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Two models of structural equations were tested to determine if family functionality and the
number of dating partners could predict abusive behavior exercised and suffered by a group
of 548 high school students (294 women and 295 men), aged 12 to 22 years. Two checklists
of experiences of partner abuse were used to inform behaviors exercised and received, and
the Effectiveness in Family Functioning Scale. Two models with indicators of goodness of
fit (NFI, RFI, IFI, TLI, CFI) above .90 were found, and MSYR below .05. The results indicate
that problems in family functioning could promote a major number of dating partners and
that these two aspects could predict psychological, emotional and physical abuse, exercised
and suffered in dating.
Keywords: Dating violence, adolescents, relationship, family functionality, structural equa-
tion modeling.
FUNCIONALIDAD FAMILIAR, NÚMERO Gressard, Swahn & Tharp, 2015; Lehrer, Lehrer
DE RELACIONES Y MALTRATO EN EL & Zhao, 2010).
NOVIAZGO EN ESTUDIANTES DE
SECUNDARIA Debido a lo anterior, varios estudios se han diri-
gido a determinar las circunstancias que podrían
La violencia en el noviazgo se ha convertido en favorecer la victimización y la perpetración,
un problema de salud pública de interés mundial encontrando que el haber sido maltratado en la
por su impacto a nivel físico y psicológico en infancia, haber presenciado violencia entre los
adolescentes y adultos jóvenes (Morris, Mrug padres, tener actitudes a favor de la violencia,, las
& Windle, 2015; Pichiule, Gandarillas, Díez- experiencias previas de violencia en el noviazgo,
Gañán, Sonego, & Ordobás, 2014). Entre las la violencia entre pares y la conformación de rela-
dificultades con las que se ha relacionado se ciones en edades tempranas, podrían ser factores
encuentran el bajo rendimiento académico, de riesgo para experimentar y/o ejercer violencia
problemas en las relaciones sociales y esco- en el noviazgo (Foshee et al., 2015; Foshee et al.,
lares, embarazos no deseados, riesgo suicida, 2014; Garthe, Sullivan & McDaniel, 2017). Haber
abuso de sustancias psicoactivas y alcohol, es- crecido en un entorno familiar caracterizado por
trategias de control de peso poco saludables y el control autoritario, el castigo físico, el afecto
comportamientos sexuales de riesgo (Belshaw, negativo, la carencia de afecto, la negligencia y la
Siddique, Tanner & Osho, 2012; Horner, et al., baja implicación parental, son otros antecedentes
2011; Valenzuela, Ibarra, Zubarew & Correa, familiares que se han relacionado con la violen-
2013; Wincentak, Connolly, & Card, 2016). cia en el noviazgo (Chase, Treboux y O’Leary,
Estudios realizados en colegios y universidades 2002; Miller, Gorman-Smith, Sullivan, Orpinas
han reportado prevalencias entre 21% y 80% de & Simon, 2009).
jóvenes que informaron haber sido víctima de
algún tipo de violencia por parte de su pareja Algunos investigadores se han interesado por
y del 22% al 60% de jóvenes que comunicaron estudiar la influencia que podrían tener las
haber utilizado algún tipo de violencia en con- dinámicas familiares sobre la violencia en el
tra de esta (Arbach, Nguyen & Bobbio, 2015; noviazgo (Garrido & Taussig, 2013). Así, varios
estudios señalan que existe una relación esta- dinámicas familiares, violencia intrafamiliar
dísticamente significativa entre ser testigos y/o y violencia en el noviazgo en adolescentes.
víctima de violencia en la familia de origen, con Alleyne-Green, Grinnell-Davis, Clark y Cryer-
la perpetración y/o victimización de la violencia Coupet (2015), exploraron en jóvenes afroame-
en el noviazgo (Carlson, 1990; Foshee, Bauman ricanos la influencia que tenía la figura paterna
& Linder, 1999; Foshee, Bauman, Linder, Rice en la reducción de las conductas violentas y las
& Wilcher, 2007; Gagné, Lavoie & Hébert, conductas sexuales de riesgo en el noviazgo.
2005; Jouriles, Mueller, Rosenfield, McDonald Encontraron que la percepción de cercanía con
& Dodson, 2012; Kinsfogel & Grych, 2004; las figuras paternas podría disminuir la violencia
Lehrer et al., 2010; Makin-Byrd, Bierman & en el noviazgo entre los hombres, mientras que
The Conduct Problems Prevention Research en las mujeres dicha percepción se relacionaba
Group, 2013; Martínez, Vargas & Novoa, 2016; con un número menor de conductas sexuales
Narayan, Englund & Egeland, 2013; Reyes et al., de riesgo. Los resultados de este estudio señalan
2015; Sears, Byers & Price, 2007; Smith, White que los hábitos de crianza positivos en los que
& Holland, 2003). No obstante, las dinámicas hay una estrecha relación con los padres podrían
familiares particulares que podrían favorecer los ejercer un papel protector contra la violencia.
malos tratos en las relaciones de noviazgo no De igual forma, Alleyne-Green, Grinnell-Davis,
han sido investigadas suficientemente (Jouriles, Clark y Cryer-Coupet (2016) investigaron la
Mc Donald, Mueller & Grych, 2012). relación de la figura paterna, la violencia en el
noviazgo y las conductas sexuales de riesgo (uso
La exposición a la violencia entre los padres y el de anticonceptivos), en 879 mujeres adolescen-
maltrato infantil, en particular, podrían incidir tes estadounidenses, hallando que la violencia en
negativamente en el desarrollo cognitivo-social el noviazgo se relacionaba directamente con los
y favorecer la aceptación del uso de la violencia comportamientos sexuales de riesgo, mientras
en la pareja, promoviendo así la violencia en que la participación activa del padre biológico
el noviazgo (Rubio, Carrasco, Amor & López, en las actividades diarias de la vida de las ado-
2015; Temple, Shorey, Tortolero, Wolfe, & Stuart, lescentes, constituía un factor protector frente
2013; Zicavo, Palma & Garrido 2012). Calvete, a las conductas sexuales de riesgo.
Fernández-González, Orue, & Little (en prensa),
examinaron, en ese sentido, si la relación entre la Earnest y Brady (2016), utilizaron el análisis de
exposición a la violencia familiar y la perpetración regresión logística para examinar si ser víctima
de violencia en el noviazgo era mediada por es- de violencia por parte de un adulto en el ho-
quemas cognitivos y emocionales, en una muestra gar, presenciar violencia intrafamiliar y sentirse
de 867 adolescentes españoles; los resultados inseguro en la escuela, se relacionaban con ser
mostraron que los esquemas de desconexión víctima de violencia física en el noviazgo. El
y rechazo en la familia pueden contribuir a la estudio se llevó a cabo con 75590 estudiantes
trasmisión intergeneracional de la violencia. de noveno a duodécimo grado de Minnesota.
En el análisis de los datos encontraron que los
Algunos estudios han utilizado modelos de adolescentes víctimas de violencia en el hogar,
ecuaciones estructurales (SEM) para explorar que observaron violencia intrafamiliar, sintie-
la relación predictiva entre las figuras paternas, ron sensación de inseguridad en la escuela y
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Jorge Arturo Martínez Gómez,
percibían baja atención por parte de los padres, como posible predictora de las conductas de
tenían una mayor probabilidad de ser víctimas maltrato en el noviazgo, uno para la victimiza-
de violencia física en el noviazgo. ción y otro para la perpetración, en una muestra
de adolescentes varones y mujeres, tomando
Otra variable que podría estar relacionada con como posible variable moduladora entre estas
la violencia en el noviazgo es el número de variables, el número de experiencias de noviaz-
parejas previas de los adolescentes, debido a la go previas. Se buscaba examinar si una baja
inexperiencia e inmadurez propias de esta etapa, funcionalidad familiar podría poner en riesgo
generando mayor riesgo que los adultos de ex- a los y las adolescentes de ser víctimas o victi-
perimentar violencia por parte de su pareja (Sil- marios de este tipo de violencia y el papel que
verman, Raj, Mucci & Hathaway, 2001). Romo podría tener el número de relaciones de pareja.
(2008) entrevistó a un grupo de estudiantes
universitarios sobre sus relaciones de pareja, quie- Se plantearon las siguientes hipótesis: (a) las
nes señalaron, en general, que sus relaciones se bajas puntuaciones en funcionalidad familiar
caracterizaban por los buenos tratos, por sentirse predicen una frecuencia mayor de conductas
a gusto con la pareja y haber tenido un impacto de maltrato ejercidas por la pareja (victimi-
positivo en sus vidas, mientras que otros las zación); (b) las bajas puntuaciones en esta
describieron como tormentosas, llenas de celos y misma variable predicen una frecuencia mayor
sentimientos de posesión, dejando sentimientos de conductas de maltrato ejercidas hacia la
de dolor y de temor frente a futuras relaciones. pareja (perpetración); (c) un número mayor
Rivera, Allen, Rodríguez, Chávez y Lazcano de parejas predicen una frecuencia mayor de
(2006), encontraron en un grupo de 4587 mu- conductas de maltrato ejercidas por la pareja
jeres de 12 a 24 años, que la victimización en (victimización); (d) un número mayor de parejas
las relaciones de noviazgo se relacionada con predice una frecuencia mayor de conductas de
antecedentes de inicio temprano de relaciones maltrato ejercidas hacia la pareja (perpetración)
sexuales. Es posible así, que los adolescentes que y (e) el número de relaciones de pareja media
experimentan un número mayor de relaciones la relación entre la funcionalidad familiar y la
de pareja, tengan más riesgo de ser víctima o frecuencia de conductas de violencia sufridas y
victimario de malos tratos en el noviazgo. ejercidas hacia la pareja. La figura 1 proporciona
una representación gráfica del modelo teórico
Con base en lo anterior, este estudio planteó que se consideró para este estudio, así como
como objetivo someter a prueba dos modelos la estrategia de recolección de información de
que incorporaban la funcionalidad familiar cada variable.
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Figura 1. Diagrama del modelo teórico propuesto con las variables observadas correspondientes.
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Jorge Arturo Martínez Gómez,
2006). Es una versión traducida y validada a La consistencia interna para la escala total (20
nivel facial por 30 expertos y 30 familias co- Ítems), obtenida con la muestra de este estudio
lombianas, revisada por la autora original del fue de α= ,733. Al analizar la confiabilidad de
instrumento (Friedemann, 1991), que permite las cuatro sub-escalas que conforman la prueba,
medir la forma como se organiza la familia se encontraron alfas aceptables para las sub-
para funcionar y responder efectivamente escalas de Mantenimiento del Sistema (α=.787);
como sistema a las demandas del entorno. Está Individuación (α=.665) y Coherencia (α=.712).
conformado por 20 ítems con tres opciones de Sin embargo, en la sub-escala de Cambio del
respuesta, que arrojan una puntuación global Sistema tuvo un alfa bajo (α=.587).
cuyo rango oscila entre 20 y 60 puntos, y una
puntuación en las siguientes dimensiones: (a) Lista de Chequeo de Experiencias de Mal-
mantenimiento del sistema, cuyos ítems hacen re- trato en la Pareja Forma A (Rey-Anacona,
ferencia a acciones que mantienen la estructura 2009). Permite reportar la ocurrencia de 68
familiar, con el fin de cubrir sus necesidades formas de maltrato realizadas por la pareja en
físicas, emocionales y sociales, como dormir, personas solteras y sin hijos, las cuales corres-
ejercitarse, alimentarse, actividades recreativas y ponden con actos de maltrato físico, emocional,
de ocio; (b) cambio del sistema, que corresponde a psicológico, sexual y económico, por medio de
la incorporación de nuevos esquemas o aprendi- una escala tipo Likert con cuatro de respuesta:
zajes en la familia como resultado de situaciones “Nunca” (0), “Una vez” (1), “Algunas veces”
de tensión o infelicidad; (c) coherencia, definida (2) y “Muchas veces” (3). Fue validado en su
como la unión de los integrantes de la familia y contenido por jueces expertos, presentando un
los comportamientos necesarios para mantener alfa de .96 en la puntuación total, el cual osciló
la unidad, caracterizados por los valores y las entre .77 y .92 por cada tipo de maltrato, en
creencias que practican como grupo, así como una muestra de 403 varones y mujeres entre
el reconocimiento de las particularidad de cada 15 y 30 años de edad. En esta investigación se
miembro y (d) individuación, referente a las ac- examinó la frecuencia general y de cada uno
tividades físicas e intelectuales que amplían el de estos tipos de maltrato que reportó haber
panorama de una persona a través del desem- sufrido cada participante.
peño de un conjunto de roles y responsabilida-
des, le enseñan acerca de sí mismo y los otros, Al analizar la consistencia interna para el ins-
permitiéndole interactuar afectivamente con trumento con la muestra de esta investigación
su entorno (Criado & Rubiano, 2009; Chávez, (68 ítem), se encontró un alfa de α=.949 y por
Friedemannn & Alcorta, 2000). cada tipo de maltrato que evalúa el instrumento
el alfa osciló entre α=.73 y α=.84.
Gómez et al. (2013) aplicaron el instrumento
a 276 mujeres de estratos bajos de la ciudad de Lista de Chequeo de Experiencias de Mal-
Cartagena (Colombia), encontrando un índice trato en la Pareja Forma B (Rey-Anacona,
de consistencia interna de .67 para toda la es- Mateus-Cubides & Bayona-Arévalo 2010). Per-
cala, .58 en la subescala de coherencia y .65 en mite informar la realización de 82 conductas de
la subescala de mantenimiento. maltrato hacia la pareja, de tipo físico, emocional,
psicológico, sexual y económico, en personas
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solteras y sin hijos, a través de una escala tipo y ejercidos, respectivamente, y el número de
Likert con las mismas opciones de respuesta. El relaciones previas como variable moduladora.
instrumento presentó un alfa de .96 en su pun- En ambos casos se examinó si la funcionalidad
tuación total en una muestra constituida por 562 familiar estaba efectivamente compuesta por las
adolescentes entre 15 y 20 años, encontrándose cuatro dimensiones propuestas por la ASF-E
que el 50.54% de la varianza podría explicarse (mantenimiento del sistema, cambio del sistema,
por seis factores. En esta investigación se exami- individuación y coherencia) y si los cuatro tipos
nó la frecuencia general y de cada uno de estos de maltrato (psicológicos, emocionales, físicos y
tipos de maltrato que reportó haber ejercido sexuales) se agrupaban alrededor de la frecuen-
cada participante. La consistencia interna para el cia general de malos tratos sufridos y ejercidos.
instrumento (82 ítems), con la muestra de este
estudio, fue de α =.974 Para evaluar la calidad de estos modelos se
utilizó una combinación de los indicadores
Procedimiento propuestos por Boomsma (2000) y McDonald
y Ho (2002), con los cuales se puede calcular la
Después de contar con los permisos del caso en bondad de ajuste al modelo. Los índices anali-
las instituciones educativas y el consentimiento zados fueron:
escrito de los adolescentes y sus padres, se efec-
tuó la aplicación de los instrumentos de manera - Para el ajuste absoluto: (a) Chi-cuadrado (X²,
grupal en los salones de clase, en presencia significación ≥.05) y (b) Razón Chi-cuadra-
del profesor del curso. Se brindó la siguiente do/grados de libertad (X²/gl, < 3.00).
información para obtener el consentimiento
- Para el ajuste comparativo: (a) Índice de
informado de los adolescentes y sus padres: el
Bondad de Ajuste Comparativo (CFI, ≥ .90)
objetivo y procedimiento de la investigación, el
y (b) Índice de Tucker-Lewis (TLI, ≥ .90).
carácter voluntario y anónimo de la participación
en el estudio, información que se presentó en un - Otros índices: (a) Índice de Ajuste Relativo
formato de consentimiento informado firmado (RFI, ≥ .90), (b) Índice de Ajuste Incre-
por ambos. mental (IFI, ≥ .90) y (c) Raíz de Residuo
Cuadrático Promedio de Aproximación
Inicialmente se calculó el coeficiente de correla- (RMSEA, <.08).
ción de Spearman entre todas las variables bajo
estudio con el programa SPSS 21.0, utilizándose RESULTADOS
esta prueba de correlación debido a que algunas
de estas variables no se distribuían de manera En primera instancia se presentan los resultados
normal. Posteriormente se evaluaron los dos de los análisis de correlación efectuados a través
modelos de ecuaciones estructurales anunciados de la prueba de Spearman, inicialmente en rela-
con el programa SPSS Amos, a través del méto- ción con la victimización y luego con respecto
do de máxima verosimilitud, uno para la victi- a la perpetración, y posteriormente expondrán
mización y otro para la perpetración, tomando los hallazgos de los dos modelos de ecuaciones
la funcionalidad familiar como predictora de estructurales evaluados.
la frecuencia general de malos tratos sufridos
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Tabla 1. Correlación entre las escalas de EFF-20 (Friedemann, 1995), el número de relaciones
de pareja y la frecuencia de malos tratos sufridas (formula de Rho de Spearman)
Tipos de maltrato
Número de
Frecuencia
Psicológico Emocional Físico Económico Sexual relaciones
general
Coeficiente de
-.006 -.079 -.060 -.117** -.043 -.009 -.078*
Mantenimiento correlación
del Sistema
Sig. (bilateral) .875 .057 .145 .003 .296 .833 .047
Coeficiente de
-.012 .005 -.036 .079* -.015 -.016 .011
Cambio del correlación
Sistema
Sig. (bilateral) .771 .911 .385 .043 .723 .699 .773
Dimensiones
Coeficiente de
.015 -.036 .035 -.045 .030 .012 -.114**
correlación
Individuación
Sig. (bilateral) .717 .387 .391 .250 .463 .770 .004
Coeficiente de
-.056 -.094* -.043 -.072 -.049 -.059 -.119**
correlación
Coherencia
Sig. (bilateral) .172 .022 .299 .067 .234 .153 .002
Coeficiente de
-.022 -.089* -.054 -.097* -.045 -.026 -.117**
Funcionalidad correlación
familiar
Sig. (bilateral) .598 .031 .192 .014 .270 .533 .003
Coeficiente de
.028 .043 .029 .139** .008 .025
Número de correlación
relaciones
Sig. (bilateral) .501 .297 .475 .000 .851 .544
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Tabla 2. Correlación entre las escalas de EFF-20 (Friedemann, 1995), el número de relaciones
de pareja y la frecuencia de malos tratos ejercidas (formula de Rho de Spearman)
Tipos de maltrato
Frecuencia
Psicológico Emocional Físico Económico Sexual
general
.205**
Coeficiente de correlación .177** .178** .157** .144** .067
Número de relaciones
Sig. (bilateral) .000 .000 .000 .000 .087 .000
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La figura 2 presenta el diagrama de trayectoria una variable latente exógena compuesta por
con coeficientes estandarizados y cargas facto- cuatro variables observadas: las dimensiones
riales de la SEM para victimización y la Figura mantenimiento del sistema, cambio del sistema,
3 el diagrama de trayectoria con coeficientes individuación y coherencia, mientras que los
estandarizados y cargas factoriales de la SEM malos tratos en el noviazgo se consideraría una
para perpetración. Los índices para ambos mo- variable latente endógena compuesta por cuatro
delos indican buenos ajustes a los datos, aunque variables observadas: malos tratos psicológicos,
el ajuste para la victimización (X², df= 29.423, emocionales, físicos y sexuales, mientras que el
X²/gl=1.177, Sig=.247, NFI=.980, RFI=.955, número de relaciones sería una variable endó-
IFI=.997, TLI=.995, CFI=.997, RMESA=.017), gena observada (véase la Figura 1).
es un poco mejor que el ajuste en el modelo
de perpetración (X², df =38.412, X²/gl=2.134, Por su parte, el modelo de ecuaciones estructu-
Sig =.003, NFI=.985, RFI=.962, IFI=.992, rales referente a la perpetración, lo constituyen
TLI=.983, CFI= 992, RMESA=.042). las mismas variables observadas y latentes que
el modelo anterior, excepto los malos tratos
En relación con la victimización, el modelo sexuales que no pueden ser explicados por el
de ecuaciones estructurales confirmó que la modelo (véase la Figura 2).
funcionalidad familiar se podría considerar
Figura 2. Modelo de ecuaciones estructurales (MES) para los malos tratos sufridos; e: error.
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Figura 3. Modelo de ecuaciones estructurales (MES) para los malos tratos ejercidos; e: error.
Estos resultados señalan, en general, que el Los análisis de correlación efectuados inicial-
efecto de la funcionalidad familiar sobre los mente mostraron una relación inversamente
malos tratos sufridos y perpetrados puede ser proporcional entre la puntuación global de
potencializado por el número de relaciones, funcionalidad familiar y la frecuencia de malos
es decir, este número de relaciones sería una tratos emocionales y económicos recibidos,
variable moduladora entre la funcionalidad y así como entre dicho puntaje y la frecuencia
los malos tratos. Sin embargo, la funcionalidad general y de cada tipo de maltrato ejercido. La
familiar también tendría un efecto directo sobre funcionalidad familiar y sus dimensiones tam-
los malos tratos recibidos y ejercidos. bién correlacionaron de manera inversamente
proporcional con el número de relaciones de
DISCUSIÓN pareja (excepto con la dimensión de cambio),
mientras que este número de relaciones correla-
El objetivo de este estudio fue someter a prueba cionó positivamente con la frecuencia de malos
dos modelos que incorporaban varios aspectos tratos económicos recibidos y con la frecuencia
de la funcionalidad familiar como predictores de general y de cada tipo de maltrato ejercido,
las conductas de maltrato en el noviazgo, uno excepto los de tipo sexual.
para la victimización y otro para la perpetra-
ción, en una muestra de adolescentes varones Los anteriores resultados son coherentes con
y mujeres, tomando el número de experiencias los obtenidos con la SEM, que indican un efecto
de noviazgo previas como una posible variable directo y negativo de la funcionalidad familiar
moduladora entre la funcionalidad y el maltrato. sobre la victimización y la perpetración, así como
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en el noviazgo en estudiantes de secundaria
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