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Revista diáLogos
Universidad Nacional de San Luis - Facultad de Ciencias Humanas
Vol. 2│Nro. 2│Junio │2011 │pp. 61-81
1 2 2 2
Autores: Johanna Sachschal , Carolina Giaconi Moris , Constanza Biscarra Mc-Nauton , Deborah Roco Quiroz , Rodrigo
2 2
Mardones Carrasco , Israel Robles Sandoval
1 2
Filiación: Universidad Philipps-Universität Marburg (Alemania), Universidad de Chile (Chile)
Email: sachscha@students.uni-marburg.de
RESUMEN
En el presente artículo se expone un trabajo de un proceso de intervención social, realizado bajo la
cátedra electiva de “Intervención Comunitaria” de la Universidad de Chile. Esta experiencia se
enfoca particularmente en la organización de la tercera edad “Nueva Esperanza” conformada por
alrededor de 15 adultos mayores pertenecientes a la población Esperanza Andina de la comuna de
Peñalolén, que surgió de una de las tomas más importantes y mediáticas de los últimos tiempos, en
nuestro país, donde la organización y la participación juvenil, femenina y de la tercera edad fue
fundamental.
Actualmente, se vive un ambiente preocupante, altos índices de violencia intrafamiliar,
delincuencia y drogadicción hacen de este lugar un eje central de la intervención institucional
estatal en los ámbitos de la salud y la seguridad. Pero poco se valoran los recursos y
potencialidades de sus actores y organizaciones.
Así se plantea una intervención breve que logre articular elementos esenciales para la organización
de los adultos mayores, promoviendo la participación, la autonomía y los lazos de confianza y
solidaridad, fundantes a la hora de embarcarse en nuevos proyectos.
Los resultados fueron óptimos de acuerdo a los objetivos planteados, sin embargo, es necesario
detallar las debilidades que este tipo de trabajo puede conllevar. Una visión práctica que nos puede
ayudar a visibilizar algunos de los problemas que como psicólogos insertos en las comunidades
debemos lidiar.
Palabras Clave: Intervención Comunitaria; Organización Social; Tercera Edad; Población Esperanza
Andina; Participación.
ABSTRACT
In the present article presents a work of a social intervention process, conducted under the elective
courses of "community engagement" at the University of Chile. This experience has special focus on
the organization of the third age "New Hope" consists of about 15 elderly people belonging to the
Andean Hope Peñalolén commune, which emerged from one of the most important media outlets
in recent times In our country, where the organization and participation of youth, women and the
elderly was fundamental.
Are currently experiencing a disturbing environment, high rates of domestic violence, crime and
drug abuse make this a centerpiece of state and institutional action in the areas of health and
safety. But little is valued resources and potentialities of its actors and organizations.
This presents a brief intervention that was able to articulate the essential elements for the
organization of the elderly, promoting participation, autonomy and the ties of trust and solidarity,
founding when embarking on new projects.
The results were optimal according to the stated objectives, however, it is necessary to detail the
weaknesses of this type of work can bring. A practical approach that can help us to visualize some
of the problems that psychologists embedded in the communities we deal with.
Keywords: Community Intervention, Social Organization, Third Age, Esperanza Andina,
Participation.
Contextualización
Para nadie es desconocido que actualmente América Latina y particularmente Chile, está
atravesando una transición demográfica avanzada hacia el envejecimiento de la población. Las
consecuencias de esta transición cubren diversos aspectos del quehacer nacional, exigiendo de
parte de instituciones públicas y privadas la reacomodación de sus principales políticas, con el fin
de entregar, a los adultos mayores, las herramientas y recursos necesarios para un adecuado
bienestar biopsicosocial. Por otro lado, se hace necesario, incentivar un cambio cultural que
permita la integración social de este grupo, renovando la visión del adulto mayor como una
persona integral, con potencialidades y habilidades (Urrutia, 2004).
El envejecimiento, es responsable de los cambios morfológicos y funcionales de todo el cuerpo, sin
embargo, no se debe desconocer la dimensión social, en el sentido que son las condiciones propias
de cada sociedad las que determinan, cuántos años y con qué calidad va a vivir una persona mayor.
Podemos decir entonces que existe una relación, entre la edad cronológica de los individuos y las
funciones que se le asignan a los miembros de una comunidad determinada, resultante de un
sistema de racionalización del tiempo biológico, adaptado a los distintos roles que los individuos
deberían ir cumpliendo en sus etapas de la vida como parte de ese conjunto social (Thumala, 2009).
Según las estimaciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE, 2008) Chile, cuenta con una
población de 16.928.873 millones de habitantes, y se encuentra en un importante, irreversible y
silencioso proceso de cambio en su estructura demográfica: el país envejece aceleradamente. Por
efecto del mejoramiento de las condiciones sanitarias y nutricionales las tasas de mortalidad han
disminuido haciendo que la esperanza de vida alcance 78 años aproximadamente, lo que
representa un incremento de más de 20 años en las últimas cinco décadas. Actualmente las
personas mayores de 60 años constituyen alrededor del 13% de la población, pero para el 2050
llegarán al 28,2%. Si consideramos las proyecciones mencionadas, la población mayor estaría, en un
breve tiempo, ocupando un espacio relevante en nuestra estructura demográfica.
Si comparamos Chile con Latinoamérica, podemos señalar que según la forma en que se combinan
las tasas de natalidad con las de mortalidad, es posible elaborar cuatro escenarios demográficos
(Morales, s/f):
Cuadro 1: “Cuadro comparativo del Estado de Transición Demográfica entre distintos países Latinoamericanos”
(Morales, s/f).
casas, perdiendo de este modo vínculos familiares y sociales, que no concurran a servicios de salud,
y que al fin y al cabo, no disfruten de una ciudadanía plena (Gascón, s/f).
Si como dijimos la calidad de vida se relaciona estrechamente con la participación en el medio
social, la posibilidad de tener una vida de calidad dependerá de que este sujeto signifique y
resignifique su condición de “ser social” y no solamente en función de los distintos tópicos
atribuidos socialmente a la tercera edad como el ser abuelo, viudo o enfermo. De este modo,
resulta importante considerar que es en base a un cambio en las relaciones entre las personas
cómo se puede llegar a alcanzar esta resignificación sobre lo que es pertenecer a la tercera edad
(Whitcomb PW. En Martínez, Cardoso, Quintero, 1999).
Si embargo, a nivel latinoamericano el fomento de la participación en la vejez y el acceso a la
educación continua son áreas que recién están empezando a ser abordadas por los países.
Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba, Guatemala, Honduras, Paraguay, Puerto Rico y el Uruguay
informan sobre actividades específicas en el tema de fomento de asociatividad, ya sea a través del
apoyo a las organizaciones de personas mayores o de la capacitación (Huenchuan, 2009). Mientras,
que en Chile, el Programa Integral para el Adulto Mayor del Ministerio de Planificación está dirigido
a mejorar la calidad de vida de las personas mayores en situación de pobreza y aislamiento social,
acercándolas a la institucionalidad disponible y posibilitando su integración a la comunidad
(Huenchuan, 2009). Podemos ver entonces acciones destinadas a mejorar la convivencia
intergeneracional familiar y comunitaria. Pero aún así, el trabajo en los entornos sociales en los que
están insertas las personas de la tercera edad es segmentado y responde débilmente a una
propuesta comunitaria, de integración social a la comunidad que nos permita ver a los ancianos
como seres sociales aún activos y con mucho que decir y aportar. Además las intervenciones que se
desarrollan no siempre tienen un estatus de política pública, por lo que no existe un real
compromiso y base segura para los distintos proyectos en torno al tema.
Dada la importancia que radica entonces en las relaciones sociales, en las redes de apoyo y en la
participación se quiere realizar un diagnóstico participativo que nos permita tener conocimiento de
las necesidades e intereses que este grupo etario posee, para que de este modo, basados en dicho
conocimiento, generar dentro del espacio del Centro “Nueva Esperanza”, grupos de reunión que
permitan a los miembros de la tercera edad formar redes entre ellos que les permitan sentirse
útiles, reconocidos y apoyados.
Si bien en la población Esperanza Andina está en funcionamiento el Centro del Adulto Mayor
“Nueva Esperanza”, éste no cuenta con la participación deseada para alcanzar los propósitos que
los miembros requieren, como postular a proyectos para obtener beneficios o simplemente poder
relacionarse con el grupo de adultos mayores de la municipalidad. Los mismos adultos mayores
reconocen ser poco participativos y tener poca iniciativa para la generación de ideas. Además han
ocurrido disputas y malentendidos entre los participantes activos del grupo lo que ha llevado a
algunos a abandonar el centro. Esta es una situación que puede acarrear muchos problemas más
allá de la no realización de sus proyectos, pues los procesos de envejecimiento y el cúmulo de
pérdidas psicosociales que acontecen durante la vejez parecen determinar en algunos ancianos su
incapacidad para percibir sus competencias y habilidades y, desde luego, los aspectos positivos del
entorno que les rodea y de la vida en general (Mella, González, D'Appolonio, Maldonado,
Fuenzalida y Díaz, 2004).
Dado los datos recogidos a través de primeros contactos con los adultos mayores que conforman el
grupo “Nueva Esperanza”, debemos fomentar el compromiso de fortalecer las relaciones
conviertan en visiones caritativas que en el mejor de los casos se cumplen, paliando parte del
problema en un período dado.
Es un fenómeno social importantísimo, el que grupos crecientes de mujeres de tercera edad se
reúnan en organizaciones, y como en el caso del Centro “Nueva Esperanza” este lleve 3 años de
funcionamiento. Estos espacios permiten enfrentar sus propias necedades y aportar a la formación
personal de las mujeres generando nuevas posibilidades de interaprendizaje a partir de las
interrelaciones (Villasante, 1992).
Considerando los elementos teóricos señalados anteriormente en torno a la importancia de la
participación en la calidad de vida y la salud de los adultos mayores y el análisis de la situación que
actualmente enfrentan en la Población Esperanza Andina, resulta sumamente relevante el
desarrollo de una intervención de carácter comunitario que se dirija a un diagnóstico en
profundidad de dicho contexto y a la generación de instancias de diálogo, que permitan no sólo
conocer a los adultos mayores sino también que éstos perciban el espacio como una oportunidad
de pensar y compartir sus propias iniciativas.
El trabajo se enfocará estratégicamente en las relaciones de amistad las que se constituyen como
una aproximación a los objetivos emancipadores y autodesarrolladores en la tercera edad pues
brindan, más allá de protección y seguridad, que puede llegar a entregar la familia, la confirmación
de componentes psicológicos valiosos para el desarrollo personal, como la autoestima,
sentimientos de competencia y elevada moral, "La propia habilidad para adaptarse al proceso de
envejecimiento mejora como resultado de sentirse una persona importante para el bienestar de su
igual, y especialmente de una amistad. La amistad lleva consigo la valoración mutua y permite
compartir necesidades e intereses, roles que sólo pueden ser satisfechos adecuadamente por los
iguales" (García, 2003 en Couso y Turtós, 2004, pág. 7).
La diferencia entre las relaciones de amistad y las familiares (proporcionar bienestar) se encuentra
precisamente en la comprensión de las necesidades a satisfacer en la tercera edad, aspecto que
sólo se da en las personas que atraviesan esta etapa.
Por esta razón, se considera que las redes de apoyo (que podrían llamarse mejor redes de
integración), deben incluir en primer lugar al propio anciano, si queremos que éste sea promotor de
su propio crecimiento, convirtiéndolo en un sujeto consciente de sus necesidades y gestor de las
vías para satisfacerlas. Trabajar desde la persona y desde la realidad más concreta y local es una
forma que nos acerca al individuo con sus riquezas y proyectos, potenciando su capacidad
ejecutora (Couso y Turtós, 2004)
Las experiencias de mujeres integradas en una organización, propician espacios para la producción
de elementos favorables para el cambio de su entorno social y familiar, actuando desde su entorno
inmediato. Y desde aquí surge la necesidad de primero conocerse, quererse, arriesgarse a hablar y
comunicarse (Villasante, 1992). En este sentido, el fortalecimiento de la amistad y la participación
en actividades comunitarias serían factores importantes para promover una mejor calidad de vida.
Los que envejecen deben mantener una función generativa (Krzemien, s/f), es decir, por un lado
deben producir y crear; y por otro, relacionarse con los demás y sentirse responsables de ellos, y
esto implica orientarse a tareas, a cumplir con causas a las cuales se sirve y relacionarse con otros a
través de la comunicación, la solidaridad y la actividad en comunidad.
Objetivos
Objetivo general:
Fortalecer la identidad grupal de los miembros del Centro Del Adulto Mayor “Nueva Esperanza” de
la población “Esperanza Andina” de la comuna de Peñalolén, y fomentar su valoración y
reconocimiento social.
Objetivos específicos:
1. Promover y facilitar el autoconocimiento grupal entre los miembros del Centro Del Adulto
Mayor “Nueva Esperanza”.
2. Generar espacios y relaciones de confianza entre los miembros del Centro Del Adulto Mayor
“Nueva Esperanza”.
3. Favorecer el fortalecimiento de las relaciones sociales entre los miembros del Centro Del
Adulto Mayor “Nueva Esperanza”.
4. Generar conciencia de la importancia de la participación y el trabajo en equipo en los
miembros del Centro Del Adulto Mayor “Nueva Esperanza”.
5. Promover el reconocimiento por parte de su comunidad del Centro Del Adulto Mayor
“Nueva Esperanza”.
6. Fomentar la valoración por parte de su comunidad del Centro Del Adulto Mayor “Nueva
Esperanza”.
Población-Objetivo de la intervención
Los usuarios de este proyecto: “Tejiendo vínculos en la Tercera Edad”, son mujeres mayores de 60
años que participan activamente del Centro del Adulto Mayor “Esperanza Andina”, que se localiza
en la Población Esperanza Andina en la comuna de Peñalolén, en las dependencias del CECOF.
Metodología de intervención
Enfoque de la Intervención y Principios de acción.
Para este proyecto, el trabajo con la población de tercera edad se sustenta en principios de acción.
En primer lugar, se hace referencia a un enfoque comunitario que es un modelo a través del cual se
busca nivelar de forma dinámica, interrelacionada y armónica los componentes esenciales del
desarrollo humano de los habitantes de las comunidades con la finalidad de mejorar su calidad de
vida, a partir de potenciar la autosuficiencia local y aprovechar las ventajas que les proporciona el
entorno en cuanto a bienes, servicios y recursos (López, 2008). En este marco los vecinos, en
particular el grupo de tercera edad trabajan en conjunto actividades referidas a los problemas y
oportunidades que ellos mismos han considerado prioritarias. En su transcurso construyen capital
social: desarrollan amistades y confianza mutua, comparten y afianzan valores comunes, aprenden
a trabajar en equipo, fortalecen sus organizaciones y ganan confianza en que pueden lograr sus
propósitos. El objetivo último es entonces, desarrollar y fortalecer las capacidades de las
comunidades para mejorar su calidad de vida, para prevenir y enfrentar problemas sociales con
respecto a este grupo como la participación y la visualización de sus roles en la comunidad.
En segundo lugar se apunta a un enfoque de derechos, donde se entiende que la tercera edad debe
ser valorada en su dignidad, siendo estas personas capaces de reconocerse a sí mismas, en primer
lugar, a partir de sus derechos humanos. Se busca entonces una mirada que adopte los derechos
humanos en la implementación de estrategias y medidas acorde a esto. Desde aquí, toda
intervención promueve condiciones que garanticen la satisfacción de sus derechos y que, por lo
tanto, enfrenten aquellas situaciones que los afectan. Las personas de tercera edad son
comprendidas desde sus necesidades, características y potencialidades, lo que significa comprender
la intervención de manera integral como un espacio de desarrollo tendiente a mejorar su situación
de vida.
También se pretende fortalecer las relaciones que se establecen con las personas de tercera edad.
Se considera un eje transversal de intervención la promoción de vínculos afectivos significativos y el
respeto entre los distintos actores de la comunidad, de manera de establecer relaciones de respeto,
participativas y de reconocimiento con respecto a la tercera edad. Hay una clara intención de
contribuir a modificar las relaciones que se dan entre los ancianos, sus pares y la comunidad, de
manera que el impacto no sólo es hacia el mundo senil, sino que además se dirigen acciones hacia
la comunidad, para generar transformaciones profundas que sustenten la consolidación de una
cultura de derechos y reconocimiento.
Por último, se considera como línea de acción la articulación y participación activa con redes
institucionales y territoriales de la comunidad, por medio de la cual, se busca difundir y ampliar el
rango de acción de trabajo, coordinar acciones conjuntas, acceder a recursos y apoyos diversos y
contribuir a la reflexión en la temática del envejecimiento y la vejez. Se propone trabajar
conjuntamente con los miembros de comunidades en las acciones de transformación social que
ellos planifiquen, ejecuten y evalúen con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida. En este
sentido, comunidad y la calidad de vida se encuentran relacionadas: “la comunidad es entendida
como un espacio de relaciones sociales de apoyo y, además, como unidad en la cual se desarrolla el
trabajo o acción comunitaria, entendida como conjunto de actividades que se llevan a cabo para la
mejora de las condiciones de vida de las personas” (Montenegro, 2004, pág.18).
Metodologías y estrategias de la intervención
Se pretende incidir en la calidad de vida de los adultos mayores de la población “Esperanza
Andina”, con la colaboración del Centro del Adulto Mayor “Nueva Esperanza” y CECOF de la
población antes mencionada. A través de un trabajo conjunto, se pretende incentivar una
autoimagen positiva, reforzando su identidad personal así como la del grupo incitando la
autogestión, la participación y el reconocimiento de sí mimos en la comunidad.
Entendiendo la intervención comunitaria como el conjunto de acciones destinadas a promover el
desarrollo de una comunidad a través de la participación activa de esta en la transformación de su
propia realidad (Mori, 2008) se pretende la capacitación y el fortalecimiento del grupo “Nueva
Esperanza”, favoreciendo su autogestión para su propia transformación y la de su ambiente. Dando
así, a la comunidad, y en especial a la institución con la que participaremos, capacidad de decisión y
de acción que favorece su fortalecimiento como espacio preventivo, recreativo y comunitario. A
través de un enfoque comunitario se pretende diseñar estrategias asociativas, promover la
participación, incrementar la calidad de vida y el bienestar social, potenciar la capacidad de las
personas y así la del grupo para el abordaje de sus propios problemas, demandas y necesidades.
Fases Técnicas
1. Diagnóstico de la Comunidad 1. Técnicas cualitativas de recolección
Evaluación Análisis de los datos de datos: Revisión de archivos,
Preliminar Revisión de archivos Observación, Entrevistas.
y documentación
con relación a la
población y la
temática
Diagnóstico Sensibilización Taller
Participativo participativo
2. Diseño y Planificación de la Intervención 2. Trabajo en Equipo
3. Ejecución e Implementación 3. Técnicas Participativas
4. Actividad de Cierre 4. Técnicas Participativas
5. Evaluación 5. Técnicas cualitativas de recolección
de datos: Focus Group, Cuestionarios.
Cuadro 2. “Fases de la estrategias y metodologías de intervención”
Estrategia de Diagnóstico
Aquí lo esencial es rescatar y comprender cuales son las necesidades y las demandas del grupo-
objetivo de este proyecto. Así es posible identificar la problemática social, es decir, aquella
“condición social que afecta sus valores y que puede ser remediada mediante una acción colectiva”
(Montenegro, 2004, pág. 29). Este diagnóstico se subdividirá en dos fases: la primera fue realizada
exclusivamente por el equipo de investigadores o interventores, en donde se realizará una
evaluación preliminar. En esta etapa se recurrió a información de sitios web, videos e información
sobre la comunidad a intervenir. Así se realizó una visualización de los posibles problemas a tratar.
Y en la segunda etapa se llevó a cabo de manera participativa, en conjunto con la comunidad. La
información se recolectó por medio de dos dispositivos de carácter cualitativo: a través de la
entrevista en profundidad y por medio de grupos focales.
Se usó la entrevista en profundidad, puesto que nos interesan las opiniones, representaciones
sociales, creencias y atribuciones. Ésta permite conocer cómo se individualiza la dinámica colectiva,
en nuestro caso, las experiencias frente a la comunidad y su participación. Este tipo de entrevista
está enfocada al conocimiento sobre los acontecimientos y actividades que no se pueden observar
directamente. Los entrevistados no sólo nos revelan sus propios modos de ver, sino que deben
describir lo que sucede y el modo en que las otras personas lo perciben (Taylor & Bogdan, 1986).
Esta entrevista en profundidad se aplicó a la presidenta del Centro del Adulto Mayor “Nueva
Esperanza” en una reunión personal.
Mientras, el grupo focal permite recoger los discursos de los participantes de tercera edad del
centro, a través de los cuales expresan sus experiencias, explican sus causas y sus consecuencias
para la vida cotidiana (Taylor & Bogdan, 1986). El grupo focal crea así un proceso de dar a conocer
pensamientos y compararlos a nivel de todos los participantes. En una discusión grupal dinámica,
los participantes harán el trabajo de exploración y descubrimiento, no solamente entrando en
dimensiones de contexto y profundidad sino que también generarán sus propias interpretaciones
sobre los tópicos que se discuten (Mella, 2000). En este caso, el grupo a cargo del proyecto asistió a
diversas reuniones al Centro “Nueva Esperanza” con el fin de llevar a cabo esta actividad.
De esta forma, se propone un abordaje combinado de recolección de datos, pues con estos
dispositivos, podemos integrar diversas fuentes de información, y comprender de forma más
integral los problemas que atañen a este grupo e identificar la problemática a tratar.
Diseño y Planificación de la Intervención
En esta fase se plantearon los criterios que sustentan el trabajo, sistematizándolo. Se explica
claramente la naturaleza, las principales razones de la priorización de la problemática a tratar y su
contribución al desarrollo del ámbito y particularmente de la población objetivo. Delimitándose
objetivos, sistemas de evaluación, recursos, presupuestos y plan de acción. Este trabajo se hizo
cooperativamente entre los autores de la intervención y en conjunto con los resultados de la
información levantada.
Estrategias de Intervención y Actividad de Cierre
En esta fase se operativiza todo el trabajo estructurado en las fases anteriores, implementándose
las sesiones preparadas, haciendo uso de estrategias participativas. Se aplican estrategias
participativas las que facilitan el mantenimiento de la motivación, factible para el avance del
trabajo y el logro de objetivos.
Descripción de actividades
Evaluación de la Intervención
Las evaluaciones se realizan constantemente, al finalizar cada sesión participativa, en pos de una
retroalimentación continua para ir mejorando aquellos aspectos que sean deficientes o que en un
futuro próximo dificulten la realización de la intervención. Para esto, al final de cada sesión se
realizará una sesión breve de focus group, que es una de las formas de los estudios cualitativos en
que se reúne a un grupo de personas para indagar acerca de actitudes y reacciones frente a un
producto, servicio, concepto, publicidad, idea o embalaje. Las preguntas son respondidas por la
interacción del grupo en una dinámica donde los participantes se sienten cómodos y libres de
hablar y comentar sus opiniones. Por lo que la evaluación se realizará dirigida a cada sesión. Pero
de esta misma forma se realizará una evaluación, a través de la misma técnica de la actividad global
de intervención.
Presupuesto
Para el desarrollo de las actividades se utilizaron diversos recursos provenientes principalmente del
propio equipo de intervención y del CECOF de Peñalolén. El espacio físico, sillas y mesas serán
proporcionados por el CECOF. En el taller introductorio se necesitaron placas para el nombre para
que los participantes y los miembros del equipo se conozcan. En el taller de identidad grupal fue de
utilidad papel en forma de una nube y un sol para escribir las desventajas y ventajas del grupo y una
cámara para tomar las fotos de los participantes y productos, todo lo cual fue dispuesto por el
equipo de intervención. En el taller de Fortalecimiento de vínculos no se necesitarán otros
materiales. En el taller de integración a la comunidad se requirieron afiches, lápices de colores,
pegamiento y fotos desarrolladas, tomados en el taller anterior. Para la realización de la reunión de
organización y recreación se necesitó ornamentación, comida, bebida y música, papel y lápices,
todos gastos asumidos por el equipo de intervención. Los materiales requeridos para la actividad
con la comunidad fueron papel y lápices, además de las propias creaciones de las personas que
integran el grupo de tercera edad. Finalmente, para la Jornada de evaluación se ocupó afiches y
lápices de colores.
Cronograma de Actividades
1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4
Diseño
Tema de investigación X
Revisión bibliográfica X
Planteamiento del problema X X
Objetivos X X
Marco teórico X X X X
Marco metodológico X X X X
X
Jornada de evaluación.
X
Resultados
Población Usuaria
La población usuaria de este proyecto, por lo tanto, la población directa fueron mujeres mayores de
60 años que participan activamente del Centro del Adulto Mayor “Nueva Esperanza”, que se
localiza en la Población Esperanza Andina en la comuna de Peñalolén, en las dependencias del
CECOF. Aunque en proporción son menos que los usuarios indirectos (3:1) que el proyecto no
contempló en un principio pero que recibió los impactos positivos de la realización de este aún
cuando no se tuvo en cuenta en el momento de la toma de decisiones. Esto se refiere a la presencia
en el Centro Nueva Esperanza de mujeres más jóvenes, cuyas edades fluctuaban entre los 45 y los
59 años. Mucho menos que el corte de edad que en este proyecto se planteó trabajar.
Al iniciar las actividades planteadas según el diseño se consideraba trabajar con un grupo de
aproximadamente 15 participantes. En un principio la convocatoria fue baja (4 personas) habiendo
sesiones donde no asistió ningún participante. Tendencia que cambió al replantear la intervención y
trabajar directamente con el Centro Nueva Esperanza en sus reuniones semanales, donde se nos
cedió 1 hora de su tiempo. Ocurrido esto, aproximadamente desde la cuarta sesión, regularmente
asistían entre 8 y 10 participantes.
Evaluación de Impacto
El proyecto realizado por nuestro equipo en Peñalolén, ya tiene muchos resultados, aunque
solamente han tenido lugar tres talleres con el grupo del Centro del adulto mayor. En el grupo, se
mostró en la primera sesión que existen muchos problemas respecto a los sentimientos de soledad
o la ausencia de apoyo. El taller produjo una conversación sobre ese tema y una conciencia en las
participantes. Las participantes del Centro se dieron cuenta que hasta ahora tenían un rol más
pasivo que otros y están listas de participar más activamente. Las mujeres han comenzado a
reflexionar sobre sí mismas y su propio comportamiento y a mejorar la capacidad de expresar sus
pensamientos y sentimientos, lo que es necesario para un proceso de crear amistades cercanas.
Además, esas experiencias han estimulado una autoconfianza en las participantes. No solamente se
forman y profundizan amistades en el Centro, sino que los talleres tienen un impacto en la vida
fuera del centro, reuniéndose y visitándose en caso de la enfermedad de una participante.
Adicionalmente eso significa más apoyo en los problemas cotidianos y un sentimiento de estar
menos aislado. Trabajando sobre su misma identidad y escuchando los pensamientos de los demás,
se abrieron nuevas perspectivas y una mejor comprensión de los otros. Los talleres crearon
esperanza en las mujeres respecto a la venta de sus trabajos. Muchos de ellas tejen o hacen
ganchillo y quieren vender sus productos. Han surgido nuevas estrategias de venta propuestas en el
taller, lo que ha producido un aumento en la motivación para continuar con el trabajo y contar con
nuevas posibilidades de distribución.
Al nivel de la comunidad eso es vinculado con un reconocimiento de este mismo trabajo, por un
lado, por parte de nuestro equipo y, por el otro lado, el reconocimiento por parte de la comunidad
y la posibilidad de generar recursos, creando nuevos ideas, desarrollando la capacidad de
su imagen personal y también como grupo ya que fortalece sus potencialidades y llama a actuar
frente a las adversidades.
Las participantes no solamente han podido visibilizarse entre ellas, también existe un
reconocimiento del otro al momento de compartir sus experiencias. Los logros obtenidos en este
trabajo tal vez no son a gran escala pero el impacto que puede provocar es bastante interesante
desde el punto de vista de la nueva forma de organización, de compartir sus ideas, y vivir juntas la
experiencia de trabajar por el bien colectivo e individual.
Los participantes han logrado asumir un rol activo y propositivo, que era lo que se estaba buscando
en este trabajo. Han sido capaces de exteriorizar sus emociones y anhelos, así como también, lo
que buscan y como podrían conseguirlo. Esto se ve reflejado en actitudes como proponer
actividades de su interés, llegar a conclusiones de lo conversado en torno a sus experiencias y a la
experiencia grupal, que apuntan a lograr los objetivos que se plantean.
Han podido problematizar su situación y no solamente reconocer lo bueno sino también las
dificultades que como grupo están sucediendo, como por ejemplo lo rutinario que se estaban
convirtiendo sus sesiones, así como también la falta de personas que participen de forma proactiva
para la consecución de metas y que de esto no solo se encargue la presidenta del centro. Es por ello
que ellas mismas han sugerido participar más activamente en el centro, proponiendo participar en
más talleres y buscando la forma de coordinarse y buscar personas que puedan encargarse de
ciertas actividades, delegando la gran carga de la presidenta del centro.
Dificultades de la ejecución del Proyecto
El proyecto en un principio fue planteado para trabajar con adultos mayores de la población
Esperanza Andina, no necesariamente con las participantes activas del Centro del Adulto Mayor.
Además se planteaba trabajar tres ejes fundamentales para el autodesarrollo y el reconocimiento
en la comunidad:
• Recreación y relaciones sociales: Trabajo con dinámicas y actividades para adultos mayores
de carácter lúdico y vivencial con el fin de fomentar a través de técnicas participativas los
lazos de autoconocimiento y amistad entre los miembros asistentes a los talleres y así
agilizar los procesos de planificación y ejecutorios de sus proyectos por medio de la
confianza, el respeto, el compromiso y la solidaridad.
• Autogestión: Potenciación de la capacidad de iniciativa y emprendimiento en donde los
adultos mayores pudieran ofrecer la variedad de artículos que producen (potencialidades
vistas en la fase diagnóstica) para su venta en la propia comunidad a través de la
organización de una feria, para poder generar sus propios ingresos.
• Participación: A través del incremento de la autogestión y de la ampliación de los lazos
sociales, fomentar la participación social.
Pero a pesar de tres sesiones dedicadas a la difusión de la actividad a través de la entrega de
volantes informativos y de un espectáculo para la comunidad la que atrajo la atención de muchos
adultos mayores, a la primera sesión sólo asistieron 4 personas, cuando se proyectaba la asistencia
de unas 15 personas como mínimo.
Al evaluar esta situación, se resolvió que los puntos críticos eran 4:
1. Incorrecta definición del horario del taller: El taller en un principio se realizaba a las 14:30
horas en las dependencias del CECOF los días viernes. Este horario, según información que pudimos
recabar a través de las personas que asistieron a la primera reunión, y posteriormente al
preguntarles a las participantes activas del Centro Nueva Esperanza, el horario no favorecía la
asistencia. Debido principalmente a las altas temperaturas que se registran a esa hora del día
resultando bastante incómodo desplazarse a esa hora y además a que la mayoría de las personas
de tercera edad del lugar ejercían como dueñas de casa, teniendo que cuidar el hogar debido a la
ausencia de otras personas que generalmente se encontraban desarrollando actividades laborales.
No menor eran los adultos mayores que por las mismas razones, debían cuidar de sus nietos.
2. Falta de precisión del contenido del taller en el volante: Los volantes sólo expresaban el
nombre del taller además de consignas alentando la participación y en su parte inferior, la
información respecto al lugar, día y hora de los talleres. En el diseño se identificaron dos errores
importantes, a) no se mencionaba concretamente que actividades se realizarían para fomentar la
participación y los lazos sociales, por lo que algunos adultos mayores no pudieron acceder a más
información que los convenciera a participar, además del escepticismo que provoca un taller en
donde no se explicita claramente que se llevará a cabo; b) no consideramos que al momento de
extender la invitación a participar de los talleres, muchas personas están alejadas del lugar físico del
CECOF, por lo que no están familiarizados con aquel lugar, el cual no conocen y no saben llegar.
Faltó la especificación de la dirección del lugar de encuentro.
3. Falta de información sobre los hábitos de la población objetivo: Luego de evaluaciones a
través de la conversación con los asistentes a la primera sesión y del Centro del Adulto Mayor, la
mayoría de las personas de la tercera edad de la población Esperanza Andina suelen cuidar de sus
nietos y muchas de ellas incluso deben buscarlos al colegio. Adicionalmente suelen ser dueñas de
casa por lo que se dedican a labores domésticas como hacer el aseo y cocinar para sus nietos y
familia. Además a esa hora de la tarde almuerzan en familia comúnmente, por lo que su
participación a la hora indicada era por lo mínimo muy difícil.
4. Dificultad del trabajo con personas de tercera edad: Hay que considerar también la
dificultad que implica realizar actividades con personas de tercera edad, quienes quizás
acostumbrados al aislamiento y a las tareas del hogar no quieran participar. Es posible también que
debido a problemas físicos y de salud el desplazamiento hacia el lugar se haya hecho difícil.
Dado estos obstáculos, se realizaron algunos cambios tanto teóricos como metodológicos y
prácticos. Lo que llevó a una reevaluación del proyecto y del diseño que se implementó.
Resultados No Previstos
A través de las diferentes actividades realizadas entre el equipo técnico y el grupo “Nueva
Esperanza”, se logró aumentar la motivación por la venta de los productos realizados por las
integrantes del Club, objetivo que no figuraba dentro de los objetivos buscados por el proyecto del
equipo técnico.
Conjuntamente, nos ha sorprendido una fuerte motivación por parte de las señoras miembros del
Club en la continuación de los talleres, el deseo de que personas con ciertos conocimientos
acudieran a sus reuniones para la realización de talleres o charlas formativas. Nos hablaban con
añoranza de una psicóloga que practicaba talleres para el mejoramiento de la memoria, nos
contaban las actividades que ella realizaba y evaluaban la posibilidad de que nosotros -como
estudiantes de psicología- hiciésemos algo relacionado. De similar modo, al saber que una de las
integrantes del equipo es integrante de un grupo folclórico solicitaron, emocionadas, clases de
cueca; esto pese a que en el pasado algunas se retiraran del Club por desagradarles la idea de
aprender este baile. Esto nos habla del actual interés de aprender cosas nuevas que escapen un
poco a sus actividades rutinarias.
Enseñanzas recogidas
Con respecto a nuestras dificultades aprendimos mucho sobre el desarrollo de proyectos
comunitarios. Antes de planificar un proyecto se necesita realizar un buen diagnóstico para que se
conozcan las condiciones de la población objetivo. Eso significa tener en cuenta un buen horario,
los intereses y necesidades de las personas del grupo objetivo y una convocatoria con la
presentación de actividades concretas.
Vinculado con las dificultades se mostró que realizar un proyecto requiere una flexibilidad con
respecto a la organización y las actividades en los talleres. Es cierto que una planificación detallada
es importante, sin embargo aprendimos que es necesario reaccionar a las situaciones que se
presentan.
Descubrimos que en el trabajo comunitario es posible encontrar también aspectos clínicos. Una
gran parte del proyecto implica conversar y conocer a la gente con quién trabajamos. Aprendimos
sobre las circunstancias y dificultades en la vida de algunas participantes y encontramos formas de
reaccionar de manera adecuada y empática.
Otro aspecto importante es que conocimos varias organizaciones en Peñalolén. El CECOF con sus
posibilidades y desventajas, pero adicionalmente hablamos con una persona del Club de alcohólicos
anónimos y varios comités de vivienda. Nos explicaron cómo funcionan sus reuniones y cómo
trabajan. El trabajo en la comuna y las conversaciones con las participantes profundizaron el
conocimiento de las relaciones en la Comuna de Peñalolén.
Conocimientos Adquiridos de la ejecución del proyecto
Tras la realización de las reuniones con las integrantes del Club de Ancianos Mayores “Nueva
Esperanza” de la población “Esperanza Andina” de la comuna de Peñalolén, hemos adquirido
experiencias significativas que nos aportan conocimientos para una mejor comprensión de lo que
es el trabajo práctico con grupos humanos. Dichas experiencias nos invitan constantemente a ir
mejorando en el desarrollo de las reuniones, aprendiendo tanto de nuestros errores como de
nuestros aciertos, acogiendo los comentarios que nos hacían las integrantes del club y observando
sus respuestas frente a nuestra intervención.
De este modo hemos reconocido vivencialmente el valor de manejar ciertas competencias que
resultan fundamentales para una intervención comunitaria exitosa. El “manejo de grupos”, que
preferimos llamar “facilitador de grupos” – quitándole así toda connotación verticalista- es
considerado por nosotros como una capacidad fundamental para el buen desarrollo del proyecto.
Aprendimos directamente cómo en este tipo de trabajo comunitario resulta totalmente infructuoso
el realizar un acercamiento a la comunidad sin considerar sus características, y para conocerlas es
necesario adoptar una actitud de guía y no de mandato. Adoptando una metodología de
acercamiento al grupo más horizontal podemos conocer ciertos elementos que por medio de una
intervención orientada a la dirección resultaría imposible. Elementos tales como intereses,
necesidades, experiencias, conflictos internos (entre ellas) y externos (con el resto de la
comunidad), la identidad de grupo y la significación de comunidad que ellas poseen, pueden ser
conocidos dentro de una ambiente grato que favorezca la apertura al diálogo. Pudimos acercarnos
a esto dándoles espacios de expresión y facilitando espacios de comunicación entre ellas, donde
nuestra actividad se limitaba a proponer actividades que, basados en nuestras observaciones, para
ellas de su gusto, y para nosotros eran útiles para poder conocer aquellos elementos que son
necesarios conocer para realizar una buena intervención. En esto hacemos referencia a la
necesidad de un buen diagnóstico del grupo al cual vamos a intervenir, con el fin de efectuar
actividades acordes a las características del grupo y así tener resultados que sean un real aporte
para el grupo. Si hubiésemos realizado previamente un buen diagnóstico a la población de la
tercera edad, nos habríamos ahorrado seguramente las dificultades anteriormente descritas que
sufrimos en nuestra primera intervención.
Una característica que consideramos absolutamente necesaria para ser acogidos por el grupo, es el
“compromiso”. Las señoras integrantes del Club nos comentaban que muchas autoridades se
acercaban a ellas para ofrecerles ayuda, pero no cumplían. La reiteración de esta actitud las lleva en
consecuencia a adoptar una conducta de incredulidad hacia nuevos ofrecimientos; esta conducta
sin duda es un muro que se levanta entre ellas y nosotras que impide que ellas confíen totalmente
y nos perciban como personas serias, responsables y comprometidas con sus intereses. Por ende,
debemos actuar verdaderamente comprometidos con nuestro trabajo que va en apoyo de ellas
como club organizado, cumpliendo nuestras promesas, respetándolas y acogiendo sus demandas.
Factores Mantenedores del Trabajo Realizado
Algunos factores que podrían favorecer la continuidad de los talleres en el Club del Adulto Mayor
serían:
1. La percepción de avances hacia el logro de las metas del Club por parte de sus integrantes
como resultado del trabajo en conjunto con el equipo.
2. La consecución de logros del Club como resultado del trabajo en conjunto con el equipo.
3. La percepción de mejoras en las relaciones dentro del grupo como resultado de las
actividades realizadas por el equipo.
4. La confianza, afecto y comunicación entre las integrantes del Club y los miembros del
equipo.
Conclusiones Generales
Mediante el desarrollo del proyecto hemos podido visualizar la multitud de complejidades que
están presenten en este segmento de la población, estas son complejidades que derivan tanto de
factores que propios de la etapa vital en que estos sujetos se encuentran – tales como desgastes
físicos- como del rol que desempeñan dentro de sus familias y de la comunidad a la cual
pertenecen.
Por otra parte, la composición grupal es bastante heterogénea, pese a la forma en que se presenta
la agrupación de manera inicial, en tanto Centro del Adulto Mayor, pues algunos de los miembros
de la asociación aún no cumplen con los requisitos para pertenecer formalmente a la tercera edad,
pero de todos modos participan activamente en el Club desde sus inicios. Esto no pasa por una
temprana identificación con este grupo etario, más bien, por la necesidad de recreación y escape
de las actividades cotidianas mediante la asistencia al único grupo en el que pueden participar
dentro de los que funcionan en el sector. Esta necesidad de distracción – como ellas llaman- se ha
transformado en una puerta clave que nos ha favorecido el acceso a su mundo, a su construcción
de realidad, a su verdad; pues las actividades propuestas fueron gratamente acogidas beneficiando
una muestra espontánea y voluntaria de sus significaciones.
Dentro de los procesos más interesantes que se produjeron al interior del grupo en el marco de la
intervención se encuentra la posibilidad de repensar y reflexionar conjuntamente en torno al modo
en que ha sido construida su propia identidad, sus objetivos, motivaciones, necesidades e intereses.
En este sentido, es preciso tener varias consideraciones, en primer lugar, resulta fundamental
contar con un diagnóstico adecuado que permita conocer las características de la población-
objetivo, lo cual no fue posible dadas las condiciones de la intervención, generando múltiples
complicaciones en términos prácticos y respecto a los propios objetivos del proyecto, por esto en
futuras oportunidades debe realizarse ineludiblemente, con el propósito de responder a
necesidades sentidas por la comunidad y construidas por ésta, no planteadas a priori por el equipo
de intervención. Además, el trabajo concreto permitió comprender mucho mejor cuál es la
importancia de desarrollar un diseño y una actitud flexible, ya que la complejidad de lo comunitario
exige una adecuación constante a las dinámicas relacionales. Finalmente, destacamos la
importancia de uno de los aspectos centrales para el éxito de la intervención: el trabajo en equipo y
la revisión permanente de lo que se está haciendo. En este sentido volvemos a mencionar la
importancia que tiene en la intervención - como proceso en cuya construcción todas las
perspectivas son significativas- el reflexionar y construir en torno a los comentarios de las personas
del Club respecto a las impresiones que nuestra presencia a significado en este proceso.
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