4.1.

4 Evaluación de aprendizajes aplicados: tipos y formas

La práctica docente es un proceso; donde considero que todas las etapas preparación,

ejecución y finalización son de suma importancia ya que cada uno de ellas nos permiten

ir desarrollándonos y así de esa manera ir mejorando sin embargo la etapa de ejecución

es la que nos encara con la realidad de enseñanza y es donde nos damos cuenta de aquellas

debilidades y fortalezas que poseemos. Tomando en cuenta lo expuesto anteriormente me

percibo a mí como un estudiante dispuesto a asumir esta etapa con la mejor disposición

posible, aceptando mis debilidades y dando lo mejor de mis capacidades con la

responsabilidad moral de mejorar día a día a fin de llevar con éxito mi desenvolvimiento

en el campo educativo. En lo personal primeramente ha sido un cambio en muchos

aspectos, al principio todo eran expectativas y nervios, tenía dudas con el planes, con la

manera de tratar a los alumnos, esperaba algún consejo especifico del titular, consejos

que obtuvimos a través de las tutorías, seguidamente hice la visita al Instituto Manuel

Bonilla donde me recibieron con un muy buen trato personal, al momento de llegar a la

institución me sentía un extraño jugando el rol de docente felizmente los maestros de la

institución con los que me relacione me dieron la confianza adecuada y eso me hizo sentir

más cómodo, también participe en actividades extra-clase lo que me permitió compartir

más tiempo con ellos y así conocer un poco el ambiente de trabajo y la manera en que se

daba el trato entre ellos. Con los alumnos al principio tenía un poco de nervios al

dirigirme hacia ellos pero luego con el transcurso del tiempo ya me sentía más seguro. Al

final ya me sentía muy cómodo en la institución aceptando el rol que estaba jugando, y

lo más importante gustándome, participaba a menudo en pláticas entre docentes y me

sentía en un ambiente familiar. Aprendí a romper las barreras entre maestro y el alumno

ya que cuando hay una buena comunicación hay un mejor aprendizaje. Aprendí que el

dominio del tema crea seguridad y confiabilidad ante el alumno y también llevar un buen
cálculo del tiempo de duración de clases. En general el proceso ha sido muy enriquecedor

en distintos ámbitos de la vida profesional.

La evaluación de los aprendizajes, sobre todo en la modalidad de exámenes masivos, está

teniendo un gran auge en nuestro país. Se calcula que durante un ciclo escolar son

aplicadas cinco pruebas de tipo nacional. Si bien los resultados de estas evaluaciones nos

sirven para tener una certeza mayor sobre el funcionamiento de nuestro sistema educativo,

una de las distorsiones para la labor educativa que pueden producir es que los maestros,

ante las presiones de los directores y los padres de familia, enseñen para que sus alumnos

aprueben estas pruebas y no se preocupen en cómo incidir y mejorar sus procesos de

aprendizaje para convertirse en aprendices autónomos y eficaces, que es la función que,

a nuestro juicio, debería tener la enseñanza en todos los niveles. El problema es que al

dar prioridad únicamente a los puntajes o las calificaciones obtenidas, es probable que su

preocupación consista en mejorar tales resultados, entonces encaminen sus esfuerzos

educativos en esa dirección y no en formar en los conocimientos, competencias y

actitudes que le son necesarias a los educandos para afrontar de modo adecuado los retos

del mundo actual y contribuir también a su desarrollo personal.

Hay muchas definiciones de lo que es la evaluación de los aprendizajes; por ejemplo,

autores como Stufflebeam y Shinkfield (1989) la conciben como un proceso mediante el

cual se identifica, obtiene y provee información útil y descriptiva acerca del valor y

mérito de las metas educativas. Comprende tanto la planeación como la puesta en

práctica y, sobre todo, la verificación del impacto de determinadas estrategias de

enseñanza. Todo lo anterior debe emplearse como guía para la toma de decisiones.

Otras posturas mantienen que la evaluación no debe tener estos propósitos, sino ser un

mecanismo para ayudarnos a conocer y comprender mejor una realidad educativa.

Hay acuerdo, sin embargo, que evaluar implica emitir juicios de valor; juzgamos si algo

es "bueno", "mejor" o "no satisfactorio" o "deficiente", conforme a ciertos valores o

parámetros; por eso, conlleva siempre la comparación de lo encontrado o existente con

valores, normas o criterios de lo que se considera adecuado o digno de lograr. Hay

acuerdo, también, en que la evaluación debe realizarse de manera sistemática, rigurosa y

su recopilación de información ha de valerse tanto de lo cuantitativo como lo cualitativo

y cumplir con los requisitos técnicos de tener validez, confiabilidad, representatividad,

poder discriminatorio y factibilidad (Carlos, 2009).

En particular, en la evaluación de los aprendizajes hay coincidencias en que ésta

consiste en la verificación tanto como proceso y producto de los objetivos o intenciones

de aprendizaje; es decir, Medición: ¿Qué tipo

juzga lo adquirido por los alumnos Evaluación:
como resultado de un
Propósito: de instrumentos y
técnicas ¿Cómo interpretar
proceso instruccional y utiliza la puedo utilizar resultante para
información mejorar la enseñanza. ParaUso: ¿Cómo
¿Para qué estoy los datos
para recolectar la utilizare los
evaluando ?
resaltar sus funciones y componentes, McMillan (2001) obtenidos?
ha planteado ¿Qué
que la evaluación
información que resultados?
necesito?? tipo de criterios
de los aprendizajes escolares está compuesta por: propósito, voymedición,
a emplear?evaluación y

uso, los cuales aparecen resumidos en forma de pregunta en el esquema siguiente:

Independientemente del momento en que se aplique la evaluación (antes, durante o

después de la instrucción), un primer paso es especificar las metas o propósitos de

realizarla. Claro que evaluar es, las más de las veces, una obligación estipulada por la

institución educativa; aquí lo elemental es que el docente se pregunte ¿por qué quiero

hacerlo?, sobre todo que tenga claridad personal acerca de si lo que le importa es pasar o
reprobar alumnos o si desea ayudarlos a aprender. En ciertas ocasiones, lo anterior parece

lo mismo, pero, como nos consta a diario en nuestras escuelas, ambos fines no siempre

coinciden.

La relación entre los fines de la enseñanza y la evaluación consiste en que la primera

busca que el estudiante adquiera cuerpos significativos de conocimientos para lograr la

comprensión; esto es, ser capaz de realizar un manejo personalizado de lo que sabe y

pueda emplearlo para enfrentar adecuadamente nuevas situaciones, mientras que la

segunda persigue verificar, por medio de diferentes mecanismos, que lo anterior se vaya

logrando. La relevancia de cumplir de forma apropiada la tarea evaluativa es estipulada

por Weimer (2002): "Se aprende lo que se evalúa Las tres funciones básicas de la

evaluación son:

1. Función diagnóstica cuando se realiza en la iniciación del proceso. Mide los

conocimientos previos al aprendizaje y calcula la capacidad para lograrlo.

2. Función formativa que se realiza a lo largo del proceso. Comprueba la capacidad para

lograr el aprendizaje a través del desempeño momentáneo y cotidiano.

3. Función Sumativa que se realiza como momento final. Comprueba la capacidad para

lograr el aprendizaje, midiendo la cantidad aprendida, es decir, los resultados.

En el aula el maestro y los estudiantes evalúan continuamente. La evaluación va más allá

de los instrumentos. La nota de los estudiantes en cada asignatura y para cada período,

excepto el caso de la conducta, se obtendrá sumando la calificación de los siguientes

componentes:

a) Trabajo cotidiano, b) Trabajo extra clase, c) Pruebas, d) Proyecto (según corresponda),

e) Concepto, y f) Asistencia.
Proceso de enseñanza-aprendizaje

La propuesta curricular del Instituto Oficial Manuel Bonilla tendrá un enfoque

constructivista donde: Los alumnos son concebidos como seres críticos, dinámicos,

responsables, creativos, inquietos, solidarios, puntuales, cariñosos, seguro de sí mismo,

participativos, dinámicos, espontáneos, serviciales, dedicados, analíticos, observadores,

detallistas, capaces de resolver problemas y comunicarse, con valores deseables de auto

disciplina, respeto, solidaridad, generosidad, amistad, bondad, amor, justicia y lealtad.

Los docentes son considerados como guía en el proceso enseñanza aprendizaje

activo, analítico, crítico, innovador, organizado, implementando metodologías

actualizadas de acuerdo al currículo nacional básico, gestores, facilitadores

comunicativos poniendo en práctica los conocimientos nuevos en el aula de clases

creando un ambiente activo participativo en el salón de clases, brindando conocimiento

tecnológicos para la competitividad globalizadora de la educación haciendo uso de los

estándares del CNB manuales de evaluación y programaciones, los contenidos los

adecuamos a nuestra realidad de acuerdo al contexto del educando como acontecimientos

sociales, culturales, salud, políticos institucionales.

PRINCIPIOS EDUCATIVOS

1. PARTICIPACION: Promovemos la participación de alumnos para que sean autores de

su propio aprendizaje, a través de la investigación, trabajo en equipo, exposiciones,

tutorías, aplicación de técnicas de enseñanza como, mesa redonda, lluvia de ideas,

exploración de saberes previos, el foro, correspondencia, etc. (Aplicación del enfoque

constructivista y comunicativo social) que facilitan el aprendizaje a través de la

experiencia.
2. MEDIACION PEDAGOGICA: El profesor es un elemento dinamizador, facilitador y

acompañante del proceso educativo. Su dedicación, preparación actitud son factores

fundamentales en la interacción necesarias para el aprendizaje, responsabilidad y

pedagogía son factores fundamentales en la interacción necesaria.

3. TRABAJO EN EQUIPO: Fomentamos y practicamos el trabajo en equipo con

estudiantes y docentes. El hecho docente se basa en: Diseñar actividades de aprendizaje,

propiciar el acercamiento entre alumnos y docentes, promover y practicar valores, ayuda

mutua, la comunicación, la convivencia, la tolerancia, mejorar el aprendizaje de los

alumnos, evitar la reprobación, facilitar el aprendizaje. Los estudiantes aprenden a

relacionarse, intercambiar conocimientos, y poner en practica ayuda mutua, la tolerancia,

compartir, flexibilidad que favorece la interrelación entre todos los participantes del

proceso lo que deriva, en un beneficio reciproco.

4. FLEXIBILIDAD: Aplicamos diferentes metodologías activa participativa y técnicas

de enseñanza como ejemplo: Trabajo en equipo, pruebas orales, escritas, investigaciones,

exposiciones dinámicas, experimentos para obtener aprendizajes significativos.

5. FORMACION DE VALORES: En el instituto Oficial Manuel Bonilla practicamos en

cada una de las acciones didácticas valores deseables, como puntualidad, autodisciplina,

responsabilidad, respeto, honradez, solidaridad, compañerismo; para beneficio de la

población estudiantil y la sociedad.

6. COMUNICACIÓN: Mantener una comunicación abierta, oportuna y clara entre

maestro alumnos y autoridades educativas para mantener la buena convivencia en el

centro educativo.

7. AUTORIDAD: Solicitar autorización para retirarse del centro educativo en sus horas

laborables por razones justificadas alumnos y docentes.

8. CONVIVENCIA: Mantener excelente relaciones interpersonales toda la comunidad

educativa.

9. RELIGIOSO: Practicar hábitos espirituales docentes y alumnos en el centro educativo.

10. CONCIENCIA: Valorar, cuidar, resaltar la imagen del centro educativo por parte de

directivos, docentes y alumnos.