1ER. CONGRESO LATINOAMERICANO DE INGENIERÍA. ENTRE RÍOS, ARGENTINA, 13-15, SEPT.
, 2017 1
La Ciencia en la formación de la Ingeniería
¿contradicción o contribución?
Guillermo Avendaño, Antonio Rienzo, Germán Blanchard
Universidad de Valparaíso, guillermo.avendano@uv.cl
Resumen— Actualmente se ha producido una distorsión
formalista de gran impacto en la formación de ingenieros en
muchas universidades latinoamericanas; Esto debido a la
eclosión de nuevos paradigmas de exigencia para ser
académico universitario, consistente en generar publicaciones,
preferentemente de alto nivel de impacto, la posesión de varios
títulos y grados, la exigencia generalizada de alcanzar el
doctorado, el hecho de ganar proyectos de investigación en
duras y muchas veces oscuras competencias por la provisión
de fondos. El trabajo explica porque la calidad de la
formación en ingeniería está en riesgo, en parte porque los
docentes formadores de ingenieros, actualmente están
compelidos a ser investigadores, deben publicar, deben ganar
proyectos y su dedicación a estas tareas es hoy por hoy una
prioridad mayor que enseñar bien, ser expertos en un tema y
lo peor es que aquello que antaño se consideró la principal
exigencia, -el dominio teórico práctico de un tema- ha pasado
a segundo plano. Habitualmente se justifica esta deformación
sosteniendo que hay necesidad de hacer Ciencia, adjudicando
esta misión a las Facultades de Ingenierías en desmedro de su
papel de formadoras de ingenieros.
Palabras clave—Credencialismo, Ciencia e Ingeniería,
Formación, endogamia institucional.
I. INTRODUCCIÓN
E n la Facultad de Ingeniería contemporánea no ocurre
lo que siempre históricamente se pretendió, que el
docente sea un especialista que domine un tema,
preferentemente por el ejercicio profesional de la
ingeniería, por haber trabajado en el mundo real de las
empresas o instituciones públicas o privadas. Al contrario,
lo que se exige ahora es la posesión de certificados, títulos
y grados, (deformación conocida como “credencialismo”)
[1], que tenga publicaciones, que su nombre figure en
publicaciones indexadas o informes de investigación.
La docencia no es ejercida mayoritariamente por
expertos que transmiten su conocimiento y experiencia a
los jóvenes estudiantes, se ha deteriorado la esencia de la
enseñanza. A pesar del interés de las autoridades de reclutar
a los mejores para la academia, lamentablemente la
ingeniería de hoy practica la endogamia institucional,
donde los graduados, con competencias y habilidades
teórico-prácticas se alejan de la academia y generalmente
quedan aquellos que gustan de la abstracción y quienes
tienen “inclinación por la investigación científica” que los
convierte –salvo honrosas excepciones- en malos docentes.
El proceso endogámico se da por la inclusión docentes
reclutados entre los graduados, que replican lo que se les
enseñó sin una experticia profesional necesariamente
renovadora del conocimiento, que debe ser obtenida por el
trabajo en la realidad extrauniversitaria.
El propósito de este trabajo no es dar definiciones de
Ciencia y de Ingeniería, ni explicar la ya estudiada
diferencia o la relación armoniosa entre ambas, sino
mostrar la deformación que se produce en las Escuelas o
Facultades de Ingeniería, cuando se pretende enseñar a los
estudiantes a ser investigadores y no formarlos como
ingenieros.
II. ¿CIENCIA O INGENIERÍA, QUE ES LO PRIORITARIO?
Si bien las características y diferencias entre Ciencia e
Ingeniería está estudiada desde hace mucho tiempo [2]-[4],
“La ingeniería se diferencia de la ciencia en muchos
aspectos. Quizás el más significativo es que, en lugar de
estudiar y explicar fenómenos, la ingeniería transforma
realidades” [5].
Debemos recordar que la Ciencia se ocupa de descubrir
cómo y por qué funcionan las cosas; lo hace mediante
experimentos y observaciones repetibles y con pleno
control de las variables que intervienen. En cambio, lo que
compete a la Ingeniería no es descubrir y describir el
funcionamiento del mundo, sino cambiarlo o mejorarlo
mediante diseños que operen eficazmente para los fines
deseados, y a veces puede lograrse que las cosas funcionen
aunque la ciencia no pueda explicar por qué. Esto nos lleva
a entender la diferencia entre Técnica y Tecnología, la
primera puede ser sólo un procedimiento empírico que
entrega resultados esperados, (como la acción del hombre
primitivo que al frotar dos maderos obtenía fuego sin
entender el fenómeno), mientras que la Tecnología,
generada en el mundo moderno por la Ingeniería basada en
la Ciencia, es capaz de tener un cuerpo de conocimientos
teórico prácticos propios, que no sólo establece
metodologías para hacer las cosas, sino también tiene
explicaciones comprobables de los fenómenos involucrados
(como la Informática, la Mecánica, la Electrónica, etc.)
Es universalmente aceptado que el conocimiento basal de
todas las disciplinas de la ingeniería, se origina en las
llamadas Ciencias fundamentales como la Física la
Química, la Matemática, la Biología y en algunos casos la
Ciencia Económica; Es también un hecho inobjetable que la
Ingeniería ha desarrollado métodos, procedimientos,
cálculos y algoritmos que le son propios y sin los cuales no
se tendrían los resultados espectaculares de la tecnología
moderna. No se pretende desmerecer el valor de la Ciencia
ni su importancia fundamental en el mundo moderno, sino
examinar como a su nombre se desvirtúa la Ingeniería,
“Hoy se va comprendiendo cada vez mejor que la Ciencia
no se define solamente por el método matemático (abstracto
formal y deductivo), ni solo por el método experimental,
sino por el grado de verdad que posee”. [2]
La Ingeniería y la Ciencia tiene aspectos en común,
como el hecho de que muchas leyes de Física, Química o
Biología se utilizan en ambos ámbitos, por ejemplo las
ecuaciones del campo electromagnético, son la base para
crear un transmisor de radio, sin embargo la explicación
físico matemática de un fenómeno, no es suficiente para
que un dispositivo funcione en el mundo real, se requiere
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incorporar otras consideraciones y otros conocimientos para
lograr un transmisor funcional, fiable y adecuado para
propósitos prácticos. Un físico con las ecuaciones de
Maxwell-Faraday puede enseñar a calcular teóricamente
un transformador eléctrico en las aulas, sin embargo el
ingeniero para lograr un transformador usable, fiable e
industrializable, debe considerar lo teórico y lo práctico,
las dimensiones del núcleo, debe contar con datos del
calibre del alambre para que quepa en el espacio disponible,
valorar la vibración mecánica, el calor que se genera, su
peso e incluso su apariencia física, etc. Factores que si no se
toman en cuenta impiden concretar el proyecto, al ingeniero
no se le acepta que entregue sólo una explicación de un
fenómeno, ni un minucioso desarrollo de ecuaciones, él
debe entregar un dispositivo que funcione adecuadamente.
En todas las especialidades de la Ingeniería, desde las
más tradicionales como la Ingeniería Civil, la Minera,
hasta las más modernas como la Bioingeniería, pasando
por Electrónica, Informática y otras, se tienen ejemplos
categóricos de que no es posible obtener los productos
esperados, sólo con el conocimiento científico básico, es
preciso contar con cuerpos de conocimientos específicos y
propios de cada especialidad, los cuales sólo pueden ser
transmitidos por docentes expertos. En la actual situación
de gran desarrollo tecnológico y acumulo de grandes
cantidades de conocimientos especializados, no es
aceptable ni el auto-aprendizaje de los docentes,
(“profesores de Wikipedia”) ni la enseñanza por parte de
profesionales poseedores de credenciales pero sin
experiencia real.
Sin embargo, a pesar de los aspectos comunes, entre
Ciencia e Ingeniería hay notables diferencias, la Ciencia
ante diversas hipótesis explicativas de un fenómeno,
pretende eliminarlas a todas excepto una, -que se convertirá
en la ley que explique todos los casos similares-. En la
búsqueda de la verdad, característica esencial de la Ciencia,
es imperativo que sea aceptada sólo una explicación
universal, general y verificable en todos los casos, mientras
que en la Ingeniería es posible (y deseable) lograr el mismo
resultado final (como el transmisor de radio mencionado
antes), con diversos procedimientos o metodologías, la
riqueza de la variedad es a diferencia de la Ciencia, un
mérito creativo de la Ingeniería.
Otra importante diferencia está dada por el ámbito de
desempeño, en la mayoría de los casos el científico está
vinculado a la academia y a los laboratorios, mientras que
la mayor parte de los ingenieros trabajan en el mundo
industrial y de servicios, unos buscan la verdad y otros
buscan soluciones prácticas a problemas concretos. Si un
científico trabaja en una actividad profesional o el ingeniero
en actividades científicas, eso no es más que una excepción
que confirma la regla, pero no es un argumento válido para
convertir las carreras de ingeniería en productoras de
científicos, desnaturalizando su propósito real.
En desmedro de la ingeniería, se cultiva en el mundo
universitario la pretensión de que sólo la ciencia tiene valor,
la ingeniería sería un conjunto de aplicaciones triviales. En
el contexto de la fuerte competencia por recursos,
posicionamiento relativo de unas universidades con
respecto a otras, se ha creado la cultura de elevar el nivel,
elevando la valía de los docentes, lo cual en algunas
Escuelas de Ingeniería actuales, pareciera que sólo se
alcanza convirtiendo a los docentes en investigadores
científicos. Hay definiciones como los de la RAE (Real
2
Academia de la Lengua Española), “que relegan a la
ingeniería y a los profesionales que la ejercen a una
mera empresa subsidiaria del saber científico.”[6]
“Como afirma el ingeniero Hardy Cross en su libro Los
ingenieros y las torres de marfil. Existe la costumbre de
pensar que la ingeniería es parte de una trilogía: Ciencia
pura, Ciencia aplicada e Ingeniería. Se debe hacer énfasis
en que esta trilogía es solamente una de la tríada de trilogías
en cuales encaja la ingeniería. La primera es ciencia pura,
ciencia técnica, ingeniería; la segunda es teoría económica,
finanzas, ingeniería; y la tercera es relaciones sociales,
relaciones industriales, ingeniería. Muchos problemas de
ingeniería están tan cercanos a los problemas sociales como
a los problemas de la ciencia pura [2].
Adicionalmente en diversas instituciones se enseña a los
futuros ingenieros a ser “científicos”, no por convicción de
que eso es lo mejor y lo que debe hacerse, no es el resultado
de una certidumbre científica, sino que en muchas
ocasiones, es el resultado de la incompetencia, los docentes
autodefinidos como investigadores, al no tener experiencia
profesional enseñan lo que saben no lo que deben
enseñar, el resultado es un graduado que aspira a replicar la
misma conducta, eso es lo que a su vez considera correcto
y en un proceso endogámico se queda en la universidad
como docente porque detecta que no podrá ser un
competente ingeniero en el mundo real. Al mismo tiempo
esos docentes, si tienen autoridad en sus instituciones,
acomodan las mallas curriculares para que los temas que
ellos manejan sean importantes, sin interesarles si sus
discípulos los necesitan verdaderamente, o si el estudio de
esos temas, es un imperativo de la profesión.
No es cierto que cada estudiante en su etapa terminal, en
el campo de la ingeniería es un científico en potencia;
Muchas veces se les involucra en proyectos científicos,
esperando que se desempeñen como tales, dando como
resultado, productos como artículos, informes o hasta
solicitudes de patentes, llenos de inexactitudes,
procedimientos no replicables -o peor aún- productos
francamente falsos. A eso se le califica como pseudo-
ciencia porque en una apariencia de tal, los resultados
finales son hipótesis nulas, con la consecuencia de que los
recursos involucrados son pérdida total. Los estudiantes
resultan a veces cómplices de irregularidades y si las
denuncian no son escuchados por un tema de autoridad [9].
En ese contexto es muy fuerte la tentación de falsedad en
los resultados cuando el producto final de un proyecto de
ingeniería no es un dispositivo o una tecnología, sino un
informe o una publicación.
III. LA FORMACIÓN EN INGENIERÍA UN DESAFÍO
PERMANENTE
Si trasladamos los conceptos previos a la formación de
ingenieros, veremos que las asignaturas y sus contenidos
deben diseñarse de manera que apunten al logro de una
captación de conocimientos adecuados por parte de los
estudiantes, adicionalmente es una exigencia insoslayable
que cada disciplina teórica tenga un correlato práctico, por
ello, los laboratorios en Ingeniería, deben ser numerosos y
que apunten, mas a desarrollar la creatividad y generar una
mentalidad innovadora, que a verificar si las leyes de la
ciencia se cumplen (los laboratorios estereotipados que sólo
son útiles en los primeros años de formación, mientras que
para los cursos más avanzados se requieren laboratorios con
dispositivos profesionales)[7].
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Consistente con la idea de convertir la enseñanza de la
Ingeniería en una enseñanza de Ciencia, se han creado
mallas curriculares con un excesivo contenido de
asignaturas y con mínimo de laboratorios o prácticas en
terreno, eso pone en riesgo la calidad del graduado y su
capacidad de aplicar conocimientos en problemas reales.
En la Ciencia se ha demostrado que hay una mayoría de
fraudes en las actividades vinculadas a la Biología y
Medicina “Es curioso que sea en el área médico-biológica
en la que la deshonestidad es más aparente. Quizás esto se
deba a que es en ésta donde se hace más necesaria la
objetividad e imparcialidad en la observación de los
fenómenos. En el planteamiento de ideas en forma de
hipótesis no puede haber engaño; en cambio, en la
ejecución de un experimento y en la manipulación de los
datos, sí.” [8].
Coherente con lo anterior, en el mundo de la Ingeniería
Biomédica es donde se dan las mayores deformaciones
curriculares privilegiando las asignaturas científicas básicas
en perjuicio de las relacionadas con especialidades. En la
Carrera Ingeniería Civil Biomédica de la Universidad de
Valparaíso el 48.73% de los créditos son relativos a
Ciencias y 42,67 % relativo a ingeniería, mientras que en la
Carrera Ingeniería de Sistemas Biomédicos de la
Universidad Autónoma de México UAM, el 58.1 % es de
Ciencias y el 31.2 % corresponde a Ingeniería, (el resto en
ambos casos corresponde a otras asignaturas generales),
[9]. [10] Se aprecia la tendencia a favor de las asignaturas
científicas en perjuicio del conocimiento especializado.
A. Como lograr aprendizaje útil
El objetivo debe ser el aprendizaje orientado a la
aplicación de los conocimientos, es decir lograr que el
estudiante escale la Pirámide de Miller, donde la punta de la
misma es la única opción en Ingeniería. El graduado debe
situarse en esa posición que le garantice poder ejercer sus
conocimientos con resultados positivos. En algunas
disciplinas profesionales como la Medicina o la Ingeniería
se requiere que el graduado egrese habiendo llegado a la
punta de la pirámide, no basta que sepa cómo funciona
algo, ni cómo demostrarlo, debe ser capaz de crearlo o
modificarlo.
Fig. 1: Escala del saber, La pirámide de Miller
B. Niveles académicos
El Pregrado y el Bachiller son programas para la
formación de profesionales. Los grados de Magister y
Doctorados corresponden a la Carrera Académica e
investigación científica.
Actualmente a través de un recurso incorporado en las
mallas curriculares de Pregrado, llamado Articulación con
el postgrado [11], se extraen estudiantes desde los estudios
3
con orientación profesional, otorgándoles en forma
abreviada y económica un grado de Magister, para
incorporarlos como colaboradores de los Académicos que
desarrollan proyectos de investigación.[4].
Los estudiantes graduados por esta vía normalmente no
ejercen la profesión, restándose de la fuerza de trabajo
requerida para la solución de los importantes problemas que
demanda la Sociedad y el desarrollo de los países. La
mayoría de ellos ejerce como académicos sin haber tenido
el necesario contacto con el mundo profesional, atraídos
también por los incentivos que proveen los sistemas de
financiamiento concursables.
Los académicos se apartan de la docencia de pregrado
por la obligación de publicar impuesta por las
Universidades y por los incentivos que se reciben por cada
publicación, lo cual genera malas prácticas y degrada el
contenido. [12]-[14].
La recuperación del perfil formativo de las Carreras de
Ingeniería ha sido intensamente estudiado y formulado por
diferentes instituciones y autores [15], sin embargo, para
que ello pueda implementarse como cambio curricular
requiere de la aceptación de los investigadores, quienes por
jerarquía académica y otras razones, defienden su postura
fuertemente orientada a las Ciencias Básicas y distanciadas
de la contingencia profesional.
C. Los contenidos de las asignaturas
Algunos sostienen que la formación universitaria debe
sólo dar los principios, mientras que los conocimientos de
aplicación, se aprenderán en el ejercicio profesional. Este
sesgo de Universidades latinoamericanas, se caracteriza por
la abundancia de contenidos teóricos que desencantan a los
estudiantes y generan profesionales con serias limitaciones
de aplicación. Quienes no trabajaron en el mundo
profesional de la Ingeniería, enseñan sólo lo que encuentran
en los libros o en Internet, de manera que están convencidos
de que eso es suficiente para que el graduado aplique
dichos conceptos en la vida profesional. Sostienen
erróneamente que la teoría es de la Universidad y la
práctica es del mundo profesional. Lo que realmente debe
enseñarse en el mundo de la Ingeniería es una teoría con
aplicaciones prácticas, (contenidos conceptuales, cálculos y
luego uso de laboratorios) en el seno de la carrera, mientras
el estudiante se forma como profesional.
IV. ETICA EN INGENIERIA
La ética es una exigencia no sólo por las eventuales
consecuencias de una mala ingeniería, mala gestión, mal
diseño, economías a costa de la calidad del diseño o
proyectos mal hechos, eventos que normalmente se
consideran como faltas de ética profesional, es también
importante considerar que el primer imperativo técnico es
la pertinencia, concepto que es el primero que se vulnera,
por parte de algunos ingenieros que entienden que aquello
que no dominan no lo pueden aplicar exitosamente. Sin
embargo a pesar de esa percepción, en el mundo
académico muchos ingenieros asumen que si pueden
enseñar aquello que no conocen suficientemente y en
algunos casos ignoran totalmente, esta falta de ética, en
muchos casos no se considera tal ya que se justifica
diciendo que cualquier profesional graduado de una
universidad tiene cierta capacidad de autoaprendizaje que lo
“habilita” para impartir clases de materias o contenidos
autoenseñados.
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Aunque las consecuencias son indirectas, su acción
deriva en una mala formación de los estudiantes, ya que al
final el graduado mal formado incurrirá en errores, que
pueden tener diversos grados de resultados perjudiciales.
“La evolución científico-técnica ha hecho que el poder
transformador de la tecnología sea cada vez mayor y por
tanto, se puedan causar inadvertidamente efectos no
deseados de gran magnitud. Entonces las decisiones de la
ingeniería no sólo tienen connotación ética, sino que se
vuelven con toda justificación asuntos de interés público”.
[16]
El desarrollo tecnológico va creando medios e
instrumentos que permiten hacer lo que antes era imposible;
esto plantea continuamente nuevos problemas éticos.
Además, para un mismo fin se crean cada vez tecnologías
más poderosas y, por tanto, de mayor riesgo. Hay, pues,
nuevos dilemas éticos y riesgos nuevos o mayores que
deben encararse en el marco de la ética [16]. Por otro lado,
las escuelas de ingeniería de todo el mundo están
reexaminando sus conformidades en relación con los
criterios de la acreditación internacional [17], y cuyos
procesos internos tienen como objetivo incorporar el
estudio de la ética junto con la comprensión de los impactos
humanos y ambientales de las decisiones de los ingenieros.
Algunos especialistas mencionan que los temas éticos
deben incluirse en la formación curricular de los estudiantes
y futuros científicos e ingenieros [16], ya que ellos deben
estar preparados para identificar conflictos de interés en la
investigación, y para evitar la mala conducta científica y
una gestión inadecuada de los datos experimentales. Pero
también deben considerarse los casos de la autoría y el
plagio, la propiedad intelectual, la seguridad de la
privacidad y la confidencialidad y en general los principios
rectores que definen la conducta en la investigación.
El fenómeno del fraude en publicaciones ha alcanzado tal
nivel de proliferación y gravedad que ha permitido la
creación de centros de investigación de publicaciones
engañosas, y el conocido como “Spoofing”, ha permitido
crear deliberadamente publicaciones fraudulentas que son
aceptadas por editoriales diversas, a pesar de su notoria
pésima calidad o falsedad absoluta, verificando de esta
manera que el afán de publicar a ultranza, da origen a una
doble falta ética, la de los investigadores compelidos a
publicar cualquier cosa a cualquier precio, y la de empresas
que publican (y lucran con ello), sin tomar los debidos
resguardos por la seriedad y calidad de lo que publican [8]
“Una de las herramientas de spoofing más populares es
SCIgen, un algoritmo creado, en 2005, por un grupo de
M.I.T. Estudiantes que tiran al azar palabras "para generar
automáticamente presentaciones a conferencias que
sospechas que podrían tener estándares de sumisión muy
bajos" [18].
V. CONCLUSIONES
Con la deformación cientificista, el choque con la
realidad es descomunal, en algunos casos los graduados a
pesar de elogiar el haber estudiado una ingeniería de gran
utilidad en el mundo real, critican los errores en la
formación, por ejemplo dicen, “aprendí poco de
aplicaciones biomédicas reales en la universidad, recibí
mucha teoría, yo nunca lo escuche eso cuando estuve en la
carrera…” [19].
4
La tendencia al fraude en investigaciones y artículos es
de alta peligrosidad ya que es compulsiva por las demandas
de resultados y publicaciones.
El credencialismo se convierte en una fin, así la
Universidad requiere de numerosos académicos con títulos
y grados para recibir recursos, posicionarse mejor en la
competencia por prestigio y captación de buenos
estudiantes.
El graduado formado con una malla más científica que
profesional, tiene un impacto menor que el esperado en la
sociedad, por su falta de conocimientos específicos,
invariablemente se ve obligado a aprender contenidos
importantes en la vida profesional que no conoció siquiera
en la Universidad. Se genera el síndrome de divorcio entre
teoría y práctica, creyendo erróneamente que la universidad
no está destinada a formarlo cabalmente sino a darle
elementos introductorios y que aprenderá a ser ingeniero
sólo con el ejercicio de su profesión
REFERENCIAS
[1] D. Brown “The Social Sources of Educational Credentialism”
Sociology of Education. Vol. 74 pp. 19-34, 2001
[2] A Valencia,. “La relación entre la Ingeniería y la Ciencia” Revista
Facultad de Ingeniería Universidad de Antioquia, N°. 31, junio, pp.
156-174, 2004
[3] http://alanxpega.blogspot.cl/2009/04/relacion-entre-la-ciencia-y-
la.html
[4] H. Rojas, R Méndez; A Rodríguez “Índice de actitud hacia la
investigación en estudiantes del nivel de pregrado” Entramado, vol.
8, núm. 2, julio-diciembre, , pp. 216-229, 2012
[5] Olaya, C. “Más ingeniería y menos ciencia por favor”. XI Congreso
Latinoamericano de Dinámica de Sistemas Instituto Tecnológico y
de Estudios Superiores de Monterrey, México, 2013
[6] J. Aracil “Radio Nal. España”, catedrático de la Escuela Superior de
Ingenieros Industriales de Sevilla, emisión de 16/2
/2012http://www.raing.es/es/noticias/la-rai-en-los-medios/jos-
manuel-sanjurjo-en-hombros-de-gigantes-de-rne
[7] G. Avendaño. “La Formación en Ingeniería Biomédica: Aspectos
característicos de una innovación curricular en la UV. Editorial
Dircal, 53-68 2007.
[8] P. Schul, I. Katime “Los fraudes científicos” Revista Iberoamericana
de Polímeros Volumen 4(2), Abril 2003.
[9] http://oferta.unam.mx/carrera/archivos/planes/ingenieriaensistemasb
iomedicos-plan-de-estudios.pdf.
[10] http://www.biomedica.uv.cl/index.php/malla
[11] Articulación entre el pregrado y el postgrado: Experiencias
universitarias. Santiago, Chile, CINDA, Marzo de 2013
[12] T. Opazo, La tiranía de las publicaciones académicas, Santiago, La
Tercera, 23 enero 2016. http://www.latercera.com/noticia/la-tirania-
de-las-publicaciones-academicas/
[13] C. Bennett, M. Miller, G. Wolford, ”Neural correlates of interspecies
perspective taking in the post-mortem Atlantic Salmon: an argument
for multiple comparisons correction”. Neuroimage, 47 (Suppl 1), pp.
S125. 2009
[14] T. Opazo, N. Zunino, “Confesiones de un plagiador”, La Tercera, 1
de Agosto de 2015, http://www.latercera.com/noticia/confesiones-
de-un-plagiador/
[15] CDIO implementation kit http://www.cdio.org/implementing-cdio-
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[16] D. Reséndiz, “El rompecabezas de la ingeniería. Por qué y cómo se
transforma el mundo” Editorial FCE, SEP, CONACyT, 2008
http://tecnodesign.com.co/wpcontent/uploads/2016/04/rompecabeza
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[17] J.Monzon and A.Monzon-Wyngaard (2009); “Ethics and
Biomedical Engineering Education: the continual defiance”; 31st
Annual International Conference of the IEEE EMBS 2-6-
2009.http://ieeexplore.ieee.org/stamp/stamp.jsp?arnumber=5333435
[18] I Burdick “Paging Dr. fraud”: the fake publishers that are ruining
science March 22, 2017
http://www.newyorker.com/tech/elements/paging-dr-fraud-the-fake-
publishers-that-are-ruining-science
[19] Testimonio de profesionales graduados en Seminario experiencias
en el Desempeño de los ingenieros biomédicos U. Valparaíso 14
Nov 2013.