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SENTENCIA C 082-1999 CAUSAL 7 DE NULIDAD DE MATRIMONIO

MAGISTRADO PONENTE: Dr. CARLOS GAVIRIA DIAZ

NORMA DEMANDADA: "Artículo 140. El matrimonio es nulo y sin efectos en los


siguientes casos.
7. Cuando se ha celebrado entre la mujer adúltera y su cómplice, siempre que antes
de efectuarse el matrimonio se hubiere declarado, en juicio, probado el adulterio."

III. FUNDAMENTOS DE LA DEMANDA

El actor considera que el numeral 7 del artículo 140 del Código Civil, consagra una
diferenciación injustificada entre hombres y mujeres, al vincular distintas
consecuencias civiles para el adulterio cometido por uno y otro. A la mujer se le
prohibe establecer una nueva relación marital con quien fue su amante, mientras
que al hombre se le permite rehacer su vida matrimonial con la persona que elija.
Afirma, entonces, que dicho precepto viola la Constitución pues las causales de
nulidad del matrimonio no pueden "edificarse" sobre la base de una clara
discriminación entre el hombre y la mujer, sino únicamente "desde la perspectiva de
la igualdad de derechos y deberes para cada uno de los cónyuges dentro de la
relación marital".

PROBLEMA JURIDICO: la Corte deberá analizar si la disposición acusada contiene


una discriminación en razón del sexo, y si ésta se constituye en un limite injustificado
al libre desarrollo de la personalidad y al derecho a la intimidad. Pasa la Corte a
ocuparse de ello.

VIOLACION DEL DERECHO A LA IGUALDAD

Estima el demandante que la disposición acusada, al anular el matrimonio celebrado


entre la mujer adúltera y su "cómplice", establece un trato discriminatorio en razón
del sexo en contra del derecho a la igualdad, consagrado en los artículos 13, 42 y
43 de la Constitución. Criterio que la Corte comparte por lo siguiente:

En primer lugar, como ya se anotó, la Carta reconoce la igualdad del hombre y la


mujer ante la ley, ¿Es razonable, entonces, anular el matrimonio entre la mujer
adúltera y la persona con quien sostuvo relaciones adulterinas, y no predicar las
mismas consecuencias civiles respecto del matrimonio celebrado, en idénticas
circunstancias, por el hombre adúltero?

Sin lugar a duda, la respuesta tiene que ser negativa pues se trata de una situación
jurídica equiparable, en la que incurren personas que la Constitución reconoce como
iguales. Como bien lo ha sostenido esta Corporación, "el principio de igualdad se
traduce en el derecho a que no se consagren excepciones o privilegios que
"exceptúen" a unos individuos de lo que se concede a otros en idénticas
circunstancias,

Esta concepción, como se ha insistido, no es compatible con los postulados


superiores que reconocen la igualdad de derechos y deberes de todo ser humano,
tal y como se desprende de los artículos 13, 42 y 43 de la Carta.

VIOLACION DEL DERECHO AL LIBRE DESARROLLO DE LA


PERSONALIDAD

El demandante expone que la norma impugnada prohibe arbitrariamente que la


mujer se case nuevamente con quien ella elija.

En efecto, como lo ha reiterado esta Corporación, la decisión de contraer nuevas


nupcias corresponde al fuero interno del individuo y, en consecuencia, es arbitraria
toda injerencia que limite esa opción individual. Así pues, de acuerdo con lo dicho,
es preciso concluir que el numeral 7 del artículo 140 del Código Civil viola los
derechos a la igualdad, al libre desarrollo de la personalidad y a la intimidad y, por
tanto, será declarado inexequible.

RESUELVE : Declarar INEXEQUIBLE el numeral 7 del artículo 140 del Código


Civil

SENTENCIA C-271 DE 2003 CAUSAL 8 DE NULIDAD DEL MATRIMONIO

MAGISTRADO PONENTE: RODRIGO ESCOBAR GIL

I. ANTECEDENTES

El ciudadano José Antonio Serrano Dávila demandó la inexequibilidad del numeral


8° del artículo 140 del Código Civil, considera que la norma impugnada desconoce
los artículos 1°, 5°, 13, 16, 21 y 29 de la Constitución Política.

Artículo 140. El matrimonio es nulo y sin efecto en los siguientes casos:

8º Cuando uno de los contrayentes ha matado o hecho matar al cónyuge


con quien estaba unido en un matrimonio anterior”.

Fundamentos de la demanda
Según el demandante, la norma impugnada, al disponer que es nulo el matrimonio
cuando uno de los contrayentes haya matado o hecho matar al cónyuge con quien
estaba casado anteriormente, está consagrando una sanción civil imprescriptible,
que le impide al conyugicida rehacer su vida aun después de haber saldado su
deuda con la sociedad y con el Estado de derecho a través del cumplimiento de la
condena.

considera que la disposición acusada establece un trato discriminatorio en relación


con el condenado, cuando a pesar del reconocimiento de la “reinserción
social” como una de las finalidades de la pena, consagra como modalidad de
“perdida perpetua de sus derechos civiles y constitucionales”, la prohibición de
contraer matrimonio, desconociendo que por sentencia condenatoria, el
conyugicida ha saldado su falta con la sociedad.

Afirma que la disposición acusada es contraria al debido proceso, específicamente,


a la prohibición de no ser juzgado dos veces por el mismo hecho moralmente.

PROBLEMA JURIDICO: establecer si la norma acusada, al consagrar que es nulo


y sin efectos el matrimonio civil contraído por quien ha matado o hecho matar al
cónyuge de matrimonio anterior, vulnera los principios de dignidad humana,
igualdad y buena fe, como también los derechos al debido proceso, a la honra, a la
intimidad, al buen nombre y al libre desarrollo de la personalidad.

RESUELVE : Declarar EXEQUIBLE el numeral 8 del artículo 140 del Código Civil,
condicionado a que se entienda que la nulidad del matrimonio civil por conyugicidio
se configura cuando ambos contrayentes han participado en el homicidio y se ha
establecido su responsabilidad por homicidio doloso mediante sentencia
condenatoria ejecutoriada; o también, cuando habiendo participado solamente un
contrayente, el cónyuge inocente proceda a alegar la causal de nulidad dentro de
los tres meses siguientes al momento en que tuvo conocimiento de la condena.

SENTENCIA C- 456 DE 1993 EL MATRIMONIO EN LA CONSTITUCION


POLITICA, MATRIMONIO RELIGIOSO Y EFECTOS CIVILES

Magistrado Sustanciador: VLADIMIRO NARANJO MESA

ANTECEDENTE :El ciudadano CARLOS FRADIQUE MENDEZ, en


ejercicio de la acción pública de inconstitucionalidad consagrada en los artículos
241 y 242 de la Carta Política, demandó la inexequibilidad parcial de los
artículos 5, 7, 8, 11 y 12, de la Ley 25 de 1992.

El ciudadano fundamenta su acción con los siguientes argumentos:


1). Que la ley hace una distinción entre "matrimonio, rito-civil y matrimonios religiosos"
que no le es dable hacer, ya que la Constitución no contempla esa distinción porque,
arguye el impugnante, tan sólo existe una clase de matrimonio ante el Estado, otro
argumento es Que se reglamenta el divorcio tan sólo para el matrimonio civil,
debiéndose entender esta reglamentación a otros tipos de matrimonio.

En un segundo acápite de la demanda, pretende el actor establecer la violación al


artículo 13 de la Carta Política, que contempla la igualdad, ya que según él:
Se sigue considerando que existen matrimonios susceptibles de divorcio, y otros no
susceptibles del mismo, creando así una desigualdad entre los ciudadanos que
utilizan uno u otro sistema de vínculo matrimonial.

En una tercera parte de la acusación analiza la estructura semiológica de la frase "los


efectos civiles de todo matrimonio cesarán por divorcio con arreglo a la ley civil". El
demandante manifiesta que hay una imprecisión de la ley, al señalar: "todo
matrimonio", por cuanto es innecesario hablar de un grupo en donde no hay diversidad
de individuos y por ello sólo hay un único matrimonio ante la ley civil.

CONSIDERACIONES DE LA CORTE

Se plantea ante la Corte un caso que involucra dos tendencias naturales del ser
humano: la unión matrimonial y la religiosidad. La Constitución Política en su artículo
42 reconoce a la familia como "núcleo fundamental de la sociedad", y al matrimonio
como uno de sus elementos constitutivos.

De acuerdo con la constitución de 1991 dice que la disolución del matrimonio en


general se rige por la ley civil en los términos que establezca la ley y También tendrán
efectos civiles las sentencias de nulidad de los matrimonios religiosos dictadas por las
autoridades de la respectiva religión, en los términos que establezca la ley.

Para responder las dos tedencias, la corte señalas que Cabe anotar que al
reconocer ella los efectos civiles de los matrimonios religiosos y de las sentencias
de nulidad de esos matrimonios dictadas por las autoridades de la respectiva
religión, en los términos que establezca la ley, está protegiendo, por una parte, la
esfera espiritual de la persona, y de paso garantizando sus derechos a la libertad
de conciencia y a la libertad de cultos y por otra parte, la convivencia social cuya
garantía corresponde por esencia a la potestad civil.

A la ley civil no le corresponde, en modo alguno, regular la esfera espiritual,


saliéndose de su potestad, porque desconocería no sólo la libertad de cultos sino
que impediría el pluralismo, uno de los fundamentos filosóficos de la Carta. De ahí
que no pueda obligarse a una religión a modificar su concepción del matrimonio, en
el sentido de admitir que éste sea disoluble.

En cuanto a la supuesta violación del artículo 13 de la Constitución, hay que resaltar


dos aspectos: primero, la Constitución misma es la que alude al matrimonio
religioso, pero iguala los efectos civiles de éste con los de todo matrimonio, es decir,
estipula la igualdad en derecho.

En segundo lugar, La ley sub examine no desconoce que todos los matrimonios
cesan en sus efectos civiles por el divorcio, de acuerdo con la ley civil; es por eso
que la Corte no considera que exista inconstitucionalidad alguna, porque la ley no
está consagrando ninguna situación que vulnere el derecho a la igualdad ante la
ley.

En resumen, las expresiones "religioso" y "efectos civiles" consagradas en la ley 25


de 1992, no son inconstitucionales, ya que son un desarrollo lógico del artículo 42
de la Carta que emplea esos términos. Asimismo, la expresión "civil", impugnada
por el demandante, no contradice en nada el espíritu de la Constitución, por ser una
derivación válida del contexto del artículo 42, que reconoce el pluralismo, según se
anotó, en consonancia con los artículos 1o., 13, 18, 19 y 20 del estatuto Superior.

RESUELVE : Declarar exequibles los artículos 5, 7, 8,11,12 de la Ley 25 de 1992,


en todas sus partes.

SENTENCIA C-1495 DE 2000

EL MATRIMONIO ES UN CONTRATO, EL DIVORCIO BAJO LAS CAUSALES


SUBJETIVAS Y OBJETICAS DE DISOLUCION

Magistrado ponente: Alvaro Tafur Galvis

LA DEMANDA

El ciudadano Ramón Alberto Lozada De La Cruz, en ejercicio de la acción pública de


inconstitucionalidad, demandó la expresión “o de hecho” que hace parte del numeral 8° del
artículo 154 del Código Civil, tal como quedó reformado por el artículo 6° de la Ley 25 de 1992,
porque considera que desconoce los artículos 2º, 4º, 6º, 29 y 42 de la Constitución Política.

Asi mismo considera que la expresión “o de hecho”, que hace parte del numeral 8° del artículo 6
de la Ley 25 de 1992, quebranta el artículo 29 de la Constitución Política, porque basta que la
separación de hecho hubiere perdurado por más de dos años para que el divorcio se decrete,
sin que para el efecto importe la defensa esgriminada por el demandado. Que por lo anterior
carecen de importancia el ejercicio del derecho de defensa de éste así pueda justificar su
ausencia del hogar, por razones de salud, secuestro, pena privativa de la libertad, trabajo o
estudio, porque la causal no admite modalidades, no considera imputaciones, ni permite
establecer responsabilidades.

Por lo anterior afirma que como probada la interrupción de la vida en común durante dos años,
el juez tiene que declarar el divorcio, sin que para el efecto interese lo que hubiese alegado el
cónyuge demandado.

Para concluir solicita que, en el evento de no prosperar la pretensión de inconstitucionalidad, se


mantenga la disposición acusada en el ordenamiento, empero que se condicione su
constitucionalidad a que la expresión “separación de hecho” se entienda como “interrupción de
la vida conyugal por conformidad de las partes, sin que medie instancia judicial, siendo
inexequible cualquiera otra interpretación.

PROBLEMA JURIDICO PLANTEADO POR LA CORTE

determinar si le asiste razón al actor al pretender que la Corporación declare inconstitucional la


expresión “o de hecho”, contenida en el numeral 8° del artículo 6° de la Ley 25 de 1992, También
deberá analizarse si resulta acorde con dicho ordenamiento declarar la disolución del matrimonio,
haciendo caso omiso de la defensa esgrimida por el demandado.

Por consiguiente se deberá estudiar si quebranta el ordenamiento constitucional decretar el


divorcio, sin entrar en consideraciones subjetivas, cuando medie la interrupción de la vida en
común por más de dos años.

CONSIDERACIONES

cabe afirmar que, acorde con el ordenamiento civil, el matrimonio es un contrato en virtud del
cual “un hombre y una mujer se unen con el fin de vivir juntos, de procrear y de auxiliarse
mutuamente y que de conformidad con la Constitución Política es el vínculo que da origen a la
familia jurídica de tal suerte que el matrimonio es la única fuente obligacional que permite que
los derechos y las obligaciones generadas recaigan sobre la persona misma de los contratantes,
aunque el matrimonio es un contrato, porque resulta esencial el consentimiento de los
contratantes para su conformación, el incumplimiento de la obligación que los cónyuges hacen
de si mismos, no puede estar sujeta a la coacción de los operadores jurídicos es decir, el estado
no puede exigir la obligación de convivir porque este debe de respetar la dignidad humana y la
intimidación de la pareja.

Tampoco el Estado puede mantener el vínculo cuando las circunstancias denotan un claro
resquebrajamiento y ambos, o uno de los cónyuges, así lo pide, de tal suerte que los
ordenamientos han previsto causales subjetivas y objetivas, que permiten a los cónyuges
acceder a la disolución extrínsica del vínculo.
Las causales subjetivas conducen al llamado divorcio sanción porque el cónyuge inocente invoca
la disolución del matrimonio como un castigo para el consorte culpable, mientras que las causales
objetivas llevan al divorcio como mejor remedio para las situaciones vividas.

En consecuencia, la expresión en estudio en cuanto permite a uno de los cónyuges invocar la


interrupción de la vida conyugal, por más de dos años, para obtener una sentencia de divorcio,
no es contraría sino que desarrolla debidamente la Constitución Política, porque los cónyuges
que no logran convivir demuestran por este solo hecho el resquebrajamiento del vínculo
matrimonial, ya que el estado no puede obligar a los conyuges a mantenerse unidos porque a
simple vista se nota que no lo desean.

En conclusión, la expresión “o de hecho” contenida en el numeral 8° del artículo 6° de la Ley 25


de 1992, no desconoce los artículos 4° y 6° de la Constitución Política por apartarse de las
disposiciones que regulan el incumplimiento en los contratos patrimoniales, tampoco se
quebranta el artículo 42 del ordenamiento constitucional, cuando, ante la evidente ruptura que
denota la interrupción de la vida en común, por más de dos años, se faculta a cualquiera de los
cónyuges, sin reparar en la mayor o menor participación en el rompimiento, para instaurar la
acción de divorcio.

Tampoco procede la sentencia condicionada invocada por el actor, por cuanto la Corte considera
que la expresión en estudio en cuanto permite al demandante invocar el divorcio sin demostrar
la culpa del otro ni su inocencia, con independencia de los hechos o circunstancias que motivaron
o prolongaron la interrupción de la vida en común, de tal manera que no resulta necesario
condicionar en ningún sentido la decisión.

RESUELVE: Declarar EXEQUIBLE la expresión “o de hecho” contenida en el numeral 8° del


artículo 6° de la Ley 25 de 1992 que reformó el artículo 154 del Código Civil.

SENTENCIA C-660 DE 2000

Magistrado Ponente: Alvaro Tafur Galvis

DEMANDA: El ciudadano Fabian Lopez Guzman en ejercicio de la acción publica


de inconstitucionalidad, demandó parcialmente el numeral 1° del artículo 6 de la Ley
25 de 1992, A juicio del demandante, la expresión “salvo que el demandante las
haya consentido, facilitado o perdonado, disposición que incluye las relaciones
sexuales extramatrimoniales entre las causales de divorcio, desconoce los artículos
1º, 2º, 4º, 5°, 12, 13, 16, 22, 42, 70, 93 y 94 de la Carta Política ya que para el actor
las expresiones objeto de la presente demanda se explicarían en una constitución
de mentalidad retardataria, no en nuestra Carta Política, fundada en la unidad
familiar y el respeto a sus integrantes.
CONSIDERACIONES

Considera la Corte, al respecto, que asiste razón al demandante cuando expresa


que la norma parcialmente demandada viola los artículos 15, 16 y 18 de la
Constitución Nacional. En primer término esta Corporación encuentra que la
expresión “salvo que el demandante las haya consentido, facilitado o perdonado”,
referida a las relaciones sexuales extramatrimoniales como causal de divorcio, es
contraria al derecho a la intimidad que consagra la primera de las normas
constitucionales mencionadas.

Así, al atribuirle al perdón o al consentimiento que haya prestado uno de los


miembros de la pareja a las relaciones sexuales extramatrimoniales del otro, un
efecto como el que asigna la norma demandada, el legislador se está inmiscuyendo
en el fuero íntimo de los cónyuges, en el devenir de sus emociones y sus afectos,
en su esfuerzo por adecuarse en un momento dado a las conductas de su pareja.

Por consiguiente, la norma demandada contraría el derecho al libre desarrollo de la


personalidad de los cónyuges (Artículo 16 C.P.) y su libertad de conciencia al valorar
actitudes individuales o conjuntas propias de la intimidad de la pareja, así éstas
consistan en facilitar, consentir o perdonar las relaciones sexuales
extramatrimoniales del otro.

Para la Corte, en conclusión, la norma parcialmente demandada, es


inconstitucional porque ante la realidad de la ruptura conyugal, el Legislador no
puede imponer la indisolubilidad del vínculo matrimonial tal como se ha analizado
(C.P., arts. 1º, 2º, 5º y 42,) ni inmiscuirse en el fuero íntimo de los miembros de una
pareja a través de la valoración de los mecanismos que sus integrantes elijan
conjunta o individualmente para la realización del amor conyugal, así ésta no se
consiga (C.P., arts. 15,16 y 18). Y, además, como de conformidad con los
presupuestos constitucionales el Legislador no puede negar a los cónyuges, ante
una situación de fracaso, la reestabilización de sus vidas en todos los órdenes (C.P.,
arts. 1º, 2º, 5º y 42), la expresión demandada es inconstitucional y así deberá
declararse.

RESUELVE: Declarar INEXEQUIBLE la expresión “salvo que el demandante


las haya consentido facilitado o perdonado” que hace parte del numeral 1° del
artículo 6° de la ley 25 de1992 modificatorio del numeral 1° del artículo 154
del Código Civil.
SENTENCIA C-746 DE 2011 CAUSALES DE DIVORSIO

Magistrado Ponente: Mauricio Gonzalez Cuervo

DEMANDA

El ciudadano Julián Arturo Polo Echeverry, en ejercicio de acción pública, demanda


la inconstitucionalidad del numeral 8 (parcial) del artículo 154 del Código Civil,
modificado por el artículo 6º de la ley 25 de 1992, por considerar que vulnera el
artículo 16 de la Constitución Política.

Articulo 8: La separación de cuerpos, judicial o de hecho, que haya perdurado por


más de dos años.” (aparte acusado subrayado)

FUNDAMENTO DE LA DEMANDA

El aparte de la norma demandada limita el derecho a la escogencia libre del estado


civil -a planear una nueva vida-, de quien decida no seguir conviviendo con su
esposo o esposa, imponiéndole el deber de continuar con el estado civil de
“casado”, al fijar un término de dos años de estar separado de hecho o judicialmente
para solicitar el divorcio al juez de familia, con las consecuencias que ello tiene en
materia de sociedad conyugal. La vulneración del postulado de libre desarrollo de
la personalidad se pone en evidencia al no poder contraer un nuevo vínculo
matrimonial aunque lo deseara y, frente a una nueva pareja, estar obligado a unirse
a ella por vínculos naturales.

PROBLEMA JURIDICO: ¿la exigencia legal de dos años de duración de la


separación de cuerpos para invocar el divorcio, vulnera el derecho al libre desarrollo
de la personalidad del cónyuge separado que desea disolver su vínculo conyugal,
por obligarlo a permanecer en el vínculo e impedirle contraer nuevo matrimonio, en
dicho lapso?

CONSIDERCIONES

Respecto a la supuesta restricción del derecho al libre desarrollo de la personalidad


ha dicho la Corte Constitucional que este derecho se vulnera “cuando a la persona
se le impide, en forma irrazonable, alcanzar o perseguir aspiraciones legítimas de
su vida o valorar y escoger libremente las opciones y circunstancias que le dan
sentido a su existencia y permiten su realización como ser humano”

En conclusión, la limitación transitoria o temporal impuesta por la disposición


acusada al derecho al libre desarrollo de la personalidad, no es una medida que
vacíe o anule la dignidad o el derecho del cónyuge a optar por un nuevo estado civil
como proyecto de vida, ni representa una restricción desproporcionada de su
autonomía para elegir libre y responsablemente el estado civil que le plazca u optar
por la conformación de una nueva relación sentimental y una nueva familia.
La disposición demandada, al fijar un término de dos años de separación de
cuerpos para la invocación del divorcio, restringe en algún grado la potestad
subjetiva de autodeterminación de los cónyuges que han optado por la separación
definitiva de cuerpos con miras a la disolución del vínculo a través del divorcio, Tal
limitación legal se basó en disposiciones superiores regulatorias de las materias del
divorcio y la separación.

La disposición demandada la prolongación por más de dos años de la separación


de cuerpos para erigirse en causal de divorcio- apunta a la realización de principios
y valores declarados y privilegiados por la Constitución Política: la protección
integral de la familia como núcleo esencial de la sociedad, de su unidad, y del
matrimonio como forma de constitución de aquella, y la protección de los hijos, de
los intereses de los propios cónyuges y de terceros. Son fines constitucionalmente
válidos y justificatorios de la restricción transitoria al derecho de los cónyuges.

Por lo tanto, la exigencia de los dos años de separación corporal de los cónyuges
para su invocación como causal de divorcio, es una limitación temporaria y no una
medida que vacíe o anule la dignidad o el derecho del cónyuge separado,
ni representa una restricción desproporcionada de su autonomía para elegir libre
y responsablemente el estado civil que le plazca u optar por la conformación de una
nueva relación sentimental o de familia.

RESUELVE: Declarar EXEQUIBLE el aparte acusado del numeral 8 del artículo


154 del Código Civil, por el cargo analizado.

SENTENCIA C-821 DE 2005 CAUSAL PRIMERA DE DIVORSIO

Magistrado Ponente: Rodrigo Escobar Gil

DEMANDA: En ejercicio de la acción pública de inconstitucionalidad, el ciudadano


Gustavo Adolfo Uñate Fuentes presentó demanda de inconstitucionalidad contra el
numeral 1º del artículo 6 de la Ley 25 de 1992, modificatorio del numeral 1 º del
artículo 154 del Código Civil colombiano, "Por la cual se desarrollan los incisos 9,10,
11, 12 y 13 del articulo 42 de la Constitución Política”, por considerar que el mismo
vulnera los artículos 1º, 5, 13, 16, 18, 21, 42 y 94 de la Constitución Política.

ARTICULO 6: Son causales de divorcio: Las relaciones sexuales


extramatrimoniales de uno de los cónyuges.
FUNDAMENTOS DE LA DEMANDA

1. Afecta el principio de dignidad humana consagrado en el artículo 1º de la


Constitución, puesto que restringe la auto disposición de la sexualidad de la
persona. En su sentir, las decisiones relacionadas con la moralidad sexual
competen de manera exclusiva al individuo, quien debe ejercerla libre y
responsablemente.
2. Estima que la norma es discriminatoria y contraria al principio de igualdad, el
actor alude al caso de los hijos producto de las relaciones sexuales
extramatrimoniales, a quienes a su juicio se les continúa discriminando
consuetudinariamente por no haber nacido en el seno de una familia de
origen matrimonial.
3. Desconoce el derecho al libre desarrollo de la personalidad consagrado en
el artículo 16 de la Constitución, pues la libertad sexual está incluida dentro
de este derecho, y el ordenamiento jurídico no puede favorecer la pérdida
de tal garantía instituyendo como causal de divorcio el que uno de los
cónyuges haya sostenido relaciones extramatrimoniales.

RESUELVE: Declarar EXEQUIBLE el numeral 1° del artículo 6° de la Ley 25 de


1992, modificatorio del numeral 1° del artículo 154 del Código Civil, el cual consagra
como una de las causales de divorcio “[l]as relaciones sexuales extramatrimoniales
de uno de los cónyuges”.

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