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Filosofía

TEMA 36

EL DESARROLLO DE LA TÉCNICA Y SUS IMPUCACIONES EN LA SOCIEDAD


CONTEMPORÁNEA.

2. TÉCNICA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA

2.1. Conceptos de técnica, ciencia y tecnología


2.2. Técnica y Humanidad
2.2.1. Carácter humanizador dé la técnica
2.2.2. Brecha antropológica versus actividad técnica
2.2.3. Evolución y "Homo faber"
2.2.4. Grados de desarrollo técnico
2.2.5. Tipos de técnicas
2.2.5.1. Clasificación en función de los materiales
2.2.5.2. Clasificación en función de los agentes
2.2.5.3. Clasificación en función de las acciones
2.2.5.4. Clasificación en fímción de los resultados

3. CIENCIA Y TECNOLOGÍA

3.1. El nacimiento de la Ciencia: Grecia


3.2. La revolución científica como revolución tecnológica
3.3. El surgimiento de la sociedad industrial
3.4. La revolución científica como desencadenante de otras revoluciones
3.4.1. Problemas humanos surgidos de la revolución científico-tecnológica
3.4.1.1. La revolución demográfica
3.4.1.2. La revolución de la agricultura
3.4.1.3. La revolución en la Industria
3.4.1.3.1. La industria textil
3.4.1.3.2. El sector siderúrgico
3.4.1.3.4. La revolución del Transporte

4. HACIA LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA

4.1. Las transformaciones sociales


4.2. El nuevo modelo económico
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4.3. La mundialización del modelo occidental


4.3.1. El Colonialismo
4.3.2. La expansión de la sociedad industrial
4.3.3. Un mundo desigual
4.3.3.1. La diferencia tecnológica como diferencia social
4.3.3.2. El dominio de y por la tecnología
4.3.3.3. Los límites sociales de la tecnología
4.3.3.3.1. La modernización
4.3.3.3.2. Desarrollo y subdesarrollo
4.3.4. Valores sociales e innovación tecnológica
4.3.4.1. La regulación de la población: el problema demográfico
4.3.4.2. La tecnología y el control de la natalidad

5. EL CONFLICTO TECNOLÓGICO

5.1. El impacto social de la tecnología


5.2. La evaluación de las tecnologías
5.2.1. Evaluación interna
5.2.2. Le valuación externa
5.3. El impacto tecnológico en el ambiente
5.4. El debate ecológico: historia de un debate

6. DESARROLLISMO, CRECIMIENTO CERO Y DESARROLLO SOSTENIBLE

7. RESUMEN DEL TEMA 36

8. BIBLIOGRAFÍA

9. RESPUESTAS
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1. INTRODUCCIÓN

En la actualidad nos encontramos, entre otros muchos, ante un grave problema: el problema de si el
hombre puede dominar todas las técnicas que él mismo ha creado y si la ciencia le puede acompañar en
esa apuesta.

La importancia del problema proviene de que vivimos en un mundo en el que 7 a naturaleza está puesta
bajo el signo del hombre activo, del hombre que inscribe la técnica en la naturaleza", (G. Bachelard), lo
que parece hacer estéril cualquier intento de discusión sobre el tema.

Sin embargo, no hay razón para que no pueda analizarse fílosóficamente la técnica con el rigor
conceptual con que se analiza la ciencia.

La técnica es una actividad transformadora de la realidad material. De ahí la importancia de su definición,


conocer sus fines, sus medios, sus efectos, su propia historia.

La máquina y la herramienta son una prolongación del hombre, como una prótesis de la naturaleza
humana. Pero el éxito de la técnica corre el riesgo de aminorar el predominio del hombre.

La absolutización de la ciencia y de la tecnología no ha sido el efecto de una especie de superchería o


arrogancia imputables a la comunidad científica, o una suerte de programa orquestado a sabiendas por
ciertas fuerzas culturales. En realidad, se trata del resultado de un complejo y sutil proceso histórico, a lo
largo del cual los imponentes éxitos cognoscitivos (antes que prácticos) de la nueva ciencia natural
inaugurada por Galileo y Newton han conducido gradualmente a los filósofos a reconocer en la ciencia el
paradigma del saber, mientras que los éxitos prácticos de la tecnología han inducido, también
gradualmente, a ver en ella el modelo del operar humano a la altura de los más exigentes criterios de
racionalidad.

A su vez, el impacto de la técnica y del progreso tecnológico en la sociedad es uno de los temas más
persistentes en las ciencias sociales, históricas y humanas. Los antropólogos identifican a ios homínidos
por su capacidad para fabricar objetos; el homo sapiens es sobre todo homo faber; los principales
cambios de las sociedades humanas se han asociados a importantes cambios o descubrimientos técnicos.
La historia se divide frecuentemente en función de estos cambios, y así se habla de "la revolución de la
producción de alimentos", "la revolución urbana", "la revolución industrial", etc. Por otro lado, casi todas
las sociedades disponen de técnicas para elaborar productos no estandarizados, como viviendas, centros
de almacenamiento, caminos, carreteras, buques, terrazas para el cultivo, suministro de agua, etc. Tanto
los productos como las técnicas dependen de las circunstancias locales así como de las materias primas
disponibles. Esto hace que las técnicas (y los productos resultantes) sean diversos en el espacio y en el
tiempo, lo cual implica cierta flexibilidad del conocimiento tecnológico, incluso entre sociedades muy
poco desarrolladas. Los procedimientos de adaptación y cambio tecnológico basados en el mecanismo de
"ensayo y error", y los cambios sociales inducidos por éstos, no parecen ser patrimonio exclusivo, como
se creía, de la civilización occidental.

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Sin em bargo, a p e sa r de la d ifu sa y ex ten d id a p reo cu p ació n p o r la s co n secu en cias sociales de la


ev olución de la técn ica y de su com prensión com o fenóm eno co n p o d e r ex p licativ o universal, es curioso
que los sistem as tecnológicos, al contrario q u e otros aspectos sem ejan tes d e la cultura, com o el sistem a
p olítico, económ ico, etc., no sea n el centro de u n a esp ecialid ad reco n o cid a e n n in g u n a cien cia social. La
cau sa p arece deberse a que, así com o la cien cia h a ad q u irid o u n p restig io com o conjunto sistem ático de
conocim iento "verdadero" sobre el m undo que ju stific a la creación de u n a d isciplina particular: la historia
o filo sofía de la ciencia, la tecn o lo g ía sufi^e el d esp restig io de h a b er sido co n sid erad a com o im a serie de
saberes prácticos p o co interesantes. N o o bstan te, e n los últim os años se h an dado las condiciones para un
estudio coherente y sistem ático de algunos de los asp ecto s socialm ente sig n ificativ o s d e la tecnología.
E stas condiciones se red u cen a la ap arición de las co m putadoras, que h a causado u n im pacto doble: por
u n lado las com putadoras h a n supuesto y ocasionado el av an ce te cn o ló g ico m ás ráp id o en la historia,
h asta el p u nto de que e n la actualidad es im p ro b lem a real el extraordinario ritm o del cam bio tecnológico,
que o b liga a cad a g en eració n a a p ren d er y d esarro llar m ás de u n a técn ica p ara la ejecu ció n de u n m ism o
pro ceso. A la vez, la m agnitud del cam bio h a sido tam b ién d esm esu rad a, pues las co m p utació n y la
au to m ática p erm iten la realizació n de labores que h asta ah o ra eran rig u ro sam en te im posibles p ara los
hom bres. P ero p o r otro lado, las com putado ras h a n p erm itid o ta m b ié n estu d iar com o n u n ca antes había
sido posible el fenóm eno que ellas m ism as h a n causado: im a re v o lu c ió n tecn o ló g ica. E n efecto, uno de
los p roblem as m ás grandes a que se en fren tab a la so cio lo g ía a la h o ra de estu d iar el im pacto de la
tecn o lo g ía sobre el sistem a so cial e ra el gran núm ero d e v ariab les e in terrelacio n es que h ab ían de ser
ten id as e n cuenta. E ste p ro b lem a h a desaparecido gracias a la ap licació n de las com putadoras en la
elab o ración de m odelos de cam bio social y tecn o ló g ico . E sto s m o d elo s h an sido desarrollados
esencialm ente p o r econom istas (en realid ad el cam bio tecn o ló g ico es e n g ran p arte u n a consecuencia,
com o verem os, del sistem a económ ico cap italista) y tien e q u izá ese sesgo p articu lar, pero son la
h erram ienta que h a p erm itido los estudios de cu y as con clu sio n es se n u trirá este tem a.

E l o rd en expositivo será forzosam ente arbitrario, y a que las relacio n es entre el desarrollo técnico y la
sociedad (que son recíprocas) c o n fo rm an u n en tram ad o causal co m p lejo , que no es p o sib le diseccionar
nítidam ente, sobre to d o ten ien d o en cu en ta que los estudios sobre la técn ica no h an alcanzado una
sistem aticidad propia. Prim ero tratarem os de aclarar algo los conceptos fundam entales: ciencia, técnica y
tecn o lo g ía y sus m utuas relaciones, incidiendo en el carácter h u m an izad o r d e la técn ica, los grados del
desarrollo técn ico y tipos de técnicas. P osterio rm en te estab lecerem o s las relaciones entre C iencia y
T ecnología, analizemdo los problem as hum anos q u e h a n surgido e n la sociedad desencadenados por la
rev o lución científico-tecnológica. P o r últim o en trarem o s a an alizar el m o d elo de desarrollo occidental y
su m undialización, para a cab ar con los con flicto s tecn o ló g ico s y la ev alu ació n de las tecnologías.

2. TÉCNICA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA

2.1. Concentos de técnica, ciencia y tecnología

L os conceptos de técnica, cien cia y tecn o lo g ía h a n p asado a fo rm ar parte de n u estra v id a diaria.


C onstantem ente nos topam os co n ellos en los m edios de co m unicación, e n los libros que leem os, incluso
en nuestras conversaciones cotidianas. C iencia, técn ica y tecnología so n conceptos heirto com plejos sobre
los que se h an escrito infinidad de libros co n el ú n ico p ro p ó sito de aclarar su significado. P o r ese m otivo.
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aunque aquí intentemos definir estos términos del modo más genérico posible, siempre tendremos que
restringir el sentido de los mismos.

a. Técnica

El ser humano, mediante la técnica, modifica su entorno (la naturaleza), los objetos y las sustancias
materiales para mejorar sus condiciones de vida y satisfacer así sus necesidades. La acción
transformadora del medio, que el hombre desarrolla a través de su actividad técnica, es de carácter
sistemático, pues consiste en una sucesión de acciones o procedimientos y elementos que se coordinan
entre sí (formando un sistema) para obtener cierto resultado. Por otra parte, ese resultado que se pretende
obtener, independientemente de que se consiga o no, ha de estar definido "a priori" o, lo que es lo mismo,
el hombre se propone un fin y desarrolla (o utiliza, en el caso de que estén ya desarrolladas) las técnicas
necesarias para alcanzarlo. De ahí que podamos hablar del carácter intencional de la técnica. Así pues,
podemos convenir que "la técnica consiste en toda reforma sistemática e intencional que el hombre
impone a la naturaleza con vistas a la satisfacción de sus necesidades''''.

Al aceptar esta definición de técnica debemos tener en cuenta la particular naturaleza que tienen las
necesidades humanas. A diferencia de los demás seres vivos, el hombre no reduce sus necesidades a
procurarse sustento, reproducirse y protegerse de todo aquello que pueda ser una amenaza para su vida.
El ser humano no limita sus necesidades a alargar su vida y perpetuar su especie. No nos conformamos
con vivir, sino que queremos vivir bien. Así, nuestras necesidades no se reducen a las necesidades
elementales, sino que hay otras muchas cosas que nos sirven para vivir mejor y que son consideradas
como necesidades, aunque, en realidad, resulten superfinas. El arte, la diversión, la comodidad, el ocio, la
reducción del esfuerzo al mínimo y otras tantas cosas que son patrimonio de nuestra especie y que existen
desde el albor de la humanidad son para nosotros necesidades. Las necesidades del hombre son los deseos
del hombre. El concepto de necesidad humana es, como los deseos, totalmente relativo y, por tanto,
variable. Dependiendo de lo que en un espacio geográfico y un momento histórico determinados se
considere como vivir bien, se determinarán las necesidades del hombre de ese lugar y tiempo, y en
función de ello, éste desarrollará su técnica.

b. Ciencia

Por otro lado, el ser humano siempre ha pretendido dar razón del mundo que le rodea. Mediante la
actividad científica intentará explicar tanto los fenómenos naturales como los sociales. De este modo
observa, especula, razona y experimenta con los elementos de su entorno, desarrollando leyes y teorías
que le permitirán comprender e interpretar tanto la estructura como el funcionamiento del mundo.
Podemos así definir la ciencia como aquella investigación y ulterior discurso, metódico y ordenado, que
el hombre establece acerca del ser de los hechos y objetos, en busca de su cómo y su por qué, para dar
razón de las apariencias.
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c. T ec n o lo g ía

C ien cia y técn ica están unidas p o r un vínculo m uy estrecho. A m bas se relacionan, fom entan y potencian
entre sí. L a actividad técn ica h a proporcionado las h erram ientas e instrum entos (p o r ejem plo, de medida)
necesarios p a ra el d esarrollo de la ciencia, del m ism o m odo q u e ios avances producidos en la ciencia han
posibilitado un prodigioso perfeccionam ien to d e las técn icas y a ex isten tes, así com o la creación de
m uchas otras nuevas. L a inm ersión de la cien cia en la técn ica h a d ad o lugar a lo que conocem os como
tecnología. Es decir, que la tecn o lo g ía es el pro d u cto de u n a actividad de síntesis entre los conocim ientos
científicos y los procesos técnicos.

A sí pues, aunque e n el lenguaje com ún sean am biguos y los em pleem os com o sinónim os, los térm inos de
técn ica y tecn o lo g ía no hacen referencia a lo m ism o. T o d a tecn o lo g ía es una técnica, pero no to d a técnica
es tecnológica. E n el lenguaje especializad o , cuando hablam os d e técn ica no s referim os a las técnicas
artesanales y precientíficas, m ientras que cuando utilizam os el térm ino tecnología no s estam os refiriendo
a aquellas técnicas industriales v inculadas al co nocim iento científico.

P o r ú ltim o, hem os de ad v ertir que los conceptos de técnica, ciencia y tecnología hacen referencia tanto al
proceso com o al resultado de su actividad. P o r ejem plo, sería tecn o lo g ía todo aquello q u e nos rodea
h abitualm ente y que es producto de la activ id ad tecn o ló g ica, co m o telev iso res, cadenas de m úsica,
ordenadores... así com o lo sería tam bién el proceso de su fabricación. A unque al h ab lar de estos térm inos
en la actualidad se tiende a p o n er m ay o r énfasis en el proceso q u e en el resultado.

2.2. T é c n ic a y H u m a n id a d

2.2.1. C a r á c te r h u m a n iz a d o r d e la té c n ic a

T anto los seres hum anos com o los anim ales tien en unas n ecesid ad es elem en tales cu y a satisfacción
g aran tiza su supervivencia: han de com er, beb er, protegerse del fino y de los peligros, etc. P ero hay una
d iferencia considerable en el m odo de reso lv erlas p o r parte d e unos y otros: m ientras q u e los anim ales
han de adaptarse al m edio p ara no perecer, el hom bre ad ap ta el m edio a sus necesidades p o r m edio de la
técnica. A sí, los anim ales tien en que acostu m b rarse a los alim entos de su en to rn o o, en to d o caso, ir en
busca de otros, tien en que aclim atarse o b ien em ig rar en las estaciones fiías, etc. El que no se adapta,
m uere. Sin em bargo, cuando la naturaleza le pone trabas al hom bre, éste no se resigna: desarrolla técnicas
agropecuarias, fabrica casas, hace fuego para calentarse y, e n general, em plea todas aquellas técnicas que
precise para reso lv er sus necesidades. Y a hem os h ablado del carácter tan especial que tien en las
necesidades hum anas: m ientras que los anim ales sólo tien en necesidades elem entales, para el hom bre son
necesidades todo aquello que se le antoje o desee. E s m ás, to d as las n ecesid ad es hum anas, incluidas las
elem entales, son de carácter volitivo. D e hech o , el hom bre es el único ser vivo q u e puede no satisfacer
voluntariam ente sus n ecesidades elem entales (un ser hum ano, independientem ente de las causas que le
h ay an llevado a ello, puede e n un m om ento d ad o dejarse m o rir d e ham bre, suicidíurse, etc,).

P o r ello, lo esencial de los acto s técnicos no es tan to que e stén o rientados a la reso lu ció n d e necesidades,
com o que produzcan una transform ación en el m edio. L os actos técn ico s consisten en crear lo que no
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había en la naturaleza. Cierto es que los animales también producen transformaciones en el medio
orientadas a satisfacer sus necesidades, por ejemplo, los pájaros fabrican nidos o las abejas hacen
colmenas, pero esas acciones ¿son propiamente técnicas? De entrada, no son acciones intencionales, sino
instintivas. Tampoco son aprendidas, sino innatas (las abejas saben hacer colmenas por naturaleza, nadie
les enseña a ello). Ni son transmitidas, ni transmisibles, pues, por ejemplo, pájaros de todo el mundo que
pertenecen a la misma especie hacen el mismo tipo de nidos sin haber tenido la posibilidad de
comunicarse entre sí, debido a la gran distancia que les separa. Estas acciones animales tampoco son, a
diferencia de las técnicas, innovadoras (no es probable que veamos nunca un grupo de abejas que
"invente" un nuevo tipo de colmena). En último término, aimque este tipo de acciones animales pudieran
ser consideradas como técnicas, de lo que no cabría duda es de que serían mucho menos complejas que
las nuestras.

Es precisamente la capacidad de hacer técnica lo que diferencia al hombre del resto de los seres vivos. La
técnica es algo típicamente humano. Esto es debido a que en el caso de la especie humana se ha
producido lo que en antropología y en psicología cognitiva se denomina la "brecha antropológica" o, lo
que es lo mismo, se ha hecho consciente de su subjetividad fiante al mundo que le rodea, que lo percibe
como objetivo.

2.2.2. B recha antropológica versus actividad técnica

En antropología hay dos teorías opuestas con respecto a la "brecha antropológica" o la conciencia de la
subjetividad.

a. Se discute si es la toma de conciencia de su capacidad de hacer técnica (al desarrollar ésta) lo que
produce en el hombre la "brecha antropológica" o si, por el contrarío,

b. es la "brecha antropológica" la que hace que se conciba a sí mismo como un ser capaz de técnica
y, por ello, la desarrolla.

La diferencia entre ambas es clara: en la primera se considera que la "brecha antropológica" es producto
de la actividad técnica, mientras que en la segunda se defiende que es la "brecha antropológica" la que
produce la actividad técnica. El argumento en que se basa la primera teoría es el siguiente: las acciones
del hombre al manipular y transformar los objetos para la fabricación de útiles hacen que los vea como
"lo otro", como algo ajeno a él, que está ahí y que es susceptible de ser manipulado y transformado. Se
hace consciente de su subjetividad, de que es un sujeto transformador con respecto a lo que le rodea, que
será visto desde entonces como lo objetivo o como aquello que él es capaz de modificar a su antojo. Es
así como, según esta primera teoría, la actividad técnica produce la "brecha antropológica". Por otra
parte, el argumento que defiende la segunda teoría es el contrarío: el hombre, que es consciente de su
subjetividad, ve su entorno como algo objetivo, es decir, como algo externo a él que está plagado de
cosas que puede utilizar, las toma y las usa para lo que precisa hacer, si no le sirven, comprueba que es
capaz de transformarlas, y lo hace, produciendo así técnica. De este modo, sería la "brecha antropológica"
la que produce la técnica.
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A m bos argum entos son igualm ente verosím iles, p o r tan to sería to talm en te arbitrario decidirse p o r una u
o tra teoría. E n todo caso eso no es im portante p ara nosotros. L o que nos interesa resaltar es que la
"brecha antropológica" o la con cien cia de la subjetividad y la capacidad de h acer técn ica v an unidas, ya
sean com o co ndición de p o sibilidad o com o co n secu en cia la u n a de la otra. A l no h ab er "brecha
antropológica" en los dem ás anim ales, tam p o co hab rá u n a té cn ica p ropiam ente dicha. L o q ue diferencia
la anim alidad de la hum anidad es que los anim ales son n atu raleza (pertenecen a lo objetivo), m ientras que
el h om bre e stá e n ella (es u n sujeto).

2.2.3. E v o lu c ió n y " H o m o f a b e r "

L a especie hum ana, desde su aparición, h a tenido la capacidad de em p lear técnicas p ara fabricar cosas, de
ahí que uno de sus rasgos definitorios fim dam entales sea el de "hom o faber". E l hech o de q ue ju n to a los
restos arqueológicos hum anos m ás antiguos que h asta ah o ra se h an encontrado fu eran hallados útiles de
p ied ra dem uestra que la técn ica es tan antigua com o la hum anidad, es decir, el hom bre siem pre h a sido un
"hom o faber"*.

E l A u stralopiteco del P aleolítico in ferio r (hom ínido m ás antiguo h asta ah o ra co nocido) y a desarrollaba
técn icas elem entales de industria lítica, usab a ú tiles de p ied ra sin lab rar pero de corte intencional, que se
conocen bajo el nom bre de "eolitos o cantos rodados". L a especie ev o lu cio n a y con ella sus técnicas. E n
el Paleolítico M edio aparece el P itecántropo, que adem ás de perfeccio n ar la industria lítica m anipulando
la p ied ra de sílex tanto co n técnicas de núcleo (útiles elab o rad o s a p a rtir de xm núcleo y generalm ente
bifaces) com o de lascas (útiles obtenidos con h erram ien tas de p ercu sió n y labrados sólo p o r u n a cara),
p ara crear instrum entos co n los que trab ajar la m ad era y el hueso, y a es co n o ced o r de técnicas p ara hacer
fuego. T am bién aparece el H om o N eandertalien ses en el P aleo lítico M edio, co n m ejores técnicas de
pro d u cción lítica, com o lo dem uestra el p erfeccio n am ien to de los útiles y la m ay o r diversidad de éstos:
puntas de azagaya, raspadores, raederas, punzones, im plem entos p ara hachas, m azas y puntas de flecha,
etc. P ero estos objetos serán m ucho m ás p erfecto s en el P aleolítico Superior, cuando aparece el H om o
Sapiens u hom bre actual. L as técnicas y a no serán sólo utilizadas p ara la fabricación de útiles, sino
tam b ién p ara elaborar objetos de adorno.

T odas las p iezas m uestran y a unas superficies m u y retocadas. P ero n o se produce solam ente una
evolución en las técnicas de fab ricació n de objetos. H ay otras m uchas técn icas que tam b ién evolucionan
con el hom bre a lo largo del Paleolítico, com o las de la caza, la p esca o la reco lecció n de productos
naturales. A sim ism o, se produce un a evolución e n las técnicas de tipo organizativo, com o pueden ser los
rituales m ágicos relacionados, sobre todo, co n la caza y la fecundidad, o las técn icas de organización
je rá rq u ic a en las hordas (jefe, hechicero, etc.).

V em os, pues, que la técn ica está asociada al hom bre y a desde su ap arició n y que evo lu cio n a co n él. Si la
técn ica es ta n an tigua com o el hom bre y siem pre le h a acom pañado, podríam os decir que la evolución del
hom bre es la evolución de su técn ica o, dicho de otro m odo, q ue la h isto ria de la hum anidad es la historia
de su técnica.

^ De esto ya hemos hablado en el tema 25


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2.2.4. G rados de desarrollo técnico

Lo importante en la historia de la técnica no son tanto las técnicas empleadas en diferentes épocas cuanto
el modo en que éstas se desarrollaron, puesto que lo que marca el grado de evolución de una sociedad es
la forma de desarrollar su técnica y no las técnicas concretas que se utilizan.

De este modo, podemos constatar que, en la historia de la humanidad, se han dado (y en según qué
cultura, dependiendo de su grado de evolución, se siguen dando), tres estadios de desarrollo técnico que
se corresponden con los tres grados de civilización que, haciendo una clasificación básica, podemos
encontrar en ella. Estos tres grados de civilización son el de las culturas primitivas, el de las antiguas y el
de las modernas. '

1*. Las culturas primitivas, concebidas de un modo muy genérico, son aquellas culturas propias de
las sociedades de individuos que podríamos denominar pre-civilizadas. Entendemos como
civilizadas aquellas que forman ciudades (de mayor o menor complejidad), con todo el aparato
organizativo e institucional que ello implica. Esta cultura sería la de los hombres primitivos y la
de los actuales pueblos denominados "salvajes". El modo de desarrollar las técnicas de estos
pueblos es por medio de descubrimientos que, generalmente, se deben al azar. Es el estadio más
primitivo y básico de la técnica. La técnica no precisa de ningún requisito previo por parte del
individuo: la desarrollan todos los individuos por igual e indiscriminadamente, pues se debe a la
casualidad. Tienen un repertorio muy limitado de actos técnicos. No tienen noción de progreso,
pues solamente el uso de las técnicas es intencional, pero no su desarrollo ni su descubrimiento,
que son azarosos y se producen por la manipulación de las realidades circundantes. No inventa,
simplemente aplica lo que tiene a su alrededor y que le puede producir un resultado útil. El
hombre primitivo concibe la técnica como algo natural en él y en los demás, no ve en sus actos
técnicos nada especial, a no ser la utilidad que le reportan.

2*. El segundo grado de civilización, que es el de las culturas propiamente "civilizadas", abarcaría
históricamente desde las primeras civilizaciones de la Antigüedad, hasta aproximadamente el
final del Medievo. La técnica ya no es desarrollada por todo individuo como en las culturas
primitivas, sino que es patrimonio de un gremio concreto: el de los artesanos. El modo en que
éstos desarrollan sus técnicas es por medio del perfeccionamiento de las mismas. El repertorio de
actos técnicos es bastante amplio, mucho más complejo y precisa de un cierto grado de
especialización. No tienen otra noción de progreso que la del perfeccionamiento de las técnicas
heredadas de la tradición. El artesano no inventa técnicas, las perfecciona. En este grado de
civilización, son ya intencionales tanto la aplicación de las diversas técnicas como su
perfeccionamiento. Los hombres conciben la técnica como algo especial y casi ajeno a ellos, pues
la ven como un repertorio de acciones que son competencia de im grupo concreto de individuos
(los artesanos), que están dotados de unas habilidades o exigir una destrezas propias.

El tercer grado de civilización es el de las culturas modernas. En ellas las técnicas se desarrollan
por medio de la aplicación de la ciencia, pasando a denominarse tecnologías. Son muy
abundantes y avanzan constantemente. Debido a su gran complejidad, requieren de un grado muy
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alto de especialización. L as tecnolo g ías son patrim o n io de u n a elite cuyos conocim ientos
científicos y técnicos les p erm iten desarrollarlas. H ay u n a concepción del progreso tecnológico y
científico com o ilim itados e interdependientes. E n este estadio de la té cn ica y a no son sólo
intencionales el uso y el p erfeccio n am ien to de las técnicas, sino tam b ién los inventos y la
creación de otras nuevas técnicas (aunque sig u en ab iertas al azar: u n a técn ica puede servir, en
últim o térm ino, p a ra u n a finalidad diferente del uso p a ra el que h ab ía sido creada, o bien,
intentando b u scar u n a técn ica p a ra u n uso concreto se d escubre o tra diferente, etc.). L as técnicas
y tecnologías en este grado de civilización, son concebidas p o r el h om bre com o algo natural o
habitual, y a que, debido a su abundan cia y p ro liferació n , h an p asad o a fo rm ar parte de su vida
cotidiana. P ero, p o r o tra parte, se co n cib en com o algo ajeno, que tien e u n a entidad p ro p ia y que
no se atiene a los lím ites del hom bre, y a que su progreso es, en prin cip io , ilim itado. L o que haga
el hom bre es, debido a su condición de anim al, lim itado, pero lo que p u ed an h acer los artefactos y
m áquinas que éste invente no conoce lím ites.

E ste últim o estadio de la técnica, es decir, el estadio tecnológico, es en el que nos hallam os. Lo
que realm ente lo hace tan especial y lo d iferen cia radicalm ente de los an terio res estad io s es la
p resen cia de las m áquinas. E n los otros dos estadios lo que h ab la era instrum entos, pero no
m áquinas. E stas son instrum entos que actúan p o r sí solos. C o n la m áquina, los térm inos se
invierten: m ientras los instrum entos ay u d ab an al hom bre, las m áquinas pasan a ocu p ar el prim er
plano y es el hom bre el que ayuda a éstas. E l em pleo de las m áquinas hace que, de los dos
factores que intervienen en u n acto técn ico , a saber, p o r u n lado el plan, el m étodo o
procedim iento y, p o r otro, la ejecució n de éste q u ed en radicalm ente separados. E l prim ero de los
factores será com petencia del técn ico (que d eb erá d isp o n er de u n a b u en a base científica),
m ientras que el segundo lo será del obrero (que e n prin cip io p o d rá ser cualquiera, dada la poca
com plejidad de las operaciones que h a de realizar). E n el estadio anterior, técn ico y obrero
estaban unidos en la figura del artesano, que no p o d ía ser cualquiera porque, aunque no necesitara
te n er conocim ientos científicos (y a que d esarro llab a técn icas y no tecnologías), las operaciones
que realizaba ten ían u n cierto grado de com plejidad.

2.2.5. T ip o s d e té c n ic a s

A l h ab lar de los grados de desarrollo técnico lo hem os hecho, p o r com odidad, desde el punto de vista de
las técnicas de p ro ducción de objetos físicos. P ero, com o verem os a continuación, hay otros tip o s de
técnicas.

H em os visto cóm o las tecnologías so n técn icas que se fim dam entan en el saber científico, pero son
técn icas al fin y al cabo. P o r eso, si establecem os u n a clasificació n de los tipos de técnicas, tam bién
incluirá las tecnologías y h ab rá tantos tipos de tecnologías com o de técnicas; la ú nica diferencia radicaría
e n que las tecnologías estarían basadas e n conocim ientos científicos y las técn icas no.

U n proceso técnico es aquel m ediante el cual u n sujeto hum ano transform a, crea co n sus acciones una
realidad u objeto, de tal m odo que produce com o resultado algo que antes no h ab ía en la naturaleza.

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Filosofía ©MAGISTER Tema 36

Según esto, vemos que en todo proceso técnico (o tecnológico, si está basado en el saber científico) inter­
vienen los siguientes elementos:

el agente que actúa,


las realidades o materiales sobre las que lo hace,
las acciones que realiza y
los resultados que obtiene.

Dada la complejidad de los procesos técnicos, no es posible proponer un criterio unívoco de clasifícación
de las técnicas. Por este motivo vamos a ofrecer varios. Atendiendo a cada uno de los elementos que
intervienen en los procesos técnicos, se pueden establecer diversos criterios de clasificación de las
técnicas. Podemos clasificar éstas en ñmción de los materiales, de los agentes, de las acciones y de los
resultados.

2.2.5.1. Clasifícación en función de los m ateriales

Si establecemos una clasificación atendiendo a la naturaleza de los componentes materiales que


intervienen en un proceso técnico o tecnológico, nos encontramos con que hay, en general, tres tipos de
técnicas: las físicas, las biológicas y las sociales.

a. Las técnicas físicas, que son las más antiguas y abundantes, operan con objetos materiales ina­
nimados y abarcan desde las técnicas de fabricación de los útiles de piedra de los hombres
primitivos, hasta la tecnología de los equipos informáticos multimedia más avanzados de la
actualidad. Se consideran asimismo técnicas físicas aquellas que se basan en procesos químicos,
como pueden ser desde la elaboración de los colores que se empleaban en las pinturas rupestres,
hasta el proceso de fisión nuclear de los átomos de hidrógeno y litio que da lugar a la bomba de
hidrógeno.

b. Las técnicas biológicas son aquéllas que tienen que ver con la agricultura, la ganadería, la
medicina y, en general, con todo lo que tenga vida. Son, pues, técnicas biológicas tanto las formas
de cultivo y domesticación de animales más arcaicas como las clonaciones de genes que tienen
lugar en la actual ingeniería genética. '

c. Las técnicas sociales, por su parte, son aquéllas que tienen a grupos humanos o sus convenciones
como materiales de operación. Serían técnicas sociales desde la división social del trabajo o la
estructura de poder de cualquier sociedad (sea arcaica o contemporánea), hasta la comunicación o
transmisión de información, cuyos medios pueden ir desde el tam-tam hasta el modem.

Debe observarse que esta clasifícación es meramente nominal o, si se quiere, teórica, ya que, en la
práctica, la mayoría de las veces, lo que encontramos son técnicas mixtas. Un proceso técnico es algo
muy complejo en el cual intervienen múltiples factores e interaccionan componentes materiales de varios
tipos. De hecho, sería harto difícil encontrar una técnica que sea sólo física, sólo biológica o sólo social.
Esto se entenderá mejor si lo ilustramos con un caso concreto a modo de ejemplo: los pupitres que hay en

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Filosofía © M A G IST ER Tema 36

u n aula parecerían en p rincipio el producto de u n a té cn ica física, y a q ue resp o n d en sim plem ente a la
tran sform ación de determ inados m ateriales (hierro, m adera, plástico, etc.), a los que se les h a dado form a
de pupitres. P ero, ¿no es cierto que en su fabricación probablem ente h a intervenido m ás de u na persona?,
y si es así, ¿no han tenido esas personas que dividirse el trab ajo de alg ú n m odo en tareas adm inistrativas,
directivas, m ecánicas, etc., em pleando así u n a té cn ica social?. V em os, pu es, que los pupitres no sólo son
p roducto de u n a técn ica física, sino tam b ién de u n a técn ica social. L a m ay o ría de las técnicas físicas y
biológicas v a n acom pañadas de técnicas sociales, así com o las so ciales incluyen, casi siem pre, procesos
físicos o biológicos.

2.2.5.2. C la sifíc a c ió n en fu n c ió n d e los a g e n te s

E l segundo criterio de clasificació n de las técn icas es, com o antes anticipam os, e n función de los agentes
hum anos que las desarrollan. P ara llevar a cabo cu alq u ier técn ica u n agente h a de cum plir,
o bligadam ente, dos requisitos:

debe estar en p o sesió n de los conocim ientos p reciso s p ara el d esarrollo de esa técnica
(conocim ientos) y,
h a de te n er la habilid ad o capacidad n ecesaria p ara ello (habilidades).

C o n o c im ie n to s y h a b ilid a d e s son necesarios y siem pre v a n u n id o s, p ero hay técnicas que req u ieren un
predom inio de los conocim ientos sobre las habilidades y, v icev ersa, h ay otras que req u ieren u n a m ayor
dosis de habilidad que de conocim iento. A su vez, dependiendo de la técn ica de que se trate, serán
precisos unos conocim ientos o habilidades de determ inado tipo. D e este m odo, en función de lo que las
técn icas requieren fundam entalm ente del sujeto o a g e n te , se p u ed e aten d er a la siguiente clasifícación:

a. T écnicas que se b asan fundam entalm ente en conocim ientos:

a. 1. E n conocim ientos teóricos: p. e j., la tecn o lo g ía láser o la ingeniería genética.

a. 2. E n conocim ientos operacionales: p. ej., la ciru g ía o la arquitectura.

b . T écnicas que se basan fundam entalm ente e n habilidades.

b. 1. E n habilidades m anuales: p. e j., artesanías o m anufacturas.

b.2. E n habilidades organizativas: p. ej., técn icas de g estió n o de dirección.

b.3. E n habilidades intelectuales: p. ej., p ro g ram ació n de ordenadores o técn icas artísticas.

2.2.5.3. C la sifica c ió n en fu n c ió n d e la s accio n es

C on respecto al tercer criterio de clasificación, esto es, en fu n ció n de las acciones que el sujeto realiza,
podem os div id ir las técn icas en dos tipos: técn icas de ejecu ció n y técn icas de organización.

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Filosofía CMAGISTER Tema 36

a. Técnicas de ejecución: Son aquéllas en las que las acciones están orientadas a la transformación
de determinados materiales, mientras que

b. Técnicas de organización: Son aquellas en las que las acciones se dirigen a organizar las
• técnicas de ejecución.

2.2.S.4. Ciasifícación en función de los resultados

Por último, en función de los resultados que se pretenden obtener, las técnicas pueden ser clasificadas en
técnicas de producto y técnicas de proceso.

a. Las técnicas de producto están destinadas a la elaboración o construcción de cualquier realidad,


sea ésta material o inmaterial, concreta o abstracta. Este tipo de técnicas abarcarían desde la
fabricación de un ladrillo, hasta la elaboración de un método para resolver determinado tipo de
ecuaciones matemáticas.

b. Las técnicas de proceso serían aquéllas que tienen como objetivo el control de un proceso para
que se mantenga dentro de los parámetros que garanticen su viabilidad y éxito. Serían técnicas de
proceso la estrategia militar, la educación, la sanidad, etc.

Aunque ya indicado anteriormente con respecto al primer criterio de ciasifícación de los tipos de técnicas,
hemos de insistir en el carácter teórico de cualquiera de estas clasificaciones. Estos tipos de técnicas son
tipos ideales, es decir, que no se dan en la realidad. En la realidad hay técnicas mixtas (sobre todo en el
caso de las tecnologías, ya que son mucho más complejas), que son una combinación de técnicas de
varios tipos. Como en ellas siempre predomina más un tipo que otro, las clasificamos teóricamente en
función de ése, por aproximación a un tipo ideal.

3. C ffiN C IA Y TEC N O LO G ÍA

3.1. El nacim iento de la Ciencia: G recia

Es obligado remitirse aquí al modo en que fueron concebidas la técnica y la ciencia en la Grecia Clásica.
El caso griego es, a todas luces, un caso curioso: los griegos tenían todos los elementos necesarios para
desarrollar una tecnología y, sin embargo, no lo hicieron. Por una parte, estaban en posesión de unos
medios técnicos que habían alcanzado un perfeccionamiento asombroso y, por otra, asistieron al
nacimiento de una ciencia que llegó a alcanzar unas cotas de desarrollo extraordinarias. Entonces, si
disponían de una ciencia y una técnica de tal talla, ¿cómo es posible que no llegaran a elaborar una
tecnología? La respuesta es bien simple: debido al modo en que ambas, ciencia y técnica, fueron
concebidas.

La técnica fue concebida por los griegos como el arte de hacer o fabricar algo (en griego téxvq- tekne =
arte). Consistía en el modo en que algo era hecho. Así, los griegos llamaban técnicas o artes desde las que
empleaba un alfarero en la construcción de vasijas (artes o técnicas de artesanía), hasta las empleadas por

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Filosofía © M A G IST E R Tema 36

los gobernantes a la h o ra de d irig ir la polis (arte o técn ica de gobernar). E l flo recim ien to de la técnica en
G recia fiie asom broso. L os griegos desarrollaron técnicas tanto d e tipo físico, com o ejem plifican sus ade­
lantos en la m ecánica (la polea, los polipastos, el to m illo , la p alanca, la ru ed a d en tad a, el árbol de levas,
etc), o en la neu m ática (aprovechando tan to la fu erza del aire com o la d el agua); com o de tip o biológico,
pensem os, p o r ejem plo e n H ipócrates, que fue el prim ero e n em plear técnicas propiam ente "m édicas", ya
que h asta entonces sólo hab ía curanderos, co m o tam b ién d e tip o social, n o o lvidem os que los griegos
fueron los p rim eros e n lleg ar a la conclusión de que la m ejo r técn ica d e gob iern o , tras h ab er probado
o tras m uchas, es la dem ocracia. P ero e n to d as las técn icas d esarrolladas p o r los griegos había algo en
com ún: tenían una finalidad p rá c tica y concreta. P ara ellos, el desarrollo técn ico no te m a o tro objeto que
la utilidad que p u d ie ra reportar.

E ste n o es el caso de la c ien cia griega, que surge com o u n a actividad d esin teresad a y contem plativa, sin
n in g u na o tra utilidad que la satisfacción perso n al q u e el hecho de co n o cer p u ed a ocasio n arle al sujeto
cognoscente. L a cien cia g rieg a nace com o Filosofía, es d ecir, com o “ a m o r a la sab id u ría". Y y a desde su
nacim iento la filosofía se propxiso un contenido, un m étodo y u n objetivo determ inados. C om o contenido,
se propuso ex p licar la to talid ad de las cosas o, lo q u e es lo m ism o, to d a la realid ad , com o m étodo, dar
solam ente explicaciones racionales de ésta y, com o objetivo, el puro d eseo de co n o cer y contem plar la
verdad. Las ciencias p articulares (física, m atem ática, lógica, ética, biología, astronom ía, etc.), que se
llam an así porque sólo abarcan u n a p arcela d eterm in ad a de lo real, so n ram as de ese sab er global en que
consiste la filosofía y, p o r tanto, se hallan sujetas a su m éto d o (racional) y a su ob jetiv o (conocim iento
desinteresado y contem plativo). E ntre los siglos V I y II a.C . G recia asistió , d e la m ano de sus filósofos, a
un desarrollo de las ciencias de ingente m agn itu d y d e in flu en cia aún m ayor, p u es tanto el m étodo com o
gran parte de sus conocim ientos científicos, sobre to d o los aristotélicos, se m antuvieron vigentes hasta el
fin a l de m edievo, aunque distorsionados p o r la in flu en cia del cristianism o.

Sólo un pueblo ta n avanzado técnicam ente com o lo fue el griego p u d o co n v ertirse en la cuna de la
ciencia. Para d edicarse a una actividad co n tem p lativ a so n necesarias d o s co sas fim dam entalm ente:
seguridad y tiem po. L a seguridad la proporcionarían dos factores: p o r u n a parte, será preciso te n er las
necesidades básicas cubiertas (porque, e n caso co n trario , uno se en treg aría a satisfacerlas y no a la vida
contem plativa) y, p o r otra, la v id a de sus h ab itan tes no debe de c o n e r peligro (porque, d e otro m odo, uno
se dedicaría a pro teg erla y no al estudio d esin teresad o de la realidad), lo que sólo se conseguiría en un
E stado políticam ente fuerte. El elevado estado de desarrollo técnico que alcanzó la civilización griega fue
el propicio p ara el nacim iento de la ciencia. L os g rieg o s te n ía por u n lado, unas técn icas organizativas
que proporcionaron u n a estructura política que h acía sentirse seguro al ciudadano, así com o unas técnicas
de producción que proveían de lo necesario p ara v iv ir a los ciudadanos de la polis y, p o r otro lado, tem'an
u n a clase social de esclavos que trabajaban para los ciudadanos, dejando a éstos el tiem po libre necesario
p ara dedicarse a la v id a contem plativo.

H ay quienes niegan que la cien cia naciera e n G recia y d efien d en su p ro ced en cia o riental. Para ello se
b asan e n que los griegos to m aro n ciertos con o cim ien to s m atem ático-geom étricos de los egipcios, así
com o algunos conocim ientos astronóm icos d e los babilonios. Es cierto que los griegos tom aron esos
conocim ientos de dichos p u eblos, pero el m odo de tratarlo s irnos y o tro s fue b ien distinto. L os egipcios
conferian a su m atem ática u n a finalidad puram ente p ráctica y en función d e esta la crearon. U tilizaban la

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Filosofía ©MAGISTER Tema 36

aritmética para calcular los víveres que les quedaban o para repartir cosas entre cierto número de
personas y utilizaban la geometría para medir los campos o proyectar las pirámides. Del mismo modo, la
astronomía para los babilonios tenía solamente una utilidad práctica, pues estaba destinada a hacer
horóscopos y formular predicciones. Pero los griegos tomaron estos conocimientos prácticos y los
cultivaron por amor al conocimiento y no para obtener de ellos finalidades prácticas, es decir, crearon la
ciencia.

El modo griego de concebir, por vma parte, la ciencia como algo puro, desinteresado y basado
exclusivamente en la razón y, por otra parte, una técnica basada en la empina, a la que sólo le interesaba
la eficacia, provocó una separación radical entre ambos órdenes de conocimiento. Esta separación es lo
que explica que una civilización como la griega, con irnos conocimientos científicos y técnicos tan
amplios, no llegara a desarrollar una tecnología.

Pero no nos dejemos engañar por esto. El hecho de que ciencia y técnica fueran órdenes de conocimiento
distintos y tajantemente separados, no implica que los productos de ambos no se relacionaran. Sin duda,
los conocimientos científicos eran empleados por los técnicos de entonces y, viceversa, los científicos
(los filósofos) se interesaban por los productos de la técnica intentando dar razón de ellos. Sin embargo,
este tipo de relación entre ciencia y técnica dista mucho de ser tecnología. En la tecnología, la ciencia
utiliza técnicas para investigar y, además, investiga para desarrollar nuevas técnicas. Los científicos
griegos (los filósofos) ni utilizaban técnicas para investigar, ya que sólo empleaban la razón, ni
investigaban para desarrollar nuevas técnicas, pues lo hacían por el puro placer de conocer. Los
productos de la ciencia griega eran empleados por los técnicos, pero no habían sido desarrollados por los
científicos para la finalidad práctica que éstos les daban (como en el caso de las tecnologías). Del mismo
modo, los científicos griegos, en su afán de dar razón de las apariencias, intentarán explicar el porqué del
funcionamiento de los artefactos creados por los técnicos, aunque por simple deseo de saber y no para
mejorarlos, como ocurre en el caso de las tecnologías. Por ejemplo, el teorema de Pitágoras primero fue
formulado sin pretensión práctica ninguna y después fue aplicado, entre otras cosas, como técnica de
división de terrenos; o el caso del principio de Arquímedes, que simplemente pretenda explicar el porqué
del flotar de los barcos (y otros cuerpos), mucho tiempo después de que los hubiera.

3.2. La revolución científica como revolución tecnológica

La forma griega de concebir la ciencia perduró hasta el final de la Edad Media, ya que hasta entonces se
mantuvieron vigentes los principios aristotélicos, aunque se les fueron incorporando, durante todo este
período, cada vez más elementos cristianos. Pero en los siglos XV y XVI aparece una nueva forma de
pensar.

El Renacimiento es un movimiento que pretende recuperar directamente, prescindiendo de toda herencia


medieval, las culturas de la antigua Grecia y de la Roma imperial. Este nuevo modo de pensar se reflejará
en todos los ámbitos de la cultura (literatura, arte, etc.) y, por tanto, también en la ciencia. Si hay algo que
caracteriza al Renacimiento es su rechazo por todo lo medieval (aunque su influencia perdura) por ello,
en lo relativo a la ciencia, prescindirán del método deductivo-racional aristotélico adoptado por el
medievo. Frente a éste, impondrán un nuevo método que consistirá en utilizar la experiencia además de la

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Filosofía GMAGISTER Tema 36

razón. Surge así una nueva ciencia, la ciencia experimental, con un nuevo método, el inductivo. Pioneros
de esta nueva ciencia fueron, entre otros, el astrónomo polaco Copémico, que planteó en 1543 una teoría
heliocéntrica frente al geocentrismo defendido en la Edad Media, o el español Miguel Servet, que
descubrió la circulación pulmonar de la sangre. Pero, sin duda, la fígura más representativa del
Renacimiento fue el florentino Leonardo da Vinci, científico y técnico responsable de incontables
inventos importantes.

Ya en el siglo XVII esta nueva ciencia fue defendida por filósofos como Francis Bacon (que en 1620
presentó, con la publicación de su Novum Organum, im alegato a favor de esa ciencia experimental,
sentando las bases del empirismo). Unos años después dio sus frutos de la mano de científicos como
Harvey (médico inglés que descubrió la circulación de la sangre), Torrícelli (inventor del barómetro),
Pascal (que destacó en el campo de la hidráulica) o Gaiileo, que, además de proponer las leyes que rigen
el movimiento de los cuerpos, perfeccionó el telescopio y consolidó la teoría heliocéntrica expuesta
noventa años antes por Copémico. Y ya a finales del siglo XVII, culminado el Barroco y en la antesala de
la Ilustración que caracterizará el siglo siguiente, nos encontramos con el físico, matemático y.astrónomo
inglés Isaac Newton, que frmdó, al igual que Leibniz el cálctilo infinitesimal, y que descubrió la
gravitación y las leyes que la rigen.

El período de la Ilustración (siglo XVIII), que en el fondo se trató de un proceso de divulgación de los
conocimientos científicos y filosóficos del Barroco, supuso una época dorada para la ciencia y la técnica.
La ciencia se extiende y hay una abundante profusión de nuevos científicos que, sobre las bases sentadas
por sus predecesores del Barroco y, sobre todo, por Leibniz y Newton, potenciaron un extraordinario
desarrollo de las ciencias físicas y naturales. Surgen así científicos como Fahrenheít, Réaumur y Celsius,
que inventan simultáneamente el termómetro, Herschel, que descubre el planeta Urano; Laplace, que
desarrolló una teoría sobre la formación del universo; etc. Pero, sin duda, el descubrimiento científico-
técnico más representativo de la época, vino de la mano del escocés Watt, inventor de la máquina de
vapor que abre paso a la era industrial.

La revolución científica acaecida entre los siglos XV y XVIII va, poco a poco, perfilando lo que pronto
será una nueva era: la era tecnológica. La nueva ciencia surgida en el Renacimiento, potenciada durante
el Barroco y coronada en la Ilustración, supone una radical transformación en el modo de concebirla. Ya
no será una ciencia pura y separada de la técnica como en la Antigüedad o el Medievo, al contrarío, la
nueva ciencia precisará de numerosas técnicas que le permitan llevar a efecto sus experimentos. Del
mismo modo, la ciencia tratará de descubrir nuevas técnicas que le sean útiles para su desarrollo. Ciencia
y técnica se entrecruzan y tiene lugar el nacimiento de la tecnología. La revolución científica de la Edad
Moderna fue, en el fondo, una revolución tecnológica.

3.3. El surgim iento de la sociedad industrial

La revolución tecnológica culminará en la revolución industrial, que se inicia en Inglaterra a mediados


del siglo XVIII y se desarrolla a lo largo del XIX, extendiéndose a otros países. A la máquina de vapor
inventada por Watt se le encontrarán aplicaciones que revolucionarán el ámbito de la producción y el del
transporte.

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De la mano del progreso científico y tecnológico, el mundo es testigo de transformaciones de un calibre


hasta entonces desconocido. Los avances en la medicina provocan que la población crezca muy deprisa.
El ferrocarril y el barco de vapor hacen que las distancias se acorten y que proliferen considerablemente
los movimientos de población. El mundo se llena de fábricas y la población se desplaza a vivir en tomo a
los centros fabriles, lo que produce el nacimiento de las grandes ciudades. Como consecuencia de la
producción en masa, se producen importantes cambios en la economía. Estas y otras muchas de las
transformaciones que trajo consigo la revolución industrial, y que serán objeto de estudio en la siguiente
unidad didáctica, darán lugar al surgimiento de la sociedad industrial.

La sociedad industrial nace a mediados del siglo XVIII cuando, a raíz de la revolución tecnológica, se
pasa del trabajo manual a la máquina, del taller a la fábrica. Las máquinas sustituyen y amplifican el
trabajo físico del hombre, convirtiéndose éste ya no en productor, sino en un operador mecánico. El
hecho que en este sentido resultó más relevante en la Revolución industrial, fue la invención y aplicación
de la máquina de vapor. La energía motriz proporcionada por ésta se reflejará, sobre todo, en el aumento
de producción material, que se traducirá en una producción masiva de bienes y servicios y en un rápido
transporte y distribución de los mismos. Al ser el principal centro productor de bienes, la fábrica (con
todo su complejo de maquinaria y organización) se convierte para la sociedad industrial en un símbolo
social.

Si hay producción, ha de existir un mercado. La sociedad industrial es, esencialmente, una sociedad de
mercado. Los mercados de la sociedad industrial se extenderán rápidamente por todo el mimdo como
consecuencia, del impulso colonialista propiciado por los descubrimientos geográficos. Las colonias se
convertirán tanto en centros de obtención de materias primas como puntos de mercado. Por otra parte, el
mercado también mejorará y se extenderá considerablemente cuando, tras las reivindicaciones de los
trabajadores, aumenta su poder adquisitivo y pasan a convertirse en consumidores.

La sociedad industrial tiene vma estructura económica caracterizada porque su economía de bienes está
orientada a su comercialización. La especialización en la producción implica una división social del
trabajo y una diferenciación radical entre producción y consumo. La economía de la sociedad industrial
está regida por la ley del precio, que es el principio socioeconómico que mantiene el equilibrio entre la
oferta y la demanda. La sociedad industrial no puede ser entendida como algo independiente de la
economía, ni siquiera como algo interdependiente con ella, sino que se trata de un sistema o continuo
socioeconómico.

El elemento más importante de la actividad social en la sociedad industrial es la empresa o grupo


económico, para la que existen tres áreas: la empresa pública, la privada y la de propiedad
gubernamental, pero con dirección privada. La más representativa de la sociedad industrial es la empresa
privada, que se caracteriza por su capital de propiedad privada, su libre iniciativa y porque sus
operaciones están orientadas a la maximización de beneficios. En su estado más avanzado, la sociedad
industrial se caracteriza por vm consumo masivo que se manifiesta en ejemplos tan claros como el de la
motorización; la difusión del automóvil expresa el origen tecnológico del bienestar y, al mismo tiempo, la
exigencia de su constante perfeccionamiento.

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Filosofía ©MAGISTER Tema 36

3.4. L a re v o lu c ió n c ie n tífic a c o m o d e s e n c a d e n a n te d e o tr a s re v o lu c io n e s

L os sorprendentes avances científicos que tie n e n lu g ar e n la E d ad M o d ern a no re sp o n d en a u n a "evolu­


ción", sino a u n a "revolución" de la ciencia. R ev o lu ció n q u e consiste en u n a radical transform ación en el
m odo de concebirla: la cien cia y a no se desarro llará co n la sim ple finalidad de conocer, será concebida de
u n m odo totalm ente utilitarista e interesado. E l interés p o r la cien cia v en d rá dado p o r la u tilid ad que ésta
p u ed a rep o rtam o s. Y no p o d ría se r útil de o tra fo rm a si n o es p o r m edio de su ap licación. P o r ello, si
tu v iéram os que d estacar la característica m ás relev an te de la cien cia m oderna, ésta sería la de que se trata
de u n a "ciencia aplicada". A p licació n que, com o verem o s, se llevará a cabo en casi to d o s los ám bitos de
la v id a hum ana, produciendo p rofundas tran sfo rm acio n es e n la so cied ad y e n el m edio.

L a rev olución científico-tecnológica es algo que se vino p erfilando d esde el R en acim ien to , pero que, de
h echo, no alcan zaría su culm en h asta m ediados del siglo X V III. E n ese tiem p o c ristalizarán los avances
científicos que se vem'an desarrollando, aproxim adam ente, desde h acía tres siglos. D ichos avances, com o
verem os, ten d rán su reflejo m ás im portante e n la rev o lu ció n d em o g ráfica que tien e lu g ar en el siglo
X V III. E ste trem endo aum ento de població n será el p rin cip al desen cad en an te de la rev o lu ció n agrícola
que a la sazón se produce. L a n u ev a p o b lació n te n d rá que subsistir, p ara lo cual se d esarro llarán nuevas
técn icas agrarias que basadas en los recien tes avances cien tífico s y tecn o ló g ico s, perm itirán au m en tar la
producción.

L a consolidación de u n m ercado agrario p o r u n a p arte y el cap ital g enerado e n éste p o r o tra pro d u cirán
cierto s cam bios en la eco n o m ía y en la so cied ad d e la ép o ca a los q u e se les su m arán los recientes
avances tecnológicos, haciendo que su ija la rev o lu ció n industrial.

L a rev olución industrial p ro v o cará p ro fu n d o s cam b io s e n la estru ctu ra d e la sociedad: ap arecen las
grandes ciudades y se p ro d u cen im portantes m o v im ien to s de población. C o n las fábricas aparece una
n u ev a concepción del trabajo y la p roducción e n m asa que hace que, poco a poco, v ay a desapareciendo el
artesanado y su ija n nuevas clases sociales.

E n definitiva, la revolución científico -tecn o ló g ica d esen cad en ará to d a u n a serie de pro ceso s que, poco a
p oco, irán configurando la estructura del m undo que nos rodea. Si querem os co m p ren d er la relació n que
guarda nuestra sociedad con la tecnología es im portante que nos rem itam os al origen y evolución de estos
procesos.

3.4.1. P ro b le m a s h u m a n o s s u rg id o s d e la re v o lu c ió n c ie n tífic o -te cn o ló g ica

3.4.1 .1. L a re v o lu c ió n d e m o g rá fic a

U no de los fenóm enos m ás relevantes derivados de la rev o lu ció n cien tífico -tecn o ló g ica, es el ingente
crecim iento de población que ésta trajo consigo. H a sta fin ales del siglo X V II se estim a que la tasa anual
de aum ento de población en el m undo era de u n 0,5% , lo que supone que, p o r ejem plo, u n a com unidad de
100 habitantes h abría de esp erar aproxim ad am en te 20 años p ara c o n tar co n u n habitante m ás. N o
obstante, en la era industrial tiene lu g ar u n a im portante explosión d em ográfica. E n el aflo 1750, la

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Filosofía CMAGISTER Tema 36

población mundial ya había alcanzado los 7S0 millones de habitantes en el año 1800, aumentó hasta los
960 millones, y en el 1850 y el 1900 llegó a alcanzar los 1.240 y 1.650 millones de habitantes,
respectivamente. A partir de entonces, el aumento de población se intensifíca todavía más, alcanzando las
cotas de población mundial en el año 1960 un valor aproximado de unos 2.990 millones de habitantes. De
seguir con esta progresión se calcula que en el año 2000, la población mundial rondará los 5.965 millones
de habitantes.

Este exagerado aumento de población está estrechamente relacionado con los avances científicos y
tecnológicos que se sucedieron desde mediados del siglo X V lll hasta nuestros días. Las mejoras en la
higiene, como los nuevos sistemas de alcantarillado en las ciudades, el empleo generalizado del jabón y
las nuevas técnicas de depuración del agua (clorada), sumados a los avances médicos que tienen lugar a
lo largo de todo el siglo XIX de la mano de científicos como Pasteur, que descubre que las bacterias que
provocaban la putrefacción eran las causantes de muchas enfermedades del hombre y, asimismo,
desarrolla la vacuna antirrábica, o Roberto Koch, que descubre el virus del cólera (que a la sazón causó
terribles epidemias, llevándose miles de vidas) y el bacilo que provoca la tuberculosis, o el español Jaime
Ferrán, que descubre las vacunas contra el cólera y el tifus, hacen que las causas de mortalidad se
reduzcan de manera asombrosa, contribuyendo al aumento de población. Por ejemplo, durante el siglo
XIX, la mortalidad en Inglaterra se redujo de un 26,9% a un 18,2% y en Francia de un 27,7% a un 19,5%.
Y si nos parecen elevadas las cifras, más sorprendentes nos resultarán aún si tenemos en cuenta que
durante todo el siglo XIX había ciertos frenos al crecimiento de la población como la elevada mortalidad
infantil (de menores de 5 años), que si bien se redujo a lo largo del siglo, no lo haría de forma importante
hasta el siglo XX, o ciertas epidemias en las ciudades como los diversos brotes de cólera, que produjeron
miles de muertes hasta el descubrimiento de la vacuna, o las siempre absurdas guerras, como la franco-
prusiana, que causaron enormes estragos en la población.

Pero no sólo influyeron en el aumento de población los avances en la higiene y la medicina al reducir las
tasas de mortalidad; hay otros factores que contribuyeron de manera importante a dicho crecimiento
como el aumento de la calidad de las viviendas y, sobre todo, la mejora en la alimentación, debida,
fundamentalmente, a los avances de la agricultura.

3.4.I.2. La revolución de la agricultura

El aumento de población y el desarrollo de la agricultura son dos fenómenos íntimamente relacionados


entre los que se establece una relación dialógica. Por una parte, el aumento de población precisa de una
mayor producción agrícola, así como de un perfeccionamiento de las técnicas agrarias que contribuyan a
elevar dicha producción. Por otra parte, el aumento de producción que se deriva de las nuevas técnicas
agrícolas hará que la población crezca todavía más, al reducirse las tasas de mortalidad en una población
mejor alimentada. Será el conocimiento científico el que permita el desarrollo y perfeccionamiento de las
técnicas agrícolas, que supondrán un progreso de tal envergadura que ya no se tratará de una evolución de
dichas técnicas, sino de una verdadera revolución agrícola.

Las innovadoras técnicas de irrigación, abonos y cultivos del siglo XVIIl son reflejo de dicha revolución.
Las antiguas técnicas de barbecho, que suponían ciertos períodos de reposo en los campos de cultivo, con

19
Filosofía © M A G IST E R Tema 36

la consiguiente red u cció n de la producción agraria, so n sustituidos p o r las nuevas técnicas de rotación de
cultivos, pudiéndose así cu ltiv ar todos los años y au m en tar la pro d u cció n . A lgunas de las fases de la
ro tación estaban dirigidas a la generación de alim entos p a ra el ganado, lo que supone, p o r u n a parte, una
m ay o r producción de abono que será utilizado p a ra fav o recer los cultivos, y, p o r otra, se logra una
asociación de m utuo beneficio entre agricu ltu ra y ganadería.

O tro factor im portante que contribuyó a la rev o lu ció n ag ríco la es la in troducción de nuevas especies
vegetales traídas de ultram ar, com o puede ser la lleg ad a a E u ro p a de algunas raíces y tubérculos
p rocedentes de A m érica com o el nabo y la patata.

L a revolución ag rícola fue uno de los factores m ás im p o rtan tes q ue co n trib u y ero n a la revolución
industrial. A l desarrollarla, la producción ag ríco la sentó las bases de u n m ercado al que anteriorm ente se
in co rporaría la industria y generó acum ulaciones de capital que se in v ertirían posteriorm ente en el
desarrollo industrial. P o r o tra parte, el aum ento de p ro d u cció n ag ríco la supuso la principal fuente de
alim ento p a ra la gran m asa de proletariado que surge a raíz de la industrialización.

U n a v ez iniciada, la revolución industrial tuvo u n a enorm e repercusión en el sector agrario. E l im pacto de


la in dustrialización sobre la agricultura fue de tal en v erg ad u ra que la rev o lu ció n agrícola en tra en una
n ueva fase. A parecen el arado m etálico, la m áquina cosechadora y otros tantos artefactos que aum entarán
la p ro ducción y facilitarán el trabajo de los cam p esin o s, p ero, a la v ez, p ro d u cirán u n excedente de m ano
de obra que em igrará a las ciudades y pa sa rá a d esem p eñ ar im trab ajo industrial. P o r otro lado, se crean
unas nuevas exigencias de m ercado y los cam pesinos v en d erán sus ex ced en tes de pro d u cció n en las
ciudades, al tiem po que adquieren allí los productos industríales que precisan, m ucho m ás baratos que los
fabricados p o r los artesanos locales.

E sto hace que, p o r u n a parte, los cam pesinos afortunados co n sig an acu m u lar capital y se constituyan
com o u n a n u ev a clase social: la burguesía agraria, y, p o r otra parte, que la fig u ra del artesano vaya
desapareciendo poco a poco.

3.4.I.3. La revolución en la Industria

L a explosión dem ográfica que se produjo gracias al d esarro llo d e la cien cia no sólo tiene su reflejo en la
necesidad de aum entar la producción de alim entos provocando u n aum ento de la producción agrícola. La
creciente p oblación ten d rá que cubrir otras m uchas n ecesidades que serán satisfechas p o r m edio de la
pro d u cción industrial. E sto hace que las nuevas tecn o lo g ías se o rien ten al aum ento de dicha producción,
sobre todo en los sectores textil y siderúrgico.

3.4.1.3.1. La industria textil

L a industria textil se revoluciona principalm ente p o r dos factores:

20
Fiiosofla OMAGISTER Tema 36

a. en primer lugar, porque la reciente incorporación al mercado de los productos traídos de América y
otros países como la India y Egipto hace profusa la introducción en el mercado europeo del algodón
que, poco a poco, va sustituyendo a la lana, hasta entonces materia prima por excelencia, y,

b. en segundo lugar, por la aplicación de las nuevas tecnologías al sector. Los avances tecnológicos en
la agricultura, hacen que la producción de algodón aumente sobremanera, por lo que los productos
de este tejido saturarán el mercado y podrán ser adquiridos a muy bajo coste. La producción de lana,
por el contrario, será mucho más limitada, por lo que los precios serán más elevados y,
consecuentemente, la demanda menor.
IT

c. otro factor que contribuye a la revolución del sector textil es la tecniñcación de éste. La industria
textil fue la primera en la que se aplicó la nueva tecnología. Ya desde el inicio de la revolución
industrial a mediados del siglo XVllI se muestra el interés por aplicar la tecnología al sector textil,
como lo demuestra el hecho de que, en 1767, Hargreaves inventara el telar "Jeimy". Además, este
interés fue una constante desde entonces: en 1785 Cartwright inventa el telar mecánico, M. Saint
patenta la primera máquina de coser en 1790, en 1793 Whitney inventa la desmontadora de algodón,
en 1804 aparece el telar jacquard para telas adornadas, Horrocks crea en 1813 un nuevo telar
mecánico, en 1829 Thimonnier inventa una nueva máquina de coser, en 1845 se produce la aparición
de la máquina de coser moderna de gran velocidad de la mano de Elias Howe, etc.

3.4.1.3.2. El sector siderúrgico

El otro sector industrial en el que se produjeron importantes transformaciones fue el siderúrgico. Cuando
en 1709 Darby emplea el coque (carbón procedente de la destilación de la hulla) como combustible para
los altos hornos, el sector siderúrgico se revoluciona. La escasez de madera que caracterizaba la época
deja de ser un problema. El carbón es barato y abundante, con lo que aumentará la producción de
materiales siderúrgicos. Aumento necesario, por otra parte, dada la constante demanda de la sociedad y,
sobre todo, del sector agrario, que por aquel entonces necesitaba aumentar urgentemente la producción
para satisfacer las demandas alimentarlas de una población cada vez más numerosa.

Como vemos, fundamentalmente fueron varios los factores desencadenantes de la revolución en la


industria.

1°. El primero, la gran demanda de productos que acabamos de citar,

2°. El segundo, mucho más importante, los avances tecnológicos que, comenzando por la utilización del
carbón como combustible, se aplicarán constantemente para aumentar la producción. En este sentido
cabe destacar el invento de los cilindros de aire (pistón que funcionaba con rueda hidráulica) por
parte de Smeaton en 1761, que multiplicó, más de tres veces la producción de los altos hornos.

3°. Pero, sin duda, lo que mayor influencia tiene en el sector es la invención de la máquina de vapor de
Watt (1769), no sólo porque su aplicación aumente radicalmente la producción, sino porque la

i
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Filosofía ©MAGISTER Tema 36

fabricación de las m ism as, y la extensión de sus aplicaciones a todos los ám bitos, tam bién
representaba u n aum ento de producción.

E n general, el proceso de m ecanización (invento y utilización de todo tipo de m áquinas norm alm ente
m etálicas), que tuvo lugar a lo largo de los siglos X V III y X IX , fue, adem ás de im im pulso a la industria
siderúrgica, lo que perm itió satisfacer las dem andas de u n a pob lació n que aum entaba cad a vez m ás y de
u n sector agrario que debía de m antenerla.

A unque la textil y la siderúrgica fueron las industrias m ás im portantes, no fueron las únicas. E n ese
periodo se form aron industrias de todo tipo p ara satisfacer las necesidades y dem andas de la población.
L a producción en las fábricas com ienza a ser m asiva, p o r lo que se pueden ad q u irir los productos a un
bajo coste. E sto provocará la ruina de los artesanos, que no p u ed en com petir con la producción de las
m áquinas ni con los precios de las nuevas em presas. C ada vez hay m enos talleres y poco a poco la figura
del artesano irá desapareciendo para ser sustituida p o r la del obrero industrial. Pero la sustitución de los
talleres p o r las fábricas no sólo supone u n cam bio en el volum en de producción, sino tam bién en el modo
de hacerlo: el obrero no será u n productor com o el artesano, sino u n operador m ecánico, y a no se
fabricará el producto entero, se h ará p o r partes, surgiendo así el trabajo en cadena tam b ién denom inado
"taylorism o".
<r

3.4.I.3.4. La revolución del Transporte

E l ingeniero escocés Jam es W att (1736-1819) p aten ta en 1769 im a m áquina capaz de funcionar por
m edio de la energía liberada por im a corriente continua de v ap o r de agua. A dicho invento se le denom inó
"m áquina de vapor". Pronto encuentra W att utilidad a su invento, y entre 1781 y 1786 es capaz de crear
tm m otor de vapor com o generador de energía. E ste m otor será la base de una revolución del transporte
que se reflejará fundam entalm ente en dos innovaciones: el ferrocarril y el barco de vapor. iC_

El ferrocarril podriam os decir que nace en 1813 cuando H edley consigue arrastrar m ercancías durante 8 c_
K m , a través de raíles, con la fuerza de una m áquina de vapor. L a potencia de esas m áquinas sería
aum entada p o r Stephenson y su hijo R obert, que diez años después h aría el diseño de las prim eras
locom otoras. P o r fin se logra, en 1825, h acer circu lar u n tren m inero entre Stockton y D arlington, lo que
supone u n recorrido de 13 K m . E n 1830 circula el prim er tren de pasajeros entre M anchester y
Liverpool. D urante los años trein ta se crea to d a u n a red de líneas ferroviarias en Inglaterra; a este
desarrollo se sum an, una década después, otros países europeos com o B élgica, A lem ania, Francia y
España.

A l igual que el ferrocarril, el barco de vapor sufre u n a rápida evolución desde el invento de la m áquina de
W att. E l prim er barco de vapor es creado p o r el m arqués de Jouffoy en 1781. E n 1787, F itch inventa el
barco de vapor con hélices. Sym ington crea en 1801 el barco de v ap o r "C harlotte Dvmdas". Y en 1803
aparece el prim er barco de v ap o r con rueda de paletas lateral, inventado por Fulton. A. M anby fabrica el
prim er barco de vapor con casco de hierro en el año 1821. El barco de vapor fue em pleado inicialm ente en
travesías fluviales, alcanzando una difusión asom brosa com o lo dem uestra el hecho de que en 1860 el
M ississippi fuera surcado p o r m ás de m il de estos barcos.

22
Filosofía OMAGISTER Tema 36

Posteriormente, este tipo de barcos surcaría los océanos, alcanzando también una gran difusión, debido a
que pueden mantener una velocidad constante y no dependen del viento como los veleros, que, poco a
poco, van siendo relegados.

La enorme revolución que estos dos inventos producen en el transporte se refleja en múltiples aspectos,
pero sobre todo en dos: por una parte, en los movimientos demográficos, que configurarán la estructura
de una nueva sociedad y la expansión de ésta, y, por otra, en la economía y el mercado. Al análisis de
estas cuestiones dedicamos las siguientes preguntas del tema

4. HACIA LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA

4.1. Las transform aciones sociales

Hemos visto anteriormente que para satisfacer las necesidades alimentarías de la numerosa población que
surge con la revolución demográfica los avances científico-tecnológicos se orientaron al incremento de la
producción agrícola. Con las nuevas tecnologías no sólo aumenta la producción, sino que también se
reduce el trabajo. El excedente de campesinado se trasladará a trabajar en las nuevas fábricas que la
revolución en la industria trajo consigo. Aparecen así las grandes ciudades, que se edificarán en tomo a
los centros fabriles próximos, a su vez, a las minas de ese nuevo combustible que era el carbón. Este
movimiento de población campo-ciudad se radicalizará tras la revolución de los transportes. Con el
ferrocarril y el barco de vapor las distancias se acortan y viajar es más cómodo, fácil y rápido. Por otra
parte, las exigencias de una mayor y urgente producción para la constmcción de piezas ferroviarias y
navales hacen que la oferta de trabajo en las fábricas sea abundante y que aumenten todavía más los
movimientos migratorios hacia las ciudades.

La concentración de habitantes en las ciudades hace que suija un nuevo concepto de sociedad urbana e
industrial. La característica más importante que diferencia a la sociedad industrial de las anteriores es que
pasa de ser una sociedad estamental a convertirse en una sociedad de clases. En la sociedad preindustrial
había tres estamentos, la pertenencia a cada uno de los cuales estaba determinada por el nacimiento:
nobleza, clero y pueblo (artesanos y campesinos). Los derechos de la nobleza y el clero eran superiores a
los del pueblo: no pagaban impuestos, participaban en el gobierno, podían pertenecer al ejército y tem'an
su propio estatuto jurídico privilegiado y ajeno a las leyes generales del pueblo. Cada estamento tiene su
función: la de la nobleza y el clero es gobernar y la del pueblo trabajar.

Con la emergencia de la sociedad industrial se vienen abajo los cimientos de la sociedad estamental.
Surge la sociedad de clases. Pese a que esta nueva sociedad nace en la misma época en la que se están
contabilizando los principios ilustrados de la igualdad entre todos los hombres (Rousseau); esta igualdad
nunca llega a darse de hecho. En la nueva sociedad, la igualdad es teórica y apenas legal. Las diferencias
sociales que otrora marcaba el nacimiento, en la era industrial pasan a ser referidas a la riqueza, la cultura
o la profesión de los individuos. Pero estas clases, a diferencia de los estamentos, no son cerradas. Se
puede ascender de clase, lo que producirá como consecuencia una importante proliferación de las clases
medias, que en su mayoría serán industríales, burguesía agraria y comerciantes.

23
Filosofía © M A G IST E R Tema 36

E l florecim iento de estas clases m edias h ace q ue co m p itan en tre sí. D ich a co m p eten cia es la que
p ro d u cirá y articu lará las clases sociales q ue caracterizarán a la n u ev a sociedad industrial. La
com petencia o b lig ará a los industriales a ab aratar los p recio s de los p ro d u cto s q ue fab rican si quieren
seguir obteniendo beneficios, p o r lo que tend rán que au m en tar la pro d u cció n y reducir sus costes. A m bas
cosas sólo se p o d rán co n seg u ir h aciendo trab ajar m uchas h oras al o b rero y pag án d o le poco p o r su labor.
E sta clase obrera, ex p lo tad a y m al pagada, es lo que se co n o cerá c o n el n om bre de "proletariado"; esa
clase m edia, cada v e z m ás rica, se d enom in ará "capitalista".

L a p ro gresiva m ecan izació n de em presas y fáb ricas red u ce las ex ig en cias de p erso n al proletario, posible
p o r la incorporación co n stan te de innovaciones tecn o ló g icas co n lo que em p ieza a h ab er problem as de
paro. L os capitalistas se aprovechan de la dificultad del p ro letariad o p a ra en co n trar em pleo y les pagan
u n sueldo ínfim o. P ero , aú n así, es m ucho m ás ren tab le p a ra ellos c o n tr a to a m ujeres y niños, pues es
posible p agarles to d a v ía m enos.

C om ienza así u n a p atética histo ria de ex plo tació n de m u jeres y n iños realizan d o trab ajo s totalm ente
inapropiados en las m inas y fábricas a cam bio de u n sueldo irrisorio, y se p ro d u cen situ acio n es com o las
reflejadas e n los cuentos de C harles D ickens co n p arro q u ias y h o sp icio s alquilando n iñ o s p a ra cubrir
gastos. E l trabajo, totalm ente m ecanizado, p arecería en im principio no m uy extenuante, pero teniendo en
cuenta que la jo m a d a laboral e n algunos casos lleg ab a a d u rar h asta 18 horas, se co n v ertía en una
v erd adera tortura.

L as tensiones entre las dos clases fundam en tales de la n u ev a sociedad industrial, capitalistas y
proletariado, serán constantes. L as prim eras p ro testas del p ro letariad o fu ero n vio len tas, pero se dieron
cuenta pronto de la inutilidad de este m étodo y co m en zaro n a aso ciarse en sindicatos, al principio
clandestinos, pero que pronto alcanzaron vm cierto reco n o cim ien to y la legalidad. L a p resió n de los
sindicatos surtió su efecto y se lograron m ejoras laborales (reducción de horarios y aum ento de salarios) e
incluso políticas (derecho al voto de los no p ropietarios). C on el im pulso m aterial de los sindicatos y el
intelectual del pensam iento de M arx, el proletariad o d eja de ser u n a clase ex p lo tad a y p asa a convertirse
lentam ente en la clase obrera o trab ajad o ra tal y com o ah o ra la conocem os.

4.2. E l n u e v o m o d e lo eco n ó m ico

A nteriorm ente hem os visto cóm o la exigencia de alim entos de u n a p o b lació n creciente desencadena un
aum ento en la p ro ducción de productos agrícola. E l florecim iento de la ag ricu ltu ra sum ado a la gran
d em anda de estos p roductos d eterm ina la fo rm ació n de m ercados locales. T ras la revolución en la
industria, la form ación de núcleos urbanos llev an consigo la d em an d a de ingentes cantidades de
productos. E l cam po h ab rá de abastecer a todas las grandes ciudades y, a su vez, dem andará productos
industriales, creándose así u n m ercado m ás am plio que term in ará p o r ad q u irir carácter nacional. A raíz de
ello tien en lugar acum ulaciones de capital que p ro p iciarán el surgim iento de la b u rg u esía agraria en el
cam po y la b u rg u esía industrial en las ciudades. E stas n u ev as clases capitalistas rein v ertirán en sus
em presas y en otras nuevas los beneficios obtenidos, lo que au m en ta to d av ía m ás el desarrollo de la
econom ía.

24
Filosofía OMAGISTER Tema 36

Pero si el mercado y la economía ya se habían revolucionado, más lo harán tras la revolución en el


transporte, con la aparición del ferrocarril y el barco de vapor. Por una parte, se trataba de dos nuevos
campos en los que podrían ser invertidos los benefícios de la agricultura y la industria y, por otra parte,
representaban enormes posibilidades para la expansión del mercado. Los nuevos medios de transporte
permitirán la explotación de nuevos territorios, la especialización en la producción de las regiones
(podían dedicarse a un solo producto para comerciar con él e importar los demás). La rapidez del
transporte facilita la importación y exportación de productos perecederos- también el volumen de ese
transporte y, con él, del comercio, permiten la introducción de productos nuevos en los mercados y, en
general, la expansión internacional de los intercambios económicos.

Con el nuevo mercado la economía sufre grandes cambios: surge la economía capitalista. Al principio las
industrias y las fábricas pertenecían a un único propietario, pero las exigencias de maximizar la
producción y aumentar el mercado hacen que el capital de un solo individuo no sea suficiente y que tenga
que asociarse con otros individuos que aporten capital. Surgen así las Sociedades Limitadas y las
Sociedades Anónimas, siendo estas últimas las más frecuentes por permitir una acumulación de capital
mucho mayor. En ellas los socios compran títulos de propiedad que se denominan acciones, y se llevan
los beneficios que produzca la sociedad de acuerdo con el número de éstas que posean. Como
consecuencia de la aparición de las acciones surgen también las Bolsas. Las Bolsas son mercados en los
que los accionistas pueden comprar y vender sus acciones, cuyo precio depende, fundamentalmente, de la
rentabilidad de la empresa: si la empresa tiene pérdidas, todos los accionistas quieren vender y los precios
de las acciones bajan, pero, al contrario, si la empresa es rentable, todos querrán adquirir acciones de la
misma, con lo que aumentarán de valor. El mercado de las acciones, es decir, la Bolsa, funciona como
todo mercado de acuerdo con la ley de la oferta y la demanda: a mayor oferta (y menor demanda) menor
precio y a mayor demanda.(y menor oferta) mayor precio. Hay una tercera institución, además de las
Sociedades y la Bolsa, que surge con la civilización industrial: los Bancos. Éstos guardan el dinero de
particulares y empresas, dándoles a cambio ciertos intereses. El banco opera en negocios y en la Bolsa
con el dinero que le dejan en depósito y obtiene beneficios. Por otra parte, los bancos conceden créditos o
préstamos por los que percibirán un interés.

La economía capitalista que surge con la civilización industrial tiene el defecto de ser inestable. Esa
inestabilidad se refleja en que se desarrolla por ciclos que alternan necesariamente períodos de
prosperidad con otros de crisis. Las crisis traen grandes problemas sociales consigo: paro, hambre, ruina,
etc., que en muchos casos fueron las principales causas desencadenantes de revoluciones políticas, como
podemos comprobar por la historia de nuestro más reciente pasado.

4.3. La mundialización del modelo occidental

43.1. El Colonialismo

Aunque existen factores políticos e ideológicos que influyen en la aparición del colonialismo, como los
nacionalismos y los imperialismos que están en pleno apogeo en el siglo XIX, los más relevantes serán de
naturaleza económica. La nueva economía que necesita ampliar sus mercados, la escasez de materias
primas y el exceso de población en la Europa del siglo XIX, son los tres principales factores que

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Filosofía © M A G IST E R Tema 36

pro v o caron el fenóm eno del colonialism o. Y son las n u ev as tecn o lo g ías aplicadas al transporte el barco
de v ap o r y el ferrocarril, las que p o sibilitan este fenóm eno.

U n a industria en pleno auge, com o lo era la europea del siglo X IX , tien e un a dem anda de m aterias prim as
que sus propios territorios no p u ed en satisfacer y ten d rá que b u scarlas e n otros continentes. E sto no sólo
p erm itirá obtener m aterias prim as a bajo coste debido a su ab u n d an cia y a la m ano de o b ra barata, sino
que las propias colonias, que se h allan en países sin industrializar, se co n v ertirán en p untos de m ercado
en los que v en d er p roductos industriales.

El colonialism o, p o r o tra parte, perm ite so lu cio n ar los p ro b lem as derivados de im a población
excesivam ente num erosa.

a. E n prim er lugar, porque perm ite el abaratam iento de los p ro d u cto s alim entarios y de las m aterias
prim as, que debido a la gran dem anda p o r parte de u n a n u m ero sa p o b lació n y a su escasez, habían
alcanzado precios desorbitados, trayendo com o co n secu en cia ham bre y m iseria.

b. E n segundo lugar, porque el exceso de p o b lació n se vio m itigado p o r las m ig racio n es h acia las
colonias.

E ntre 1840 y 1900, 26 m illones de personas em ig raro n de E uropa. A m érica, continente de grandes
posibilidades y riquezas aún sin explotar, que prom etía u n enriquecim iento rápido, se convierte e n uno de
los principales destinos de la em igración: ingleses e irlandeses p artirán , sobre todo, h acia los Estados
U nidos, y portugueses, españoles e italianos, en su m ay o r parte, h acia A m érica del Sur. Pero, sin duda, el
ejem plo m ás representativo de expansión colonial fue el del co n tin en te africano, que, entre ingleses,
alem anes, franceses, belgas, portugueses, españoles e italianos, se lo rep artiero n casi en su totalidad.
A sim ism o, las colonias europeas se ex tienden p o r A sia y g ran p arte de O ceanía. E n definitiva, el 60% de
las tierras del planeta llegaron a d epender de E u ro p a a p rin cip io s d el siglo X X .

4.3.2. L a e x p a n sió n d e la so c ie d a d in d u s tria l

A unque la rev o lu ció n industrial se in icia e n Inglaterra, no ta rd a e n extenderse a otros países europeos
durante el siglo X IX . L a civilización industrial se extiende rápidam ente p o r toda Europa, excepto po r los
países del E ste, Italia, D inam arca, Portugal y E spaña, que, p o r d iferen tes causas, m an tien en estructuras
tradicionales durante m ás tiem po.

In g laterra se convierte en un m odelo a seguir p o r los dem ás países europeos, que pronto inician la carrera
de su industrialización. F rancia tuvo inicialm ente u n desarrollo lento debido a ciertas dificultades com o el
descenso de la natalidad, la escasez de carbón o la p erm an en cia de u n a estructura feudal en el cam po, que
im pidió xma p ro n ta revo lu ció n agrícola, pero, tras la R ev o lu ció n de 1789, acelerará su desarrollo,
equiparándose al m odelo británico. A lem ania tam b ién tu v o d ificu ltad es e n su industrialización, pues,
debido a la disgregación po lítica del país, unas reg io n es se in d u strializaro n antes que otras, aunque las
m ás tardías sufríeron u n a in dustrialización m ás acelerad a a p artir de la m itad del siglo X IX . Conlaion,
adem ás, con todos los elem entos necesarios p a ra llev ar a cabo con éxito u n proceso de industrialización:

26
Filosofía CMAGISTER Tema 36

población numerosa, buena agricultura y abundancia de carbón y hierro. Estados Unidos también siguió
el modelo inglés con una pronta industrialización en el Este, que poco a poco se iría extendiendo hacia el
Oeste. El caso de los Estados Unidos es ejemplar: la ingente inmigración se incorpora al trabajo
industrial, lo que impide el éxodo rural; la abundancia de tierras y producción agrícola abarata los precios
de los productos alimentarios, que estarán al alcance de todos y evitarán que haya problemas de hambre
como en Inglaterra, y, al no haber este tipo de problemas, las tensiones entre capitalistas y proletariado
serán mínimas. En resumen, tras su desarrollo a lo largo del XIX, Alemania, Francia y Estados Unidos
serán, junto a Inglaterra, las primeras potencias tecnológicas e industriales al comenzar este'siglo.

Pero si Inglaterra se convirtió en un modelo de desarrollo tecnológico e industrial para el resto de los
países europeos, Europa se erigiría en el modelo del resto del mundo, que no tardó en seguir sus pasos. El
modelo industrial que se lleva extendiendo por todo el mundo desde entonces hasta nuestros días no es
sólo un modelo de desarrollo tecnológico y producción industrial sino también todo lo que ello implica:
un modelo económico, cultural, de valores, etc. En definitiva, se trata de un modelo social: el de la
sociedad industrial

4 J.3 . Un m undo desigual

4.3.3.I. La diferencia tecnológica como diferencia social

Aunque la industrialización se ha ido extendiendo por todo el mundo, no lo ha hecho por igual. Algunos
países se han industrializado más que otros y la diferencia tecnológica e industrial entre unos y otros ha
generado una desigualdad social y económica.

El desarrollo tecnológico se traduce en aplicaciones industriales y éstas en un desarrollo económico. En


un mundo como el nuestro, en el que la posición social está determinada por el poder económico, es,
pues, la diferencia tecnológica la que produce, en último término, la diferencia social. Los países que no
desarrollan tecnología nunca podrán prosperar económicamente. El ejemplo lo tenemos delante: los
países del tercer mundo (cuya denominación hace referencia más a una diferenciación social y cultural
que propiamente económica). Estos países, tecnológicamente atrasados, tienen su base económica en el
sector primario. Nunca han llegado a industrializarse, o si lo han hecho el proceso ha sido orientado a la
producción de materias primas. El intento de mantenerse en un mercado mundial explotando únicamente
el sector primario arruina todavía más a estos países, pues la materia prima se compra a muy bajo precio,
mientras que los productos elaborados que ellos han de adquirir son caros.

Este conjunto de países, que representan dos folios de la población mundial, nunca podrán prosperar
social y culturalmente si no es por medio de un desarrollo tecnológico adecuado a sus condiciones
económicas, que les permita incorporarse al mercado internacional con un lugar propio.

43.3.2. El dominio de y p o r la tecnología

Desde finales del siglo XIX hasta hoy la tecnología ha alcanzado unas cotas de desarrollo extraordinarias.
Los progresos de la ciencia son los que han hecho esto posible: hasta la primera mitad del periodo, el

1
27
Filosofía GMAGISTER Tema 36

protagonismo y los avances se produjeron en la física, la química, la biología y la medicina; en la


segimda mitad, la electrónica, la genética, las nuevas formas de obtención de energía (nuclear, solar, etc).
La búsqueda constante de nuevas aplicaciones tecnológicas defíne lo que se ha llegado a denominar las
"tres revoluciones industriales":

1 la primera, acontecida entre 1780 y 1840, basada en la máquina de vapor y sus aplicaciones;

2. la segimda, que tuvo lugar entre 1860 y 1910, que se basó en la utilización de las energías derivadas
del petróleo y la electricidad.

3. y la tercera, que abarca desde los años cincuenta hasta nuestros días, y que se basa en la aplicación
de la energía nuclear, así como, sobre todo, en el desarrollo y aplicaciones de la electrónica.

Durante todo el siglo XX ha tenido lugar un proceso de "tecnologización" de la sociedad y del mundo en
que vivimos. Con sólo echar una mirada a nuestro alrededor podemos comprobarlo: hay tecnología por
todas partes. Sociedad y tecnología guardan una relación de interdependencia. Pero esta relación puede
variar, según se halle esta sociedad en un estado tecnológico más o menos avanzado. En las primeras
fases de desarrollo tecnológico o, si se prefiere, en las dos primeras revoluciones industriales, la
tecnología estaba orientada fundamentalmente a la resolución de necesidades. Si la humanidad quería o
precisaba algo, se desarrollaban nuevas tecnologías que sirvieran para satisfacer sus demandas. Por eso, a
medida que evolucionaba la sociedad y, consecuentemente, también sus necesidades y deseos, la
tecnología se iba adaptando a los nuevos tiempos y se orientaba a resolver dichas necesidades.

Pero llega un momento, con la tercera revolución industrial, en que los términos en cierto modo se
invierten. La gran difusión, generalización y celeridad de los avances tecnológicos hace que la tecnología
sea concebida de otra forma, pues ya no se orienta tanto a cubrir las necesidades planteas por la sociedad,
sino que se desarrolla por su propio impulso. Dicho de otro modo, la tecnología no evoluciona según la
demanda de la sociedad, más bien todo lo contrario: el medio corre el riesgo de convertirse en fin en sí
misma de modo que la sociedad ha de buscar aplicaciones o "inventar" necesidades a las que aplicar los
nuevos avances tecnológicos. En la era tecnológica de la tercera revolución industrial es la sociedad la
que evoluciona al ritmo del desarrollo tecnológico.

Invertir medios y fines es algo de por sí problemático. En el caso de la tecnología lo peor es que el
asombroso perfeccionamiento al que estamos asistiendo dificulta su asimilación social, provocando una
aceptación acrítica de todo aquello que se presente como "avance" científico-tecnológico, sin tener en
cuenta los posibles riesgos de hacer saltar los límites de la condición humana.

4.3.3.S. Los límites sociales de la tecnología

4.3.3.3.I. L a m odernización

El término modernización describe, con carácter general, el rápido proceso de transformación y cambio
de los asuntos humanos desde la revolución científica. Este proceso conduce a la modernidad, palabra

28
Filosofía ©MAGISTER Tema 36

que engloba la descripción de las características comunes que definen a las sociedades poseedoras de un
desarrollo tecnológico, político económico y social muy avanzado. La modernización comenzó en las
sociedades de Europa occidental para, en los dos últimos siglos, extenderse a todas las demás sociedades
en un proceso de transformación mundial que afecta a todas las actividades humanas. A diferencia de la
diversidad tradicional, lo moderno supone unificación pues las funciones características de la modernidad
tienden a ser comimes a toda la humanidad.

Modernización es, pues, la forma dinámica del proceso de irmovación que se produce como consecuencia
de la proliferación del conocimiento en los últimos siglos y que, a su carácter dinámico añade la
universalidad de su impacto. La calificación de las características de la modernidad resulta, con
fi*ecuencia, problemática debido a que las diferentes sociedades no han alcanzado, en su gran mayoría, el
nivel en el que pueden discernirse con claridad e incluso los países más avanzados están en proceso de
modernización. En todo caso pueden analizarse estas características en función de cinco aspectos:
intelectual, político, económico, social y psicológico.

Las modernización de las sociedades tradicionales supone un proceso de cambio ocupacional que viene
acompañado por la migración a grandes ciudades, provocando todo ello una transformación significativa
del modelo de familia. De las grandes unidades de parentesco vinculadas a la vida agraria, se pasa a los
núcleos familiares mucho más pequeños que sólo integran a los padres y los hijos de poca edad. En la
medida en que el proceso de modernización avanza, se produce un mayor grado de movilidad geográfica.
En conexión con estos aspectos, se verifica una nivelación de renta, la educación y las oportunidades
disponibles pues las tendencias racionalizadoras de la modernización exigen una equiparación de
oportimidades, de modo que los miembros de una sociedad puedan desempeñar los papeles más
adecuados a sus capacidades y predisposiciones. Esta equiparación de oportunidades comienza con la
extensión del alfabetismo y correlativamente de la educación, proceso que en algunas sociedades ha
llegado al punto en el que prácticamente toda la población posee estudios secundarios, con lo que esto
tiene de revolucionario en lo que se refiere a la adquisición y difusión de la información. Gracias a la
extensión de la educación, se reducen de forma notable las diferencias de ingresos y condiciones de
trabajo entre las diversas ocupaciones lo que se suma al estímulo que supone el proceso modemizador a
una distribución más igualitaria de los ingresos mediante la instauración de sistemas impositivos
proporcionales y de im sistema de seguridad social. Cuando el centro de referencia de los vínculos de la
mayoría se desplaza de la comunidad a la sociedad y de la esfera local a la nacional puede afirmarse que
el proceso de movilización social ha alcanzado su culminación.

4.3.S.3.2. D esarrollo y subdesarrollo

En las sociedades tradicionales, caracterizadas por su estabilidad, los niños se modelan en compañía de
adultos cuya conducta se desarrolla según normas razonablemente predecibles pues la estructiara más bien
rígida de las sociedades tradicionales tiende a inhibir el individualismo. A medida que se avanza en el
ciclo vital, las pautas de conducta y las relaciones de cada persona con los demás van cambiando
constantemente, pero es un cambio sólo en un sentido relativo ya que el mundo tradicional es socialmente
estable y está provisto de normas de conducta que tienden a ser constantes generación tras generación. En

29
Filosofía ©MAGISTER Tema 36

estas sociedades, las relaciones e n las que se in serta la v id a individual se p ro d u cen en ám bitos
restringidos com o la fam ilia, la com unidad local y el grupo funcional de pertenencia.

E s cierto que las cuestiones fundam entales que co n ciern en a la n atu raleza y las relaciones hum anas no se
v e n afectadas en su esencia p o r los procesos de m o d ern izació n , pero n o es m enos cierto que el contexto
en el que se m anifiestan las hace distintas. L a d iferen cia estrib a e n la falta de estabilidad relativ a de las
condiciones m odernas de v id a frente a las de las sociedades tradicionales. P u ed e afirm arse, en este
sentido, que gracias a la m odernización, los seres h u m anos alcan zan las co ndiciones precisas p ara su
em an cipación del gigantesco p o d er de las costu m b res y las creencias. L a m o dernización puede
entenderse entonces com o u n proceso a la v ez creativ o y destru ctiv o que p ro p o rcio n a nuevas
o portunidades y abre nuevas p erspectivas p ero a co n d ició n de p a g ar u n elevado precio en térm inos de
d islo cación y sufiim iento hum anos. E n este sentido, u n a de las fuente características de la agitación de la
e ra m oderna, es la am enaza que el desarrollo del m odelo m o derno de sociedad in teg rad a supone para las
trad iciones y valores que surgieron en u n m om ento en que éstos se alim en tab an de u n grupo
relativam ente pequeño de privilegiados.

E l conocim iento científico y el desarrollo tecn o ló g ico con stitu y en dos de los p u n tales de todo proceso
m od em izador, h asta el punto de que no existe m o d ern izació n allí donde n o h ay tecnología. Las
transform aciones, a veces traum áticas, sufridas p o r las sociedades tradicionales en su tránsito h acia la
m odernidad encuentran, co n fi-ecuencia, sü o rig en en la in tro d u cció n intem pestiva de im a n u ev a
tecn o logía o en el conflicto suscitado entre la actitu d cien tífica y el pensam iento tradicional, resuelto
siem pre en descrédito de éste últim o. E l últim o red u cto de la resisten cia a la m o dernización es el
constituido p o r el conjunto de valores vig en tes en im a sociedad, q ue p ersisten y actúan aún cuando el
proceso m o d em izad o r se encuentra en u n a fase m uy avanzada. E s, precisam ente, la p erv iv en cia de
v alores arcaicos e n el seno de u n a e stm ctu ra tecn o ló g ica y social m o d ern a (o en proceso de
m odernización) lo que e stá en el origen de la m ay o ría de los conflictos contem poráneos.

4.3.4. V a lo re s sociales e in n o v a c ió n te c n o ló g ic a

U no de los ám bitos donde co n m ás fu erza se d e ja sen tir el conflicto entre trad ició n y m odernidad es el de
las relaciones intersexuales y reproductivas. L as relaciones entre hom bres y m ujeres experim entan im
cam bio profundo con la m odernización pues co n ella se produce xma sustitución gradual del trabajo físico
p o r trabajos m ecanizados, b urocráticos e in telectuales, lo que reduce en gran m ed id a la desigualdad
funcional entre los sexos y pone e n cuestión el sistem a de relacio n es intersexuales tradicional, aceptado
durante siglos.

A sim ism o la m odernización supone u n cam bio en el o rd en reproductivo q ue se m an ifiesta e n las


alteraciones de la ta sa de natalidad. A unqu e en las prim eras etapas de la m o dernización suelen venir
acom pañadas de im elevado crecim iento de la n atalid ad (p o r ejem plo la po b lació n eu ropea pasó de 188
m illones en 1800 a 462 m illones en 1914), en las sociedades avanzados y com o consecuencia de las
presiones externas y de los cam bios en los h ábitos fam iliares, el índice de n atalid ad se reduce de m odo
significativo. C orrelativam ente, la m odernizació n supone u n a red u cció n de la m o rtalidad debida al
notable m ejoram iento de las condiciones sanitarias derivadas de la m edicina m oderna. E n las sociedades

30
Filosofía OMAGISTER Tema 36

tradicionales, el índice de natalidad y mortalidad llega normalmente al 3 y al 4 por ciento, y tiende a


mantenerse relativamente estable durante largos periodos de tiempo; pero con la llegada de la medicina y
la sanidad modernas, el índice de mortalidad reduce rápidamente mientras que el de natalidad continua
siendo alto durante mucho tiempo. Por esta razón, en los países que se han desarrollado más tarde, el
índice de natalidad ha proseguido las pautas tradicionales, y la población ha crecido a un ritmo que no
tiene precedentes.

En estos países subdesarrollados, donde el índice de natalidad ha continuado siendo alto tras la
disminución del de mortalidad debido al impacto de la medicina y las técnicas sanitarias modernas, el
crecimiento de la población ha sobrepasado considerablemente la posibilidad de un aumento correlativo
de la producción de alimentos y de bienes manufacturados. Llegada esta situación, aunque la industria y
la agricultura sean estimulados mediante los esfuerzos locales y la ayuda exterior, la producción per
cápita sufre un inexorable declive. A su vez los valores y las pautas de conducta tradicionales, cuyo ritmo
de cambio se retrasa con respecto a la asistencia médica y otras innovaciones tecnológicas, forman una
barrera de escrúpulos culturales frcnte a la adopción de métodos de control de la natalidad. Por otra parte,
en las fases iniciales del crecimiento económico es preciso mantener estable el nivel de consumo por
parte del grueso de la población para permitir las inversiones necesarias, pero esto resulta imposible
cuando la población crece ya más deprisa que la producción.

4J.4.1. L a regulación de la población: El problem a demográfico

Uno de los aspectos más destacados de la evolución global de la humanidad en el presente siglo es el
considerable crecimiento de la población en el planeta. Este aumento del número de personas sobre la
tierra no se reparte, sin embargo, de modo equitativo en todas las áreas geográficas y tampoco responde,
en sus diferentes etapas, a las mismas causas.

En las regiones de Europa Occidental y los Estados Unidos, el incremento de la población estuvo
asociado a la sucesión de cambios revolucionarios que han sido tratados en anteriores Unidades y que
trajeron consigo una mayor disponibilidad de bienes para los seres humanos. La revolución agrícola
supuso un espectacular incremento en la calidad, cantidad y variedad de los alimentos; la revolución
industrial permitió alojar, vestir y transportar a un número creciente de personas cuyo crecimiento era
estimulado, a su vez, por la demanda continua de mano de obra para las nuevas instalaciones mineras o
fabriles. Los avances de la medicina y la farmacia garantizaron una mayor resistencia a las enfermedades,
con la consiguiente mejora de las condiciones sanitarias, aliada con un nuevo diseño urbanístico que
hacía más higiénico el espacio urbano de las ciudades en crecimiento.

Sin embargo, el crecimiento de la población alcanzó en las regiones desarrolladas una cierta estabilidad,
debida en parte al aumento de la esperanza de vida, que hacía innecesario asegurar la descendencia
teniendo muchos hijos y, sobre todo, ya en la segunda mitad del siglo XX, por la aparición de los
métodos anticonceptivos a los que aludiremos posteriormente. Por su parte, el excedente de población
generado durante el proceso de crecimiento, podía ser absorbido por la emigración a las colonias de
ultramar en el caso de los países europeos o derivado hacia el Oeste en el caso de los Estados Unidos.

31
Filosofía ©MAGISTER Tema 36

L a estabilidad alcanzada p o r las sociedades desarro llad as no en cu en tra paralelo en el m undo s-


ubdesarrollado. E n la m ay o r parte de las reg io n es de Á frica, A sia y A m érica colonizadas p o r los
o ccidentales, las n uevas tecn o lo g ías fu ero n introducidas abruptam ente, sin ser el resultado de una
evolución in tern a de aquellas sociedades, y lo fu ero n adem ás al servicio de los intereses de las
respectivas m etrópolis, y no de las p oblacio n es autóctonas. T odo ello configuró u n p an o ram a que, en
conjunción con otros factores, h ab ría de d esem b o car en lo que se h a dado en llam ar la exp lo sió n
d e m o g rá fic a .

Entre los otros factores aludidos o cupa u n lu g ar destacado las trad icio n es culturales nativas. E n la
p ráctica totalidad de los casos, las nuevas co ndiciones im puestas p o r el rég im en colonial v inieron a
superponerse a la estructura social y v alo rativ a au tó cto n a sin que é sta fuese apenas m odificada. El
aum ento incontrolado de la p o b lació n encu en tra aq u í im a de sus vías de explicación: las nuevas
tecnologías agrícolas y sanitarias, la n u ev a in fraestru ctu ra u rb an a y de transportes, el aum ento del
com ercio y la dem anda de m ano de obra, p erm itiero n u n a m ejo ra de las condiciones de v id a que no fue
acom pañada p o r la aparición de valores favorables al control de la natalidad. D e ese m odo, la población
sufre im aum ento exponencial que, llegado u n determ inado m om ento, supera las p osibilidades de
subsistencia que ofrece el sistem a económ ico, co n lo que se cae en el "círculo vicioso del subdesarrollo” :
las fam ilias increm entan su descendencia com o fó rm ula p a ra asegurarse la subsisteftcia m ediante la
gen eración de m ano de obra, pero el sistem a socioeconóm ico no puede crecer lo suficientem ente rápido
com o p ara ab so rb er el aum ento de la población.

Paralelam ente se produce u n a em igración m asiv a h acia las grandes ciudades, que se h acen así cada día
m ás grandes, donde la gente esp era enco n trar m ás y m ejores o portunidades de subsistencia. El
despoblam iento del cam po, en m uchos casos debido al esquilm am iento de los recursos naturales que
p ro v o ca la superpoblación, se produce al tiem po que im crecim iento urbanístico incontrolado e
incontrolable deteriora día a d ía las condiciones de v id a de los num erosos h abitantes de los suburbios. El
crecim iento urbano se convierte entonces en la o tra cara de la m o n ed a de la superpoblación y am bos
fenóm enos provocan el colapso del sistem a y un progresivo deterioro del m edio am biente. L a conjunción
de estos tres fenóm enos delim ita el círculo v icioso del desarrollo: superpoblación, crecim iento
urbanístico desm esurado y d estrucción ecológica.

Se produce así u n a p arad o ja consistente en que las m ejoras objetivas de las condiciones de v id a que
pro p o rciona la tecn o lo g ía se v u elv en co n tra los seres hum anos al no producirse u n correlativo cam bio
cultural que sustituya los valores tradicionales. E l fracaso de las políticas de control de la natalidad
em prendidas p o r m uchos E stados subdesarrollados en cu en tra aquí su raíz últim a: la tradición, las
costum bres, la religión, se alian co n la n ecesid ad p a ra im p ed ir la eficacia de cu alq u ier pro p u esta en tal
sentido. P o r otra parte, y com o resulta previsible, no existe acuerdo unánim e sobre las políticas a seguir.
P ara algunos sectores el pro b lem a del subdesarrollo y la m iseria no es u n pro b lem a de superpoblación,
sino de reparto de recursos y de orden (o desorden) en la econom ía internacional; p ara otros sectores, por
contra, el subdesarrollo no tiene salida m ientras no se logre reducir o al m enos controlar el crecim iento de
la población, pues la ayuda económ ica o la tran sferen cia tecn o ló g ica resultan siem pre insuficientes y lle­
g an siem pre tarde; aú n hay u n te rc er sector que ve en el increm ento de la po b lació n u n arm a política con
la que p articip ar en la escena internacional. E l p ro b lem a dem ográfico no es, pues, u n problem a de

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Filosofía OMAGISTER Tona 36

disponibilidad de medios técnicos, sino un problema de orden político cuyas bases son de naturaleza
cultural.

43.4.2. La tecnología y el control de la natalidad

Hemos visto que el incremento de la población no es de orden tecnológico, sino político-cultural, y buena
prueba de ello es el caso de las sociedades desarrolladas, donde la cuestión que se plantea no es el
crecimiento sino el estancamiento o aún el de crecimiento, poblacional.

Tras una primera fase de espectacular aumento a la que ya hemos aludido, las sociedades desrrolladas
alcanzan un cierto grado de estabilidad, podiendo situarse como fecha de referencia para el fenómeno la
década de los cincuenta. Por esas fechas, en estas sociedades aún poseían plena vigencia los valores
procedentes de la tradición judeocristiana relativos al sexo y la fecundidad, configurando un modelo
patriarcal de familia. Sin embargo, un avance científico-tecnológico vendría a poner fín al predominio
absoluto de dichos valores: la aparición de los anticonceptivos desarrollados por la industria
farmacológica y masivamente extendidos en los años sesenta.

Los anticonceptivos supusieron la liberación de la mujer respecto a las servidumbres de su sexo en


materia reproductiva. Gracias a ellos era posible limitar la descendencia en función de las necesidades o
los deseos que se tuvieran al respecto: podían tenerse muchos hijos, siguiendo las pautas tradicionales,
pero podía limitarse su número e incluso renunciar a ellos sin tener que renunciar necesariamente a la
actividad sexual. Fue precisamente esta desvinculación de actividad sexual y función reproductiva lo que
produjo un cambio social y cultural sin precedentes y de enorme magnitud.

Por primera vez en la historia humana las mujeres y los hombres podían mantener uniones sexuales sin la
secular preocupación por la descendencia. Esta posibilidad produjo lo que se conoce como la revolución
sexual, una de cuyas consecuencias, si no la única sí la principal, ñie la liberación de la mujer y con ella
la definitiva crisis del modelo de familia patriarcal. La revolución sexual no estuvo exenta de conflictos,
como no lo está todavía hoy; gracias a las tecnologías de la contracepción, las mujeres comenzaron a
disfrutar de una autonomía personal que hasta entonces había estado reservada a los varones.

El desarrollo personal de las mujeres mediante el trabajo y su plena incorporación e integración en la


sociedad al margen de los controles familiares permitió la puesta en práctica de las tesis feministas hasta
entonces limitada por la sujeción de la mujer al embarazo, el parto y los hijos.

El conjunto social, sin embargo, aún no ha asumido en su totalidad las consecuencias de la aparición,
difusión y perfeccionamiento de las tecnologías de la contracepción, como ponen de manifiesto
numerosos y frecuentes conflictos entre los sexos que se producen incluso en las sociedades más
avanzadas. Pero, con todo, la crisis del modelo patriarcal de familia resulta ya irreversible, especialmente
con la reciente aparición de las biotecnologías y las posibilidades que con ellas se abren.

Uno de los campos en que más rápidamente se han venido produciendo avances espectaculares desde
fechas muy recientes es precisamente el de la biotecnología. Desde la posibilidad de fecundación "in

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Filosofía eMAGISTER Tema 36

vitro", es decir, mediante implantación extrauterina del óvulo fecundado, que dio lugar a los primeros
"niños probeta", hasta las recientes técnicas de ingeniería genética, aún en pleno desarrollo, que permiten
producir alteraciones en los embriones, toda una panoplia de tecnologías ha venido a quebrar los valores
más arraigados en las sociedades occidentales.

Si los anticonceptivos desvincularon sexo y fecundidad, la biotecnología desvincula fecundidad y


maternidad, provocando una verdadera revolución en el concepto mismo de reproducción humana. No es,
pues, de extrañar que los Estados hayan tomado cartas en el asunto y se haya creado en poco tiempo im
arsenal legislativo para hacer frente a las nuevas e insólitas situaciones humanas y sociales derivadas de
estas técnicas.

Una amplia gama de problemas jurídicos y morales crecientes e insospechados está provocando riadas de
tinta y discusiones interminables; cada día los medios de comunicación nos sorprenden con nuevos y
sorprendentes casos que aumentan nuestro estupor, al que se suma un fundado temor por la posibilidad
que la ingeniería genética conlleva de manipular e incluso modificar al propio ser humano. El embarazo
de abuelas para que sus hijas sean madres, el almacenamiento de embriones, la clonación, la producción
voluntaría de determinadas características, la producción en serie de seres humanos, nos ponen frente a la
posibilidad de hacer real el mito de Frankenstein.

Las nuevas tecnologías de la vida han producido insospechados y beneficiosos avances para la agricultura
o la ganadería, pero en su aplicación a los seres humanos la biotecnología plantea, junto a enormes e
indudables posibilidades terapéuticas y curativas, algunos de los problemas de más difícil control para la
humanidad contemporánea.

5. EL CONFLICTO TECNOLÓGICO

5.1. El im pacto social de la tecnología

La lógica del desarrollo científico y tecnológico es siempre transgresora en lo que tiene de actividad
humana transformadora de la realidad, pero esa "reforma de la naturaleza" en que consiste la técnica
puede topar con límites infranqueables. El desarrollo tecnológico puede llegar a encontrar límites sociales
insuperables que van más allá de la modificación de la estructura social, los valores vigentes o el cambio
cultural para entrar de lleno en el núcleo mismo de la dignidad humana, con el peligro que ello encierra.

El impacto social de la tecnología se produce siempre de manera paradójica. Para muchas sociedades el
control de la natalidad supone una necesidad acuciante, pues de otro modo su salida del subdesarrollo
resulta improbable; para otras, en cambio, el problema puede ser el inverso, esto es, satisfacer el deseo de
tener descendencia superando la aparente imposibilidad biológica. La misma línea de desarrollo
tecnológico satisface necesidades y deseos opuestos; el optar por uno u otro no depende pues de la
tecnología en sí misma sino de los valores personales o sociales vigentes.

Por otra parte las consecuencias del avance tecnológico son a menudo imprevisibles y en algunos casos
no deseadas. La imprevista revolución sexual y la liberación de la mujer en los países desarrollados fue la

34
Filosofia ©MAGISTER Tema 36

consecuencia de la aparición de los anticonceptivos; la explosión demográfica por su parte fue la


consecuencia, en este caso no deseada, de la implantación de la tecnología de la sociedad industrial en
ámbitos socioculturales no preparados para ello.

Los valores cambian por efecto de la tecnología o se resisten a ella todo lo que pueden pero,
desafortunadamente, no son la solución de los problemas derivados de su impacto social: el seguro
refugio de la tradición es demasiado débil para constituir un lugar seguro. Únicamente la propia
tecnología puede hacerse frente a sí misma y esto se logra mediante un proceso de evaluación.

5.2. La evaluación de las tecnologías

Una tecnología puede ser evaluada mediante la adopción de dos tipos de criterio. Puede ser evaluada en
relación con los fines que se persiguen con su desarrollo, es decir, en fimción de su mayor o menor
eficiencia, con lo que se realiza una evaluación interna. Por contra, puede ser evaluada en función del
impacto y las consecuencias sociales que su aplicación pudiera provocar; en este caso, se trata de una
evaluación externa.

5.2.1. Evaluación interna

La evaluación interna forma parte del proceso de innovación tecnológica que ha sido descrito en
anteriores Unidades. Para llevar a cabo esta evaluación interna es preciso tener en cuenta los dos aspectos
que encierra su factibilidad, como son materiabilidad y operacionalidad. Una propuesta tecnológica es
factible cuando resulta materialmente realizable, es decir, cuando no contradice lo que sabemos acerca
del comportamiento de la realidad; la segunda condición para que sea factible es que sea operacional, es
decir, que se disponga de conocimientos, habilidades y medios para su puesta en práctica.

Por otra parte, una tecnología factible se evalúa internamente en términos de eficiencia, rentabilidad y de
coste-beneficio. Es eficiente cuando sustituye con provecho a otra tecnología para el mismo fin; es
rentable cuando lo hace con menor coste y es equilibrada en términos coste-teneficio cuando la inversión
necesaria para su puesta en marcha puede ser razonablemente amortizada con las ganancias que reporta
su funcionamiento.

El criterio de evaluación interna es, en cualquier caso, un criterio de racionalidad instrumental; persigue
finalidades, pero resulta inapropiado para determinar fines.

5.2.2. Le valuación externa

La determinación de ios fines constituye la denominada evaluación externa, pues no sólo la


racionalización económica está enjuego al evaluar una tecnología, sino, sobre todo, su impacto social y
las consecuencias de su implantación para los seres humanos. Así pues, la modernización de las
sociedades no consiste tanto en la incorporación y difusión indiscriminadas de tecnologías cuanto en la
incorporación y difusión de aquellas tecnologías que han sido conveniente evaluadas desde criterios
externos. De otro modo, se corre el riesgo de abrir la caja de Pandora de los conflictos sociales, como ha

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Filosofía © M A G IST E R Tema 36

sido el caso, dem asiado frecuente p o r desgracia, de la h isto ria recien te de gran parte de la hum anidad.
U n a incalculable cantidad de sufrim iento se aso cia al pro g reso tecnológico y al proceso de
m odernización, co n respecto a los cuáles, y parafraseando a W alter B enjam ín, podem os afirm ar que toda
innovación tiene algo de catástrofe. Q ue el com ponente catastrófico se lim ite al m ínim o es el objeto de la
evaluación de tecnologías.

5.3. E l im p a c to tecnolÓ 2 Íco e n el a m b ie n te

L as sociedades industriales so n víctim as de sus pro p ias obras. L os efectos nocivos p ara el m edio
am biente m uchas v eces son sólo regionales, pero otras alcan zan u n nivel planetario: hum o, polvo, gases,
sustancias radiactivas, etc., contam inan la atm ósfera y tien en repercusiones en am plias áreas geográficas.
L os hum os y gases procedentes de las industrias y los m odos de v id a urbanos: calefacciones, circulación,
etc., son las principales causas de la contam in ació n atm osférica. E sta contam inación to d av ía no ha
alcanzado unos niveles críticos, pero, si no se pone im rem edio, pronto acabará haciéndolo.

L a polución atm osférica se debe a u n fenóm eno acum ulativo y sus consecuencias, fim dam entalm ente, a la
reacción entre sustancias de distintas procedencias, que crean com puestos aún m ás nocivos que sus
elem entos constitutivos po r separado. E sta p o lu ció n es m uy elevada e n la atm ósfera urbana y gravem ente
p eiju d icial p a ra el ser hum ano. L as sustancias tó x icas acum uladas en la atm ósfera de las ciudades
p ro v o can asm a, bronquitis, contam inan la sangre y fav o recen las infecciones, y a q ue d eterioran los
tejidos. A esto hay que añadirle el hecho de que la atm ósfera u rb an a p o ten cia la p ro liferació n de
bacterias, m icrobios y virus. L o s efectos de e sta p o lu ció n se reconocen, en principio, a largo plazo. Pero
los accidentes en las industrias pueden p ro d u cir la acum ulación de pro d u cto s tóxicos, haciendo que la
polución rebase los lím ites críticos, provocando enferm edades y m ortalidad m asiva. T am bién los lím ites
se p u ed en reb asar p o r causas naturales debido a los vientos o a la disposición, ub icació n y estructura de
las ciudades: si las ciudades están sitas en v alles y no h ay viento se p uede lleg ar a p ro d u cir una
acu m ulación de productos tó xicos que rebase los niveles críticos de contam inación. P o r e sta causa, los
actuales urbanistas tienden a situar las ciudades en lugares donde el v ien to circule y a construir las zonas
de v iviendas a u n nivel m ás elevado que las industriales.

T am bién son cau sa de p o lu ció n atm osférica los desechos de las ciudades, los residuos urbanos. H ay tres
tip o s de desechos: los putrescibles, los com bustibles y los indestructibles. L os com bustibles se pueden
destruir co n facilidad y, en algunos casos, incluso pu ed en lleg ar a ser aprovechados com o fuente de
energía. L as basuras orgánicas tam bién son com bustibles, pero, si están en contacto con el aire cierto
tiem po, se p u d ren y p roducen ferm entaciones, se co n v ierten en m edios bacterianos y atraen a insectos y
roedores transm isores de enferm edades, p o r no h a b lar de los desagradables olores que desprenden. Pero
no cabe duda de que los m ás em barazosos son los indestructibles, porque no nos podem os deshacer de
ellos, pero, p o r lo m enos, no contam inan el aire.

D el m ism o m odo, son im portantes los p eiju icio s ocasionados p o r los ruidos (contam inación acústica),
que, e n m uchos casos, pued en llegar a p ro d u cir enferm edades m entales y neurosis.

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Filosofía ©MAGISTER Tema 36

También las aguas son objeto de contaminación. Las sociedades humanas siempre han visto el agua de
los ríos y océanos como im medio a través del que librarse de sus residuos!. Hasta hace poco, este hecho
no tenía demasiada importancia, ya que los ciclos biológicos del agua se encargaban de reabsorber
naturalmente dichos residuos. Pero ahora no sólo van a parar a las aguas restos orgánicos, sino también
otros de naturaleza química, que aparte de producir múltiples efectos nocivos en ciertos tipos de especies
marinas, también acaban con aquellos organismos a los que se debía la biodegradación de los residuos
orgánicos y de algunos químicos. Las sociedades industriales no sólo vierten cada vez más residuos en las
aguas, sino que con algunos de ellos provocan la contaminación creciente de ríos y mares sin posibilidad
de recuperación, al acabar con los mecanismos naturales de biodegradación.

Las principales poluciones de las aguas son debidas a hidrocarburos procedentes de las refinerías, las
fábricas y los motores diesel, a restos industríales: cianuro, disolventes, acetonas, fenoles, alcoholes,
sulfates, etc., a algunos productos usados en la agricultura, como ciertos pesticidas, insecticidas y abonos,
y a determinados productos químicos domésticos como lejías y detergentes tóxicos y no biodegradables;
por no hablar de los productos radiactivos. Y si además de estos factores tenemos en cuenta los acci­
dentes que tienen lugar en la industria y el transporte (los petroleros, con las consiguientes "marcas
negras" que originan), etc., podemos damos cuenta de que poco a poco los ríos y los mares están cada vez
más contaminados. Todo esto repercute en la fauna acuática del planeta, que en muchos casos es
aniquilada. Pero lo peor, con ser malo, no es que desaparezcan algunas especies marinas, sino el modo en
que ello afecta a la humanidad. Muchas de esas especies constituyen vm elemento de nuestra alimentación
y en ocasiones se han encontrado productos perniciosos y cancerígenos en su interior, como, por ejemplo,
los hidrocarburos polibencénicos.

5.4. El debate ecológico; historia de un debate

El debate ecológico no responde a un impulso altruista de “amor a la naturaleza", sino a un impulso


egoísta. Los perjuicios que el hombre causa al medio ambiente, en el fondo se los causa a sí mismo. El
hombre destmye la naturaleza, pero ella se venga. La contaminación, el agotamiento de recursos, etc., en
último término se convierten en un problema para el hombre. Por ello, el debate ecológico se plantea en
función de los intereses humanos y no de los intereses "naturales". El principal interés del hombre es el
de cubrir sus necesidades, para lo que necesita materias primas y alimentos, pero el progresivo
empobrecimiento de los recursos del planeta, sumado al constante aumento demográfico de la
humanidad, hacen reflexionar al hombre y plantearse lo que puede llegar a pasar en un futuro próximo.
Surge así un debate ecológico planteado en términos de crecimiento demográfico y de un modelo de
desarrollo económico que en último término exige una superexplotación de los recursos con su
consiguiente amenaza de agotamiento.

El debate ecológico, planteado en estos términos, viene de muy atrás. Su origen se remonta a la segimda
mitad del siglo XVIII, teniendo como primer antecedente al economista escocés Adam Smith. Partidario
del progreso tecnológico y del libre comercio internacional, Smith creía en la capacidad humana del
“crecimiento sin límites" económico y poblacional.

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Filosofía © M A G IST E R Tema 36

P ero pocos años tu v iero n que pasar p a ra que R o b ert M alth u s ex p u siera u n a teo ría m ucho m ás pesim ista
al respecto: m ientras la p o b lació n se desarro lla en p ro g resió n geom étrica, la p ro d u cció n de alim entos
tiende a hacerlo e n prog resió n aritm ética. Lo que quiere d ecir que lleg aría u n m om ento e n que no se
podrían p roducir suficientes alim entos p ara aten d er las dem andas de im a po b lació n que crece tan deprisa,
aunque hay ciertas “ lim itaciones positivas" al crecim iento de población, com o las catástrofes, las
epidem ias y las guerras, que hacen que se estabilice la p o b lació n con respecto a los recursos. E sta teoría
sería criticada m ás tard e p o r el econom ista y filósofo alem án K arl M arx, según el cual la m iseria no
p ro v em a de que hu b iera u n núm ero excesivo de h ab itan tes, sino del m odo de p ro d u cció n cap italista y de
la p ro piedad privada. E l siguiente antecedente lo enco n tram o s en D av id R icardo. Según él, al ser los
recursos (la tierra) de carácter lim itado, sería necesario, p a ra o b ten er m ay o r producción, ap o rtar m ás
trabajo y capital, lo que se traduce e n u n a m en o r rem u n eració n del trab ajo si se q u ieren m an ten er los
beneficios, que sería p ro g resiv a h asta lleg ar a u n punto en el que no es posible la subsistencia del
trabajador. E sto se p o d ría solucionar a través de u n a acu m u lació n m ás ráp id a de capital, pero el m ejor
m odo sería reduciendo la población. Jo h n S tuart M ili sin tetiza las p o stu ras an terio rm en te defendidas
acerca de los posibles lím ites al crecim iento. M ili d efen d ía que la riq u eza no p uede carecer de lím ites y
que tras u n a evolución p rogresiva se alcan zaría u n estado estacionario, en el que la cu estió n no radicaría
en p ro d u cir m ás p a ra obtener riq u eza (pues y a no h ab ría de dónde ob ten erla), sino en p ro d u cir y
red istrib u ir lo suficiente p a ra la subsistencia de to d o s, p ara lo cu al sería indispensable red u cir el cre­
cim iento de la población. C on la g ran depresió n de 1929, p arecía que la etapa cap italista alcanzaba su fin
y surgieron econom istas y pensadores que d iag n o sticarían la situación. U no de ellos fue A lv in H ansen,
que d esarrolla la tesis d e l estado estacionario que M ili h ab ía propuesto, al d efen d er que la falta de
oportunidades de beneficio se tra d u c ía e n u n a escasez de inversiones, que te r m in ^ ía p o r convertirse en
un fenóm eno perm anente. F rente a e sta tesis surge la de otro econom ista, J.M . K eynes, d efen so r del
capitalism o, que, si bien acep tab a u n estado estacio n ario a largo plazo, d ecía que to d av ía tard aría m ucho
en llegar y que la situación de la ép o ca p o d ía superarse m ediante determ in ad o s m od o s de estim u lar la
inversión y el em pleo.

Pero la polém ica acerca de los lím ites del crecim iento dem ográfico y económ ico surge con to d a su fuerza
tras la reconstrucción económ ica que tuvo lu g ar después de la seg u n d a g u erra m undial, en com binación
con los estudios de pro sp ectiv a que caracterizaro n la décad a de 1960. A p artir de entonces m uchos
econom istas, pensadores, científicos e intelectuales ex p o n d rían sus teo rías al respecto. E stas teorías van
desde v erdaderos m anifiestos en fav o r de u n desarrollism o dem ográfico y económ ico, h asta fuertes
oposiciones a los m ism os, que abo g an p o r u n "crecim iento cero".

6. DESARROLLISM O, CRECIM IENTO CERO Y DESARROLLO SOSTENIBLE

M encionarem os las diferentes posturas de los m ás destacados representantes de la polém ica, p o r el orden
de m ayor a m enor d efen sa del crecim iento sin lím ites. D en tro de u n m arco capitalista, nos encontram os
con la p ostura de W .W . R ostow , uno de los m ayores d efensores del crecim iento. Según éste, la
hum anidad v a atravesando im a serie de etapas de crecim iento económ ico, encontrándose, al final de la
escalada, la "era del alto consum o en m asa", m eta que todos los p aíses h an de asp irar a lograr. Pero no
tien e en cuenta que los recursos so n lim itados, p o r lo que lleg ar a esa era a nivel planetario sería
im posible. O tro partidario del desarrollism o radical es C o lin C lark, que p ropone soluciones casi de

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Filosofía ©MAGISTER Tema 36

ciencia-ficción al exceso de población y la escasez de recursos: hacer ciudades flotantes y utilizar la tierra
para cultivos, poblar las zonas fnas del planeta, aclimatar las cálidas para la agricultura, etc. También son
partidarios radicales del crecimiento H. K ahny A. Wiener, que no sólo lo defendieron, sino que hicieron
unos importantes estudios prospectivos de cómo sería éste, en ima clasificación en fimción de las rentas
"per capita".

Aunque estos autores que acabamos de mencionar se insertan todos dentro de un marco de defensa del
sistema capitalista, también hay socialistas y comunistas partidarios de im crecimiento económico y un
desarrollo ilimitados, como ocurre con T. S. Khachaturov.

Las posturas que hemos visto hasta ahora, todas desarrollistas, no tienen en cuenta que en un mundo
finito no puede darse un crecimiento sin límites. La "primera escuela francesa" tomó conciencia de ello,
pero, aún así, son en su mayoría partidarios de vma tendencia a la expansión rápida: A. Sauvy critica el
crecimiento cero, pues causaría un progresivo envejecimiento de la población además, según él, son más
importantes otros problemas como el crecimiento del consumo o la injusta distribución de bienes;
Chevénement, Faure y Barre, también proponen un crecimiento rápido, pero "humanizado", es decir, la
población tiene que crecer más rápidamente, pero proponiéndose como fin una "sociabilidad".

También hay miembros de esta escuela que son más reacios a un desarrollismo sin límites, como es el
caso de Philippé D'Iribame, que propone un proyecto de "sociedad feliz" con un crecimiento menor.

Otra postura reacia al crecimiento sin límites, pero aún así partidario de im cierto desarrollismo (aunque
moderado y en el sentido adecuado), es la defendida por los prestigiosos economistas y premios Nobel P
A. Samuelson y J. Tinbergen. Ambos proponen que es necesario poner un freno al desarrollismo salvaje
derivado del capitalismo y terminar con el culto al PNB (Producto Nacional Bruto), pero sin sumarse a
planteamientos socialistas ni radicales; simplemente proponen una economía mixta, es decir, un
capitalismo con un sector público más o menos "vigoroso".

Hemos visto hasta ahora las posturas de economistas y autores defensores del desarrollismo. A partir de
aquí, mostraremos los planteamientos de otros analistas que están en contra del mismo y que abogan por
un crecimiento cero. Uno de ellos es Philippé Saint-Marc, quien observa que el desarrollismo económico
y demográfico derivado del capitalismo puede acabar peijudicando los ecosistemas de la naturaleza y, por
tanto, a la humanidad misma. Así pues, en su opinión, es preciso controlar el desarrollo para que no
perjudique a la naturaleza. Otro autor contrario al crecimiento ilimitado es Mansholt, que propone un
freno a la evolución demográfica, un aumento en la producción de alimentos y una mejor distribución de
éstos, una reducción del consumo, una producción de bienes esenciales que sean duraderos y una
protección del medio ambiente. Pero mucho más radicales en cuanto a poner un freno al desarrollismo
son las posturas de los economistas americanos K. Boulding y R. Heilbroner, que, siendo muy
conscientes de lo limitado de los recursos, afirman que hay que cambiar la economía y que en vez de
obsesionarse con aumentar el PNB, lo que hay que hacer es conservar el capital, seguir vma política de
solidaridad y proteger la naturaleza, que es la fuente de nuestros recursos. Con respecto a la demografía
opinan que la capacidad del planeta está saturada y que es necesario reducirla si queremos que haya
recursos para todos. La segunda escuela francesa, de la que destacamos las posiciones de René Dumont y

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Filosofía © M A G IST E R Tema 36

R o g er G araudy, ta m b ié n es p artid aria del crecim iento cero. D u m o n t defiende las siguientes tesis: es
im posible u n crecim iento sin lím ites e n u n m undo finito; h ay q ue co n serv ar la n atu raleza p ara las
generaciones futuras; el capitalism o no hace u n a co sa n i o tra al seg u ir la ley del m áxim o lucro, po r lo que
hay que to m ar p o siciones socialistas; hay que red u cir la n atalid ad y red istrib u ir las poblaciones de
m an era que se acabe co n los espacios superpoblados; y, fin alm en te, es n ecesario lleg ar al crecim iento
cero en cuanto a dem ografía y consum o. G araudy, p o r su parte, sostiene que el crecim iento conjunto de la
po b lación y de la econom ía, es decir, del consum o, p ro v o ca u n ag o tam ien to de recursos, u n a progresiva
contam inación y u n desequilibrio psicológico e n el hom bre m oderno. P ara solucionar esto h aria falta, por
u n a parte, u n control de la natalid ad y, p o r otra, cam b iar el sistem a de producción.

O tros defensores del crecim iento cero son R en é D ubois, G eo rg e B orgstrom , P au l R . E rlich, B arry
C om m oner y G arret de B ell. L as tesis de to d o s ellos co in cid en e n que es necesario fren ar la explosión
d em ográfica y en que es preciso acom pasar el crecim iento eco n ó m ico co n im a p ro fu n d a redistribución
internacional de la renta.

T am b ién so n destacables en la defen sa del crecim iento cero el g ru p o de cien tífico s relacionados co n la
rev ista b ritán ica "The E cologist", quienes d efien d en u n a ética b asad a en la pertu rb ació n m ínim a de los
procesos ecológicos, la conservación m áxim a de las m aterias prim as y de la energía, vma población en la
que el nuevo aporte sea igual a la pérd id a y u n sistem a social dentro del cual el individuo p u ed a disfrutar
de las anteriores condiciones, en v e z de sentirse lim itado p o r ellas.

V em os, pues, que la p o lém ica ecológica plan tead a e n térm inos de los lím ites del crecim iento, es am plia e
im portante. T anto que h a suscitado la elaboració n de inform es in tern acio n ales en los que se d iscu ten los
problem as que se d eriv an del desarrollism o dem ográfico y eco n ó m ico y las p o sib les soluciones que se
p o d rian p lan tear al m ism o: los inform es elab o rad o s p o r el C lub de R o m a (form ado p o r u n cen ten ar de
personalidades en 1968). P ero la polém ica está lejos de concluir: to d a v ía siguen enfrentados quienes
ab o g an p o r el desarrollism o y quienes lo h acen p o r u n crecim iento cero, y las expectativas acerca de una
posible conclusión ind ican que aú n estam os m uy lejos de v e r el fin al del debate.

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Filosofía OMAGISTER Tema 36

7. RESUMEN DEL TEMA 36

En la actualidad nos encontramos, entre otros muchos, ante un grave problema: el problema de si el
hombre puede dominar todas las técnicas que él mismo ha creado y si la ciencia le puede acompañar
en esa apuesta. La importancia del problema proviene de que vivimos en un mimdo en el que la
naturaleza está puesta bajo el signo del hombre activo, del hombre que inscribe la técnica en la
naturaleza.

La técnica es una actividad transformadora de la realidad material. E)e ahí la importancia de su


defínición, conocer sus ñnes, sus medios, sus efectos, su propia historia. La máquina y la
herramienta son una prolongación del hombre, como una prótesis de la naturaleza humana. Pero el
éxito de la técnica corre el riesgo de aminorar el predominio del hombre.

Defínición de técnica: Un conjunto orgánico de capacitación, conocimientos y procedimientos para


hacer, usar y fabricar cosas útiles.

Tecnología es el conjunto de procesos físicos y biológicos concretos que en cada momento se ponen
en marcha para la ejecución de ima técnica.

Históricamente han existido sociedades preindustriales, caracterizadas por la técnica tradicional


artesana y un relativo progreso de los métodos; industriales, caracterizadas por la producción en
masa y el gradual aumento de la parte del beneficio dedicado a la investigación sobre "nuevas
tecnologías", y sociedades post-industriales, que son las que propiamente llamamos "sociedades
tecnológicas" y que decididamente han institucionalizado el cambio tecnológico como rasgo
distintivo de su cultura.

Lo importante en la historia de la técnica no son tanto las técnicas empleadas en diferentes épocas
cuanto el modo en que éstas se desarrollaron, puesto que lo que marca el grado de evolución de una
sociedad es la forma de desarrollar su técnica y no las técnicas concretas que se utilizan. De este
modo, podemos constatar que, en la historia de la humanidad, se han dado tres estadios de
desarrollo técnico que se corresponden con los tres grados de civilización que, haciendo una
clasifícación básica, podemos encontrar en ella. Estos tres grados de civilización son el de las
culturas primitivas, el de las antiguas y el de las modernas.

El conocimiento científíco y el desarrollo tecnológico constituyen dos de los puntales de todo


proceso modernizador de una sociedad, hasta el punto de que no existe modernización allí donde no
hay tecnología.

El proceso de cambio o desarrollo tecnológico abarca las siguientes fases:

1°) Invención o investigación aplicada.

2°) Desarrollo industrial de planes operativos

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Filosofía © M A G IST ER Tema 36

3°) Innovación propiam ente dicha, que es la p u esta en p ráctica a escala p len a de los planes.

4°) D ifu sió n e im itación.

L a tecn o lo g ía tiene in flu en cia e n el niv el de p ro d u cció n de b ien es b ásico s, lo q ue influye en la


estructura de la sociedad, pero es difícil p recisar consecuencias unívocas de la tecnología, tanto en la
o rganización del trabajo com o e n le nivel de eficien cia productiva.

C onsideram os que u n a tecnología es a d e c u a d a para u n país en desarrollo cuando su introducción en


u n a sociedad cre a im proceso de autorreforzam iento interno de la p ro p ia com unidad.

L a e v a lu a c ió n d e te c n o lo g ía s es un p roceso consistente e n el análisis de los desarrollos


tecnológicos y de sus consecuencias, y en las discusiones q ue su rg en a p a rtir de tales análisis.

E l objetivo de la evaluación de tecnolo g ías es g en erar u n a inform ación que sirva de ayuda en la
d eterm inación de la política estratégica de desarrollo tecn o ló g ico p o r parte de quienes ten g an esa
responsabilidad y que facilite la definició n de los tem as susceptibles de u lterio r investigación p ara
evaluación tecnológica.

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filosofía ©MAGISTER Tema 36

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Filosofía OMAGISTER Tema 36

9. RESPUESTAS

T: 1. Establecido que se tra ta de conocim ientos distintos, cuáles son los dos enfoques contrapuestos y
_3 tradicionales, igualm ente radicales, en tre ciencia y tecnología:

En relación al problema entre ciencia y técnica, establecido que se trata de conocimientos distintos, se
suele hablar de dos enfoques contrapuestos, igualmente radicales:
Ir
ft. a. El enfoque intelectualista (en la denominación de Quintanilla) considera que las técnicas son
aplicaciones de conocimientos previamente disponibles a la resolución de problemas prácticos. La
tecnología se reduce a "ciencia aplicada". Contra esta posición se puede argumentar que la técnica
ft
incorpora elementos no reductibles a factores cognoscitivos, como las habilidades o capacidades
técnicas. Además, hay una parte de los conocimientos necesarios para el desarrollo de una
tecnología que son propiamente técnicos (como la invención práctica, ios criterios de efíciencia
empleados para valorar esas invenciones, etc.), obtenidos como resultado de investigaciones
exclusivamente técnicas, y no científicas.

b. El enfoque pragm atista considerara, inversamente, que la base de todo conocimiento es la


experiencia práctica y que los conocimientos científicos son formulaciones teóricas que pretenden
fundamentar o explicar esos descubrimientos prácticos. Las tecnologías son complejos técnicos
promovidos por las necesidades de organización de la producción industrial que subsidiaría, aunque
necesariamente, promueven nuevos desarrollos de la ciencia. Este enfoque es difícil de defender,
porque, si la ciencia es una mera racionalización de la técnica, no puede explicar por qué pedimos a
las teorías científicas verdad, certeza o exactitud, mientras sólo demandamos efíciencia de la técnica.

Evidentemente, ninguno de estos dos enfoques resuelve la gran cantidad de problemas que suscitan las
complejas relaciones entre ciencia y técnica. Quintanilla, en su ensayo Tecnología: un enfoquefilosófico,
ofrece un resumen de tales complejidades:

1) El empleo de conocimientos teóricos para construir artefactos no es específico de las modernas


técnicas industríales. Los principios de la estática, hidrostática, etc. se utilizaban en la antigüedad
para diseñar y construir máquinas.

2) Es cierto que a partir de la revolución industrial se generaliza la aplicación de los conocimientos


I científicos a la producción industrial y al diseño de productos de consumo y servicios; pero no todas
las nuevas tecnologías son producto de un conocimiento científico previo (la máquina de vapor, por
ejemplo, es anterior a la formulación de la termodinámica).

3) Desde el siglo XVIII se organizan y sistematizan (incluso institucionalmente en las "escuelas de


ingenieros") los conocimientos técnicos. Esos conocimientos se basan en el método científico, pero
no se reducen a la ciencia, sino que incluyen procedimientos y prácticas operacionales.

45
Filosofía © M A G IST ER Tema 36

4) T anto en la técnica preindustrial com o industrial, la invención, el diseño y la innovación creativa son
decisivas p a ra el desarrollo de u n a técn ica. E stos factores no p u e d en red u cirse a la m era aplicación
de conocim ientos científicos previam ente disponibles.

5) P o r últim o, la tecn o lo g ía h a dado lugar al surgim iento de nuevas ram as de la investigación científica
(abstractas, generales) estrictam ente tecn o ló g icas (operacionales).

2. C ó m o se re a liz a el p ro c e so d el c a m b io tecn o ló g ico y c u á le s so n su s fases.

U na de las características definitorias de la sociedad p o stin d u stríal es la in stitu cio n alizació n del cam bio
tecnológico. E l cam bio tecnológico es un fenóm eno esencialm ente económ ico-industrial (no científico), y
que posee dos caracteres fim dam entales:

a) Frente al desarrollo de las técnicas prein d u striales, el desarrollo técn ico industrial y post-industrial
está presidido p o r la búsqueda sistem ática de procedim ientos y bases teóricas para m a x im iz a r los
c rite rio s d e e fic ien c ia té c n ic a . E l cam bio tecnológico es el instrum ento p a ra el fin propuesto:
m axim izar la eficiencia productiva.

b) E l desarrollo técnico está presidido p o r lo que p odem os llam ar el imperativo de innovación


constante. L a innovación es consustancial a la técn ica, pero m ientras la técn ica tradicional se
d iseñaba "com o si fuera p a ra to d a la vid a", en el m arco tecnológico actual los artefactos se diseñan
"para ser m ejorados" de inm ediato. L a in g en iería civil h a adoptado la n o rm a de in v estig ar una
solución específica p a ra e a d a problem a y cualquier proyecto tecnológico de envergadura, aunque sea
de u n tipo p ara el que existen técn icas contrastadas, supone el inicio de u n proceso de
investigaciones y ensayos que lleven a u n a solu ció n original y ad ap tad a a la situación. E sto supone
u n gran caudal de iim ovaciones ad hoc.

A h o ra bien, si la innovación es un im perativo im puesto p o r las condiciones económ ico-culturales que


in strum entalizan la té cn ica al servicio de la eficien cia pro d u ctiv a, ésta sólo es p osible tras u n largo
proceso que tratarem os de explicar. E l proceso de cam bio tecn o ló g ico tiene fases distinguibles p o r su
relación con (a) las condiciones físicas (recursos m ateriales) y (b) los costes y beneficios económ icos:

a) L a prim era fase es la invención o investigación aplicada, p o r la que se entiende la obtención de


nuevas ideas y su puesta a punto m ediante la co m p ro b ació n e n p eq u eñ a escala de su viabilidad
técnica (fase de experim entación en laboratorio).

b) D esarrollo de planes operativos a escala plena, que es la creació n de m odelos industriales (fase de
experim entación industrial).

c) L a tercera fase es la que propiam ente denom inam os innovación, que consiste en la p u esta de los
planes en uso práctico efectivo (y la co nsiguiente co m ercializació n de la innovación). E n este

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Filosofía GMAGISTER Tema 36

momento, la innovación sufre el test defínitivo del mercado. Aún superando las fases experimentales
y de desarrollo, la innovación puede ser rechazada por el mercado en esta fase.

d) Posteriormente, se produce la imitación o difitsión de la innovación entre nuevos productores sin


capacidad innovadora y usuarios.

3. Qué entendem os por tecnologías adecuadas p a ra los países en vías de desarollo.

Cuando se habla de los países menos desarrollados, "tecnología adecuada" se identifica, casi
inmediatamente con "tecnología de bajo coste", "blandas" o "alternativas". Estas palabras sólo
representan una dimensión económica y técnica, mientras que el término "adecuado" debe incluir las
dimensiones sociales y culturales de toda innovación. En este sentido -y siguiendo a Dormido, Morales y
Abad- podemos considerar "adecuada" una tecnología "cuando su introducción en una sociedad crea un
proceso de autorreforzamiento interno de la propia comunidad. Es decir, la tecnología soporta el
crecimiento de las actividades locales y el desarrollo de las capacidades endógenas tal como lo decide la
sociedad en la que se va a incardinar".

Esta definición parte de la base de que no se puede identificar crecimiento y desarrollo. El crecimiento es
el aumento en la producción de bienes y servicios contrastaba cuantitativamente. El desarrollo es la
capacidad de resolver los propios problemas utilizando los recursos de que se dispone, de forma que está
ligado, no sólo a recursos tangibles y cuantificabas, sino también a las condiciones, expectativas y
aspiraciones de las personas, esto es, a la situación social, cultural y económica de la comunidad; por lo
tanto, debe estudiarse incluyendo criterios cualitativos. Las tecnologías deben elegirse para un
crecimiento cuantitativo y para un desarrollo cualitativo del país.

En los países desarrollados, existe un proceso continuo de retroalímentación según el cual el crecimiento
genera crecimiento. Este proceso se basa en que las economías desarrolladas tiene estructura de mercado,
de modo que el consumo de productos "tecnológicos" genera beneficios que pueden reinvertirse en
innovaciones ulteriores, y al mismo tiempo, la actividad industrial e investigadora genera salarios (para
los trabajadores), dividendos (para los accionistas) e impuestos (para el gobierno y, vía redistribución,
para toda la sociedad). Estas relaciones crean un sistema integrado -aunque con inevitables desajustes-
que garantiza un crecimiento cíclico. Por el contrario, en los países menos desarrollados, la estructura de
mercado no existe o es muy deficiente. El resultado es que la tecnología puede ocasionar crecimiento
(aumento de la productividad), pero no auténtico desarrollo. El ejemplo paradigmático son las pequeñas
naciones del sudeste asiático: grandes dosis de tecnología aplicadas a una estructura social tradicional son
capaces de producir un crecimiento vertiginoso, pero el producto de ese crecimiento ha de
comercializarse en mercados occidentales, pues no hay un mercado local. Posteriormente, los países
desarrollados trasladan sus innovaciones a estos lugares, y el proceso se repite, de forma que el ciclo
mercantil existe, lo cual explica el crecimiento, pero el desarrollo no se da, porque el ciclo es externo a la
comunidad. Originar ese lazo de retroalímentación interno es la única vía para que la innovación genere
desarrollo, pero esto es difícil, pues los países menos desarrollados dependen de préstamos de los países
industrializados, con lo que el capital eventualmente inversor ha de salir del país. Además, las decisiones

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Gi
c.
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políticas suelen estar en m anos de una pequeña élite, con lo que sólo de su interés dependerá el inicio de
políticas que favorezcan dicho proceso.

Ante estas dificultades, cobra interés el desarrollo de un buen sistem a para decidir sobre la implantación
de una tecnología adecuada. Resum idam ente, podem os decir que el sistem a de evaluación tiene tres
pasos:

a. Primero, la ciencia y la técnica establecen las soluciones posibles a un problem a técnico dado:

b. segundo, la econom ía y la sociología indican qué efecto tendrá la aplicación de las tecnologías
posibles;

c. tercero, la elección se orienta m ediante consideraciones políticas,

L a decisión final debe ser política, porque la tecnología ha de ser un m edio para cum plir los objetivos de
ima comimidad. U na vez decidida así la tecnología adecuada, su transferencia debe respetar las
peculiaridades culturales del país donde se im planta, evitando la im itación simple de las estructuras
occidentales. En este proceso es esencial la inversión en educación, para form ar unos recursos humanos
que, alargo plazo, serán el único factor capaz de garantizar el proceso de autorreforzam iento de las
"tecnologías adecuadas" para el desarrollo del país.

4. ¿Q u é entendem o s c u an d o decim os q ue la técn ica tien e su p ro p ia au to n o m ía.

De modo análogo a lo que decim os de que la ciencia tiene su propia autonom ía debe decirse respecto de
la técnica. Si, desde un punto de vista filogenético, podem os considerar la ciencia como la consecuencia
del hecho de que, en la escala de los seres naturales, ha aparecido un anim al (el hom bre) dotado de
inteligencia, podríam os, según el mismo punto de vista, considerar la técnica como la consecuencia del
hecho de que este animal, adem ás de asegurar su supervivencia adaptándose al ambiente, la persigue
adaptando el ambiente a sí mismo. Esto trae consigo que no exista para el hombre un hábitat natural
(como ocurre para cada especie viviente), y esto no ya porque, según se afirm a a veces superficialmente,
puede adaptarse a cualquier ambiente, sino más bien porque es siem pre capaz de construirse su
ambiente a pesar de las condiciones naturales más adversas. Obviam ente, no puede después dejar de
conformarse a un tal am biente, de depender de él, incluso m odificándolo incesantem ente y, en cierto
sentido, de adaptarse a aquellas m odificaciones que él mismo ha producido. La técnica es justam ente lo
que le perm ite al hom bre construirse tal am biente artificial y a continuación cambiarlo, por lo cual
podem os decir, de modo equivalente, ya sea que el verdadero am biente del hombre es un ambiente
artificial como, más exactamente, que el ambiente del hom bre es el mundo técnico. Debem os reconocer
que hoy el ambiente del hombre está constituido por el mundo tecnológico. Por ello toda propuesta
«ecologista» que propugne una vuelta a un estado de naturaleza es profundamente errada, en la medida en
que no reconoce que el verdadero «ecosistem a» del hom bre, es decir, aquel en el que no sólo vive sino
del que vive, es el m undo del cual no es posible volver atrás. Como máximo se podrá proponer modificar
este ecosistem a, y ésa es una propuesta razonable aunque dificil de realizar.

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5. Cuáles son las características significativas del sistem a tecnológico.

Una afinidad con el sistema científico que subraya la autonomía del sistema tecnológico es la que
podríamos llamar su identidad, puesto que posee una fisionomía propia que no se deja influir sino
marginalmente por las diversidades culturales. Al igual que la ciencia contemporánea es la misma en
todos los países y más allá de todas las fronteras no siendo afectada por peculiaridades culturales (a
diferencia de cuanto sucedía con la ciencia antigua), así también el desarrollo de la tecnología presenta
los mismos caracteres sustanciales y produce los mismos efectos, independientemente del hecho de que
se desenvuelva en Europa Occidental, América, Rusia o China.
:I

Otra característica fundamental del sistema tecnológico es el autocrecimiento, característica que está en
la base de muchas preocupaciones que hoy se plantean en relación con su progreso, en la medida en que
el autocrecimiento no significa solamente un proceso que acaece por encima de las intenciones del
hombre (el cual incluso se halla reabsorbido en este proceso fagocitante), sino que suscita también el
temor de que la lógica interna de este desarrollo pueda conducir a consecuencias fatales para la misma
supervivencia de la humanidad.

Son justamente estas características de extrema complejidad, autosuficiencia y omniabarcabilidad las que
hacen del sistema tecnológico algo bastante diverso cualitativamente del sistema industrial, y a la
civilización tecnológica algo asimismo diferente de la civilización industrial. Esta última viene
esencialmente caracterizada por la máquina, y la máquina, bien o mal, permanece siempre como un
instrumento que el hombre puede usar a placer, al menos teóricamente (y también puede destruir o
renunciar a emplear). Pero la tecnología, como ya se ha visto en toda su extensión, constituye hoy día una
inextricable red de concatenaciones entre los más diversos sectores de la actividad humana, un modo de
vivir, de comunicarse, de pensar, un conjunto de condiciones por las cuales el hombre es dominado
ampliamente, mucho más que tenerlas a su disposición. Por eso, muchas críticas de la civilización
tecnológica, justamente porque viene identificada implícitamente con la civilización industrial y casi
siempre sin ser consciente de ello, son bastante inadecuadas, así como lo son muchas ilusiones optimistas
acerca de corregir o guiar el desarrollo tecnológico, del cual se continúa creyendo que su núcleo esencial
es el fenómeno industrial.

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