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Neurodesarrollo

Daniel Esteban Rozo. Cód. 2014241130

Lina Orozco Romero. Cod. 2014241094

Andrea González Olivero. Cod. 2014241074

Kelly Sierra Contreras. Cod. 2014141131

El neurodesarrollo es un proceso continuo y dinámico que hace referencia al


desarrollo que tiene el sistema nervioso, un desarrollo funcional y una maduración del
organismo. Aquí es donde se empiezan a dar ciertas habilidades que poseen los seres
humanos, habilidades innatas y habilidades más complejas durante su crecimiento. Estas
destrezas suelen ser las diferentes conductas que se reflejan en su entorno, las que ayudan a
que el ser se relacione como son: las emociones, sus pensamientos, etc. Las patologías que
se presentan en el niño son visibles gracias a su comportamiento que obviamente suelen ser
evidentes y estás se dan en el desarrollo del sistema nervioso. Durante la etapa fetal se dan
los procesos madurativos que darán la forma final del sistema nervioso (Matute, Rosselli,
Ardila, 2007).

Según Myers (1993) el neurodesarrollo corresponde a un proceso evolutivo,


multidimensional e integral, donde el individuo va adquiriendo de forma progresiva
habilidades y respuestas cada vez más complejas, que van a servir como referente para
permitir la capacidad de interactuar con el mundo y transformarlo. Es decir, que el
neurodesarrollo es un proceso evolutivo fundamental para la vida del individuo, que a medida
que se va dando dicho proceso, se va adquiriendo las diferentes relaciones sociales y se van
facilitando las estructuras de adaptabilidad tanto en la familia como en la sociedad.

El desarrollo embriológico del sistema nervioso se da en las siguientes etapas:


inducciones dorsal y ventral, polarización y segmentación embrionaria, proliferación
neuroblástica, segmentación embrionaria y migración neuroblástica, organización y
sinaptogénesis, selección sináptica y muerte celular programada y por último la
mielinización. (Zuluaga, 2001).
Para hablar mejor del desarrollo que ocurre en el sistema nervioso se debe tratar
inicialmente de la sinaptogénesis donde, Khaitovich en Macías (2006) explicó que la
sinaptogénesis es la base del aprendizaje y la memoria del cerebro en desarrollo, y se
caracteriza por la formación de conexiones sinápticas. Entendemos por sinaptogénesis a la
formación de las neuronas, una vez que la diferenciación y las asimetrías morfológica de las
neuronas ha iniciado y el crecimiento del axón ha terminado, empieza la formación de las
conexiones sinápticas interneuronales, en el ser humano este proceso inicia al principio de
la gestación; pero ocurre con mayor rapidez desde los 2 meses antes del nacimiento hasta los
2 años después del nacimiento.

Valdez (2007), los seres humanos tardamos mucho tiempo en consolidar las conexiones
sinápticas que dan paso a la organización neuronal esto se trata de un aspecto importante de
la neurofisiología humana, en las primeras etapas de nuestra vida se dan numerosas
conexiones neuronales pero que al pasar de los tiempos estas van desapareciendo, al parecer
tanto las conexiones sinápticas como las que se forman como las que desaparecen están
estrechamente relacionadas con la maduración cerebral, la multitud de conexiones que se
establece durante las fases iniciales del desarrollo encefálico humano son como una especie
de ventana abierta al aprendizaje ya al conocimiento, esa es la razón por la que las primeras
etapas de vida de una persona son tan importantes para el desarrollo intelectual y emocional
de la persona.

Durante el proceso sináptico, Taleisnik (2010) destaca, dos tipos de sinapsis: Sinapsis
eléctrica: este tipo de sinapsis es bidireccional o sea que el estímulo eléctrico puede ser
trasmitido desde la neurona A hacia la B y de la B a la A en este tipo de sinapsis ambas
neuronas están muy cercanas entre si y están unidas por espacios de interconexión llamados
espacio sináptico, y transmite el potencial de acción a gran velocidad. Sinapsis química:
esta sinapsis es unidireccional o sea que las señales bioelecticas solo pueden transmitirse de
una neurona A a la neurona B, lo que llega al terminal axonal es una señal eléctrica que es
traducida a una señal química (liberación de neurotransmisores hacia la hendidura sináptica)

Por otra parte, los cambios que se producen durante el desarrollo cerebral, como la
muerte celular programada, en otras palabras, denominada poda sináptica la cual se puede
definir como un proceso que ocurre en todas las especies, mediante el cual las conexiones
sinápticas débiles han sido creadas durante los primero meses de vida son destacadas y las
que permanecen se ajustan para crear un sistema cognitivo más refinado.

Portellano (2007) establece que el desarrollo cerebral se basa en dos procesos: la


creación de sinapsis (sinaptogénesis) y la eliminación de la sinapsis y la eliminación de la
sinapsis (poda sináptica). Estos dos procesos son esenciales para el buen desarrollo de nuestro
cerebro y de las funciones cognitivas, la poda sináptica permite pulir las conexiones
simpática y consolidar las necesarias para llevar a cabo los procesos cognitivos, eliminando
las no necesarias. Cuando este proceso se interrumpe o falla puede derivar problemas
cognitivos y comportamentales, pudiendo dar lugar al desarrollo de ciertas patologías como
autismo, TDAH o esquizofrenia.

En cuanto a mielogénesis, Zuluaga (2001) señala que es básicamente un


recubrimiento de las conexiones entre las neuronas con una membrana especializada que
permite una adecuada transmisión de los impulsos nerviosos, es fundamentalmente un hecho
post natal, que ocurre en ciclos, con una secuencia ordenada predeterminada, en dirección
caudo – rostral; es una membrana celular producida por células gliales, que se enrollan en
los axones sirviendo como aislamiento eléctrico de los axones incrementando la velocidad
de conducción de la velocidad de la membrana.

Esta se empieza a dar a las 24 semanas y termina en la adolescencia ya que la última


fibra en mielinizar corresponde al lóbulo frontal y parieto temporal que es en donde se da las
ejecuciones mentales. La mielogénesis es altamente sensible a los procesos tóxicos y a la
falta de oxígeno. Se considera como la construcción de una vaina de mielina, encontrada
alrededor del axón, lo cual facilita la comunicación de la neurona, es decir la sinapsis (Peña
y Ferrer ).

Según Ardila y Roselli (2007), existen dos tipos de células gliales ancargadas de
producir vainas de mielina: las células de Schwann en el sistema nervioso periférico (SNP),
donde la mielina es producida por el enrollamiento repetido de la membrana de la célula de
Schwann alrededor del axón, esta mielina es una sustancia de protección. Estas empiezan a
formar la vaina de mielina alrededor de los axones durante el desarrollo fetal, cada una de
estas células rodean casi 1mm del axón, envolviéndolo junto a su núcleo varias veces
alrededor de este de manera de espiral a lo cual se le llama neurolema o vaina de Schwann.
En el sistema nervioso central (SNC) un olidodendrocito mieliniza partes de muchos axones,
la célula oligodendroglia emite unas 15 prolongaciones anchas que forman la vaina de la
mielina a manera de una espiral que rodea los axones nerviosos centrales. Sin embargo no
hay neurolema, puesto que tanto el cuerpo celular como el núcleo del oligodedrocito no
envuelven el axón.

El neurodesarrollo se empieza a dar desde que somos unos embriones hasta que se finalice
todo este proceso de maduración que se extiende hasta la adultez, es donde abarca todo el
desarrollo evolutivo del cerebro. El sistema nervioso extiende su desarrollo en interacción
con el ambiente y con eventos genéticamente programados (Portellano, 2005).

Para Zuluaga (2001) el neurodesarrollo es un proceso que comienza poco después de


la concepción y continúa a lo largo de nuestras vidas pero de una forma decreciente, el
encéfalo aumentará de tamaño a una velocidad asombrosa y otros en que parece que esté
estancado su crecimiento. Generalmente en estos períodos de crecimiento rápido es también
cuando más cambios y adquisiciones se aprecian en el neurodesarrollo, al llegar a la edad de
20 o 25 años no habrá más crecimiento en el encéfalo.

El cerebro del adolescente le lleva a realizar actividades impulsivas ya que dispone


de una corteza pre-frontal inmadura que no es capaz de planificar ni frenar este tipo de
acciones, diferentes tipos de estudios nos demuestran que esta zona cerebral tan ligada al
razonamiento resulta ser la última en madurar, También se debe aclarar que no todas las
personas nos desarrollas de la misma manera ni en las mismas edades como para algunos se
puede tener un neurodesarrollo temprano como uno tardío, se puede decir entonces que
nuestro encéfalo continúa desarrollándose después de la infancia y pubertad, y no está 100%
"hecho" hasta que uno supera ampliamente los 30 años. (Matute, Ardila, Roselli & Ostrosky,
2007)

La neuroplasticidad juega un papel importante en nuestro neurodesarrollo, puesto que


la plasticidad es la capacidad del sistema nervioso para adaptarse continuamente a
circunstancias cambiantes, ocurre cada vez que aprendemos algo. Como adultos esto es
importa ya que nuestro cerebro tiene mayor facilidad en adaptarse y aprender, ligado a la
neurogenesis que nos acompaña también a lo largo de nuestra vida se puede concluir que
nuestro cerebro no deja de desarrollarse al entrar en la adultez solo que sus cambios son más
leves que antes, Inducir la plasticidad sináptica en el hipocampo aumenta la producción de
nuevas neuronas en cerebros adultos y potencia la capacidad de la memoria y aprendizaje,
según han descubierto científicos franceses investigando con ratas adultas. El descubrimiento
confirma que existen relaciones entre la plasticidad sináptica y la creación de nuevas
neuronas y que producir dicha plasticidad artificialmente ayuda a recuperar zonas dañadas y
discapacidades cerebrales. Se reabre así un reciente debate científico sobre la capacidad
regeneradora del cerebro. (Garcés y Suárez, 2014)
REFERENCIAS

Ardila, A. & Rosselli, M. (2007). Neuropsicologia Clinica. México: Manual


Moderno
Garcés, M. Suárez, J. (2014). Neuroplasticidad: aspectos bioquímicos y
neurofisiológicos. Rev CES Med; 28(1): 119-132.
Macías, L. (2006). Avances en neurociencia; sinaptogénesis y aprendizaje del
movimiento. revista de l'Associació catalana d'atenció precoç, 70-86.
Matute, E. Ardila, A. Roselli, M & Ostrosky (2007). Evaluación Neuropsicológica
Infantil ENI. Colombia: Manual Moderno
Peña, C. J. y Ferrer, A. Histogenia, Mielinización Cerebral y Desarrollo Del
Lenguaje. Neurología y Neuropsicología. Instituto Municipal de Psiquiatría. Barcelona.

Portellano, J. A. (2005). Introducción a la neuropsicología. Madrid: MacGraw Hill

Portellano, J. A. (2007). Neuropsicología Infantil. Madrid: Síntesis.

Taleisnik S. (2010) Neuronas. Desarrollo, lesiones y regeneración. Córdoba


(Argentina): Encuentro Grupo Editor.

Valdez R. (2007). Maduración, lesión y plasticidad del sistema nervioso. Primera


edición. México. 20-62.
Zuluaga, J. (2001). Neurodesarrollo y Estimulación. Bogotá: Médica Panamericana.

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