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Tanto en las reuniones importantes del mundo empresarial como en las presentaciones de espectáculos o en las vernissages
de las exposiciones plásticas, se recurre al servicio de catering para agasajar a los invitados. “Catering”, re ere al servicio de
alimentación prestado por una empresa especializada que se encarga de preparar, presentar, ofrecer y servir comidas en todo
tipo de eventos.
La celebración de cualquier evento debe ser motivo de alegría y bienestar. Una de las cosas que se deberán cuidar
especialmente es la gastronomía, los alimentos y platos que se sirven serán clave a la hora de satisfacer a los asistentes al
evento.
La gastronomía está adquiriendo importancia en la industria de los eventos y es habitual la presencia de un ‘food designer’, que
se encarga de diseñar y de buscar los partners perfectos para ejecutar la propuesta gastronómica de un evento.
Desde hace ya tiempo, el catering ha dejado de ser simplemente un servicio de comida y bebida para empezar a incluir otros
elementos, como decoración, ambientación, contratación de personal, e incluso animación.
Las empresas buscan profesionalismo, respuesta rápida ante sus requerimientos, adaptación a sus necesidades y un buen
balance entre calidad y costo.
La creatividad.
Siempre se debe observar tendencias mundiales;
investigar, probar el sabor, la textura y la calidad de
los componentes de los platos es importante, la
presentación juega un papel fundamental.
Sorprender a los invitados creando nuevas
combinaciones de sabores y colores.
Buscar nuevos sabores y aromas es una manera de atraer a los invitados. Así como se debe sorprender en la presentación, se
debe sorprender en los sabores. Este conjunto es una de las tareas de mayor importancia dentro de una empresa de catering.
Generar continuamente opciones nuevas. La tendencia es jugar con los sentidos.
Hay que moverse todo el tiempo, tanto en los sabores como en la estética.
En todo evento, el catering es un componente muy útil no sólo para ambientar un evento o comunicar mensajes, sino para
socializar y convertir una simple comida o cena en una experiencia divertida y diferente.
El tamaño de las porciones va en disminución, se opta por platos más pequeños que ofrezcan variedad y permitan al comensal
controlar las porciones.
Actualmente se crean más menús sin gluten, ya que en base a los últimos estudios realizados 1 de cada 133 personas sufren
algún tipo de enfermedad celíaca.
El té verde se deja de lado esta temporada optando por nuevos ingredientes para las bebidas como son la hierba de limón, el
wasabi y el jengibre.
La revolución gastronómica ya no sólo está en la comida, ahora se busca la experiencia, hay que vender momentos, tienen que
pasar cosas, hay que vender espacios singulares, vender magia o vender en el presente algo diferente, en definitiva crear valor
para que el cliente vuelva en el futuro.