Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
"
Abstract
Como realidad tangible en el mundo globalizado, el multiculturalismo presenta varios retos, por un
lado la defensa de la pluralidad de las formas de existencia, de organización social y de las
expresiones culturales asociadas a estas identidades y por otro el otro, en el marco de la
convivencia de los iguales, pero diferentes, los problemas prácticos en las modalidades que
asumen las reivindicaciones políticas prácticas que se derivan de los diversos sistemas de valores
en que se fundamentan, entre las cuales son particularmente complejos aquellos relativos a la
convivencia y el reconocimiento de (l) lo otro.
El problema que se manifiesta es difícil, ya que, por un lado, es necesario evitar la radicalidad del
"falso multiculturalismo" de exclusión y, por el otro, mantener la vigencia de las diferencias
dialogantes en el marco de la interculturalidad; todo ello en medio de sociedades que, pese a sus
diferencias, necesitan de lenguajes y prácticas políticas democráticas e incluyentes, lo que
constituye su gran reto presente.
desde esta perspectiva, no sólo de entender las diversas vías por las que ha
1
retos, complejidades y contradicciones pasadas y presentes. Esta operación de
las modalidades que asumen las reivindicaciones políticas prácticas, entre ellas
2
exclusión, o como «discurso integrista de la cultura», práctica que se aleja
como la conciben, entre otros, Luis Villoro y León Olivé. Para el primero la
multiculturalidad supone, entre otros rasgos, la posibilidad que cada individuo forje
individuo-comunidad.4
de los valores que supone la adopción de una idea de cultura como “espacio
valores “superiores” que buscan normar la vida colectiva. Frente a ello, siguiendo
3
Cfr. 3 Luis Villoro, “multiculturalismo: un liberalismo radical”, en Los retos de la sociedad por venir, Fondo
de Cultura Económica, México.
4
Cfr. León Olivé, Multiculturalismo y Pluralismo, Paidós, México, 1999.
3
rasgos más evidentes que se orientan hacia el reconocimiento, respeto y
época que designa tanto “nuevas tendencias en las relaciones humanas”, como
empeñó, bajo todos los medios, incluidos por supuesto, los de la fuerza, en la
humana.8
5
Daniel Gutiérrez Martínez, “El espíritu del tiempo: del mundo diverso al mestizaje”, en Multiculturalismo.
Desafíos y Perspectivas, Siglo XXI, México, 2006, p.10.
6
Luis Villoro, “multiculturalismo: un liberalismo radical”, en Los retos de la sociedad por venir, Fondo de
Cultura Económica, México, p.186.
7
Ibidem.
8
Villoro, Op.Cit., p. 195.
4
En su dimensión política el multiculturalismo supone la reivindicación de los
constitución, cuya lógica debe ser contraria a la dominación de un grupo por otro
Sin embargo no es así. Los debates del multiculturalismo y, sobre todo los
'celebrar la diferencia' (…) sino para garantizar sus derechos humanos y para
9
“Las diferencias culturales sólo se convierten en contradicciones y oposiciones cuando los sistemas sociales
en que se sustentan están vinculados entre sí por una relación de conflicto. Dicho de otra forma, es la
pretensión de dominio de un grupo sobre otros de cultura diferente lo que convierte a las respectivas
culturas en antagónicas y mutuamente excluyentes. La incompatibilidad cultural –negación de la cultura del
otro- expresa siempre una relación de dominación y, en correspondencia, una estrategia de resistencia a la
dominación impuesta”. Guillermo Bonfil Batalla, México Profundo. Una civilización negada, Grijalbo, México,
1994, p.
10
Bonfil Batalla, México Op. Cit, p. 233.
5
lograr un mínimo de poder en la polis que les permita participar en condiciones de
hecho se exterioriza como una crisis que pone en entredicho la viabilidad del
Estado moderno.
aprender a vivir con las diferencias. Touraine señala que el lenguaje excluyente y
11
Rodolfo Stavenhagen, “La presión desde abajo: derechos humanos y multiculturalismo”, en Daniel
Gutiérrez Martínez, Op.Cit., p.221.
12
Alain Touraine, ¿Qué es la democracia? Trad de Horacio Pons, FCE, México, 2001, p.9
6
degradación de la democracia en la medida que los sujetos, al no ubicarla en su
multiculturalismo pluralista.
13
Op.Cit, p.8.
14
Ibidem.
7
hablara Marcuse.15 En estas circunstancias, el reconocimiento aparente de las
sociales”.16
apariencia de la diversidad.17
concretamente como “la política del falso reconocimiento” 18, propia del liberalismo
15
Cfr. H. Marcuse, El hombre unidimensional. Ensayo sobre la sociedad industrial avanzada, trad. de Juan
García Ponce, Ed. Joaquín Mortíz, México, 1970.
16
“¿No podría afirmarse, ante lo que parecería constituir un renacimiento de las culturas tradicionales y un
reconocimiento de las diferencias (…) que en su etapa “avanzada” el capitalismo ha dejado de constituir un
obstáculo al pluralismo, en especial cultural y que, por el contrario, éste no encuentra en aquel sino una
dinámica de apoyo y desarrollo? De estrategia de defensa frente a la tendencia homogenizante del
“fordismo”, el pluralismo cultural y el multiculturalismo pasarían a ser entonces elementos íntimamente
articulados a la nueva forma “flexible” de acumulación del capital. Prácticamente sus “puestos avanzados”
de combate en la imposición de nuevas formas económicas y culturales.” Roberto Miguelez,
“Transfiguraciones del pluralismo cultural”, en Multiculturalismo. Desafíos y Perspectivas, Op.Cit., p. 122.
17
“Desde el marco de una economía política globalizada, concomitante a una expansión cultural
homogenizante que barre con las diferencias culturales minoritarias, la segunda cuestión a enfrentar es la
de la crítica y desarme de lo que puede llamarse el nuevo panóptico multicultural, entendido como la serie
de sistemas y dispositivos (mediáticos, políticos, administrativos, pero también morales, rituales,
institucionales, etc.) que crean nuevas mitificaciones o fetichizaciones controladoras con la utilización del
lenguaje de las peculiaridades culturales”, Pablo Lazo, Op.Cit., p.13.
18
Cfr. Charles Taylor, El multiculturalismo y la política del reconocimiento, FCE, 1993.
8
abstracto. Fetichismo ideológico que sin embargo no anula la diversidad de
parte para el pensamiento liberal como un ataque a la igualdad ante la ley y como
abierta».20 ¿Qué tan abierta puede ser una sociedad? Siguiendo a Popper, tan
abierta como para reconocer los derechos del individuo y para considerar en la
ciudad política”.21
valores universales (en Sartori aquellos que fundamentan la vida en común) como
19
Luis Villoro, Los retos de la sociedad por venir, Op. Cit., p. 189.
20
Para Sartori el discurso dominante del multiculturalismo tiene una fuerte orientación marxista e
individualista y es decididamente antipluralista e intolerante: “…los marxistas americanos llegan a un
multiculturalismo que niega el pluralismo en todos los terrenos: tanto por su intolerancia como porque
rechaza el reconocimiento recíproco y hace prevalecer la separación sobre la integración”. La sociedad
multiétnica, Pluralismo, multiculturalismo y extranjeros, Taurus, Madrid, 2001, p.64.
21
Ibid, p.19.
9
la tolerancia y el respeto, por ello se traduce en: “…el desmembramiento de la
En este sentido esta práctica es uno de los peligros reales que se deben evitar:
rechazo de la verdad que imponía el otro, la imposición del propio punto de vista
22
Ibid. p.127.
23
Sartori sostiene que, tal como se expresa hoy en día, el “multiculturalismo en cuestión, agresivo e
intolerante, «es la negación misma del pluralismo»
24
Villoro, Op. Cit., p.188.
25
Villoro, Op.Cit. p.189.
10
prácticas políticas que, en el reconocimiento de la diversidad, pero también de las
culturas.
dimensión de los valores que realiza y del poder que demuestra” 26, aspectos que
culturas y sus relaciones con otras culturas. Esta neutralidad no consiste para
27
Villoro “... en juzgar si es buena o mala, valiosa o desdeñable”, pues la
entre paréntesis de toda evaluación previa» y con ello de todo prejuicio en su (re)
conocimiento: “No hay una cultura nada 'condenable', como no hay nada 'loable';
26
Luis Villoro, “Condiciones de la interculturalidad”, en Pablo Lazo Briones (comp.), Ética, hermenéutica y
multiculturalismo, Universidad Iberoamericana, México, 2010, p.23.
27
Ibid, p.24
11
todo es simplemente 'comprensible'. La crítica de los prejuicios restituye al
del valor. Ambos términos se hacen presentes como realidades visibles pues:
“…no hay cultura que no ejerza formas de poder (y) no hay poder que no se
29
manifieste en diferentes valores”. La dimensión del poder, no debe entenderse
transformación fáctica.
28
Ibidem.
29
Ibidem.
12
la validez de todas las formas de cultura no podemos entonces establecer los
tener las culturas, los fines y los valores que deberían elegir, (o) las creencias
básicas que deberían compartir. Sólo dicen lo que no debe ser una cultura”,31 se
desarrolle una ética intercultural que valore si estas cumplen sus funciones
sustantivas. Estos criterios, universales por sí mismos, señalan que “una cultura
cumplirá mejor sus funciones en la medida que sea autónoma, auténtica y otorgue
30
Luis Villoro, Condiciones de la interculturalidad…p.27.
31
Ibid, p.31.
32
Ibidem.
13
ético. Se trata también, expresa Villoro: “…de una preocupación por la suerte de la
otra comunidad, preocupación por compartir sus fines y participar en sus valores,
diversidad.
Referencias bibliográficas
33
Villoro, Op. Cit., p.32.
34
Op. Cit. p.34.
14
Lazo Briones, Pablo, (coord.), Ética, hermenéutica y multiculturalismo, Universidad
Iberoamericana, México, 2010.
Villoro Toranzo, Luis, Los retos de la sociedad por venir. Ensayos sobre justicia,
democracia y multiculturalismo, Fondo de Cultura Económica, México, 2010.
Otras referencias
15