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Universidad de Pamplona N.

Facultad de Artes y Humanidades

Programa: Comunicación Social

Yinibeth Chávez Vanegas

Historias, Vivencias y Dolor: Colombia.

Pequeños inocentes que, sin tener responsabilidad alguna, se han visto envueltos en algo
que muchas veces desconocen o simplemente no comprenden y todo por estar allí, en ese
momento, en ese lugar. Se convierten en víctimas o en parte de las filas de grupos
subversivos al margen de la ley que acaban con su infancia haciéndolos pasar por
situaciones y momentos muy difíciles, de total desesperanza, tristeza y agobio.

Estos seres puros, llenos de inocencia y sinceridad, se convierten forzosamente en hombre


y mujeres que solo tienen que tener como prioridad sobrevivir bajo las condiciones que
sea, tanto por ellos mismos, como por sus familias.

Sobre nuestra sociedad actualmente es demasiado preocupante la situación de la niñez,


problemas tales como el asesinato, reclutamiento forzado por parte de grupos guerrilleros,
paramilitares y bandas criminales, el desplazamiento de comunidades campesinas e
indígenas, acoso y violación sexual tanto en las filas de grupos al margen de la ley, como
en sus propios hogares, mutilaciones a causa de zonas rurales completamente minadas,
secuestros y atentados terroristas. Es por esto que tanto el estado colombiano como la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) a través de su Consejo de Seguridad han
implementado diferentes programas en los cuales se busca en primer lugar que estos
índices disminuyan considerablemente y segundo, toda la atención, el cuidado y bienestar
para los niños que han sido víctimas de estos crímenes o se han visto obligados a
pertenecer a este conflicto. Una noticia diaria es un niño fue raptado, violado, asesinado
y hasta cuando permitiremos esto la taza o porcentaje no reduce, que estamos haciendo
mal no educamos o lo más difícil no se aprende de lo que trágicamente vivimos cada día.
Es preocupante que, en Colombia, casi 7 mil 400 niños han sido reclutados por parte de
grupos subversivos en el marco del conflicto. Una situación que se mantiene en al menos
ocho departamentos del territorio nacional, según la organización Save The Children, y
Alcira Granada, vocera de Save The Children explicó que las formas de reclutamiento
han cambiado durante los últimos años.

En este punto es necesario ser consciente de que el gobierno actual ha establecido leyes
y normas que respaldan este tipo de procesos, algo positivo, pero, por otro lado, ¿existe
acaso el adecuado acompañamiento y las acciones políticas, económicas, sociales y
culturales para garantizar que realmente haya una mejoría considerable sobre la situación
de la niñez y la juventud colombiana?, o que los diferentes procesos de desmovilización
o los nuevos grupos creados políticamente para según mantenerlos bajo vigilancia.

Por los resultados que se establecen a través del monitoreo, supervisión y presentación de
reportes acerca de este tema por parte de entidades oficiales y también privadas, es
evidente notar que el acompañamiento y ayuda a estos niños, niñas e incluso familias
completas es mínimo y que falta mucho para que se logren niveles aceptables con relación
a esta problemática. El ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar) dio a conocer
que en el 2018 fue uno de los años con el menor número de registros de hechos
victimizantes en Colombia, de tal forma que, el número de víctimas del conflicto armado
en el territorio nacional se redujo en un 54% en el 2018 respecto al 2010. A pesar de esto,
aún persisten desafíos en materia de seguridad, principalmente asociados a alcanzar una
mayor gobernabilidad en los territorios para reducir la incidencia del crimen organizado,
la corrupción y la delincuencia común.
Ésta es la intención de este tipo de obras, abrir nuestros ojos a la realidad, acabar con la
indiferencia que nos caracteriza, para poder de cierto modo estar en los zapatos de
aquellos que tuvieron que vivir la vida de una forma en la que nunca lo hubiesen querido.
“Crecimos en la guerra” es un libro que comprende siete diferentes historias de vida, siete
trágicos casos de niños y niñas de diferentes zonas del país que son la voz y la
representación de millones de casos que nunca podríamos llegar a conocer, pero que
existen y quizás en peores circunstancias y situaciones a los de los protagonistas.

Todas y cada una de las historias tiene una causa específica, un contexto, una realidad y
una problemática, a nivel general, el conflicto armado interno en Colombia, pero si vamos
más al fondo de la situación, identificamos falencias y problemáticas sociales,
económicas y culturales como lo dijimos anteriormente.
Solo como un ejemplo muy concreto, podemos hablar de nuestra primera crónica y
analizarla de una manera más profunda para identificar que no solo el reclutamiento
forzado es el protagonista de la historia de Manuel.

“Así fue como dejé de ser niño”, su protagonista, Manuel, un joven de 19 años
desmovilizado de las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia). Para entrar en contexto,
Manuel nació y creció en una humilde y pequeña finca con muy bajos recursos
económicos, con la ausencia de su padre y su madre quienes lo dejaron a cargo de sus
abuelos cuando solo tenía 3 años.

La relación con su abuela no era la mejor, por ende el maltrato físico, verbal y psicológico
era algo permanente, el nivel académico que pueden tener niños que viven es zonas tan
apartadas y peligrosas es totalmente básico, el hecho de aprender a leer y escribir era un
privilegio que solo pocos tenían, algo realmente triste cuando los derechos primarios de
cualquier niño sin importar en donde se encuentre son la alimentación, la educación y la
salud, algo que Manuel no tenía garantizado de ninguna forma.

Sumado a esto, algunos años después, volvió a retomar una convivencia con su padre y
su hermano, algo que no fue sano, ya que la violencia intrafamiliar es un aspecto
característico es muchas familias que viven en este tipo de circunstancias, esto, junto con
la necesidad inmediata de dinero y sostenimiento, lo llevaron a unirse a los paramilitares
que se encontraban sobre esta zona, curiosamente se incorporó a las filas, por petición de
su padre a uno de los comandantes.

Como esta, la historia de “El Mono” un “Raspachin” de hoja de Coca a los 11 años, Yesica
una dulce niña desplazada por la violencia que llega a una ciudad donde existe una
exclusión social extrema hacia personas que necesitan una ayuda y un apoyo urgente y
solo encuentran indiferencia o el secuestro y posterior asesinato de la pequeña Daniela
son historias reales, pero que la gran mayoría de personas desconocen o simplemente
ignoran.

Es tarea de todos, no solo de las leyes, del estado, de organizaciones internacionales, de


empresas o instituciones públicas o privadas, el cambio está en cada uno de nosotros, en
cada uno de nuestros corazones y solo de esa manera Colombia podrá ser lo que todos
queremos que sea

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