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"INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACIÓN DOCENTE N° 112"

HISTORIA Y PROSPECTIVA DE LA EDUCACIÓN


Tercer. Año

Consignas 1° Parcial.

1) Leer el 1° capítulo de : "La Educación ayer, hoy y mañana…" y leer el diseño curricular actual para la
educacion primaria y responder a las preguntas:
¿ por qué educamos ?
¿ para que educamos ?
Las respuestas tienen que tener como fundamento las bases del actual Diseño Curricular para Primaria.
2) Hacer una periodización de la Historia de la Educación y en cada período ir respondiendo a las mismas
preguntas de la consigna 1
¿ Por qué educamos?
¿ Para que educamos?
3) Mirar el film “Yentl” responder:
A) ¿En qué año esta contextualizada la película? Describir la sociedad que se presenta.
B) Describir la primera escena donde Yentl intenta comprar libros para la formación intelectual. ¿Qué
actividades diferenciadas por género se muestran en esa primera escena? Explicar por qué se da la discusión
con el vendedor. Justificar la respuesta.
C) La primera canción que se escucha en la película asi como el momento de la lectura del responso
describen y muestran el lugar de la mujer en la sociedad europea de ese momento, comparar esas tradiciones
y costumbres (amparadas en la ley) con los diferentes momentos socio educativos que se muestran en el
texto de Silvina Gvirtz Silvia Grinberg Victoria Abregú “LA EDUCACIÓN AYER, HOY Y MAÑANA
El ABC de la Pedagogía”
D) A partir de lo visto en la película describir las escenas donde se diferencia claramente el roll femenino
y el roll masculino. ¿Por qué la protagonista no acepta la propuesta de Avigdor? ¿Qué relación tiene con la
educación esa decisión?
4) Relacionar el pensamiento de Yentl, con la Ilustración. Fundamebtar la respuesta, tener en cuenta el texto
de Narodowsky.
Para considerar el pensamiento de Yentl tener en cuenta lo que se manifiesta en una de las canciones cuando
habla del razonamiento lógico y donde cuestiona el lugar de la mujer en la sociedad. Se puede también
considerar el momento en que es evaluada para entrar a estudiar a una alta casa de estudios y donde su
aprobación consiste más en las preguntas que formula que en las respuestas que da al Rabino.
Las siguientes preguntas solo son para orientar la respuesta. No se deben contestar en forma literal sino
guiar la redacción. De todos modos la argumentación la asume cada pareja pedagógica de acuerdo a su
criterio para responder.
¿Qué formas de pensamiento buscaba la Ilustración?
¿Qué aspectos de esos pensamientos derivados de la revolución francesa se pueden rastrear en el personaje
de Yentl?
¿Qué representa para la sociedad una mujer pensante? ¿Era necesario que la mujer pensara? ¿Por qué?
5) Teniendo en cuenta los siguientes textos fundamentar la importancia del sistema educativo como base
de la sociedad capitalista. Para la fundamentación hacer uso de los textos.

Modernidad y Pedagogía

La institución escolar, en su acepción más amplia, es original de la cultura europea, y muy anterior a la
modernidad. Así Werner Jaeger ha definido la cultura griega clásica en clave pedagógica (8). La escuela
romana, las escuelas monásticas medievales con su Trivium y Cuadrivium, y la propia universidad
medieval, conectan de alguna manera con esta tradición pedagógica iniciada en Grecia con la Academia
platónica y el Liceo aristotélico.
Sin embargo la institución escolar va a adquirir, con el advenimiento de la modernidad, un nuevo sentido.
El discurso político y filosófico de la Ilustración es, antes que nada, un discurso pedagógico. Como señala
Terrén (9) empezó a finales del siglo XVII y durante el XVIII, cuando los autores del proyecto de una
sociedad racionalmente educada creyeron haber sistematizado para siempre la posibilidad de conjugar el
progreso moral y material de la humanidad; cuando creyeron haber encontrado en la educación nacional
de la masa el instrumento decisivo para controlar el presente y conquistar el futuro. No es casualidad que
una de las obras más significativas del pensamiento ilustrado, el Emilio, de Rousseau, sea una obra de
pedagogía.
Como veremos, el discurso pedagógico de la modernidad atravesara por diferentes fases, que
corresponderán de alguna manera a los diversos estadios de desarrollo del programa de transformación
social. Sin embargo habrá elementos comunes en todos ellos: la idea de la plasticidad prácticamente
infinita del ser humano, que puede ser pedagógicamente moldeado para encajar perfectamente en el
proyecto social; y otra idea, corolario de la primera, de que los cambios en el sistema educativo producen,
de manera casi automática, cambios en el ordenamiento social. Esta segunda la vemos formularse muchas
veces con un razonamiento inverso: detrás de las deficiencias del sistema social hay deficiencias
educativas.
La Ilustración, como primera fase del desarrollo histórico de la modernidad, genera un modelo pedagógico
cuyo representante más característico es el italiano Pestalozzi. Es muy significativo un cuadro que
representa a Godoy, un ministro ilustrado, sosteniendo en una mano un bastón de mando y un libro que
reza “educación pública de Pestalozzi”. En torno a 1800 el movimiento pestalozziano estaba muy
difundido entre los sectores más activos de la burguesía europea (10). Por sus instituciones pasaron
futuros industriales de zonas como Mulhouse y fue llevado hasta los Estados Unidos por un empresario,
McIure, que años después fundaría New Armony en compañía de Owen.
En España las primeras escuelas pestalozzianas, aunque apadrinadas por algunas sociedades ilustradas,
fueron dirigidas por militares, algo que no es meramente anecdótico, pues la relación educación – ejercito
sería igualmente palpable en la posterior introducción de la enseñanza mutua, importada de Inglaterra
en plena fiebre lancasteriana.
Estas primeras formulaciones del paradigma pedagógico de la modernidad hacen ya evidente un aspecto
fundamental: bajo el discurso de una pedagogía presuntamente liberadora y socializadora, que debe
hacerse extensiva hacia sectores cada vez más amplios de la sociedad, subyace una praxis de
normalización, control y en definitiva de burocracia. La organización de masas, el control del tiempo y el
anatema de la ociosidad son las principales características de la institución escolar moderna, al menos en
sus orígenes.
Estas cuestiones son las que marcan la radical inflexión con los modelos premodernos. La escuela (Scholé)
fue inicialmente un hallazgo cultural del mundo mediterráneo que siguió al derrumbamiento de la
civilización micénica. Venia asociado desde sus orígenes al tiempo aristocrático que permitía un cultivo
desinteresado del espíritu desligado de cualquier actividad productiva y vinculado al ideal del kalos
kagathós. Las instituciones escolares medievales, aunque puestas al servicio del ideal cristiano de la
salvación del alma, conservan la característica de estar desvinculadas de cualquier proceso productivo.
En esta línea es también muy significativo el caso de los ideologues franceses. Convencidos seguidores de
la visión condorcetiana de la perfectibilidad humana a través de la educación y del análisis de las
sensaciones de Condillac, los ideologues desarrollaron una fuerte vinculación con el republicanismo
francés, llegando a influir decisivamente en su configuración institucional, y haciendo de la constitución
napoleónica del año III prácticamente una prolongación de su ideario.
Miembro de esta corriente fue Destut de Tracy que describió la ideología como una disciplina que tenía
por objeto la observación y descripción de las operaciones de la mente para posibilitar una descripción
correcta de los objetos y la erradicación de toda concepción no ajustada a la verdad del mundo natural.
El análisis sistemático de las ideas y las sensaciones debía proporcionar la base de un conocimiento
científico del que poder inferir enunciados de carácter moral. La ideología era la “primera ciencia”, la base
de la gramática, de la lógica, de la educación y, en definitiva, de lo que Condorcet (11) llamaba “el arte
social”: el arte de regular la sociedad (12).
Si las instituciones políticas resultantes de la revolución francesa y americana preparan el terreno político,
social e institucional para la primera revolución industrial, las primeras formulaciones pedagógicas de la
modernidad sientan las bases para que la institución escolar vaya educando a la población en la disciplina
del trabajo fabril y en sus valores. A medida que la revolución industrial se extiende e involucra a más
sectores de la población también lo hace la escuela moderna a través del concepto cada vez más extensivo
de enseñanza obligatoria.
Paralelamente se produce la decadencia de las instituciones vinculadas al mundo preindustrial, como la
figura del aprendiz, que consistía en el envío de niños a otras familias y su inmersión en talleres
artesanales desde muy temprana edad. La solidez y el arraigamiento de este dispositivo de educación y
socialización fue una de las razones que permitieron la hegemonía de la organización gremial, hasta que
las nuevas condiciones pusieron en relieve las limitaciones de un sistema de relaciones sociales y
productivas no orientado hacia la reproducción expansiva constante. La cuestión gremial fue uno de los
principales caballos de batalla del discurso ilustrado (13).
A medida que el proyecto educativo de la modernidad se va desplegando los aspectos relativos a la
homogeneización y al control burocrático van tomando más protagonismo. A mediados del siglo XIX se
crean los primeros cuerpos de inspectores de educación, lo que en países como España fue el paso
subsiguiente al establecimiento de las Escuelas Normales, a imitación del modelo francés, y de los
primeros reglamentos nacionales sobre la formación y selección de maestros. En Francia la sociedad
encargada de la mejora y propagación de la educación del pueblo, heredera genuina del filantropismo
ilustrado, dejó de existir en 1850, un año después de la constitución del primer cuerpo de inspectores de
educación (14).
Los principios del siglo XX alumbran la gran expansión de la sociedad industrial, de la confianza ciega en
la ciencia y en la técnica y de la fe absoluta en el progreso, lo que se resume en el positivismo comtiano,
tanto como teoría epistemológica como filosofía de la historia (15). Un buen representante de la vertiente
pedagógica del positivismo es el norteamericano John Dewey que pensó en la educación moderna como
síntesis de dos grandes conquistas de la modernidad: la ciencia y la democracia. Siguiendo a Kant, que
había pedido que se fundaran escuelas experimentales antes de extender las normales, fundó en 1896,
una escuela – laboratorio en la universidad de Chicago.
Dewey era consciente del impacto de la revolución industrial sobre la organización social, y sobretodo de
la tremenda velocidad de las transformaciones y de la dificultad de definir el escenario que resultaría de
todo el proceso; sin embargo como liberal optimista y como positivista convencido creía en la capacidad
reformadora de la ciencia, en su misión salvadora al servicio de la civilización y en la contribución del
discurso pedagógico al modo de vivir racional y democrático.
Para Dewey la concentración tecnológica de la educación en la metodología, la disciplina organizativa y la
cientifización de la enseñanza, lejos de ser una renuncia a la utopía ilustrada eran instrumentos que
permitían la realización efectiva de esta utopía. Ciencia y organización, lejos de abrir un horizonte de
claudicación y renuncia, eran la gran esperanza. En este sentido puede considerarse a Dewey como el
último philosophe, el descendiente de Bacon y Condorcet de la era tecnológica.
El discurso pedagógico de Dewey, con el contrapunto de la psicología conductista de Watson y de Skinner
(16), se convirtió en columna vertebral del discurso oficial hasta después de la posguerra. La idea central
era que el principal problema de la nueva sociedad estribaba en la productividad de la educación como
inversión rentable, tanto desde el punto de vista político como económico. Los problemas educativos, al
igual que los políticos, devienen problemas técnicos.
La cobertura ideológica que este línea de reflexión concedería al desarrollismo impulsado por la OCDE o
el Banco Mundial constituyó la esencia del consenso educativo de la sociedad del bienestar, característica
de la posguerra. La Ley General de Educación impulsada por Villar Palasí en España, donde se
desarrollaban ideas que Ricardo Díez Hochleitner había asimilado en la UNESCO, hay que enmarcarla en
este tipo de discursos, fundamentados en la teoría economicista del capital humano.
A partir de los años sesenta comienza un periodo de eclosión de nuevas alternativas pedagógicas, que
desde el punto de visto ideológico se alimentan del discurso socialista, es decir, de la otra orilla de la
modernidad. Hasta el momento este discurso poco había dicho sobre educación: esta se consideraba
como un bien económico que, al igual que los otros, estaba monopolizado por la burguesía como clase
dominante. El problema era más de reparto que de contenido. La reivindicación de laicidad de la
enseñanza era quizá el único contenido ideológico fuerte que encontramos en este discurso.
Una excepción la encontramos en el filósofo comunista italiano Antonio Gramsci (1891- 1937) que
propuso una educación integral basada en las humanidades y no en la técnica, donde el niño aprenda
también sus deberes cívicos frente a sus derechos, en un marco de disciplina, autoridad y trabajo, y en un
sistema de igualdad de oportunidades que potencie los méritos (17).
El punto de arranque para este nuevo discurso lo podemos situar en 1966, cuando Theodor Adorno
pronunció una conferencia radiofónica en la que señalaba como principal objetivo educativo la
consecución de mecanismos pedagógicos que impidieran que la guerra y el holocausto pudieran volver a
repetirse. El problema, si embargo, era que la posibilidad del holocausto era algo que estaba presente en
la lógica de estas mismas fuerzas materiales y culturales que aparentemente la habían derrotado.
Realidades como Vietnam, Sarajevo, Kosovo o Chechenia así lo demuestran.
A partir de aquí se inicia un discurso pedagógico y político, que algunos han definido como de nueva
izquierda, que alimentará la revuelta estudiantil del Mayo del 68 francés y de procesos parecidos en las
universidades americanas, y cuyo representante intelectual más significativo será Herbert Marcuse,
filósofo alemán formado en la escuela neomarxista de Frankfurt y emigrado posteriormente a Estados
Unidos. La característica principal de este discurso es la constatación de la perdida del protagonismo
revolucionario de la clase obrera, que será sustituida por las minorías marginalizadas, entre las cuales
jugaran un papel fundamental los estudiantes universitarios.
De esta manera la revolución se refugia en las aulas y se inicia una pedagogía de la rebelión y la
contestación. Pero en este discurso ideológico y pedagógico subyace una contradicción constante entre
la crítica y negación de la modernidad, por un lado, o una simple reformulación de la misma por otro.
Muchos seguían pensando que una renovada administración de las cosas y, entre otras, de la educación,
podía conseguir una armonía definitiva de bienestar material y moral. Así genocidios como el holocausto
o la bomba atómica serían más el producto de una modernidad mal administrada que un síntoma de
fracaso de la misma.
En el fondo persiste la esperanza de que cambios significativos en la educación produzcan cambios
revolucionarios en la sociedad. A pesar de su radicalismo en la década de los setenta, el discurso de la
nueva izquierda ha evolucionado hacia posiciones socialdemócratas, y en el terreno pedagógico asistimos
al espectáculo de que algunos de sus argumentos, más o menos desnaturalizados, sirvan como retórica a
reformas educativas de inequívoco cuño neoliberal, como es el caso de la reforma educativa española,
especialmente en su variedad catalana. La imagen de Cohn-Bendit, antiguo líder de la revuelta estudiantil
del Mayo francés, reconvertido en respetable miembro de la socialdemocracia alemana, aplaudiendo los
bombardeos de la OTAN sobre Serbia como parte de una política global en defensa de los derechos
humanos, es bastante significativa al respecto.
Pero la nueva izquierda ha generado también movimientos críticos con la modernidad en su conjunto: el
ecologismo, el movimiento Ciencia, Tecnología y Sociedad (18), y ciertas versiones del tercermundismo,
el feminismo y el pacifismo. Estos movimientos juegan ya en un escenario de crisis: la crisis del paradigma
social de la modernidad.
http://www.educar-argentina.com.ar/NOV2005/educ110.htm

MOVIMIEN OBRERO Y LUCHAS REVOLUCIONARIAS.


1.- INTRODUCCIÓN, DEFINICIÓN DE “MOVIMIENTO OBRERO”.

El movimiento obrero es un movimiento social


(es la agrupación no formal de individuos u organizaciones dedicadas a cuestiones socio-políticas que tienen como
finalidad el cambio social) que busca un mayor bienestar para los trabajadores, está muy relacionado con el
movimiento sindical.
A partir de la Revolución Industrial se generó un nuevo orden social.
El movimiento obrero surgió de esas condiciones, pero alcanzó mayor o menor fuerza en función del grado de
desarrollo industrial de los países. Los primeros movimientos de masas de carácter moderno se originaron en
Inglaterra.
El nacimiento del movimiento obrero está ligado a las transformaciones políticas, sociales y económicas que trae
consigo la victoria de las ideas del Liberalismo, tanto político como económico.
Desde el punto de vista político-social, la desaparición de los privilegios y el establecimiento de la igualdad de todos
los ciudadanos ante la ley trajo consigo la desaparición de la sociedad de tipo estamental y el establecimiento de
una sociedad de clases, formada por dos clases: 1) La Burguesía (grupo minoritario) y 2) El Proletariado (grupo
mayoritario). La pertenencia a una clase u otra está determinada por la riqueza que se posea y, en teoría, estamos
ante una sociedad abierta pues se puede pasar libremente de una clase a otra, dependiendo de la riqueza que se
posea.
Desde el punto de vista económico, el liberalismo económico (Capitalismo) trae consigo la no intervención del
Estado en la economía. A esto debemos añadir el desarrollo de la Revolución Industrial, que da lugar al desarrollo
del Maquinismo y a un fuerte crecimiento demográfico (Revolución demográfica). La interrelación de estos tres
factores dará lugar a la aparición de graves problemas que van a afectar sólo al proletariado: sueldos muy bajos,
aumento del paro, pésimas condiciones de trabajo, explotación de mujeres y niños, barrios obreros de viviendas
en muy malas condiciones, analfabetismo.etc.
Como el Estado, dominado por la burguesía y en virtud del principio de no intervención, no hace nada por solucionar
estos problemas, será el propio proletariado el que inicie la lucha por solucionarlos, lucha que se conoce como el
Movimiento Obrero.
En este trabajo intentaremos contar como con el transcurrir del tiempo, la aparición de nuevas ideas y la aparición
de distintos personajes, dicho movimiento van cambiando de postulamientos hasta llegar a nuestros días,
consiguiendo los trabajadores poco a poco reivindicaciones que desde un primer momento y si las analizáramos,
son totalmente justas para el bien funcionamiento de la sociedad.
2.- ANTECEDENTES Y CAUSAS.
2.1. LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL.
2.1.1. DEFINICIÓN.
Es una de las transformaciones del ámbito económico y tecnológico de la civilización (la otra fue la
introducción de la agricultura) que dieron lugar a una profunda transformación de la economía y la sociedad.
La transformación radical de los sistemas de producción de bienes (industrialización) dio paso a una nueva
organización de la economía (capitalismo) y propició la aparición de dos nuevas clases sociales (burguesía y
proletariado).
Sus principales características fueron la aparición de la máquina, las innovaciones tecnológicas, la utilización
de nuevas fuentes de energía, la organización del obrero en fábricas, la necesidad cada vez más grande de
capital y la división del trabajo.
2.1.3. CAUSAS.
2.1.3.1. REVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA.
Europa pasa de 190 millones de habitantes en 1800 a 400 en 1900, este crecimiento fue posible por
diversas causas:
Disminución de la mortalidad.
Mantenimiento de las altas tasas de natalidad.
Población mejor alimentada.
Mejoras en la medicina y en la higiene.
Esta reducción de la mortalidad tan espectacular da lugar a un gran aumento de la población. Este aumento
demográfico proporcionó la mano de obra que necesitaban las fábricas y fue un estímulo imprescindible para la
industrialización, ya que creó la demanda necesaria para cubrir la oferta de una fabricación de productos masiva y
en serie.
El resultado fue que entre 1700 y 1800 la productividad aumentó en un 90% con lo que se cubrieron las necesidades
propias y hubo un excedente para la exportación.
2.1.3.6. REVOLUCIÓN DE LOS TRANSPORTES.

El ferrocarril
La revolución industrial no habría sido posible si no se hubiera producido, de forma paralela y unida a ella, una
auténtica revolución de los transportes, ligada a la utilización de la máquina de vapor.
La autentica revolución se produjo con la llegada del ferrocarril, este se convirtió en un instrumento de unión para
los mercados y las naciones. Con este nuevo transporte todo era más cercano y más asequible, además de más
barato.
La aplicación del vapor a la navegación arrinconó a los veleros y permitió construir buques de mayor tonelaje. Se
crearon nuevos canales y vías. Gracias a todo esto se hacían exportaciones masivas de países lejanos, que,
proporcionaron alimentos a la Europa industrial.
2.1.3.7. ECONOMÍA DE MERCADO.
Antes de la revolución industrial la economía existente era de subsistencia. La mayoría de la población gastaba
el 80% del sueldo solo en la alimentación. Las hambrunas eran frecuentes. Pero el crecimiento de la población,
así como la mecanización de la industria, los avances y transformaciones agrarias, dieron lugar a un aumento de
la productividad, con lo que se cubrieron las necesidades propias y hubo un excedente con lo que se comerciaba
(se ponía en el mercado interior y exterior).
Aumentó el poder de compra de los campesinos que demandaban productos industriales. En la segunda fase de
la revolución industrial, se ensayaron también nuevas formas de organizar la producción y el trabajo dentro de
las empresas, como el Taylorismo (división del trabajo) y el Fordismo (cadenas de montaje). Como consecuencia
se comenzó a producir en masa y se empezaron a elaborar productos estándares.
2.1.3.9. LIBERALISMO ECONÓMICO.
Se defiende la libre competencia y la no intervención del Estado, ya que todo está regulado por la ley natural de
la oferta y la demanda. Para hacer frente a esa competencia, las empresas intentan reducir costes y precios,
teniendo siempre en cuenta la renovación tecnológica para no quedarse desfasadas. Pero esto no es perfecto,
cada cierto tiempo se suceden crisis provocadas por la superproducción, ya que no hay suficiente capacidad de
compra. Sólo los empresarios más fuertes conseguirán superar la crisis y volver a generar demanda.
2.1.4. CONSECUENCIAS.
La industrialización cambió radicalmente la vida laboral, pero también la vida familiar y el ocio personal. Durante
la primera época, los pequeños agricultores emigraron a las ciudades, por lo que más de la mitad de la población
vivía en ellas.
Las mujeres casadas eran retiradas a menudo del mercado laboral para ocuparse del trabajo doméstico. Los
niños eran utilizados en ocasiones en la industria primaria, pero con la introducción de maquinaria moderna, su
trabajo ya no era necesario.
Como consecuencia de la producción en masa de productos estándares, se necesita una mano de obra poco
cualificada (mujeres, niños). Por otra parte los antiguos maestros de los talleres eran sustituidos por ingenieros,
ejecutivos y contables profesionalizados.
La mecanización en los procesos conlleva a una baja de precios, por que se produce una mejora importante en
la calidad de vida, ya que estos productos se hacen más asequibles a la población.
En el siglo XVIII, en Europa el consumismo crecía. La gente buscaba nuevos tipos de ropas y enseres domésticos.
Este nuevo mercado estimuló a los primeros fabricantes que pronto encontraron forma de estimular aún más
los gustos del público. Aunque los salarios a menudo eran bajos en los primeros años de la industrialización, al
final aumentaron creando nuevas oportunidades para consumir.
La industrialización creó nuevas, y a menudo agudizó, las divisiones sociales.
Al ser mayor la necesidad de capital, las empresas aumentaron de tamaño. Las empresas individuales dejaron
paso a las sociedades anónimas. Las pequeñas empresas no podían superar las crisis, por lo que se vieron
obligadas a fusionarse con otras empresas. Los objetivos de estas fusiones eran fijar precios y reducir la
competencia.
2.2. NUEVA ESTRUCTURA SOCIAL.
(…) Debemos tener en cuenta que durante este periodo se van a estructurar, por un lado, la burguesía
(propietaria de los medios de producción, tierras, fábricas, empresas de servicios,…) que impondrá su poder;
por el otro lado vemos al proletariado (que no posee los medios de producción y trabaja en ellos: jornalero,
obrero o empleado de empresa). Los conflictos entre ambas, entre el capital y el trabajo, es el comienzo de una
historia que nace en esta etapa.
La lucha de las clases sociales fue un problema que apareció en las formaciones de una clase de capitalistas
industrial y una clase de obreros de fábricas, cuyos únicos medios de producción eran sus manos y sus hijos: un
proletariado. Los salarios reales de una pequeña parte de dichos obreros había subido; la alimentación y la salud
había mejorado; la duración de la vida había crecido con la población. Pero la parte más grande e importante de
la población obrera estaban muy mal pagadas, mal alimentadas, peor albergadas, devoradas por la fiebre de las
industrias y por la tuberculosis. A partir de 1785, estos obreros se agruparon, declararon huelgas que iban
acompañadas de violencias contra las maquinas y contra las personas y exigieron que el parlamento dictara una
legislación protectora: empieza la lucha de clases.
2.3. CONDICIONES DE VIDA DEL PROLETARIADO.
2.3.1. LAS DURAS CONDICIONES DE VIDA DEL PROLETARIADO.
Ya veíamos como una de las consecuencias de la Revolución Industrial desde el punto de vista social era la
explotación del trabajador (proletario) por parte de los burgueses (empresarios). Las condiciones de vida de
los obreros eran lamentables; entre ellas estaba una jornada laboral de hasta dieciséis horas en algunos casos
y cobrando un salario que la mayoría de las veces no permitía ni la supervivencia; las mujeres y los niños
realizaban el mismo trabajo pero cobrando la mitad; no existían vacaciones ni derecho a atenciones médicas
y cuando el trabajador llegaba a casa le tocaba vivir hacinado (amontonado) en un espacio reducido y en
condiciones higiénicas precarias.
Evidentemente el enriquecimiento del empresario se basaba en pagar estos sueldos miserables que
permitían una forma encubierta de esclavitud. La mano de obra era abundantísima, al ser muy superior la
oferta de mano de obra que la demanda esto hacía que los salarios fueran muy bajos. Algunas mujeres no
tenían más salidas que la prostitución, y los hombres no tenían más salida que el alcohol para olvidar su dura
existencia.
2.3.2. LAS CONDICIONES DE TRABAJO.

Las condiciones de trabajo de los trabajadores


eran nefastas, tanto hombres, mujeres y niños eran sometidos a largas jornadas de trabajo que solían durar de
12 a 16 horas con jornadas diurnas y nocturnas sin apenas tiempo para descansar, por supuesto todo esto a
cambio de sueldos miserables.
A parte de esto los trabajadores no poseen de seguridad laboral debido a que cuando las industrias pasaban por
un período de dificultades económicas con bajas ventas, los empresarios no dudaban en deshacerse de los
trabajadores: despedían a muchos trabajadores, ya que en la puerta de la fábrica, una larga fila de desocupados
esperaba el momento en que los propietarios de las fábricas decidieran poner nuevamente en funcionamiento
sus máquinas. En cambio cuando los empresarios querían aumentar la producción, estos hacían trabajar más a
los trabajadores. Este sistema provoco un disminución de la eficacia en los trabajadores, en estas consecuencias
el trabajo debía dar resultados negativos en vez de positivos.
Respecto a la utilización de las maquinas, estas aumentaban la productividad pero a la vez reducían el
número de trabajadores esto traía como consecuencias despidos de trabajadores que ya no eran necesarios
ya que habían sido remplazados por las maquinas.
(…)

LOS SINDICATOS CATÓLICOS – CATOLICISMO SOCIAL.


Tanto el liberalismo como el socialismo abogaban por la secularización de la sociedad, eliminando con ello el
protagonismo que la Iglesia había mantenido hasta entonces. La Iglesia condenó estas ideologías, prueba de ello
fue la política reaccionaria desarrollada durante el pontificado de Pío IX, radicalmente opuesto a los cambios que
estaban aconteciendo.
Ante el imparable proceso de industrialización, el constante crecimiento de las masas obreras y de la conflictividad
social, hubo católicos que criticaron la explotación a la que estaba siendo sometido el proletariado. Surgió de ese
modo la denominada “doctrina social de la Iglesia”, condensada en una serie de documentos, entre los que cabe
destacar la encíclica “Rerum novarum” (“De las cosas nuevas”), promulgada en 1891 por el Papa León XIII.
En ella se preconizaba un orden social basado en la justicia y la caridad, exhortando al Estado a socorrer a las clases
más desfavorecidas y alentando el asociacionismo de los trabajadores y fórmulas de asistencia social.
La doctrina social de la Iglesia, sin embargo, no constituyó un corpus teórico en sí misma, sino que se expresó
mediante una serie de consejos encaminados a ilustrar a los fieles sobre cómo afrontar los retos sociales y
económicos del mundo moderno, desde los presupuestos de la fe cristiana.
Negó la existencia de la lucha de clases, tal y como preconizaba el marxismo, y propuso en su lugar la armonía, la
convivencia y el diálogo entre patronos y obreros, exhortando a los primeros a mitigar la miseria de los segundos.
De igual modo protegió la propiedad privada combatida por marxistas y anarquistas, considerándola como un
instrumento al servicio del bien común.
Bibliografia

Resumen de “ El movimiento obrero, causas, orígenes, iedologias revolucionarias”

davidstreams.com/mis-apuntes/el-movimiento-obrero-la-resistencia-ante-los-abusos-del-
capitalismo/

CHICAS SI BIEN CADA PREGUNTA TIENE LA BIBLIOGRAFÍA SUGERIDA CADA PAREJA


PEDAGÓGICA PUEDE HACER USO DEL MATERIAL DE ACUERDO A SU CRITERIO Y
ESTILO DE REDACCIÓN. EL BUEN MANEJO Y CRITERIOSO USO DE LOS TEXTOS
FAVORECEN LA CALIFICACIÓN.
ÉXITOS!!!!!
FECHA DE ENTREGA VIERNES 28.

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