Vous êtes sur la page 1sur 19

Documento

Rol: 75-2003
Ministro: Fernández Stevenson, Jorge
Ministro: Pizarro Astudillo, Jorge
Ministro: Salas Salas, Nicanor
Tribunal: Tribunal Oral en lo Penal(TOP)
Partes: Ministerio Público con Flores Vergara; René Osvaldo; Pozo Suárez; Listhert y Saavedra Pérez; José
Manuel
Fecha: 25/10/2003
Cita Online: CL/JUR/5893/2003

Sumarios:
1 . Cuando el legislador mencionó a los testigos en el párrafo 5º del Código Procesal Penal, en los artículos 298
y siguientes, nada dijo acerca de alguna limitante a los funcionarios policiales que declaran en juicio. Es más,
nos encontramos con la norma del artículo 309 del referido código que señala que "En el procedimiento penal
no existirán testigos inhábiles". Y este mismo artículo otorga a los intervinientes el derecho a demostrar su
credibilidad a falta de ella, la existencia de vínculo con alguno de los intervinientes que afectaren o pudieren
afectar su imparcialidad, o algún otro defecto de idoneidad. Finalmente, aquella norma obliga a todo testigo a
dar razón circunstanciada de los hechos sobre los cuales declare. De esta forma, no se advierte esta suerte de
imposibilidad de hacer valer por los intervinientes los dichos de los testigos que invistan el carácter de policías,
y que además dirigieron una investigación o estuvieron presentes al momento de la comisión de los mismos. Por
lo anterior, estos sentenciadores han dado validez legal a los testimonios de los funcionarios policiales, no por la
condición de tales, sino que por la contundencia, claridad y cohesión de sus atestados en la audiencia de juicio
oral, ya sea cuando fueron interrogados, contrainterrogados y también preguntados por miembros de este
tribunal, y al no existir causa legal que así lo impida no se comparte la opinión del señor defensor en este tópico
Texto Completo:
La Serena, 25 de octubre de 2003.
Vistos:
Primero: Que con fechas veinte y veintiuno de octubre del presente año, ante esta Segunda Sala del Tribunal
de Juicio Oral en lo Penal de la ciudad de La Serena, constituida por los jueces don Jorge Fernández Stevenson
quien presidió, don Nicanor Alberto Salas Salas, y don Jorge Pizarro Astudillo, se llevó a efecto la audiencia del
juicio oral relativa a los autos Rol Nº 75 2003, seguidos contra René Osvaldo Flores Vergara, chileno, cédula de
identidad Nº 10.
012.
169 7, 39 años de edad, casado, sin oficio, domiciliado en Población El Llano, Pasaje Nº 3006, Compañía
Alta, La Serena, y en Población Autoconstrucción s/n Alto Hospicio, comuna de Iquique, anteriormente
condenado; Listhert Pozo Suárez, peruano, documento nacional de identidad Nº 22.
748.
817, 41 años de edad, soltero, comerciante, domiciliado en calle Huanuco s/n, distrito de Rondos, Perú; y
José Manuel Saavedra Pérez, chileno, cédula de identidad Nº 9.
663.
980 5, 39 años de edad, casado, chofer, domiciliado en calle Las Heras Nº 817, Parte Alta, Coquimbo.
Representó al Ministerio Público, en este juicio, el señor Héctor Barros Vásquez, fiscal adjunto de La
Serena, domiciliado en calle Gandarillas Nº 810 de esta ciudad.
La defensa del acusado Flores Vergara estuvo a cargo del abogado don Christian Rodríguez Villalobos, de
la Defensoría Penal Pública, domiciliado en calle El Santo Nº 1160 de esta ciudad.
La defensa del acusado Pozo Suárez la sostuvo el abogado particular don Francisco Gajardo Contreras,
domiciliado en calle Brasil Nº 455, La Serena.
Por su parte, la defensa del acusado Saavedra Pérez la realizó el abogado señor Alejandro Viada Ovalle, de
la Defensoría Penal Pública, domiciliado en calle El Santo Nº 1160 de esta ciudad.
Segundo: Que los hechos materia de la acusación, según el auto de apertura del juicio oral, consisten:
1.
René Osvaldo Flores Vergara: Desde principios del mes de febrero del año 2002 y hasta el día 25 de febrero

© Westlaw Thomson Reuters 1


Documento

del mismo año, el acusado planificó la adquisición y el envío de droga desde el norte del país hasta la ciudad de
La Serena y otras ciudades.
Para tal objeto contrató al acusado José Manuel Saavedra Pérez para que concurriera a la ciudad de Iquique
a buscar una droga adquirida por él al ciudadano Peruano Listhert Pozo Suárez y la trasladara hasta la ciudad de
Coquimbo.
El día 25 de febrero del año 2002, siendo aproximadamente las 19:10 horas, el acusado es detenido en la
ciudad de Guanaqueros en Coquimbo, en el minimarket de nombre "Océano" ubicado en la intersección de las
calles Coquimbo y Las Brisas, junto a José Manuel Saavedra Pérez y Listhert Pozo Suárez con la cantidad bruta
de 25.
142,4 gramos de un polvo beige con olor y color característicos a la pasta base de cocaína, la que se
encontraba distribuida en 36 paquetes enhuinchados con una cinta adhesiva de color café, sustancia que
sometida a los peritajes de rigor arrojó como resultado que se trataba de pasta base de cocaína.
2.
Listhert Pozo Suárez: En el mes de febrero del año 2002, el acusado ingresó desde Perú a la Primera Región
de Chile la cantidad bruta de 25.
142,4 gramos de una sustancia de color beige con olor y color característicos a la pasta base de cocaína,
sustancia que sometidos a los análisis de rigor, arrojaron que se trataba de pasta base de cocaína, la que vendió a
René Osvaldo Flores Vergara.
A fin de obtener el pago de la totalidad de la droga vendida, el acusado Listhert Pozo Suárez viajó a la
ciudad de La Serena, trasladándose hasta la ciudad de Guanaqueros en Coquimbo el día 25 de febrero del año
2002 donde siendo las 19:10 horas aproximadamente fue detenido junto a la droga y a los acusados René
Osvaldo Flores Vergara y José Manuel Saavedra Pérez en el minimarket de nombre "Océano", ubicado en la
intersección de las calles Coquimbo y Las Brisas.
3.
José Manuel Saavedra Pérez: Contratado por René Osvaldo Flores Vergara, el acusado José Manuel
Saavedra Pérez, el día 21 de febrero del año 2002 viaja conduciendo un vehículo particular hasta la ciudad de
Iquique donde toma contacto con Listhert Pozo Suárez de quien recibe la cantidad de 36 paquetes contenedores
de pasta base de cocaína, cuyo peso bruto es de 25.
142,4 gramos, droga que transporta hasta la ciudad de Coquimbo y que luego traslada hasta la Ciudad de
Guanaqueros, siendo detenido el día 25 de febrero del año 2002, aproximadamente a las 19:10 horas junto a la
droga y a los acusados René Osvaldo Flores Vergara y Listhert Pozo Suárez en el minimarket de nombre
"Océano", ubicado en la intersección de las calles Coquimbo y Las Brisas de la mencionada ciudad.
Que la droga incautada a los acusados el día 25 de febrero de 2002 arrojó un peso neto de 23.
835,91 gramos, con una pureza que va desde 86% a 92%, según los análisis periciales.
Señala el Ministerio Público que los hechos descritos, analizados en su conjunto, configuran el delito de
infracción a la ley Nº 19.
366 sobre tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas, previsto y sancionado en los artículos
5º y 1º de dicho texto legal, en su modalidad de poseer, guardar, transferir, adquirir y transportar sustancias o
drogas estupefacientes o psicotrópicas, en la especie, pasta base de cocaína, sustancia o droga estupefaciente
que es productora de dependencia física y síquica, conforme al reglamento de la ley Nº 19.
366, contenido en el decreto de justicia Nº 565 de 9 de Junio de 1995, ilícito perpetrado el día 25 de febrero
del año 2002 por los acusados René Osvaldo Flores Vergara, Listhert Pozo Suárez y José Manuel Saavedra
Pérez.
Respecto de René Osvaldo Flores Vergara perjudica a éste la circunstancia agravante contemplada en el
artículo 12 Nº 14 del Código Penal, esto es, cometer el delito mientras cumple una condena o después de
haberla quebrantado y dentro del plazo en que puede ser castigado por el quebrantamiento.
Consta asimismo del referido informe que el imputado a la fecha del quebrantamiento se encontraba
haciendo uso del beneficio de salida dominical, la que le fuera concedida en la causa Rol Nº 13.
463 3.
Que la participación que se les atribuye a los acusados en los respectivos delitos es la de autor directo en el
delito de tráfico ilícito de drogas, previsto y sancionado en el artículo 15 Nº 1 del Código Penal.

© Westlaw Thomson Reuters 2


Documento

Que, de acuerdo al auto de apertura del juicio oral, las partes acordaron como convención probatoria que la
cadena de custodia de la evidencia ha cumplido con todas las exigencias legales, todo ello conforme al artículo
275 del Código Procesal Penal.
Tercero: Que los hechos que constituyen el tipo penal del delito materia de la acusación se encuentran
establecidos con las declaraciones del inspector de la Policía de Investigaciones de Chile don Gustavo Guzmán
Acevedo, el que señaló que desde inicios del año 2001 se investigaba a un sujeto el que desde el interior del
Centro de Cumplimiento Penitenciario de La Serena realizaba actividades de tráfico de estupefacientes a través
de un celular el que estaba siendo monitoreado por su unidad, detectándose que pretendía realizar un tráfico
desde el norte hasta esta ciudad, con ramificaciones en la ciudad de Santiago.
Este sujeto a fines del mismo año 2001 egresó de prisión con el beneficio administrativo de salida
dominical, el que inmediatamente quebrantó.
Eludiendo éste la acción policial primero en esta región, específicamente en la localidad de Guanaqueros y
posteriormente se dirigió a la ciudad de Iquique, específicamente en la localidad de Alto Hospicio en la casa de
la familia Challapa García quienes son conocidos traficantes en la zona.
Que por ello y contando con la autorización judicial se le hizo un seguimiento, continuándose con el
monitoreo al teléfono celular Nº 9505369 de uso de René Osvaldo Flores Vergara.
Logrando captar en la segunda quincena del mes de febrero del año 2002 una conversación de este mismo
con un sujeto peruano que decía llamarse "Marco", el que le ofrece una cantidad de droga, manifestándole que
ya se encuentra listo con la droga, la que ya había ingresado y que necesitaba entregarla pronto puesto que no
tenía dónde ocultarla.
Al no poder contactar Flores Vergara a un camionero llamado Juan Rojas para que trasladase la misma a
esta ciudad, envía a un conocido de nombre José Saavedra Pérez, el que contacta vía telefónica a través de
Yerko Villarroel, cuñado de Saavedra, persona que facilita la camioneta placa patente AZ 2153 y un celular para
que José Saavedra, ofreciéndole la suma de $ 250.
000, se dirigiese a la ciudad de Iquique, trayendo una droga hasta esta ciudad, accediendo Saavedra Pérez
trasladándose al norte, pasando el día 21 de febrero del año 2002 el control aduanero de El Loa, lo que hace en
el vehículo antes individualizado.
Al llegar a la indicada ciudad, se contacta con Flores Vergara el que le refiere que debe dirigirse a la ciudad
de Arica con el fin de ubicar a "Marco" para que le entregase la droga y posteriormente la trasladara hasta La
Serena.
Como le ofrecieron más dinero, Saavedra se dirigió a tal ciudad logrando encontrar al referido "Marco",
hecho que comunicaron vía telefónica a Flores.
Como "Marco", quien después se estableció era Listhert Pozo Suárez no recibió el pago del adelanto que se
había acordado por la droga, decidió viajar hasta esta región al cuidado de su droga para que no lo fueran a
"estafar", en la camioneta conducida por José Saavedra Pérez, quedando en la aduana de El Loa constancia que
la camioneta patente AZ 2153 salió de la misma con dos personas en su interior el día 23 de febrero de 2002,
llegando a Coquimbo el día 24 del mismo mes a la casa de los padres de Yerko Villarroel Galarce, ocultando la
droga en una bodega.
Por su parte, René Flores Vergara, quien era vigilado por la policía en Iquique, tomó un bus que tenía como
destino final la ciudad de Santiago, viajando en aquél desde Iquique a Coquimbo arribando a esta última ciudad
el día 25 de febrero alrededor de la 7:00 horas, bajándose Flores en el sector del Hospital de Coquimbo, donde
lo esperaba Yerko Villarroel Galarce quien lo llevó a un domicilio de la Parte Alta, donde ya se encontraban
José Saavedra Pérez y Listhert Pozo Suárez, y que lo condujo en la misma camioneta patente AZ 2153, de la
que ya se hiciera referencia.
En ese domicilio los hechores se percatan de la presencia policial, dirigiéndose alrededor de las 14:00 horas
René Flores y Listhert Pozo Suárez a la localidad de Guanaqueros, diciendo, vía telefónica, que iban a estar
donde habían pasado el año nuevo.
Agregó el testigo que en una investigación anterior lograron establecer que aquel lugar correspondía a
Guanaqueros y, específicamente, a la casa de un conocido traficante llamado Miguel Palmucci donde estuvo en
aquella fecha René Flores Vergara.
Así también del monitoreo al teléfono, se escuchó cómo René Flores y doña Luisa Galarce (madre de Yerko
Villarroel) le dan instrucciones a José Saavedra para que retire la droga del lugar donde la tenían oculta y la
traslade donde habían pasado el año nuevo.

© Westlaw Thomson Reuters 3


Documento

En el referido llamado, primero marca René Flores Vergara, en seguida le pasa el teléfono a doña Luisa
Galarce quien le da instrucciones a José Saavedra y finalmente para dar mayor seguridad a Saavedra, toma el
teléfono Listhert Pozo Suárez quien también le ordena que traslade la droga a donde se le había dicho.
Que con estos antecedentes, señala el testigo que alrededor de las 14:00 horas decidieron dirigirse a
Guanaqueros, para continuar la investigación, puesto que los sujetos ya se habían retirado en la misma
dirección.
Al llegar al referido balneario, en la vía principal, específicamente en la intersección de calle Las Brisas con
calle Coquimbo, frente a un minimarket de nombre "Océano", al lado de una plaza y áreas verdes advirtieron la
presencia de René Flores Vergara y de un desconocido que después llegaron a establecer que se llamaba Listhert
Pozo Suárez, lugar donde permanecieron varias horas, lo que el testigo pudo percibir así como también los otros
funcionarios policiales, mientras se practicó una vigilancia, agregando que ellos esperaban a José Saavedra,
puesto que la droga la iban a esconder en la casa de veraneo de Miguel Palmucci.
Señaló también el testigo que los sujetos realizaban llamados en clave tratando de ubicar a Palmucci para
que les llevase las llaves de su casa, ya que también tenía que traer el dinero que le correspondía pagar por su
parte de la droga.
Aproximadamente a las 19:00 horas José Saavedra Pérez llegó a Guanaqueros en un colectivo de color
amarillo, sacando desde el maletero del vehículo un saco ayudado por el chofer, cruzando posteriormente René
Flores quien le colabora a llevar el saco hasta donde se encontraba sentado Pozo Suárez, es decir, en las sillas
del minimarket "Océano", dejando a la vista el saco.
En ese momento deciden fiscalizar a los acusados, oportunidad en que al acercarse sintieron un fuerte olor
característico a pasta base de cocaína, encontrando 36 paquetes de droga dentro del saco, en la cantidad de 25.
142,4 gramos, la que según las pruebas de campo realizadas a dos de los señalados paquetes se pudo
establecer coloración positiva a la presencia de cocaína.
Acto seguido incautaron la droga y los celulares que portaban José Saavedra y René Flores.
En la audiencia, el testigo reconoció la evidencia Nº 8 y 9 consistente en dos sacos de papas de color naranjo
y 36 contenedores de droga.
Del mismo modo, reconoció los documentos consistentes en un pasavante que lleva el Nº 173530 en el que
se indica que el día 21 de febrero del año 2002 ingresó la camioneta Chevrolet patente AZ 2153 de Ovalle en la
que se deja constancia que sólo se registró al conductor; registro de control de pasavantes Nº 173530 de fecha
23 de febrero del mismo año, que indica el paso de dos personas.
Igualmente reconoce la fotocopia de la nómina de pasajeros del bus "Ramos Cholele", en que viajó con
identidad falsa René Flores Vergara.
En el mismo sentido depuso en el juicio el señor inspector Pedro Aracena Malbrán, el que refirió que la
investigación data desde el año 2001, fecha desde la cual se interceptaba legalmente un celular de uso de René
Flores Vergara, el que al salir en el mes de diciembre del año 2001 con el beneficio administrativo de salida
dominical, lo quebrantó.
Que por una investigación practicada por él y otro colega, supieron que Flores Vergara, tomó contacto con
gente relacionada con el narcotráfico, estableciendo que uno de los primeros domicilios que visitó estaba en la
localidad de Guanaqueros, siendo éste de propiedad de Miguel Palmucci Pérez, otro traficante actualmente
detenido.
Flores luego se traslada a Iquique, específicamente a la localidad de Alto Hospicio al domicilio de otro
traficante como lo es Lucio Challapa.
Que en ese entonces, Flores se contacta con un peruano que se hacía llamar "Marco", el que le dice que tiene
una droga puesta en Arica y necesita mandarla con urgencia a la ciudad de La Serena, Coquimbo y alrededores.
Que como en primera instancia le falló la persona que iba a traer la droga, Flores Vergara tomó contacto con
Yerko Villarroel quien le señaló que tenía lista una camioneta y un piloto de nombre José Saavedra el que se
traslada al norte en una camioneta Chevrolet Luv rojo burdeo patente AZ 2153, llegando a la ciudad de Iquique
el día 21 de febrero de 2002 tomando contacto con René Flores quien le señala que debe ir a Arica, ciudad
donde toma contacto con "Marco".
Que esto lo sabe por una llamada que tuvo José Saavedra con René Flores, en que le dice "ya estoy con el
hombre".
Indica el testigo, igualmente, que ellos en la ciudad de Iquique le hicieron un seguimiento a René Flores, el

© Westlaw Thomson Reuters 4


Documento

que fue conducido al terminal por Lucio Challapa García para tomar un bus de la Empresa "Ramos Cholele" el
que venía desde Iquique con destino final Santiago, registrándose René Flores con el nombre de su hermano
William Alfonso Flores Vergara en el asiento 33.
Discretamente siguieron el bus, constatando que René Flores Vergara aproximadamente a las 07:00 horas se
baja en el sector del Hospital de Coquimbo, donde lo esperaba Yerko Villarroel Galarce, hecho que constató él
mismo con una vigilancia a pie.
Agregó el testigo que alrededor del mediodía confirmó que en el domicilio de los papás de Yerko Villarroel
también se encontraba Listhert Pozo, por cuanto habló por el teléfono con el René Flores tomaba contacto con
José Saavedra, registrándose una llamada que el testigo señala como muy importante y que corresponde a un
contacto que establece René Flores con Listhert, al que le dice que él se va a trasladar al sector donde pasaron la
Navidad, por lo que ellos como policías que investigaron antes estos hechos, estimaron que debía tratarse de la
casa ubicada en Guanaqueros de Miguel Palmucci Pérez o en sus cercanías, por lo que resolvieron dirigirse a la
citada localidad.
Agregó que alrededor de las 19:00 horas llegó un colectivo bajándose el conductor y un pasajero el que
identifica como José Saavedra el que le pide al chofer que lo ayude, bajando una bolsa que trasladan a un
minimarket, con la ayuda de René Flores, sentándose en unos bancos que allí habían, por lo que el jefe de la
unidad decide interceptar a esas personas, encontrándoseles 36 paquetes enhuinchados dentro de un saco papero
con un fuerte olor característico a este tipo de droga, en este caso pasta base.
Indica también el testigo que a la droga se le practicó la prueba de campo por el perito Cristian Valenzuela,
agregando que él personalmente obtuvo los pasavantes de ingreso y egreso de la camioneta AZ 2153 en la
aduana de El Loa, estableciéndose que el día 21 de febrero ingresa una sola persona y el día 23 se registra el
paso y egreso de dos personas en el citado vehículo.
En el juicio reconoce la evidencia material Nº 8 y 9, consistentes en dos sacos de color naranjo en los que se
contenían los 36 contenedores de droga, los que también reconoce.
Declaró también en el juicio el inspector Carlos Molina Vásquez el que refiere iguales antecedentes que los
anteriores testigos, agregando que de acuerdo a la vigilancia y monitoreo del teléfono celular Nº 9505369 de la
modalidad de prepago, se pudo determinar que se empezó a gestar el interés por parte de quien usaba este
teléfono René Flores Vergara la intención de ingresar gran cantidad de droga a esta ciudad, Coquimbo y
Santiago, según se pudo escuchar en el referido monitoreo.
Indica haber viajado a la ciudad de Iquique con el resto de sus colegas, realizando el seguimiento de René
Flores, habiendo escuchado los contactos que éste allí realizó.
Posteriormente lo siguieron hasta la ciudad de Coquimbo, cuando abordó un bus en Iquique.
Indica que dos de los acusados se dirigieron a la localidad de Guanaqueros, estableciendo ellos una
vigilancia especial en aquel sector, la que a él le cupo hacer, lugar donde finalmente llega José Saavedra Pérez
en un colectivo, bajando un saco papero, siendo ayudado por René Flores y se procede a fiscalizar a los
acusados alrededor de las 19:00 horas, detectándose dentro del saco 36 paquetes, realizándose posteriormente
los análisis correspondientes, determinándose que se trataba de droga.
Agregó el testigo que también procedió a verificar los celulares de René Flores y José Saavedra,
reconociendo en el juicio las evidencias Nº 010 y 011 correspondientes a los celulares Nº 7104942 y 9505359,
del uso de Saavedra y Flores, respectivamente, indicando que incluso ese mismo día el teléfono de Saavedra
Pérez tenía llamadas.
También se cuenta con los testimonios del testigo y perito Cristián Valenzuela Avilés, el que depuso en la
primera calidad acerca de su concurrencia a la localidad de Guanaqueros donde se encontró droga a la que le
tuvo que practicar el test de orientación para cocaína a 36 paquetes que se encontraron en el interior de un bolso,
tomando dos muestras, precipitando color azul, cuyo resultado fue positivo en los paquetes Nº 1 y 32 tomados al
azar.
Asimismo, se cuenta con el peritaje fotográfico Nº 74 realizado por el perito de la Policía de Investigaciones
don Luis Santelices Jopia, el que refirió que este mismo se practicó al sitio del suceso, específicamente se
refiere a 23 fotografías, correspondiendo entre otras a una vista parcial de la Avenida Fritz Willy Lindenmann
de la localidad de Guanaqueros, indicándose un quiosco.
Asimismo, se fijó el minimarket de nombre "Océano".
Igualmente, constan las imágenes de un saco papero conteniendo en su interior unos paquetes enhuinchados,
los que posteriormente se numeraron.

© Westlaw Thomson Reuters 5


Documento

Se fijó también la prueba de campo realizada a dos de estos paquetes denotándose la coloración azul del
examen que se les practicó, terminando el testigo por reconocer el peritaje.
En el mismo sentido se cuenta con el reservado Nº 0079 en virtud del cual se acompañan el acta de
recepción Nº 51, en que se deja constancia que el funcionario de la Policía de Investigaciones don Javier
Fuentes Lucero entrega la droga incautada al Dr.
Rodrigo Méndez Vales, en la cantidad de 23.
834,91 gramos, nombre presunto de la droga Cocaína Base; e informe sobre tráfico y acción de la cocaína en
el organismo, la que actúa como estimulante del sistema nervioso central y que en una administración repetida
ocasiona un hábito que altera la salud mental y física del individuo, produciendo en último término trastornos
síquicos, que se manifiestan por alucinaciones, delirio, amnesia, incoherencia en las ideas e impulsividad
transitorias o permanentes, trastornos de la circulación, de la respiración y digestivos.
Del mismo modo, se agregaron los informes Nº 51 A B C D E F G H I J K L M N Ñ O P Q R S T U V W X
Y Z.
A1 B1 C1 D1 E1 F1 G1 H 1 e I 1, refiriendo todos aquellos que el análisis de las muestras revelaron la
presencia de cocaína base.
De igual forma, se acompañó al juicio por el Ministerio Público memo Nº 2306 que hace referencia a pureza
de la droga analizada correspondiendo en cada análisis a lo siguiente: muestra 5398 1 polvo beige: 92%,
muestra 5398 2 polvo beige: 92%, muestra 5398 3 polvo beige: 99%, muestra 5398 4 polvo beige: 92%,
muestra 5398 5 polvo beige: 92%, muestra 5398 6 polvo beige: 87%, muestra 5398 7 polvo beige: 90%,
muestra 5398 8 polvo beige: 91%, muestra 5398 9 polvo beige: 91%, muestra 5398 10 polvo beige:86%,
muestra 5398 11 polvo beige: 92%, muestra 5398 12 polvo beige: 88%, muestra 5398 13 polvo beige: 87%,
muestra 5398 14 polvo beige: 88%, muestra 5398 15 polvo beige: 90%, muestra 5398 16 polvo beige: 90%,
muestra 5398 17 polvo beige: 91%, muestra 5398 18 polvo beige: 91%, muestra 5398 19 polvo beige: 92%,
muestra 5398 20 polvo beige: 91%, muestra 5398 21 polvo beige: 92%, muestra 5398 22 polvo beige: 86%,
muestra 5398 23 polvo beige: 87%, muestra 5398 24 polvo beige: 90%, muestra 5398 25 polvo beige: 88%,
muestra 5398 26 polvo beige: 91%, muestra 5398 27 polvo beige: 86%, muestra 5398 28 polvo beige: 88%,
muestra 5398 29 polvo beige: 88%, muestra 5398 30 polvo beige: 90%, muestra 5398 31 polvo beige: 88%,
muestra 5398 32 polvo beige: 91%, muestra 5398 33 polvo beige: 92%, muestra 5398 34 polvo beige: 91%,
muestra 5398 35 polvo beige: 92%, muestra 5398 36 polvo beige: 90%.
Cuarto: Que apreciando libremente la prueba descrita en el razonamiento precedente, la cual es bastante para
formar el convencimiento del tribunal, atendido que no contradice los principios de la lógica ni es contraria a las
máximas de experiencia, además de referirse a hechos que perfectamente pueden ser apreciados por los sentidos
sin requerir de algún conocimiento especial, se ha logrado establecer que en los primeros días del mes de
febrero del año 2002, terceros se coludieron para adquirir, transportar y posteriormente distribuir droga,
atendida la cantidad de ésta.
Para tal efecto uno de ellos suministró la misma en la Primera Región del país, siendo trasladada por otro de
los concertados hasta esta región, para que otro sujeto se encargara de su distribución, dando así cumplimiento a
una planificación, correspondiéndole a cada uno de ellos ejecutar una parte de ésta, siendo sorprendidos los tres
individuos en la localidad de Guanaqueros el día 25 de febrero del año 2002 en horas de la tarde, con una
cantidad bruta de 25.
142,4 gramos, de pasta base de cocaína, con un 86% a 98% de pureza, droga que estaba contenida en 36
paquetes, los que a su vez se encontraban en el interior de dos sacos paperos.
Quinto: Que estos hechos configuran el tipo penal del delito de tráfico ilícito de estupefacientes, previsto y
penado en el artículo 5º en relación con el artículo 1º de la ley Nº 19.
366, toda vez que las conductas de adquisición, transporte y distribución de clorhidrato de cocaína base,
consideradas como drogas estupefacientes, productoras de dependencia física y síquica, capaces de provocar
graves daños a la salud, se encuentran entre aquellas referidas en el artículo 1º del decreto Nº 565 del Ministerio
de Justicia del año 1996.
Están contempladas en el inciso segundo del artículo 5º del primer cuerpo legal citado, asimiladas al tráfico
ilícito, cuando no se acredita que estaba destinada a la atención de un tratamiento médico o a su uso personal
exclusivo, próximo en el tiempo, únicas circunstancias de exculpación contempladas por el legislador, no
establecidas en el presente juicio.
Sexto: Que la participación que le imputa el Ministerio Público a los acusados René Osvaldo Flores

© Westlaw Thomson Reuters 6


Documento

Vergara, Listhert Pozo Suárez y José Manuel Saavedra Pérez, se encuentra establecida con los testimonios de
los funcionarios de la Policía de Investigaciones de Chile Sres.
Gustavo Guzmán Acevedo, Pedro Aracena Malbrán, Carlos Molina Vásquez, y Javier Fuentes Lucero,
quienes indicaron haber visto el día 25 de febrero del año 2002 alrededor de las 19:00 horas a los tres acusados
en la localidad de Guanaqueros en los momentos que José Manuel Saavedra Pérez llegó en un colectivo con un
saco que retiró del portamaletas ayudado por el chofer del taxi, el que después se estableció contenía 36
paquetes de droga en la cantidad de 25.
142,4 gramos, especie que ayudó a transportar cruzando la calzada René Flores Vergara, droga que quedó a
los pies de los acusados Listhert Pozo Suárez, René Flores Vergara y José Saavedra Pérez, los que al ser
fiscalizados asintieron resignadamente a los policías que el contenido del saco se trataba de droga.
Al efecto, se les leyeron sus derechos, siendo trasladados a la unidad policial de La Serena, dejándose luego
constancia fotográfica de los tres detenidos por el perito policial don Luis Santelices, acusados que fueron
reconocidos por sus aprehensores en el juicio, específicamente el inspector Guzmán, que detuvo a René Flores
Vergara, Pedro Aracena Malbrán a José Saavedra Pérez y Carlos Molina a Listhert Pozo Suárez, agregando los
funcionarios que el único antecedente anormal de la detención dice relación con la identidad falsa que en un
primer momento intentó dar el ciudadano peruano Listhert Pozo Suárez, el que incluso tuvo el tiempo de romper
una de las hojas de su pasaporte e introducirlo en un bidón de aceite que ellos mantenían en el vehículo policial,
documento que logró ser recuperado, logrando posteriormente ser corroborada su identidad con las
comunicaciones pertinentes de las autoridades policiales y específicamente con el oficio ordinario 891 de la
Oficina central nacional de INTERPOL en la que se acredita que hecho el estudio dactiloscópico de las
impresiones dactilares que fueron remitidas, se determinó que ellas correspondían a la identidad de Listhert
Pozo Suárez, nacido el 4 de julio de 1962 en Rondos, Huanuco, Perú.
Se cuenta asimismo con las intervenciones telefónicas que fueron escuchadas en la audiencia, de las cuales
es posible colegir la forma cómo los acusados se concertaron, desarrollaron y concretaron su delito el que se vio
abortado por la investigación policial.
De estas conversaciones dio cuenta en el juicio el inspector Gustavo Guzmán Acevedo, quien refirió en cada
una de las llamadas el día, horas de ellas, cuando se pudo determinar estos datos, y las personas que
intervinieron en éstas.
De esta manera se escucharon grabaciones desde el teléfono celular Nº 9505369 del uso de René Flores
Vergara y que fuera monitoreado legalmente según la autorización competente, en las que se pudo escuchar y
extractar parte de esos diálogos.
Conversación ocurrida el día 17 de febrero de 2.
002, del casete Nº 7 lado B, 23:04 horas.
Al efecto René Flores pregunta:¿te comunicaste?, a lo que Marco responde: sí, estoy esperando; "mis
trabajadores" del otro lado se han emborrachado por Carnavales "y a ver si lo pasan mañana", a lo que René
responde: Ah, está cargado el camión.
René: Te comunicaste con el muchacho de Iquique, no cierto.
Marco: sí, sí ahorita acabo de comunicarme.
René: ya, qué dice y cuándo sale; Marco: sale mañana, pero tengo que pasar yo, pues; René: ya, ya está
cargado ya; Marco: sí, sí con el equipaje.
En la misma conversación Marco señala: entonces yo mañana te doy la hora y a qué hora; René responde: si
po, tú me dices a qué hora vas a estar acá y nos vamos juntos; Marco: listo, entonces así quedamos entonces;
René: sí, nos vamos a la capital no más, po; Marco: claro, a la capital va a ser y por dónde; René: no, si yo ya
tengo esto listo, no te preocupes, ya.
Conversación acaecida el día 18 de febrero de 2002, del casete Nº 8 lado A, en las que se solicita por Marco
un adelanto.
Al efecto se escuchó, Marco: aquí estoy con el muchacho, me dice que puede cargar hoy día y puede salir
mañana, pero que el adelanto pues.
Respondiendo René: puta y cuánto es el adelanto que quiere, pero todavía no ha cargado no es cierto.
Más adelante Marco dice: sí, sí, puta y a ver oye, ya dejémoslo hasta mañana no más y mañana entonces
mando el adelanto, ya.
Marco: a mí me va a faltar un poco; René: no, no si sabe qué, oiga, te acordai el muchacho que andábamos
© Westlaw Thomson Reuters 7
Documento

allá, te acordai cuando fuimos; Marco: ya; René: ahí le pase todo, y estoy esperando a Rojas para cargar eso.
Conversación ocurrida el día 18 de febrero de 2002, en la que señala René: con la arena tu estai ahí;
respondiendo Marco: yo estoy aquí con los muchachos, los trabajadores, pero qué hago aquí, yo quería donde tu
compadre; René: pero no está aquí, anda en el sur, los otros muchachos cargan recién mañana; Marco: sí, pero.
.
.
; René: el Rojas va a estar ahí mañana en la tarde pues, tú dónde puedes guardar o dejar a los muchachos,
adonde los podís dejar; Marco: sí pues, pero a veces hay desconfianza, pues; Más adelante en otra conversación
a las 16:00 horas, del mismo día, Marco señala: me voy a tener que devolver, a lo que René le responde: no
puedes devolverte ahora y cómo te vas a devolver con eso pa allá.
En la señalada conversación René dice: tendría que ser hasta mañana, pero sabí como lo podí hacerlo, que tu
pata avance un poco más acá y déjala guardada y cuando pase Rojas le pones carga y luego en bus te devuelves;
Marco: gírame un millón para cancelarle a mi chofer y a mi pata; René: más rato tengo que ir donde el hombre y
me va a decir cuánto me va a poner, pero búscate una parte y nadie va a saber y búscale una caleta, lo tapai y le
poní unas piedras arriba; Marco: claro, listo ya; René: sí, yo lo hago así; Marco: está bien, esta bien así; René:
un poco no más pasado de ahí de Acha, y búscate una caleta y más fácil para Rojas; Marco: ya listo, pero
mañana gírame.
Conversación a las 16:00 horas, Marco: aló, nos fuimos para tu casa; René: la Guagua la dejaste; Marco: sí,
la dejé, te llamo llegando; Conversación a las 20:50 horas, día 19 de febrero 2002, Marco: ¿llegaste a tu casa?,
el número que me diste en denante me lo diste mal; René: el número del Yerko, 7109442.
Más adelante René dice: el que viene es José; Marco: sí, José, ya, ya.
René: ya conversé con él.
Conversación a las 9:33 horas, día 20 de febrero 2002, René: Marco, ¿cómo estay, dónde estás?; Marco:
aquí; acabo de dejar a los muchachos donde mi tía.
Conversación sin especificar hora, ni día René: Aló; José: Aló, don René; René: Hola; José: oiga llegué
hasta Antofagasta y ¿sabe cuánto me salió el chiste de la guea?, trece lucas; René: ¿Y qué es lo que hay?; José:
va a tener que ponerse para el combustible, me queda medio estanque.
Más adelante René señala: ya mira y llama donde tu suegra y dile que te dé cincuenta, ella sabe más o
menos.
Conversación sin especificar día a las 16:44 horas, Marco: si no le pago se llevará unos dos paquetes; René:
bueno, si acaso quiere llevarse unos dos paquetes, que se los lleve, total igual se los compramos nosotros,
entendí; Marco: claro; René: el muchacho va a llegar más tarde ahí y vos entrégale al tiro esas cosas y te desasí
altiro del hombre ahí, él sabe como arreglarla.
Conversación ocurrida el día 21 de febrero de 2002, 21:57 horas, del casete Nº 8 lado B, Marco: sí, trae
prenda, pues; René: sí, calmao no más.
Conversación del día 22 de febrero de 2002, 01:12 horas, José: acá abajo, oiga voy subiendo; René: me
esperai en el servicentro entonces.
Conversación ocurrida el día 22 de febrero de 2002, 08:38 horas, José: echo los pantalones y me voy al tiro;
René: véngase al tiro y hace como te dije, entendís, todo clarito; José: Sí, si no hay problema; Marco: oiga, no
tiene sueño dice.
Conversación sin especificar día, realizada a las 8:52 horas, Marco: yo fui claro, entonces cómo me van a
entregar así pues; René: pero le puede quedarle algo y como le dejaste en prenda; Marco: son quinientos; René:
entonces déjale algo, unos dos, puta la guea; Marco: es que yo no los conozco, él le ha dado a otra gente para
que me entregue cuando le cancele pues.
Conversación ocurrida el día 25 de febrero de 2002, 12:09 horas, René: y no puedo hablar, y no puedo
hablar de esta guea, parece que está pinchá está cagá, entiende; mujer: pero para qué me dijiste, entonces.
Más adelante señala René: yo te voy hablar más ratito, de otros teléfonos ¿ya? Conversación ocurrida el día
25 de febrero de 2.
002, 12:14 horas, en la que marca René Flores y habla Luisa Galarce y Marco con José Saavedra, René:
Aló, ya espérate, José: Ah; mujer: ¿me escuchó lo que le dije?; José: sí, ¿dónde está usted?; mujer: aquí donde
estamos, donde pasamos el año nuevo, se acuerda, estamos fuera de la ciudad.

© Westlaw Thomson Reuters 8


Documento

José: ¿y qué hago con eso? Mujer: en el pantalón negro mío arriba.
Más adelante dice Mujer: no pasé por la casa del Yerko; José: no, pero ¿qué hago con ello, qué tengo que
hacer, me los como, que hago, los guardo? Mujer: no sé po cómo hacerlo iñor, ahí está el vehículo, andan
siguiendo al Yerko.
Mujer: y saque la cuestión al tiro no más, ¿en qué la va a sacar en la camioneta roja?; José: noo, yo me las
arreglo, no se preocupe, si yo lo hago.
Más adelante la mujer expresa: oiga, oiga, oiga, ponga atención, pos iñor, si puede sacar la gueás, mejor al
tiro, José: ya.
En esta misma conversación interviene Marco: José, entonces ¿qué pasa?, me traes los muchachos para acá
donde pasaron el año nuevo, pues y me llamas cualquier cosa al mío no más.
José: ya, si estate tranquilo no más tú; Marco: sí, no, tranquilo; José: qué te dije yo, que las gueás teníamos
que hacerla a la pinta de nosotros, no de otros gueones, me hubieras hecho caso a mí estaríamos todos bien.
Marco: claro, por la puta madre, ya, ahí conversamos.
José: ya, oye la voy a sacar y te voy a llamar, para que llamí a la gente de Santiago.
Marco: ya, listo, tú te vienes para acá.
Conversación realizada el día 25 de febrero de 2002, 12:19 horas, tipo de llamada entrante entre René Flores
y Orieta, cónyuge de René Palmucci, René: aló, ¿el Migue?; Mujer: en este momento no se encuentra.
Más adelante le indica René: es que tuvimos problemas en la casa que estábamos; Mujer: apenas que lo
localice le digo que lo llame; René: si po, dígale que me llame urgente, urgente, pero cómo le digo que tenga
cuidado, ya, le voy a decirle algo y no diga, ah, está allá donde, no no, yo estoy aquí donde pasamos el año
nuevo, ¿se acuerda?, ya, más o menos se escurre; mujer: sí.
De las anteriores escuchas dio fe el funcionario encargado de ellas, inspector Gustavo Guzmán Acevedo.
Séptimo: Que estos antecedentes conducen a formar el convencimiento de los juzgadores, acerca de la
efectividad que los acusados René Osvaldo Flores Vergara, Listhert Pozo Suárez y José Manuel Saavedra Pérez,
primero realizaron toda la actividad previa para concretar su delito, esto es, que René Flores Vergara se contactó
vía telefónica, la que se encontraba legalmente intervenida, con un ciudadano peruano apodado "Marco" y que
después resultó ser Listhert Pozo Suárez, para que le proveyese de la droga en cuestión.
Después contrató y envió a José Saavedra Flores a buscar esta misma a la ciudad de Arica, realizando el
contacto el conductor con Pozo Suárez, el que ante el no pago de las sumas acordadas decidió apersonarse
también en la ciudad de Coquimbo, donde también viajó René Flores.
Ya encontrándose en una casa de la Parte Alta de Coquimbo y habiendo advertido la presencia policial estos
dos últimos se dirigieron a la localidad de Guanaqueros.
Paralelamente, le señalaron a José Saavedra que llevase la droga al señalado lugar, lo que así hizo,
habiéndose posteriormente sorprendido a los tres acusados en las afueras del minimarket "Océano", con un saco
papero, el que en su interior contenía 36 paquetes de droga, la que analizada químicamente determinó la
presencia de pasta base de cocaína en la cantidad bruta de 25.
142,4 gramos, sin probar que contaban con la debida autorización, ni que estaba destinada a la atención de
un tratamiento médico, o a su uso personal exclusivo próximo en el tiempo, lo cual es bastante para
incriminarlos, atendido que aplicando las leyes de la lógica, las conductas de tráfico ilícito de drogas o
estupefacientes, descritas en el inciso segundo del artículo 5º de la ley Nº 19.
366, constituyen la premisa mayor, mientras que la premisa menor está conformada por la acción de los
acusados de adquirir, transportar y distribuir cocaína base, sin acreditar las circunstancias anotadas, por lo que
necesariamente debe concluirse que aquellos "traficaron" la droga incautada, estableciéndose así su
participación de coautores, inmediatos y directos del delito configurado precedentemente.
Octavo: Que el acusado Listhert Pozo Suárez, haciendo uso del derecho a manifestar lo que estimare
conveniente conforme lo establecido en el artículo 338 del Código Procesal Penal, manifestó su inocencia,
indicando que todo es un montaje policial, siendo él un testigo presencial.
Añadió que José Saavedra llegó en un auto negro y no amarillo; que él vino a cobrar por encargo una deuda
de un tercero del año 1998; que efectivamente estuvo en Guanaqueros, lugar donde lo invitó a almorzar René
Flores, quien fue quien le presentó a José, oportunidad en que llegó la policía al sector, donde lo detuvieron.
Que estos dichos del acusado y precedentemente relatados, se desechan de plano, puesto que no fueron

© Westlaw Thomson Reuters 9


Documento

efectuados como una declaración judicial, en la forma y oportunidad que contempla el artículo 326 inciso
tercero del Código Procesal Penal, y por tanto, sus asertos no pudieron ser contraexaminados por los demás
intervinientes, específicamente por el Ministerio Público, y en su caso, por las otras dos defensas.
Asimismo, no se compadecen con el resto de la prueba ofrecida y rendida en la audiencia de juicio oral.
Noveno: Que la defensa de José Saavedra Pérez, en su alegato de apertura, sostuvo que la participación que
le asiste a su representado en estos hechos lo es únicamente en la calidad de cómplice, puesto que sólo
transportó la droga.
Él no tenía el dominio sobre los hechos que se le están imputando, jamás realizó acto alguno de tráfico y
solamente transportó, en conocimiento que se trataba de droga que no le pertenecía.
Que conforme a la prueba del Ministerio Público, está establecido que con anterioridad los otros acusados
estaban en contacto telefónico permanente, siendo ellos los que estaban realizando las transacciones,
limitándose su defendido sólo a colaborar en la realización de este ilícito, lo cual lo transforma en cómplice, que
es la calificación jurídica correcta.
En el alegato final, reitera que la participación que le asiste a su representado lo es en la calidad de cómplice
del mismo, conforme lo dispone el artículo 16 del Código Penal, no siendo autor de los hechos por los cuales el
Ministerio Público dedujo acusación.
Agregó que de la prueba rendida por la fiscalía han surgido todos los elementos para precisar que su
defendido jamás tuvo dominio de estos hechos, y si bien es cierto que tuvo contacto material con la droga, sólo
realizó actos de colaboración para este ilícito, sin tener el dominio del acto.
Al efecto, analizando la prueba rendida en la audiencia la defensa manifestó que han surgido todos los
elementos que corroboran su tesis acerca de la ausencia de dominio del acto, y así, Gustavo Guzmán Acevedo,
principal testigo de estos hechos, dice que su defendido siempre recibió instrucciones.
Primero fue ubicado por don Yerko Villarroel, quien le dice dónde tiene que ir y le proporciona un vehículo
y un celular, lo que demuestra que Saavedra no tenía los medios para formar parte de este ilícito.
Luego llega a Iquique y se encuentra con René Flores, recibiendo las instrucciones de éste, quien le dice que
tenía que viajar a Arica para ir a buscar la droga a esa ciudad, y que después a la vuelta se volverían a encontrar,
es decir, nuevas instrucciones.
Incluso antes cuando sufrió una pana, José llamó a Flores para decirle lo que estaba sucediendo.
Si hubiese tenido el dominio del hecho no habría pedido dinero para el combustible.
Por otra parte, cuando está en Arica, lo primero que hace es contactar a Listhert Pozo y a su vez lo pone en
contacto con René Flores, y son estos dos últimos los que conversan realizando las gestiones y establecen la
modalidad de cómo se iba a entregar dicha sustancia.
Que producto de que no existía el acuerdo para entregar la droga a Saavedra Pérez, es Listhert Pozo quien se
sube al vehículo y se transporta hasta la ciudad de La Serena, a cargo él de la droga, puesto que ésta se había
ofrecido a pulso y él no podía correr el riesgo de perder su inversión.
Agregó la defensa que en estas condiciones José Saavedra simplemente manejó el vehículo, y cuando llegan
a la ciudad de Coquimbo, la droga no queda a cargo del Sr.
Saavedra, sino a cargo de la familia de Yerko Villarroel, siendo este último quien alerta acerca de la
presencia policial a Flores y Pozo.
Asimismo, también dan instrucciones el Sr.
Palmucci y su cónyuge, siendo Yerko Villarroel quien le da instrucciones a José Saavedra sobre el lugar
dónde debe llevar la sustancia.
Otro elemento que, según alega la defensa, prueba el quehacer de su representado, es la expresión que
manifestó: "si hubiesen hecho lo que dije esto no estaría pasando", pero no se le hizo caso, ello confirma una
vez más que su representado no tuvo dominio del hecho.
Él solo trasladó la droga.
Se podrá decir que éste trasladó solo la droga desde Coquimbo a Guanaqueros, efectivamente es así, pero
sucede que él estaba siendo utilizado por otras personas, quienes habiéndose dado cuenta de la presencia
policial, enviaron al "sacrificio" a José Saavedra, además que trasladaba dicha droga por instrucciones de Flores
y Pozo.
Indica la defensa finalmente que hay una serie de llamadas como la 18 y 20 en que queda claro cómo se le
© Westlaw Thomson Reuters 10
Documento

dan instrucciones precisas a su representado, y las propias conclusiones policiales dan a entender que los dos
gestores de la operación son Listhert Pozo y René Flores.
Décimo: Que se rechazará la solicitud de recalificación de la participación de autor a cómplice solicitada por
la defensa, fundada en la inexistencia del dominio del acto por parte de su representado; ello, en virtud de lo que
se tuvo por acreditado y establecido en la consideración séptima de esta sentencia en la que se dio establecida
por su participación de autor en el ilícito que nos ocupa.
Sin perjuicio de ello y haciéndose cargo de las alegaciones de la defensa, primero cabe señalar que en
relación al tipo de participación que puede atribuírsele al acusado José Saavedra Pérez, y que la defensa estima
de complicidad, debe tenerse presente primeramente que conforme lo señala la doctrina, el cómplice no
participa de la finalidad del autor, ni está concertado en el caso de la coautoría, y se limita a cooperar para que el
autor o autores logren su objetivo, realizando acciones complementarias, o sea auxiliares de la acción principal
realizada por aquéllos; en cambio, es autor todo aquel que tiene la finalidad típica y realiza una actividad para
concretarla o participa de la que es común y de la división del trabajo destinado a cumplirla.
Desde el punto de vista legal, lo referido se encuentra recogido en los artículos 15 y 16 del Código Penal,
indicando al efecto el artículo 15 Nº 1 del mencionado cuerpo legal que se considera autores "a los que toman
parte en la ejecución del hecho, sea de una manera inmediata y directa, sea impidiendo o procurando impedir
que se evite", y el artículo 16, que considera cómplices a los que "no hallándose comprendidos en el artículo
anterior, cooperan a la ejecución del hecho por actos anteriores o simultáneos".
Pues bien, del análisis de las probanzas rendidas en el juicio, este tribunal estima que en la especie la
participación que corresponde a José Saavedra Pérez queda precisamente incluida en el artículo 15 Nº 1 citado,
tratándose la actividad que desplegó en los hechos investigados, por tanto, de una autoría en los términos
legales.
En efecto, como indica la doctrina, "tomar parte en la ejecución de un hecho" es intervenir con otro u otros
en su realización, aportando una actuación externa que unida a otras determina su producción.
El que toma parte pone algo para la ejecución del hecho, pero no lo pone todo, porque hay otro u otros que
concurren con él a realizarlo como obra conjunta.
De este modo, caen dentro de la primera hipótesis del Nº 1 del artículo en análisis todos aquellos que
incurren en conducta que realice en todo o parte algunos de los elementos contenidos en la descripción típica o
algunos de los hechos que en el caso concreto sean necesarios para que esos elementos se produzcan, con tal
que esa conducta no consista en facilitar los medios con que se lleva a cabo el hecho, previo concierto, porque
esta última forma de intervención está prevista especialmente en el Nº 3 del artículo 15 (Novoa, Curso de
Derecho Penal Chileno, Tomo II, 2ª edición, p.
217).
Así, se trata entonces de que la actividad de los hechores contribuyeron, poniendo cada cual una parte, a que
se produjera el hecho típico como resultado de una labor común.
En este sentido, y como ya se dejara consignado al establecer los hechos en los fundamentos precedentes de
esta sentencia, resulta en forma fehaciente para este tribunal que la acción del acusado Saavedra Pérez fue
simultánea con la desplegada por los otros dos acusados René Flores Vergara y Listhert Pozo Suárez, quienes,
según los testimonios escuchados en el juicio llevaron a cabo las conversaciones preliminares acerca de la
modalidad del traslado de la droga hacia esta ciudad, y en definitiva buscando una persona de confianza que
trasladaría la misma, resultando ser José Saavedra Pérez, que no sólo cumplió con traer la droga hasta la ciudad
de Coquimbo, sino que también la llevó en un taxi colectivo hasta la localidad de Guanaqueros, existiendo por
tanto una conexión directa con los otros partícipes, y como se ha señalado, su actuar corresponde a una parte de
un todo que se encuentra específicamente tipificado en la norma del artículo 5º de la ley Nº 19.
366, esto es el trasporte de estupefacientes.
De este modo, no se trata su participación de un simple cómplice que, como se dijo, no participa con la
finalidad del autor sino que se limita a colaborar para que los autores logren su objetivo con acciones
complementarias , sino que el acusado José Saavedra Pérez tomó parte inmediata y directa en la ejecución del
hecho con una finalidad que ya le era conocida desde antes, relativa principalmente al transporte de la droga
desde el norte del país, debiendo haberse representado su actuar, lo que de hecho hizo cuando le manifiesta a
Listhert Pozo Suárez que todo habría sido distinto si le hubiesen hecho caso, lo que revela su conocimiento
acerca de la comisión de este ilícito, y por tanto, no puede desconocerse en estas circunstancias que su obrar iba
contribuyendo a un solo todo tendiente a la concreción definitiva del tipo penal, que fuera abortado por la
diligencia policial, como ya se ha dicho.
© Westlaw Thomson Reuters 11
Documento

De esta forma, la participación de José Saavedra Pérez se corresponde a los actos de ejecución de los
elementos constitutivos del tipo penal de la ley de drogas y, por tanto, de autor, del artículo 15 Nº 1 del Código
Penal.
Undécimo: Por su parte, la defensa de Listhert Pozo, en sus consideraciones preliminares, alegó la inocencia
de este mismo, por lo que solicitó se dictara sentencia absolutoria en su favor, ya que a su juicio no se encuentra
establecida la participación del mismo en los hechos que le imputa la Fiscalía.
Señaló que existe una investigación de más de un año, en la cual se realizaron interceptaciones de llamadas
telefónicas de un señor René Flores y un ciudadano boliviano de nombre Marco, y que la nacionalidad de su
defendido es peruana y no boliviana, y su nombre corresponde a Listhert Pozo Suárez y no Marco.
Asimismo, añade que el hecho que estuviese en el lugar de la detención es un hecho accidental, y su
defendido nunca tuvo dominio ni causal respecto del ilícito que se estaba realizando el día 25 de febrero del año
2002, ya que aquél se encontraba en Chile por el cobro de una deuda de dinero que le envió a realizar otra
persona.
Dice el defensor que si se tratase del proveedor, a su representado no se le encontró dinero alguno.
En sus consideraciones finales, la defensa señaló que a quien corresponde probar es al Ministerio Público, y
que en este sentido no hay prueba alguna que indique que el sujeto apodado "Marco" sea su defendido Listhert
Pozo Suárez.
Señala igualmente que de acuerdo a los dichos de los funcionarios policiales Pedro Aracena Malbrán y
Cristián Valenzuela Avilés, el día 25 de febrero a las 14:00 horas en la localidad de Guanaqueros es donde se
tiene la primera visualización de su representado, al cual, antes, en el transcurso de la investigación, no se le
había visto.
Por otra parte, refiere que no se ha establecido a quién corresponde la identidad de la otra persona que señala
el pasavante de la aduana de El Loa.
Señala también el defensor que cuando se realizó la aprehensión de su representado no se le encontró ningún
celular, y curioso le resulta lo relativo al pasaporte, el que se dice que se encontró en el interior de un bidón
impregnado en aceite, de lo cual no se dieron cuenta los policías.
Agrega que el policía Pedro Aracena no se acordó si su defendido quedó o no esposado, hecho que habría
permitido determinar si realizó o no dicha maniobra.
Otra cosa importante, a su juicio, es que su defendido haya burlado un control fronterizo con la droga,
después haya viajado a Iquique y posteriormente a Coquimbo, también con la droga.
Dice el defensor que a su representado cuando se le detuvo no se le encontró dinero alguno, hallándose sólo
la droga, y no se explica tampoco que en el evento de ser Marco su defendido, éste pudiera haber dejado
siquiera un momento a José Saavedra solo con la droga.
Sostiene también que su defendido coincide con el tipo de un peruano o de un boliviano, de una persona con
rasgos aimaras y que sólo por esa razón la policía lo ha involucrado para hacer una pesquisa perfecta, y de este
modo justificar toda la actividad investigativa que habían desarrollado en un año y medio a la fecha.
Manifiesta que tampoco se ha acreditado que haya viajado desde Iquique a Coquimbo y posteriormente
hacia Guanaqueros con el cargamento, ni que haya tenido comunicación con el imputado René Flores.
Indica, finalmente, que existiendo una duda más que razonable acerca de su participación, su defendido debe
ser absuelto, y que en el caso de considerarse que tiene una participación en los hechos, debe considerársele en
su favor su irreprochable conducta anterior.
Duodécimo: Que se rechaza la solicitud de absolución por falta de participación de Listhert Pozo Suárez,
conforme lo que se ha tenido por establecido en la motivación séptima de esa sentencia en la que se acreditó la
participación de autor del mismo en los hechos materia de la acusación fiscal.
En lo relativo a las alegaciones específicas de la defensa, primeramente cabe señalar que lo manifestado por
esta parte son consideraciones de carácter personal no sustentadas suficientemente, y que se encuentran en
contraposición a las probanzas rendidas en el juicio.
Al efecto, el hecho de encontrarse el acusado Listhert Pozo Suárez en el lugar de la detención, junto a otros
dos sujetos y en sus pies más de 24 kilos de pasta base de cocaína de alta pureza, a juicio de estos
sentenciadores, no es meramente accidental, y por el contrario, existen una serie de antecedentes que permiten
arribar a la conclusión de que el hecho de haberse encontrado este acusado en la localidad de Guanaqueros está
íntimamente relacionado con la droga que fue suministrada a René Flores Vergara y que pretendía cobrar a este

© Westlaw Thomson Reuters 12


Documento

mismo y a un eventual segundo comprador, que según los testigos y escuchas correspondería a Miguel Palmucci
Pérez, quien tenía su casa en ese mismo lugar, donde estuvieron deambulando los acusados Pozo Suárez y
Flores Vergara, según lo confirman los testigos que declararon en el juicio.
Ahora, en cuanto a la cobranza que según se dice habría venido a realizar el acusado a este país y región, no
existe antecedente alguno que avale tal afirmación, de la que también se dio cuenta en las palabras finales del
acusado en este juicio, pero todo ello no son más que aquello, dichos.
La circunstancia que el Ministerio Público deba probar el hecho punible y la participación de los acusados
en aquél, no obsta que quien quiera tener su propia tesis no la pueda acreditar de mejor modo, puesto que ello va
en el propio interés de quien la sostiene.
Se entiende que el principio de objetividad por el cual debe ceñirse la Fiscalía, no excluye que cada
individuo, aun con antecedentes tan insustanciales como los alegados por el acusado en su intervención final,
pueda probarlos oportunamente como una suerte de defensa.
A este respecto, es efectivo que no existe un antecedente evidente que permita establecer que el nombre de
"Marco" se corresponda determinadamente con la identidad de Listhert Pozo Suárez, puesto que de suyo es
difícil que en una conversación telefónica en que se transan altas cantidades de droga por determinados precios,
los oferentes y compradores dejen patentes sus identidades o antecedentes que conduzcan a ella.
Por el contrario, lo que se busca es la impunidad y la mejor manera es utilizar apodos, seudónimos, claves,
alias, etc.
, de modo que no es posible pedir mayor precisión a este respecto, ya que ello generalmente no es propio en
este tipo de ilícitos.
Sin embargo, a través de las escuchas telefónicas, se pudo establecer que René Flores Vergara concurriría al
balneario de Guanaqueros, lugar hasta donde se apersonó personal policial, encontrando a Flores alrededor de
las 14:00 horas, en la calle principal, en compañía de otro sujeto, a los que se les hizo una vigilancia a distancia,
presenciando alrededor de las 19:00 horas el arribo de José Saavedra en un taxi colectivo, a quien observan
sacar desde el maletero un saco papero.
Asimismo, que se acerca René Flores, quien le ayuda a trasladarlo hasta donde se encontraba el otro
individuo.
En esos precisos instantes interviene la policía, quien los detiene y encuentra la cantidad de más 24 kilos de
pasta base de cocaína, oportunidad en que el tercer individuo al ser fiscalizado, intenta dar otra identidad y trata
de deshacerse de su pasaporte, el cual registraba el nombre de Listhert Pozo Suárez, lo que fue posteriormente
corroborado por el informe de Interpol.
Que respecto al comportamiento, conocimiento y conductas de las personas vinculadas con el tráfico y
consumo ilícito de estupefacientes, necesariamente debe primar la actividad profesional de las policías, que
entienden que los parámetros normales de comunicación, lenguaje, rutinas, etc.
, escapan a la denominada normalidad.
Por el contrario, como se dijo, los sujetos que despliegan esta actividad, desarrollan formas y modalidades
de comunicación absolutamente encontradas, de forma tal que no son posibles de ser entendidas fácilmente,
pues escapan a las normas de conducta de la persona común.
Que la circunstancia de no encontrase algún celular al momento de ser detenido Listhert Pozo Suárez, puede
tener múltiples explicaciones, pero en nada habría alterado su situación, puesto que el número monitoreado era
el de René Flores Vergara el que sí registró sus conversaciones.
Que en cuanto al tema del pasaporte, como ya se dijo, si se hubiese querido probar algo en este sentido,
perfectamente en etapas anteriores a este juicio la defensa estuvo en condiciones de solicitar tal prueba, primero
al Ministerio Público, o haberla solicitado como prueba propia, de lo cual no se tiene conocimiento se haya
realizado actuación en aquel sentido.
Si bien al defensor le extraña que una persona burle pasos fronterizos y aduanas con el objetivo de introducir
droga al país, debemos recordar que tal actividad es de común ocurrencia y las estadísticas indican que de tantos
tráficos abortados, no son pocos los que logran su cometido, ello por las enormes ganancias que el tráfico de
drogas aporta, lo que no deja de ser un estímulo a quienes buscan dinero fácil.
Asimismo, la circunstancia que su defendido haya dejado por unas horas la droga en poder de José
Saavedra, tal hecho por sí mismo no resulta suficiente para exculpar al acusado, y al respecto solo él tendrá la
explicación de aquello.

© Westlaw Thomson Reuters 13


Documento

El hecho concreto es que Saavedra Pérez llegó, aproximadamente a las 19:00 horas, con un saco
conteniendo la cantidad de droga ya indicada, que llevó en un taxi colectivo a la localidad de Guanaqueros,
siendo ayudado por René Flores a llevarla al mini market donde había esperado su arribo junto a Listhert Pozo
desde las 14:00 horas, siendo detenidos en tales circunstancias, además que Pozo Suárez dio inicialmente una
identidad que no correspondía a la verdadera, y que en el vehículo en que se les mantuvo detenidos y fueron
trasladados al cuartel policial, se encontraron trozos de su documento de identificación dentro de un bidón de
aceite que se ubicaba en el móvil, antecedentes éstos todos los cuales apreciados libremente, y considerando
además los principios de la lógica y las máximas de experiencia, constituyen un conjunto de elementos que
atendida su concordancia y dirección son suficientes para formar la convicción condenatoria a que ha arribado
el tribunal, sin que tenga relevancia alguna el color del vehículo en que fue llevada la droga a Guanaqueros
como lo sostuvo este último.
En cuanto a la imputación que el defensor hace a la Policía de Investigaciones de Chile, indicando que la
detención de su representado obedece a una justificación al procedimiento policial que se había desarrollado por
un lapso prolongado, estos sentenciadores no emitirán mayor pronunciamiento, por no contener sustento fáctico
ni jurídico alguno.
Decimotercero: Que la defensa de René Flores Vergara, en su argumentación de apertura, solicitó
absolución de su defendido, puesto que a su juicio no se encuentra establecida la participación del mismo en la
calidad de autor que le ha atribuido el Ministerio Público en los hechos que se circunscriben a los primeros días
de febrero del año 2002 hasta el 25 del mismo mes y año, como se indica en el auto de apertura.
De este modo, agrega que por el principio de congruencia que debe existir entre la acusación y la sentencia y
también con la formalización, no resulta posible atribuirle a su representado la responsabilidad de autor.
Señala que la única evidencia que existe es la declaración de los funcionarios aprehensores, lo que no
constituye una evidencia suficiente, básicamente por lo que dispone el artículo 309, toda vez que aquellos son
los que dan cuenta de la noticia criminis y por lo tanto no es un antecedente que se baste a sí mismo para
atribuir responsabilidad a su representado.
Son necesarios, además, indica la defensa, otros antecedentes y ellos son los que, a su juicio, precisamente
faltan.
Asimismo, señala que no concurre la agravante del artículo 12 Nº 14 del Código Penal, por cuanto es sabido
que el quebrantamiento es sancionado como un delito en sí mismo por el artículo 90 del mismo texto legal, y en
consecuencia, sancionarlo doblemente se afecta el principio del non bis in ídem.
En sus alegatos finales, la defensa de este acusado reitera sus mismas pretensiones en el sentido que la
participación de su representado no se encuentra acreditada.
Analizando la prueba rendida dice que, sin discutir la existencia del hecho punible, básicamente son dos las
pruebas, esto es, las declaraciones de testigos y las escuchas telefónicas.
En cuanto a la testimonial, corresponde a la declaración de cuatro funcionarios policiales, Sres.
Guzmán, Aracena, Molina y Fuentes.
Manifiesta que estos funcionarios narran que desde el año 2001 su representado desde el Centro
Penitenciario de La Serena habría planificado actividades que podrían encuadrarse en relación a lo preceptuado
en el artículo 5º en relación con el artículo 1º de la ley Nº 19.
366, ello por interceptaciones telefónicas que habrían obtenido con autorización del Juzgado de Garantía.
Que posteriormente, y después del quebrantamiento de su condena, estas actividades habrían continuado,
estando en un primer momento en la zona y que más tarde se habría trasladado a Iquique.
Indica que los policías también señalan que en el norte del país trató de traficar, pero ello no le resultó, hasta
que se contacta con un ciudadano de sobrenombre "Marco" quien sería Listhert Pozo, contacto que se realiza
recién en la segunda quincena de febrero del año 2002 y que culmina con la detención el 25 de febrero del
mismo mes en la ciudad de Guanaqueros.
Refiere la defensa que esta prueba testimonial por sí misma no es suficiente para tener por acreditada la
participación de su representado en el hecho punible, lo que debe ser relacionado con otras pruebas.
La declaración de estos testigos sólo dan cuenta de la noticia criminis, pero técnicamente ellos no pueden ser
considerados testigos, ya que no son terceros extraños al procedimiento.
Ellos mismos dieron origen al procedimiento con sus informes policiales respectivos y después, en el juicio
oral pretendieron ser avalados por sus declaraciones y de esa forma transformarse técnicamente en una prueba

© Westlaw Thomson Reuters 14


Documento

testimonial.
Indica que ellas serían pruebas interesadas.
Expresa que toda la información está hecha con informes policiales, lo que violenta lo preceptuado en el
artículo 181 del Código Procesal Penal, impidiéndole de este modo poder utilizar la facultad de confrontar que
concede el artículo 332 del mismo Código.
Independientemente de lo anterior, arguye la defensa, las declaraciones de los funcionarios policiales ya
referidos no permiten tener por establecida fehacientemente de acuerdo a lo señalado en el artículo 340 del
mismo texto legal la participación de autor en estos hechos por su defendido, por cuanto, en primer lugar, los
policías dicen que René Flores fijó su residencia en Iquique, es decir, el centro de operaciones estaría en el norte
y el principio de ejecución estaría en Iquique o en otra ciudad del norte.
Que contando su defendido, además, con una licencia de conducir que le permitía cambiar su identidad
quería vincularse con esa ciudad, por lo que no tendría sentido el enviar droga hacia esta región.
Indica que a su representado se le sindica básicamente la conducta del artículo 5º inciso 2º de la ley Nº 19.
366, consistente en la compra o la adquisición, sin que exista otra conducta posible dado el período en que
se circunscribe la acusación.
Expresa que no hay ninguna evidencia que su representado específicamente haya incurrido en la conducta
que se le atribuye, esto es, la adquisición de sustancias prohibidas por la ley de drogas, y ello porque los
funcionarios, y específicamente el Sr.
Guzmán dijeron que habría un cuarto destinatario, el que correspondería a Miguel Palmucci Pérez, quien
compraría parte de la droga o toda ella.
Dice el defensor, que la droga no iba destinada a René Flores, puesto que no tenía dinero, por lo que no
puede sostenerse que su defendido haya adquirido la droga.
Que en cuanto a la compra a pulso o fiado, ella no podría tener lugar en este caso, puesto que no había
confianza entre los sujetos en cuestión, y en estas condiciones las máximas de la experiencia indican que
aquello no sería posible.
Que en cuanto a las escuchas telefónicas, y para efectos de economía procesal, se escuchó un máster que son
el resumen de conversaciones, pero su parte se opuso a la incorporación del mismo porque se trataba de una
prueba que no estaba ofrecida en la preparación del juicio oral, optándose por otorgarle el valor probatorio
pertinente por este tribunal en la sentencia definitiva.
No puede tampoco darse por acreditado fehacientemente que su representado haya sido la persona que se
escuchó o una de las personas que se escucharon conversar, primero porque existía un ruido ambiente que
impedía saber quién era la persona que estaba hablando, y, además, porque no se han hecho comparaciones
entre la voz indubitada de su representado con la voz que se ha escuchado en la audiencia, y aunque se hubiese
hecho aquella prueba, ella no daría certeza absoluta, sino una mera probabilidad.
Además, tampoco en las cintas se menciona a su defendido.
Agrega la defensa que tampoco se tiene certeza que las cintas correspondan al período en que se
circunscribe la acusación, esto es, desde los primeros días de febrero al 25 de febrero, y lo más importante es
que en dichas conversaciones no existe ningún término que se pueda asimilar a droga.
Si hay interpretaciones, no son los policías los más idóneos para hacer aquellas interpretaciones de tipo
linguístico dentro del contexto de una conversación.
En consecuencia, ante estas únicas dos evidencias, no resulta posible formarse la convicción que exige el
artículo 340, sino que era necesario haber agregado otros antecedentes, pero no hay otros testigos que no sean
los funcionarios de la policía, ni hay vídeos o cooperación eficaz.
La droga la transportó otro acusado, y la única droga que la policía observó es la que trasladó otra persona el
día 25 de febrero del año 2002.
Decimocuarto: Que se rechaza la solicitud de absolución por falta de participación de René Flores Vergara,
conforme lo resuelto en la motivación séptima de este fallo en la que se estableció la participación de autor del
acusado en referencia.
Cuando el legislador mencionó a los testigos en el párrafo 5º del Código Procesal Penal, en los artículos 298
y siguientes, nada dijo acerca de alguna limitante a los funcionarios policiales que declararan en juicio.
Es más, nos encontramos con la norma del artículo 309 del referido código que señala que "En el

© Westlaw Thomson Reuters 15


Documento

procedimiento penal no existirán testigos inhábiles".


Y este mismo artículo otorga a los intervinientes el derecho a demostrar su credibilidad o falta de ella, la
existencia de vínculo con alguno de los intervinientes que afectaren o pudieren afectar su imparcialidad, o algún
otro defecto de idoneidad.
Finalmente, aquella norma obliga a todo testigo a dar razón circunstanciada de los hechos sobre los cuales
declare.
De esta forma, no se advierte esta suerte de imposibilidad de hacer valer por los intervinientes los dichos de
los testigos que invistan el carácter de policías, y que, además, dirigieron una investigación o estuvieron
presentes al momento de la comisión de los mismos.
Por lo anterior, estos sentenciadores han dado validez legal a los testimonios de los funcionarios policiales,
no por la condición de tales, sino que por la contundencia, claridad y cohesión de sus atestados en la audiencia
de juicio oral, ya sea cuando fueron interrogados, contra interrogados y también preguntados por miembros de
este tribunal, y al no existir causa legal que así lo impida no se comparte la opinión del señor defensor en este
tópico.
Que en lo relativo a que la investigación ha sido hecha con informes policiales, actividad que violentaría lo
dispuesto en el artículo 181 del Código Procesal Penal, imposibilitándole de este modo la facultad de confrontar
a los testigos, es efectivo que los funcionarios policiales refirieron haber enviado tales informes al señor fiscal y
que no declararon ante él.
Pero ello debe considerarse en el bien entendido que al pasar a la etapa de juicio oral propiamente tal,
previamente se han zanjado, entre otros, los posibles vicios advertidos durante la investigación.
De esta manera se entiende que citar esta posible inobservancia por parte de los investigadores y fiscal a
cargo de la diligencia, es extemporáneo y debió haberse planteado en la sede pertinente, además, el señor
defensor tuvo la posibilidad de contrainterrogar e incluso hacer efectiva la facultad que le concede el artículo
329 de la norma procesal penal, es decir, llevar a cabo un nuevo interrogatorio de los testigos o peritos que ya
hubieren declarado en la audiencia, según lo señala la citada norma.
Que el hecho que el acusado René Flores Vergara haya residido a lo menos temporalmente en la ciudad de
Iquique, dice relación con el quebrantamiento de condena que pesaba sobre él, pero las máximas de la
experiencia indican que sus relaciones y vinculaciones las tiene en esta región, motivo por el cual intentó varios
tráficos de drogas hacia esta misma, hasta que tomó contacto con Listhert Pozo, y el único lugar donde podía
distribuir la droga era esta región por encontrarse aquí sus contactos, de modo que el asiento que tenía en
Iquique no le impedía enviar droga hacia esta ciudad.
Que en cuanto a la conducta que se le atribuye por el Ministerio Público al acusado, es decir, compra o
adquisición, ella está plenamente acreditada en este juicio.
El hecho que no se advirtiere la presencia de dinero al momento de ser allanados, no impide la posibilidad
de compra o adquisición, toda vez que el legislador habla de los que trafiquen a cualquier título.
Durante el juicio, además se ha dejado establecido que esta compra, terminó siéndolo "a pulso o fiada", es
decir, una suerte de consignación, y las máximas de la experiencia indican a estos sentenciadores que este tipo
de compras y ventas son de regular ocurrencia en el mundo del trafico de estupefacientes, es decir, se paga
después que las drogas han sido vendidas a otros traficantes o incluso cuando se les vende a los consumidores
finales.
En lo relativo a la circunstancia de que apareciera un segundo comprador, ello no desvirtúa el hecho que
René Flores fue quien realizó los contactos preliminares, y estableció con Listhert Pozo la forma en que se
llevaría a cabo el tráfico, y fue a él a quien Pozo Suárez le hizo los requerimientos, primero acerca del adelanto
y, finamente, del pago de su mercancía.
Que en cuanto a las escuchas, quedó constancia en el registro que el máster que se oyó en la audiencia era el
contenido principal de los casetes ofrecidos en el auto de apertura en la letra g) del título c) de otros medios de
prueba, consistentes en 1 casete, con conversaciones del teléfono celular número 09 9505369 y 9 casetes con
conversaciones del mismo teléfono, signados como evidencia material Nº 7, de forma tal que se estimó que no
era una nueva prueba, sino que el contenido de los casetes ofrecidos, para efectos de economía procesal, se
consolidaron en un solo casete para los efectos de ser oídos, lo que así sucedió.
Que las demás alegaciones hechas por esta defensa, en cuanto a la efectividad de que se correspondan con la
voz de su representado, o que se trate de las personas que se escucharon conversar, no debemos olvidar que esta
investigación data desde el mes de febrero del año 2002, que se supone que tales probanzas estuvieron a

© Westlaw Thomson Reuters 16


Documento

disposición de la defensa, y que la obligación que pesa por sobre el Ministerio Público, de investigar de acuerdo
al principio de objetividad, como ya se dijo, no impide que los intervinientes solicitasen oportunamente primero
al señor fiscal, y de no existir un resultado positivo al respecto, seguidamente como prueba propia, un análisis
de voces, de lo que no hay constancia.
Que en cuanto a las fechas de registro de comunicaciones, según se pudo apreciar en el juicio en algunas de
las grabaciones existe la data y en otras no, pero del contexto de las conversaciones se deduce que son del
mismo período.
Obviamente, como ya se argumentara al momento de analizar los fundamentos de la defensa de Listhert
Pozo Suárez, que se dan por reproducidos, no es posible en el mundo del tráfico, que se dejen patentes los
nombres de quienes intervienen en estas transacciones, y será de normal ocurrencia el uso de apodos, claves,
sobrenombres etc.
y de la misma forma no se hace mención al término droga, sino que generalmente se la menciona como la
mercadería, o como en este caso, como los pantalones, las zapatillas, las papas, etc.
A este efecto, no sería muy sagaz quien manifestase su nombre y, además, expresare que se envió o recibió
la droga.
Como se señaló en la parte ya referida, el análisis de los dichos que constan en las escuchas, necesariamente
han de interpretarse a la luz de quienes conocen el ambiente, y en este sentido son las policías quienes conocen
la jerga y forma de expresarse por parte de los traficantes, como es el caso, de modo que no se comparte la
opinión del señor defensor en este tópico y se les otorga plena validez a las interpretaciones hechas por
funcionarios de a lo menos 7 a 10 años de experiencia en la materia, como también quedara consignada en la
audiencia.
Por otra parte, no es un antecedente menor para su incriminación en la calidad señalada en forma
precedente, la circunstancia que el día 25 de febrero del año 2002 en la localidad de Guanaqueros haya estado
entre las 14:00 y las 19:00 horas en los lugares aledaños al minimarket "Océano", desde donde fue hallada la
droga, habiendo él mismo cooperado al traslado del saco que contenía la misma, desde el taxi colectivo en que
fue llevada por José Saavedra Pérez hasta el establecimiento comercial referido, lo que supone su conocimiento.
Decimoquinto: Que el Ministerio Público señala que además perjudica al acusado René Flores Vergara la
circunstancia agravante del artículo 12 Nº 14 del Código Penal, esto es, cometer el delito mientras cumple una
condena o después de haberla quebrantado.
De la prueba documental acompañada por el Ministerio Publico, en especial el extracto de filiación del
acusado René Flores Vergara, consta que éste fue condenado por el Tercer Juzgado del Crimen de esta ciudad
en la causa Rol Nº 13.
463/1996 a la pena de 3 años y un día de presidio menor en su grado máximo y a 541 días de presidio menor
en su grado medio, más dos penas de igual sanción, cuya copia autorizada, así como la de segunda instancia fue
también acompañada al juicio, esta última sentencia en la que el acusado queda condenado a la pena única de 3
años y un día de presidio menor en su grado máximo por seis delitos de estafa, y a 541 días de presidio menor
en su grado medio por el delito de conducir vehículo motorizado con licencia adulterada.
Se cuenta, además, con el ordinario Nº 04.
02.
01 146 del alcaide del Centro de Cumplimiento Penitenciario de La Serena, en el que se indica que el
acusado René Flores quebrantó las penas antes señaladas al no regresar después de haber hecho uso del
beneficio de salida dominical bajo palabra.
Que estos juzgadores estiman que no concurre la precitada agravante contemplada en el artículo 12 Nº 14
del Código Penal, solicitada por el Ministerio Público, habida consideración a que el tipo penal de
quebrantamiento de condena establecido en el artículo 90 del Código Penal, constituye un delito especifico en sí
mismo y su aplicación como agravante significaría una vulneración al principio non bis in ídem, contenido en la
norma del artículo 63 del Código Penal, que establece que "no producen el efecto de aumentar la pena las
circunstancias agravantes que por sí mismas constituyen un delito especialmente penado por la ley", cuyo es el
caso de autos.
Decimosexto: Que beneficia a los acusados José Manuel Saavedra Pérez y Listhert Pozo Suárez la
minorante de responsabilidad del artículo 11 Nº 6 del Código Penal, es decir, sus irreprochables conductas
anteriores, atendido que el extracto de filiación del primero y el ordinario Nº 891 de fecha 28 de mayo del año
2002 del segundo, en el que se deja constancia que el ciudadano peruano Listhert Pozo Suárez no registra

© Westlaw Thomson Reuters 17


Documento

antecedentes policiales ni órdenes de arresto pendientes en el Perú.


Decimoséptimo: Que el tribunal no se pronunciará sobre el resto de la prueba rendida en el juicio, esto es, la
documental acompañada por las defensas de Listhert Pozo Suárez y José Saavedra Pérez que se ingresaron a la
audiencia, consistentes en Constancia de la Defensoría Municipal del Niño y del Adolescente de Huanuco;
certificado Municipal, Judicial Política Ronda Campesina y Ciudadanos Notables del Distrito de Rondos del
Departamento de Huanuco; certificado de nacimiento de Gabriela Paz Saavedra Villarroel; contrato de trabajo
entre José Saavedra y Hernán Villarroel Tolosa de 1 de septiembre de 2001; comprobante de detalle de
dividendo correspondiente al pago al día de las cuotas del BancoEstado de la propiedad en que Saavedra vive
con su pareja y menor Gabriela Saavedra; detalle de dividendo por mutuo 1523946k0 BancoEstado, crédito
hipotecario; detalle de operaciones registradas en archivo respaldo safe por RUT 12.
570.
248 1 de Gisella Villarroel; copia de solicitud de remate en causa BancoEstado con Villarroel rol 2450 2002
del Primer Juzgado de Letras de Coquimbo, probanzas éstas rendidas, como ya se señaló, por ambas defensas,
las que no aportan mayores antecedentes de utilidad respecto de los hechos por los que se ha acusado a los
imputados, ni sobre la participación que en ellos se les atribuye, sino sólo sobre antecedentes personales y
familiares que estos sentenciadores estiman que no inciden en lo resuelto en este fallo.
Decimosexto: Que la sanción establecida en el delito de Tráfico Ilícito de Estupefacientes en el artículo 5º
en relación con el artículo 1º de la ley Nº 19.
366, es la de presidio mayor en sus grados mínimos a medio y multa de 40 a 400 unidades tributarias
mensuales y no gravitando circunstancias modificatorias de responsabilidad, respecto del acusado René Flores
Vergara el tribunal puede recorrer la pena en toda su extensión de conformidad a lo dispuesto en el artículo 68
del Código Penal; y respecto de los sentenciados José Saavedra Pérez y Listhert Pozo Suárez, concurriendo una
circunstancia atenuante sin agravante alguna, aplicará la sanción en su mínimo.
Visto, además, lo dispuesto en los artículos 1º, 11 Nº 6, 14, 15, 18, 24, 28, 50, 68, del Código Penal; 295,
297, 314, 325 y siguientes, 49, 340, 341, 342, 344, 348 y 468 del Código Procesal Penal, 1, 5 y 39 de la ley Nº
19.
366, se declara:
I.
Que se condena a René Osvaldo Flores Vergara, ya individualizado, a sufrir la pena de ocho años de
presidio mayor en su grado mínimo, como autor del delito de tráfico de estupefacientes, de 25.
142,4 gramos de pasta base de cocaína con una pureza que oscila entre el 86% al 98%, perpetrado en el mes
de febrero del año 2002, en horas de la tarde.
II.
Que se condena a Listhert Pozo Suárez y José Manuel Saavedra Pérez, ya individualizados, a sufrir las
penas de seis años de presidio mayor en su grado mínimo, como autores del delito de tráfico de estupefacientes,
de 25.
142,4 gramos de pasta base de cocaína con una pureza que oscila entre el 86% al 98%, perpetrado en el mes
de febrero del año 2002, en horas de la tarde.
III.
Que se condena, además, a los sentenciados René Osvaldo Flores Vergara, Listhert Pozo Suárez y José
Manuel Saavedra Pérez, a la penas accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios
públicos y derechos políticos y a la de inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la
condena, y al pago de una multa de cuarenta unidades tributarias mensuales.
Si los sentenciados no pagaren la multa impuesta, sufrirán por vía de sustitución la pena de reclusión,
regulándose un día por cada media unidad tributaria mensual, sin que exceda de seis meses.
IV.
Que se condena a los sentenciados, asimismo, al pago de las costas del juicio, las que se distribuirán por
iguales partes.
V.
Que no reuniéndose en la especie los requisitos establecidos en la ley Nº 18.
216, atendida la pena impuesta, no se concede a los sentenciados René Osvaldo Flores Vergara, Listhert
© Westlaw Thomson Reuters 18
Documento

Pozo Suárez y José Manuel Saavedra Pérez, ninguno de los beneficios que dicha ley establece, debiendo en
consecuencia cumplir efectivamente la pena privativa de libertad a que han sido condenados, sirviéndole de
abono el tiempo que han permanecido ininterrumpidamente privados de libertad en esta causa desde el día 25 de
febrero del año 2002, según se señala en el auto de apertura que dio origen a este juicio oral.
VI.
Que en el caso del condenado René Flores Vergara, primero deberá dar cumplimiento a la pena que se
señala en la decisión primera de esta sentencia y a continuación el saldo de pena que le resta por cumplir en la
causa Rol Nº 13.
463 del Tercer Juzgado del Crimen de La Serena, según se informara por Gendarmería de Chile en ordinario
Nº 04.
02.
01/146 del alcaide del Centro de Cumplimiento Penitenciario de La Serena, en el que se comunicó el
quebrantamiento de condena por el antes señalado.
VII.
Devuélvanse los medios de prueba acompañados a los intervinientes, esto es, fiscalía y defensas.
VIII.
Una vez ejecutoriado el presente fallo, cúmplase con lo dispuesto en el artículo 468 del Código Procesal
Penal, oficiándose a la Contraloría General de la República, al Servicio de Registro Civil e Identificación y a
Gendarmería de Chile.
Regístrese.
Redactada por el juez señor Jorge Pizarro Astudillo.
Dictada por los jueces del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de la ciudad de La Serena, señores Jorge
Fernández Stevenson, Nicanor Salas Salas y Jorge Pizarro Astudillo.
Rol Nº 75 2003.

© Westlaw Thomson Reuters 19

Vous aimerez peut-être aussi