al Gran
Obrero Misionero.La manifestación de temeridad
siempre hace daño.Las propiedades esenciales para la
vida cristiana deben ser aprendidas diariamente en la
escuela de Cristo.El que es descuidado al proferir o
escribir palabras asperas se descalifica a sí mismo para
que se le confíe la obra sagrada que le corresponde a los
seguidores de Cristo en este tiempo.
6.Debemos examinar cuidadosamente nuestros caminos
y nuestro espíritu, y ver de qué manera estamos haciendo
la obra que Dios nos ha dado, una obra que implica el
destino de las almas.
7. "Satanás está listo, ardiendo con celo para inspirar a
toda la confederación de los organismos satánicos, para
hacerlos unirse a los hombres malos, y traer sobre los
436
EL GRAN ACOPLE
creyentes de la verdad el sufrimiento rápido y severo."
Cada palabra imprudente pronunciada por nuestros
hermanos serán atesoradas por el príncipe de las
tinieblas. 8. "Será imposible para nosotros evitar las
dificultades y el sufrimiento. Jesús dijo: "Debe ser
necesario que vengan ofensas; pero ¡ay de aquel hombre
por quien viene la ofensa! " Debemos tener cuidado de
no despertar el temperamento natural de aquellos que
no aman la verdad, por palabras imprudentes, y por la
manifestación de un espíritu desagradable.
9. "La verdad preciosa debe ser presentada en su fuerza
natural.Los errores engañosos que están ampliamente
extendidos, y que están llevando al mundo cautivo,
deben ser revelados.Todo el esfuerzo posible se está
haciendo para atrapar a las almas con sutiles
razonamientos, pero mientras estas almas engañadas
pasan de la verdad al error, no les hables una sola
palabra de censura.
10."Cuando los hombres pierden de vista el ejemplo de
Cristo y no modelan su manera de enseñar, se vuelven
autosuficientes y salen a encontrar a Satanás con su
propia armadura."
437
EL GRAN ACOPLE
11. "Si alguna vez un pueblo necesitaba caminar en
humildad delante de Dios, es Su iglesia, Sus escogidos en
esta generación. Todos necesitamos lamentar la opacidad
de nuestras facultades intelectuales, la falta de
apreciación de nuestros privilegios y oportunidades. No
tenemos nada de que jactarnos. Nosotros afligimos al
Señor Jesucristo por nuestra dureza, por nuestros
impulsos no cristianos. Necesitamos llegar a ser
completos en él.
12. "Es verdad que se nos ha ordenado clamar en voz
alta, levantar la voz como una trompeta, y mostrar al
pueblo su transgresión, y la casa de Jacob sus pecados".
Este mensaje debe ser dado, pero debemos tener cuidado
de no acosar y condenar a los que no tienen la luz que
tenemos.
13. " Aquellos que han tenido grandes privilegios y
oportunidades, pero que no han podido mejorar sus
facultades físicas, mentales y morales, y han vivido para
complacer a sí mismos, rehusando asumir su
responsabilidad, están en mayor peligro y en mayor
condena ante Dios, que los que están en el error sobre
puntos doctrinales, pero que buscan vivir para hacer el
bien a los demás.
438
EL GRAN ACOPLE
15. "No censure a los demás, no los condene. Si dejamos
que las consideraciones egoístas, los razonamientos falsos
y las falsas excusas nos lleven a un estado perverso de
mente y corazón, de modo que no conozcamos los
caminos y la voluntad de Dios, seremos mucho más
culpables que el pecador abierto.Tenemos que ser muy
cautelosos para no condenar a aquellos que, ante Dios,
son menos culpables que nosotros mismos. "
En vista de este consejo divinamente inspirado Hammerly
animaba a sus compañeros a reconocer que muchas veces no se
había trabajado en armonía con ésta luz. ―Como consecuencia,
nuestras acciones mal consideradas han producido reacciones
por parte de los católicos que nos parecen difíciles de entender.
Hemos repelido más que atraído. Hemos puesto barreras en el
camino por nuestros impulsos erróneos, en lugar de alisar el
camino del Señor. La promesa de que Dios trabajará en favor de
los católicos debe ser para nosotros un motivo de oración y
actividad santificada en la búsqueda de la sabiduría que emana
del amor de Dios. Necesitamos el Espíritu de Jesús para
ayudarnos a trabajar de una manera apropiada, y la influencia
constante del Espíritu Santo.
439
EL GRAN ACOPLE
Este enfoque no era perfecto, porque ningún abordaje lo es.
También se sufrían apostasías cercanas al tercio1. No obstante las
deficiencias, en América Latina y en todos los países católicos de
Europa, Dios trabajaría poderosamente en favor de aquellos que
todavía ignoran las grandes verdades del triple mensaje.
Debemos ser trabajadores de la gran obra que pronto se
realizará, concluía Hammerly.2
1
Aeschlimann, Alfredo, «President‘s Report at the Austral Union», South
American Bulletin, abril de 1950.5.
2
Hammerly, Daniel, «A Better Approach to Roman Catholics», Ministry
Magazine, agosto de 1947.5.
440
EL GRAN ACOPLE
ciudad. Esa sala tenía una capacidad de 550 personas. En la
primera noche asistieron más de 500 personas; la segunda
noche, 600 personas; y en la tercera noche, 700 personas. Para
las siguientes reuniones alquilaron el Teatro Rossini, que tenía
una capacidad de 675. Todos los domingos por la noche estaba
lleno a la capacidad. Un domingo por la noche la asistencia
llegó a 1.200. Las noches de la semana las reuniones eran
bastante asistidas también, con 400 a 500 personas.
Las reuniones se celebraron en este teatro durante doce
semanas, y entonces invitaron a la gente a ir a conferencias
adicionales que se darían en nuestra iglesia en esa ciudad. Por
supuesto, ya no tantos seguían yendo, pero una asistencia de 200
en cada reunión llenaba la iglesia.
Los miembros de la iglesia, con un esfuerzo especial, recaudaron
la suma de 2.000 pesos para redecorar la iglesia a fin de recibir
mejor a la asistencia que esperaban. Compraron nuevos bancos,
pintaron el edificio y arreglaron el césped. Los que asistían a los
servicios eran personas de una buena clase. Los hermanos tenían
esperanzas de ver por lo menos 80 personas decidirse por la
verdad. Contaban con nombres y direcciones de más de 600
personas a las que enviar la literatura, estaban dando estudios
bíblicos a casi 200 personas, y se reunían en grupos pequeños en
75 hogares diferentes. Esta lista iba aumentando semanalmente.
441
EL GRAN ACOPLE
El pastor Hammerly escribió lo siguiente en una carta:
"Otro punto interesante es que los lunes damos estudios
bíblicos en una casa donde varios médicos se reúnen y
junto a ellos asisten algunas mujeres católicas. Un
sacerdote también asiste en sus ropas de oficio.
Habíamos oído que había querido participar en las
reuniones del esfuerzo. Es un gran lector de Lacunza.
Dice que es un "católico adventista" y que somos
"adventistas católicos". Reconoce que su iglesia cambió el
decálogo en sus catecismos. Me preguntó el otro día si
no pensaba que llegaría a ser un buen exponente del
mensaje del tercer ángel‖.
Durante las reuniones en el teatro, el pastor Hammerly
encontró una inquietud en el buzón de preguntas que le pedía
que revelara al público el secreto de su éxito al poder tener un
público tan grande durante tanto tiempo, declarando que algo
así nunca sucedió antes en la ciudad de Bahía Blanca.
Naturalmente, el Hammerly podría responder que el secreto era
el mensaje precioso que predicaba.
442
EL GRAN ACOPLE
fue una y otra vez con su esposa y dos niños era hermano de un
sacerdote. De alguna manera estaban insatisfechos con la
religión de su hermano y se alegraban de conocer nuestro
mensaje.
Luego de las conferencias los hermanos bahiensen decidieron
abrir un segundo frente, dando todos los domingos por la
mañana conferencias por radio en Bahía Blanca. Consiguieron
permiso para continuar con estas emisiones durante todo el año,
todos los domingos a las 9:45. Esta emisión se pudo escuchar en
toda la Argentina, Chile y Uruguay. El pastor Hammerly estaba
a cargo de este programa de radio, ayudado por Francisco
Scarcella, un joven obrero entonces, quien también había
ayudado en el esfuerzo, junto con Gaspar Cammarata, violinista
e instructor bíblico.
Pionero Radial
1
Running Leona, «Fundamentos Astronomicos de la Cronologia», Ministry
Magazine, mayo de 1969.45.
2
Hammerly, Daniel, «Latin-American Congress on Education», South
American Bulletin, agosto de 1953.1.
444
EL GRAN ACOPLE
Blanca, y obtuvieron permiso para continuar estas emisiones a lo
largo de todo el año, a las 9:45. Daniel Hammerly fue ayudado
por Francisco Scarcella, y la músic de Gaspar Cammarata,
violinista, además de los instructores bíblicos.1
Comentando el suceso de la combinación entre radio y
conferencias públicas el pastor Walter Schubert, presidente de la
obra en Buenos Aires, escribía en 1942 que "en total, once
esfuerzos se están llevando a cabo en nuestra conferencia.
Estamos esperando para iniciar tres más el próximo mes (julio).
Hay un buen informe del esfuerzo en Bahía Blanca, donde DA
buen informe del pastor Hammerly en Bahía Blanca, quien a
causa de la multitud que asiste a escucharlo pasó de la hermosa
sala que tenía asegurada en la biblioteca pública al gran Teatro
Rosini. Cada domingo por la noche aumenta la audiencia lleno,
hasta llegar a 1.200. Durante la semana la asistencia fue de todas
maneras excelente, oscilando entre cuatrocientos y quinientos.
Los misioneros y hermanos tienen más de quinientos nombres
en su lista de visitación, y se están dando estudios bíblicos a
sesenta y ocho personas, aunque la lista es cada vez mayor de
una semana a otra."2
1
Schubert, Walter, «News From Evangelistic Efforts», South American Bulletin,
agosto de 1942.3.
2
J.F. Wright, «Evangelism in South America», Review and Herald, 13 de agosto
de 1942.24.
445
EL GRAN ACOPLE
En una de las reuniones de la Misión de Uruguay en
1942 el pastor Daniel Hammerly, se levantó y dio discurso lleno
de entusiasmo y fe desafiando a sus compañeros a transmitir el
mensaje adventista por radio. Este reto no podía quedar sin
respuesta en medio del fervor evangélico manifiesto durante las
reuniones. Con temor y temblor y sin fondos en la mano,
decidieron avanza por fe. Ninguno de los presentes salvo
Hammerly había tenido un micrófono de radio en las manos, no
obstante escribieron a toda prisa a "La Voz de la Esperanza" en
los Estados Unidos para obtener instrucciones y sugerencias,
aunque dicha carta tuvo que haberse perdido porque no fue
respondida.
Las primeras transmisiones radiales en Uruguay
tuvieron amplio margen de interés y comentarios de los oyentes
adventistas y no adventistas. Los directores de radio"El
Espectador" se admiraban del número de cartas recibidas, que
iban de diez hasta cuarenta al día. Dijeron que antiguamente sus
mejores programas nunca habían recibido más de tres cartas
diarias1. Evidentemente la gente necesitaba algo nuevo en la
radio, y los mensajes adventistas trajeron un perfume de vida.
Por medio de hombres visionarios como el pastor Hammerly la
iglesia pudo avanzar en aguas desconocidas.
1
Henry Westphal, «Broadcasting Our Message By Radio In Uruguay», South
American Bulletin, tercer trimestre de de 1943.3.
446
EL GRAN ACOPLE
Como en otros lugares los colportores en Uruguay
sintieron rápidamente las ventajas de la radio en sus visitas
hogareñas y aunaron esfuerzos con el programa de radio que la
Misión Uruguaya estaba transmitiendo desde Montevideo,
alentar a los clientes a oír el programa y pedir los cursos por
correspondencia. El pastor J. Westphal consideraba que en la
combinación entre radio, colportaje y conferencias públicas
podía acelerarse el ritmo de la obra1.
El interés en la radio fue creciendo, y se incrementaron
los predicadores radiales. La emisión en Montevideo cada
domingo a las 19:30, bajo el título de "La Voz de la Esperanza", y
estaba atrayendo mucha atención. El pastor Henry Westphal
ofrecía un curso bíblico y unas 800 personas lo habían
solicitado. La Misión Uruguaya patrocinaba otras dos
transmisiones locales en otras partes de la República.
1
Culpepper, J.C., «Progress in the Uruguay Mission», South American Bulletin,
noviembre de 1942.1.
447
EL GRAN ACOPLE
dirección de la Misión y en el trabajo administrativo y docente
del Colegio.
O. Olson, secretario de la División Sudamericana, en forma
enfática expresó que ―Bolivia tiene una gran necesidad de
trabajadores blancos. El pastor Plenc está trabajando demasiado
porque no tenemos ningún otro evangelista que trabaje por la
población blanca‖. A pesar de poseer una escuela de preparación
para misioneros en Carcaje, Cochabamba, la influencia de ésta
estaba limitada a los rurales del altiplano paceño.
De esta forma, la población blanca estuvo desprovista de
misioneros. Al parecer, hubieran estado más a gusto con
misioneros que se les parecieran. Entonces los pocos obreros de
raza blanca del adventismo eran foráneos.
La presencia mayoritaria de la población adventista estaba entre
los del altiplano. Por consiguiente, no existía presencia de
miembros blancos. El mismo Olson, preocupado por la
situación del adventismo en Bolivia, escribió sobre esta carencia
llamativa:
El trabajo entre la población blanca no era una labor fácil para
indígenas ni para aspirantes. De esta manera, el adventismo no
trascendió fácilmente su límite rural, altiplánico y aymara. Era
448
EL GRAN ACOPLE
necesario la presencia de misioneros blancos para realizar un
trabajo de acuerdo a los grupos homogéneos1.
Los servicios fueron excepcionalmente bien atendidos. Él y sus
colaboradores trabajaron arduamente para cuidar el gran interés
desarrollado. Cuando el pastor Hammerly tuvo que irse, G.
Cammarata, de Buenos Aires, fue llamado como obrero
permanente, ya que el interés era demasiado grande para ser
atendido por un aspirante. Fue inspirador ver bien lleno el
sábado la hermosa iglesia que antes había estado casi vacía. En
ningún otro país, la obra pareció ser tan bien apreciada tanto
por el gobierno, por los empresarios y por otras
denominaciones.2
Siguiendo las labores de Hammerly, Gaspar Cammarata realizó
dos esfuerzos que aumentaron la membresía de unos pocos a
cincuenta y setenta, y cinco de esos nuevos conversos ingresaron
a la Escuela de Entrenamiento en Lima y a la escuela de
1
Samuel Chavez, «Factores Externos E Internos Que Intervinieron En La
Extensión Del Adventismo Desde La Paz Hacia Ocho Ciudades De Bolivia
En El Periodo 1946–1976» (tesis de doctorado, Universidad Peruana Unión,
2016).187.
2
Olson, H.O., «Bolivian Biennial Session», Review and Herald, 31 de mayo de
1945.13.
449
EL GRAN ACOPLE
entrenamiento de enfermeras en Chulumani para prepararse
para un lugar en la obra del Señor.1
1
R.E. Kepkey, «Evangelism in Bolivia», Review and Herald, 23 de mayo de
1946.18.
2
Nichol, Francis, «South American Division», Review and Herald, noviembre
de 1947.19
450
EL GRAN ACOPLE
2300. Este es el auditorio más famoso del país, y las autoridades
dijeron que no habían visto una audiencia tan grande desde los
días del famoso cantante Caruso, que cantaba allí. Una foto
tomada durante la reunión mostraba las tres galerías y el piso
principal bien llenos. Las conferencias que se dieron aquí se
transmitieron por radio, y el pastor Hammerly recibió muchos
comentarios favorables de los oyentes, incluidos los sacerdotes
católicos. Dado que los grandes teatros de Montevideo estaban
reservados por adelantado para casi todas las noches, fue
necesario cambiar las reuniones de un lugar a otro. Se recibieron
1.800 nombres de personas interesadas en recibir estudios
bíblicos o publicaciones.1
1
Olson, H.O., «Large Effort in Uruguay», Review and Herald, 16 de agosto de
1945.24.
451
EL GRAN ACOPLE
compuesta por las tres provincias de la República Argentina:
Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.
Desde años antes se venían levantando templos en Córdoba y en
Santa Fe, la capital de la provincia de Santa Fe. La ciudad de
Paraná fue la última capital de las tres provincias dentro del
territorio en tener un edificio de iglesia. La ciudad de Paraná se
encuentra a 50 kilometros de Crespo y Puiggari, Entre Ríos,
donde la obra adventista en Argentina comenzara. De hecho
hubo miembros en Paraná desde 1910.
Durante varios años la congregación en esta ciudad había
mantenido todos sus servicios en el segundo piso del edificio de
oficinas de la Asociación. Esto, sin embargo, nunca fue
satisfactorio, ni como lugar de culto ni como sitio para los
esfuerzos de evangelización. Los hermanos de la Asociación
esperaron mayores resultados en la ganancia de almas con este
excelente edificio de la iglesia.
Quienes asistieron a los servicios de dedicación de esta iglesia
fueron los representantes locales, Braulio Pérez, de La Voz de la
Profecía en español; Alfredo Aeschlimann, presidente de la
Unión Austral; Daniel Hammerly, secretario del departamento
de libertad religiosa de la Unión Austral; y Manuel Pérez,
secretario de educación y juventud de la Unión Austral; H. J.
452
EL GRAN ACOPLE
Peverini, director del Colegio; el Dr. C. E. Westphal,
superintendente médico del Sanatorio; y el pastor W. Murray.
Grandes delegaciones de las iglesias de los alrededores asistieron
a la totalidad o parte de las reuniones de dedicación. Este
templo se construyó a un costo de doscientos mil pesos
argentinos, de los cuales aproximadamente la mitad se recaudó
localmente, y la otra mitad se puso a disposición por la División
Sudamericana. El domingo por la noche, el 4 de mayo, Daniel
Hammerly, asociado con Victor Aeschlimann, el pastor local,
inauguró una serie de reuniones evangelísticas en la nueva
iglesia. Todas las personas en Paraná estaban familiarizadas con
la esquina de la sede administrativa durante muchos años, por
lo cual sería razonable para ellos entender que el templo
levantado al lado era una iglesia adventista del séptimo día.
Los visitantes se sintieron muy complacidos al ver que todos los
asientos estaban ocupados aproximadamente media hora antes
de que comenzara la reunión evangelizadora, y cuando el pastor
Hammerly comenzó su conferencia hubo hasta cien personas
paradas en los pasillos, el vestíbulo y los espacios abiertos a los
lados.1
1
Murray, Walter, «Dedication of New Church in Argentina», Review and
Herald, 24 de julio de 1952.16.
453
EL GRAN ACOPLE
Otros Discípulos Ilustres de Walter Schubert
1
Aurora Chavez, «Tribute To A Fallen Leader», Inter American News
Flashes, 25 de noviembre de 1980.,2.
457
EL GRAN ACOPLE
asociación, secretario ministerial de división y finalmente como
asociado ministerial de la Asociación General.
1
Alberto R. Treiyer, «Tendencias Evangelísticas Adventistas» (2001),
http://www.adventistdistinctivemessages.com/Spanish/articulos.html.
458
EL GRAN ACOPLE
almas pueden alcanzarse en esta "terrible crisis" únicamente bajo
"las circunstancias más desalentadoras y difíciles". Requiere en
primer lugar un ministerio lleno del Espíritu, un ministerio que
esté dispuesto a soportar dificultades y al mismo tiempo ser
audaz y valiente; un ministerio que no permanezca inactivo
cuando se vea frente a las dificultades y los obstáculos, no
importa cuán insalvables parezcan. Pero más que ninguna otra
cosa, requiere un ministerio que tenga una pasión y un amor
por las almas perdidas y sienta que ningún sacrificio es
demasiado grande para ganarlas para Cristo‖.
Con estas palabras no sólo describió lo que la Iglesia
Adventista necesitaba, sino, en cierta medida, resume los valores
y las directrices que guiaron su propia vida.
459
EL GRAN ACOPLE
En una de las mejores avenidas de Valparaíso, Chile, se
levantó el templo adventista de aquella ciudad. Santiago, a su
vez, tenía varias iglesias, además de la de Porvenir, y una de ellas,
la de La Paz, tuvo su buen templo desde 1940. Más o menos
desde entonces tiene el suyo, y verdaderamente magnífico,
Montevideo, la capital del Uruguay, país que ya tenía capillas en
Nueva Helvecia, San Pedro, Paysandú, Meló, Rivera y otros
lugares.
460
EL GRAN ACOPLE
mayoría con locales propios, y apoyados por poderosas ins-
tituciones. El avance evangelizador permitió e hizo necesario el
edilicio1.
1
Walter Murray, «Dedication of the Rosario Church», South American
Bulletin, octubre de 1933; Juan Riffel, «Dedicação de um Templo em
Manaus», Revista Adventista, edición brasileña, enero de 1956; Murray, Walter,
«Dedication of New Church in Argentina»; Brouchy, Pedro, «Dedication Of
The New Church In Montevideo», South American Bulletin, marzo de 1941;
Brown, J.L., «Dedication Of The Lagarto Church Building», South American
Bulletin, setiembre de de 1942; Edna Edeburn, «Rededication of Church at
Paysandu, Uruguay», South American Bulletin, octubre de 1954; B.A. Larsen,
«Dedication of ―Templo Adventista‖ in Callao, Peru», South American Bulletin,
octubre de 1954; Larsen, B.A., «New Adventist Church Dedicated in Ancient
City of Cuzco», South American Bulletin, segundo trimestre de de 1957;
Nielsen, N.P., «Dedication of New Temple in Recife, Brazil», South American
Bulletin, enero de 1934; L.H. Olson, «Two churches dedicated in Austral
Union», South American Bulletin, agosto de 1955; Olson, H.O., «Dedication of
the Sao Salvador Church», South American Bulletin, junio de 1940; Olson,
L.H., «Salta, Argentina Church Dedicated», South American Bulletin, cuarto
trimestre de de 1958; Riffel, «Dedicação de um Templo em Manaus»; Riffel,
Juan, «Dedication of the Colonia Wilson Church», South American Bulletin,
agosto de 1948; Riffel, Juan, «Dedication of the Villa Ocampo Church, C.
Argentine Conference», South American Bulletin, agosto de 1953; C.S. Storch,
«Dedication of ihe Church at Terezina Brazil», South American Bulletin,
diciembre de 1950; Benjamin Treiyer, «Dedication of the Church in
Asuncion», South American Bulletin, octubre de 1948; Tillman, A.N., «Temple
Dedication, Babahoyo, Ecuador», South American Bulletin, abril de 1955;
Storch, «Dedication of ihe Church at Terezina Brazil»; P.R. Tabuenca,
461
EL GRAN ACOPLE
Interamérica Reproduce la Experiencia Sudamericana
1
Arthur H. Roth, «Evangelism in the City of Havanna», Inter
American Division Messenger, abril de 1954.,2.
2
Arthur H. Roth, «Inter America Brevities», Inter American Division
Messenger, julio de 1954.,11.
3
Roy Allan Anderson, «The Ministerial Association», General
Conference Session Bulletin, 30 de mayo de 1954.,23.
4
Arthur H. Roth, «News from Our, Evangelists», Inter American
Division Messenger, diciembre de 1954.,2.
5
Silvia Powers, «Evangelism in Cuba», Inter American Division
Messenger, octubre de 1954.,10.
6
Clyde O. Franz, «The Havana Evangelistic School And Effort», Inter
American Division Messenger, marzo de 1954.,10.
463
EL GRAN ACOPLE
cosechando cien bautismos. Poco después es nombrado
evangelista en California.
Estudiando en el Colegio de La Sierra conocio al pastor Mario
Soto quien influyó para que le extiendan un llamado a la Unión
Austral. Fue llamado a ser pastor en Tucumán, habienbdose
votado ―pedir a las Conferencias de la Unión del Pacífico y del
Sureste de California que liberen a Antonio Arteaga y
transmitirle el llamado a conectarse con la División
Sudamericana para servir como pastor-evangelista en la Misión
del Norte de Argentina‖1
Luego fue evangelista en la Misión del Norte. Despuès de ir a
estudiar a Andrews, vuelve para ser evangelista de la Unión
Austral del 68 al 70, donde tuvo un ministerio fecundo2. De allí
vuelve a ser pastor en California, y luego Coordinador Hispano
en Los Ángeles. Tiempo después decide ser obrero de sostén
propio en México haciendo varios ciclos de conferencias hasta
que se jubila a los 66 años.
1
Fighur, Reuben, «General Conference Commitee» (4 de abril de 1961).44.
2
Antonio Arteaga, «Evangelizing Our Spanish Neighbors», Ministry Magazine,
junio de 1959; Antonio Arteaga, «Public Evangelism in Argentina», Review
and Herald, 18 de julio de 1963; Arteaga, «Eager Throngs Hear the Gospel in
Chile»; Arteaga, «Evangelism in Iquique, Chile»; Arteaga, «Evangelism in
Buenos Aires, Argentina».
464
EL GRAN ACOPLE
Arteaga Adapta a Norteamérica los Métodos Sudamericanios de
Schubert
1
Eliezer Benavides, «Evangelism in San Bernardino», Pacific Union
Recorder, enero de 1955.,3.
465
EL GRAN ACOPLE
En lo que se manifetaba como un giro metodológico de lo bélico
a lo sociológico declaró que ―Hemos encontrado que los
sermones sobre futuros conflictos armados, o el fin de todas las
cosas, no traen muchos oyentes. La mayoría de la gente ya está
asustada; prefieren escuchar un poco de paz en lugar de piezas. Y
muchos viven en hogares que ya están destrozados por el
divorcio o la delincuencia, no quieren escuchar que el mundo
entero también será "destruido". Sin embargo, todos están
interesados en un hogar feliz y en una larga vida, así que
comenzamos por decirles cómo vivir felices en esta tierra antes
de intentar interesarlos en vivir en el próximo.1
1
Arteaga, «Evangelizing Our Spanish Neighbors».
466
EL GRAN ACOPLE
la felicidad, un mejor nivel de vida, la seguridad y la confianza,
el reconocimiento y el compañerismo1.
El gran acople no se agotó con el mundo
latinoamericano. Más regiones y obreros del mundo aún
tendrían el privilegio de capacitarse e inspirarse con el
ministerio del pastor Schubert. A ello nos abocamos a
continuación.
1
Howard B. Weeks, Adventist Evangelism in the Twentieth Century
(Hagerstown, MD: Review & Herald Pub. Association, 1969).,259.
467
EL GRAN ACOPLE
CAPÍTULO IX: SCHUBERT APLICA EN EL MUNDO EL
1
Wendel Lima, «Tempo de erguer a cruz», Revista Adventista, edición brasileña,
marzo de 2015.28.
2
Rifai Boerhanoe‘ddin, «Islam Leader Now a Bible Teacher», Far
Eastern Division Outlook, abril de 1958.,15.
3
J.R. Obregon, «Youth Activities in West Visaya», Far Eastern Division
Outlook, abril de 1962.,11.
468
EL GRAN ACOPLE
escuelas de campo donde se agregaron a la iglesia más de 1500
nuevos miembros‖1.
1
Roy Allan Anderson, «The Ministerial Association», General
Conference Session Bulletin, 23 de junio de 1958.,13.
2
G.E. Jones, «Greater New York Conference Report», Atlantic Lake
Union Gleaner, 30 de marzo de 1959.,17.
3
Merle Mills, «Another Bible Instructor Joins Conference», Atlantic
Lake Union Gleaner, 28 de octubre de 1957. 6.
4
Lewis Lenheim, «Around the Union», Atlantic Lake Union Gleaner,
25 de noviembre de 1957. ,1.
5
«Spot News», Atlantic Lake Union Gleaner, 23 de diciembre de
1957.,6.
6
Merle Mills, «Three- ity Evangelistic Program Opens This Month»,
Atlantic Union Gleaner, setiembre de de 1957.,6.
7
Merle Mills, «S.N.E. Spot News», Atlantic Union Gleaner, abril de
1957.,8.
469
EL GRAN ACOPLE
El trabajo continuo de Schubert durante la campaña de
evangelización demostró ser una inspiración y una bendición
para los miembros de nuestra iglesia, así como para los obreros
de la zona. Aunque no pudo permanecer el tiempo suficiente
para cosechar el interés que surgió de las reuniones, se informó
que hubo 174 personas interesadas de las ciudades
mencionadas1. Otros obreros pudieron tener una buena cosecha
posterior2. Tiempo después predicó Long Beach e Island Park.3
Irlanda, un terreno difícil, también recibió la predicación de
Schubert, con ciclos en Dublin y Belfast4 donde bautizo
cincuenta personas5. En Milan y Turín sorprendió al bautizar
cien almas en esa region6 y reavivó las iglesias de la zona7.
1
Merle Mills, «Elder Schubert Leaves and Returns», Atlantic Lake
Union Gleaner, 20 de enero de 1958.,5.
2
Merle Mills, «Elder Dan Harris Commcnccs Winter Campaign»,
Atlantic Lake Union Gleaner, 3 de febrero de 1958.,9.
3
Herminio Ortiz, «Walter Schubert Visits Bay Shore Spanish
Church», Atlantic Lake Union Gleaner, 20 de marzo de 1961.,5.
4
W.J. Hackett, «Greetings from the Fall Council!», Atlantic Lake
Union Gleaner, 6 de noviembre de 1961.,2.
5
Glenmore Carter, «By Jet to Our Work in 30 Countries», The
Record. Southwestern Union Conference S.D.A., abril de 1961.,10.
6
Roy Allan Anderson, «The Ministerial Association», General
Conference Session Bulletin, 31 de julio de 1962. ,11.
7
Marius Fridlin, «Southern European Division», General Conference
Session Bulletin, 1 de agosto de 1962.
470
EL GRAN ACOPLE
Evangelización y Capacitación en Los Ángeles
1
Herbert Ford, «Unusual Evangelistic Campaign Proves an
Exceptional Success», Pacific Union Recorder, diciembre de 1956.,12.
2
R.R. Bietz, «Spanish Effort», Pacific Union Recorder, setiembre de de
1956.,11.
471
EL GRAN ACOPLE
bautizaron doscientas personas1. A principios del septiembre de
1956 los esposos Schubert salieron de Washington, para Los
Angeles, donde con Louise Kleuser iban a dirigir una Campaña
evangelizadora hispana. El plan era realizar tres esfuerzos
simultáneos: uno en Este de Los Ángeles, uno en Temple City, y
uno en Pacoima. El presupuesto ascendió a $ 13,900. La
asociación sur de California contribuyó con $ 11000, y los
miembros de la iglesia prometieron $ 2000.
Los nuevos creyentes pronto recompensaron a la conferencia
por la inversión realizada.
1
Roy Allan Anderson, «Bringing Ourselves Up to Date», Ministry Magazine,
febrero de 1957.18.
472
EL GRAN ACOPLE
nombres fueron entregados para la visitación y clasificados
semanalmente en los siguientes
cinco categorías:
473
EL GRAN ACOPLE
de la iglesia cumplió fielmente con esta solicitud. Como
resultado de estas plegarias muchas personas asistieron a las
conferencias noche tras noche y fueron convencidos por la
verdad.
1
Schubert, Walter, «Evangelism in Theory and Practice in Los Angeles»,
Ministry Magazine, mayo de 1957.24.
474
EL GRAN ACOPLE
Organización del Triple Esfuerzo.
476
EL GRAN ACOPLE
ayudarlos a resolver sus variados problemas de la vida,
aprovecharon ese anhelo del corazón humano. Estos métodos
permitieron mantener una buena asistencia, con algunas
excepciones, durante toda la campaña.
La clase bíblica
478
EL GRAN ACOPLE
5. Bautismo: Aquellos que estaban listos para el bautismo.
En la reunión semanal de trabajadores, se discutió y oró acerca
del progreso y los problemas de la campaña. Fue una experiencia
emocionante ver las reacciones cuando los trabajadores de una
semana a otra presentaron sus informes con sus diversos
intereses clasificados.
Durante la primera semana de la campaña había diez personas
interesadas que ya estaban guardando el sábado, y de una
semana a otra había de cinco a quince guardadores del sábado
adicionales. Este cuidadoso sistema de clasificación le dio a cada
trabajador una idea de cuál de las personas interesadas debería
recibir atención prioritaria; también le dio al trabajador un
índice semanal del progreso de su trabajo en relación con su
obra ganadora de almas.La Oración en el Evangelismo
Se les pidió a los miembros de la iglesia que oraran tres veces al
día por el éxito de la campaña y por el logro de la meta de al
menos doscientas almas para el reino de Dios. La mayoría de los
miembros de la iglesia cumplieron fielmente con esta solicitud.
Como resultado de estas sesiones de oración muchas personas
asistieron a las conferencias noche tras noche y más tarde se
convencieron de la verdad.
479
EL GRAN ACOPLE
Programa De Visitas Intensivas
481
EL GRAN ACOPLE
Los Bautismos
Renacimiento de la iglesia
482
EL GRAN ACOPLE
campaña evangélica en la que los miembros puedan asistir a las
reuniones y cooperar en el servicio. Esto curará una multitud de
enfermedades espirituales1.
1
Walter Schubert, «Evangelism in Theory and Practice in Los
Angeles», Ministry Magazine, accedido 9 de septiembre de 2015,
https://www.ministrymagazine.org/https://www.ministrymagazine.org/archi
ve/1957/05/evangelism-in-theory-and-practice-in-los-angeles.
483
EL GRAN ACOPLE
noche para escucharlo, pero no me uniré a su iglesia". Esta
mujer, sin embargo, poco después fue bautizada."1 El adventismo
palpitaba el mismo sentir evangelizador en todas las áreas de la
iglesia.
1
Lawrence Maxwell, «The Day in Cleveland», General Conference
Session Bulletin, 23 de junio de 1958.,5. «Visto e Ouvido na Assembléia da
Associação Geral», Revista Adventista, edición brasileña, noviembre de 1958.3.
484
EL GRAN ACOPLE
miembros de nuestra iglesia se vieron obligados a sentarse en
una sala contigua. De esta manera pudimos acomodar de 180 a
200 personas. Estábamos algo ansiosos por saber cómo
reaccionaría la gente al escuchar el sermón a través de un
traductor, pero al parecer a nadie le importaba. Tuvimos una
buena asistencia. Todos siguieron las reuniones desde el
principio y se mantuvieron regulares hasta el final. En Milán fue
más difícil atraer personas que en Turín porque la sala que
pudimos asegurar no estaba convenientemente situada. Tuvimos
que gastar algo de dinero y esfuerzo para llamar la atención de
las personas que, por regla general, no asisten a reuniones
religiosas fuera de su propia iglesia. Aparte de la publicidad, se
organizó un intenso programa de visitas, y el pastor Schubert, el
orador, siempre fue el primero en salir a visitar a aquellos que
mostraron interés. Al principio teníamos reuniones públicas dos
veces por semana, tanto en Milán como en Turín. Más tarde, se
agregó una clase de Biblia, que lleva el total a seis reuniones por
semana. Turín está a unos noventa kilómetros de Milán, por lo
que esto significó un programa de viaje pesado. De nuestra
experiencia en estas ciudades, aprendimos que es muy difícil
preparar a las personas para el bautismo en solo tres meses
cuando tiene que comenzar desde el principio, presentando la
Biblia a personas que saben muy poco al respecto. El orador se
ganó la plena confianza de la gran mayoría, aunque algunos se
opusieron al decir que un estadounidense no podía hablar en
contra de la religión de los italianos, que son casi todos
485
EL GRAN ACOPLE
católicos. Un líder de Acción Católica trató de interrumpir al
orador varias veces, pero luego admitió que estaba impresionado
por las verdades predicadas, y gradualmente detuvo su
oposición. Pudimos continuar nuestro esfuerzo sin ninguna otra
oposición apreciable.
La esperanza y las labores del equipo fueron recompensadas el
19 de diciembre cuando se bautizaron treinta y una almas, lo
que demuestra su deseo de seguir a Jesús y unirse con el
remanente que "guarda los mandamientos de Dios y la fe de
Jesús. Ahora hay cientos de personas en Milán y Turín que han
aprendido a amar la Biblia y la segunda venida de Jesús. El
Pastor Schubert y los demás miembros del personal de la misión
ahora han regresado a sus hogares, pero continúo con el
esfuerzo, con la asistencia de trabajadores locales y otros dos. ,
uno en cada ciudad. Esperamos bautizar setenta y cinco almas
más. Dios nos ayudará a alcanzar esta meta. Los miembros de la
iglesia han cooperado con entusiasmo y han hecho buenas
ofrendas a pesar de sus bajos ingresos. Esta campaña
evangelística ha sido una bendición para las dos iglesias1. Ambas
han experimentado un avivamiento espiritual. Los trabajadores
también recibieron una nueva visión y están decididos a iniciar
esfuerzos evangelísticos en otras ciudades de Italia. Hemos visto
el poder de Dios trabajando para ayudar a las personas a obtener
Sábados fuera de su trabajo. No hay sustituto para los esfuerzos
1
Schubert, Walter, «Evangelistic School and Campaign in Italy», Ministry
Magazine, mayo de 1960.24.
486
EL GRAN ACOPLE
de evangelización para ganar nuevos creyentes y revivir a la
iglesia. Estamos agradecidos a Dios por su ayuda y expresamos
nuestro sincero agradecimiento al pastor Schubert y a todos los
evangelistas que se asociaron con él1.
1
Giuseppe Cuppertino, «Evangelism Wins Souls in Northern Italy»,
Australasian Record, junio de 1960. ,6.
2
Roy Allan Anderson, «Salute to a Comrade», Ministry Magazine, diciembre
de 1962.2.
487
EL GRAN ACOPLE
candidato sea bautizado por lo general hayan pasado por una
serie de estudios completos.1
1
James W. Zackrison, «Church Growth In Inter-America», Ministry Magazine,
setiembre de de 1977.13.
488
EL GRAN ACOPLE
originales perdieron su celo misionero. Sus antepasados
preferirían morir antes que negar la fe de su Señor. Pero sus
descendientes, en un tiempo de Libertad y prosperidad, eran
indiferentes al legado de sus antepasados. Tal indiferencia
religiosa les daba ventaja a sus antiguos perseguidores quienes
armaron una trinchera de su propia fe entre ellos.
1
Schubert, Walter, «Realism in Our Evangelism Today», Ministry Magazine,
abril de 1959.16.
489
EL GRAN ACOPLE
Triple Ciclo en Nueva York
1
E.L. Branson, «News Notes», Atlantic Union Gleaner, enero de
1955.,2.
2
Frederick Lee, «The 1955 Autumn Council», Southern African
Division Outlook, diciembre de 1955.,2.
3
E.L. Branson, «News Notes», Atlantic Union Gleaner, febrero de
1955.,4.
4
E.L. Branson, «Three Simultaneous Spanish Efforts in New York
City», Atlantic Union Gleaner, marzo de 1955.,2.
5
E.L. Branson, «News Notes», Atlantic Union Gleaner, mayo de
1955.,2.
490
EL GRAN ACOPLE
el momento de las reuniones evangelísticas del élder Walter
Schubert en la ciudad de Nueva York.1
Constante Adaptación
1
E.L. Branson, «Camp Meeting-1955», Atlantic Union Gleaner, agosto
de 1955.,2.
2
M. Donovan Oswald, «Ingathering Victory», Southern Tidings,
febrero de 1961.,8.
491
EL GRAN ACOPLE
Auditorio Municipal y tres noches a la semana en la localidad de
Hondo. Veintisiete personas nuevas fueron a la iglesia el sábado
anunciado en San Antonio y diecisiete a la iglesia de Hondo1.
Después de estudiar textos como Isaías 8: 19,20 y Lev. 20: 6
algunos antiguos espiritistas se convirtieron2.
1
Robert H. Pierson, «Texas Conference Spanish Work», The Record.
Southwestern Union Conference S.D.A.f S, mayo de 1958.,4.
2
E.John Lorntz, «Spiritualist Home Becomes Branch Sabbath
School», The Record. Southwestern Union Conference S.D.A.f S, mayo de 1958.,
7.
3
E.A. Marinkovic, «Walter Schubert Conducts Evangelistic
Meeting», The Record. Southwestern Union Conference S.D.A., julio de 1960.,7.
4
R.R. Mattison, «San Antonio Spanish Effort», The Record.
Southwestern Union Conference S.D.A.f S, julio de 1958.,4.
492
EL GRAN ACOPLE
Duro Evangelismo en Irlanda
1
K.A. Elias, «Evangelism in Ireland», British Advent Messenger, marzo
de 1961.,13.
493
EL GRAN ACOPLE
Norteamérica, el pastor R. Burgess y el hermano D. Murtagh
continuaron el buen trabajo. El sábado, 8 de abril, fue un día
feliz para la iglesia de Dublín, cuando el Sr. y la Sra. Blay dieron
testimonio de su fe al recibir el santo bautismo1. W. Schubert
dio cuatro conferencias cada semana en las ciudades de Belfast y
Dublín, atrayendo audiencias y despertando un gran interés en
ese duro terreno2.
1
W.G. Nicholson, «Baptism in Dublin», British Advent Messenger,
julio de 1961.,10.
2
W.G. Nicholson, «Finishing the Work in Ireland», British Advent
Messenger, setiembre de de 1962.,27,28.
494
EL GRAN ACOPLE
CAPÍTULO X: ASÍ SE GANARON MILES
496
EL GRAN ACOPLE
Porque aunque sea libre de todos los hombres, me he hecho
siervo de todos para ganar más. Y a los judíos me convertí como
judío, para ganar a los judíos; ya los que están bajo la ley, como
bajo la ley, para que yo gane a los que están bajo la ley; a los que
están sin ley, como sin ley, (no estando sin ley para Dios, sino
bajo la ley para Cristo), para que yo pueda ganar a los que están
sin ley. A los débiles me hice tan débil, que podría ganar a los
débiles: todo se me hizo a todos los hombres, para que por todos
los medios salve a algunos.
497
EL GRAN ACOPLE
Los Métodos De Cristo
498
EL GRAN ACOPLE
¿Cuáles son las cosas que los psicólogos de hoy nos dicen que
quiere la persona promedio? En lugar de desilusión, quiere
esperanza; en lugar de ansiedad, anhela la paz; en lugar de una
conciencia culpable, anhela escuchar una voz autoritaria de
perdón; en lugar de infelicidad, busca la felicidad; En lugar de
pobreza, es ambicioso por un mejor nivel de vida; en lugar de
seguridad, aspira a la seguridad y la confianza; En lugar de la
indiferencia de las personas, anhela el reconocimiento y la
compañía.
499
EL GRAN ACOPLE
El lugar de reunión
500
EL GRAN ACOPLE
demasiadas áreas restringidas, podría ser un obstáculo para una
buena asistencia.
La publicidad
501
EL GRAN ACOPLE
inmediato a la gente: Somos adventistas del séptimo día ". -
Obreros del Evangelio, pág. 119. Y en Evangelismo, página 576,
leemos: "Los ángeles de Dios ven en las diferentes
denominaciones a muchos de los que solo se puede llegar con la
mayor precaución".
La programación de la conferencia
502
EL GRAN ACOPLE
participar en la oración protestante y el canto congregacional,
pero escucharán a coros, solos y música instrumental; de hecho,
los disfrutan.
1
Walter Schubert, «How to Attract People to Evangelistic
Campaigns», Ministry Magazine, accedido 9 de septiembre de 2015,
https://www.ministrymagazine.org/https://www.ministrymagazine.org/archi
ve/1959/09/how-to-attract-people-to-evangelistic-campaigns.
503
EL GRAN ACOPLE
La infalible misión profética para la iglesia está descripta en
Apocalipsis 14: 6, 7. La iglesia es la agencia designada por Dios
para la salvación de los hombres. Fue organizado para el servicio,
y su misión es llevar el evangelio al mundo, declara Los Hechos
de los Apóstoles, pág. 9. Las grandes fuerzas latentes en nuestras
iglesias, bajo el liderazgo capaz de los líderes de distrito, pueden
aprovechar, unificar y coordinar todas las actividades en un todo
unificado. Esto debe hacerse con paciencia y perseverancia,
uniendo todas las diferentes líneas de misión. El trabajo del
ministro requiere primero, el tierno cuidado amoroso de un
pastor; segundo, el liderazgo enérgico de un cazador que busca
presas en la inmensidad del desierto.
504
EL GRAN ACOPLE
grandes. Dios ha concedido a algunos hombres el don de atrapar
a grandes audiencias. Cada
evangelista debe ser apoyado por un equipo de al menos siete
colaboradores. Pero en muchos campos la actividad
evangelística, con algunas excepciones, se realiza solo
esporádicamente, como si fuera una línea lateral de la actividad
de la iglesia. Schubert se preguntaba si los evangelistas tienen
tanto poder, prestigio y reconocimiento en las filas adventistas
como en algunas otras denominaciones. En la mente de algunos
la palabra "evangelista" parece tener la connotación de una
persona excitable, temperamental, de personalidad efervescente.
Otros inmediatamente piensan en un hombre que por la fuerza
de su personalidad crea un ambiente emocional para convencer
a los hombres de sus ideas. Todavía otros clasifican a un
evangelista como falto de equilibrio
intelectual. Tal pensamiento acerca de los evangelistas hace
suponer que bajo la enseñanza de un evangelista de este tipo, se
ingresa a la Iglesia en una ola de emoción, y que cuando la
fuerte personalidad del evangelista se retira, estos miembros
pronto caen en desánimo.
505
EL GRAN ACOPLE
dejar sin decir, con la astucia paulina, para capturar ateos,
agnósticos, católicos o judios. Debemos esforzarnos por
encontrar métodos para reunir grandes audiencias, innovando y
saliendo de la rutina. Algunos pueden argumentar que el
evangelismo es difícil, y que nada asegura que será compensado
el dinero, el tiempo, y la energía entregados en procura de una
gran cosecha. Dicen que la gente no saldrá de sus casas para
escuchar el mensaje. Afirman que estamos viviendo en una era
de la televisión. Pero el Señor ha mandado trabajar a pesar de
los obstáculos aparentemente insuperables.1
1
Schubert, Walter, «Evangelism in This Atomic Age», Ministry Magazine,
setiembre de de 1957.17.
506
EL GRAN ACOPLE
que el cuerpo, la mente y el corazón estén igualmente educados.
El personaje debe recibir la disciplina adecuada para su
desarrollo más completo y más alto". Ministry of Healing, p.
398.
507
EL GRAN ACOPLE
través de un estudio cada vez mayor y una experiencia práctica
constante.
508
EL GRAN ACOPLE
Debe aprovechar todos los medios posibles para comprender el
comportamiento humano, y por qué los hombres deciden seguir
ciertas filosofías de la vida y las creencias religiosas.
509
EL GRAN ACOPLE
El problema del agente moral libre
510
EL GRAN ACOPLE
rebelión, que es pecado, está rompiendo una relación con Dios.
La salvación es reconciliación.
Empatía evangelistica
511
EL GRAN ACOPLE
la posición de ese hombre e intentar mirar a través de sus ojos.
Debería considerar la voluntad de Dios para ese hombre que se
describe en Ap. 18: 4, R.S.V .: "Sal de ella, pueblo mío, para que
no tomes parte en sus pecados, para que no compartas sus
plagas". Solo mediante el estudio orante podemos ser guiados a
seguir un plan de acción que llevará a los hombres el estándar
elevado que se describe en Apocalipsis 14:12, RSV: "Aquí hay
un llamado a la perseverancia de los santos, aquellos que
guardan los mandamientos de Dios. y la fe de Jesus ".
512
EL GRAN ACOPLE
que encontramos en 2 Corintios 4: 4, R.S.V .: "En su caso, el
dios de este mundo ha cegado las mentes de los incrédulos, para
evitar que vean la luz del evangelio de la gloria de Cristo".
La razón dada por la cual los incrédulos no pueden ver la luz del
evangelio es que Satanás ha cegado sus mentes, y un ciego no
puede ver. ¿Cómo logra esto Satanás? "En los últimos días
vendrán tiempos de estrés. Los hombres serán amantes de sí
mismos, amantes del dinero, orgullosos, arrogantes, abusivos,
desobedientes a sus padres, ingratos, profanos, inhumanos,
implacables, calumniadores, insultantes, feroces. odian a los
buenos, traicioneros, imprudentes, llenos de orgullo, amantes
del placer en lugar de amantes de Dios, que sostienen la forma
de la religión pero niegan el poder de la misma. Eviten a esas
personas, porque entre ellas están las que se abren camino hacia
Las casas y capturan a las mujeres débiles, cargadas de pecados e
influidas por diversos impulsos, que escucharán a cualquiera y
nunca podrán llegar al conocimiento de la verdad. Como Jannes
y Jambres se opusieron a Moisés, estos hombres también se
oponen a la verdad. Mente corrupta y fe falsificada "(2 Tim. 3: 1-
8, RSV).
513
EL GRAN ACOPLE
hombre que está dominado por algunos o todos estos veinte
pecados está tan ciego que se opondrá a la verdad porque su
mente está corrupta. Incluso si una mente semicontaminada
escucha la verdad, nunca comprenderá por sí misma, y mucho
menos aceptará, el mensaje.
514
EL GRAN ACOPLE
14: 8 y 17: 2, RV: "Y siguió otro ángel, diciendo: Ha caído
Babilonia, ha caído, esa gran ciudad, porque hizo beber a todas
las naciones del vino de la ira de su fornicación. . " "Con quien
los reyes de la tierra han fornicado, y los habitantes de la tierra
se han embriagado con el vino de su fornicación".
515
EL GRAN ACOPLE
Satanás ha obrado con poder engañoso, trayendo una
multiplicidad de errores que oscurecen la verdad. El error no
puede sostenerse por sí solo, y pronto se extinguiría si no se
atara como un párroco al árbol de la verdad. El error saca su
vida de la verdad de Dios. Las tradiciones de los hombres, como
los gérmenes flotantes, se adhieren a la verdad de Dios, y los
hombres los consideran parte de la verdad. A través de las falsas
doctrinas, Satanás se afianza y cautiva las mentes de los
hombres, haciendo que sostengan teorías que no tienen
fundamento en la verdad. Los hombres enseñan audazmente las
doctrinas de los mandamientos de los hombres; y a medida que
las tradiciones pasan de una época a otra, adquieren un poder
sobre la mente humana. Pero la edad no hace que el error sea
verdad, ni su peso tan pesado hace que la planta de la verdad se
convierta en un parásito. El árbol de la verdad tiene su propio
fruto genuino, mostrando su verdadero origen y naturaleza. El
parásito del error también produce su propio fruto y manifiesta
que su carácter es diferente de la planta de origen celestial. Es a
través de falsas teorías y tradiciones que Satanás gana su poder
sobre la mente humana. — Evangelismo, pág. 589. (cursiva
suministrada.)
516
EL GRAN ACOPLE
sacrificio. Incluso, ella entra en contacto con la verdad de Dios.
A ella no le importaría ser una adventista si la iglesia fuera
popular. Pero la idea de ser excluida por sus amigos al unirse a
esta iglesia impopular, que observa el llamado sábado judío, es
más de lo que puede soportar. Además, la cuestión de una vida
saludable y una vestimenta sensata no apela a su gusto y
vanidad. El Espíritu de Dios sigue suplicándole a su corazón que
siga la luz que ha recibido. Así que para aliviar su conciencia,
ella se adentra en la Biblia, no para encontrar la verdad, sino
para probar que la verdad es un error. Ahora el problema es el
siguiente: ¿cómo tratará el alma ganadora con esta mente,
paralizada con la falsa doctrina de una pseudo salvación? ¿Cómo
puede ser guiada a ver la verdad en toda su belleza como lo es en
Jesús nuestro señor?
517
EL GRAN ACOPLE
Vemos entonces que la ciencia de salvar almas abarca un
conocimiento de la naturaleza humana y un estudio de la mente,
cómo vencer el poder de Satanás y ganar a las personas para
Cristo. Significa mucho el estudio constante, mucha oración y
un trabajo serio e implacable1.
1
Walter Schubert, «The Science of Soul Winning - Ministry
Magazine», accedido 9 de septiembre de 2015,
https://www.ministrymagazine.org/archive/1958/02/the-science-of-soul-
winning.
518
EL GRAN ACOPLE
El texto de Proverbios 10:30 declara que : "Él que gana almas es
sabio ". El ganador de almas tiene el atributo de ser sabio. Eso
significa que él es experto en el arte de ganar almas a través del
estudio cada vez mayor y la práctica constante. Ya en su época
Schubert reconocía dificultades crecientes en el campo de ganar
almas. ―Algunos sienten que es inútil gastar tiempo, energía y
dinero en el intento de ganar almas que no quieren ser
salvadas‖. Como resultado algunos se han desanimado y han
pedido ser trasladados a algún tipo de trabajo denominacional
que no se conecte demasiado directamente con la ganancia de
almas activa. Pero ésta es una consecuencia natural de la falta de
estudio y experiencia en la ciencia de salvar almas.
En algunos casos se llega a esta decisión porque un ministro ha
tratado de ganar almas en su propia fuerza y poder. Pero "las
dificultades son solo escaleras para el éxito‖. Al hombre que
ama a las almas, las dificultades y perplejidades que enfrente en
el evangelismo lo desafiaran a subir más alto.
519
EL GRAN ACOPLE
cuando la mente de un hombre se transforma y renueva es capaz
de entender y aceptar la perfecta voluntad de Dios.
520
EL GRAN ACOPLE
del aire, por lo cual es desobediente, alienado de la iglesia, un
extraño a las promesas de Dios, y sin esperanza en el mundo.
Aquí es donde el ministro debe usar de empatía para entender
los pensamientos y sentimientos del hombre, y por qué actúa
como lo hace. El verdadero ganador de almas debe colocarse en
la posición de ese hombre y tratar de mirar a través de sus ojos.
Debe considerar la voluntad de Dios para ese hombre tal como
se la describe en Apoc. 18: 4: "Sal de ella, pueblo mío,
para que no tomes parte en sus pecados ni compartas sus
plagas‖. Sólo mediante el estudio y la oración puede ser guiado a
seguir un plan de acción que traiga a los hombres al alto nivel
descripto en Apocalipsis 14:12. La ciencia de salvar almas es la
victoria de Dios sobre el poder que ejerce Satanás para controlar
la mente del hombre, y se demuestra diariamente por medio de
la evangelización.
521
EL GRAN ACOPLE
Los pecadores siempre se esconden de Dios, como Adán y Eva,
porque el pecado los separa de Dios. Este tipo de hombre es
generalmente indiferente a a los asuntos profundos y eludirá las
reuniones religiosas. El pecado lo ha cegado a sus necesidades
espirituales. Por otro lado, hay muchas personas
moralmente honestas que odian el pecado conocido, a quien
Satanás emborracha con falsas doctrinas. Satanás ha obrado con
poder engañoso, para traer en una multiplicidad de errores que
oscurecen la verdad. El error no puede vivir solo, por lo cual se
mezcla con algunas verdades. A través de las falsas doctrinas,
Satanás se afianza, y cautiva la mente de los hombres,
haciéndolos sostener teorías que no tienen fundamento en la
verdad. Las tradiciones pasan de una edad a otra, adquiriendo
poder sobre la mente humana. Pero el paso del tiempo no
transforma el error en verdad. El árbol de la verdad tiene su
propio fruto genuino, que muestra su verdadero origen y
naturaleza. El ganador de alas estudiará como guiar a tales
personas a la verdad pura de Dios. La ciencia de salvar almas
abarca el conocimiento de la naturaleza humana y el estudio de
la mente para entender cómo vencer el poder de Satanás.
Demanda duro y constante estudio, mucha oración, fervor, y
trabajo arduo1.
1
Schubert, Walter, «The Science of Soul Winning», Ministry Magazine,
febrero de 1958.31.
522
EL GRAN ACOPLE
La Planificación de un Ciclo Evangelizador
523
EL GRAN ACOPLE
para construir una base segura donde las personas de diversas
religiones y filosofías de vida sean establecidas poco a poco como
verdaderos conversos. Es prudente tratar primero los temas en
los cuales la mayoría de los oyentes pueden estar de acuerdo y
que entenderán, como "El secreto de la felicidad", y otros tópicos
prácticos que les ayudarán a resolver problemas personales tales
como el miedo, la ansiedad y el dolor.
1
Schubert, Walter, «Planning an Evangelistic Campaign Part II», Ministry
Magazine, mayo de 1959.30.
524
EL GRAN ACOPLE
inmigrantes presentaron un gran desafío a los adventistas del
séptimo día. Muchas otras denominaciones, y especialmente
la Iglesia Católica Romana, han dado gran atención al desarrollo
de sus actividades entre los extranjeros. Schubert se preguntaba
qué sucedería si en las ciudades más grandes a través de alguna
agencia, se pudiera rastrear a los inmigrantes recién llegados
para entablar amistad e invitarlos a las reuniones adventistas.
Una persona que habla una lengua extranjera puede ser
persuadida más fácilmente a aceptar el evangelio cuando se
presente en su
lengua materna. Asimismo era importante conectar al emigrante
con adventistas en su destino, de modo que no se enfriaran con
el traslado.1
1
Schubert, Walter, «Working for Immigrants to American Shores», Ministry
Magazine, junio de 1959.12.
525
EL GRAN ACOPLE
comisión como se esperaba, pero trabajando en equipo eran más
valientes o incluso heroicos.
526
EL GRAN ACOPLE
organizados, quienes siguen planes bien definidos, claramente
entendido por todos para que el trabajo pueda ser hecho con
fervor, prontitud y exactitud. El buen liderazgo proporciona
tiempo para la oración, establece reuniones entre los
trabajadores, y da oportunidad para el intercambio de
experiencias.1
1
Schubert, Walter, «Teamwork Essential in Evangelism», Ministry Magazine,
julio de 1959.27.
527
EL GRAN ACOPLE
evitarán con molestia. Esto se percibe también al dialogar con
las personas no adventistas sobre temas seculares, y virar la
conversación hacia lo religioso. Esto demuestra que se requiere
un método para la predicación del mensaje que no lo diluya
pero que sí lo adapte.
528
EL GRAN ACOPLE
antes de poder escuchar de todo corazón al mensaje. Tal vez hay
un joven que está al borde de una infidelidad que primero
necesita ayuda en su problema. Es imperativo que en sus
primeras reuniones el evangelista se identifique completamente
con las necesidades heterogéneas de estas personas, tratando de
ayudarlos y manifestando un gran interés por su bienestar y
felicidad. El Señor quiere que el ganador de almas use su
inteligencia al máximo junto con
la oración, a fin de pensar como atraerá la atención de la gente y
los inducirá a aceptar la belleza de la verdad, que es para su
felicidad en la tierra y su
futura alegría eterna. Satanás está constantemente ideando
planes y métodos para seducir a la gente y para llevarla junto con
él a la destrucción eterna. El ganador de almas, que es el
depositario de la verdad eterna, no debe hacer menos, sino aún
más.
529
EL GRAN ACOPLE
más a fondo la reputación de la sala en consideración. La
publicidad debe hacerse de una manera que atraiga al tipo de
personas en perspectiva, dejando en claro que no se
antagonizará con ningún grupo de personas, sino que se les
ayudará a resolver sus problemas cotidianos. Si la publicidad no
da la impresión de que las reuniones son de carácter proselitista,
entonces muchas más personas se sentirán atraídas,
particularmente en ciertos segmentos de la población. Los
nombres y direcciones solo deben ser tomadas una vez que el
orador haya ganado la confianza de su audiencia. Puede que
tenga que esperar una semana o dos, pero entonces valdrán
mucho los nombres obtenidos1.
1
Schubert, Walter, «How to Attract People to Evangelistic Campaigns»,
Ministry Magazine, setiembre de de 1959.31.
530
EL GRAN ACOPLE
evangelización de modo que traduzca el mensaje en términos
relevantes para las demás personas, sea cual fuere su trasfondo
doctrinal.
531
EL GRAN ACOPLE
en favor de las líneas laterales de la obra podría estar cerrando la
puerta a la salvación de muchas personas.1
1
Schubert, Walter, «What Evangelism Is and Is Not», Ministry Magazine,
setiembre de de 1959.15.
532
EL GRAN ACOPLE
2. Debe amar a la gente y tener la cualidad de
conseguir su simpa-tía, siendo que éste es el primer paso
para ganar el corazón de los interesados.
3. Debe desear ardientemente ganar almas para el
Señor.
4. Debe ser una persona de oración. Sus oraciones
deben elevarse por lo menos tres veces al día a favor de
las almas con las cuales estudiar la Palabra de Dios.
5. Debe vivir y practicar lo que enseña, pues los
hechos hablan más fuertemente que las palabras y el
mejor estudio bíblico es la verdad vivida.
6. Debe conocer a fondo la Palabra de Dios y haber
estudiado las doctrinas y profecías.
7. Debe desarrollar un tono de voz agradable, pues
la voz fuerte y el tono dictatorial o monótono.
8. La perseverancia y la constancia deben adornar la
vida del obrero bíblico, a fin de que convenza y convierta
a los creyentes.
El pastor Schubert también advertía que ―no se ganan almas con
esfuerzos intermitentes, pues la mayoría de los interesados sólo
aceptan la verdad después de un estudio cabal de todas las
doctrinas y profecías contenidas en las Sagradas Escrituras. Por
533
EL GRAN ACOPLE
esto, es absolutamente necesario que la perseverancia sea una de
las principales cualidades del obrero bíblico‖.
En cuanto al método para dar estudios bíblicos, Schubert
resaltaba los siguientes aspectos fundamentales.
1. El manejo de la Biblia.
Al creyente le gusta desde el principio saber cómo manejar la
Biblia. Conviene por lo tanto, y como introducción al primer
estudio bíblico, enseñarle qué es el Antiguo Testamento,
durante qué épocas fueron escritos los libros que lo componen,
y hacer lo mismo con el Nuevo Testamento. Debe enseñársele
poco a poco hasta que los aprenda de memoria, primero los
libros del Nuevo Testamento y después los del Antiguo
Testamento. Debe explicársele qué es capítulo y versículo.
Igualmente las abreviaturas de los libros y por último el
significado de las referencias bíblicas, como por ejemplo: San
Juan 3: 16. Al hacerlo, explicar que el 3 representa el capítulo y
el número 16 que va después de los dos puntos, el versículo.
Conviene antes de cada estudio bíblico repasar y añadir nuevos
elementos sobre el manejo de la Biblia. Esto contribuirá a que el
creyente ame por sí mismo el estudio de la Palabra de Dios y
acepte con más gusto la verdad.
2. Orden lógico.
Los temas de los estudios deben ser presentados en forma lógica,
partiendo de lo fácil a lo difícil; de temas con los cuales el
534
EL GRAN ACOPLE
interesado está de acuerdo hasta llegar poco a poco a los temas
discutidos o controvertidos. Por lo general, los temas de los
estudios bíblicos de los manuales están ya lógicamente
arreglados.
3. Ilustraciones.
Cuando se presentan las profecías, conviene hacer los cuadros
correspondientes que las ilustren. Como por ejemplo, Daniel 2,
las bestias, etc. A veces también conviene usar pequeños
modelos en madera terciada sobre las bestias, los cuales las
hermanas y hermanos podrán llevar en sus carteras o
portafolios. Si la verdad penetra en el corazón de las personas no
sólo por el sentido del oído sino también por el de la vista a la
vez, hará una impresión más profunda y su deseo de aceptar la
verdad será más vivo.
4. Ordenación de los estudios.
Los primeros estudios bíblicos deben inspirar confianza y
amistad. Podrían estudiarse algunos temas como los siguientes:
a) Si es un industrial, estudiar sobre el capital y el trabajo.
Si es una señora que perdió algún ser querido, deben usarse
mensajes que le proporcionen alivio y consuelo; y después
Daniel 2, y la tierra nueva, etc.
b) Después de haber ganado la confianza, es necesario dar
estudios bíblicos que produzcan confianza en la Palabra de Dios,
535
EL GRAN ACOPLE
a fin de que sea aceptada como inspiración divina, antes de
estudiar las demás doctrinas. Se podrían dar los siguientes
estudios: La Biblia y la profecía, la Biblia y la ciencia, el origen
de la Biblia y su poder salvador.
c) Cuando han aceptado la Palabra de Dios como
inspirada, se pueden estudiar doctrinas relacionadas con la
segunda venida de Cristo, por ejemplo: Mateo 24, la situación
actual, el discurso profético de Cristo, Daniel 7, las siete plagas,
la segunda venida de Cristo y el milenario. Se debe procurar que
la gente acepte de todo corazón la venida de Cristo, instándola a
que la viva y que la enseñe a otros.
d) Luego convendría estudiar el plan de salvación con los
siguientes temas: El origen del mal, las profecías mesiánicas
referentes a la venida de Cristo, el amor de Dios, la aceptación
de Cristo mediante el arrepentimiento, la confesión, y la
oración. Conviene que después de estos temas los creyentes
acepten a Cristo como su Salvador personal.
e) Habiendo conseguido que acepten las verdades
anteriores, se darán estudios bíblicos sobre el triple mensaje, con
los temas de Daniel 8, los 2.300 días, el santuario, el mensaje
adventista, la Ley y el juicio, la perpetuidad de la Ley, la Ley y la
gracia, el sábado en el Antiguo y Nuevo Testamentos y textos
sobre el domingo. Conviene que las doctrinas del santuario y los
2.300 días sean muy bien explicadas antes de presentar la Ley y
el sábado.
536
EL GRAN ACOPLE
5. Conseguir y conservar la confianza y la amistad.
Se debe procurar siempre mantener a toda costa la confianza y
ganar la amistad, pues éstos son requisitos indispensables para
que las personas acepten la verdad de Dios. Esto se consigue al
orar con ellos y estar dispuestos a ayudarlos des-interesadamente
a resolver sus problemas.
6. Cómo ayudarles a decidirse a guardar el sábado.
El sábado es la verdad crucial del triple mensaje. Desde el primer
estudio bíblico, debemos preparar el terreno para esta decisión.
Por lo tanto conviene enseñar a orar a los creyentes lo antes
posible. Así, ellos podrán poner su confianza en Dios para la
solución de sus problemas materiales y espirituales. Se les debe
enseñar a que soliciten la ayuda diaria del Espíritu Santo para
vencer el pecado y que oren todos los días, tres veces diarias.
7. Hay que conocer la naturaleza humana.
Cada hermana o hermano que quiera aprender a dar estudios
bíblicos con éxito, debe aprender a estudiar la naturaleza
humana; tiene que aprender a discernir los espíritus de los
hombres. Jesús conocía muy bien la naturaleza humana, y debió
a esto su gran éxito. (Juan 2:25.) Durante el primer estudio
bíblico, si el interesado desea relatar sus problemas, conviene
dejar que hable y se desahogue. En esta conversación puede
dársenos la clave de lo que piensa respecto a ciertos problemas
religiosos y conoceremos su estado espiritual en general.
537
EL GRAN ACOPLE
Entonces estaremos en condición de aplicar el método adecuado
para darle un estudio que le interese. Por ejemplo, a un ateo no
le daríamos un estudio bíblico en la misma forma que a un
fervoroso católico sincero; ni a un bautista lo trataríamos como
a un teósofo.
8. Hacer de Cristo la figura central.
El objetivo principal de los estudios bíblicos es que la gente
guarde los mandamientos de Dios inclusive la debida
observancia del sábado. En Juan 15:15 dice: ― Si me amáis,
guardad mis mandamientos. ‘ ‘ Este indica que si se da una serie
de estudios y al fin la persona no acepta a Cristo ni la
observancia de sus mandamientos, es porque en los estudios no
se ensalzó la personalidad de Cristo y su amor, de tal manera
que se hubiera logrado que la tal persona amase a Jesús sobre
todas las cosas. Por esto se necesita que en todos los estudios sea
Cristo la figura central, destacando el gran amor de Dios al dar a
su Hijo y el precio que Cristo pagó por nuestra redención. Si
esto no se pierde de vista y el creyente responde a este amor, no
habrá ninguna dificultad cuando se presente la verdad crucial
del sábado1.
9. Hágase comprender al creyente que aceptar la verdad implica
ganancia.
1
Walter Schubert, «El arte de dar estudios bíblicos», Revista Adventista, 1 de
julio de 1948.7.
538
EL GRAN ACOPLE
Los estudios bíblicos deben ser presentados en tal forma que el
creyente vea que son para su propia conveniencia. En otras
palabras, que cualquiera que acepte la verdad, gana y nunca
pierde. Deben contener promesas de Dios que recompensan con
creces lo poco que se pierde en este mundo al aceptar la verdad.
Moisés aceptó la verdad desde este punto de vista (Heb. 11: 24-
26). En Mateo 13: 44, 46 se nos da a entender claramente que el
aceptar la salvación es una enorme ganancia.1
―Dios bendiga a los queridos hermanos que aman la obra de dar
estudios bíblicos‖, expresaba siempre el pastor Schubert2. ―Y
quiera él que al dar siquiera un estudio bíblico por semana a
una familia, al fin del año tengan un alma ganada para el reino
de Dios. Entonces sentirán siquiera un poco del amor de Dios
en su propio corazón y experimentarán algo de la verdadera y
duradera felicidad que todo el mundo anhela‖.3 El remarcaba la
relación entre evangelización y plenitud espiritual.
1
Schubert.6.
2
Schubert, Walter, «Arte de Dar Estudos Bíblicos», Revista Adventista, edición
brasileña, setiembre de de 1949.4.
3
Walter Schubert, «No seguimos fábulas por arte compuestas», Revista
Adventista, 3 de noviembre de 1952.17.
539
EL GRAN ACOPLE
El Evangelismo En Tiempos de Posguerra
El pastor Schubert refería que a comienzos del siglo XX muchas
personas eran religiosas, o al menos estaban interesadas en la
religión. Pero después de las tragedias de dos guerras mundiales
nos encontramos en un mundo diferente. En muchos países,
millones de personas son miembros de iglesias cristianas, pero
son muy apáticos a las verdaderas prácticas religiosas. Se
afirmaba que en muchas tierras solo el 10% de los miembros de
la iglesia iban a la iglesia. Sin embargo, en algunos países la
membresía de la iglesia aumentaba. ¿Cuál fue la razón de esto?
En muchos casos, principalmente por experiencia. Se reconoce
que para estar en una buena posición social y política, uno tiene
que ser miembro de una iglesia.
Esto significa que el evangelismo debe adaptarse a la mente del
hombre moderno. Cuando introducimos el mensaje en nuestras
reuniones públicas, ya no podemos utilizar los métodos que
utilizábamos cuando las personas todavía estaban interesadas y
practicaban la religión. Vivimos en una época en que las
multitudes son indiferentes a la religión, y millones de personas
menosprecian a las iglesias porque piensan que no pueden
armonizar la ciencia y la Biblia.
540
EL GRAN ACOPLE
salvación en su propia vida, y luego el deseo de testificar de
Cristo será una reacción automática. Un predicador radiante
con la alegría de su relación íntima con su Salvador llevará a más
personas a una decisión que los mejores métodos y el equipo
más adecuado. Los pastores y líderes deben orar, predicar y
trabajar con el objetivo de llevar a los miembros de la iglesia
también a esta experiencia gloriosa de la unidad con Cristo.
Cuando esto se logre, no habrá necesidad de instarlos a que
testifiquen entre sus vecinos e inviten a sus amigos a nuestras
reuniones de evangelización. Ellen G. White dice en Ministry of
Healing, página 398:
541
EL GRAN ACOPLE
Schubert desanudaba el problema declarando que en general, el
hombre de hoy no está particularmente interesado en el
evangelismo como tal. Pero como resultado de su indiferencia
hacia Dios, sufre de miedo y ansiedad. Por lo tanto, escuchará a
alguien que pueda ayudarlo a resolver su ansiedad, inseguridad,
complejos de culpa, etc. Aquí hay algunos consejos elocuentes
sobre este punto:
1
Walter Schubert, «Realism in Our Evangelism Today», Ministry
Magazine, accedido 9 de septiembre de 2015,
https://www.ministrymagazine.org/https://www.ministrymagazine.org/archi
ve/1959/04/realism-in-our-evangelism-today.
542
EL GRAN ACOPLE
543
EL GRAN ACOPLE
aniquilación del mundo; Esperamos felizmente el nacimiento de
un mundo perfecto.
544
EL GRAN ACOPLE
verdad, pero vender otra literatura es solo evangelismo indirecto.
El evangelismo se hace efectivamente predicando la palabra a
través de la televisión y la radio. Estaría bien si la palabra
evangelismo se pusiera nuevamente en el lugar que le
corresponde. Debe ser revitalizado y recuperar su lugar adecuado
entre los ministros y los miembros laicos.
545
EL GRAN ACOPLE
gente blanca; que representa el "colonialismo". En algunos países
se está revitalizando el mahometismo y otras religiones
nacionales, y la presión está en eliminar al cristianismo. Algunos
gobiernos consideran que el evangelismo es una penetración
extranjera en la vida nacional y está dirigido políticamente a la
destrucción de la unidad religiosa y la paz que existen en sus
respectivas naciones.
546
EL GRAN ACOPLE
La urgencia del evangelismo
547
EL GRAN ACOPLE
Estaba casi impaciente porque no teníamos grandes planes para
un mensaje tan bueno. Ella no podía entender por qué la iglesia
no se aventuró a realizar actividades para ganar almas cuando
vivimos en una hora tan solemne en la historia del mundo.
548
EL GRAN ACOPLE
ella, pueblo mío, para que no seas partícipe de sus pecados, y
que no recibas de sus plagas (Ap. 18: 1-4).
1
Walter Schubert, «What Evangelism Is and Is Not - Ministry
Magazine», accedido 9 de septiembre de 2015,
https://www.ministrymagazine.org/archive/1960/04/what-evangelism-is-and-
is-not.
549
EL GRAN ACOPLE
sus mayores esfuerzos son prevenir la salvación de las almas. Él
sabe, a la luz de la profecía cumplida, que finalmente será
destruido, y quiere llevar a la destrucción con él el mayor
número posible de seres humanos. Como dice el dicho, "la
miseria ama a la compañía".
550
EL GRAN ACOPLE
Transformando la mente humana
Solo hay un Ser que puede derrotar los designios de Satanás con
la cooperación del hombre, y ese es el Espíritu Santo. El Espíritu
Santo cumple cinco cosas definidas para que la mente humana
esté dispuesta a aceptar la salvación que Dios proporciona:
551
EL GRAN ACOPLE
Espíritu Santo es el único que puede liberar la mente ciega o
paralizada que está dominada por Satanás.
552
EL GRAN ACOPLE
por ángeles invisibles, ¿pueden sus esfuerzos ser efectivos para
transformar la mente dominada por Satanás? Dondequiera que
esté el Espíritu Santo, dondequiera que estén los santos ángeles,
y aparentemente hay dos por cada ángel caído, Satanás no puede
prevalecer. Él huye, y la mente encarcelada es libre de ser
influenciada por el Espíritu Santo. Pero el hombre mismo,
ejerciendo el poder de elección, tiene la última palabra.
553
EL GRAN ACOPLE
voluntad rendida a su guía infalible en todas las cosas, el
ministro también puede lograr lo que parece imposible.
554
EL GRAN ACOPLE
La razón por la cual tan pocos tienen este amor es que el
Espíritu Santo no vive en sus vidas. El amor se sacrifica por el
bien y la alegría de los demás. Ningún amor verdadero puede
manifestarse sin la presencia del Espíritu Santo. Las personas
que se unen a la iglesia a menudo lo hacen por el amor de Dios
que fluye del corazón del hombre de Dios en lugar de los
argumentos convincentes de las doctrinas bíblicas. El individuo
será sometido por el amor de Dios solo como lo ve a través de la
vida del trabajador.
555
EL GRAN ACOPLE
sido como un río y tu justicia como las olas del mar" (Isaías
48:18).
556
EL GRAN ACOPLE
En otras palabras, Cristo trató de tocar el corazón humano, que
en realidad es el centro de las emociones. Se identificó a sí
mismo con ellos en todas las cosas, ganando su simpatía y
confianza. Él "atrajo los corazones de Sus oyentes hacia Él por la
manifestación de Su amor". Ibíd., Pág. 57; ver también p. 124.
557
EL GRAN ACOPLE
adventista del séptimo día reflejara a otros en todo su profundo
significado que el amor de Cristo. ¿Qué tan pronto terminaría el
trabajo?
558
EL GRAN ACOPLE
Hoy la palabra emoción ha caído en malas compañías en la
ciencia de la psicología y la psiquiatría. Sin embargo, el Señor
enseña que se puede convencer al intelecto de que acepte la
verdad solo cuando el Espíritu Santo toca el centro de todas las
emociones y luego convence y mueve a la mente convencida a
aceptar la verdad. Una razón por la cual tan pocos son traídos a
la iglesia es que algunos de ellos han sido predicados casi
exclusivamente en el área de las emisiones, mientras que otros
han sido apelados a través del intelecto solamente. Pero,
hermanos, el fruto del Espíritu es un fruto compuesto, y los
resultados que produce deben incluir al hombre entero. Así que
el ministro lleno del Espíritu trabaja a través del corazón, las
emociones y el intelecto o mente. Así es como opera el Espíritu
Santo.
559
EL GRAN ACOPLE
experiencia, tenemos la siguiente declaración: "Las tradiciones y
supersticiones inculcadas por los sacerdotes fueron barridas de
sus mentes, y las enseñanzas del Salvador fueron aceptadas". -
Los Hechos de los Apóstoles, pág. 44.
560
EL GRAN ACOPLE
operación del Espíritu y no logran ganar". Las almas a Cristo ". -
Evange¬lism, p. 697. (cursiva suministrada.)
561
EL GRAN ACOPLE
700. La necesidad principal en el evangelismo no es más dinero
y mejores equipos o instalaciones, sino trabajadores que están
bajo el control constante del Espíritu Santo.
1
Walter Schubert, «A Spirit-empowered Solution for Successful
Evangelism - Ministry Magazine», accedido 9 de septiembre de 2015,
https://www.ministrymagazine.org/archive/1958/03/a-spirit-empowered-
solution-for-successful-evangelism.
562
EL GRAN ACOPLE
563
EL GRAN ACOPLE
1. "El Espíritu Santo es el agente que abre las mentes humanas a
la verdad". Evangelismo, pág.169. Es una verdad positiva que el
Espíritu Santo es el único que puede liberar a los ciegos o las
mentes paralizadas que están dominadas por Satanás.
2. "Los ministros deben buscar a Dios por Su Santo Espíritu,
para que presenten la verdad."Ibid., p. 663. El Espíritu Santo no
solo abre las mentes de los oyentes al evangelio sino que
también funciona a través de la mente de quien proclama la
verdad para que sea presentada rectamente. Este es un factor
sumamente importante para derribar las barreras del prejuicio y
la oposición.
3. El Espíritu Santo guía de una manera tan fácil, fascinante y
agradable que la gente llega a amar la verdad que se le presenta.
4."Es el poder del Espíritu Santo que da eficacia a tus esfuerzos a
sus apelaciones. "Ibid., p. 285. El Espíritu tiene poder ilimitado.
En todo el Antiguo y el Nuevo Testamento tenemos evidencia
de que los profetas y apóstoles fueron utilizados por el Espíritu
Santo para obrar milagros y hacer lo aparentemente imposible.
A través de una voluntad entregada a su Guía infalible en todas
las cosas, el ministro también puede lograr lo aparentemente
imposible. Cuando la vida del ganador de almas está
completamente rendida a la voluntad del Espíritu Santo, de
acuerdo a Gálatas 5:22 se verán maravillas. 1
1
Schubert, Walter, «A Spirit-empowered Solution for Successful Evangelism»,
Ministry Magazine, marzo de 1958.22.
564
EL GRAN ACOPLE
Mirando El Ministerio En Retrospectiva
565
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ofrecían de ganar buen dinero fuera de la denominación,
sin vivir bajo las dificultades económicas y la tensión, y la
angustia, o la perseverancia y la oración que se requieren
de un evangelista que quiere ver a las almas nacidas en el
reino.
566
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pecadores, ateos y agnósticos, y verlos unirse con la
iglesia que se está preparando para el segundo destino de
Cristo.
567
EL GRAN ACOPLE
decía: "Walter, no pude dormir anoche. El Señor me
impresionó que te escribiera y te enviara cincuenta
dólares, ya que estás en extrema necesidad. No sentí paz
en mi corazón hasta que te mandé el dinero, que se
adjunta a continuación "Así descubrí que el Señor hace
milagros. Fui directamente al banco y recibí 200 pesos
por los cincuenta dólares, que era el doble de lo había
dado al Señor. Luego me fui de compras. Cuando llegué
a casa con un paquete grande, mi esposa se sorprendió
mucho. Ella preguntó: "¿De dónde sacaste el dinero para
comprar cosas tan buenas?" Yo le mostré la carta, nos
arrodillamos y le agradecimos al Señor por sus grandes
bendiciones. Ese mes iniciamos nuestra primera cuenta
de ahorros con 100 pesos. A través de esta experiencia,
aprendimos que si somos fieles en ayudar a apoyar la
obra del Señor, Él nunca nos abandonará‖.
568
EL GRAN ACOPLE
reunión encontré a este ministro cumpliendo con sus deberes,
dándole la mano a la gente cuando salían. Más tarde, me dijo:
"Perdone mi mano vendada. Antes de la reunión, estaba
arreglando algunos cables y me lastimé el dedo, y tuve que irme
a la casa para vendarlo". Cuando miro hacia atrás en mi vida, le
agradezco al Señor desde lo más profundo de mi corazón que Él
me ha honrado al dejarme servir como ministro en su obra" 1
1
Walter Schubert, «The Sacredness and High Calling of the Ministry
- Ministry Magazine», accedido 9 de septiembre de 2015,
https://www.ministrymagazine.org/archive/1960/06/the-sacredness-and-
high-calling-of-the-ministry.
570
EL GRAN ACOPLE
EPÍLOGO
571
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Es necesario que el adventismo sudamericano reformule su
enfoque de evangelización y lo adapte a la mentalidad
posmoderna que domina actualmente a las poblaciones
metropolitanas. Pareciera que nunca fue tan difícil ganar almas
como hoy, pero a la vez no hay hombre tan desesperadamente
necesitado del evangelio como el vacío hombre de nuestros días.
Los principios establecidos por Schubert ganaron miles en su
tiempo, y en sus elementos fundamentales pueden seguir
haciéndolo actualmente.
El legado del pastor Schubert se amplifica al considerar la
cantidad y calidad de predicadores que formó. Fue un hombre
generoso, que no buscó monopolizar sino descentralizar la
predicación del mensaje adventista, probando, refinando y
enseñando los mejores métodos dentro de un marco espiritual.
Ante nuevos desafíos, el adventismo sudamericano debe
reformular su enfoque de evangelización, adaptándolo al público
posmoderno. La primera y más urgente tarea, no obstante, es la
de formar más y mejores evangelistas. ―¿Cómo, pues, invocarán a
aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de
quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les
predique?‖ (Rom. 10:14 R95).
572
EL GRAN ACOPLE
SUPLEMENTO FOTOGRÁFICO
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Asistentes al congreso de 1933 en Viale que eligieron a Walter
Schubert como presidente de la Asociación Central
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Junto al grupo de obreros en el ciclo de San Pablo. Una
muchedeumbre lo despide pese al temporal
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Maestro de Predicadores
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Bautismo en Milán
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Concurrencia en Italia
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Https://Www.Ministrymagazine.Org/Https://Www.Mi
nistrymagazine.Org/Archive/1977/09/Church-Growth-
In-Inter-America.
650
EL GRAN ACOPLE
TÍTULOS DE LIBROS DESCUBRA EDICIONES
https://descubraediciones.wordpress.com
1. Abraza La Misión
2. Hazañas Del Espíritu Santo
3. Corte Con El Cigarrillo
4. Dios En La Realidad Humana
5. Maravillosa Salvación
6. Así Dice El Señor: El Don De Profecía En Las Escrituras
7. Adventismo En Debate
8. Dilemas Eticos Contemporáneos
9. Más Sublime Que Los Cielos: Estudios Exegéticos Y
Teológicos Sobre La Carta A Los Hebreos
10. Teología Hoy: Antología De Materiales, Investigaciones Y
Monografías Sobre Problemas Teológicos Candentes
11. Fe Viviente: Comentario Bosquejado De Romanos
12. Descubra Romanos
13. Descubra Jeremías
14. Este Es El Camino: Comentario Bosquejado De Jeremías
15. Profeta Del Evangelio: Comentario Bosquejado De Isaías
16. Asalto A La Fortaleza: La Dinámica Evangelizadora
Adventista A Inicios De Los 60
17. Para Que El Mundo Conozca: Avances Adventistas En 1970
18. Cruzada A Mitad De Siglo: El Desarrollo Del Adventismo
Sudamericano A Inicios De Los Años 50
651
EL GRAN ACOPLE
19. Adventismo Nn: El Impacto De Las Nuevas Tendencias De
Interpretación Profética En La Iasd
20. Reunir O Desparramar: Ministerios De Apoyo Y Ministerios
Independientes En La Iasd
21. La Mies Es Mucha: Conceptos Inspirados Para Ganar Más
Almas
22. La Soga Y La Plomada: Comentario Bosquejado De Oseas Y
Amós
23. Fondos Para Servir: El Arte De Pedir Para Dar, Y Las
Posibilidades De La Recolección Adventista
24. Gente De La Palabra: Luchas, Victorias Y Milagros De La
Evangelización Pública Adventista
25. Portavoces Del Mensaje: Hombres Decisivos En El
Evangelismo Público Adventista
26. Mensajeros De Valor: El Intrépido Colportaje Adventista
De Inicios De Los 60
27. Noventa Días De Poder: El Apogeo Del Evangelismo
Público Adventista
28. Todo Un Mundo Por Ganar: El Perfil Del Ministerio
Adventista En Los Inicios De La Obra En Sudamérica
29. Pagados Y Contados: Comentario Bosquejado Del Libro De
Los Números
30. El Mesías En Acción: Comentario Bosquejado Del
Evangelio De Marcos 1:1 A 4:29
31. Construyendo El Reino: Comentario Bosquejado Del
Evangelio De Marcos 4:30 A 9:41
652
EL GRAN ACOPLE
32. El Hombre A Quien Dios No Quiso Ayudar: Comentario
Bosquejado De Marcos 9:42 A 16:20
33. Encrucijadas En La Biblia: Pasajes Bíblicos Complejos
Enfocados Por Diferentes Métodos Hermenéuticos
Contemporáneos
34. La Palabra Permanece: Revelación, Inspiración Y Doctrina
De La Escritura
35. Un Pueblo, Un Libro, Un Mensaje: Sermones Que Exaltan
La Vigencia Y El Poder De La Palabra De Dios
36. Con Dios A La Conquista: Comentario Bosquejado Del
Libro De Josué
37. Corazón De Fuego: La Historia Del Pastor Daniel Belvedere
38. El Pueblo Del Pacto: Hechos Destacados En La Historia De
Israel
39. Inquirir Para Cumplir: Antología De Estudios Exegéticos
Del Antiguo Testamento
40. De Profetas Y Milagros: Comentario Bosquejado Del
Segundo Libro De Los Reyes
41. Del Texto Al Púlpito: Ejercicios Exegéticos Para Una Mejor
Homilética
42. Misión Diversa: La Obra Adventista En Argentina A
Mediados De Los Ochenta
43. Jesús Todo Lo Llena En Todos: Comentario Bosquejado De
La Carta A Los Efesios
44. El Trono Es Del Señor: Comentario Bosquejado Del Primer
Libro De Los Reyes
653
EL GRAN ACOPLE
45. Heraldo De La Felicidad: La Historia Del Pastor Francisco
Scarcella
46. Dios Sana A Su Cuerpo: Comentario Bosquejado De La
Primera Carta A Los Corintios
47. Él Viene Con Las Nubes: Estudios Exegéticos Y Teológicos
Sobre El Apocalipsis
48. Rumbo A Un Mundo Nuevo: Estudios Exegéticos Y
Teológicos Sobre El Apocalipsis
49. La Palabra Bien Trazada: Estudios Exegéticos Del Nuevo
Testamento.
50. El Espíritu Escudriña: Estudios Exegéticos Del Nuevo
Testamento
51. Las Arras Del Espíritu: Comentario Bosquejado De La
Segunda Carta A Los Corintios
52. Rueda Sobre Ruedas: Comentario Bosquejado Del Libro De
Ezequiel
53. Dilo En Las Montañas: La Obra Adventista En La Región
De Cuyo
54. Un Siglo Iluminando: Inicios De La Misión Adventista En
La Ciudad De Paraná
55. El Precio De La Profecía: Louis Were Y La Profundización
Del Historicismo Adventista
56. Predicando En El Aire: Pioneros De La Radiofonía
Adventista En Sudamérica Y El Mundo.
57. Predica La Palabra: Consejos Para Un Buen Sermón
Expositivo
654
EL GRAN ACOPLE
58. Adventismo En Marcha: El Ritmo Misionero De Los Años
Sesenta en la Unión Austral
59. Luchando Por Altas Metas: La Evangelización Pública
Adventista De 1966 A 1970 en la Unión Austral
60. Esfuerzos Recompensados: Ciclos Evangelizadores
Emblemáticos En El Adventismo Mundial
61. Cautivos del Señor: Comentario Bosquejado De Esdras,
Nehemías y Ester
62. Corazón de Rey: Comentario Bosquejado Del Primer Libro
de Samuel
63. Las Batallas Del Señor: Comentario Bosquejado Del
Segundo Libro De Samuel
64. Luz De Los Gentiles Y Gloria De Israel: Comentario
Bosquejado Del Evangelio De Lucas 1:1 a 9:50.
65. Aptos Para El Reino De Dios:Comentario Bosquejado Del
Evangelio De Lucas 9:51 A 17:4
66. Dios Es Propicio: Comentario Bosquejado Del Evangelio De
Lucas 17:5 a 24:53
67. Tus Pecados Sepultados: Comentario Bosquejado del
Abdías, Jonás y Miqueas.
68. Fortaleza en el Dìa de la Angustia: Comentario Bosquejado
De Nahum a Hageo
69. Monumentos De Fe Y Amor: La Construcción y Dedicación
de Templos y Capillas Adventistas en Sudamérica entre
1925 y 1966
655
EL GRAN ACOPLE
70. Dulce Esperanza: Los Progresos Adventistas en la Provincia
de Tucumán Desde sus Inicios Hasta 1966.
71. Capturados Por El Gozo: La Historia Del Pastor Antonio
Arteaga
72. Alumbrar Un Continente: Daniel Belvedere, Líder De La
Evangelización Pública Sudamericana
73. Con Poder Y Valor: Las Estrategias De Evangelización
Pública Adventista Entre 1955 Y 1960
74. Vestidos De Gala: Comentario Bosquejado De Zacarías Y
Malaquías
75. Bueno en Gran Manera: Comentario Bosquejado de
Génesis 1 al 11.
76. Bitácora Doctoral: Antología De Estudios y Apuntes
Teológicos
77. Ejercicios de Posgrado: Antología De Estudios y Apuntes
Teológicos
78. Hierba, Espiga y Grano Lleno: La Misión Adventista En La
Ciudad De Paraná En Su Contexto Antropológico
79. El Aula de Cristo: Antología De Estudios Teológicos y
Pastorales
80. Babilonia Está Afuera: Una Mirada Global Al Problema De
La Disidencia En La Iglesia Adventista Del Séptimo Día
81. La Ciencia de la Redención: Antología De Estudios y
Apuntes Teológicos
82. Ejercicios Doctorales: Antología De Estudios y Apuntes
Teológicos
656
EL GRAN ACOPLE
83. Dios Guía a Su Pueblo: Antología de Estudios Sobre
Historia del Adventismo.
84. La Simiente Bendita: Comentario Bosquejado Del Libro De
Génesis 12 al 26
85. De Ateo a Predicador: La Historia de William Simpson,
Primer Evangelista Metropolitano
86. La Esgrima de la Verdad: El Arte del Debate en la
Evangelización Pública Adventista
87. Guerras, Bestias y Debates: La Singularidad de la
Evangelizaciòn Profètico-Doctrinal en la Iglesia Adventista
del Séptimo Día.
88. Pólvora & Azufre: El Tratamiento De Las Guerras Del
Mundo En La Evangelización Pública Adventista
89. Te Llamarás Israel: Comentario Bosquejado Del Libro De
Génesis 27 al 50.
90. Una Antorcha Que Ardía: La Historia del Pastor Walter
Schubert
91. El Martillo del Señor: Las Primeras Experiencias Adventistas
en la Evangelización Pública Sudamericana
92. Constitución Del Pueblo Santo: Comentario Bosquejado
Del Libro De Deuteronomio 1:1 al 17:13
93. El Presidente Evangelista: El Ministerio del Pastor Walter
Schubert en Buenos Aires
94. Haz Obra De Evangelista: Walter Schubert y la
Multiplicación de Predicadores Adventistas
95. Larga Vida En La Buena Tierra: Comentario Bosquejado
657
EL GRAN ACOPLE
del Libro de Deuteronomio 17:14 al 34
96. Así Se Ganaron Miles: Las Enseñanzas de Walter Schubert
Sobre Evangelización Pública Adventista
97. El Socorro Del Señor: La Relación Entre Daniel 11:40-45 y
El Armagedón
658