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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

La construcción de un héroe: Ahmed Sha Massoud

Presenta: María de la Luz Alvarado Juárez

Correo electrónico: luzmadaj@gmail.com

Resumen ponencia Ahmed Sha Massoud.

Afganistán ha sido y es un país que está en guerra desde hace ya varios años, un conflicto que
como todos de esta naturaleza deja miles de muertos; la vida de los hombres se desvanece con
tan sólo mencionar “bajas civiles o militares”. Algunos de estos seres humanos se proclaman
líderes que desean, o continuar con la guerra o dar fin a ésta, líderes que desean pelear por lo que
ellos creen justo. En este país asiático, Massoud se convirtió en un hombre a seguir: un héroe.
Esta categoría fue otorgada más por los medios de comunicación extranjeros que por sus mismos
compatriotas, figura mítica que nace después de derrotar al gran ejército rojo, y que avanza con
su muerte al ser declarado “héroe nacional”, algo paradójico en un país lleno de conflictos
interétnicos y donde difícilmente podríamos hablar de una “identidad nacional”.

La construcción de un héroe: Ahmed Sha Massoud


María de la Luz Alvarado Juárez
“Nunca podremos conocer los motivos que determinan los actos humanos”
S.F .
“ […] si quien añade ciencia añade dolor, quien aumenta su documentación ve crecer sus
perplejidades”
J.E.P.

Cuando leí sobre Massoud y Afganistán me dí cuenta de la dimensión de aquello que cité en un
principio, es realmente difícil comprender motivos y deseos ajenos (incluso a veces propios),
sobre todo en este caso, de un hombre en cuya cultura no he estado inmersa directamente y de la
cual, muchos “conocemos” algo sólo a través de los medios masivos que nos proporcionan
información sesgada y que obedecen a intereses netamente particulares.
Mi objetivo inicial era encontrar la identidad (es) de Ahmed Sha Massoud que aún no
había sido construida por los medios de comunicación internacionales, me refiero a sus años de
formación y la imagen que de él tenía la gente de Afganistán, no sus seguidores ni detractores,
sino el “pueblo” que se supone él estaba defendiendo. Para comprender motivos y conocer un
poco las historias que se han construido de un hombre que se convirtió en guerrillero, revoltoso
para unos, libertador para otros. Sin embargo no lo logré plenamente porque la vida de Massoud
se conoce muy poco y de manera muy indirecta.
Para comprender a un hombre es necesario entender su entorno, su pasado y el del lugar en el
que actúa, por tal razón decidí organizar este trabajo a partir de una interpretación de las historias
de Afganistán. La primera parte, historia en general de Afganistán la presento como introducción
para seguir con un poco de la vida de Massoud, y la incursión de este en el ámbito militar y
político del país. Sigue el apartado de la guerra civil y el avance de los Taliban, la resistencia de
Massoud y el Frente Unido, para terminar con la muerte del comandante Massoud.
Espero que este texto refleje las impresiones que me dejó la historia (o las historias) de
un país que hoy sigue en guerra y donde aún está sufriendo la intervención de ejércitos
extranjeros y donde los grupos internos continúan su pelea por el poder y para imponer “la
verdadera forma de vivir”, y la gente sigue con hambre y perdiendo familiares y sueños.

Primeros asentamientos, conformación del Estado y vida “independiente” hasta 1978


En la Antigüedad conquistaron el territorio los persas, después Alejandro Magno, cuando se
disolvió su imperio pasó a la órbita de otros reinos, hasta que en el siglo VI de n.e. lo
reconquistan los persas sasánida. Con la expansión árabe durante los siglos VII al XI el territorio
se islamiza, quedando la mayoría en la confesión sunnita. Desde el siglo XI, otro imperio, el
selyúcida, controló este territorio durante dos siglos, hasta que los mongoles de Gengis Khan lo
conquistaron. El imperio turco de Tamerlán también sometió el territorio a finales del siglo XIV,
y después de su muerte, sus descendientes siguieron disputando la zona. Para principios del siglo
XVI el área quedó nuevamente bifurcada y como frontera entres dos imperios: el safawi (persa)
de confesión chiíta y el mongol de mayoría sunnita. Ambos imperios fueron perdiendo poder y
en la tercera década del XVIII las tribus pashtun (unidas las dos vertientes: ghilzai y abdalí) se
levantaron contra los safawi, y lograron construir el primer estado afgano, como tal, a mediados
de siglo, con Ahmad Sha (o Sha Ahmad; de la tribu abdalí, que después pasó a llamarse durrani)
a la cabeza, un “imperio” de bases frágiles que sólo representaba a una tribu; logró extenderse al
norte a costa de uzbekos, turcomanos y tayikos, y al este conquistando el Punjab, Cachemira y
Beluchistan (parte de lo que hoy es Pakistán).
Las guerras anglo afganas, los conflictos internos (los clanes pashtun en lucha entre sí por el
poder), el avance afgano hacia el oeste, la política interna respecto al apoyo de uno u otro
imperios extranjeros y de la intromisión de éstos en las decisiones y escisiones políticas y
sociales internas, sobre todo del lado británico, fueron factores primordiales para la delimitación
de fronteras definitivas hacia finales de siglo XIX. Afganistán fue reconocido en 1919 como
estado independiente ante Gran Bretaña y Rusia.
En 1931 Zahir sube al trono después del asesinato de su padre Nadir Khan y fue derrocado en
1973.[1] Durante su mandato se emprendió un orden de reformas sociales y políticas que
inclinaban la balanza hacia la URSS, además de medidas agresivas a favor del Pashtunistán, lo
cual creaba más tensiones con Pakistán. En 1963 Daud Khan (Primer Ministro nombrado en el
53) fue depuesto y el rey Zahir conformó un nuevo gobierno compuesto por personas formadas
en universidades extranjeras, punto de fundamental importancia por el hecho de que trataron de
imponer innovaciones sociales y políticas[2] que disgustaban a los grupos más ‘conservadores’,
y que en general, no consideraban las características regionales. Los grupos en descuerdo con el
carácter laico de las reformas, pronto comenzaron la resistencia a las transformaciones, pero
fueron reprimidas, hasta que a principios de la década de los setentas, junto con otras situaciones
coyunturales (inundaciones del 71 y 72, y el consecuente deterioro de la economía) produjeron
un gran descontento entre la población, momento en que Daud aprovechó para dar un golpe de
estado y proclamar la República de Afganistán, estableciendo un régimen autoritario y alejando
el apoyo de las facciones comunistas que cinco años después lo derrocarían.

Años de régimen comunista e invasión soviética


Después de que se logró derrocar a Daud, Nur Mohamed Taraki es nombrado presidente de la
república, y Babrak Karmal, ministro adjunto[3]. Los comunistas trataron de importar un modelo
político, económico, social y cultural ajeno a las tradiciones afganas, de forma arbitraria y con
altas dosis de represión política, que pronto creó hostilidades entre la población; un sistema que
simplificaba demasiado la pluralidad cultural afgana y no establecía un diálogo; aunado a esto,
los conflictos internos del partido. En 1978, se firmó un tratado de amistad y cooperación con la
URSS donde se establecía que las partes podían ‘tomar las medidas necesarias en caso de
amenaza de seguridad’. Con la intensificación de las ofensivas de los mujahedeen, el
debilitamiento de las relaciones con la URSS, cuando el régimen de Hazifullah Amin parecía
imposibilitado para reprimir el avance de los guerrilleros[4], el ejército rojo invadió Afganistán
en diciembre de 1979, justificando su entrada con el pretexto de un llamado de apoyo de Amin y
el tratado firmado un año antes.
Pasados ocho años de intensa lucha entre los combatientes de la Jihad afgana contra los
soviéticos, en abril de 1988, después de reconocer su fracaso y de contabilizar el enorme gasto
económico y militar que le estaba provocando a la Unión Soviética (con diversos problemas
internos), se firmó un acuerdo en el que la Unión aceptaba retirar a sus tropas. Las tropas se
fueron, pero el gobierno comunista siguió por otros cuatro años, aunque ya sin apoyo del
extranjero y con las constantes afrentas guerrilleras.

Massoud: años de formación y entrada a la vida política y militar.


El constante tránsito de imperios y reinos por el territorio afgano dejó una gran diversidad étnica
y cultual; aún así, se pueden reconocer dos troncos principales: el iranio, al que pertenecen los
pashtunes (hoy mayoría de la población), los tayikos, los hazaras (la principal minoría chiíta), los
baluches, los aimak y qizilnash, entre otros; los uzbecos, turcomanos y kirguiz son los grupos
más importantes de ascendencia turca, el otro extremo.
A los tayikos perteneció Ahmed Sha Massoud; nació en Jangalak, al norte de Afganistán, su
padre, un comandante de la monarquía, lo inscribió en la escuela de gramática en Bazarak desde
los cinco años, más tarde el padre fue promovido a jefe de policía en Herat, al sur, y ahí Massoud
prosiguió sus estudios. Cursó la educación media superior en Kabul en la Isteqlaal. Al terminar,
se matriculó en el Instituto Politécnico para Ingeniería y Arquitectura de Kabul, y el mismo año,
1973, se unió al partido Jamiat-I-islami.
Según algunas entrevistas,[5] Massoud tenía gustos por el fútbol, voleibol, montar a caballo, el
ajedrez, la lectura (de historia, viajes y poesía, sus poetas favoritos: Mowlaanaa Jalaluddin-e
Balkhi, Sanayi Ghaznawi, Bedil y Hafiz, místicos persas). Presentan a un hombre carismático,
líder, estricto, disciplinado, gran estratega, cuyos ideales empataban con personajes, según él,
como el general de Gaulle: un hombre que lleva la defensa de su pueblo. De hecho, cuando leí
las diversas notas en periódicos y revistas y citaban las palabras de Massoud, la constante fue la
defensa del pueblo de Afganistán contra los invasores, primero británicos, luego los rusos y
posteriormente la alianza Taliban-Pakistán
Una guerra en la que combate el pueblo de Afganistán, con sus mártires, en contra de los
extranjeros para defender la libertad, valor que en occidente es muy apreciado, con esta
referencia da legitimidad a su lucha ante el exterior del cual busca ayuda (ejemplo: Carta al
Pueblo de América) [6]

Massoud en la lucha
Grupos armados de diversos orígenes se levantaron contra la invasión de la URSS pero, a pesar
de su enemigo en común, no lograron una cohesión importante entre sí. De esos grupos, uno de
los más fuertes era el partido Jamiat-e-islami, cuya cabeza era Barhannudin Rabbani, apoyado
por el comandante Massoud. La zona de influencia y acción de Massoud era el norte en la
provincia de Badkhshan principalmente y en algunas partes de las provincias de Ghowr y Herat.
Por la misma multiplicidad de cuerpos afganos, los motivos resultaban distintos, para Massoud el
motivo de la lucha lo expuso en una entrevista posterior con la CNN, cuando la agencia le
preguntó: ¿por qué se oponían al Partido Democrático Popular de Afganistán? El comandante
contestó:
“Antes que los comunistas tomaran el poder, todos sabían que eran marionetas de
Rusia. Todo el pueblo de Afganistán sabía que desde tiempos de Pedro, la Unión
Soviética quería tener las condiciones adecuadas para ocupar los países de la región y
conseguir sus propios objetivos. Eran ateos y sus ideas e ideología no estaban en
conformidad con nuestra cultura. Y gradualmente el pueblo de Afganistán fue
conociendo sus caras, excepto por el desastre y la tragedia, no trajeron nada en
beneficio de la gente”[7].
Aquí es importante detenernos un poco en la frase que marqué en negritas, pues resulta vital ya
que gran parte de los combatientes afganos estaban de acuerdo en este punto, aunque no en las
formas de proceder; y es por este tipo de ideología que fueron nombrados como
fundamentalistas.
Del término ‘fundamentalismo’ encontré varias definiciones, en primer lugar la que da Otero
Novas, quien escribió que este concepto, con el sentido que actualmente se le da, se convirtió de
uso general a finales de la década de los setenta en el siglo XX, ‘cuando cae el Sha de Persia, y la
toma de poder en el irán por Jomeini y sus seguidores’. Para Otero el fundamentalismo nace
cuando se tratan de imponer convicciones personalmente poseídas a través de coacción legitima
o ilegítima, física o psicológica…[8], Otero también cita a Kienzler para definir el surgimiento
de los fundamentalismo religiosos, según él, nacen “en el momento en que se afirmen de forma
rigurosa las leyes religiosas y se pretenda reglamentar todo según lo que estas dicen”[9].
Leah Renold explica en su artículo “Fundamentalismo” que el término surgió a finales del siglo
XIX para definir a un movimiento cristiano, que defendía la recuperación de las creencias
fundamentales del cristianismo para resistir los “embates contra la fe”[10]. En la mayoría de los
medios de comunicación se ha difundido con un sentido negativo para designar a aquellos
movimientos en contra de la modernidad y la libertad de pensamiento, sobre todo después de los
atentados en Nueva York el 11 de septiembre de 2001, sin embargo se ha ligado al Islam, visto
este último como una religión monolítica y llena de ‘terroristas’.
Si analizamos estas demarcaciones propuestas, el término fundamentalismo se puede
usar desde distintos aspectos, según el objetivo que se proponga al designarlo. Creo que debemos
tomar la advertencia de Renold en serio, y tratar estos términos con cuidado, para evitar la
discriminación y condena, además que suele ser usado para justificar guerras y homogeneizar
culturas.
Los levantamientos en contra de la invasión de tropas soviéticas, expresados ideológicamente en
las palabras de Massoud, los podríamos considerar, a mi parecer, dentro de un movimiento en
específico del Islam: el islamismo, también muy variado, que “pretende la revitalización del
Islam en las personas y en la sociedad… busca la creación de espacios públicos islámicos…[,]
esos espacios engloban tanto a la sociedad como al Estado. La instauración del Estado islámico
se convierte en uno de sus objetivos intermedios para lograr la islamización del entorno”[11].
Pero esto sólo para ofrecer un marco de referencia, de un movimiento a nivel regional que
grupos de varios países venían desarrollando desde la década de los setentas, y la mayoría de
cuyos miembros fueron entrenados militarmente en Afganistán, donde la Jihad[12] afgana sirvió
como experimento para que los mujahedeen partieran a la luchas hacia otras latitudes como
Cachemira.
Recursos para “la libertad” (a la guerra)
Arabia Saudí, Pakistán, Irán y Estados Unidos fueron los países que más aportaron en la guerra
de guerrillas. El primer país lo hizo a nivel financiero, según Baltar motivado “por una mezcla de
pragmatismo político con aspiraciones de liderazgo en el mundo islámico”, para apoyar a los
pashtun sunnitas y para tratar de parar el progreso del chiísmo iraní, cuyo régimen apoyaba sólo
a la minoría afgana de los hazara. Estados Unidos, en la dinámica de la embestida más agresiva
para frenar “el avance del comunismo”, apoyó, sobre todo después de 1981, con armamento,
dinero, apoyo logístico e información de inteligencia, todo a través del Servicio de Inteligencia
de Pakistán (ISI), quien, al parecer, sólo proporcionaba los recursos a los pashtunes islamistas, de
la rama ghilzai, para subordinar la Jihad afgana a sus intereses nacionales. El guerrillero bajo las
órdenes de Pakistán era Gulbuddin Hekmatyar, quien había roto relaciones con Rabbani desde
1976, y desde entonces estaba al mando del partido Hizb-i-Islami.
Massoud, quien seguía bajo el mando de Rabbani y en el Jamiat-i-Islami, desde el comienzo de
la resistencia mujahedden tuvo enfrentamientos constantes con Hekmatyar, por los métodos
‘terroristas’ que empleaba contra la población civil. En varias entrevistas posteriores, Massoud
denunció a Hekmatyar por ‘prestarse’ a los intereses de Pakistán y ‘traicionar’ al pueblo afgano.
La ayuda de estos países contribuyó a marcar más las diferencias tribales, religiosas y
políticas entre los afganos y no ofrecieron una alternativa de concentración, ni cohesión nacional.
Cada apoyo obedecía a los intereses políticos, económicos e ideológicos de los países en
cuestión. Estados Unidos, después de la retirada de los soviéticos se olvidó de la zona.

Todo…s contra todos


Tropas uzbekas, bajo el mando de Rashid Dostum y tayikas dirigidas por Massoud, tomaron
Kabul en abril de 1992. Se proclamó un gobierno provisional con la presidencia interina de
Burhanuddin Rabbani, pero Hekmatyar y los partidos de Peshawar no lo reconocieron y
comenzaron a bombardear la capital, pese a los intentos de diálogo que se emprendían, no
lograron convencer a los ‘caudillos’. En 1993, se convocó a una Loya jirga, la cual ratificó a
Rabbani en el poder, pese a esto, los pashtunes islamistas siguieron sin reconocer su autoridad,
con lo que se dio el inicio de una guerra civil entre los distintos grupos que antes habían peleado
contra los soviéticos. Alianzas coyunturales se alzaban por todos lados y desaparecían con la
misma rapidez, los enfrentamientos interétnicos no faltaron, Hekmatyar, con el apoyo logístico y
militar del ISI, bombardeaba constantemente la ciudad sin escatimar recursos. Guerras intestinas
que acabaron con el país, se cerraron las vías de acceso, los alimentos y la ayuda humanitaria
brillaban por su ausencia y miles de afganos huían a los campos de refugiados en los países
vecinos.
Durante la defensiva ante los soviéticos y, después, en los cuatro años de guerra civil, a pesar del
carisma y liderazgo de Massoud, éste no tenían un control total de sus tropas, sus hombres a
menudo saqueaban y fueron acusados de otros ‘crímenes de guerra’, la RAWA (Asociación de
Mujeres Afganas Revolucionarias) es una de las principales partes acusadoras. Por tales acciones
y por su “incapacidad” de frenar el asedio de los otros grupos muyahedden, los seguidores de
Massoud fueron perdiendo apoyo de la población. Además que se le cuestionaba sobre los
tesoros históricos y la producción de drogas que continuó durante el régimen de Rabbani.
Desde el sur del país, otro grupo parecía ofrecer la solución a todos los problemas, despertando
esperanzas de paz a una sociedad que llevaba más de diez años en conflicto. Los Taliban iban
avanzando desde el sur hacia el norte y oeste del país, escenarios del conflicto, con el propósito
de desarmar a los caudillos, sin pretender el poder en Afganistán.

Régimen Taliban: orígenes y establecimiento. Resistencia de Massoud, Frente Unido, visita


al parlamento.
Los Taliban son un grupo que se originó en las madrassas de Pakistán, escuelas de teología
musulmana donde la mayoría de sus estudiantes eran refugiados. Su avance por Afganistán fue
apoyado por el gobierno de Pakistán, después de que los Taliban habían derrocado a su aliado
afgano Hekmatyar y éste a su vez, había perdido bastante popularidad con los bombardeos y
estrategias fallidas; los Taliban ofrecían la restauración del orden que tanto urgía a Pakistán para
el tránsito libre hacia la zona petrolífera y rica en gas en Uzbekistan y para el tráfico de
transportes; además que le ofrecía la posibilidad de expansión de su área de influencia en Asia
central en la carrera por establecer un Estado panislámico, juego en el que competía con Arabia
Saudí e Irán.
Ante el inminente avance Taliban, Rabbani y Massoud decidieron establecer un
acuerdo, lamentablemente ni el diálogo se logró, éstos se retiraron hacia el norte de Kabul y la
ciudad fue tomada por los Taliban en septiembre de 1996. En cada ciudad que tomaban,
instauraban un régimen basado en la Sharia y encaminado a islamizar el Estado, la sociedad y a
acabar con los musulmanes impuros o que se habían apartado del camino ‘correcto’, lo que
pronto comenzó a alarmar a las poblaciones y a los países vecinos, quienes veían el avance
Taliban, apoyado por Pakistán, como una posibilidad de expansionismo musulmán,
preocupación que se veía reforzada por el creciente contacto entre el mullah Omar (líder del
movimiento Taliban) y Osama Bin Laden, cabeza de Al Qaeda.
Desde el arribo de los Taliban al gobierno, Massoud estuvo en resistencia, en algunas
ocasiones con apoyo y otras, la mayoría de las veces, solo. En octubre de 1996 se conformó un
frente entre los generales de las tropas hazaras, uzbecos y tayikos, el Consejo Supremo para la
defensa de la Patria, que después pasaría a alcanzar popularidad con el nombre de Alianza del
Norte, sobre todo en Occidente, aunque ellos prefieren llamarse Frente Unido.
En los años de resistencia a los Taliban, Massoud se distinguió por ser uno de los líderes
guerrilleros más constantes y de los más conocidos en los medios occidentales. Obtenía recursos
a través de la venta de lapislázuli, rubíes y otras piedras preciosas a otros países como Polonia, y
algunos actores lo acusan de que también usaba el dinero que se obtenía del tráfico de la
adormidera y/o la venta de los tesoros históricos de Afganistán. En la entrevista con Piotr
Balcerowicz, éste le preguntó sobre el origen de las drogas que se transportaban a Tajikistan y de
ahí a Osh, en Kyrgyzstan, la respuesta de Massoud fue, desde mi perspectiva, muy cómoda,
porque no lo involucraba directamente:
“las drogas vienen de las provincias del sur y el sureste de Afganistán, controladas
por los Taliban y también desde Pakistán. Tratamos de parar el tráfico, tomando
‘ciertas medidas’, pero no tenemos apoyo. Si en las provincias del Norte se
encuentran plantaciones, se verán en una menor escala, ya que son para el
autoconsumo de las tribus ismaili y pamirí tajikos, que por siglos han sido adictos al
opio, para soportar las duras cargas de trabajo.”[13]
El apoyo extranjero provenía de Rusia, Irán, Tajikistan e India.
Massoud estaba interesado en construir un Afganistán unido, luchaba por la ‘independencia de su
país, el derecho a la autodeterminación y dignidad’, buscaba edificar la unidad nacional. Para él
“la verdadera solución se encontraba en un sistema democrático, y representativo en el que todas
las tribus, grupos étnicos y todo el pueblo afgano se vieran ‘justamente representados’”; un
gobierno de consenso, no de imposición.
A pesar del objetivo y los recursos con los que contaba, Massoud sólo controlaba un pequeño
porcentaje del territorio afgano, replegado al norte, en Badakhshan. El Frente Unido tampoco
tenía buena perspectiva, un grupo que se debilitaba y fortalecía según las circunstancias y las
decisiones de sus comandantes.
Estados Unidos, después de los atentados de 1998 de sus embajadas en Kenia y Tanzania,
comenzó la campaña para atrapar a Osama Bin Laden, según ellos el culpable de los atentados,
oculto en Afganistán y “protegido” por los Taliban. Para incursionar, la CIA necesitaba aliados,
fue entonces que buscaron nuevamente a Massoud[14], pero ahora en visitas directas, no con
otro país como intermediario, Massoud aceptó ayudar en las campañas. Sin embargo, él pedía
apoyo para el pueblo de Afganistán, ayuda humanitaria, alimentos, presión para Pakistán,
recursos que Estados Unidos no prometió pero tampoco negó.
Más apoyo extranjero era necesario, Massoud viajó a Francia en el 2001 en una visita
diplomática como representante de la República Islámica de Afganistán, los encuentros duraron
dos días, en 4 y 5 de abril, el miércoles cuatro se entrevistó a puertas cerradas con el Ministro
francés de Relaciones Exteriores Hubert Védrine y al día siguiente viajó a Estrasburgo, al
Parlamento Europeo tras la invitación de Nicole Fontaine, su presidenta. En las conferencias de
prensa que ofreció en el país europeo, Massoud advirtió el nexo entre los Taliban y la red de Al
Qaeda, y el ‘peligro que representaba para el mundo’, reiteró su llamada de auxilio para
presionar a Pakistán para que dejara de respaldar a los Taliban, de apoyo médico y alimentos
para los afganos. La respuesta de Francia fue ambigua, querían ayudar pero temían a la situación
vulnerable de los grupos en pugna, lo que podría empeorar la situación. Wakil Ahmad
Mutawakel, Ministro Taliban de Relaciones Exteriores, señaló que la visita de Massoud sólo
animaría más la oposición, que sólo había aislado a la nación, según él “le ordenarán [a
Massoud] que siga con su resistencia, lo que causará más muertes de afganos.”
Cinco meses después de la visita a Francia, Massoud daba una entrevista a dos
periodistas del Norte de África, en una villa de la provincia de Takhar, mientras conversaban, de
acuerdo con algunos medios y seguidores de Massoud, sobre Bin Laden, de repente, un sonido
estridente y Massoud yacía gravemente herido, al igual que los dos periodistas.
Murió Massoud el hombre, ¿nace el héroe?
Lo que pasó el 9 de septiembre del 2001 fue un atentado, perpetrado por dos hombres de los
cuales aún no se sabe con exactitud su nacionalidad (marroquíes, argelinos ¿?), que se hacían
pasar por periodistas, uno de ellos traía en la cámara una bomba que hizo estallar, él murió en el
instante, su compañero sobrevivió pero lo mataron en el momento los que estaban cerca al verlo
intentar escapar (algo ilógico, si pensamos que estaba herido de gravedad). Los primeros reportes
decían que Massoud fue trasladado a un hospital por helicóptero para ser atendido de
emergencia, al parecer esto fue una cortina, porque, o el comandante estaba realmente muy grave
y murió en el trayecto, o murió en el instante y lo ocultaron para darse tiempo de pensar y
planear lo que harían.
¿Quién ordenó el atentado? Aún no se sabe a ciencia cierta quién, según los medios, los
seguidores dijeron que fue Al Qaeda o Bin Laden (aunque, hasta donde sé ni la red ni el
millonario saudí se adjudicaron públicamente la muerte) y otros más los Taliban con ayuda del
primero y/o el segundo. El Middle East Media Research Intitute publicó en su página en octubre
de 2003 que en una revista de Al Qaeda, “Voice of Jihad”, se divulgó un artículo en el que un
guardia personal de Bin Laden, Yousef Al’Ayyirl, asegura haber escuchado como el saudí se
adjudicaba indirectamente el asesinato[15]. Leí que también pudo haber sido Estados Unidos, al
ver que Massoud estaba recibiendo ayuda de un grupo de países muy fuertes que, en conjunto,
podrían hacer contrapeso a la hegemonía estadounidense (Rusia, India, Irán, Tajikistan y China).
Después de que se estrellaron varios aviones en las Torres gemelas y en el Pentágono el
11 de septiembre del 2001, actualmente algunos medios difunden la idea que la muerte de
Massoud estaba relacionada con lo que pasó en Estados Unidos, aunque en el momento no se
ligaron.
En una noticia que salió en la BBC el 11 de septiembre del 2001, exponían la reunión
urgente de varios países vecinos en Dushanbe para discutir la situación ante la muerte o posible
incapacidad de Massoud, después del atentado (aún no se había hecho pública su muerte).
Temían la expansión de un tipo de militancia islámica como el movimiento Taliban a través de la
región; además veían al movimiento como fuente del tráfico de drogas, terrorismo e
inestabilidad. Si Massoud estaba muerto, esto tendría serias implicaciones en Afganistán y los
países vecinos porque no habría quien frenara el avance Taliban. También en otros comunicados
se hicieron balances de lo que podría pasar si Massoud muriera: el Frente Unido se disolvería
(aunque en realidad no existía una gran cohesión y los comandantes eran muy independientes de
Massoud), que los Taliban avanzaran rápidamente sobre el valle, o que comenzaran a pelear
entre sí los aliados a Massoud. Al igual que sobre su vida, en lo relativo a su muerte y las
consecuencias, existían (y aún existen) muchas interrogantes, que no han podido ser respondidas
cabalmente, y creo que para que exista una posibilidad de respuesta se tendría primero que
eliminar el monopolio de la información, aunque suene muy idealista.

La figura de Massoud como héroe no surgió después de su muerte, fue después de haber
derrotado a las tropas soviéticas que “entró a la historia” como el guerrillero (que De Ponfilly,
Robert Kaplan y otros, comparan con el Che Guevara) que derrotó a las tropas soviéticas, causó
un gran impacto que un grupo de guerrilleros haya derrotado a un gran ejército[16]; creo que
faltó considerar que para esa época, ya no era el gran ejército y la URSS pasaba por un duro
periodo de reestructuración. Desde este triunfo, Massoud fue ganando reconocimiento en
Occidente, entre sus seguidores más cercanos, y entre algunos sectores de la población afgana.
Muchos periodistas iban a Afganistán a conocer a Massoud y el valle desde donde resistía este
comandante. A partir de ellos, de los hombres que pelearon con él y de su familia y amigos, se
fue conociendo una imagen del “León del Panjsher”: un ‘hombre carismático, bien parecido,
enérgico, franco, no pretencioso, de mirada profunda, que hablaba de manera elocuente y que
siempre iba inmaculadamente vestido, fiel a sus ideales y profundamente religioso; un hombre
que fue un gran estratega’. Si vemos las fotos que se difunden sobre él, siempre aparece con una
sonrisa o pensativo, con una mirada de esperanza, serio, como cuestionándose a sí mismo. Un
hombre que logró organizar un sistema ‘democrático’ en el norte de Afganistán, con comisiones
encargadas de actividades específicas, como el comercio, la enseñanza y con una visión
moderada del Islam. Se construyo un “héroe” para los que los querían tomarlo así, un enemigo y
terrorista para otros, lo importante a considerar es, a mi parecer, que fue una imagen que se
armó, sobre todo, a partir de los medios que difundieron su causa, sin embargo para analizar con
mayor profundidad al hombre, tendríamos que desentrañar el por qué a ciertos medios les
interesaba Massoud en específico, qué representaba para unos y otros. Por tanto es importante
ver que no era sólo uno el que peleaba.
No todos vieron lo que había detrás de Massoud, de las tropas hazaras, uzbecas, pashtunes y de
todos los grupos afganos en pugna (entre sí y contra el extranjero): hombres y mujeres,
campesinos, comerciantes, que peleaban porque no tenían ya nada que perder después de tantos
años de guerra, jóvenes que sólo conocían el hambre, la miseria, la muerte y la guerra entre
‘compatriotas’, las matanzas interétnicas y que la mayoría de ellos, había quedado huérfanos.
Labradores que perdieron sus tierras, o que les era imposible trabajar en ellas por la gran
cantidad de minas antipersonales que fueron lanzadas desde el aire o que simplemente ya no eran
fértiles. Mercaderes que ya no tenían con qué comerciar, ni quién les comprara en aldeas, villas,
pueblos y ciudades en ruinas. Hombres que habían perdido a sus esposas, madres, hijas, hijos,
tíos, a toda su familia, casas y modos de subsistir, en un país que ha estado entre los más pobres
y que ha vivido más de dos décadas de guerra. No eran sólo “civiles o militares” los que caían,
eran hombres y mujeres, niños, seres humanos.
Afganistán ha sido desde hace siglos un territorio en conflicto casi permanente, que ha destruido
ciudades y matado a millones de personas y ha obligado a otras a vivir como refugiados en Irán,
Pakistán y demás países vecinos, sembrando rencores. Las personas aún viven con miedo y con
los recuerdos de una guerra que parece única y nunca tener fin.
Bibliografía
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was lost” en línea: http://www.nytimes.com/2002/09/09/world/threats-responses-assassination-
afghans-too-mark-day-disaster-hero-was-lost.html?pagewanted=1
*CNN, Massoud: U.S. forgot it’s ‘moral responsibility’ in Afghanistan, en línea:
http://www.cnn.com/SPECIALS/2001/trade.center/massoud.html
*Jawedan, His Last Interview. En línea: http://jawedan.com/en/content/view/25/40
*Massoud, A.S. Un mensaje al pueblo de Estados Unidos de América en línea:
*http://www.afghan-web.com/documents/let-masood.html , 1998
*http://memri.org/bin/articles.cgi?Page=archives&Area=sd&ID=SP60103
*http://news.bbc.co.uk/2/hi/south_asia/1260050.stm, abril 2001
*http://news.bbc.co.uk/2/hi/south_asia/1537244.stm, septiembre 2001
*http://www.omaid.com/english_section/in_the_press/ASM_EU.htm
*http://www.massoudhero.com

Otros medios
Película: Kandahar. Irán: 2001, 81 min. Director: Makhmalbaf, Mohsen.
Documental: Massoud l’afghan. Francia: 1998, 90min.Director: De Ponfilly, Christophe
14

[1] En el periodo que reinó Zahir, se formaron dos estados independientes en 1947: Pakistán y la Unión India. En el
primero la población pashtun representaba el 15% aproximadamente y con deseos separatistas, que Afganistán
apoyaba, para que se creara un estado independiente pashtun en la frontera de ambos países, desde ahí comenzó una
etapa de crisis diplomáticas que, azuzadas por potencias extranjeras en algunos momentos (sobre todo en el marco
de la Guerra Fría), no harían más que provocar luchas intestinas que irían mermando a la población civil y sus
medios de subsistencia.
[2] Una constitución discutida y aprobada en 1964 por la Loya jirga (consejo de ummas o jefes tribales) en la que se
establecía una monarquía constitucional, sistema parlamentario compuesto de Asamblea Nacional de la cual gran
mayoría de sus miembros era elegidos por sufragio universal, la división de poderes, funcionamiento de partido
políticos siempre y cuando estuvieran acorde al Islam. Libertad de prensa, establecía el dari y el pashtun como
lenguas oficiales. Y establecía que la sharia sería la fuente de derecho sólo en los casos de vacío de las leyes
seculares. Mencia, MG. Afganistán y el regimenté Talibán. Rosario: Universidad Nacional del Rosario, Centro de
Estudios Internacionales del Rosario, 2004.
[3] Karmal lideraba la facción pro soviética del partido comunista, la Parsham. El Partido Comunista Popular
democrático de Afganistán, según Baltar, fue fundado en 1965, estaba influenciado de ideas marxistas, pro
soviéticas y maoístas, reflejadas en sus periódicos Khalq (masas) Parcham (bandera), Shola (llama). De los dos
primeros tomarían el nombre las facciones beligerantes dentro del comunismo afgano.
[4] Apoyados por el clima de un naciente fundamentalismo islamista, en el que distintos países buscaban ser el
estado islámico por excelencia, o formar un Estado panislamista, los implicados a nivel regional: Arabia Saudi, cuya
ideología reinante era el wahabismo; Pakistán, cuyo primer ministro era antisoviético y afín a las ideas
fundamentalistas en el recién reformulado Irán, después de la ‘revolución popular triunfante liderada por el ayatollah
Koimeini’, quien propugnaba un fundamentalismo chiíta.
[5] En www.massoudhero.com citan fragmentos de una entrevista con Farzan y Ghiasi, pero no logré encontrarla
completa o restos de sí existió, y otra con Briggite Sommer, que aún no he encontrado. En el documental de
Christian de Ponfilly, Massoud l’afghan, se puede ver una entrevista con unos periodistas rusos en el 97.
[6] Massoud, AS. un mensaje al pueblo de Estados Unidos de América en línea: http://www.afghan-web.com/
documents/let-masood.html , 1998
[7] CNN, Massoud: U.S. forgot it’s ‘moral responsibility’ in Afghanistan, en línea: http://www.cnn.com/
SPECIALS/2001/trade.center/massoud.html
[8] Otero Novas, J. “Introducción” en Otero Novas, J. M. Fundamentalismos enmascarados. Los extremismos de
hoy. Barcelona: Ariel, 2001. Pág., 16
[9] Kienzler, K. el fundamentalismo religioso. Madrid: Alianza Editorial, 2000. Citado por Otero Novas, J. op. cit.
[10] Para analizar con más detalle: Renold. L. “Fundamentalismo” en Collins, J. Y Glover, R. Lenguaje colateral.
Claves para justificar una guerra. Madrid: Páginas de espuma [2002] 2003
[11] Para consultar con más detalle sobre el islamismo: Jordán, J. Profetas del miedo. Aproximación al terrorismo
islamista. Pamplona: EUNSA, 2004, pág. 39.
[12] Este termino también debe ser revalorado, porque aunque usualmente designa a una ‘guerra santa’, al parecer
originalmente, implica más la superación personal dentro del ámbito espiritual, o seguir la senda del Islam, que una
guerra en contra de los no creyentes occidentales. Jordán analiza el término en el sentido que algunos grupos
islamistas le han dado actualmente. Kenneth Church analiza en concreto los significados históricos que se le han
dado a la Yihad por los ulemas, pero sin una definición universal, al no representar un pilar más establecido en el
Corán, en éste sólo se menciona pero más como una obligación personal, que un mandato y obligación universal
[13] De cuatro entrevistas que encontré en línea, creo que esta con Belorokowicz es la más completa y podría decir
que menos dirigida, para consultarla completa: http://jawedan.com/en/content/view/25/40
[14] Durante esta campaña, de acuerdo con Steve Coll, en una entrevista con un agente de la CIA (ahora exagente)
Massoud dio cuenta de los apoyos que había recibido por parte de la agencia durante la Jihad afgana, quien aseguró
que no recibió tanto como según ‘las cuentas’ del agente, en ese momento denunció de nuevo la intervención de
Pakistán a favor de sus propios intereses. Para consultar un fragmento del libro de Coll, Ghost Wars: the secret
history of the CIA, Afghanistan and Bin Laden, from the Soviet invasion to September 10, 2001:
http://www.newsweek.com/id/53307
[15] http://memri.org/bin/articles.cgi?Page=archives&Area=sd&ID=SP60103
[16] De hecho de Ponfilly también tiene un documental títulado “El valle contra el imperio” que hace notar la idea
de “los pequeños buenos contra los grandes malos”.

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