23/4/2019 Apologetics Press - Citas en arqueología: Radiocarbono y datación de anillos de árboles

Citas en arqueología: datación por radiocarbono y anillos de

árboles
por  Trevor Major, M.Sc., MA

[ NOTA DEL EDITOR : Esta es la primera de una serie de dos partes sobre "Citas en la arqueología". La
Parte II se titula "Citas en la arqueología: Desafíos para la credibilidad bíblica".

En las últimas décadas, la arqueología se ha convertido en un esfuerzo científico. Atrás quedaron las
imágenes románticas de caballeros con cascos de médula que transportan tesoros a los museos y
propiedades de Europa. Se acabó, también, la idea de que los arqueólogos siempre están del lado del
creyente en la Biblia. Las interpretaciones modernas frecuentemente desafían los relatos bíblicos.
Además, las fechas generadas por las nuevas técnicas a menudo están en desacuerdo con el tiempo de
los eventos dados por las Escrituras.

El propósito de este primer artículo es discutir problemas con la datación por radiocarbono y anillos de
árboles (o dendrocronología), que son las dos técnicas de datación directa más comunes en
arqueología. Los problemas con la datación relativa por interpretación de la cultura material (puntas de
flecha, cerámica, herramientas) serán el tema del próximo artículo.

DATACIÓN POR RADIOCARBONO

En la década de 1940, los investigadores comenzaron a estudiar el efecto de la radiación cósmica en la
atmósfera superior. Encontraron que podría transformar el nitrógeno común 14 (14N) en un isótopo
radioactivo de carbono llamado carbono 14 (14C), o radiocarbono. Las formas de carbono tanto
radiactivas como no radiactivas (12C, 13C) pueden reaccionar con el oxígeno para formar dióxido de
carbono, que se convierte en parte de la atmósfera. Desde aquí puede entrar en las plantas por la
respiración, los animales por la alimentación y los océanos por intercambio con la atmósfera (Figura
1).

Figura 1. La parte del radiocarbono en el ciclo del

carbono.

Al comienzo de estos estudios, Willard F. Libby y sus compañeros de trabajo se dieron cuenta de que
podían usar este proceso como una herramienta para fechar objetos que contienen carbono.
Tomemos, por ejemplo, un trozo de carbón de un antiguo campamento. Mientras la madera estaba
viva y creciendo, estaba absorbiendo dióxido de carbono. Su relación de carbono-12 común a carbono-
14 radiactivo coincidía con la relación en el aire circundante. Pero después de que ese antiguo camper
la cortó para leña, ya no tomó dióxido de carbono. El carbono-14 decayó lentamente, mientras que la
cantidad de carbono-12 se mantuvo igual. Teóricamente, si conocemos la proporción de estos dos
isótopos y la tasa de descomposición, podemos calcular la edad del carbón vegetal en radiocarbono.

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La tasa de descomposición del carbono 14, expresada como vida media, es de 5730 años (por
ejemplo, si nuestra muestra contiene 1 gramo de carbono 14 ahora, hace 5730 años contenía 2
gramos).

Los resultados iniciales de Libby parecían muy exitosos, y en 1960 recibió el Premio Nobel de Química
por el desarrollo de esta importante nueva técnica.

LÍMITES DE MEDIDA
Hasta los últimos años, los laboratorios midieron el contenido de carbono 14 indirectamente
extrayendo todo el carbono de una muestra y luego contando sus emisiones radioactivas.
Desafortunadamente, muchos de estos sistemas requerían muestras relativamente grandes para
obtener resultados precisos. Los arqueólogos enfrentaron el dilema de preservar o fechar sus
preciosos hallazgos. La aplicación de la espectrometría de masas del acelerador ( AMS ) al análisis de
isótopos de carbono ha cambiado dramáticamente esta imagen. Un sistema AMS tiene la ventaja de
contar átomos de carbono-14 individuales.

Los laboratorios que utilizan el método de medición de la descomposición afirman que pueden
analizar varios gramos de carbono con una precisión típica de ± 40-150 años, y un rango máximo de
30-40,000 años. Los laboratorios de AMS afirman que pueden medir varios miligramos de carbono con
una precisión típica de ± 80-400 años y un rango máximo de 40,000 años (Taylor, 1987, Tabla 4.1;
véase también Aitken, 1990, Tabla 4.1). Sin embargo, ser capaz de medir pequeñas cantidades de
carbono-14 no es lo mismo que demostrar que los objetos tienen miles de años de antigüedad.

SUPUESTOS Y PROBLEMAS DE RADIOCARBONO

Al igual que otros métodos radiométricos, la datación por radiocarbono enfrenta problemas técnicos y
opera bajo algunas suposiciones cuestionables.

1. Quizás el supuesto más crítico de la datación por radiocarbono es que las tasas de producción y
descomposición del carbono 14 se encuentran en un estado de equilibrio o equilibrio, y lo han sido
durante millones de años. Si esto fuera cierto, la proporción de carbono-12 / carbono-14 en los
organismos vivos será la misma que la de un organismo que vivió hace miles de años. Sin embargo,
tenemos razones para pensar que esto no es cierto, como veremos en una sección posterior.
 
2. La datación por radiocarbono asume una tasa de descomposición constante para la descomposición
del carbono-14. En la actualidad, no tenemos evidencia firme de ningún cambio sistemático en esta
tasa.
 
3. La contaminación por agua subterránea, suelo o materia extraña es siempre un problema potencial.
Sin embargo, las personas que trabajan con la datación por radiocarbono confían en que una buena
recolección de muestras pueda superar este problema.
 
4. Algunos organismos pueden excluir preferentemente los isótopos de carbono 14 más pesados, lo
que los hace parecer demasiado viejos (por ejemplo, los mariscos vivos que tienen una "edad" de
radiocarbono de varios cientos de años). Se supone que la comparación de carbono-12 y carbono-14
con el isótopo estable carbono-13 corrige este problema (véase Aitken, 1990, pp. 62-64). Los
factores ambientales, como los incendios forestales y las erupciones volcánicas, que aumentan las
concentraciones locales de dióxido de carbono, también pueden tener un efecto en la relación
carbono-14 / carbono-12.
 
5. Sobre la base de todas estas suposiciones está la idea de que la verificación cruzada con otra
información arqueológica confirmará si la fecha del radiocarbono es "razonable". Esto introduce el
espectro de la subjetividad.

CITA DE AROS
El método de radiocarbono tiene un socio menos conveniente, pero mayor en forma de datación de
anillos de árboles. Esta ciencia venerable comenzó a principios del siglo XX cuando AE Douglass
buscaba una manera de investigar la relación histórica entre la actividad solar y el clima. Notó
variaciones en el ancho de los anillos de crecimiento anuales en pinos amarillos que crecen alrededor
de Flagstaff, Arizona. Las variaciones de un año a otro fueron el resultado de cambios en la lluvia,
mientras que los patrones más grandes tal vez fueron el resultado de alguna tendencia a más largo
plazo. Douglass usó un sistema de identificación cruzada para emparejar patrones en árboles de la
misma edad. Más tarde extendió su trabajo a las secuoyas gigantes de California. Finalmente tuvo una
cronología que se remonta a más de tres mil años.

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A mediados de la década de 1920, Douglass comenzó a aplicar anillos de árboles a la datación en
arqueología. Su idea fue hacer coincidir los patrones de anillos en las maderas de las estructuras de
los nativos americanos, con los patrones de anillos en pinos amarillos. Este es un asunto relativamente
simple si las ruinas tienen solo unos pocos cientos de años. Pero si son anteriores a los árboles vivos,
entonces es necesario utilizar métodos indirectos. Douglass superó la brecha mediante la
superposición de patrones de maderas sucesivamente más antiguas. Esta técnica clásica se llama
datación cruzada .

Desde entonces, los investigadores han aplicado las técnicas pioneras de Douglass a otras especies,
incluidos los especímenes vivos y muertos del pino bristlecone. A partir de la vida más larga de todos
los árboles, han construido una cronología que se remonta a casi diez mil años.

Supuestamente, los anillos de los árboles producen fechas "reales". Por ejemplo, digamos que
queríamos fechar un mueble de roble alemán. Podríamos tratar de hacer coincidir un patrón de anillos
en los muebles, con un patrón de anillos en robles vivos de un bosque cerca de donde se hizo. Usando
nuestra cronología de anillos de árboles para los robles alemanes, podríamos obtener una fecha de
1651 dC. Esto representa el año en que se cortó el árbol y, presumiblemente, da una buena estimación
de la edad de los muebles. En contraste, si aplicáramos la datación por radiocarbono, todo lo que
podríamos decir es que la pieza se remonta al siglo XVII.

PROBLEMAS CON LA DATACIÓN DE ANILLOS DE ÁRBOLES

El supuesto más cuestionable en dendrocronología es la tasa de formación de anillos. Los principios
generales de biología y clima sugieren que los árboles solo agregan un anillo cada año. Los pinos de
bristlecone individuales, que crecen muy lentamente en zonas áridas y de gran altitud en el oeste de
América del Norte, a veces se saltan un año de crecimiento. Esto podría hacer que un árbol parezca
más joven de lo que realmente es, pero los dendrocronólogos completan la información que falta
comparando los anillos de otros árboles.

Sin embargo, los árboles parecerían demasiado viejos si crecieran más de un anillo por año. La
mayoría de los dendrocronólogos, basándose en un estudio influyente realizado por LaMarche y Harlan
(1973), creen que los pinos de bristlecone en efecto solo agregan un anillo por año. Sin embargo, no
todos los científicos aceptan este estudio. Según Harold Gladwin (1978), los patrones de crecimiento
de los árboles de bristlecone son demasiado erráticos para la datación. Lammerts (1983) encontró
anillos adicionales después de estudiar el desarrollo de los brotes de bristlecone. Sugirió que la
cronología existente debería comprimirse de 7,100 a 5,600 años.

Otros problemas se relacionan con el análisis de los patrones de anillos de crecimiento. Baillie
advierte:

Al igual que con las máquinas convencionales, algunas personas son mejores en el
reconocimiento de patrones que otras y, si la analogía no es demasiado brutal, hay quienes
reconocen los problemas y quienes intentan forzar las piezas. Debe recordarse que solo hay un
patrón correcto: cada árbol ha crecido solo una vez y, en última instancia, su patrón de anillos
solo cabe en un lugar en el tiempo. Simplemente porque dos piezas se parecen no significa
necesariamente que encajen entre sí (1982, p. 23).

Las computadoras pueden proporcionar una herramienta importante para algunos de estos análisis.
Pero los investigadores aún deben juzgar la importancia estadística de una aparente coincidencia.
Además, deben tener en cuenta variables como el clima local y el envejecimiento, que afectan el ancho
de los anillos.

LA ASUNCION DE EQUILIBRIO
Las historias de estos dos métodos de citas convergieron cuando los investigadores se dieron cuenta
de que no siempre daban la misma respuesta. A pesar de las esperanzas de Libby, la datación por
radiocarbono nunca podría proporcionar una medida independiente de la edad porque contiene un
defecto crítico.

Para calcular la edad de radiocarbono de un espécimen, necesitamos comparar la relación carbono-12

/ carbono-14 ahora , con la relación carbono-12 / carbono-14 en el momento de la muerte . Sin
embargo, no sabemos la proporción en el momento de la muerte, lo que significa que tenemos que
hacer una suposición. La datación por radiocarbono moderna asume que la proporción de carbono-14
/ carbono-12 en los organismos vivos es la misma ahora que en los organismos antiguos antes de
morir. En otras palabras, se dice que el sistema de producción y descomposición del carbono 14 está
en un estado de equilibrio o equilibrio. Sin embargo, esta suposición es cuestionable, incluso para una
Tierra vieja.

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El problema es similar a una vela encendida (cf. Chittick, 1970, p. 66). Sin extender demasiado la
analogía, imaginemos que la cera representa el carbono-14. Podríamos tomar una regla y medir la
longitud de la vela restante. Incluso podríamos medir la velocidad a la que la vela se está quemando.
Pero, ¿cómo podemos saber cuándo se encendió la vela? Simplemente no podemos responder a esta
pregunta sin saber la longitud original de la vela. Tal vez podríamos hacer una conjetura a partir de
una vela apagada cercana, pero solo sería una conjetura.

En el modelo de la Tierra antigua, el proceso de hacer carbono-14 comenzó hace miles de millones de
años. La atmósfera en evolución se llenó rápidamente con carbono-14, pero esta tasa se desaceleró a
medida que el carbono-14 se abrió camino hacia los océanos y la biosfera. Eventualmente, el carbono-
14 se descompondría en nitrógeno-14, completando así el ciclo. Los geólogos admiten libremente que
este proceso no siempre ha estado en equilibrio, pero sostienen que esto no afectará el método de
radiocarbono de ninguna manera práctica.

Los primeros signos de problemas con este supuesto surgieron en los primeros trabajos de Libby.
Estableció una tasa de descomposición específica ( DEG ) de 15.3 átomos por minuto por gramo de
carbono total en la muestra, y una tasa de producción específica ( SPR ) de 18.8 átomos por minuto por
gramo de carbono en el inventario de carbono activo de la Tierra. Libby nunca cuestionó seriamente la
discrepancia entre estos dos números. Sintió que su método era preciso y que los números eran lo
suficientemente cercanos. Pero durante la década de 1950, los investigadores comenzaron a notar un
desacuerdo regular entre el radiocarbono y las fechas arqueológicas "bien establecidas". Como
comenta Aitken: "En retrospectiva, parece haber sido excesivamente optimista suponer que los valores
modernos fueron los verdaderos valores iniciales de todos los tiempos pasados" (1990, p. 66).

Estos problemas fomentaron un estudio sistemático en el que los investigadores utilizaron el método
de radiocarbono para fechar los anillos de los árboles. Surgieron dos niveles de error. Una de ellas fue
una variación a corto plazo a pequeña escala que puede hacer que una fecha determinada de
radiocarbono parezca hasta cuatrocientos años más antigua o más joven de lo esperado (Taylor, 1987,
Figura 2.11). Gran parte de este error puede ser el resultado de la actividad de las manchas solares,
que a su vez afecta la radiación solar y la producción de carbono-14.

Un segundo error proviene de una tendencia a largo plazo en forma de S (Figura 2). Una curva de los
picos de la curva en el centro del primer milenio AD radiocarbono edades durante este periodo más de
estimación dendrocronológicas edades de hasta un centenar de años. La curva cambia dirección
alrededor de 500 aC , cuando las edades de radiocarbono comienzan a bajo estimación supuesta
edades dendrocronológicas. La discrepancia crece a medida que retrocedemos en el tiempo, de modo
que para el quinto milenio a . C. , las fechas de radiocarbono son demasiado recientes en 800 años.

Figura 2. Tendencia principal en el gráfico de dendrocronología vs. fechas de radiocarbono. Las

fechas sobre la línea cero punteada sobrestiman las edades de los anillos de los árboles; las fechas a
continuación subestiman las edades de los anillos de los árboles (después de Taylor, 1987, Figura
2.8).

Nadie puede explicar esta tendencia principal adecuadamente en las suposiciones de una Tierra
antigua o un sistema de equilibrio. Las sugerencias comunes incluyen cambios en el campo magnético
de la Tierra, o cambios climáticos posteriores a la última edad de hielo, o una combinación de ambos
(Aitken, 1990, p. 67). A pesar de las incógnitas, los investigadores continúan "calibrando" sus fechas
de radiocarbono mediante dendrocronología.

FECHAS DE RADIOCARBONO DE NONEQUILIBRIUM

Varios creacionistas creen que el método del radiocarbono todavía puede ser de alguna utilidad, pero
solo si reconocemos que la Biblia y la naturaleza registran una Creación instantánea y un Diluvio
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cataclísmico. No solo son estos los eventos más significativos que hayan afectado al mundo físico,
sino que se produjeron en un lapso de tiempo relativamente corto de solo unos pocos miles de años.

En un mundo con tal historia, esperaríamos condiciones de no equilibrio. La producción de carbono-14

comenzó hace solo 6.000 años, el tiempo aproximado de la Creación. Aproximadamente 1,500 años
después, el Diluvio afectó todo el ciclo del carbono. Como muestra la discrepancia entre SPR y SDR , la
Tierra todavía está en el proceso de alcanzar el equilibrio. Además, sabemos por la datación por
radiocarbono de los anillos de los árboles que a medida que retrocedemos en el tiempo, encontramos
cada vez menos carbono-14. Si hubo menos carbono-14 en el pasado, entonces ha habido menos
deterioro en nuestras muestras de lo que supone el modelo de equilibrio. Y si ha habido menos
deterioro, entonces las muestras no son tan antiguas como pueden parecer.

El enfoque de nonqulibrium intenta aplicar esta información a la datación por radiocarbono. Pero al
igual que el método de equilibrio, todavía debe basarse en ciertas suposiciones. La versión de Robert
Whitelaw (1970), por ejemplo, asume que la radiación cósmica y la descomposición atómica se han
mantenido constantes desde la Creación. Él propone que el SDR ha aumentado de manera constante
desde la Creación, y que el entierro de casi todas las plantas y animales en el Diluvio llevó un SPR
inicialmente alto a los niveles actuales. Whitelaw también establece la Creación en aproximadamente
7,000 años atrás, y el Diluvio en aproximadamente 5,000 años atrás. La tabla 1 muestra el efecto de
sus correcciones en las edades de equilibrio.

PROBLEMAS CON LA DATACIÓN SIN EQUILIBRIO

De acuerdo con la datación por radiocarbono de equilibrio, el período del "Reino Antiguo" egipcio
comenzó hace aproximadamente 4,100 años (Finegan, 1979, p. 404). El esquema de Whitelaw reduce
esta edad en 600 años (hasta c. 1550 aC ), lo que sitúa a Moisés y el Éxodo en el momento de los
grandes constructores de pirámides como Djoser y Cheops. Claramente, esto altera la cronología
egipcia establecida. Significa, por ejemplo, que Thutmosis III no puede ser el faraón del Éxodo. Sin
embargo, necesitamos más que unas pocas fechas de radiocarbono corregidas para embarcarnos en
una reorganización atrasada de las primeras dinastías egipcias. Nuestro relato más confiable de la
opresión y la partida de los israelitas es la Biblia, y no menciona ni pirámides, ni los nombres de los
reyes egipcios.

Las dificultades no terminan aquí. Ocasionalmente encontramos una fecha de radiocarbono que
confirma la historia bíblica. Por ejemplo, Bryant G. Wood cita una fecha de radiocarbono de 1410 aC ±
40 años para respaldar una explicación bíblicamente consistente de la caída de Jericó (1990, 16 [2]:
53; véase también Jackson , 1990). Usando el método de Whitelaw, esta fecha se ajusta a algún tiempo
entre finales del siglo VIII y principios del siglo IX a. C. Esto nos deja con una elección desagradable: o
bien podemos aceptar la fecha, pero debatir su contexto arqueológico; o podemos rechazar la fecha
por completo, sugiriendo que la muestra estaba contaminada o que la medición fue defectuosa.

Finalmente, el modelo de Whitelaw coloca cualquier edad publicada mayor a 6,000 años en la era
anterior al Diluvio (Tabla 1). Sin embargo, esto puede no funcionar en todos los casos. Por ejemplo, un
mamut bebé llamado Dima fue recuperado de la tundra congelada de Siberia y parece pertenecer a la
era posterior a la inundación. La datación por radiocarbono convencional le da una antigüedad de
27,000 años, que según el modelo de Whitelaw se ajusta a los primeros cientos de años después de la
Creación. Sin embargo, es difícil imaginar cómo un mamut bebé de la época de Adán podría encontrar
su camino en el mundo posterior al diluvio.

La edad de no equilibrio de Whitelaw Edad de equilibrio publicada

1,000 1,115

1.500 1,730

2,000 2,310

2,500 2,900

3,000 3.500

3.500 4,110

4,000 4,725

4,500 5,350

(Inundación) 5,000 5,990

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5.500 8,860

6,000 12,530

6.500 19,100

7,000 Infinito

Tabla 1: Relaciones entre edades corregidas y publicadas de especímenes en años desde su muerte (Whitelaw, 1970, p.
65)

RESUMEN
La datación por radiocarbono supone que la relación carbono-12 / carbono-14 se ha mantenido igual
durante al menos los últimos cien mil años. Sin embargo, la diferencia entre las tasas de producción y
de desintegración, y la discrepancia sistemática entre las fechas de radiocarbono y de anillo de árbol,
refutan este supuesto. En cambio, la evidencia del cambio es totalmente consistente con una Creación
reciente y un Diluvio catastrófico.

Algunos creacionistas han usado esta información para modelar una versión bíblicamente consistente
del método de radiocarbono. Si bien los felicitamos por su esfuerzo, no debemos sorprendernos por
su falta de éxito, por esta razón: aún deben presumir que conocen las condiciones iniciales. Esta es la
suposición crítica sobre la cual todos los métodos de datación "absolutos" deben fallar, ya sean
utilizados por evolucionistas o creacionistas.

Del mismo modo, no debemos aceptar las reclamaciones de dendrocronología a su valor nominal. Los
bristlecones pueden agregar más de un anillo de crecimiento por año, y el "arte" de cruzar árboles
vivos y muertos puede ser una fuente considerable de error.

Tanto la datación por radiocarbono como la dendrocronología enfrentan problemas técnicos, y están
cargados de ideas uniformes y de la Tierra antigua. Suponen que la naturaleza funciona hoy igual que
ha funcionado durante millones de años, pero los hechos no apoyan esta afirmación. Ninguno de los
métodos debería darnos motivos para abandonar los hechos de la historia bíblica.

REFERENCIAS
Aitken, MJ (1990), Citas basadas en la ciencia en la arqueología (Nueva York: Longman).

Baillie, MGL (1982), Citas y arqueología de anillos de árboles (Chicago: University of Chicago Press).

Chittick, Donald E. (1970), "Dating the Earth and Fossils", Symposium on Creation II , ed. Donald W.
Patten, et al. (Grand Rapids, MI: Baker), pp. 57-74.

Finegan, Jack (1979), Historia arqueológica del antiguo Oriente Medio (Boulder, CO: Westview Press).

Gladwin, Harold S. (1978), "Dendrochronology, Radiocarbon, and Bristlecones," Creation Research

Society Quarterly , 15: 24-26, junio.

Jackson, Wayne (1990), " La saga de Ancient Jericho ", Reason & Revelation , 10: 17-19, abril.

LaMarche, VC, Jr. y TP Harlan (1973), “Exactitud de la datación de anillos de árboles del pino de
cáscara de cerdo para la calibración de la escala de tiempo de radiocarbono”, Journal of Geophysical
Research , 78: 8849-8858.

Lammerts, Walter E. (1983), “¿Son los árboles de pino de bristlecone realmente tan viejos?”, Creation
Research Society Quarterly , 20: 108-115, septiembre.

Taylor, RE (1987), Datación por radiocarbono: una perspectiva arqueológica (Orlando, FL: Academic
Press).

Whitelaw, Robert L. (1970), "El tiempo, la vida y la historia a la luz de 15,000 fechas de radiocarbono",
Creation Research Society Quarterly , 7: 56-71.

Wood, Bryant G. (1990), “¿Los israelitas conquistaron Jericó? —Una nueva mirada a la evidencia
arqueológica,” Biblical Archaeology Review , 16 [2]: 44-58, marzo / abril.

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