Memoria sobre la conveniencia y objetos de un Congreso General Americano-

Alberdi

Al desde el principio de su emancipación habla de crear un congreso general, se dieron cuenta que
una enfermedad social los aflige y tienen como meta salir de esta situación. Fijan la necesidad de
un gran congreso organizador continental. Los estados americanos no piensan que la reunión de
una asamblea semejante pueda ser capaz de sacarlos por su propio esfuerzo del estado en el que
se encuentran, pero creen que entre los medios de aplicación para extirpar sus males, uno de los
más eficaces puede ser la reunión de la América

La usurpación americana ejecutada por Europa provocó la llamada a una Asamblea General por
parte de Bolívar. Desde que los vencimos con nuestras armas, desistió el pensamiento de
dominarnos y dejó de existir el mal cuya probable repetición había dado origen a la convocación
del Congreso. Al pedir un congreso de los pueblos de América, Bolívar se mostró como un hombre
de Estado y político original: América del sur ofrece la homogeneidad en sus elementos orgánicos y
medios para la ejecución de un plan de política general.

Bolívar había pensado la centralización continental del movimiento político, sin embargo no hizo
promesas de terminar su trabajo, comprendía que llevaría un tiempo lograrlo. América, a partir de
la convocatoria del Congreso, quiere tener por escrito y consagrado sus constituciones
republicanas.

Hay quienes le son adversarios porque no ven los objetos que pueden ser asuntos de
deliberaciones del Congreso, a lo cual con solo dar a conocer los objetos de interés americano se
consigue desvanecer en gran parte las objeciones de temor e incertidumbres que se oponen a su
realización.

Alberdi enumera los objetos e intereses que deben ser materia de las decisiones del congreso,
también deja ver las conveniencias que una reunión semejante traería a cada pueblo, por ultimo
refuta las objeciones que se dan sobre los peligros e inconvenientes

En primer lugar coloca a la cabeza de los objeto de deliberación el arreglo de límites territoriales
entre los nuevos estados. Afirma que la América está mal hecha, es un edificio viejo, construido
según un pensamiento que ha caducado. El centro vive de la periferia y viceversa, es por esto que
el congreso no debe ser una simple junta de plenipotenciarios, sino una especie de gran corte
arbitral y judiciaria, donde adjudique en calidad de árbitro supremo, costas, puertos, ríos y
porciones elementales del terreno a los países que tuviesen absoluta necesidad de poseer alguno
de estos beneficios y así poder alcanzar mayor desarrollo.

El congreso al delinear las nuevas fronteras no debe componerlas de simples filas de fuertes
militares y oficinas de aduanas, es decir, debe establecer fronteras naturales que consistan en
accidentes geográficos. Será el modo más eficaz para establecer el equilibrio continental, debe ser
la base de la política internacional civil o privada, debe nacer del nivelamiento de las ventajas de
comercio, navegación, tráfico. Equilibrada la riqueza es necesario equilibrar también el territorio,
este en AL es causa de desorden y atraso ya que hace imposible la centralización del gobierno

El segundo lugar se encuentra el derecho marítimo, donde la navegación se dividirá en oceánica,

base del comercio II, y mediterránea, alma del comercio interior. Reglar la navegación es facilitar el
movimiento de la riqueza, cuyo más poderoso vehículo de circulación es el agua. Para hacer
transitables los caminos es preciso ponerlos bajo el amparo del derecho. Se debe dar tráfico naval
absoluto sobre los ríos a los buques de bandera americana y cortas limitaciones a banderas
extranjeras. A la navegación de mares americanos convendrá también que se adopten medidas de
aplicación continental, capaces de excitar la prosperidad y aumento de la industria naval

En tercer lugar se encuentra el derecho II mercantil, donde el interés que debe promover América
tanto en el comercio interno como II es la de su protección, desarrollo y salvaguarda. Europa ya no
quiere conquistar los territorios sino que quiere arrebatar el comercio, la industria, para plantarse
en ves de su comercio. Aliar las tarifas, las aduanas es el gran medio de resistencia Americana. Los
actuales enemigos de América son sus desiertos sin rutas, sus ríos esclavizados y no esporados, sus
costas despobladas por el venero de las restricciones mezquinas, la anarquía de sus aduanas y
tarifas y la ausencia del crédito como medio para producir riqueza positiva y real. Regidos todos los
países por un mismo derecho comercial se encuentran en una posición única de mantener y hacer
extensivas al continente las formalidades de validez y ejecución de las letras y vales del comercio.
Asia vendría a tener importancia un papel moneda americano y la creación de bancos u de un
crédito publico continental, dando validez a documentos y sentencias ejecutoriadas.

En cuarto lugar encontramos las formalidades preparatorias y de comprobación para entrar en el

ejercicio de las profesiones científicas e industriales. La uniformidad de la lengua, las leyes,
creencias y usos hace que la competencia para el ejercicio de ciertas materias sea americano. Será
suficiente que se adopte un número de pruebas que haga indispensable la necesidad de poseer
aquella parte en que la ciencia o profesión se haya localizado.

Por último la construcción de un vasto sistema de caminos II a expensas recíprocas que concilien la
economía, la prontitud y todas las nuevas exigencias del régimen moderno de comunicación
interior, el establecimiento de nuevos vínculos e intereses generales, sometidos a un impuesto
único y continental.

La extradición criminal civil será la única extradición admisible en virtud de la justicia y del crimen
civil, no será olvidada.

Una de las grandes miras del Congreso debe ser la consolidación general de la paz americana: los
medios para obtenerla serán la amortización del espíritu militar y la aberración impertinente que
ya no tiene objeto en América. Se puede conceder a cada estado el empleo de la fuerza única para
hacer el mantenimiento de su orden interior.
Se desprende así, el Derecho a la practica de la intervención que no puede ser abolido, américa
tiene el derecho a intervenir en una parte de ella en cualquier momento en el que el mal
semejante a la esclavitud colonial se haga ver con tendencia a volverse general

El congreso deberá establecer un derecho de gentes para el continente y para con Europa. El
privado se compone en gran parte de las decisiones recaídas sobre los objetos ya indicados,
establecerá la igualdad de los poderes. Establecerá las formas de diplomacia privada sobre los
principios de igualdad, economía, sobriedad y llaneza democrática. Para con Europa el sistema
adoptado debe ser uniforme y general a fin de que el poder de esta generalidad, los actos de sus
Estados tengan por lo menos la respetabilidad moral que inviste lo que es universal y común. La
política para con ellos debe ser invariableblemente la de no permitir el ejercicio de una autoridad
que no esté en armonía con los principios de la independencia y soberanía nacional americana y
del nuevo régimen democrático adoptado por los Estados.

El congreso deberá ocuparse también de prevenir la guerra, desterrarla, será necesario sujetarla a
un derecho y de formas nuevas en los casos en los que fuese inevitable. Uno de los medios para
llegar al fin de la guerra marítima será la supresión del corso, declarado piratería.

Es necesario que los pueblos de América escapen de la soledad, la colonización es un gran medio
para lograrlo. De no ser posible por sus medios, deben dejar que Europa lo haga sin ponerle trabas,
sino hay que sugerirle medios de civilización y progreso

La materia americana es susceptible de dividirse en 3 categorías:

 Asuntos peculiares exclusivamente a la América Española emancipada

 Asuntos privativos de la América del sur
 Asuntos de todo el continente americano

Oposiciones al Congreso
 El ministro y el presidente de EEUU se opusieron a la confederación Americana como
medio de defensa bélica contra Europa, pero no a la alianza feliz de esfuerzos intelectuales
 Se ha atacado también la idea de un congreso americano comparándolo al consejo
anfictiónico (pueblos griegos)
 Se ató a los inconvenientes que ha traído a Europa el Congreso de reyes, celebrado en
Viena en 1815, por medio de plenipotenciarios