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Acontinuacion se hará una breve explicación de la postura de las Cortes frente al instituto
jurídico de la prescripción de la actio quantis minoris y de la acción redhibitoria. Para
empezar es necesario referirnos al artículo que define puntualmente lo que conforma la ya
mencionada acción, el artículo 1914 del Código Civil se estipula “se llama acción redhibitoria
la que tiene le comprador para que rescinda la venta o se rebaje proporcionalmente el precio
por los vicios ocultos de la cosa vendida, raíz o mueble, llamados redhibitorios”. Este
pequeño texto establece dos posibilidades para el comprador, ya sea solicitar que se
rescinda la venta o que se rebaje el precio. De la misma forma se establece un término de
tiempo para que dicha solicitud elevada por el vendedor, ya sea la una o la otra, en aras
de concretizar la seguridad jurídica; así pues, en el artículo 1923 del Código Civil claramente
se menciona: “la acción redhibitoria durará seis meses respecto de las cosas muebles y un
año respecto de los bienes raíces, en todos los casos en que la ley especial o las
estipulaciones de los contratantes no hubieren ampliado o restringido este plazo. El tiempo
se contara desde la entrega real”.
Ahora bien, frente a la opción de la rebaja de precio la ley establece que existe, acompañado
de esta posibilidad, otra situación probable que se puede pedir a su vez, así se encuentre
prescrita la acción redhibitoria, la cual es la indemnización de perjucios, en el artículo 1924
del Código Civil se contempla: “habiendo prescrito la acción redhibitoria, tendrá todavía
derecho el comprador para pedir la rebaja de precios y la indemnización de perjuicios, según
las reglas precedentes”. Dando a entender en una lectura sistemática del articulado que la
acción redhibitoria y la rebaja del precio no son figuras que estén directamente conectadas
y que cada una de ellas puede subsistir sin necesidad de la otra, tanto es esto que en el
artículo 1926 del Código Civil regla un término diferente: “la acción para pedir rebaja del
precio, sea en el caso del artículo 1915 o 1925, prescribe en un año para los bienes muebles
y en diez y ocho meses para los bines raíces”.
Es cierto que frente a las figuras jurídicas ya mencionadas no existen ningún tipo de duda
y oscuridad que nublen su comprensión, no es la misma situación con el computo de los
términos que el comprador tiene para elevar cual quiera de las figurar mencionadas; pues
la ley no da una explicación si dichos términos se contaran separados o se hará solo un
conteo mezclando los dos o cual es la forma en que dichos términos y figuras han de ser
empleados. Al respecto la Corte Suprema de Justicia Sala Civil establece:
“La acción redhibitoria o quanti minoris, del artículo 934 del Código de Comercio,
exige un contrato existente y válido, la revelación de vicios o defectos de la cosa
vendida “con posterioridad a su entrega”, no excluye la acción de resolución por el
incumplimiento en determinados casos señalados por la Sala, ad exemplum, de la
prestación de entregar sana y completa la cosa, particularmente tratándose de
defectos <que determinan un incumplimiento que inutiliza el artefacto de manera
ostensible, por asimilarse naturalísticamente en realidad a una falta total de
entrega> (cas. civ. sentencia de 14 de enero de 2005, exp. 7524), ni tampoco, la
indemnización de perjuicios, pues, <puede ocurrir que dada la magnitud del vicio
que presenta la cosa, ésta definitivamente quede inutilizada para servir al fin que
naturalmente le corresponde>, descartando la acción estimatoria o de rebaja del
precio <para dar paso a una pretensión autónoma (compensatoria), destinada a
obtener la indemnización de los perjuicios, daño emergente y lucro cesante, sufridos
como consecuencia de la inejecución de la obligación del vendedor de entregar la
cosa en el estado que garantice el aprovechamiento y la utilidad que la naturaleza
de ella indique>, especialmente cuando se presenten situaciones en donde no exista
justificación a obligar al acreedor a perseverar en la prestación por decaimiento del
interés, en cuyo caso, tiene derecho a demandar directamente, en cumplimiento del
correspondiente contrato, una indemnización compensatoria que comprenda todo el
daño emergente y todo el lucro cesante sufridos por él como consecuencia de la
inejecución absoluta o imperfecta de la obligación, sin que sea necesario pedir la
resolución del contrato, que es cosa enteramente diferente y que puede no
convenirle. Por ello, agrega la Corte, el art. 1546, da la opción de pedir la resolución
o el cumplimiento, y una manera de cumplir el contrato es pagando el deudor al
acreedor la indemnización compensatoria, es decir, los perjuicios padecidos, que
deben ser demostrados cualquiera sea la causa del incumplimiento del contrato”.
Es por esta razón que la Corte señala seis características para la acción inherente a la
prestación de garantía por saneamiento redhibitorio: