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CHARLES DARWIN - EL ORIGEN DE LAS ESPECIES.

Fragmentos seleccionados

Prólogo

Es un breve resumen de cómo se dio la publicación del libro y de qué tratará. En el "Beagle" llamaron
la atención de Darwin ciertos hechos que se presentaban en la distribución geográfica de los seres
orgánicos que viven en América del Sur y en las relaciones geológicas entre los habitantes del
momento y los antiguos de aquel continente. Estos hechos parecían dar alguna luz sobre el origen
de las especies. Darwin pasó cinco años trabajando y estudiando el tema y redactó notas, las cuales
amplió en 1844, formando un bosquejo de lo que parecían ser las más probables conclusiones. En
1859 su trabajo estaba terminado, y la motivación que tuvo para publicarlo fue que Wallace había
llegado a casi las mismas conclusiones que él. En 1858 Wallace le mandó una memoria de sus
escritos a Darwin, pidiéndole que se las enseñara a Lyell. Así lo hizo y Lyell y Hooker, juzgaron
prudente publicar el libro junto a las memorias de Wallace.

Luego agradece profundamente al profesor Hooker que le había ayudado durante quince años en
sus estudios con su conocimiento y excelente criterio.

Luego, se detiene a explicar el orden de sus capítulos:

• En el primer capítulo habla de la variación en estado doméstico, que será posible una gran
modificación hereditaria y cuán grande es el poder del hombre al acumular por su selección
ligeras variaciones sucesivas;
• En el segundo capítulo habla de la variación en su estado natural;
• En el tercer capítulo habla de la lucha por la existencia entre todos los seres orgánicos en
todo el mundo;
• En el cuarto capítulo habla de la selección natural: cómo produce casi inevitablemente gran
extinción de formas de vida menos perfeccionadas y conduce a las divergencias de
caracteres;
• En el quinto capítulo habla de las leyes de variación;
• En el sexto, séptimo, octavo, noveno y décimo capítulo habla de las dificultades más
aparentes y graves para aceptar la teoría. A saber: las dificultades de las transiciones, el
tema del instinto de los animales, la hibridación de las especies y fecundidad de las
variedades cuando se cruzan, y la imperfección de la crónica geológica;
• En el undécimo capítulo habla de la sucesión geológica de los seres en el tiempo;
• En el duodécimo y decimotercer capítulo habla de su clasificación y afinidades mutuas;
• En el último capítulo realiza un breve resumen de la obra y observaciones finales.

Fragmento final del prólogo: " Estoy completamente convencido de que las especies no son
inmutables y de que las que pertenecen a lo que se llama el mismo género son descendientes
directos de alguna otra especie; generalmente extinguida, de la misma manera que las variedades
reconocidas de una especie son los descendientes de esta ."

CAPÍTULO 3: La lucha por la existencia. Su relación con la selección natural

Entre los seres orgánicos en estado natural existe alguna variabilidad individual. Si se admite la
existencia de variedades bien marcadas, no tiene importancia el que una multitud de formas sea
llamada especies, subespecies o variedades. ¿Cómo se han perfeccionado todas las adaptaciones
de una parte de la organización a otra o a las condiciones de vida, o de un ser orgánico a otro? Estas
adaptaciones pueden verse claramente en el pájaro carpintero y el muérdago, y dondequiera y en
cada una de las partes del mundo orgánico. También puede preguntarse cómo es que las variedades
que Darwin ha llamado ESPECIES INCIPIENTES quedan transformadas finalmente en buenas y
distintas especies, que difieren claramente entre sí mucho más que las variedades de la misma
especie; cómo se originan estos grupos de especies, qué constituyen los géneros distintos y que
difieren entre sí. Todos estos resultados son consecuencia de la lucha por la vida, debido a la cual
las variaciones, por ligeras que sean y cualquiera sea la causa de la que procedan, tenderán a la
conservación de estos individuos y serán (en general) heredadas en la descendencia. La
descendencia tendrá así también mayor probabilidades de sobrevivir. Este principio por el cual toda
variación, por ligera que sea, si es útil, se conserva, Darwin lo ha denominado como SELECCIÓN
NATURAL, aunque admite que el término de SUPERVIVENCIA DE LOS MÁS
ADECUADOS utilizada por Herbert Spencer es más exacta. La selección natural es siempre fuerza
dispuesta a la acción y tan inconmensurablemente superior a los débiles esfuerzos del hombre. La
expresión de lucha por la existencia se emplea en un sentido muy amplio. Incluye la dependencia de
un ser respecto a otro, y no sólo la vida del individuo sino también el éxito al dejar descendencia.

CAPÍTULO 4: Selección natural; su poder comparado con la selección del hombre, su poder
sobre carácter de escasa importancia, su poder en todas las edades y sobre los dos sexos

La lucha por la existencia, ¿cómo obrará en lo que se refiere a la variación? La variabilidad


encontrada en las producciones domésticas del hombre no está producida directamente por él; ya
que el hombre no puede crear variedades ni impedir su aparición, sólo puede conservar y acumular
aquellas que aparezcan. Cambios semejantes de condiciones pueden ocurrir, y ocurren, en la
naturaleza.

Podemos estar seguros de que las variaciones en el menor grado perjudicial tiene que ser
rigurosamente destruidas. En las variaciones ni útiles ni perjudiciales no influirá la selección natural,
y quedarían abandonadas como un elemento fluctuante.

En el sentido literal de la palabra, "selección natural" es un término falso como expresión. Darwin
habla de selección natural como una potencia activa o divinidad. Pero es imposible no acudir a la
metáfora para llegar a la brevedad. Así también es difícil no personificar la palabra "naturaleza", pero
por naturaleza quiere decir sólo la acción y el resultado totales de muchas leyes naturales, y por
"leyes", la sucesión de hechos en cuanto son conocidos con seguridad por nosotros.

No se debe olvidar nunca que en el término "variaciones" están incluidas simples diferencias
individuales.

Darwin explica la diferencia entre la selección artificial del hombre y la selección natural: el hombre
puede obrar sólo sobre caracteres externos y visibles. La naturaleza no atiende a nada por las
apariencias, excepto en la medida en que son útiles a los seres. Puede obrar sobre todos los órganos
internos, sobre todos los matices de diferencia de constitución, sobre el mecanismo entero de la
vida. El hombre selecciona sólo para su propio bien y beneficio, mientras que la naturaleza lo hace
sólo para el bien del ser que tiene a su cuidado.

Metafóricamente puede decirse que la selección natural está buscando día por día, hora por hora,
incesantemente por todo el mundo las más ligeras variaciones, rechazando las que son malas;
conservando las buenas, trabajando donde quiera y cuando quiera que se de la oportunidad, por el
perfeccionamiento de cada ser orgánico.

Es necesario tener presente que debido a la ley de correlación, cuando una parte varía y las
variaciones se acumulan por selección natural, sobrevendrán otras modificaciones, muchas veces
de naturaleza la más inesperada. Lo que no puede hacer la selección natural es modificar la
estructura de una especie sin darle alguna ventaja para el bien de otra especie.

Selección sexual
Esta forma de selección depende, no de una lucha por la existencia en relación con otros seres
orgánicos o con condiciones externas, sino de una lucha entre los individuos de un sexo,
generalmente los machos, por la posesión del otro sexo. La selección sexual es menos rigurosa que
la natural. Los machos más adecuados a su situación en la naturaleza dejarán más descendencia.

Darwin cree que cuando los machos y hembras tienen las mismas costumbres generales pero
difieren en conformación, color o adorno, estas diferencias han sido producidas principalmente por
selección sexual.

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