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Filosofía y literatura.
Facultad de educación.
Licenciatura en filosofía.
Medellín.
2017
Sísifo está de pie, con la frente arriba en lo alto del monte, ahora cansado, ahora resignado.
Está ciego, los dioses le han castigado por su deseo de vivir y ahora eterno pero sin futuro,
reconoce que aún al frente de su montaña y su roca está aquel paraíso, la vista sigue siendo
La figura de Sísifo en Camus como el mejor ejemplo de un héroe absurdo está enmarcado en
tres momentos:
El castigo:
Sísifo representa al sujeto con deseos inmensos de vivir, que se rebela ante las potencias
superiores para vivir y tratar de vivir a su modo, los dioses lo hacen ciego, Camus señala que
la razón humana se esfuerza por comprender el mundo, pero el mundo es irracional, estamos
ciegos en nuestro afán de darle un orden, ese es el castigo a nuestra curiosidad innata.
(Camus, 1995) Señala que “El obrero actual trabaja durante todos los días de su vida en las
mismas tareas y ese destino no es menos absurdo.” Pero la figura de Sísifo no representa solo
al trabajo, es la representación de todas las acciones humanas, los planes para el futuro que no
son más que saltos de fe, pues no se sabe si habrá un mañana, las relaciones sociales que no
tienen fines reales y en resumen el hecho de vivir sabiendo que moriremos en cualquier
momento.
La conciencia:
cuando mira la roca debajo de la cuesta, como cuando se mira la hoja en blanco antes de
escribir y el reconocimiento de lo que viene y se debe hacer abruma y duele, se conocen los
pasos a seguir, se conoce el posible resultado (es predecible por ser el proceso un producto de
la repetición continua) pero volver a la roca no es solo el trabajo manual, sino también el
intento inacabable del hombre por entender el mundo desde la razón “Todo lo que se puede
decir es que este mundo, en sí mismo, no es razonable. Pero lo que resulta absurdo es la
resuena en lo más profundo del hombre.” (Camus, 1995) Mientras la vida siga sin conciencia,
el absurdo no existe para el sujeto, todos los momentos parecen valiosos, los planes a futuro
dolor, se siente la angustia; “Es la victoria de la roca, la roca misma”. (Camus, 1995) Inicia
forjamos.
vida conoce también la felicidad, no puede cambiar su destino, vivir es un deseo infinito e
hombre alza la mirada así como Sísifo toma su roca y la abraza, su mundo no cambiará por
más que lo intente, el disfrute del momento se hace casi inevitable al comprender esta verdad.
Sísifo hizo de su roca su mundo, la amó y amó también su tarea y al llegar a la cima al final
del día podía sentir la satisfacción de su tarea cumplida, porque el trayecto fue lo importante,
diversidad de experiencias que no se repiten y que no tienen un fin ni una meta en realidad.
En uno de los apartes del texto “El mito de Sísifo” (Camus, 1995) se trata el problema del
papel del artista en el mundo absurdo. La creación estética es para Camus una posibilidad de
pensamiento, pero para que sea creación absurda no se puede hacer referencia al mundo
exterior, esto implicaría un intento de explicar y describir y el mundo no puede ser explicado
ni descrito “Pensar es, ante todo, querer crear un mundo” (Camus, 1995)
En el texto “La estética de Albert Camus” se proponen los límites para una creación estética
verdadera mente absurda y son: “evidenciar que «en la experiencia del absurdo, el
sufrimiento es individual» y, por otro lado, ha de evidenciar los aspectos que sostengan
irrenunciablemente el clima de una vida absurda, el divorcio del sinsentido profundo. Estos
son los límites que proponemos” (Pino, 2012) es de mencionar que toda creación absurda no
puede tener coherencia con la percepción del orden humano racional, el creador debe tomar
describir una idea que surge del interior de su corazón y no de la razón, esto es un verdadero
están del todo vinculadas, pues el futuro es incierto y el destino lo forja él, con el arte y la
vida, con el actuar diario, disfrutando de la piedra y cargándola con orgullo, siempre deseoso
de vivir por su naturaleza rebelde, empeñado en que sus acciones son su todo por más
Bibliografía
Camus, A. (1995). El mito de Sísifo. Madrid: Alianza Editorial.