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“Año del dialogo y la Reconciliación Nacional”

“Escuela de Educación Superior Técnico Profesional

PNP-PUCALLPA”

Curso: CODIGO PENAL MILITAR POLICIAL

Catedrático: ABOG. JAZMIN LUNA ZALAZAR

Alumno: A3 PNP CORDOVA ANGULO DAVID

Tema: PROCESO ABREVIADO

DERECHO DE DEFENSA

BIEN JURIDICO POTEGIDO

BENEFICIO PENITENCIARIOS

FUERO MILITAR

Pucallpa- Perú

1
DEDICATORIA

A Dios
Por la sabiduría e inteligencia que meda día a día.

A mi madre
Por su apoyo
incondicional que me brinda
siempre.
A Dios
Por iluminarme durante este trabajo y por permitirme finalizarlo con éxito

A mis queridos padres


Por su apoyo incondicional y el esfuerzo diario que realizan por brindarme
una buena educación.

2
AGRADECIMIENTO

A todas aquellas personas con sed de conocimiento y deseos de


superación, que leen hoy estas páginas y premian el esfuerzo de
este trabajo. Agradecemos en primer lugar, al ser Supremo, único
dueño de todo saber
y verdad, por iluminarnos durante este trabajo y por permitirnos fi
nalizarlo con éxito; y ensegundo lugar, pero no menos importante,
a nuestros queridos padres, por su apoyo incondicional y el
esfuerzo diario que realizan por brindarnos una buena educación.
Los esfuerzos mayores, por más individuales que parezcan,
siempre están acompañados de apoyos imprescindibles para
lograr concretarlos.

3
INDICE

 PROCESO ABREVIADO DENTRO DEL CPMP--------------------


06
 DERECHO A LA DEFENSA DENTRO DEL CPMP----------------
08
 BIENJURIDICO PROTEGIDO DENTRO DEL CPMP-------------11
 BENEFICIOS PENITENCIARIOS DENTRO DEL CPMP---------22
 FUERO MILITAR DENTRO DEL CPMP----------------------------
26
 IMAGINES--------------------------------------------------------
------29
 BIBLIOGRAFIA----------------------------------------------------
----30

4
INTRODUCCION

El presente trabajo está diseñado de forma práctica y


sencilla para comenzar a conocer un poco del CPMP.
Recorriéndolos conceptos y características del mismo,
uso, importancia, tipos, dando una breve descripción de
cada punto ya planteado. Al mismo tiempo la
elección de un tema específico para esta monografía
permite conocer más sobre el CPMP no sólo su
concepto, sino sus aplicaciones y principalmente la
importancia que tiene dentro del estado.

5
Proceso abreviado
El proceso abreviado es aquel que establece plazos breves, formas simples
y limitación de recursos para la tramitación del pleito.
La denominación de abreviado alude a la única circunstancia que lo separa
del proceso de conocimiento, la que no es otra que su mayor simplicidad
desde el punto de vista formal.

El proceso abreviado procura la rápida obtención de justicia


mediante etapas agilizadas por la simplicidad de los trámites. De este
modo se estructura un proceso en función de la celeridad, sin menguar el
derecho de defensa.

Se tramitan en proceso abreviado los siguientes asuntos contenciosos


(Art. 486):

1. Retracto;
2. título supletorio, prescripción adquisitiva y rectificación de áreas o
linderos;
3. responsabilidad civil de los Jueces;
4. expropiación;
5. tercería;

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6. impugnación de acto o resolución administrativa;
7. La pretensión cuyo petitorio tenga una estimación patrimonial mayor
de cien y hasta mil Unidades de Referencia Procesal;
8. los que no tienen una vía procedimental propia, son inapreciables en
dinero o hay duda sobre su monto o, por la naturaleza de la pretensión, el
Juez considere atendible su empleo; y,
9. los demás que la ley señale.
PROCESO ABREVIADO [EN PRIMERA INSTANCIA]

 Plazo para contestar la demanda: 10 días.


 Reconvención: En algunos casos.
 Plazo para contestar la reconvención: 10 días.
 Excepciones: 05 días.
 Plazo para contestar excepciones: 05 días.
 Tachas u oposiciones a las pruebas: 03 días.
 Plazo para absolver tachas u oposiciones: 03 días.
 Plazos especiales del emplazamiento: 30 o 45 días.
 Saneamiento: 15 días.
 Audiencia conciliatoria: 15 días.
 Audiencia de pruebas: 20 días.
 Alegatos: 05 días.
 Sentencias: 25 días
 Plazos para apelar la sentencia: 05 días.

PROCESO ABREVIADO [EN SEGUNDA INSTANCIA]

 Traslado de apelación: 10 días.


 Adhesión al recurso de apelación: si hay.
 Traslado de la adhesión: 10 días.
 Pruebas: si hay.
 Audiencia de pruebas: se fija fecha.
 Vista de la causa e informe oral: 10 días.
 Plazo para sentenciar: no hay.
 Devolución de expediente (si no hay Recurso de Casación): 10 días.

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DERECHO DE DEFENSA:
La Constitución Política del Perú en el artículo 139, inciso 14), reconoce “El
principio de no ser privado del derecho de defensa en ningún estado del
proceso. Toda persona será informada inmediatamente y por escrito de la
causa o razones de su detención. Tiene derecho a comunicarse
personalmente con un defensor de su elección y a ser asesorada por este
desde que es citada o detenida por cualquier autoridad”. De igual
manera, este Tribunal ha establecido en su jurisprudencia que (…) “el
derecho de defensa constituye un derecho fundamental de naturaleza
procesa que conforma, a su vez, el ámbito del debido proceso, y sin el cual
no podría reconocerse la garantía de este último. Por ello, en tanto
derecho fundamental, se proyecta como principio de interdicción para
afrontar cualquier indefensión y como principio de contradicción de los
actos procesales que pudieran repercutir en la situación jurídica de
algunas de las partes, sea en un proceso o procedimiento, o en el caso de
un tercero con interés”.

Asimismo cabe recordar que “[E]l contenido esencial del derecho de


defensa queda afectado cuando, en el seno de un proceso judicial,
cualquiera de las partes resulta impedida, por actos concretos de los
órganos judiciales, de ejercer los medios necesarios, suficiente y eficaces
para defender sus derechos e intereses legítimos.

Que lo establecido en los fundamentos precedentes, referidos al derecho


de defensa, no sería posible si, en el seno del proceso, no se hubiera
nombrado intérprete al recurrente teniendo éste como idioma propio uno
distinto al castellano y, en consecuencia, no tuviera la posibilidad de
entender el idioma usado en los tribunales, a fin de ejercer su derecho de
defensa constitucionalmente protegido. Aquí es necesario señalar lo que el
propio Tribunal Constitucional ya ha señalado al precisar que: “…la

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Constitución tiene una dimensión cultural que importa que “(…) no es solo
una obra normativa sino también expresión de un estado de desarrollo
cultural, medio de la autorrepresentación cultural del pueblo, espejo de su
patrimonio cultural y fundamento de sus esperanzas…” (STC 4719-2007-
PHC/TC), que contiene en su seno reglas culturales, entre las cuales
encontramos el derecho a usar el idioma propio como expresión de su
identidad cultural.

Que de esta manera y buscando la defensa de este importante derecho, la


Constitución Política del Perú, en el artículo 2°, inciso 19), reconoce el
derecho a la identidad étnica y cultural, e incluso en el segundo párrafo
establece que “Todo peruano tiene derecho a usar su propio idioma ante
cualquier autoridad mediante un intérprete. Los extranjeros tienen este
mismo derecho cuando son citados por cualquier autoridad”. Y
precisamente lo establece para asegurar el respeto de los derechos
culturales y las garantías mínimas de los procesados a fin de que puedan
ejercer sus derechos fundamentales, como es el caso del derecho de
defensa. En este sentido, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, en el artículo 14.3, establece las siguientes garantías
mínimas: “a) A ser informada sin demora, en un idioma que comprenda y
en firma detallada, de la naturaleza y causas de la acusación formulada
contra ella”, y “f) A ser asistida gratuitamente por un intérprete, si no
comprende o no habla el idioma empleado en el tribunal”, y la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (en adelante la convención) establece
en el artículo 8.2; “a. derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente
por el traductor o intérprete si no comprende o no habla el idioma del
juzgado o tribunal”; cabe precisar que la Convención establece una
condición para ser asistido en juicio por un intérprete, en el caso que no se
comprenda o no hable el idioma del juzgado o tribunal.

Así lo ha establecido la Corte Interamericana de Derechos Humanos: “La


evolución del procedimiento ha sido constante y notable en el medio siglo
transcurrido después de la Segunda Guerra Mundial. De esto hay
abundantes testimonios. El derecho a contar con defensa en el proceso se
ha visto ampliado y enriquecido por el derecho a conocer los motivos del
procedimiento se ha ensanchado con el derecho a disponer de traductor

9
cuando no se conoce el idioma en el que aquél se desarrolla (Opinión
consultiva OC-16/99 de 1 de octubre de 1999. El Derecho a la Información
sobre la Asistencia Consular en el Marco de las Garantías del Debido
Proceso Legal)”. Asimismo establece: “c) [D]derecho de defensa: incluye
varios derechos; contar con el tiempo y los medios para preparar la
defensa, tener intérprete o traductor, ser oído, conocer la acusación e
interrogar y presentar testigos” (Opinión Consultiva OC-17/2002, de 28 de
agosto de 2002, solicitada por la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos). Por tanto, se desprende de lo expuesto que el ejercicio del
derecho de defensa no es posible si al recurrente no se le designa traductor
o intérprete, y —acorde a la Convención— que este derecho es una
garantía mínima del procesado para el respeto de su derecho al debido
proceso y a su identidad cultural, en consecuencia, para su validez, así lo
ha señalado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: “(…) toda
declaración de una persona que no comprenda o no hable
adecuadamente el idioma en el cual ésta le es tomada, carece de valor”.
(Informe sobre la situación de, 1os Derechos Humanos de un sector de la
población nicaragüense de origen Miskito, 1983. Parte II, secc., D, párr. 17
d).

Que analizado el caso de autos podemos advertir que a fojas 263, corre el
acta fiscal de fecha 5 de noviembre de 2003, donde se aprecia que el
recurrente manifiesta de manera espontánea y voluntaria entender el
idioma castellano y se siente capaz de responder la entrevista en dicho
idioma. Asimismo a fojas 285, 294, 304, 309, obran las copias de la
declaración instructiva del recurrente en las que se consigna que en las
ocasiones en que se desarrolló dicha diligencia se encontraba presente un
intérprete. Igualmente, en las diligencias de confrontación con alguno de
sus coprocesados se encontraba presente un intérprete (fojas 322 y 326).
Asimismo, en las copias de las actas de las audiencias realizadas ante los
vocales superiores emplazados a fojas 379, 381, 387, 410, 417 y 421 se
consigna la presencia de un intérprete.

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El bien juridico protegido y la contienda de
competencia en el Codigo Policial Militar de Perú
La Constitución Política del Estado en su Art. 139 Inc. 1 prescribe como
principio y derecho de la función jurisdiccional la unidad y exclusividad de
la función jurisdiccional. Indicando que no puede establecerse jurisdicción
alguna independiente, con excepción de la militar y la arbitral y asimismo
en el Art. 173 se prescribe que en caso de delito de función los miembros
de las fuerzas armadas y de la policía nacional están sometidos al fuero
respectivo y al Código de Justicia Militar. A su vez el Código de Justicia
Militar Policial en el artículo III del título preliminar.- Principio de
legalidad, prescribe que “Ningún militar o policía podrá ser investigado,
juzgado o sancionado por acto u omisión que no esté previsto de modo
expreso e inequívoco como delito de función militar o policial por la ley
penal vigente al momento de su comisión, ni sometido a pena o medida de
seguridad que no se encuentren establecidas en ella; con excepción de los
delitos comunes, así como los crímenes de lesa humanidad, los cuales se
rigen por el Código Penal y leyes penales comunes”.

Sin embargo continuamente hemos sido testigos que las jurisdicciones se


han visto invadidas y muchas veces el fuero privativo ha procesado a
militares o policías por la comisión de delitos comunes y viceversa, todo
ello ha ocurrido al no delimitarse claramente el ámbito de protección de los
bienes jurídicos por parte de cada sistema normativo, por lo que ha sido el
Congreso, la Corte Suprema de la República y finalmente el Tribunal
Constitucional quienes han señalado los parámetros y el ámbito de
protección de cada sistema normativo, señalando cuando corresponde
sancionar al fuero privativo y asimismo señalando cuando corresponde
sancionar a la jurisdicción ordinaria.

2.- El Bien jurídico protegido en la Jurisdicción Policial Militar

El delito policial o militar, es un delito de infracción del deber cuyo bien


jurídico protegido tiene vinculación con lo castrense o policía, es un delito
de infracción del deber propio, ya que sólo puede ser cometido por un

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sujeto activo especialmente cualificado, de tal manera que si otra persona
distinta – que no cumple con las características especiales del sujeto activo
contemplado en el tipo penal – incurre en dicha conducta delictiva no lo
convertiría en autor de ese delito.

El Tribunal Constitucional en la Sentencia expedida en el proceso 0017 –


2003 AI/ TC, de fecha 16 marzo del año 2004, en lo que respecta al delito
de función señalo:

El delito de función

La primera parte del artículo 173° de la Constitución delimita


materialmente el ámbito de actuación competencial de la jurisdicción
militar, al establecer que, en su seno, sólo han de ventilarse los delitos de
función en los que incurran los miembros de las Fuerzas Armadas y de la
Policía Nacional.

Así, la Constitución excluye e impide que dicho ámbito de competencia se


determine por la mera condición de militar o policía.

La justicia castrense no constituye un “fuero personal” conferido a los


militares o policías, dada su condición de miembros de dichos institutos,
sino un “fuero privativo” centrado en el conocimiento de las infracciones
cometidas por estos a los bienes jurídicos de las Fuerzas Armadas y la
Policía Nacional. “ En ese orden de ideas, no todo ilícito penal cometido
por un militar o policía debe o puede ser juzgado en el seno de la justicia
militar, ya que si el ilícito es de naturaleza común, su juzgamiento
corresponderá al Poder Judicial, con independencia de la condición de
militar que pueda tener el sujeto activo”.

Asimismo, constitucionalmente tampoco es lícito que se determine tal


competencia a partir de la sola referencia al sujeto pasivo que resulta
afectado por la conducta ilícita del sujeto activo, es decir, que el agraviado
sea un militar, policía, o la propia institución. La Constitución proscribe,
por ejemplo, que civiles que eventualmente puedan ocasionar agravios
sobre bienes jurídicos de las instituciones castrenses o de la Policía
Nacional, puedan ser sometidos a los tribunales militares. En ese sentido,
en la STC N.° 0010-2001-AI/TC, se estableció que los civiles no pueden
ser sometidos al fuero militar, así estos hayan cometido los delitos de
traición a la patria o terrorismo, pues de la interpretación de la segunda
parte del artículo 173° de la Norma Suprema sólo se desprende la
posibilidad de que en su juzgamiento se apliquen las disposiciones del
Código de Justicia Militar, siempre que la ley respectiva así lo determine,

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y, desde luego, que tales reglas procesales sean compatibles con las
derechos constitucionales de orden procesal.

Finalmente, al haberse delimitado que el ámbito competencial de la


jurisdicción militar es específicamente la comisión de un delito de función,
la Norma Suprema también ha prohibido que en esa determinación de la
competencia un elemento decisivo pueda estar constituido por el lugar en
que se cometa el delito. Por ende, “(…) No basta que el delito se cometa en
acto de servicio, o con ocasión de él, o en lugar militar: es menester que
afecte por su índole a las fuerzas armadas como tales (…)” [Germán Bidart
Campos, “El status constitucional de las Fuerzas Armadas en Argentina”,
en José Palomino Manchego y José Carlos Remotti, Jurisdicción militar y
Constitución en Iberoamérica, Editorial Grigley, Lima 1997].

El delito de función se define como “aquella acción tipificada


expresamente en la Ley de la materia, y que es realizada por un militar o
policía en acto de servicio o con ocasión de él, y respecto de sus funciones
profesionales”.

Tal acto, sea por acción u omisión, debe afectar necesariamente un bien
jurídico “privativo” de la institución a la que pertenece el imputado; es
decir, que la naturaleza del delito de función no depende de las
circunstancias de hecho, sino del carácter de interés institucionalmente
vital, que se ve afectado mediante un acto perpetrado por un efectivo
militar o policial en actividad.

Dicho bien tiene la singularidad de ser sustancialmente significativo para


la existencia, operatividad y cumplimiento de los fines institucionales. La
tutela anteriormente señalada debe encontrarse expresamente declarada en
la ley.

Entre las características básicas de los delitos de función se encuentran las


siguientes:

A). En primer lugar, se trata de afectaciones sobre bienes jurídicos de las


Fuerzas Armadas o de la Policía Nacional tutelados por el ordenamiento
legal, y que se relacionan con el cumplimiento de los fines constitucionales
y legales que se les encargan. Se trata de una infracción a un bien jurídico
propio, particular y relevante para la existencia organización,
operatividad y cumplimiento de los fines de las instituciones castrenses.

Para ello es preciso que la conducta considerada como antijurídica se


encuentre prevista en el Código de Justicia Militar. Ahora bien, no es la

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mera formalidad de su recepción en dicho texto lo que hace que la conducta
antijurídica constituya verdaderamente un delito de función. Para que
efectivamente pueda considerarse un ilícito como de “función” o “militar”,
es preciso que:

1. Un militar o policía haya infringido un deber que le corresponda en


cuanto tal; es decir, que se trate de la infracción de una obligación
funcional, por la cual el efectivo estaba constreñido a mantener, o a
realizar, o no realizar, un comportamiento a favor de la satisfacción de un
interés considerado institucionalmente como valioso por la ley; además, la
forma y modo de su comisión debe ser incompatible con los principios y
valores consagrados en el texto fundamental de la República (deber
militar). Por ende, no se configura como infracción al deber militar o
policial la negativa al cumplimiento de órdenes destinadas a afectar el
orden constitucional o los derechos fundamentales de la persona.

2. Con la infracción del deber militar, el autor haya lesionado un bien


jurídico militar que comprometa las funciones constitucionales y
legalmente asignadas a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional.

3. La infracción revista cierta gravedad y justifique el empleo de una


conminación y una sanción penal.

B). En segundo lugar, el sujeto activo del ilícito penal-militar debe ser un
militar o efectivo policial en situación de actividad, o el ilícito debe ser
cometido por ese efectivo cuando se encontraba en situación de actividad.
Evidentemente, están excluidos del ámbito de la jurisdicción militar
aquellos que se encuentran en situación de retiro, si es que el propósito es
someterlos a un proceso penal-militar por hechos acaecidos con
posterioridad a tal hecho.

C). En tercer lugar que, cometido el ilícito penal que afecta un bien
jurídico protegido por las instituciones castrenses o policiales, este lo haya
sido en acto del servicio; es decir, con ocasión de él.

Posteriormente, el Tribunal Constitucional en el expediente 0012 – 2006


proceso de Inconstitucionalidad en contra determinadas normas del
Decreto Legislativo 961 Código de Justicia Militar Policial, desarrollando
los preceptos anteriormente expuestos, señalo que:

Teniendo en cuenta la aludida sentencia del Tribunal Constitucional, la


Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República, en
el caso Pomatanta Albarrán, al dirimir una contienda de competencia

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promovida por la Vocalía de Instrucción del Consejo Supremo de Justicia
Militar contra el Segundo Juzgado Penal de Coronel Portillo, declaró lo
siguiente: Cuarto.- (…) es de precisar desde ya, a partir de una noción
estricta de la denominada “garantía criminal” -consagrada en el artículo
dos, numeral veinticuatro, literal d) de la Constitución-, que la jurisdicción
castrense no puede extender su competencia para conocer delitos o tipos
penales no previstos taxativamente en el Código de Justicia Militar, de
modo que sólo le está permitido acudir en vía supletoria a la legislación
penal común, sin perjuicio de la aplicación de los principios propios del
Derecho Penal en un Estado Social y Democrático de Derecho (…). y
Sexto.- (…) es pertinente puntualizar lo siguiente: a) que el delito de
función es una noción subjetivo-objetivo, en tanto no protege un interés
militar o policial del Estado como tal, sino ligado necesariamente a un
sujeto activo cualificado determinado.

A lo antes expuesto, deben agregarse las siguientes precisiones:

a) Teniendo en cuenta que el Poder Constituyente ha circunscrito al


Código de Justicia Militar únicamente la consagración de aquellas normas
penales que contengan los delitos de función, la interpretación de la
expresión «delito de función» debe realizarse de modo «restrictivo» y no
«extensivo». En efecto, en la interpretación que realicen tanto el
Legislador Penal como los jueces sobre si una determinada conducta debe
ser considerada como un delito de función militar o policial, o un delito
ordinario, debe emplearse un criterio restrictivo, es decir, limitado o ceñido
exclusivamente a aquellas conductas que claramente tengan una índole
militar o policial debido a que afectan bienes jurídicos institucionales de las
Fuerzas Armadas o de la Policía Nacional, de modo tal que, de un lado, de
existir dudas en cuanto a la tipificación de una determinada conducta como
delito de función (en el caso del Legislador Penal), tales dudas debe
resolverse a favor de consagrar esta conducta en la legislación penal
ordinaria; y, de otro lado, de existir dudas en cuanto a la interpretación de
si una determinada conducta constituye o no delito de función (en el caso
del juzgador), tales dudas deben resolverse a favor de su reconocimiento
como delito ordinario y por lo tanto susceptible de ser conocido por la
jurisdicción ordinaria.

b) En cuanto a la identificación de un bien jurídico institucional de las


Fuerzas Armadas, se requiere, como ya se ha sostenido, que éste sea un
bien jurídico particular y relevante para la existencia organización,
operatividad y cumplimiento de los fines que la Constitución asigna a las
instituciones castrenses.

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A lo antes expuesto, cabe precisar, adicionalmente, que existen escasos
bienes jurídicos, como algunos contenidos de la defensa nacional (que tiene
también un ámbito militar conforme se desprende de los artículos 163° y
165° de la Constitución), que pueden ser afectados tanto por civiles como
por militares, por lo que son susceptibles de ser protegidos tanto en el
Código Penal (en el caso de los civiles) como en el Código de Justicia
Militar (en el caso de los militares), debiendo resaltarse, en este último
caso, que la afectación de aquel contenido del bien jurídico defensa
nacional debe haberse producido en ejercicio de funciones exclusivamente
militares. La razón de ser de las fuerzas armadas es fundamentalmente la
defensa militar del Estado Constitucional.

c) Conforme al aludido artículo 173° de la Constitución que establece


que “En caso de delito de función, los miembros de las Fuerzas Armadas y
de la Policía Nacional están sometidos al fuero respectivo y al Código de
Justicia Militar”, existe, por exigencia de la propia Norma Fundamental, un
ámbito de competencia material según el cual, únicamente los delitos de
función pueden ser regulados en el Código de Justicia Militar. No obstante,
de esta misma disposición constitucional se desprende un sentido
interpretativo según el cual códigos, como por ejemplo el Código Penal, no
pueden regular los delitos de función de los miembros de las Fuerzas
Armadas o Policía Nacional.

De este modo, cuando el artículo 46-A del Código Penal establece que
“Constituye circunstancia agravante de la responsabilidad penal si el sujeto
activo se aprovecha de su condición de miembro de las Fuerzas Armadas,
Policía Nacional, o autoridad, funcionario o servidor público, para cometer
un hecho punible o utiliza para ello armas proporcionadas por el Estado o
cuyo uso le sea autorizado por su condición de funcionario público (…)”,
debe entenderse que la referencia hecha a los miembros de las Fuerzas
Armadas o Policía Nacional es respecto de aquellos actos que no
constituyen delito de función, pues en tal caso es de aplicación el Código
de Justicia Militar.

Conforme se puede establecer de los pronunciamientos del Tribunal


Constitucional el concepto que delimita el ámbito de actuación
competencial del fuero privativo y del fuero civil es el delito de función, y
este tipo de delitos lo debe cometer no sólo un miembro de las fuerzas
armadas o la policía nacional, sino que deben atentar contra bienes
jurídicos de las fuerzas armadas y la policía nacional.

3.- El Jus Puniendi conferido al Estado:

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El Jus Puniendi conferido al Estado a través de sus órganos especializados
importa que los derechos de las personas involucradas en una investigación
penal estén garantizados, por un lado en la Constitución y específicamente
por el Derecho Procesal Penal que recogen la política criminal del Estado
respecto de lo que sanciona el Derecho Penal, en armonía con lo dispuesto
por el art. 44° y 4° Disposición Final y Transitoria de la norma suprema.

En tal contexto aparece el Debido Proceso Formal, Adjetivo o Procesal,


conformado por los derechos esenciales que se dan al interior de un
proceso, el cual está rodeado de las garantías objetivas de publicidad,
contradicción, motivación adecuada de los pronunciamientos de los
operados de la administración de justicia, la defensa técnica y material, la
impugnación, el derecho a probar, producir y cuestionar pruebas, que las
actuaciones se hagan en un plazo razonable y que los actos sean justos,
entre otros, lo que es recogido tanto por el Código Procesal penal (Decreto
legislativo Nº 957), así como por el Libro Tercero del Código de Justicia
militar policial (Decreto legislativo N° 961), que entrará en vigencia
próximamente.

4.- Los Bienes Jurídicos de Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del
Perú según el Decreto Legislativo 961.

Una revisión de la parte especial y de los tipos penales del Decreto


Legislativo 961, nos permite determinar cuales son los bienes jurídicos que
las fuerzas armadas consideran valiosos y que necesitan protección, así
tenemos:

4. 1- delitos contra la defensa nacional

Son:

* Delito de Traición a la patria

* Delito contra la seguridad interna

* Violación de la información relativa a la defensa nacional, orden


interno y la seguridad ciudadana

* Ultraje a símbolos nacionales militares y policiales

2.- delitos contra el derecho internacional humanitario

* Son delitos contra las personas protegidas por el Derecho Internacional


Humanitario, perpetrados por personal militar o policial
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* Delitos de empleo de métodos prohibidos en la conducción de
hostilidades

* Delitos contra el patrimonio y otros derechos

* Delitos contra las operaciones humanitarias y emblemas

* Delitos de empleo de medios prohibidos en la conducción de


hostilidades

3.- delitos contra el servicio de seguridad

* Delitos cometidos por el centinela, vigía o responsable de la seguridad

* Deserción

* Inutilización voluntaria para el servicio activo

* Capitulación Indebida y cobardía

4.4 delitos contra la integridad institucional

* Insulto al superior

* Insubordinación

* Desobediencia

* Delitos Contra el servicio de seguridad

4.5 delitos cometidos en el ejercicio del mando o autoridad

* Omisión de deberes del mando

* Delitos contra la administración militar policial

4.6 delitos de violación al deber militar policial

* Delitos contra el deber militar policial

* Excesos en ejercicio del grado, mando o posición en el servicio militar


policial

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4. 7 delitos que afectan los recursos asignados a la defensa nacional y
orden interno

4.8 delitos contra la fidelidad a la función militar policial

Debe tenerse presente que el bien jurídico es todo bien, situación o


relación, deseados y protegidos por el derecho y la suma de los bienes
jurídicos constituye el orden social, creado y protegido por el derecho, sin
embargo esta suma de bienes jurídicos no constituye una masa atomizada,
sino precisamente el orden social. Semejante afirmación sugiere que los
bienes jurídicos se ordenan en un sistema y, por tanto entre ellas se
establecen determinadas relaciones, y en el caso del Código Policial
Militar, la finalidad de la protección de los bienes jurídicos indicados es
que las fuerzas policiales y militares cumplan con su obligación conforme
al mandato legal y constitucional, y sólo dentro de éste ámbito, no
pudiendo ser juzgados en el fuero privativo delitos cuyo ámbito de
protección se encuentran en la legislación ordinaria, es más, el propio TC
ha establecido que no se vulnera el principio de ne bis in idem si el hecho
que es materia de juzgamiento en la vía ordinaria, ya ha sido sentenciado
en el fuero privativo, siempre y cuando el bien jurídico corresponda a la
jurisdicción ordinaria, como lo la vida, la libertas personal, el patrimonio, y
otros bienes jurídicos que hallan protección en la legislación común.

5. Tema sobre la contienda de competencia en el caso V. A. M.

La Corte Suprema de Justicia de la República en la contienda de


competencia 37 – 2009 entre el Tribunal Superior Militar Policial – Fuerza
Aérea del Perú contra el 58º Juzgado Penal de Lima, donde se solicitó que
la causa penal incoada contra V. A. M. y Otros por delito contra el Estado
y la Defensa Nacional – Atentado contra la Seguridad y Traición a la
patria, en las modalidades de Revelación de Secretos Nacionales y
Espionaje, se remita a la jurisdicción militar policial, determinó lo
siguiente:

El fuero privativo considero que le correspondía conocer el proceso por


cuanto: el Fiscal Penal Militar Policial Fuerza Aérea del Perú –en adelante,
FAP– Suplente con fecha dieciséis de noviembre de dos mil nueve (fojas
dos) formuló denuncia penal contra el Técnico Inspector Fuerza Aérea del
Perú V. A. M. por delito contra la Defensa Nacional en su modalidad de
traición a la patria en agravio del Estado Peruano – Ministerio de Defensa –
Fuerza Aérea del Perú, previsto y sancionado por los artículos 66°,
numerales 3, literales c) y f), y 5, y 67° del Código de Justicia Militar
Policial –en adelante, CJMP–.

19
El Juzgado Militar Policial de la FAP en Lima por auto de fojas diecisiete
de fecha diecisiete de noviembre del referido año, causa número 31001–
2009–0166, abrió instrucción en la vía ordinaria contra el citado
denunciado por delito contra la Defensa Nacional en la modalidad de
Traición a la Patria en tiempo de paz, previsto y sancionado en el numeral
tres, literal c), del artículo 66° y el artículo 67° del CJMP, en agravio del
Estado Peruano – Ministerio de Defensa – Fuerza Aérea del Perú, con
mandato de detención

La Jurisdicción Ordinaria se avoco al conocimiento de la causa por cuanto:


el Fiscal Provincial de la Primera Fiscalía Provincial Especializada contra
la Criminalidad Organizada formalizó denuncia penal contra V. A. M. por
delitos contra el Estado y la Defensa Nacional –Atentados contra la
Seguridad y Traición a la Patria– en las modalidades de revelación de
secretos nacionales y espionaje en agravio del Estado peruano, y de Lavado
de Activos en agravio del Estado. También denunció a los ciudadanos
chilenos D. M. T. y V. V. R. Rojas por instigación de los delitos antes
mencionados, así como al ciudadano peruano J. R. R. A. por complicidad
necesaria de los referidos delitos (fojas cuarenta y nueve del cuaderno
formado en este Supremo Tribunal).

El Juzgado de Turno Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima


por auto de fojas ciento cuatro, del día trece de noviembre de dos mil nueve
abrió instrucción en la vía ordinaria contra

1.- V. A. M., ciudadano peruano, por autoría de los delitos contra el Estado
y la Defensa Nacional – Atentados contra la Seguridad y Traición a la
Patria – en las modalidades de revelación de secretos nacionales y
espionaje en agravio del Estado Peruano, y Lavado de Activos en agravio
del Estado Peruano.

2. D.M.T. y V.V.R., ciudadanos chilenos, por instigación del delito contra


el Estado y la Defensa Nacional – Atentados contra la Seguridad y Traición
a la Patria – en las modalidades de revelación de secretos nacionales y
espionaje en agravio del Estado Peruano.

3. J.R.R.A., ciudadano peruano, por complicidad necesaria del delito contra


el Estado y la Defensa Nacional – Atentados contra la Seguridad y Traición
a la Patria – en las modalidades de revelación de secretos nacionales y
espionaje en agravio del Estado Peruano.

La Corte Suprema de Justicia de la Republica del Perú en su fundamento


cuarto analizó las posiciones de ambas jurisdicciones, así:

20
A. La jurisdicción militar policial señaló que los hechos antes descritos se
subsumen en el numeral tres, inciso c), del artículo 66° y el artículo 67° del
CJMP. Dichas normas están incursas en el Título I: Delitos contra la
Defensa Nacional, Capítulo I: Traición a la Patria, del CJMP.

* El artículo 66° del CJMP establece, bajo el nomen iuris “traición a la


patria”, lo siguiente: “Será sancionado […], el militar o policía, que durante
conflicto armado internacional cometa alguna de las acciones siguientes:

Colaborar estratégicamente, favoreciendo al enemigo o intentando


favorecerlo, perjudicando la defensa nacional en los siguientes casos: c)
Proporcionando al enemigo, potencia extranjera u organismo internacional,
cualquier información, procedimiento, asunto, acto, documento, dato u
objeto cuya reunión o explotación sirva para tal fin”.

* El artículo 67° del CJMP, bajo el nomen iuris “traición a la patria en


tiempo de paz” precisa: “Los supuestos del artículo anterior, en los casos
que no exista guerra exterior, ni conflicto armado internacional, serán
sancionados…”.

B. La jurisdicción penal ordinaria precisó que estos hechos están incursos


en el Título XV “Delitos contra el Estado y la Defensa Nacional”, Capítulo
I “Atentados contra la Seguridad Nacional y Traición a la Patria”, artículos
330° –revelación de secretos nacionales– y 331° –espionaje–, del Código
Penal –en adelante, CP–.

* El artículo 330° prescribe: “El que revela o hace accesible a un Estado


extranjero o a sus agentes o al público, secretos que el interés de la
República existe guardarlos, será reprimido…– Si el agente obra por lucro
o por cualquier otro móvil innoble, la pena será …”.

* El artículo 331° estatuye: “El que espía para comunicar o comunica o


hace accesibles a un Estado extranjero o al público, hechos, disposiciones u
objetos mantenidos en secreto por interesar a la defensa nacional, será
reprimido…”.

La Corte Suprema en el fundamento sexto de la sentencia realiza la


compulsa de la posición de las partes y fundamenta que:el artículo 173° de
la Constitución permite definir un concepto constitucional de delito de
función militar policial desde una perspectiva material, objetivo–subjetiva,
de suerte que la institucionalidad de la jurisdicción militar se erija como un
‘fuero’ material o de causa, no personal, que comprenda, exclusivamente,
el ámbito penal militar y policial (artículo II, primer párrafo, LOFFMP).

21
BENEFICIOS PENITENCIARIOS
La ejecución de las penas en el Perú se encuentra regulada en el Código de
Ejecución Penal- Decreto Legislativo 654, así como en el Reglamento de
dicho Código, publicado mediante Decreto Supremo 015-2003- JUS, así
como otros dispositivos legales. Dichas normas se encuentran inspiradas
en los avances de las investigaciones criminológicas y la Ciencia
Penitenciaria, así como en las reglas mínimas para el tratamiento de los
reclusos aprobadas por el I Congreso de las Naciones Unidas sobre
Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, y de las diversas
normas que las modifican, también recibe influencias de las Reglas
Mínimas adoptadas por el Consejo de Europa el 19 de Enero de 1973; por
otro lado también toma en cuenta al precedente nacional, esto es al
Decreto Ley Nº 17581, el mismo que a sus vez ha tenido como principales
fuentes legislativas a la Ley Orgánica Penitenciaria de España de 1979, la
Ley Penitenciaria Alemana del 16 de Marzo de 1976 y la Ley Penitenciaria
Sueca de 1974, tal como se aprecia en los antecedentes de su exposición
de motivos del Código de Ejecución Penal vigente. El objetivo primordial
de la regulación de la ejecución de la pena, es pues lograr la reeducación,
resocialización y reincorporación del penado a la sociedad; objetivo que
responde a lo normado por nuestra carta magna y que se encuentra
específicamente señalado en su artículo 139 numeral 2, y que es
congruente con el artículo 10, numeral 3, del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, en el que se señala claramente que el régimen
penitenciario consistirá en un tratamiento cuya finalidad esencial será la
reforma y readaptación social de los penados; es sí que inspirados además
en la institución de la prevención especial que destaca como fin de la pena
la resocialización y reincorporación del penado en la sociedad, es que
dentro de nuestras legislaciones, que regulan la ejecución de la pena se
han desarrollado instituciones que contribuyan con dicho objetivo, como
es el caso de los beneficios penitenciarios.

22
TRABAJO:

El trabajo dentro de los establecimiento penitenciarios, es considerado


como un derecho deber que tiene los internos, y es parte del tratamiento
penitenciario que además contribuye con el proceso de rehabilitación de
los internos, siendo que el mismo tiene el carácter de voluntario, “El
trabajo es un derecho y un deber del interno, contribuye a su
rehabilitación, se organiza y planifica atendiendo a su aptitud y calificación
laboral compatible con la seguridad del establecimiento penitenciario. El
trabajo que realicen los internos procesados tiene carácter voluntario."7
Esta labor tiene además como finalidad propiciar un carácter creador o
conservador de hábitos laborales, productivos y terapéuticos, a efectos de
procurar al interno una opción laboral competitiva en libertad.
Reconociéndosele además las siguientes características: “No tendrá
carácter aflictivo, no será aplicado como medida disciplinaria, no atentará
contra la dignidad del interno”8. Por otro lado también se reconoce el
trabajo ad honorem con derecho a redimir su pena por trabajo, siempre
que realicen las siguientes actividades: de cocina, enfermería, lavandería,
panadería, almacén, limpieza, biblioteca, jardinería y otros similares. La
organización del trabajo del interno dentro del penal, se rige de acuerdo a
su reglamento y teniendo en cuenta además la legislación laboral, en lo
que le sea pertinente. Por otro lado hay que tener en cuenta que el
trabajo que se realiza dentro de los establecimientos penitenciarios es
remunerado, pero el 10% de esta remuneración, deberá ser abonado
obligatoriamente a favor del Instituto Nacional Penitenciario y servirá para
costear los gastos que genera la actividad laboral del interno y el 90% para
gastos propios del interno y su familia. En el caso de que el interno se
atrase en los pagos, está prohibido que se cobre por este concepto
intereses, moras u otros derechos. Cuando el interno cumple con su
actividad laboral y además de esto no se encuentra atrasado en sus
cuotas, está en pleno derecho de solicitar la entrega de un certificado de
cómputo laboral, debiendo pagar para tal efecto una tasa señalada por el
Instituto Nacional Penitenciario, dicho documento servirá al interno como

23
documento probatorio a efectos de hacerse merecedor de una redención
de la pena, en caso le corresponda.

EDUCACION

La promoción de la ejecución en los establecimientos penitenciarios,


obedece a un objetivo común que es según el artículo 69º del Código de
Ejecución Penal: “la formación profesional o capacitación ocupacional del
interno”. En el caso de los internos analfabetos la educación es
obligatoria: “El interno analfabeto participa obligatoriamente en los
programas de alfabetización y educación primaria para adultos”. Esto
debido a que la educación es un derecho inherente a la persona, ya que
mejora su calidad de vida, el interno que obligatoriamente es sometido a
aprender a leer y escribir va a salir con otra perspectiva sobre su proyecto
de vida, permitiendo de esta manera que su proceso de reeducación,
rehabilitación y resocialización, sea más efectivo. Además hay que tener
en cuenta que según el código de ejecución penal, se mantiene el derecho
del interno a disponer de libros, periódicos y revistas y a ser informado a
través de audiciones radiofónicas, televisivas y otras, permitiendo que
mantenga vinculación con el exterior, factor que va a influir positivamente
en el proceso de su resocialización. La labor educativa dentro del
establecimiento penitenciario de Pucallpa, se da a nivel primaria, de lunes
a viernes, en los meses de abril a diciembre, siendo que los internos que
intervienen en dicho proceso, pueden solicitar, la constancia de estudios
respectiva a efectos de poder gozar de la redención de la pena por
educación.

- LIBERTAD POR CUMPLIMIENTO DE CONDENA

Mediante el goce del beneficio de la redención de la pena por trabajo o


educación, el interno, no sólo podrá acceder a peticionar los beneficios
penitenciarios de semi libertad y liberación condicional, sino que además
podrá solicitar la libertad por cumplimiento de su condena, que permite al
sentenciado egresar de manera definitiva del establecimiento
penitenciario, esta figura se encuentra regulada en los artículos 208 al 210
del Reglamento del Código de Ejecución Penal, siendo que
específicamente en el artículo 210 señala: “Para el cumplimiento de la

24
condena, el interno podrá acumular el tiempo de permanencia efectiva en
el establecimiento penitenciario, con el tiempo de pena redimido por
trabajo o educación. En este caso, dentro del término de cuarenta y ocho
horas antes de la fecha de cumplimiento de la pena, a solicitud del
interno, el director del establecimiento penitenciario organizará un
expediente de libertad por cumplimiento de condena…”15 Con lo que se
aprecia que el beneficio penitenciario de redención de la pena por trabajo
y educación, según sea el caso, permite al interno sentenciado, según el
tipo de delito por el cual se encuentra sentenciado, acceder a muchos
otros beneficios que le permiten salir anticipadamente del centro de
reclusión en donde se encuentra, por lo que es de vital importancia que
los trabajadores del Instituto Nacional Penitenciario, especialmente el
equipo técnico encargado de la evaluación de los internos, realice un
trabajo minucioso y exhaustivo, ya que de dicho informe depende el
hecho de que el interno pueda egresar anticipadamente del
establecimiento penitenciario en el que se encuentra recluido, con la
firme creencia de que en realidad la pena ha cumplido con el fin para el
cual fue impuesta, esto es la resocialización, reeducación y reinserción del
penal en la sociedad, y por lo tanto ya no es una persona que pone en
peligro la seguridad de la sociedad, tal como claramente lo ha establecido
el tribunal constitucional en la sentencia emitida en el expediente
Expediente N.° 010-2002-AI/TC, fundamento 151: “Dentro de la
condiciones como se ejecutará la pena, se encuentra, desde luego, la
posibilidad de que el legislador autorice la concesión de determinados
beneficios penitenciarios, pues ello obedece y es compatible con los
conceptos de reeducación y rehabilitación del penado. En ese sentido, el
Tribunal Constitucional considera que estos principios suponen,
intrínsecamente, la posibilidad de que el legislador pueda autorizar que
los penados, antes de la culminación de las penas que les fueron
impuestas, puedan recobrar su libertad si los propósitos de la pena
hubieran sido atendidos. La justificación de las penas privativas de libertad
es, en definitiva, proteger a la sociedad contra el delito. Tal protección
sólo puede tener sentido, "si se aprovecha el periodo de privación de
libertad para lograr, en lo posible, que el delincuente una vez liberado no
solamente quiera respetar la ley y proveer a sus necesidades, sino

25
también que sea capaz de hacerlo". 16 . Por lo que es de vital importancia
tener en cuenta las consideraciones ya expuestas para la correcta
aplicación de este beneficio, para todos los involucrados con la
administración de justicia, así como para personal del Instituto Nacional
Penitenciario y los mismos internos de los establecimientos
penitenciarios.

Fuero Militar Policial

Un organismo jurisdiccional moderno, acorde con la constitución de la República, los tratados


del Sistema Interamericano de Derechos Humanos y los estándares del Derecho Internacional.

Misión
El Fuero Militar Policial constituye una jurisdicción excepcional e
independiente, que tiene como misión el juzgamiento de los delitos de
función en los que incurra el personal militar y policial en situación de
actividad, con arreglo al Código Penal Militar Policial, el cual constituye
un medio protector y de cumplimiento de los fines constitucionales de las
Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, que contribuye al mantenimiento
del orden y la disciplina en sus cuadros..
Visión
26
Ser una entidad que imparta Justicia Militar Policial en forma autónoma,
eficiente y transparente, adaptándose rápidamente a los cambios de nuevos
modelos de gestión pública, que cuente con personal debidamente
capacitado y motivado, que tome decisiones acorde a las disposiciones
legales vigentes para resolver justa y oportunamente los casos de delitos de
función y contar con instalaciones modernas y funcionales dotadas de
equipamiento y tecnología de punta.

Fuero Militar Policial abrió investigación sobre


accidente de suboficial PNP en casa de hijo de
general
Esto se da luego de que el Ministerio de Interior confirmó que el agente
realizaba “trabajos particulares” en “horario de trabajo” en casa de hijo de
alto mando de general.

El Fuero Militar Policial, a través de la Fiscalía Suprema Militar Policial,


abrió una investigación sobre el accidente de suboficial PNP Jesús Costilla,
quien cayó desde el tercer piso de la casa de hijo del ex subdirector de
la Policía Nacional, Edison Salas Zúñiga.

El mencionado ente indicó que abrió "una investigación preliminar contra


el personal de la Policía Nacional del Perú que resulte responsable".

"La investigación, por la presunta comisión del delito de función de Exceso


en el ejercicio del mando (previsto y penado en el artículo 130° del Código
Penal Militar Policial) y otros que se determinen en el curso de la
investigación, es conducida por el despacho de la Fiscalía Suprema Militar
Policial, ante la Vocalía Suprema Militar Policial", precisa un comunicado
enviado por el Fuero Militar Policial.

27
Este comunicado se da luego de que el Ministerio del Interior confirmó que
Jesús Costilla realizaba "trabajos particulares" en "horario de trabajo" en
casa de hijo del ex subdirector de la Policía, Edison Salas Zúñiga.

Como se recuerda Costilla Paz cayó desde el tercer piso de la casa del hijo
del general Edison Salas el último martes 3 de enero, cuando
presuntamente realizaba trabajos de albañilería. Actualmente "su estado de
salud es delicado pero estable".

Dato

 El hecho está siendo investigado por la Oficina de Asuntos Internos del


Ministerio del Interior y la Fiscalía de la Nación.

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IMAGENES

29
BIBLIOGRAFÍA

 CARRIÓN LUGO, Jorge Tratado de derecho procesal civil Vol. III. --


Lima: Grijley, 2004. 462 P. / DERECHO PROCESAL CIVIL PERU/
PROCESO CIVIL PERU/ TEORIAGENERAL DEL PROCESO /
JURISPRUDENCIA CIVIL [PERU]
 HERRERA NAVARRO, Santiago Procesos abreviados. Teoría y
práctica. -- Trujillo: Normas Legales, 2004. 439 P. / DERECHO
PROCESAL CIVIL PERU/ PROCESO ABREVIADO
PERU/JURISPRUDENCIA PROCESAL CIVIL PERU
 QUINTANA SALINAS, Jovannka Yanina Estructura de los procesos
civiles y su requerimiento civil. -- Lima: UPGD, 2005. [75] p.; ils. /
DERECHO PROCESAL CIVIL PERU/ MODELOS
PROCESALESPERU/LEGISLACION PROCESAL CIVIL PERU
 file:///C:/Users/Maikito/Downloads/152053824-Proceso-
Abreviado.pdf

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