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Institución Educativa Comercial Nuestra Señora De las

Misericordias.

Programa de formación:
Ventas de productos y servicios

Nombre del aprendiz:


Selena Barcelo Pizarro

Nombre del instructor:


Heisel David Fábregas Polo

Tema:
Como ganar amigos e influir sobre las personas
Introducción

Los seres humanos somos sociables por naturaleza, nos


gusta sentirnos importantes al momento de socializar con los
demás, nos gusta saber que los demás nos escuchan y
tienen en cuenta nuestros puntos de vista cuando discutimos
cierto tema en específico.
Muchas veces queremos tratar de hacer más amigos, y no
sabemos cómo hacer esto, también se presentan situaciones
en las que debemos resolver algunos problemas y
cometemos muchos errores a la hora solucionarlos.
Por ello, en este libro nos presentan algunos consejos que
debemos seguir para resolver problemas cotidianos de la
mejor manera posible. Reglas que deberíamos aplicar en
nuestro entorno para hacer más amigos, y generar una buena
primera impresión en los demás.
Como ganar amigos e influir sobre las personas.

Primera parte:

Técnicas fundamentales para tratar a los demás.


Regla #1: No critique, no condene ni se queje.
“Si no queremos despertar resentimientos en los demás,
debemos evitar las críticas”
En este capítulo nos dicen lo que causa la crítica en las
personas, no se debe criticar a los demás ya que eso solo
genera resentimiento en la otra persona, y genera cierto
rencor.
Además, ¿Quiénes somos para criticar a los demás?, no
tenemos la autoridad de hacer eso, recordemos que cuando
tratamos con las personas, tratamos con seres emotivos,
erizadas de prejuicio e impulsadas por el orgullo y la vanidad.
En lugar de criticar a los demás pongámonos a pensar por
qué razón esa persona hizo lo que hizo. De este tipo de
actitudes nace la simpatía, la tolerancia y la verdad.
Las cuales generan una buena relación con las personas que
nos rodean en nuestro entorno.

Regla #2: Demuestre aprecio honrado y sincero.


Si deseamos que alguien haga algo, solo existe un medio
para ello, y ese medio es que esa persona quiera hacerlo. No
se puede obligar a una persona a que haga algo, porque si lo
hace de seguro lo realizara de mala gana, en cambio si dicha
persona quiere hacerlo puedo asegurar que todo saldrá bien.
“El impulso más profundo del ser humano, es el deseo de
sentirse importante” Debemos dar a las personas
importancia, ya que cuando hacemos esto le hacemos sentir
a nuestros prójimos que los tenemos en cuenta y que
valoramos su trabajo.
Siempre se debe demostrar aprecio a las demás personas,
pero cuidado este debe ser de manera sincera, o por el
contrario no será lo mismo.
Regla #3: Despierte en los demás un deseo vehemente
“El único medio que disponemos para influir sobre el prójimo
es hablar acerca de lo que él quiere, y demostrarle como
conseguirlo” Si nos fijamos, cuando conversamos con alguien
nos damos cuenta que la otra persona no le interesa lo que tú
quieres, sino que se interesa por sus propios deseos y
necesidades. Aunque nos cueste admitirlo es así, entonces
conociendo esto cuando hablamos con alguien, no
expresemos nuestros propios deseos, escuchemos
atentamente cuales son aquellas necesidades y deseos que
tiene nuestro prójimo para que así la conversación fluya de
manera excelente.
Tengamos en cuenta que antes de persuadir a alguien,
debemos pensar en que le gustaría a esa persona.
Empecemos por apreciar el punto de vista de las personas,
para que así podamos ver las cosas desde esa perspectiva.
Recordemos la frase que se nos menciona en este
maravilloso libro “Primero, despertar en el prójimo un franco
deseo. Quien puede hacerlo tiene al mundo entero consigo.
Quien no puede marcha solo por el camino”
Segunda Parte
Seis maneras de agradar a los demás
Regla #1: Interésate sinceramente por los demás.
Recuerda que ganamos más amigos cuando nos interesamos
en los demás.
Y… ¿Qué quiere decir esto? Significa que para generar una
buena impresión, y agradar a los demás debemos mostrar
interés por el prójimo, de seguro te preguntas de qué manera
podrías lograr esto, fácil. Actos tan simples como como
recordar un cumpleaños o saludar con entusiasmo marcan la
diferencia.
Así de simple es, demostremos aprecio para que las demás
personas se sientan a gusto. Recordemos que.
“No interesan los demás cuando se interesan por nosotros”
Regla #2: Sonríe
Una buena sonrisa expresa: “Me gusta usted. Hace que me
sienta feliz. Me alegro de verlo.”
Si deseamos generar una buena primera impresión debemos
sonreír, recordemos que las acciones son más fuertes que las
palabras, además ¿Existe algo más cautivador que una
sonrisa? Si analizamos detenidamente podemos darnos
cuenta que cuando le sonreímos a un desconocido, este nos
devuelve la sonrisa aunque no nos hayamos visto alguna vez
en la vida, y esto es porque la sonrisa es una de las armas
más poderosas que existe.
La sonrisa enriquece a quienes la reciben y quienes la dan.
Regla #3: Recuerda que para toda persona, su nombre es el
sonido más dulce e importante en cualquier idioma.
El nombre resulta algo muy importante para cada persona, ya
que da un sello único y original, marca una diferencia entre
las demás personas y no hay algo que le guste más al ser
humano que el hecho de sentirse importante. Entonces
cuando recordamos el nombre de alguien, le damos a esa
persona un gran elogio, sin embargo cuando olvidamos el
nombre de alguien generamos una mala impresión.
Regla #4: Se buen oyente. Anima a los demás a que hablen
de sí mismos.
Si quieres ser un buen conversador debes prestar atención a
la persona con la que estás hablando, ya que no hay nada
más halagador que eso. A todos nos gusta ser escuchados
cuando expresamos nuestros puntos de vista respecto al
tema del que se esté tratando.
Cuando inicies una conversación con alguien recuerda que
esa persona está más interesada en sí misma, que en ti. Por
ello, siempre anímalos a que hablen sobre aquellas cosas
que les interesa o aquello que les molesta.
Recuerda que para ser interesante primero hay que
interesarse por los demás.
Regla #5: Habla pensando en lo que le interesa a los demás.
“El mejor camino para llegar al corazón de una persona es
hablarle de lo que él o ella más valoran”
Cuando hablemos con alguien tengamos en cuenta, cuáles
son sus intereses, que le gusta, que es aquello que le
apasiona. Si tenemos en cuenta esto, podemos lograr que la
conversación fluya de buena manera, y además da la
impresión de que somos unas personas agradables.
Mostremos interés hacia las demás personas.
Regla #6: Haga que la otra persona se sienta importante, y
hágalo sinceramente.
A los seres humanos nos gusta sentirnos importantes, nos
gusta sentir el aprecio de las demás personas. Por ello
siempre debemos hacer sentir importantes a los demás,
podemos hacerlo con un simple elogio tales como: “Tienes
unos ojos muy bonitos” o tal vez “Que hermoso cabello” o
cualquier otro, te aseguro que después de eso esa persona te
brindara una cálida sonrisa.
Pero cuidado, estos deben ser de manera sincera.
Tercera Parte
Logra que los demás piensen como tú.
Regla #1: La única forma de salir ganando en una discusión
es evitándola.
Lo mejor que podemos hacer cuando se nos presentan
discusiones es tratar de evitarlo, si analizas detenidamente te
das cuenta de que no tiene sentido discutir, aunque trates y
trates de cambiar el punto de vista de la otra persona, no lo
lograras. Al ser humano le encanta saber que tiene la razón.
No se puede ganar una discusión, y si fuera así, al final tú te
sentirás satisfecho pero ¿Qué hay de la otra persona?
Aquella persona se sentirá inferior, sentirá que han lastimado
su orgullo, dicho esto ¿Qué ganarías tú con ello? ¿De qué te
valdría ganar y obtener la mala voluntad de la otra persona?
Recordemos las palabras de Buda “El odio nunca es vencido
por el odio sino por el amor”, sino estamos de acuerdo con el
punto de vista de la otra persona, o con sus argumentos,
simplemente respetémoslo. Aprendamos a respetar la opinión
de los demás para así evitar discusiones.
Regla #2: Demuestra respeto por las opiniones ajenas.
Jamás diga a una persona que está equivocada.
Si cometemos algún error, debemos admitirlo, debemos
hacernos cargo de nuestros propios errores.
También como mencione en la regla anterior, debemos
respetar la opinión de los demás, no podemos pretender que
los demás siempre acepten nuestros puntos de vista, siempre
existirán personas que no compartan nuestras opiniones pero
no por ello debemos obligarlos a que acepten nuestros
pensamientos.
Nadie va a cambiar de opinión porque tú se lo exijas, así que
en vez de hacer esto respeta el punto de vista de tus
prójimos.
Regla #3: Si este equivocado, admítelo rápida y
rotundamente.
Si sabemos que cometimos un error debemos admitirlo, antes
de que otra persona nos diga que lo hemos hecho. Es mejor
que lo hagamos nosotros mismos, para no generar
discusiones con los demás. No debemos estar a la defensiva,
siempre aceptemos nuestros errores, no nos cuesta nada.
Siempre es bueno, aceptar que nos equivocamos.
Si hacemos esto, probablemente la otra persona se comporte
de manera generosa, y nos disculpe por cometer dicho error.
Apliquemos la autocrítica, el único que tiene derecho para
criticarse es uno mismo, más nadie. Absolutamente todos
cometemos errores, esto hace parte de la vida, y lo único que
podemos hacer es aceptar que hay muchas veces en las nos
equivocamos.
Regla #4: Empiece en forma amigable.
Al momento de conversar con alguien sobre algún tema en
específico, debemos hablar de aquellos puntos con los que
ambos estamos de acuerdo, no se debe empezar por
aquellas cosas con las que no estamos de acuerdo, porque
eso impide que se realice un buen proceso comunicativo
entre ambas partes.
En caso de que nos encontremos en total desacuerdo,
sentémonos y hablemos sobre aquello en lo que no
coincidimos, para así tratar de solucionarlo siempre hagamos
esto sin generar discusiones, porque discutiendo jamás
resolverás un problema.
Regla #5: Consiga que la otra persona diga “Si, si”
inmediatamente.
Cuando una persona dice “No” es difícil que llegue a cambiar
de opinión, y aunque quiera retractarse de lo dicho no podrá
hacerlo gracias a su orgullo el cual le dice que debe
mantenerse en su palabra, por ello, debemos lograr desde el
principio que nos contesten con un sí, de esta manera
podemos obtener la atención del interlocutor.
Te preguntaras y ¿Cómo logro aquello? Si bien hay personas
que son difíciles de convencer, empecemos por hablarles de
aquello que les interesa, si hablamos de nuestros propios
intereses, la otra persona se colocara a la defensiva, y nos
dirá que no de manera inmediata.
Pensemos un poco en la necesidad que sufre el otro, y
tratemos de hablar de las posibles soluciones, de las posibles
ventajas que pueden dar una pronta solución a su problema.
Si conseguimos que la otra persona diga si desde el principio,
tenemos aseguradas muchas cosas.
Regla #6: Permita que la otra persona sea quien hable más.
Cuando queremos que la otra persona esté de acuerdo con
nuestro punto de vista siempre hablamos mucho sin parar,
esto no se debe hacer, debemos permitir que sea la otra
persona la que tome la palabra. Porque solo ella conoce
realmente sus propias necesidades.
Escuchemos atentamente lo que nos quiere decir, no la
interrumpamos, debemos tener en cuenta todo aquello que
dice, escuchemos atentamente cuales son las cosas que le
molestan, cuando escuchamos a otra persona podemos
descubrir muchas cosas de ella, tan solo con esa simple
acción.
A las personas les gusta ser escuchadas.
Regla #7: Permita que la otra persona sienta que la idea es
de ella.
Al ser humano siempre le ha encantado la idea de corregir a
los demás cuando se equivocan, algunas veces suele ser
bueno pero otras veces no tanto.
Antes de corregir a otra persona, pensemos por que aquella
persona piensa de esa manera, ponte en el zapato del otro y
trata de pensar como el prójimo. Otra cosa muy importante,
en los negocios es que siempre debemos consultar a nuestro
cliente que es lo que desea, que es lo que quiere, porque a
los clientes les gusta que les consulten acerca de sus gustos,
les fascina la idea de saber que compran por ellos mismos, y
no porque otro lo obliga.
Regla #8: Trate honradamente de ver las cosas desde el
punto de vista de la otra persona.
Si la otra persona se equivoca, no debemos atacarla por ello,
tratemos de entender por qué piensa así, por que actúa de
esa manera. Tratemos de ser compresivos con los demás.
Es importante colocarse en los zapatos del otro, pregúntate a
ti mismo como te sentirías si alguien te echa en cara tus
errores, si te dicen que te equivocas de una manera que no
es agradable.
A las personas no les gusta que le señalen sus errores, nadie
tiene derecho a hacer aquello, todos solemos equivocarnos.
No tienes derecho a juzgar a alguien por sus acciones.
En algunos casos puede que no estemos de acuerdo con el
punto de vista de la otra persona pero debemos ver las cosas
desde esa perspectiva para tratar de comprender a los
demás.
Regla #9: Muestra simpatía por las ideas y deseos de otra
persona.
Todo se trata de colocarse en el lugar del otro, y aunque no
estemos de acuerdo con algo simplemente debemos tratar de
entender a nuestro prójimo.
Siempre existirán diferencias entre las personas, y algunas
veces se pueden presentar ciertos “enfrentamientos” pero
todo estará bien si sabemos apreciar las ideas de los demás,
así que cuando alguien trate de reclamarte por algo, piensa
por que actúa de esa manera, y por nada del mundo te
coloques a la defensiva, porque esto solo ocasionaría una
discusión, trata de comprender a la otra persona.
Regla #10: Apele a los motivos más nobles.
Las personas siempre tienen dos motivos por lo cual hacen
las cosas, el primer motivo es aquel que parece bueno y
digno, y el segundo es el verdadero motivo.
Solemos pensar en buenos motivos para justificar nuestras
acciones, pero en el fondo tal vez queremos hacer dicha
acción por otra razón oculta en nuestro interior.
Entonces si queremos influenciar al prójimo, debemos hacerlo
desde su verdadero motivo. A las personas les gusta ser
consideradas como personas honradas y honestas.
Regla #11: Dramatice sus ideas.
Si analizamos con atención en muchos de los comerciales
que pasan en la televisión nos damos cuenta que a la hora de
vender un producto estos realizan una comparación entre su
producto líder, y otras marcas demostrando que su producto
es el mejor.
¿A que nos lleva esto? A que podemos resaltar nuestras
ideas y captar la atención de los demás, por ejemplo cuando
vendemos un producto o algún equipo debemos demostrar
porque somos los mejores, por que las personas deben
adquirir aquello que vendemos y esto podemos lograrlo por
medio de la dramatización.
Regla #12: Lance, con tacto, un reto amable.
A las personas nos encantan los retos, los juegos, la
competencia queremos demostrar que somos capaces de
lograr muchas cosas, y que podemos ganar. Nos gusta
demostrar que podemos superarnos, que somos lo
suficientemente fuertes, y valientes para vencer todo
obstáculo que se nos atraviese.
Cuarta parte
Sé un líder: Cómo cambiar a los demás sin ofenderlos ni
despertar resentimientos.
Regla #1: Empiece con elogio y aprecio sincero.
Si queremos corregir a una persona que está equivocada, no
debemos recalcarle su error de una buena vez, porque si
hacemos esto esa persona se sentirá atacada, y no
responderá de una buena manera. Entonces, por ello
debemos lanzar un elogio, y luego podremos decirle aquello
en lo que debe mejorar, porque esto de alguna u otra manera
suaviza nuestra “critica”
Regla #2: Llame la atención sobre los errores de los demás
indirectamente.
Admite tus propios errores, antes de llamar la atención sobre
los errores de los demás. Si hacemos esto, la otra persona se
encontrara en disposición de aceptar sus propios errores y
tratar de mejorarlo, y no se trata de echar sus errores en cara,
se trata de que la otra persona mejore aquello que en
realidad está haciendo mal.
Regla #3: Hable de sus propios errores antes de criticar a los
demás.
Antes de criticar a los demás, recordemos que como
humanos nosotros también cometimos errores, y tal vez no
tuvimos la dicha de que alguien nos dijera aquello que
estábamos haciendo mal, porque muchas veces criticamos a
los demás con el fin de que esa persona mejore, porque no
queremos que siga cometiendo errores. Pero al hacer esto se
debe tener cuidado, las personas somos orgullosas, no nos
gusta que nos critiquen, por ello debemos reconocer nuestros
propios errores, hablar de ellos, reconocer que nosotros
tampoco somos perfectos.
Regla #4: Haga preguntas en vez de dar órdenes.
En vez de dar órdenes como: “No hagas eso” o “No hagas
aquello” mejor digamos: ¿No crees que eso debería ser de
esta manera? ¿Qué te parece si lo hacemos de esta manera?
Si hacemos preguntas en vez de órdenes, la otra persona no
se sentirá atacada. Al contrario tratara de mejorar en aquello
que está haciendo mal, si analizamos bien este tipo de
actitudes solo generan unas malas relaciones con los demás,
a nadie le gusta que le den ordenes, y mucho menos que le
griten.
No hay necesidad de hacer aquello, aun se pueden resolver
situaciones de manera tranquila y sin perder la paciencia.
Regla #5: Permita que la otra persona salve su propio
prestigio.
Muchas veces las personas pierden la cabeza cuando otras
personas cometen un error, y sin darse cuenta lo dicen así,
sin importarle que siente el prójimo, y esto no se debe hacer
ya que estamos hiriendo el orgullo de la otra persona.
Siendo así, si nuestro prójimo comete un error que de alguna
u otra manera puede generar algún problema, no sea rudo
con sus palabras, tan solo hágale saber que está
equivocándose, permita que la otra persona tenga la
oportunidad de explicarse, de solucionar aquello que está
haciendo mal.
No hay necesidad de discutir, siempre se puede encontrar la
solución para los problemas. No se debe buscar culpable sino
soluciones.
Regla #6: Elogie el más pequeño progreso, y, además, cada
progreso. Sea “caluroso en su aprobación y generoso en su
elogio”
El elogio siempre será más poderoso que la crítica, entonces
no hay necesidad de emplear una dura crítica, si queremos
que alguien mejore, elogiemos aquel mínimo progreso que
presenta. Y así la otra persona se sentirá motivada a seguir
mejorando.
A todos nos gusta sentirnos importantes, nos gusta sentir que
los demás aprecian nuestros esfuerzos por más pequeños
que sean.
Regla #7: Atribuya a la otra persona una buena reputación
para que se interese en mantenerla.
Reconozcamos el trabajo de los demás, si alguien ha tenido
un mal rendimiento en sus labores no se debe despedirlo, o
decirle de mala manera lo que está haciendo mal, debemos
medir nuestras palabras, reconocer que es buen empleado,
que siempre ha demostrado un buen rendimiento, pero
últimamente hay algo que no ha estado bien. Entonces, se
debe buscar una solución.
Siempre debemos ser cuidadosos con lo que decimos,
porque podemos herir el orgullo del prójimo. Elogiemos sus
progresos por más pequeños que sean, demostremos aprecio
y respeto por lo que hacen.
Regla #8: Aliente a la otra persona. Haga que los errores
parezcan fáciles de corregir.
Somos expertos para recalcar los errores de los demás, y
además les hacemos creer que nunca van a lograr
corregirlos, que no van a mejorar.
Muchas veces las personas necesitan palabras de aliento,
palabras que les hagan sentir bien, que los motiven a ser
mejores. Entonces, demostremos que tenemos fe en ellos,
demostremos que estamos ahí para brindarles apoyo, si
hacemos esto la otra persona se sentirá alentada a mejorar, a
superarse a sí misma.
Regla #9: Procure que la otra persona se sienta satisfecha de
hacer lo que usted sugiere.
Si queremos que la otra persona haga lo que le estamos
sugiriendo, debemos hablar de los beneficios que dicha
persona obtendrá al hacer lo que decimos. Pero ojo, siempre
debemos dirigirnos de forma amable, no con exigencias, ya
que recordemos que a las personas no les gusta recibir
órdenes.
No empecemos por hablar desde nuestro interés sino de
aquello que le interesa a la otra persona.
Conclusión.
Es importante destacar todo lo bueno de nuestros prójimos,
motivarlos a ser mejores, demostrarles que tenemos
confianza en ellos, y en sus acciones, sin entrar en
discusiones que solo entorpecen las relaciones con los
demás. No hay necesidad de ser agresivos, para resolver los
problemas no se deben buscar culpables debemos trabajar
en soluciones para mejorar.
Cometemos errores, sí, pero en vez de quedarnos contando
nuestros errores, tratemos de ser mejores.
Este libro nos deja enseñanzas muy importantes, que
debemos aplicar en nuestra relación con el prójimo, entonces
empecemos a aplicarlas en nuestra vida.

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