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Como características del poder constituyente señala SANCHEZ AGESTA las siguientes:
El profesor SAA VELASCO señala las notas características del poder constituyente
originario así:
Por su parte, LINARES QUINTANA opina sobre este particular: “Algunos autores afirman
que el poder constituyente es unitario e indivisible, incurriendo en el error de identificar y
confundir el poder constituyente con la soberanía. No es unitario, porque el acto
constituyente es múltiple y la voluntad constituyente varía; no es indivisible, porque se
puede clasificar o separar jerárquicamente en los estados federales, distinguiendo entre el
poder constituyente nacional y el poder constituyente local y subordinado de los estados
miembros”. En la segunda parte de la anterior explicación, el ilustre tratadista argentino
plantea una especie de subdivisión del poder constituyente, en lo que hace referencia a
los estados federales, la cual consideramos del todo pertinente cuando se trata de
analizar, como lo hacemos aquí, la teoría del poder constituyente dentro del esquema del
estado soberano de carácter nacional.
El poder constituyente tiene ciertas limitaciones a su ejercicio que hacen que la práctica
no sea este un poder tan absoluto como parece.
BODIN, quien formuló el concepto de soberanía como “Poder supremo sobre los
ciudadanos y súbditos no sometidos a leyes”, reconoció como limitaciones al mismo, la
ley de Dios y la naturaleza, las leyes fundamentales o leges imperii, como la ley sálica y la
imposibilidad de poner trabas a la soberanía de los futuros titulares de la misma.
Además se han distinguido otras categorías de limitaciones: Las llamadas absolutas, que
suponen imposibilidades radicales por motivos extrajurídicos o extrapolíticos, como el
principio inglés según el cual el parlamento puede hacerlo todo menos cambiar el sexo de
las personas; los autónomos, que proceden de una autolimitación que en el fondo no
afecta la esencia del poder constituyente, como las normas que sustraen determinadas
materias de toda reforma constitucional. En las constituciones rígidas, la propia
constitución formal limita al poder constituyente derivado, de dos maneras principales:
Y los límites heterónomos, que son aquellos que proceden de presiones externas que
producen una aminoración de la suprema facultad política decisoria, como son ciertas
disposiciones contenidas en las constituciones federales respecto a los estados
miembros, o en las que emanen de los organismos supranacionales.
RECASÉNS SICHES por su parte dice que “el poder constituyente puede estructurar el
estado como quiera, sin restricciones, libre de todo respeto a organizaciones pretéritas”.
De la misma opinión es, como se vio, SCHMITT.
Poder constituyente Originario: Se llama así cuando el nuevo orden jurídico que él
establece nace sin apoyarse en una norma positiva anterior, es decir, cuando surge por
primera vez. Ello puede tener lugar en el caso del nacimiento o conformación de un nuevo
estado, al darse éste su propia constitución independiente, o como consecuencia de la
ruptura del orden jurídico anterior, bien sea por golpe de estado, la transformación
institucional de las estructuras políticas o la conquista militar.
Poderes constituidos: Son todos aquellos que la constitución consagra como titulares
de las distintas funciones del estado, ejemplo: El congreso o parlamento, la presidencia
de la república, los órganos de control y fiscalización, las fuerzas armadas, entre otros.
El ejercicio del poder constituyente originario plantea problemas que aparecen entre los
más complejos dentro del campo de la ciencia política y del derecho constitucional. Se
trata, ni más ni menos, que de determinar a quién pertenece el poder constituyente
originario y de justificar la juridicidad de su obra.
Sin embargo, como lo explica XIFRA HERAS, la atribución del poder constituyente al
pueblo no ha sido unánime ni permanente. Esta idea no se implantó sino a fines del
siglo XVIII en Estados Unidos de Norteamérica y en Francia. En la antigüedad, en la
edad media y en buena parte de los tiempos modernos por influencia de los
pensadores y humanistas religiosos, era general la creencia de que Dios era el único
titular del poder constituyente. Luego se rechazó la creencia en el poder constituyente
de Dios, este paso a la comunidad, al populus, a la universitas civium; con el triunfo
de la revolución francesa se consolidó en cabeza de la nación. De ahí que se haya
afirmado que “El poder constituyente ha pasado por todos los aspectos que la
autoridad ha revestido entre los humanos”. Estaba en la exégesis de los libros
sagrados: las leyes de HAMMURABI, la biblia, las leyes de MANU, el Corán; en las
asambleas populares en Grecia y en los pueblos germánicos; en los fueros
medievales, con los cuales se inicia la elaboración intelectual de una soberanía
constituyente atribuida a la sociedad; en las decisiones del parlamento, como
exponente de la voluntad constituyente particular: la “Petición de derechos” del
parlamento inglés de 1628, o la “declaración de los derechos del hombre y del
ciudadano” de la asamblea nacional francesa de 1789.
Para BURDEAU la titularidad del poder constituyente puede estar también en cabeza
de un individuo, cuando en él se incorpora “toda energía de la idea de derecho”. En
estos casos, afirma, el individuo queda investido de la facultad de auto-organización
en tanto que él es, a la vez, el detentador del poder político y la expresión de la idea
de derecho aceptada por la comunidad.
En definitiva BIDART CAMPOS dice que donde hay fuente formal o material de
producción jurídica con fuente constitucional, podemos decir que hay también acto y
poder constituyente, y que el órgano de esa producción que en realidad siempre es un
individuo o varios se erige en titular del mismo poder.
Poder constituyente y soberanía:
Resulta fácil identificar las nociones del poder constituyente y soberanía, dadas las
características de ambos conceptos. Así lo han hecho todos los teóricos de la soberanía
popular. Por su parte, SÁNCHEZ VIAMONTE dice que en efecto “la soberanía
propiamente dicha, aquella que tratan de fundamentar y explicar SUÁREZ, BODIN,
HOBBES, LOCKE, REOUSSEAU, SIÉYES Y KANT, que según ellos tiene una
manifestación de la ley, no es otra cosa que el poder constituyente, porque la ley a que
ellos se refieren no es sino la constitución”. Por ello conviene deslindar estos dos
conceptos, para lo cual seguiremos los planteamientos de BIDART CAMPOS.
“La soberanía, por el contrario, sólo puede comprenderse dentro del estado, como
cualidad de su poder constituido, de ese poder que en forma continua da expresión vital al
estado, desarrolla sus competencias, pone en acción sus funciones y brinda curso
dinámico a su existir cotidiano. La soberanía no existe hasta que el estado se crea; no hay
una soberanía precedente, diluida en la comunidad o en cualquier otro ente: mientras no
hay estado no hay soberanía”.
GLOSARIO
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Seccional Ocaña
20 de Noviembre de 2015
EL PODER CONSTITUYENTE
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Seccional Ocaña
20 de Noviembre de 2015