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¿EN VERDAD HEMOS NACIDO DE NUEVO?

Introducción:
En algún momento en nuestra vida cristiana podríamos habernos preguntado, lo siguiente:
¿podría perder la salvación? Nos aterra pensar en que podría suceder ello, por eso nos
apresuramos en hacer cuanta cosa (obras) para que eso no suceda. Pero, hay algo más
aterrador que “perder la salvación” y es creer que alguna vez la obtuvimos. ¿Qué quiero decir
con esto?, qué en lugar de preguntarnos si en algún momento podríamos perder la salvación;
deberíamos preguntarnos: ¿en verdad hemos nacido de nuevo (Juan 3:3)? ¿en verdad somos
salvos? ¿tengo nuevos afectos?, ¿está mi voluntad rendida a Cristo o a mí mismo? ¿aborrezco
lo que antes amaba?

¿Cómo saberlo? ¿Cuáles son las evidencias de una verdadera conversión?

Desarrollo:

Arrepentimiento es un cambio radical en la naturaleza del corazón de las personas, en


cuanto al tema del pecado. Ahora cuando nuestro corazón es trasformado por el Espíritu
Santo, cuando este amor natural al pecado es arrojado afuera, entonces toma lugar el cambio
que la Palabra de Dios llama "arrepentimiento".

#1 Verdadero Arrepentimiento Comienza con un Conocimiento del Pecado.

Los ojos de la persona arrepentida son abiertos. Ven con espanto y confusión lo largo y ancho
de la santa ley de Dios, y la extensión, la enorme extensión, de sus propias transgresiones.
Descubre, para su sorpresa, de que al creer de sí mismo como una " especie de buena
persona," y una persona con un "buen corazón," se dan cuenta que han estado debajo de un
enorme engaño. Se dan cuenta que, en realidad, son malvados, y culpables, y corruptos, y
perversos en los ojos de Dios. Su orgullo es derrumbado. Sus elevados pensamientos se
esfuman. Se da cuenta de cuan enorme pecador es.

#2 El arrepentimiento verdadero produce dolor por el pecado.

El corazón de una persona arrepentida es tocado con un profundo remordimiento por sus
transgresiones pasadas. Se enfurecen al pensar que han vivido con tanta locura y maldad. Se
lamentan por la pérdida de tiempo, por los talentos que desperdician, por haber deshonrado
a Dios, por haber herido su propia alma. El recuerdo de estas cosas es doloroso para ellos.
#3 Arrepentimiento Verdadero Produce Confesión del Pecado.

La lengua de una persona arrepentida se ha desatado. Ellos sienten que deben hablar con
ese Dios contra quien han pecado. Algo dentro de ellos les dice que deben clamar a Dios y
orar a Dios y hablar con Dios, sobre el estado de su propia alma. Ellos necesitan derramar
su corazón, y reconocen sus iniquidades, ante el trono de gracia. Ellos sienten una carga muy
pesada en su interior, que ya no pueden guardar en silencio. Nada pueden retener. Nada
pueden ocultar. Se presentan delante de Dios, pidiendo nada para si mismos, y están
dispuestos a clamar: “! He pecado contra el cielo y ante ti (Lucas 15:21) , mi maldad es
grande. ¡Dios se propicio a mi pecador!" Cuando una persona va de esta manera ante Dios
en confesión, aquí tienen el tercer paso del verdadero arrepentimiento. ~ J.C. Ryle

#4: Arrepentimiento Verdadero Produce una ruptura del Pecado. (1 Pedro 4:3)

La vida de una persona arrepentida es alterada. El curso de su conducta diaria es cambiada


por completo. Un nuevo Rey reina en su corazón. Habiendo despojado al viejo hombre. Lo
que Dios manda es lo que ahora desea practicar, y lo que Dios prohíbe es lo que ahora desea
evitar. Se esfuerza en todas las formas de mantenerse alejado del pecado, de luchar contra
el pecado, de hacer guerra contra el pecado, para obtener la victoria sobre el pecado. Deja de
hacer el mal. Aprende a hacer bien. Se desprende bruscamente de sus malas costumbres y
de las malas compañías. trabaja, aunque sea débilmente, en vivir una nueva vida.

#5 Arrepentimiento Verdadero Produce un profundo odio al pecado.

La mente de una persona arrepentida se vuelve en una mente habitualmente santa.


Aborrecen lo que es malo, y se adhieren a lo que es bueno. Se deleitan en la ley de Dios
(Salmos 119:92). Son destituidos de sus propios deseos no pocas veces. Están
profundamente conscientes de sus propias flaquezas. Gimen bajo un sentido de corrupción
interna. Pero aún así, con todo esto, la tendencia general de su corazón es para con Dios, y
apartado del mal. Pueden decir con David: "Por tanto, estimo rectos todos Tus preceptos
acerca de todas las cosas, Y aborrezco todo camino de mentira." (Psalm. 119:128).

Preguntas para reflexionar:

1. El hecho de que no se pierda la salvación, ¿quiere decir que puedo


llevar una vida de continuo pecado? Pero yo hice la oración del
pecador, invité a Cristo a entrar a mi corazón. ¡Eso me hace salvo!
No, porque quien practica el pecado (1 Juan 3:6-10) da evidencia de que nunca fue
salvo y debe arrepentirse. Los que son salvos no hacen del pecado su estilo de vida,
sino que aman la santidad. Sólo aquellos que han sido justificados, están siendo
santificados (Fil. 1:6).

El apóstol Pablo nos exhorta a examinarnos a nosotros mismos (2 Co. 13:5). Los
salvos jamás pierden su salvación, porque ellos no practican el pecado; esa es la
evidencia tangible y genuina de que han sido salvados. Lo contrario ocurre con los
que no han sido salvados.

2. ¿Es la gracia una licencia para pecar? (Romanos 6 )

Algunos piensan que por ser salvos podemos vivir como nos plazca, permitámonos
leer estas palabras para que ese pensamiento perverso salga de nuestra mente:

" Alguien dijo el otro día, "Si creyera que soy salvo por toda la eternidad, viviría en el
pecado." Tal vez tú vivirías así; pero si fueras renovado en tu corazón no vivirías en
él. "Pero," dice alguien, "si creyera que Dios me amó aún antes de la fundación del
mundo, y que, por consiguiente, voy a ser salvo, me lanzaría de lleno al pecado." Tal
vez tú y el diablo lo harían; pero los hijos regenerados de Dios no son de naturaleza
tan baja. Para ellos la abundante gracia del Padre es un lazo de rectitud que ellos
nunca pensarían en romper: ellos sienten las dulces restricciones de la sagrada
gratitud, y desean perfeccionar la santidad en el temor del Señor.

Todos los seres viven de acuerdo a su naturaleza, y el hombre regenerado ejercita los
santos instintos de su mente renovada: clamando por la santidad, combatiendo en
contra del pecado, esforzándose para ser puro en todas las cosas, el hombre
regenerado pone toda su fuerza hacia lo que es puro y perfecto. Un corazón nuevo
hace toda la diferencia. Una vez dada una naturaleza nueva, entonces todas las
inclinaciones corren por un camino diferente, y las bendiciones del omnipotente
amor ya no implican peligro, sino que sugieren las aspiraciones más altas."

~Charles Spurgeon

3. ¿Puede un cristiano caer en pecado? (Salmos 51)


“Tú dices: Hermano Pablo, ¿un cristiano verdadero peca? Si. Es muy triste pero si.
¿Un Cristiano verdadero puede caer en el pecado? Si. Pero la diferencia es que un
cristiano verdadero no puede vivir en un estado de carnalidad continuo, un estado
de inmadurez continuo, ya que la Biblia dice que Aquel que comenzó la buena obra
la terminará. En Hebreos 12 está escrito que uno de los mayores señales de una
conversión genuina es que Dios cuidará de ti con el cuidado de un padre. Él hasta te
disciplinará y te castigará cuando te salgas del camino.”– Paul David Washer

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