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ESTRUCTURA TEXTUAL
Un texto tiene como propósito interpretar, analizar o crear la realidad. ―llamamos texto‖ no sólo a los mensajes de
la lengua natural sino a cualquier fenómeno portador de un significado; por ejemplo: una obra pictórica, una
ceremonia, una conversación.
Reconocer el propósito del texto es otro elemento esencial para su comprensión y de él depende el intercambio
de significados que se produzcan entre destinador y destinatario.
MICROESTRUCTURA DEL TEXTO: mínima unidad del habla con sentido completo.
SUPERESTRUCTURA TEXTUAL: (esquema global) la intención comunicativa del autor lo lleva a definir qué tipo
de textos desea elaborar para obtener su propósito. Por lo tanto, cada tipo de texto tiene una estructura
esquemática o superestructural textual, que es su forma global con determinada ordenación y unas relaciones
jerárquicas de sus respectivos fragmentos. Por ejemplo, en un cuento sus partes son: INTRODUCCIÓN,
PROBLEMA Y CONCLUSIÓN.
ACTIVIDAD N° 1
LA RATA COCHERO
Siempre supe que, de alguna manera, yo era diferente. Es verdad que tenía el mismo aspecto que mis hermanos
y hermanas, y a los ojos ajenos no cabía duda de que me comportaba como ellos, pero en mi fuero interno, sabía
que yo era yo y que nadie más en este mundo era como yo.
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- Ningún animal – decía mi padre- puede destruir como puede hacerlo el hombre. Es capaz de matar
despiadadamente a los de su especie, así es que no esperéis clemencia para vosotros. Querrá cazaros,
atraparos, envenenaros, pero, si sois listos, podréis romperle la estrategia y vivir de él. Nunca permitáis que os
vea. Y si deja comida para vosotros, huid de ella porque os matará. Tenéis que temer a los gatos y a los perros
cuando los veáis, pero al hombre hay que tenerlo siempre, visible como invisible. El río fluye rápido y peligroso, y
os tragará en un instante. Pero si habéis de escoger entre y el hombre y el río, elegid el río.
Incluso entonces, cuando era muy joven, mi imaginación se encendía con las victorias de ese monstruo. ¿Cómo
será para tener tanto poder? ¿Veré algún día es de poder con mis propios ojos? ¿De verdad podría matarme?.
En aquella época, ni siquiera pensaba que me pudiera morir, de modo que la muerte era algo remoto. Pero mi
Padre insistía en que la muerte podría alcanzarnos en cualquier momento y en que el hombre era su transmisor
más probable.
Una noche, no volvió a casa después de una expedición de saqueo. Quisimos ir por él, pero mi Madre nos frenó.
-Si puede volver –dijo-, volverá. Pero si no puede, será mejor para nosotros no verlo.
Cuatro días y cuatro noches estuve en ascuas por saber qué le había sucedido. Me avergüenzo de decir que no
sólo se trataba de amor o preocupación. No, el sentimiento que persistía más en mi interior era la curiosidad. Y
finalmente tuve que hacer la pregunta que no me dejaría en paz:
Me miró un buen rato, como intentando encontrar el por qué de mi pregunta, pero me contestó muy suavemente:
No lo sé. Puede haber sido un gato o un perro.. Pero creo que realmente sólo el hombre pudo haber sido lo
suficientemente astuto, para atraparlo.
Debería haberme asustado, pero no fue así. Cuando salíamos de casa, esperan ver al hombre. Y cuando el
hombre venía, mi familia me esforzaba a huir con ellos, aunque yo quería quedarme. O quizás sólo una parte de
mi quería quedarse.
Para cuando me hice adulto, ya causado una profunda preocupación a mi madre, y mis hermanos y hermanas,
siempre se reían de mí y decían que yo era un soñador. Saquear, comer, morder, luchar, esas cosas me
aburrían. En el mundo existía otra criatura que podía hacer miles de cosas más, que hacía que mis semejantes y
yo pareciéramos diminutos e insignificantes. Había construido las ciudades de las que dependíamos y en cierto
sentido, era para nosotros un dador de vida, aunque también podía quitárnosla, y lo hacía con frecuencia. Era
impresionante. Era su mundo, y yo quería estar en él.
Adelgace. Nadie sabía qué hacer conmigo. Algunos decían que, con la edad, ya se me pasaría. Otros, que lo que
necesitaba era una buena paliza. Otros incluso opinaban que lo mejor era dejarme solo para sobrevivir o morir.
Pero no les hacía caso, porque no me entendían. Ellos eran ellos, y yo era yo, y yo era diferente.
Durante un tiempo, no salí ni siquiera de la alcantarilla. La vista de las enormes construcciones del hombre me
llenaba de insatisfacción. Nunca podría rivalizar con él, ni unirme a él. Así que me escondía. Sin duda, habría
muerto de no ser porque mi madre me alimentaba de sobras y me cuidaba. Pero entonces me di cuenta por mí
mismo de que no podía seguir así. Supongo que los pensamientos se iban desgastando en mi cerebro, hasta
que, finalmente, una nueva visión se abrió camino y salieron a la luz nuevas posibilidades.
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-¿Cómo nos atrapa el hombre? ¿Cómo nos mata? ¿Cuáles son sus trucos?
Y recibía respuestas de aquellos que tenían más experiencia que yo, respuestas que iban almacenando. Me
hablaron de sus venenos, de sus armas de fuego y de sus trampas, sobre todo de sus trampas. Pregunta tras
pregunta, me interesaba por las trampas. Y nadie sospechaba por qué. Todos creían que tenían miedo.
Los hombres hacen diferentes tipos de trampas, y siguen inventando otras nuevas, pero todas funcionaban de
acuerdo con un principio básico: la víctima es seducida con comida y luego es asesinada o atrapada viva. El
consejo de mi padre sobre la comida dejada en el suelo era acertado: cuanto más a mano estén las sobras, más
cerca está la trampa. Hay algo perverso en este principio. Pero lo que debía aprender con más urgencia era la
diferencia visible entre las trampas que atrapaban y las que mataban. Mientras no fuera capaz de distinguirlas, no
podría actuar. Afortunadamente, había muchas almas venerables deseosas de instruirme y, como mi curiosidad
se hizo famosa, me enseñaron numerosos ejemplos. La vista de un semejante con el espinazo roto, o
completamente aplastado por un resorte de acero, me aterrorizaba. Tenía que evitar a toda costa esas trampas.
Pero la que atrapaba a la victima ya era muy diferente: era una jaula. Cuando la víctima entraba a coger el cebo,
una puertecilla bajada, de manera que quedaba encerrada por los cuatro costados. Una vez, para horror de mi
familia y de mis amigos, me quedé a ver que le pasaría a una de esas víctimas. Me escondí y permanecí muy
quieto y, por la mañana temprano (ya que realizaba mis expediciones por la noche), un hombre con bata blanca
vino y recogió la trampa. Lo seguí por la calle, y lo vi recoger dos o tres más. Luego, se subió a un coche, de
caballos y ya no pude seguirlo.
Había en él un aire de intencionalidad que me produjo recelo. Pero estaba claro que no habría utilizado ese tipo
de trampas de no haber tenido una razón específica, y eso ocurría siempre. La cuestión era ¿qué razón? No
debía desear que me atrapara, eso estaba claro. Luego no bastaba con conocer la trampa. Era preciso conocer
también al propietario de la trampa.
Mis expediciones me llevaron cada vez más lejos. A veces, me alejaba tanto que no podía volver a la madriguera
hasta el alba, de modo que me escondía en algún agujero o rincón oscuro hasta que cayera la noche. ¿Qué era
lo que buscaba? Lo único que sabía era que, cuando lo encontrara, lo reconocería.
Mi búsqueda duró cuatro meses. Exploraba sistemáticamente casa por casa, en cada calle, cubriendo cada punto
de partida desde nuestra alcantarilla y, más tarde, desde los puntos que había ido alcanzando. Grababa
cuidadosamente en mi memoria la situación de cada trampa y, cuando encontraba la trampa adecuada, esperaba
al propietario y estudiaba su rostro y sus movimientos. Pero, en mi fuero interno, sabía que no debía hacerlo.
Mi búsqueda llegó a su fin una noche de verano. Me abrí paso hasta la cocina de una casa grande y antigua,
aislada de la acera por una verja de hierro. Parecía una casa siniestra, y entré en ella sin esperanza de éxito. De
no haberme impuesto la misión de examinar cualquier posibilidad, sin duda alguna habría pasado de largo ante
ese lugar tenebroso. Pero allí fui yo, permaneciendo prudentemente cerca de paredes y zócalos. Las trampas
solían estar colocadas en la cocina, y encontré esta sin mucha dificultad. Me impresionó la limpieza del lugar, y
más aún me gustó la trampa que encontré junto a la despensa. Era del tipo jaula, de las que atrapaban a la
víctima sin hacerle daño.
Estaba contemplando la trampa y pensando en lo poco que se adecuaba esta a la oscura hostilidad de la casa,
cuando se abrió la puerta de la cocina. En este momento, vi lo que había estado buscando.
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1-TESIS: 8. TEMA
2. PROBLEMA: Subtemas
3. PLANTEAMIENTO DE HIPÓTESIS:
4. ARGUMENTACIÓN 9. SUPERESTRUCTURA DEL TEXTO NARRATIVO
5. CONCLUSIÓN INICIACIÓN
6. MICROESTRUCTURA NUDO:
7. MAROESTRUCTURA DEL TEXTO DESENLACE:
ACTIVIDAD N° 2
Pero entonces me di cuenta por mí mismo de que no podía seguir así. Supongo que los pensamientos se
iban desgastando en mi cerebro, hasta que, finalmente, una nueva visión se abrió camino y salieron a la
luz nuevas posibilidades.
10. Determine a qué clase gramatical pertenece cada palabra según su función en el texto:
VALORACIÓN CRÍTICA
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11. ¿Qué opina de la actitud que asume el ratón ante las dificultades?
15. Otro título para el texto podría ser: 17. Sobre el final del cuento se
puede decir que:
a. La historia de una rata. a. Es satisfactorio para el personaje.
b. La rata. b. No beneficia al personaje
c. La rata humana. c. Debe inferirse porque no aparece.
d. El hombre rata. d. A y C son correctas.
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LA ARGUMENTACIÓN
La argumentación se basa en defender una idea por medio de datos y razones o argumentos que justifiquen
nuestra postura.
La capacidad de argumentar correctamente suele ir emparejada con la capacidad de influir sobre las personas y
es un reflejo de la organización del pensamiento.
ELEMENTOS DE LA ARGUMENTACIÓN.
En general, la argumentación es el acto mediante el cual intentamos convencer a otro de la certeza de nuestras
ideas u opiniones acerca de un determinado asunto o persuadirlo de que lleve a cabo una determinada acción .El
escritor intenta convencer al lector de la veracidad de su tesis; para ello, presenta información de apoyo
(argumentos o razones) que respalda o justifica su tesis como la opción correcta.
ESTRUCTURA
INTRODUCCIÓN: Es el primer párrafo donde se presenta el tema y se intenta atraer la atención del lector
TESIS: Es la idea que se pretende defender o rebatir. Una buena tesis debe:
• Ceñirse al tema, es decir, tener un alcance limitado (un tema muy amplio es difícil de desarrollar)
• Se debe formular de forma afirmativa, evitando palabras cliché, metáforas, entre otras.
CONCLUSIÓN: Es la parte final en la que recordamos los puntos más importantes de nuestra argumentación de
forma resumida y ordenada para que los recuerde el receptor y de ese modo consigamos convencerlo.
EJEMPLO:
INTRODUCCIÓN: El texto que se presenta en este escrito tiene como tema central el cigarrillo.
TESIS: Fumar es nocivo para la salud.
ARGUMENTOS: Según estudios realizados por especialistas de todo el mundo, el tabaco produce cáncer en un
tanto elevado de la población. Está comprobado que la gente que fuma tiene menos capacidad pulmonar, lo que
disminuye su calidad de vida.
CONCLUSIÓN: Atendiendo a los razonamientos expuestos, podemos reafirmarnos en la teoría de que fumar
afecta a la salud y daña la calidad de vida, incluso provocando la muerte
TIPOS DE ARGUMENTOS
DE CONOCIMIENTO GENERAL:
Se defiende una idea que es ampliamente aceptada por nuestra sociedad (suponiendo con esto que la mayoría
no se equivoca lo que lleva en muchos casos a formular lo que llamamos tópicos) o saberes que la sociedad ha
admitido como válidos (presuposiciones), Ejemplo: ―Dos cabezas piensan más que una‖
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DE CAUSA- EFECTO:
Se presentan las razones de un hecho probando las causas (éstas deben tener un cierto rigor científico)
Ejemplo: ―La madre de Andrés no se cuidó durante su embarazo, por eso Juanito es un niño débil y con bajo
peso‖.
DE CONCLUSIÓN:
En él se citan las palabras de estudiosos, expertos, organizaciones de probada credibilidad que manifiestan una
opinión semejante a la que estamos defendiendo. Ejemplo: ―Como ha dicho el señor Presidente…‖
AFECTIVO- EMOTIVO:
El emisor hace uso de recursos con los que intenta conmover al receptor introduciendo efectos de tipo
sentimental que provoquen compasión, benevolencia, entre otros afectos. Ejemplo: ―Una madre intenta que su
hijita pequeña se coma las espinacas, y como no le ha servido de nada explicarle lo sanas que son, le dice que, si
no las come, su mamá se va a poner muy triste (pena), o que va a venir el Coco y se la va a comer a ella
(miedo).‖
1. Realice un mapa conceptual o un cuadro sinóptico donde resuma los aspectos más importantes sobre la
argumentación.
2. Lea con mucha atención la siguiente argumentación en la que el profesor expone a sus estudiantes su opinión
sobre la EDUCACIÓN FÍSICA.
―Siempre he sido –habla José Luis a sus estudiantes—enemigo de lo que hoy llamamos, con expresión tan
ambiciosa como absurda, educación física. No hay que educar físicamente a nadie. Os lo dice un profesor de
gimnasia. Para crear hábitos saludables. Que nos acompañen toda la vida, no hay peor camino que el de la
gimnasia y en general, los deportes, que son ejercicios mecanizados, en cierto sentido, abstractos, desintegrados
tanto de la vida animal como de la ciudadana. Aun suponiendo que estos ejercicios sean saludables-y es mucho
suponer-, nunca han de sernos de gran provecho, porque no es fácil que nos acompañen sino durante algunos
años de nuestra efímera existencia. Si lográsemos , en cambio, despertar en el niño el amor a la naturaleza, que
se deleita en contemplarla, o la curiosidad por ella, que se empeña en observarla o conocerla, tendríamos más
tarde, hombres maduros y ancianos venerables, capaces de atravesar la cordillera de Los Andes en los días más
crudos de invierno, ya por deseo de recrearse en el espectáculo de los pinos o de los montes, ya movidos por el
afán científico de estudiar la estructura y composición de las piedras o de encontrar una nueva especie de
lagartijas. Todo deporte, en cambio, es trabajo estéril, cuando no juego estúpido. Y eso se verá más claramente
cuando una ola de ñoñez y de americanismo nos invada.‖
3. Escriba dos ideas de cada parte de la argumentación. Así: tesis, argumentación, conclusión.
4. Escriba una argumentación donde exponga sus ideas a favor o en contra de la educación física. Tenga en
cuenta los pasos siguientes:
5. Lea el siguiente texto y realice un análisis de los elementos básicos que se dan en la argumentación
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ARGUMENTACIÓN DOMÉSTICA.
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LA COLUMNA DE OPINIÓN
Definición:
Una columna de opinión es un texto expositivo/argumentativo en donde el autor expresa su punto de vista
respecto a un tema en específico, independientemente de que esté en lo correcto o no. Su objetivo final es el de
convencer al lector de que su punto de vista es válido, por lo que el columnista debe valerse de la calidad de sus
argumentos, aunque la forma de desarrollarlos es completamente libre. (Rueda, s.f.)
Características:
a. Lugar fijo: aparece regularmente en el mismo periódico, revista o blog. Siempre en la misma página o sección,
con los mismos tipo de letra. Esto favorece la familiaridad entre lectores y columnistas.
b. Periodicidad: hay columnas diarias, semanales o mensuales
c. Autoría: va firmado por un autor en particular, por lo que se deja claro que se trata de una opinión personal. Por
lo general va acompañada de la foto del autor o de un dibujo que lo identifica.
d. Escrito en primera persona. En muchas ocasiones puede sustentar sus dichos sólo en base a sus propias
experiencias de vida o simplemente entregar una opinión sobre un tema sin más.
e. Temas habituales: la columna implica una especialización periodística. Hay columnas obre temas políticos,
asuntos internacionales, eventos deportivos, religiosos, artísticos, editoriales, etc. (Diaz Serrrano, s.f.)
f. Lenguaje y estilo: • Libre e informal, • Agudeza critica, • Tono honesto y de frases cortas, • Utiliza un poco de
humor e ironía, • Tono personal y sencillo.
ACTIVIDAD N° 3
Lee la siguiente columna de opinión y completa la tabla de análisis con la información requerida.
Es fácil saber cuáles son los libros menos leídos en esas bibliotecas salpicadas de enciclopedias y destellos
dorados que uno ve en ciertas casas: la Biblia y el Quijote. Suelen ser los más conspicuos en los anaqueles y los
más barrocos en su grotesca presentación, por lo general repujados en cuero y, de ser posible, con las iniciales
del propietario, obsequio de la editorial que logró vendérselo en cómodas cuotas mensuales. Mientras más
ostentosos los dos tomos, menos leídos. Si uno los examina por dentro los hallará vírgenes de huellas digitales y,
por supuesto, de anotaciones en lápiz o referencias al margen.
Acaba de morir Gabriel García Márquez, el más alto colombiano de nuestra historia, y tan mala noticia, que aflige
al país y a la literatura mundial, me produjo de golpe el incontrolable temor de que muy pronto, aprovechando la
ocasión, salgan a la venta unos enormes tomos de Cien años de soledad diseñados para ocupar silencioso lugar
al lado de la Biblia bañada en oro y el Quijote de piel labrada. Es decir, para que muchos clientes los adquieran a
crédito y adornen con ellos la sala de su casa. Pero no los lean.
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Es preciso reconocer que el pénsum de bachillerato colombiano incorpora varios libros de García Márquez. De
todos modos, hay obras y hay edades. Millones de adolescentes han huido para siempre de Cervantes porque los
obligaron a leer el Quijote, pieza maestra que solo se disfruta a esa edad si los sardinos leen el capítulo en que
Sancho Panza se desgracia, estomacalmente hablando, sentado en su burro, o, unos años más tarde, cuando
don Alonso Quijano ya no tiene que competir con Skype y WhatsApp.
Es prudente, pues, que padres y profesores no inoculen un antivirus gabiano al pretender que los niños de 8 o 9
años lean Cien años de soledad. Hallarán, sin duda, capítulos interesantes. Pero, por biches, se perderán el
maravilloso lenguaje y la gran parábola de la historia que encierran sus páginas. Ciertos cuentos suyos y el
Relato de un náufrago son un buen abrebocas de García Márquez. Para Cien años conviene esperar un poco
más. Una amiga mía me escribe para contarme que ―las imágenes mágicas de Cien años‖ entraron a su vida ―al
cumplir 12 años, y se quedaron desde entonces con la misma fuerza de evocación del primer día‖. Enseguida
añade que con los años descubrió que muchas palabras que ella consideraba lenguaje callejero eran ―jerga
bíblica‖ y que leyó por primera vez la expresión ―hacer el amor‖ en una frase de la novela. ―Cuando se lo conté al
maestro años después en Nueva York –agrega– lo incluyó en la dedicatoria de su libro.‖
Sí: lloremos a Gabo, que forma parte de nuestros símbolos patrios, pero hagamos lo único decente que se puede
hacer por un escritor: desear paz a sus humanas cenizas y volverlo inmortal leyendo su obra.
Daniel Samper
EL ESPECTADOR 2014
TESIS
TEMA
ARGUMENTO
CONCLUSIÓN
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Ahora que tienes el tema, realiza un esquema de tu columna de opinión. Construye la tesis y escribe 3
argumentos que utilizarás para sustentar la tesis, junto con el tipo de argumento. Usa sólo ideas principales para
que luego puedas desarrollarlas en forma extensa.
TESIS:
1.
2.
ARGUMENTOS
3.
c.) Redacción de la columna de opinión (presenta tu escrito en una hoja tamaño carta letra imprenta)
Ya que formulaste la tesis y el esquema de los argumentos, procede a escribir la columna. Ten en cuenta:
Para redactar el artículo de opinión, se debe:
Iniciar con la introducción. En este primer párrafo se debe contextualizar el tema presentando información
específica y verídica sobre el asunto que trata. Al final del párrafo se debe introducir la tesis.
Escribir cada argumento, al inicio de cada párrafo, y luego, continuar con la escritura de las ideas
secundarias que desarrollen y sustenten el argumento.
Puede utilizar subtítulos de apoyo para organizar la información.
Aplicar las normas ortográficas
Incluir los elementos de cohesión y coherencia
REVISIÓN ORTOGRÁFICA.
Ejercicio N°1
Con la puntuación de los textos escritos, se espera reproducir la entonación de la lengua oral. La puntuación
es una parte importante de la ortografía de nuestro idioma. De ésta, depende, en gran parte, la correcta
expresión y comprensión del discurso escrito; lo organiza, y evita falsas interpretaciones.
Recuerda que los signos de puntuación tienen un rol importante en la comunicación escrita.
Intenta leer el siguiente texto. Luego, anota los signos de puntuación que se han omitido:
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Rosa la tía era una campesina fuerte y entusiasta Vivía en una casita blanca rodeada de flores gatos perros
y gallinas Tenía por costumbre levantarse a pesar de sus noventa años con la salida del sol Según elle todo
era maravilloso a esa hora El aire fresco la rejuvenecía el rocío la transportaba a su infancia y el trinar de las
avecillas la animaba a trabajar. Sin embargo ella sentía nostalgia es decir se entristecía por el hijo ausente
Ella perdió a su hijo la comunidad su alegría permanente.
Ejercicio N° 2
Se cuenta de un señor que, por ignorancia o malicia, dejó al morir el siguiente escrito, falto de todo signo de
puntuación:
―Dejo mis bienes a mi sobrino Juan no a mi hermano Luis tampoco jamás se pagará la cuenta al sastre
Escriba el mismo párrafo de tal forma que en la primera vez le quede al sobrino juan, en el segundo intento le
quede a Luis, en el tercero al sastre, luego a los jesuitas y en el último caso no le quede a ninguna persona.
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