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claudio barrientos
[editor]
Aproximaciones a la cuestión mapuche en chile
Aproximaciones a la cuestión
mapuche en Chile
164 p. ; 23 cm.
ISBN: 978-956-01-0121-1
1 mapuches-condiciones sociales. 2 mapuches-con-
ISBN 978-956-01-0121-1
Derechos reservados.
Índice
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Claudio Barrientos
1
La publicación de este libro es parte de una investigación financiada por el Centro
Interdisciplinario de Estudios Interculturales e Indígenas-ICIIS, Código de Proyecto:
CONICYT/FONDAP/15110006
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Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
2
Un texto que viene a plantear importantes puntos sobre este tema, es el editado
por Consuelo Figueroa, Chile y América Latina. Democracia, ciudadanías y na-
rrativas históricas. (Santiago: RiL Editores, 2013). Ver preferentemente el estudio
preliminar de la editora.
3
Existe una amplia bibliografía sobre este tema, un autor ya canónico en torno a la
historia indígena de nuestro país, escrita desde el centro del país es José Bengoa,
Historia del pueblo mapuche: siglo XIX y XX, Colección Estudios Históricos
(Santiago, Chile: Ediciones Sur, 1985); Historia de un conflicto: el Estado y los
Mapuches en el siglo XX, 1° ed. (Santiago [Chile]: Planeta/Ariel, 1999); José Ben-
goa y Alejandro Sabag, Los mapuches, comunidades y localidades en Chile (San-
tiago, Chile: Instituto Nacional de Estadísticas: Ediciones SUR, 1997); Mapuche.
Procesos, políticas y culturas en el Chile del Bicentenario (Santiago: Catalonia,
2012). Para una referencia histórica sobre el pueblo mapuche y su relación con el
Estado y la sociedad chilena en periodos previos a 1990, ver: el estudio etnográfi-
co e histórico de la Comunidad Nicolás Ailío realizado por Florencia Mallon, en
el que analiza la relación política del Estado chileno con los mapuche de Cautín
desde una perspectiva cultural y desde la historia de la comunidad en el siglo XX:
Florencia E. Mallon, La sangre del copihue: la comunidad mapuche de Nicolás
Ailío y el Estado chileno, 1906-2001 (Santiago: LOM, 2004). Andrés Aylwin ha
hecho un estudio sobre la génesis y los cambios de la legislación indígena en Chile
en los gobiernos de la Concertación: José Aylwin Oyarzún, Materializaciones y
conflictos: aplicación de la Ley Indígena en el territorio mapuche (1994-1997)
(Temuco, Chile: Instituto de Estudios Indígenas, 2000). Un estudio importante
para entender el desarrollo de la industria forestal en Chile y su cercana relación
al proceso de proletarización de los campesinos de las montañas del sur de Chile es
el trabajo de Thomas Klubock. Si bien su análisis no contempla la variable étnica y
es más bien una aproximación de la historia social y ambiental, es posible hacerse
de un contexto específico en lo referido a la explotación forestal en la región de la
Araucanía y zonas aledañas a esta. Thomas Miller Klubock, «The politics of forests
and forestry on Chile’s Southern frontier, 1880s-1940s». The Hispanic American
Historical Review 86, no. 3, 2006. Estudios sobre ciudadanía, etnicidad y género,
desde el punto de vista sociológico, con fuerte trabajo en terreno y en diálogo con
las principales investigaciones históricas y antropológicas chilenas han sido reali-
zadas por Patricia Richards quien despliega en sus textos importantes preguntas
sobre la especificidad del pueblo mapuche en términos de ciudadanía en nuestro
país. Patricia Richards, «Expanding women’s citizenship? Mapuche women and
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Chile’s national women’s service», Latin American Perspectives 30, no. 2, 2003, y
de la misma autora, «The politics of gender, human rights, and being indigenous in
Chile», Gender and Society 19, no. 2, 2005. De Yun-Joo Park y Patricia Richards,
«Negotiating Neoliberal Multiculturalism: Mapuche workers in the Chilean state»,
Social Forces 85, no. 3, 2007.
4
Un texto que desarrolla bien esta idea es Jorge Vergara, Aldo Mascareño, Rolf
Foerster, La propiedad huilliche en la Provincia de Valdivia (Conadi, Santiago:
Arena Impresores, 1996).
5
Rolf Foerster and Sonia Montecino Aguirre, Organizaciones, líderes y contiendas
mapuches, 1900-1970, 1° ed. (Santiago, Chile: Ediciones CEM, 1988).
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Florencia Mallon (editor), Decolonizing native histories: collaboration, knowledge
and language in the Americas (Durham and London: Duke University Press, 2012).
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Nancy Yáñez and José Aylwin Oyarzún, El gobierno de Lagos, los pueblos indígenas
y el Nuevo Trato : las paradojas de la democracia chilena (Chile: LOM Ediciones,
2007).
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Yáñez, ob. cit., 2007.
9
Uno de los trabajos más completos, que pronto aparecerá en formato de libro, es
el trabajo de Fernando Pairican Padilla: «La Coordinadora Arauco Malleco y el
conflicto mapuche en el Chile de la Concertación 1997-2002». Tesis para optar al
grado de licenciado en Historia, USACH, 2009, 2 tomos. En este texto se hace una
revisión exhaustiva de la historia de la CAM, pero además el autor tuvo acceso
privilegiado a informantes claves desde dentro de la organización, en un periodo
de mucho hermetismo de los grupos políticos indígenas más radicales. Luego
tiempo después, se publicó una entrevista entre Héctor Llaitul y Jorge Arrate:
Weichan. Conversaciones con un Weychafe en la prisión política (CEIBO, 2012).
Otro texto importante publicado en 2013 es el de Tito Tricot: Autonomía. El
movimiento mapuche de resistencia (CEIBO, 2013). Este libro hace una revisión
exhaustiva del movimiento indígena contemporáneo, y junto a Pairicán comparte
la tesis de que a partir de los hechos de Lumaco de fines de 1997, cuando las co-
munidades de Pichilonkoyan y Pililmapu realizaron una acción de recuperación
de tierras ancestrales y queman unos camiones de la Forestal Bosques Arauco, se
instaura dentro del movimiento mapuche un nuevo discurso autonomista y una
nueva forma de política de resistencia, que sintetiza en un discurso de autonomía,
demandas territoriales, culturales, económicas y políticas, que si bien habían sido
parte de otros movimientos indígenas anteriores, a partir de Lumaco esta síntesis
daría paso a un movimiento estructural más que social, es decir, a la construcción
de un proyecto de sociedad propio, que se apartaría y diferenciaría de la nación
chilena, al menos como la hemos entendido hasta ahora.
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de izquierda o derecha, que más bien son sujetos que desde su condición
de subalternidad elaboran estrategias independientes y autónomas para
impulsar proyectos propios en beneficio de sus comunidades, logrando
en algunos momentos niveles de cohesión y consenso dentro del mundo
mapuche que pocas organizaciones indígenas han logrado tener en la
historia de Chile contemporáneo. Descolonizar el análisis de los actores
políticos mapuche, sacarlos de los supuestos y sentidos comunes de las
ideologías partidistas, para entender a los sujetos históricos en su comple-
jidad y ambivalencia en las permanentes opciones y estrategias que deben
implementar para sobrevivir, es la principal propuesta de este capítulo. Así,
dejaremos de pendular entre los estereotipos de los mapuche de derecha
y cómplices de la dictadura, o bien, sobrerrepresentar organizaciones de
izquierda y disidentes a la dictadura, obliterando otras menos radicales,
pero no por ello conservadoras.
El texto de José Marimán hace una revisión de los movimientos
autonómicos mapuche. Su apuesta es que la década de 1990 va a ser un
periodo en que todos estos discursos se van a canalizar en organizaciones
y actores políticos concretos. Su texto detallado e informado está basado
tanto en material académico como de archivo y en una amplia experiencia
personal en la militancia y en la formulación de estrategias políticas ma-
puche. Este capítulo constituye una síntesis acabada y útil para entender
cómo surgen y cómo actúan distintos grupos políticos indígenas, las ma-
trices discursivas de sus propuestas autonómicas, así como la diversidad
de ámbitos que estas abarcan. Es interesante cómo Marimán considera y
valora la emergencia de una joven intelectualidad mapuche como parte de
las propuestas políticas que emergen desde el sur de Chile y el impacto que
tienen dentro de la política nacional. También es interesante dónde ubica
estos movimientos y asociaciones dentro de un contexto político de post
Guerra Fría y transformaciones de la izquierda internacional y chilena;
este escenario y estas referencias ayudan a comprender las divergencias
de los movimientos mapuche con los partidos políticos progresistas de
nuestro país.
Los textos de Patricia Richards y Juan Francisco Salazar se sitúan
desde las construcciones de imágenes y estereotipos mapuche. Es intere-
sante el diálogo que proponen estos textos, pues Richards piensa estos
patrones desde la prensa y el Estado, en el marco de la criminalización de
los movimientos indígenas en Chile, con la construcción del estereotipo
de terrorista. La autora rastrea mediante entrevistas cómo individuos de
las elites locales responden y reaccionan frente a esta representación, de
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qué modo les afecta y en qué forma este concepto puede constituirse en un
mecanismo de control, represión y racismo. Luego, el texto de Salazar no se
centra tanto en la manera en que los mapuche son retratados desde la he-
gemonía de los medios de comunicación nacionales, sino en cómo aquellos
articulan sus propios medios para autorrepresentarse. Esta autor reasigna
agencia a los mapuche en las imágenes y discursos que quieren transmitir
sobre ellos mismos en medios alternativos, y cómo esto constituye una
forma de intervenir la esfera pública y de contrarrestar las agrupaciones
desde el Estado y desde los consorcios comunicacionales chilenos.
Sin duda, hay una serie de temas emergentes que no están considerados
en este libro. Hoy por hoy, por ejemplo, educación es central como proble-
ma en la implementación del Convenio 169 y la Educación Intercultural
Bilingüe. No sabemos aún qué implica una educación intercultural de esa
naturaleza. Habría que pensar no solo en que es bueno implementarla en
la Araucanía, sino también en todo el país. Hoy hay más mapuche en la
capital que en la Novena Región, por tanto, pensar políticas públicas hacia
los mapuche implica desruralizar nuestra concepción del mundo indígena.
También es importante pensar que si la educación va a ser intercultural y
se va a valorar la cultura mapuche en las escuelas, la pregunta es de qué
sirve que esta sea solo enseñada en el sur de Chile, y no en los principales
centros urbanos del país.
El objetivo es que los niños chilenos valoren las prácticas culturales,
la lengua y la experiencia histórica mapuche para que la discriminación
y los estereotipos negativos contenidos en el currículo y textos de estudio
no afecten el aprendizaje de los niños de origen indígena. Por ejemplo,
no sabemos sobre las relaciones de género al interior de las comunida-
des indígenas y en las políticas públicas de salud, educación y trabajo
hacia mujeres mapuche. Desconocemos cómo son implementadas, si han
tenido o no éxito, o si tienen políticas de nutrición infantil, natalidad y
planificación familiar. Tampoco tenemos certezas de si existe o no una
preocupación por negociar y pensar estas políticas con las comunidades
indígenas urbanas y rurales.
Es importante estar atentos a una bullente intelectualidad mapuche
que está reescribiendo su propia historia y marcando sendas de investi-
gación para estos temas en el futuro. A diferencia de décadas anteriores,
la academia chilena ahora cuenta con un grupo importante de estudian-
tes de magíster y doctorado, produciendo conocimiento original sobre
historia, antropología, literatura, arte y sociología mapuche. Los intelec-
tuales jóvenes mapuche han asumido el proyecto descolonizador como
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«La piedra en el zapato»: el pueblo
mapuche y el estado chileno,
los pueblos indígenas y los estados
en América Latina
Florencia E. Mallon
1
EZLN: Documentos y comunicados (4), Prólogo de Carlos Monsiváis (México,
D.F.: Ediciones Era, 2003), p. 195.
2
Rebecca Earle, The return of the native: Indians and myth-making in Spanish
America, 1810-1930 (Durham: Duke University Press, 2007), la cita directa es
parte del título del capítulo 7 que comienza en la p. 184.
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Florencia E. Mallon
En este trabajo quisiera explorar más a fondo esta terca presencia indí-
gena en los debates latinoamericanos sobre el Estado-nación. El propósito
más profundo de esta exploración es trazar el origen de los movimientos
identitarios indígenas en general y del movimiento mapuche en particular,
en la difícil tensión entre los deseos de inclusión con autonomía de los
pueblos originarios mismos, y los proyectos nacionales desde el centro
de los sistemas políticos. Aunque de distintas formas, estos proyectos se
basaron casi siempre en un concepto amplio de integración y ciudadanía,
que partía del supuesto de la superioridad del modelo europeo. Aun en los
intentos de solucionar el llamado «problema indígena» desde la izquierda,
como espero poder demostrar en este ensayo, no se logró tomar en cuenta
las especificidades políticas, culturales e históricas de cada pueblo aborigen.
20
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He tratado este tema con más detalle en Florencia E. Mallon, «Sueños de federa-
lismo en el siglo XIX: pueblos indígenas, guerras civiles y proyectos nacionales en
Chile y México, 1850-1876», Miguel León-Portilla y Alicia Mayer (coord.), Los
indígenas en la Independencia y en la Revolución mexicana (México, D.F.: Insti-
tuto de Investigaciones Históricas/Instituto Nacional de Antropología e Historia/
Fundación Teixidor, 2010), pp. 83-104 .
4
Véase al respecto Florencia E. Mallon, «El Estado-Nación y las estrategias de
autonomía del pueblo mapuche: una arqueología del federalismo en Chile en el
siglo XIX en un contexto transnacional», en María Eugenia Chaves Maldonado,
Juan David Montoya Guzmán y Ramón Emilio Perea Lemos, Las otras voces
de la independencia. Memorias del Seminario Internacional: Las Otras Voces de
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Trato el tema del «Tercer Período», la Komintern, y el caso chileno en Florencia
E. Mallon, «Victims into emblems: images of the Ránquil massacre in Chilean
national narratives, 1934-2004», en Labor: studies in working-class history of
the Americas, Vol. 8, N° 1 (2011), pp. 29-55.
7
José Carlos Mariátegui, 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana, Ed.
Orig. 1928 (Lima: Empresa Editora Amauta, 1970, 18ª Edición), p. 28. Otras
perspectivas sobre Mariátegui se encuentran en Alberto Flores Galindo, La agonía
de Mariátegui: la polémica con la Komintern (Lima: DESCO, 1980), y en Marc
Becker, «Mariátegui y el problema de las razas en América Latina», Revista Andina
35 (julio de 2000), pp. 191-220.
8
Mariátegui, 7 Ensayos, p. 35.
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Florencia E. Mallon
9
Mariátegui, 7 Ensayos, p. 36n.
10
Aquí me toca reconocer mi deuda intelectual con Genevieve Dorais, estudiante
de doctorado de nuestro programa de Historia Latinoamericana, quien investiga
el desarrollo del concepto de «Indoamérica» entre los peruanos exiliados que
formaron el APRA.
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Un buen resumen de la carrera e ideología de Manuel Gamio se encuentra en
David A. Brading, «Manuel Gamio and official Indigenismo in Mexico», Vol. 7,
No. 1 (1988), pp. 75-89. Sobre las contribuciones de Boas a la academia mexicana
postrevolucionaria, véase Dr. Ezequiel A. Chávez, 3 Conferencias: La vida y obra
de 3 profesores ilustres de la Universidad Nacional de México (México, D.F.:
Ediciones de la Universidad Nacional de México, 1937), pp. 51-78.
12
Véase Alexander S. Dawson, «From models for the nation to model citizens:
Indigenismo and the ‘revindication’ of the Mexican Indian, 1920-1940», Journal
of Latin American Studies, Vol. 30, N° 2 (mayo de 1998), pp. 279-308.
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14
Severo Martínez Peláez, La patria del criollo: ensayo de interpretación de la rea-
lidad colonial guatemalteca, 7a Edición (Puebla, México: Universidad Autónoma
de Puebla, 1982).
15
Martínez Peláez, La patria del criollo, p. 617, énfasis en el original. Para las reflexio-
nes en cuanto a la perspectiva marxista sobre la explotación del indígena, véase
también Greg Grandin, The last colonial massacre: Latin America in the Cold War
(Chicago, Illinois: University of Chicago Press, 2004) y Jeffrey L. Gould y Aldo
A. Lauria-Santiago, To rise in darkness: revolution, repression and memory in El
Salvador, 1920-1932 (Durham, North Carolina: Duke University Press, 2008).
16
Secretariado Regional de Cautín, Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR),
«¡Pan, tierra y socialismo!» Punto Final, N° 121, 15 de enero de 1971, p. 30.
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19
«Entrevista al comandante Nicolás Sis (FAR): la cuestión étnico-nacional y la
revolución guatemalteca», Héctor Díaz-Polanco, Etnia, nación y política, Ed.
Orig. 1987 (México, D.F., Juan Pablos Editor, S.A., 2a Edición, 1990), Anexo 4,
pp. 175-95, cita directa en la p. 178.
20
Mario Payeras, «Tesis sobre la cuestión étnico-nacional», orig. 1987, versión
publicada en Mario Payeras, Los pueblos indígenas y la revolución guatemalteca:
ensayos étnicos, 1982-1992 (Guatemala: Luna y Sol, 1997), pp. 103-18, ambas
citas directas en la p. 103.
21
Un texto que desarrolla sistemáticamente esta posición es Víctor Montejo, Voices
from exile: violence and survival in Modern Maya History (Norman: University
of Oklahoma Press, 1999).
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Comisión de la Verdad y Reconciliación, Informe final (Lima: CVR, 2003).
23
Carlos Iván Degregori, «Sendero Luminoso: un objeto de estudio opaco y elusivo»,
Introducción a sus ensayos Qué difícil es ser Dios: el Partido Comunista del Perú-
Sendero Luminoso y el conflicto armado interno en el Perú: 1980-1999 (Lima:
Instituto de Estudios Peruanos, 2010), pp. 23-85.
24
Steve J. Stern, «Introducción a la Parte I», en Stern (ed.), Los senderos insólitos del
Perú: guerra y sociedad, 1980-1995 (Lima: Instituto de Estudios Peruanos, 1999),
p. 29.
25
Maria Josefina Saldaña-Portillo, The revolutionary imagination in the Americas
and the age of development (Durham, North Carolina, Duke University Press,
2003).
31
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26
«Entrevista al comandante Nicolás Sis», p. 175.
27
Esta es la conclusión de la mayoría de los ensayos en Stern, Los senderos insólitos
del Perú, especialmente los de Carlos Iván Degregori, Ponciano del Pino, Nelson
Manrique y Orin Starn en la Parte II del tomo, pp. 125-252.
28
Además de las fuentes ya citadas sobre Sendero Luminoso, el documental «Luca-
namarca», producido con la colaboración de la comunidad del mismo nombre que
sufrió la primera masacre de Sendero en 1983, nos da una visión de la situación
basada en los testimonios de los sobrevivientes. «Lucanamarca», dirigida por
Carlos Cárdenas y Héctor Gálvez, TV Cultura, Perú, 2008.
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Véase especialmente Ponciano del Pino, «Familia, cultura y ‘revolución’. Vida
cotidiana en Sendero Luminoso», en Stern, Los senderos insólitos del Perú, pp.
161-91, y «‘Looking to the Government’: community, politics and the production
of memory and silences in twentieth-century Peru, Ayacucho», Tesis Doctoral en
Historia, Universidad de Wisconsin-Madison, 2008. Véase también Carlos Iván
Degregori, «Cosechando tempestades: las rondas campesinas y la derrota de Sen-
dero Luminoso en Ayacucho» y Orin Starn, «Senderos inesperados: las rondas
campesinas de la sierra sur central», ambos, en Stern, Los senderos insólitos del
Perú, pp. 133-59 y 223-54, respectivamente.
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Manuel Carrasco Albano, Comentarios sobre la Constitución Política de 1833,
Memoria premiada por la Universidad de Chile, presentada en marzo de 1855,
Segunda Edición (Santiago: Imprenta de la Librería del Mercurio, 1874).
33
Archivo Nacional de Chile, Fondos Varios, Vol. 883, ff. 89 y sig, «Papeles encon-
trados a Bernardino Pradel sobre la Revolución de 1859»; y Pedro Ruiz Aldea,
Los Araucanos y sus costumbres, publicado en Biblioteca de Autores Chilenos,
Vol. V, Guillermo Miranda, editor (Santiago: Ahumada 51, 1902).
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34
Lipschutz, «El movimiento indigenista y la reestructuración cultural americana»
(orig. 1953), en Perfil de Indoamérica de nuestro tiempo: Antología, 1937-1962
(Santiago: Editorial Andrés Bello, 1968), pp. 86-103, cita directa en la p. 98.
35
Joanna Crow, «Debates about ethnicity, class and nation in Allende’s Chile (1970-
1973)», Bulletin of Latin American Research, Vol. 26, No 3 (2007), pp. 319-38.
36
Cámara de Diputados, Boletín de Sesiones Extraordinarias 1972-1973, Sesión N°
1, 4 de octubre de 1972, p. 28.
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Ibidem, p. 16.
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38
Florencia E. Mallon, «Descolonizando la historia Mapuche de la Unidad Popular»,
De/rotaR, Vol. 1, N°2, pp. 2-13.
39
Testimonio de José Peralta en A desalambrar: historias de mapuches y chilenos en
la lucha por la tierra, Andrés Carvajal, ed. (Santiago: Editorial Ayun, 2006), pp.
68-88.
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A modo de conclusión:
el movimiento autonómico mapuche
La mayoría de las narrativas sobre el desarrollo de un movimiento ma-
puche a favor de la autonomía parten de la reacción que se tuvo a la
promulgación del Decreto Ley 2568 que, en esencia, abolió las comuni-
dades como tales. Y es cierto que los centros culturales mapuches, luego
transformados en Ad-Mapu, deben reconocerse como organizaciones
pioneras en el tema de la reivindicación de la identidad cultural. Sin em-
bargo, me gustaría concluir aquí con una reflexión más amplia que ubica
al movimiento mapuche de hoy en una perspectiva histórica más amplia.
Como ha señalado el historiador Sergio Caniuqueo, a lo largo del siglo
XX podemos ver intentos de las organizaciones mapuche de reivindicar
una identidad y una presencia política autónoma. Hasta cierto punto,
según Caniuqueo, importa menos el carácter político del grupo con el
cual buscaban aliarse, que la posibilidad de avanzar, dentro del contexto
de dicha alianza, en la meta de la autonomía40. Al mismo tiempo, creo
haber demostrado aquí que en toda Latinoamérica, desde la Independencia
hasta el siglo XX, fueron los grupos radicales o revolucionarios los que
más espacio ofrecieron para un proyecto de reivindicación indígena. Por
tanto, no debe sorprendernos que, desde el siglo XIX hasta la Unidad
Popular, fueron estos los grupos que más atractivos le parecieron a los
líderes visionarios mapuche, desde Magnin Wenu hasta Manuel Aburto
Panguilef, Domingo Huenuman y Melillan Painemal. Pero también hemos
visto cómo, en el contexto de la formación o transformación del estado-
nación latinoamericano, el «problema indígena» era justamente eso, un
problema; o como lo he llamado en el título del ensayo, citando al Sub-
comandante Marcos, «la piedra en el zapato». Una presencia incómoda,
que hace más difícil avanzar, pero que no es fácil sacar.
40
Sergio Caniuqueo, «Siglo XX en Gulumapu: de la fragmentación del Wallmapu a
la Unidad Nacional Mapuche. 1880 a 1978»; Pablo Marimán, Sergio Caniuqueo,
José Millalén y Rodrigo Levil, ¡...Escucha, winka!...Cuatro ensayos de Historia
Nacional Mapuche y un epílogo sobre el futuro (Santiago: LOM Ediciones, 2006),
pp. 129-217.
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La dictadura y las respuestas
organizativas mapuches, 1973-1989.
El caso de dos organizaciones
43
Sergio Caniuqueo
1
Pese a existir abundante referencias bibliográficas no existe un libro que historie
a esta organización en toda su dimensión.
2
Han quedado fuera aspectos interesantes como el Grupo de Teatro Mapuche y su
labor en el rescate de la historia y cultura mapuche, o la labor de Anselmo Raguileo
en la recuperación de la lengua, por mencionar algunos ejemplos. Unos de los pocos
investigadores que aborda mejor el tema es Christian Martínez, en su artículo del
2009, «Transición a la democracia, militancia y proyecto étnico. La fundación
de la organización mapuche Consejo de Todas las Tierras (1978-1990)», da una
mirada panorámica mostrando las condiciones que posibilitaron el surgimiento
de nuevas organizaciones a finales de los ‘80 y principios de los ‘90.
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3
Sin duda unos de los puntos de discusión fue el tema de la subdivisión, que para el
caso de este trabajo no será nuestra discusión central, mientras para algunos era la
puerta a la modernidad, principalmente a mejorar su calidad de vida por los medios
productivos (acceso a créditos y asesoría del Estado o simplemente el hecho de
comprar o vender tierra) para otros era la debacle cultural, social y económica. En
la primera lógica se encuentra el texto de Rafael Valdivieso, Crónica de un rescate
(Chile:1973-1988), en la cual enmarca el proceso de subdivisión como parte de un
proceso de regulación de la propiedad, que abarcaba también a los parceleros que
accedieron a la tierra vía reforma agraria, la confusión de Valdivieso es pensar que
para ambos se utilizaron el mismo Decreto Ley, el 2695, del 21 de julio de 1979,
siendo que el mismo artículo Nº 8 señala que «las normas de la presente ley no
serán aplicables a los terrenos comprendidos en las poblaciones declaradas, en
situación irregular, de acuerdo con la ley 16.741, a las tierras indígenas regidas por
la ley 17.729, a las comunidades sujetas a las disposiciones del decreto con fuerza
de ley 5, de 1967, del Ministerio de Agricultura, y a los terrenos de la provincia
de Isla de Pascua…». Lo interesante de este autor es su cruce con la regularización
de propiedad que venía haciendo el presidente Alessandri en la década de los ‘60,
como parte de una obra modernizadora del país interrumpida por los gobiernos
de Frei y Allende. La Memoria de Gobierno publicada en marzo del 1990, segundo
tomo, señala que la ley 17729 fue modificada con dos decretos leyes para realizar
la subdivisión de comunidades, el 2658 y 2750, también se hizo desaparecer al
Instituto de Desarrollo Indígena creada por la ley 17729, fusionándolo con INDAP,
en esta mirada productiva. Por último Gonzalo Rojas Sánchez, en Chile escoge la
libertad (1998, tomo primero), sigue en esta lógica de analizar como un logro de
los militares el entregarles títulos a los mapuche al transformarlos en propieta-
rios, como una forma de sacarlos de la extrema pobreza y accediendo a créditos
y servicios del Estado.
45
Sergio Caniuqueo
el CRM nacía como una estrategia para frenar a quienes resisten. Esta
organización solo tendría sentido en la medida que buscaba neutralizar a
un otro, es decir, anular la acción de Ad-Mapu, los luchadores contra la
dictadura. Esta reducción no es involuntaria, es la forma de dar sentido
a su organización y eliminar toda posibilidad de decir que el mapuche
común y corriente quería la división de tierras, que era el argumento de
la dictadura. Ad-Mapu desarrolló, de esta forma, un horizonte ideológico
contra el régimen pinochetista y, con ello, una moral que la autolegiti-
maba. Así, todo lo que venía de la dictadura era malo, atentaba contra
los mapuche y quienes estaban en contra de ella encarnaban el verdadero
sentimiento de la población indígena.
Sin embargo, lo que hace que esta interpretación se mantenga en el
tiempo es el uso que se hace de ella por parte de otros autores no mapuche,
quienes por lo general ostentan legitimidad en un espacio de conocimiento
como la academia. En esta lógica se puede entender el caso de Magaly
Mella, quien señala:
Desde la visión contraria se encuentra un sector de la Iglesia Católica. Interesante es
la polémica que tiene monseñor Sergio Contreras Navia, quienes a fines de diciem-
bre de 1980 emplazó al gobierno militar sobre la situación de la subdivisión de las
tierras mapuche. Producto de ello se generó una serie de informes y contrainformes,
lo que terminó en un dossier que circuló mimeografiado en ONGs regionales. En
ello se expone la preocupación por los aspectos culturales y económicos que se
generarían en el caso mapuche, incluyendo los conflictos internos de las comuni-
dades y las familias. Paralelo surgen otras publicaciones, algunas en revistas que
circulan en medios sociales como la revista Mensaje, de orientación jesuita, como
la Nº 278 de mayo de 1979; un artículo del sociólogo Cristian Vives, que se titula
Mapuches: un pueblo amenazado; que cuestionan la pérdida de la calidad de in-
dígena, tanto de la tierra como sus ocupantes. Otro texto que comienza a circular,
con un análisis crítico desde lo legal es de Gonzalo Bulnes A., Los mapuches y la
tierra, de 1979, también se orienta en una crítica sobre los efectos de la pérdida de
la calidad indígena. Por último, un texto que también se encuentra en esta discusión
es El pueblo mapuche hoy, Cuadernillo N13, de marzo de 1984, del Grupo de
Investigación Agraria (GIA), al igual que los otros textos ven con preocupación
esta política y no se oponen a que los mapuches puedan acceder a instrumentos,
técnicas y tecnología que ayuden a su producción, reproducen también parte de
los discursos de los dirigentes, en este caso Ad-Mapu.
Por último, señalar que la mayoría de la bibliografía citada en este trabajo toca en
mayor o menor medida el tema de la subdivisión, en términos de causa, proceso y
consecuencia, llegando a diversas conclusiones, con lo cual creemos que un tema
todavía en discusión que lamentablemente no podemos abordar de mejor manera
en este artículo.
46
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
47
Sergio Caniuqueo
todos los procesos históricos y políticos en que los actores hacen frente
de maneras diversas y complejas frente al colonialismo. En la disputa
por la memoria, lo hegemónico se cruza con los intereses de los agentes,
así los mapuche de izquierda buscan representar la verdad y generar una
contrahegemonía de pensamiento, para disputar el terreno de los discursos
subalternizantes que provienen desde la dictadura. Pero en esta lógica se
generan subordinaciones internas dentro del mundo indígena, en las cuales
se busca anular a las personas de derecha o de pensamientos alternativos
a la izquierda.
La continuidad de la derecha dentro del mundo mapuche se puede
explicar de varias formas, pero resulta preocupante cuando se trata de
explicar esta evolución de manera mecánica, o de manera poco crítica y
sin problematización. Así Foerster, Vergara y Gunderman ven al CRM
del siguiente modo:
48
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
49
Sergio Caniuqueo
esta lógica, la lucha de esta etnia que resiste a la dictadura se hace más
estoica y épica, otorgándole una carga mística, de una lucha por cons-
truir consciencia y rebelarse. La pregunta, que aquí surge, sería: ¿Hasta
qué punto el investigador ayuda o colabora en una reelaboración de la
vanguardia revolucionaria en un contexto indígena? Al parecer hay una
intencionalidad que permite al sujeto que investiga ser parte de un proceso,
desde una narrativa, en la cual no está la presencia del objeto investigado
nítidamente, pero sí la huella de este, y por medio de la utilización y a
veces abuso de la exégesis de esa huella, el investigador no es un sujeto
cognoscente, es un sujeto interventor y moldeador (a veces deformador)
de su objeto de estudio.
8
ARA; Intendencia de Cautín; Vol. 505; correspondencia recibida en 1973. Temuco,
14 de septiembre de 1973. Timbre Confederación Soc. Araucanas. Congreso de
unidad 29 y 30 de agosto de 1969. Temuco. Firma Juan Huichalaf Antinao.
9
ARA; Intendencia de Cautín; Vol. 505; correspondencia recibida en 1973. Carta
Temuco, 13 de septiembre de 1973, incluye dos fojas de recuento histórico de la
familia Chihuailaf, fechada como Cunco, 30 de agosto de 1964.
10
Caniuqueo, Sergio, «Siglo XX en Gulu Mapu: de la fragmentación del Wallmapu a
la Unidad Nacional Mapuche. 1880 A 1978», en Marimán, Pablo y otros; Escucha
Winka. Cuatro ensayos sobre Historia Nacional Mapuche y un Epílogo sobre el
futuro (Santiago de Chile, LOM Editores, 2006) p. 200.
50
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
51
Sergio Caniuqueo
12
ARA; Intendencia de Cautín; Vol. 589; Informe enviado al intendente de Cautín
Coronel de Ejército Luis Ortiz. Temuco, 18 de julio de 1975. Oficio, Nº 115,
procedente de la Secretaría Regional Ministerial de Agricultura.
13
Caniuqueo, 2006, ob. cit, p. 200.
52
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
14
ARA; Intendencia de Cautín; Vol. 594; Oficio Nº 3520, con fecha de Temuco, 26
de septiembre de 1975. Mat.: Presenta Informe sobre Plan de Educación del Pueblo
Mapuche-Chileno. Oficio adjunta informe.
15
ARA; Intendencia de Cautín; Vol. 594. Oficio Nº 4947 de 9 de diciembre de 1975
de la Secretaría Regional de Educación a la Intendencia de Cautín.
53
Sergio Caniuqueo
16
Ibid; Informe anexo que consta de nueve fojas se denomina Primer Encuentro Re-
gional de Profesores Mapuche. 26, 27 y 28 de noviembre de 1975. En Caniuqueo,
2006, ob. cit., p. 203.
54
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
17
El primer intento de aglutinamiento se encuentra en la Declaración Mapuche
de Londres, en enero de 1978, que es una declaración que condena y denuncia
las violaciones de los DD.HH. que viene haciendo la dictadura. En http://www.
mapuche-nation.org/espanol/html/documentos/doc-01.htm. En septiembre de 1978
se vuelven a pronunciar para hacer efectiva la ley 17.729, promulgada en 1972,
teniendo como marco de fondo las reuniones que venían desarrollando los Centros
Culturales Mapuche, que más adelante se institucionalizaron como Ad-Mapu.
En http://www.mapuche-nation.org/espanol/html/documentos/doc-03.htm. Pero
es en marzo del mismo año, en la cual el Comité Exterior comenzó a darse una
primera orgánica, denominándose Comité Coordinador de Mapuche Exiliados en
Europa, frente a una primera jornada en la que asisten mapuche exiliados, ONGs
y organismos internacionales, en calidad de observadores, con el fin de analizar
históricamente el movimiento social mapuche, las problemáticas con el Estado, las
situaciones derivadas del golpe militar y la difusión de las situaciones de violaciones
de los DD.HH. En http://www.mapuche-nation.org/espanol/html/documentos/
doc-02.htm. Ya de 1981 se emiten declaraciones firmadas como Comité Exterior
Mapuche, siempre en la lógica de denunciar a la dictadura en materia de derechos
humanos y la situación del Pueblo Mapuche. En http://www.mapuche-nation.org/
espanol/html/documentos/doc-85.htm.
18
Vicente fue fundador de la Agrupación de Estudiantes Mapuche, en 1964. Su
orientación política pasó por el Partido Comunista, para luego derivar al maoísmo
y pertenecer al grupo Espartaco (Caniuqueo; 2006; 188-189).
19
Camilo Quilaman fue unos de los dirigentes de la Federación de Estudiantes
Indígena (FEI) que incluía a estudiantes mapuche secundarios y universitarios,
organización polipartidista de izquierda mayoritariamente (Samaniego & Ruiz;
2007; 417) a la cual también perteneció Rosendo Huisca, más adelante integrante
del Consejo Regional Mapuche.
55
Sergio Caniuqueo
Nos referimos a los que salieron a Europa occidental entre 1973 y 1978.
En esos años se concentró la emigración política chilena. Unas cincuenta
personas llegaron principalmente a Inglaterra, Francia, Alemania, Bélgica,
Suecia. Algunos llegaron a Suiza y Holanda. Eran en su mayoría cam-
pesinos (36%), estudiantes (31%), obreros (13%), y el resto, técnicos y
profesionales (20%)24.
20
Un breve testimonio de Mónica Pilquil (Oñate y Wright; 2002). En ella entrega
una relación breve en torno a su incorporación al Comité Exterior Mapuche en
Holanda 1986, en la cual ocupa el cargo de tesorera, además de indicar su filiación
política con el MIR.
21
En entrevista para Rocinante, Calbucura señala su relación con el MIR, ingresando
tardíamente al Comité Exterior Mapuche a partir de un proceso de reetnificación
personal de su identidad (Calbucura; 2000).
22
Ex Mapu, actualmente vive en Santiago de Chile y participa en diversas instancias
de fortalecimiento cultural y político de mapuche urbanos.
23
Todavía reside en Francia; académico de la Universidad Paris VIII, y quien ha
iniciado una sistematización de parte de la Historia del CEM.
24
En http://www.mapuche.nl/espanol/chihuailaf_arauco02.html se agrega la siguiente
nota. Los datos aquí entregados (conciernen a 42 personas) son los que pudimos
obtener por nuestras propias averiguaciones. No incluimos Europa del Este por
falta de datos suficientes. En Elicura Chihuailaf, Sueños azules y contrasueños,
(Madrid, Huerga y Fierro, 2002).
56
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
25
El texto ya había sido publicado en 1979 en dos partes, en el Boletín Informativo
Mapuche Nº 5 y 6, entre mayo y agosto.
57
Sergio Caniuqueo
26
El informe entrega antecedentes históricos, culturales, económicos y jurídicos que
afectan a las comunidades de Quinquén. Cabe señalar que los pehuenche buscaron
distintos tipos de ayuda en los ‘80 con el fin de mejorar su situación de precariedad,
incluso con el CRM, la cual denuncia la situación a través de su órgano difusor
Pelom en 1982 y en 1984. En Comité Exterior Mapuche; 1991: Antecedentes de la
Comunidad Mapuche-Pehuenche de Quinquén; en Boletín Etnológico y Cultural
Mapuche de la Sociedad Pelondungu Hueupife; publicación 15 de julio. Temuco,
1991, s/p.
27
El tema de la represión a los mapuche e indígenas es también un tema poco estu-
diado, algunos textos que tocan brevemente este tema es Hernández; 2003. Ver
apartado «Las dictaduras militares de Chile y Argentina y la violación de los
derechos humanos del pueblo mapuche», pp. 198-206. Ver también el trabajo
de Laura Kropff, texto que aborda de manera sucinta la época de dictadura.
58
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
28
Mariqueo, Reynaldo Entrevista. S/A. Periódico Azkintuwe s/a.
http://www.azkintuwe.org/especial_entre3.htm
29
Parte de este texto lo hemos trabajado en una publicación anterior referido
al Consejo Regional Mapuche, ver Martínez & Caniuqueo 2011, citado en la
bibliografía.
59
Sergio Caniuqueo
60
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
33
Entrevista a Mario Rayman Gacitúa, Quepe, 4 de febrero del 2011.
61
Sergio Caniuqueo
Para el año 1981 yo pongo unas carpetas, las carpetas Pelom, donde esta-
ba el periódico Pelom, que yo había justificado ante la Alianza Cristiana
34
Entrevista a José Manuel Lincoñir Cumilaf. Metrenco, 24 de enero del 2011.
35
En 1989 se postula como diputado por el Partido del Sur, obteniendo 2698 vo-
tos, correspondiente a un 2,15%. En 1993 se postula como senador de manera
independiente, obtiene 3740 votos, correspondiente a 1,38%. En 1996 es electo
como concejal, se postula de manera independiente en un pacto con Renovación
Nacional, obtiene 287 votos, correspondiente a un 1,32%. En el 2000 vuelve a ser
electo concejal y postula por el partido Renovación Nacional, obtiene 239 votos,
correspondiente a un 1,04%. Después de ello no hay registro de más participaciones
políticas. http://www.servel.cl/servel/index.aspx?channel=309
36
En los ‘90 fue miembro de la Comunidad Bíblica Mapuche, de la cual es presidente.
http://www.archivochile.com/tesis/03_tpo/03po0003.pdf
37
Él utiliza una traducción literal que es Luz y Claridad. El concepto en mapuzungun
es sumamente profundo, pues hace referencia a una persona que logra desarrollar
predicciones a partir de dos aspectos: el mapuche kumün o sistema de conocimiento
mapuche y aspectos espirituales, al mismo tiempo, podría ser una persona que puede
guiar u orientar a una persona, como un psicoanalista. En Liempi, 1984, ob. cit., p. 66.
62
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
38
Entrevista a Sergio Liempi Marín, Temuco, 2 de marzo del 2011.
39
Marín, Sergio. Comentarios Mapuche, 29 artículos radiales; Año VI. Temuco-Chile,
1984.
63
Sergio Caniuqueo
Así, vemos que este nuevo grupo de mapuches no eran personas liga-
das a la derecha, pero tampoco tenían espacios en los partidos políticos
de izquierda, y veían en la Junta de Gobierno una nueva posibilidad de
intervenir a favor de los mapuche. Si bien no hay una visión homogénea,
lograron ocupar espacios tanto al interior del Estado como en medios
de comunicación. Como ya fue mencionado, Liempi consiguió levantar
una revista y un programa de radio denominado Pelom. Los programas
revelan esta condición de conocimiento y la dimensión espiritual, al
desarrollar temas tanto de desarrollo como de espiritualidad, buscando
una conciliación entre la espiritualidad mapuche y la religión evangélica,
principalmente. Esta revista y la difusión radial son el órgano de expre-
sión de una entidad que logra enquistarse en el Estado entre 1978 a 1988
aproximadamente. En un recuento que se hace en 1984, Marin resalta la
relación que habían logrado afianzar a nivel internacional por medio de
los vínculos con iglesias protestantes, así como la difusión en la Octava
Región y en círculos de profesores e interesados en la temática mapuche.
Respecto de la revista, se extendió en bibliotecas municipales, museos,
archivos históricos e instituciones políticas administrativas, principalmente
municipios e Intendencia de la Región de la Araucanía. De hecho, en 1984
lograron establecer al interior de la intendencia regional una comisión de
Estudio de Desarrollo Integral Mapuche41.
El Consejo Regional Mapuche42 publicaba en 1982 un organigrama
en el cual asesoraba tanto al intendente, como así mismo a los Consejos
40
Entrevista a Juan Neculman, Temuco, noviembre del 2010.
41
Citan la Resolución exenta de la Intendencia de la IX Región de la Araucanía, con
fecha 19 de marzo de 1984.
42
«Este órgano fue creado por la Resolución Exenta N° 52 del 8 de febrero de 1979,
dictada por la Intendencia de la IX Región, cuyo objetivo general fue el apoyar
a la Población Mapuche de la Araucanía en sus diversas necesidades, realizado
estudios públicos y privados a todo nivel destinado a promover, difundir y pro-
fundizar el conocimiento de los valores, costumbres y problemas que afectan al
pueblo indígena» (Valenzuela; 2002; 172).
64
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
43
La revista Pelom aparece como una revista trimestral, dependiente del Consejo
Regional Mapuche, ver Pelom; 1982; 1° trimestre; 22.
44
En oficio de la Municipalidad de Freire N° 1315, con fecha 22 de octubre de
1985 dirigido al Director Regional de INDAP señala que se han visitados las
comunidades y han encontrado problemas de deslindes de tierra y servidumbre
de tránsito, adjuntan nóminas de comunidades y problemas, así como solicitan
oportuna atención, indican que el contacto con las comunidades debe ser por medio
del presidente del Consejo Comunal Mapuche. Fondo Carpetas Administrativas.
Archivo de Asuntos Indígenas Conadi. Comunidad Cariman Sánchez.
45
Fue candidato a diputado en 1989, por el Partido Nacional, perdió la elección,
obtuvo 3732 votos, equivalentes al 5,57%. http://www.servel.cl/servel/Controls/
Neochannels/Neo_CH249/images/ServelReport/PDF/Servel-RAIMAN_GACI-
TUA_MARIO.pdf.
46
Fue candidato a diputado dos veces, perdiendo en ambas elecciones, la primera en
1989 por el Partido de Sur, y la segunda en 1996, por el mismo partido. En 1989
obtiene 1019 votos, correspondiente a un 1,35%, en 1996 obtiene 79 votos, con
un 0,41%. http://www.servel.cl/servel/Controls/Neochannels/Neo_CH249/images/
ServelReport/PDF/Servel-COLICHEO_TRAIPE_LUIS.pdf.
47
Trabajó en distintas instancias del gobierno militar y comisiones, en 1984 integra
la Comisión de Estudio de Desarrollo Integral Mapuche, junto a Sergio Liempi
Marin y José Cayupi Navarro, Inspector de Indap en ese tiempo (Liempi; 1984;
64) en 1989 postula a Diputado independiente por el Movimiento de Identidad
Mapuche (Morales; 2002; 275), obtiene 1794 votos, correspondiente a 2,58%.
http://www.servel.cl/servel/Controls/Neochannels/Neo_CH249/images/ServelRe-
port/PDF/Servel-NECULMAN_HUENUMAN_JUAN_ANTONIO.pdf. En 1990
aparece en la prensa como presidente y Francisco Huentecura como secretario del
Movimiento de Unidad Mapuche Independiente, planteando: «La participación de
los mapuche en el sistema administrativo a nivel nacional y regional; la creación
de una Corporación de Desarrollo Integral Mapuche; una política educacional
especial; la dictación de una ley indígena y el reconocimiento constitucional del
pueblo mapuche y sus derechos como etnia» (Diario Austral; 1990; 3) en http://
www.archivochile.com/tesis/03_tpo/03po0003.pdf.
48
Actualmente es agricultor y sostenedor de la escuela básica Ilwen, en la comuna
de Galvarino. Dato extraído de la declaración exenta 491, fecha 20 de marzo del
65
Sergio Caniuqueo
2008. En http://www.mineduc.cl/biblio/documento/200804081624450.REX%20
491%20ESCUELAS.pdf.
49
Candidato a concejal en 1992 por Renovación Nacional, obtiene 257 votos, co-
rrespondiente a un 1,69%.
http://www.servel.cl/servel/Controls/Neochannels/Neo_CH249/images/ServelRe-
port/PDF/Servel-EPULEO_CATRILEO_FRANCISCO.pdf.
50
Trabaja en Curarrehue, hermana de Manuel Manquepi.
51
Electo concejal desde 1992 a 2008, por Renovación Nacional. En 1992, con 1007
votos, correspondiente al 8,57 %. En 1996 con 1035 votos, correspondiente al
8,51%. En 2000, con 1294 votos, correspondiente al 10,61 %. 2004 con 1388
votos, correspondiente al 11,62 %. Pierde la elección en el 2008 con 2915 votos,
correspondiente al 24,17 %. http://www.servel.cl/servel/index.aspx?channel=309
52
Pelom; 4to trimestre; 1984; 11-13.
53
Fondo Carpetas Administrativas. Archivo de Asuntos Indígenas. Comunidad
Cariman Sánchez.
54
Hunter, Eduardo, Historia de Freire (Freire, Chile, Ediciones Sicom, 1992), pp.
106-114.
66
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
concejal mapuche, quien fue por varios años presidente del CCM: Carlos
José Lincoñir Cumilaf.
El CRM, si bien se mostraba fuerte a mediados de los años ‘80, a fina-
les de esta década pareció desaparecer o refundirse en otra institución55.
Es así como el informe Exposición a S.E. el Presidente de la República
Capitán General Don Augusto Pinochet Ugarte y Comitiva Presidencial
sobre la evolución del desarrollo de la IX Región y factores dominantes
al 14 de febrero de 1989, que expone el intendente de la época, el briga-
dier general Alejandro Gonzales Samohod, no es nombrado en ninguna
parte el Consejo Regional Mapuche. En la ponencia, se resalta la acción
del Dasin-Indap sobre la entrega y saneamiento de títulos; la labor del
instituto en cuanto a los créditos a pequeños productores rurales; también
se relevan los proyectos de electrificación rural como parte de un plan
de desarrollo hacia las comunidades mapuche. En el informe, además, se
analiza incluso el conflicto mapuche a partir de la organización mapuche
Ad Mapu y se señala que se necesita tener una comisión para anticiparse
a los focos de conflictos en comunidades.
67
Sergio Caniuqueo
Citas tabla:
1
Declaración Mapuche de Londres, enero de 1978 en http://www.mapuchenation.
org/espanol/html/documentos/doc-01.htm
2
Primera Jornada de Estudios y Capacitación de Asesores Mapuches de la IX
Región, realizada en Puerto de Saveedra, 16 y 17 de octubre de 1980.
68
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
Hay que señalar que los escritos de esta época tienen una visión
estatista, en dos sentidos: primero, en señalar que a partir del Estado se
pueden resolver injusticias sociales, principalmente a través de leyes, que
permitirían obligar a un trato digno y corregir la desigual económica y
acceder a bienes de servicio. Por otro lado, es estatista al plantear que el
tema mapuche es un tema de país, que toca a la constitución de la nación,
de la que son ciudadanos con igual de derechos.
Citas tabla:
1
En informe preparado por el Comité de Coordinación Mapuche en el Exterior.
SEUL ( Servicios Estudiantiles Universitarios Latinoamericanos) Año X, num.
86/87, Bruselas, diciembre de 1978 (Batalla; 1988; 208-209)
2
Liempi, 1984, ob. cit., pp. 41-42.
56
Ibid.
69
Sergio Caniuqueo
Cita tabla:
1
Primera Jornada de Estudios y Capacitación de Asesores Mapuches de la IX
Región, realizada en Puerto de Saveedra, 16 y 17 de octubre de 1980 (Pelom, 4º
trimestre; 1982; 4).
70
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
57
Ibid.
71
Sergio Caniuqueo
Cita tabla:
1
Algunas consideraciones que debe reunir un autentico dirigente mapuche, Liempi,
1984, ob. cit., pp. 59-60.
72
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
73
Sergio Caniuqueo
a partir de las zonas de contactos, como señala Mary Louise Pratt, para lo
cual se busca visibilizar la situación mapuche, utilizando un lenguaje que
genere la comprensión de los chilenos, incluso en términos metafóricos,
para asegurar una empatía con la situación mapuche y se generen procesos
de cooperación para salir de una situación de dominación y subalternidad.
En tercer lugar, se encuentra una transculturación, un tránsito de una
cultura a otra, en la cual los préstamos culturales son la tónica. Así, por
ejemplo, la apelación a derechos, ya sea individuales o colectivos, pese a
que surge en Occidente dicha concepción, es utilizada para empoderarse.
Sin embargo, los mapuche también buscan que los no mapuche transiten
hacia lo mapuche: el afán de hablar de la cultura, de mostrar su matriz
interpretativa, tiene que ver con compartir aspectos de esa cultura. Hay una
idea de integrar y de ofrecer, pero justamente para resolver características
negativas como la exclusión y la privación.
Las organizaciones analizadas asumieron que en ambos lados de las
ideologías (izquierda y derecha) existió racismo. En las declaraciones se
mencionan, pero algo ocurrió que los hizo mantenerse en estas posturas,
aspectos que desconocemos todavía que son necesarios investigar. Podemos
establecer hipótesis, que pueden ser la presencia de la idea de modernidad
y las esperanzas que se desprenden de ella, los imaginarios expresados en
ideologías, la idea de ciudadanía incompleta o la lucha por integrarse al
Estado-nación.
La disputa por el conocimiento es clara. De ahí que se releven a
los agentes que son claves, en términos de conocimientos y de prácticas
sociales y éticas. Los weupifes, lonko, kimche, inalonko, todos ellos son
prototipos que representan un modelo de persona mapuche, pero al mis-
mo tiempo entienden que esta debe crecer en conocimiento, razón por la
cual se valida el conocimiento occidental. Lo que solicitan a la sociedad
mayor, como ellos la denominan, es que se les considere en su condición
de persona, en sus valores y en el acceso a los bienes de la vida moderna,
petición en que no ven contradicciones. Es interesante que Liempi hable
del respeto, el yam, que es un elemento clave en las relaciones humanas.
Lo contradictorio es que todos estos puntos de convergencia, este kizu
rakizuam, no lograron conciliar y fue más poderosa la ideología winka
que la capacidad de negociar, es decir, un imaginario de la modernidad
ejerció una hegemonía que traspaso la visión del colonizado. Falta hacer
el proceso de koyaltun, es decir, que las agrupaciones logren reflexionar
sobre estos puntos de encuentro y llegar a un consenso, porque finalmente
74
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
la visión final es el kume felen, es decir el bienestar de todos los seres que
pueblan el Nagmapu.
Sin duda, hay algo que se logró en este proceso de discusión al cual
apelaron las organizaciones mapuche en dictadura y es que muchos chi-
lenos o winka comenzaran a vislumbrar el centro del conflicto en otros
ámbitos:
75
Sergio Caniuqueo
Fuentes bibliográficas
Fuentes primarias:
Archivo Regional de la Araucanía (Ara).
Fondo Intendencia de Cautín.
Archivo de Asuntos Indígenas, Conadi.
Fondo Carpetas Administrativas.
Archivo personal de Don Juan Neculman.
Revista Pelom, 1er a 4to trimestres de 1982.
Informe Exposición a S.E. el Presidente de la República Capitán General don
Augusto Pinochet Ugarte y Comitiva Presidencial sobre la evolución
del desarrollo de la IX Región y factores dominantes al 14 de febrero
de 1989.
Memoria de Gobierno 1973-1990. 3 tomos. Publicada en marzo de 1990.
Ad-Mapu. 1983. Tercera Asamblea del Pueblo Mapuche (resoluciones) Temu-
co, 27 de enero de 1983. En Boletín Civilización. Configuración de la
diversidad. Nº3 Departamento de Antropología UNAM-I & Fundación
Ford-México, México.
76
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
Entrevistas
Mario Rayman Gacitúa
Sergio Liempi Marin
Juan Neculman Huenuman
José Lincoñir Cumilaf
77
Movimiento mapuche 1990-2011.
Disputando la representación política
José A. Marimán
Con estas palabras comenzaba la astrónoma Jill C. Tarter una
conferencia en la ONG sin fines de lucro Technology, Entertainment,
Design (TED), en febrero de 20091. Sus palabras, inspiradoras, resultan
una buena introducción a este escrito, pues la preocupación central de
él son las ideas de los mapuche contemporáneos. Pero no cualquier idea,
sino aquellas que podemos denominar ideas políticas2.
Ahora dentro del arco de ideas mapuche que podríamos considerar
políticas, se han privilegiado aquí aquellas que, en la subjetividad de este
autor, parecen más fascinantes: las ideas políticas de autodeterminación.
Para abordar este tema mi camino seguirá el siguiente curso. Primero, haré
una breve comparación de dos periodos de tiempo histórico relativamente
recientes: la década de los 1980s y la de 1990s y años siguientes, para
explicar lo que hace especial la década de los 1990s y años posteriores en
el terreno de las ideas políticas mapuche. Segundo, describiré brevemente
y compararé estas últimas considerando las propuestas autonomistas
y argumentos que le dan soporte a la demanda de autodeterminación.
Tercero, explicaré los acercamientos y antagonismos que cultivan los
1
Jill C. Tarter ganó el TED prize award 2010.
2
Este artículo se origina en una ponencia presentada a las XIX Jornadas de Historia
de Chile, organizada por la Universidad Diego Portales, noviembre 8-11 del 2011.
79
José A. Marimán
80
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
3
Parmelee, Elizabeth, Decreto Ley 2568, sus efectos e implicancias. Liwen 3, Te-
muco, Chile, 1990, pp. 4-11.
4
Sectores provinientes de estas divisiones ayudaron a forjar también, un partido
instrumental indígena y de corta duración: el partido de la Tierra y de la Identidad,
PTI, 1989.
5
Marimám, José A. «Los mapuche y la democracia». En Revista Liwen Nº 2, año
1, Temuco, Chile, marzo-mayo de 1990, pp. 2-15.
6
Marimám, José A. «Transición democrática en Chile: ¿nuevo ciclo reivindicativo
mapuche?», L’Ordinaire Latino-Américain, Nº 63, 1994 (IPEALT, Université de
Toulouse LeMirail) pp. 91-118. ISSN 0008-0152
81
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82
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7
Los 1980’s, en mi subjetividad, son una época de mucho ruido y pocas nueces, para
emplear un aforismo popular. En que el movimiento mapuche comenzó hablar a
partie de 1983, de elaborar un proyecto histórico (resolución de un Congreso de
Ad-mapu de esa fecha), pero en donde nadie hizo mucho por ponerle «el cascabel
al gato», para cerrar esta idea recurriendo a otro aforismo.
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ideas. De los estudiantes ni hablar, siempre los hay, pero una vez que
salen de sus centros de militancia y activismo y se incorporan al mundo
laboral o al desempleo, pocos persisten en sus actitudes (desaparecen).
También parece ser el caso de la CAM, que se planteó una estrategia de
acción política casi al estilo guerrilla (liberando zonas); pero que no parece
ir ganando la guerra, encontrándose al borde de la desarticulación total
(para ser honestos tampoco perdiéndola del todo al haber conseguido
que el Estado comprara tierras en zonas de conflicto agudo, en las que
ellos operaron), dado que buena parte de su dirigencia ha ido a parar a
la cárcel. Hoy las actividades de la CAM parecen más concentradas en el
terreno de los derechos humanos que en el campo de batalla.
A Wallmapuwen, que se propuso seguir el camino de la política
bajo la institucionalidad vigente, no parece irle yendo mejor. Después
de cinco años de existencia, lo único que se puede decir de ellos es que
aún respiran, pero con nula incidencia en la cuestión nacional mapuche
y menos en los conflictos centro-periferia (la región) o el relacionado con
tierras en el sur. A sus luchas internas poco ventiladas y que los mantiene
paralizados, se agrega el hecho de que han sido incapaces de conseguir el
número necesario firmas de su pueblo, en soporte de la idea de legalizar
el instrumento y poder participar de las batallas políticas. Sus cuadros
dirigentes fundadores, luego de pasear por el mundo y hacer mucha pompa
de ello, han comenzado a marginarse e involucrarse en otros proyectos
(candidaturas independientes, el Encuentro Nacional Mapuche o Enama,
etc.), sin dejar ningún legado político a los que les han sucedido. Aquellos
que tomaron el relevo en la dirección, a duras penas están sacando el pro-
yecto adelante, pero su futuro es complicado a corto plazo e impredecible
al mediano plazo.
Un recuento de lo más valioso que se ha producido en el terreno de
las ideas políticas en este nuevo, raro o nebuloso ciclo de movilizaciones
es lo que veremos a continuación en el próximo título. Se podrá objetar
que la idea de autonomía en realidad no es original de los ‘90s, sino que
surge al inicio de los ‘80s, cuando un Congreso de Ad-mapu (1983) san-
cionó la idea de elaborar un proyecto histórico que diera cuenta de cuál
es la lucha de los mapuche y sus metas; pero tal aserción, en mi concepto,
carece de evidencia en apoyo, porque definitivamente aparte de la frase
que se instaló en la cabeza de jóvenes mapuche de la época, nunca nadie
elaboró la más mínima idea para darle contenido. No existe un documento
que recoja progresos en ese sentido. Hubo un momento en 1987, en que
la directiva nacional de Ad-mapu encomendó a una pequeña comisión
86
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
abordar el tema, pero no hubo progresos por razones que no vale discutir
en profundidad aquí, cuando nos interesa revisar las ideas políticas de los
1990s en el movimiento mapuche.
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9
Marimán José:«Cuestión mapuche, descentralización del estado y autonomía
regional». En Tópicos (1), 137-150. (Santiago, Chile: Centro Ecuménico Diego
Medellín, octubre 1990).
88
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10
Este autor, sin negarse a la posibilidad de que otras experiencias de cogobierno
existan, solo conoce dos a nivel mundial. El caso camboyano a partir de un acuerdo
en 1993 de cogobierno, entre fuerzas políticas que intentaban reconstruir el país,
luego de una larga crisis política que incluyó una invasión por Vietnam. Experiencia
que terminó en una guerra civil a mediados de 1997, cuando dichas autoridades se
enfrentaron militarmente por el poder total («El Mundo», Internacional, 09/Jul/97:
«El príncipe camboyano Ranaridh pide ayuda a la comunidad internacional»,
por Robert Birsel). El otro caso es paradigmático y corresponde al principado de
Andorra, cuya soberanía es compartida por Francia y España, y cuya situación
política se construyó en un milenio.
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2.1.3. Cuoteo o representación del 10% en los poderes del Estado, 1996
A mediados de 1996 Domingo Marileo, a nombre de la organización Ad-
Mapu, divulgó una propuesta de solución a la cuestión nacional mapuche,
fundamentada en un razonamiento porcentual (matemático). Marileo
tomó por referencia las estadísticas de población del censo de 1992, para
formular una demanda del diez por ciento de representación mapuche
en las instituciones del Estado chileno. Esto es, 10% del Parlamento, del
Poder Judicial, de las Fuerzas Armadas, de los gobiernos regionales, de las
municipalidades, etc., deberían estar en manos de los mapuche.
En relación con el territorio, la propuesta del dirigente de Ad-Mapu
mostró ser nebulosa. Reconoció la necesidad de un territorio para los
mapuche, pero no lo identificó claramente. El autor tampoco clarificó
cómo se elegirían a sus representantes para ocupar ese 10% en las insti-
tuciones del Estado.
En lo que concierne a la creación de fuerza propia y autónoma en
función de su proyecto, Marileo se pronunciaba a favor de mantener la
dependencia de su pueblo de los partidos estatonacionales chilenos. Espe-
cialmente, promueve la dependencia ideológica-política de los mapuche
del Partido Comunista de Chile (PCCh), al que considera solidario y
compañero de causa de los mapuche y oprimidos en general. Sin embargo,
Marileo deja una puerta abierta a la idea de que en el futuro los mapuche
comunistas podrían dar nacimiento a un partido comunista propio, aunque
jamás pensado como «una acción de paralelismo o de contradicción con
el Partido Comunista» de Chile11 .
11
Marileo, Domingo: «El Pueblo mapuche tiene derecho a la autonomía»
(entrevista). El Siglo, Tercera Época, Nº 780 (Santiago, Chile,1996, Junio
21-27), p.13.
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para que ellos desarrollen su cultura, su lengua y sus raíces, pero otra es esa suerte
de hacer un Estado dentro de otro estado. Eso es inaceptable. En Chile somos trece
millones de chilenos». (El Mercurio, 06 de noviembre de 1992).
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debe ejercer soberanía. Internalizar esa idea supondría dar un salto a con-
solidarse políticamente como una nación. El 2005 agregó un llamado de
atención a aquello que incorporan a la demanda territorial: la dimensión
binacional de los mapuche (maximalismo), complementando con que es
necesario precisar el territorio en las demandas, teniendo en mente el efecto
político que ello puede producir y el cual juzgarán futuras generaciones.
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18
Painemal, Wladimir: «Forjando ideas: los aportes subjetivos en la articulación
del movimiento mapuche autónomo» (manuscrito de circulación restringida en
el movimiento estudiantil mapuche, 2003).
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hacen bajo fórmulas sui generis y que reivindican o recrean formas arcaicas
o tradicionales de representación política como consejos y parlamentos
(al modo de los parlamentos usados por los mapuche pre incorporación
para negociar con los españoles o chilenos después). En este último caso,
no hay claridad pues varios usan el término «parlamento», pero no nece-
sariamente parecen estar hablando de una misma institución. En algunos
casos, la proposición podría ser entendida como un consejo de autoridades
tradicionales, mientras en otros como un organismo en que se reúnen
miembros por derechos propios (autoridades tradicionales), y otras electas
(este podría ser el caso de Pablo Marimán y otros que escriben con él).
Otro elemento que diferencia a unos de otros es la tendencia de al-
gunos a centrar su producción intelectual exclusivamente en su grupo de
pertenencia. Esto es, se trata de discursos etnocentristas que promueven
la autonomía «para» los mapuche, sin mencionar para nada a quienes no
lo son y que de paso son la mayoría en los territorios que se demandan.
Esto ocurre con la mayoría de las propuestas a las que me referí antes.
Solo en un caso la referencia al plurietnicismo es central, al poner el énfasis
en el territorio y no en un sujeto específico. Se trata de la demanda de
autonomía para una región específica y el conjunto de su población. Pero
Huenchumilla también podría unirse a este grupo y Domingo Marileo,
pues sus ideas están en un marco multiétnico.
La apelación al uso de la democracia como mecanismo de convivencia
social y de resolución de problemas políticos es otro tópico que puede
marcar diferencia. La mayoría de las iniciativas, nuevamente, hablan de
autoridades tradicionales, pero nunca mencionan mecanismos de partici-
pación social de la población en decisiones que afectaran sus vidas. En este
caso, las propuestas u opiniones más claras en términos de adherir a este
principio, resultan ser las de Huenchumilla y la de autonomía regional.
Ya se incluyó anteriormente el hecho de que hay una diferencia entre
el sujeto para el cual se concibe el proyecto. Unos, los más, enfatizan al
campesino mapuche para el proyecto autonómico, mientras otros se abren
para considerar a los mapuche urbanos, en una construcción societal más
compleja: urbano-rural. No obstante, podríamos agregar un detalle. En
algunas proposiciones o argumentos, como el caso de la CAM en específico,
pero también el CTT en su momento (y otros), hay una tendencia a enfa-
tizar que debe ser el pueblo mapuche el que cree o elabore ese proyecto, y
no intelectuales supuestamente desconectados de la realidad. Y el pueblo
no es otro que los campesinos mapuche. En consecuencia, otros sectores,
como los urbanos, son marginados de cualquier rol en esta empresa política.
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Conclusión
El pensamiento autonomista mapuche es uno de los tópicos más fascinantes
en terreno de las ideas políticas, que ha surgido en el seno de la sociedad
estatonacional chilena a partir de los 1990s. Esas ideas expresan diver-
sidad, pues aún son un proceso en construcción. Constituye una falacia
pensar que atender el discurso escrito o verbal de un autonomista mapu-
che significa haberlos escuchado a todos, conocerlos a todos. La actitud
de englobar a todos los autonomistas en atención de un solo caso, no se
compadece con la realidad del desarrollo del pensamiento independentista
mapuche, como ha quedado expuesto.
Este pensamiento, como en ningún otro tiempo en la historia poste-
rior a la incorporación por los estados-naciones de Chile y de Argentina,
ha comenzado a desarrollarse y ya presenta una trayectoria de casi dos
décadas. Durante ese tiempo ha habido a veces confrontación dura entre
teóricos autonomistas y sus organizaciones, aunque los antagonismos
excepcionalmente se han expresado en términos absolutos (más bien se ex-
presan en términos de disputa de una audiencia en la «sociedad» mapuche
para su propia singularidad). Esto es, siempre ha habido espacio para la
solidaridad entre miembros de la misma etnonación, cuando la situación
lo requiere, como ha ocurrido frente a la represión que ha practicado el
Estado con algunos de ellos (particularmente la CAM que hoy por hoy
tiene muchos de sus líderes en la cárcel bajo cargos de ser terroristas).
El autonomismo o autodeterminismo mapuche expresa la idea de
impugnar la incorporación de este pueblo originario al Estado chileno,
y la invitación a dicho Estado a discutir nuevamente la situación para
lograr una nueva relación entre chilenos y mapuche que termine con la
colonización del pueblo mapuche y abra la sociedad estatonacional al mul-
ticulturalismo. En ese sentido, las ideas autonomistas marcan un divorcio
con la forma y con el fondo de la demanda étnica hasta la década de los
1980s, en la cual el mayor avance en las ideas fue plantear la necesidad
de elaborar un proyecto histórico, al cual nunca se le puso contenido,
quedando reducido a un eslogan inerte.
110
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
111
Multiculturalismo neoliberal.
Nuevas categorías y formas de entender
la ciudadanía y el mundo indígena en el
Chile contemporáneo
Patricia Richards
113
Patricia Richards
1
Partes de este trabajo se publicaron en otra forma en Richards, Patricia, «Of indians
and terrorists: how the state and local elites construct the mapuche in neoliberal
multicultural Chile», Journal of Latin American Studies, Vol. 42, No 1, 2010, pp.
59-90.
114
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
2
Hale, Charles R., Más que un indio: racial ambivalence and neoliberal multicultur-
alism in Guatemala (Santa Fe: School of American Research Press, 2006); Postero,
Nancy Grey, «Articulations and fragmentations: indigenous politics in Bolivia»,
en N.G. Postero and L. Zamosc (comps.), The struggle for indigenous rights in
Latin America (Sussex: Academic Press, 2004) pp. 189-216; Sieder, Rachel (comp.),
Multiculturalism in Latin America: indigenous rights, diversity and democracy
(New York, Palgrave Macmillan, 2002).
3
Postero, Nancy Grey, Now we are citizens: indigenous politics in postmulticultural
Bolivia (Stanford: Stanford University Press, 2007) p.13.
4
Hale, Más que un indio.
115
Patricia Richards
5
Hale, Charles R., «Does multiculturalism menace? Governance, cultural rights and
the politics of identity in Guatemala», Journal of Latin American Studies, Vol. 34,
2002, pp. 485-524; Richards, Patricia, Pobladoras, indígenas, and the state: conflict
over women’s rights in Chile (New Brunswick: Rutgers University Press, 2004).
6
Hale, Más que un indio.
7
Postero, Now we are Citizens, p. 4.
8
Andolina, Robert, Radcliffe, Sarah, y Laurie, Nina, «Development and culture:
transnational identity making in Bolivia», Political Geography, Vol. 24, N°6, 2005,
pp. 678-702; Assies, Willem, Ramírez, Luis, y Ventura Patiño, María del Carmen,
«Autonomy rights and the politics of constitutional reform in Mexico», Latin
American and Caribbean Ethnic Studies, Vol. 1, No 1, 2006, pp. 37-62; Horton,
Lynn, «Contesting state multiculturalisms: indigenous land struggles in Eastern
Panama», Journal of Latin American Studies, Vol. 38, N° 4, 2006, pp. 829-858;
Leyva, Xochitl, Burguete, Araceli, y Speed, Shannon (coords.), Gobernar (en) la
diversidad: experiencias indígenas desde América Latina. Hacia la investigación
de co-labor (México DF, CIESAS/FLACSO-Ecuador y Guatemala, 2008); Stahler-
Sholk, Richard, «Resisting neoliberal homogenization: the Zapatista Autonomy
Movement», Latin American Perspectives, Vol. 34, N° 2, 2007, pp. 48-63.
116
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
9
Gould, Jeffrey L, To die in this way: Nicaraguan indians and the myth of mestizaje,
1880-1965 (Durham, Duke University Press, 1998); Hale, «Does multiculturalism
menace?».
117
Patricia Richards
10
Palacios argumenta que la raza chilena era una mezcla de raíces indígenas y visi-
godas, la cual él consideraba superior a los españoles contemporáneos. Barr-Melej,
Patrick, Reforming Chile: Cultural Politics, Nationalism, and the Rise of the Middle
Class (Chapel Hill: UNC Press, 2001).
11
Ibid; comunicación personal con Barr-Melej.
12
Illanes argumenta que mientras que la «raza chilena» no es considerada exacta-
mente como blanca, la identidad mestiza es hasta hoy tabú y que el mestizo es
negado tanto como el indio. Illanes, María Angélica, «Los mitos de la ‘diferencia’
y la narrativa historiográfica chilena», en Sonia Montecino (comp.), Revisitando
Chile: identidades, mitos e historias (Santiago, Cuadernos Bicentenario Presidencia
de La República, 2003), pp. 588-592; ver también: Salinas, Maximiliano, «Historia
e identidades desde el mestizaje», en Sonia Montecino (comp.), Revisitando Chile,
pp. 554-561.
118
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
119
Patricia Richards
14
Federación Internacional de Derechos Humanos, «La otra transición chilena:
Derechos del pueblo mapuche, política penal y protesta social en un estado de-
mocrático», Abril, 2006.
15
Ver Hale, Más que un indio.
16
Aylwin, José, «El acceso de los indígenas a la tierra en los ordenamientos jurídicos
de América Latina: Un estudio de casos», documento preparado para Agricultural
Development Unit, ECLAC, 2001.
120
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17
Richards, Pobladoras, indígenas, and the state.
18
Estas políticas reflejan la orientación general de la política social chilena: «ayu-
dar a los individuos y comunidades a acceder al mercado». Schild, Verónica,
«Neo-liberalism’s new gendered market citizens: the ‘civilizing’ dimension of social
programmes in Chile», Citizenship Studies, Vol. 4, Nº 3, 2000, p. 286.
121
Patricia Richards
19
Aylwin, José, «La política del ‘nuevo trato’: Antecedentes, alcances y limitaciones»,
en José Aylwin y Nancy Yáñez (comps.), El gobierno de Lagos, los pueblos indí-
genas y el ‘nuevo trato’: Las paradojas de la democracia chilena (Santiago: LOM,
2007) pp. 29-58.
122
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
20
Ibíd.
123
Patricia Richards
21
«Reconocimiento constitucional de pueblos indígenas es engañoso», Azkintuwe.
org, 10 de marzo de 2009. Alberto Espina, discutido más abajo, fue uno de los
senadores promoviendo el proyecto.
22
Hale, Charles R., «Rethinking indigenous politics in the era of the ‘Indio Permit-
ido’», NACLA Report on the Americas, Vol. 38, Nº 2, 2004, p.17.
23
El término ‘indio permitido’ fue acuñado por Silvia Rivera Cusicanqui, como
explican Hale, Charles R. y Millaman, Rosamel, «Cultural agency and political
struggle in the era of the Indio Permitido», en Doris Sommer (comp.), Cultural
agency in the Americas (Durham: Duke University Press, 2006), pp. 281-304.
24
Hale, «Rethinking indigenous politics», p. 19.
25
Hale, Más que un indio.
26
Park, Yun-Joo y Richards, Patricia, «Negotiating neoliberal multiculturalism: ma-
puche workers in the Chilean state», Social Forces, Vol. 85, 2007, pp. 1319-1339.
124
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
27
Richards, Patricia, «Bravas, permitidas, obsoletas: Mapuche women in the Chilean
print media», Gender & Society, Vol. 21, 2007, pp. 553-578.
28
Robinson, William I., «Social theory and Globalization: the rise of a transnational
state», Theory and Society, Vol. 30, 2001, pp. 157-200.
29
Human Rights Watch y Observatorio de los Derechos de los Pueblos Indígenas,
«Undue process: terrorism trials, military courts and the Mapuche in Southern
Chile», 2004.
125
Patricia Richards
Estos artificios legales esconden el juego político detrás del uso de la ley:
la administración de Lagos insistió repetidamente que los conflictos eran
temas a resolverse en los juzgados, sin embargo, el gobierno dio vía libre
a una operación de inteligencia denominada «Operación Paciencia» para
substanciar los cargos contra el CAM. Se esperaba que Bachelet, quien
había prometido durante la campaña que su gobierno no aplicaría la ley
antiterrorista, terminara con esta política. Sin embargo, hacia el final de
su mandato aproximadamente 74 individuos seguían siendo procesados
dentro del marco de esta normativa.
La aplicación de la carátula de terrorista también ha producido el
efecto de legitimizar la violencia de Estado. Los conflictos han sido acom-
pañados por allanamientos contra comunidades mapuche en las cuales la
policía hizo uso de métodos forzados y de violaciones contra los derechos
humanos. Tres jóvenes mapuche fueron muertos por disparos policiales
bajo la Concertación. Es notable que dos de esas muertes se produjeron
durante el gobierno de Bachelet, justo cuando el discurso multiculturalista
estaba ganando prominencia en esferas oficiales.
La Concertación no fue, sin embargo, la única fuerza que dio forma al
multiculturalismo neoliberal desde arriba en Chile. Para una idea completa
es necesario explorar la visión promovida por la derecha política y los
medios. La derecha tendió a rechazar los reclamos mapuche por territorio,
mientras que al mismo tiempo criticó a la Concertación por su fracaso en
contener los conflictos. Por ejemplo, Libertad y Desarrollo venía tildando
de «ataques terroristas» las recuperaciones de tierras desde 1999. En sep-
tiembre del 2001, luego del ataque terrorista en Estados Unidos, publicó
un ensayo lamentando los ataques en el cual mencionaba la «cuestión
indígena» como un foco de riesgo dentro de Chile que debía atenderse
en un contexto global. De esa manera estaba colocando discursivamente
el atentado terrorista en EE.UU. y la resistencia mapuche en un plano
de igualdad30. El uso del término terrorismo para describir reclamos de
tierras mapuche refleja el flujo discursivo global y demuestra, junto con
otros casos en Latinoamérica, cómo las minorías que pasan a la resistencia
directa son caratuladas como terroristas para justificar la represión del
Estado contra ellos.
Otras reacciones derechistas hacen eco de esta teoría sobre terrorismo.
En 2002, la comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento
del Senado produjo un extenso reporte sobre el «conflicto mapuche». El
30
Libertad y Desarrollo, «Facing the terrorism of the 21st Century», 14 de septiembre
de 2001.
126
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127
Patricia Richards
34
Aretxaga, Begoña, «Playing terrorist: ghastly plots and the ghostly state», Journal
of Spanish Cultural Studies, Vol. 1, Nº 1, 2000, pp. 43-58.
128
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
129
Patricia Richards
Cultura
Para definir «cultura», muchos cientistas sociales38 se refieren a Raymond
Williams, que la define como «el sistema significador a través del cual
35
El concepto de «recuerdos selectivos» viene de Stern, Steve J., Remembering Pi-
nochet’s Chile: on the eve of London 1998 (Durham, Duke, 2004).
36
Bonilla-Silva, Eduardo, White supremacy & racism in the post-civil rights era
(Boulder: Lynne Reinner, 2001); Feagin, Joe R., Systemic racism: a theory of op-
pression (New York: Routledge, 2006).
37
Speed, Shannon, Rights in rebellion: indigenous struggle & human rights in
Chiapas (Stanford: Stanford University Press, 2008).
38
e.g. Alvarez, Sonia; Escobar, Arturo y Dagnino, Evelina, «Introduction: the cultural
and the political in Latin American Social movements», en Sonia Álvarez, Arturo
Escobar, y Evelina Dagnino (comps.), Cultures of politics/politics of cultures:
130
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
131
Patricia Richards
41
Jackson, Jean y Warren, Kay, «Indigenous movements in Latin America, 1992–2004:
Controversies, ironies, new directions», Annual Review of Anthropology, Vol. 34,
2005, pp. 549-73.
42
Paradójicamente, las élites también criticaron la cultura mapuche tradicional como
«incivilizada», lo cual utilizaron como otra razón para negar sus reivindicaciones.
43
Mallon, Florencia, «Constructing Mestizaje in Latin America: authenticity, mar-
ginality, and gender in the claiming of ethnic identities», Journal of Latin American
Anthropology, Vol. 2, Nº 1, 1996, pp. 170-181; Wade, Peter, Race and ethnicity
in Latin America, Chicago, Pluto Press, 1997.
132
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133
Patricia Richards
44
Nagengast, Carole, «Violence, terror, and the crisis of the state», American Review
of Anthropology, Vol. 23, 1994, p. 123.
134
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
45
Corvalán, Patricio, «Los días de furia de Jorge Luchsinger», en Qué Pasa, 18/6/2005,
p.17.
46
Polletta, Francesca, It was like a fever: storytelling in protest and politics, Chicago,
University of Chicago Press, 2006.
135
Patricia Richards
Pobreza
En la segunda línea narrativa, los entrevistados no aseveraron que los mapuche
fueran inferiores culturalmente, sino simplemente más pobres. Sugirieron que
las políticas indígenas se enfocaron en el asunto equivocado en enfatizar la
etnicidad y no la pobreza. Es importante notar que los individuos que emi-
tieron esta narrativa frecuentemente eran los mismos que mantuvieron que la
cultura mapuche era fallida en alguna manera. A pesar de esta contradicción,
una crítica cultural no estaba ausente de esta narrativa: insistir en la pobreza
como la explicación implícitamente pone en cuestión la legitimidad de las
reivindicaciones basadas en la diferencia cultural.
Muchos miembros de la élite sostuvieron que había poca diferencia
entre los mapuche y no-mapuche, que cualquier diferencia era socioeconó-
mica en carácter, y, por lo tanto, los programas específicamente culturales
eran innecesarios e incluso injustos a los demás. Esta narrativa se vincula
136
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
con otra, en que las élites sugirieron que antes de la emergencia de las de-
mandas contemporáneas por derechos colectivos y culturales, los chilenos
y mapuche coexistieron en paz y eran iguales. Como exclamó una mujer
chilena durante una conversación informal con un grupo en Malleco:
«¡Siempre hemos sido iguales, y de repente ellos dicen ‘somos diferentes’!»
Aunque es fácil para las élites conservadoras atribuir las reivindicacio-
nes a la condición subyacente de la pobreza mapuche, en la mayoría de los
casos son reacios a abogar por cualquier tipo de redistribución significativa.
Por ejemplo, aunque admitió que las comunidades mapuche carecían de
«ayuda directa,» Manuel Borja, el líder de una asociación de agricultores
no-mapuche, parecía sugerir que abandonar la tierra sería la mejor solu-
ción, aseverando que cuando los mapuche se mudan a las ciudades, viven
relativamente bien. Pero según la CASEN 2006, el nivel de pobreza entre
los indígenas urbanos es solo un poco más bajo que en zonas rurales, mien-
tras que en zonas urbanas hay significantemente más pobres indígenas que
no-indígenas47. Más aún, la afirmación de Borja resta atención al hecho
que los mapuche tienden migrar no solo por causa de la pobreza, sino por
pobreza inducida por el despojo colonialista e intervención capitalista en
su territorio ancestral. Culpar la pobreza por el «problema mapuche» sin
considerar estas complejidades ayuda a las élites a ignorar los mecanismos
por los cuales se benefician de la subordinación mapuche.
Es interesante que en Chile, donde el conflicto de clase social predomi-
naba notablemente en la segunda mitad del siglo XX, las élites conservado-
ras ahora miran el concepto de la pobreza como atajo para deslegitimizar
las demandas indígenas. Pareciera que hablar de la pobreza (y por ende
de relaciones de clase) representa una amenaza menor que tratar el tema
de la raza, la etnicidad, y la nación. Es posible que el neoliberalismo y el
legado de la dictadura tengan algo que ver aquí. Las élites no solo vivieron
una gran transformación social de la cual salieron sin mayores secuelas,
sino que el modelo neoliberal efectivamente ha limitado las posibilida-
des para el cambio —la derecha puede apoyar algunas políticas para los
pobres porque es probable que la Concertación, también comprada por
el modelo neoliberal, ya no propondrá una restructuración fundamental
de la sociedad—. Bajo el neoliberalismo, hacer algo con la pobreza no
quiere decir la redistribución; quiere decir establecer algunas políticas
paliativas, proveer «oportunidad» y hacer disponibles algunos «proyec-
tos». Las reivindicaciones mapuche, en cambio, sí se consideran como una
47
Mideplan, 2006. Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen).
Santiago.
137
Patricia Richards
amenaza a los intereses de las élites. Por eso, como la Concertación, las
élites conservadoras redujeron las demandas mapuche a la clase social,
pero en diferencia con la Concertación, sintieron que aún una apreciación
tibia para la diversidad no tenía lugar en la política. Pudieran insistir
que la pobreza era el problema en parte porque no quisieran admitir la
legitimidad de las reivindicaciones para derechos colectivos y culturales.
El multiculturalismo como discurso se fundamenta en lo cultural;
la adopción de políticas estatales que reconocen la diferencia cultural,
aunque no sea adecuada, se contrasta con la insistencia de las élites
locales de que el «problema mapuche» fuese simplemente una cuestión
de pobreza. Podríamos pensar que concebir las demandas mapuche en
términos socioeconómicos podrían haber llevado a las élites locales a
apoyar las políticas de la Concertación, que en realidad se enfocaron en
la resolución de pobreza con atención relativamente menor a la intercul-
turalidad y diversidad. Sin embargo, por lo general, ese no fue el caso,
quizás parcialmente porque la mayoría de las élites locales simpatizan
con la derecha, pero más importante porque conciben la cultura mapuche
como algo negativo y cualquier reconocimiento de derechos colectivos y
culturales se convierte en una amenaza a sus propios intereses.
Representando a los mapuche como iguales a que cualquier chileno,
las élites locales pudieron construir cualquier intento de establecer derechos
diferenciados para los indígenas como injusto a los no-indígenas. En el acto
de insistir que el «problema mapuche» es solo de miseria, demostraron su
negación a consentir al multiculturalismo del Estado y simultáneamente
rehusaron reconocer la vialidad política del sujeto colectivo.
Integración
Entonces, ¿cuáles tipos de políticas promueven las élites locales? Muchos
entrevistados tomaron cuidado en recordar que los mapuche envueltos en
acciones violentas y tomas de tierras son una minoría probablemente inci-
tada por foráneos, resaltando que la mayoría de esta etnia «son buenos».
Sin embargo, estos mismos colonos sugirieron que estos necesitaban cam-
biar para sobrevivir. La solución que propusieron fue la de la integración.
Para muchos miembros de las élites locales, la educación es la clave
de la integración. La lógica pareciera ser esta: educando a los mapuche se
resuelven los conflictos, porque aquellos encontrarán buenos trabajos en
la ciudad y dejarán de procurar la tierra. Cuando le preguntaron cuáles
cambios políticos eran necesarios, Agustín Figueroa notó la necesidad de
«reciclar una parte muy importante de la población mapuche e incor-
138
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
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Patricia Richards
140
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142
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
48
Hale, «Rethinking indigenous politics in the era of the ‘Indio Permitido’».
49
El concepto de «acuerdos culturales» viene de Calhoun, Craig, «Imagining soli-
darity: cosmopolitanism, constitutional patriotism, and the public sphere», Public
Culture, Vol. 14, Nº 1, 2002, pp. 147-171.
143
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144
Prácticas de autorrepresentación
y los dilemas de la autodeterminación:
el cara y sello de los derechos a la
comunicación mapuche
145
Juan Francisco Salazar
1
Bengoa, José: La emergencia indígena en América Latina, Santiago, Fondo de
Cultura Económica, 2000, p. 152.
2
Foucault, Michel: Power/Knowledge, Brihgton, Harverter, 1980.
146
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
3
La Declaración es un instrumento jurídicamente no vinculante que, sin embargo,
tiene atribuciones éticas significativas, a diferencia del Convenio 169 de la Orga-
nización Internacional del Trabajo (OIT) que en Chile entró en vigencia el 15 de
septiembre de 2009, y que opera como tratado de derechos humanos de jerarquía
constitucional y vinculante.
147
Juan Francisco Salazar
4
Bengoa, ob.cit.
5
Fraser, Nancy and Honneth, Alex, Redistribution or recognition? A political-phil-
osophical exchange, Verso, 2003.
6
Ibíd., p. 13.
148
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
Sanación ?
Física ?
Espiritual ?
Psicológica ?
Social ?
Colectiva ?
Restauración ?
Movilización ?
Local ? Auto- Descolonización ?
Política ?
Regional ?
Nacional ? Determinación Social ?
Espiritual ?
Global ? Psicológica ?
Transformación ?
Psicológica ?
Política ?
Social ?
Espiritual ?
Económica ?
Colectiva ?
7
Smith, Linda T. , Decolonizing methodologies: research and indigenous peoples,
Dunedin, Otago, University of Otago Press, 1999.
149
Juan Francisco Salazar
Los resultados del proceso nos han enseñado a presentar nuestra propia
voz tal cual, como queremos que sea y que entiendan en base a la lógi-
ca de nuestra realidad, es por ello que hemos dado importantes pasos,
pasando de la «queja» a la «propuesta», del «discurso» a la «práctica»,
en otras palabras, hemos ingresado muy fuertemente a copar los espa-
cios para la enseñanza de generar una cultura de respeto, generar una
cultura de consulta, una cultura de participación y una cultura de polí-
tica indígena. La lucha indígena no es de hoy ni de ayer, es de todos los
días y será para siempre, hasta que llegue el día en que haya realmente
la igualdad de condiciones y de justo equilibrio; la solución de ayer lo
necesitaba para ayer y para hoy requiero otras soluciones alternativas
que sean para hoy, y para mañana se necesita garantizar la historia viva
de los pueblos originarios9.
8
Smith, Graham H., The development of Kaupapa Maori: theory and praxis, tesis
doctoral inédita, University of Auckland, New Zealand, 1997.
9
Castro, M. Eusebio: Ashtajiaro ítsari birákocha (Apropiémonos de la red de los
blancos). Manifiesto en internet. 25 de agosto de 2000. http://www.tau.org.ar/up
load/9017a40361a58508222c9b163bfbf989/Biracocha.pdf
[Última fecha de acceso: 8 de febrero de 2012].
150
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
10
Salazar, Juan F.: «Articulating an activist imaginary: Internet as counter public
sphere in the Mapuche movement, 1997-2000», Media International Australia
incorporating Culture and Policy, 107: 19-30 (Brisbane: University of Queensland,
2003); Salazar, J.F & A. Córdova (2008). «Imperfect media: the poetics of indige-
nous video in Latin America», en M. Stewart & P. Wilson (eds.), Global indigenous
media: cultures, poetics and politics, Durham, NC, Duke University Press, 2008,
pp. 39-57 ; «Self-determination in practice: the critical making of indigenous media.
Development in practice, 19(4-5), 2009, pp. 504-513; «Making culture visible: the
mediated construction of a Mapuche nation in Chile», en L. Stein, C. Rodriquez &
D. Kidd, (eds.), Making our media: global initiatives towards a democratic public
sphere – Volume 1, Cresshill, NJ, Hampton Press, 2010, pp. 29-46.
151
Juan Francisco Salazar
11
Fraser, Nancy, «Rethinking the public sphere: a contribution to the critique of
actually existing democracy», en B. Robbins (ed.), The Phantom Public Sphere,
Minneapolis, University of Minnesota Press, 1993.
152
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12
Calbucura, J., «La cuestión indígena y el dilema del doloroso desarraigo de la clase
política chilena». Rocinante 30: 6-14. Rocinante Comunicaciones, Santiago, Chile,
abril, 2001.
153
Juan Francisco Salazar
154
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155
Juan Francisco Salazar
156
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
17
Isin, Engin F., «Theorizing acts of citizenship», en E.F Isin & G.M Nielsen (eds.),
Acts of citizenship, London, Zed Books, 2008, pp: 15-43.; «Citizenship in flux:
the figure of the activist citizen», Subjectivity 29, 2009: 367–388.
18
Fraser, 1993, ob.cit.
19
Hernández, I., Autonomía o ciudadanía incompleta: el Pueblo Mapuche en Chile
y Argentina, Santiago, CEPAL, 2003.
20
Salazar, Juan F., «Articulating an activist imaginary: internet as counter public
sphere in the Mapuche movement, 1997-2000», en Media International Australia
incorporating Culture and Policy, 107: 19-30. Brisbane: University of Queensland,
2003; Imperfect Media: The Poetics of Indigenous Communication in Chile, tesis
doctoral inédita, Parramatta, Sydney, University of Western Sydney, Australia,
2004; ob. cit, 2010.
21
Bascopé, J., La invasión de la tradición: lo mapuche en tiempos culturales, CoLibris:
Guatemala y Santiago de Chile, 2009.
157
Juan Francisco Salazar
Esta idea de ciudadanía inconclusa tiene tal vez que ver con las formas
de contar (relatar) y de contar (ser contados). Jesús Martín-Barbero hace
un juego de conceptos interesantes al respecto a propósito de la multipli-
cidad de sentidos del verbo contar. Por un lado tiene que ver obviamente
con una acción de contar o relatar o narrar una historia. Por otro lado, su
significado también nos lleva al sentido de ser contados (numéricamente)
por un Estado cada vez que hay un censo de población. Esta forma de
ser contados también se da en los medios masivos y comerciales de co-
municación donde se nos cuenta (se nos construye a nosotros como parte
de una realidad) desde perspectivas ideológicas, sociales y culturales bien
definidas. Entonces contar y ser tenidos en cuenta son dos caras de una
misma moneda, donde narrar es contar; ser tenido en cuenta; y es dar
cuenta. Por ende, para ser reconocidos (tomados en cuenta) los pueblos
indígenas han de contar sus historias desde su propia perspectiva, con su
propia voz, en su propio tono. Y esto se consigue no solo abriendo los
micrófonos. La misma etimología de la palabra relato nos conduce a una
idea de relación, que tiene menos que ver con narrar, y sí con relacionar.
Entonces contar es vincular, es comunidad y conexión para la producción
de una fábrica de sentidos, afectividades y solidaridades (Omar Rincón,
2010). Contar es saber escuchar, es crear experiencias de pertenencia, dife-
rencia y relación con otros. Contar la historia del Wallmapu es una táctica
de resistencia y una forma de hacer ciudadanía. Es una estrategia cons-
ciente para desplegar un «imaginario activista»22 y para hacer la cultura
visible23 como una performance de descolonización24. De manera similar,
Erica Wortham concibe el video indígena como una postura o posición
política vital de lucha por la autodeterminación / autorrepresentación25.
Esta postura performativa ha sido especificada de diferentes maneras
como tradicionalismo estratégico, o lo que se ha llamado la paradoja
22
Marcus, G., «Introduction», en G. Marcus (ed.), Connected: Engagements with
Media, Late Editions, 3, Chicago, University of Chicago Press, 1996; Ginsburg,
F. , «Resources of hope», en C. Smith & G.K. Ward (eds.), Indigenous cultures in
an interconnected world, Sydney, Allen & Unwin, 2000, pp. 27-47; Salazar, 2003,
ob.cit.
23
Wortham, E., «Between the state and indigenous autonomy: unpacking video
indígena in Mexico», American Anthropologist, 106(2), 2004: 363-369.
24
Boccara, G.: The brighter side of indigenous renassaince. En Nuevo Mundo, 2006.
[En línea] http://www.nuevomundo.revues.org-document2405.html
[Última fecha de acceso: 8 de febrero, 2012]; Bascopé, 2009, ob.cit.
25
Worthman, 2004, ob.cit., p. 366.
158
Aproximaciones a la cuestión mapuche en Chile...
Comentarios finales
Mucho ha cambiado América Latina en materia de políticas indígenas y
políticas de comunicación desde 1992. Y mucho más aún queda por hacer.
Un claro ejemplo de los logros de esta efervescencia se ve en los
nuevos gobiernos plurinacionales de Bolivia o Ecuador, quienes han re-
formado sus respectivas constituciones políticas para reflejar algunos de
estos cambios. Otra muestra de estos resultados se puede apreciar en el
sinnúmero de cumbres indígenas a nivel regional que se suceden cada vez
con mayor frecuencia y con mayor impacto. En noviembre de 2013, por
ejemplo, Oaxaca será sede de la II Cumbre Continental de Comunicación
Indígena de Abya Yala luego de la exitosa primera cumbre realizada en el
Territorio de Convivencia, Diálogo y Negociación, Resguardo Indígena
de La María Piendamó, Cauca, Colombia, del 8 al 12 de noviembre del
año 2010. Una de los resultados más significativos de la primera cumbre
fue la creación del Observatorio del Derecho a la Comunicación de los
Pueblos Indígenas, una plataforma de documentación y seguimiento de
hechos, políticas públicas, legislaciones y procesos relativos al Derecho de
los Pueblos Indígenas a la Comunicación y derechos conexos.
Una democracia saludable debiera manifestarse no solo en los sistemas
políticos sino que también en los sistemas y estructuras de comunicación.
El derecho a la comunicación es fundamental para el ejercicio de derechos
humanos políticos y culturales de los pueblos indígenas. Contar para ser
tenidos en cuenta.
Si en América Latina el derecho a la comunicación de los pueblos
indígenas es aún un derecho en construcción, en Chile hay un camino
aún más largo y complicado que recorrer en materia de derechos a la
comunicación indígena, comunitaria y alternativa. A diferencia de países
como México, Brasil y Bolivia, donde el audiovisual indígena se ha ido
posicionando como un campo de producción cultural independiente, habi-
tando espacios de representación propia y estableciendo circuitos paralelos
de producción, difusión y recepción de materiales culturales, en Chile el
26
Prins, H., “The Paradox of Primitivism: Native Rights and the Problem of Imagery
in Cultural Survival Films”, Visual Anthropology 9, 1997: 243-266.
27
Bascopé, 2009, ob. cit., p. 122.
159
Juan Francisco Salazar
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Regiones fronterizas, migración y los desafíos...
28
Cayuqueo, P. & W. Painemal. «Hacia un imaginario de nación», Diario Azkintuwe,
octubre, 2003, pp. 12-14.
29
Hernández, 2003, ob. cit.
30
Salazar, 2003, ob. cit.
161
Juan Francisco Salazar
31
Marimán, P.; S. Caniuqueo; J. Millalen, & R. Levil: !Escucha Winka!: Cuatro en-
sayos de Historia Nacional Mapuche y un epílogo para el futuro (Santiago: Lom
Ediciones, 2006).
32
Chihuailaf, E.: Recado confidencial a los chilenos (Santiago: LOM Ediciones,
1999).
33
Chihuailaf, A.: La ausencia mapuche en Chile: el país que viene. Nuke Mapu Ma-
puche Documentation Center, 2002: Uppsala, Suecia: www.soc.uu.se/mapuche/
docs/
[Ultima fecha de acceso: 8 de febrero, 2012].
162
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