estudiada existe la diferencia entre sujetos y objetos.

Pero lo que podemos decir

es que en aquella época nadie hacía estas preguntas. Unos cuantos años des-
pués de los viajes del noruego, la Sierra del Nayar fue visitada por un auténtico
pionero de los enfoques anti-simbolistas en etnología. Konrad Theodor Preuss
(1869-1938), el segundo gran clásico de la etnografía del Gran Nayar, publicó
mucho menos sobre el tema del arte ritual, pero tenía una perspectiva interpre-
tativa distinta sobre estos objetos, más afín con los enfoques contemporáneos
sobre la agentividad (o agencia) de los objetos rituales.
Históricamente, un problema de la etnografía del Gran Nayar ha sido que
los investigadores se han dedicado a constatar lo dicho por Lumholtz. Siempre
me ha parecido extraño que nadie cuestione las perspectivas de análisis inau-
guradas por el noruego, pero, como es así, no sorprende que la antropología
simbólica haya tenido tantos adeptos entre los colegas. Por otra parte, redes-
cubrir a Preuss facilitó la introducción de ideas post-estructuralistas, como la
antropología de las ontologías, y los nuevos enfoques sobre la acción ritual, la
agentividad y la materialidad.
Partimos, entonces, del contraste entre Lumholtz y Preuss. A ambos los
evaluaremos a partir de la etnografía actual, para concluir que sus posiciones
encontradas no son totalmente incompatibles. Ambos acercamientos aportan a
la comprensión de un material complejo. Notablemente, el enfoque de Preuss
explica mejor aquellos aspectos de la práctica del conocimiento que los espe-
cialistas rituales coras y huicholes consideran más relevantes. El simbolismo es
una cuestión que corresponde, más bien, a los no-iniciados. Pero esto no quiere
decir que no sea importante.

El enfoque simbolista

El noruego Lumholtz es uno de los personajes que marca la transición entre los
exploradores y los antropólogos propiamente dichos. En un opúsculo titulado
Mi vida de exploración, escrito el año de su muerte (1990b), Lumholtz narra
cómo desde la primaria tuvo interés en botánica y cómo, desde su pequeña
ciudad natal en las montañas, mandó plantas a la Sociedad Botánica de Kew
Gardens, Londres. Muchos exploradores y viajeros de los siglos xviii y xix com-
partían la pasión por la botánica. Se apasionaban por la morfología, el estudio
de las pequeñas diferencias formales que les permitía organizar el universo de
las especies. Les fascinaba la taxonomía de Linneo, que ofrecía el atractivo de
poder bautizar a alguna especie recién descubierta con el nombre o el apellido
propios.

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PERSONAS JÍCARA Y PERSONAS FLECHA

tecnología de los márgenes.indb 183 12/06/15 12:13