Es casi incre�ble ver aquel venezolano que, deleit�ndose en un mar de banalidad, se
negaba a ver una realidad que
siempre existi�, una cruda realidad que ahora nos aplasta y nos oprime a todos y esperando desde lo m�s profundo de mi coraz�n que esta realidad despierte la furia de la indignaci�n y surja de nuestras entra�as la fuerza indomable de la sangre libertaria para combatir con la mayor fiereza posible este manto oscuro de maldad que nos est� cubriendo. Porque si es cierto que esto le paso al hermano de HRCF cosa que me cuesta creer, que podemos esperar para nosotros.
Uno puede ocultarse detr�s de muchas cosas, una cruz o una espada mientras no las empu�es con fiereza solo sirven para ocultarse y ver con indiferencia el dolor que genera la injusticia.