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EUGENIO FERNÁNDEZ CARLIER

Magistrado Ponente

AP2860-2019
Radicación Nº 45622
(Aprobado Acta No. 171)

Bogotá D.C., diecisiete (17) de julio de dos mil diecinueve


(2019).

VISTOS

Se pronuncia la Sala frente al recurso de «apelación»


interpuesto por la defensa de GLADYS ELENA ZAPATA DUQUE
contra de la sentencia de segunda instancia proferida el 17 de
junio de 2015.

ANTECEDENTES

1. Dentro de este proceso penal, adelantado bajo la égida


de la Ley 600 de 2000, el 23 de septiembre de 2014, la Sala
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GLADYS ELENA ZAPATA DUQUE

Penal del Tribunal Superior de Valledupar, absolvió a la doctora


GLADYS ELENA ZAPATA DUQUE del delito de prevaricato por
acción por el que fue acusada.

2. El 17 de junio de 2015, la Sala de Casación Penal de la


Corte Suprema de Justicia, al resolver el recurso de apelación
interpuesto por el Delegado de la Fiscalía General de la Nación,
revocó la precitada sentencia, para en su lugar, condenar a
ZAPATA DUQUE, a las penas principales de 36 meses de
prisión, multa de 50 salarios mínimos mensuales legales
vigentes e inhabilitación para el ejercicio de derechos y
funciones públicas por el término de 60 meses, como autora del
delito de prevaricato por acción. Adicionalmente, le concedió la
suspensión condicional de la ejecución de la pena por un
período de prueba de tres (3) años.

3. Mediante escrito del 27 de junio del año en curso, la


defensa de la condenada manifestó que interponía recurso de
«apelación» contra la mencionada sentencia condenatoria, con
fundamento en la sentencia de la Corte Constitucional
SU217/2019 y a efectos de garantizar la doble conformidad.

CONSIDERACIONES

Desde ya se anuncia por la Sala que la referida apelación


será rechazada por improcedente, conforme las siguientes
razones:

1. La sentencia mediante la cual se condenó a la doctora


GLADYS ELENA ZAPATA DUQUE como autora responsable del
delito de prevaricato por acción, se dictó el 17 de junio de 2015

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GLADYS ELENA ZAPATA DUQUE

y quedó ejecutoriada el 6 de julio del mismo año, de


conformidad con lo establecido en el artículo 187 de la Ley 600
de 20001 -que rige dicha actuación- como quiera que la última
notificación se cumplió el 3 de julio de 2015.

La firmeza del mencionado fallo impide en consecuencia


que a estas alturas, es decir, cuando han transcurrido más de
cuatro años, se admita el recurso de apelación presentado, no
solamente por lo tardía de su interposición sino por lo
improcedente del mismo en una actuación que la Sala adelantó
en segunda instancia conforme con la normatividad legal
preexistente en la época (el artículo 75, numeral 3°, de la Ley
600 de 2000) y en el que no se encuentra previsto dicho medio
de impugnación.

2. De otra parte, la pretensión invocada por la defensa se


soporta en una inadecuada interpretación de lo resuelto por la
Corte Constitucional en la Sentencia SU-217 de 2019, con
desconocimiento de lo que consigna expresamente la decisión
citada.

Según el comunicado No. 15 del 21 de mayo de 2019, a


través del cual la Corte Constitucional dio a conocer la
mencionada providencia, se puede verificar que el amparo
concedido al derecho a la doble confinidad judicial de la primera
sentencia penal condenatoria, se fundamentó en lo expuesto en

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Artículo 187. Ejecutoria de las providencias. Las providencias quedan ejecutoriadas tres
(3) días después de notificadas si no se han interpuesto los recursos legalmente
procedentes.
La que decide los recursos de apelación o de queja contra las providencias interlocutorias,
la consulta, la casación, salvo cuando se sustituya la sentencia materia de la misma y la
acción de revisión quedan ejecutoriadas el día en que sean suscritas por el funcionario
correspondiente.
Las providencias interlocutorias proferidas en audiencia o diligencia quedan ejecutoriadas
al finalizar ésta, salvo que se hayan interpuesto recursos. Si la audiencia o diligencia se
realizare en varias sesiones, la ejecutoria se producirá al término de la última sesión.

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GLADYS ELENA ZAPATA DUQUE

Sentencia C-792 de 2014, a través del cual se declaró


inexequibles los artículos 20, 32, 161, 176, 179, 179B, 194 y
481 de la Ley 906 de 2004, por estimar que allí se omitía la
posibilidad de impugnar las decisiones de condena que se
profieren por primera vez en única o segunda instancia.

Se llega a tal conclusión revisando lo expuesto en el


acápite «síntesis de la providencia» donde de manera textual refiere
la Corte Constitucional.

En el caso del señor (…) la Corte encontró que la sentencia


condenatoria que le fue impuesta, en segunda instancia, por el
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Neiva, fue expedida con
posterioridad al 24 de abril de 2016, fecha a partir de la cual, según
la Sentencia C-792 de 2014, las autoridades judiciales estaban en la
obligación de “dar trámite a la impugnación de todas las sentencias
condenatorias ante el superior jerárquico o funcional de quien impuso
la condena”, aunque el Congreso no hubiere legislado sobre el asunto.
En consecuencia, la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Neiva, y la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia al
resolver el recurso de queja, desconocieron el derecho del accionante
a la impugnación de la primera sentencia condenatoria, razón por la
cual (i) incurrieron en violación directa de la Constitución, en cuanto
no aplicaron la garantía constitucional consagrada en el artículo 29 de
la Constitución y en los artículos 14 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, ratificado por Colombia por medio de la
Ley 74 de 1968, y 8 de la Convención Americana de Derechos
Humanos, ratificada por Colombia mediante la Ley 16 de 1972, los
cuales forman parte del bloque de constitucionalidad en virtud del
artículo 93 de la Constitución, y (ii) desconocieron el precedente
judicial, específicamente la Sentencia C- 792 de 2014, la cual en su
parte resolutiva señaló que al vencimiento del término para regular
legalmente la materia “se entenderá que procede la impugnación de
todas las sentencias condenatorias”, término que venció el 24 de abril
de 2016.

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GLADYS ELENA ZAPATA DUQUE

Si ello es así, ha de recordarse que en la mencionada


decisión, C-792, y como en efecto lo reitera la sentencia
fundamento de la pretensión, la Corte Constitucional advirtió
que los efectos de ésta se difieren para un año después,
contado a partir de la notificación por edicto de la misma, en
espera de que este lapso fuera suficiente para que el Congreso
de la República emitiera la ley que regulase de manera integral
el tema. De no hacerlo, agregó «…se entenderá que procede la
impugnación de los fallos anteriores ante el superior jerárquico o funcional
de quien impuso la condena”.

Vale decir, solo a partir del 25 de abril de 2016, es posible


acudir a lo preceptuado por la Corte Constitucional para la
impugnación de sentencias condenatorias expedidas en única
o segunda instancia.

Así incluso lo reiteró la Corte Constitucional en la


sentencia SU-215/2016, donde precisó que la Sentencia C-792
de 2014 solo es aplicable si se reúnen tres condiciones: (i) que
se trate de condenas impuestas por primera vez en segunda
instancia, (ii) en procesos penales regulados por la Ley 906 de
2004 y (iii) respecto de providencias que no estén ejecutoriadas
el 24 abril de 2016.

En ese sentido, las sentencias ejecutoriadas antes de esa


fecha tienen plenos efectos y no son pasibles de examinar a
través del recurso de impugnación en cita, simplemente porque
fueron cobijadas por las normas vigentes, cuyos efectos de
inexequibilidad, se repite, operaron sólo a partir del 25 de abril
del 2016.

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GLADYS ELENA ZAPATA DUQUE

3. No admite discusión, entonces, que la decisión de


inexequibilidad de la Corte Constitucional tomó la forma
diferida que se relaciona en la cita jurisprudencial, razón por la
cual, debe relevarse nuevamente, cobró efectos únicamente a
partir del 25 de abril de 2016, momento para el cual ya se
encontraba plenamente ejecutoriada la decisión de condena
que afectó a GLADYS ELENA ZAPATA DUQUE, en tanto, la
Sala Penal de la Corte expidió el 17 de junio de 2015 la
sentencia de segunda instancia que revocó la absolución
proferida por el Tribunal Superior de Valledupar.

Así entonces, es incuestionable la improcedencia del


recurso de apelación aplicando las aludidas sentencias C-
792/014, SU-215/016 y SU-217/019.

4. Además, la Corte ha venido negando este tipo de


solicitudes aduciendo que el mecanismo de impugnación al que
alude la Corte Constitucional en las sentencias C-792 de 2014 y
SU-215 de 2016, fundamento de la SU-217/19, sustento de la
pretensión de la defensa, no puede ser implementado en ella,
por requerir desarrollo legal (CSJ S.P., 18 de mayo de 2016,
radicación 39156; CSJ AP 3280-2016 de 25 de mayo de 2016,
radicación 37858, CSJ SP, 19 de octubre de 2016, rad. 49000;
CSJ SP., 31 de agosto de 2016, rad. 48688, entre otras),
fundamentada en las siguientes razones:

La Corte Constitucional en la sentencia C-792 de 29 de


octubre de 2014, declaró la inconstitucionalidad de varios
artículos de la Ley 906 de 2004 por déficit normativo, al omitir
la posibilidad de impugnar todas las sentencias condenatoria, y
aplazó sus efectos a un año contados desde su notificación, la
cual se surtió entre el 22 y el 24 de abril de 2015.

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Exhortó al Congreso de la República para que a más


tardar en un año contado a partir de la notificación por edicto,
regulara el derecho a impugnar las sentencias penales
condenatorias dictadas por primera vez en cualquier estadio
procesal, advirtiendo que de incumplir ese deber se entendería
que la impugnación procedería ante el superior jerárquico o
funcional de quien impuso la condena.

En la sentencia de tutela SU-215 de 28 de abril de 2016, la


Corte Constitucional al delimitar los efectos y alcances de la C-
792 de 2014, precisó: 1) que surtía efectos desde el 25 de abril
de 2016, 2) que operaba en punto a fallos dictados a partir de
esa fecha o que para entonces estuviesen en proceso de
ejecutoria, 3) que aunque en ella solo se había resuelto el
problema de las condenas impuestas por primera vez en
segunda instancia, debía entenderse que su exhorto llevaba
incorporado el llamado al legislador para que regulara en
general la impugnación de las condenas impuestas por primera
vez en cualquier estadio del proceso penal, y 4) que la Corte
Suprema, dentro de sus competencias, o en su defecto el juez
constitucional, atendiendo las circunstancias de cada caso,
debía definir la forma de garantizar el derecho a impugnar la
sentencia condenatoria impuesta por primera vez por su Sala de
Casación Penal.

Ante estos pronunciamientos, la Sala Plena de esta


Corporación en sesión de 28 de abril de 2016, aprobó el
comunicado 08/2016, en el cual precisó que el llamado de la
Corte Constitucional en la sentencia C-792 de 2014, de
implementar, a partir del vencimiento del término de un año la
impugnación en todos los casos en que se dictara sentencia
condenatoria por primera vez, resultaba irrealizable, porque ni

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la Corte, ni autoridad judicial alguna contaba con facultades


para introducir reformas o definir reglas que permitieran poner
en práctica este derecho.

Desde esa perspectiva se ha pronunciado esta Sala de


Casación Penal, entendido que una orden como la contemplada
en las sentencias C-792 de 2014 y SU-215 de 2016, requiere de
una reforma constitucional y legal que solo puede adelantar el
Congreso de la República.

No obstante que la Corte Constitucional en la sentencia C-


792 de 2014 exhortó al legislador para que en el lapso de un
año expidiera una ley que permitiera impugnar los fallos
condenatorios cuando ellos se dictan por primera vez, es claro
que la omisión del Congreso de la República en legislar en ese
sentido durante el período concedido, para esa data, impidió
materializar esa posibilidad, así en lo sustancial la sentencia
prescribiera que procede la impugnación incluso para el caso en
que se desatendiera, como sucedió, su exhorto al legislativo. 2

En incuestionable entonces la improcedencia del recurso


de apelación solicitando como fundamento las sentencias de
constitucionalidad C-792/014 y de unificación SU-215/016 y
SU217/19.

5. De otra parte, si bien la actualidad tiene efectos el Acto


Legislativo 01 de 2018, ello en nada modifica la improcedencia
de la doble conformidad a las decisiones judiciales
ejecutoriadas antes de su entrada en vigor como ocurre en este
caso, puesto que taxativamente su artículo 4º prevé: «El presente

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CSJ SP. Rad. No. 48327, 15 Jul. 2017.

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acto legislativo rige a partir de la fecha de su promulgación y deroga todas

las disposiciones que le sean contrarias ». (Negrita de la Sala).

6. Así las cosas, La Sala rechazará, por improcedente el


recurso de apelación interpuesto por la defensa técnica contra
el fallo condenatorio proferido el 17 de junio de 2015.

En mérito de lo expuesto, la Sala de Casación Penal de la


Corte Suprema de Justicia,

RESUELVE

1. RECHAZAR por improcedente el recurso de apelación


interpuesto por la defensa de GLADYS ELENA ZAPATA DUQUE,
en contra de la sentencia proferida el 17 de junio de 2015.

2. Contra esta decisión no procede ningún recurso.

Comuníquese y Cúmplase

Los Magistrados,

EYDER PATIÑO CABRERA


Presidente

JOSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA

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EUGENIO FERNÁNDEZ CARLIER

LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ BARBOSA

JAIME HUMBERTO MORENO ACERO

PATRICIA SALAZAR CUÉLLAR

LUIS GUILLERMO SALAZAR OTERO

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA


Secretaria

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