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DESARROLLO:

1. El objetivo que persigue al decretarse la quiebra es que, la venta del patrimonio del deudor que dejó de
cancelar sus obligaciones, para cumplir con el pago a sus acreedores, en las formas establecidas en la
ley.

La quiebra, es una situación jurídica mediante la cual una empresa u organización no puede hacer frente
a sus obligaciones financieras, con ello quiero señalar, que la empresa vio incrementado sus pasivos y
por ende disminuyeron los activos. Al decretarse una quiebra a raíz de una insolvencia económica
generalizada en una empresa u organización, debe ser perenne en el tiempo y de tal grado de inviabilidad
que la empresa deudora no pueda recobrarse en un corto plazo.

La quiebra puede ser decretada porqué el deudor dejó de pagar sus obligaciones financieras como: pago
de créditos financieros, no pago de contribuciones, no cancelación de las remuneraciones de los
colaboradores, entre otras, lo anterior como resultado terminará en una demanda por parte de los
afectados y notificados mediante un receptor judicial, además éste efectuará un embargo de todos los
activos de la organización como: maquinarias, vehículos, cuenta banco y cuenta caja, entre otras.

2. Decretada la quiebra el deudor quedará inhabilitado de la administración de sus bienes, siendo estos
administrados por un tercero, que será denominado administrador, citada privación el deudor pasa de
derecho al síndico, quien se encargará conforme lo disponga la ley, es decir, el deudor quedará privado
de derecho de administrar todos sus bienes que conformen el patrimonio, conjuntamente, la ley contempla
excepciones para aquellos bienes inembargables (desasimiento).

Es importante señalar, que el desasimiento no transfiere propiedad de bienes del deudor a sus acreedores,
más bien les confiere facultad de disponer de ellos para usufructuar y hasta reembolsar sus créditos

3. Informe Cámara de Diputados (2019). En el año 2014, el juez dictaminó la quiebra de la Universidad de
Viña del Mar (UDM), la cual fue solicitada por los trabajadores del establecimiento a raíz del no pago de
sus sueldos y obligaciones legales (Cotizaciones), asimismo, quedó de manifiesto que sus
administradores y propietarios realizaban tratativas con la finalidad de general lucro con la educación, por
ello, la institución educadora perdió su acreditación dejando en el completo abandono a sus estudiantes;
agravando la situación al ver disminuida la plantilla de docentes por el no pago de sus remuneraciones.

Lo anterior, demostró el poco control y fiscalización por parte del ministerio de educación, al inyectar
dineros públicos (fondos fiscales) que eran asignados a la universidad, sin control ni rendición de cuentas;
dinero que pudo ir beneficio de los estudiantes y no para enriquecimiento de los administradores, y
sumado además otro conjunto con otras irregularidades.

En síntesis, el establecimiento educacional en quiebra encondía una fortuna de $50 mil millones en
pagarés impagos de sus alumnos, una parte de éstos fueron incinerados por un alumno con el propósito
de quedar exentos de las deudas. Sin embargo, el 14 de febrero de 2014 la junta de acreedores de la
UDM acordó el inició de la cobranza judicial a miles de alumnos y exalumnos que se encontraban
retrasados en los pagos de sus aranceles, siendo los más afectados aquellos estudiantes ya titulados y
egresados, con el propósito de que los alumnos morosos se pusieran al día, la junta de acreedores les
ofreció condonar la deuda hasta en un 30% del capital adeudado y un 50% de los intereses, en el caso
de no pagar sus obligaciones se procederá a la cobranza judicial. Conjuntamente, se ofreció una rebaja
en los aranceles a aquellos estudiantes morosos que aún son parte de la universidad, en el caso de no
regular, no podrían continuar su educación superior en forma definitiva.

Debido a que la junta de acreedores se vio imposibilitada de rematar los inmuebles que pertenecen a la
sociedad de sus dueños, siendo los estudiantes las principales víctimas del desastre de la universidad,
considerando que los responsables de la crisis, sus 4 controladores, también fueron parte de la junta de
acreedores y se verían beneficiados con la recuperación de $4 mil millones aproximadamente.

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