Vous êtes sur la page 1sur 5

CAMBIO CLIMATICO, ADAPTACIÒN Y MITIGACIÓN

Actividad 1

Presentado por:

JOSE ANTONIO CASTELLANOS TOVAR

JULIE CLAUDETT HOWARD ARCHBOLD

JOHANNA PAOLA QUINTERO ARCIERI

Aspirantes a Título:

Especialistas en Gestión Ambiental

Fundación Universitaria del Área Andina

26 Noviembre de 2018
Para la realización del siguiente trabajo se tomo una empresa de energía eléctrica,
ENSA, una operadora de las Empresa Pública de Medellín EPM, donde se revisará
el inventario de GEI, se idearán estrategias para reducción, mitigación y
compensación de las emisiones de la empresa. Se hará recolección de estos datos
para la tomar las decisiones para mejorar en temas de cambio climático, de modo
que se avance en el conocimiento del problema que se enfrenta, como primera
medida de adaptación al cambio climático.
En el panel Intergubernamental de Expertos Sobre Cambio Climático (IPCC) ha
desarrollado una formula para calcular la emisión que genera las empresas.
𝐸𝑚𝑖𝑠𝑖ó𝑛 = 𝐷𝑎𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑎𝑐𝑡𝑖𝑣𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑋 𝐹𝑎𝑐𝑡𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑒𝑚𝑖𝑠𝑖ó𝑛
Donde el dato de actividad es la información del tamaño de la actividad generadora
de la emisión. En este caso sería la energía eléctrica usada. El factor de emisión es
un valor representativo que relaciona la cantidad de un gas emitido atmosfera
generado por la cantidad de combustible usado expresado en 𝐶𝑂2.

Figura 1. Consumo energético de las subestaciones de ENSA


Por concepto de uso de energía eléctrica en ENSA se constató un impacto de
emisiones de 1.458,69 𝑡𝐶𝑂2𝑒 , producto del consumo de 4.337,19 MWh durante el
periodo analizado.

Estrategias para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero


Compensar totalmente el impacto ambiental es realmente difícil. Cuando
consumimos energías fósiles estamos agotando, rápidamente, un capital que la
naturaleza ha tardado miles de millones de años en acumular. Los ritmos de
absorción de CO2 de, por ejemplo, la vegetación no puede igualar en ningún caso
la velocidad a la que nosotros emitimos los gases que provocan el efecto
invernadero. Si considerásemos los ciclos naturales y la escala de tiempo geológica,
la acción de las plantas podría ser asimilable tan sólo a una reserva de carbono de
carácter temporal.
A continuación, se comentan diferentes opciones de “compensación”, entre las que
se cuenta la compensación económica, pero también otros enfoques destinados a
tratar de equilibrar las emisiones personales que no podemos reducir.
 Compensación económica Existen cada vez más empresas dedicadas a
ofrecer este tipo de “compensación”. Los proyectos de reducción de
emisiones que se incluyen como medidas de compensación dentro del
llamado marco regulado (es decir, las compensaciones que realizan las
empresas que estan obligadas a ello por norma, según el Protocolo de Kyoto)
son verificados por las Naciones Unidas. En cambio, en el marco voluntario,
en el que tienen cabida las iniciativas de empresas o particulares que quieren
compensar sus emisiones pese a no estar obligados a ello, no hay un control
por parte de un órgano certificador. En esta última opción, hay que apostar
por entidades o proyectos con un cierto reconocimiento, para tener la
seguridad de que realmente el dinero que uno invierte se destina a proyectos
reales destinados a la reducción de emisiones reales. Promover proyectos
positivos ayuda a avanzar hacia la sostenibilidad, pero no puede ser la única
solución: el planeta necesita que reduzcamos el consumo y cambiemos de
hábitos. La compensación sólo puede ser aceptable cuando previamente ya
se ha hecho todo lo posible para reducir. Pensemos que una tonelada de
carbono ahorrada hoy es mucho mas valiosa para evitar el calentamiento
global que una tonelada ahorrada dentro de veinte años. La austeridad vital
debería ser la actitud global que presidiera la lucha contra el cambio
climático.
 Compensación por acciones Otra visión del concepto de “compensar”
emisiones de CO2 sería la valoración de nuestros desplazamientos o
actividades consumidoras de energia como acciones que podrían tener un
efecto de reducción neta real de emisiones. Un ejemplo sencillo sería el de
desplazarnos en coche para tener una conversación inspiradora con un
usuario habitual de coche privado, que provoca que a partir de entonces
abandone el coche y reduzca su huella de carbono. Pensemos que dar
ejemplo es la mejor opción para impulsar cambios destinados a reducir el uso
de recursos. Otro ejemplo sería la reparación de objetos o el reciclaje:
destinamos unos recursos energéticos y materiales pero en el total se
ahorran muchos más.
 Bosques y más vegetación Los proyectos de plantación de árboles o
reforestación de zonas degradadas son algunos de los proyectos más
habituales para “compensar” emisiones. Se trata de favorecer sistemas vivos
que ayuden a absorber CO2 y, por tanto, a estabilitzar las concentraciones
de este gas de efecto invernadero a la atmósfera. Además, los árboles tienen
un valor estético, sentimental y social que los hace especialmente adecuados
para convertirse en símbolos de la “compensación” de emisiones
Sin embargo, por ello también se corre el riesgo de que los discursos se vuelvan
simplistas, ya que la “compensación” total, como se ha visto, no sería posible. El
ritmo de captación del CO2 por parte de la vegetación es más lento que el de
nuestras emisiones, y los árboles són sólo reservas temporales de carbono. Por
eso, no son una solución única y definitiva, y el papel de los bosques como sumidero
para mitigar las emisiones de CO2 es limitado. Sin embargo, los árboles tienen
muchas otras funciones ecológicas necesarias para la continuidad de la vida y las
sociedades humanas: mantener la biodiversidad, generar oxígeno y suelo fértil,
hacer mover el agua en su ciclo sin fin… Deberían ser motivos suficientes para
promover reforestaciones en las que los árboles no sean simples reservas de
madera.
Debemos pues tomar decisiones para evitar el consumo energético innecesario.
Hay que entender que la crisis ambiental generada por las sociedades humanas en
el último siglo va más allá del calentamiento global, y son necesarios esfuerzos en
otros ámbitos además del de la simple reducción de las emisiones de carbono. En
este contexto, muchas de las medidas propuestas como acciones de
“compensación” de las emisiones de carbono trabajan con tecnologías apropiadas
y sostenibles a largo plazo, como las energías renovables, o reportan beneficios
ecológicos diversos como la recuperación de zonas boscosas. Así, pese a que la
“compensación” no sea posible, si estos proyectos de reducción de emisiones van
precedidos por acciones reales de reducción y tienen consecuencias ambientales
favorables valdría la pena ponerlos en práctica.
Referencias
Grupo EPM. (2017). Inventario de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).

IDEAM. (2012). Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero GEI. Bogota.

Vous aimerez peut-être aussi