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DESARROLLOS Y PROBLEMAS EN LA ENSEÑANZA DE LA ÉTICA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR

INTRODUCCIÓN

Este Ensayo está basado en mostrar los principales desarrollos y problemas en la enseñanza de
la ética a estudiantes de educación superior. La enseñanza de la ética ha estado única e
inseparablemente conectada con los asuntos más importantes de la educación superior
moderna, temas que involucran el currículum, la institucionalización, la profesionalización, la
epistemología.

Desde esta perspectiva más amplia, se ha intentado comprender el lugar y los problemas de la
enseñanza de la ética, no solo con respecto a los cursos de ética, sino también en un plan de
estudios más amplio. A pesar de que la preocupación por la enseñanza de la ética ha sido
engañada una y otra vez o incluso ha desaparecido en algún momento de la educación
superior, sin excepción ha vuelto y casi de inmediato en la mayoría de los contenidos de
estudio en las educación superior como lo explica Filosofia 11 frases.

Las grandes potencias hoy en día llevan años incluyendo esta práctica en sus estudios lo que les
ha permitido desarrollar a sus ciudadanos de una manera tal que han impulsado a su país en
los sectores más importantes del ámbito económico, social y cultural.

DESARROLLO

Desde mi punto de vista en nuestra era actual, la ética tiene un lugar importante en todas las
áreas de la vida. La ética también es parte importante en la educación, porque la educación es
un proceso fundamental de la vida humana.

Dando un ejemplo que pasa hoy en la actualidad desde mi profesión de Informático


Actualmente tenemos el alcance fácilmente a todo el conocimiento a través de la tecnología.

En ocasiones, en la educación, el uso de la tecnología revela cierta falta de ética, problemas


como el plagio de trabajos de investigación podría ser uno de ellos. Para comprender la
importancia de la ética, esta debe colocarse como un curso en el sistema educacional. Pero
antes de discutir este tema, es necesario definir qué es la ética.

Según en la Bibliografía Ciencias de La Educación 3 – Mariela Juarez “La ética es la rama más
importante y funcional de la filosofía en la actualidad. En general, la ética es moral filosófica. El
término ética se deriva del término griego Ethos que significa costumbre, carácter”.

Está relacionado con nuestros valores y virtudes. Por lo tanto, nuestras acciones y nuestras
experiencias en la vida cotidiana son temas de ética. En síntesis puedo decir que a mi parecer
lo que entendí es que la ética es el conocimiento y la acción de lo que es bueno y malo.

Una preocupación por la instrucción ética y la formación de los estudiantes siempre ha sido
parte de la educación superior moderna. Sin embargo, esa preocupación de ninguna manera
ha sido unica ni está libre de reprocharla.

En el texto “Revisitar la mirada sobre la Escuela” nos dice que a mediados del siglo XX, las
instrucciones sobre ética se habían limitado, en general, casi exclusivamente a los
departamentos de filosofía y religión. Los esfuerzos para introducir la enseñanza de la ética en
las escuelas profesionales y en otras partes de la universidad a menudo se encontraron con
indiferencia u hostilidad total. La última década ha visto un notable resurgimiento del interés
en la enseñanza de la ética, especialmente en los niveles de la escuela profesional.

Ahora yo me pregunto ¿Qué pasaría si la educación superior tomara un papel de liderazgo en


la preparación estudiantes y proporcionando la información y el conocimiento para lograr una
sociedad éticamente responsable? A mi parecer La educación de todos los profesionales
reflejaría un nuevo enfoque de aprendizaje y práctica.

La universidad o colegio funcionaría como un sistema totalmente integrado, una comunidad


que modela la sostenibilidad social tal como lo explica en el texto Nichetz

La ética para mí como disciplina se instala la educación superior a comprometerse con una
docencia que consolide principios éticos y deontológicos propios de los diferentes marcos
profesionales. Por otra parte, algo que me llamo mucho la atención en el texto “Perfiles Éticos
– Políticos de la Educación” las instituciones superiores asumen la obligación de otorgar una
educación que inculquen valores personales y sociales.

Si analizamos la frase puedo decir que Se necesita, entonces, un desarrollo docente que
evidencie principios valóricos fundamentales, para que sirvan de modelo y orienten la
formación. Al desarrollo de este párrafo le da al papel que debe desempeñar él y la docente en
el ejercicio de su práctica. Aunque bien pudiera hablarse del compromiso que también le asiste
al estudiante respecto de su comportamiento como tal; sin embargo, el eje fundamental de
reflexión desarrollado aquí, gira en torno al deber que le compete al profesional en docencia
como formador de personas y no sólo de profesionales en un área particular.

CONCLUSIÓN

A mi criterio y de acuerdo a mis prácticas de docente que estoy llevando a cabo, En primer
lugar el profesor deber ser una persona abierta, serena y tolerante, que asuma ante sus
alumnos el papel de mediador y consejero, que domine las nuevas tecnologías, que sea un
buen pedagogo, que tenga capacidad para el trabajo en equipo, que sea capaz de orientar
personalmente y profesionalmente a los alumnos, que tenga un alto grado de adaptabilidad a
las situaciones conflictivas y cambiantes del aula y del contexto social; y, sobre todo, debe
poseer tres cualidades: la ejemplaridad, la autoridad moral y la madurez afectiva.

Podemos decir que enseñar y aprender constituyen procesos que interactúan, pero al mismo
tiempo, se refieren a dos procesos paralelos e independientes que presentan características
específicas que los distinguen. Tanto la escuela como el docente son consecuencias sociales e
influyen decisivamente en la sociedad que estructuraran las generaciones futuras, es por eso
que el educador debe tener "ética", tanto profesional como personal.

Educar en valores es algo que los profesionales de la enseñanza han hecho siempre, siguen
haciendo y nunca podrán dejar de hacer. Toda acción educativa es ya una actividad cargada de
valor, lleva implícitos unos valores. Ningún profesor, (y el de educación de personas adultas no
es una excepción), puede pretender, sin engañarse a sí mismo, que se limita a realizar una labor
de transmisión de los conocimientos que corresponden a su especialidad. Nunca se puede sólo
enseñar, se educa siempre.

Lo que hace educativa una acción docente no es tanto lo que consigue como resultado, sino los
valores educativos que pone en juego. En su práctica educativa cotidiana con personas, el
profesorado hace algo más que dar clase: educa en valores.
Quizás la única manera de compartir con los alumnos los valores básicos en los que creemos es
mostrar, con nuestra práctica cotidiana, que esos valores son algo más que una hueca moralina
con la que es fácil quedar muy bien: son algo tan importante que, en lugar de hablar de ellos,
preferimos mostrarlos en nuestra actividad cotidiana.

Por ello, el docente no puede verse sino como un agente moral, alguien cuyo trabajo puede ser
entendido como un arte práctico en el que lo fundamental es la dimensión moral.

Lo que al final cuenta para educar en valores es el clima que intentamos crear y que no puede
lograrse si no somos capaces de asumir un compromiso firme en torno a unos valores básicos
compartidos y expresados en nuestra práctica educativa docente

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