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La recta provincia

Recta Provincia fue el término con el que una organización de brujos de Chiloé,
denominada La Mayoría o también Tribunal de la Raza Indígena, designó a la Provincia de
Chiloé, Chile, entre los siglos XVIII y principios del siglo XX

Sus orígenes se remontan a la época de la Colonia, a fines de 1786, cuando el piloto


español José Manuel de Moraleda dirigió una expedición para cartografiar el Archipiélago
de Chiloé y las costas vecinas. Según la tradición popular, Moraleda se presentó como un
poderoso hechicero y desafió el poder de la machi Chillpila, oriunda de Quetalco, en una
competencia de magia. Ella lo derrotó dejando su barco en seco y él le obsequió un libro
de magia, conocido como el Libro de arte, el Levisterio o Revisorio, con el que se
instruyeron posteriormente algunos indígenas y crearon esta sociedad.1
Sin embargo, Moraleda no menciona en su informe haberse encontrado con la hechicera
Chillpila, pero sí el hecho de que haya querido hacer contacto con los indígenas:
Los indios parecen menos malos que los chilenos, pero de estatura más corta; el carácter de éstos
es el jeneral de todos los de su casta, así de esta América como de la setentrional, esto es,
inclinados a la idolatría, mui supersticiosos... especialmente en orden a las enfermedades i demás
desgracias que nos son comunes, i la misma muerte, que casi siempre atribuyen los indios, i
muchas veces los españoles, a maleficio, lo que intentan averiguar i remediar consultando a los
machis (así llaman a los curanderos, supuestos adivinos), los cuales, después de muchos
misteriosos ademanes, jesticulaciones ridículas, horrísonas imprecaciones en su idioma bárbaro
arbitrario, acompañados a veces de violentas contorsiones i destemplados ahullidos, hacen
pronósticos de la enfermedad i su causa, dejando mui satisfecho de sus aciertos al idiota auditorio.
Yo deseé presenciar una consulta de estos miserables fanáticos pretendidos adivinos, pero no lo
conseguí, porque me creían a mí más machi, adivino o brujo que todos ellos, i lejos de concurrir a mi
deseo se ocultaban de mi vista temerosos»
José Manuel de Moraleda.2
Su jurisdicción se extendió por todo el Archipiélago y estaba a cargo de un Rey, que junto
a otros subalternos forman un consejo gobernante o Mayoría. Existían siete Distritos o
Repúblicas con nombres en clave tomados de lugares de España y de sus
colonias:Buenos Aires (Achao), España (Queilen y sus
alrededores), Lima(Quicaví), Perú (Caucahué), Salamanca (Rauco), Santiago (Tenaún)
y Villarrica (Dalcahue).
La sede del Rey estaba en la Cueva de Quicaví o Casa Grande, en los alrededores
de Quicaví, en la comuna de Quemchi. Según la tradición, la Cueva tiene su entrada en
una quebrada y está vigilada por un ser deforme, el Invunche. Según lo relatado por Mateo
Coñuecar Coñuecar, máxima autoridad en 1880 en el proceso judicial que se llevó a cabo
en contra de la Mayoría, la Cueva de Quicaví era una casa secreta subterránea de una
sola habitación. Se accedía a ella a través de una puerta en el techo, oculta por una capa
de tierra y pasto, y disponía de una cerradura que solo podía ser abierta con una llave de
alquimia (latón). Allí se guardaba el Libro de arte un instrumento que utilizan para hacer
diversos exámenes, y el Chayanco, usado para vigilar a todos los miembros de la
comunidad de brujos.31
Esta organización territorial regulaba a los "brujos" de cada territorio, y actuaba también
como tribunal para denuncias de brujería y conflictos entre vecinos. Por este motivo fue
conocida también bajo el nombre de Tribunal de la Raza Indígena. De esta forma, según lo
ha estudiado el historiador Gonzalo Rojas Flores, llegó a actuar como una suerte de
institucionalidad paralela al Estado, en una época en que la soberanía chilena era aún
nominal sobre vastos territorios, y especialmente en aquellos bajo control indígena.1
En 1880, el gobernador de Chiloé Martiniano Rodríguez inició un juicio contra "La
Mayoría", bajo el cargo de asociación ilícita. Este proceso habría coincidido con una época
de fortalecimiento de la institucionalidad estatal chilena en el archipiélago, y que no sería
compatible con formas institucionales anteriormente toleradas, como las mantenidas por la
organización indígena. Varias de las supuestas prácticas de esta sociedad secreta se
conocen por las confesiones emitidas durante este juicio, entre las cuales habría algunas
obtenidas bajo tortura.4
Tras el juicio, la organización se desarticuló y cayó poco a poco en el olvido. Con el
tiempo, el imaginario popular tejería toda suerte de leyendas relacionadas con la brujería,
algunas de las cuales se mantiene hasta nuestros días
Los brujos de Chiloé son personajes de la mitología de Chiloé, un archipiélago del sur
de Chile, que conforman la Recta Provincia, en la Región de los Lagos. Proceden de la
atribución de poderes mágicos que se hacía en tiempos pasados a las personas reales,
como son las que poseen conocimientos de medicina naturista; y posiblemente también a
practicantes personajes existentes en la tradición y religión tradicional mapuche, como son
la Machi y principalmente los Calcus, fusionándolos con las creencias de
las brujas europeas.
Es una de las creencias mágicas que ha perdurado en el Archipiélago de Chiloé hasta
el siglo XXI. Varios estudiosos se han dedicado a reconstruir estas prácticas, tratando de
descifrar sus influencias, como Renato Cárdenas y Gonzalo Rojas Flores.
A la llegada de los españoles, Chiloé estaba habitado por chonos, cuncos y huilliches,
todos ellos con diferentes creencias religiosas. Estos pueblos adoptaron
el catolicismo traído por los conquistadores, pero no dejaron completamente de lado sus
propios ritos. Muchos de ellos y los conocimientos sobre los usos de las plantas como
medicina o como veneno se mantuvieron en secreto por temor a ser acusados de brujería.
Quienes poseían estos conocimientos eran evitados e incluso temidos por sus vecinos que
les atribuían grandes poderes y tratos con el Diablo. A veces, ellos mismos se atribuían
estos poderes para sacar provecho de la situación. El año 1880, en el Juzgado de Ancud
se condujo el "proceso a los brujos de Chiloé", por orden del Intendente de Chiloé, en el
que fueron llevadas a juicio decenas de personas que declararon pertenecer a una
sociedad secreta llamada Recta Provincia, que trabajaba por encargo para dañar o curar a
otras personas y administraba justicia. Muchos de estos "brujos" fueron encarcelados por
su participación en asesinatos y otros delitos y luego se les liberó por no existir pruebas
materiales de los hechos y por no poderse demostrar que si hubieran pertenecido a una
asociación de brujos habrían estado cometiendo un delito. Sin embargo, no se sabe con
seguridad cuánto de las declaraciones efectuadas era real, pues es posible que hayan sido
objeto de torturas para forzar las confesiones.
En el siglo XXI, la creencia en brujos continúa arraigada en Chiloé. Pero aparte de calificar
como tales a quienes tienen conocimientos en medicina natural o creencias en la magia, el
apelativo se usa como un recurso para menoscabar la reputación de las personas, sobre
todo cuando son pobres, indígenas o ancianos.
Un hecho curioso es que cuando en la Escuela de Quicaví se organizó una consulta entre
los niños para ponerle un nombre, ellos decidieron bautizarla "Aquelarre".
La creencia popular ha atribuido a los brujos de Chiloé una organización compleja, la
ayuda de criaturas mágicas y numerosos poderes y debilidades.
Se dice que ingresar a la Brujería en Chiloé es un gran privilegio, y que normalmente se da
preferencia a los familiares e hijos de los brujos, o a algunas pocas personas especiales
que han hecho algún trato con ellos.
Para convertirse en un brujo hay que realizar una serie de ritos. En primer lugar es
necesario "lavarse el bautismo", es decir, abandonar el cristianismo por medio de un ritual
en que el aspirante debe pasar cuarenta noches con la cabeza bajo un traiguén, es decir,
una pequeña cascada. Algunos la localizan en Nalhuitad y otros en Tocoihue. En ella
también se baña el Camahueto y los brujos ya iniciados para tener fortaleza. Luego hay
que llamar en voz alta al Diablo para poder de este modo borrar el sacramento. Si desea
quitarse el bautismo más rápido y mostrar su interés ante los brujos; debe lavarse la
cabeza y cuerpo del iniciado con sangre de un recién nacido no bautizado. Este ritual lo
realizarían para alcanzar una gran fortaleza mental y adquirir una sensibilidad más aguda,
con la cual pueden percibir los pensamientos de hasta los humanos más puros que
existan.
Luego de cumplir estas pruebas, el brujo es llevado a la Cueva ante la presencia de
la Mayoría y así ser presentado ante la jefatura que es presidida por el Buta, y que ha sido
reunida en sesión solemne para dictaminar su última prueba de iniciación. Generalmente
se trata de asesinar a un pariente amado y debe ejecutase un día martes en la noche.
Posteriormente, durante una noche obscura, debe dar tres vueltas completas alrededor de
las islas, yendo desnudo y gritando un llamado al Diablo. En este trayecto no le está
permitido caminar por las pampas ni por caminos costeros, ya que un brujo instructor lo va
vigilando durante todo el camino. Al llegar a los tajamares, y al estar la marea baja, el
iniciado debe lanzarse al agua. Una vez que ya ha llegado a su destino y realizado el rito, y
si ya se le ha aparecido el diablo; el jefe le hace entrega del chaleco "macuñ"
confeccionado anteriormente por el mismo iniciado.
Al terminar sus pruebas, debe tomar el juramento, que incluye la adhesión al Demonio,
pues el Demonio es el jefe supremo de la Brujería; el mantener el secreto de que es brujo,
porque de no hacerlo, moriría antes de un año. Luego de cumplido su ingreso, se celebra
un gran banquete que tiene como plato principal la carne asada de un bebé.
Luego el ya aprendiz de brujo, es recluido por algún tiempo portando en su frente
una lagartija sujeta con una pañuelo rojo, para que de esta forma adquiera sabiduría. Una
vez familiarizado con la lagartija, la que no cabe duda le ha transmitido algún mágico
poder, puede presenciar las transformaciones de su maestro en animal (lagartija, perro,
caballo, etcétera). Puede también observar como vuela, cómo se abren las puertas sin
auxilio de llaves, cómo se hace dormir a la gente, etcétera. Posteriormente algunos
miembros antiguos y sabios, le enseñarán los poderes, habilidades y reglas, como la
prohibición de probar la sal, y la prohibición de violar o robar, ya que está prohibido por su
Código de Moral. Este Código también le impide otros usos de su magia que impliquen
apropiarse de lo ajeno, aun cuando tenga extrema necesidad, ya que un brujo no debe
dejarse llevar por esos deseos.
En la mitología, que mantiene puntos en común con la historia real de los brujos, la
organización de la que formaban parte se llamaba Recta Provincia y estaba dirigida por
la Mayoría. Sus orígenes se remontan a la Colonia, cuando el piloto José de
Moraleda visitó Chiloé para levantar cartografía. Según la tradición, el español desafió el
poder de la machi Chilpilla en una competencia de magia. Ella lo derrotó dejando su barco
en seco y él le obsequió un libro de magia, con el que se instruyeron posteriormente
algunos indígenas y crearon esta sociedad. Sin embargo, Moraleda no menciona en su
informe haberse encontrado con la hechicera Chillpila, pero sí el hecho de que haya
querido hacer contacto con alguna machi.
Su jurisdicción se extendía por todo el Archipiélago y estaba a cargo de un Rey, que junto
a otros subalternos formaban un consejo gobernante o Mayoría. Existían siete Distritos o
Repúblicas con nombres en clave tomados de lugares de España y de sus
colonias: Buenos Aires (Achao), España (Queilen y sus
alrededores), Lima (Quicaví), Perú (Caucahué), Salamanca (Rauco), Santiago (Tenaún)
y Villarrica (Dalcahue).
La sede del Rey estaba en la Cueva de Quicaví o Casa Grande, en los alrededores
de Quicaví, en la comuna de Quemchi. Según la tradición, la Cueva tenía su entrada en
una quebrada y estaba vigilada por un ser deforme, el Invunche. Allí se guardaba el Libro,
el Levisterio o Revisorio, un instrumento que utilizaban para hacer diversos exámenes, y
el Chayanco, usado para vigilar a todos los miembros de la comunidad de brujos. Esta
cueva mediría aproximadamente 200 metros de largo por 3 de alto; y sería un sitio
subterráneo con muchas dependencias iluminado por antorchas y cántaros de aceite
humano según cuenta Judit Inzunza.
A los brujos se les atribuyen muchos poderes y debilidades, derivados de su condición y
de la ayuda de objetos mágicos. El brujo puede suspender en los aires y llevar volando
consigo a cualquiera persona; pero sólo hasta una cuadra de distancia, el poder de
metamorfosearse en perros o gatos negros, o en ciertas aves agoreras como el coo, el
deñi, etcétera, y la facultad de tirar males, es decir, hacer daño a distancia. Otros poderes
provienen de su gran conocimiento de los usos de plantas y partes de diversos animales,
así como el saber necesario para domesticar el Caballo marino y otros animales
mitológicos. Además pueden abordar el mítico barco llamado el Caleuche, sin ser tomados
como esclavos por este.
El brujo puede hacer dormir a su víctima con el objeto de penetrar impunemente en su
vivienda, sajarle la espalda, brazos o piernas con uñas de coo (pequeña lechuza) y
arrancarle de raíz el pelo, o sea laucarlo, ora con el sólo objeto de hacerle mal ora para
servirse de esos cabellos para la confección de los polvos con que tiran (causan)
enfermedades. Hay, sin embargo, que advertir que, para hacer dormir a las personas, es
preciso que el brujo sepa el nombre de pila de ellas.
Sus debilidades incluyen el no poder probar la sal, el tener muy poca tolerancia al humo
de canelo. Cabe también la posibilidad de descubrirlos por ciertos indicios, como su uso de
bufandas o prendas de cuello alto durante todo el año para ocultar un tatuaje distintivo o la
incapacidad de abandonar una casa cuando se sientan en una silla que contiene agujas en
cruz o también se tira al fogón sal o afrecho, así el brujo empieza a estornudar y morirá
sarnoso antes del año.
Todo brujo chilote cuenta con un "macuñ" (del mapudungun makuñ: "manto") o "chaleco"
hecho con la piel del pecho de un muerto. No tiene espaldar y se ata con cordones a la
espalda. Mientras no se usa el macuñ se enrolla como erizo. Y al extenderlo el brujo y
ponérselo, alumbra como el mejor farol. Las personas que han visto un macuñ dicen que
es una cosa parecida a una 'cola', más suave que la seda, y que, si se le desdobla, grita:
'thac', salta y vuelve a enrollarse, infundiendo así profundo temor al impío que se ha
atrevido a tocarlo. Sin él el brujo no sería nada. Con éste puede convertirse en animal,
volar, abrir puertas, hacerse invisible, usar ciertas expresiones cabalísticas. Las
propiedades del macuñ en cuanto a hacer volar a su dueño, alumbrar su camino y detectar
la presencia humana, son reconocidas por todos los autores consultados. Por usar una
prenda confeccionada con piel humana reciben el nombre despectivo de pelapechos y
existen personas que hacen cortes en los cadáveres de sus familiares para evitar que sus
cuerpos sean profanados. Colgada al pecho llevan una lámpara de aceite humano que
despide una luz verdosa.

 Existe actualmente en Chile un personaje conocido como "El Brujo" (ver El Brujo
(historieta)), que apareció originalmente en la revista Caleuche Comic y ahora
aparece en las páginas de la revista Héroes. Se trata de un superhéroe bastante flojo
y egocéntrico, cuyos poderes y habilidades están basados en la brujería chilota.
El macuñ es acá una capa, y sus aliados son un invunche (que contrario a la leyenda
es un ser muy inteligente, por ser un experimento fallido, como el mismo explica) y
una voladora (que también, contrario a la leyenda es joven y hermosa, por la misma
razón).
 En 2014, el artista visual chileno Patricio Paretti realizó la serie animada de
televisión “Magallanes, un cuento mágico” transmitida por canal de cable UMAGTV,
que tuvo como personaje central a “Don Eleuterio”, un Brujo chilote que vivía en
Punta Arenas y que contaba historias sobrenaturales acontecidas en la Patagonia
chilena. La obra audiovisual fue inspirada en diversas creencias locales,
principalmente en mitos, leyendas y brujería provenientes de la Isla grande de Chiloé.
En uno de los episodios, "Las entrañas de la muerte", una bruja usa un macuñ o
pechera mágica tanto para volar, para convertirse en luz mala, como también para
convertirse en animal. El macuñ se muestra como una pieza estilizada de cuero
parecida a un corset, fabricada con piel de bebé e hilos de crin de caballo. El mismo
episodio hace mención a maleficios con tierra de cementerio, un elemento vital para la
realización de magia negra por parte de los brujos
El libro que entregó Moraleda a la bruja Chillpila en Quicaví existe todavía y se han
sucedido en tenerlo los jefes de la Recta Provincia que habían en Quicaví, de cuyo
punto los indígenas no permitían se llevase a a ninguna parte (...) Ese libro es impreso y
tiene tapas de cartón forradas en cuero (9: 127)

Sin embargo hay autores que expresan que el objeto entregado no fue un libro, sino que
una especie de objeto en forma de esfera, con una campanilla en su interior o como una
piedra cristalina sumergida en un vaso de agua. Este objeto que era llamado Challanco y
permitiría al brujo potenciar el don de la adivinación

pudiera haber correspondido al Revisorio, sin embargo ya se vio que el Challanco


correspondía a un objeto con características muy parecidas a las bolas de cristal
utilizadas por los Europeos, en cambio el Revisorio correspondería a un elemento
propio de la cultura Mapuche y que corresponde a una especie de batea con Agua, de
hecho el jesuita Diego de Rosales escribió en el siglo XVII que “mientras andan los
soldados en la guerra ,están los hechiceros consultando al demonio sobre el suceso de
los suyos, incensando con tabaco a las tierras de el enemigo, y haciendo sus
invocaciones. Y en una batea de agua, les muestra el Demonio, lo que pasa, donde
están, y lo que les ha sucedido bueno, o malo. Y antes que llegue la nueva de el bueno,
o mal suceso, lo anuncian a todos”

Respecto del libro entregado por Moraleda a la bruja de Quetalco (Chillpila), se dice
que el nombre es el que usted menciona. Ahora respecto de su existencia, las
personas del lugar cuentan que existe y muchos afirman haberlo visto; sin embargo,
como se trata de asunto muy delicado no se menciona la persona o familia que
actualmente lo tiene. Cabe señalar, que el libro entregado por Moraleda permitió a
los hechiceros del lugar, aprender otros trucos, los cuales se mezclaron con aquellos
que son propios de la tradición huilliche y los brujos lo usaron en gran medida para
posteriormente ahuyentar a los españoles cuando se apoderaban de sus tierras. No
nos olvidemos que esta fue una de las razones, tal vez la más relevante, por la que se
formó esa gran asociación de brujos de la zona llamada Recta Provincia".
La Mayoría

DUELO ENTRE HECHICEROS

Don José Manuel de Moraleda y Montero fue un valioso cartógrafo que recorrió estos
archipiélagos entre 1787 y 1796, observando, Además, la vida de los isleños.

Tenía una opinión escéptica respecto a las prácticas del machitún que las catalogaba de
"gesticulaciones ridículas", las cuales, sin embargo, nunca presenció de cerca porque,
dice: "me creían a mí más machi, adivino o brujo de todos ellos y lejos de concurrir a mi
deseo se ocultaban a mi vista temerosos".

La tradición se apropió del hidrógrafo español y su nombre ha quedado asociado a la


organización de la brujería a través de una secta denominada"La Recta Provincia", un
centenar de cuyos miembros fuera procesado, un siglo después, por el juzgado de
Ancud. Ellos lo recordaban así, en 1880:

Moraleda llegó hasta Tenaún buscando gente para llevar a España. Venía de Payos
(Queilen), donde no pudo enganchar a ninguno. Los veliche del sector tampoco se
entusiasmaron mucho con la invitación, así que para persuadirlos se transformó en pez,
lobo marino, paloma y otros animales.

La gente lo observó con complacencia y entusiasmo, pero no con tanto asombro como
el navegante esperaba.

-- ¿Qué no os llama poderosamente la atención las maravillas de mi arte?, interrogó


preocupado el peninsular.

-- De gustarnos, nos gusta, dijo, hablando por su grupo, un desconfiado tenaunino. Pero,
no hay brujo de la costa, agregó, que no haga estas travesuras.

-- ¿Qué también tenéis hechiceros? ¡Traédme uno al instante!

Le hicieron llegar a su presencia a la Chillpila, una famosa encantadora de Quetalco,


que estaba de paso por Tenaún. Principió a romancear una especie de oración, al tiempo
que gesticulaba y contorneaba su cuerpo; todo esto a orillas del mar. Las aguas se
revolvieron y empezaron a producir una epecie de torbellino en torno a una de las
goletas de Moraleda, hasta que la embarcación quedó completamente en seco.

--¡Hostias! ¿y cómo habéis hecho eso?, dijo con frenético entusiasmo. Sospecho que
son ilusiones, musitaba, caminando por la orilla del mar. Bruñía sus ojos y llamaba a su
gente de a bordo. Ellos le confirmaban:

--"¡Que estamos en plena lama, don José Manuel. Varados!".

La Chillpilla permanecía rígida como una estatua, como si sostuviera la respiración.


Lentamente fue soltando las aguas y la barquilla del alférez de fragata de la Real
Armada Española, comenzó a reflotar.
-- Pues que vos te habéis hecho merecedora de todo mi respeto y crédito, dijo
reverencialmente el extranjero. Y, en consideración a lo que mis ojos han visto y mi
corazón se ha maravillado, quiero dejaron una joya para que vosotros lo administréis y
le déis el mejor uso posible. Me esperáis un instante.

Subió una pequeña piragua en dirección a su lanchón. Al rato volvió con un libro
forrado en cuero, el que entregó ceremonialmente a la Chillpila, una mujer mucho más
baja que él, y algo rechoncha.

--En este libro se anotan todos los secretos de este arte misterioso que es la brujería.
Usádlo con juicio y avanzaréis en el dominio de los misterios de la naturaleza y del ser
humano, terminó señalando el español.

Durante el mentado Proceso a los Brujos del pasado siglo se menciona el libro, por
parte de quienes fueron custodios de él. Hoy se le recuerda y se le confunde con el
challanco, revisorio o la mapa, instrumento que la Mayoría usa para ver a distancia: el
equivalente a una bola de cristal.

Sin embargo, la Recta Provincia se estableció en Quicaví. Tenaún fue sólo el tránsito de
una historia más larga.

PROCESO CONTRA LOS BRUJOS

"Contra Mateo Coñuecar y otros por asociaciones ilícitas y envenenamientos" , caratuló


el Juzgado de Ancud a un extraño proceso contra los "brujos o curanderos de Chiloé
(que) han formado por largos años, una sociedad criminal que ha producido la miseria y
muerte de familias enteras... Por la ignorancia de una gran parte del pueblo que había
llegado a creerse que los tales brujos eran no sólo unos sabios por sus conocimientos en
medicina, sino tenían facultades sobrenaturales para hacer morir a las personas que no
obedecían sus mandatos ". Con estas palabras lo establecía el intendente de Chiloé
(1877-1883), don Luis Martiniano Rodríguez, quien deriva esta persecución en un
proceso a más de un centenar de indígenas. El Sínodo de 1851, reglamentó también
castigos a quienes estaban envueltos en prácticas de brujería y de machis.

El proceso de 1880-81 determina un conocimiento más exacto de la "Recta provincia",


pero en momentos en que la secta comenzaba a desviarse de su carácter étnico y
empezaba a satisfacer odios y odiosidades personales.

Es interesante conocer fragmentos de la declaración de Mateo Coñuecar, oriundo de


Tenaún, hecha el 26 de Marzo de 1880:

Es una "casa subterránea... que se halla situada en una quebrada inmediata a la casa en
que vivió el finado José Marimán (brujo), de donde hay un camino para llegar a ella. De
la casa donde vive Aurora Quinchén (hechicera) también distancia de cuarenta metros.
Esa habitación adentro está enmaderada, tiene una mesa, cuatro sillas principales y tres
bancos de madera".
Este recinto nunca fue hallado y -hoy en día- la creencia señala que la Mayoría ya no
funciona en esa cueva. Se supone que residen en forma permanente dos seres humanos
transformados a un condición semi-animal. La declaración de Mateo Coñoecar expone
claramente a estos seres.

"Ahora veinte años (1860) y cuando era Rey José Marimán se le ordenó fuera a dicha
cueva para llevarle carne a unos animales que habían dentro de ella. Cumplió la orden
llevándoles carne de un cabrito que degolló, Marimán acompañó y al llegar a la cueva,
éste comenzó a dar unos saltos que acostumbraban los brujos y en seguida abrió la
puerta. Esta se halla cubierta con una capa de tierra (tierra con pasto para ocultarla) y
después se halla con una chapa que tiene llave de alquimia (latón). Se valió de ésta para
abrirla y luego vinieron de adentro dos seres completamente desfigurados que se
parecían el uno a un chibato porque también se arrastraba y el otro era un hombre
desnudo y con una barba y el pelo que le llegaban a la mitad del cuerpo y que eran
completamente blancos. A este último conocían con el nombre de "Inbunche " y a aquél
con el de "Chibato". Este también tenía el pelo y la barba blanca y muy largas y su
cuerpo lo tenía cubierto de una especie de cerda que le habían hecho salir con la yerba
"Picochihuín" que se halla en los "Traiguenes" o saltos de agua, con la cual le hacían
fricciones y también se la hacían beber, secándole el zumo de las hojas".

El chibato e imbunche existían desde que la cueva fue construída y que eran
reemplazados por otros, al morir estos. Coñoecar agrega que el Consejo determinaba
qué personas serían chibato e inbunche, los cuales eran tomados por la fuerza,
encerrándolas en la cueva. "Ahí los acostumbraban a vivir como era la costumbre sin
permitir que salieran a ninguna parte y manteniéndolos con carne de chibato, de cabrito,
de niños difuntos que robaban para llevarles continuamente. La bebida que les daban era
agua de Picohihuín. Así acostum-braban a estos individuos a desempeñar el papel que
quisie-ran y les enseñaban a hacer algunos saltos o brincos.

Con la colaboración de Renato Cárdenas Alvarez. Reproducido con autorización del


autor de "EL LIBRO DE LA MITOLOGÍA historias, leyendas y creencias mágicas
obtenidas de la tradición oral". Ed. Atelí. Chiloé, 1997.

El hecho fundacional de la “Recta Provincia” o más precisamente “Mayoría” sería la


entrega de un libro de hechizos (grimorio), realizado por el navegante español José de
Moraleda a una machi huilliche chilota (veliche) llamada Chilpila. Ello luego de la
realización de una competencia de carácter cuyo objeto habría sido demostrar quien
poseía mayores saberes mágicos. La leyenda señala que Chilpila luego de entonar un
canto ritual habría logrado dejar en seco las aguas donde se hallaba el barco de
Moraleda. Tal fue el portento logrado, que el español sin dudarlo reconoció su derrota y
en señal de admiración le entregó el mencionado texto, del cual no se sabe exactamente
hasta el día de hoy su nombre (la tradición lo sindica como “Levisterio” o “Revisorio”,
el cual se transmite de buta a nuevo buta, líder a nuevo líder, de la organización y que
se guardaría en la cueva de Quicaví) pero que según mis investigaciones podría tratarse
del San Cipriano.

Esta “traditio” o transmisión del libro dará origen a la organización de carácter social y
brujeril “Recta Provincia”.

Ahora en cuanto a lo que nos convoca, me parece interesante puntualizar lo siguiente:

1.- La representante austral era una mujer. Esto no es menor, dado que como sabemos,
la función espiritual dentro del mundo mapuche (y huillichepor tanto) la desempeña
indistintamente un hombre (el machi) o mujer.

2.- Es a través de los conocimientos de la tierra, y por consiguiente de lo femenino, que


ella triunfa. En efecto: a) Es un canto de la Chilpila lo que logra bajar el nivel de las
aguas; y b) La disminución de las aguas es indicación de un poder de la mujer en
aquellas. Al respecto, uno podría recordar la interesante vinculación universal entre lo
femenino y las aguas. Y en ámbito ya específicamente chilote a la Pincoya, verdadera
deidad marina que de acuerdo a la posición de su danza (ya sea frente o de espaldas al
mar), indicará a los pescadores si habrá buena o mala pesca.

3.- Una indígena y sus saberes ancestrales triunfará sobre el mundo europeo. Esto tiene
una carga espiritual innegable y es lo que nos ha hecho reivindicar la existencia de una
Magia Austral frente a otros tipos de magias.

4.- Es una mujer quien en definitiva resulta triunfadora en el duelo mágico. Es gracias a
la seguridad, el verbo y la sapiencia de la Chilpila que se logra su victoria.

El mencionado hecho mítico puede servir de bello ejemplo para toda mujer, en especial
para las mujeres del Sur del mundo. En la actitud de valentía y certeza de la Chilpila
quien enfrenta a un hombre (y no a cualquiera, sino a uno detentador de ilustración y
conocimientos “académicos”), muchas mujeres se podrán ver reflejadas. Así no hay
duda que ya mucho antes de las luchas sociales brindadas en Estados Unidos y en
Europa por las mujeres, en territorio austral éstas demostraban que estaban en plena
consciencia de su poder, ejerciéndolo con bravura y astucia.
(Piedra Santa de Malalcahuello, en zona mapuche. FUENTE: http://www.pulmawe.cl/)

Uno de los cultos más antiguos de la humanidad es el de la piedra, siendo además


universal. No hubo pueblo que de una u otra forma careciera de piedras consideradas
sacras, a las que le hizo libaciones, las considerase como entes vivos y recurriese a ellas
en sus peticiones. Ejemplos son los menhires, piedras alargadas con clara connotación
fálica, relacionadas con la fertilidad. Las características propias de la piedra, en especial
su firmeza y solidez, han determinado que sea la mejor muestra de estabilidad y
perennidad. Corresponde a lo eterno y también a la certeza, lo inamovible; siendo por
tanto en un contexto nórdico el equivalente a la runa Othala. En el área semítica, por su
parte, ya desde los primeros tiempos sus pobladores sentían devoción por
los betilos(palabra que proviene de beth= morada y El=dios), piedras que podían
provenir del cielo (aerolitos) o de volcanes, que eran usadas como talismanes. Para la
antigua religión griega un concepto asociado a la piedra era Omphalos (betilo, que
cubierto en un tejido, la diosa Gaia dio a Cronos para engañarlo, haciéndole creer que
ese era su hijo), el cual se resguardaba en el templo de Delphos y que era apreciado
como símbolo de la centralidad, el ombligo del mundo3, pues permitía comunicar a los
vivos con los muertos, de forma parecida a lo que ya vimos ocurría con el árbol en el
rito mapuche del “descanso”. En Roma se adoraba a la Piedra Negra o Magna Mater, que
por sugerencia de un oráculo fue llevada desde Asia Menor a la capital del Imperio,
pues tenía mucha fama de ser beneficiosa dado que se relacionaba con la
diosa Atargatis. Más conocido que los anteriores es el nexo entre la “piedra negra” y los
musulmanes. A pesar que éstos dicen no adorar sino a Allah (Dios), sin embargo
realizan circunvalaciones en torno a laKaaba (cubo), donde está la piedra negra, la cual
el ángel Gabriel le habría entregado aAbraham. De importancia para nuestros estudios
es la llamada “Pedra da Serpe” (Piedra de la Serpiente), ubicada en Gondomil, La
Coruña, España. Es una piedra que contiene labrada una serpiente alada, lo cual ha
llamado profundamente la atención de los investigadores dado que no existe algo
semejante en el imaginario o en elementos líticos precristianos en Europa, a diferencia
de lo ocurrido en América precolombina conQuetzacoatl maya-azteca y Katari aymará.

Chile no está excluido de tal devoción. Y así la piedra define no sólo al territorio (son
múltiples los lugares que se denominan conforme a las piedras: Cobquecura, Curanipe,
Curacaví, Quilicura, Curacautín, etc.), sino a las comidas, el fervor religioso, las armas,
etc. En muchos casos son las moradas de espíritus, que deben ser respetadas cuando se
pasa cerca de ellas. También las piedras son concebidas como los antepasados, es decir
los indios que en la batalla dada entre las dos serpientes míticas Cai Cai y Threng
Threng, no alcanzaron a sobrevivir, siendo transformados en materiales líticos. En
lugares como Chiloé se las frota, para dar fecundidad al campo. Así, puede afirmarse
que las culturas que habitaron y habitan el territorio chileno no pueden concebirse sin
ellas.

La zona austral cuenta con un notable número de piedras sagradas, una de las más
importantes es la llamada Retrincura4, ubicada entre Curacautín y Lonquimay. Tal es el
respeto hacia esta que los viandantes le dicen “Padre Retrincura”, pues se piensa que
dentro de ella habita un gran espíritu tutelar.

“Los que viajan por ese boquete, que son los que van i vienen de la Arjentina, dejan al
Dios Retricura sus ofrendas dentro de los hoyos, consistentes estas en dinero, cigarros,
pan, carne, etc., i si nada de esto llevase el transeunte, le dejará como único tributo una
ramita tierna de algún árbol inmediato, pero siempre algo”5

En Río Bueno existe un complejo ceremonial huilliche donde estaría la “casa” del Señor
Juanico (“el agua de Juan”), la que yace cerca de una vertiente, del río Muticao,
compuesta por unas pequeñas cuevas; en estas Juanico se comunicó con lo sagrado,
transformándose en piedra.

Existe además el monolito de Curalhue, el cual es habitado por un espíritu del mal que
se venga de quien no realice la oblación consuetudinaria6. El investigador Alejandro
Cañas Pinochet señala sobre este objeto: “Los indios dicen que esta piedra tiene
su calcu, que es, según ellos, un espíritu invisible, capaz de hacer bien i mal, que
nosotros hemos traducido impropiamente por brujo”7.
Mencionada por Tomás Guevara, la piedra Kakukura8, tiene una singularidad que
merece ser indicada. Dejemos que sea el mismo araucanista quien nos hable de ella:

“En el lugar de Trompulo, en el camino de Quepe a Llaima, cerca del río Allipén, existe
la piedra que los indíjenas llaman kakukura o piedra bruja…

“Es creencia esparcida por esa comarca que en la piedra habita un brujo, de lo que
proviene su nombre. Cuando se ha oscurecido i algún viajero pasa por ahí, asústase su
caballo i queda parado como si una fuerza poderosa lo detuviera. Mui cerca vive el
cacique Paillao, dueño de esas tierras e intermediario entre la piedra i la jente que por
ahí trafica. El viajero detenido pide el paso al cacique, el cual trae una luz i hace una
invocación que en síntesis es como sigue: “Déjalo pasar, es amigo i no viene a
causarnos daño ni a robar nuestros animales”. Debe suponerse que la piedra merece la
veneración i las ofrendas de los indíjenas”9 .

Otra piedra reverenciada en zona huilliche sería la del Tatita


Wentiao (Wentellao oHuentreyao), en Pucatrihue, en la costa de Osorno, a la que nos
referiremos con mayor detalle en el capítulo del agua.
Chilpilca

En Chiloé hay una legendaria mujer conocida como la Chilpila de Quetalco y su


nombre esta asociado al arte de la guerra indígena.

Esto ocurrió en la época de la colonización jesuita y coincide con el período en que los
primeros navegantes europeos llegaban a esta zona

Aquellos marineros, herederos de piratas nórdicos, venían a saquear en Sudamérica y de


hecho lo estaban haciendo en Perú... De allí extraían toda la plata que llevaban hacia
España y que los corsarios británicos les arrebataban en alta mar.

Por entonces llegó a esta zona un navegante español, llamado José de Moraleda...Este
oscuro personaje sabía que los chilotes eran "supersticiosos", por tener una cosmovisión
animista...y creyó poder engañarlos presentándose como un mago capaz de convertir en
horribles criaturas a todos aquellos que se opusieran a sus deseos...

Los indígenas no se intimidaron y le preguntaron qué era lo que quería, realmente... Él


mintió diciendo que los quería como marineros para buscar la Ciudad de los Césares...
los indígenas sabían que las intenciones de este personaje era llevarlos al Perú en
calidad de esclavos para la extracción de plata en las minas....

También sabían lo codiciosos que eran aquellos piratas de los mares y, que además,
estaban planeando una guerra a muerte contra ellos... Le persuadieron de hacer una
competencia de magia con la CHILPILA DE QUETALCO, una mujer que tenía fama
de ser muy inteligente...razón por la cual, los indígenas le reconocían fama de hacer
magia

La mentada Chilpila, mandó decir al personaje en cuestión que lo iba a esperar en la


pequeña rada en Curaco... al interior de la isla de Quinchao.

Cuando llegaron con sus naves en la playa, la Chilpila se dio cuenta de que estos
personajes no sabían donde estaban parados...porque de saber, nunca habrían osado
desembarcar con sus naves en el lugar donde ella los citó...
Como sea, ella se presentó y les hizo la siguiente proposición...Que si ganaba la apuesta
de magia y brujerías, ellos debían retirarse de la isla y desaparecer por la Patagonia; al
contrario si perdía, ellos podrían contar con los indígenas para completar su tripulación
para cuando zarpen... A José de Moraleda le pareció aceptable la propuesta y, entonces
la Chilpila le dijo que ella era capaz de hacer que el mar se aleje de la costa...Los
navegantes irónicamente aceptaron la apuesta, convencidos de que nadie en el mundo
podía hacer tal cosa...y entonces la Chilpila comenzó un ritual en la playa, pidiéndole al
mar que se aleje de la costa y el mar después de un rato, comenzó a retirarse. Ante la
sorpresa de los navegantes, sus naves quedaron varadas en la orilla y el mar siguió
retirándose de la costa y, ellos comenzaron a desesperarse ante la posibilidad de ser
derrotados por aquella mujer...Entonces empezaron a suplicarle que haga regresar el
mar, pero ella no hizo caso y continuó hasta que les dijo...Haré volver el mar y ustedes
deben cumplir su palabra... Los marineros estaban tan desesperados que José de
Moraleda, obedeció ... Entonces ella comenzó a cantar al mar para que las olas vuelvan
a la costa... y poco a poco, el mar comenzó a subir...en ese intertanto, los navegantes, se
convencieron que estaban ante la poderosa fuerza de una bruja increíble...y fue así como
nació la leyenda de los brujos de Chiloé. La Chilpila sólo hizo uso de un recurso natural
que los navegantes europeos desconocían...y como un genio de la guerra, venció sin
presentar batalla. Esa acción fue el colmo de su astucia y estrategia...la Chilpilla engañó,
de esta manera, a un pirata más, de los tantos que llegaban por estas latitudes... Este
hecho quedó como leyenda en la Isla porque los cronistas, servidores de reyes y
ladrones, no quisieron reconocer en esta mujer, una habilidad superior al de sus
capitanes

Un imaginario único, que emergió del sincretismo entre las creencias de los antiguos
pueblos del lugar (chonos y huiliches) y las supersticiones y leyendas que trajeron en
sus barcos los colonizadores españoles.

Dice el mito primigenio que Ten Ten y Cai Cai Vilú fueron los responsbles del origen
de Chiloé, cuando la serpiente marina Cai Cai Vilú decidió inundar parte del territorio
suroeste de Chile y se enfrentó a la serpiente terrestre Ten Ten Vilú, encargada de
proteger a los hombres y todo lo que en la tierra habita. Ambas divinidades combatieron
hasta el cansancio, quedando sumergido gran parte de ese suelo y lo que se sostuvo en
la superficie, gracias al accionar de Ten Ten Vilú, se convirtió en lo que hoy conocemos
como el archipiélago de Chiloé.

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